USO DE HONGOS NEMATÓFAGOS: UNA HERRAMIENTA BIOTECNOLÓGICA PARA E L C O N T R O L D E N E M AT O D O S PARÁSITOS DEL GANADO Centro Nacional de Investigación Disciplinaria en Parasitología Veterinaria FOLLETO TÉCNICO No.7 DICIEMBRE 2009 USO DE HONGOS NEMATÓFAGOS: UNA HERRAMIENTA BIOTECNOLÓGICA PARA EL CONTROL DE NEMATODOS PARÁSITOS DEL GANADO Autores: Dr. Pedro Mendoza de Gives. M. en C. Rosa Ofelia Valero Coss. INSTITUTO NACIONAL DE INVESTIGACIONES FORESTALES AGRICOLAS Y PECUARIAS CENTRO NACIONAL DE INVESTIGACIÓN DISCIPLINARIA EN PARASITOLOGÍA VETERINARIA JIUTEPEC, MORELOS,MÉXICO Diciembre de 2009 No esta permitida la reproducción total o parcial de este libro, ni la transmisión en ninguna forma o por cualquier medio, ya sea electrónico, mecánico, por fotocopia, por registro o por otros métodos, sin el permiso previo y por escrito de los titulares. La información contenida en cada uno de los capítulos es responsabilidad del autor. Primera edición 2009 Impreso en México Esta obra se terminó de imprimir En Diciembre del 2009 Editores de la publicación: Dr. Rodrigo Rosario Cruz ISBN. 978-607-425-293-4 Folleto Técnico No. 7, Diciembre de 2009 CENTRO NACIONAL DE INVESTIGACIÓN DISCIPLINARIA EN PARASITOLOGÍA VETERINARIA Carretera Federal Cuernavaca-Cuautla No. 8534 Col. Progreso. 62500, Morelos Teléfono:(777) 3192850 ext. 124 Fax: (777)3192850 ext 129 Correo electrónico: mendoza.pedro@inifap.gob.mx INDICE Resumen………………………………………............. 3 Introducción……………………………………............ Las parasitosis gastrointestinales del ganado: Un serio problema que enfrentan los productores………………………............................... 3 Desparasitación del ganado: Un problema que no tiene fin……………….............. 5 Medicamentos antihelmínticos con largo efecto residual:Pros y contras............................................. 6 Resistencia antihelmíntica: Una creciente amenaza para el sector pecuario…………………………................................ 7 Búsqueda de alternativas de control parasitario diferentes a los químicos antihelmínticos………………………………............... 8 Organismos del suelo……………………………….... 9 Hongos nematófagos para el control de nematodos parásitos del ganado…………………………………….................... 11 Clasificación de hongos nematófagos según su modo de acción……………………………. 13 Aislamiento de hongos nematófagos……………….. 14 Producción de hongos nematófagos………………... 15 Identificación taxonómica de hongos nematófagos……………………................................. 16 1 Aplicación biotecnológica de hongos nematófagos en el control de parasitosis gastrointestinales causadas por nematodos al ganado………………………...................................... 20 Conclusiones………………………………................. 23 Literatura citada……………………………................. 23 2 Resumen Las parasitosis causadas por nematodos al ganado provocan severos daños a la salud de los animales, pudiendo llegar a causar la muerte en animales jóvenes en infecciones masivas. Este problema implica para los ganaderos un gasto constante y permanente en tratamientos antihelmínticos que muchas veces son infructuosos ya que los parásitos después de estar expuestos a los tratamientos químicos han desarrollado resistencia antihelmíntica y como consecuencia los antihelmínticos son cada vez menos eficaces contra los parásitos. Existen diversas de alternativas de control que pueden ser exploradas como la rotación de potreros, el uso de extractos de plantas con actividad nematicida, las agujas de cobre y la suplementación proteica del ganado. En este folleto se aborda de manera general la problemática que representan las parasitosis causadas por nematodos al ganado y el incremento alarmante de la resistencia antihelmíntica. Asimismo, se presentan algunas alternativas de control parasitario haciendo énfasis en el uso de hongos nematófagos de la especie Duddingtonia flagrans que han demostrado tener un gran potencial como una herramienta de control biológico de estas importantes enfermedades parasitarias. Introducción Las parasitosis gastrointestinales del ganado: Un serio problema que enfrentan los productores La producción ganadera en México se ve afectada por diversos problemas derivados principalmente por una nutrición deficiente debido a la falta de pastos abundantes y alimentos de buena calidad. La crisis mundial de los granos para la alimentación del ganado que actualmente enfrenta la industria pecuaria, contribuye enormemente a deteriorar la economía de los productores. Aunado a esto, una serie de problemas infecciosos causados principalmente por un grupo de parasitosis que afectan al tracto digestivo de los animales y que se conocen como nematodiasis gastrointestinales o gastroenteritis parasitarias (Valcárcel Sancho et al., 2009) afectan severamente la función zootécnica del ganado. 3 Estas enfermedades han sido consideradas de gran importancia económica pues los animales dejan de comer, pierden peso y son susceptibles a contraer otras enfermedades; disminuyendo de manera alarmante su potencial productivo e inclusive en casos de infecciones agudas en corderos jóvenes se puede llegar a presentar la muerte (Waruiru et al., 2006). Los parásitos se encuentran dentro de los órganos del tracto digestivo, abomaso e intestinos grueso y delgado, en donde machos y hembras copulan da como resultado que las hembras produzcan miles de huevos que son eliminados al medio ambiente junto con las heces de los animales (Cordero del Campillo, 1999). En las heces, los huevos al encontrar condiciones optimas de humedad y temperatura, desarrollan una larva en su interior la que en unas cuantas horas eclosiona e inicia una vida larval no parásita y se le conoce como fases de vida libre. En esta etapa, las larvas se mueven en las heces o salen de ellas en busca de alimento consistente en detritus orgánicos, bacterias, esporas de hongos, entre otras cosas y van desarrollando y evolucionando hasta convertirse en larvas del segundo estado evolutivo y finalmente alcanzan su tercer estadio o larvas infectantes (L3). Estas larvas en el suelo pueden tomar dos caminos dependiendo de las condiciones ambientales principalmente de la radiación solar y la humedad; ya sea que migren hacia en suelo en donde se entierran por debajo de la superficie cuando la radiación solar se incrementa, o bien migran hacia las partes altas de los pastos durante las horas de baja intensidad de la radiación solar, como al amanecer, en donde quedan disponibles en las gotitas de rocío para que sean ingeridas por los animales junto con el pasto (Liébano Hernández et al., 1998). Estas larvas son muy resistentes a condiciones adversas en la naturaleza y pueden permanecer viables durante largos períodos enterrándose por debajo del suelo y migrando hacia los pastos todos los días (Altaif and Yakoob, 1987). Esta situación, es en realidad la razón principal del porque los ganaderos tienen que estar desparasitando de manera continua, ya que los animales siguen ingiriendo larvas al comer el pasto y la desparasitación tendrá un efecto temporal. La tercera larva cuando ha sido ingerida por un nuevo animal susceptible, al ingresar al tubo digestivo y por acción de los jugos gástricos emerge de la cubierta o vaina que lo rodea para transformarse en el primer estadio parásito en el abomaso o intestinos delgado o grueso del hospedero, y aquí entra en una fase de su ciclo biológico llamada fase tisular o histotrópica, durante la cual la larva infectante penetra a las fosetas de las glándulas gástricas. 4 Ahí se alimenta y crece ya sea en la mucosa o después que ha abandonado a ésta, para vivir en la cavidad del abomaso y muda una vez más para transformarse en la quinta larva, esta se desarrolla directamente, sin ecdisis posteriores, hasta transformarse en un gusano adulto macho o hembra. (Riaz Chaudary et al., 2007). La cuarta y quinta larvas succionan sangre ocasionando lesiones hemorrágicas en la mucosa del abomaso y viven bajo los coágulos de sangre que se forman sobre ellas (Sendow, 2003). Los gusanos adultos también perforan la mucosa del abomaso por medio de las pequeñas lancetas bucales y succionan asimismo sangre. Todo el desarrollo parasitario tiene lugar en el abomaso, y la actividad de estos irrita la mucosa provocando inflamación. Y como extraen cantidades considerables de sangre se desarrolla la anemia que se manifiesta por la palidez de la conjuntiva y de las encías, los animales se vuelven indiferentes y se desnutren, el pelo se pone quebradizo y opaco, los animales pierden el apetito y son incapaces de recuperar el peso normal y en ocasiones mueren. (Lapage 1975; Kassai, 1999). Desparasitación del ganado: Un problema que no tiene fin Para contrarrestar los graves estragos causados por las parasitosis gastrointestinales los ganaderos regularmente recurren a la desparasitación del ganado con medicamentos de naturaleza química que adquieren en farmacias veterinarias de la localidad. Este método de control es el más utilizado hasta la fecha por su fácil acceso y relativamente bajo costo, el cual hace uso de antihelmínticos que es hasta ahora el único método de control “aparentemente” efectivo que permite reducir las cargas parasitarias y con ello los problemas de salud en el ganado que tanto afectan a los ganaderos y a su economía. En este contexto existen algunos problemas que es importante analizar. En primer lugar, como se mencionó previamente las larvas infectantes de los nematodos gastrointestinales se encuentran disponibles de manera regular en las gotas de rocío del pasto (Merial, 2009); esto hace que una vez que los medicamentos administrados en los animales al ser eliminados del organismo los animales al ingerir el pasto con larvas se vuelvan a infectar casi de manera inmediata.Como consecuencia la salud conseguida por las desparasitaciones es temporal ya que los animales serán expuestos de manera indefinida a las parasitosis (Jallow et al., 1995) 5 Dicho de otra manera, las larvas en el pasto se encuentran lejos de la acción de los medicamentos administrados en los animales y cuando son ingeridas por los animales cuando el medicamento ha sido ya eliminado del organismo, estas larvas se establecen en los animales, continúan con su desarrollo completando su ciclo evolutivo, llegando a convertirse en adultos sexualmente maduros que copularán,se producirá de nuevo otra gran cantidad de huevos que saldrán junto con las heces del ganado a contaminar los potreros y de esta manera la infección se dispersará de manera continua y permanente en los pastos de manera indefinida. Este eficaz sistema biológico de los parásitos ha sido producto de un proceso evolutivo y adaptativo de muchos años y se le ha acuñado el término de “Refugia” y permite mantener principalmente durante las épocas de lluvia una cantidad constante de larvas infectantes disponibles en la parte alta de los pastos para ser ingeridas por los animales (Kenyon et al., 2009; Pech et al., 2009). Medicamentos antihelmínticos con largo efecto residual: Ventajas y Desventajas Existen por otro lado, algunos medicamentos antihelmínticos de larga duración que poseen un prolongado efecto residual lo que permite que el principio activo gradualmente se vayan eliminando del organismo con lo cual los animales logran una protección más duradera, un ejemplo de estos productos comerciales son las Lactonas Macrocíclicas que han sido utilizadas con vehículos que captan el compuesto activo y lo van liberando lentamente lo que confiere a los animales una protección de “larga duración” contra el ataque de los parásitos durante un largo periodo de tiempo (Lifschitz et al., 2007). El problema con este tipo de compuestos es que por un lado la carne y productos animales de los animales tratados no pueden ser destinados durante ese largo período para consumo humano mientras no haya transcurrido el efecto residual de los antihelmínticos y si por alguna razón el ganadero requiere de comercializar ese ganado, se corre el riesgo de que la carne o los productos de ese animal sea comercializada conteniendo el residuo contaminante del medicamento con la inminente consecuencia en salud pública (Palma et al., 2006). Aunado a esto, la constante y prolongada eliminación de los residuos de estos compuestos químicos hacia el ambiente es además considerado otro problema de tipo ecológico ya que muchos productos quedan activos por un tiempo en el ambiente y pueden llegar a afectar a organismos benéficos con una importante repercusión ambiental. 6 Por otro lado, este tipo de productos son regularmente considerados y comercializados como compuestos “endectocidas” término que se ha acuñado para medicamentos de tal amplio espectro de acción que ataca a diferentes grupos de parásitos, tanto ectoparásitos como endoparásitos (Díaz Carrasco et al., 1998). Esta “virtud” comercial puede tener efectos indeseables ya que si bien el amplio espectro de acción permite atacar de manera sencilla y eficaz a un gran grupo de parásitos internos y externos, aún cuando la población de alguno de los parásitos es tan baja que no justificaría la desparasitación, la exposición constante y continua de estos compuestos hacia los parásitos de manera inminente acorta los tiempos de presentación de la resistencia antiparasitaria. Resistencia antihelmíntica: Una creciente amenaza para el sector pecuario Los animales que reciben un tratamiento antiparasitario adecuado, en teoría a las pocas horas deberían haber quedado desparasitados y haber destruido y eliminado del organismo a la mayoría de los parásitos. Sin embargo, existe una queja constante de productores, principalmente de ovinocultores de diversas zonas productoras del país, en la que señalan que no obstante que se han llevado a cabo los tratamientos químicos antihelmínticos siguiendo cuidadosamente las recomendaciones del Médico Veterinario Zootecnista, los animales siguen presentando la signología indicativa de parasitosis. Esta situación sugiere que los parásitos han desarrollado una Resistencia a los compuestos administrados (Mendoza de Gives, 1998; FAO, 2001; Stear et al., 2007). Esta situación se ha comprobado a través de exámenes coprológicos y se ha determinado que algunos productos ya han disminuido su eficacia antihelmíntica debido a la presencia de la Resistencia antihelmíntica. La Resistencia Antihelmíntica es un proceso genético a través del cual los parásitos que han sido expuestos a los antihelmínticos durante periodos prolongados modifican su genoma mediante una mutación logrando que un producto que regularmente a una dosis establecida mataría a la mayoría de los parásitos en los animales su eficacia se vea disminuida (Köler, 2001). El fenómeno de la resistencia en los parásitos es debido a que al desparasitar constantemente a los animales con un mismo compuesto o compuestos con un mecanismo similar de acción provocan una presión de selección, esto hace que la población de parásitos “susceptibles” al medicamento sean destruidos y los parásitos “resistentes” sobrevivan disminuyendo considerablemente la 7 eficacia de los compuestos (Mendoza de Gives, 2008). El problema de la resistencia antihelmíntica se vuelve por demás alarmante cuando los parásitos han desencadenado mecanismos de acción que evaden la actividad antihelmíntica de más de un grupo de compuestos químicos antihelmínticos con diferente modo de acción; es decir cuando la resistencia se desencadena hacia dos o más grupos de compuestos antihelmínticos a lo que se ha dado el nombre de “Resistencia Múltiple” que es la máxima expresión de la resistencia ya que se corre el riesgo de que todos los medicamentos disponibles comercialmente sean ineficaces en contra de los parásitos con lo que se puede llegar al fracaso de la actividad ovinocultora como ha ocurrido en otros países como Argentina, Malasia, Brasil entre otros países (Chandrawathani et al., 2004). Búsqueda de alternativas de control parasitario diferentes a los químicos antihelmínticos. Debido al grave problema que implican las parasitosis gastrointestinales al ganado y a los inconvenientes del uso de tratamientos químicos antihelmínticos en los animales, los investigadores se ven en la necesidad de buscar métodos alternativos de control, diferentes al uso de compuestos químicos. Existen diversos métodos de control o medidas preventivas de las parasitosis gastrointestinales que pueden ser utilizadas cono herramientas de control que pueden ser combinadas en un programa integral de control para lograr reducir de manera eficaz las cargas parasitarias a niveles aceptables que permitan lograr el potencial zootécnico de los animales (Beltrao Molento, 2009). Dentro de las medidas alternativas de control antiparasitario se encuentra el pastoreo controlado o también conocido como rotación de potreros. Este sistema se basa en el descanso de las praderas, sin que sean pastoreadas por los animales por un periodo de tiempo suficiente que permita disminuir la población de larvas infectantes para que una vez que los animales regresen a pastorear a esa área las pasturas hayan reducido significantemente la contaminación larval. Se sabe que las larvas infectantes al no poseer boca, ni ano, no comen, ni defecan, solo viven de reservas energéticas en pequeñas vacuolas con nutrientes que acumularon en su desarrollo como larvas del primero y segundo estadio de desarrollo. Estas larvas tienen una vida muy activa ya que diariamente viajan hacia la punta de las plantas por capilaridad en la película de humedad quedando en el rocío para luego migrar hacia la base del pasto y enterrarse en 8 busca de la película de humedad a varios centímetros por debajo de la superficie del suelo. Durante esta actividad las larvas consumen energía además de que también son expuestas a la radiación solar, por lo que se espera que el descanso del pastizal sirva para disminuir significativamente la población de larvas infectantes en los potreros. En algunos trabajos se ha observado que bajo condiciones de trópico húmedo, un descanso de la pradera de aproximadamente 28 días provoca que la población de larvas infectantes se disminuya sustancialmente (Barger 1999; Healey et al., 2006; Larsson et al., 2006); aunque esto es motivo de una gran controversia ya que otros autores han encontrado que las larvas infectantes de los parásitos permanecen viables en el pasto por mucho más tiempo que el reportado. Otras estrategias de control son el uso de plantas con actividad nematicida en la que se han evaluado extractos de plantas con solventes orgánicos y se han obtenido resultados interesantes con diversas plantas (Githiori et al., 2007; López Aroche et al., 2008; De Jesús Gabino et al., 2009), aunque aún es necesario realizar más estudios para poder establecer mecanismos de acción antiparasitaria utilizando esta herramienta natural que por años se ha utilizado en la población humana como medicina tradicional en diversas culturas del mundo para curar un número de padecimientos incluyendo a las parasitosis. Otra medida alternativa contra las parasitosis del ganado es una estrategia nutricional en la que se diseña una formulación nutricional con un aporte adecuado de proteína y energía con lo que se consigue que los animales desarrollen mejor su sistema inmunológico y sean más tolerantes a los parásitos adultos (Knox et al., 2006); a este estado de tolerancia de los animales para soportar mejor una parasitosis se le ha dado el nombre de “resiliencia” (Torres Acosta et al., 2006). En el estudio de la biología y fisiología de los parásitos se ha descubierto que algunos iones producidos por la oxidación de metales como el cobre puede desencadenar un desorden metabólico en el caso del nematodo Haemonchus contortus que provoca la muerte de este parásito. Por tal motivo se ha puesto interés en la utilización de pequeños fragmentos de cobre conocidos como “Agujas de Cobre”, que son experimentalmente administrados a los animales por vía oral en cápsulas de gelatina para que una vez que estos filamentos metálicos lleguen a los pliegues del abomaso precisamente donde se encuentran los parásitos ejerciendo su efecto patogénico, los filamentos de cobre quedan incrustados y se oxidan liberando iones de cobre que provocan la muerte y expulsión de los parásitos del abomaso (Waller et al., 2004). 9 Existen otras medidas de control parasitario que están siendo estudiadas y han dado buenos resultados en pruebas in vitro e in vivo logrando reducir las parasitosis en una forma importante. Tal es el caso del estudio de organismos antagónicos de nematodos para ser utilizados como una herramienta de control biológico. Organismos del suelo Los diversos hábitats en la naturaleza están formados por una gran variedad de organismos que forman complejos biológicos que de una o de otra forma interactúan entre sí formando asociaciones biológicas que juegan un importante papel en el reciclaje de nutrientes. El suelo es un complejo orgánico e inorgánico formado una mezcla de partículas minerales, orgánicas y una gran variedad de microorganismos, como bacterias, hongos, algas y protozoarios unicelulares; además de una diversidad de pequeños animales como nematodos, ácaros, colémbolos (Tribe, 1980; Mendoza de Gives, 1999; Hajek, 2004) que forman microsistemas biológicos diversos. Estos microorganismos habitan el suelo en cantidades extraordinarias pudiendo llegar a encontrarse que en unos cuantos gramos de sustrato podemos encontrar hasta millones de individuos (Barron, 1977). En general los nematodos se encuentran compartiendo el mismo hábitat (suelo) con un grupo de organismos que actúan como enemigos naturales con quienes tienen que entablar una intensa lucha biológica para poder subsistir (Hajek, 2004). En los últimos años se ha estado investigando la posibilidad de utilizar las diversas asociaciones biológicas que ocurren en la naturaleza entre los nematodos parásitos e individuos de diferentes especies con la finalidad de llegar a establecer su uso potencial para el control de las parasitosis gastrointestinales. Dentro de los principales enemigos naturales de los nematodos en el suelo que han sido identificados, se encuentran los nematodos caníbales o nematodos depredadores de nematodos (Bilgrami and Brey, 2008) que dependiendo del grupo taxonómico al que pertenezcan pueden capturar a su presa con una ancha cavidad bucal armada de dientes filosos que actúan como cuchillas desgarrando a sus presas para alimentarse de sus tejidos y a los que se les ha clasificado como Diplogastéridos (Vázquez de Jesús, 2009). 10 Existe otro grupo de nematodos depredadores provistos de una lanceta muy grande que actúa como aguja hipodérmica que es encajada en el cuerpo de sus presas para succionar el contenido corporal a este grupo de nematodos caníbales se les ha clasificado como Monónquidos (Rodríguez Esparza, et al., 2007). Hasta ahora la mayoría de estudios con nematodos depredadores han sido enfocados hacia el control de nematodos parásitos de importancia agrícola y existen muy pocos trabajos con estos organismos con un enfoque hacia el control de nematodos parásitos del ganado.Sin embargo, podrían llega a ser organismos potenciales de control de parásitos de animales. Otros organismos antagónicos de nematodos han sido estudiados como posibles agentes biológicos de control como las bacterias Pasteuria penetrans (Mendoza de Gives et al., 1999) y Bacillus thuringiensis (López Arellano et al., 2006) y ácaros nematófagos (Bilgrami and Tahseen, 1992) aunque hasta ahora estos organismos hasta ahora siguen aún en etapa de experimentación. Hongos nematófagos para el control de nematodos parásitos del ganado La riqueza y variedad de vida en el suelo y en la materia orgánica, junto con asociaciones físicas muy estrechas entre los diferentes grupos de microorganismos, ha conducido al desarrollo de asociaciones depredadoras o parasíticas. Entre éstas, una de las más fascinantes, es la relación que existe entre los nematodos y los hongos depredadores (Barron,1977). Se conocen aproximadamente 150 especies de hongos que atacan nematodos. Los hongos nematófagos han sido considerados dentro de los principales enemigos naturales de los nematodos, aunque también estos a su vez están sujetos a un gran número de antagonistas naturales que ocasionan una fungistasis del suelo, que impide que los hongos germinen y proliferen de una forma ilimitada (Lockwood, 1964). Una alternativa viable para atacar las enfermedades parasitarias del ganado es a través del control biológico utilizando hongos nematófagos (Casillas Aguilar et al., 2008). De Bach (1964) define el control biológico como la acción de parásitos, depredadores o patógenos para mantener la densidad de población de otro organismo a promedios más bajos de los que ocurren en su ausencia. Grønvold et al. (1996) lo define en base al control biológico aplicado: “Es un método ecológico diseñado por el hombre para disminuir la población de parásitos o plagas a densidades 11 subclínicas aceptables o mantener esas poblaciones a niveles no dañinos usando antagonistas vivos”. En las últimas décadas el control biológico de nematodos ha despertado gran interés como un método alternativo de control para reducir las cargas parasitarias en animales de granja. El control biológico es solo una herramienta de control que no pretende eliminar a los organismos “blanco”; sino solamente disminuir sus poblaciones, por lo que no puede ser usado como un substituto de la quimioterapia, lo que intenta este sistema es mantener niveles bajos de parasitismo en los animales promovido por la interacción entre el patógeno y el antagonista. El reto es demostrar que los hongos nematófagos y sus metabolitos pueden ser aplicados exitosamente en el control de las nematodiasis del ganado con los beneficios sobre los costos de producción. Los hongos nematófagos son organismos del suelo que poseen la capacidad de transformar sus micelios en trampas especializadas para capturar y destruir nematodos ya sea en el suelo o en las heces de los animales (Barron et al., 1997). Las trampas producidas por los hongos nematófagos pueden ser de diversos tipos dependiendo del género y especie que se traten y que se describen e ilustran a continuación (Fig. 1 a-f): a) Botones adhesivos.- Son estructuras en forma de pequeños bulbos o botones que producen una sustancia adhesiva en donde los nematodos son capturados e inmovilizados. b) Ramas o dedos adhesivos.- Son estructuras en forma de columnas o dedos adhesivos. Los nematodos son capturados por adhesión a las ramas. c) Anillos simples.- Estos anillos son órganos pasivos y su diámetro es de un calibre similar al de la mayoría de los nematodos del suelo. Los nematodos son capturados por el deslizamiento a través del anillo, el cual entra a presión alrededor su cuerpo. d) Redes adhesivas escalariformes.- Son estructuras que inician su desarrollo al igual que las ramas o columnas adhesivas pero se anastomosan en su parte superior. Los nematodos son capturados por adhesión. e) Redes adhesivas.- Son redes adhesivas de anillos tridimensionales. Los nematodos son capturados en dichas redes. Estos órganos de captura son los más comunes, secretando una capa de sustancia adhesiva en su superficie. f) Anillos constrictores.- Están formados por tres células que se hinchan cuando un nematodo penetra en el interior del anillo. 12 a d b e c f Figura 1. Aspecto de órganos de captura de hongos nematófagos. a) Botón adhesivo; b)Ramas o dedos adhesivos; c) Botón simple; d) Redes escalariformes; e) Redes tri-dimensionales; f) Anillos constrictores. Es interesante que aparte de la habilidad nematófaga muchos hongos nematófagos pueden vivir saprofíticamente en materia orgánica muerta, atacar a otros hongos (micoparásitos) y colonizar raíces de plantas como endófitos. Los hongos son habitantes del suelo, generalmente más frecuentes en suelos con elevado contenido en materia orgánica (Barron, 1977). Clasificación de hongos nematófagos según su modo de acción Los hongos nematófagos para su estudio se dividen en cuatro grupos dependiendo de su modo de infectar nematodos como se describe a continuación en: 1).-Hongos atrapadores de nematodos: Estos hongos forman diversos tipos de órganos de captura a partir de la especialización de sus hifas. Son medios o buenos saprotrofos, y en muchos casos la formación de las trampas debe ser inducida por los propios nematodos. Hay dos mecanismos diferentes en la función de las trampas: adhesivos y mecánicos (Nordbring-Herts et al., 1982). Sea cual sea el mecanismo, el hongo penetra la cutícula del nematodo por la trampa formando el bulbo de infección dentro del nematodo, a partir del cual las hifas tróficas crecen dentro del cuerpo y digieren sus contenidos (Jansson and Nordbbring-Hertz, 1988). 13 Dentro del cuerpo y digieren sus contenidos (Jansson and Nordbbring-Hertz, 1988). Dentro de los géneros más comúnmente estudiados de hongos atrapadores de nematodos son Arthtrobotrys, Monacrosporium (Van Oorschot, 1985, Rubner, 1996) y Duddingtonia flagrans (Campos et al., 2009). 2.-Hongos endoparásitos o endozóicos: Los hongos endoparásitos utilizan sus esporas para infectar nematodos. Estos hongos son a menudo parásitos obligados de nematodos, y fuera del cuerpo infectado del nematodo aparecen sólo como estructuras de diseminación. Las esporas de estos hongos pueden ser zoosporas móviles (Catenaria spp.) que se enquistan sobre el nematodo adhiriéndose a él y penetrando la cutícula, conidios adhesivos ( Drechmeria coniospora ) o conidios que son ingeridos (Harposporium spp.) por los nematodos bacteriófagos (Barron, 1977). 3.-Hongos parásitos de huevos: Estos hongos infectan estadios no móviles (huevos) de nematodos. Producen apresorios que son estructuras de infección en los extremos de las hifas que se adhieren a la cubierta del huevo. La cubierta del huevo es penetrada por el hongo y el contenido es digerido. (Barron, 1977). Los géneros más comunes de este grupo son Pochonia (=Verticillium) spp. y Paecilomyces spp. 4.-Hongos productores de toxinas: El hongo más común de este grupo es el descomponedor de madera Pleurotus ostreatus (seta yesquera) y otros Pleurotus spp. Las hifas de estos hongos unos "tallos" cortos que contienen una gota de toxina. Tras ponerse en contacto con la toxina, el nematodo es rápidamente inmovilizado y las hifas del hongo crecen quimiotrópicamente (dirigidas) a través de la boca del nematodo, que como en el caso de los anteriores hongos nematófagos, es digerido. Aislamiento de hongos nematófagos Los hongos nematófagos pueden aislarse de diversos sustratos incluyendo muestras de heces, tierra, raíces o materia orgánica. Para aislarlos se puede recurrir a un método muy sencillo y que es el espolvoreado de suelo en placa descrito por Barron en 1977 y que se describe a continuación: Esta técnica, consiste en tomar una pequeña cantidad de suelo (0.1 – 2 g) entre los dedos y se espolvorea sobre el medio de cultivo. 14 La ventaja de esta técnica es que se simula un sistema natural más estrechamente y se fomenta el desarrollo de especies. El espolvoreado de la muestra, se realiza regularmente en cajas de Petri utilizando un medio de cultivo bajo en nutrientes, como lo es el Agua-Agar; se deja incubar por un tiempo de aproximadamente dos semanas, para que los eventos biológicos tengan una secuencia y sucesión natural (Fig. 2). Es frecuente que en las cajas de Petri se desarrollen todo tipo de organismos como ácaros, protozoarios y bacterias introducidos en el material orgánico y que puedan interferir en el desarrollo de los hongos, razón por la cual se utiliza este medio de cultivo (AguaAgar). La utilización de esta técnica requiere de observaciones diarias, bajo el microscopio estereoscópico para la búsqueda de material fungal (hifas, conidios, clamidosporas, trampas). Para obtener un cultivo puro, libre de contaminantes, se llevan a cabo pases subsecuentes en las cajas de Petri; con un asa de platino se toman las estructuras, consideradas fungales por tener características propias de los hongos nematófagos. Los aislados se transfieren a otra caja con medio pobre en nutrientes y así sucesivamente hasta obtener la cepa pura. Esto por lo regular se lleva a cabo en campana de flujo laminar, bajo condiciones de esterilidad. En la práctica común cuando una persona pretende obtener hongos nematófagos, es importante considerar que inicialmente cuesta trabajo identificar estructuras fungales en las placas con las muestras de tierra, por lo que se requiere de invertir bastante tiempo y paciencia para lograr capacitarse en la identificación de estructuras fungales de hongos nematófagos. Producción de hongos nematófagos Una vez que se logra aislar el hongo en cultivo puro, se procede a la producción del mismo; para lo cual, se recomienda utilizar un medio de cultivo más rico en nutrientes principalmente en una fuente de carbohidratos y azúcares como por ejemplo el medio PapaDextrosa-Agar (PDA) (Ulloa and Hanlin, 1978). Cualquier estructura fungal es reproducible por lo que se puede transferir esporas o micelio de los hongos con una aguja o un asa bacteriológica estéril. Una vez transferido el material fungal se deja incubar de 6-8 semanas, a temperatura ambiente. Los medios de cultivo pueden ser adicionados con un antibiótico de amplio espectro como lo es el cloranfenicol (500 mg/l), para inhibir el desarrollo de bacterias. 15 Esta metodología se ha establecido en el Departamento de Helmintología del CENID-Parasitología Veterinaria desde 1988 (Sin publicar). Pasado este tiempo, el hongo se cosecha, en condiciones estériles, con un poco de agua destilada estéril y con la ayuda de una espátula de plástico estéril, raspando sobre el agar y se coloca en un tubo de plástico con tapa o en un matraz Erlen-Meyer, previamente esterilizados para su cuantificación y uso (Fig. 2 a y b). a b Figura 2. a) Fotografía mostrando el vertido de medio líquido a placas Petri en campana de flujo laminar para el cultivo de hongos nematófagos; b) Fotografía mostrando la cosecha de hongos mediante un raspado de la superficie del cultivo. Identificación taxonómica de hongos nematófagos Para poder llegar a identificar taxonómicamente los hongos nematófagos de la manera más precisa se puede recurrir a técnicas modernas de biología molecular; a través de estudios filogenéticos a partir de secuencias de 28S rDNA, 5.8S rDNA y genes de β-Tubilina (Li et al., 2007). Estas pruebas conducen a un diagnóstico altamente confiable, con la máxima especificidad; sin embargo, en muchos laboratorios no se cuenta con estas valiosas herramientas moleculares, particularmente debido a la falta de infraestructura, y de capacitación técnica para realizar estas técnicas que no está siempre al alcance de los laboratorios básicos de diagnóstico. Existe sin embargo, la identificación taxonómica tradicional mediante la observación microscópica de diversas estructuras morfológicas, incluyendo el tipo de micelio, esporas o conidios, conidióforos, órganos de captura, tipo de candelabros entre otras, sigue siendo una herramienta de gran utilidad que requiere de infraestructura que se encuentra por lo regular en cualquier laboratorio de diagnóstico rutinario. 16 Para llevar a cabo la identificación taxonómica tradicional existen algunas claves con descripciones muy bien detalladas y fáciles de seguir sobre hongos nematófagos respaldadas con esquemas artísticos muy explícitos tal es el caso de varios trabajos publicados por Duddington, 1934, 1950 y 1955; y Drecshler en 1957; además de una clave de identificación taxonómica publicada por Cook and Godfrey en 1964 en donde se hace una descripción morfométrica detallada de las principales características incluyendo mediciones de las diferentes estructuras de los hongos nematófagos conidios, conidióforos, órganos de captura, entre otros detalles. Asimismo, el Dr Barron en 1977 publicó una obra muy completa sobre hongos destructores de nematodos que es de gran utilidad para tener los conocimientos básicos indispensables sobre estos organismos y sirve como una herramienta invaluable de apoyo taxonómico. Más tarde en 1985 se publicó una excelente revisión de Arthrobotrys y géneros afines (Van Oorschot, 1985). Así como el trabajo publicado por De Hoog, en el mismo año sobre aspectos taxonómicos del complejo Dactylaria. Otro excelente trabajo descriptivo fue llevado a cabo por Rubner en 1996 quien publicó una excelente revisión del complejo de Hyphomycetos Dactylella Monacrosporium. A continuación se presentan algunas características morfológicas de algunos géneros y especies de hongos nematófagos que pueden ser de utilidad para identificar de primera instancia ciertas estructuras de importancia taxonómica. Algunos de los géneros y especies de hongos nematófagos más comúnmente encontrados en la naturaleza y que con mayor frecuencia se reportan incluyen a especies del género Arthrobotrys y particularmente a A. oligospora, que presenta un conidióforo largo y erecto (Fig. 3 a) con la formación progresiva de dentículos a lo largo del conidióforo de donde se generan racimos de conidios formados por dos células separadas por un séptum. Otras especies de este género presentan un solo racimo de conidios en la parte apical y son conidios largos y extendidos dando la apariencia de una pata de gallo como es el caso de A. musiformis (Fig. 3 b). Los tamaños y formas de los conidios varían no solo dependiendo de diferentes géneros y especies sino también de la madurez y edad de los mismos. 17 b a Figura 3. a) Aspecto de conidióforos de Arthrobotrys oligospora b) Conidios apicales de A. musiformis Por otra parte los conidióforos del género Monacrosporium producen por lo general un solo conidio apical tal es el caso de M. eudermatum quien produce conidios anchos con dos extremos agudos (Fig. 4a), a diferencia de especies de Arthroborys que normalmente presentan racimos de conidios formados por dos células separadas por un séptum (Fig. 4b) ó Duddingtonia flagrans que por lo regular se presentan conidióforos cortos con pocas conidias normalmente de 2 a 3 conidias por cada conidióforo (Duddington, 1949) (Fig. 4c) con la peculiaridad de producir de manera expontánea una gran cantidad de clamidosporas (Llerandi Juarez y Mendoza de Gives, 1998). b a c Figura 4. a) Conidios de Monacrosporium eudermatum; b) Conidio de Arthrobotrys sp.; c) Conidios de Duddingtonia flagrans. Otras estructuras de gran importancia taxonómica son los órganos de captura. De hecho, los hongos nematófagos pueden dividirse o agruparse por el tipo de órganos de captura que desarrollan en presencia de nematodos. 18 Algunas especies como A. oligospora y Duddingtonia flagrans forman redes adhesivas de anillos tri-dimensionales que se forman en respuesta a la presencia de nematodos (Fig. 5 a, b). Otros hongos como Monacrosporium eudermatum y M. gephyropagum producen ramas o columnas adhesivas que asemejan dedos o falos erectos que están formados por una, dos o tres células y desarrollan equidistante uno de otro como en “cuentas de rosario” (Fig. 5 c y d). Figura 5. a y b) Aspecto de larvas de nematodos capturadas en redes de anillos tridimensionales de un hongo nematófago; c) Aspecto de la formación de ramas o columnas adhesivas a partir del micelio de un hongo nematófago; d) Aspecto de una larva de un nematodo atrapada en las ramas adhesivas de un hongo nematófago. Otros hongos como Dactylella brochopaga o Arthobotrys anchonia producen anillos “constrictores” o “estranguladores” que están formados por tres células que se hinchan cuando un nematodo penetra en el anillo estimulando el cierre del mismo con la consecuente constricción del cuerpo del nematodo (Fig. 6). Figura 6. Aspecto de un nematodo atrapado en un anillo estrangulador de Dactylella brocopaga. 19 Aplicación biotecnológica de hongos nematófagos en el control de parasitosis gastrointestinales causadas por nematodos al ganado En la década del los 70´s, los hongos nematófagos fueron utilizados para el control de plagas agrícolas causadas por nematodos fitopatógenos; sin embargo, al parecer su tiempo de acción cuando eran depositados como un polvo en los cultivos era limitado (Vouyokalou, 1993). Esta situación es fácil de comprender, ya que el suelo está formado por una enorme gama de microorganismos que de una o de otra manera actúan en contra de los hongos nematófagos como parte de la lucha biológica que se da bajo condiciones normales en la naturaleza y que en el caso de los hongos se conoce como el fenómeno de “fungistasis del suelo”, en el que normalmente una población de hongos no puede dispararse sin medida ya que otros microorganismos tratan de utilizarlos para satisfacer sus necesidades biológicas básicas principalmente como alimento y también en busca de su propio territorio o entorno biológico (Barron, 1977) y que finalmente es lo que da el equilibrio en las poblaciones microbianas en la naturaleza. Este “inconveniente” que se da en la utilización de los hongos nematófagos cuando se pretende atacar nematodos considerados como plagas agrícolas, es superado cuando se pretende controlar a nematodos parásitos gastrointestinales de importancia pecuaria, debido a la siguiente explicación. En el área de la parasitología veterinaria la tecnología adecuada para controlar los parásitos de animales consiste en lograr que los ciclos biológicos de ambos organismos tanto hongos como nematodos coincidan, pero que a su vez no estén rodeados de otros organismos que pueden bloquear esta asociación biológica de tipo depredador/presa. Esta estrecha relación de ambos organismos se puede lograr de una manera muy sencilla. Los hongos nematófagos pueden administrarse en los animales por vía oral como una suspensión acuosa conteniendo esporas del hongo, para que una vez que estas pasen por el tracto digestivo sean eliminadas junto con las heces al medio ambiente. En las heces se encuentran los huevos de los parásitos gastrointestinales que van a desarrollar en su interior a una larva del primer estado evolutivo, que es la que eclosiona del huevo y que va a mudar dos veces su cutícula y se va a desarrollar una segunda larva y finalmente una tercera larva o larva infectante. 20 Cualesquiera que sea el estadio de desarrollo larval, la cutícula de estos nematodos produce células de descamación incluyendo a una proteína cuticular conocida como “nemina” que actúa como una señal química sobre cualquier estructura de hongos nematófagos para que a su vez se desencadene la diferenciación de los micelios en trampas especializadas para capturar y destruir a los nematodos in situ (Pramer and Stoll, 1959; Barron, 1977). En este proceso, las heces de los animales actúan como una cápsula privilegiada para los hongos nematófagos donde normalmente no encuentran enemigos naturales y tranquilamente pueden formar sus trampas, capturar a los nematodos, destruirlos y nutrirse de sus tejidos. Este interesante sistema biológico tiene sus limitantes ya que la mayoría de los hongos nematófagos poseen esporas altamente sensibles a la acción de los jugos digestivos y en general de la digestión donde encuentran mucho movimiento, temperaturas elevadas y condiciones adversas de pH y normalmente son destruidos en el tracto digestivo una vez que son administrados en los animales. No obstante, existe una especie de hongo nematófago conocida como Duddingtonia flagrans que posee la capacidad para formar de manera espontánea una gran cantidad de clamidosporas. Estas estructuras, son esporas de resistencia que les permiten a estos hongos soportar situaciones de estrés del medio ambiente tales como altas o bajas temperaturas e inclusive la desecación (Llerandi-Juárez y Mendoza de Gives, 1998 (Fig. 7). Una vez que las clamidosporas del hongo D. flagrans son administradas en los animales y logran pasar el tracto digestivo de los animales, cierto porcentaje de ellas logra resistir y salir vivas en las heces, en donde germinan, forman sus trampas de captura y ejercen su actividad depredadora in situ capturando y destruyendo a los parásitos en sus fases libres y evitando la diseminación en los potreros y las reinfecciones de los animales. En otras palabras se limpian los potreros de larvas infectantes (Mendoza de Gives et al., 2006). Figura 7. Aspecto de una clamidospora del hongo nematófago Duddingtonia flagrans. 21 Existe una manera más sencilla de administración de las clamidosporas del hongo D. flagrans en los animales. Estas, pueden ser incorporadas a péllets nutricionales para el ganado que además de servir como vehículo para administrar voluntariamente las clamidosporas (Figs. 11 y 12), sirve como una fuente adicional de elementos nutricionales (Casillas Aguilar et al., 2008). Los péllets pueden ser formulados utilizando una fuente de proteína y energía que ayuden a fortalecer el sistema inmunológico de los animales en contra de los parásitos adultos que habitan el tracto digestivo y que causan graves daños a la salud de los animales. Las clamidosporas contenidas en los péllets son los elementos de control biológico que ayudarán a mantener la contaminación en los potreros a niveles bajos que no representen un riesgo de salud para los animales. El uso de hongos nematófagos en diversas pruebas en México ha permitido reducir la población de larvas infectantes de nematodos gastrointestinales de alrededor del 80% (Arroyo Balán et al., 2008; Casillas Aguilar et al., 2008). Para poder llevar a nivel comercial esta tecnología se requiere contar con el apoyo de una empresa productora de material biológico que ayude a la producción de los hongos a nivel de escalamiento para que de esta manera se pueda abatir los costos de producción para poder cubrir la demanda necesaria de hongos y de péllets en zonas donde las parasitosis y la amenaza de resistencia antihelmíntica son consideradas como un verdadero problema que necesita ser atendido inmediatamente. Figura 8. Aspecto de péllets o “galletas” nutricionales que contienen una fuente suplementaria de proteína y energía; además de contener clamidosporas del hongo Duddingtonia flagrans que al ser ingeridas por los animales llegan a las heces en donde germinan y forman trampas para capturar y destruir a las larvas infectantes de los parásitos y de esta manera evitan la diseminación de la infección en el potrero. 22 Conclusiones Las parasitosis gastrointestinales del ganado son un importante problema de salud que afecta a diversos rumiantes dentro de los que destacan los ovinos que son muy susceptibles a estas enfermedades parasitarias. La presentación de la resistencia antihelmíntica en los parásitos es una amenaza creciente que preocupa no solo a los ganaderos, sino a los médicos veterinarios y a la industria de los antihelmínticos. La búsqueda de alternativas de control parasitario diferentes a los métodos tradicionales de control químico, ha motivado a científicos de todo el mundo al estudio de los enemigos naturales de los nematodos y sus interacciones biológicas. En los últimos años los hongos nematófagos han mostrado un uso potencial en el control de las principales nematodiasis en rumiantes. Los hongos nematófagos son hasta ahora los enemigos naturales de los nematodos más estudiados y con más potencial para ser utilizados como agentes de control biológico de las nematodiasis en ovinos, bovinos y caprinos. La especie Duddingtonia flagrans es un hongo que promete buenos resultados en el control de las nematodiasis y ha logrado demostrar en diversos estudios poseer una gran capacidad para capturar, destruir y alimentarse de larvas de vida libre de nematodos gastrointestinales en las heces de los animales. En México, la reducción de la población de larvas infectantes de los principales nematodos en heces de ovinos por acción de la administración oral de clamidosporas de D. flagrans ha sido registrada en alrededor del 80%. Literatura citada Arroyo Balán, F., Mendoza de Gives, P., López Arellano, Ma. E., Liébano Hernández, E., Vázquez Prats, V., Miranda Miranda, E., Ortíz de Montellano, N.A.M. (2008) Evaluación de un Método combinado de control de la hemoncosis ovina en condiciones controladas. Tec. Pecu. Mex., 46(2): 217223. Altaif, K.I. and Yakoob, A.Y (1987) Development and survival of Haemonchus contortus larvae on pasture in Iraq. Trop. Anim. Health Prod., 19 (2): 88-92. Barger, I.A. (1999) The role of epidemiological knowledge and grazing management for helminth control in small ruminants 23 Int. J. Parasitol., 29 (1): 41-47. Barron, G.L. (1977). The nematode-destroying fungi. Topics in Mycobiology, No.1, Canadian Biological Publications, Ltd., Guelph, Canada, p 140. 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Esta publicación se imprimió en Diciembre de 2009 Numero de ejemplares, 500 Jiutepec, Morelos