Unidad Nacional de Coordinación UNA PROPUESTA DE ESTRATEGIA DE SALIDA PARA EL PRODERNEA Documento preliminar para la reflexión en el Seminario Taller Buenos Aires, Julio de 2005 Ministerio de Economía y Producción Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos Unidad Nacional de Coordinación UNA PROPUESTA DE ESTRATEGIA DE SALIDA PARA EL PRODERNEA Documento preliminar para la reflexión en el Seminario Taller CONTENIDO 1 RESUMEN EJECUTIVO 3 2 INTRODUCCIÓN 7 3 EL PROGRAMA Y SUS PARADIGMAS 7 3.1 LOS PARADIGMAS DEL FIN DE SIGLO 7 3.2 EL FOCO PRINCIPAL DE LA INTERVENCIÓN 9 4 EL NIVEL DE LA INTERVENCIÓN 11 4.1 LA EJECUCIÓN DESCENTRALIZADA 11 4.2 LA APLICACIÓN DE LOS INSTRUMENTOS 13 5 15 LA ESTRATEGIA DE TRABAJO FUTURO 5.1 HACIA UN PROGRAMA DE DESARROLLO EN LOS TERRITORIOS RURALES 2 de 17 15 Julio de 2005 Ministerio de Economía y Producción Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos Unidad Nacional de Coordinación UNA PROPUESTA DE ESTRATEGIA DE SALIDA PARA EL PRODERNEA Documento preliminar para la reflexión en el Seminario Taller 1 Resumen ejecutivo El presente documento es un aporte a la reflexión sobre el diseño de una “Estrategia de Salida” para el Proyecto de Desarrollo Rural de las Provincias del Noreste Argentino (PRODERNEA)1, efectuado desde la Unidad Nacional de Coordinación (UNC). Está organizado en base a tres ejes de análisis: (i) el programa y sus paradigmas, (ii) el nivel de la intervención, y (iii) la estrategia de trabajo futuro. Dado que la UNC no tiene – en lo esencial -, un carácter de unidad ejecutora, se abordan exclusivamente aspectos tácticos y estratégicos. A un año y medio de su finalización, quienes gestionan el PRODERNEA encuentran la ocasión para repasar los logros obtenidos, al tiempo que se plantean el reto de la recreación de estrategias y formas organizativas, no sólo para adecuarlas al nuevo escenario, sino para contribuir a configurarlo. Formulado bajo el paradigma de desarrollo rural reinante hace una década y concebido como una política compensatoria, el PRODERNEA fue diseñado para atender las necesidades de esa población que resultaba relegada por su “falta de competitividad” en el área rural del NEA, situación que se pretendía remediar en base a tres supuestos teórico-metodológicos básicos: (i) el supuesto de que el aumento de ingresos, como estrategia pertinente para la superación de la pobreza, se obtendría a través de la diversificación de productos orientada hacia la satisfacción de demanda de mercados, (ii) la hipótesis de que existe un camino por el cual, al menos una parte más o menos significativa del campesinado y la producción familiar a pequeña escala se transformaría en empresarios articulados con el mercado, con el consiguiente aumento de ingresos, y (iii) el convencimiento de que todo esto se lograría a través de la aplicación de tres componentes fundamentales: capacitación, asistencia técnica y crédito. Estos supuestos se complementan con el enfoque de género y la focalización de algunos colectivos (jóvenes y comunidades indígenas). 1 Contrato de Préstamo No. 417-AR entre la República Argentina y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), firmado el 29 de octubre de 1997, con fecha de efectividad al 15 de octubre de 1998. 3 de 17 Julio de 2005 Ministerio de Economía y Producción Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos En la actualidad se discute en el ámbito de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca, Alimentos y Forestación (SAGPyA) sobre las características de un desarrollo que no sacrifique la equidad y de la política que lo propicie en los territorios rurales. La existencia de esta última es el prerrequisito de una intervención pública ordenada y eficiente. En este marco, la UNC visualiza la necesidad de orientar la estrategia de salida del Programa para que configure un aporte a la consolidación de una política integrada y articulada de desarrollo de los territorios rurales en todo el país. En estos términos, el intercambio acerca de las cuestiones que hacen a la institucionalidad del PRODERNEA; el papel del estado; el rol asignado en materia de política pública al sector privado y a la sociedad civil organizada2, y la generación de ciudadanía activa y responsable, adquirieren especial relevancia y sentido estratégico. La reflexión del equipo sobre la experiencia del Programa y sobre el carácter relacional de la pobreza, lo lleva actualmente a la conclusión de que el foco de este tipo de programas debería estar puesto en las interacciones entre los diversos actores y por tanto, la acción estatal debería jugar un papel mediador, negociador y articulador en éstas. Por lo dicho, se aprecia la necesidad de avanzar en la intervención fortaleciendo: (i) los lazos de articulación de este tipo de productores con productores de otros estratos, y (ii) la negociación de éstos con los agentes y sistemas de comercialización existentes. En ambos casos, el valor agregado por la acción estatal debería revestir las características de un óptimo paretiano3, en beneficio de los más débiles. En el marco de la estrategia de salida y con vistas a la delineación de ese “PRODERNEA después del PRODERNEA” considerado deseable, se percibe como indispensable ahondar en el proceso de descentralización y articulación hacia una concepción del desarrollo que permita democratizar el acceso a los bienes y servicios necesarios para la vida humana – incluidos el agua y la tierra -; dinamizar los intercambios para agregar valor - económico, cultural, ambiental -, y distribuirlo con equidad en los territorios rurales. Esto sería posible en la medida en que se lograra construir una política nacional de desarrollo rural en forma conjunta con las provincias y demás actores involucrados. Para avanzar en este sentido, parece pertinente trabajar en el aumento de las capacidades locales, y hacerlo con la debida consideración por las diferencias existentes entre las distintas jurisdicciones. El diseño y la ejecución del PRODERNEA han permitido la aplicación de una metodología de trabajo que resultó apropiada a las realidades locales en un doble sentido: es adecuada y por su intermedio, el PRODERNEA es visto como instrumento propio de los 2 Esta expresión se refiere concretamente a las organizaciones que nuclean a los habitantes del medio rural, ya sea por razones económicas o gremiales, en particular, las organizaciones de base. En el contexto de este trabajo, no alude a las organizaciones no gubernamentales. 3 Punto en que ningún actor involucrado pierde y al menos uno, mejora. 4 de 17 Julio de 2005 Ministerio de Economía y Producción Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos gobiernos provinciales. Tareas pendientes y primordiales para lo que queda de esta fase son, por una parte, la ampliación de los espacios de diálogo conjunto - en los que vale y enriquece la discrepancia, siempre que se dé en un clima de respeto y mutua valoración -, y por otra, la consolidación de una visión compartida y un modo de hacer que brinden la necesaria unidad y coherencia en la diversidad. Para la obtención de estos objetivos sería necesario: (i) el aumento de la frecuencia de encuentros4; (ii) el aporte de mayores elementos de planificación de las instancias de trabajo e intercambio conjunto, para hacer “visibles” las horas destinadas a estas actividades; y (iii) la incorporación de la visión de la comunidad organizada como representativa de los colectivos en que el PRODERNEA hace foco, de manera de reforzar la participación de los “beneficiarios”. Este último aspecto emerge con carácter estratégico en este escenario de culminación del actual programa. Definir un primer nivel de acuerdo sobre este punto permitiría concentrar las acciones de fortalecimiento institucional en lo que resta del período de ejecución. El análisis de distintas experiencias lleva a la individualización de algunas variables decisivas a la hora de evaluar la pertinencia de los instrumentos con relación a la población objetivo a la cual se dirigen, a saber: (i) grado de organización y características de la gestión, (ii) capital social “horizontal” 5; (iii) disponibilidad de activos relacionales del sistema6, y (iv) nivel de articulación de la producción o los servicios con cadenas y clusters. Esta constatación ha movido al equipo de la UNC a la conclusión de que es necesario realizar una estrategia de diferenciación de la población objetivo que integre las variables precedentes. En cuanto a los servicios ofrecidos, el crédito administrado por una organización de productores o pobladores rurales en beneficio de sus asociados y asociadas puede constituirse en eficaz medio para la creación y consolidación de interesantes capacidades autogestionarias y para fortalecer a la institución, con el consiguiente impacto en la acumulación de capital social. En particular, cuando se lo enmarca en un adecuado diseño de la estructura financiera y se proporciona acompañamiento especializado. Si bien no hay todavía ejemplos al respecto en la ejecución del PRODERNEA, cabría considerar análogamente la gestión de los servicios técnicos y de capacitación. Desde el punto de vista de la UNC sería recomendable comenzar este año algunas experiencias piloto de autogestión en cooperativas u otras organizaciones de similares características cuidadosamente seleccionadas y acompañadas. 4 Tal vez más breves, con temario más ajustado, para no incidir negativamente en la ejecución. 5 Se entiende por tal al conjunto de redes, normas de comportamiento cívico, valores y confianza acumulados entre los individuos pertenecientes al mismo estrato o segmento. 6 Lo que alude a los lazos establecidos por la unidad social de producción con agentes sociales o económicos fuera del estrato o segmento al que ésta pertenece. 5 de 17 Julio de 2005 Ministerio de Economía y Producción Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos A esta “vuelta de tuerca” sobre los instrumentos clásicos, habría que sumar nuevos, en particular, algunos que tuvieran que ver con sentidos reclamos de los pobladores y las pobladoras rurales, tales como fondos no reintegrables de gestión cooperativa destinados a inversión; vivienda rural e información y comunicación. Por otra parte, el diseño post-PRODERNEA – en rigor de verdad, cualquier nuevo diseño debería contener claros criterios de complementariedad con los otros instrumentos de política pública. Esto permitiría que las acciones se orientaran hacia aspectos y segmentos de población en los que se evidenciaran vacíos de propuesta pública – o la existente se mostrara inadecuada - pero que, no obstante, se entendieran estratégicos para la intervención. Adicionalmente, evitaría la “sobre-cobertura”7 y haría más racional la inversión de esfuerzos y recursos. El recorrido realizado hasta el momento por el PRODERNEA conlleva aprendizajes aplicables al momento de componer perspectivas en un espacio de articulación de los gobiernos - nacional y provinciales - con la comunidad rural. El desafío del nuevo diseño debería ahondar este marco de encuentro con el objetivo de generar estrategias congruentes y consistentes, al mismo tiempo que haría efectiva la coordinación de acciones para el Desarrollo Rural. Este desafío implica a su vez, hacer más eficientes los mecanismos de participación. Para esto, habría que analizar con detenimiento la contribución del PRODERNEA al desarrollo de capital social así como su colaboración con el establecimiento de instituciones y organizaciones que promuevan la confianza y sean integradoras de todos los actores. Tales instituciones y organizaciones – siempre que surgieran del auténtico interés de los actores y no por mandato - facilitarían la concertación y, al hacerlo, incrementarían las oportunidades para que la población menos favorecida participara ventajosamente del proceso y de sus beneficios. Esto requiere trabajar en la generación de una cultura de la participación y del ejercicio de ciudadanía responsable, que permita superar la lógica del reclamo - que genera una respuesta puntual a la demanda -, y apueste a la construcción colectiva de propuestas y soluciones. 7 De esta manera se indican los casos en que una misma unidad social de producción es atendida desde diversos prestadores. Muy a menudo, esto genera el desarrollo de capacidades específicas en la población para la captación de beneficios de origen público o de la cooperación internacional, a la manera de una auténtica “estrategia de supervivencia”. . 6 de 17 Julio de 2005 Ministerio de Economía y Producción Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos 2 Introducción El presente documento es un aporte a la reflexión sobre el diseño de una “Estrategia de Salida” PRODERNEA, efectuado desde la UNC. El desafío de pensar este diseño responde al escenario de finalización de esta fase de cooperación externa y busca promover la sostenibilidad de los resultados obtenidos durante la ejecución. Este desafío es, también, la oportunidad de reflexionar sobre el alcance, las capacidades y los frutos de la gestión pública, y que esta reflexión se haga desde la misma gestión pública. Con el objeto de acordar las orientaciones centrales de la misma, se elaboró un programa de trabajo en tres etapas. En la primera de ellas, se propuso a todas las Unidades de PRODERNEA la realización de documentos individuales, y la puesta en común de los mismos en una instancia de taller8. Los documentos preliminares de cada Unidad se organizarían en base a tres ejes de análisis: (i) el programa y sus paradigmas, (ii) el nivel de la intervención, y (iii) la estrategia de trabajo futuro. Dado que la UNC no tiene – en lo esencial -, un carácter de unidad ejecutora, se abordan exclusivamente aspectos tácticos y estratégicos.. En la actualidad, el Programa está recorriendo la segunda mitad del plazo de ejecución establecido por la Misión de Reorientación9, y se encuentra a un año y medio de la terminación fijada por el Convenio de Préstamo. Estos momentos brindan una ocasión para repasar los logros obtenidos, al tiempo que plantean el reto de la recreación de estrategias y formas organizativas no sólo para adecuarlas al nuevo escenario, sino para contribuir a configurarlo. 3 El Programa y sus paradigmas 3.1 Los paradigmas del fin de siglo “El objetivo del proyecto es contribuir a la superación de las condiciones que generan la pobreza rural en las cuatro provincias del NEA, potenciando las capacidades productivas de los recursos humanos y naturales de las personas pobres, los pequeños productores y los aborígenes de la región, a través del aumento sostenible del ingreso y de la capacidad de autogestión.”10 8 Para la organización de esta instancia la UNC solicitó apoyo a la Oficina del Programa Regional de FIDA para el MERCOSUR (FIDA MERCOSUR). 9 La Misión de Reorientación enviada por FIDA permaneció en el país del 14 de noviembre al 13 de diciembre de 2002. 10 Tomado del Informe de Evaluación Ex-ante, citado por el Informe de Misión de Reorientación. 7 de 17 Julio de 2005 Ministerio de Economía y Producción Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos La estrategia y los instrumentos del PRODERNEA fueron formulados bajo el paradigma de desarrollo predominante en la década de los ´90. En este marco, fue concebido como “un proyecto de inversión en el área rural”11, cuya implementación permitiría expandir los recursos disponibles para su población objetivo. En tanto instrumento de política pública, también en él están presentes los paradigmas que predominaron en la Argentina de los ´90 en relación al propósito y las formas de gestión de aquélla. Así, el escenario de formulación del PRODERNEA fue pautado por la omnipresencia de una organización económica de la sociedad basada en la acción distribuidora del mercado y la paulatina cesión de potestades estatales a favor de éste, conjuntamente con la aplicación de políticas compensatorias dirigidas a la población que no lograba posicionarse competitivamente. Las políticas de corte compensatorio estaban así destinadas a paliar el impacto de los importantes niveles de exclusión y vulnerabilidad económica, política y social que se acentuaron en esos años. La crisis de 2001 marca el agotamiento de esa etapa del modelo neo-liberal, pero la revisión consecuente de políticas e instrumentos continúa o, en algunos casos, no se ha iniciado todavía. En este escenario, el PRODERNEA fue diseñado para atender las necesidades de esa población que resultaba relegada por su “falta de competitividad” en el área rural del NEA, situación que se pretendía remediar en base a tres supuestos teórico-metodológicos básicos: (i) el supuesto de que el aumento de ingresos, como estrategia pertinente para la superación de la pobreza, se obtendría a través de la diversificación de productos orientada hacia la satisfacción de demanda de mercados, (ii) la hipótesis de que existe un camino por el cual, al menos una parte más o menos significativa del campesinado y la producción familiar a pequeña escala se transformaría en empresarios articulados con el mercado, con el consiguiente aumento de ingresos, y (iii) el convencimiento de que todo esto se lograría a través de la aplicación de tres componentes fundamentales: capacitación, asistencia técnica y crédito. En consecuencia, se definió como población objetivo del Programa a los productores con determinado nivel de ingreso y tamaño de explotación, y se establecieron instrumentos de aplicación indistinta, que no consideran los diversos niveles de gestión y organización que se manifiestan en ese universo, ni el grado de articulación con el mercado que los mismos presentan al momento de su ingreso al PRODERNEA. Estos supuestos se complementan con (i) el enfoque de género y (ii) la focalización de algunos colectivos - jóvenes y comunidades indígenas -, elementos éstos que conviven y se relacionan con cierta contradicción e importancia relativa en el diseño y posterior implementación del Programa y sus instrumentos. 11 Tomado del Informe de la Misión de Reorientación. 8 de 17 Julio de 2005 Ministerio de Economía y Producción Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos Es evidente que a diez años de su formulación12, y en los siete años de ejecución transcurridos – considerando en conjunto el PRODERNEA original y el PRODERNEA Reorientado -, el contexto ha cambiado. Las concepciones del Desarrollo Rural han sido revisadas a nivel mundial y de América Latina, y en la SAGPyA se discute sobre las características de un desarrollo que no sacrifique la equidad y de la política que lo propicie en los territorios rurales. La existencia de esta última es el prerrequisito de una intervención pública ordenada y eficiente. En este marco, la UNC visualiza la necesidad de orientar la estrategia de salida del Programa para que configure un aporte a la consolidación de una política integrada y articulada de desarrollo de los territorios rurales en todo el país. Desde la óptica de la UNC, entonces, este proceso comporta el principal desafío para esta fase del PRODERNEA y por tanto, ha guiado su reflexión y encauzado las propuestas que se presentan a nivel táctico y estratégico en este documento. Como queda dicho, los aspectos fundamentales tenidos en cuenta apuntan a superar el análisis y las propuestas por servicios que el Programa brinda a sus usuarios. Subsidiariamente, se buscó cooperar con la articulación de la oferta estatal al respecto e integrar sus componentes en términos de aporte a la construcción de política pública en materia de desarrollo rural y alivio de la pobreza. En estos términos, el intercambio acerca de las cuestiones de la institucionalidad del PRODERNEA; el papel del estado; el rol asignado en materia de política pública al sector privado y a la sociedad civil organizada13, y la generación de ciudadanía activa y responsable, adquirieren especial relevancia y sentido estratégico. Estos temas se visualizan como problemas, posibles soluciones u oportunidades para aprovechar, y dado que su análisis aparece como ineludible, la UNC considera que deberían ser puntos especiales de tratamiento en el taller y en sucesivas instancias de encuentro. 3.2 El foco principal de la intervención Al analizar el PRODERNEA desde su aporte en la concreción de una política de desarrollo rural, y revisar su estrategia de intervención directa sobre la población objetivo surgen dudas en relación al foco de la intervención. En la actualidad, el foco principal está puesto en la población definida como pobre o vulnerable y por tanto, también lo están los instrumentos, los cuales son dirigidos exclusivamente al trabajo directo sobre ella. Esta concentración busca el incremento de las capacidades y recursos de la población objetivo para que pueda salir por sí misma de la pobreza. 12 El Programa recibe la Misión de Evaluación Ex Ante del FIDA en julio de 1996. 13 Esta expresión se refiere concretamente a las organizaciones que nuclean a los habitantes del medio rural, ya sea por razones económicas o gremiales, en particular, las organizaciones de base. En el contexto de este trabajo, no alude a las organizaciones no gubernamentales. 9 de 17 Julio de 2005 Ministerio de Economía y Producción Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos Llegado este punto, aparece como imprescindible que se efectúe una breve conceptualización acerca de la pobreza. En el contexto de este documento, se entiende que la pobreza es un fenómeno de carácter relacional, que tiende a ser percibido en la dicotomía inclusión/exclusión y que se asienta en la matriz configurada por las relaciones de producción y distribución. Por medio de las políticas públicas, el Estado “interfiere” siempre en esa relación y por ello, desempeña un rol claramente redistributivo, ya sea en forma directa o indirecta, por acción u omisión, en la matriz de organización social y económica de un país. A veces, este rol es asumido explícitamente; otras veces, las políticas “neutras” convalidan la distribución realizada por el mercado. En base a la experiencia de trabajo en el Programa, y a la luz de la conceptualización precedente, emerge la pregunta de cuánto es posible avanzar en la mejor inserción en los mercados de este tipo de productores a través de instrumentos y acciones específicas dirigidos únicamente hacia el sector vulnerable. Dicho de otra modo, se presentan dudas en relación a los logros obtenidos por los programas que hacen foco en las estrategias de acción directa hacia los productores vulnerables. Esto no responde a la discusión de las políticas universales versus las focalizadas; se acepta que las políticas deben focalizarse en segmentos o estratos de población a la manera de una “discriminación positiva”. La referencia es al foco de la estrategia de trabajo para mejorar las condiciones de la población o el estrato atendidos. En este sentido, la práctica muestra - a través de los ejemplos de la ejecución provincial-, que en los proyectos productivos en los que predomina una visión articuladora y relacional se presentan resultados exitosos. La reflexión del equipo lleva actualmente a la conclusión de que el foco de este tipo de programas debería estar puesto en las interacciones entre los diversos actores y por tanto, la acción estatal debería jugar un papel mediador, negociador y articulador en éstas. En este sentido, se entiende que los programas estatales que actúan en la órbita del desarrollo rural y que se proponen reducir la pobreza deberían necesariamente incluir la perspectiva de tales interacciones, con instrumentos de intervención específicos. Por todo lo dicho, se aprecia la necesidad de avanzar en la intervención fortaleciendo: (i) los lazos de articulación de este tipo de productores con productores de otros estratos, y (ii) la negociación de éstos con los agentes y sistemas de comercialización existentes. En ambos casos, la justificación de la acción estatal debería revestir las características de un óptimo paretiano14, en beneficio de los más débiles. 14 Punto en que ningún actor involucrado pierde y al menos uno, mejora. 10 de 17 Julio de 2005 Ministerio de Economía y Producción Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos 4 El nivel de la intervención 4.1 La ejecución descentralizada El escenario de culminación de esta fase de cooperación, impacta directamente en la organización técnica y política con que opera actualmente el PRODERNEA, tanto a nivel de la nación como de las provincias. El diseño de la estrategia de salida debería incorporar una propuesta respecto a la institucionalidad deseada, una vez finalizada su ejecución. No obstante lo dicho, no se aborda explícitamente en este documento esa problemática, aunque se definen algunos rasgos que no deberían dejar de caracterizar a tal institucionalidad. La forma organizativa que hoy detenta fue diseñada para la ejecución del actual programa y debería ser reestructurada en el escenario post-PRODERNEA, en atención al fortalecimiento de aquellos órganos técnicos y de conducción política que hubieran logrado un cierto nivel de desarrollo y autogestión, y que aparecieran como requeridos por la sustentabilidad de las acciones e impacto alcanzados. El PRODERNEA tiene una arquitectura institucional compleja, ya que representa un intento simultáneo de articulación a distintos niveles. Lo nacional y lo provincial; lo gubernamental y lo privado; lo técnico y lo político, junto a la participación de los “beneficiarios” en la toma de decisiones, ponen en escena un orden simbólico atravesado por distintas dialécticas u oposiciones así como por racionalidades diferentes también. Todo ello, en un contexto de relativa desarticulación de las políticas públicas y de una cierta atomización de las organizaciones públicas y privadas que actúan en el medio rural. Con la dificultad que tal orden conlleva, esta característica propia del Programa ha posibilitado aprendizajes en estos múltiples aspectos y ha contribuido al desarrollo de capacidades públicas, provinciales y nacionales. En tanto estos elementos son apreciados como imprescindibles a la hora de la ejecución de políticas que contemplen adecuadamente el carácter federal de la estructura política argentina, deberían ser capitalizados en la estrategia de salida del PRODERNEA y en la construcción de la institucionalidad que lo suceda en el futuro inmediato Como queda dicho, el PRODERNEA se desarrolla como programa público con clara orientación descentralizadora, lo que se expresa en el modo en que el mismo se instrumenta y ejecuta. Aunque con limitaciones, esto representa un avance fundamental en la estrategia de organización y el ejercicio cotidiano permite destacar que, más allá de especificidades y diferencias, cuando existe un objetivo común y claridad en los roles y niveles de autonomía, el trabajo conjunto muestra muy buenos resultados. En este sentido, la UNC valora como altamente positiva la experiencia de coordinación entre grupos de trabajo pertenecientes a los gobiernos provinciales y al nacional, y considera que tal experiencia marca un camino a seguir y profundizar en cualquier escenario por venir. En consecuencia, en el marco de la estrategia de salida y con vistas a la delineación de ese “PRODERNEA después del PRODERNEA” considerado deseable, se percibe como indispensable ahondar en el proceso de descentralización y articulación hacia una concepción 11 de 17 Julio de 2005 Ministerio de Economía y Producción Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos del desarrollo que permita democratizar el acceso a los bienes y servicios necesarios para la vida humana – incluidos el agua y la tierra -; dinamizar los intercambios para agregar valor económico, cultural, ambiental -, y distribuirlo con equidad en los territorios rurales. Esto sería posible en la medida en que se lograra construir una política nacional de desarrollo rural en forma conjunta con las provincias y demás actores involucrados. Para avanzar en este sentido, parece pertinente trabajar en el aumento de las capacidades locales, y hacerlo con la debida consideración por las diferencias existentes entre las distintas jurisdicciones. El diseño y la ejecución del PRODERNEA han permitido la aplicación de una metodología de trabajo que resultó apropiada a las realidades locales en un doble sentido: es adecuada y por su intermedio, el PRODERNEA es visto como instrumento propio de los gobiernos provinciales. Tareas pendientes y primordiales para lo que queda de esta fase son, por una parte, la ampliación de los espacios de diálogo conjunto - en los que vale y enriquece la discrepancia, siempre que se dé en un clima de respeto y mutua valoración -, y por otra,. la consolidación de una visión compartida y un modo de hacer que brinde la necesaria unidad y coherencia en la diversidad. En base tanto a la importancia asignada al tema por la UNC cuanto al diagnóstico de los problemas aún no resueltos en este aspecto, se propone la revalorización de las instancias colegiadas de la estructura organizativa del PRODERNEA. En esta fase, se trataría de potenciar el desarrollo de mayores niveles de articulación entre la UNC y las Unidades Provinciales de Ejecución (UPEs) y fortalecer el Consejo Coordinador del PRODERNEA, que incorpora a las provincias con voz y voto en la dirección estratégica del Programa.. Para la obtención de estos objetivos sería necesario: (i) el aumento de la frecuencia de encuentros15; (ii) el aporte de mayores elementos de planificación de las instancias de trabajo e intercambio conjunto, para hacer “visibles” las horas destinadas a estas actividades; y (iii) la incorporación de la visión de la comunidad organizada como representativa de los colectivos en que el PRODERNEA hace foco, de manera de reforzar la participación de los “beneficiarios”. Este último aspecto emerge con carácter estratégico en este escenario de culminación del actual programa. La identificación de los actores presentes a escala nacional y en cada territorio de intervención es de vital importancia para definir la integración pertinente de órganos consultivos o decisorios en un marco de gestión pública abierta. La elaboración de mapas de redes y rutas de inclusión de actores involucrados en el desarrollo rural aparecen como metodologías apropiadas para este plano del diseño estratégico. Definir un primer nivel de acuerdo en cuanto a esa identificación permitiría concentrar las acciones de fortalecimiento institucional en lo que resta del período de ejecución. Esta definición – con quiénes, institucionalmente hablando, avanzaría el estado en la construcción 15 Tal vez más breves, con temario más ajustado, para no incidir negativamente en la ejecución. 12 de 17 Julio de 2005 Ministerio de Economía y Producción Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos junto a la comunidad organizada de la nueva etapa de este proceso - debería contar con una amplia base de consenso, por lo que es considerada como materia central de discusión y se propone como un producto a obtener del seminario-taller. 4.2 La aplicación de los instrumentos Como se indica más arriba, el Programa fue diseñado para actuar directamente sobre la población objetivo, la que se definió en base a niveles de ingreso y tamaño de la explotación. La utilización de los instrumentos de crédito, capacitación y asistencia técnica en esta población ha generado una reflexión acerca de su pertinencia con relación a la situación de partida de los candidatos a usuarios de los mismos. Los logros obtenidos en la ejecución estarían fuertemente asociados a la capacidad de respuesta existente en los sistemas de producción, entendidos éstos como los sistemas unidad social de producción-explotación o sistema comunitario, según el caso. El análisis de distintas experiencias lleva a la individualización de algunas variables decisivas a la hora de evaluar la pertinencia de los instrumentos utilizados, a saber: (i) grado de organización y características de la gestión, (ii) capital social “horizontal” 16 ; (iii) disponibilidad de activos relacionales del sistema17, y (iv) nivel de articulación de la producción o los servicios con cadenas y clusters. Esta constatación ha movido al equipo de la UNC a la conclusión de que es necesario realizar una estrategia de diferenciación de la población objetivo que integre las variables precedentes. Por tanto, resulta fundamental el desarrollo de un sistema rápido y confiable de indagación en estos aspectos así como la generación de una categorización de la población destinataria en función de los valores que revistan tales variables en cada caso. Esta categorización permitiría adecuar y dirigir más eficientemente los instrumentos del Programa. Este enfoque por categoría de “unidad social de producción - emprendimiento” podría ser un principio de mucha utilidad para la estrategia de complementación y ampliación de la oferta pertinente de servicios de apoyo y promoción por parte del estado. El ajuste de instrumentos “a la medida”, desde esta óptica, podría potenciar su utilidad si se realizara conjuntamente con la implementación de un registro nacional de usuarios de programas estatales de desarrollo rural, similar en varios aspectos al que se conoce en la experiencia brasileña18. Esta iniciativa 16 Se entiende por tal al conjunto de redes, normas de comportamiento cívico, valores y confianza acumulados entre los individuos pertenecientes al mismo estrato o segmento. 17 Lo que alude a los lazos establecidos por unidad social de producción con agentes sociales o económicos fuera del estrato o segmento al que ésta pertenece. 18 Este registro, posiblemente de inscripción voluntaria en un comienzo, obraría como un instrumento de relevamiento del interés en acceder a los distintos servicios ofrecidos. Los candidatos y/o candidatas deberían manifestar su voluntad de inscribirse y así informarse de cuáles serían todos los servicios que el estado podría ofrecerle de acuerdo a la categoría en la que resultaran incluidos. Asimismo, permitiría concentrar, diferenciar y 13 de 17 Julio de 2005 Ministerio de Economía y Producción Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos se aplicaría básicamente a la producción familiar y, por lo tanto, incluiría a la población rural pobre de manera diferenciada. No se agota aquí la necesidad de reflexión sobre los instrumentos. Con fuerza, se impone como imprescindible la necesidad de repensar las herramientas adecuadas para la intervención en las comunidades aborígenes. En éstas, las acciones dirigidas a aumentar los niveles de interacción con los mercados y/o a llevar a cabo actividades productivas en forma sistemática destinadas a generar ingreso monetario requieren de procesos de aprendizaje de largo plazo. Por tanto, en esta etapa se deberían reforzar los proyectos vigentes y priorizar las acciones destinadas a satisfacer las necesidades básicas, con la consecuente mejora de las condiciones de vida, en lo que resta del período de ejecución. Aplicar recursos en este sentido permitiría “capitalizar” adecuadamente lo realizado para abordar nuevos desafíos en programas o etapas posteriores. Es evidente que este tipo de población precisa de instrumentos diferenciales y fuertemente articulados con otros disponibles en materia de política social y educativa, por lo que la integración con otros programas y entidades del estado nacional y provincial toma un carácter especialmente relevante. Una reflexión general, a nivel táctico, que no se desea dejar de realizar en esta oportunidad refiere a la necesidad de mejorar el uso que se hace de los instrumentos actuales del PRODERNEA. Su potencial se manifiesta en la medida que se apliquen en forma integrada, tal como fueron concebidos, convergiendo en un proyecto. Esto significa que no se trata de instrumentos de uso alternativo. La práctica ha demostrado que muchas veces el crédito es el instrumento que mayor interés suscita en la población a la que se acerca con su oferta el Programa, y a menudo actúa como “puerta de entrada” al PRODERNEA. El crédito aislado de la comercialización, la capacitación y la asistencia técnica pertinentes y necesarias, no es, en general, suficiente para asegurar la sustentabilidad 19 de los proyectos de los usuarios y comunicar la oferta pública de servicios adaptados a las características de los candidatos y/o candidatas a usuarios. Probablemente, esto posibilitaría que la diversidad de ofertas existente pudiera ordenarse y difundirse en forma apropiada. Una estrategia de comunicación, diferenciada según edad, sexo y categoría de unidad social de producción-emprendimiento, y diseñada en función de la población a la que iría dirigida la oferta, complementaría lo que se propone. El registro se organizaría, entonces, en base a las características de cada unidad social de producción–emprendimiento, y sus activos sociales, en forma complementaria con los niveles de ingreso y estatuto de tamaño, lo que facilitaría: (i) la aplicación de estrategias de comunicación e instrumentos a la medida de las capacidades y posibilidades de respuesta de la población y (ii) la potenciación de la oferta pública por la vía de su presentación consolidada y ordenada. 19 “También (…) debería discutirse y aclararse el concepto de sustentabilidad económica de los emprendimientos o proyectos de los usuarios. No porque haya dudas respecto de lo que en sí mismo significa sino porque, según sea el segmento al que se refiera, habría que contabilizar la continuidad de cierto apoyo estatal – incluso, en el largo plazo -, para que el emprendimiento fuera efectivamente sustentable. En términos de política pública, esto debería contemplar además del costo económico y el de oportunidad, el costo social de no hacerlo. Los propósitos de los programas no suelen guardar correspondencia ajustada entre la magnitud del cambio que pretenden y la exigüidad del tiempo y los recursos comprometidos. El desarrollo territorial no es para el corto plazo.” S. Márquez, PRODERNEA y PRODERNOA en el marco de una estrategia de desarrollo territorial, octubre de 2004 14 de 17 Julio de 2005 Ministerio de Economía y Producción Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos usuarias que – en tanto proyectos, justamente -, requieren de la articulación de distintos recursos para el logro de sus objetivos. Por otra parte, el crédito administrado por una organización de productores o pobladores rurales en beneficio de sus asociados y asociadas puede constituirse en eficaz medio para la creación y consolidación de interesantes capacidades autogestionarias y para fortalecer a la institución, con el consiguiente impacto en la acumulación de capital social. En particular, cuando se lo enmarca en un adecuado diseño de la estructura financiera y organizativa, y se proporciona acompañamiento especializado. Si bien no hay todavía ejemplos al respecto en la ejecución del PRODERNEA, cabría considerar análogamente la gestión de los servicios técnicos y de capacitación. Desde el punto de vista de la UNC sería recomendable comenzar este año algunas experiencias piloto de autogestión en cooperativas u otras organizaciones de similares características cuidadosamente seleccionadas y acompañadas. A esta “vuelta de tuerca” sobre los instrumentos clásicos, habría que sumar nuevos instrumentos, en particular, algunos que tuvieran que ver con sentidos reclamos de los pobladores y las pobladoras rurales, tales como fondos no reintegrables de gestión cooperativa destinados a inversión; vivienda rural e información y comunicación. Por último, la formación y la reflexión continuas de todos los agentes involucrados en el Programa siguen siendo de vital importancia para el aprendizaje institucional. Más allá de continuar con los planes de capacitación en vigencia, la participación efectiva configura una excepcional oportunidad de enseñanza-aprendizaje que debería ser aprovechada al máximo por todos los comprendidos por el ejercicio de la implementación del PRODERNEA. 5 La estrategia de trabajo futuro 5.1 Hacia un programa de desarrollo en los territorios rurales Esta percepción estratégica del PRODERNEA en base a su capacidad de contribución al diseño de una política de desarrollo en los territorios rurales hace necesario considerar el conjunto de programas e instrumentos que se aplican desde el estado en esta materia, y contextualizar sus aportes y potencialidades desde esta perspectiva más amplia. El análisis de los niveles de superposición y complementariedad con otros programas y dependencias estatales que actúan en el Desarrollo Rural se muestra como fundamental al momento del diseño de su estrategia de salida y es un paso indispensable para imaginar el futuro deseable. El diseño post-PRODERNEA – en rigor de verdad, cualquier nuevo diseño -, no sólo tendría que enmarcarse en una política de desarrollo rural sino que debería contener claros criterios de complementariedad. Esto permitiría que las acciones se orientaran hacia aspectos y segmentos de población en los que se evidenciaran vacíos de propuesta pública pero que, no 15 de 17 Julio de 2005 Ministerio de Economía y Producción Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos obstante, se entendieran estratégicos para la intervención. Adicionalmente, evitaría la “sobrecobertura”20 y haría más racional la inversión de esfuerzos y recursos Naturalmente, se adopta como supuesto que la lógica de complementación debería estar presente también al momento de formular la política de desarrollo rural. En este mismo sentido, es necesario realizar un esfuerzo para no generar multiplicación de estructuras, sean éstas de tipo político-institucional o técnico-administrativas. Se deberían potenciar y articular ámbitos de trabajo e intercambios ya existentes en el gobierno – a nivel nacional y/o provincial -, con los ajustes y modificaciones que se entendieran pertinentes. Para esto se requiere la concepción de los programas como parte y al servicio de una política de desarrollo, a la que eventuales cooperaciones o fondos externos se integrarían en vez de desenvolverse como programas completamente independientes. El recorrido realizado hasta el momento por el PRODERNEA conlleva aprendizajes aplicables al momento de componer perspectivas en un espacio de articulación de los gobiernos - nacional y provinciales - con la comunidad rural. El desafío del nuevo diseño debería ahondar este marco de encuentro con el objetivo de generar estrategias congruentes y consistentes, al mismo tiempo que haría efectiva la coordinación de acciones para el Desarrollo Rural. Este desafío implica a su vez, hacer más eficientes los mecanismos de participación. Para esto, habría que analizar con detenimiento la contribución del PRODERNEA al desarrollo de capital social así como su colaboración con el establecimiento de instituciones y organizaciones que promuevan la confianza y sean integradoras de todos los actores. Tales instituciones y organizaciones – siempre que surgieran del auténtico interés de los actores y no por mandato - facilitarían la concertación y, al hacerlo, incrementarían las oportunidades para que la población menos favorecida participe ventajosamente del proceso y de sus beneficios. De lo dicho se desprende que la “nueva” institucionalidad debería profundizar los niveles de participación de la comunidad involucrada, con atención preferente a la representatividad. La incorporación de la comunidad organizada a ciertas instancias de trabajo y decisión dentro de la gestión pública señala nuevos cursos de acción para la participación efectiva de la población. La inclusión de espacios de debate entre el gobierno y la sociedad civil organizada en materia de desarrollo rural, permitiría brindar un ámbito abierto de propuestas y búsqueda de soluciones. Evidentemente, esto requiere trabajar en la generación de una cultura de la participación y del ejercicio de ciudadanía responsable, que permita superar la lógica del 20 De esta manera se alude a los casos en que una misma unidad social de producción es atendida desde diversos prestadores. Muy a menudo, esto genera el desarrollo de capacidades específicas en la población para la captación de beneficios de origen público o de la cooperación internacional, a la manera de una auténtica “estrategia de supervivencia”. . 16 de 17 Julio de 2005 Ministerio de Economía y Producción Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos reclamo - que genera una respuesta puntual a la demanda -, y apueste a la construcción colectiva de propuestas y soluciones. En este sentido se destacan experiencias recientes, como la Sección Nacional de la Reunión Especializada de Agricultura Familiar del MERCOSUR, ámbito en el que puede entreverse una oportunidad de diálogo abierto. El problema de la representatividad de las organizaciones de productores y de cómo se promueve la organización y participación de aquellos productores vulnerables no integrados activamente a éstas, es un aspecto de preocupación del equipo. En definitiva, en términos conceptuales, se recomienda la integración efectiva de los productores en la formulación de la política pública de desarrollo rural, pero se advierte sobre el peligro de la proliferación de los espacios de diálogo lo que podría llevar a su esterilización. En este enfoque el gobierno, sea éste nacional o provincial, es un actor del desarrollo rural y tiene un rol orientador y articulador a cumplir en el diseño de políticas de estado, entendiendo por éstas, las que son desarrolladas por una pluralidad de agentes que actúan en el espacio público y que trascienden las sucesivas administraciones. 17 de 17 Julio de 2005