LOS DERECHOS FEDERATIVOS EN EL FUTBOL PROFESIONAL ACTUAL VIGENCIA O NO DE SU CONTENIDO PATRIMONIAL Dr. Alvaro Galeano Gubitosi Dr. Horacio González Mullin I. Introducción. Desde que el fútbol como deporte se profesionalizó y que los servicios de los futbolistas profesionales pasaron a ser objeto de importantes transacciones económicas entre clubes, y entre éstos y agentes, empresarios o inversores, surgió el concepto de derechos federativos y derechos económicos derivados de aquéllos.Las transferencias de jugadores profesionales de un club a otro se materializaban y se materializan en la actualidad, mediante contratos de cesión de derechos federativos y económicos, por los cuales se paga un importante precio.- Además los clubes, necesitados de recibir fondos para su propio financiamiento, ceden a favor de agentes, empresarios o inversores los derechos económicos derivados de los derechos federativos a cambio también de importantes sumas de dinero. El objeto del presente artículo será analizar si en el fútbol profesional actual los derechos federativos continúan teniendo un valor económico por sí merecedores de transacciones dinerarias o, si en cambio, por la fuerza de las reglamentaciones, se han convertido en derechos carentes de contenido patrimonial. Para ello, analizaremos en primer lugar, el concepto que la doctrina le ha dado a los derechos federativos y a los derechos económicos derivados de ellos. II. Concepto de Derechos Federativos.Distintos son los conceptos con que la doctrina ha definido los derechos federativos, aunque en su gran mayoría giran en torno a los derechos que surgen de la inscripción del jugador de fútbol profesional en una federación determinada. En Argentina, el Dr.Rafael Trevisán explica que a temprana edad, generalmente a partir de los 12 años del deportista, se genera una relación contractual inicial con el club, a la cual denomina “Contrato de Afiliación Deportiva”, por el cual de común acuerdo resuelven registrar al jugador ante la asociación deportiva correspondiente presentando la “ficha”.- Según el Dr.Trevisán, a partir de tal registración nace el derecho federativo, el cual puede ser definido como “el derecho de titularidad registral condicional y especial que posee una entidad deportiva (club de fútbol) frente a una asociación 1 (AFA) respecto de un deportista, para que éste participe en determinada competencia oficial en nombre y representación de la entidad deportiva”.- 1 Por su parte, Vicente Montes Flores establece que el concepto de derecho federativo más aceptado tanto por la Doctrina como por la práctica jurídica es “el derecho de una entidad a inscribir a un determinado deportista en una determinada competición oficial para que participe en nombre y representación de la misma.”2 En Uruguay, el Dr. Hernán Navascués expresa que el derecho federativo es el que surge de la circunstancia de iniciar un jugador su vinculación con un club y con una asociación determinados. Se trata de una potestad que se inicia con la solicitud del jugador para inscribirse en una Asociación nacional que está afiliada a la Federación Internacional (es decir FIFA) y que en el momento de afiliarse por un club, cede a éste, mientras esté ligado ya sea contractualmente o estatutariamente. Equivale a lo que se puede denominar el fichaje del jugador o lo que le otorga al club la prerrogativa de cederlo a otro. De acuerdo a esta descripción, Navascués define al derecho federativo como “la potestad, ya sea del club o del jugador, o de ambos, de disponer del fichaje del jugador para actuar en ese club o transferirlo a otro.”3 A nuestro entender, y de acuerdo a las opiniones doctrinarias referidas, podríamos definir al Derecho Federativo como el derecho o potestad que tiene un club de inscribir a un jugador en una determinada competencia oficial organizada por una federación o asociación, para que el jugador lo represente en la misma; tal derecho nace a favor del club, desde el momento en que el jugador es inscripto o registrado (inscripción registral) en la citada federación o asociación. Debemos decir también, que debe distinguirse el acto de inscripción en una federación o asociación que hace nacer el derecho federativo (según Rafael Trevisan tiene origen en un Contrato de Afiliación Deportiva), con el contrato de trabajo entre el Club y el jugador.- Si bien se encuentran intimamente vinculados entre sí, son dos actos distintos y generan derechos diferentes.Los derechos federativos nacen en la cabeza del Club Deportivo, con la inscripción del jugador en la federación o asociación correspondiente, y no con la celebración del contrato de trabajo de jugador de fútbol profesional, que puede ser anterior o, incluso, en el caso de menores no profesionales, puede no existir. A solo vía de ejemplo: 1) en el caso de jugadores menores no profesionales, inscriptos en una federación, existe el derecho federativo a favor del club para el cual está 1 Rafael Trevisan, “El Contrato de cesión de beneficios económicos provenientes de la transferencia de un jugador de fútbol” publicado en “elDial.com.” Biblioteca Jurídica Online. 2 Vicente Morales Flores, “Los Derechos Federativos y Su Contenido Profesional”, página 5, publicado en la página de Internet “Sport Doc”. 3 Hernán Navascues, “Futbol Profesional. Trabajo y Derecho”, página 99.- 2 inscripto pero no existe aún contrato de trabajo alguno; 2) en caso de jugadores profesionales que suscriben un nuevo contrato de trabajo con una entidad deportiva, los derechos federativos pertenecen a la antigua institución, hasta tanto ésta remita el TRANSFER o certificado de transferencia internacional (CTI) a favor del nuevo club, ya sea en carácter de definitivo o de préstamo.- Recién remitido el CTI, el jugador estará inscripto en la nueva federación y recién en ese momento, el nuevo club será el titular de los derechos federativos del jugador, titularidad que puede ser en forma definitiva o en carácter de préstamo, por un período determinado. Pero hasta tanto no se remita el CTI, el jugador no podrá competir en partidos oficiales por el nuevo club, aunque sin embargo, el club deberá cumplir con lo estipulado en el contrato laboral, entre otros el pago de los salarios establecidos. Estos ejemplos son, a nuestro entender, claros para demostrar que son dos momentos distintos; los derechos federativos surgen y nacen a favor de una institución deportiva a partir del momento en que el jugador es inscripto a nombre de ésta en una Federación o Asociación determinada, y no nacen con la firma del contrato de trabajo.Esta también es la opinión de Vicente Montes Flores.- En este sentido afirma: “Considero que debe ser aceptado que el derecho federativo y la existencia de un contenido patrimonial en el mismo no tiene por qué estar vinculada a la existencia de un determinado contrato de deportista profesional……………En tal sentido, adquirir los servicios profesionales de un jugador es firmar un contrato laboral con el mismo, conforme lo establecido en la normativa laboral vigente. Pero ¿es lo mismo adquirir los servicios profesionales del jugador que adquirir SUS DERECHOS FEDERATIVOS? La respuesta, en nuestra opinión es que NO………….A pesar de que estén intimamente relacionados, no son lo mismo.”4 Tal cual lo afirma Vicente Morales Flores, inscripción registral y contrato de trabajo están intimamente vinculados entre sí.- En el caso de jugadores profesionales ambos actos son necesarios para que el jugador pueda competir en forma oficial por una institución deportiva.- Podrá existir un contrato de trabajo de futbolista profesional, pero no podrá competir en forma oficial si no está registrado por dicho club en la asociación o federación correspondiente; lo mismo sucede a la inversa; un jugador podrá estar inscripto a nombre de un club en una asociación o federación, (lo que le confiere al club la titularidad de los derechos federativos) pero salvo excepciones,5 no podrá utilizarse los servicios profesionales en competiciones oficiales hasta tanto se celebre un contrato de trabajo.- 4 Vicente Morales Flores, “Los Derechos Federativos y Su Contenido Profesional”, página 5, publicado en la página de Internet “Sport Doc”. 5 El actual Estatuto del Jugador de Fútbol Uruguayo establece que los menores podrán jugar hasta 5 partidos en Primera División sin tener contrato de trabajo. 3 Evidentemente ambos son institutos que se encuentran ligados en forma indisoluble en caso de jugadores profesionales cuyos servicios pretendan ser utilizados por las instituciones deportivas, en competencias oficiales.III. Concepto de Derechos Económicos derivados de los Derechos Federativos. Según gran parte de la doctrina, los derechos federativos de un determinado deportista (en nuestro caso un jugador de fútbol), poseen un contenido patrimonial, el cual es denominado “derechos económicos derivados de los derechos federativos” y que se traduce generalmente en el beneficio económico que percibirá el club por la transferencia del jugador a otro club.Esta distinción es, a nuestro entender, totalmente válida y correcta.En efecto; los derechos federativos implican una serie de derechos que no pueden dividirse o compartirse con otras instituciones deportivas, por ejemplo, el derecho del club a que el jugador lo represente en competencias oficiales; es lo que muchos doctrinos denominan “el ejercicio del derecho federativo”.- No sería posible ceder a otra institución deportiva un porcentaje de los derechos federativos de un jugador, ya que la institución cesionaria o adquirente no podría ejercer los derechos adquiridos, en su cuota parte, pues el jugador solo puede competir en forma oficial para un solo club deportivo.- De esta forma la adquisición de un porcentaje de los derechos federativos, estaría vacía de contenido, pues el ejercicio del mismo sería reglamentariamente imposible. Sin embargo, existen otros derechos que resultan a su vez de los derechos federativos, que sí podrían dividirse o compartirse, como ser los beneficios económicos que en el futuro pudiera percibir el club como consecuencia de una transferencia.- Estos beneficios económicos son los llamados “Derechos Económicos derivados de los Derechos Federativos”, siendo válidas las transacciones que se realicen, total o parcialmente de tales derechos, entres instituciones deportivas afiliadas.No obstante, en nuestra opinión, no podría utilizarse esta distinción entre derechos federativos y derechos económicos, como derechos independientes para eludir las prohibiciones legales que existen respecto a la titularidad de los derechos sobre la prestación de la actividad de un deportista o sobre su transferencia.Efectivamente; en muchos países existen leyes, convenios colectivos, reglamentos que prohíben expresamente que personas físicas o jurídicas que no tengan la calidad de instituciones deportivas afiliadas a la federación, sean titulares de los derechos federativos del jugador. En el Uruguay, por ejemplo, la Ley 14.996 6establece en su artículo 2 que se prohíben todas las cesiones de derechos sobre la prestación de la 6 Ley Uruguaya No.14996 de Actividad Deportiva, sancionada el 18 de marzo de 1980. 4 actividad de un deportista o sobre su transferencia, efectuadas por instituciones afiliadas a las asociaciones o federaciones reconocidas oficialmente o por cualquier otra institución con personería jurídica inscripta en el registro respectivo, en favor de personas físicas, o de personas morales que no revistan la indicada naturaleza. Una situación similar acontece en la Argentina.En consecuencia entendemos que no es posible validar negociaciones y transacciones realizadas por inversionistas, empresarios y sociedades que no son instituciones deportivas afiliadas respecto de los derechos económicos derivados de derechos federativos; se tratarían, a nuestro entender, de negocios realizados en fraude a la ley, vulneraría normas legales prohibitivas y traería aparejado la nulidad absoluta de los contratos.- No debemos olvidar que siempre y en todo caso, los derechos económicos derivan o resultan de los derechos federativos, por lo que no sería válido intentar eludir las normas prohibitivas alegando que se tratan de derechos distintos, autónomos o independientes entre sí.Somos conscientes que, a pesar de las leyes y reglamentos de referencia, la realidad actual nos muestra que continuamente se realizan cesiones de derechos económicos a favor de personas, físicas o jurídicas, que carecen de la calidad de entidades deportivas afiliadas a la federación.- Sin embargo la realidad no puede modificar ni derogar leyes o reglamentos 7.- Los órganos jurisdiccionales deben atenerse a lo dispuesto por las leyes, y los antecedentes jurisprudenciales especialmente de la Argentina, demuestran que así lo están haciendo, y que están declarando viciados de nulidad absoluta, los contratos de cesión de derechos económicos realizados a favor de personas que no tienen la calidad de entidades deportivas afiliadas a la federación correspondiente.Determinado el concepto de derechos federativos y derechos económicos derivados de los mismos, y admitida la distinción que se realiza entre ambos (aunque en nuestra opinión no estamos ante derechos autónomos o independientes entre sí), adelantamos que en la actualidad y por la fuerza de los reglamentos de la FIFA, los derechos federativos han perdido, a nuestro entender, todo valor económico a excepción del valor económico correspondiente a los derechos por formación y mecanismo de solidaridad.IV. El antes y después del caso Bosman. Como ya lo dijimos, desde que el fútbol como deporte se profesionalizó los servicios de los futbolistas profesionales pasaron a ser objeto de importantes transacciones económicas entre clubes, y entre clubes y agentes, empresarios o inversores.Qué era lo que tenía valor económico? Cuál era el objeto de dichas transacciones? 7 Artículo 9 del Código Civil Uruguayo: “Las leyes no pueden ser derogadas, sino por otras leyes; no valdrá alegar, contra su observancia, el desuso ni la costumbre o práctica en contrario. La costumbre no constituye derecho, sino en los casos en que la ley se remite a ella (Artículo 594, inciso 2º). 5 Sin duda que el objeto de tales transacciones eran los derechos federativos, es decir los derechos resultantes de la inscripción del futbolista en una determinada asociación.No importaba si existía contrato de trabajo vigente o no a favor del club cedente; lo que importaba era que éste fuera el titular registral del jugador en la federación o asociación correspondiente, que le permitía al club inscribir al futbolista en una competencia oficial para que éste lo representara; lo que se enajenaba o tenía valor económico era, entonces, justamente esa titularidad registral, o ese derecho o potestad que tenía el club originado en la titularidad registral.Aún cuando el club no tuviera contrato de trabajo vigente con el jugador, tenía derecho a recibir una importante compensación o contraprestación por transferencia de la titularidad registral del mismo, es decir por los derechos federativos o dicho de otra forma, por “el pase” o por el traspaso o transferencia del certificado internacional de transferencia. El nuevo club cesionario de los derechos federativos, pasaba a ser el titular registral del jugador, con el correspondiente derecho a inscribir al futbolista en una competencia oficial para que éste lo representara.Pero todo comenzó a cambiar a partir del tan renombrado caso Bosman, en el cual el Tribunal de Justicia de la Unión Europea dispuso, entre otras decisiones, que dentro de la Comunidad Europea, y para miembros comunitarios, la Reglamentación de la UEFA y todas las reglamentaciones de transferencias que obligaban al nuevo club contratante al pago de una cantidad a favor del club anterior, finalizada la relación laboral de un futbolista profesional comunitario, impedía el libre acceso al mercado de trabajo comunitario. Pocos meses después, un nuevo caso llegaba esta vez a la FIFA (Valencia F.C., Gloran Vlaovic y Padova), en el cual el Valencia F.C. se negaba a pagar al Padova, una indemnización por formación y/o promoción del jugador no comunitario, luego de finalizado el contrato, atento a que tales indemnizaciones solo tenían por objeto restringir y controlar la competencia entre clubes en el mercado de trabajo de jugadores profesionales, limitando de ese modo su libertad y capacidad de negociación contractual. Estos casos, y otros procedimientos entablados ante la FIFA, llevaron a que se modificaran las reglas de juego, mediante la modificación en el mes de septiembre del año 2001, del Reglamento Sobre el Estatuto y Transferencia de Jugadores, modificado a su vez, posteriormente, el 1 de julio del año 2005.A partir de ese entonces, lo esencial para el Reglamento de la FIFA pasó a ser la vigencia de los contratos laborales entre los clubes y los jugadores de fútbol profesional, y no la titularidad del derecho federativo o titularidad registral en una determinada asociación.- El club que tuviera un contrato vigente con un jugador de 6 fútbol profesional, tendría derecho a recibir una indemnización en caso que el jugador celebrara un nuevo contrato con otro club, durante la vigencia del contrato anterior.- De lo contrario, el club no tendría derecho a indemnización ni derecho a negarse a remitir el CTI o TRANSFER.- Le correspondería sí el derecho de indemnización por formación en determinados casos y, eventualmente en el futuro, la aplicación del mecanismo de solidaridad.V. Vigencia o no del contenido patrimonial de los Derechos Federativos. A partir de las modificaciones ocurridas en el Reglamento sobre el Estatuto y Transferencia de Jugador de la FIFA, los derechos federativos han perdido, a nuestro juicio, contenido patrimonial por sí mismos, o por lo menos, han perdido el contenido patrimonial que antes tenían.Como ya lo dijimos, el Estatuto de la FIFA gira ahora en torno a la vigencia o no de un contrato de trabajo entre el jugador de fútbol profesional y el club.En este sentido, el artículo 13 del Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores de la FIFA establece que un contrato entre un jugador profesional y un club podrá rescindirse solo al vencimiento del contrato o de común acuerdo.El artículo 14 dispone que, en caso que exista causa justificada, cualquier parte puede rescindir sin ningún tipo de indemnización o imposición de sanciones deportivas.Por su parte, el artículo 17 establece las consecuencias de la ruptura de un contrato sin causa justificada, imponiendo sanciones pecuniarias (una indemnización) y deportivas tanto al jugador como al nuevo club. El anexo 3, artículo 2 numeral 4 dispone que, ante el pedido por parte de la nueva asociación de un CTI (Certificado de Transferencia Internacional), la antigua asociación deberá en el transcurso de los 7 días siguientes remitir el CTI o informar que éste no puede expedirse porque el contrato entre el club anterior y el jugador profesional no ha vencido o no ha habido consentimiento mutuo sobre la rescisión prematura del mismo.Toda esta nueva estructura del Reglamento de la FIFA, implica que hoy lo que importa es la vigencia o no de los contratos de trabajo con los jugadores profesionales; serán indemnizados aquellos clubes que teniendo contrato vigente con el jugador, éste decida rescindirlo unilateralmente y sin causa justificada celebrando un nuevo contrato de trabajo con otro club. De lo contrario, ninguna indemnización tendrá derecho a recibir el antiguo club por la transferencia del jugador, quien además no podrá oponerse al envío del CTI.- 7 En qué quedan entonces los derechos federativos emergentes de la inscripción registral del jugador en una determinada asociación? ¿Continúan teniendo el mismo contenido económico que antes? A nuestro entender no, y ello pues la titularidad de los derechos federativos no tiene valor de transferencia en sí, si no existe un contrato de trabajo vigente.Reiteramos; lo que la FIFA prevé es la indemnización por la ruptura injustificada de contratos, y no una compensación por el envío del CTI, es decir por el traspaso de la titularidad registral de una determinada federación a otra (derechos federativos).De cualquier forma, y siempre a nuestro juicio, los derechos federativos mantienen cierto valor económico que es el correspondiente al cobro de la indemnización por formación; los derechos de formación es un instituto justamente creado por la FIFA para compensar de alguna forma a los clubes formadores que ya no recibirán compensación alguna por la transferencia de los derechos federativos de sus futbolistas. Los clubes que hayan formado jugadores entre los 12 a los 21 años, tendrán derecho a percibir la correspondiente indemnización por formación hasta que el jugador cumpla los 23 años de edad.- Tal indemnización es independiente a la indemnización que debería abonarse en caso de transferencia del jugador durante la vigencia de un contrato.-8 De igual forma tendrán derecho a recibir los porcentajes correspondientes (hasta un máximo de un 5%) de las futuras transacciones que se realicen en concepto de mecanismo de solidaridad.En definitiva, podemos afirmar que los derechos federativos se han quedado sin contenido económico, a excepción del derecho al cobro de la indemnización por formación y mecanismo de solidaridad; pero ningún valor económico de transferencia tienen por sí.VI. Indemnización por Rescisión.A pesar de lo dicho precedentemente, continuamos viendo día a día que las transferencias nacionales e internacionales entre clubes se siguen materializando o instrumentando a través de contratos de Cesiones de Derechos Federativos y Económicos de jugadores, a cambio de importantes precios.Parte de la doctrina afirma que tales cesiones de derechos, no son otra cosa que la cesión o transferencia del contrato de trabajo entre el club anterior y el nuevo club.- 8 El artículo 20 del Reglamento sobre el Estatuto y Transferencia de Jugadores de la FIFA establece que la obligación de pagar una indemnización por formación surge aunque la transferencia se efectúe durante o al término del contrato. 8 En nuestra opinión, ello no es así, por varias razones.- En primer lugar, porque según el propio Estatuto de la FIFA, para poder solicitar el CTI a través de la federación, el nuevo club debe presentar el contrato de trabajo que lo liga al jugador.- Dicho contrato se trata de un nuevo contrato, con nuevas estipulaciones, nuevos plazos, nuevos salarios, nuevas condiciones, etc. distinto claramente al contrato que el jugador mantenía con su antiguo club.- Sin embargo, se podría llegar a considerar que existió una cesión o transferencia del antiguo contrato, el cual a su vez es modificado por el nuevo club en los términos del nuevo documento.- Esto sería a nuestro entender, forzar una solución que además de no ser la adecuada, igualmente choca con la realidad reglamentaria, por una sencilla razón: porque de acuerdo al Reglamento FIFA el contrato que el anterior club mantenía con el jugador siempre y sin excepciones debe rescindirse.- Y, si dicho contrato se rescinde, mal puede luego cederse pues a partir de la rescisión el mismo ha dejado de existir.Sin embargo, los clubes que contratan jugadores que tienen contrato vigente con otros clubes, siguen pagando fortunas para contar con ellos.- ¿Cuál es el objeto, entonces, de tales transacciones? Si afinamos la vista y la mente podremos descubrir que lo que es el objeto en sí de las transacciones y por el cual se paga un precio es la rescisión anticipada del contrato de trabajo vigente que existía entre el club anterior y el jugador.Los nuevos clubes pagan al club anterior una suma –que podrá ser importante o no- en concepto de compensación o indemnización por la rescisión anticipada del contrato de trabajo que mantienen con el jugador.De esta forma, rescindido el contrato anterior, el nuevo club podrá contratar libremente al jugador e inscribirlo en la nueva asociación, y solicitar el CTI sin riesgo de que el club anterior se oponga, y sin riesgo además de que se le aplique o condene al pago de una indemnización pecuniaria y de sanciones deportivas.Reiteramos; en el régimen actual del Estatuto de la FIFA, lo que tiene valor es el contrato laboral vigente, y lo que se paga por los nuevos clubes a los clubes anteriores, no es otra cosa que una compensación por rescisión anticipada de contrato que habilitará, sin duda, una nueva contratación sin riesgo alguno. Siguiendo este mismo razonamiento, los clubes pueden ceder total o parcialmente a terceros el derecho al cobro de dicha indemnización o compensación.- Se trata de una cesión de un crédito futuro e incierto, a riesgo del cesionario (aleatoria) y no bajo condición de existir.De esta forma el tercero adquiere el derecho al cobro de la indemnización que eventualmente en el futuro un nuevo club abone al anterior club por la rescisión anticipada de contrato.- Sería también razonable entender que con dicha cesión de 9 crédito, el cesionario adquiera también el derecho al cobro de la indemnización que eventualmente fije la FIFA por rescisión injustificada de contrato mediante el procedimiento previsto en el artículo 17 del Reglamento sobre el Estatuto y Transferencia de la FIFA.- Pero en este caso tenemos un escollo que evitar que es la prohibición expresa realizada por el propio artículo 17 del Estatuto de la FIFA que establece que el derecho a la indemnización prevista no puede cederse a terceros.- Sin embargo, al tratarse de una norma puramente privada, entendemos que una cesión de este tipo sería válida (no viola una ley prohibitiva), tendría efectos entre la parte cedente y cesionaria, pero no podría oponerse ni tener efectos ante la FIFA. En la actualidad continuamos viendo contratos de Cesiones de Derechos Económicos derivados de los Derechos Federativos a favor de terceros, afiliados o no a una federación, cuando, como ya lo dijimos, a nuestro entender los derechos federativos han dejado de tener el contenido patrimonial que antes tenían.- Pero en el fondo, el objeto de tales transacciones no es otra cosa que ceder a esos terceros del derecho al cobro de la eventual indemnización por rescisión anticipada de contrato de trabajo o por la rescisión injustificada del mismo.En nuestra opinión, deberíamos en el futuro ajustarnos a la nueva estructura del Reglamento de la FIFA, modificar la forma de instrumentar los documentos, y dejar de referirnos a los derechos económicos derivados de derechos federativos, que ya prácticamente no existen.VII. Consecuencias prácticas de la Distinción.Creemos que la distinción realizada entre derechos federativos, derechos económicos derivados de los federativos, y derecho al cobro de la indemnización o compensación por rescisión anticipada de contrato, tiene consecuencias prácticas.En primer lugar, si establecemos que los derechos federativos son los derechos que surgen de la inscripción registral del jugador y que de acuerdo al actual Reglamento sobre el Estatuto y Transferencia de Jugadores de la FIFA han perdido el valor económico de transferencia, una cesión de derechos económicos derivados de los federativos, alcanzaría solamente al crédito que se tuviera por derechos de formación o solidaridad.- El cesionario de tales derechos económicos, solo podría reclamar del cedente por estos conceptos y nada podría reclamar por la eventual indemnización que perciba el club anterior, porque dicha indemnización no es la contrapartida de la transferencia de los derechos federativos del jugador (ya los clubes no pueden exigir pago de compensación alguna por la misma), sino que es la contrapartida de la rescisión anticipada del contrato de trabajo.En segundo lugar, y en todo caso, vencido el contrato de trabajo entre el club y el jugador, -elemento esencial en la actualidad para el Reglamento FIFA – las cesiones de derechos económicos derivados de los federativos, quedarían huecas de contenido, 10 -salvo lo relativo a indemnización por formación y instituto solidaridad-, pues el jugador tendría la condición de libre, y el nuevo club podría contratarlo y registrarlo sin pagar suma alguna por dicho contrato.- Y si se exigiera al nuevo club, una cantidad determinada por parte del supuesto titular de los derechos económicos, para la contratación del jugador libre, dicha suma se asemejaría a una prima por contratación pero nada tendría que ver con los derechos económicos derivados de los derechos federativos, que como ya lo dijimos alcanzaría tan solo a la indemnización por formación y derechos de solidaridad. Finalmente, debemos decir que, a nuestro entender, la cesión a terceros no afiliados a una federación o que no sean instituciones deportivas, de los derechos al cobro de la indemnización por rescisión anticipada, sería totalmente válida en el Uruguay, y no violaría norma prohibitiva alguna.En efecto; la ley 14.996, vigente en la actualidad, hace referencia a la cesión de derechos sobre la prestación de la actividad de un deportista o sobre su transferencia, lo que por imperio de las nuevas normas FIFA, han quedado en desuso o huecas de contenido patrimonial.Recordemos además, que las normas prohibitivas, son de interpretación estricta, por lo que no podría interpretarse que la indemnización por rescisión anticipada o por rescisión injustificada de un contrato de trabajo, es alcanzada por las citadas normas prohibitivas.Para ello, debería sancionarse una nueva ley.- 11