AÑO DE LA FE ARCIPRESTAZGO PALMA-4 PARRÒQUIA SANT ANTONI ABAT SON FERRIOL 7 de Julio de 2013 Lectura del profeta Isaías (66, 10-14c) Festejad a Jerusalén, gozad con ella, todos los que la amáis, alegraos de su alegría, los que por ella llevasteis luto; mamaréis en sus pechos y os saciaréis de sus consuelos, y apuraréis las delicias de sus ubres abundantes. Porque así dice el Señor: Yo haré derivar hacia ella, como un río, la paz, como un torrente en crecida, las riquezas de las naciones. Llevarán en brazos a sus criaturas y sobre las rodillas las acariciarán; como a un niño a quien su madre consuela, así os consolaré yo; (en Jerusalén seréis consolados). Al verlo se alegrará vuestro corazón y vuestros huesos florecerán como un prado; la mano del Señor se manifestará a sus siervos. Salmo 65 Aclamad al Señor, tierra entera. Aclamad al Señor, tierra entera, tocad en honor de su nombre, cantad himnos a su gloria; decid a Dios: “Que temibles son tus obras.” Aclamad al Señor, tierra entera. Que se postre ante ti la tierra entera, que toquen en tu honor, que toquen para tu nombre. Venid a ver las obras de Dios, sus temibles proezas a favor de los hombres. Aclamad al Señor, tierra entera. Transformó el mar en tierra firme, a pie atravesaron el rio. Alegrémonos con Dios, que con su poder gobierna eternamente. Aclamad al Señor, tierra entera. Fieles de Dios, venid a escuchar, os contaré lo que ha hecho conmigo. Bendito sea Dios, que no rechazó mi súplica, ni me retiró su favor. Aclamad al Señor, tierra entera. Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los Gálatas (6,14-18) Hermanos: Dios me libre de gloriarme si no es en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, en la cual el mundo esta crucificado para mí, y yo para el mundo. Pues lo que cuenta no es circuncisión o incircuncisión sino criatura nueva. La paz y la misericordia de Dios vengan sobre todos los que se ajustan a esta norma; también sobre Israel. En adelante, que nadie me venga con molestias, porque yo llevo en mi cuerpo las marcas de Jesús. La gracia de nuestro Señor Jesucristo esté con vuestro espíritu, hermanos. Amen. Lectura del santo Evangelio según san Lucas (10, 1-12. 17-20) En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos, y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. Y les decía: -La mies es abundante y los obreros pocos: rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies. ¡Poneos en camino! Mirad que os mando como corderos en medio de lobos. No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar a nadie por el camino. Cuando entréis en una casa, decid primero: «Paz a esta casa.» Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros. Quedaos en la misma casa, comed y bebed de lo que tengan: porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa. Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya, y decid: «está cerca de vosotros el Reino de Dios.» Cuando entréis en un pueblo y no os reciban, salid a la plaza y decid: «Hasta el polvo de vuestro pueblo, que se nos ha pegado a los pies, nos lo sacudimos sobre vosotros. De todos modos, sabed que está cerca el Reino de Dios.» Os digo que aquel día será más llevadero para Sodoma que para ese pueblo. Los setenta y dos volvieron muy contentos y le dijeron: -Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre. El les contestó: -Veía a Satanás caer del cielo como un rayo. Mirad: os he dado potestad para pisotear serpientes y escorpiones y todo el ejército del enemigo. Y no os hará daño alguno. Sin embargo, no estéis alegres porque se os someten los espíritus; estad alegres porque vuestros nombres están inscritos en el cielo. Meditemos la PALABRA La geografía política del mundo se parece a los montes en verano: está llena de hogueras. Nunca, como hoy, ha sido tan necesario hablar de paz y hacer la paz. Después de dos guerras mundiales, hay una continua y regenerada guerra por todo el mundo. Guerra fría y caliente. Guerras declaradas y guerras tácitas. Se está llegando al colmo de hacer la guerra, sin llamarla “guerra” ni declararla, para no provocar la intervención de los organismos internacionales y hacerla con más saña y libertad de ataque. Estamos tan habituados a la guerra que nos hemos acostumbrado a ver los reportajes de los campos de batalla con miles de hombres recién muertos. Son las imágenes diarias de la prensa y la televisión. En este mundo violento y enfrentado, movido por los intereses políticos, económicos e ideológicos, es necesario que surjan por doquier hombres de paz. Hombres y pueblos que hagan pactos para la paz, no para hacer la guerra; tratados para promover la paz, no para estar a la defensiva. Ante el espectáculo de una humanidad que gasta en armamentos una cantidad infinitamente superior al presupuesto destinado para la cultura, la sanidad o el alimento, y que permanece impasible ante la muerte de millones de seres humanos de hambre, hace falta una tribu de hombres y mujeres bondadosos que anunciemos, hagamos y sembremos la paz. A pesar de la utopía que proclama es necesario gritar: “¡Armas, no!”. Este grito hay que escribirlo en los periódicos, en las radios, en la televisión, en las escuelas, en la frente, en el corazón. Paz; hacer instrumentos para la paz; buscar caminos para la paz; ingeniar estrategias y tácticas para la paz. No más guerra. ¡Fuera los mecanismos sofisticados para matar o para intimidar, o para coaccionar o dominar a los otros! Anunciar y hacer la paz es urgente. La humanidad vivimos amedrentados. La exterminación que padecen tantos pueblos se puede ir extendiendo a los demás. La guerra es injusta. Toda guerra es inhumana. Una guerra atómica es un sacrilegio. Es muy triste el destino de nuestro tiempo, teniendo que vivir bajo la cobertura de los cohetes con cabeza nuclear o junto a los refugios atómicos. Como sea, con todas las fuerzas, con quienes sea es necesario unirse para la paz: para hacer pacíficamente gestos de paz, sentadas para la paz, organizaciones en favor de la paz, manifestaciones, por la paz... Hay que solidarizarse con todos los seres, que por todos los caminos, buscan la paz. Unirse, conscientes de la debilidad y la pobreza de quienes sólo tienen corazones no violentos para enfrentarse a la contundencia de los cañones. Hay que solidarizarse para ofrecer la flor de la hermandad a quienes incitan a disparar o disparan. El cañón de los fusiles hay que taparlo con rosas. Vuelvo a insistir, lanzar sobre el cielo humano la paloma de la paz es un deber urgente. De ello depende el futuro de la humanidad. Hay que hacer la paz aunque exaspere a los hombres y a las fuerzas de la guerra; la paz es también un don para los que están dispuestos a matar. La paz se ha de levantar como un clamor, un grito insoportable. La tarea de la paz es urgente y “son pocos los obreros”. De lo contrario quienes hacen la guerra o la preparan encontrarían un clima tan irrespirable, que desistirían de su empeño; somos nosotros los que pagamos las armas y quienes elegimos a quienes colaboran con la guerra. Jesús es mensajero de paz: “Paz en la tierra a los hombres” (Lc 2,14), es el primer mensaje que proclama en su vida. Nosotros también somos enviados para decir y hacer en todo lugar: “Paz a esta casa”. Hay que ponerse ya en camino, presurosamente, sin detenerse con otras cosas que son menos importantes. La paz es un trabajo prioritario. Ser mensajeros de la paz “sin ingenuidad”: su anuncio desencadena la violencia por parte de los hombres de la guerra. Los que tienen por oficio hacer armas, un fabuloso negocio, y mantener el poder de los más fuertes, no quieren la paz; aunque digan que fabrican las armas para “disuadir” de la guerra. La guerra desaparece renunciando al poder y a los medios para implantarlo y mantenerlo. La guerra se .destruye teniendo la paz en el corazón: ser hermano al servicio del otro. “Os mando como corderos en medio de lobos”. Nosotros proclamamos la paz y nos damos la paz. Nos damos la paz con las manos vacías, a cuerpo limpio: sin puñal, sin espada, sin pistola, sin bombas. Nos damos la paz con el abrazo fraternal, que es acercamiento al otro a pecho descubierto, porque tenemos confianza. La paz verdadera surge sobre todo del amor. Por eso este Sacramento de comunión es ante todo sacramento de la paz: donde nadie mata, donde nadie chupa la sangre del otro para vivir a su costa. Aquí todo es entrega, pan repartido, sangre derramada por amor. Antes morir que matar. Y si hay que morir, morir por amor, al servicio de los demás. REFLEXIONEMOS: ¿Somos auténticos instrumentos de paz o de guerra? OREMOS: Haz Señor que sea un instrumento de tu paz. Símbolo de los Apóstoles Creo en Dios Padre Todopoderoso, creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo; nació de Santa María Virgen; padeció bajo el poder de Poncio Pilato; fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos; al tercer día resucitó de entre los muertos; y subió a los cielos; está sentado a la derecha del Padre, y desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia católica, la Comunión de los Santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén. Símbolo Niceno-Constantinopolitano Creo en un solo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre; por quien todas las cosas fueron hechas; que por nosotros los hombres, y por nuestra salvación descendió del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó en María La virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato, padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria, para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia que es Una, Santa, Católica y Apostólica. Reconozco que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados, espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén. ¿Es católica la Iglesia particular? Es católica toda Iglesia particular, (esto es la Diócesis y la eparquía), formada por la comunidad de los cristianos que están en comunión, en la fe y en los sacramentos, con su obispo ordenado en la sucesión apostólica y con la Iglesia de Roma, “que preside en la caridad” (San Ignacio de Antioquía). (CCIC*, 167) ¿Quién pertenece a la Iglesia católica? Todos los hombres, de modos diversos, pertenecen o están ordenados a la unidad católica del Pueblo de Dios. Está plenamente incorporado a la Iglesia Católica quien, poseyendo el Espíritu de Cristo, se encuentra unido a la misma por los vínculos de la profesión de fe, de los sacramentos, del gobierno eclesiástico y de la comunión. Los bautizados que no realizan plenamente dicha unidad católica están en una cierta comunión, aunque imperfecta, con la Iglesia católica. (CCIC, 168) ¿Cuál es la relación de la Iglesia católica con el pueblo judío? La Iglesia católica se reconoce en relación con el pueblo judío por el hecho de que Dios eligió a este pueblo, antes que a ningún otro, para que acogiera su Palabra. Al pueblo judío pertenecen “la adopción como hijos, la gloria, las alianzas, la legislación, el culto, las promesas, los patriarcas; de él procede Cristo según la carne” (Rm 9, 4-5). A diferencia de las otras religiones no cristianas, la fe judía es ya una respuesta a la Revelación de Dios en la Antigua Alianza. (CCIC, 169) *CCIC: Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica ANY DE LA FE ARXIPRESTAT PALMA-4 PARRÒQUIA SANT ANTONI ABAT SON FERRIOL 7 de Juliol de 2013 Lectura del llibre del profeta Isaïes (66, 10-14c) Alegrau-vos amb Jerusalem, feis festa, tots els qui l'estimau. Estigueu contents amb ella tots els qui dúieu dol per ella; sereu alletats amb I'abundància del seu consol, i xuclareu les delícies de la seva llet. Això diu el Senyor: «Jo decantaré cap a ella, com un riu, la pau i el benestar, la riquesa de les nacions, com un torrent desbordant. Els teus fillets seran portats al braç, i acariciats damunt els genolls. Com una mare consola el seu fill, jo també us consolaré: a Jerusalem sereu consolats. Quan ho veureu, el vostre cor bategarà de goig i reviuran com l'herba els vostres ossos.» La mà del Salm 65 Senyor es farà conèixer als seus servents. Aclama Déu, tota la terra. Aclama Déu, tota la terra. Lectura de la carta de sant Pau als cristians de Cantau la glòria del seu nom, Galàcia (6, 14-18) cantau la seva fama gloriosa. Germans, Déu me'n guard de gloriar-me en res que no Digau a Déu: sigui la creu de nostre Senyor Jesucrist. En ella, és “Que ho són, d’admirables, les vostres obres!” com si el món fos crucificat per a mi i jo per al món. Aclama Déu, tota la terra. Ni la circumcisió ni la incircumcisió tenen cap valor. “Tota la terra es prosterna davant vós L'únic que val és que hàgim estat creats de nou. Que i canta la glòria del vostre nom.” la pau i la misericòrdia de Déu reposin sobre tots els Veniu a contemplar les gestes de Déu. qui mantenen aquest criteri i sobre l'Israel de Déu. A Que ho és d’admirable. lo que fa amb els homes! part això, que ningú em molesti, perquè jo duc en el Aclama Déu, tota la terra. meu cos les marques distintives de Jesús. Germans, Convertí la mar en terra ferma, que la gràcia de nostre Senyor Jesucrist sigui amb el passaren el riu a peu eixut. vostre esperit. Amén. Ell és la nostra alegria, ell que sempre governa amb el seu poder. Lectura de l'evangeli segons sant Lluc (10, 1-12. Aclama Déu, tota la terra. 17-20) Veniu feels de Déu, escoltau-me; En aquell temps el Senyor en designà encara setantavos contaré allò que ha fet per mi. dos, i els envià que s'avançassin de dos en dos cap a Beneït sigui Déu: cada poble i a cada lloc on ell mateix havia d'anar. Els No ha refuat la meva suplica, deia: -"Hi ha ni m’ha negat el seu amor. molt a segar Aclama Déu, tota la terra. i pocs segadors: demanau a l'amo dels sembrats que enviï més homes a segar-los. Anau. Vos envii com anyells enmig de llops. No dugueu bossa, ni sarró, ni calçat, no us atureu a saludar ningú pel camí. Quan entreu a una casa digau primer: Pau en aquesta casa. Si hi viu un home de pau, la pau que li desitjau reposarà damunt ell; si no, retornarà damunt vosaltres. Quedau-vos en aquella casa, i compartiu allò que tenguin per menjar i beure: els treballadors bé es mereixen el seu jornal. No aneu de casa en casa. Si a un poble us reben bé, menjau lo que us posin a taula, curau els malalts que hi hagi i deis a la gent d'aquell lloc: El Regne de Déu és a prop de vosaltres. Però si a un poble no us volen rebre, sortiu als carrers i digau: Fins la pols d'aquest poble que se'ns ha posat als peus, vos la deixam. Però sapigueu això: El Regne de Déu és a prop. Vos assegur que quan vengui el gran dia, la sort de Sodoma serà més suportable que la d'aquell poble." Els setanta-dos tornaren tots contents i deien: -"Senyor, fins i tot els dimonis se'ns sotmeten pel poder del vostre nom." Jesús els digué: -"Sí, jo veia Satanàs que queia del cel com un llamp. Vos he donat poder de trepitjar les serps i els escorpins i totes les forces de l'enemic: res vos podrà fer mal. Però no us alegreu que els enemics se sotmetin a vosaltres; alegrau-vos que els vostres noms estiguin escrits en el cel. Meditem la PARAULA La geografia política del món s'assembla a les muntanyes a l'estiu: està plena de fogueres. Mai, com avui, ha estat tan necessari parlar de pau i fer la pau. Després de dues guerres mundials, hi ha una contínua i regenerada guerra per tot el món. Guerra freda i calenta. Guerres declarades i guerres tàcites. S'està arribant al súmmum de fer la guerra, sense anomenar-la “guerra” ni declarar-la, per no provocar la intervenció dels organismes internacionals i fer-la amb més ferotgia i llibertat d'atac. Estam tan habituats a la guerra que ens hem acostumat a veure els reportatges dels camps de batalla amb milers d'homes recentment morts. Són les imatges diàries de la premsa i la televisió. En aquest món violent i enfrontat, mogut pels interessos polítics, econòmics i ideològics, és necessari que sorgeixin per onsevulla homes de pau. Homes i pobles que facin pactes per a la pau, no per fer la guerra; tractats per promoure la pau, no per estar a la defensiva. Davant l'espectacle d'una humanitat que gasta en armaments una quantitat infinitament superior al pressupost destinat per a la cultura, la sanitat o l'aliment, i que roman impassible davant la mort de milions d'éssers humans de fam, fa falta una tribu d'homes i dones bondadosos que anunciem, facem i sembrem la pau. Malgrat la utopia que proclama és necessari cridar: “¡Armes, no!”. Aquest crit cal escriure-ho als periòdics, a les ràdios, a la televisió, a les escoles, en el front, en el cor. Pau; fer instruments per a la pau; cercar camins per a la pau; enginyar estratègies i tàctiques per a la pau. No més guerra. ¡Fora tots els mecanismes sofisticats per matar o per intimidar, o per coaccionar o dominar als altres! Anunciar i fer la pau és urgent. La humanitat vivim acoquinats. L'exterminació que pateixen tants pobles es pot anar estenent als altres. La guerra és injusta. Tota guerra és inhumana. Una guerra atòmica és un sacrilegi. És molt trist el destí del nostre moment, havent de viure sota la cobertura dels coets amb cap nuclear o al costat dels refugis atòmics. Com sigui, amb totes les forces, amb els qui sigui és necessari unir-se per a la pau: per fer pacíficament gestos de pau, assegudes per a la pau, organitzacions en favor de la pau, manifestacions, per la pau... Cal solidaritzar-se amb tots els éssers, que per tots els camins, cerquen la pau. Unir-se, conscients de la debilitat i la pobresa d'els qui només tenen cors no violents per enfrontar-se a la contundència dels canons. Cal solidaritzar-se per oferir la flor de la germanor als qui inciten a disparar o disparen. El canó dels fusells cal tapar-ho amb roses. Torn a insistir, llançar sobre el cel humà la coloma de la pau és un deure urgent. D'això depèn el futur de la humanitat. Cal fer la pau encara que exasperi als homes i a les forces de la guerra; la pau és també un do pels quals estan disposats a matar. La pau s'ha d'aixecar com un clam, un crit insuportable. La tasca de la pau és urgent i “són pocs els obrers”. En cas contrari els qui fan la guerra o la preparen trobarien un clima tan irrespirable, que desistirien de la seva obstinació; som nosaltres els que paga les armes i els qui triam als qui col·laboren amb la guerra. Jesús és missatger de pau: “Pau a la terra als homes” (Lc 2,14), és el primer missatge que proclama en la seva vida. Nosaltres també som enviats per dir i fer en tot lloc: “Pau a aquesta casa”. Cal posar-se ja en camí, ja, sense detenir-se amb altres coses que són menys importants. La pau és un treball prioritari. Ser missatgers de la pau “sense ingenuïtat”: el seu anunci desencadena la violència per part dels homes de la guerra. Els que tenen per ofici fer armes, un fabulós negoci, i mantenir el poder dels més forts, no volen la pau; encara que diguin que fabriquen les armes per “dissuadir” de la guerra. La guerra desapareix renunciant al poder i als mitjans per implantar-ho i mantenir-ho. La guerra es destrueix tenint la pau en el cor: ser germà al servei de l'altre. “Us envio com a ovelles enmig de llops”. Nosaltres proclamam la pau i ens donam la pau. Ens donam la pau amb les mans buides, a cos net: sense punyal, sense espasa, sense pistola, sense bombes. Ens donam la pau amb l'abraçada fraternal, que és acostament a l'altre a pit descobert, perquè tenim confiança. La pau vertadera sorgeix sobretot de l'amor. Per això aquest Sagrament de comunió és abans de res sagrament de la pau: on ningú mata, on ningú xucla la sang de l'altre per viure a la seva costa. Aquí tot és lliurament, pa repartit, sang vessada per amor. Abans morir que matar. I si cal morir, morir per amor, al servei dels altres. REFLEXIONEM: ¿Som autèntics instruments de pau o de guerra? PREGUEM: Fes Senyor que sigui un instrumento de la teva pau. Símbol dels Apòstols Crec en un Déu. Pare totpoderós, creador del cel ¿És catòlica l’Església particular? sepultat; davallà als inferns, ressuscità el tercer És catòlica cada Església particular (és a dir, la diòcesi i l’eparquia), formada per la comunitat dels cristians que estan en comunió en la fe i en els sagraments, amb el seu bisbe ordenat en la successió apostòlica, i amb l’Església de Roma, que «presideix en la caritat» (sant Ignasi d’Antioquia). (CCEC*, 167) dia d’entre els morts; se’n pujà al cel, seu a la ¿Qui pertany a l’Església Catòlica? dreta de Déu, Pare totpoderós; i d’allí ha de Tots els homes, de maneres diverses, pertanyen o s’ordenen a la unitat catòlica del poble de Déu. És plenament incorporat a l’Església catòlica aquell qui, tenint l’Esperit de Crist, és unit a ella pels vincles de la professió de fe, dels sagraments, del govern eclesiàstic i de la comunió. Els batejats que no i de la terra. I en Jesucrist, únic Fill seu i Senyor nostre; el qual fou concebut per obra de l’Esperit Sant; nasqué de Maria Verge; patí sota el poder de Ponç Pilat, fou crucificat, mort i venir a judicar els vius i els morts. Crec en l’Esperit Sant; la santa Mare Església catòlica; la comunió dels sants; la remissió dels pecats; la resurrecció de la carn, la vida perdurable. Amén. Símbol Nicenoconstantinopolità Crec en un sol Déu, Pare totpoderós, creador del cel i de la terra, de totes les coses visibles i invisibles. I en un sol Senyor, Jesucrist, Fill Unigènit de Déu, nascut del Pare abans de tots el segles. Déu nat de Déu, Llum resplendor de la Llum, Déu vertader nascut del Déu vertader, engendrat, no creat, de la mateixa naturalesa del Pare: per ell tota cosa fou creada. El qual per nosaltres els homes i per la nostra salvació, davallà del cel, i per obra de l’Esperit Sant, s’encarnà de la Verge Maria, i es va fer home. Crucificat després per nosaltres baix el poder realitzen plenament aquesta unitat catòlica, es troben en una certa comunió, encara que imperfecta, amb l’Església catòlica. (CCEC, 168) ¿Quina relació té l’Església catòlica amb el poble jueu? L’Església catòlica reconeix la seva relació amb el poble jueu en el fet que Déu va escollir aquest poble, el primer de tots, perquè acollís la seva paraula. És al poble jueu que pertanyen «la gràcia de ser fills, la glòria de Déu, les aliances, la Llei, el culte, les promeses, els patriarques; i, com a home, ha sortit d’ell el Crist» (Rm 9,4.5). A diferencia de les altres religions no cristianes, la fe jueva és ja resposta a la Revelació de Déu en l’Antiga Aliança. (CCEC, 169) de Ponç Pilat; patí i fou sepultat, i ressuscità el tercer dia, com deien ja les Escriptures, i se’n pujà al cel, on seu a la dreta del Pare. I tornarà gloriós, a judicar els vius i els morts, i el seu regnat no tindrà fi. Crec en l’Esperit Sant que és Senyor i infon la vida, que procedeix del Pare i del Fill, i juntament amb el Pare i el Fill és adorat i glorificat; que parlà per boca dels profetes. I en una sola Església, santa, catòlica i apostòlica. Profés que hi ha un sol baptisme per perdonar el pecat. I esper la resurrecció dels morts, i la vida de la glòria. Amén. CCEC: Compendi del Catecisme de l’Església Catòlica