Extraordinaria puesta en escena de la obra de Buero Vallejo “Hoy

Extraordinaria puesta en escena de la obra de Buero
Vallejo “Hoy es fiesta” por el Grupo de Teatro escolar
Valle del Ebro.
El Grupo de Teatro escolar Valle del Ebro de Tudela estrenó el 7 de marzo en la
Casa de Cultura de Fontellas “Hoy es fiesta”, de Antonio Buero Vallejo.
https://www.youtube.com/watch?v=_Q18XRWvBw0
Este Grupo de Teatro está formado este curso por 20 alumnos y alumnas de 2º
de ESO a 2º de Bachillerato; 16 son actores y actrices, 4 se encargan de aspectos
técnicos. Para 13 de ellos es su primera experiencia teatral.
Desde el comienzo de los ensayos en septiembre hasta el momento del estreno,
el trabajo ha sido duro, extenuante pues la carga emocional que conlleva la obra
marcaba en cierta medida a todos, pero cuanto más se avanzaba en su desarrollo, más
convencidos estaban de lo actual de esta obra estrenada en 1956. Y aquí está la
magia del teatro, el teatro no envejece y aunque hayan pasado casi 60 años desde su
estreno, Buero Vallejo nos habla de ocupas, de decir la verdad aunque duela, del
perdón, de la esperanza...
El 29 de marzo fue la gran cita en el Teatro Gaztambide de Tudela y se contó
con la asistencia de un gran experto en teatro y referente del Teatro escolar: Ignacio
Aranguren, quien hizo una espléndida y emotiva presentación. Todo un honor contar
con su presencia y con los sabios consejos que aportó tras la representación.
Ya se han recorrido las Casas de Cultura de Murchante, Tauste y Castejón, se
han hecho representaciones para el alumnado del IES Valle del Ebro, los Colegios
Griseras, Huertas Mayores y Elvira España de Tudela el colegio San Babil de Ablitas.
En todos esos lugares ha habido un público entregado que brindó al grupo el
calor de sus aplausos.
Argumento de la obra:
Aquel día de fiesta y por descuido de la portera, los vecinos de un inmueble
madrileño pueden acceder libremente a la azotea del edificio. Aquí, deambulando por la
terraza, los habitantes de la casa pasan su día festivo en espera de momentos mejores
o de un atisbo de felicidad que puede traer el anuncio de una echadora de cartas .
A lo largo del día, desde primeras horas de la mañana, hasta el atardecer,
vemos pasar por la escena un elenco de vidas similares a las de tantos inmuebles
suburbiales de la capital. Son seres humildes, escondidos, con miedo al qué dirán,
sumidos en el mudo fracaso o un profundo sentimiento culpable, brutales algunos,
resignados los más. Hasta quince personajes ofrecen al espectador a lo largo de la
jornada, una imagen de su existencia.
El relato costumbrista de las vidas entrecruzadas va adoptando tintes trágicos a
la caída del sol. Tras la ilusoria felicidad de un premio que puede cambiar el porvenir
del vecindario, todo acaba volviendo a la precaria cotidianidad, acentuada por la
sombra de tragedia que acecha ese espacio reducido, y ya nada volverá a ser lo
mismo.
Buero Vallejo ha conocido la derrota y la cárcel durante años, así como el miedo
ante una pena de muerte finalmente conmutada. Por eso, una visión acre y
apesadumbrada de la realidad social domina el conjunto de su dramaturgia. Entonces,
al estrenar la obra en 1956, se halla en el ápice de su fama. Recibe el Premio Nacional
de Teatro y hace ascender al protagonista coral de su teatro desde la penumbra de la
escalera hasta la cambiante luz diurna de la azotea. Desde allí, se otea el entorno
urbano y el gentío de una ciudad todavía sumida en una larga postguerra, hacia el
término de la etapa de la autarquía. Salidos a la luz del día, los personajes muestran
una amplia diversidad de caracteres o situaciones, pero tienen algo en común: la
espera. Y es que Madrid no era precisamente una fiesta.
Actores, actrices y equipo técnico , ¡Enhorabuena¡