Eloy Sánchez Rosillo

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Centro de Educación de Adultos de Alcantarilla
PARTICIPANTES
Ionela Damache
Joy Ifueko Eholor
Natalia Klyueva
Nelya Konova
Tania Krosieva Miteva
María Martínez Muñoz
Isabel Ortín Martínez
Yousra Sferchachi
Guadalupe Soza Crespo
Sandra Weckerle Lentz
LECTURA POÉTICA
EXCMO. AYUNTAMIENTO DE ALCANTARILLA
Obra social
Eloy
Sánchez Rosillo
Centro Cultural “Infanta Elena”
25 de febrero
19.00 horas
Eloy Sánchez Rosillo
Nació en Murcia, el 24 de junio de 1948.Obtuvo el
Premio Adonais de 1977 con su libro Maneras de
estar solo, que lo dio a conocer como poeta. Ha
publicado posteriormente otros seis libros de
poemas: Páginas de un diario, Elegías,
Autorretratos, La vida (que lleva diez ediciones), La
certeza, al que se le concedió el Premio Nacional de
la Crítica, y Oír la luz. Su poesía completa ha sido
publicada hasta la fecha en tres ocasiones: Las cosas
como fueron (1974-1988), recopilación de los cuatro
primeros libros del autor, y Las cosas como fueron
(Poesía completa, 1974-2003), que recoge todos los
títulos de Sánchez Rosillo (excepto los dos últimos),
con nuevas correcciones (Tusquets Editores,
Barcelona, 2004). Hay también una antología de su
obra, Confidencias, (Editorial Renacimiento,
Sevilla, 2006), editada posteriormente en México
con variaciones y bajo el título de El manantial del
tiempo. Ha publicado asimismo los ensayos La
fuerza del destino y Eloy Sánchez Rosillo: Poética y
poesía. Ha traducido una Antología poética de
Giacomo Leopardi, y coordinó un Homenaje a
Ramón Gaya (Editora Regional, Murcia, 1980).
Sus poemas figuran en las antologías más
representativas y difundidas. Alguno de sus libros y
selecciones más o menos extensas de su poesía han
sido traducidos a diversos idiomas.
Es profesor de literatura española en la Facultad de
Letras de la Universidad de Murcia.
LA ESCONDIDA FUENTE
Cuando el dolor te venza y te derrumbe y des
con tus huesos en una noche ciega,
no pienses ante todo en escapar: indaga
en el hondo misterio que supone
que ese dolor exista, igual que existen
el pájaro y la flor, la hormiga o las estrellas.
Y escarba en sus escorias enigmáticas
con corazón dispuesto y manos que se entreguen
a buscar la verdad sin titubeos.
Escarba en tu dolor hasta llegar al fondo
de la tiniebla y del espanto. Allí
verás sin duda el rostro de la muerte.
Pero no desfallezcas. Si tu espíritu
no se rinde y prosigue, tal vez descubras luego,
bajo la tierra estéril de las devastaciones,
una escondida fuente. De ella brota
una agua fresca y viva que es también una luz,
la más intensa luz, la luz más pura.
De Oír la luz
EL VIAJE
Saber que estás ahí, mientras trabajo
en el cuarto de al lado, mientras busco
a solas el poema, me estimula,
me da ilusión y fuerza y esperanza.
Yo voy a mis sueños y me adentro
por inciertas regiones en las que nunca estuve.
No admite compañía esta aventura:
es preciso estar solo para hallar lo que importa.
Me pierdo en ocasiones, pero a veces encuentro
extrañas maravillas que nadie ha visto antes.
Por favor no te vayas y espera mi regreso;
tú serás, cuando vuelva, la primera en mirarlas.
De Oír la luz.
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