Filosofía: Justificación II de Descartes

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DESCARTES.LA DUDA CARTESIANA Y LA TEORÍA DE LAS TRES SUSTANCIAS
Aplicación del método a la
Filosofía
Instrumento que usa
1ª característica
Duda
2º característica
Duda
3º
característica
Duda
4º característica
Duda
5º característica
Duda
1er Motivo
Duda
Descartes usa la duda metódica sobre sus
pensamientos y conocimientos filosóficos con
la intención de cimentar sus propios
conocimientos y el edificio del saber filosófico
sobre un cimiento seguro: saber claramente la
diferencia entre un pensamiento verdadero y
otro falso. A esos pensamientos indudables él
los llamara principios o semillas del
conocimiento.
La
duda
es
metódica,
en
la
medida en que se
convierte
en
un
método
para
aumentar
nuestro
conocimiento sobre la
realidad
La duda es provisional,
por un doble motivo. Por
un lado, en tanto que es
metódica. Por otro lado,
en
tanto
que
provisionalmente deja sin
someter a duda aquellos
principios
morales
y
prácticos que le son
necesarios para poder
actuar
mientras
que
realiza la operación mental
de buscar aquel primer
principio
La duda es teórica,
en la medida en que
son
los
principios
teóricos, conceptos y
teorías diversas que
componen el edificio
filosófico tradicional lo
que se somete a la
actividad crítica de la
razón
La
duda
resulta
universal, en la medida
en que para tener la
completa seguridad de
haber
encontrado
el
criterio de verdad o primer
principio indubitable tiene
que dudar de todo lo
dudable.
Ese
amplio
campo de lo dudable se
conoce como “motivos
de duda” o “criterios de
La
duda
es
hiperbólica,
en
la
medida en que ésta
resulta tremendamente
exagerada ya que llega
a dudar de la existencia
del propio Descartes
(duda de sí mismo)
En
primer
lugar,
Descartes
comenzaría
por dudar de los sentidos
(1er motivo de duda) en la
medida en que éstos no se
revelaban como una fuente
fidedigna de conocimiento.
duda
2º Motivo
Duda
3er Motivo
Duda
Resultado de la Duda. Características
del "Cogito"
Definición de
Verdad
Garante de la Verdad
Pruebas de su existencia
En segundo lugar, Descartes – muy
acorde con la época Barroca en la que se
encuentra – pone en jaque nuestra típica
distinción entre lo real y lo irreal, entre
la vigilia y el sueño. Para él no es tan nítida
En tercer lugar, se centra ahora en un elemento
aparentemente
incuestionable:
las
matemáticas, la razón matemática. Descartes se
Finalmente, cuando la duda metódica ha
llegado a este punto, sólo le quedaría dudar
de algo con el fin de transformar la
universalidad de la duda en simple
exageración, para transformar así la duda
universal en duda hiperbólica: dudar de sí
mismo (pudiera ser no más que un simple engaño
Pero aún cuando la duda pudiera asaltar en este
momento y hacernos creer que todo es nuevamente
falso, más allá de toda duda razonable se encuentra el
garante (Dios) que con su infinita bondad no permitiría
que ninguna de sus criaturas se autoengañara. tomando
lo falso como verdadero o viceversa.
tal separación: lo real se mezcla con lo irreal
de forma que cuando estamos despiertos nos
resulta lícito pensar en la posibilidad de estar
soñando o incluso de no ser más que un
elemento más en sueño de otro alguien. La
intensidad de nuestros sueños – de los que
sentimos en ellos – son la clave para entender
tal postura
da cuenta de que, muy a su pesar, en las matemáticas
también existen errores. Errores tales como los
paralogismos:
razonamientos
que
aparentemente parecen correctos pero que
realmente no lo son. Errores que son fruto del
autoengaño de la razón en forma de un genio maligno
de Descartes” que “gastaba toda su industria en
engañarnos, haciéndonos creer que lo verdadero es
falso y viceversa”. Sería pues este genio el encargado
de inducirnos al error cuando cometemos los aludidos
paralogismos.
fruto de la malicia con la que actúa tal geniecillo).
Se llegaría al primer principio indubitable: sólo hay
algo que se le presente totalmente
indubitable: el mismo hecho de que él (aquel
al que acostumbran a llamar Descartes) está
dudando. (cogito, ergo sum). Aquel pensamiento
que se muestre como una intuición clara y distinta
será tan verdadera como el "cogito". Claro aquello
que se intuye sin dificultad ningua y distinto cuando
el pensamiento no se confunde con otro.
Dios se convierte así en el garante que existe y que
Descartes lo prueba racionalmente usando tres
argumentos medievales: ontológico, epistemológico
y la tercera vía tomista.
DESCARTES.LA DUDA CARTESIANA Y LA TEORÍA DE LAS TRES SUSTANCIAS
Finalidad de la
tª 3 sustancias
Definición de Idea
Criterio de
clasificación de
las Ideas
I. Adventicias
I. Facticias
I. Innatas
Sustancias
Básicas
Estructurar la realidad
mediante un sistema
de tres categorías de
la realidad y llegar a
demostrar
la
existencia de aquel
que usa el método
(sustancia pensante).
Las ideas, éstas deben ser
consideradas de una doble forma:
tanto como actos mentales
como
contenidos
cognoscitivos. Entendidas como
actos mentales, las ideas no son
más que aquellas operaciones de
naturaleza mental, racional o
espiritual por medio de la cual
obtenemos
un
determinado
conocimiento sobre algo. como
contenidos cognoscitivos son
conocimientos,
datos
que
poseemos sobre una realidad
objetiva externa a nosotros.
El origen de
conocimiento.
Entendidas
como
aquellas que proceden
a
través
de
los
sentidos. Obviamente,
tales ideas resultan
falsos en la medida en
que
ya se ha
demostrado la poca
fiabilidad que poseen
los sentidos para un
racionalista.
Hacen
referencia
a
aquellos
conocimientos
que son fruto del ejercicio
libre de la imaginación y
que
se
nutren,
necesariamente, de las
ideas adventicias. En este
caso, dado el material del
cual se nutren, tales ideas
resultan ser tan poco
fiables como las señaladas
anteriormente.
Identificadas
con
aquel
conocimiento
previo
e
independiente a la experiencia
y que al residir, lógicamente,
en la razón resultan ser las
únicas verdaderas, evidentes y
ciertas. Éstas se presentan de
forma clara y distinta. Si le
preguntáramos a Descartes
cuáles serían tales ideas, el
número de las mismas serían
tres: Dios, alma y mundo
(curiosamente las tres ideas
básicas de la metafísica
occidental).
Las sustancias básicas
serían
dos:
la
substancias finitas
(alma y mundo) y
la
substancia
infinita (Dios) que
corresponderían a las
tres ideas innatas o
semillas
del
conocimiento
verdadero.
La
substancia finita es
creada
por
el
concurso ordinario de
Dios.
Sustancia
infinita
(Dios)
Atributo principal y
Modos de la sustancia
infinita
Sustancia
Pensante
(res cogitans)
Atributo
principal y
Modos de la
sustancia finita
Sustancia
Extensa
(res extensa)
Atributo principal y
Modos de la
sustancia
finita
Problema de la
comunicación de
las dos sustancias
(Hombre)
Aquel ser que para
existir sólo necesita
de sí mismo. Dicho
de otro modo: es el
único ser que es
“causa
de
sí
mismo”.
Su atributo principal sería la
perfección – no la infinitud
como
rápidamente
tenderíamos a escoger -. Y,
lógicamente, es la única
substancia que carece de
modos: lo perfecto no
tiene modos. Lo perfecto no
puede darse de diversas
maneras: sólo de una, sólo en
forma de Dios
Se identifica con el
alma, la razón, la
mente o el espíritu
y se define como
aquel
ser
cuya
naturaleza o esencia
reside en el sólo
hecho de pensar
De ahí que su atributo
principal
sea
el
pensamiento y entre los
diferentes
modos
podemos destacar el
dudar, el querer o el
odiar.
Se identificaría con los
objetos extensos, con
el mundo, con la
extensión.
De ahí que su atributo
principal sea la extensión –
definida como el conjunto
formado por la longitud,
anchura y profundidad – y
alguno de sus modos sean
la figura, el reposo o el
movimiento.
El problema suscitado
por la dificultad de
explicar la relación entre
el pensamiento y la
extensión en el hombre
lo soluciona Descartes
por la hipótesis de la
existencia
de
una
glándula (pineal) que se
encuentra en la base del
cerebro.
tal
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