Observatorio de la Familia en Uruguay Año III, Nº1 (2010)

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RESUMEN EJECUTIVO
El presente estudio intenta mostrar el posible impacto que genera en la educación de los menores,
el hecho de vivir con ambos padres biológicos o no.
Los resultados son sugerentes: en todas las subpoblaciones estudiadas (clasificadas según edad,
sexo, religión, ingresos, educación, locación, pobreza) se ve un mayor atraso educativo en los
jóvenes que no viven con ambos padres biológicos en el hogar. En resumen, el atraso se acerca al
doble en la mayoría de los casos. Y el problema se agrava al tener en cuenta que hoy el 43% del
total de los jóvenes no vive con ambos padres y este porcentaje ha venido aumentando en la última
década (cfr. Observatorio de la Familia 2008 y Observatorio de la Familia 2009).
Más conclusiones:
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•
El atraso en los niños es mayor que el de las niñas en todos los casos; esta diferencia se amplía
en la edad de la adolescencia. Esta constatación empírica coincide con estudios recientes de
investigaciones en otras sociedades 1 que encuentran evidencia de diferencias sico-biológicas
entre niños y niñas que afectan la forma de aprender de cada uno: la existencia de diferencias
por sexo en funciones cognoscitivas y habilidades de lenguaje podrían explicar parte de la
diferencia en los resultados educativos entre niños y niñas, y también podrían explicar la
diferente reacción de hijos e hijas frente a un mismo shock externo (como puede ser una
ruptura o transición en la estructura familiar de su hogar).
La diferencia en el atraso entre los adolescentes (de 13 a 18 años) que viven con ambos padres
biológicos y los que no viven con ambos padres es notoriamente mayor que la diferencia en el
atraso entre los niños en edad escolar (menores de 12 años). En otras palabras, a medida que
los jóvenes crecen parecería profundizarse la diferencia en el rendimiento académico entre los
que viven con ambos padres biológicos y quienes no viven con ambos padres. Numerosas
investigaciones 2 aportan posibles explicaciones de la posible asociación entre estructura
familiar y rendimiento académico de los hijos. Estas explicaciones se suelen referir a tres
aspectos: a) las relaciones sociales (los niños que viven con ambos padres biológicos tienen
acceso continuo a dos ambientes familiares, sociales y profesionales: los niños que viven con
ambos padres biológicos tienen más posibilidades de recurrir a apoyo material y afectivo de dos
parejas de abuelos, así como a los contactos sociales y profesionales de un padre y de una
madre, etc.); b) el apoyo social, afectivo y de supervisión de un co-progenitor (los padres
pueden apoyarse y supervisarse mutuamente; pueden unir sus fuerzas para mejorar la labor
educativa de ambos); y c) la calidad de la vida familiar (vivir con ambos padres biológicos
1
Sax, L. 2006. What teachers need to know about the emerging science of sex differences. Educational Horizons ,
84:190-212, Spring 2006.
Para un resumen de los resultados de estas investigaciones, ver: W. Bradford Wilcox, 2005, “Why
Marriage Matters, Second Edition. Twenty-Six Conclusions from the Social Sciences”.
2
podría evitar el stress emocional de la separación, la alta movilidad residencial de los niños, y
comportamientos abusivos sobre los niños, por ejemplo).
NOTAS
ATRASO EDUCATIVO
Para medir el atraso educativo se creó una variable en la cual se indica si el individuo estaba
cursando
el
año
correspondiente
al
momento
de
realizada
la
encuesta.
Se
incluye
como
atrasados
a
aquellos
que
abandonaron
los
estudios.
No se consideran atrasados a aquellos niños que han iniciado su educación formal en una
generación posterior simplemente por fecha de nacimiento y por ende se han retrasado un año.
VIVE O NO CON AMBOS PADRES
La variable vive o no con ambos padres indica si la persona vive en el hogar con ambos padres
biológicos.
INGRESOS PER CÁPITA
La medición del ingreso en un hogar se realiza a partir de la variable ingresos del hogar con valor
locativo (sin servicio doméstico) dividido la cantidad de miembros que habiten en el mismo. Luego
se dispusieron según quintiles.
POBREZA RELATIVA
Para la creación de dicho índice se consideraron los siguientes bienes: calefón, calentador,
refrigerador, televisión, cable, video o DVD, lavarropas, lavavajillas, microondas, computadora,
internet, celular, auto, y aire acondicionado. Se tomaron luego el menor y mayor quintil.
EDUCACIÓN DE LA MADRE BIOLÓGICA
La educación de la madre se midió con la cantidad de años de educación cursados y aprobados. Solo
se tomaron en cuenta las madres biológicas. Para el análisis se tomó el primer y el quinto quintil.
FUENTE DE DATOS
Instituto Nacional de Estadísticas, Encuesta Continua de Hogares
INTRODUCCIÓN
En Uruguay, solo 11 de cada 20 niños viven con ambos padres biológicos.
Esta relación se cumple tanto en los niños en edad escolar, como para los jóvenes adolescentes.
CAPÍTULO 1: TODA LA POBLACIÓN
NIÑO EN EDAD ESCOLAR (9 A 12 AÑOS)
ADOLESCENTE (13 A 18 AÑOS)
CONCLUSIÓN DE CAPÍTULO 1
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Cuando se analiza el total de los niños en el Uruguay, se puede observar que aquellos que
viven con ambos padres biológicos tienen un menor atraso educativo que aquellos niños
que no viven con ambos padres. La diferencia se acentúa en los jóvenes adolescentes más
que en los niños en edad escolar. Mientras que en el primer caso la diferencia es de unos 13
puntos porcentuales (aproximadamente), en los niños en edad escolar es de tan solo 3
puntos porcentuales (aproximadamente). En definitiva, los datos parecen indicar que el
problema del atraso educativo de aquellos niños que no viven con ambos padres biológicos
se agrava a medida que pasa el tiempo.
En todos los casos, tanto viviendo o no con ambos padres e independientemente de la franja
etaria, el atraso educativo en las niñas es menor que en los niños. Dicha diferencia se
acentúa en la segunda franja etaria.
Hay una mayor proporción con atraso educativo en los jóvenes adolescentes (de 13 a 18
años) que en los niños en edad escolar (9 a 12 años).
CAPÍTULO 2: LOCACIÓN
MONTEVIDEO
NIÑO EN EDAD ESCOLAR (9 A 12 AÑOS)
ADOLESCENTE (13 A 18 AÑOS)
INTERIOR CON MÁS DE 5000 HABITANTES
NIÑO EN EDAD ESCOLAR (9 A 12 AÑOS)
ADOLESCENTE (13 A 18 AÑOS)
INTERIOR CON MENOS DE 5000 HABITANTES Y ZONAS RURALES
NIÑO EN EDAD ESCOLAR (9 A 12 AÑOS)
ADOLESCENTE (13 A 18 AÑOS)
CONCLUSIÓN DE CAPÍTULO 2
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Tanto en Montevideo como en el las ciudades del interior con una población mayor a 5000
habitantes se puede corroborar claramente la tendencia de que existe mayor atraso
educativo en aquellos niños que viven sin ambos padres biológicos.
Dicha tendencia no es tan clara en las ciudades con una población menor a 5000 habitantes
y aquellas familias que viven en zonas rurales: en el caso de los niños en edad escolar la
tendencia es prácticamente nula (cabe aclarar que el número de individuos en la muestra
no es de gran tamaño). Sin embargo la tendencia es clara en los adolescentes que viven en
lugares con estas características.
El atraso de los individuos en Montevideo es sensiblemente menor al existente en los
individuos que radican en el interior del país.
Nuevamente se puede notar el gran aumento de atrasos o abandonos en la franja etaria de
13 a 19 años en comparación con la franja de 9 a 12 años.
Nuevamente, en todas las subpoblaciones seleccionadas, el atraso o abandono de las niñas
es notoriamente inferior al de los niños.
En los jóvenes adolescentes de Montevideo la diferencia en el atraso educativo es
importante dependiendo si vive o no con ambos padres biológicos: en el caso de los
hombres el atraso es de un 27,7% frente a un 47,6% para los que no viven con ambos
padres; en el caso de las jóvenes, el atraso es de un 21,1% en el primer de los casos contra
un 39,5% en el segundo.
CAPÍTULO 3: ASENTAMIENTOS
EL HOGAR ESTÁ UBICADO EN UN ASENTAMIENTO
NIÑO EN EDAD ESCOLAR (9 A 12 AÑOS)
ADOLESCENTE (13 A 18 AÑOS)
EL HOGAR NO ESTÁ UBICADO EN UN ASENTAMIENTO
NIÑO EN EDAD ESCOLAR (9 A 12 AÑOS)
ADOLESCENTE (13 A 18 AÑOS)
CONCLUSIÓN DE CAPÍTULO 3
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•
En todos los casos analizados, se puede concluir claramente que los jóvenes que viven con
ambos padres tienen un menor atraso educativo que aquellos que no lo hacen. La tendencia
se cumple tanto en los hogares que se encuentran en asentamientos como en aquellos que
no.
Al comparar dichos hogares se puede ver una gran diferencia existente en el atraso de
aquellos jóvenes que viven en hogares ubicados en asentamientos (notoriamente superior)
con aquellos que no: en el caso de los hombres el atraso es prácticamente el doble.
El atraso en los adolescentes de sexo masculino que viven en asentamientos es de 76,7% en
los casos que viven sin ambos padres biológicos, y de 62,1% en los casos que viven con
ambos padres.
Al comparar el atraso entre los distintos sexos, nuevamente el atraso en las niñas es
notoriamente menor al de los niños. Y al comparar las dos franjas etarias estudiadas, se
puede concluir que el atraso es muy superior en los adolescentes que en los niños en edad
escolar.
CAPÍTULO 4: RELIGIÓN
CATÓLICOS Y JUDÍOS
NIÑO EN EDAD ESCOLAR (9 A 12 AÑOS)
ADOLESCENTE (13 A 18 AÑOS)
CRISTIANOS NO CATÓLICOS
NIÑO EN EDAD ESCOLAR (9 A 12 AÑOS)
ADOLESCENTE (13 A 18 AÑOS)
UMBANDISTAS
NIÑOS EN EDAD ESCOLAR
ADOLESCENTE (13 A 18 AÑOS)
ATEOS O AGNÓSTICOS
NIÑOS EN EDAD ESCOLAR
ADOLESCENTE (13 A 18 AÑOS)
CONCLUSIÓN DE CAPÍTULO 4
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El análisis en las distintas religiones muestra la tendencia observada desde el principio:
independientemente de las creencias religiosas, el hecho de que los jóvenes vivan con
ambos padres supone un menor atraso o abandono educativo.
Los jóvenes católicos y judíos son aquellos con menor atraso educativo. En este caso, los
porcentajes muestran que los hombres y mujeres de esta religión tienen un desempeño
similar. Si bien existe un aumento de atrasos al comparar las dos franjas etarias, este
aumento no es tan significativo como en las demás religiones estudiadas.
Los jóvenes que se consideran ateos o agnósticos tienen un porcentaje de atrasos
educativos algo superior a los católicos y judíos, pero inferior a las demás religiones
estudiadas. También cabe aclarar que no existe una diferencia clara en el desempeño al
comparar los distintos sexos.
La población estudiada de cristianos no católicos muestra un claro aumento de casos de
atrasos en comparación a los católicos y judíos: los porcentajes se asemejan más a los de la
población agnóstica y atea.
Al estudiar la población umbandista hay que aclarar que el número de individuos
perteneciente a esta población es significativamente inferior al de las demás religiones o
posturas estudiadas por lo que podría ser sólo en parte representativo. Esta población
muestra un índice de atraso relativamente bajo en los niños en edad escolar con un
aumento significativo en los adolescentes: en el caso de los hombres pasa de un 9,1% a un
50% en el caso de vivir con ambos padres y de un 25% a un 88% en el caso de que no vivan
con ambos.
CAPÍTULO 5: ASCENDENCIA
ASCENDENCIA BLANCA
NIÑO EN EDAD ESCOLAR (9 A 12 AÑOS)
ADOLESCENTE (13 A 18 AÑOS)
ASCENDENCIA AFRO O NEGRA
NIÑO EN EDAD ESCOLAR (9 A 12 AÑOS)
ADOLESCENTE (13 A 18 AÑOS)
ASCENDENCIA INDÍGENA
NIÑO EN EDAD ESCOLAR (9 A 12 AÑOS)
ADOLESCENTE (13 A 18 AÑOS)
CONCLUSIÓN CAPÍTULO 5:
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•
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Exceptuando el caso de los niños en edad escolar de la población indígena; se ve claramente
como aquellos individuos que viven con ambos padres tienen un menor atraso o abandono
educativo.
La población indígena muestra un leve descenso en el atraso en aquellos niños en edad
escolar que viven sin ambos padres biológicos, pero que claramente se revierte en los
adolescentes: en el caso de los hombres el atraso al vivir con ambos padres se reduce de un
50,3% a un 43,5% mientras que en las mujeres de un 39,6% a un 28,9%.
La población con ascendencia afro o negra es la que tiene un mayor atraso relativo en
comparación con las demás.
También en los adolescentes de ascendencia blanca se puede ver claramente la diferencia
en el atraso educativo entre aquellos que viven con ambos padres y aquellos que no: los
hombres de 39,4% a 53,9% y las mujeres de 27,6% a 44,9%.
CAPÍTULO 6: INGRESOS PER CÁPITA
HOGARES PERTENECIENTES AL QUINTIL DE MENOR INGRESOS
NIÑOS EN EDAD ESCOLAR
ADOLESCENTE (13 A 18 AÑOS)
HOGARES PERTENECIENTES AL QUINTIL DE MAYOR INGRESOS
NIÑOS EN EDAD ESCOLAR
ADOLESCENTE (13 A 18 AÑOS)
CONCLUSIÓN CAPÍTULO 6:
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•
Al estudiar las poblaciones según el ingreso promedio per cápita, podemos observar
claramente como el porcentaje de atrasos educativos disminuye en cuanto los jóvenes viven
con ambos padres.
Los datos muestran que la población de menores ingresos tiene un mayor atraso educativo,
el cual se profundiza al evaluar la franja etaria superior: los adolescentes.
Un dato interesante es que el atraso de los niños en edad escolar de menores ingresos que
viven con ambos padres (11,4%) es menor que el de los de mayores ingresos pero que
viven con padres separados (12%).
En la franja etaria adolescente se producen grandes diferencias (del entorno del 10%) en el
hecho de vivir o no con ambos padres biológicos.
El atraso en los adolescentes del quintil de menores ingresos es casi el doble que el de los
mayores ingresos.
A diferencia de la mayoría de los casos, las niñas en edad escolar tienen un porcentaje
mayor de atrasos que los niños de la misma edad.
CAPÍTULO 7: POBREZA RELATIVA
HOGARES PERTENECIENTES AL QUINTIL MÁS POBRE
NIÑOS EN EDAD ESCOLAR
ADOLESCENTE (13 A 18 AÑOS)
HOGARES PERTENECIENTES AL QUINTIL MENOS POBRE
NIÑOS EN EDAD ESCOLAR
ADOLESCENTE (13 A 18 AÑOS)
CONCLUSIÓN CAPÍTULO 7:
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•
Se confirma nuevamente la tendencia estudiada: el porcentaje de atrasos de los jóvenes que
viven con ambos padres es notoriamente inferior (salvo en el caso de mujeres adolescentes
del quintil más rico donde la diferencia es casi nula).
La diferencia es muy notoria al comparar el quintil más pobre con el más rico: en algunos
casos (mujeres adolescentes) el atraso es de hasta cinco veces más.
CAPÍTULO 8: EDUCACIÓN DE LA MADRE BIOLÓGICA
HOGARES CON MADRES PERTENECIENTES AL QUINTIL DE MENOR EDUCACIÓN
NIÑO EN EDAD ESCOLAR (9 A 12 AÑOS)
ADOLESCENTE (13 A 18 AÑOS)
HOGARES CON MADRES PERTENECIENTES AL QUINTIL DE MAYOR EDUCACIÓN
NIÑO EN EDAD ESCOLAR (9 A 12 AÑOS)
ADOLESCENTE (13 A 18 AÑOS)
CONCLUSIÓN CAPÍTULO 8:
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En todos los casos analizados (salvo los niños de edad escolar en los hogares de mayor
educación de la madre), se puede concluir que los jóvenes que viven con ambos padres
tienen una menor tasa de atraso educativo que aquellos que no.
Los datos muestran una norme diferencia al comparar el quintil con madres de mayor
educación con el de menor educación.
En el caso de los niños en edad escolar el atraso en el quintil de madres con mayor
educación es cercano al 1% mientras que en el de menor educación es mayor al 20%.
En los adolescentes, la diferencia es también notoriamente pronunciada: mientras que el
atraso en los hijos de madres con mayor educación no supera el 15%, en el de menor
educación es ampliamente superior al 50%.
Cabe notar que es mayor la diferencia de atrasos cuando se compara la educación de las
madres que cuando se lo hace con los ingresos del hogar.
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