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El departamento de Filología Catalana
y Lingüística General de la UIB crea en
Internet una base de datos sobre el
Diccionari Moll-Alcover y digitaliza su
histórico archivo de tres millones de fichas
La obra de Antoni Maria Alcover, artífice, junto a Francesc de Borja
Moll, del ‘Diccionari Català-Valencià-Balear’, más conocido como
‘Diccionari Moll-Alcover’, ya se difunde mundialmente a través de
Internet. Investigadores del departamento de Filología Catalana y
Lingüística General de la Universitat de les Illes Balears (UIB)
complementan ahora la oferta sobre el ‘Diccionari’ creando una base de
datos en Internet en torno al ‘Bolletí del Diccionari de la Llengua
Catalana’, una tarea que facilitará enormemente el trabajo de otros
investigadores. Por otro lado, digitalizan, una a una, los más de tres
millones de fichas que Alcover utilizó como material recopilatorio en
todas las tierras de habla catalana.
Introducción
equipo de filólogos reivindica la tarea de Antoni Maria
Alcover de la forma más pragmática que hoy pueda
Encabezado por Nicolau Dols, en la actualidad decano
darse: poniendo los ingentes materiales que empleó a
de la Facultad de Filosofía y Letras de la UIB, un
disposición de los interesados y de los que aún dudan
PALABRAS CLAVE:
base de datos;
digitalización;
nuevas
publicaciones;
archivos;
diccionario; lengua
catalana
KEYWORDS:
database;
digitalization; new
publications;
archives; dictionary;
catalan language
de su obra. Y qué mejor forma de hacerlo que
Diccionari. Dols calcula que esta labor puede estar
clasificándolos y digitalizándolos, de tal manera que
acabada hacia el verano de 2007.
faciliten las búsquedas de cualquier investigador
futuro.
Modernidad de la 'Lletra de Convit’
La iniciativa se enmarca en un proyecto de
investigación que lleva por título "Análisis y edición del
Entre 1901 y 1936, con una periodicidad de entre seis
Bolletí del Diccionari de la Llengua Catalana". Dentro
y nueve números anuales, Antoni Maria Alcover editó
del mismo, se incluye también la publicación de
un boletín que reunía sus investigaciones para
ediciones críticas de los valiosos textos que Alcover
elaborar un diccionario que recogiera todas las
elaboró para el boletín, tarea de la que son
variantes de la lengua catalana en las tierras en las
responsables, además de Dols, los profesores Josep
que se hablaba. Hasta que la Guerra Civil acabó con
Antoni Grimalt y Joan Miralles. Un análisis sobre la
él, el boletín configuró una obra de 18 tomos, la base
pronunciación latina entre catalanes, obra del propio
que permitió que Francesc de Borja Moll, el discípulo
Nicolau Dols, ha sido el primero en editarse, dentro de
que Alcover formó rigurosamente para esa tarea,
la Biblioteca Marian Aguiló de la que son artífices el
acabase la obra y diese lugar, en 1962, al nacimiento
departamento de Filología Catalana de la UIB y
del Diccionari Català-Valencià-Balear.
Publicacions de l'Abadia de Montserrat. Vinculado a
Nicolau Dols
(izquierda) y
Josep Antoni
Grimalt
consultando el
‘Diccionari MollAlcover’ en el
departamento de
Filología
Catalana y
Lingüística
General de la
UIB.
estos trabajos, aunque no incluido en este específico
El rigor metodológico de Alcover todavía admira a
proyecto de investigación, otro equipo del
quienes investigan su trabajo. Formado en la
departamento lleva un año y medio, desde mediados
tenacidad y exactitud científica de la filología alemana
de 2004, digitalizando todas las fichas de las que
de la época, el erudito mallorquín trasladó sus
Antoni Maria Alcover se valió para elaborar el
conocimientos a su lengua materna. La herramienta
utilizada llevó por nombre Lletra de Convit, una carta
diversos, entre los que destacan los abogados, los
de invitación, elaborada por una comisión de expertos,
farmacéuticos, los médicos, los notarios y los
que se envió a instituciones científicas, colegios
maestros. Como explica Nicolau Dols, el propio
profesionales, conventos, maestros y todos aquellos
Alcover les incitó a trabajar a ras de suelo,
que pudieran aportar algo en la recopilación de todas
entrevistando a la gente, visitando todos los archivos
las palabras que se usaban en las tierras de habla
posibles y elaborando así un inventario de palabras lo
catalana, así como aquellas que habían caído en
más amplio posible. "Fue una gran respuesta popular",
desuso (esto último, obligado por la fe de Alcover en el
en palabras de Dols. La Lletra de Convit contenía
método neogramatical, basado en el conocimiento del
precisamente las rigurosas instrucciones
etimos, la raíz de las palabras, para darles carta de
metodológicas que debían seguir los colaboradores,
naturaleza oficial). A su vez, muchos de estos
desde el Rossellón francés hasta Alicante, desde la
ayudantes, tejieron una trama de colaboradores,
Franja aragonesa hasta L'Alguer italiano. Dejando
formada por gente próxima a cada uno de los
traslucir su afán por la tarea, Alcover les cita
diferentes oficios y sus vocabularios particulares. Al
reiteradamente en el boletín como "colaboradores que
mismo tiempo, muchos de ellos se sumergieron en los
tiene poco sueño". En efecto, para elaborar el
archivos existentes para conocer el pasado de las
diccionario muchos tuvieron que robar horas al
palabras.
descanso. El propio Alcover solía levantarse a las 4.30
de la mañana, para trabajar en su proyecto antes de
Sin contar a los ayudantes anónimos que disponía
que sus infinitas ocupaciones como vicario general le
cada colaborador, unas 1.200 personas reconocidas
absorbiesen.
hoy en día se involucraron en la tarea de configurar un
diccionario que diese rango científico a la lengua
catalana. En torno al 80% de las respuestas
El 'Bolletí', desglosado en Internet
provinieron de clérigos, algo lógico en una época en la
que la Iglesia disponía de una red corporativa
Con la intención de alcanzar todos los rincones
perfectamente organizada y una poderosísima
geográficos, incluso los más incomunicados, y
influencia social. El resto vino de profesionales
mantener así vivo el proyecto a lo largo del tiempo,
Alcover y sus colaboradores más próximos decidieron
incluye el título original del texto publicado en el
crear un órgano de comunicación que, editado en
Bolletí, su título en versión ortográfica actual, su
Palma por la imprenta Alcover, recibió el nombre de
ubicación (volumen, año, número y página), su autor
Bolletí del Diccionari de la Llengua Catalana. Aunque
(Alcover es, con diferencia, el que más firma), el tema
su periodicidad era irregular, cada dos o tres meses
y un resumen. Además, han instalado una herramienta
solía llegar a sus suscriptores.
informática que permite búsquedas por palabras o
cadenas de palabras, al estilo de los tradicionales
"El boletín nos permite saber cómo elaboraron el
buscadores de Internet.
diccionario y entender por qué se decantaron por
determinados vocablos y no por otros. Se trata de un
Junto con ello, han realizado un inventario de cada
capítulo de la historia de la lingüística que no estaba
uno de los colaboradores de Antoni Maria Alcover. En
cubierto", declara Nicolau Dols. "En el boletín no sólo
cada ficha indican su nombre, profesión, procedencia,
se daban instrucciones concretas a los colaboradores,
lugar de citación en el Diccionari, aportación en cuanto
sino que también tenía una voluntad de formarlos
a número de fichas, archivos trabajados, lugares en
científicamente en materia lingüística", agrega.
los que indagaron... Jaume Corbera y Joan March son
La base de datos digital que están creando Dols y su
los encargados de esta clasificación por autores. Una
de las ideas de futuro que manejan es elaborar un
Diccionari del Diccionari, cuyas entradas recojan uno a
uno a todos los colaboradores y cuál fue su
aportación. Cuando hayan acabado, todo este material
estará disponible para consulta pública en Internet, en
la página de la cátedra Alcover-Moll-Villangómez del
departamento de Filología Catalana, que cuenta con
enlace en el sitio web de la UIB.
Digitalizan más de tres millones de fichas
Todas las fichas lexicográficas que, a lo largo de 35
años de recopilación, le enviaron a Alcover sus
colaboradores están guardadas, en cajoneras ad hoc
que mandó construir el propio lingüista, en el Archivo
del Reino de Mallorca. Frágiles y muy finas, en total
puede haber, calcula Nicolau Dols, más de tres
millones de fichas. En este momento, un equipo de
personas, en contacto directo con el de Dols y en
paralelo con la investigación sobre el Bolletí, está
procediendo a su digitalización, ficha a ficha. Se trata
equipo de colaboradores ha sido distribuida por áreas
de un grupo de becarios al mando de una técnica
temáticas, algo que hasta hoy no existía. En total son
especializada, Carme Morell, licenciada en Filología
quince campos: dialectología, historia de la lengua,
Catalana, contratada para supervisar las tareas de
gramática, fonética y fonología, morfología, sintaxis,
digitalización. Este proyecto paralelo está adscrito a la
léxico y lexicografía, ortografía, onomástica, lingüística
cátedra Alcover-Moll-Villangómez, cuyo comité
general, romanística, sociolingüística y política
científico preside el profesor Joan Mas. La parte más
lingüística, literatura, historia general e historiografía, y
mecánica del trabajo se ha externalizado a una
otros (organización, noticias personales, etcétera). La
empresa experta en la materia.
intención de sus autores es dejarles el trabajo muy
mascado y ordenado a futuros estudiosos. Cada ficha
Nicolau Dols prevé que el trabajo, iniciado a mediados
de 2004, pueda estar acabado en el verano de 2007.
(Estudis fonològics), ya publicado, los integrantes del
El objetivo es facilitar el acceso a futuros
proyecto tienen previsto poner en el mercado en breve
investigadores sin castigar más al deteriorado papel en
otras dos ediciones críticas de textos destacados de
el que están escritas las fichas (o cédulas, como les
Alcover. Se trata de Qüestions de llengua i literatura
llamaban sus autores en su época). La intención inicial
catalanes, que se publicó en su tiempo como un tomo
es que todo el material digitalizado se publique en CDs
único de más de 300 páginas como si fuera un
o DVDs, aunque ésta no es una decisión definitiva. La
suplemento del Bolletí. En él, el lingüista mallorquín
posibilidad de volcarlas en Internet se encuentra con el
respondía a un artículo sobre la lengua catalana
obstáculo del mucho "peso" (en términos digitales) que
publicado por Marcelino Menéndez Pidal en el diario El
conlleva, teniendo en cuenta además no sólo su
Imparcial.
número, sino que muchas están escritas por delante y
por detrás. Además, hay fichas que contienen dibujos
"Alcover transformó su indignación en una larguísima
explicativos sobre determinados términos (Francesc de
respuesta científica, en la que aplica todos los
Borja Moll, buen dibujante, era precisamente uno de
conceptos neogramaticales, para que nadie se la
los que se servían de esta solución gráfica).
pudiera discutir", argumenta Dols. Menéndez Pidal no
lo hizo. El profesor Josep Antoni Grimalt está al cargo
Como indica Dols, el conjunto de fichas va más allá de
de esta edición del texto original comentado con notas
su valor lingüístico, para adentrarse en la antropología
a pie de página, una tarea que nunca se había hecho
y en la cultura popular. Cuando esta digitalización esté
hasta hoy.
acabada resultará factible "conocer qué decisiones se
tomaron a la hora de elaborar el diccionario, qué
El otro texto que está ya en preparación es Una mica
criterios se siguieron para discriminar palabras, cuáles
de dialectologia catalana. Tiene en torno a 200
se aceptaron y cuáles se rechazaron", explica Dols.
páginas y lo edita el profesor Joan Miralles. El texto
original salió en el Bolletí repartido en varios números
y responde fehacientmente al criterio aplicado por
Ediciones críticas
Antoni Maria Alcover, quien, expone Nicolau Dols,
"cuando detectaba un problema de formación entre
Aparte del libro La pronúncia llatina entre catalans
sus colaboradores lo abordaba a fondo".
Piezas de molino
dibujadas por
Francesc de
Borja Moll para
el ‘Diccionari
Català-ValenciàBalear’.
Acabar con el cliché "integrista"
como un higienista, movimiento que abogaba por la
mejora de la salubridad pública y la calidad de vida a
Dols considera ambos textos de capital importancia
través del conocimiento de la naturaleza y las ciencias,
debido a que, para muchos filólogos consagrados,
como explica Joan March en su tesis doctoral
Antoni Maria Alcover siempre ha sido considerado
(publicada por Lleonard Muntaner).
como un diletante en materia lingüística. Hoy en día
sigue siendo citado como "el canónigo de Manacor",
"Está claro que Antoni Maria Alcover estaba siempre
algo que no comprenden sus estudiosos. "Es el
abierto a las nuevas corrientes", remata Nicolau Dols,
lingüista más importante que hemos tenido, con la
para quien el afán enciclopedista de su Diccionari y la
mejor formación posible, una preparación que pocos
rigurosa metodología de las Lletres de Convit (en las
han tenido, aunque usase en su tiempo un método
que dividieron el mundo en 800 campos de
lingüístico que ha caído en desuso", asegura Nicolau
conocimiento diferenciados) y del Bolletí, lejos de
Dols.
adscribir su obra a un labor conventual o un
devocionario hecho por beatos, sirven para
"Además, no es una seta que sale aislada, sino que
emparentarlo en muchas cosas con la intelligentsia
detrás de Alcover hay todo un movimiento, de raíz
centroeuropea de su época.
eclesial, puesto que la Iglesia era la única institución
que por entonces tenía estudios superiores en el
Seminario, lo que demuestra que Mallorca no era un
desierto cultural a comienzos del siglo XX", añade el
investigador, quien indica sin ambages:
"Reivindicamos su figura como lingüista, aunque hoy
en día el objetivo principal de los neogramaticales
como Alcover, que era establecer unas reglas
inmutables para las lenguas a partir de los orígenes de
los vocablos, ya haya sido superado".
Ligado a esta consideración como un aficionado,
Alcover también ha sido habitualmente presentado
como un "integrista", algo que, reconoce Dols, sí fue
hasta determinado momento, bastante tempranero, de
su vida. Para rechazar esta visión del lingüista, se
basa en varios hechos. En primer lugar, el interés
científico por la lengua catalana es un síntoma de su
apertura de miras como intelectual. Dols recuerda que
durante su época como vicario general se renovó el
plan de estudios del Seminario. El mismo Alcover y
Josep Miralles elaboraron dicho plan, denominado
Ratio Studiorum, y en el introdujeron temas de ciencia
que hasta entonces no formaban parte. Además, otro
síntoma, en la biblioteca del Seminario de Mallorca era
posible por entonces consultar muchas obras
científicas, entre ellas El origen de las especies de
Charles Darwin.
Dols recuerda que el propio Alcover se desmarcó del
integrismo por carta antes de ser designado vicario
general en 1898. Y añade que se tenía a sí mismo
Proyecto financiado
Título: Análisis y edición del ‘Bolletí del Diccionari de la Llengua Catalana’.
Referencia: BFF2001-0362
Entidad financiadora: Ministerio de Ciencia y Tecnología.
Inicio: 2001
Final: 2004
Investigador responsable
Nicolau A. Dols Salas
Departamento: Filología Catalana y Lingüística General
Edificio: Ramón Llull
Teléfono: 971173478
E-mail: n.dols@uib.es
Otros miembros del equipo de investigación
Joan Miralles Monserrat, catedrático de Filología Catalana (UIB)
Josep A. Grimalt Gomila, catedrático de Filología Catalana UIB)
Jaume Corbera Pou, profesor de Filología Catalana (UIB)
Joan Julià Muné, profesor de Filología Catalana (Universitat de Lleida)
Publicaciones relacionadas con el tema de la investigación
Alcover, A. M. La pronúncia llatina entre catalans. Nicolau Dols (ed.). Barcelona: Publicacions de l'Abadia de
Montserrat, 2004.
Miralles, J. Francesc de B. Moll i la llengua literària. Barcelona: Publicacions de l'Abadia de Montserrat, 2005.
Comunicaciones a congresos
Dols, N. "Els inicis del Diccionari de la Llengua Catalana". Comunicación al Congrés Internacional Antoni M.
Alcover. Palma, 2001.
Dols, N. "La segona etapa del Bolletí del Diccionari de la Llengua Catalana". Comunicación al Congrés
Internacional Francesc de B. Moll. Palma, 2003.
Dols, N. "Els darrers cent anys d'estudis de fonologia catalana". Ponencia invitada en el XIII Congrés
Internacional de Llengua i Literatura Catalanes. Girona, 2003
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