Detectan el nivel de radiación UV más alto del mundo

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LATERCERA Miércoles 9 de julio de 2014
Sociedad
Tendencias
PROTECCION
Detectan el nivel
de radiación UV
más alto del
mundo
“Eso podría pasar
a altitudes más
bajas si no
protegemos la
capa de ozono”.
R Buscando sitios para probar un rover de la Nasa
en el volcán Licancabur, expertos detectaron
43,3, cuatro veces el nivel considerado extremo.
Nathalie Cabrol
Astrobióloga de la Nasa.
RR El volcán Licancabur (5.916 m), en la frontera de Bolivia y Chile. FOTO: N. CABROL
Cristina Espinoza
La cordillera de los Andes es
uno de los mejores análogos
ambientales de Marte en la
Tierra y, por lo mismo, la
Nasa suele buscar allí sitios
para probar los rovers que
serán enviados a ese planeta. En eso estaba un equipo
de la astrobióloga Nathalie
Cabrol, en el verano de
2003-2004, cuando al medir
la radiación en el volcán Licancabur (5.916 msnm) y laguna Blanca (4.300 msnm),
en Bolivia (cerca del límite
con Chile), detectó el índice
más alto medido en el mundo: 43,3, casi cuatro veces
superior al nivel considerado extremo (11). Aunque la
medición fue hecha el 29 de
diciembre de 2003, el estudio que la validó fue publicado ayer, en la revista Frontiers in Environmental
Science.
Cabrol, experta del Instituto Seti Carl Sagan, de la Nasa,
cuenta que querían estudiar
lagos de gran altitud, con
hábitats que podrían presentar analogías con Marte
primitivo, para entender sus
condiciones ambientales y
cómo la vida se estaría adaptando a ellas. Sabían que el
lugar presentaría alta radiación, por altitud y latitud, y
porque en los 90 uno de los
científicos ya había mostrado que la radiación UV era
alta. Pero no esperaban ese
nivel. “Creo que lo que observamos fue una combinación de eventos ambientales. De muchas maneras, fue
la ‘tormenta perfecta’, con
alta inestabilidad atmosférica, ozono mínimo estacional, un montón de incendios en el Amazonas y, posiblemente, el papel de una
gran tormenta solar”, explica a La Tercera.
A ese nivel de radiación, la
alta exposición afecta negativamente a todos los seres
vivos del planeta, daña el
ADN, afecta la fotosíntesis y
disminuye la viabilidad de
huevos y larvas. El problema
es que estos niveles no se
han detectado en la Antártica, donde la capa de ozono es
más delgada, sino en el trópico, aunque a gran altura,
a una latitud donde existen
zonas pobladas. “Eso podría
pasar a altitudes más bajas si
no protegemos la capa de
ozono”, dice Cabrol.
En la Antártica, el agujero
de la capa de ozono está directamente relacionado con
la actividad humana, los
compuestos clorofluorocarbonados (CFC), pero “en los
Andes la situación es diferente”, agrega.
El ozono es bajo y la radiación UV es naturalmente
alta debido a la baja latitud
y la altitud elevada. Pero a
esa condición natural se suman los incendios, que disparan productos químicos a
la atmósfera y rompen la
capa de ozono. “Por lo tan-
to, el mensaje es que, aunque estos son fenómenos naturales, la actividad humana puede empeorarlos. También es un mensaje claro
sobre lo importante que es
continuar la vigilancia y el
cuidado de la capa de ozono
en todo el planeta”, enfatiza.
En Chile, de acuerdo a datos de la Dirección Meteorológica (DMC), el índice máximo registrado de radiación UV fue 20, en enero de
2008, en San Pedro de Atacama, que también presenta el promedio de radiación
más alto en verano: 17,8.b
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