ELOGIO DE LA PAZ

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TEXTOS
CLASICOS
ALBIO
ELOGIO
TIBULO
DE LA PAZ
(I,IO)
Traducci6n en verso de
MIGUEL ANTONIO
CARO
En prose de
TERESA MUNEVAR
M.
Prolcco de
JUOZAS ZARANKA
REVISTA IDEAS Y VALORES
Facultad de Filosofla y Letras
Universidad Nacional
Bogota-Colombia
1964-1965
TIBUlO, Elegia I. 10
PROLOGO
Un epigram a de Domicio Marso atestigua que el poeta
Tibulo murio ioven, un poco dospues de Virgilio:
Albic
Te quoque Vorqilio com Hem non aequa, Tibulle,
Mors iuuenem campos misit ad Elysios.
ne foret aut elegis molles qui fleret amores
aut caneret forti regia bella pede 1.
Tornbion se sabe que el autor de las elegias presto servicio militar en el cfio 32 y debic tener en esta epoca
alrededor
de 20
ofios 2. Luego, su vida trcnscurrio aproximadamente
entre el 52 y el
19 a. J. G Su nifiez y mocedad coinciden con las guerras civiles
que ocompcficbcn las ultimcs convulsiones de la Republica y el
nacimiento del Imperio Romano. Tibulo se educe con su madre y
su hermana en la hacienda paterna de la region Pedana. EI ambiente femenino de la oducocion deja profundas huellas en su carooter y Ie imprimio cierta delicadeza.
Hacia los fines del cuarto decenio a. 1. G, el poeta fue obligado a parlicipar en las expediciones militares de M. Valerio Mesala
Corvino, quien se distincruio tanto por sus victorias en los campos
de batalla, como par su gusto literario muy refinado. Tibulo fue admitido en el circulo poetico que se habia formado alrededor de Mesala 3.
La obra del poeta nos ha side conservada en una coloccion de
tres libros, Hamada Corpus TibulIianum. El primer libro contiene
diez elegias y fue publicado por el mismo autor, probablemente
en
el ana 26. La mitad de las elegias de este libro 0, 2, 3, 5, 6) esto
1. De este epigram a siempre se ha Querida deducir que Tibulo muri6 en el afio 19 a.
J. C .• como Virgilio.
Pero el texto no impIica necesariamente
esta iriter m-etacio n . E.
BICKEL, Die Lygdamus • Elegien etc. en Rhein. Museum, 103, 1960. p . 102 5S., can serios argumentos
establece como fecha de la eleg ia II, 5, el ana 17 a. J. C. Asi que la vida de 'I'ibulo debi6 prolongarse por 10 menos basta ese afio, 10 eual tampoco contradirla
el
testimonio de Domicio Marso sabre Ia muerte de Tfbulo, compafiero de Virgilio en los Campas Elisios. Otros antiguos testimonios sobre la vida y la obra de Tibulo han stdo reunidos
par K. F. SMITH, The elegies or Albius Tibullus, Darmstadt,
1964 {reimpr . de la ed. 1913) ~
pp. 173.181.
.
. 1" ""IH'1
2. Segiin P. GRIMAL, Le roman de Delie et Ie premier
livre des Eleg ies de Tibulle
en Revue des Etudes Anciennes, 60, 1958, pp , 131-141, la eleg ia I, 10 en 1:1 cua l se mencionil el servicio militar de Tibulo (verso 13) no puede ser posterior al afio 32 a. J. C.
3. Sabre Valerio Mesilla Corvino vease R. HANSLIK,
Valerius, Ng 2611, en RE VIII
A I (afic 1955), col. 131·157; alii mismo (col. 148·150) sabre las campafias militares en las
que partlcip6 Tibulo.
\
154
J. ZARANKA
dedicado a Delia, tres (4, 8, 9) cantan al amado M6rato, la septimo
celebra el triunfo de Mesala y la ultima, cronoloqiccmente la primera entre las piezas de este libro, es el Elogio de la Paz. El segundo libro, editado tal vez despues de la muerte del poeta, contiene
seis elegias: tres de elIas (3, 4, 6) estern dedicadas a lei:nueva amado' del poeta la cuol lleva el nombre fatal de Nemesis; la elegia
primera nos presenta la doscripcion pintoresca de una fiesta rural;
la segunda se diriqe al amigo Cornuto en su natalicio y la quinta
es un himno a Febo, dies profeta de la grandeza romana, en favor
de la feliz carrera de M. Valerio Mesalino, hiio de Mesala. El tercer
libro del Corpus Tibullianum se com pone de 20 piezas que pertenecen a diversos poetas 4
II.
Los estudiosos han encontrado en la elegia 1, 10 de Tibulo, muchos pasaies paralelos a los textos de los poetas griegos. Seria demasiado atrevido afirmar que el vate romano cooio 0 imito a un
modele griego u otro. Pero, dada lo vasta cultura literaria de 'I'ibulo,
no seria extrofio que en sus poesias aparecieran con cierfc frecuencia reminiscencias de los poetas griegos leidos y oun aprendidos
de memoria durante los ofios de sus estudios. Uno de los autores
escolares era Hesiodo. Recientemente P. Grima!, en su conferencia
sobre Tibulo y Hesiodo. afirma 5: "La decimo elegia del libro I
presenta muchas resonancias
hesiodicos mnecrcbles". Los versos
11-12 del poeta latino recuerdan el celebre pasaie de los Trabaios
y los Dias 074-175), en el cual Hesiodo expresa su pesar por pertenecer a la raza del hierro; los versos 45-50 de la elecric, en los cueles el autor invoca la proteccion de la Paz, se hacen eco de las siquientes palabras del poema griego: "Sobre su pais se extiende la
Paz, nodriza de los iovenes. y Zeus, el de amplia mirada, no les senala la guerra dolorosa. Nunca a estos hombres
equitativos
los
persiguen los desastres ni el hambre, ellos gozan en los festines del
fruto de los campos cultivodos" G. Tornbien es posible que el epiteto "cudcx" aplicado al siniestro Cerbero provenga de "kyno ...
anaidea te krateron te" de la Teoqonic (311-312).
4. La dietr-ibucion
de las eleg ia s en el l ibro depende
casi exclus ivn men te de In b65"
queda de poikilia- var iat!o, tan apreciada
ya en los libros de Ia poesfa helenistica:
cf. W.
KROLL, Stodien zorn Verstaendnis
der roemischen
Literator,
Darmstadt.
1964 (reimpr.
de
la ed. de 1924)., p. 230 y G. LUCK, Die roemische Elegie, Heidelberg.
1961, p. 70. Los capituJos 4 y 5 de la ultima
obra (pp. 63.99) estan consagrados
a Tibulo. Sobre los autores del Corpus Tibullianom,
vease LUCK, op. cit. pp. 104-116 y 200-210.
5. Entretiens
sur I'antiquite
cIassique.
tome VII: Hesiode
et son influence,
Geneve.
1960, (ed. 1962), pp. 271.287: Tibulle et Hesiode. En la discusion,
Que acompana
la' conferencia de Grimal (ibid .. pp. 288-301), algunos especialistas,
partieipes
del simposio, expresan BUS dudas en cuanto a ]a influencia directa y prefieren constatar
el paralelismo
entre los dos poetas.
6. Los Trabajos y los Dias, vv. 228-231. GR1'MAL, Tibulle et Hesjode, pp .. 276-7 escribe:
«En realidad, la descripci6n
de Tibnlo es mucho mils ampJia Que la de Hesiodo, y
toma sus elementos de otras fuentes, tal vez, de BaquHides, pero Ia idea misma de presen·
tar Ia paz como Ia recompensa de Ia sabiduria
que conlleva la vida rustiea, este sentimiento implieado por la oraeion de Tibulo: <dnterea Pax arua colat ... », todo este movimiento
nos parece ser un recuerdo conseiente de Hesiodo».
TEXTOS
155
CLASICOS
Los beneficios de la Paz eran cantados tcmbion por Baquilides:
"La Paz .trae a los hombres la riqueza aItiva y las flores de las
candones de palabras mellfluas, a los dioses las porciones de los
bueyes y de las oveios lanudas que arden con llama amarilla sobre los aItares bien labrados y a los ioveries les trae el interes par
los eiercicios de gimnasia, la flauta y la danza festiva. En los punos de hierro de los escudos se extienden las telas de las somb;ias
orofics. En orin roe la punta de las lanzas y la espada de dos filos...
No hay sonido de las trompetas de branee, ni huye de los oorpcdos el dulce suefio matinal que. reqociirr al corozon, Las calles estan llenas de agradables festines y los himnos infantiles surgen como llamas" 7. En Tibuloencontramos
el mismosonido de las trompetas, el mismo orin que invade las armas y la enumerocion de las
ventajas de la paz. La influencia de Baquilides sobre Tibulo parece
ser indudable, cun aceptando el hecho de que la descripcion de la
Paz se habfa convertido en las letras griegas en un topos 0 lucor
comun. Por eiemplo. las telorofics y las armas colgad as S8 hall an
tornbien en un fragmento del Erecteo de Euripides que nos ha conservado Estobeo 8.
En los versos 45-68 hay resonancia de los elogios que Aristoiones rinde a la Paz en la comedia homonimo: "iQue cleoric! [Que
alegria! Ya no mas cascos, quesos ni cebollas! Los combates, para quien los quiera, a mi solo me gusta beber con mis buenos amigos junto al hocror, donde can viva llama arde y chieoorroteo la lena cortada en el rigor del estio. y tostar garbanzos sobre las ascuas,
y asar bellotas entre el rescoldo y hurtar un beso a Trata, mientras
se bofic mi esposa. .. Cuando entona la ciccrro su dulce can tinelcr, me gusta ver si las uvas de Lemnos principicn a madurar, pues
son las mas tempranas; y no menos me agrada mirar como van
hinchondose los hiqos, y comerlos cuando oston maduros y exclamar, soborecndolos: "Deliciosa ostcclon" 9.
Una de las caracteristicas de la poesia de Tibulo es su elemento bucolico 10. De modo que es probable que el haya conocido la
obra de Teocrito. Este praclamaba: "Que las ciudades sean de nuevo habitadas por sus antiquos ciudadanos, las ciudades que fueron completamente saqueadas por las manos enemigas; que cuItiven los campos floridos, que millares innumerables de ovejas engoidadas par el pasto balen a traves de la llanura y que las vacas,
dirigiendose en manadas a su establo, al anochecer apresuren a1
viajero. Que la tierra abandonada
sea labrada de nuevo para la
siembra, en 10:epoca cuarido la cigarra, espiando desde 10 alto de
los arboles a los pastores que estan echando su siesta, resuena en
7. Ed.
SNELL
8. EURIPIDES
RACIO, Sat.
II. I,
(19611), fragm.
4.
.(ed. NAUCK
43: <rut pereat
1902). fragm. 370. En la literatura
positum
robigine telum ... ».
9. ARISTOFANES,
MARRAGA.
La
Paz,
10. Cf. KROLL, op. cit. pp.
mischen Literatur,
Milnchen,
1935"
aIs Vergil».
1127-1139
y
1159·1171,
trad.
206-207. M. SCHANZ-C.
II, P. 184: «er (e. d.
de
F.
latina
vease
BARAIBAR
a
HO-
Y
ZU-
HOSIUS,
Geschichte
der ro.Tibulo)
denkt bukolisch ecbter
J. ZARANKA
156
los rrrmos, que las arafias extienden sabre las armas, par todas partes, sus tela's finas y que de la guerra desaparezca hasta su nombre" 11.
.
.
Calimaco, un contcmporcneo de Teocrito, maldeda
en sus
Aitias a los inventares del hierro: "Que perezca la raza de los Colibes, quien fue la prim era en revelar la mala planta que surge de
la tierra y erisefio el troboio de ,los mortillos" 12. La cual traduda
libremente Catulo:
\
"[uppiter. ut Chclybum omne genus pereat,
Et qui principia sub terra quaerere u'enas
Institit ac ferri stringere duritiem' 13.
El exordia de la elegia tibuliana par el usa de primus parece referirse mas al texto griego que a la version latina.
Tales son los pcrsoies de los poetas griegos cuyo eco resuena
en la elegia 1, lOde Tibulo. PU8Sto que el tema de la paz y de sus
ventajas se hobio convertido en un topos y podia ser' tratado aun
par los autores griegos que no han llegado hasta nuestra
epoca,
pero se leian todavia en los tiempos de Augusto, es mas segura anotar los textos paralelos griegos sin afirmar coteooriccrnente su influencia directa sabre Tibulo.
Se ha afirmado tornbien que habia en este Elogio de la Paz ciertas reminiscencias vircilicmos. Seg{m Cortoult., autor de estudios
importantes sabre nuestro poeta, "la elegia 1, lOse basa sobre la
idea fundamental del celebre cuadro que hace Virgilio de 10 Ielicidad del campesino: 0 fortunatos nimium ... 14. Hay, pues, entre
los dos poetas un acuerdo tan profunda y tan intima que Tibulo hubiera forzosamente dicho casas onoloqcrs a las que ha dicho. aun
si 81 no 10 hubiera conocido; pero no es csi, El ha leido las Georgi-
11. TEar-RITa,
XVI, 88-97.
12. CALLIMACHVS,
Fj-agmen ts,
ed.
C.
A.
TRYPANIS,
13. CA TVLL VS, LXVI, 48-50.
14. VIRGILIO, Georgiea.,
II, 458-475:
Fortunados de sobra, si tuviesen,
De los. bienes que gozan
Segura posesi6n, 105 labradores,
A Quien la tierra misma de su senD
Faeil sustento liberal prodiga,
Lejos del ruido de civil diseordia!
Palacios no hay alIi Que en pompa regia
Par .sus P9rtieos todos desde el alba
A oleada. los aulieos derramen:
No la vista suspende
Inerustado' din tel de conchas beJlas:
Tampoco ricas telas y brocados,
o insignes bronces Que Corinto cnvin:
Ni al limpio aeeite alii vieio la casia,
Ni fenicio veneno albos vellones.
London,
1958,
p.
82,
VV.
157
TEXTOS CLASICOS
cas y tiene su recuerdo presente" 15, Pero P. Grima1 ha demostrado
que! 1a elegia L 10 es anterior a 1a publicccion de las Georqiccrs 16,
"Hcbrio tenido Tibulo con Virgilio re1aciones suficientemente intimas para conocer su obra antes de su publiccrcion? Esto ciertamente no es imposib1e, pero de 10 que sabemos 0 creemos saber
del corccter de Virgilio, de su repugnancia a mostrar -aim
a Augustounesbozo,
todavia distc:inciado de 1a perfsccion, hace la
hipotesis bcstonto inverosimil" 17.
Es evidente que los poetas romanos de la epocc de Augusto,
sin ninguna influencio reciproco, podion expresar e1 deseo profundo
de 1a paz, el cua1 tras largas guerras civiles habia invadido e1 corczon de todos los contemporcnsos del poeta; se puede, sin embargo, notar una diferencia entre los poetas pertenecientes a1 circulo
literario de Mecenas, como Virgilio, Horacio, Propercio, de una parte, y Tibulo de otra. Los primeros, al ensa1zar 1a Pax Romano, elogian a1 mismo tiempo a Augusto, como creador de ella, es decir,
hacen una propaganda politico y aun cortesana, mientras que e1
pacifismo de Tibulo no ester liqodo a1 nuevo, regimen ni a la Pax
Augusta 18, e1 poeta no menciona iorncrs a Octaviano, csi conserva la libertad comp1eta de expresar 1a verdadera alma de Roma
que "estaba tal vez fuera de los limites de 1a tirania de Augusto y
de Mecenas" 19.
Finalmente para voloror de manera adecuada e1 pacifismo de
Tibulo se debe tener en cuenta e1 hecho de que e1 poeta como. eques
Romanus era obliocrdo a 'prestor servicio militar. Luego 1a guerra
y 1a paz no eran para el puros motivos poeticos, sino en primer lugar un contacto directo con 1a realidad belicc, una vivencia per so-
En cambia paz segura,
Y un sabroso vivir libre de engafios
Y en la copia profuso de sus dones,
Tiene el agricultor.
Aquella holg ura
y alma S~rdl1L1"~Ude 1..... eampafia,
Urnbrosas espeluncas, vivos lagos,
EI fresco valle y verde, los mug idos
Del perezoso buey, los apacibles
Suefios gozados bajo amenas som bras,
A su dicha no faltan. En el campo
Sobris, fuerteli a fatigas avezada
Veras Ja juventud ;. Cazar te plugo?
Basques tendras, enmaraiiados basques.
Fieras y grutas.
;.La virtud te gUla 1
Aqui venis la religion honrada,
Honrada la vejez. Cuando del suelo
Impuro se ausentaba Ia justicia.
Dej6 en los campos sus postreras huellas.
(Trad.
15. A.
CARTAULT,
Tihulle
et les auteurs
du Corpus
Tibullianum,
de M. A.
Paris,
16. Art. cit. en la nota 2.
17. Tibulle et Hesiode, p. 274. Vease la discusi6n, ibid, pp. 300-301.
18. Cf. L. Bieler, Geschichte der roemischen Literatur,
Berlin, 1961, IT, p.
19. GRIMAL,
Tibulle
et Hesiode, p.
294.
CAROl
1909, p.
60.
120.
158
J. ZARANKA
nal 20. La experiencia propia que para los poetas helenisticos era
apenas un pretexto, en la elegia romana se convierte en tema principa121
III
Alabanza de la paz, desprecio de las riquezas, temor a la
muerte, apegq a la vida rusticc, crnor, son los motivos que aparecen
en esta elegia como un programa, porque son preferidos tornbien en
el resto de' la obra poetico de Tibulo 22. El poeta se expone al pelicro de sacrificar la unidad de la pieza a la varied ad de los motivos. En realidad no han faltado criticos para acusar al poeta de
mala cornposicion 23. Es cierto que el poeta al unir diversos motivos no se apoya en un fund amen to locncomente establecido.
:::iu
composicion S8 parece mas bien a la de una sinfonid
24. "Un sentimiento dominante anima la pieza de un extremo al otro y ofrece
un tema que se an uncia, se expreso 'ampliamente, se enlaza
con
motivos secundarios bcio los cuales reaparece de una manera ritmica. Aqui, este tema es el desgarramiento del corozon del poeta,
arrancado de los dominies de sus padres, colocado entre la guerra
y la paz y acosado por el suefio de la vida simple y tranquila de los
tiempos primitivos: 10 cual se reduce a la oposicion, frecuente en
Tibulo, entre el temor del dolor y de la muerte y la cleqric de vivIr 25 ,
El estilo del poeta se destaca por la nitidez, la cual es el arte
perfecto que se oculta. Su lenguaie es pure y sencillo. Estas cuclidades son ciertamente mal entendidas por R. Pichon quien escribe:
"Tibulo ha side durante largo tiempo muy admirado e Imitodo, y
ciertamente no Ie faltan cualidades reales. Sobre todo posee las de
los clcsicos de segundo orden: claridad y facilidad. Sus frases dice;;: bien 10 que elias quieren decir; sus versos no son osperos: su
,
1/
M. Cf. W. WILLIGE
en Gymnasium,
64, 1957, p. 202 (resenando
a H. KREFELD,
Liebe, Landleben und Krieg bei Tibull, Diss . Marburg . Dusseldorf, 1952, 54· p.) EI pacifismo
del poeta no le imp idio ser un huen militar.
En su vida Ieernos : «contube~nalis
(scil. Coruini Messallae)
Aquitanico
bello militaribus
don is donatus
est». La mismo atestigua
Ia
eleg ia 1, 7, 9: «non sine me est tibi (i. e. Messallae) partus honos».
U. Cf. A. ROSTAGNI, L'influenza
greca sulle origini dell'elegia
erotica latina en En
tretiens
sUr }Jantiquite c1assiQue. Tome 2: LJinfluence grecque sur la poesie latine de Ca ..
tulle a Ovide, Geneve, 1953, (ed. 1956), pp. 59-82.
22 .. Veanse las elegias I, 1 y 3, POI' ejemplo.
23. EI critico mas duro y en gran parte injusto es R. PICHON, que en su Histoire de
la Iitt<,rature
latine, Paris, 1947 (reimpr.
de la ed. 1908), pp. 382-3, lanza las siguientes
aCUl:;aciones: «Dna cosa sobre todD ha decaido: la fuerza
de composici6n.
Se ha vIsta co·
rno Virgilio sabe fundir en un solo conjunto
elementos diversos; en Horacio, si el plan no
es metudico, todas las partes se reunen POl' 10 menos en una sola impresion.
Pero aqui no
hay ningun designio general.
Una elegia de Tibul0 es a proposito de un hecho insignificante, una serie de lugares
comunes arbitrariamente
cosidos ...
Como no se siente capaz de
fecundar
BU
tema profundizandolo,
se lanza a lado ...
Todos los pretextos
son buenos pa·
ra el: si Delia estit. libre. el Ie propone venir al campo; si no esta, expresa su pesar POl'·
que ella no puede venir, perc de todos modos eso Ie sirve para elogiar al campo».
24. La comparaci6n
es de M. PONCHONT,
num, Pario, 1955', pp. 7 y 9.
25. PONCHONT,
op. cit., p. 73.
Tibulle
et
leo autero
du
Corpus
Tibullia-
TEXTOS
159
CLASICOS
pensamiento no tiene nada oscuro. No exige ninqun esfuerzo para
ser comprendido, mucho menos cun que Virgilio 0 que Horacio.
Mas esto justamente despierta desconfionzo: los escritores que imponen al lector un cierto esfuerzo, le reservan en cambio alguna cosa, mientras que la facilidad con frecuencia no es sino banalidad.
Voltaire decia: "Yo soy como los arroyos, soy daro
porque
soy
poco profunda". Esto es bastante cierto en relocion con Tibulo. Bcio
este estilo transparente, hay un fondo muy pobre" 2G.
Pero "los meiores conocedores del estilo latino han admirado
siempre la finura de su expresion artlstica ... Su simplicidad de alma le gano la cclido cdmircrcion de muchos, a la vez que induio a
criticos menos Ilnos a tacharlo de pobreza de inspirocion. Pero esta
pretend ida pobreza de Tibulo es, esencialmente y mas bien, aquella mesura y limpieza de representccion
que no fuerza el propio
poder expresivo y constituye la mcestrio de los clcsicos, cuyo secreto ha sido olvidado par poetas y criticos que gustan del efecto,
de 10 vistoso't?". Tibulo erct apreciado por la maestria de su estilo,
ya desde la ontiouedcd. Quintiliano prodamaba:
"Elegia quoque
Graecos prouocamus, cuius mihi tersus atque elegans maxime uidetur Tibullus" 28
IV
El texto latino de la elegia que se lee oqui sique de cerca la ultima edicion de Lenz 29. Solo en e1 verso 11, donde Lenz acepta la
leccion de los manuscritos uulgi, damos la prefer en cia a Valgi, correccion de Heyne, aprobada por Havet, Ponchont,
Pichord,
De
Ruyt y Grimal. Lo hacemos por los siguientes motivos: en primer
luqor, Tibulo presto servicio militar en el estado mayor de Mesala como ofickrl y no como soldado raso, por consiguiente, las palabras
"uulqi nec tristia nossem ormn" - "no hubiera conocido las tristes
arm as del soldado rose" no corresponden a la situocion concreta
del outer 30; en segundo lucor, sabemos que en la epoca de Tibulo vivio el poeta C. Volqio Rufo, 31 a quien Horacio invitaba a
cantar las hazafias de Augusto 32, mientras
que
Pseudo-Tibulo
26. op . cit .; p. 382.
27. E. BIGNONE, Histor'ia de la Iiteratura
latina, trad.
G. HALPERIN,
Buenos Aires, 1952. pp , 290-91.
28. Instit.
or., X, 1, 93.
29. Leiden, 1964. Tambien hemos utilizado
las ediciones siguientes:
K. F. SMITH,
op. cit.; M. PONCHONT, op. cit.;
Fr. DE RUYT, seleeei6n, trad.
franeesa y comentario, Bruxelles 1941; J. CRECENTE,
seleeei6n
con eomentario,
Madrid, 1946; R. HELM,
texto lat. y trad , alernana, Darmstadt,
1958. AQui expresamos
l1uestra profunda
gratitud
al Sr. Fr. De Ruyt, profesor de la Universidad
Cat6liea de Lovaina. POl' habernos introdueido en la obra de Tibulo durante el ano eseolar de 1946/7.
30. Cf. Fr. DE RUYT. Gp. cit., p. J4,
31. Sobre la vida y obra de C. Valgio Rufo vease H.
ineonnue, tome II, Paris, 1956, pp. 19-22.
32. HORATI Carm • II. 9: ...
am ice Valgi. .. desine
et pat ius noua / cantemus Augusti tropaea
I Caesaris ...
BARDON.
mollium
La
/
Iitterature
tandem
lat;ne
querellarum
J. ZARANKA
160
consideraba que Vcrloio, otro Homero, era el mos indicado
para
celebrar las gestas de Mesala 33. El ultimo dato insinucr que el
poeta Valgio perteneda al circulo literario de Mesala, porque hcbricn
side ofen didos los miembros del circulo, si el autor del Pcnecririco a
Mesala, hubiera invitado a un poeta foroneo a celebrar las hazafics de su protector. Lueco, es muy probcrble que Valgio como miembro del mismo circulo haya sido amigo de Tibulo. Puesto que Valgio habia escrito tcrmbien elegias, era muy normal que Tibulo, su
colega de oiicio, 10 hubiera interpelado en la elegia 1.10.
En el texto transmitido por los manuscritos hay una laguna
segura despues del verso 25 y otra posible despues del verso 50.
Don Miguel Antonio Caro ha traducido en los an os 1863-5 34
la obra completa de Tibulo y casi la totalidad de los autores del
Corpus Tibullianum, excepto el Pcnscfrico a Mesala (III, 7). Para
saber cuol era el texlo latina de la elegia 1, 10 que leia el troductor, hemos consultado las ediciones de Tibulo que han pertenecido
a M. A. Caro y ahora aston en el Fondo Caro de la Biblioteca Nacional de Colombia en Bogota. Son publicados por Mirabeau 35, Mollevanl 36, uno quien firma con iniciales L. M. 37, Valalour 38, Nit
sard 30, Perez del Camino 40 y Mueller 41. Ninguna de ellos tiene el
aparalo critico. Si aparecen notas 0 comentarios, son mas bien de
ccrccter divulqotivo. Las dos ultimcs ediciones son posteriores a
los cfios de la version de Caro, aunque no se debe excluir la posibilidad de que Caro mas tarde haya revisado y corregido su tra-
,
33,
,
Panegyrieus
Messallae,
177-180:
Non ego sum satis ad tantae praeconia
laudis,
Ipse mihi non si praescribat
carmina Phoebus.
Est tf hi, qui poss it magnis Be accingerc rebus,
Valgius: aeterno propior non alter Romero.
34, M, A, CARO, Tradueciones Poeticas.' Bogota, 1889. p. VIII:
«... las poesias de
Ovidio, Propercio y 'l'ibulo Que en este tomo se incluyen y son s610 muestra de una coleecion intitulada
Flos Poetarum
(18bi1-5) que peru.alh:::_~ meu.ca» ... 'Ios Poetarum
aparecio
solo en el afio 1918 en el I tomo de In edici6n p6stuma de las Obras compretas de Don
Miguel Antonio CARD, hecha bajo la direeci6n' de Victor E. CARO y Antonio GOMEZ; la
eleg ia I, 10 de 'I'ibulo se lee en las pagtnas 66-8 de esta edicio n,
35. Eligies de Tibulle par MIRABEAU,
3 vol., an VI - 1798, Edici6n posturna
(el
celebre oraoor de la Revolucro n Fr-ancese mur io en 1791), bilingtie con comentari08;
trad.
en prosa, (Fondo Caro 911-913).
36. Elegies de Tibulle, trad.
(en verso) de C. L. MOLLEVANT,
Paris, 1821°. Bilingue. (F. C. 914).
37. Choix d'EIE~gies Latines, extraites
de Catulle, 'fibulle et Properce avec des imitations francaises
(algunas de eUas son traduceiones
libres) par L. M. Paris. 1834, (F. C.
922).
38, Elegies de A. Tibulle. trad.
nouvelle par M. VALATOUR,
(Bibliotheque
LatineFraneaise
publiee par C. L. F. PANCKOUCKE),
Paris,
1836. Bilingiie, trad. en prosa.
(Fondo Caro ~15).
39. Oeuvres complete:) d'Horace ...
de 'fibulle...
avec Ia trad.
en francais par M. NISARD. (Collection des
Auteurs Latins).
Paris, 1850. Bilingiie trad. en prosa, (Fondo Caw 708).
40, Elcgias de Tibulo, trad.
al castellano
por D. Norberto
PEREZ
DEL CAMINO,
Madrid, 1874. Bilingiie, trad.
en verso.
Edici6n postuma,
el proJogo lIeva la fecha de
1815, (F. C. 916).
41. Albii Tibulli Iibri quattuor.
ree.
L. MUELLER,
Lipsiae,
Teubner,
1901. Editio
stereotypa.
Texto latino,
(Fondo Caro 949).
TEXTOS CLASICOS
161
ducci6n 42. En este coso pudo haber utilizado la edici6n de Perez
y cun la de Mueller. Par 10 menos el libra de Perez ha sido estudiado par Caro can mucho esmero, como 10 demuestran las numerasas
anotaciones hechas par el al margen de la introduccion y de la
traducci6n 43. En estas ediciones las mos importantes
variantes
que se apartan del texto editado oqui son las siguientes:
v. 5: an: Mueller: a: los demos: at:
v. 10: sparsas: Mirabeau y Perez: saturas: los demos: uarias:
v. 11: Valgi: Mirabeau, Perez y Mueller: dulcis: los demos:
uulgi:
v. 26: hostiaque e: Mueller acepta el texto y una laguna antes
del verso; los demos: hostia erit (sin laguna);
v. 37 percussisque: Mirabeau, Perez: exesisque: Mueller: perscissisque: los demos: percussisque:
v. 49: nitent: todos: uiqenL
42. Para saber si Caro ha corregido sus versiones de 'fibula, hemos comparado Jas
que habian sido publicadas durante BU vida con Ia edici6n postuma, Seg un nuestros datos,
Que pueden ser inccmpletos, Caro publico dos versiones tibulianas
durante BU vida: Ia elegia de Ps.-Tibulo
III, 9 (-IV, 3 de a lg unas ediciones) en La Luz, Pertodico politico, literario e industrial,
Bogota, viernes, 20 de Octubre de 1882, N" 172, folletin:
Sulpicia a 'I'ibulo, y dos veces la elegia II, 5: primero en Repertorio Colombiano, Bogota, 1886, pp. 226233; despues en Traducciones Poet.leas, pp. 133-140. Las dos vers iones ademas han side recopiladas POl' M. MENENDEZ PELAYO para su Bibliografia
Hispano-Latina
Cldsica, tomo VIII (que se publico solamente en el afio 1952). pp. 135-142. En la elegia III, 9 (-IV, 3)
notamos estas variantes:
Menendez
La Luz:
Pelayo:
estr.
estr.
4, v , 2: laceradas
6, v , 3: gustosa
laeeradas
gustosa
estr.
estr.
estr.
estr.
estr ..
7, v. 2: medrosa
8, v . 1: Salve
9, v. 4: esposos
11, v . 1: dame alguna
11, v. 3: bravio
timida
Salve
esposos
dama a lg una
bravio
En la eleg ia
11, 5 aparecen
9, v. 1:
9, v. 2:
16. v , 2:
17, v. 3:
libros
desvuelva
nornade
pobre barquilla
p6stuma:
lastimadas
g ustoso
(error evidente,
porque Sulpicia habla de
S1 misma)
rnedrosa
Silva (error evidente)
amantes
una Ninfa
imp io
siguientes:
Trad. Poet,«
Repertorio:
terc ,
tere.
tere.
tere.
las variantes
Edicion
libros
desvuelva
n6made
pobre barquilla
Menendez
Pelayo
Iibros
desvuelva
nornada
barca sencilla
Edicion
post.uma :
versos
devuelva
n6made
pobre bat-qui lla
Algunas variantes, sabre todo las de la edici6n postuma, son errores de imprenta.
Asi en la elegia II, 5, tereeto 9, Caro habia escrito sobre los libros de Sibila:
Permite que tus libros Mesalino
Tambien desvuelva y a leer aprenda
EI rec6ndito
canto sibilino.
tras
La .expreSlon «desvolver»
que la edici6n p6stuma
es correcta hablando del antiguo
.presenta un texto absurdo:
Permite que tUB versos
Tambien devuelva etc.
Pero,
imprenta,
libra que era un rollo,
mien-
Mesalino
a pesar de Jos errares ,que dehen atribuirse al
parece que algunas variantes
son del traductor
descuido
mismo.
de los
43. En estas anotaciones la letra es· de puna de M. A. Caro, como
do el doctor Rafael Torres Quintero, perito en los manuseritos
de Caro.
editores
y
de la
nos ha confirma-
J. ZARANKA
162
Las traducciones de Cara que corresponden a los versos latinos lOy 11: "lc grey replete" y "naciera yo en edad tan mansa y
quieta" (esta versi6n reproduce libremente: Tunc mihi uita foret dulcis) demuestra que al traducir estos versos en los afios 1863-5 Caro
tenia en sus manos 1a edici6n de Mirabeau. Esta deducci6n queda
confirmada por la inscripci6n que leemos en la pagina titular del primer tomo de la mencionada publicaci6n:
Compre esta obra en 6 ps a Dn.
Leocadio Guzman 1861 M. A. C.
Pera la interpretaci6n del verso 49: "hace limpias brillcr" supone que M. A. Cara conoda la leetura nitet que aparece en algunos
manuscritos 0 nitent, correcci6n de Guyet, aceptada por los editores de nuestra epoco. Por consiguiente, es casi seguro que Caro
ha tenido 0 consultado otras ediciones de las elegias tibulianas,
fuera de las que ahora eston catalogadas
en el Fondo Caro de la
Biblioteca Nacional. Podia, por eiemplo, ver los eiernplcres que estaban en posesi6n de su amigo Rufino J. Cuervo. En la sala Cuervo
de la misma Biblioteca aparecen tres ediciones de Tibulo que pertenedan al ilustre linquistc: las dos mas antiguas tienen en sus notas la leetura nitet encontrada sequn ellos por Esccdiqero en la
excerpta y la ultima da en el texto mismo la correccion: nitent H.
,
v
Perez del Camino, interprets espafiol de Tibulo, en los albores
del siolo XIX dividia las traducciones en tres categorias: "Las traducciones poeticos se pueden clasificar en tres ccteoorios. En la
primera de esters cornprendere todas las traducciones en que sus
autores, partidarios de un trabaio servil, se creen obligados a verter escrupulosamente, los unos, todas las palabras, los otros las palabras y el metro de los originales.
Con tare en la segunda ccteqorio, las tareas de los traduetores,
que, enemigos de la servidumbre material de los prirneros, se cplican particularmente a vestir la poesia de los escritos que comentan,
pera que prefiriendo 1a facilidad de troboio, a que su talento les invita, a una laboriosa fidelidad, dan en e1 extremo controrio, y abandonondose a la seducci6n de una imaginaci6n fecund a e independiente, prestan ideas, cuadros y aun episodios enteras a los oriqinales.
44. A) Catullus, TibuJlus et Propertius
cum integris
commentariis
Iosephi SCALJGERJ
etc, ex Musaeo Ioannis
Georgii GRAEVII.
Traiecti
ad Rhenum,
1680 (Sala Cuervo 03636);
B) Albii Tibulli quae supersunt
omnia opera. Ph. A. de GOLBERY,
Par iaiis. 1826 (Sala
Cuervo 04722); C) Las elegias de Tfbulo, de Ligdamo y de Sulpieia, trad.
en verso castellano par Joaquin
D. CASASUS,
Mexico, 1905 (Sala Cuervo 4837, can la dedicatoria:
«A
su docto amigo D. Rufino
J. Cuervo en testimonio
de carjfio . El traductor.
Mayo 80/
905»).
163
TEXTOS CLASICOS
A la tercera cctecroric, en fin, pertenecen las versiones
que,
huyendo los vicios que acabo de soficlcr. rounen la fidelidad sin
servidumbre y la poesla sin licencia. Las traducciones de la primera categorla son las peores, las de la segunda las mas facHes
cuando las emprenden inqenios distinguidos, y las meiores y mas
dificiles son las de la tercera" 45. Caro en el eiemplor de su pro"
'piedad anot6 con dos siqnos de admiraci6n las palabras de Perez
sobre la tercera categorla. El mismo tcrnbien ha desarrollado ampliamente sus ideas sobre el tema en la introducci6n de sus Traducciones Poeticns 46. Citando a un traductor de JuvenaL
quien
afirma que las versiones poeticos deben necesariamente
estar dotadas de fidelidad y elegancia, Caro oficdo: "Ester maxima. .. osto
de por si sola declarando la gran dificultad de traducir acabadamente a un poeta como qui era que exige la conciliaci6n de terminos casi incompatibles"
47. Hefirlendose
a sus propias
trcrducciones escribe: "Creo que, por natural amor a la verdad, procure siernpre la fidelidad, aunque sin confundir la exactitud literal con la
formal. Mis estudios y meditaciones
han confirm ado e ilustrado
esta propensi6n, que por 10 vieirr, mas me parece inqenito que adquirida. Entiendo que el traducir es dificillsima labor mixta de irnitaci6n y crdoptocion, de refundaci6n y correspondencia"
48. Y el
ilustre traduetor de Virgilio declara humildemente: "Conozco yo meior que nadie y confieso los defectos en que abundan mis traducciones; se que, aunquela
teorio eierce influencirr benefico sobre la
eiecucion, esta influencic no es siempre decisiva; y me consta, par
experiencia ajena y propia, la distancia que va de la teoric al desempefio ortistico"
49.
Pasando de la teorla a 10 prcctico, en este caso a la version de
la elegla 1, l O, se nota que ella, como la moyoric de las versiones
tibulianas de Core, ha side interpret ada en tercetos endecasllabos,
los cuales consideraba don Miguel Antonio como autorizado y proporcionado molde "para reproducir exactamente,
sin estrechez ni
redundancia,
el contenido del distico griego 0 lotino"
50
En la
versi6n de esta elegla el lector se encuentra de vez en cuando con
expresiones agregadas,
como "Quien fue decid. Oh mana 'aquella
impic , " ",
mientras en pobre asilo venturoso ... r Algunos cambios son inexplicables: aSI en el verso 17 el poeta habla de los dioses. hechos de un tronco de madera - e stipite factos, mientras que
en la versi6n se lee: "Ni os afrente haber sido bronce un die". Un
distico entero (41-42):
t t •••
t
Ipse suas sectatur cues. at filius agnos
et calidam fesso conparat uxor aquam
45,
46.
47.
48.
49.
50.
PEREZ DEL CAMINO, op , cit .; pp , 50-51.
pp. IX-XXI
(ed. 1889) = Obras complctas,
cit., p. XX = p. 44.
0\),
cit., p. XXL XI = p. 45.
tomo
VIII,
Bogota,
1945, PP,
38-45.
op.
ibid.
op. cit., p. XIV - p. 40. Cf. 10 que dice CARO en Rcpertorio
Colombiano, Nov.
1886. p. 227: «La traducci6n esta ~n tercet?s, combinaci6n qu~ por s'; ~rtifici~ y dimensiones parece turquesa expresa y fehzmente
Inventada para vaelar el dlstlCO antlguo».
J. ZARANKA
164
ha desaparecido
completamente
por culpa, segun parece,
de los
editores 0 de la imprenta.
Otros cambios derivan del uso de las rimas consonantes que
siguen el esquema de a b a, b c b. cdc,
... x y x, y z y z. No se
debe cometer la iniusticic de acusar a Caro por no haber prescindido de la rima que en su epocc era considerada indispensable
en
1a obra poetico. Ademos. un terce to sin rima es una contradictio in
terminis. Pero la rima consonante exiqe sacrificios de la exactitud:
el dardo se hace cieqo para rimar con rueqo y iueqo, uinea culta
se convierte en vid siiav;e que rima con sahe y nave: in parua ...
casa se cambia par cabana humos« para consonantar can dichosa
y cosa: arma seespecifica
por lanza y espada, porque en la vecindad se encuentran sazonada y aza:da. Para ver meier c6mo Caro
sacrifica la fidelidad literal a la rima, transcribimos la invocccion a
la Paz (versos 45-50 y 67-8), indicando con negrilla las ampliaciones 0 los cambios notables del traductor:
En los campos beneficc;r. y r'iente
Reine en tanto la paz: .su torva testa
Ante ella el toro dobleqo obediente:
Por ella fruto dio la vid enhiesta,
Y el padre al hiio, de uva sazonada
Trorismifio el iuqo en cmforo repuesta:
,
Y es ella quinn la
reic y
elnzcdo
Hace limpias brillar, mientras confia
A orin consumidor lanza y espada.
Ven, alma Paz, recobiiando al mundo,
muestro en tu mana la dorada espiga,
Y del regazo ccndido y fecundo
Copia de frutos por doquier prodiga 51
Para rimar se introduce una serie de aiiadiduras de epitetos
que daiian a la sobriedad del original. La cncforo Pax ... pax; ..
pax ... pace de los versos 45-9, Iiqurcr tan caracteristica al estilo tibuliano, pierde su vigor siendo reemplazada
por los pronombres,
dos veces precedidos de preposiciones.
Los sacrificios sobre el altar de la rima son tan grandes que surge una seria duda sobre la
conveniencia de user el terce to endecasHabo
para verter un distico elegiaco. Hasta una rima menos exigente que la del terceto, parece ser precio demasiado grande para crear una dudosa "eleccncia" deicndo al lade la fidelidad, como 10 demuestran otras traducciones castellanas
en verso. Perez del Camino traduce la misma
invocaci6n osi:
51. Tr.ducdone.
Poetic •• , pp , 67-8.
TEXTOS CLASICOS
165
Labre en tanto la Paz nuestra ribera,
Uncio la blanca paz al corvo yuqo
Los bueyes aradores la prim era,
La Paz nutre la cepa y guarda el vino
Que la paterna cuba vierte al nieto.
Florecen can la paz valle y arado,
Y las funestas armas del soldado
El orin roedor muerde en secreta ...
Ven de espigas ornada, Paz amiga:
De tu seno el tesoro nos prodiga 52.
Aunque se logra una fidelidad literal mas grande, pero para rimar
se introducen: ribera, nieto y amiga. Las palabras cuba, dalle y tesoro no corresponden exactamente a testa, bidens y pomis. El soldodo queda sin epiteto tibuliano. Pew aun abandonando la rima no se
llega a la version fiel. R. J. Catarineu trcduio en versos blancos el
pasaje aS1:
Solo tu oh paz, fecundas las campmas.
Tu, que rendisle boio el curvo yuqo
Los bueyes aradores. Tu. que has hecho
Crecer las vides y sangrar las uvas
Para que luego en la sagrada cop a
De nuestros padres se escanciara el vino.
Ya del olvido en el rincon oscuro
Caigan las armas trist,es del soldado,
Mientras la reia del arado brille.
Ven, bienhechora paz, ven a nosotros
Haz de la espiga desprenderse el grano,
Y dil6lese el pecha libremenle.
Boio la fresca sombra del manzano 5,:
Esla trcduccion peca mas bien par omisiones: intereu, candida
primum, nato, bidens, duri desaparecen; sangrar las uvas es demasiado fuerle para verier 5UCOS condidit uuae: se agrega
el opiteto
innecesario de sagrada: se cambia la anafora Pax par tu: y los tres
ultimos versos no se parecen en nada al original, en e110s tcrnbien
S8 nota la unico rima: grano - manzano.
52.
53.
PEREZ DEL CAMINO, op. cit ,; p. 129.
PELAYO,op.
eit .; p . 155.
M. MENENDEZ
J.
]66
Mas feliz es el resultado
Ccscsus:
ZARANKA
alcanzado
por el mexicano Joaquin D.
La Paz cultive el campo. Bcdo el yuqo
La Paz ensefi6 al buey a arar la tierra;
Ella cri6 la vid y guard6 el vino
Para el hiio en las onforos paternas.
Que el azad6n y los arados brillen
Mientras reina la Paz; que en las tinieblas
Cubra el moho las armas del soldado ...
Ven, alma Paz, trayendo tus espigas;
Frutos tu seno a nuestras plantas vierta
54.
Aqui no hay sino una sola afiadidura: a nuestras plantas, pero
quedan bastantes omisiones: interea, candida, primum, funderet,
duri,
candidus.
'
En Colombia volvi6 a traducir la elegia 1,10 (omitiendo el pasoie sobre las lides amorosas) el R. P. Gregorio
Arcila Robledo,
O. F. M. 55. Para conservar las estrofas citamos el pcsoie un poco mas largo que ,los anteriores:
Lleoue yo ollc: blcnquoe mi cabellera,
Para narrar, de abuelo, 10 pcscdo.
Entre tanto alba paz fecunde el prado,
que el toro dom6 al yugo la prim era.
Nutri6 la vid y el grano paz dorada,
Para que el padre mosto al hiio diese,
Relumbra el bieldo y el arado, y vese
La lanza en un rinc6n de orin tomada.
Ebrio ya, del santuario trae a casa,
En su cerro. a los suyos el villano.
Ven, oh paz, con espigas
en la mono,
Y tu regazo vierta mies sin tasa.
La traducci6n de los versos que estamos comparando 6rua se
convierte en el prado para rimar con 10 pasado: duri militis desaparece completamente; sucos ... uuae por una metamorfosis milocrrosc
queda grano y bidens, bieldo.
54. J. D. CASASUS, op. eit .; p , 117.
55. Gregorio ARCILA ROBLEDO, O. F. M., Obra Iiteraria, Bogota, 1948, p. 320.
167
TEXTOS CLASICOS
ASI la revision de las traducciones castellanas de este pasaje
nos deja decepcionados.
Ninquno de los interpretes 10gr6 traducir
la totalidad del texto original, como 10 hizo el poeta aleman Eduard
Morike:
Friede bestell indessen die Flur. Du, Gottin des Friedens,
Fuhrtest, 0 heitre zuerst pfluqende Farren im [och,
Reben erzog del Friede, den Nektar der Traube verwahrt' er,
Dass noch der Sohn sich am Wein freuet aus Vaters Geschirr.
Pflugschar gki:nzet im Frieden und Karst, wenn des grausamen
[Kriegers
Icmmercerote der Rost hinten im Winkel verzehrt.
Komm, 0 heiliger Friede, die Aehre haltend in Hcmden,
Und dir regne das Obst reich aus dem glanzenden Schoss
56
Esta traducci6n, hecha por un verdadero poeta, conserva la Iidelidad tanto verbal, como melrico, y 10 que es mas importante, toda la fuerza poeticc del original.
Con todos los sacrificios hechos a la rima, Caro no ha logrado
transmitirnos la musicalidad de los versos tibulianos en esta elegla. Este medio fracaso se explica por 10 que dice Andres Holquin
sabre Caro como traductor y poeta: "Hombre de inmensa cultura,
troduio admirablemente
a Virgilio y con cierta dureza occdemico
a muchos otros poetas ... " y refinondose a sus creaciones originales continua: "Su obra poeticc se caracteriza por la perfecci6n linquistico, por el estilo mesurado, par la serenidad del verso: Todo
hace de ElL sin duda, el mas grande neo-closico de nuestras letras.
Pero su poesla carece de esta entroficble emoci6n que estremece a
los verdaderos poetas. Su verso seco, poco tierno y, a veces, pedante, no posee los iuqos liricos que alimentaron a su padre Jose
Eusebio 57.
.
La traducci6n
antigua discipukr,
en prosa es de la profesora Teresa Munovor. mi
Juozas ZARANKA
56. E. M'OERIKE, Saemtliche
Werke. hrsg . von H. G. GOEPFERT,
Mtinchen. 1954,
pp.
1320-21. El poeta
(1804-1875) publico
a lgunas versiones de Tibulo en su Clasaische
B1umenlese, Stuttgart.
1840. Sobre la traduccion
reciente
de R. HELM, mencionada
en la
nota 29, escribe W. MARG, Gnomon, 31, 1959, p , 90: «No puedo imag inat'me que un lector que se a-tiene 81 texto aleman entienda por que Tibulo ha sido y es un poeta celebre.
I, No hubiera
sido mejor una traduccion
en, prose ?».
57. Las' mejores poeaias colombianas,
tomo I, seleccio n de Daniel ARANGO, pro logo
de Andres HOLGUIN,
Bogota, 1959, p. 17.
.
168
TIBULO
TIBULO, Elegia I. 10
Quis Iuit, horrendos primus qui protulit enses?
Quam ferus et uere ferreus ille fuit,
Tum caedes hominum generi, tum proelia nata,
Tum breuior dirae mortis aperta uia est.
5 An nihil ille miser meruit? Nos ad mala nostra
Vertimus, in saeuas quod dedit ille feras.
Diuitis hoc uitiurn est auri, nec bella fuerunt,
Faginus astabat cum scyphus ante dapes.
10
Non arces, non uallus erat,somnumque petebat
Securus sparsas dux gregis inter oues.
Tunc mihi uita foret, Valgi, nec tristia nossem
Arma nec audissem corde micante tubam;
Nunc ad bella trahor, et iam quis forsitan hostis
Hcssurc in nostro tela gerit latere.
~
2,Quien fue el que invent6 las terribles espadas? Que feroz y
realmente ferreo fue aquel. Entonces nacieron los asesinatos, entonces el genero humano conocio la matanza y un camino mas corto se abri6 a la funesta muerte.
2,0 no ha side culpable en nada aquel misero? Somos nosotros
mismos que empleamos para nuestra desgracia 10 que el nos dio
para usar contra las bestias sclvcies, La culpa la tiene el oro que
enriquece; no hcbic guerras cuando una copa de haya estaba
puesta ante los mcniores. No hcbic fortalezas ni palizadas y el
pastor de la grey dermic tranquilo entre sus oveics disperses. Entonces hubiera yo vivido, Valgio, y no conocido las tristes armas ni
aida 10 trompeta can coraz6n palpitante. Ahora se me arrastra a la
guerra y tal vez alglin enemigo ya porta los dardos que han de clcvarse en mi costado.
TEXTOS CLASICOS
169
TIBUlO, Elegia I. 10
Trrrduccicn
de MIGUEL ANTONIO
Quien fue el que espadas fcbrico primero?
Quien fue, decid! Oh mana aquella impiol
Oh pecho aquel en realidad de acero!
Las armas y las guerras en un die
Nacieron, y brindaron de repente
Franco paso ala muerte antes tordio
No al missro culpeis: el solamente
Armas dio contra fieros animales.
Volviolcs contra si la humana gente.
Culpad al oro, autor de nuestros males:
Mientras en pobre csilo venturoso
Vaso de encina orno mesas frugales.
No se via entonces torreon ni foso,
Y el pastor pudo entre la grey replete
Dormir segura en plccido repose,
Naciera yo en edad tan mansa y quieta,
Y a estremecer mi pecho sosegado
No lleqoro clangor de la trompeta!
Ora marcho a ccrnpofic, mal mi grado,
A donde clquien tal vez ya blande cieqo
El dardo que ha de hincarse en mi costado.
CARO
170
TIBULO
15 Sed patrii seruate Lares: aluistis et idem,
Cursarem uestros cum tener ante pedes.
Neu pudeat prisco uos esse e stipite factos:
Sic ueteris sedes incoluistis aui.
20
Tum melius tenuere fidem, cum paupere
Stabat in exigua '!igneus aede deus.
cultu
Hie placatus erct. seu quis !ibauerat uua,
Seu dederat sanctae spicea serta comae,
Atque aliquis uoti compos !iba ipse ferebat
Postque comes purum filia parua fauum.
25
At nobis aerata,
Lcres. depellite
tela,
Hostiaque e plena rustica porcus hara.
Hanc pura cum ueste sequar myrtoque canistra
Vincta, geram, myrto uinctus et ipse caput.
30
Sic placeam uobis: alius sit fortis in armis,
Sternat et aduersos Marte fauente duces,
Vt mihi potanti possit sua dicere facta
Miles et in mensa pingere castra mero.
,
Pero, protegedme, oh Lores patrios, vosotros que me aliment6steis cuando, nino todovic, correteaba a vuestros pies. Y no os avergonceis de estar hechos de un tronco viejo: osi habit6steis la vieio
morada de mi abuelo. Se profesaba meier 1a fe cuando e1 dios de
madera, obioto de pobre culto, se erguia en una estrecha capilla.
Obtenia su favor quien Ie habia ofrecido un racimo de uvas 0 cefiido su sagrada cobell era con una guirna1da de espigas. Y aque1
cuyo voto se habia realizado, llevaba persona1mente paste1es y en
pos de el iba su hiicr, oun pequefic, con un pana1 de miel pura.
Pues bien, Lares, apartad de mi los dardos de bronce.. . [Yo
os ofrezco] como victimo una rusticccerdc
de mi pocilqo llena. Y
en seguida ire yo, con un vestido puro, y port are una cesta coronada de mirto. cefiido mi cabeza tam bien de mirtojQue osi os agrade yo! Que sea otro e1 fuerte en e1 cambate y
e1 que, con la ayuda de Marte, derribe los jefes enerniqos, para que
mientras yo beba, este soldcdo pueda con tar sus hozofics y con
vino dibuior un campamento sobre la mesa.
TEXTOS CLASICOS
Vos, patrios lares! protegedme, os ruego
Pues me cricsteis ya cuando bullio
En torno a vuestros pies en trisca y iuego.
Ni os afrente haber sido bronce un die,
Que csi tornbien progenitor antiguo
Fiel os tuvo en su casa y cornpcfiic.
Guardando en ese 'tiempo albergue exiguo
Hustico dios labrado de madera
No via mudable fe ni pecho ambiguo,
Y ha1l6bale propicio quien Ie hubiera
Un racimo ofrend ada, un haz teiido
De espigas a su santa cabellera,
o que
a ofrecer volviese agradecido
La aderezada torta, en zaga yendo
Hiic pequefic con panal henchido.
Diosesl porque de aqui el tumulto horrendo,
Porque las arm as oleieis funestas,
Cerdo, escoqido en la plara, ofrendo.
Tras el las limpias vestiduras puestas,
De mirta llevore la sien cefiidc,
Y cefiidas de mirto iran las cestas.
Vuestro soy; que otro empufie arma homicide,
A Marte grato, y rompa y despedace
Al enemigo Hero en lid refiido.
Despues eire lo norrccion que hace:
Yo beba, el cuente, y con licor su dedo
Sabre la mesa campamentos trace.
17]
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TIBULO
Quis furor est atram bellis accersere mortem?
Inminet et tacito clam uenit illa pede ..
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Non seges est infra, non uinea culto. sed audax
Cerberus et Stygiae nauita turpis aquae;
Illic percussisque genis ustoque capillo
Errat ad obscures pallida turba lacus.
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Quam potius laudandus hie est, quem prole parata
Occupat in parua pigra senecta casa.
Ipse suas sectatur oues, at filius agnos,
Et calidam fesso conparat uxor cquomSie ego sim, liceatque caput candescere canis,
Temporis et prisci facta referre senem.
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Interea Pax arua colat. Pax candida primum
Duxit orcturos sub iuga curua boues,
Pax aluit uites et sucos condidit uuae,
Funderet ut nato testa paterna merum.
50
Pace bidens uomerque nitent - at tristia duri
Militia in tenebris occupat arma situsRusticus e lucoque uehit, male sobrius ipse,
Uxor.em plaustro progeniemque domum.
LQU8 locura es esa de buscar la sombria muerte en las guerras?
Ella ester siempre cerca y avanza furtivamente can paso silencia so'. No hay mieses ollc cbcio.' ni viriedos cultivados. Alla solo
habitan el feroz Cerbero, y el horrible navegante de las aguas Estigias. AlE, al borde de los tenebrosos pantanos vaga una prrlidc multitud can las maiillcs arafiadas y los cabell as quemados.
Cucnto mas encomiable aquel a quien sorprende la veiez tardie en su humilde choza entre sus descendientes. El mismo va tros
sus oveios, mientrcs su hiio en pas de los corderos: y su esposa Ie
tiene lista el agua caliente para cuando se sienta fatigado. Que as!
sea yo! Que pueda ver encanecer mis sienes, y viejo ya. relate hazonas de tiempos pasados. Entre tanto. que la Paz cultive nuestros
campos. La resplandeciente
Paz sornetio par primera vez a los encorvados yuqos los bueyes que habfan de oror. La Paz cultiv6 las
vifics y guard6 el juga de las uvas para que el onforc del padre virtiera 01 hila e1 vino puro. En 10 paz resp1andecen 10 azada y 10 reic de! credo, mientras 10 herrumbre consume en 10 oscuridad
las
horribles armas del soldado rudo. Y e1 labrador no muy sobrio, conduce en su rustico carro a su esposa y a sus hiios desde e1 bosque
hasta e1 hocror.
TEXTOS CLASICOS
Oh! que impaciente ckrn, que impio denuedo
Buscar muerte vio1enta, si ella sabe
Por si misma venir con paso quedo!
Y no con mies a1egre 0 vid suave
Alkr obcio veremos campos bellos
Sino e1 horrido Can, 1a Estiqio nave.
Caron inmundo, y e1 trope1 de aquellos
Que acuden a 1a funebre ribera,
Mustia 1a faz, quemados los cabell os.
Oh! cudnto mas prudente aque1 que espera
Edad provecta en su cabana humosa
Con prole que Ie cerque p1acentera!
Viviendo alcance yo veiez dichosa,
Y ufano con las canas de mi frente
Seame hab1ar de cntofio dulce cosa.
En los campos benefic a y riente
Reine en tanto 1a paz: su torvcr testa
Ante ella e1 toro dobleqo obediente;
Par ella fruto dio 1a vid enhiesta,
Y e1 padre a1 hiio, de uva sazonada;
Trcnsrnitio e1 iuqo en onforc repuesta;
Y es ella quien 1a reio y e1 azada
Hace limpias brillor, mientras confio
A orin consumidor 1anza y espada.
Poco sobrio, en su cerro, en compcfiic
De 1a espasa y los h!ios e1 1abriego
Torna del sacra bosque a 1a a1queria.
173
TIBULO
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Sed Veneris tum bella cal en t, scissosque capillos
Femina perfractas conqueriturque fores.
SS Flet teneras subtusa genas, sed uictor et ipse
Flet sibi dementes
tam ualuisse
manus.
At lasciuus Amor rixae mala uerba ministrat,
Inter et iratum lentus utrumque sedet.
60
A, lapis est ferrumque, suam quicumque
Verberat: e caelo deripit ille deos.
Sit satis e membris tenuem rescindere
Sit satis ornatus dissoluisse comae,
puellam
uestem,
Sit lacrimas mouisse satis: quater ille beatus,
Quo tenera irato flere puella potest.
6S
Sed manibus qui saeuos erit, scutumque
Is gerat et miti sit procul a Venere.
sudemque
At nobis, Pax alma, ueni spicamque teneto,
Perfluat et porn is candidus ante sinus.
,
Entonces la luchas de Venus se enardecen y la donce11a deplora que hoyan arrancado sus ccbellos y derribado las puertas.
Lastimadas sus rneiillos, 110ra ella y llora tcrnbien el vencedor, de
ver que sus locas manos hayan sido tan fuertes. Entre tanto el trcvieso amor fomenta can sus iniurios la dispute y se sienta impqsi• ble entre los irritados combotientes. De piedra y hierro es aquel que
gal pee a su donce11a! Ese tal hace boior del cielo a los dioses. Baste arrancar de su cuerpo su tenue vestidura, baste deshacer el odorno de su cabellera, baste haber hecho derramar sus 16grimas: mil
veces feliz aquel par cuyo enoio pueda llorcr su tierna am ada. Pero el que posea mana cruel, lleve escudo y estaca y permanezca
leios de la dulce Venus.
Ven can tu espiga en la mana hasta nosotros, alma Paz, y deja que los frutos se deslicen entre los pliegues de tu alba vestidura.
TEXTOS CLASICOS
Y de Venus la guerra empieza lueqo:
Enamorado mozo puertas hiende
Y el cabello a una hermosa arranca cieqo.
Llara indignada,y
sin pied ad ofen de
Ella la fina tez; mas ya el exceso
De su diestra insensata el mismo entiende.
Ya llara el vencedor! Y el dios travieso
Que con reproches c61eras inflama
En media de los dos se sienta ileso.
Hombre de raca a bronce el que a su dama
Osare golpear [Del alto cielo
.
Ese los dioses vengadores llama!
Baste de seno esquivo el tenue vela'
Descorror: de las sienes a mcnoios
Basta aventar el ataviado pelo:
Harto triunfo una lagrima a los oios
Arrancar de tu amada; harta ventura
Que llare entemecida tus enoicsl
Mas quien levante as ado mana dura,
Pase al campo de Marte furibundo
Y deie e1 del Amor y la Temura.
Ven, alma Paz, recobiicndo al mundo,
Muestro en tu mana la dorada espiga,
'y del regazo ccndido y fecundo
Copia de frutos par doquier prodigal
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