Espectáculos taurinos y maltrato animal Por: Gonzalo Duque-Escobar * Para empezar, dos noticias del entorno colombiano sobre los animales, tan diferentes como contradictorias: una, el aval a las corridas de toros dado en Colombia por la Corte Constitucional donde existan plazas permanentes y reglamentadas; y dos, las fuertes imágenes del registro y cruel fusilamiento de un perro indefenso, ejecutado por soldados colombianos, donde la gravedad de la conducta para el superior inmediato, de conformidad con la noticia, parece haber sido desperdiciar la munición y no la de cercenar una vida. Ayer, los espectáculos circenses donde los gladiadores se enfrentaban a animales salvajes acorralados, para no hacer mención de otros con humanos luchando a muerte para la juerga del vulgo, costumbre en la época remota de nuestra civilización; luego, perros bullterrier adiestrados para matarse, cuando no zorras aterrorizadas cazadas por jinetes y manadas de canes de la realeza, y peleas de gallos con espuela de acero para hacer más fatal la cruenta función… ahora las corridas de toros engalanadas con manolas, trajes de luces, paseíllo y pasodobles, tras un espectáculo de sangre que justifica la agonía de un ejemplar que se tortura y debilita, evocando el “arte de Cúchares”. El asunto en cuestión es ¿hasta dónde resulta justificable el dolor y estrés innecesario causado a un animal, surgido de acciones humanas crueles, directas o indirectas, como fruto de la negligencia, la tortura, la mutilación o el sacrificio, cuando los móviles son la recreación y el negocio soportados en el espectáculo? Esta clase de situaciones se ha venido convirtiendo en un problema social de creciente dimensión, cuando no en preocupante muestra de la naturaleza de los conflictos asociados a la violencia que vive Colombia, dadas las complejas relaciones entre crueldad animal, intolerancia social y barbarie cívica. Cuando se señala que la crueldad hacia los animales, por ser un trastorno generalmente producto de la educación y del medio ambiente, también es una alteración psicopática, de hecho se está excluyendo el sacrificio de animales con el propósito de proveerle alimento a la población. Y para quienes eleven al plano de la argumentación otros elementos, habrá que diferenciar entre la competencia instintiva y no provocada entre los animales en su propio hábitat natural, y la lucha que se propicia con ellos para montar un espectáculo de sangre y muerte, máxime cuando ésta no se da a partir de una especie, sino de una raza cultivada, y como tal de un espécimen desarrollado, seleccionado, y criado a partir de una especie de suave carácter, no agresiva por naturaleza. Y en el caso del perro, menos complejo que el anterior porque cabe la tesis de que los actos de crueldad animal pueden ser síntomas de trastornos de la conducta durante la infancia, asociados a violencia interpersonal y familiar, creo que más allá de las acciones administrativas y disciplinares de nuestro Ejército, ofreciendo corregir algo absolutamente bochornoso por actos que no hacen parte de su misión y valores enseñados, y de pedir un castigo ejemplar para los involucrados proporcional a su responsabilidad y sentar el justo reproche por lo sucedido, está la necesaria autocrítica al modelo educativo y cultural de cuantos cumplimos un rol determinante en la sociedad, por la clase de valores cultivados y personas que formamos, cuando el desarrollo ético del infante que se expresa en la crueldad con los animales desemboca en la brutalidad e intolerancia humanas. Finalmente, en el tema taurino, admitiendo que en el fondo de la problemática están las contradicciones propias de la tradición de un pueblo, tendremos que preguntarnos sobre si acaso no es nefasto pensar que el maltrato animal debe perdurar como herencia cultural, cuando tampoco preservamos la esclavitud habiendo sido en la antigüedad modo de producción e institución jurídica. Y en cuanto al video del soldado que mira al perro herido con fusil, mientras que otro prepara su carga para disparar por segunda vez, reflexionar sobre el por qué de los “burro-bomba” y los falsos positivos que enlodan por igual a los actores armados que siembran de minas el campo, como a los héroes de la patria que como ellos, también son campesinos colombianos; ambos hechos tan bochornosos e inhumanos, como la homofobia que ha manifestado alguien investido con el honroso título de “padre de la Patria”. A modo de epílogo: así los animales en el peor de los casos no puedan poseer derechos como los humanos, por no tener capacidad de razonar y una conciencia crítica para adquirir deberes con la sociedad -razón por la cual la homofobia y la esclavitud resultan ser inhumanas-, el hecho de que efectivamente los animales pueden sentir agonía y sufrimiento, los hace merecedores de derechos morales sin reciprocidad, tal cual los concedemos al medio ambiente, con normativas que hagan del maltrato animal una conducta contraria a la civilidad. * Profesor Universidad Nacional de Colombia http://galeon.com/cts-economia [Ref. La Patria, Manizales, 2012-11-26] Imagen, en: tinxi-4-5.blogspot.com Relacionados: GIRASOLES EMBLEMÁTICOS PARA LA PROBLEMÁTICA AMBIENTAL DE CALDAS, en: http://godues.wordpress.com/2011/12/05/girasoles-emblematicos-para-la-problematica-ambiental-de-caldas-2/ DEL FUTBOL A LOS NOTORIOS PROCESOS CULTURALES EN MANIZALES, en: http://godues.wordpress.com/2012/03/14/delfutbol-a-los-notorios-procesos-culturales-en-manizales/ PROBLEMÁTICA AMBIENTAL, en: http://godues.wordpress.com/2011/04/25/problematica-ambiental/ LAS CUATRO ESTACIONES PARA REFLEXIONAR SOBRE CAMBIO CLIMÁTICO, en: http://godues.wordpress.com/2011/04/18/las-cuatro-estaciones-para-reflexionar-sobre-cambio-climatico/ LOS FRÁGILES CIMIENTOS DE LA DEMOCRACIA, en: http://www.bdigital.unal.edu.co/3554/ LOS GUETOS URBANOS O LA CIUDAD AMABLE, en: http://www.bdigital.unal.edu.co/2064/ CULTURA & ASTRONOMÍA, en: http://www.webdocentes.unal.edu.co/gduquees/docs/Cultura%26Astronomia-docca[1].pdf