RESUMEN EJECUTIVO El presente estudio intenta mostrar el posible impacto que genera en la educación de los menores, el hecho de vivir con ambos padres biológicos o no. Los resultados son sugerentes: en todas las subpoblaciones estudiadas (clasificadas según edad, sexo, religión, ingresos, educación, locación, pobreza) se ve un mayor atraso educativo en los jóvenes que no viven con ambos padres biológicos en el hogar. En resumen, el atraso se acerca al doble en la mayoría de los casos. Y el problema se agrava al tener en cuenta que hoy el 43% del total de los jóvenes no vive con ambos padres y este porcentaje ha venido aumentando en la última década (cfr. Observatorio de la Familia 2008 y Observatorio de la Familia 2009). Más conclusiones: • • El atraso en los niños es mayor que el de las niñas en todos los casos; esta diferencia se amplía en la edad de la adolescencia. Esta constatación empírica coincide con estudios recientes de investigaciones en otras sociedades 1 que encuentran evidencia de diferencias sico-biológicas entre niños y niñas que afectan la forma de aprender de cada uno: la existencia de diferencias por sexo en funciones cognoscitivas y habilidades de lenguaje podrían explicar parte de la diferencia en los resultados educativos entre niños y niñas, y también podrían explicar la diferente reacción de hijos e hijas frente a un mismo shock externo (como puede ser una ruptura o transición en la estructura familiar de su hogar). La diferencia en el atraso entre los adolescentes (de 13 a 18 años) que viven con ambos padres biológicos y los que no viven con ambos padres es notoriamente mayor que la diferencia en el atraso entre los niños en edad escolar (menores de 12 años). En otras palabras, a medida que los jóvenes crecen parecería profundizarse la diferencia en el rendimiento académico entre los que viven con ambos padres biológicos y quienes no viven con ambos padres. Numerosas investigaciones 2 aportan posibles explicaciones de la posible asociación entre estructura familiar y rendimiento académico de los hijos. Estas explicaciones se suelen referir a tres aspectos: a) las relaciones sociales (los niños que viven con ambos padres biológicos tienen acceso continuo a dos ambientes familiares, sociales y profesionales: los niños que viven con ambos padres biológicos tienen más posibilidades de recurrir a apoyo material y afectivo de dos parejas de abuelos, así como a los contactos sociales y profesionales de un padre y de una madre, etc.); b) el apoyo social, afectivo y de supervisión de un co-progenitor (los padres pueden apoyarse y supervisarse mutuamente; pueden unir sus fuerzas para mejorar la labor educativa de ambos); y c) la calidad de la vida familiar (vivir con ambos padres biológicos 1 Sax, L. 2006. What teachers need to know about the emerging science of sex differences. Educational Horizons , 84:190-212, Spring 2006. Para un resumen de los resultados de estas investigaciones, ver: W. Bradford Wilcox, 2005, “Why Marriage Matters, Second Edition. Twenty-Six Conclusions from the Social Sciences”. 2 podría evitar el stress emocional de la separación, la alta movilidad residencial de los niños, y comportamientos abusivos sobre los niños, por ejemplo). NOTAS ATRASO EDUCATIVO Para medir el atraso educativo se creó una variable en la cual se indica si el individuo estaba cursando el año correspondiente al momento de realizada la encuesta. Se incluye como atrasados a aquellos que abandonaron los estudios. No se consideran atrasados a aquellos niños que han iniciado su educación formal en una generación posterior simplemente por fecha de nacimiento y por ende se han retrasado un año. VIVE O NO CON AMBOS PADRES La variable vive o no con ambos padres indica si la persona vive en el hogar con ambos padres biológicos. INGRESOS PER CÁPITA La medición del ingreso en un hogar se realiza a partir de la variable ingresos del hogar con valor locativo (sin servicio doméstico) dividido la cantidad de miembros que habiten en el mismo. Luego se dispusieron según quintiles. POBREZA RELATIVA Para la creación de dicho índice se consideraron los siguientes bienes: calefón, calentador, refrigerador, televisión, cable, video o DVD, lavarropas, lavavajillas, microondas, computadora, internet, celular, auto, y aire acondicionado. Se tomaron luego el menor y mayor quintil. EDUCACIÓN DE LA MADRE BIOLÓGICA La educación de la madre se midió con la cantidad de años de educación cursados y aprobados. Solo se tomaron en cuenta las madres biológicas. Para el análisis se tomó el primer y el quinto quintil. FUENTE DE DATOS Instituto Nacional de Estadísticas, Encuesta Continua de Hogares INTRODUCCIÓN En Uruguay, solo 11 de cada 20 niños viven con ambos padres biológicos. Esta relación se cumple tanto en los niños en edad escolar, como para los jóvenes adolescentes. CAPÍTULO 1: TODA LA POBLACIÓN NIÑO EN EDAD ESCOLAR (9 A 12 AÑOS) ADOLESCENTE (13 A 18 AÑOS) CONCLUSIÓN DE CAPÍTULO 1 • • • Cuando se analiza el total de los niños en el Uruguay, se puede observar que aquellos que viven con ambos padres biológicos tienen un menor atraso educativo que aquellos niños que no viven con ambos padres. La diferencia se acentúa en los jóvenes adolescentes más que en los niños en edad escolar. Mientras que en el primer caso la diferencia es de unos 13 puntos porcentuales (aproximadamente), en los niños en edad escolar es de tan solo 3 puntos porcentuales (aproximadamente). En definitiva, los datos parecen indicar que el problema del atraso educativo de aquellos niños que no viven con ambos padres biológicos se agrava a medida que pasa el tiempo. En todos los casos, tanto viviendo o no con ambos padres e independientemente de la franja etaria, el atraso educativo en las niñas es menor que en los niños. Dicha diferencia se acentúa en la segunda franja etaria. Hay una mayor proporción con atraso educativo en los jóvenes adolescentes (de 13 a 18 años) que en los niños en edad escolar (9 a 12 años). CAPÍTULO 2: LOCACIÓN MONTEVIDEO NIÑO EN EDAD ESCOLAR (9 A 12 AÑOS) ADOLESCENTE (13 A 18 AÑOS) INTERIOR CON MÁS DE 5000 HABITANTES NIÑO EN EDAD ESCOLAR (9 A 12 AÑOS) ADOLESCENTE (13 A 18 AÑOS) INTERIOR CON MENOS DE 5000 HABITANTES Y ZONAS RURALES NIÑO EN EDAD ESCOLAR (9 A 12 AÑOS) ADOLESCENTE (13 A 18 AÑOS) CONCLUSIÓN DE CAPÍTULO 2 • • • • • • Tanto en Montevideo como en el las ciudades del interior con una población mayor a 5000 habitantes se puede corroborar claramente la tendencia de que existe mayor atraso educativo en aquellos niños que viven sin ambos padres biológicos. Dicha tendencia no es tan clara en las ciudades con una población menor a 5000 habitantes y aquellas familias que viven en zonas rurales: en el caso de los niños en edad escolar la tendencia es prácticamente nula (cabe aclarar que el número de individuos en la muestra no es de gran tamaño). Sin embargo la tendencia es clara en los adolescentes que viven en lugares con estas características. El atraso de los individuos en Montevideo es sensiblemente menor al existente en los individuos que radican en el interior del país. Nuevamente se puede notar el gran aumento de atrasos o abandonos en la franja etaria de 13 a 19 años en comparación con la franja de 9 a 12 años. Nuevamente, en todas las subpoblaciones seleccionadas, el atraso o abandono de las niñas es notoriamente inferior al de los niños. En los jóvenes adolescentes de Montevideo la diferencia en el atraso educativo es importante dependiendo si vive o no con ambos padres biológicos: en el caso de los hombres el atraso es de un 27,7% frente a un 47,6% para los que no viven con ambos padres; en el caso de las jóvenes, el atraso es de un 21,1% en el primer de los casos contra un 39,5% en el segundo. CAPÍTULO 3: ASENTAMIENTOS EL HOGAR ESTÁ UBICADO EN UN ASENTAMIENTO NIÑO EN EDAD ESCOLAR (9 A 12 AÑOS) ADOLESCENTE (13 A 18 AÑOS) EL HOGAR NO ESTÁ UBICADO EN UN ASENTAMIENTO NIÑO EN EDAD ESCOLAR (9 A 12 AÑOS) ADOLESCENTE (13 A 18 AÑOS) CONCLUSIÓN DE CAPÍTULO 3 • • • • En todos los casos analizados, se puede concluir claramente que los jóvenes que viven con ambos padres tienen un menor atraso educativo que aquellos que no lo hacen. La tendencia se cumple tanto en los hogares que se encuentran en asentamientos como en aquellos que no. Al comparar dichos hogares se puede ver una gran diferencia existente en el atraso de aquellos jóvenes que viven en hogares ubicados en asentamientos (notoriamente superior) con aquellos que no: en el caso de los hombres el atraso es prácticamente el doble. El atraso en los adolescentes de sexo masculino que viven en asentamientos es de 76,7% en los casos que viven sin ambos padres biológicos, y de 62,1% en los casos que viven con ambos padres. Al comparar el atraso entre los distintos sexos, nuevamente el atraso en las niñas es notoriamente menor al de los niños. Y al comparar las dos franjas etarias estudiadas, se puede concluir que el atraso es muy superior en los adolescentes que en los niños en edad escolar. CAPÍTULO 4: RELIGIÓN CATÓLICOS Y JUDÍOS NIÑO EN EDAD ESCOLAR (9 A 12 AÑOS) ADOLESCENTE (13 A 18 AÑOS) CRISTIANOS NO CATÓLICOS NIÑO EN EDAD ESCOLAR (9 A 12 AÑOS) ADOLESCENTE (13 A 18 AÑOS) UMBANDISTAS NIÑOS EN EDAD ESCOLAR ADOLESCENTE (13 A 18 AÑOS) ATEOS O AGNÓSTICOS NIÑOS EN EDAD ESCOLAR ADOLESCENTE (13 A 18 AÑOS) CONCLUSIÓN DE CAPÍTULO 4 • • • • • El análisis en las distintas religiones muestra la tendencia observada desde el principio: independientemente de las creencias religiosas, el hecho de que los jóvenes vivan con ambos padres supone un menor atraso o abandono educativo. Los jóvenes católicos y judíos son aquellos con menor atraso educativo. En este caso, los porcentajes muestran que los hombres y mujeres de esta religión tienen un desempeño similar. Si bien existe un aumento de atrasos al comparar las dos franjas etarias, este aumento no es tan significativo como en las demás religiones estudiadas. Los jóvenes que se consideran ateos o agnósticos tienen un porcentaje de atrasos educativos algo superior a los católicos y judíos, pero inferior a las demás religiones estudiadas. También cabe aclarar que no existe una diferencia clara en el desempeño al comparar los distintos sexos. La población estudiada de cristianos no católicos muestra un claro aumento de casos de atrasos en comparación a los católicos y judíos: los porcentajes se asemejan más a los de la población agnóstica y atea. Al estudiar la población umbandista hay que aclarar que el número de individuos perteneciente a esta población es significativamente inferior al de las demás religiones o posturas estudiadas por lo que podría ser sólo en parte representativo. Esta población muestra un índice de atraso relativamente bajo en los niños en edad escolar con un aumento significativo en los adolescentes: en el caso de los hombres pasa de un 9,1% a un 50% en el caso de vivir con ambos padres y de un 25% a un 88% en el caso de que no vivan con ambos. CAPÍTULO 5: ASCENDENCIA ASCENDENCIA BLANCA NIÑO EN EDAD ESCOLAR (9 A 12 AÑOS) ADOLESCENTE (13 A 18 AÑOS) ASCENDENCIA AFRO O NEGRA NIÑO EN EDAD ESCOLAR (9 A 12 AÑOS) ADOLESCENTE (13 A 18 AÑOS) ASCENDENCIA INDÍGENA NIÑO EN EDAD ESCOLAR (9 A 12 AÑOS) ADOLESCENTE (13 A 18 AÑOS) CONCLUSIÓN CAPÍTULO 5: • • • • Exceptuando el caso de los niños en edad escolar de la población indígena; se ve claramente como aquellos individuos que viven con ambos padres tienen un menor atraso o abandono educativo. La población indígena muestra un leve descenso en el atraso en aquellos niños en edad escolar que viven sin ambos padres biológicos, pero que claramente se revierte en los adolescentes: en el caso de los hombres el atraso al vivir con ambos padres se reduce de un 50,3% a un 43,5% mientras que en las mujeres de un 39,6% a un 28,9%. La población con ascendencia afro o negra es la que tiene un mayor atraso relativo en comparación con las demás. También en los adolescentes de ascendencia blanca se puede ver claramente la diferencia en el atraso educativo entre aquellos que viven con ambos padres y aquellos que no: los hombres de 39,4% a 53,9% y las mujeres de 27,6% a 44,9%. CAPÍTULO 6: INGRESOS PER CÁPITA HOGARES PERTENECIENTES AL QUINTIL DE MENOR INGRESOS NIÑOS EN EDAD ESCOLAR ADOLESCENTE (13 A 18 AÑOS) HOGARES PERTENECIENTES AL QUINTIL DE MAYOR INGRESOS NIÑOS EN EDAD ESCOLAR ADOLESCENTE (13 A 18 AÑOS) CONCLUSIÓN CAPÍTULO 6: • • • • • • Al estudiar las poblaciones según el ingreso promedio per cápita, podemos observar claramente como el porcentaje de atrasos educativos disminuye en cuanto los jóvenes viven con ambos padres. Los datos muestran que la población de menores ingresos tiene un mayor atraso educativo, el cual se profundiza al evaluar la franja etaria superior: los adolescentes. Un dato interesante es que el atraso de los niños en edad escolar de menores ingresos que viven con ambos padres (11,4%) es menor que el de los de mayores ingresos pero que viven con padres separados (12%). En la franja etaria adolescente se producen grandes diferencias (del entorno del 10%) en el hecho de vivir o no con ambos padres biológicos. El atraso en los adolescentes del quintil de menores ingresos es casi el doble que el de los mayores ingresos. A diferencia de la mayoría de los casos, las niñas en edad escolar tienen un porcentaje mayor de atrasos que los niños de la misma edad. CAPÍTULO 7: POBREZA RELATIVA HOGARES PERTENECIENTES AL QUINTIL MÁS POBRE NIÑOS EN EDAD ESCOLAR ADOLESCENTE (13 A 18 AÑOS) HOGARES PERTENECIENTES AL QUINTIL MENOS POBRE NIÑOS EN EDAD ESCOLAR ADOLESCENTE (13 A 18 AÑOS) CONCLUSIÓN CAPÍTULO 7: • • Se confirma nuevamente la tendencia estudiada: el porcentaje de atrasos de los jóvenes que viven con ambos padres es notoriamente inferior (salvo en el caso de mujeres adolescentes del quintil más rico donde la diferencia es casi nula). La diferencia es muy notoria al comparar el quintil más pobre con el más rico: en algunos casos (mujeres adolescentes) el atraso es de hasta cinco veces más. CAPÍTULO 8: EDUCACIÓN DE LA MADRE BIOLÓGICA HOGARES CON MADRES PERTENECIENTES AL QUINTIL DE MENOR EDUCACIÓN NIÑO EN EDAD ESCOLAR (9 A 12 AÑOS) ADOLESCENTE (13 A 18 AÑOS) HOGARES CON MADRES PERTENECIENTES AL QUINTIL DE MAYOR EDUCACIÓN NIÑO EN EDAD ESCOLAR (9 A 12 AÑOS) ADOLESCENTE (13 A 18 AÑOS) CONCLUSIÓN CAPÍTULO 8: • • • • • En todos los casos analizados (salvo los niños de edad escolar en los hogares de mayor educación de la madre), se puede concluir que los jóvenes que viven con ambos padres tienen una menor tasa de atraso educativo que aquellos que no. Los datos muestran una norme diferencia al comparar el quintil con madres de mayor educación con el de menor educación. En el caso de los niños en edad escolar el atraso en el quintil de madres con mayor educación es cercano al 1% mientras que en el de menor educación es mayor al 20%. En los adolescentes, la diferencia es también notoriamente pronunciada: mientras que el atraso en los hijos de madres con mayor educación no supera el 15%, en el de menor educación es ampliamente superior al 50%. Cabe notar que es mayor la diferencia de atrasos cuando se compara la educación de las madres que cuando se lo hace con los ingresos del hogar. Créditos imágenes portada www.flickr.com, en orden de aparición: Shutter Daddy, Occhichiusi, Jamie from scotland, Bindaas Madhavi, Pierre bédat, Horizontal.integration, Betbele, Michelle Pacansky – Brock