¿Fuente no identificada o amplificatio? Los discursos de Hipermestra, Casandra e Ilia en la General Estoria Resumen: El interés de la crítica por la General Estoria de Alfonso X el Sabio ha llevado en las últimas décadas a la identificación de muchas de sus fuentes, pero este trabajo no está aún completado. Por otra parte, y a pesar de que distintos estudios han mostrado que los redactores de esta estoria seguían sus fuentes con notable fidelidad, también se ha comprobado la presencia en distintas secciones de la obra de una amplificatio notablemente compleja. En este trabajo, nos enfrentamos a varios pasajes de fuente no bien precisada y planteamos la posibilidad de que se deban a los redactores alfonsíes y no se apoyen en fuente alguna, examinando las características comunes entre ellos y con otros segmentos sin duda debidos a la pluma de los colaboradores del Rey sabio. Palabras clave: Alfonso X, historiografía medieval, General Estoria, recepción clásica, amplificatio, creación de discurso directo, Histoire ancienne jusqu’à César, Fet des Romains 1. Introducción Durante las últimas décadas, ha habido un gran interés por la General Estoria, que ha llevado a distintos estudios sobre fuentes, traducción, procedimientos compositivos, historia del texto, y, finalmente, a su publicación íntegra1. A su vez, esta publicación ha sido el punto de partida de nuevos estudios. A pesar de las investigaciones, sigue habiendo fuentes que no han sido identificadas, algunas incluso entre las explícitamente nombradas por los alfonsíes2. Como han demostrado numerosos estudios, los redactores de la General Estoria eran habitualmente bastante minuciosos a la hora de citar sus fuentes, por lo general mediante un nombre bastante transparente que se repite, con variaciones, a lo largo de los segmentos en que se utilizaron (Estoria de Egipto, Libro de las provincias); otras veces se prefiere usar más bien el nombre del autor («Orosio», «el obispo Lucas» . . .). Pero no es raro encontrar denominaciones más vagas, como la estoria, una estoria francesa . . .; también existe el caso de que los alfonsíes no citen su fuente, o que afirmen haber tomado sus datos de una fuente que no es la que realmente usan, lo que puede ocurrir por varias causas3. Lo que no se ha comprobado nunca hasta el momento es que los alfonsíes atribuyan a una fuente contenidos creados por ellos mismos, lo que habrá de tenerse en cuenta en las próximas páginas. Alfonso X 2009a, 2009b, 2009c, 2009d, 2009e. P.ej. «el libro de las generationes de los gentiles». 3 La más evidente es su reticencia a citar fuentes contemporáneas, especialmente francesas; muchas veces citan, en cambio, las fuentes que cita la propia historia francesa (por ejemplo la Histoire ancienne), como p.ej. Dares o Dictis en la materia troyana. 1 2 Vox Romanica 72 (2013): 179-201 180 Belén Almeida Cabrejas Sobre los pasajes basados en fuentes identificadas se han podido analizar, en diferentes estudios, muchas características de las traducciones y de los procesos de compilación de los equipos alfonsíes. Teniendo en cuenta, entre las nuevas fuentes descubiertas, la importante presencia de glosas a muchos textos, se ha investigado qué grado de literalidad o de libertad presentan las versiones contenidas en la General Estoria (cf. p.ej. Cuesta 2007 y Salvo 2012). En un continuum que va de más literal a más libre o adaptado, los distintos segmentos de la General Estoria ocupan distintos lugares según el tipo de texto de que se trate, el número de fuentes empleadas o el grado de elaboración sufrido por los textos de las diferentes Partes, entre otros factores. Están bien documentados tanto distintos procedimientos de amplificatio como la desaparición de elementos por distintas causas, aunque la abbreviatio no es un procedimiento de tratamiento textual muy característico de la General Estoria. En cambio, resulta difícil valorar qué elementos pueden ser creación alfonsí y cuáles traducción de la fuente en fragmentos cuya fuente no ha sido identificada. También puede suceder que dudemos si un determinado texto latino o francés es la fuente (o la única fuente) de un pasaje de la General Estoria debido a que el pasaje presenta elementos que sí están en la fuente y otros que no lo están. Mientras que puede demostrarse que un texto es fuente de otro, no puede demostrarse con la misma certeza que un texto no tenga fuente, sino que es original alfonsí. Para el análisis de las posibilidades de la amplificatio alfonsí y la determinación del grado de independencia con respecto de la fuente que puede llegar a alcanzar, se tomarán en este trabajo varios pasajes con características comunes y se los enfrentará entre sí y con sus fuentes posibles o más o menos seguras para encontrar aspectos comunes. Hice justamente esto hace años en un trabajo (Almeida 2006) en que analicé los contextos de creación de discurso directo e indirecto en la historiografía alfonsí, y las conclusiones fueron que los redactores del taller alfonsí eran capaces de crear con asombrosa maestría elementos originales que se insertaban perfectamente en la malla narrativa correspondiente a una traducción más o menos corrida. Se pudo comprobar también que al menos algunas de estas intervenciones eran posteriores al romanceamiento de los textos originales4, puesto que otros pasajes basados no solo en la misma fuente, sino en la misma traducción no presentaban aquellos elementos. Esto supone un dato más que confirma que las fuentes eran traducidas y luego empleadas en la taracea de la obra, pero arroja también luz sobre el tipo de cambios sufridos por el texto ya traducido durante el proceso de redacción, que no se limita a la combinación con otras fuentes, sino que incluye cambios en el propio texto de la traducción5. En el aspecto analizado, la creación En aquel caso, se trataba solamente de textos latinos. Podría emplearse el nombre de traducción subyacente para estos romanceamientos perdidos cuyas características perviven (a veces en forma de errores) en el texto final de la General Estoria. 4 5 Los discursos de Hipermestra, Casandra e Ilia en la General Estoria 181 de discurso6, los elementos introducidos iban desde un par de palabras a, por lo que parecía, capítulos enteros7. En este aspecto, la actuación de los compiladores alfonsíes se asemejaba a la que, por ejemplo, presentaban los redactores de las dos grandes compilaciones históricas francesas del XIII, la Histoire ancienne jusqu’à César y los Fet des Romains8. Sin embargo, aunque el método fuera semejante, no cabía duda de que los capítulos analizados en aquel estudio no procedían de la historia francesa. Además, a pesar de las similitudes, la libertad con la que proceden los redactores franceses (el de los Fet por ejemplo llega a crear nuevos personajes9), es mayor que la del texto castellano, que más bien desarrolla elementos presentes en la fuente (aunque sea casi implícitamente). La creación de discurso analizada, una de las grandes fuentes de amplificatio en la General Estoria, se centraba en varios grandes núcleos temáticos: la guerra, el derecho y el amor. Si la guerra (p.ej. las arengas de los generales) y el amor son contextos donde las historias francesas y más aún el roman de temática clásica (romans de l’Antiquité o romans antiques; matière de Rome) suelen concentrar sus amplificationes, no es tan usual que lo hagan en momentos en que, al cometerse un acto contra derecho, es adecuada la introducción de una reflexión sobre el asunto, que en la General Estoria se articula con frecuencia en la forma de un discurso directo. Precisamente sobre varios casos de discurso directo de esta temática queremos tratar en este trabajo. Son fragmentos que tienen bastante en común, pues en todos se presenta una mujer más o menos joven (en los tres casos se trata de la hija de un rey) que, en un intercambio de palabras con un hombre de mayor edad, lo acusa de haber cometido actos injustos contra ella misma, contra su padre o contra otro miembro de su familia. Se trata de los episodios de Hipermestra, de la acusación de Casandra a Antenor tras la guerra de Troya y de la condena a muerte de Ilia, madre de Rómulo y Remo. Para estos tres segmentos, no se ha identificado una fuente de la que proceda todo el contenido, aunque sí una o varias que sin dificultad pueden identificarse como fuente de capítulos inmediatamente anteriores o posteriores. 6 La creación y reelaboración de discurso parece ser uno de los elementos más característicos de la amplificatio alfonsí. 7 Algunas observaciones sobre este tipo de amplificatio se encuentran también en el estudio que precede a mi edición de la Segunda (Alfonso X 2009b: xcv-cii) y de la Quinta Parte (Alfonso X 2009e: ci-cvi) de la General Estoria. 8 La Histoire ancienne jusqu’à César fue conocida y utilizada por los redactores alfonsíes para la redacción de amplias secciones de General Estoria, aunque se la cita escasamente por las razones anteriormente expuestas (cf. Gracia 2003, 2004, 2004b, 2004c, 2006, 2011). Los Fet parecen haber sido conocidos por los alfonsíes, pero aún no se ha comprobado fehacientemente su utilización en la redacción de la General Estoria (sí de la Estoria de España); cf. Almeida 2012. 9 Lo hace en el pasaje correspondiente a los versos 2,704-13 de Farsalia, donde introducen personajes no citados por Lucano, como «Vargonteus», «Marcius», «Lucius», «Ridulfes», «Cocta» o «Luceres de Florance» (Li Fet des Romains 1935: I 383-85). 182 Belén Almeida Cabrejas Dadas las tendencias de la amplificación en la General Estoria, consideramos posible que los datos «duros» a los que se alude en los segmentos citados de Hipermestra, Casandra e Ilia, como personajes, nombres, sucesos o cantidades, hayan sido tomados de una o varias fuentes, mientras que el resto es creación de los redactores alfonsíes. Pasamos ahora a examinar con algún detalle los distintos capítulos. 2. El episodio de Hipermestra Las noticias sobre las hijas de Dánao están dispersas en varios lugares de la Segunda y Tercera parte de General Estoria10, y se corresponden con varias alusiones de los Cánones crónicos de Eusebio de Cesarea: – año V de Josué11: «Danaus per quinquaginta filias quinquaginta filios Aegypti fratris interfecit euadente solo Lynceo, qui post eum regnauit. Neque uero multitudo filiorum incredibilis uideri debet in barbaris, cum tam innumerabiles habeant concubinas» (Eusebius 1956: 46b). – año VIII de Otoniel12: «Aput Argos sacerdotio functa est Hypermestra, Danai filia» (Eusebius 1956: 47b). – año XX de Otoniel, bajo Argiuorum, «Argis XI Lynceus ann. XLI» (Eusebius 1956: 48b)13. Entre la primera y la segunda noticia de los Cánones Crónicos median, según la propia obra, treinta años, mientras que entre la segunda y la tercera hay doce. En el texto de la General Estoria se encuentran noticias sobre las hijas de Dánao en los siguientes lugares: – en el libro Números (GE114), aprovechando la mención de los Canones Chronici al inicio del reinado de Dánao en Argos, se incluyen varios capítulos donde se narran los asesinatos y se ofrecen verbatim informaciones contenidas en la primera noticia citada de los Canones Chronici, – en el libro Deuteronomio (GE115), se narra la fuga de Linceo, marido de Hipermestra, la prisión de 30 años de esta y la conversación que mantiene con su padre a su salida; luego se reconoce que «las razones del rey Danao e del rey Egisto . . . duraron más de L años», por lo que dejan «lo que finca aquí d’ellas» para «los años de adelante», 10 Se utilizarán a lo largo de las siguientes páginas las abreviaturas GE1, GE2 y GE3 para la Primera, Segunda y Tercera partes de la General Estoria. 11 En la General Estoria no se atribuye expresamente a un año, pero se cuenta en relación con noticias ocurridas el año XXXV de Moisén. 12 En la General Estoria se atribuye al «quinzeno año de Otoniel». 13 Antes de estas noticias hay algunas relacionadas con Dánao, pero no con sus hijas. 14 Alfonso X 2009a: II 829: «E porque algunos tienen por grand maravilla de un omne solo aver tantos fijos e tantas fijas dizen Eusebio e Jerónimo que non es de maravillar, e mayomientre entre las yentes bárbaras ó ellos eran . . .». Se corresponden con una noticia de Eusebius 1956: 46. 15 Alfonso X 2009a: II 971-74. Los discursos de Hipermestra, Casandra e Ilia en la General Estoria 183 – en el libro Jueces (GE216), se inserta la traducción de la Heroida XIV, de Hipermestra a su marido Linceo, y a continuación dos capítulos narran de nuevo el encuentro entre Hipermestra y su padre tras la salida de esta de la prisión, – por último, en el libro Jueces (GE217), se alude a la subida al trono de Linceo e Hipermestra a la muerte de Dánao18. Los tres primeros de estos cuatro segmentos (dejamos aparte la sección del tercer segmento que traduce la Heroida XIV19) son muy elaborados, se apartan claramente del tono habitual en la redacción de noticias extraídas de los Canones Chronici y presentan ciertas características comunes con otros fragmentos desarrollados por los alfonsíes sin recurso a fuentes o sobre muy escasos datos de las fuentes: existencia de un rico diálogo, fuerte trabazón lógica, repetición de motivos (p.ej. en el primer fragmento: encubiertamientre /paladinamientre/descubrióles/ manifiestamientre/apartadamientre), uso de fórmulas («que se le non alvoroçasse ninguno, si non al que ál ý fiziesse al cuerpo e a cuanto que oviesse se le tornarié por ello»), abundancia de clichés («vós sodes la cosa del mundo que yo más amo»; «fízoles muchas onras»). Incluso el tema, o el tratamiento de todo el episodio, es característico de muchos casos de gran amplificatio alfonsí: concentración sobre el tema de derecho y falta de derecho (guisado, desguisado, traición, incluso vergüenza). El episodio entero está tan desarrollado que dudamos que exista una fuente antigua ni medieval de la que los alfonsíes hubieran podido disponer que presente datos de tal complejidad; no se puede excluir, naturalmente, que manejaran una fuente que no conocemos20 (p.ej. el tercer segmento alude en varias ocasiones a «la Alfonso X 2009b: I 190-200. Alfonso X 2009b: I 331-32. 18 Además, en el capítulo 108 de Jueces (Alfonso X 2009b: I 319-20), sobre la bajada de Juno a los infiernos, hay una breve alusión al castigo de las Danaides. 19 De ella solo nos gustaría comentar el desarrollo de v. 27 Vulgus «Hymen, Hymenaee!» vocant ⬎ «e faziénse allí essa ora los cantares e las alegrías e las onras tan grandes cuemo si aquel fuesse el primero día de las nuestras bodas, llamando tod el pueblo a don Imeneo, nuestro dios de las bodas». Parece probable que se haya añadido el comentario para acercar la situación descrita por la epístola a la expuesta por el resto del episodio (Ovidio, como la mayoría de las fuentes, supone que los asesinatos ocurren en la noche de bodas, pero en el texto de la General Estoria parece claro que esto no es así). 20 El desarrollo de la historia no es amplio en las fuentes clásicas. Se encuentran alusiones en fuentes no manejadas por los alfonsíes, como Píndaro o Esquilo, y en otras como la Biblioteca mitológica de Apolodoro, el comentario de Servio a la Eneida, escolios a la Tebaida de Estacio, las obras de mitógrafos Vaticanos I y II y las Fábulas de Higinio. En Apolodoro (II,12-22), que lista los nombres de todas las princesas, el asesinato ocurre (como en la Heroida ovidiana) después del banquete de bodas; las cabezas se entierran separadas de los cuerpos y las hermanas de Hipermestra se casan luego con vencedores en una competición atlética. Servio, en su comentario a la Eneida (10,497), menciona una lucha entre Dánao y su hermano Egisto que motiva la huida del primero desde Menfis a Grecia, y ofrece como motivos de Egisto para proponer la boda de sus cincuenta hijos con las hijas de Dánao impedir que Dánao le venza militarmente con la 16 17 184 Belén Almeida Cabrejas estoria»), pero, dadas las razones anteriormente expuestas, no creemos que esa fuente contuviera más que unos pocos datos21 que luego los alfonsíes elaboraron. Creemos, además, que la historia entera se organizó en un cuaderno de trabajo que contuvo una verdadera «estoria unada», completamente trabada, que luego se segmentó en tres partes. Otra posibilidad es, naturalmente, que esa historia estuviera contenida en una fuente, latina o francesa, y que se tradujese y arreglase para cada fragmento una sección. Sin embargo, el proceder habitual de los alfonsíes era romancear primero las fuentes, y se han comprobado en varios casos las diferencias existentes entre la traducción «en bruto» y el uso que de ella se hacía en la redacción de la General Estoria, incluso en segmentos en que la fuente no era combinada con otras. Naturalmente, si los redactores de la versión final acudieron a una historia ya castellana contenida en un cuaderno de trabajo, otra pregunta debería ser si ese cuaderno se redactó romanceando o adaptando una sola fuente o ya combinando varias. ayuda de los yernos que adquiriría de casarlas con otros; no da detalles sobre la muerte ni el destino posterior de las hermanas, aunque sí dice que aquella ocurre en la noche de bodas y menciona el castigo que sufren las Danaides en los infiernos (llenar un tonel sin fondo). En los varios fragmentos de Higinio que tocan la materia, se encuentran alusiones a una huida de Dánao a Argos en barco, la persecución por parte de su hermano y los hijos de este, la boda, el asesinato esa misma noche, una alusión a juegos atléticos instituidos por Dánao, la boda de las hijas tras la muerte de su padre y por fin una lista de los nombres de las hermanas, elementos muy semejantes a los que presenta el texto del Mitógrafo Vaticano I (134). En el Comentario a la Tebaida de Estacio (Lactancio Plácido, VI,291), se menciona un oráculo que anuncia a Dánao que uno de sus sobrinos lo matará (elemento que también está en el primer Mitógrafo Vaticano), la boda y el asesinato esa misma noche. Por fin el segundo Mitógrafo Vaticano (103) menciona también el oráculo, presenta la petición de matrimonios por parte de Egipto (aquí llamado Egesto), la huida en barco de Dánao, la persecución por sus sobrinos y el asedio de Dánao por estos en Argos, la boda, autorizada por Dánao al ver que no podía seguirse oponiendo, y el asesinato de los recién casados, además del castigo en el Hades de las Danaides. Varias de estas fuentes narran también el asesinato de Dánao por Linceo, especialmente las que se refieren al oráculo. En cuanto a las posibles fuentes francesas, al no estar fuertemente ligada con ningún ciclo de los tratados en los romans (Troya, Tebas . . .), solo lo hemos identificado en la Histoire ancienne jusqu’à César, donde tiene una presentación muy breve: «En cellui temps estoit ii freres Damaus & Gestas qui regnoient en une partie de Siche. Damaus se pourpensa trop grant male auenture. quil tolroit a son frere son regne. Et que fist il? Gestas auoit .l. filz. ceulz fist occirre Damaus leur oncle. fors. i. tout seul qui eschapa dauenture. Cilz ot nom Linchens qui apres son pere tint le regne. Et ne vous en merueilliez pas se il ot tant de filz. car li pere auoient tant de femes conme il uouloient & ont encore.» (ms. B.N.f.fr. 246, fol. 94). 21 Los datos de la historia alfonsí, bastante diferentes de los de las fuentes citadas, podrían haber estado en la fuente o ser elaboración alfonsí: temor de Dánao ante su hermano, que tiene 50 hijos teniendo él solo hijas; Dánao convence a sus hijas de que maten a sus maridos; los asesinatos no parecen ocurrir en la noche de bodas; las hijas viven en casas diferentes; tras las muertes cierran la puerta de la habitación y van cabalgando a casa de su padre; el rey no halla entre las hijas, a las que va llamando por su nombre, a Hipermestra; manda a gente a su casa para ver qué ha sido de ella, la prenden y la llevan al rey, que la encierra en la cárcel, tras la salida, conmovido por sus razones, le busca lugar para vivir (un monasterio); posteriormente, Linceo vuelve y marido y mujer reinan en Argos. Los discursos de Hipermestra, Casandra e Ilia en la General Estoria 185 Como se ha podido advertir antes al resumirse el contenido de los fragmentos de General Estoria que tratan de esta historia, tanto el fragmento segundo como el tercero presentan, por lo que creemos que fue un error en el proceso de compilación22, la conversación mantenida por Hipermestra y Dánao al salir esta de la prisión donde su padre la había tenido largo tiempo por negarse a matar a su marido. Las concomitancias existentes entre la conversación en el segundo y en el tercer fragmento hacen evidente que ambos reelaboran un diálogo entre Hipermestra y su padre Dánao que no solo era mencionado en un cuaderno de trabajo (o en la fuente), sino que ya allí tenía un alto grado de complejidad. Sin embargo, ciertas diferencias entre los fragmentos nos ilustran también sobre qué elementos no estaban, con toda probabilidad, en ese cuaderno, elementos que consideramos que son responsabilidad de los redactores de cada parte. No se trata, pues, de un caso como otros en que los alfonsíes recurren para la redacción de un fragmento a un pasaje inserto en otro lugar (generalmente anterior) de la General Estoria (o bien a un pasaje casi idéntico transmitido por un cuaderno de trabajo), lo que ha hecho que pueda decirse que la General Estoria es una fuente fundamental de la General Estoria. Ponemos un ejemplo: GE223 GE324 Andados cinquenta e siete años casó Pelops con Ipodomia. D’esta Ipodomia cuentan los autores de los gentiles que fue una dueña de grant guisa, e demandávanla muchos a casamiento, e ella por defenderse d’ellos puso esta ley que el que la quisiese que corriesse con ella en carro. E si la venciesse que casarié con ella, e el qui la non venciesse que muriés por ello. E murieron ý muchos sobr’este fecho. (y llama aquí el actor exes estraños a los de los carros de Ipodomia) porque se pusiera ella ley por otorgamiento de su padre y de su madre por muchos que la vinién demandar para casamiento tanto que la non dexavan folgar, y la ley fue tal que el que la quisiese que corriese con ella en carros con cavallos, y si él fuese vencido que muriese por ello y si ella que casase con ella, y ella venciólos a todos, y a los vencidos matávanlos por ello. Los elementos comunes entre los dos fragmentos de la historia de Hipermestra, numerosos y bastante claros, deben ser los ofrecidos por un texto base común, que fueron elaborados de distinto modo en una Parte y en otra, según las necesidades narrativas (p.ej. en el segundo se hace alusión a un monasterio y en el primero solo a una vida retirada), y probablemente según el gusto del redactor, lo que dio lugar a los varios elementos divergentes entre ambos textos. Veamos la liberación de Hipermestra en los dos textos, el primero perteneciente a GE1 y el segundo a GE2, como se ha dicho: 22 23 24 Hay varios casos a lo largo de la General Estoria. Alfonso X 2009b: I 411-12. Alfonso X 2009c: I 236. 186 Belén Almeida Cabrejas E a cabo de los XXX años ovo ya el padre passada la ira e la querella que avié, e membróse d’ella, e tovo que pues en tantos años el suegro nin el marido non avién venido a éll acaloñarle el fecho d’aquellos infantes que olvidada era la cosa e non se trabajarién ende más, e non quiso que su fija muriesse en aquella prisión, e embió por ella a la cárcel, e aduxiérongela. El rey Danao a cabo de tiempo avié perdudo yacuanto la saña e dolióse d’aquel fecho tan bravo que fazié contra Ipermestra, su fija, e ovo d’ella duelo, e fizo ý la su mesura; e mandóla adozir ante sí. Parece claro que ambos textos se basan en un texto común, pero que uno o ambos lo amplifican; quizá existe también abbreviatio. La historia base aludía sin duda a una conversación entre Hipermestra y su padre en el momento en que la princesa fue liberada de su cautiverio, pero daba además datos bastante precisos, en un desarrollo que pudo ser sucinto o tener cierta complejidad, sobre el contenido de esa conversación. Debió contener los siguientes elementos, comunes a los dos textos: a) una pregunta del padre a la hija sobre sus sentimientos acerca de los años de prisión, con la observación de que no los hubiera tenido que sufrir de haberle obedecido; b) una respuesta de Hipermestra de la que no sabemos gran cosa, pues presenta elementos muy distintos en ambas versiones; c) la aprobación interna, pero no expresa, del padre; d) una oferta del padre de un nuevo matrimonio; e) un rechazo de Hipermestra basado en que su marido está vivo aún y f) una petición de vida retirada y protegida para evitar los riesgos y habladurías que amenazan a las mujeres; g) una respuesta del padre de que buscará un lugar adecuado. Incardinados o no en esta conversación estaban, en el texto del que los dos fragmentos derivan, dos elementos más: h) alusiones a la presencia de las hermanas y a la vergüenza que sienten, que lleva al padre a no alabar a Hipermestra en público, e i) la aclaración de que ninguna de las 49 hermanas se había logrado casar tras matar a sus maridos, pues nadie las quería como esposas. Son elementos muy numerosos y concretos que remiten, pensamos, a un texto subyacente común, sea este la fuente o, como nos parece más probable, ya un texto castellano que a su vez podría haber sido el desarrollo de una o varias fuentes; no creemos que haya existido la consulta por parte de los redactores de GE2 del pasaje ya redactado de GE1. Por ello, pensamos que al menos el desarrollo propio de cada uno de los textos es original alfonsí25; en estos segmentos encontramos una formulación rica y variada, estilísticamente segura26, centrada en la creación de un 25 Salvo 2011: 395 también piensa que son creación alfonsí (desarrollo de la breve noticia de los Canones «sacerdotio functa est Hypermestra») los capítulos en GE2 (correspondientes a nuestro tercer fragmento) que siguen a la traducción de la Heroida, y supone que se han elaborado «para justificar la diferencia entre los contenidos mencionados por . . . [la] noticia» de los Canones Chronici y el contenido de la Heroida. 26 Ya hace varias décadas, Olga Impey llamó en varios artículos la atención sobre esta preocupación estilística de los redactores que trabajaron en la obra (cf. p.ej. Impey 1982). Los discursos de Hipermestra, Casandra e Ilia en la General Estoria 187 complejo diálogo y en el análisis de las razones de los personajes, con una fuerte carga psicológica; y en resumen con una elaboración de los motivos narrativos al tiempo libre, como vemos, y probablemente fiel a un texto base (pues ninguna de las dos versiones introduce nuevos datos). Ofrecemos a continuación ejemplos de las concomitancias citadas arriba; podrá comprobarse la cercanía, incluso en ciertos elementos léxicos, de los motivos presentes en ambos textos, aunque el orden en que se presentan varía bastante. Se sitúan a la izquierda los fragmentos procedentes de GE1 y a la derecha los de GE2. a) Fija, ¿sópovos bien esta morada que avedes allí fecha o tenédesla por buena, o toviérades por mejor por ventura en irvos como fue e va a vuestras hermanas que fizieron el mi mandamiento? c) El padre viola bien razonada, cuando la su razón non cayesse mal por lesonja o por tuerto que fuesse razonado contra ella, e plogol de como se razonava, e peró non le quiso responder a ello nin alabárgelo por las otras fijas a quien avié ella allí maltraído assaz en sus razones cuales oyestes. . . . El rey, assí como se pagó d’ella en las otras razones, asíl plogo con éstas . . . d) + e) El rey, assí como se pagó d’ella en las otras razones, asíl plogo con éstas, e estudo sobr’ello mesurando un poco, e desí dixol: «A tu marido avremos a fazer merced e mesura, que cuando lo catamos non nos finca otro heredero derechero si non tú e él contigo, que es tu marido, fueras ende si quisiesses tú otro marido que te yo daría . . .» Dixol ella estonces: «Padre, sabes tú otrosí que tal ley non á ý en los casamientos como la del primero . . .; onde te pido por merced que finque essa razón . . . ca mientra yo sopiere que mi marido bivo es en toda mi vida otro varón non é a aver . . . . . . e preguntól que si era ya enojada de yazer en tal folgura en cual ella avié yazido por su marido. E respusol ella e dixo: «Rey señor, qui oviesse provado tanto tiempo o aun menos tal vida cual yo é allí fecha sabrié dezir si devo ya seer enojada d’ella o non.» Diz él: «Pues tú ¿por qué non faziés mandado de to padre, que ovieras fecho en tan poco de tiempo cuemo fizieron tos hermanas?» El rey vio cuémo se razonava bien Ipermestra e iva a la razón bien e con derecho . . . El rey cuando estas razones oyó dezir a Ipermestra plogol en su coraçón e gradeciógelo por sus palabras, si non por non se descrobir porque avrién ende vergüença las otras sus fijas por lo que avién fecho . . . E tornóse el rey con ella a sus razones e dixol assí: «Tú non puedes aver a to marido, ca ido se es de la tierra con so padre; demás non está assí agora la cosa entre nós e ellos. Pues ¿quieres casar en otro logar?» Respusol ella: «Nuncua en cuanto mio marido viva, e aun nin después con duelo d’él.» 188 Belén Almeida Cabrejas f) El rey Danao, non queriendo ya andar en otros dichos contra su fija, mas averle merced, preguntól que qué vida querié mantener; respusol ella estonces: «Rey señor, aquella vida querría yo fazer en que pudiesse guardar ley e verdad a mi marido, que es aún bivo; e merced te pido, e las manos e los pies te beso, que si piedad me quieres fazer tal lugar me des en que pueda yo mantener esta vida e sin mal prez, el que las mugeres ganan muy aína e an muchas vezes sin mal fecho, pues muy más cuando los omnes la cosa tienen guisada. g) «Fija, pues tengo por bien que tomes agora morada como una de tus hermanas, e desí yo cataré por mi regno logar en que guise morada cual tú demandas.» h) e desí ayuntólas a todas las fijas, e dixo assí a Ipermestra ant’ellas: . . . El padre viola bien razonada . . ., e plogol de como se razonava, e peró non le quiso responder a ello nin alabárgelo por las otras fijas . . . donde fincaron las otras hermanas muy envergonçadas todas . . . i) e mis hermanas allí seen grandes e fermosas e muy guisadas, nin seen nin están tan bien como yo, ca si quisiéssedes casar oy alguna d’ellas en su derecho, non fallariés quien te la quisiesse aunquel diesses todo el reino con ella. E conmigo non á en la tierra rey que non casás por lo que yo fiz escuantra el mi marido . . . «Pues ¿quieres vevir en tu casa como tus hermanas, o quieres orden tú que casar non quieres?» Respusol estonces ella e dixol: «Padre e señor, ya vos salí aquella vez de mandado, e es cosa de que me plaze más que ál seyendo en la guisa en que es; mas peró non vos querría yo otra vez salir de lo que mandássedes.» . . . Dixol el rey: «En esto non quiero yo que me seas tú mandada . . .» Dixol ella estonces: «Pues señor, en la vuestra cárcel e en la vuestra prisión é yo aprendido tanto de vevir en estrechura que me semeja que por ninguna guisa non me podría afazer a otra vida ninguna que tan bien se me fiziés cuemo en orden; demás, maguer que mio marido non é aquí, peró casada só, e la casada ¿qué vida fazer puede al sieglo e entre seglares varones e otras compañas que sin dichos malos sea? E el mio marido cuando la tu merced fuere esperol yo aver, e entre tanto dame orden.» El rey cuando estas razones oyó dezir a Ipermestra plogol en su coraçón . . ., e dixol que él le guisarié quel diesse cual logar a ella pertenecié. E cató luego por todo so regno, e en cuantos logares ý falló buenos e apuestos fizo ý monesterios . . . . . . diz la estoria que lo dexó teniendo que gelo ternién los omnes a flaqueza, demás que avrién ende afruenta e vergüença las otras fijas . . . E seyén ý delant todas las otras sus hermanas e callavan a estas razones. . . . E seyén en tod esto las hermanas cuemo envergonçadas ya de lo que fizieran e de la vida que ésta demandava e de la que ellas fazién . . . El rey cuando estas razones oyó dezir a Ipermestra plogol en su coraçón e gradeciógelo por sus palabras, si non por non se descrobir porque avrién ende vergüença las otras sus fijas por lo que avién fecho . . . ca non casara después ninguna d’ellas, lo uno prque las non querié ninguno que en so derecho fuesse, lo ál que non querién ellas con miedo de aver mala vida con sos maridos que oviessen, porque les facerrién lo que fizieran en los otros que ovieran. Los discursos de Hipermestra, Casandra e Ilia en la General Estoria 189 3. El episodio de Casandra y Antenor El segundo segmento que queremos analizar es un parlamento puesto en boca de Casandra, recogido en el capítulo 31 de los Gentiles del tiempo de David (GE327). Aunque este capítulo sigue parcialmente (Casas Rigall 1999: 183) los versos 27223-62 del Roman de Troie, no responde a esta fuente la «extensa imprecación de Casandra a Antenor» en que la princesa troyana acusa a Antenor de haber traicionado a los troyanos. Casas Rigall supone que este elemento podría encontrarse en una versión del Roman de Troie que hubieran manejado los alfonsíes, o bien en otra fuente, pues le parece difícil sostener «la acuñación de capítulos enteros por pura veleidad» por parte de los alfonsíes (Casas Rigall 1999: 196)28. Con «por pura veleidad», Casas Rigall parece referirse a que estos capítulos no intentan paliar problemas o incoherencias del texto subyacente o su mala comprensión por los romanceadores, circunstancias que, como él mismo indica (Casas Rigall 1999: 196), conducen frecuentemente a la creación de «imaginativos parches creados al efecto». Aunque, como se ha mostrado en los capítulos de la historia de Hipermestra, no es rara en la General Estoria la creación (si no ex nihilo ex paulo) de ciertos tipos de contenido, lo cierto es que creemos que justo en este caso sí estamos ante un error, y que ese error lleva a la creación de la imprecación a Antenor por parte de Casandra. No estamos, por tanto, ante un fragmento que desarrolla libremente una situación brevemente esbozada en la fuente, sino ante un arreglo obligado, relativamente mañoso, de un pasaje del Roman de Troie mal comprendido y traducido. Para efectuar este arreglo, parece que el redactor final acudió a un segundo texto, del que luego se hablará. Analizaremos dos capítulos, el que contiene el discurso de Casandra y el anterior a este29. Los preceden una serie de capítulos sobre la lucha por el paladión, en el curso de la cual Áyax Telamonio se ha suicidado o ha sido asesinado. A continuación, sin ningún nexo con este episodio, el Roman de Troie empieza a hablar del dolor de Casandra y de una profecía suya sobre Agamenón y otros griegos. El primer error del romanceador alfonsí es interpretar, en el francés «Cassandra, la fille Priant,/faiseit duel angoissos e grant./Veü l’aveit tot detrenchier,/apres, sa mere lapiier;/Polixenain sa suer, s’amie,/veant ses ieuz, tolir la vie» (Roman de Troie, v. 27183-88) el pronombre de «veü l’aveit» como referido a Áyax Telamonio, protagonista del episodio anterior, cuando se refiere a Príamo. El siguiente problema textual, mucho más intrincado, es por qué se interpreta la profecía referida a Áyax Oileo «Li reis Oïleus Aïaus/n’en reschapera mie ataus/ Alfonso X 2009c: I 189-91. Sobre la posibilidad de que este capítulo, entre otros contenidos, derive de otras fuentes, Casas Rigall observa que la General Estoria «tiende a identificar la procedencia de los añadidos», salvo en el caso de obras romances o contemporáneas. Sin embargo, el discurso directo es un contexto donde estas indicaciones escasean. 29 Gentiles del tiempo de David, capítulos 30 y 31 (Alfonso X 2009c: I 188-91). 27 28 190 Belén Almeida Cabrejas Del temple Minerve m’osta;/mar m’i saisi, mar m’i tocha» (Roman de Troie, v. 27209-12) como referida a la muerte, recién ocurrida, de Áyax Telamonio: «que mucho le pesara [a Minerva] de tal muerte ser dada a Ajas». Casas Rigall explica la confusión como un posible problema gráfico, pues Oïleus está deturpado en numerosos códices del Roman de Troie (Casas Rigall 1999:183). Pero ha tenido que haber más motivos que este: es evidente que los alfonsíes supieron interpretar el contenido de estos versos, y que no los reprodujeron bien porque no recordaban o no les interesaba mencionar la existencia de otro Áyax30, bien porque los hechos narrados eran contradictorios con lo narrado anteriormente31 (pues no se contaron en la materia troyana de GE2, que seguía la Histoire ancienne), bien, incluso, por censura. En cualquier caso, estamos ante una trivialización que, más allá de sus posibles motivos en un error textual, se buscó deliberadamente. Casandra sigue, en el texto francés, anunciando desgracias para los griegos, hasta el verso 27222 del Roman. Luego, con un corte tan abrupto como el que da comienzo a este episodio, se vuelve a las luchas de los griegos a la muerte de Áyax Telamón32, y se dice que el troyano Antenor les ruega que dejen de luchar: «Icist estris dura assez./Tant qu’Antenor o ses privez/les vint preier mout de pais faire» (Roman de Troie, v. 22723-25). No lo entienden así, sin embargo, los alfonsíes, que interpretan que Casandra sigue hablando. Este momento coincide con el inicio del capítulo 31. Parece que es por esta creencia por lo que se identifica la escena no con algo que esté sucediendo contemporáneamente con el resto de sucesos narrados, sino con un elemento anterior, el episodio en que Antenor es enviado por el rey Príamo a los griegos para lograr la paz. No sabemos el aspecto que tenía el romanceamiento básico sobre el que trabajó el redactor final, ni si ya se daba la atribución del segmento a Casandra33; en cualquier caso, trabajando sobre esta idea, el redactor acude a la fuente donde estaba relatada aquella escena e inserta datos 30 Áyax Oileo tiene mucho menor presencia que Áyax Telamonio en la General Estoria. En el siguiente pasaje de GE2 (Alfonso X 2009b: II 302), los alfonsíes solo saben asegurar que el Áyax muerto no es el hijo de Telamón: «E es de saber en este lugar que tres fueron los Ajas: el uno Ajas, fijo de Telamón, fijo del rey Eato de Oenopia, e de la infante Esione, fija del rey Laomedón de Troya, e el otro Ajas segundo ovo nombre Ajas Oileo, e dixérongelo a departimiento d’este otro Ajas Telamonio, e de Ajas el tercero dizen las estorias que fue rey de Locres e fijo de Santis; pero d’estos tres Ajas non fablan e precian más de d’estos dos: Ajas Telamonio e de Ajas Oileo. E de aquel que allí murió dezimos que non fue Ajas, el fijo de Telamón.» 31 Cf. Alfonso X 2009b: II 333 «La reina Ecuba cuando a su fija la infante Policena vio descabeçar, lo uno por aquel quebranto que era el postrimero que ella avié de veer de sus fijos, ca muertos eran ya Éctor e los otros todos, e sus fijas las unas robadas e las otras muertas, salvo ende el obispo Eleno e la infante Casandra, que eran perdonados de los griegos e se fincavan ý en la tierra . . .» 32 El episodio no tienen engarce ninguno con el texto que lo rodea; de hecho la Historia destructionis Troiae de Guido de Colonna, que traduce al latín el Roman de Troie, lo coloca mucho más adelante, tras la marcha definitiva de Antenor de Troya (Guido de Colonna 1936: 242). 33 Mucho menos probable es que se diera la identificación de esta escena con la escena pasada, narrada en la Segunda Parte de la General Estoria. Los discursos de Hipermestra, Casandra e Ilia en la General Estoria 191 procedentes de ella en la malla de elementos que traducen los versos 27224-39 del Roman34. Además, redacta el fragmento insertando unos pocos elementos en primera persona («mi padre», «mi hermana») y numerosos, si poco variados, insultos a Antenor (dos veces «el mal viejo»; «como mal viejo falso», «el falso»). El texto al que el redactor acude para completar la escena no es, por lo que parece, la Segunda Parte de la General Estoria, sino fragmentos anteriores del propio Roman de Troie, que probablemente se había traducido entero antes de empezar a elegir segmentos suyos más o menos largos como fuente de la General Estoria. Esta parte del Roman de Troie no se utilizó como fuente de la General Estoria, pues la Segunda Parte emplea como base de su historia troyana otra obra francesa, la Histoire ancienne jusqu’à César. El redactor, como decimos, recupera contenido narrado en los versos 24528 y siguientes del Roman de Troie (Antenor se dirige al rey diciendo que, una vez muertos la mayoría de defensores de la ciudad, convendría buscar paces con los griegos) y 24815 y siguientes (después de mucho dudar, Príamo reconoce la necesidad de negociar la paz). Comprensiblemente, Casandra no hace alusión a la furia de su padre y a sus planes de matar a Antenor, que son narrados en el Roman de Troie entre un elemento y otro. Este contenido aparece en la Segunda parte de la General Estoria, pero no narrado desde el Roman, sino desde la Histoire ancienne. A pesar de que el discurso de Casandra no da demasiados detalles, parece referirse más al episodio tal como es narrado en el Roman de Troie que al recogido en la Segunda Parte al hacer alusión a que Príamo «otorgó a Antenor la pleitesía», pues en la Histoire ancienne Antenor no vuelve a ver al rey después de la negativa de este a negociar con los griegos, sino que se reúne con algunos de sus aliados (Polidamas, «Ocalion», «Aphydamas», «Dolon») y les expone sus planes. Las palabras de Casandra no recuerdan con exactitud las del Roman de Troie, pero presentan menos semejanzas con las del texto de GE2 procedentes de la Histoire ancienne, como puede comprobarse: GE335: Antenor, el mal viejo, pues que vío muertos a mis hermanos, los fuertes y buenos defendedores de su cibdad y de los suyos, y fincar a mi padre como señero, y a los de su casa . . . Roman de Troie, v. 24527-32: Tant nos en somes cumbatuz/que toz vos fiz nos unt toluz,/les bieus, les prouz e les vaillanz,/dont damages est fiers e granz. /N’avez mes qui por vos contende/ne qui vostre cité desfende Histoire ancienne: Sire, nos poons estre et devons mout a malaise dedens ceste cité que nostre anemi ont assise, quar nos avons perduz toz nos haus homes et toz les princes qui la defendoient: Hector, vostre fill, le preu chivalier et le vaillanz, et Troilus, son frere, et toz vos autres fills et les rois et les autres barons estranges qui la vile estoient venu aidier et defendre (Jung 1996: 395) 34 Casas Rigall apunta esta presencia de elementos «relatado[s] en un punto anterior del Roman de Troie». 35 Alfonso X 2009c: I 190. 192 Belén Almeida Cabrejas GE236: Señor, nós non devemos ser si non muy tristes en esta cibdat, ca veemos muy grand lazeria guisada para nós de nuestros enemigos que nos la tienen cercada, e nós avemos ya perdido todos los altos príncipes que nos la ayudavan a defender e amparar, Éctor e Paris e Troilo e Deifebo, e los vuestros fijos todos son muertos en estas grandes batallas que son fechas. Mucho más clara es la dependencia entre las palabras de Casandra y el Roman de Troie, frente al texto de GE2-Histoire ancienne, en el siguiente motivo: «en razón de moverles pleitesía de pazes y de avenencia y de amor diziéndoles que bien serié de aver esto todos en uno, ca asaz avié ý de males y de quebrantos de la una y de la otra parte»: cf. Roman de Troie 24850-900, mientras que no existe nada semejante en GE2-Histoire ancienne. Por fin, el último elemento de las palabras de Casandra ajeno a los versos 2722439 del Roman, la alocución directa de Antenor a los griegos, no parece tener correlato directo ni en el Roman de Troie ni en GE2-Histoire ancienne, aunque el contenido «Griegos, tenedvos agora, sed fuertes y esforçadvos si en algún tiempo de cuanto á que aquí sodes lo fuestes, ca Priamo y todos los suyos y todo su fecho quebrantado yaze; en vuestra mano es todo si quisierdes» recuerda alocuciones de jefes militares que fácilmente pueden ser creados ex nihilo y de hecho lo son en varias ocasiones a lo largo de la General Estoria (Almeida 2006)37. En cualquier caso, no hay duda de la dependencia del capítulo del contenido de los versos 27224-39 del Roman de Troie, como puede verse en los siguientes ejemplos: 27225 les vint preier mout de pais faire ⬎ y en razón de moverles pleitesía de pazes 27229-32 par qu’il sereient si destruit/lor heir, lor terres e lor fruit,/que ja mais jusqu’al finement/ne sereit d’eus restorement ⬎ todos serían destruidos ellos y sus herederos y todo su fruto, de guisa que jamás nunca cobrado serié 27233 Mout lor dit, mout lor amoneste ⬎ Aún más fizo el falso, que los amonestó contra el rey Priamo 27234-39 Après a fait d’eus mout grant feste:/a mangier convia les reis/e toz les princes des Grezeis,/e sis servi mout richement./Apres lor fist maint bel present:/de donz les a toz repleniz ⬎ E aún empós esto para afazerse él a ellos y ellos a él combidólos y óvolos todos por huéspedes, y dioles muy grant combite y fízoles muy grant fiesta, y embió a cada unos de los príncipes de los griegos sus presentes muy grandes El discurso de la princesa troyana se cierra recordando cómo Antenor entrega a los griegos a Políxena, escondida por Eneas, alusión quizá sugerida por la continuación del texto del Roman, en los versos 27240 y siguientes, que hace alusión al enfado de los griegos con Eneas. Alfonso X 2009b: II 307. Cf. p.ej. Alfonso X 2009b: I 16 «E id empós ellos por la carrera del Jordán cuanto más aína pudiéredes e alcançar los edes e podedes los prender si quisierdes.» ⬍ Josué 2,5 «nescio quo abierunt persequimini cito et conprehendetis eos». 36 37 Los discursos de Hipermestra, Casandra e Ilia en la General Estoria 193 Creemos, en resumen, que estas palabras de Casandra no proceden de una versión del Roman de Troie distinta de las manejadas en la edición de Constans, sino que son una elaboración alfonsí causada por un error. Los datos de este fragmento que aluden a episodios anteriores de la guerra de Troya parecen haber sido tomados no de la materia troyana de la Segunda parte de la General Estoria, basada sobre todo en la Histoire ancienne, sino de versos anteriores del propio Roman de Troie. 4. El nacimiento de Rómulo y la condena de Ilia La historia de Rómulo y Remo, contenida solamente en el manuscrito BNE Res/ 27938, incluye en tres capítulos la historia de Ilia, madre de Rómulo y Remo, de los cuales uno y medio están ocupados por un intercambio de palabras entre Ilia y su tío Amulio. Al ser un fragmento hasta hace poco totalmente desconocido, falta mucho por saber sobre sus fuentes. Las líneas que siguen constituyen un intento de relacionar los datos ofrecidos por ciertas obras que sabemos que fueron usadas por los alfonsíes con los datos que encontramos en estos capítulos, analizando si la distancia entre estas fuentes y el texto de la General Estoria podría haber sido salvada por las técnicas compositivas habituales en la amplificatio alfonsí, pero consideramos muy probable que existan fuentes, para estos capítulos y para toda la sección de la fundación de Roma, aún no identificadas39. En cualquier caso, y partiendo del estado actual de los conocimientos, la mayoría de los datos ofrecidos en estos capítulos pueden ligarse a una o varias fuentes de entre las que sabemos que fueron utilizadas por los alfonsíes para historiar esta época. El resumen de lo sucedido en estos capítulos puede ser el siguiente: El rey Procas de «Lombardía» tiene dos hijos, Númitor y Amulio (el texto castellano dice siempre «Anulio»), que «regnavan ambos». Númitor tiene dos hijos, «Lanso» e Ilia; «Anulio» ninguno, y tiene miedo por ello: se levanta entonces contra su hermano y lo echa del reino, mata a su sobrino y mete vestal a su sobrina para evitar que tenga hijos. Númitor se va a vivir lejos. Ilia «fue enartada de Mars» y tuvo dos niños, que dio a una sirvienta para que los escondiese; esta los lleva «bien alueñe de poblado» por la ribera del Tíber y los deja donde piensa que ven38 Identificado por Sánchez-Prieto (cf. Sánchez-Prieto 2001). El segmento del que nos ocupamos aquí no se encuentra recogido en la edición de la General Estoria por un problema de reconstrucción del texto (cf.. Alfonso X 2009c: xlii-xlv). 39 Otra pregunta es la de qué tipo de datos o de redacción pueden haber contenido esas obras no identificadas. Entre las fuentes tardoantiguas o medievales que tratan contenidos míticos como estos, pocas se distinguen por la exuberancia expresiva y el detallismo que son tan característicos de muchos fragmentos de la General Estoria y, en parte, también de la historiografía francesa. Creo que en bastantes casos vamos a encontrar, tras identificar fuentes más cercanas, que, aunque los datos proceden de estas, la presentación que se les da, todo su ropaje textual, es obra alfonsí. 194 Belén Almeida Cabrejas drán pastores de los ganados reales. Un pastor, «Fausco», encuentra los niños y los lleva a su casa, donde su mujer, Haca Laurencia «avía encaecido poco avia e pariera». Al ver a los niños, ambos cónyuges concluyen «que eran de algunt buen lugar e de alta sangre». El pastor «quisiera los echar», pero ella le pide que se los deje. Y «ovo ella amas e amigas a quien dio por qué» (para que criasen los niños). Esta Haca Laurencia «era mançeba grande e fermosa e alegre e gozosa», y «le dezían mal de su cuerpo e que fazía tuerto a su marido», lo que no hubiera sido difícil, porque su marido era pastor y estaba «todo lo más del tiempo en los montes con los ganados del rey». Como entonces decían lupa «por . . . loba de monte» y «por muger mala de su cuerpo», y porque acusaban a la mujer de serlo, «asacaron los omnes a estos niños que atravesara una loba . . . e quando vido aquellos niños en lugar de llegarse e comerlos . . . que se llegara e se echara cerca d’ellos & que les diera la teta para cada uno la suya.» Comentan que la historia de la loba «lo fallamos pintado a logares en la estoria del abenimiento d’estos dos niños.» Pero «porque non á ninguna cosa de grant fecho si non si contece pocas vezes que sea encubierta que se non descubra», y como «do omne á enemigos que ý á amigos» (y viceversa), Ilia es denunciada a su tío, que investiga y descubre que es verdad que su sobrina ha tenido dos niños; la manda traer ante sí y la acusa en un discurso directo: «Non te metí yo en orden por que tú fizieses ý enemiga de tu cuerpo, mas por que mantovieses castidat e rogases a nuestros dioses por nós todos.» Por tanto, dice, «quiero que mueras por ello». Ilia le responde con acusaciones, también en estilo directo: él ha quitado el reino a su padre, que era el hermano mayor, y ha matado a su sobrino «por cobdicia de regnar tú señero», a ella la ha metido en un convento «non por guardar a mi castidat nin aun por santidat que yo ý guardase, mas por que non fiziese fijos que te demandasen los tuertos que contra nós as fecho». «E de aquello que me tú dizes que fize yo yerro pongamos que sea», pero «otras fizieron allí tales cosas como esta que tú a mí dizes, e peró non morieron por ello, mas quien a su can quiere matar ravia le pone». No le importa que la mate, pues el daño que ha hecho ya no lo puede restituir, pero amenaza con la venganza de sus hijos. Airado, Amulio responde que «segunt la gente que oy somos nós los reyes fazemos las leyes e damos los fueros e tollémoslos e los mejoramos a las vezes e a las vezes los empeoramos segunt las maldades de los omnes», de modo que manda que cualquier vestal que atente contra el voto de castidad sea enterrada viva, también ella; a los niños los va a mandar, dice, echar en el Tíber. «E a los niños segunt cuenta la Estoria de Troya mandólos tomar e dar con ellos en el Tibre», pero «diz la estoria que llevándolos el agua que los echó a la ribera, e ellos que echaron las manezuelas en las yervas que estavan por esa ribera e toviéronse allí.» «E aqui acuerda esta estoria con algunas otras que avemos dicho ante d’esto d’estos niños que allí vino entonces por el ordenamiento de Dios una loba que les dio la teta fasta que veno el pastor e los llevó dende como avemos dicho.» Se han consultado varias obras empleadas por los alfonsíes para períodos anteriores y posteriores y que probablemente se emplearon también en la redacción de este pasaje. Teniendo por ejemplo en cuenta la Historia Romanorum de Rodri- Los discursos de Hipermestra, Casandra e Ilia en la General Estoria 195 go Jiménez de Rada, el Chronicon mundi de Lucas de Tuy, los Cánones Crónicos de Eusebio de Cesarea, el Excidium Troiae, el Panteón de Godofredo de Viterbo, el Liber ystoriarum Romanorum40 y la Histoire ancienne jusqu’à César41, podemos atribuir los datos ofrecidos por la General Estoria a las siguientes fuentes: El rey Procas tenía dos hijos que «regnavan ambos»: de entre las fuentes consultadas este dato está solo en Viterbo («qui regnum Latium tunc habuere simul»). Númitor tenía dos hijos, «Lanso» e Ilia: muchas de las fuentes no mencionan más que a una hija; mencionan también a un hijo el Liber ystoriarum («filium eius Lauinium interficeret») y el Excidium Troiae («ut Numitori fratri eius duo filii nascerentur—id est, Sergestus et Rea que et Ilia»), pero el nombre Lauso no aparece en ninguna de estas fuentes; lo encontramos en Ovidio, Fastos, 4,55 (los Fastos son citados y empleados como fuente varias veces en la historia temprana de Roma42). «Anulio» se levanta entonces contra su hermano y lo echa del reino; Númitor «asentóse en una su heredat»: así aparece en Viterbo y en Eusebio/Jerónimo; en la Histoire ancienne, la Historia Romanorum de Jiménez de Rada y en el Liber ystoriarum no se alude a dónde vivirá Númitor; nada aparece en el texto de Lucas de Tuy, muy breve; ni en el Excidium, en que Númitor elige no ser rey. «Anulio» mata a su sobrino: este dato aparece en el Liber ystoriarum, el Excidium y los Fastos (es decir, las fuentes que citan un hijo de Númitor además de una hija). En el Excidium, se ofrece el detalle de que lo mata cuando van de caza, que no está recogido en la Genera Estoria. «Anulio» mete vestal a Ilia para evitar que tenga hijos: aunque todas las fuentes recogen que Ilia es consagrada a una diosa, solo el Excidium Troiae y la Histoire ancienne hacen alusión a esta razón de Amulio. Ilia «fue enartada de Mars»: todas las fuentes citan a Marte, salvo el Liber ystoriarum, que afirma que ha sido «sacerdos quidam de templo Martis». Ilia tiene dos niños, que da a una sirvienta para que los esconda; ella los lleva «bien aluenne de poblado» por la ribera del Tíber y los deja donde piensa que vendrán pastores: este es el contenido más extraño, pues no se encuentra expreso en 40 Esta obra, de la que los alfonsíes citan el íncipit («sobr’esso cuenta la estoria de Troya, aquella que es en el latín e se comiença en estas palabras ‹Ut prosit legentibus ad usum e comoditaten legendam autorum›», Alfonso X 2009b: I 46-47), ha sido muy discutida por la crítica. Solalinde, ya en 1930 (Alfonso X 1930: xv), identificó la obra citada por los alfonsíes con una breve historia latina publicada en 1920 por Monaci. M. R. Lida de Malkiel 1958: 120-21 llegó a la conclusión de que entre esta historia y la obra utilizada por los alfonsíes tenía que haber diferencias notables, algo con lo que Fernández-Ordóñez 1992: 58 y 1992: 162 se muestra de acuerdo, mientras que Casas Rigall 1999: 154-57 considera que probablemente el nombre «estoria de Troya», con que alude a la obra que comienza «Ut prosit», se dio también a otras obras, y que de ahí deriva la dificultad para encontrar en la obra identificada todos los segmentos atribuidos a una «estoria de troya» o «estoria de los troyanos». 41 Se han consultado también las obras de Orosio y Eutropio, pero su ilustración del episodio es muy distinta de la que presenta la General Estoria. 42 Cf. Salvo 2012: 264, 553. 196 Belén Almeida Cabrejas ninguna de las fuentes consultadas. Sin embargo, varios datos de la obra de Godofredo de Viterbo lo pueden explicar: cuando habla del abandono de los niños, aunque no dice quién los deja, usa el adverbio clam ‘furtivamente’, lo que no tendría sentido si lo hubiera ordenado el rey y sí si lo hubiera hecho su madre; luego, cuando la prostituta que los cría cuenta a Rómulo y Remo lo que sabe de su origen, hace alusión a que el rey no pudo asesinar a los niños por no saber dónde estaban: «dixit . . . iuvenum matrem vivam sepelisse furore./Perderet et prole, si manifesta foret»43. Un pastor (luego se dirá que su nombre es «Fausco») encuentra los niños y se los lleva a su mujer, Haca Laurençia: a partir de aquí la historia no presenta nunca puntos en común con lo narrado por Godofredo de Viterbo. La alegría de la mujer solo es citada por las historias vulgares, Histoire ancienne y General Estoria; el nombre del pastor y el de su mujer se encuentran en todas las fuentes salvo Godofredo de Viterbo. Siguen en la General Estoria varias líneas donde se dice que Haca Laurencia «avía encaecido poco avía e pariera de que fuera preñada». También se explica cómo la mujer dice a Fausto, su marido, que «ella lo uno por sí, lo ál por amas e amigas que avía, que gelos criaría». Aunque ninguna fuente cita nada parecido, podría tratarse de desarrollos del contenido ad nutriendum/eos nutriendos (que se encuentran en Liber ystoriarum, Excidium, Historia Romanorum). También la historia francesa hace mucho hincapié en este contenido, incluso en un título («Que remus et Romulus furent trouez et mis a norrice»; «[la dame] dist quele les norroit moult vouluntiers»; «ainsi come vous oiez furent li enfent a norrice»). Esta Haca Laurencia «era manceba grande e fermosa e alegre e gozosa», y «le dezían mal de su cuerpo e que fazía tuerto a su marido»: aunque este contenido se encuentra en casi todas las fuentes, la formulación más cercana a la de la General Estoria la encontramos en Histoire ancienne44, en Historia Romanorum45, Canones Chronici46, las fuentes que hacen alusión a la belleza de la mujer47. A continuación, el texto de la General Estoria comenta que la historia de la loba «lo fallamos pintado a logares en la estoria del abenimiento d’estos dos ninnos». Podemos estar seguros de que se emplearon varias fuentes para este fragmento; 43 También se hace alusión a un sirviente en la Histoire ancienne, pero aquí es el sirviente a quien Amulio manda matar a Rómulo y Remo, y que se compadece de ellos al sonreírle los niños. 44 . . . «la feme phaustus fu appellee lupa pour ce que elle estoit belle et que elle fist folie de son corps» (ms. B.N.f.fr. 246, fol. 69ro). 45 . . . «quia Hacca erat pulcherrima et sui corporis liberalis, infami lucro peccuniis habundabat, et ob impudenciam Luba ab indigenis dicebatur» (Rodericus Ximenius de Rada 1999: 45). La Historia Romanorum, sin embargo, presenta, a pesar de la brevedad con que narra el episodio, varios detalles contradictorios con el texto de la General Estoria. 46 Eusebius 1956:85a «ad Accam Laurentiam uxorem suam detulit, quae propter pulchritudinem et rapacitatem corporis quaestuosi Lupa a uicinis appellabatur». 47 Es interesante apuntar que los alfonsíes no ofrecen este dato como un hecho cierto, sino como una acusación de sus vecinos. Los discursos de Hipermestra, Casandra e Ilia en la General Estoria 197 este comentario nos da un dato de interés sobre una de ellas: tenía ilustraciones. Una imagen de esta escena se encuentra en el manuscrito que hemos manejado para consultar la Histoire ancienne48. El modo de la muerte de Ilia (es enterrada viva) aparece en varias de las fuentes: el Liber ystoriarum, la obra de Godofredo de Viterbo, Canones Chronici (que añade que esto se realiza siguiendo la ley: «iuxta legem») y la Histoire ancienne jusqu’à César. Ya se dijo más atrás que, mientras que podía considerarse que el principio de la historia seguía aproximadamente los datos del Panteón de Godofredo de Viterbo, esto cambia con la aparición de Fausto, no citado en este autor (que atribuye la salvación de los niños a una prostituta). Apoya la idea de un cambio de fuente la contradicción entre lo narrado antes (una sirvienta de Ilia deja a los niños en la ribera y los encuentra un pastor) y después («E alos ninnos segunt cuenta la Estoria de Troya mando los tomar [Amulio] y dar con ellos en el Tibre»). Algunos datos atribuidos expresamente a la fuente, como que Dios «non quiso que moriesen allí como non quiso otrosí que moriese Moisén en el Nilo» o «diz la estoria que llevándolos el agua que los echo a la ribera e ellos que echaron las manezuelas en las yervas que estavan por esa ribera», no los hemos identificado en ninguna de las fuentes consultadas. Sobre la conversación entre Amulio e Ilia nada dicen las fuentes. Ciertos datos en ella contenidos (sobre la muerte de Ilia, sobre la orden de arrojar a los niños al Tíber), sí están, como se ha dicho, en varias de las obras consultadas. Pero aunque no podamos descartar que la conversación y su marco procedan en parte de alguna fuente aún no identificada, lo cierto es que incluyen elementos característicos de la amplificatio alfonsí, como recuerdos textuales de pasajes anteriores de la estoria; clichés o generalizaciones («non á ninguna cosa . . . que sea encubierta que se non descubra»; «do omne á enemigos . . . ý á amigos»); uso de fórmulas, frases hechas o refranes; fuertes nexos lógicos entre los elementos, sobre todo causales, que aquí se combinan con el uso, fundamental en el discurso de Ilia, de la concesividad («de aquello que me tú dizes que fize yo yerro pongamos que sea», y también, a un menor nivel «pongamos que tornases a mi padre en el regno por que oviese yo razón de te perdonar de lo fecho e quererte bien non me podrías tornar a vida el hermano que me mataste»). Los personajes, sus nombres y los sucesos narrados se encuentran prácticamente todos, como hemos visto, en alguna de las fuentes utilizadas por los alfonsíes para la redacción de segmentos cercanos a este y, creemos, también en la redacción de estos capítulos. Lo novedoso es la recreación de una situación de habla, con un diálogo que incluye razonamientos, justificaciones y reproches fácilmente deducibles de la situación en que se encuentran los personajes, pero cuya redac- 48 Hay una imagen de la loba en ms. B.N.f.fr. 246, fol. 161: http://gallica.bnf.fr/ark:/12148/ btv1b8449715t/f161.image.r=%22bataille+de+pharsale%22.langES 198 Belén Almeida Cabrejas ción revela una notable habilidad. Se combinan la alusión a elementos ya conocidos y citados en el texto anteriormente (la «cobdicia» de Amulio49, el hecho de que meta a Ilia en un convento «por que non fiziese fijos50 que te demandasen los tuertos que contra nós as fecho») y los nuevos, como la autojustificación de Ilia y de Amulio. En su discurso, construido con sumo cuidado, Ilia repasa los males infligidos a su familia por Amulio («echaste a mio padre . . . empós eso . . . desí sobre eso»), y luego, sin negar su conducta («pongamos que sea»), niega que el castigo propuesto para su crimen haya sido aplicado en otros casos similares y acusa a su tío de querer matarla; supone que el castigo no responde a la voluntad de los dioses y por último renuncia a pedirle piedad. La intervención de Amulio es mucho más breve y sencilla. Como se ha dicho arriba, en la conversación se hace uso de dos refranes. Ilia, para explicar la conducta de su tío, dice que «quien a su can quiere matar ravia le pone». Este refrán lo encontramos citado en el Libro de buen amor51 y en los Refranes o proverbios en romance (1549) de Hernán Núñez52. En la respuesta de Amulio, un primer elemento, «segunt la gente que oy somos nós los reyes fazemos las leyes» es luego glosado y elaborado. Creemos que se recuerda aquí, aunque de manera menos clara, la frase de «allá van leyes do quieren reyes»53. El recurso a refranes en fragmentos amplificatorios no es frecuente en la General Estoria; curiosamente, lo encontramos también en la historia de Rómulo y Remo narrada en la Histoire ancienne54. En el discurso de Ilia se encuentra además una cita bíblica, enunciada, de modo casi blasfemo, como voluntad de los dioses paganos: «siquier a los nuestros dioses más les plaze que biva el pecador y que se emiende que non que muera luego por ello»55. Los dos usos de «pongamos» en el parlamento de Ilia nos remiten a otros casos de amplificatio alfonsí: aunque en algunos casos funciona como simple traducción ocasional de licet (en Ovidio, Lucano) o finge (Ovidio), «pon», «pongo» o «pongamos» responden en otros momentos a contextos de creación o reformulación alfonsí, como en una de las veces que la construcción aparece en la epístola de Dido a Eneas56: Cf. supra «él como era bollicioso e bravo e muy cobdiçioso . . .». Cf. supra «por que . . . se non llevantase d’ella generación que le a él pudiese tener daño». 51 V. 93ab: «Diz el proverbio viejo: „Quien matar quier su can/achaque le levanta porque non le dé pan“». 52 «Quien a su perro quiere matar, ravia le ha de levantar». 53 Cf. p.ej. el Libro de los cien capítulos: «Dixo otro sabio: el rey es castillo de la ley, la espada es castillo del rey, e o quieren reyes ý van leyes». 54 «Et ia soit ce quil fussent norri entre bestes/nature ne laissoit mie pour ce a ouurer en eulz. car nature passe norreture.» (ms. B.N.f.fr. 246, fol. 69r). 55 V. Ezequiel 18,23: «Numquid voluntatis meae est mors impii dicit Dominus Deus et non ut convertatur a viis suis et vivat». 56 Contenida en la Estoria de España, capítulo 59 (Alfonso X 1955: 39-43). 49 50 Los discursos de Hipermestra, Casandra e Ilia en la General Estoria 199 Ca pongamos que merezco yo todo aquel mal quem tu quieres, ¿qué merecio ell hermano de Julo que aun no es nacido? E semeiame que quieres dar a amos una pena en sacarnos en un ora del mundo ⬍ cumque parente sua frater morietur Iuli,/poenaque conexos auferet una duos (Heroida VII, v. 141-2) Los redactores (¿o quizá, en este caso, ya los romanceadores?) aprenden así en sus fuentes literariamente más ambiciosas ciertas técnicas retóricas o narrativas, que luego utilizan para sus amplificaciones sin base en el texto dentro del propio romanceamiento, y luego, probablemente, más lejos del lugar donde los han aprendido, en su redacción libre de ciertos contenidos. 5. Conclusión Como se ha comprobado en los tres segmentos analizados, todos tienen en común la característica de que es posible ligar sus datos «duros», como personajes, nombres, sucesos o cantidades, con una o varias fuentes identificadas, mientras que los elementos que resultan novedosos respecto a todas esas fuentes son más bien interpretaciones de los hechos y sentimientos, articuladas en un discurso directo estilísticamente muy cuidado (menos cuidado en el caso del de Casandra). Aunque casi sin duda faltan por identificar fuentes que fueron utilizadas en la redacción de los fragmentos analizados, parece bastante probable que esas fuentes no cubran todas las diferencias existentes entre el texto alfonsí y las fuentes hasta ahora conocidas. Hay que tener en cuenta las características que habría de tener una obra antigua o medieval para ser fuente directa de estos contenidos tal como los encontramos en la estoria: tendría que ser o muy larga, como lo es la General Estoria, o centrada en una pequeña sección de la historia. Nada semejante57 encontramos, por ejemplo, en la Histoire ancienne jusqu’à César, que, a pesar de su gusto por la amplificatio en ciertos momentos, es mucho más breve58 que la General Estoria. Ello y el hecho de que se haya comprobado la existencia de una amplificatio de características parecidas en segmentos con fuentes conocidas nos lleva a suponer que este tipo de combinación entre datos procedentes de una o varias fuentes y disposición y amplificación retórica de esos datos puede ser debida a los redactores alfonsíes, aunque reconocemos la posibilidad de que el descubrimiento de nuevas obras o versiones que hayan servido de fuente a los alfonsíes arroje nueva luz sobre la relación entre traducción y adaptación en estos casos. Al menos en los contenidos citados. Dado que no hay edición de la obra completa, hemos calculado la longitud de la obra sobre un manuscrito, el ms. B.N.f.fr. 246. Calculando el número medio de caracteres que tiene una página, la obra tiene en total aproximadamente 1’630’000 caracteres. La Segunda Parte de la General Estoria tiene 2’700’000 caracteres. 57 58 200 Belén Almeida Cabrejas En cualquier caso, este tipo de intervenciones de los redactores y compiladores de la General Estoria llaman de nuevo la atención sobre la complejidad de su hacer, que, creemos, no tiene parangón en toda la historiografía medieval europea. La asombrosa riqueza de sus fuentes, la habilidad para combinarlas en una narración fluida y sobre todo la crítica a la que se las somete, dentro de una actitud general de respeto y fidelidad a ellas, han sido señaladas como una parte fundamental de sus merecimientos. Otra, como creemos haber mostrado en este y en otros estudios anteriores, reside en la habilidad de recrear lingüísticamente situaciones apenas esbozadas en la fuente y en encontrar una rica variedad de tonos para narrarlas, utilizando magistralmente muy distintos elementos retóricos y narrativos. Universidad de Alcalá Belén Almeida Cabrejas Bibliografía Fuentes Alfonso X 1930: General Estoria. Primera Parte, ed. A. García Solalinde, Madrid Alfonso X 1955: Primera Crónica General de España, I, ed. R. Menéndez Pidal, Madrid Alfonso X 2009a: General Estoria. Primera Parte, ed. P. Sánchez-Prieto Borja, Madrid Alfonso X 2009b: General Estoria. Segunda Parte, ed. B. Almeida Cabrejas, Madrid Alfonso X 2009c: General Estoria. Tercera Parte, ed. P. Sánchez-Prieto Borja, con la colaboración de B. Horcajada, M. C. Fernández López y V. Gómez Ortiz, Madrid Alfonso X 2009d: General Estoria. Cuarta Parte, ed. I. Fernández-Ordóñez Hernández y R. Orellana Calderón, Madrid Alfonso X 2009e: General Estoria. Quinta Parte. Sexta Parte, ed. B. Almeida Cabrejas y E. Trujillo Belso (Quinta Parte); P. Sánchez-Prieto Borja y B. Almeida Cabrejas (Sexta Parte), Madrid Benoît de Sainte-Maure 1904-12: Le Roman de Troie, ed. L. 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