La importancia del factor humano en la formación del estudiante del bachillerato a distancia en el Estado de México *Mtra. María Noemí Pérez Márquez La preparación científica del profesor o de la profesora debe coincidir con su rectitud ética. Formación científica, corrección ética, respeto a los otros, coherencia, capacidad de vivir y de aprender con lo diferente, no permitir que nuestro malestar personal o nuestra antipatía con relación al otro nos haga acusarlo de lo que no hizo son obligaciones que debemos dedicarnos a cumplir humildemente pero perseverantemente. Paulo Freire Introducción Iniciaré el presente escrito invitando a la reflexión de cómo lo tecnológico ha transformado la educación, la escuela, lo pedagógico, lo didáctico, la teoría educativa, los sujetos y el discurso mismo. Nos enfrentamos ante un cambio de época, las visiones del mundo están en conflicto, vivimos en la era de la información, las tecnologías de la información y comunicación aplicadas al campo educativo, han revolucionado los procesos e interacciones en la escuela; han favorecido la educación a distancia; el impacto ha sido tal, que nos enfrentamos ante la necesidad de construir un nuevo paradigma, el de la educación a distancia, “educación para cada uno, en cualquier lugar”. La educación a distancia es un fenómeno pedagógico, ya que permite lo que muchos educadores añoran: la enseñanza individualizada y pertinente, pero con la posibilidad concreta de masificarla (Holmberg, 1985). En la modalidad a distancia, la aplicación de las tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) favorecen los procesos de comunicación, de interacción, de acompañamiento con el estudiante mediante la estructuración de la comunicación didáctica en las actividades auto-dirigidas del estudiante durante el aprendizaje, apoyados por los recursos de apoyo que proporcione la plataforma donde accede el alumno, tales como: chats, foros de discusión, ligas de interés, recursos multimedia, actividades de evaluación, autoevaluación y coevaluación, etc.), el uso de estos recursos se diseñan como ayuda a los procesos de autoestudio, del sujeto en formación. *Tesista del Programa de Doctorado en Ciencias de la Educación del ISCEEM promoción: 2012 – 2014. Este documento forma parte de la investigación doctoral titulada “La permanencia escolar en el Bachillerato a Distancia del Estado de México favorecida por la Tutoría y Recursos de Apoyo”. A partir de la teoría que prevalezca, determinará la forma de solucionar los problemas que se gestan en ella. Por esta razón, la educación a distancia tiene invariables lecturas, a partir de la epistemología y teoría en que se sustente y las interpretaciones que a partir de ella pueden construirse. La filosofía que inspire la opción de educación a distancia, determinará la estructura organizativa, la elección de las tecnologías involucradas (Victorino, 2008). Es una respuesta adecuada a la demanda educativa de hoy y la calidad que alcance depende, (al igual que la modalidad presencial), de una correcta y responsable planificación, organización, dirección y control de los procesos. (Jorquera, 1999). El Bachillerato a Distancia como opción educativa incipiente En el Estado de México, hay miles de jóvenes sin alguna opción para cursar la educación media superior. En el ciclo escolar 2011 - 2012 aproximadamente se dejaron de atender a 333 mil 456 jóvenes1 que no pudieron incorporarse a la educación media superior (24 mil 261 egresados de secundaria y 309 mil 195 jóvenes en rango de edad para el bachillerato). Durante el ciclo escolar: 2011 – 2012 la matrícula de educación media superior fue de 531 mil 3642 alumnos, en mil 477 escuelas (regularmente ubicadas en cabeceras municipales) de todos los tipos de control y sostenimiento; en tanto que en la modalidad a distancia se atendieron a 6 mil 788 jóvenes3 lo que representa el 1.28 % del total atendido. Existe una oferta insuficiente de este tipo educativo en la entidad. Por todo lo anterior, se están diversificando las opciones para cursar el bachillerato impulsando la modalidad a distancia, como alternativa para cumplir con su obligatoriedad.4 En este sentido, se considera que el bachillerato a distancia puede convertirse en una alternativa que contribuya en la atención la demanda de este nivel educativo, principalmente a las comunidades más desprotegidas, dispersas en donde no se justifica un servicio presencial, en concordancia con la definición de educación a distancia de Kayne,A. y Rumble, G. (1979). Analysing Distance Learning Systems. 1 Resultado obtenido del estudio diagnóstico realizado, calculando en valores absolutos la cobertura y la absorción escolar del ciclo escolar 2011- 2012. 2 GE. Secretaría de Educación. Estadística 911 de inicio del ciclo escolar 2011 – 2012. 3 Anexo Estadístico del 6º Informe de Gobierno del Lic. Enrique Peña Nieto. Septiembre 2011. 4 En febrero del 2012, se reformaron los artículos 3 y 31 de la Constitución Política Mexicana respecto al derecho y obligatoriedad de la educación desde nivel preescolar hasta bachillerato, ahora la Federación, Estados, Distrito Federal y Municipios, deberán ofrecerlos. “Para una población estudiantil dispersa geográficamente y en particular que se halle en zonas periféricas sin instituciones convencionales; administrada por mecanismos de comunicación múltiples que enriquecen los recursos de aprendizaje y soslayen la dependencia de la enseñanza “cara a cara”; personaliza el proceso de aprendizaje para garantizar una secuencia didáctica que responda al ritmo del rendimiento del estudiante; formaliza las vías de comunicación bidireccional y frecuentes relaciones de mediación dinámica e innovadora; promueve las habilidades para el trabajo independiente y para el esfuerzo autorresponsable; garantiza la permanencia del estudiante en su medio cultural y natural, lo que incide en el desarrollo regional, alcanza niveles de costo decreciente luego de coberturas amplias; combina la centralización con la descentralización”. Se busca mantener a los estudiantes interesados, gestionar relaciones entre personas, ayudar en el aprendizaje de habilidades sociales y de relación interpersonal, crear redes, formar comunidades de aprendizaje, construir alianzas, garantizar la colaboración, cooperación, compartición, construcción, comunicación, cohesión y dinamización, así como favorecer el aprendizaje colaborativo. Existen experiencias aplicadas de educación a distancia que son exitosas. En el país, las prácticas más consolidadas se encuentran en el tipo superior, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha sido pionera; en tanto que las experiencias para cursar nivel bachillerato son más recientes. Para el caso del Bachillerato a Distancia, se han logrado grandes avances mediante la conformación de la RED de Bachilleratos Públicos a Distancia: integrada por: la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Instituto Politécnico Nacional (IPN); la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex), el Sistema de la Universidad Virtual de la Universidad de Guadalajara, la Universidad Virtual del Estado de Guanajuato, la Universidad Autónoma de Sinaloa, la Universidad Autónoma de Nuevo León, la Universidad Autónoma de Hidalgo, la modalidad semi-escolarizada de la Universidad de Guadalajara, y el Sistema de la Universidad Virtual de la Universidad Autónoma de Chiapas: Las alianzas y colaboración ha sido la clave para constituirla como una opción educativa. Así mismo, en varios estados de la República Mexicana se está ofreciendo bachillerato en la modalidad a distancia, virtual o mixta5, tales como: EMSAD, proyecto promovido por la Dirección General del Bachillerato (DGB), el Colegio de Bachilleres (COLBACH), el Telebachillerato de Veracruz, de Tabasco y Aguascalientes (mismo que está migrando de señal de TV a la WEB) y algunas instituciones privadas, como el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM). Para el caso del Estado de México se aplican: el EMSAD, proyecto promovido por la Dirección General del Bachillerato, administrado por el Colegio de Bachilleres del Estado de México; PREP@NET, modelo del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) en convenio con la Secretaría de Educación del Estado de México, administrado por la Dirección General de Educación Media Superior y la Universidad Digital del Estado de México que ofrece esta modalidad mediante el establecimiento de convenios de colaboración con la Universidad Nacional Autónoma de México, el Colegio de Bachilleres, la Universidad Autónoma del Estado de México y su modelo recientemente creado. Esta modalidad en la entidad es incipiente; por lo que el proceso de aceptación es lento; aun cuando se estén aplicando modelos de instituciones con amplia tradición, experiencia y éxito ofreciendo esta modalidad. La educación a distancia como construcción social Un concepto es la base para la construcción de otros, mediante la posibilidad creativa e innovación provocada por una nueva mirada, la conformación del concepto: educación a distancia alude a dos conceptos: educación y distancia; sin embargo, retomando lo que Bachelard (1984) sugiere respecto a que las teorías deben presentarse yuxtapuestas (construcción de una tercera mirada) no superpuestas, dado que permite pensar el objeto fuera de las estructuras establecidas; es decir no es la conjunción de dos conceptos, sino una debemos verla como una yuxtaposición, que da lugar a una concepción específica; lo anterior posibilita avanzar en la conformación y análisis de dicho concepto en diferentes posturas teóricas, para lograr crear lo que Torretti (2011) llama: innovación conceptual, misma que se logra a partir de poner a prueba en la experiencia lo que ella misma va produciendo, reflexionando sobre ella de manera crítica y creativa. Para lograrlo implica estar tenso hermenéuticamente, mantener una posición crítica, indagar y confrontar críticamente los posibles 5 Diario Oficial de la Federación el 21 de octubre de 2008. ACUERDO número 445 por el que se conceptualizan y definen para la Educación Media Superior las opciones educativas en las diferentes modalidades. obstáculos epistemológicos. Bachelard (1984) sugiere afirmar el conocimiento rigurosamente en términos de una teoría bien fundada, como consecuencia de una objetivación crítica, de una objetividad que retiene del objeto solamente lo que ella misma criticó. Las transformaciones tecnológicas tienden a la homogeneización universalizante y reduccionista de la subjetividad, nos encontramos en lo que Guattari (1995) llama una era pos mediática caracterizada por una reapropiación y una resingularización en la utilización de los medios de comunicación, todo depende de la articulación con las conformaciones colectivas de enunciación. Estas transformaciones tecnológicas implican rupturas en los espacios de creación de pensamientos; en donde los significados cobran otro sentido en el marco de la educación a distancia, Bachelard (1986) menciona que una significación solo tiene sentido en un cuerpo de costumbres, sin embargo, la evolución de la experiencia está marcada por rupturas, en este movimiento, el obstáculo es la tendencia de fijar los conocimientos envejecidos. Toda comunicación implica una interacción independientemente de la modalidad educativa presencial o a distancia. En la modalidad a distancia la interacción pedagógica requiere otras aristas de análisis, dado que intervienen en el proceso de aprendizaje, la mediación de recursos que proporciona las nuevas tecnologías de la información y la comunicación aplicadas a los procesos de autoaprendizaje. En el entendido de que el fenómeno es una trama de relaciones, de que una idea simple debe ser insertada para ser comprendida en un sistema complejo de pensamientos y experiencias (Bachelard,1986, p.132), la educación a distancia se ubica como fenómeno pedagógico, ya que permite la enseñanza individualizada pero con posibilidades de ofrecerla masivamente. En este sentido, en la educación a distancia existe como constante que el estudiante asume un rol protagónico en su proceso de aprendizaje, apoyado por diversos recursos tecnológicos, este cambio de rol, conlleva a reconocer que la educación a distancia se están constituyendo nuevas relaciones educativas y que los discursos educativos y políticos que se están creando en torno a ella están socialmente estructurados, por lo que habrá que develarlos desde la postura epistemológica que se determine. Buscar los métodos de invención, más que los métodos de resolución. La educación formal sólo se ha vestido con un traje presencial; se hace necesario verla o vestirla de otras formas, un claro ejemplo es en cambio de los roles y función en la educación a distancia, el docente está aprendiendo haciendo su función y fuera de ella. La formación en la modalidad a distancia en un proceso complejo, en el entendido de que todo ser humano es una unidad irrepetible, por lo que en su construcción se observará su singularidad, su mirada de la realidad en la que se desenvuelve. Los prejuicios de un individuo son mucho más que sus juicios, la realidad histórica de su ser (Gadamer, 1988, p. 344). Estamos cargados de prejuicios que gobiernan nuestra consciencia e inconsciencia, que dan rumbo a nuestras vidas, que nos hacen ver ante los demás como tradicionalistas. Uno de esos prejuicios es el de ver a la educación presencial como la única posibilidad educadora y fuente de aprendizaje, por otro lado insistir que es necesaria la interacción cara a cara para aprender, por lo que se asume a la educación a distancia como de segunda categoría. Las aportaciones para desmitificar la educación a distancia, a fin de clarificar las expectativas que se han creado en torno a ella, en la que ha prevalecido el mercado global, la de considerarla como opción clave para resolver las desigualdades sociales y al aplicarlas bajo el mismo esquema, el único resultado es hacer más evidente las diferencias entre las personas, regiones y países, además de desvirtuar a la modalidad con generalizaciones obtenidas de experiencias en las que los resultados obtenidos no fueron los esperados, cobra otro sentido al develar el interés y tiempo de la teorías que se esté usando para su análisis. Otro prejuicio de la educación a distancia, es el considerar que al no existir interacción cara a cara, el intercambio social y las construcciones del conocimiento se ven limitados, sin embargo, cada día surgen experiencias que cobran una fuerza inusitada (las redes sociales) por ejemplo y cómo cobran otro sentido al interior de la educación a distancia. Por esta razón habrá que considerar la recomendación de Horkheimer (2002) quien invita a interpretar desde una complejidad del objeto, además de considerar que la teoría tiene un objeto que cambia históricamente. En la educación a distancia implica hablar de prácticas pedagógicas mediatizadas. Construir una teoría a partir de los conceptos de interacción social e interactividad pedagógica. El aprendizaje situado en la educación a distancia, para cumplir lo que Goldman (1975) sugiere: el fin es tomar conciencia real del problema. Markuse (2011) menciona que los objetos son solo en una plenitud de significados diversos, a su ser respectivo pertenece una tradición continua, que se sigue desarrollando continuamente determinados por él y determinándolo a él. Por su parte Adorno (2001) argumenta que el fenómeno es siempre manifestación de una esencia, no mera apariencia. Lo anterior invita a reflexionar cómo el nivel de apropiación de las tecnologías informáticas, como la falta de un marco teórico renovado, la ontología, el lenguaje y la política de éstas, no sólo distorsiona y restringe las potencialidades de su uso, sino que favorece la conformación de prejuicios sobre esta modalidad educativa. El hablar del conocimiento trascendental Horkheimer (2002) como aquello que construimos (teoría práctica), en tanto que cuando utilizamos conceptos para entender los fenómenos, hacemos práctica teórica. En este sentido no se podría evitar considerar este movimiento, al analizar la connotación tecnocrática que impera en algunos modelos que quedaron reducidos en propuestas estructurantes, que desestiman la capacidad del estudiante, convirtiéndolo en un depositario de conocimientos fuera de todo contexto. En el discurso oral, la referencia es una situación común a los participantes en el diálogo. En la modalidad a distancia no solo es proporcionar la información por diversos medios que los recursos tecnológicos proporcionan, sino que se debe buscar que los apliquen en su contexto, analizando la mediación que se da en su utilización. Retomando a Ricoeur (1995) sobre cómo la lengua proporciona los códigos, que los mensajes se intercambian en el discurso y que el discurso tiene un mundo y un interlocutor; en la educación a distancia implica revisar el proceso de comunicación (interlocución, diálogo, y capacidad discursiva de las personas) que se dan en la interactividad mediada por la tecnología. Por esta razón, es necesario apoyar al estudiante de la modalidad a distancia, a que le encuentre sentido el descubrir, en vez de recibir pasivamente los conocimientos, hacer al alumno eminentemente participativo, basado en la reflexión y acción de los estudiantes, aceptar que se aprende de otros, aceptando otros puntos de vista. “aprender haciendo” y por supuesto el profesor incluido como miembro de esa comunidad; sin embargo, existen indicios de que en la modalidad a distancia se están reproduciendo los mismos procesos que en la presencial. Si estas habilidades no se desarrollan, la experiencia no será grata y se convierta en un motivo para desertar de la modalidad. El descubrimiento de los procesos psíquicos inconscientes ha sido uno de los aportes más importantes para el análisis de la subjetividad humana y lo social. Para Elliott (1995) los procesos sociales de la modernidad presentan lazos complejos y contradictorios con la experiencia inconsciente y, por lo tanto, con el sujeto. Se vislumbrar una mayor aceptación de los sujetos por educarse a través de otros medios, como la televisión, la internet, los dispositivos móviles; poco a poco se van construyendo estrategias tecnológicas, propuestas por la misma sociedad para modificar la escuela desde fuera. Retomo el metaconcepto dispositivo de Foucault, para reconocer en la educación a distancia conexiones de saber y poder, por lo que para desmontar el dispositivo, hay que acudir a donde están los problemas, irrumpir, propiciar las rupturas epistemológicas mediante la explicitación de mi subjetividad (aquello que forma mi dispositivo) en la manera en que estoy subjetivando. Así mismo, Foucault explica con el concepto de gobernamentalidad, la manera y por qué razones la población y su bienestar se va convirtiendo en objeto de preocupaciones y atención por parte de los gobiernos. (Popkewitz, 2000, p. 24), apoyándose de la cultura de masas, para prefigurar que “todos” tenemos acceso a la educación, ahora estudiar a distancia da “estatus” se puede estudiar por diferentes medios: computadora, iPod, iPhone, y en cualquier lugar. El utilizar los mismos esquemas que en la modalidad presencial, solo cambiándole de nombre, pero el afán de control y vigilancia son exactamente los mismos, buscando diferentes aplicaciones para llevar el perseguimiento del estudiante (en el considerando) de que no lo ven cara a cara. Recuperar la pedagogía y la didáctica por ser portadoras de problemas, sujetos de verdad y sujetos de saber, Zambrano (2006) reconociendo a la pedagogía como un relato en el sentido de que en ella, lo que se dice y se hace está vinculado con la realidad del aula de clase, con la práctica de la institución y con las decisiones políticas que afectan a los sujetos en su educación; es este contexto, una línea de estudio, analizar los programas de educación a distancia como configuraciones mixtas, y en ocasiones contradictorias, dado que combinan actividades estructuras, pero le piden al estudiante resultados desestructuradas. Popkewitz (1998) sugiere llevar a cabo un trabajo de epistemología social, para poder situar los acontecimientos, pensamientos y personas en el marco de las situaciones sociales en las que se desenvuelven, movidos por el nuevo populismo: “saberes útiles al servicio del ideal democrático” con vista hacia el futuro; en esta reflexión se encuentra sentido para entender los conflictos a los que se enfrenta la educación a distancia, tales como la atomización de la vida de la gente, la tendencia a la pérdida de la solidaridad, en el peligro de convertirse en seres anónimos; en este sentido, el aspecto valoral es básico considerarlo e incluirlo debido al riego, que en la modalidad a distancia puede propiciar como consecuencia del pensamiento programado y descontextualizado, derivado de la racionalidad instrumental que caracteriza al tecnicista. Hay que privilegiar el aspecto pedagógico en esta modalidad, como respuesta a la connotación tecnocrática que impera en algunos modelos que quedaron reducidos en propuestas estructurantes, que desestiman la capacidad del estudiante, convirtiéndolo en un depositario de conocimientos fuera de todo contexto, esta problemática se complica aún más cuando se le apuesta a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación como medios para reducir las desigualdades económicas y sociales, aplicando dichos proyectos tal y como lo hicieron en países que cuentan con los recursos e infraestructura distinta a la nuestra. En palabras de Zambrano (2007) la formación es el resultado de la transformación, considerar las implicaciones pedagógicas en la modalidad a distancia, es una necesidad vinculante para valorar la creación de entornos de aprendizaje; por otra parte Popkewitz (1998) hace mención de que la normalización del currículo escolar opera ahora de manera que incluya o excluya determinadas formas de ser, bajo este esquema, cuando se organiza el currículo en la modalidad a distancia de manera lineal, el único resultado es hacer más evidente las diferencias entre las personas, regiones y países, además de desvirtuar a la modalidad, con generalizaciones simplistas. Las tecnologías de la información y la comunicación, nos convocan a hablar de lo virtual, de lo imaginario, de lo intangible, todo eso constituye la subjetividad de la educación a distancia. En la sociedad somos nosotros, pero a la par somos parte de ese gran grupo, entre lo individual y lo plural no está determinado, Guattari (1995) En este sentido, entrar en el terreno de las tecnologías aplicadas a la educación, y en este caso a un nivel de educativo, implica trasladar el paradigma, entrar al mundo de la complejidad. Zambrano (2006), reconoce que entre la teoría de la Complejidad y la Cibernética se recurre al concepto estructuras emergentes, donde dos disciplinas se tocan y producen legitimaciones compartidas, aunque en el fondo de la argumentación existan miradas distintas. Así mismo, en el entendido de que la palabra tiene significado colectivo e implica una relación social (Zambrano, 2006, p.57) habrá que arquelogizar la combinación de la educación a distancia. Guattari (1995) lo llama complejos de subjetividad: individuogrupo-máquina en sus múltiples intercambios. Habrá que transitar de los paradigmas cientificistas a los paradigmas ético – estéticos, como alternativa para recuperar la esencia de lo humano como cualidad única. En el estudio de la educación a distancia, habrá que hacer diversas redes conceptuales de análisis de las ciencias humanas que participan: Sociología, Antropología, Psicosociología, Psicoanálisis, Historia. Estas ciencias proporcionan elementos para entender las situaciones psicológicas, sociales, culturales e ideológicas que se dan en la educación a distancia. Por otra parte la Pedagogía, la Didáctica la Fenomenología, los Estudios Culturales, la Psicología Social, la Semiología, la Lingüística, las Teorías de la Comunicación, la Psicología Educativa y del aprendizaje, son diferentes enfoques desde donde se puede entender la educación a distancia. Implica adoptar una postura crítica sobre el aspecto comunicativo, en el entendido de que intervienen todos los actores: estudiantes, selección y organización de los contenidos, articulación de los mismos. El componente humano en la educación a distancia Algunos teóricos han insistido en reflexionar sobre la importancia de incluir el aspecto teórico en las propuestas, a fin de evitar privilegiar la tecnología educativa y convertir las aplicaciones en reduccionistas o simplicistas, sin una reflexión sobre la preocupación central sobre lo que sucede cuando se separan los tiempos y el espacio de las personas que enseñan y aprenden en esta modalidad. El Dr. Lorenzo García Aretio6, en sus diferentes trabajos sobre la educación a distancia, recomienda no solo fortalecer la investigación educativa en esta modalidad, sino sustentar teóricamente todas las propuestas, debido a que han proliferado infinidad de alternativas que se quedan en el aspecto técnico, sin profundizar en las implicaciones teóricas y mucho menos epistemológicas. Rueda (2007) reflexiona de que la práctica educativa muchas veces terminó quedándose en el plano meramente instrumental y descriptivo de las posibilidades de tal tecnología, lo que algunos autores llaman modernización aparente de la escuela, dado que existe una ausencia teórica alrededor de las nuevas tecnologías de la información. La apropiación de las tecnologías informáticas (a nivel instrumental, productivo y performativo) como la carencia de un marco teórico que renueve la epistemología, la ontología, el lenguaje y la política de éstas, no sólo distorsiona y restringe las potencialidades de su uso, sino que ubica a los grupos sociales menos favorecidos en desventaja para participar críticamente y creativamente en el contexto de la denominada sociedad de la información (Rueda, 2007, p. 5). Las aportaciones para desmitificar la educación a distancia, a fin de clarificar las expectativas que se han creado en torno a ella, en la que ha prevalecido el mercado global, la de considerarlas como opción clave para resolver las desigualdades sociales y al aplicarlas bajo el mismo esquema, ha dado como resultado hacer más evidente las diferencias entre las personas, regiones y países, además de desvirtuar a la modalidad con generalizaciones obtenidas de experiencias en las que los resultados obtenidos no fueron los esperados. En el bachillerato a distancia el rol del alumno cambia; dado que se busca que no sea más el receptor pasivo, sino que sea autónomo y que avance a su propio ritmo, desarrollando su propia capacidad de aprendizaje, así mismo, el rol del docente cambia a la de tutor, facilitador, asesor, motivador y consultor del aprendizaje. Su interacción con el alumno será la de compartir con él sus experiencias, apoyarlo y 6 Catedrático de Universidad de la UNED (Universidad Nacional de Educación a Distancia). asesorarlo en su proceso de aprender y, especialmente, para estimular su capacidad de aprendizaje. Considerando que en la modalidad a distancia, aprender y trabajar mediado por los recursos tecnológicos implica, no solo la disposición de los saberes previos, aplicados y detonados con los contenidos y actividades diseñados para tal propósito, Fainholc (1999) sugiere revisar: las implicaciones pedagógicas en la creación de entornos de aprendizaje como situaciones empáticas, mediación interactiva tutoral, autoaprendizaje vinculado al contexto social, son elementos que favorecen el aprendizaje y progreso (al ritmo del estudiante), además de considerar las inteligencias múltiples de quienes aprenden, a fin de favorecer la comunicación, aprendizaje y conocimiento. La tecnología y comunicación, son recursos que han apoyo al proceso educativo, son medios que indiscutiblemente han favorecido la cobertura, y han permitido avanzar en la equidad. Sin embargo, son medios de apoyo solamente; el hacer educativo, implica la relación humana, esta interacción con el otro, especialmente en la parte valoral y afectiva, es un aspecto que ningún recurso tecnológico lo puede suplir. Por esta razón, y considerando que la modalidad presencial es la que ha prevalecido en México, se corre el riesgo de que los estudiantes de la modalidad a distancias experimenten una gran soledad, angustia y desesperación; pues se encuentran solos, aferrándose a la idea de continuar sus estudios, autoformándose en un país y/o estado con muchas carencias, no solo de recursos y tecnologías, sino en los elementos que están incluidos en esta modalidad: modelo, plataforma, recursos de apoyo, tutores, asesores, compañeros, etc. En el entendido de que hay que comprender más allá del saber, el comprender se nos aparece en toda su fuerza. La comprensión del fenómeno marca el acceso a la esencia, Kosik (1976) en este sentido, habrá que comprender todas las aristas que presenta la educación a distancia. Las tecnologías de la información y la comunicación posibilitan la comunicación con personas de cualquier parte del mundo, sincrónica y asincrónicamente, dando lugar a formas diferentes de aprender. El explicar y el comprender son los métodos en el plano epistemológico que plantea Ricoeur (2002) vinculadas dialécticamente, lo que constituyen el círculo hermenéutico, por lo que su relación es compleja y paradójica. Así mismo, en el entendido de que la sociedad se ha hecho cada vez más dependiente de la ciencia y la tecnología para resolver problemas prácticos, muchos de ellos creados artificialmente, es importante lograr una mayor capacidad de incidir en su desarrollo y tener que ver en su impacto (Olivé: 599). En la educación a distancia, múltiples áreas están participando en su desarrollo y no necesariamente los pedagogos son los que estén atentos, es la tierra de nadie y de todos. Considerar las implicaciones pedagógicas en la modalidad a distancia es una necesidad vinculante para valorar la calidad del programa, dentro del cual las categorías de creación de entornos de aprendizaje como situaciones empáticas, mediación interactiva tutoral, autoaprendizaje vinculado al contexto social son elementos que favorecen el crecimiento madurativo a través de la interactividad pedagógica, favoreciendo el aprendizaje y progreso (al ritmo del estudiante), considerar las inteligencias múltiples de quienes aprenden, a fin de favorecer la comunicación, aprendizaje y conocimiento. (Fainholc, 1999). Existe una fascinación del pedagogo por la máquina educadora, la computadora en la escuela, fascinación por el alumno-máquina que se juntaría con la computadora – enseñante, el fantasma de un mundo escolar donde la computadora encontrará al alumno-máquina en un mundo donde no habría necesidad ni de sentido, ni de pensamiento (Fillox, 2008, p.54). En la era de la información, en donde se ha sublimado el interés económico y comercial al social, al humano; se está invirtiendo en equipo, en las máquinas, en lugar de privilegiar en la formación del sujeto autónomo de su aprendizaje; así como en la formación de los tutores quienes acompañarán al estudiante durante su formación en esta modalidad. La era tecnológica impone nuevas metodologías, crea nuevos roles, simboliza de manera virtual las interrelaciones entre los sujetos, crea la sensación de vacío y promueve el infinito de la acababilidad (Zambrano, 2007, p.125). Si se considera que el pedagogo ve lo que otros no ven; advierte la distancia que hay entre la cultura escolar y la cultura por la vida (Zambrano, 2007, p.139). La educación a distancia ha permitido revolucionar el fenómeno educativo en el mundo contemporáneo, al posibilitar que cualquier estudiante pueda acceder sistemáticamente al conocimiento de un modo orientado a través de múltiples tecnologías. En este tenor, el reto para la modalidad a distancia, es privilegiar el aspecto humano, en el cual ahora el tutor, (asesor en algunos modelos) debe desarrollar las habilidades necesarias, para acompañar durante el proceso al estudiante, motivándolo a continuar y concluir su formación del bachillerato. Pablo Freire (1997, p.12) ya lo decía: Aplicar una pedagogía fundada en la ética, en el respeto a la dignidad y a la propia autonomía del educando. Conclusión La triada dialéctica: acceso, permanencia y egreso en el bachillerato a distancia en el Estado de México es un fenómeno multirreferencial. La presente reflexión gira en torno a los riesgos de asignar a las Tecnologías de la Información y Comunicación reflejados en los recursos de apoyo incluidos en la plataforma del modelo respectivo, un valor mayor del que tienen; son medios de apoyo en el aprendizaje del estudiante en esta modalidad, y por el contrario, reconocer como insustituible al aspecto humano que se centra en la figura del tutor a distancia. Por esta razón, nos enfrentamos ante el doble reto: formar docentes capaces de cumplir con su rol de mediador, facilitador, asesor, motivador, consultor del aprendizaje, pero mediado por las tecnologías. Bibliografía: 1. 2. 3. 4. Adorno, T. W. (2001). Epistemología y Ciencias Sociales, Madrid, Cátedra. Bachelard, G. (1984). La filosofía del No, Argentina, Amorrortu. Bachelard, G. (1986). La formación del espíritu científico, S. XXI, México. Elliott, A. (1995). Teoría social y psicoanálisis en transición. 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