Psicología comunitaria – Guías Nierenberg, O. “Programación y evaluación de proyectos sociales” Cap III: “El diagnóstico: algo más que una herramienta para la programación y la evaluación” Con respecto al diagnóstico, responda: a. ¿Cuál es su utilidad? El principal objetivo del diagnóstico es brindar un mejor conocimiento acerca de los problemas que se pretenden solucionar o aliviar con la ejecución de los programas o proyectos sociales, dando información confiable sobre su magnitud y características, así como sobre los factores que influyen en tales problemas en los contextos concretos. Su fundamentar las acciones dimensionarlas mejor. utilidad principal, por ende, es justificar y programadas, así como también focalizarlas y b. ¿Cómo se relaciona con las hipótesis? Antes de encarar un proyecto, tanto los técnicos y profesionales del campo social como los propios pobladores que padecen los problemas tienen hipótesis acerca de cómo funciona una determinada realidad. El diagnóstico servirá para corregir, precisar mejor y fundamentar ese conocimiento previo. A eso se refiere la autora cuando dice que los diagnósticos permiten fundamentar las hipótesis de trabajo, puesto que para formular dichas hipótesis debe tenerse una explicación acerca de cómo suceden las cosas o cuáles son los problemas que deben resolverse para que sucedan de otro modo. c. ¿Cuáles son usualmente los DOS componentes que se le asignan? El diagnóstico debe tener dos componentes: Descriptivo: cómo son y/o suceden las cosas en una determinada situación. Explicativo: cuáles son las causas y/o factores condicionantes para que en esa situación las cosas se den y/o sucedan de esa forma. d. ¿Qué puede generar la AUSENCIA de un diagnóstico? Muchos de los actores involucrados insisten en que no necesitan más que su conocimiento de las propias realidades por estar insertos allí y padecer cotidianamente los problemas. Sin embargo, la carencia de un diagnóstico confiable puede provocar que los problemas se definan mal, que en consecuencia las soluciones propuestas no sean las apropiadas y que por ende, sea dificultoso arribar a la situación deseable. Por otro lado, la falta de un buen diagnóstico inicial incidirá en dificultades posteriores para la evaluación, ya que no se contará con ese parámetro comparativo que posibilitaría afirmar, al cabo de un tiempo, qué cambió, de qué manera y en qué medida. 1 e. ¿Qué es un diagnóstico? Incluya en su explicación la noción de “Línea de base” diagnóstico es el primer momento del proceso de planificación/programación. El diagnóstico constituye un particular recorte de la realidad, pues Puede decirse que el enfoca la mirada hacia determinado tipo de problemas y/o segmentos poblacionales más que hacia otros. Selecciona o enfatiza los aspectos relacionados con el tema en cuestión, dejando de lado otros. Además, será un aporte invalorable para la construcción de una línea de base del programa o proyecto, contribuyendo así a brindar el parámetro comparativo con el que se contrastarán luego las informaciones que se obtengan en los diferentes momentos evaluativos. El diagnóstico es también el primer paso del proceso de evaluación continua. Tanto es así que muchos lo llaman “evaluación diagnóstica”, ya que implica recoger información según un esquema pautado, para analizarla y compararla con estándares deseables y factibles, y así valorar la realidad a la cual se refiere en términos de adecuación o no a dichos parámetros; y finalmente, aporta a la toma de decisiones acerca de las acciones programáticas requeridas para revertir aquellos aspectos con los que hay disconformidad. f. ¿Qué tipos de diagnóstico existen? La evaluación ex ante permitirá apreciar la pertinencia de las actividades planteadas y el dimensionamiento de ellas, así como la adecuación de las estrategias y modalidades de intervención en función de las características y la magnitud del problema y de su contexto. En la evaluación de procesos durante la ejecución servirá para ver en qué o en cuánto se ha modificado la situación inicial, lo que permitirá cambiar rumbos de acción. En la evaluación final, servirá para contrastar la situación de llegada con la del punto de partida, para poder sacar conclusiones acerca de la eficacia del proyecto y de la metodología de trabajo adoptada con el fin de aliviar o solucionar el problema al que se orientaron las acciones. g. ¿Qué dos aclaraciones en torno al diagnóstico hace la autora? Teniendo en cuenta las múltiples utilidades del diagnóstico (práctica democrática, construcción de la viabilidad de los proyectos, herramienta de abogacía), la de mayor relevancia es sin duda que permite fundamentar y diseñar mejor las actividades y plantear más correctamente los recursos necesarios; Bajo ningún concepto la elaboración del diagnóstico debe demorar la acción, máxime cuando los problemas que afectan a las poblaciones más vulnerables son de tal urgencia que bien pueden afrontarse con deficiencias o carencias en los diagnósticos, para ir construyéndolos en forma paulatina en paralelo a las actividades iniciales. 2) Con respecto al diagnóstico participativo, responda: a. ¿Cuáles son sus efectos? 1. Los actores que intervienen en su elaboración se mostrarán más interesados y comprometidos en el posterior proceso de ejecución de las actividades, brindando así proyecto/programa. viabilidad al 2 2. Los programas se enriquecen por la información, el conocimiento y la experiencia de un número importante de personas involucradas. Tienen, por lo tanto, mayor probabilidad de correspondencia con las necesidades reales de la población. 3. Cuando se sustituye la pasividad por la participación, se da a los actores intervinientes la oportunidad de ampliar sus conocimientos y perfeccionar sus competencias. En este sentido se afirma que es un espacio de aprendizaje. b. ¿Qué técnicas de relevamiento de información se pueden utilizar? Y señale ¿Por qué la autora dice que la preocupación es por la PRESERVACIÓN DEL RIGOR y no de la REPRESENTATIVIDAD? Si bien se debe reunir y analizar la información estadística y documental existente a nivel local, también será relevante contar con información primaria. Esta se podrá recoger mediante diversas técnicas: talleres o grupos focales que se realizarán con los beneficiarios potenciales, actores significativos e informantes calificados que permitan dar cuenta de las condiciones de riesgo o daño de la población objetivo, de las respuestas existentes para resolver esas situaciones, etc. En general, no se buscará representatividad en términos estadísticos cuando se recoja la información primaria, sino que se procurará preservar el rigor, por ejemplo, a través de la detección de informantes reconocidos y confiables y mediante el contraste o la triangulación entre diversas fuentes que permitan arribar a síntesis y conclusiones basadas en evidencia. c. Desarrolle los dos momentos de un diagnóstico participativo El primero es de carácter intersectorial y multidisciplinario, es llevado a cabo por los profesionales y técnicos, quienes recopilan y analizan la información existente y accesible. Es aconsejable formar desde el inicio un equipo técnico coordinado por un referente local o provincial en la temática específica que abordará el diagnóstico, con amplio reconocimiento y legitimidad en el rol. Es preferible que ese referente pertenezca al nivel decisional del que se presupone que dependerá el programa (mayor viabilidad). Este equipo tendrá como responsabilidad cumplir con lo señalado para el primer momento del proceso: la elaboración del documento base que sistematice la información secundaria existente. Este documento será el que permita, en el segundo momento, la discusión con los restantes actores, quienes contarán de ese modo con información homogénea acerca de la problemática en cuestión. La elaboración del documento constituye el primer paso para la articulación de los diversos profesionales y técnicos vinculados con la temática, pertenecientes a los diferentes sectores (salud, educación, vivienda, etc). El segundo momento, consiste en la búsqueda de información primaria y complementaria de la anterior, es de carácter multiactoral, inclusivo de los diferentes puntos de vista acerca de la temática, especialmente de los pobladores, miembros de organizaciones de base y beneficiarios potenciales, con la aplicación de mencionadas técnicas tendientes a la identificación, caracterización y priorización de problemas, así como al establecimiento de acuerdos preliminares sobre las estrategias de solución para la ulterior elaboración de programas provinciales y/o locales que cuenten con suficiente legitimidad. 3 El equipo técnico que redacte el documento base se responsabilizará también por la construcción de un espacio multiactoral para la participación, donde los dos primeros pasos son la identificación de los actores relevantes, y su convocatoria para la realización del diagnóstico. Se les entregará el documento con suficiente antelación a la realización del encuentro o taller, para que puedan leerlo previamente, aunque el cumplimiento de esa consigna será tal vez escaso y de diferente alcance, por eso debe destinarse un tiempo para la lectura compartida y la nivelación de su comprensión entre los participantes. La realización de talleres participativos multiactorales tiene como objetivo completar el diagnóstico preliminar, elaborado sobre la base de la información existente, con las apreciaciones cualitativas y las opiniones de los actores convocados. También se deberán incluir apreciaciones sobre los problemas referidos a la gestión (problemática de gestión). Una vez concluida esta etapa, mediante la conformación de un listado valorativo (ranking) de problemas, deberían analizarse los procesos y/o problemas que conducen a cada uno de los elementos constitutivos de la problemática de gestión, identificando aquellos factores o procesos casales sobre los que existe capacidad de intervención por medio de los actores sociales concretos responsables de diseñar un programa. También es necesario identificar colectivamente a otros actores sociales con intereses en las áreas o procesos en que se trabará y que podrían movilizarse a favor o en contra de un programa que intente modificar determinadas situaciones problema. La técnica de taller se adapta eficazmente a los propósitos del diagnóstico participativo. Un taller es un espacio físico y simbólico para la interacción de actores similares o diferentes que a través de reflexión y debate, facilitado por técnicas de dinámica grupal, arriban a un producto común donde se pueden marcar diferencias y consensos. Es conveniente realizar además un mapeo de recursos y actores, que en forma preliminar se comenzó al momento de realizar la convocatoria. Para ello se aplicarán diversas técnicas, como censos participativos o pequeñas encuestas que permitan identificar los recursos locales, institucionales y humanos que pueden ser útiles para el establecimiento de coordinaciones o articulaciones durante el desarrollo de la intervención Una vez cumplidos todos estos pasos, el equipo técnico elaborará un nuevo documento, que luego de redactado será sometido a la revisión y ajuste por parte de los actores convocados. Recién entonces ese equipo técnico estará en condiciones de formular un programa provincial y/o local, que también será puesto a consideración del grupo o comité multiactoral. CAP IV: “La evaluación con foco en la formulación” En lo referido a la evaluación EX ANTE, señale: a. ¿Qué cuestiones se tienen en cuenta en su evaluación? 4 La evaluación ex ante es aquella evaluación con foco en la formulación, que se emprende antes de iniciar o aprobar un programa o proyecto, con el fin de verificar si cumple o no con las condiciones requeridas para su implementación. Pertinencia: la adecuación de las intervenciones que propone a la realidad que se pretende modificar. Coherencia interna: en cuanto a la educación de recursos a actividades y éstas a metas y objetivos. Factibilidad: capacidad de la institución ejecutora para llevarla a cabo en términos de la calidad y cantidad de recursos humanos, económicos y materiales disponibles. Viabilidad: En función de la existencia de condiciones políticas, sociales y técnicas favorables para desarrollar las acciones planteadas. b. ¿Cuáles son sus contribuciones? La evaluación ex ante no sólo debería contribuir, en la fase de formulación y diseño, a brindar elementos de juicio a los organismos que decidirán acerca de su financiamiento o implementación, sino además al mejoramiento de la formulación inicial y a generar aptitudes en los propios ejecutores del programa o proyecto, a fin de ir instalando capacidades para una cultura organizacional basada en la lógica de la programación y la evaluación. c. ¿Cuál es su importancia? La importancia de la evaluación ex ante radica en que además de proveer elementos de juicio para una mejor decisión o selección de propuestas, permite formular recomendaciones para la etapa de ejecución y orientar el ulterior proceso de evaluación concurrente, así como instalar un vínculo entre los equipos técnicos de los programas y los equipos de los proyectos. d. Desarrolle las dos etapas de la Evaluación EX ANTE. La primera etapa, cuando existe, permite al organismo decisor/financiador contar con una primera aproximación a las intenciones de los aspirantes, saber si las temáticas a las que se refieren las propuestas son acorde con las líneas prioritarias de apoyo, considerar aspectos de la viabilidad de implementación basándose en una apreciación de ciertas cualidades de las entidades que las presentan y de las personas que conducirán las acciones. También posibilita disponer de elementos de juicio para reorientar o ajustar las propuestas si se considera necesario, establecer un ranking de propuestas o bien dar argumentos para descalificarlas. Tres ejes fundamentales: La pertinencia de la idea acorde con la magnitud del problema. Solidez del equipo técnico Fortaleza de la institución Segunda etapa (evaluación propiamente dicha), se refiere a la consideración de un proyecto en su sentido más literal. Es reconocida la multiplicidad de problemas contextuales, políticos y organizacionales que pueden presentarse en el curso de su implementación, afectando el logro de 5 los resultados esperados. El foco de la evaluación ex ante se pondrá en los aspectos medulares de este diseño. Pero también deberá tener en cuenta las condiciones contextuales locales que puedan facilitar o dificultar su futura implementación. En cuanto a los aspectos medulares, se diferencian dos planos: Las dimensiones sustantivas, vinculadas a los propósitos y líneas de acción y actividades propuestas para resolver los problemas identificados. Las dimensiones estratégicas, vinculadas a modalidades o atributos de reconocida eficacia de la acción social, independientemente de su campo específico de aplicación. e. Desarrolle los criterios que se deberían tener en cuenta en la evaluación de los aspectos MEDULARES en la formulación de proyectos 1. Adecuada justificación o fundamentación teórica Un proyecto se fundamenta o justifica en un diagnóstico de la o las situaciones problemáticas que se procura mejorar o resolver, entendiendo por tal no una mera descripción sino un estudio, con información cuanti/cuali de sostén, que establezca la naturaleza, magnitud y características básicas de dichas situaciones problemáticas de la población objetivo y de los recursos a ella destinados. 2. Coherencia del proyecto en relación con las prioridades emergentes del diagnóstico. Se trata de apreciar en forma global si existe correspondencia entre el programa o proyecto y los resultados del diagnóstico. La evaluación ex ante revisa que los proyectos, tanto en sus objetivos y actividades como en la población a atender, hayan tomado en cuenta la jerarquización de necesidades y problemas identificados en el diagnóstico. 3. Potencialidad del proyecto en el contexto local Se trata de apreciar en forma global si aun cuando los objetivos, las acciones propuestas y la población destinataria sean coherentes con las necesidades y problemas, existen otras acciones similares desarrolladas en los mismos barrios o comunidades. Ello no constituye ni un aspecto positivo ni uno negativo a priori, pero debe saberse por la fragmentación que suele caracterizar a la implementación de los proyectos sociales. 4. Pertinencia de las estrategias de intervención planteadas en relación con la problemática que se quiere abordar La modalidad o modalidades de intervención propuestas se basan en una concepción de cambio, que supone que si se llevan a cabo determinadas acciones se obtendrán los resultados esperados. Lo que se evalúa es si, acorde con el estado del arte, la estrategia presentada es adecuada para satisfacer las necesidades o demandas identificadas o para resolver los problemas detectados. 6 5. Correcta formulación del plan de trabajo: objetivos, actividades y recursos requeridos Se trata de los aspectos más formales de la evaluación de la presentación. La evaluación ex ante debe juzgar en qué medida la presentación cumple con el formato establecido, si fue adecuado el planteo de actividades, si éstas fueron claramente expuestas, si fueron exhaustivas y acordes con los objetivos planteados, y si el detalle de recursos humanos y materiales, así como los tiempos, son apropiados para llevar a cabo las actividades propuestas (la evaluación debe considerar: adecuación de los objetivos a las pautas del programa, claridad y precisión en la formulación de objetivos, correspondencia de las actividades y de los productos previstos por cada una, encadenamiento en el tiempo de las actividades, suficiencia e idoneidad de los recursos, etc) 6. Claridad de la descripción y adecuación de la cuantificación de las metas de beneficiarios En los programas destinados a segmentos específicos de la población deberá evaluarse si estos criterios han sido respetados en la formulación del proyecto. Ejemplo: grupos etáreos específicos, criterios de vulnerabilidad, etc. La evaluación ex ante deberá revisar y solicitar ajustes para la corrección de esas clasificaciones cuando corresponda. Esto permitirá calcular la cobertura esperada y ver si es verosímil. Finalmente, debe apreciarse si se han considerado las condiciones de accesibilidad a las prestaciones, servicios y actividades programadas. 7. Adecuación de la estrategia y de la metodología de seguimiento y evaluación Como se anticipó, las guías de formulación incluyen cada vez con mayor frecuencia requisitos sobre previsiones acerca de las modalidades mediante las cuales la institución ejecutora evaluará el avance de sus actividades. La evaluación ex ante deberá considerar si estas modalidades han sido explicitadas en la presentación y apreciar la adecuación de los aspectos a evaluar de los indicadores, las técnicas, etc. 8. Existencia de atributos estratégicos de la acción social en la formulación del proyecto Existen ciertas modalidades o atributos de reconocida eficacia de la acción social. En cuanto a su evaluación, se deberá considerar en qué medida se han incorporado estas modalidades estratégicas al proyecto (el carácter integral del planteo, el carácter participativo de la gestión propuesta, el carácter asociativo de la gestión y conformación de redes entre organizaciones y actores diversos) 9. Adecuación de la estrategia prevista para la sustentabilidad Todo proyecto deberá procurar que al fin de su ejecución también se logre su sustentabilidad, de modo que tengan continuidad los procesos iniciados. Se evaluará la adecuación de la estrategia planteada por el proyecto para lograrla. Vale aclarar que en la evaluación ex ante se trata de emitir un juicio sobre la estrategia y no sobre la sustentabilidad misma a priori, ya que ésta constituye un resultado deseable y nunca un prerrequisitos de la acción. 7 10. La fortaleza del sustento institucional en función de su experiencia, ideoneidad de sus recursos humanos y capacidad de gestión. 11. Adecuación de la formulación presupuestaria del proyecto 12. Pertinencia de las construcciones previstas f. ¿Cuáles son los criterios que se tienen en cuenta para rechazar un proyecto? Falta de correspondencia con los objetivos institucionales del organismo financiador o falta de antecedentes institucionales mínimos en gestión social. Otros: 1. Concepciones inadecuadas en el abordaje del trabajo: es decir, no coincidentes con el marco conceptual del programa. 2. Desconexión entre el problema planteado y la solución propuesta: justificar la existencia de una problemática no significa que la estrategia propuesta sea correcta en función del grado de desarrollo del conocimiento y de la práctica en el campo respectivo. 3. Solicitud de financiamiento de actividades que impliquen superposición o duplicación de recursos. 4. Proyectos que responden a intereses institucionales específicos. g. ¿Por qué la evaluación Ex ante debe PLANIFICARSE? Como toda evaluación, esta debe planificarse. Ello implica no sólo prever la secuencia de los pasos a seguir hasta la toma de decisión, sino además fijar plazos y definir quiénes participarán de cada uno de esos pasos. 8