Marcos Giralt - Donostia Kultura

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Liburutegi Nagusia. Alderdi Eder
Biblioteca Central. Alderdi Eder
Apirila 2013 Abril
http://www.donostiakultura.com/liburutegiak/
Marcos Giralt
(Madrid, 1968 - )
Marcos Giralt Torrente es licenciado en Filosofía por la Universidad Autónoma de Madrid,
ciudad donde reside. Inició su sólida y brillante carrera literaria con el libro de cuentos
Entiéndame (1995). Es autor, también, de la novela corta Nada sucede solo (1999;
Premio Modest Furest i Roca) y de las novelas París (1999, Premio Herralde de Novela)
y Los seres felices (2005).
Colabora habitualmente como crítico literario en Babelia y fue autor residente de la
Academia Española en Roma, del Künstlerhaus Schloss Wiepersdorf y de la University
de Aberdeen y participó en el Berlin Artists-in-Residence Programme de 2002-2003. Su
tercera novela, Tiempo de vida (2010), que narra la relación con su padre hasta la
muerte de éste, tuvo una gran acogida por parte de la crítica siendo galardonada con el
Premio Nacional de Narrativa, por el Ministerio de Cultura español.
Con su libro de relatos El final del amor (2011) ha sido el ganador de la 2ª edición del
Premio Internacional de Narrativa Breve Ribera del Duero.
Sus novelas han sido traducidas al alemán, al francés, al italiano y al portugués.
El final del amor
Los cuatro relatos reunidos en El final del amor
gravitan en torno al amor y sus posibilidades. En "Nos
rodeaban palmeras", una pareja de turistas experimenta en
el transcurso de una excursión a una isla africana una
lejanía mutua que parece irreparable; en "Cautivos" un
escritor asiste como testigo al desenlace de una relación
que la ausencia de pasión hacía extrañamente indisoluble;
en "Joanna", un suceso azaroso devuelve a su protagonista,
junto con la noticia de su imposible perpetuación, el
recuerdo de un amor adolescente nunca clausurado; en
"Última gota fría", un chico que fantasea con que sus padres
separados vuelvan a unirse intuye repentinamente que tal
vez no sea lo mejor para ellos.
Donostia Kultura
Liburutegi Nagusia · Biblioteca Central
Alderdi Eder, 1 • 20003 Donostia-San Sebastián
tel (0034) 943 48 14 86 /88 • liburutegia_alderdieder@donostia.org
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Obra de Marcos Giralt
El final del amor (2011) N GIR
Tiempo de vida (2010) N GIR
Cuentos vagos (2010)
Los seres felices (2005) N GIR
Nada sucede solo (1999)
París (1999) N GIR
Entiéndame (1995)
·
•
Signatura dauzkatenak liburutegietan aurkitu ditzazkezu / Encontrarás en la biblioteca las
obras marcadas con signatura
Entrevista con Marcos Giralt
Pedro Crenes
Elplacerdelalectura.com, 2011
-¿Cómo nace El final del amor?
-Pues la verdad es que es algo verdaderamente extraño en mi carrera. No soy un escritor
al que las ideas se le ocurran muy fácilmente, tengo que buscarlas. Y aunque la literatura
me habite incluso cuando no escribo, necesito de una férrea voluntad para obligarme a
escribir. Ello hace que mis libros nazcan sobre todo de la voluntad. Pero con El final del
amor fue diferente, nace de una manera más espontánea sin que ello implique que
técnicamente este menos trabajado, sino que el impulso de escribirlo no fue premeditado.
Nace más bien del cansancio del mi libro anterior. Tiempo de vida es un libro de no
ficción en el que hablaba con mi voz y de mi experiencia con mi padre. Fue un libro que
me procuró muchas satisfacciones en lo personal y en lo literario pero que me obligó a
escribir pensando mucho en mí mismo y en mis cosas y a exponerlas a la visión publica.
Esa exposición de mi interior y ese hablar y pensar en mí que duró todo el tiempo de la
promoción me hizo terminar bastante cansado de mí mismo y, de una manera muy
natural, como si mi cuerpo me hubiese pedido descomprimirme de esa dosis excesiva de
realidad y auto realidad que fue Tiempo de vida, me volqué en la escritura de estos
cuentos sin saber ni siquiera que terminarían siendo un libro. De pronto me vi escribiendo
un cuento o necesitando escribir un cuento, buscando el argumento y tomando las
decisiones adecuadas para hacerlo pero sin pensar que estaba escribiendo el primero de
una serie que terminarían convertidos en El final del amor. Fue cuando tuve los dos
primeros que pensé que podría tener un libro. -Dice el apóstol Pablo en la Primera Carta a los Corintios, capítulo 13, que “el amor
nunca deja de ser” lo que contrasta con el título de tu libro El final del amor ¿Qué
piensa de esto?
-Creo que tienen mucho que ver. Al contrario de lo que puede parecer, El final del amor
no está compuesto por historias que necesariamente tengan que ver con el final del amor
ni están centradas en el final de las relaciones amorosas ni mucho menos. Elegí ese
título porque me parece que la idea del final del amor resume el amor mismo en el
sentido de que, así como no es posible pensar en la vida sin la muerte, no es posible
pensar en el amor sin su final. Hasta en la relación amorosa más feliz y prolongada en el
tiempo, existe la idea del final del amor aunque solo sea como amenaza. Los amantes
siempre piensan en el final del amor, a veces con miedo, generalmente, y a veces hasta
con ganas.
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-En “Nos rodeaban palmeras” y “Cautivos”, veo un nexo común que es la
distancia. Tanta distancia cercana en “Nos rodeaban palmeras” que se alejan los
protagonistas y en “Cautivos” la distancia física es lo que precisamente les
vincula.
-No se me había ocurrido verlo de ese modo y queda muy bien expresado así. Todos los
cuentos están narrados en primera persona y en el caso de “Nos rodeaban palmeras” el
narrador es protagonista del drama que cuenta mientras que en “Cautivos” el narrador es
testigo del drama. “Nos rodeaban palmeras” intenta ser una instantánea de ese momento
de lejanía que se produce en las parejas a veces en unos minutos, en unos días o en
semanas. Pensé, si quiero dar cuenta de esa lejanía que se produce en el seno de una
pareja, me interesa potenciar esa sensación de aislamiento, de aislarlos lo más posible.
De allí que la acción transcurra en una isla pequeña. Estas decisiones técnicas tienen
que ver con el tema de la distancia. En “Cautivos”, por el contrario, lo que quería
potenciar era la paradoja de dos personas que lo tienen todo para ser felices, que no se
han perdido el amor el uno por el otro pero sin embargo la cosa no funciona. Ese tenerlo
todo para ser felices me llevó a buscar a dos personajes sin dificultades económicas, con
vidas privilegiadas, con casa en varios lugares, cosmopolitas en una palabra. La distancia
es fundamental por todos los lugares que recorren, que pueden recorrer, pero eso no los
une, no les capacita para vivir una relación por decirlo así, “normal”.
-Guillermo le reprocha a Alicia en un momento del cuento no haberle dejado por
ser ella más responsable que él, lo cual me lleva la siguiente pregunta ¿hay que
tener valor para poner fin al amor o por lo menos a las relaciones?
-Indudablemente. Creo que es uno de los actos más valerosos con los que un hombre o
una mujer se pueden topar en su vida. Hay quien no es capaz nunca de hacer eso, que
actúa con cobardía. Muchos finales agónicos de parejas ocurren precisamente porque
quien provoca ese agónico final no se atreve a darlo de una sentada, se dedica a torturar
al otro para que sea él quien le abandone por agotamiento. En el caso de Guillermo no
sabemos lo que esconde y es muy probable que esto le convierta, al parecer, en
responsable del fracaso pero al final ambos terminan siendo víctimas y verdugos el uno
del otro. Lo que me interesaba a mí era que eso no acabara con el amor sino que hasta
cierto punto los vinculara. Creo que el relato más de amor del libro es precisamente este.
Efectivamente hay un fracaso amoroso en estos personajes que no se desean ni pueden
compartir lecho y estas circunstancias les incapacitan incluso para compartir la
cotidianidad de un modo “normal” pero no pueden perderse de vista porque en el fondo
se quieren. Lo que yo estoy reivindicando en el libro, que ni es un tratado sobre el amor ni
pretende agotar el tema, es una idea del amor más rica y compleja que la convencional,
que es posible quererse de esa extrañísima manera en la que lo hacen Alicia y Guillermo.
-Los otros dos cuentos “Joanna” y Última gota fría” se detienen de alguna forma
en la relación con los hijos o cómo “el final del amor” del que hemos hablado les
afecta ¿Crees que la relación entre padres e hijos sufre de ciertas mutaciones?
-Mi papel de padre no lo tengo aun muy claro puesto que soy un padre muy reciente,
tengo un hijo de apenas dos años. Lo único que sé es que por mucho que imaginaras lo
que es ser padre antes de serlo, por mucho que te lo hayas imaginado, por mucho que
hubieses leído sobre el tema, verdaderamente no te haces cuenta del amor inmenso que
produce un hijo. Es algo verdaderamente inconcebible. Al mismo tiempo sientes una
tremenda responsabilidad, tanta que da miedo. Todos los padres nos sabemos
imperfectos y nos sentimos un poco impostores. Si eres un impostor sin hijos no hay
víctimas de tu impostura, pero si los tienes es peor porque ya tienes víctimas o posibles
víctimas de tu impostura. Supongo que lo que cambia cuando un hijo crece es que esa
generosidad absoluta del amor del padre es una generosidad destinada al desengaño
amoroso en el sentido de que lo deseable, lo que un padre debe anhelar, es darle todo a
su hijo para que madure y llegue un momento en el que le abandone. Y eso es lo
deseable, porque significará que has criado a un ser autónomo que sepa y pueda
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emanciparse de los padres. Luego, es alimentar un amor para que se produzca el
desengaño amoroso por parte del padre. “Joanna” es el cuento que escribí más
fluidamente, fue en el que me tropecé menos, el más espontáneo. Más que el amor que
se describe en el cuento lo que me interesaba era la familia y más concretamente una de
las paradojas más grandes que me inspira: la familia que debiendo ser eficaz para
ayudar, preparar y proteger a los más pequeños el mayor tiempo posible para que al
exponerse al mundo y sus peligros sepa cómo defenderse, termina convirtiéndose, sin
quererlo, en todo lo contrario, en un conjunto de seres envilecidos, con atmósferas
enrarecidas que se convierten en sofocantes y que lo que hacen es hundir a sus
miembros. Y Joanna es víctima de una de estas familias. El tema final que se revela es lo
de menos, lo que me interesaba era ese ambiente enrarecido que pide a la persona
levantarse y abrir una ventana.
-En “Última gota fría”, la mirada de un chico joven nos relata el ir y venir del unos
padres que están separados y que parece que podrían volver a unirse…
-En este cuento me interesaba una paradoja parecida a la de “Cautivos”. Objetivamente
los padres de este chico se quieren y en un momento del relato ellos entienden que no
sentirán tanto amor por sus nuevas parejas como el que se tienen el uno al otro, pero es
imposible que estén juntos. Visto por los ojos de un adolescente, quiero resumir ese
momento epifánico de los relatos de aprendizaje. Hay un momento en la vida cuando
somos jóvenes en el que todas las verdades que conforman nuestra visión del mundo
son heredadas de nuestros padres pero llega un momento también en la vida en que eso
no basta. Hay personas para las que ese momento epifánico es conflictivo y se rebelan
contra sus padres y para otras es simplemente una necesidad, la de ver las cosas por
sus propios ojos, la de hacerse una visión del mundo más propia y es en ese momento
en los que se centran los relatos de aprendizaje. “Última gota fría” es de este tipo de
relatos. Este chico como todo hijo de padres separados coquetea en un momento con la
idea de que sus padres vuelvan a estar juntos. Salvo los casos extremos en los que el
padre era un verdadero tirano que machacaba a la familia, lo normal es que ese deseo se
manifieste. Ese momento de crecimiento de este muchacho esta ejemplificado en ese
paso en el que él se da cuenta que posiblemente no es lo más deseable ni lo mejor que
les podría suceder a él y a su madre.
-Has dicho en algún momento que “escribir no es terapéutico” ¿matizarías esta
afirmación?
-Hay muchos tópicos literarios que me soliviantan. Tópicos manidos como “es que
necesitaba escribir esta historia”, o “los personajes se me han impuesto” o “yo escribo
para poder vivir” o “la escritura es mi psicoanálisis”… Creo que en la vida hay muy pocas
cosas necesarias aparte de comer, beber, descansar… me siento muy escritor y vivo,
pienso y miro literariamente pero cuando no escribo no me pasa nada. A lo largo de
muchos meses de mi vida no escribo pero cuando lo hago necesito vivir dentro de ese
relato, de esa novela, necesito una intensidad en la escritura que me obliga a trabajar
muchas horas al día. Me alieno y me convierto en un ser asilvestrado y me olvido de
cosas básicas pero pueden pasar perfectamente varios meses sin escribir y esto no hace
que me descentre ni soy víctima de paranoias. Esa frase a la que aludes, que dije dentro
de una conversación y en un contexto y que fue elevada a titular, parece una gran
reflexión pero yo no pretendía decir nada más que la literatura es lo que es, pero que
nadie se la tome como otra cosa.
-¿Cómo es el día a día de trabajo literario de Marcos Giralt Torrente?
-Depende de si estoy escribiendo o no y cuando hablo de “escribir” hablo más bien de
escribir lo propio. La vida de un escritor está siempre contaminada de escritura y aunque
no esté escribiendo un libro mío estoy escribiendo artículos o con encargos de alguna
conferencia. Como ya te he dicho, pueden pasar meses sin que escriba pero cuando lo
hago, lo hago con muchísima intensidad y necesito la mayor parte del tiempo. Soy
incapaz de leer y procuro rechazar todos los encargos que me hacen porque me
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contamina. Me es muy difícil recuperar la tensión si interrumpo la escritura para elaborar
un artículo o irme a una conferencia. Cuando escribo me convierto (y ahora que soy
padre me es más difícil porque tengo que respetar unos horarios y unas tareas
ineludibles) en un ser de las cavernas, incapaz de salir de casa y termino comiendo
cualquier cosa. Ahora ya no es tan fácil, pero trato de conseguir esa tensión que necesito
a la hora de escribir.
-¿Trabajas con esquemas?
-No creo que haya recetas para esto. Hay escritores que encaran su trabajo de muy
distinta manera y eso no tiene la más mínima relevancia pues su obra puede ser buena o
mala por otras razones. Yo soy muy anárquico en la distribución de mi tiempo. Hay
escritores que se levantan a las nueve a escribir hasta las dos todos los días de su vida
pero yo no: puedo pasar meses sin escribir o me siento y escribo y no me levanto hasta
que me vence el sueño. Sí, suelo partir de un esquema muy detallado pero luego en el
proceso de escritura modifico ese esquema con entera libertad, acepto los encuentros
azarosos que me asaltan por el camino. Cualquier texto, cualquier obra es producto del
azar y de la voluntad. Hay cosas no previstas con las que te encuentras por el camino y
luego hay cosas que aunque quieras hacer no sabes hacerlas o al revés, cosas que no
pensabas que podías hacer y que metido en faena las sacas adelante. Habrá casos
excepcionales, pero me cuesta creer que existan obras que se correspondan
exactamente a lo que su autor había planificado.
-Recomiéndanos dos libros de cuentos.
-Alice Munro es básica. Si tuviese que mencionar cinco autores vivos, mundiales e
imprescindibles, mencionaría a Alice Munro sin duda. No se la tiene tanto en cuenta
porque desgraciadamente es mujer y desgraciadamente escribe cuentos. Si fuese varón
y novelista estaría en boca de todos. Sin duda la mejor cuentista contemporánea.
Por salir del género cuento diría Missing de Alberto Fuguet y que curiosamente está
emparentado con Tiempo de vida, me parece soberbio. Luego también está Norte de
Edmundo Paz Soldán.
La crítica ha dicho sobre El final del amor
“…"La condición del amor es invertebrada", dice Marcos Giralt Torrente (Madrid, 1968) en
su casa de Madrid. Y aunque la premisa suene descorazonadora, al avanzar en los
cuatro cuentos que componen su último libro El final del amor (Páginas de Espuma), la
definición resulta tan real que termina por ser esclarecedora. No porque se trate de un
tratado sobre el amor, sino porque intenta "desacralizar la idea totalmente estereotipada y
maniquea que se ha creado del amor romántico que resulta contaminante y excluyente".
Ana Marcos / El País Madrid 03-06-2011
“…Las cuatro historias de "El final del amor" están contadas en primera persona, cuatro
narradores que coinciden en no acabar de entender lo que ocurre, sean ellos mismos sus
protagonistas o no. Sí, es este uno de esos libros con más preguntas que respuestas, lo
que se traduce en simpatía con el lector: aquí todos estamos para lo mismo, para intentar
entender qué es eso del amor, aunque nos produzca cierto sonrojo decirlo en alto.”
Emilio Ruiz Mateo / Numerocero.es 29-07-11
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Fuentes utilizadas
Mb agencia literaria
http://www.mbagencialiteraria.es/autor.php?autorId=25&grupo=1
Páginas de espuma
http://paginasdeespuma.com/catalogo/el-final-del-amor/
Wikipedia
http://es.wikipedia.org/wiki/Marcos_Giralt_Torrente
Elplacerdelalectura.com
http://www.elplacerdelalectura.com/2011/10/entrevista-a-marcos-giralt-torrente-el-finaldel-amor.html
El País
http://cultura.elpais.com/cultura/2011/06/03/actualidad/1307052012_850215.html
Numerocero.es
http://numerocero.es/literatura/critica/el-final-del-amor/98
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