TEXTOS CLASICOS ALBIO ELOGIO TIBULO DE LA PAZ (I,IO) Traducci6n en verso de MIGUEL ANTONIO CARO En prose de TERESA MUNEVAR M. Prolcco de JUOZAS ZARANKA REVISTA IDEAS Y VALORES Facultad de Filosofla y Letras Universidad Nacional Bogota-Colombia 1964-1965 TIBUlO, Elegia I. 10 PROLOGO Un epigram a de Domicio Marso atestigua que el poeta Tibulo murio ioven, un poco dospues de Virgilio: Albic Te quoque Vorqilio com Hem non aequa, Tibulle, Mors iuuenem campos misit ad Elysios. ne foret aut elegis molles qui fleret amores aut caneret forti regia bella pede 1. Tornbion se sabe que el autor de las elegias presto servicio militar en el cfio 32 y debic tener en esta epoca alrededor de 20 ofios 2. Luego, su vida trcnscurrio aproximadamente entre el 52 y el 19 a. J. G Su nifiez y mocedad coinciden con las guerras civiles que ocompcficbcn las ultimcs convulsiones de la Republica y el nacimiento del Imperio Romano. Tibulo se educe con su madre y su hermana en la hacienda paterna de la region Pedana. EI ambiente femenino de la oducocion deja profundas huellas en su carooter y Ie imprimio cierta delicadeza. Hacia los fines del cuarto decenio a. 1. G, el poeta fue obligado a parlicipar en las expediciones militares de M. Valerio Mesala Corvino, quien se distincruio tanto por sus victorias en los campos de batalla, como par su gusto literario muy refinado. Tibulo fue admitido en el circulo poetico que se habia formado alrededor de Mesala 3. La obra del poeta nos ha side conservada en una coloccion de tres libros, Hamada Corpus TibulIianum. El primer libro contiene diez elegias y fue publicado por el mismo autor, probablemente en el ana 26. La mitad de las elegias de este libro 0, 2, 3, 5, 6) esto 1. De este epigram a siempre se ha Querida deducir que Tibulo muri6 en el afio 19 a. J. C .• como Virgilio. Pero el texto no impIica necesariamente esta iriter m-etacio n . E. BICKEL, Die Lygdamus • Elegien etc. en Rhein. Museum, 103, 1960. p . 102 5S., can serios argumentos establece como fecha de la eleg ia II, 5, el ana 17 a. J. C. Asi que la vida de 'I'ibulo debi6 prolongarse por 10 menos basta ese afio, 10 eual tampoco contradirla el testimonio de Domicio Marso sabre Ia muerte de Tfbulo, compafiero de Virgilio en los Campas Elisios. Otros antiguos testimonios sobre la vida y la obra de Tibulo han stdo reunidos par K. F. SMITH, The elegies or Albius Tibullus, Darmstadt, 1964 {reimpr . de la ed. 1913) ~ pp. 173.181. . . 1" ""IH'1 2. Segiin P. GRIMAL, Le roman de Delie et Ie premier livre des Eleg ies de Tibulle en Revue des Etudes Anciennes, 60, 1958, pp , 131-141, la eleg ia I, 10 en 1:1 cua l se mencionil el servicio militar de Tibulo (verso 13) no puede ser posterior al afio 32 a. J. C. 3. Sabre Valerio Mesilla Corvino vease R. HANSLIK, Valerius, Ng 2611, en RE VIII A I (afic 1955), col. 131·157; alii mismo (col. 148·150) sabre las campafias militares en las que partlcip6 Tibulo. \ 154 J. ZARANKA dedicado a Delia, tres (4, 8, 9) cantan al amado M6rato, la septimo celebra el triunfo de Mesala y la ultima, cronoloqiccmente la primera entre las piezas de este libro, es el Elogio de la Paz. El segundo libro, editado tal vez despues de la muerte del poeta, contiene seis elegias: tres de elIas (3, 4, 6) estern dedicadas a lei:nueva amado' del poeta la cuol lleva el nombre fatal de Nemesis; la elegia primera nos presenta la doscripcion pintoresca de una fiesta rural; la segunda se diriqe al amigo Cornuto en su natalicio y la quinta es un himno a Febo, dies profeta de la grandeza romana, en favor de la feliz carrera de M. Valerio Mesalino, hiio de Mesala. El tercer libro del Corpus Tibullianum se com pone de 20 piezas que pertenecen a diversos poetas 4 II. Los estudiosos han encontrado en la elegia 1, 10 de Tibulo, muchos pasaies paralelos a los textos de los poetas griegos. Seria demasiado atrevido afirmar que el vate romano cooio 0 imito a un modele griego u otro. Pero, dada lo vasta cultura literaria de 'I'ibulo, no seria extrofio que en sus poesias aparecieran con cierfc frecuencia reminiscencias de los poetas griegos leidos y oun aprendidos de memoria durante los ofios de sus estudios. Uno de los autores escolares era Hesiodo. Recientemente P. Grima!, en su conferencia sobre Tibulo y Hesiodo. afirma 5: "La decimo elegia del libro I presenta muchas resonancias hesiodicos mnecrcbles". Los versos 11-12 del poeta latino recuerdan el celebre pasaie de los Trabaios y los Dias 074-175), en el cual Hesiodo expresa su pesar por pertenecer a la raza del hierro; los versos 45-50 de la elecric, en los cueles el autor invoca la proteccion de la Paz, se hacen eco de las siquientes palabras del poema griego: "Sobre su pais se extiende la Paz, nodriza de los iovenes. y Zeus, el de amplia mirada, no les senala la guerra dolorosa. Nunca a estos hombres equitativos los persiguen los desastres ni el hambre, ellos gozan en los festines del fruto de los campos cultivodos" G. Tornbien es posible que el epiteto "cudcx" aplicado al siniestro Cerbero provenga de "kyno ... anaidea te krateron te" de la Teoqonic (311-312). 4. La dietr-ibucion de las eleg ia s en el l ibro depende casi exclus ivn men te de In b65" queda de poikilia- var iat!o, tan apreciada ya en los libros de Ia poesfa helenistica: cf. W. KROLL, Stodien zorn Verstaendnis der roemischen Literator, Darmstadt. 1964 (reimpr. de la ed. de 1924)., p. 230 y G. LUCK, Die roemische Elegie, Heidelberg. 1961, p. 70. Los capituJos 4 y 5 de la ultima obra (pp. 63.99) estan consagrados a Tibulo. Sobre los autores del Corpus Tibullianom, vease LUCK, op. cit. pp. 104-116 y 200-210. 5. Entretiens sur I'antiquite cIassique. tome VII: Hesiode et son influence, Geneve. 1960, (ed. 1962), pp. 271.287: Tibulle et Hesiode. En la discusion, Que acompana la' conferencia de Grimal (ibid .. pp. 288-301), algunos especialistas, partieipes del simposio, expresan BUS dudas en cuanto a ]a influencia directa y prefieren constatar el paralelismo entre los dos poetas. 6. Los Trabajos y los Dias, vv. 228-231. GR1'MAL, Tibulle et Hesjode, pp .. 276-7 escribe: «En realidad, la descripci6n de Tibnlo es mucho mils ampJia Que la de Hesiodo, y toma sus elementos de otras fuentes, tal vez, de BaquHides, pero Ia idea misma de presen· tar Ia paz como Ia recompensa de Ia sabiduria que conlleva la vida rustiea, este sentimiento implieado por la oraeion de Tibulo: <dnterea Pax arua colat ... », todo este movimiento nos parece ser un recuerdo conseiente de Hesiodo». TEXTOS 155 CLASICOS Los beneficios de la Paz eran cantados tcmbion por Baquilides: "La Paz .trae a los hombres la riqueza aItiva y las flores de las candones de palabras mellfluas, a los dioses las porciones de los bueyes y de las oveios lanudas que arden con llama amarilla sobre los aItares bien labrados y a los ioveries les trae el interes par los eiercicios de gimnasia, la flauta y la danza festiva. En los punos de hierro de los escudos se extienden las telas de las somb;ias orofics. En orin roe la punta de las lanzas y la espada de dos filos... No hay sonido de las trompetas de branee, ni huye de los oorpcdos el dulce suefio matinal que. reqociirr al corozon, Las calles estan llenas de agradables festines y los himnos infantiles surgen como llamas" 7. En Tibuloencontramos el mismosonido de las trompetas, el mismo orin que invade las armas y la enumerocion de las ventajas de la paz. La influencia de Baquilides sobre Tibulo parece ser indudable, cun aceptando el hecho de que la descripcion de la Paz se habfa convertido en las letras griegas en un topos 0 lucor comun. Por eiemplo. las telorofics y las armas colgad as S8 hall an tornbien en un fragmento del Erecteo de Euripides que nos ha conservado Estobeo 8. En los versos 45-68 hay resonancia de los elogios que Aristoiones rinde a la Paz en la comedia homonimo: "iQue cleoric! [Que alegria! Ya no mas cascos, quesos ni cebollas! Los combates, para quien los quiera, a mi solo me gusta beber con mis buenos amigos junto al hocror, donde can viva llama arde y chieoorroteo la lena cortada en el rigor del estio. y tostar garbanzos sobre las ascuas, y asar bellotas entre el rescoldo y hurtar un beso a Trata, mientras se bofic mi esposa. .. Cuando entona la ciccrro su dulce can tinelcr, me gusta ver si las uvas de Lemnos principicn a madurar, pues son las mas tempranas; y no menos me agrada mirar como van hinchondose los hiqos, y comerlos cuando oston maduros y exclamar, soborecndolos: "Deliciosa ostcclon" 9. Una de las caracteristicas de la poesia de Tibulo es su elemento bucolico 10. De modo que es probable que el haya conocido la obra de Teocrito. Este praclamaba: "Que las ciudades sean de nuevo habitadas por sus antiquos ciudadanos, las ciudades que fueron completamente saqueadas por las manos enemigas; que cuItiven los campos floridos, que millares innumerables de ovejas engoidadas par el pasto balen a traves de la llanura y que las vacas, dirigiendose en manadas a su establo, al anochecer apresuren a1 viajero. Que la tierra abandonada sea labrada de nuevo para la siembra, en 10:epoca cuarido la cigarra, espiando desde 10 alto de los arboles a los pastores que estan echando su siesta, resuena en 7. Ed. SNELL 8. EURIPIDES RACIO, Sat. II. I, (19611), fragm. 4. .(ed. NAUCK 43: <rut pereat 1902). fragm. 370. En la literatura positum robigine telum ... ». 9. ARISTOFANES, MARRAGA. La Paz, 10. Cf. KROLL, op. cit. pp. mischen Literatur, Milnchen, 1935" aIs Vergil». 1127-1139 y 1159·1171, trad. 206-207. M. SCHANZ-C. II, P. 184: «er (e. d. de F. latina vease BARAIBAR a HO- Y ZU- HOSIUS, Geschichte der ro.Tibulo) denkt bukolisch ecbter J. ZARANKA 156 los rrrmos, que las arafias extienden sabre las armas, par todas partes, sus tela's finas y que de la guerra desaparezca hasta su nombre" 11. . . Calimaco, un contcmporcneo de Teocrito, maldeda en sus Aitias a los inventares del hierro: "Que perezca la raza de los Colibes, quien fue la prim era en revelar la mala planta que surge de la tierra y erisefio el troboio de ,los mortillos" 12. La cual traduda libremente Catulo: \ "[uppiter. ut Chclybum omne genus pereat, Et qui principia sub terra quaerere u'enas Institit ac ferri stringere duritiem' 13. El exordia de la elegia tibuliana par el usa de primus parece referirse mas al texto griego que a la version latina. Tales son los pcrsoies de los poetas griegos cuyo eco resuena en la elegia 1, lOde Tibulo. PU8Sto que el tema de la paz y de sus ventajas se hobio convertido en un topos y podia ser' tratado aun par los autores griegos que no han llegado hasta nuestra epoca, pero se leian todavia en los tiempos de Augusto, es mas segura anotar los textos paralelos griegos sin afirmar coteooriccrnente su influencia directa sabre Tibulo. Se ha afirmado tornbien que habia en este Elogio de la Paz ciertas reminiscencias vircilicmos. Seg{m Cortoult., autor de estudios importantes sabre nuestro poeta, "la elegia 1, lOse basa sobre la idea fundamental del celebre cuadro que hace Virgilio de 10 Ielicidad del campesino: 0 fortunatos nimium ... 14. Hay, pues, entre los dos poetas un acuerdo tan profunda y tan intima que Tibulo hubiera forzosamente dicho casas onoloqcrs a las que ha dicho. aun si 81 no 10 hubiera conocido; pero no es csi, El ha leido las Georgi- 11. TEar-RITa, XVI, 88-97. 12. CALLIMACHVS, Fj-agmen ts, ed. C. A. TRYPANIS, 13. CA TVLL VS, LXVI, 48-50. 14. VIRGILIO, Georgiea., II, 458-475: Fortunados de sobra, si tuviesen, De los. bienes que gozan Segura posesi6n, 105 labradores, A Quien la tierra misma de su senD Faeil sustento liberal prodiga, Lejos del ruido de civil diseordia! Palacios no hay alIi Que en pompa regia Par .sus P9rtieos todos desde el alba A oleada. los aulieos derramen: No la vista suspende Inerustado' din tel de conchas beJlas: Tampoco ricas telas y brocados, o insignes bronces Que Corinto cnvin: Ni al limpio aeeite alii vieio la casia, Ni fenicio veneno albos vellones. London, 1958, p. 82, VV. 157 TEXTOS CLASICOS cas y tiene su recuerdo presente" 15, Pero P. Grima1 ha demostrado que! 1a elegia L 10 es anterior a 1a publicccion de las Georqiccrs 16, "Hcbrio tenido Tibulo con Virgilio re1aciones suficientemente intimas para conocer su obra antes de su publiccrcion? Esto ciertamente no es imposib1e, pero de 10 que sabemos 0 creemos saber del corccter de Virgilio, de su repugnancia a mostrar -aim a Augustounesbozo, todavia distc:inciado de 1a perfsccion, hace la hipotesis bcstonto inverosimil" 17. Es evidente que los poetas romanos de la epocc de Augusto, sin ninguna influencio reciproco, podion expresar e1 deseo profundo de 1a paz, el cua1 tras largas guerras civiles habia invadido e1 corczon de todos los contemporcnsos del poeta; se puede, sin embargo, notar una diferencia entre los poetas pertenecientes a1 circulo literario de Mecenas, como Virgilio, Horacio, Propercio, de una parte, y Tibulo de otra. Los primeros, al ensa1zar 1a Pax Romano, elogian a1 mismo tiempo a Augusto, como creador de ella, es decir, hacen una propaganda politico y aun cortesana, mientras que e1 pacifismo de Tibulo no ester liqodo a1 nuevo, regimen ni a la Pax Augusta 18, e1 poeta no menciona iorncrs a Octaviano, csi conserva la libertad comp1eta de expresar 1a verdadera alma de Roma que "estaba tal vez fuera de los limites de 1a tirania de Augusto y de Mecenas" 19. Finalmente para voloror de manera adecuada e1 pacifismo de Tibulo se debe tener en cuenta e1 hecho de que e1 poeta como. eques Romanus era obliocrdo a 'prestor servicio militar. Luego 1a guerra y 1a paz no eran para el puros motivos poeticos, sino en primer lugar un contacto directo con 1a realidad belicc, una vivencia per so- En cambia paz segura, Y un sabroso vivir libre de engafios Y en la copia profuso de sus dones, Tiene el agricultor. Aquella holg ura y alma S~rdl1L1"~Ude 1..... eampafia, Urnbrosas espeluncas, vivos lagos, EI fresco valle y verde, los mug idos Del perezoso buey, los apacibles Suefios gozados bajo amenas som bras, A su dicha no faltan. En el campo Sobris, fuerteli a fatigas avezada Veras Ja juventud ;. Cazar te plugo? Basques tendras, enmaraiiados basques. Fieras y grutas. ;.La virtud te gUla 1 Aqui venis la religion honrada, Honrada la vejez. Cuando del suelo Impuro se ausentaba Ia justicia. Dej6 en los campos sus postreras huellas. (Trad. 15. A. CARTAULT, Tihulle et les auteurs du Corpus Tibullianum, de M. A. Paris, 16. Art. cit. en la nota 2. 17. Tibulle et Hesiode, p. 274. Vease la discusi6n, ibid, pp. 300-301. 18. Cf. L. Bieler, Geschichte der roemischen Literatur, Berlin, 1961, IT, p. 19. GRIMAL, Tibulle et Hesiode, p. 294. CAROl 1909, p. 60. 120. 158 J. ZARANKA nal 20. La experiencia propia que para los poetas helenisticos era apenas un pretexto, en la elegia romana se convierte en tema principa121 III Alabanza de la paz, desprecio de las riquezas, temor a la muerte, apegq a la vida rusticc, crnor, son los motivos que aparecen en esta elegia como un programa, porque son preferidos tornbien en el resto de' la obra poetico de Tibulo 22. El poeta se expone al pelicro de sacrificar la unidad de la pieza a la varied ad de los motivos. En realidad no han faltado criticos para acusar al poeta de mala cornposicion 23. Es cierto que el poeta al unir diversos motivos no se apoya en un fund amen to locncomente establecido. :::iu composicion S8 parece mas bien a la de una sinfonid 24. "Un sentimiento dominante anima la pieza de un extremo al otro y ofrece un tema que se an uncia, se expreso 'ampliamente, se enlaza con motivos secundarios bcio los cuales reaparece de una manera ritmica. Aqui, este tema es el desgarramiento del corozon del poeta, arrancado de los dominies de sus padres, colocado entre la guerra y la paz y acosado por el suefio de la vida simple y tranquila de los tiempos primitivos: 10 cual se reduce a la oposicion, frecuente en Tibulo, entre el temor del dolor y de la muerte y la cleqric de vivIr 25 , El estilo del poeta se destaca por la nitidez, la cual es el arte perfecto que se oculta. Su lenguaie es pure y sencillo. Estas cuclidades son ciertamente mal entendidas por R. Pichon quien escribe: "Tibulo ha side durante largo tiempo muy admirado e Imitodo, y ciertamente no Ie faltan cualidades reales. Sobre todo posee las de los clcsicos de segundo orden: claridad y facilidad. Sus frases dice;;: bien 10 que elias quieren decir; sus versos no son osperos: su , 1/ M. Cf. W. WILLIGE en Gymnasium, 64, 1957, p. 202 (resenando a H. KREFELD, Liebe, Landleben und Krieg bei Tibull, Diss . Marburg . Dusseldorf, 1952, 54· p.) EI pacifismo del poeta no le imp idio ser un huen militar. En su vida Ieernos : «contube~nalis (scil. Coruini Messallae) Aquitanico bello militaribus don is donatus est». La mismo atestigua Ia eleg ia 1, 7, 9: «non sine me est tibi (i. e. Messallae) partus honos». U. Cf. A. ROSTAGNI, L'influenza greca sulle origini dell'elegia erotica latina en En tretiens sUr }Jantiquite c1assiQue. Tome 2: LJinfluence grecque sur la poesie latine de Ca .. tulle a Ovide, Geneve, 1953, (ed. 1956), pp. 59-82. 22 .. Veanse las elegias I, 1 y 3, POI' ejemplo. 23. EI critico mas duro y en gran parte injusto es R. PICHON, que en su Histoire de la Iitt<,rature latine, Paris, 1947 (reimpr. de la ed. 1908), pp. 382-3, lanza las siguientes aCUl:;aciones: «Dna cosa sobre todD ha decaido: la fuerza de composici6n. Se ha vIsta co· rno Virgilio sabe fundir en un solo conjunto elementos diversos; en Horacio, si el plan no es metudico, todas las partes se reunen POl' 10 menos en una sola impresion. Pero aqui no hay ningun designio general. Una elegia de Tibul0 es a proposito de un hecho insignificante, una serie de lugares comunes arbitrariamente cosidos ... Como no se siente capaz de fecundar BU tema profundizandolo, se lanza a lado ... Todos los pretextos son buenos pa· ra el: si Delia estit. libre. el Ie propone venir al campo; si no esta, expresa su pesar POl'· que ella no puede venir, perc de todos modos eso Ie sirve para elogiar al campo». 24. La comparaci6n es de M. PONCHONT, num, Pario, 1955', pp. 7 y 9. 25. PONCHONT, op. cit., p. 73. Tibulle et leo autero du Corpus Tibullia- TEXTOS 159 CLASICOS pensamiento no tiene nada oscuro. No exige ninqun esfuerzo para ser comprendido, mucho menos cun que Virgilio 0 que Horacio. Mas esto justamente despierta desconfionzo: los escritores que imponen al lector un cierto esfuerzo, le reservan en cambio alguna cosa, mientras que la facilidad con frecuencia no es sino banalidad. Voltaire decia: "Yo soy como los arroyos, soy daro porque soy poco profunda". Esto es bastante cierto en relocion con Tibulo. Bcio este estilo transparente, hay un fondo muy pobre" 2G. Pero "los meiores conocedores del estilo latino han admirado siempre la finura de su expresion artlstica ... Su simplicidad de alma le gano la cclido cdmircrcion de muchos, a la vez que induio a criticos menos Ilnos a tacharlo de pobreza de inspirocion. Pero esta pretend ida pobreza de Tibulo es, esencialmente y mas bien, aquella mesura y limpieza de representccion que no fuerza el propio poder expresivo y constituye la mcestrio de los clcsicos, cuyo secreto ha sido olvidado par poetas y criticos que gustan del efecto, de 10 vistoso't?". Tibulo erct apreciado por la maestria de su estilo, ya desde la ontiouedcd. Quintiliano prodamaba: "Elegia quoque Graecos prouocamus, cuius mihi tersus atque elegans maxime uidetur Tibullus" 28 IV El texto latino de la elegia que se lee oqui sique de cerca la ultima edicion de Lenz 29. Solo en e1 verso 11, donde Lenz acepta la leccion de los manuscritos uulgi, damos la prefer en cia a Valgi, correccion de Heyne, aprobada por Havet, Ponchont, Pichord, De Ruyt y Grimal. Lo hacemos por los siguientes motivos: en primer luqor, Tibulo presto servicio militar en el estado mayor de Mesala como ofickrl y no como soldado raso, por consiguiente, las palabras "uulqi nec tristia nossem ormn" - "no hubiera conocido las tristes arm as del soldado rose" no corresponden a la situocion concreta del outer 30; en segundo lucor, sabemos que en la epoca de Tibulo vivio el poeta C. Volqio Rufo, 31 a quien Horacio invitaba a cantar las hazafias de Augusto 32, mientras que Pseudo-Tibulo 26. op . cit .; p. 382. 27. E. BIGNONE, Histor'ia de la Iiteratura latina, trad. G. HALPERIN, Buenos Aires, 1952. pp , 290-91. 28. Instit. or., X, 1, 93. 29. Leiden, 1964. Tambien hemos utilizado las ediciones siguientes: K. F. SMITH, op. cit.; M. PONCHONT, op. cit.; Fr. DE RUYT, seleeei6n, trad. franeesa y comentario, Bruxelles 1941; J. CRECENTE, seleeei6n con eomentario, Madrid, 1946; R. HELM, texto lat. y trad , alernana, Darmstadt, 1958. AQui expresamos l1uestra profunda gratitud al Sr. Fr. De Ruyt, profesor de la Universidad Cat6liea de Lovaina. POl' habernos introdueido en la obra de Tibulo durante el ano eseolar de 1946/7. 30. Cf. Fr. DE RUYT. Gp. cit., p. J4, 31. Sobre la vida y obra de C. Valgio Rufo vease H. ineonnue, tome II, Paris, 1956, pp. 19-22. 32. HORATI Carm • II. 9: ... am ice Valgi. .. desine et pat ius noua / cantemus Augusti tropaea I Caesaris ... BARDON. mollium La / Iitterature tandem lat;ne querellarum J. ZARANKA 160 consideraba que Vcrloio, otro Homero, era el mos indicado para celebrar las gestas de Mesala 33. El ultimo dato insinucr que el poeta Valgio perteneda al circulo literario de Mesala, porque hcbricn side ofen didos los miembros del circulo, si el autor del Pcnecririco a Mesala, hubiera invitado a un poeta foroneo a celebrar las hazafics de su protector. Lueco, es muy probcrble que Valgio como miembro del mismo circulo haya sido amigo de Tibulo. Puesto que Valgio habia escrito tcrmbien elegias, era muy normal que Tibulo, su colega de oiicio, 10 hubiera interpelado en la elegia 1.10. En el texto transmitido por los manuscritos hay una laguna segura despues del verso 25 y otra posible despues del verso 50. Don Miguel Antonio Caro ha traducido en los an os 1863-5 34 la obra completa de Tibulo y casi la totalidad de los autores del Corpus Tibullianum, excepto el Pcnscfrico a Mesala (III, 7). Para saber cuol era el texlo latina de la elegia 1, 10 que leia el troductor, hemos consultado las ediciones de Tibulo que han pertenecido a M. A. Caro y ahora aston en el Fondo Caro de la Biblioteca Nacional de Colombia en Bogota. Son publicados por Mirabeau 35, Mollevanl 36, uno quien firma con iniciales L. M. 37, Valalour 38, Nit sard 30, Perez del Camino 40 y Mueller 41. Ninguna de ellos tiene el aparalo critico. Si aparecen notas 0 comentarios, son mas bien de ccrccter divulqotivo. Las dos ultimcs ediciones son posteriores a los cfios de la version de Caro, aunque no se debe excluir la posibilidad de que Caro mas tarde haya revisado y corregido su tra- , 33, , Panegyrieus Messallae, 177-180: Non ego sum satis ad tantae praeconia laudis, Ipse mihi non si praescribat carmina Phoebus. Est tf hi, qui poss it magnis Be accingerc rebus, Valgius: aeterno propior non alter Romero. 34, M, A, CARO, Tradueciones Poeticas.' Bogota, 1889. p. VIII: «... las poesias de Ovidio, Propercio y 'l'ibulo Que en este tomo se incluyen y son s610 muestra de una coleecion intitulada Flos Poetarum (18bi1-5) que peru.alh:::_~ meu.ca» ... 'Ios Poetarum aparecio solo en el afio 1918 en el I tomo de In edici6n p6stuma de las Obras compretas de Don Miguel Antonio CARD, hecha bajo la direeci6n' de Victor E. CARO y Antonio GOMEZ; la eleg ia I, 10 de 'I'ibulo se lee en las pagtnas 66-8 de esta edicio n, 35. Eligies de Tibulle par MIRABEAU, 3 vol., an VI - 1798, Edici6n posturna (el celebre oraoor de la Revolucro n Fr-ancese mur io en 1791), bilingtie con comentari08; trad. en prosa, (Fondo Caro 911-913). 36. Elegies de Tibulle, trad. (en verso) de C. L. MOLLEVANT, Paris, 1821°. Bilingue. (F. C. 914). 37. Choix d'EIE~gies Latines, extraites de Catulle, 'fibulle et Properce avec des imitations francaises (algunas de eUas son traduceiones libres) par L. M. Paris. 1834, (F. C. 922). 38, Elegies de A. Tibulle. trad. nouvelle par M. VALATOUR, (Bibliotheque LatineFraneaise publiee par C. L. F. PANCKOUCKE), Paris, 1836. Bilingiie, trad. en prosa. (Fondo Caro ~15). 39. Oeuvres complete:) d'Horace ... de 'fibulle... avec Ia trad. en francais par M. NISARD. (Collection des Auteurs Latins). Paris, 1850. Bilingiie trad. en prosa, (Fondo Caw 708). 40, Elcgias de Tibulo, trad. al castellano por D. Norberto PEREZ DEL CAMINO, Madrid, 1874. Bilingiie, trad. en verso. Edici6n postuma, el proJogo lIeva la fecha de 1815, (F. C. 916). 41. Albii Tibulli Iibri quattuor. ree. L. MUELLER, Lipsiae, Teubner, 1901. Editio stereotypa. Texto latino, (Fondo Caro 949). TEXTOS CLASICOS 161 ducci6n 42. En este coso pudo haber utilizado la edici6n de Perez y cun la de Mueller. Par 10 menos el libra de Perez ha sido estudiado par Caro can mucho esmero, como 10 demuestran las numerasas anotaciones hechas par el al margen de la introduccion y de la traducci6n 43. En estas ediciones las mos importantes variantes que se apartan del texto editado oqui son las siguientes: v. 5: an: Mueller: a: los demos: at: v. 10: sparsas: Mirabeau y Perez: saturas: los demos: uarias: v. 11: Valgi: Mirabeau, Perez y Mueller: dulcis: los demos: uulgi: v. 26: hostiaque e: Mueller acepta el texto y una laguna antes del verso; los demos: hostia erit (sin laguna); v. 37 percussisque: Mirabeau, Perez: exesisque: Mueller: perscissisque: los demos: percussisque: v. 49: nitent: todos: uiqenL 42. Para saber si Caro ha corregido sus versiones de 'fibula, hemos comparado Jas que habian sido publicadas durante BU vida con Ia edici6n postuma, Seg un nuestros datos, Que pueden ser inccmpletos, Caro publico dos versiones tibulianas durante BU vida: Ia elegia de Ps.-Tibulo III, 9 (-IV, 3 de a lg unas ediciones) en La Luz, Pertodico politico, literario e industrial, Bogota, viernes, 20 de Octubre de 1882, N" 172, folletin: Sulpicia a 'I'ibulo, y dos veces la elegia II, 5: primero en Repertorio Colombiano, Bogota, 1886, pp. 226233; despues en Traducciones Poet.leas, pp. 133-140. Las dos vers iones ademas han side recopiladas POl' M. MENENDEZ PELAYO para su Bibliografia Hispano-Latina Cldsica, tomo VIII (que se publico solamente en el afio 1952). pp. 135-142. En la elegia III, 9 (-IV, 3) notamos estas variantes: Menendez La Luz: Pelayo: estr. estr. 4, v , 2: laceradas 6, v , 3: gustosa laeeradas gustosa estr. estr. estr. estr. estr .. 7, v. 2: medrosa 8, v . 1: Salve 9, v. 4: esposos 11, v . 1: dame alguna 11, v. 3: bravio timida Salve esposos dama a lg una bravio En la eleg ia 11, 5 aparecen 9, v. 1: 9, v. 2: 16. v , 2: 17, v. 3: libros desvuelva nornade pobre barquilla p6stuma: lastimadas g ustoso (error evidente, porque Sulpicia habla de S1 misma) rnedrosa Silva (error evidente) amantes una Ninfa imp io siguientes: Trad. Poet,« Repertorio: terc , tere. tere. tere. las variantes Edicion libros desvuelva n6made pobre barquilla Menendez Pelayo Iibros desvuelva nornada barca sencilla Edicion post.uma : versos devuelva n6made pobre bat-qui lla Algunas variantes, sabre todo las de la edici6n postuma, son errores de imprenta. Asi en la elegia II, 5, tereeto 9, Caro habia escrito sobre los libros de Sibila: Permite que tus libros Mesalino Tambien desvuelva y a leer aprenda EI rec6ndito canto sibilino. tras La .expreSlon «desvolver» que la edici6n p6stuma es correcta hablando del antiguo .presenta un texto absurdo: Permite que tUB versos Tambien devuelva etc. Pero, imprenta, libra que era un rollo, mien- Mesalino a pesar de Jos errares ,que dehen atribuirse al parece que algunas variantes son del traductor descuido mismo. de los 43. En estas anotaciones la letra es· de puna de M. A. Caro, como do el doctor Rafael Torres Quintero, perito en los manuseritos de Caro. editores y de la nos ha confirma- J. ZARANKA 162 Las traducciones de Cara que corresponden a los versos latinos lOy 11: "lc grey replete" y "naciera yo en edad tan mansa y quieta" (esta versi6n reproduce libremente: Tunc mihi uita foret dulcis) demuestra que al traducir estos versos en los afios 1863-5 Caro tenia en sus manos 1a edici6n de Mirabeau. Esta deducci6n queda confirmada por la inscripci6n que leemos en la pagina titular del primer tomo de la mencionada publicaci6n: Compre esta obra en 6 ps a Dn. Leocadio Guzman 1861 M. A. C. Pera la interpretaci6n del verso 49: "hace limpias brillcr" supone que M. A. Cara conoda la leetura nitet que aparece en algunos manuscritos 0 nitent, correcci6n de Guyet, aceptada por los editores de nuestra epoco. Por consiguiente, es casi seguro que Caro ha tenido 0 consultado otras ediciones de las elegias tibulianas, fuera de las que ahora eston catalogadas en el Fondo Caro de la Biblioteca Nacional. Podia, por eiemplo, ver los eiernplcres que estaban en posesi6n de su amigo Rufino J. Cuervo. En la sala Cuervo de la misma Biblioteca aparecen tres ediciones de Tibulo que pertenedan al ilustre linquistc: las dos mas antiguas tienen en sus notas la leetura nitet encontrada sequn ellos por Esccdiqero en la excerpta y la ultima da en el texto mismo la correccion: nitent H. , v Perez del Camino, interprets espafiol de Tibulo, en los albores del siolo XIX dividia las traducciones en tres categorias: "Las traducciones poeticos se pueden clasificar en tres ccteoorios. En la primera de esters cornprendere todas las traducciones en que sus autores, partidarios de un trabaio servil, se creen obligados a verter escrupulosamente, los unos, todas las palabras, los otros las palabras y el metro de los originales. Con tare en la segunda ccteqorio, las tareas de los traduetores, que, enemigos de la servidumbre material de los prirneros, se cplican particularmente a vestir la poesia de los escritos que comentan, pera que prefiriendo 1a facilidad de troboio, a que su talento les invita, a una laboriosa fidelidad, dan en e1 extremo controrio, y abandonondose a la seducci6n de una imaginaci6n fecund a e independiente, prestan ideas, cuadros y aun episodios enteras a los oriqinales. 44. A) Catullus, TibuJlus et Propertius cum integris commentariis Iosephi SCALJGERJ etc, ex Musaeo Ioannis Georgii GRAEVII. Traiecti ad Rhenum, 1680 (Sala Cuervo 03636); B) Albii Tibulli quae supersunt omnia opera. Ph. A. de GOLBERY, Par iaiis. 1826 (Sala Cuervo 04722); C) Las elegias de Tfbulo, de Ligdamo y de Sulpieia, trad. en verso castellano par Joaquin D. CASASUS, Mexico, 1905 (Sala Cuervo 4837, can la dedicatoria: «A su docto amigo D. Rufino J. Cuervo en testimonio de carjfio . El traductor. Mayo 80/ 905»). 163 TEXTOS CLASICOS A la tercera cctecroric, en fin, pertenecen las versiones que, huyendo los vicios que acabo de soficlcr. rounen la fidelidad sin servidumbre y la poesla sin licencia. Las traducciones de la primera categorla son las peores, las de la segunda las mas facHes cuando las emprenden inqenios distinguidos, y las meiores y mas dificiles son las de la tercera" 45. Caro en el eiemplor de su pro" 'piedad anot6 con dos siqnos de admiraci6n las palabras de Perez sobre la tercera categorla. El mismo tcrnbien ha desarrollado ampliamente sus ideas sobre el tema en la introducci6n de sus Traducciones Poeticns 46. Citando a un traductor de JuvenaL quien afirma que las versiones poeticos deben necesariamente estar dotadas de fidelidad y elegancia, Caro oficdo: "Ester maxima. .. osto de por si sola declarando la gran dificultad de traducir acabadamente a un poeta como qui era que exige la conciliaci6n de terminos casi incompatibles" 47. Hefirlendose a sus propias trcrducciones escribe: "Creo que, por natural amor a la verdad, procure siernpre la fidelidad, aunque sin confundir la exactitud literal con la formal. Mis estudios y meditaciones han confirm ado e ilustrado esta propensi6n, que por 10 vieirr, mas me parece inqenito que adquirida. Entiendo que el traducir es dificillsima labor mixta de irnitaci6n y crdoptocion, de refundaci6n y correspondencia" 48. Y el ilustre traduetor de Virgilio declara humildemente: "Conozco yo meior que nadie y confieso los defectos en que abundan mis traducciones; se que, aunquela teorio eierce influencirr benefico sobre la eiecucion, esta influencic no es siempre decisiva; y me consta, par experiencia ajena y propia, la distancia que va de la teoric al desempefio ortistico" 49. Pasando de la teorla a 10 prcctico, en este caso a la version de la elegla 1, l O, se nota que ella, como la moyoric de las versiones tibulianas de Core, ha side interpret ada en tercetos endecasllabos, los cuales consideraba don Miguel Antonio como autorizado y proporcionado molde "para reproducir exactamente, sin estrechez ni redundancia, el contenido del distico griego 0 lotino" 50 En la versi6n de esta elegla el lector se encuentra de vez en cuando con expresiones agregadas, como "Quien fue decid. Oh mana 'aquella impic , " ", mientras en pobre asilo venturoso ... r Algunos cambios son inexplicables: aSI en el verso 17 el poeta habla de los dioses. hechos de un tronco de madera - e stipite factos, mientras que en la versi6n se lee: "Ni os afrente haber sido bronce un die". Un distico entero (41-42): t t ••• t Ipse suas sectatur cues. at filius agnos et calidam fesso conparat uxor aquam 45, 46. 47. 48. 49. 50. PEREZ DEL CAMINO, op , cit .; pp , 50-51. pp. IX-XXI (ed. 1889) = Obras complctas, cit., p. XX = p. 44. 0\), cit., p. XXL XI = p. 45. tomo VIII, Bogota, 1945, PP, 38-45. op. ibid. op. cit., p. XIV - p. 40. Cf. 10 que dice CARO en Rcpertorio Colombiano, Nov. 1886. p. 227: «La traducci6n esta ~n tercet?s, combinaci6n qu~ por s'; ~rtifici~ y dimensiones parece turquesa expresa y fehzmente Inventada para vaelar el dlstlCO antlguo». J. ZARANKA 164 ha desaparecido completamente por culpa, segun parece, de los editores 0 de la imprenta. Otros cambios derivan del uso de las rimas consonantes que siguen el esquema de a b a, b c b. cdc, ... x y x, y z y z. No se debe cometer la iniusticic de acusar a Caro por no haber prescindido de la rima que en su epocc era considerada indispensable en 1a obra poetico. Ademos. un terce to sin rima es una contradictio in terminis. Pero la rima consonante exiqe sacrificios de la exactitud: el dardo se hace cieqo para rimar con rueqo y iueqo, uinea culta se convierte en vid siiav;e que rima con sahe y nave: in parua ... casa se cambia par cabana humos« para consonantar can dichosa y cosa: arma seespecifica por lanza y espada, porque en la vecindad se encuentran sazonada y aza:da. Para ver meier c6mo Caro sacrifica la fidelidad literal a la rima, transcribimos la invocccion a la Paz (versos 45-50 y 67-8), indicando con negrilla las ampliaciones 0 los cambios notables del traductor: En los campos beneficc;r. y r'iente Reine en tanto la paz: .su torva testa Ante ella el toro dobleqo obediente: Por ella fruto dio la vid enhiesta, Y el padre al hiio, de uva sazonada Trorismifio el iuqo en cmforo repuesta: , Y es ella quinn la reic y elnzcdo Hace limpias brillar, mientras confia A orin consumidor lanza y espada. Ven, alma Paz, recobiiando al mundo, muestro en tu mana la dorada espiga, Y del regazo ccndido y fecundo Copia de frutos por doquier prodiga 51 Para rimar se introduce una serie de aiiadiduras de epitetos que daiian a la sobriedad del original. La cncforo Pax ... pax; .. pax ... pace de los versos 45-9, Iiqurcr tan caracteristica al estilo tibuliano, pierde su vigor siendo reemplazada por los pronombres, dos veces precedidos de preposiciones. Los sacrificios sobre el altar de la rima son tan grandes que surge una seria duda sobre la conveniencia de user el terce to endecasHabo para verter un distico elegiaco. Hasta una rima menos exigente que la del terceto, parece ser precio demasiado grande para crear una dudosa "eleccncia" deicndo al lade la fidelidad, como 10 demuestran otras traducciones castellanas en verso. Perez del Camino traduce la misma invocaci6n osi: 51. Tr.ducdone. Poetic •• , pp , 67-8. TEXTOS CLASICOS 165 Labre en tanto la Paz nuestra ribera, Uncio la blanca paz al corvo yuqo Los bueyes aradores la prim era, La Paz nutre la cepa y guarda el vino Que la paterna cuba vierte al nieto. Florecen can la paz valle y arado, Y las funestas armas del soldado El orin roedor muerde en secreta ... Ven de espigas ornada, Paz amiga: De tu seno el tesoro nos prodiga 52. Aunque se logra una fidelidad literal mas grande, pero para rimar se introducen: ribera, nieto y amiga. Las palabras cuba, dalle y tesoro no corresponden exactamente a testa, bidens y pomis. El soldodo queda sin epiteto tibuliano. Pew aun abandonando la rima no se llega a la version fiel. R. J. Catarineu trcduio en versos blancos el pasaje aS1: Solo tu oh paz, fecundas las campmas. Tu, que rendisle boio el curvo yuqo Los bueyes aradores. Tu. que has hecho Crecer las vides y sangrar las uvas Para que luego en la sagrada cop a De nuestros padres se escanciara el vino. Ya del olvido en el rincon oscuro Caigan las armas trist,es del soldado, Mientras la reia del arado brille. Ven, bienhechora paz, ven a nosotros Haz de la espiga desprenderse el grano, Y dil6lese el pecha libremenle. Boio la fresca sombra del manzano 5,: Esla trcduccion peca mas bien par omisiones: intereu, candida primum, nato, bidens, duri desaparecen; sangrar las uvas es demasiado fuerle para verier 5UCOS condidit uuae: se agrega el opiteto innecesario de sagrada: se cambia la anafora Pax par tu: y los tres ultimos versos no se parecen en nada al original, en e110s tcrnbien S8 nota la unico rima: grano - manzano. 52. 53. PEREZ DEL CAMINO, op. cit ,; p. 129. PELAYO,op. eit .; p . 155. M. MENENDEZ J. ]66 Mas feliz es el resultado Ccscsus: ZARANKA alcanzado por el mexicano Joaquin D. La Paz cultive el campo. Bcdo el yuqo La Paz ensefi6 al buey a arar la tierra; Ella cri6 la vid y guard6 el vino Para el hiio en las onforos paternas. Que el azad6n y los arados brillen Mientras reina la Paz; que en las tinieblas Cubra el moho las armas del soldado ... Ven, alma Paz, trayendo tus espigas; Frutos tu seno a nuestras plantas vierta 54. Aqui no hay sino una sola afiadidura: a nuestras plantas, pero quedan bastantes omisiones: interea, candida, primum, funderet, duri, candidus. ' En Colombia volvi6 a traducir la elegia 1,10 (omitiendo el pasoie sobre las lides amorosas) el R. P. Gregorio Arcila Robledo, O. F. M. 55. Para conservar las estrofas citamos el pcsoie un poco mas largo que ,los anteriores: Lleoue yo ollc: blcnquoe mi cabellera, Para narrar, de abuelo, 10 pcscdo. Entre tanto alba paz fecunde el prado, que el toro dom6 al yugo la prim era. Nutri6 la vid y el grano paz dorada, Para que el padre mosto al hiio diese, Relumbra el bieldo y el arado, y vese La lanza en un rinc6n de orin tomada. Ebrio ya, del santuario trae a casa, En su cerro. a los suyos el villano. Ven, oh paz, con espigas en la mono, Y tu regazo vierta mies sin tasa. La traducci6n de los versos que estamos comparando 6rua se convierte en el prado para rimar con 10 pasado: duri militis desaparece completamente; sucos ... uuae por una metamorfosis milocrrosc queda grano y bidens, bieldo. 54. J. D. CASASUS, op. eit .; p , 117. 55. Gregorio ARCILA ROBLEDO, O. F. M., Obra Iiteraria, Bogota, 1948, p. 320. 167 TEXTOS CLASICOS ASI la revision de las traducciones castellanas de este pasaje nos deja decepcionados. Ninquno de los interpretes 10gr6 traducir la totalidad del texto original, como 10 hizo el poeta aleman Eduard Morike: Friede bestell indessen die Flur. Du, Gottin des Friedens, Fuhrtest, 0 heitre zuerst pfluqende Farren im [och, Reben erzog del Friede, den Nektar der Traube verwahrt' er, Dass noch der Sohn sich am Wein freuet aus Vaters Geschirr. Pflugschar gki:nzet im Frieden und Karst, wenn des grausamen [Kriegers Icmmercerote der Rost hinten im Winkel verzehrt. Komm, 0 heiliger Friede, die Aehre haltend in Hcmden, Und dir regne das Obst reich aus dem glanzenden Schoss 56 Esta traducci6n, hecha por un verdadero poeta, conserva la Iidelidad tanto verbal, como melrico, y 10 que es mas importante, toda la fuerza poeticc del original. Con todos los sacrificios hechos a la rima, Caro no ha logrado transmitirnos la musicalidad de los versos tibulianos en esta elegla. Este medio fracaso se explica por 10 que dice Andres Holquin sabre Caro como traductor y poeta: "Hombre de inmensa cultura, troduio admirablemente a Virgilio y con cierta dureza occdemico a muchos otros poetas ... " y refinondose a sus creaciones originales continua: "Su obra poeticc se caracteriza por la perfecci6n linquistico, por el estilo mesurado, par la serenidad del verso: Todo hace de ElL sin duda, el mas grande neo-closico de nuestras letras. Pero su poesla carece de esta entroficble emoci6n que estremece a los verdaderos poetas. Su verso seco, poco tierno y, a veces, pedante, no posee los iuqos liricos que alimentaron a su padre Jose Eusebio 57. . La traducci6n antigua discipukr, en prosa es de la profesora Teresa Munovor. mi Juozas ZARANKA 56. E. M'OERIKE, Saemtliche Werke. hrsg . von H. G. GOEPFERT, Mtinchen. 1954, pp. 1320-21. El poeta (1804-1875) publico a lgunas versiones de Tibulo en su Clasaische B1umenlese, Stuttgart. 1840. Sobre la traduccion reciente de R. HELM, mencionada en la nota 29, escribe W. MARG, Gnomon, 31, 1959, p , 90: «No puedo imag inat'me que un lector que se a-tiene 81 texto aleman entienda por que Tibulo ha sido y es un poeta celebre. I, No hubiera sido mejor una traduccion en, prose ?». 57. Las' mejores poeaias colombianas, tomo I, seleccio n de Daniel ARANGO, pro logo de Andres HOLGUIN, Bogota, 1959, p. 17. . 168 TIBULO TIBULO, Elegia I. 10 Quis Iuit, horrendos primus qui protulit enses? Quam ferus et uere ferreus ille fuit, Tum caedes hominum generi, tum proelia nata, Tum breuior dirae mortis aperta uia est. 5 An nihil ille miser meruit? Nos ad mala nostra Vertimus, in saeuas quod dedit ille feras. Diuitis hoc uitiurn est auri, nec bella fuerunt, Faginus astabat cum scyphus ante dapes. 10 Non arces, non uallus erat,somnumque petebat Securus sparsas dux gregis inter oues. Tunc mihi uita foret, Valgi, nec tristia nossem Arma nec audissem corde micante tubam; Nunc ad bella trahor, et iam quis forsitan hostis Hcssurc in nostro tela gerit latere. ~ 2,Quien fue el que invent6 las terribles espadas? Que feroz y realmente ferreo fue aquel. Entonces nacieron los asesinatos, entonces el genero humano conocio la matanza y un camino mas corto se abri6 a la funesta muerte. 2,0 no ha side culpable en nada aquel misero? Somos nosotros mismos que empleamos para nuestra desgracia 10 que el nos dio para usar contra las bestias sclvcies, La culpa la tiene el oro que enriquece; no hcbic guerras cuando una copa de haya estaba puesta ante los mcniores. No hcbic fortalezas ni palizadas y el pastor de la grey dermic tranquilo entre sus oveics disperses. Entonces hubiera yo vivido, Valgio, y no conocido las tristes armas ni aida 10 trompeta can coraz6n palpitante. Ahora se me arrastra a la guerra y tal vez alglin enemigo ya porta los dardos que han de clcvarse en mi costado. TEXTOS CLASICOS 169 TIBUlO, Elegia I. 10 Trrrduccicn de MIGUEL ANTONIO Quien fue el que espadas fcbrico primero? Quien fue, decid! Oh mana aquella impiol Oh pecho aquel en realidad de acero! Las armas y las guerras en un die Nacieron, y brindaron de repente Franco paso ala muerte antes tordio No al missro culpeis: el solamente Armas dio contra fieros animales. Volviolcs contra si la humana gente. Culpad al oro, autor de nuestros males: Mientras en pobre csilo venturoso Vaso de encina orno mesas frugales. No se via entonces torreon ni foso, Y el pastor pudo entre la grey replete Dormir segura en plccido repose, Naciera yo en edad tan mansa y quieta, Y a estremecer mi pecho sosegado No lleqoro clangor de la trompeta! Ora marcho a ccrnpofic, mal mi grado, A donde clquien tal vez ya blande cieqo El dardo que ha de hincarse en mi costado. CARO 170 TIBULO 15 Sed patrii seruate Lares: aluistis et idem, Cursarem uestros cum tener ante pedes. Neu pudeat prisco uos esse e stipite factos: Sic ueteris sedes incoluistis aui. 20 Tum melius tenuere fidem, cum paupere Stabat in exigua '!igneus aede deus. cultu Hie placatus erct. seu quis !ibauerat uua, Seu dederat sanctae spicea serta comae, Atque aliquis uoti compos !iba ipse ferebat Postque comes purum filia parua fauum. 25 At nobis aerata, Lcres. depellite tela, Hostiaque e plena rustica porcus hara. Hanc pura cum ueste sequar myrtoque canistra Vincta, geram, myrto uinctus et ipse caput. 30 Sic placeam uobis: alius sit fortis in armis, Sternat et aduersos Marte fauente duces, Vt mihi potanti possit sua dicere facta Miles et in mensa pingere castra mero. , Pero, protegedme, oh Lores patrios, vosotros que me aliment6steis cuando, nino todovic, correteaba a vuestros pies. Y no os avergonceis de estar hechos de un tronco viejo: osi habit6steis la vieio morada de mi abuelo. Se profesaba meier 1a fe cuando e1 dios de madera, obioto de pobre culto, se erguia en una estrecha capilla. Obtenia su favor quien Ie habia ofrecido un racimo de uvas 0 cefiido su sagrada cobell era con una guirna1da de espigas. Y aque1 cuyo voto se habia realizado, llevaba persona1mente paste1es y en pos de el iba su hiicr, oun pequefic, con un pana1 de miel pura. Pues bien, Lares, apartad de mi los dardos de bronce.. . [Yo os ofrezco] como victimo una rusticccerdc de mi pocilqo llena. Y en seguida ire yo, con un vestido puro, y port are una cesta coronada de mirto. cefiido mi cabeza tam bien de mirtojQue osi os agrade yo! Que sea otro e1 fuerte en e1 cambate y e1 que, con la ayuda de Marte, derribe los jefes enerniqos, para que mientras yo beba, este soldcdo pueda con tar sus hozofics y con vino dibuior un campamento sobre la mesa. TEXTOS CLASICOS Vos, patrios lares! protegedme, os ruego Pues me cricsteis ya cuando bullio En torno a vuestros pies en trisca y iuego. Ni os afrente haber sido bronce un die, Que csi tornbien progenitor antiguo Fiel os tuvo en su casa y cornpcfiic. Guardando en ese 'tiempo albergue exiguo Hustico dios labrado de madera No via mudable fe ni pecho ambiguo, Y ha1l6bale propicio quien Ie hubiera Un racimo ofrend ada, un haz teiido De espigas a su santa cabellera, o que a ofrecer volviese agradecido La aderezada torta, en zaga yendo Hiic pequefic con panal henchido. Diosesl porque de aqui el tumulto horrendo, Porque las arm as oleieis funestas, Cerdo, escoqido en la plara, ofrendo. Tras el las limpias vestiduras puestas, De mirta llevore la sien cefiidc, Y cefiidas de mirto iran las cestas. Vuestro soy; que otro empufie arma homicide, A Marte grato, y rompa y despedace Al enemigo Hero en lid refiido. Despues eire lo norrccion que hace: Yo beba, el cuente, y con licor su dedo Sabre la mesa campamentos trace. 17] 172 TIBULO Quis furor est atram bellis accersere mortem? Inminet et tacito clam uenit illa pede .. 35 Non seges est infra, non uinea culto. sed audax Cerberus et Stygiae nauita turpis aquae; Illic percussisque genis ustoque capillo Errat ad obscures pallida turba lacus. 40 Quam potius laudandus hie est, quem prole parata Occupat in parua pigra senecta casa. Ipse suas sectatur oues, at filius agnos, Et calidam fesso conparat uxor cquomSie ego sim, liceatque caput candescere canis, Temporis et prisci facta referre senem. 45 Interea Pax arua colat. Pax candida primum Duxit orcturos sub iuga curua boues, Pax aluit uites et sucos condidit uuae, Funderet ut nato testa paterna merum. 50 Pace bidens uomerque nitent - at tristia duri Militia in tenebris occupat arma situsRusticus e lucoque uehit, male sobrius ipse, Uxor.em plaustro progeniemque domum. LQU8 locura es esa de buscar la sombria muerte en las guerras? Ella ester siempre cerca y avanza furtivamente can paso silencia so'. No hay mieses ollc cbcio.' ni viriedos cultivados. Alla solo habitan el feroz Cerbero, y el horrible navegante de las aguas Estigias. AlE, al borde de los tenebrosos pantanos vaga una prrlidc multitud can las maiillcs arafiadas y los cabell as quemados. Cucnto mas encomiable aquel a quien sorprende la veiez tardie en su humilde choza entre sus descendientes. El mismo va tros sus oveios, mientrcs su hiio en pas de los corderos: y su esposa Ie tiene lista el agua caliente para cuando se sienta fatigado. Que as! sea yo! Que pueda ver encanecer mis sienes, y viejo ya. relate hazonas de tiempos pasados. Entre tanto. que la Paz cultive nuestros campos. La resplandeciente Paz sornetio par primera vez a los encorvados yuqos los bueyes que habfan de oror. La Paz cultiv6 las vifics y guard6 el juga de las uvas para que el onforc del padre virtiera 01 hila e1 vino puro. En 10 paz resp1andecen 10 azada y 10 reic de! credo, mientras 10 herrumbre consume en 10 oscuridad las horribles armas del soldado rudo. Y e1 labrador no muy sobrio, conduce en su rustico carro a su esposa y a sus hiios desde e1 bosque hasta e1 hocror. TEXTOS CLASICOS Oh! que impaciente ckrn, que impio denuedo Buscar muerte vio1enta, si ella sabe Por si misma venir con paso quedo! Y no con mies a1egre 0 vid suave Alkr obcio veremos campos bellos Sino e1 horrido Can, 1a Estiqio nave. Caron inmundo, y e1 trope1 de aquellos Que acuden a 1a funebre ribera, Mustia 1a faz, quemados los cabell os. Oh! cudnto mas prudente aque1 que espera Edad provecta en su cabana humosa Con prole que Ie cerque p1acentera! Viviendo alcance yo veiez dichosa, Y ufano con las canas de mi frente Seame hab1ar de cntofio dulce cosa. En los campos benefic a y riente Reine en tanto 1a paz: su torvcr testa Ante ella e1 toro dobleqo obediente; Par ella fruto dio 1a vid enhiesta, Y e1 padre a1 hiio, de uva sazonada; Trcnsrnitio e1 iuqo en onforc repuesta; Y es ella quien 1a reio y e1 azada Hace limpias brillor, mientras confio A orin consumidor 1anza y espada. Poco sobrio, en su cerro, en compcfiic De 1a espasa y los h!ios e1 1abriego Torna del sacra bosque a 1a a1queria. 173 TIBULO 114 Sed Veneris tum bella cal en t, scissosque capillos Femina perfractas conqueriturque fores. SS Flet teneras subtusa genas, sed uictor et ipse Flet sibi dementes tam ualuisse manus. At lasciuus Amor rixae mala uerba ministrat, Inter et iratum lentus utrumque sedet. 60 A, lapis est ferrumque, suam quicumque Verberat: e caelo deripit ille deos. Sit satis e membris tenuem rescindere Sit satis ornatus dissoluisse comae, puellam uestem, Sit lacrimas mouisse satis: quater ille beatus, Quo tenera irato flere puella potest. 6S Sed manibus qui saeuos erit, scutumque Is gerat et miti sit procul a Venere. sudemque At nobis, Pax alma, ueni spicamque teneto, Perfluat et porn is candidus ante sinus. , Entonces la luchas de Venus se enardecen y la donce11a deplora que hoyan arrancado sus ccbellos y derribado las puertas. Lastimadas sus rneiillos, 110ra ella y llora tcrnbien el vencedor, de ver que sus locas manos hayan sido tan fuertes. Entre tanto el trcvieso amor fomenta can sus iniurios la dispute y se sienta impqsi• ble entre los irritados combotientes. De piedra y hierro es aquel que gal pee a su donce11a! Ese tal hace boior del cielo a los dioses. Baste arrancar de su cuerpo su tenue vestidura, baste deshacer el odorno de su cabellera, baste haber hecho derramar sus 16grimas: mil veces feliz aquel par cuyo enoio pueda llorcr su tierna am ada. Pero el que posea mana cruel, lleve escudo y estaca y permanezca leios de la dulce Venus. Ven can tu espiga en la mana hasta nosotros, alma Paz, y deja que los frutos se deslicen entre los pliegues de tu alba vestidura. TEXTOS CLASICOS Y de Venus la guerra empieza lueqo: Enamorado mozo puertas hiende Y el cabello a una hermosa arranca cieqo. Llara indignada,y sin pied ad ofen de Ella la fina tez; mas ya el exceso De su diestra insensata el mismo entiende. Ya llara el vencedor! Y el dios travieso Que con reproches c61eras inflama En media de los dos se sienta ileso. Hombre de raca a bronce el que a su dama Osare golpear [Del alto cielo . Ese los dioses vengadores llama! Baste de seno esquivo el tenue vela' Descorror: de las sienes a mcnoios Basta aventar el ataviado pelo: Harto triunfo una lagrima a los oios Arrancar de tu amada; harta ventura Que llare entemecida tus enoicsl Mas quien levante as ado mana dura, Pase al campo de Marte furibundo Y deie e1 del Amor y la Temura. Ven, alma Paz, recobiicndo al mundo, Muestro en tu mana la dorada espiga, 'y del regazo ccndido y fecundo Copia de frutos par doquier prodigal 175