84, Charing Cross Road Novela de Helene Hanff (1970) Película La carta final (1987) Club de Lectura y Cine “Leer en imágenes” Biblioteca Pública de Mérida “Jesús Delgado Valhondo” Mayo de 2011 www.bibliotecaspublicas.es/merida http://clubdelecturaycine-merida.blogspot.com/ Existen algunos libros por los que no pasa el tiempo y sobre los que, cada vez que se releen, es como la primera vez. No suele suceder mucho pero puede ocurrir con esta obra, un pequeño librito, una delicia de apenas ciento veintiocho páginas, 84, Charing Cross Road, de Helene Hanff. 84, Charing Cross Road no es exactamente una novela, sino una colección de cartas de la propia autora, Helene Hanff. En octubre de 1949 en Nueva York, Helene Hanff escribió una carta a la librería Marks & Co., situada en el número 84 de Charing Cross Road, solicitándoles un libro. La carta es contestada por Frank Doel, librero de la casa, que tendrá que vérselas y deseárselas para encontrar los libros que le exige Helene desde Nueva York. La correspondencia continuará durante veinte años, durante los cuales vemos a diferentes personajes entrar y salir del escenario. Se trata de un auténtico canto a la amistad y al amor por los libros, una reivindicación del trabajo del librero, una constatación de las penurias económicas de la Inglaterra de la posguerra y del poder emergente de Estados Unidos. Una pequeña joya, en fin, muy recomendable para los amantes de los libros en general y de las librerías. Los protagonistas de 84, Charing Cross Road son, por un lado, Helene Hanff, una joven escritora excéntrica, maniática y desconocida que escribe guiones para la televisión y que malvive en un pisito de Nueva York. Por otro lado, encontramos a Frank Doel, librero inglés, educado y puntilloso, casado en segundas nupcias con Nora, y padre de dos hijas. Pero no sólo ellos corretean por estas páginas. También están el resto de empleados de Marks & Co.: Cecily, Megan, Bill, y otros, que se mantendrán en un discreto segundo plano hasta que Hanff comience a mandarles paquetes con comida a sabiendas de la penosa situación que sufre Inglaterra. Ahí será cuando tomen las riendas y, casi a escondidas de Frank Doel, comenzarán a escribir cartas de agradecimiento a Helene Hanff. Resulta especialmente entrañable el personaje de Nora, la esposa de Doel, que vivirá la relación epistolar durante veinte años con una mezcla de celos y pudor. HELENE HANFF Helene Hanff nació el 16 de septiembre de 1916 en Philadelphia, EE.UU. Sus padres eran pobres pero, a la vez, unos entusiastas del teatro. Helene supo desde muy pronto que quería ser autora de obras teatrales. Tuvo que abandonar sus estudios durante la Gran Depresión por falta de medios económicos. Decidió seguir los estudios por su cuenta y buscó en bibliotecas una guía fiable sobre literatura. Así se topó con una serie de libros escritos por el famoso académico inglés Arthur Quiller-Couch, que le proporcionaron una larga lista de lecturas recomendadas. A finales de los años treinta se fue a vivir a Manhattan, Nueva York, después de haber obtenido una beca del Gremio de Teatro para un seminario sobre escritura dramática de un año de duración. Allí consiguió trabajo en la oficina de prensa del gremio, donde trabajó durante varios años. Al abandonar el gremio se puso a escribir resúmenes de obras teatrales y novelas para Paramount Pictures, mientras trabajaba en sus propias obras y seguía coleccionando libros del listado de QuillerCouch. En 1949 Helene descubrió un anuncio, en el New York Times, de una librería llamada Marks & Co., especializada en libros antiguos y situada en Charing Cross Road, Londres. Decidió dirigirse a ellos preguntando por una selección de libros descatalogados que no había podido encontrar en Nueva York. Poco tiempo después recibió una respuesta de “FPD”, Frank P. Doel, empleado de la librería, informándola de que tenían varios libros de su listado en existencia y que habían hecho un pedido de los demás. Pronto empezaría una relación epistolar fluida con el encargado de ventas, Frank Doel. Al enterarse por unos vecinos ingleses de que Inglaterra aún estaba viviendo inmersa en una economía de racionamiento a causa de la postguerra, Helene empezó a enviar paquetes de comida para los empleados de Marks & Co. En los años cincuenta, Helene empezó a escribir guiones para la televisión basados en muchos de los libros adquiridos a Marks & Co. La serie más popular sería Las Aventuras de Ellery Queen, además de crear unas adaptaciones históricas para la televisión infantil, pero ser una escritora free lance no era un negocio muy lucrativo. En 1961, durante uno de los baches en su carrera, Helene escribió un libro sobre su vida en el mundo del teatro. El resultado, Underfoot in Showbusiness, fue editado sin mucho éxito y desapareció de las librerías poco tiempo después. A finales de los sesenta, la carrera de Helene se encontraba en uno de sus momentos más bajos. Viviendo en la pobreza, su relación epistolar con la librería inglesa fue decreciendo paulatinamente. Por eso se llevó un tremendo disgusto al recibir en enero del 1969 una carta de Marks & Co. informándola de la muerte de Frank Doel en el mes de septiembre de 1968. Helene, muy afligida, decidió abrir la caja donde guardaba toda la correspondencia acumulada durante veinte años con la librería y decidió reproducirla en un libro como homenaje a Frank. Contactó con la viuda de Frank y así, con su ayuda, pudo completar el libro que se publicaría en 1970 bajo el título 84, Charing Cross Road. Aunque las ventas fueron modestas en un principio, el boca a boca funcionó y creó lentamente una multitud de admiradores porque “el libro llegaba al alma de los lectores”. Gracias a esto, Helene fue capaz de viajar por fin a Inglaterra y conocer a todas las personas con las que había establecido una relación al otro lado del Atlántico. Mientras tanto, en los años setenta, 84, Charing Cross Road se convirtió en un gran éxito teatral en el West End de Londres, en un cierto fracaso teatral en el off-Broadway de Nueva York (obras, musicales o revistas llevadas a cabo en Nueva York pero fuera del circuito de Broadway) y en una película encantadora protagonizada por Anne Bancroft como Helene y Anthony Hopkins como Frank Doel. A pesar de haber conseguido la fama y ser adorada por miles de lectores, Helene nunca llegó a ser una mujer rica. Durante los últimos años de su vida sobrevivió gracias a los derechos de sus obras y tuvo que aceptar ayuda económica para pagar sus facturas médicas. Helene Hanff murió en 1997 a la edad de ochenta años. FICHA DE LA PELÍCULA La carta final Protagonizada por los ganadores de un Oscar Anne Bancroft y Anthony Hopkins, La carta final es una historia inolvidable que comienza cuando Helen, una escritora neoyorquina, envía una carta a una pequeña librería de Londres pidiendo varios clásicos de la literatura inglesa difíciles de encontrar. Frank, el reservado librero inglés, contesta a su petición, empezando una relación por correspondencia que se extiende a lo largo de dos continentes y dos décadas. Sus cartas intimistas nos acercan a las vidas de Helen y Frank, y en ellas comparten sus sueños, esperanzas, penas y alegrías. AÑO 1987 DURACIÓN 99 min. PAÍS Reino Unido DIRECTOR David Hugh Jones GUION Hugh Whitemore, basado en el libro 84, Charing Cross Road de Helene Hanff MÚSICA George Fenton FOTOGRAFÍA Brian West REPARTO Anne Bancroft, Anthony Hopkins, Judi Dench, Jean De Baer, Maurice Denham, Eleanor David, Mercedes Ruehl y Daniel Gerroll. PRODUCTORA Coproducción GB-USA; Brooksfilms Ltd. / Columbia Pictures PRODUCCIÓN Geoffrey Helman GÉNERO Romance. Drama | Drama romántico SINOPSIS Helen Hanff, una combativa escritora neoyorquina, envía una carta a una pequeña librería de Londres pidiendo varios clásicos de la literatura inglesa difíciles de encontrar. Frank Doel, el reservado librero inglés, contesta a su petición, con lo que se inicia una correspondencia divertida y conmovedora que se extiende a lo largo de dos continentes y dos décadas. (FILMAFFINITY) CRÍTICAS Nota de los críticos de filmaffinity.com: 7. OTROS DATOS SOBRE LA PELÍCULA La novela original de H. Hanff, dado su éxito, tuvo en primer lugar una adaptación para el teatro, cuyo responsable fue James Rose-Evans, y que se representó con gran éxito en West End de Londres, y en el offBroadway de Nueva York. Hace unos años fue llevada a los escenarios españoles por Isabel Coixet, siendo interpretados los papeles centrales por Carme Elías y Joseph Minguell. A finales de los años ochenta, Mel Brooks, a través de su compañía Brooksfilm, adquirió los derechos del libro, según se cuenta, como regalo para su mujer, Anne Bancroft, en el veintiún aniversario de su matrimonio. Brooks encargó al británico David Jones la dirección de la película y al guionista Hugh Whitemore, la adaptación de la obra para la pantalla. Tanto al director como al guionista (ambos procedían del mundo televisivo), les indicó la prioridad de respetar al máximo el texto original de la novela de Hanff. En el reparto, aparte de su mujer, Bancroft, en el papel de la escritora, incluyó a Anthony Hopkins, interpretando al librero Frank P. Doel, Judi Dench, dando vida a la esposa de Doel, y Mercedes Ruehl, que es Kay, la mejor amiga de Helene. Encarnada por la siempre maravillosa Anne Bancroft, Helene Hanff se nos presenta como una mujer vitalista, solitaria, culta, de fuerte carácter, irónica y con un punto de excentricidad, que, sentada delante de una vieja máquina de escribir en su humilde y caótico apartamento (en el que cajas de naranjas conforman la librería en la que atesora sus preciados volúmenes), no mantiene tan sólo una relación comercial con los empleados de la librería londinense a través de esa correspondencia iniciada en 1949. El intercambio epistolar nos va mostrando la vida cotidiana de la escritora, y la de los receptores de sus cartas, en un Londres que todavía sufre las secuelas de II Guerra Mundial, y donde el racionamiento de alimentos y artículos de primera necesidad es la constante diaria para sus habitantes. Frank P. Doel, al que un sobrio y excelente Anthony Hopkins da vida, es uno de los empleados de la librería, y se encarga desde el principio de atender las solicitudes de la escritora americana. A través de sus correctas y breves cartas, expone a los ojos de Helene pequeños retazos de las vidas de los trabajadores, y de las circunstancias que atraviesan, lo que mueve a Hanff a intentar desde América suavizar sus carencias, enviando paquetes de comida y artículos imposibles de adquirir en Inglaterra. Los lazos que se establecen entre la escritora y los lejanos componentes de la librería y sus familias, y sobre todo con Doel, van más allá de la relación comercial. A través de los meses y los años, la corriente de confianza y amistad se va estrechando y se puede atisbar, entre líneas, un interés mutuo por parte de los dos interlocutores epistolares, que nunca traspasa los límites de la corrección. La imposibilidad de viajar a Inglaterra de la escritora (siempre por la precariedad de sus medios económicos), impide que Doel y ella lleguen a conocerse personalmente puesto que él fallece en diciembre de 1968 a causa de una peritonitis, sentencia de muerte casi segura para cualquiera en aquel tiempo. La sencillez de las cartas que recoge Helene Hanff en su librito alcanzan un nivel mucho más alto en las imágenes, que nos transmiten mucha más vida que la lectura de la novela. El alma, y el verdadero valor del libro y de la película, residen quizá en que el lector o el espectador pueden integrarse en esa historia…