Ley de Competencia Desleal Permite Proteger Derecho Marcario Abogado Juan Cristóbal Gumucio, del estudio Sargent & Krahn, advierte que la normativa también puede generar incertidumbre jurídica. —¿Cuál es su evaluación de esta ley publicada en febrero? —Aún no hay jurisprudencia. El sistema funciona con un procedimiento sumario, a nivel de los juzgados civiles, con la disparidad de criterios que puedan tener los distintos jueces de Chile, quienes no son especialistas en estas materias; y después los fallos pueden llegar hasta la Corte Suprema. Así que van a pasar años antes de que tener un análisis de cómo es interpretada. —¿Qué aspectos positivos tiene? —Con esta ley los titulares de propiedad industrial tienen una herramienta adicional para proteger sus derechos marcarios de las imitaciones. Por ejemplo, de acuerdo a la ley de propiedad industrial, era discutible que ciertas situaciones constituyeran una infracción. Un caso típico era el de los look-alikes, productos que toman ciertos elementos distintivos de otro, en un contexto en que no todos esos signos distintivos son marcas registradas. Y hoy esas conductas que pueden generar confusión, se pueden llevar a un juzgado civil por competencia desleal. Es un instrumento favorable en publicidad engañosa, porque las normas de la ley de protección al consumidor básicamente le daban a este facultades para reclamar y no a las empresas afectadas. Y hoy, en casos de denigración al competidor o publicidad comparativa falsa, las controversias ya no sólo pueden verse en un órgano de autorregulación, como el Conar (Consejo de Autorregulación y Etica Publicitaria), sino que hay también una norma legal. Esta ley le va a dar una dosis de responsabilidad adicional al Conar. —¿Por qué? —Hay un cumplimiento importante de sus fallos, pero ahora si un fallo no es acatado, la empresa afectada podría pedir una sanción en un juzgado civil y, al plantear que se está afectando la competencia leal, presentar el informe del Conar, como órgano especializado. Asimismo, la ley también implica cierta amenaza para el Conar, porque el tema se puede judicializar y perder fuerza la autorregulación. Tengo dudas sobre cómo van a ser aplicadas otras normas. —¿Cuáles? —Es peligrosa la figura relativa a que se pretenda inducir a un agente del mercado proveedores, clientes u otros contratantes-, a infringir deberes contractuales con terceros. Si tienes un contrato de distribución con un competidor mío y te ofrezco un mejor trato, y lo terminas por una causal que no era de las posibles de finalizar el contrato, puede que ese tercero quiera demandarme. Y eso puede producir una competencia menos vigorosa y generar incertidumbre. —¿Qué otro inconveniente? —La ley tiende a generar incertidumbres, porque no logró determinar bien lo que es competencia desleal y estableció una definición muy amplia, donde básicamente es competencia desleal cualquier acto contrario a la buena fe o las buenas costumbres, que por medios ilegítimos persiga desviar clientela. Es de la esencia de la competencia captar clientes, de manera que el juez deberá determinar qué atenta contra la buena fe o las buenas costumbres y qué puede ser un medio ilegítimo. Entonces se le da mucho poder a un juez para que defina qué es competencia desleal. Y aunque la ley consigna ejemplos, algunos no son claros. Otro tema es que la ley se topa con normativas del consumidor, propiedad industrial, libre competencia y, como se dio competencia concurrente a los juzgados, puede que un caso se esté viendo en forma simultánea en varios tribunales y tener fallos diferentes.