Tradicionalmente, los varones han sido los precursores en la

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XIV CONGRESO NACIONAL DE POBLACIÓN, AGE
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MARROQUÍES EN ESPAÑA: CONTRASTES EN LOS PROYECTOS
MIGRATORIOS POR GÉNERO
Carolina MONTORO-GURICH
Universidad de Navarra
E-mail: cmontoro@unav.es
1. INTRODUCCIÓN
Tradicionalmente, los varones han sido los precursores en la migración marroquí –una de
las más antiguas y numerosas en España- y, el motivo de la migración, el económico
(CEBOLLA y REQUENA, 2009). Las mujeres se sumaron a la migración pasado un
tiempo, mayoritariamente como resultado de la reagrupación familiar, hecho que ha
favorecido un mayor equilibrio por sexos del efectivo marroquí inmigrante en España y da
fe de ser una migración que ha entrado en la fase de maduración del ciclo migratorio
(IZQUIERDO y LEÓN, 2008). Por otro lado, recientemente se detecta una diversificación
creciente de los perfiles migratorios femeninos, tanto desde el punto de vista de las
características socio-demográficas de las migrantes como desde el de los motivos que
impulsaron la migración (MONTORO, 2013; REINALDO, 2007; SORIANO, 2006).
En el plano de las teorías sobre la migración (MASSEY et al., 2000), probablemente la
teoría dominante es la neoclásica: la persona migra tras un cálculo racional del
coste/beneficio que esto le aportará. La migración implica una inversión en capital
humano, ya que quien lo hace va a donde cree que, por sus características y/o habilidades
personales, será más provechoso. Se trata de un planteamiento individualista, en el que
quien decide es el sujeto que migra, que parece ajustarse especialmente bien al varón
soltero –el precursor en las migraciones de origen marroquí- y que implica, cuando sí hay
una pareja, que ésta es un actor pasivo.
Por otro lado, en la teoría de la “nueva economía”, se considera que el hogar es la unidad
de decisión. En otras palabras, que cuando se produce una migración es porque se ha
decidido de forma colectiva, en el seno de la familia, con el fin de maximizar los
beneficios y reducir los riesgos, y se ha elegido a la persona que más probabilidades de
éxito tiene. En esta segunda perspectiva la mujer es un miembro más del hogar y, como tal,
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está incluida en la decisión familiar. De alguna manera, no se le reconoce capacidad de
decisión autónoma.
Ahora bien, los hogares no tienen por qué ser unidades armónicas y altruistas; en ellas
también se dan conflictos de intereses, además de no contar siempre con la información
más adecuada para tomar una decisión migratoria. Diversos estudios han puesto de
manifiesto que en la expresión del poder, esto es, en la toma de decisiones, las mujeres
están frecuentemente excluidas. De ahí la necesidad y también el interés de contextualizar
las migraciones desde la perspectiva de género (PESSAR y MAHLER, 2003; SILVEY,
2006). La decisión de migrar no es una decisión del hogar, sino del hombre dominante en
el mismo: esta observación se ajusta a la sociedad marroquí, en la que la toma de
decisiones está claramente determinada por el sexo masculino y la edad (MARTÍN DÍAZ,
2008). Sin embargo, se ha señalado, la sociedad marroquí también está en proceso de
cambio; se aprecia una presencia creciente de mujeres migrantes solas y, también, la
influencia de la mujer casada en las decisiones relacionadas con la migración (EL HARIRI,
2003; MOUJOUD, 2008), en un contexto de mayor presencia y participación de las
mujeres en la sociedad y la política marroquí (VALLEJO PEÑA, 2010).
En resumen, quien y por qué migra a España está condicionado por el sistema de género
imperante en Marruecos y en el hogar marroquí de origen, pero, sin duda también por el
abanico de oportunidades existente tanto en Marruecos como en España, entre las cuales se
encuentra, especialmente, el mercado de trabajo.
Es en extremo difícil aproximarnos al sistema de género imperante en los hogares, o medir
hasta qué punto el sistema de género de la sociedad marroquí es compartido por las
personas cuya trayectoria migratoria vamos a analizar. Sin embargo, la literatura que ha
analizado migraciones desde la perspectiva de género ha encontrado diferencias
significativas en los determinantes de la migración de los hombres y las mujeres,
especialmente relacionados con variables ligadas al ciclo de vida y a factores socioeconómicos (GEIST y McMANUS, 2012; HEERING et al., 2004; CERRUTTI y
MASSEY, 2001) .
Podemos destacar, por ejemplo, que el hecho de tener hijos condicionaba la migración
femenina, mientras que no tenía efectos en el caso de los hombres; que un nivel elevado de
educación aumenta la probabilidad de migrar para las mujeres, mientras que entre los
hombres la relación es cero o negativa. Poseer tierras inhibe la migración femenina, pero
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potencia la masculina, que dispone así de algo sobre lo que pedir un crédito para viajar.
Tener un negocio, por el contrario, inhibe la migración masculina pero aumenta la
probabilidad de migración femenina. En general, el acceso al capital social tiene mayor
importancia en la migración femenina que en la masculina, aunque el efecto es positivo en
ambos casos.
Por otro lado, la oportunidad de acceder al mercado de trabajo es un condicionante de gran
importancia.
La existencia de nichos laborales segregados por sexo es un elemento
importante a la hora de perfilar las decisiones de migración, así como la existencia de redes
específicas de apoyo. La presencia de hombres marroquíes en el sector primario, así como
en el de la construcción y en la industria, contrasta con la de las mujeres marroquíes en el
sector de servicios, especialmente en la categoría de cuidados a las personas.
Las motivaciones para migrar son complejas y pueden estar compuestas de varias
intenciones de forma simultánea, además de cambiar con el paso del tiempo y de las
circunstancias personales y familiares. En este trabajo se asume que el comportamiento
migratorio de las personas es un reflejo de las motivaciones que lo guían y se plantea un
análisis por género de los determinantes de la migración marroquí centrado en los sujetos
que tienen a su familia nuclear –cónyuge e hijos- en España. Para ello emplearemos
información tanto de hombres que han reagrupado a sus familias como de mujeres que han
sido reagrupadas, las categorías que, históricamente, han caracterizado la migración
marroquí a España.
Junto con las motivaciones es necesario recordar que, en España, existen una serie de
requisitos que establecen la posibilidad de reagrupación legal del cónyuge e hijos, que
tiene unas importantes implicaciones para la vida ordinaria. La normativa jurídica marca
unos tiempos y unos requisitos económicos determinados, a los que haremos referencia en
su momento. Ello no obstante, en última instancia el condicionante más importante es
querer reagrupar a la familia, y nos podemos acercar a esta realidad a través del factor
tiempo, o cuánto tarda la familia en estar reagrupada.
Partimos de la hipótesis que, quien reagrupa a su familia, lo hace porque considera que es
lo mejor para él y para la familia; y que el cónyuge reagrupado migra a España porque
participa de la misma consideración. Que toda la familia nuclear viva unida en territorio
español implica admitir una integración de mayor calado que, quien teniendo familia,
prefiere dejarla en Marruecos. Si, además, lo hace en un plazo corto, podemos asumir que
hay un mayor interés o tendencia a permanecer en España.
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2. FUENTE Y MÉTODOS
La información empleada en este análisis procede del Moroccan Migration Project, que ha
entrevistado a 260 inmigrantes marroquíes residentes en Navarra empleando, adaptada, la
encuesta etnográfica1 del Office of Population Research de la Universidad de Princeton
para el estudio de las migraciones internacionales de población latina con destino a EEUU,
y que se emplea por primera vez en el entorno geográfico y cultural hispano-marroquí.
Se ha utilizado el Padrón para ubicar la población marroquí (definida como tal en función
del lugar de nacimiento) en los distintos municipios de Navarra y así decidir el número de
hogares que debían ser entrevistados, fijándose este número en 209-210 hogares. La labor
de campo se desarrolló entre finales de octubre y comienzos de diciembre de 20132.
El cuestionario se caracteriza porque tiene un formato semiestructurado que facilita la
realización de una entrevista flexible pero, con información idéntica para todos los
entrevistados. La encuesta se realiza al cabeza de familia, que proporciona información
sobre todas las personas con las que convive en el hogar y, de forma significativamente
más extensa, sobre su cónyuge o pareja y sobre sí mismo. Además de obtener datos sociodemográficos y familiares del sujeto y de los miembros de su hogar se consigue una
completa visión sobre la historia migratoria de todas las personas del hogar, además de una
historia de vida laboral detallada sobre el sujeto y su cónyuge, la acumulación de recursos,
el uso de servicios sociales y, las condiciones de salud actual y previa a la migración.
Entre los marroquíes, el hombre es culturalmente el cabeza de familia –incluso cuando está
ausente- y sólo de forma puntual encontramos mujeres que ocupan este lugar –
mayoritariamente, viudas y divorciadas-. De los 209 cabezas de familia, 177 estaban
encabezados por hombres frente a 32 por mujeres3. Sin embargo, se pensó que, con el fin
de captar una perspectiva más amplia de los procesos migratorios protagonizados por
marroquíes, convenía realizar encuestas en primera persona a mujeres de las que, al estar
casadas y convivir con su marido, en otro caso sólo se dispondría información a través de
sus parejas. Nuestra convicción se basaba en el hecho de tratarse de una población con
unos patrones de género muy diferenciados (MARTÍN DÍAZ, 2008; PELS y DE HAAN,
2007; SORIANO MIRAS, 2008). Por este motivo, la muestra final de encuestas incluye a
1
La versión más actualizada de la encuesta etnográfica, que es la que se ha adaptado, puede consultarse en:
mmp.opr.princeton.edu/research/questionnaire-es.aspx
2
El total de marroquíes residentes en estos hogares es de 839 personas, el 8,5% del total de nacidos en Marruecos
empadronados en 2013 en Navarra.
3
De esos 209 cabezas de familia, 176 eran personas casadas que conviven con su cónyuge, de los cuales 165 eran
varones y sólo en 11 casos la mujer responde como cabeza de familia a la encuesta.
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53 esposas, llegándose a un total de 262 entrevistas pero, manteniéndose un total de 209
hogares. El trabajo que ahora se presenta emplea las encuestas realizadas tanto a los
varones que han reagrupado a su cónyuge (n=165) como a las mujeres que han sido
reagrupadas (n=53).
La información original de la encuesta ha sido trabajada, recodificando las categorías
existentes en las variables y creando nuevas variables para ajustar mejor el análisis de
acuerdo con nuestros objetivos. Para testar la hipótesis de partida se ha creado la variable
dependiente que hemos llamado “reagrupación temprana”, cuyos valores son 1, cuando la
reagrupación familiar se ha producido en 6 o menos años, y 0, cuando la reagrupación
familiar se ha producido después de 6 o más años4. La lectura de esta variable sería que,
cuando la reagrupación es temprana, estas personas tienen un mayor interés o tendencia a
permanecer en España5. A continuación se pensaron posibles factores que podían explicar
la reagrupación del cónyuge, que con información de la encuesta han sido plasmados en
variables independientes.
Con el fin de comprobar la validez del modelo en el que las variables independientes
predicen la reagrupación acelerada o no acelerada, se realizó un análisis de regresión
binaria. Este tipo de análisis multivariante permite predecir o evaluar la relación entre la
variable dependiente dicotómica (agrupación acelerada o agrupación no acelerada) con otra
u otras variables independientes y de control. En nuestro caso, analizamos la probabilidad
de que una reagrupación sea acelerada (Y=1) como función de las X variables
independientes: X1: “xxxxx”; X2: xxxxx; X3: xxxx, etc.
La ecuación general (función logística) que se aplica para los dos grupos analizados es:
PY  1 
1
1  exp(  o  1  X 1   2  X 2   3  X 3 )
4
Según la ley española, un extranjero tiene derecho a solicitar la reagrupación de su cónyuge cuando lleva un año con el
permiso de residencia temporal y tiene permiso para estar, por lo menos, otro año más. Debe, además, acreditar que ha
cotizado a la Seguridad Social al menos tres meses, que tiene casa independiente y una renta suficiente para sostener al
cónyuge reagrupado, incrementándose el tamaño de la casa y la renta cuando también se quiere traer a los hijos (LÓPEZ
y MONTORO, Dirs., 2009: 28 y sig.).
El rango temporal de reagrupación en la población entrevistada oscila entre 0 años –vinieron juntos- y 25 años.
Aproximadamente un 50% de los marroquíes consiguieron reagrupar a su familia en seis o menos años.
El concepto de reagrupación empleado en este trabajo es amplio, e incluye a todas las parejas reunidas
independientemente de su situación legal. En cualquier caso, el cruce de año de llegada y situación documental de la
mujer reagrupada revela que es relativamente escasa la presencia de mujeres “sin papeles” o sin respuesta sobre su
situación documental (un 5,6% de la muestra de mujeres y un 7% de la muestra de hombres).
5
Decimos España, y no Navarra, porque la población marroquí entrevistada aunque reside en la actualidad en la
Comunidad Foral no ha tenido por qué ser así desde el principio de su llegada, tanto de ego como del cónyuge
reagrupado.
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Con base a los dos grupos de datos de estos años y mediante el uso de técnicas de regresión
logística por pasos podemos conocer qué variables tienen más influencia en la
reagrupación acelerada o no. El objetivo perseguido con esta técnica es expresar la
probabilidad de agrupación acelerada como función de las X variables, que se presumen
relevantes o influyentes (cuanto más cercano a 0 fuera el valor sig., más probabilidad tenía
una reagrupación de ser más rápida).
Las variables incluidas en el análisis son: edad de ego (sujeto entrevistado) y edad de su
cónyuge en el momento de la reagrupación, tiempo que lleva el cónyuge en España con
respecto al año 2008 (cuando es más clara la situación de crisis económica); variables
relativas al capital social de ego y de su cónyuge como el número total de hijos nacidos
antes de la reagrupación, el número de hijos pequeños nacidos antes de la reagrupación6 y,
la existencia de red familiar del cabeza de familia en España7; nivel de estudios
completado de ego y de su cónyuge, clasificado en cinco categorías: analfabeto, alfabeto,
primaria, secundaria/FP, universitarios; trabajo de ego en España y trabajo de su cónyuge
en España en el año de la llegada del cónyuge, entendiendo como tal si tenían o no trabajo;
variable sobre actitud masculina ante el trabajo de la mujer fuera del hogar8; variables
relativas al capital físico de ego y de su cónyuge como son posesión de vivienda en España
y, posesión de un negocio en España. La tabla 1 presenta la descripción de estas variables.
Se han ejecutado modelos separados por sexo, considerando los mismos factores o
variables independientes. Las pruebas de ajuste global (pruebas ómnibus y contrastes de
Hosmer y Lemeshow) abogan por la significatividad del modelo final. El modelo final de
los hombres explica entre un 0,355% (R square de Cox y Snell) y un 0,483% (R square de
Nagelkerke) y el modelo de las mujeres explica entre un 0,535% (R square de Cox y Snell)
y un 0,717% (R square de Nagelkerke) de la relación entre la probabilidad de ocurrencia de
la reagrupación acelerada y las variables explicativas, lo cual es considerado un porcentaje
aceptable de la bondad de ambos modelos. Con base en estos datos, podemos observar qué
variables independientes explicaban el que una agrupación sea acelerada (tablas 2 y 39).
6
Definiendo como “hijos pequeños” a aquellos que tenían menos de 6 años, edad en la que empieza la enseñanza
obligatoria en el sistema educativo español.
7
Se trata de una variable que, tras localizar si el cabeza de familia tenía, al menos, un pariente directo en España (padre,
madre, hermano/s o hermana/s, principalmente), los clasifica entre aquellos que sí tienen red (uno o más familiares)
frente a aquellos que no la tienen.
8
En el caso de las encuestas realizadas a mujeres, éstas responden según lo que creen que piensan sus maridos.
9
Estas tablas presentan, únicamente, las variables significativas.
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Tabla 1. Descripción de las variables independientes
Variables independientes
Hombre
Media Desv. típ.
37,03
7,634
9,90
5,741
Edad
Años reagrupados en España antes
2008
Núm. de hijos pequeños antes
reagrupación
Núm. total de hijos nacidos antes
reagrupación
Mujer
Media Desv. típ.
30,19
8,255
9,15
5,044
,52
,729
,74
,684
1,18
1,402
1,36
1,226
%
%
%
%
Red familiar del hombre en España
No
Si
Trabajo en el año de la reagrupación
No tiene
Sí tiene
Trabajo femenino fuera del hogar
En contra
A favor
Negocio propio
No tiene o lo tuvo posterior a reagrup.
Lo puso antes de la reagrup.
Vivienda en propiedad
No propia, o comprada después reagr.
Comprada antes reagr.
52,1
47,9
4,8
95,2
56,6
43,4
(muestra
mujeres)
3,8
96,2
24,8
75,2
(muestra
mujeres)
78,0
77,1
22,0
22,9
(cree del marido)
1,9
96,2
92,8
7,2
92,5
7,5
93,5
6,5
92,5
7,5
Nivel estudios
Analfabeto/a
Alfabeto/a
Primaria
Secundaria
Universitarios
18,2
8,5
29,1
33,9
10,3
N=
165
(muestra
mujeres)
9,4
7,5
39,6
30,2
13,2
20,6
11,5
26,1
32,7
9,1
308
(muestra
mujeres)
15,1
9,4
26,4
39,6
9,4
53
3. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
La lógica de las variables introducidas en el análisis se presenta ahora, enfrentándola a los
resultados obtenidos. Así, sería esperable que a más edad de los sujetos, más probable
fuera la reagrupación temprana, asumiendo un mayor control de recursos y más contactos
en la sociedad española. Por otro lado, quizá entre los sujetos de más edad cabría encontrar
personas menos favorables a la reagrupación, o menos susceptibles a la integración en
España. En cuanto al nivel de estudios, es de suponer que cuanto más alto fuera el nivel de
estudios de ego, más fácil le fuera la incorporación al mercado laboral y, por tanto, una
más temprana reagrupación familiar. Sin embargo, conociendo cuál es el nicho laboral de
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los marroquíes, en sectores donde la formación no es imprescindible, parece también que
podamos esperar que no sea muy significativo. Los resultados muestran que estas dos
variables –edad y nivel de estudios- no son significativas ni en el modelo de los hombres
(tabla 2) ni en el de las mujeres (tabla 3).
Tabla 2. Hombres: modelo multivariable de probabilidad de reagrupación temprana
Variable en el modelo
B
E.T.
Wald
gl
Sig.
Exp(B)
Años reagrupados en España antes 2008
Trabajo de la mujer en el año de la
reagrupación
-0,295
0,068
18,825
1
,000
0,744
2,077
0,695
8,944
1
,003
7,983
Trabajo femenino fuera del hogar
-1,657
0,681
5,915
1
,015
0,191
Tabla 3. Mujeres: modelo multivariable de probabilidad de reagrupación temprana
Variable en el modelo
B
E.T.
Wald
gl
Sig.
Exp(B)
Años reagrupados en España antes 2008
-0,440
0,167
6,922
1
,009
0,644
Núm. de hijos pequeños antes reagrupación
Trabajo de la mujer en el año de la
reagrupación
-3,324
1,723
3,723
1
,054
0,036
3,253
1,549
4,412
1
,036
25,877
Con respecto a las variables de capital social, ya que los marroquíes encuestados en
Navarra no poseen parcelas de tierra, se ha elegido la posesión de una vivienda y, la de un
negocio. La lógica es que la compra de una vivienda previa a la reagrupación invitaría a
que ésta fuera temprana, con el objetivo de contar con el apoyo para su pago del eventual
trabajo del cónyuge. Asimismo, en el caso del negocio y considerando que éste esta
radicado en España, una reagrupación temprana supondría contar con ayuda familiar en el
mismo. Pues bien, en ambos casos el porcentaje de hombres marroquíes que compraron o
pusieron un negocio previo a la reagrupación de su cónyuge es reducido y, el análisis
multivariable muestra que estos factores no han sido significativos a la hora de aumentar la
probabilidad de una migración rápida femenina a través de la reagrupación en ninguno de
los dos modelos.
En lo que a las variables relacionadas con el capital social se refiere, sería esperable según
la literatura que la presencia de hijos condicionara la migración femenina. Especialmente,
en nuestra opinión, si estos hijos son pequeños y requieren, por lo tanto, de un mayor
cuidado y dedicación, tanto más en un entorno diferente. Lo lógico sería que estas
variables, especialmente la segunda, actuaran como un factor en contra de la reagrupación
temprana y que aparecieran en el modelo de las mujeres, mientras que cabía esperar que no
fueran significativas en el modelo para los hombres. Los resultados muestran que, en
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efecto, las variables relativas a los hijos no son significativas en el modelo multivariable
masculino mientras que en el femenino, no es significativa la variable de total de hijos
nacidos antes de la reagrupación pero, sí lo es la de tener niños menores de seis años antes
de la reagrupación. El coeficiente negativo está indicando que con un número menor de
niños pequeños la decisión de reagrupar se acelera frente a una situación con un número
mayor de niños pequeños. Podemos asumir que, cuantos menos niños pequeños tiene la
familia, mayor libertad de movimientos puede tener la mujer en España. Finalmente, la
variable de existencia de red familiar no es significativa en ninguno de los dos modelos; el
hecho de tener familiares directos –por el lado masculino- en España no tiene efectos en la
reagrupación temprana.
Las variables relativas al trabajo muestran una realidad muy interesante. El trabajo de ego,
el hombre que reagrupa a su cónyuge, no es una variable significativa en ninguno de los
dos modelos. Aunque mayoritariamente el hombre cuente con trabajo –situación necesaria,
desde el punto de vista legal, y aconsejable, podríamos decir, desde el punto de vista
práctico-, no es un factor decisivo a la hora de explicar una reagrupación temprana. Sin
embargo, el trabajo de la mujer reagrupada en España en el mismo año de la reagrupación
sí es una variable significativa. Podemos interpretar que, o bien la mujer ha sido
reagrupada con un trabajo a la vista o bien, una vez reagrupada, ha encontrado trabajo
rápidamente. El hecho es que su acceso –legal o no10- a empleos de un nicho laboral muy
característico11 es el factor predictor de la reagrupación temprana más importante para los
dos sexos; aumenta en casi ocho veces la probabilidad de la reagrupación temprana en el
modelo de los hombres (tabla 2) y casi en veintiséis veces en el de las mujeres (tabla 3).
La tercera variable relacionada con el trabajo es la consideración, por parte del hombre,
sobre si la mujer puede o no trabajar fuera de casa. La lógica sería que, si la respuesta es
positiva, la reagrupación fuera temprana, por cuanto implícitamente se estaría contando
con el apoyo económico de un segundo sueldo en España. Pues bien, esta variable es
significativa en el modelo de los hombres, mientras que desaparece en el de las mujeres.
Es, además, de signo negativo, lo que indica que, aún en los casos en los que se considera
que las mujeres no pueden trabajar fuera de casa, se ha producido la reagrupación
10
El permiso que se concede a la mujer por reagrupación es temporal, por un año y renovable, y no le da derecho a
trabajar. La mujer reagrupada puede obtener una autorización de residencia temporal cuando obtenga la autorización para
trabajar (siempre que las condiciones del contrato de trabajo sean las adecuadas), haya residido en España durante cinco
años y no medie separación matrimonial (LOPEZ y MONTORO, Dirs, 2009: 31 y sig.).
11
La ocupación principal de la mujer reagrupada en el año de la reagrupación era, en un 61,4%, ama de casa; un 14%
estaba desempleada; y, entre las que trabajaban fuera del hogar, un 9,1% eran empleadas domésticas, un 4,5% estaban en
la industria alimentaria, un 2,3% eran ayudantes de cocina y otro 2,3%, peones agrícolas.
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temprana; en otras palabras, parece que la necesidad económica se ha impuesto al
planteamiento ideológico. En el modelo de las mujeres esta variable no tiene significación,
quizá porque mayoritariamente creen que los maridos están a favor del trabajo femenino
fuera del hogar –respuesta que contrasta claramente con la realidad de la respuesta
masculina-. ¿Un hecho obvio para ellas (trabajamos/las hay que trabajan, luego los
hombres/maridos están a favor del trabajo fuera del hogar) frente a una rendición ante la
realidad económica para ellos (las mujeres trabajan porque es necesario, aunque no me
guste)?
La última variable presente en los dos modelos es la del intervalo de años de la
reagrupación con respecto a 2008, el año más intenso de crisis económica. La lógica
esperable sería encontrar una reagrupación temprana cuanto mayor sea dicho intervalo,
esto es, que la cónyuge viniera en época de bonanza en la que, presumiblemente, las
posibilidades laborales y de ahorro serían mayores. Sin embargo, este factor, significativo
en los dos modelos, tiene signo negativo; su interpretación por tanto es que cuanto más
corto es el intervalo, más temprana ha sido la reagrupación. Esto es, cuanto peor es la
situación económica y con más fuerza está golpeando la crisis económica, antes se realiza
la reagrupación, posiblemente para contar con el apoyo de los ingresos de un eventual
trabajo femenino.
4. CONCLUSIONES
Este trabajo plantea un análisis de los determinantes de la migración por género,
centrándose en un tipo muy concreto de migración caracterizado por su especificidad: el de
la reagrupación del cónyuge, que en términos de migración marroquí consiste en varones
reagrupando a sus mujeres.
Se partía de la hipótesis que una reagrupación familiar temprana implica una integración
de mayor calado que, quien teniendo familia, prefiere dejarla en Marruecos o reagruparla
tardíamente, quizá porque no ha podido soportar más las presiones familiares en el sentido
de que quieren vivir en España. Empleando información proveniente de una encuesta
etnográfica desarrollada en el último trimestre de 2013 en Navarra y análisis de regresión
multivariante, se estudia qué variables independientes predicen una reagrupación acelerada
o no acelerada para cada sexo.
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El resultado de los modelos multivariables refleja, para los dos sexos, una realidad
marcada por las motivaciones económicas; el factor que más explica una reagrupación
temprana es el trabajo de la mujer, y las otras variables explicativas abundan en esta
perspectiva: la cercanía del año de la reagrupación al año de máxima crisis económica en
España, para los dos sexos, y, en los hombres, la actitud ante el trabajo de la mujer fuera
del hogar. Sólo entre las mujeres aparece, como un elemento más relacionado con el ciclo
vital, el hecho de tener hijos pequeños antes de la reagrupación, y se trata de un factor con
claras implicaciones sobre la disponibilidad femenina en el mercado de trabajo. En otras
palabras, la reagrupación familiar tiene una lectura en clave económica muy marcada en la
migración marroquí con destino a España.
BIBLIOGRAFÍA
CEBOLLA, H; REQUENA, M. (2009): “Los inmigrantes marroquíes en España” en
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