FEDERACION COLOMBIANA DE MUNICIPIOS GTZ VIOLENCIA Y GESTION MUNICIPAL Borman Richard Ballesteros Puentes Alberto Maldonado Bogotá, 12 de agosto de 2003 1 TABLA DE CONTENIDO INTRODUCCION .............................................................................................................. 2 ANTECEDENTES ............................................................................................................. 3 1. DE LA DESCENTRALIZACION TERRITORIAL A LA DESCENTRALIZACION ARMADA......................................................................................................................... 20 La estrategia de la guerrilla con relación a los gobiernos locales................................. 22 Descentralización y debilidad institucional .................................................................. 25 Balance de la situación.................................................................................................. 27 2. LA SITUACION DE LA VIOLENCIA SOBRE LAS AUTORIDADES Y ADMINISTRACIONES LOCALES ................................................................................ 28 1. Violaciones de derechos humanos de alcaldes, concejales y otros funcionarios...... 28 2. Atentados contra los procesos electorales................................................................. 34 3. Ataques a poblaciones............................................................................................... 37 4. Ataques contra la infraestructura municipal ............................................................. 41 5. Obstáculos a la gestión municipal – el clientelismo armado .................................... 41 CONCLUSIONES ............................................................................................................ 44 BIBLIOGRAFIA CITADA .......................................................................................... 47 ANEXO1........................................................................................................................... 48 CUADROS Y GRAFICOS SOBRE VIOLENCIA Y DEMOCRACIA LOCAL ............ 48 ANEXO 2. INFORME DE ACTIVIDADES DE RECOLECCIÓN Y PROCESAMIENTO ....................................................................................................... 101 2 INTRODUCCION Dentro de las múltiples formas de violencia que ha venido presenciando el país este documento tiene como propósito examinar la violencia que afecta a la democracia local y, específicamente, a sus máximas autoridades y a las administraciones locales. Son tantas y graves las manifestaciones de violencia que afectan al país que a veces no se destacan suficientemente algunos aspectos. El país ha venido enfrentando una estrategia específica de las fuerzas guerrilleras para intimidar y controlar el poder local, como elemento de una estrategia general de guerra que tiene componentes económicos, militares y políticos. Esta estrategia apunta claramente a debilitar la democracia local, a eliminar la presencia del Estado nacional y a crear territorios donde en la práctica la guerrilla es el poder local. La aplicación sistemática de esta estrategia se traduce en múltiples acciones violatorias de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario: obstrucción al proceso electoral mediante diversos instrumentos, incluyendo el asesinato de candidatos; asesinatos, secuestros y amenazas a alcaldes, concejales y funcionarios; desplazamiento de alcaldes que no pueden gobernar dentro de sus territorios; daños a instalaciones municipales; destrucción de cuarteles de policía; obstáculos e interferencias a la gestión municipal, tanto en la recolección de ingresos como en la asignación de recursos, la contratación y el nombramiento de funcionarios. Esta situación se agrava por la respuesta paramilitar que ha adoptado una estrategia similar a la de la guerrilla y ha copiado buena parte de sus tácticas, aplicándolas con una sevicia y crueldad aún mayor. Igualmente, durante unos años del período examinado, la mayoría de crímenes se concentraron en los alcaldes, concejales, líderes, militantes y simpatizantes de la Unión Patriótica. No puede hablarse de la existencia de una democracia cuando no existen, entre otros requisitos, las garantías mínimas para el ejercicio de los derechos y deberes electorales y para el desempeño de las funciones públicas. El proceso de descentralización, que tiene dentro de sus propósitos consolidar la democracia política en el país y mejorar la provisión de servicios básicos a la población, ha sido aprovechado por los grupos guerrilleros para desarrollar su estrategia de expansión territorial. El problema no se encuentra en la descentralización misma, sino en la debilidad del Estado nacional que al tiempo que fortaleció política, fiscal y administrativamente a los municipios, no adelantó acciones suficientemente eficaces para consolidar la justicia y la seguridad locales. De este modo, los municipios quedaron desprotegidos ante el creciente poder económico y militar de las guerrillas y los grupos paramilitares. El país ha carecido hasta el momento de políticas efectivas para hacer frente a la estrategia guerrillera y paramilitar, aunque el actual gobierno ha propuesto una estrategia de seguridad democrática que apunta a resolver los problemas existentes. Es necesario acompañar estos esfuerzos, comenzando por la realización de análisis, diagnósticos y seguimientos que aporten a la formulación y ejecución de dichas políticas. Es propósito de la Federación de Municipios contribuir a esos esfuerzos apoyando la recolección y 3 difusión de la información de los problemas. Un paso importante para el mejoramiento de las políticas y de la situación es hacer visibles los problemas y ahondar en sus causas. Este documento es una contribución a este trabajo de la FCM; se trata de un primer esfuerzo rápido por revisar la bibliografía disponible y recopilar la información existente en organizaciones públicas y privadas; por esta razón puede estar incompleto en muchos aspectos. En cuanto a la bibliografía es preciso señalar la carencia de de estudios y de reflexiones específicas sobre el tema, identificándose apenas un puñado de estudios y documentos, dentro de los cuales se destacan los trabajos de Alfredo Rancel, Mauricio Rubio y Ospina que se examinan en este texto. Con relación a la información la conclusión principal es que no existe un esfuerzo sistemático por indagar sobre los efectos de la violencia en la gestión municipal lo cual hace evidente la necesidad de promover algunas acciones en este campo. ANTECEDENTES Primer período: Violencia liberal-conservadora: 1947 - 1962. Se tiene como generalmente aceptado que el período conocido como el de La Violencia en Colombia tiene sus raíces mediatas en las pugnas entre liberales y conservadores durante buena parte del siglo XX, pero principalmente se radicaliza en hechos de violencia hacia la década del cuarenta, alcanzando su punto más crítico con el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán el 9 de abril de 1948 y sin desconocer los remotos orígenes en las pugnas por el poder político entre los partidos, las inequidades y exclusiones económicosociales y de estructura territorial presentes desde la independencia y las guerras internas del siglo XIX. No existe entre los investigadores e historiadores del fenómeno acuerdo sobre años de inicio y final de ese período, ya que unos ubican su origen en 1946, con el inicio del gobierno de Ospina Pérez, otros con el asesinato de Gaitán en 1948 llegando hasta 1953, para otros hasta 1957 y, sucesivamente, hay quienes lo extienden hasta la primera mitad de la década del sesenta; pero se considera que alcanzó su mayor intensidad en muertes y hechos de violencia entre los años 1948 a 1953, manteniendo diversos componentes de violencia durante la dictadura de Rojas Pinilla (1953-1957) - a pesar de que uno de los ejes que facilitaron el golpe de Estado fue la necesidad de acabar la violencia y, en tal sentido, el gobierno de facto planteó como una de sus primeras medidas una amnistía a todos los campesinos en armas, extendiéndola en 1954 a los reclusos encarcelados por actos de terrorismo, masacre y asesinato-, pero la situación de violencia se mantuvo y el gobierno de facto la acrecentó con ofensivas militares contra determinadas zonas donde los campesinos retomaron las armas en respuesta a la violencia conservadora y oficial. La caída de la dictadura en 1957 y el inicio de la alternación política con el Frente Nacional, disminuyó el conflicto por los acuerdos de sus principales instigadores 4 políticos, descendiendo hasta su paulatina disminución como hecho de origen liberalconservador hacia el primer quinquenio de la siguiente década. Algunos analistas consideran que con la caída de la dictadura y la sucesión de gobiernos del Frente Nacional culmina el punto de inflexión del período de La Violencia. Sánchez, Díaz y Formasino (2003), lo reseñan así: “ Con el escalamiento de la violencia y la caída del régimen militar se instaura en 1958 el Frente Nacional, el cual buscaba alternar los mandatos presidenciales entre los partidos Liberal y Conservador. Esta solución pacífica de la disputa del poder entre los dos partidos más importantes del país, logró detener la lucha armada y contener las muertes violentas, dando fin a los años de La Violencia. Sin embargo, no logró erradicar los grupos guerrilleros, ya que excluyó a los demás movimientos políticos de cualquier posibilidad electoral de acceder al poder”. Sin embargo, estos mismos autores y otros coinciden en que entre 1958 y 1963, aproximadamente, se mantienen conflictos de violencia en varias zonas del país, en algunas regiones como rezago de los enfrentamientos Liberal-Conservador y en otras como un fenómeno ligado a problemas de propiedad y expoliación de tierras e, igualmente, a la permanencia de “ reductos guerrilleros y de autodefensa campesina en diferentes zonas del país como Marquetalia (sur del Tolima), la región del Ariari, en los Llanos Orientales y en el Sumapaz….y fueron fuertemente atacados por el ejército y la aviación en 1963 . Tras el retiro de los militares, los grupos de resistencia campesina se reorganizan bajo el nombre de Bloque Sur” ( Sánchez y otros, pag.9). La mayoría de las víctimas del período de La Violencia tenían un marcado tinte de color político, de tal forma que en las regiones, zonas y municipios de dominio de un partido político los perseguidos y asesinados pertenecían al partido de menor presencia política en el lugar, pero en otros sucedía el fenómeno contrario; aunque se tiene la visión que uno de los partidos, el Conservador, tenía a su disposición un mayor control e injerencia e instigación nacional y territorial sobre los actores generadores de violencia como eran la policía y las bandas armadas, pero el otro partido, Liberal, estimulaba indirecta o de manera clandestina la conformación de grupos de carácter armado que se fueron estructurando como guerrillas y respondían igualmente a sangre y fuego. Que se haga énfasis en la causalidad política de este período de violencia, no implica desconocer que, en el fondo, existían intereses económicos relacionados con la propiedad de la tierra y el desplazamiento poblacional con connotaciones de arrasamiento para apropiarse de manera irregular o comprando a muy bajos precios predios y fincas rurales y algunas posesiones urbanas, pero como transfondo de supuestas motivaciones políticas. Las autoridades municipales y locales no eran uno de los objetivos principales de la violencia liberal-conservadora, sino la población campesina y los habitantes de municipios medianos y pequeños que se identificaban con determinado partido, alcanzando cobertura, esencialmente, en los departamentos de la región andina, el nororiente, centro, suroccidente y noroccidente del país y baja o escasa presencia en la 5 costa caribe y las zonas de colonización, intendencias y comisarías. Quienes usufructuaban los efectos de la violencia eran medianos y grandes propietarios de tierras que compraban a muy bajos precios o arrebataban las que abandonaban los desplazados o las familias de quienes eran asesinados, muchas veces legalizándolas con el contubernio de los copartidarios puestos en diversas oficinas públicas locales. Si bien, las escasas estadísticas existentes para este período no muestran a las autoridades locales como uno de los objetivos de los actores armados, no se excluye que personas con autoridad local fueran objeto de asesinato o persecución, sea por ser copartícipes de actos de violencia, por tener determinada militancia política o por otros intereses en juego. En lo fundamental, era su ascendencia partidista, la venganza y otros intereses los motivos para que alguien con responsabilidad local fuera víctima de un atentado o amenaza. Segundo período: Surgimiento y consolidación de la insurgencia política armada, 1962 a 1985. Con el proceso de extinción paulatina del período de violencia liberal-conservadora en la primera mitad de la década del sesenta, confluyen en el escenario diferentes grupos con influencia política en la lucha revolucionaria insurgente, pero que como ya se expresó, tienen origen desde la década anterior, como respuesta de autodefensa a la violencia liberal-conservadora: “ Frente a estos hechos y tras inculpar al gobierno conservador de su asesinato, partidarios liberales y comunistas se ocultan en las montañas. En noviembre de 1949 el partido comunista lanza un comunicado promulgando la autodefensa de masas, a partir de la cual se crean organizaciones de autodefensa campesina que luchan por la propiedad de la tierra y la defensa de la vida…La resistencia armada se generalizó a nivel nacional y se crean reductos guerrilleros en los Llanos Orientales, en el suroeste antioqueño, el sur de Bolívar (actual región de Córdoba) y en el Tolima.” (Sánchez y otros, pág.10). Para comienzos de los sesenta aparecen movimientos como el MOEC, FUAR y se consolidan los reductos guerrilleros, que junto a otros factores propios de la violencia bipartidista todavía vigente, crea alarmas en las fuerzas militares, tal como lo reseña Pierre Gilhodés en “ El ejército colombiano analiza la violencia” (1986) : “ En vísperas de las elecciones de 1962 el Ejército está inquieto. En la Revista del Ejército (No. 5, diciembre, 1961), el general Ruiz Novoa lanza “una voz de alarma” y constata la existencia de un estado confuso por la presencia de grupos subversivos y por la violencia: ‘ el Ejército debe prepararse para respaldar la Constitución, para apoyar el cumplimiento de las leyes, para debelar la subversión y para exterminar definitivamente la violencia’ .” (Pasado y presente de la violencia en Colombia, pag.315). 6 Los movimientos de autodefensa campesina dinamizan su accionar en varias regiones y el 20 de julio de 1964, establecen su propio programa de reforma agraria y un año después nacen oficialmente las FARC. Hacia 1964 también surge el ELN en el departamento de Santander, como efecto del modelo surgido de la revolución cubana, con una estructura de corte foquista; en los mismos años, nace otro grupo insurgente de inspiración en la revolución China y en la teoría maoísta de guerra prolongada con sustento en el campesinado - Ejército Popular de Liberación, EPL, con su brazo político PCC-ML, fundado oficialmente en 1965. En la segunda mitad de la década del setenta irrumpe el M-19 como producto de la radicalización de un sector de la ANAPO ante la situación del proceso electoral de 1970, en el cual se consideró que hubo irregularidades en los comicios arrebatándole la presidencia al general Gustavo Rojas Pinilla. Igualmente confluyeron en el M-19 sectores escindidos de las FARC y el ELN, que veían en éstas guerrillas un factor de estancamiento y de negativa a unir acciones rurales con urbanas, a más de tener el M-19 una visión ligada a planteamientos de socialismo nacionalista no marxista. Durante esa misma década y primeros años de la siguiente surgen otra serie de movimientos de orientación marxista y grupos guerrilleros revolucionarios, producto de divisiones de los otros -por diferencias de táctica y estrategia política nacional o internacional-, como el PRT, ADO, Ligas ML, Quintín Lame (indigenista), Frente Ricardo Franco, entre otros, pero sin llegar a ser representativos como la FARC, ELN, EPL y M-19, en cuanto a cobertura nacional, militantes en armas, zonas de influencia y acciones ejecutadas. Se desarrolló una nueva etapa de la lucha política con sesgo más estratégico hacia procesos revolucionarios de inspiración marxista o de nacionalismo socialista, con acciones rurales, toma de municipios, ataque a estaciones de policía en municipios pequeños, sostenimiento y financiación sustentados en asaltos a bancos -especialmente la Caja Agraria, que era la única presente en esas pequeñas poblaciones- y con crecimiento paulatino en retenciones o secuestros extorsivos y cuotas de boleteo a propietarios, productores rurales y comerciantes de los municipios de influencia. Solo con la irrupción del tipo de acción que manejó el M-19 y, en menor proporción otros grupos como el PLA y ADO, se pasó a hechos de carácter urbano y al atentado político personal (asesinato de José Raquel Mercado y Rafael Pardo Buelvas), el secuestro y retención con fines políticos (toma de la Embajada Dominicana) o retención temporales para el envío de pronunciamientos de los movimientos insurgentes. Es decir, en la segunda etapa de este período la guerra insurgente se traslada simultáneamente a las ciudades y adquiere carácter de presión política y estatal, involucrando de manera directa a las autoridades civiles de municipios, departamentos y del nivel nacional. Aún así, en este período primó la toma de municipios pequeños y rurales, los ataques a la infraestructura locativa de sedes de alcaldías y de las estaciones de policía, la retención temporal de autoridades y si algunas de las personas con rango de 7 autoridad fue objeto de atentado o secuestro se sucedió como hecho colateral generado por esas tomas o con carácter extorsivo si la persona afectada tenía recursos propios, pero no tanto por su carácter de autoridad política o administrativa local. Lo anterior no desvirtúa que algunos grupos insurgentes, especialmente aquellos que en su táctica política se consideraban “antielectorales” – caso EPL y ELN-, amenazaran con boicoteos a procesos electorales, amenazas y atentados a candidatos o presionaran a las autoridades para ejercer determinadas acciones en provecho de su grupo o de sus poblaciones de influencia. Pero, siendo estos grupos minoritarios en su cobertura geográfica y limitado su potencial, no impactaban determinantemente en el país, y estaban muy localizados en regiones concretas. Sustentar este planteamiento no desconoce las consecuencias políticas, de orden público y seguridad de los actos insurgentes armados, como lo sucedido con los ya citados ajusticiamientos de José Raquel Mercado, Rafael Pardo Buelvas, el robo de armas al Cantón Norte, la toma de la embajada Dominicana y otras acciones. Estos hechos desencadenaron una fuerte represión del gobierno de Turbay Ayala, a partir de la expedición deL Estatuto de Seguridad, en 1978. El fenómeno más importante -en contrario a las acciones caracterizadamente insurgentes, se vivía con la consolidación y activa presencia política y social de grupos de izquierda legal (unos con respaldo en grupos armados pero igualmente muchos otros sin este tipo de combinación de táctica y estrategia o claramente diferenciando la lucha política abierta de la lucha armada), que buscaban participar en la vida nacional para superar la exclusión política de 16 años de alternación liberal-conservadora y la casuística propia de un país con amplia desigualdad económica y exclusión social. De igual manera, en este período se desarrollan amplios movimientos de masas, producto de la consolidación organizada de sectores productivos : campesinos (ANUC, sindicatos bananeros, palmeros, azucareros y otros de tipo agroindustrial o asociativo de los campesinos), fortalecimiento del sindicalismo independiente y de influencia izquierdista, superando en fuerza, afiliación y capacidad de movilización a las centrales sindicales tradicionales; asimismo, se consolidan movimientos sociales comunitarios y cívicos que se expresan dentro o fuera de las Juntas de Acción Comunal y organizaciones juveniles y estudiantiles. Es el período de la historia colombiana con el mayor auge de participación de sectores y movimientos organizados que aglutinan o representan colectivos sociales, económicos, políticos o productivos. Esos grupos, partidos, organizaciones, movimientos políticos y sociales y sus dirigentes nacionales y locales, sindicalistas y luchadores actuaban en la legalidad adelantando innumerables acciones organizativas, reivindicativas, de lucha política, económica y social de una magnitud y eficacia colectiva, como los movimientos estudiantiles, campesinos por la tierra, sindicales, cívicos y comunitarios, teniendo su punto más relevante con el paro cívico nacional de 1977, comenzaron a ser las víctimas de lo que se 8 llamó el período de la violencia oficial o paraestatal, representada en represión policial y militar de los conflictos sociales (sindicales, populares, campesinos, estudiantiles, indígenas y de otros minoritarios o reivindicativos). Pero también hacen su aparición grupos irregulares paraestatales dedicados a la “guerra sucia”. La violencia ejecutada por organismos de seguridad del Estado o por paraestatales, se expresó en allanamientos y retenciones indiscriminadas, torturas, desapariciones, secuestros, asesinatos, amenazas, desplazamientos de un alto número de luchadores sociales y populares, muchos de ellos sin militancia política en la izquierda y menos en los grupos insurgentes y caracteriza las condiciones de violencia de este período. A pesar de los intentos de gobierno de Belisario Betancur (1982-1986) que incluye una tregua y acuerdos de paz con la FARC, firmados a mediados de 1984 - simultáneamente al fenómeno social y político anotado en los párrafos anteriores -, el conflicto armado mantuvo su accionar característico para este período y se puede afirmar, que con la cruenta toma del Palacio de Justicia en noviembre de 1985 por el M-19 y la igualmente cruenta respuesta de los militares, culmina un período que modificó, sustancialmente, el accionar táctico de los grupos , reduciéndose su presencia en las medianas y grandes ciudades, sólo manteniendo en ellas militancia y milicias de apoyo propagandístico y de logística, en un proceso de repliegue hacia sus zonas de influencia en las áreas rurales y los municipios pequeños. Es factible, que en este proceso de cobertura zonal de influencia rural se dieran presiones hacia las autoridades locales, como parte de las tomas de municipios, amenazas y acciones de extorsión económica y política –al lado de la que se hacía a propietarios y productores rurales y comerciantes-, para que esa autoridades facilitaran recursos financieros y logísticos o dirigieran la inversión y la acción pública hacia las comunidades por ellos influenciadas. Desgraciadamente, por el mismo carácter clandestino de estos hechos, que implicaba la silenciosa y temerosa aceptación de las autoridades, no hay estudios y estadísticas que permitan analizar cuál era el impacto en los municipios. Pero, en todo caso, no se presentó un alto número de hechos como atentados, asesinatos o secuestros políticos o extorsivos contra representantes del poder estatal local, cuando menos no en la magnitud que se presentó en el período subsiguiente. La afirmación de que en este período la influencia de los grupos guerrilleros en cuanto a su cobertura territorial fundamentalmente rural y sin la magnitud alcanzada en el decenio de los noventa, se expresa en su presencia municipal. El estudio “ Violencia y desarrollo en el municipio colombiano 1990-1992”, publicado por Camilo Echandía en el Boletín Estadístico del DANE No. 476, noviembre de 1992, lo indicaba así : “ A manera de conclusión se presenta una comparación entre la presencia de actores organizados de violencia en 1985 y la presencia actual de estos grupos en la dimensión municipal, y se determinarán también los municipios más violentos del país con base en los indicadores examinados a lo largo de este estudio. Comparando la presencia de las organizaciones 9 armadas en 1985 con la actual, se observa como 173 municipios estaban afectados en ese momento y hoy lo están 437”. De las cifras citadas en ese estudio, comparándola con otro estudio de Libardo Sarmiento Anzola, el precitado autor presenta los siguientes porcentajes de incursión de organizaciones armadas, según categorización de las localidades: Categoría de municipio Campesinado medio cafetero Latifundio del Litoral Caribe Agricultura comercial y alta población rural Andinos de minifundio deprimido Andinos de minifundio estable Campesinado medio no cafetero Costa Caribe predominio de minifundio Periferia marginal Colonización interna Colonización de frontera Porcentaje localidades Porcentaje 1985 localidades 1992 1.7 30.0 7.5 37.0 13.4 42.0 13.0 12.0 15.0 42.0 31.0 43.0 6.5 13.0 15.4 62.0 44.0 31.0 88.0 65.0 de Tercer período: Consolidación política de la izquierda legal, procesos de paz y respuesta paramilitar con la “guerra sucia”: 1985 a 1992. El fenómeno de consolidación militar y operativa de los movimientos insurgentes, particularmente de las FARC, el ELN, el EPL y en menor escala el M-19 – a pesar de derrota militar y política que significó la toma del Palacio de Justicia-, y el crecimiento de la influencia territorial guerrillera que venía desde el período anterior, también implicó para el Estado la necesidad de buscar el fortalecimiento de la capacidad de respuesta de las fuerzas armadas para afrontar las acciones rurales y urbanas de la insurgencia; pero igual se agudizó la aplicación de medidas represivas -no siempre cobijadas por la legalidad- y se acrecentó la presencia de los grupos de autodefensa que ya adquieren más connotación de paramilitarismo o accionar paraestatal; fortalecidos y desarrollados al amparo de la teoría de la seguridad nacional impulsada por el gobierno norteamericano y de opciones propias de sectores que, desde las fuerzas militares, la derecha de los partidos tradicionales y de propietarios y productores agrarios, agroindustriales y de comerciantes de poblaciones de influencia guerrillera, comenzaron a pronunciarse y actuar militar y políticamente contra esa presencia insurgente en las regiones. Un fenómeno ya latente en el período anterior y que en esta nueva etapa adquiere mayor incidencia es la relacionada con el narcotráfico, no solo por lo que significaba en términos de estructuras empresariales para el negocio de cultivo de hoja de coca, producción, procesamiento, comercialización y exportación de cocaína, sino porque los carteles organizaron sus propios ejércitos para defender sus intereses y, paulatinamente, 10 se convirtieron en autodefensas y parte esencial de los grupos paramilitares y paraestatales que actuaban con apoyo de sectores del ejercito y la policía contra los grupos guerrilleros, ya que estos -al principio- impedían sus negocios o les exigían cuotas de gramaje y, todo indica, que con el tiempo y desarrollo del negocio algunos de ellos pasaron a ser competidores en diferentes etapas de proceso de producción, comercialización y exportación. A lo anterior se agregan ambiciones políticas de algunos de los principales narcotraficantes, situación que empezó a incidir tanto en la vida local de las comunidades -en lo aparentemente positivo con planes de vivienda y ayudas económicas, utilizadas, entre otros por Pablo Escobar para consolidar una base social y de respaldo político-, pero de igual manera con la participación directa en los cuerpos colegiados locales y nacionales y el soborno y la corrupción de autoridades y políticos locales, regionales, nacionales y de las propias fuerzas de seguridad y defensa, en un tejido complejo de penetración económica con efectos políticos y sociales, cuyas secuelas todavía están presentes. Con todo lo gravoso de la injerencia del narcotráfico en la vida nacional una de las consecuencias más perniciosas fue la acción de esos grupos de autodefensa y paramilitarismo con la red de intereses y alianzas, no sólo contra los grupos insurgentes que al fin y al cabo estaban armados y en potencial de defenderse-, sino contra todo tipo de dirigente o activista político, sindical, social, comunitario o funcionario público que tuviere militancia o cercanía con organizaciones y movimientos de izquierda o progresista que luego se extendió a militantes de los partidos tradicionales que hicieran alianzas electorales con la Unión Patriótica u otras fuerzas de izquierda o denunciaran el accionar del paramilitarismo y el narcotráfico, sus patrocinadores y usufructuadores o, sencillamente, no fueran afectos a las “fuerzas oscuras” que los utilizaban. Un grupo de ONG nacionales e internacionales denunciaban en el texto: “Tras los pasos perdidos de la guerra sucia. Paramilitarismo y operaciones encubiertas en Colombia”, que ya en los primeros años de los ochenta funcionaban de manera simultánea “grupos de justicia privada, escuadrones de la muerte, autodefensas, paramilitares, ejércitos privados y banda de sicarios”... que conformaban “ganaderos y hacendados quienes exacerbados por el impuesto revolucionario exigido por la guerrilla y por las extorsiones de delincuentes comunes, crearon sus propios ejércitos privados”. “Si bien existen genuinos grupos de justicia privada, así como ejércitos privados de la mafia y pandillas de sicarios, la mayoría de las siglas paramilitares son organizaciones armadas en las que confluyen intereses de hacendados y productores rurales y algunas urbanas tradicionales, con los inicios del narcotráfico y el contubernio de sectores focalizados de las fuerzas armadas, especialmente del ejército y policía”. Estos grupos fueron responsables, en un altísimo porcentaje, de los miles de asesinatos y desapariciones registradas en el período de la “guerra sucia” que cubre, aproximadamente, desde 1985 hasta 1993, pero que mantiene secuelas en los años 11 subsiguientes del pasado siglo y lo que va del presente, al lado de los otros tipos de violencia común y la generada por los grupos insurgentes. Durante este período, la mayoría de los asesinatos políticos, masacres, desapariciones, torturas, detenciones irregulares, amenazas a dirigentes políticos y sociales, nacionales y locales, eran ejecutadas directamente por los grupos de autodefensa -del narcotráfico, paramilitares o paraestatales-, en muchos casos con probada participación o respaldo de militares en varias regiones, aunque no como hechos institucionales de las Fuerzas Militares, sino por iniciativa propia de grupos o individuos para afrontar la subversión armada, pero también para atacar la lucha legal y pública de fuerzas políticas no oficiales. Otro libro publicado por organizaciones no gubernamentales internacionales : “El Terrorismo de Estado en Colombia”, Ediciones NCOS. Bruselas, 1992., reseñaba los hechos de violencia en los cuales, según este informe, se tenía relativa certeza de la participación de militares, así : “ Colombia ha sido en los últimos años azotada por el terrorismo de Estado. En la década de los 80, según Organizaciones No Gubernamentales de Derechos Humanos, 12.859 personas fueron asesinadas por razones políticas o ideológicas , y se estima que los desaparecidos supera la cifra de las 2.000 víctimas. Tan solo entre 1988 y los primeros 6 primeros meses de 1992, 9.501 personas fueron asesinadas por motivos explícita o presumiblemente políticos y se registraron 830 desapariciones. Entre 1988 y 1990, fueron perpetradas 313 masacres contra campesinos y humildes pobladores. Regiones enteras viven desde hace años bajo el terror del Ejercito y sus bandas paramilitares, mientras que movimientos populares, organizaciones de indígenas, sindicatos, y partidos políticos de oposición han sido diezmados.” Por supuesto, hacer referencia a esta opinión de esas 10 ONG no implica compartir el planteamiento relativo al terrorismo de Estado o una acción deliberada del Ejercito en contra de la población y las municipalidades, pero tampoco puede evadirse la anotación a que en este período de la violencia existieron factores que involucraban alianzas de grupos de autodefensa de derecha y del narcotráfico con algunos militares, que por fuera de la orientación institucional de las Fuerzas Armadas, facilitaban información y, otras veces, apoyo logístico a esos grupos. En el mismo sentido, Luis A. Matta A., publicó en noviembre de 2002, el libro: “ Poder capitalista y violencia política en Colombia. Terrorismo de Estado y genocidio contra la Unión Patriótica”, Edición Ideas y Soluciones Gráficas, en el cual hace una pormenorizada descripción de todos los hechos de violencia ocurridos contra los movimientos políticos de izquierda entre 1985 y 1994, que la mayoría de los investigadores de la violencia califican como el período en que configura un genocidio político de un movimiento: la Unión Patriótica, que surgió del proceso de paz adelantado en el gobierno de Belisario Betancur (1982-1986). La iniciativa nace en octubre de 1984, con un pronunciamiento de las FARC a la Comisión Nacional de Verificación del Cese al Fuego, Tregua y Paz y en febrero del año siguiente, proponen el movimiento al que llamaron Unión Patriótica. 12 Contra los integrantes de este movimiento y de otros que tenían carácter popular -fueren de izquierda o de otras fuerzas políticas y sociales, incluso de los partidos tradicionales, con alianzas o coaliciones electorales con la UP-, se desata una andanada de amenazas, secuestros, desapariciones, asesinatos y masacres en sus municipios y zonas de influencia. Al objeto que interesa en este trabajo, en el análisis sólo se reseñarán las cifras correspondientes a hechos y variables de violencia contra autoridades locales, candidatos a corporaciones públicas, alcaldes nombrados entre 1984 y 1987 como producto de alcanzar mayoría en los concejos de municipios por parte de las alianzas y desde 1988, también de los alcaldes elegidos popularmente. Es claro, que muchos de los actos y personas afectadas con hechos de violencia, correspondían a militantes, simpatizantes o aliados electorales de la Unión Patriótica y otros movimientos de izquierda, pero en el período igualmente fueron objetivo autoridades locales, regionales y nacionales de otras vertientes políticas , como el Procurador General de la Nación Carlos Mauro Hoyos y el Gobernador de Antioquia Antonio Roldán Betancur, entre otros, pero en estos casos era más en función de sus cargos y no de su militancia política. Hay hechos, como los magnicidios de Luis Carlos Galán Sarmiento, Jefe del Nuevo Liberalismo y candidato presidencial (asesinado en 1989) y el del Ministro de Justicia, Rodrigo Lara Bonilla (asesinado en 1984), que, aunque tenían el componente de su actividad política, fundamentalmente, se debió a su lucha frontal contra el narcotráfico. Esta preponderancia en el período de actos de violencia contra dirigentes y autoridades locales de izquierda y que los victimarios mayoritarios de esos hechos fueren grupos de autodefensa, paramilitarismo y narcotráfico, tampoco implica que en estos años no cometieran los grupos insurgentes y guerrilleros los típicos actos que venían ejecutando desde el período anterior, como son: tomas de municipios, atentados contra la infraestructura- especialmente petrolera y energética-, secuestros y retenciones extorsivas y políticas, boleteo y amenazas a las poblaciones y la presión y amenazas a autoridades, especialmente territoriales. Análisis de estadísticas del período 1985-1992 Acorde con las cifras condensadas y recopiladas a partir de los tres textos ya citados, en los ocho años transcurridos entre 1985 y 1992, cuadro 1., se presentaron 91 masacres y desapariciones colectivas (Se considera aquí como colectivo, el hecho que involucra el asesinato, la desaparición o simultáneo de cuatro o más personas ), la mayoría efectuados por los grupos paramilitares, pero también por otros grupos, incluyendo actos de guerra entre los propios grupos guerrilleros por pugnas territoriales entre ellos. Así, en la región de Urabá, las masacres provenían de grupos paramilitares pero igual, se presentaron masacres y asesinatos y desapariciones individuales en barrios de Apartadó, Turbo, 13 Chigorodó y Carepa que tenía predominancia política de la Unión Patriótica de un lado o del Frente Popular (PCC-ML) y viceversa. Se tiene información de 33 casos de torturas colectivas acreditadas a militares o grupos paraestatales, esto es, hechos denunciados donde se apresaban irregularmente tres o más personas que eran torturadas física y sicológicamente. FEDERACIÓN COLOMBIANA DE MUNICIPIOS Cuadro 1. DERECHOS HUMANOS, RELACIONES ENTRE VIOLENCIA POLÍTICA Y CONFLICTO ARMADO QUE INVOLUCRAN AUTORIDADES MUNICIPALES DEL MOVIMIENTO POLÍTICO UNIÓN PATRIÓTICA. HECHOS COLECTIVOS. PERIODO 1985 - 1992 TEMA 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 TOTAL MASACRES Y DESAPARICIONES 5 11 20 COLECTIVAS TORTURAS 2 22 COLECTIVAS ATENTADOS, HOSTIGAMIENTO Y AMENAZAS A 6 6 28 CANDIDATOS EN LISTAS DE LA UP O ALIANZAS. TOTAL HECHOS 13 17 70 COLECTIVOS Fuente: Resumen del cuadro 1.1, anexo. 23 5 8 2 16 3 91 6 1 33 45 29 9 15 9 147 68 36 17 37 13 271 También se presentaron en ese período 147 hechos colectivos de atentados – especialmente contra sedes políticas o actos públicos, hostigamiento y amenazas a candidatos cuando aparecían en listas de la Unión Patriótica o en alianzas con otros movimientos o partidos. Los hechos se daban en todas aquellas regiones de predominio político o de mayor influencia de la izquierda, por lo cual se acredita con mayor posibilidad a grupos de autodefensa o paramilitarismo; como en Urabá – donde, con el tiempo y con la reinserción del EPL- se dieron alianzas entre ex -militantes de este grupo y de las autodefensas y, en la práctica, hicieron desaparecer la presencia política de la UP y sus aliados. En el cuadro 2., se reseñan los hechos de violencia contra actores individuales , militantes o aliados de la Unión Patriótica que tenían, al momento de su asesinato u otra acción, una condición de funcionario nombrado o electo, ex -funcionario o candidato a un cargo de elección. Es importante precisar que según cifras citadas en los textos mencionados y por otros analistas, aproximadamente 3.000 personas fueron asesinadas o desaparecidas, 14 incluyendo a simpatizantes y activistas de base, hasta el exterminio político en la mayoría de sus zonas de presencia. FEDERACION COLOMBIANA DE MUNICIPIOS. DERECHOS HUMANOS, RELACIONES ENTRE VIOLENCIA POLITICA Y CONFLICTO ARMADO QUE INVOLUCRAN AUTORIDADES MUNICIPALES Cuadro 2. HECHOS DE VIOLENCIA POLITICA CONTRA ACTORES INDIVIDUALES DE LA U.P. Y ALIADOS. EN EL PERIODO 1985-1992, SEGÚN CARGO Y TIPO DE HECHO. CARGO ASESINADOS DESAPARECIDOS ALCALDE CANDIDATO ALCALDÍA CANDIDATO ASAMBLEA CANDIDATO CONCEJO CANDIDATO PRESIDENCIAL CANDIDATO SENADO CONCEJAL CONSEJERO INTENDENCIAL DIPUTADO EXALCALDE OTROS ACTORES POLITICOS EXCONCEJAL FUNCIONARIO ALCALDIA GOBERNADOR PERSONERO REPRESENTANTE SENADOR INSPECTOR DE POLICIA DIRIGENTE LOCAL TOTAL GENERAL 15 6 14 14 2 10 60 8 4 8 43 12 127 1 4 2 3 2 73 408 AMENAZADOS / ATENTADO SECUESTRO 13 6 1 3 0 0 40 2 11 0 1 2 5 0 3 1 1 1 1 91 HOSTIGAMIENTO / / ALLANAMIENTOS / TOTAL / DESTITUCIONES / GENERAL RENUNCIAS POR AMENAZAS 4 32 2 14 0 15 2 19 0 2 0 10 13 113 1 11 3 18 0 8 0 44 2 16 0 132 0 1 0 7 0 3 0 4 0 3 0 74 27 526 % 6,1 2,7 2,9 3,6 0,4 1,9 21,5 2,1 3,4 1,5 8,4 3,0 25,1 0,2 1,3 0,6 0,8 0,6 14,1 100,0 Fuente: Cuadro elaborado a partir de la BD7-A1-ListadoUP.xls de los libros: "Tras los pasos perdidos de la guerra sucia" Matta A, Luis A. "Poder capitalista y violencia política en Colombia". En total se tiene que 408 personas de esa filiación política con algún rango de autoridad pública fueron asesinadas o desaparecidas en el período 1985-1992, para un promedio de 51 por año, incluyendo 15 alcaldes (algunos de ellos nombrados entre 1986 y 1987, por el gobierno ante presión de la población por corresponder a municipios donde la UP sacó mayoría en los Concejos, otros, a partir de 1988 con la primera elección popular; se suman 6 candidatos que tenían altas probabilidades de ser elegidos y 8 ex -alcaldes de la misma filiación o alianzas. Igualmente fueron asesinados o desaparecidos 60 concejales, 12 ex -concejales y 14 candidatos a corporaciones locales. Se agregan 4 personeros municipales, 2 inspectores de policía y 127 funcionarios de las alcaldías de diferentes rangos: secretarios, profesionales, técnicos y empleados de base, que todas las denuncias indican que fueron asesinadas por su militancia o simpatía política. En el cuadro 3 se observa, por año, los asesinatos para autoridades con rango local. 17 FEDERACIÓN COLOMBIANA DE MUNICIPIOS Cuadro 3. ASESINATOS Y DESAPARICIONES QUE INVOLUCRAN AUTORIDADES MUNICIPALES CON FILIACIÓN POLÍTICA O ALIANZA CON LA UNIÓN PATRIÓTICA. PERIODO 1985 - 1992 1985 1986 TEMA ASESINATO DE ALCALDES Y EXALCALDES ASESINATO DE CONCEJALES Y 4 11 EXCONCEJALES ASESINATO OTRAS AUTORIDADES LOCALES, 7 PERSONEROS E INSPECTORES DE POLICÍA ASESINATO CANDIDATOS 1 LOCALES ASESINATO DIRIGENTES 3 LOCALES TOTAL ASESINATOS 4 22 Fuente : Resumen de los Cuadros 2.1 y 3.1 1987 1988 1989 1990 1991 1992 TOTA L 5 6 1 6 3 2 23 18 11 13 10 3 2 72 11 24 32 31 24 4 133 8 7 3 1 20 3 22 18 11 9 7 73 37 71 71 61 39 16 321 A los asesinatos y desapariciones, hay que agregar 91 casos de amenazas, atentados y secuestros (para este último ítem los casos que no terminaron en asesinato o desaparición) y 27 de hechos de hostigamiento, allanamiento policial o del ejercito, destituciones y renuncias por amenazas. El cuadro 4 muestra también el número de víctimas con representación departamental: 27 casos; nacional: 176, incluyendo 2 candidatos presidenciales, 3 senadores y 2 representantes. Si se analizan, los casos de asesinatos y desapariciones de autoridades y candidatos locales, departamentales y nacionales para este período (1985-1992), comparando los totales nacionales publicados por entidades oficiales con lo recopilado para casos de militantes o aliados de la Unión Patriótica y otras fuerzas de izquierda, se aprecia en el cuadro 4 que los 408 casos de asesinato y desaparición corresponden al 38% de los 1082 hechos de violencia contra el total de autoridades o candidatos locales, regionales y nacionales de esos ocho años. Es indudable que aunque otras 674 personas de diversas afiliaciones políticas o sin partido también fueron objeto de estos hechos, la UP pone el número mas alto de víctimas, por cuanto proporcionalmente a su presencia electoral no representaron ni en su 18 mejor momento, 1988, más de 7 % de la votación total y su presencia en las corporación públicas, exceptuando muy pocos municipios, no significaba sino de uno a tres de 11 y más concejales. Según las cifras existentes en entidades oficiales (con subregistro en los años 1985,1986 y 1987 en el caso de concejales), en los ocho años analizados se asesinaron 52 Alcaldes y comparando con la base de datos para el caso de la UP, 23 (44.2%) corresponden a este movimientos y sus alianzas, presentándose años como 1987 donde los cinco de las dos bases de datos coinciden y por tanto son de esa corriente, al igual que para 1988 con seis casos. Cabe anotar que en 1987 no había elección de Alcaldes y los asesinados fueron 5 de 11 mandatarios locales nombrados en municipios donde la UP y sus aliados tuvieron mayoría en los Concejos (ver siguiente cuadro y en el anexo el 3.1). 19 FEDERACION COLOMBIANA DE MUNICIPIOS. DERECHOS HUMANOS, RELACIONES ENTRE VIOLENCIA POLITICA Y CONFLICTO ARMADO QUE INVOLUCRAN AUTORIDADES MUNICIPALES Cuadro 4. COMPARATIVO DE ASESINATO Y DESAPARICION DE AUTORIDADES Y DIRIGENTES DE LA UNION PATRIOTICA Y EL TOTAL NACIONAL. PERIODO 1985-1992 TOTAL PERIODO DEPARTAMENTO TOTAL UP % AUTORIDADES ASESINATO DE ALCALDES Y EXALCALDES 52 23 44,2% ASESINATO DE CONCEJALES Y EXCONCEJALES 277 72 26,0% OTRAS AUTORIDADES LOCALES 353 133 37,7% AUTORIDADES DEPARTAMENTALES 35 13 37,1% AUTORIDADES NACIONALES 14 5 35,7% SUBTOTAL 731 246 34% OTROS ACTORES POLITICOS CANDIDATOS LOCALES 36 20 55,6% DIRIGENTES LOCALES 173 73 42,2% DIRIGENTES Y CANDIDATOS DEPARTAMENTALES 33 14 42,4% DIRIGENTES Y CANDIDATOS NACIONALES 25 12 OTROS 84 43 51,2% SUBTOTAL 351 162 46,2% TOTAL 1082 408 38% Fuente: Este cuadro se elabora a partir de la base de datos (BD1-A1-ALCALDES.xls). Para los años 1986 a 1992 se toman datos de la Sala de estrategia Nacional y no se tiene la información desagregada por departamento. Los datos sobre U.P, se obtienen de la base BD7-A1-ListadoUP.xls de los libros: N.C.O.S. y otras ongs: "Tras los pasos perdidos de la guerra sucia" y Matta A, Luis A.: "Poder capitalista y violencia política en Colombia". De la misma manera, en el período fueron asesinados 72 concejales (26% de los 277 casos nacionales), 133 de “Otras autoridades locales” (37.7% de 353), que incluye Personeros, Inspectores de Policía, Secretarios y otros. En cuanto a Autoridades departamentales –especialmente diputados y consejeros intendenciales y comisarialesson 13 de 35 casos (37.1%) y en Autoridades Nacionales 5 de 14 (35.7%), que corresponden a 3 senadores y 2 representantes. Candidatos a cargos y corporaciones locales, departamentales y nacionales fueron víctimas 162 personas de un total nacional de 351 para un 46.2 %. 20 En resumen, acorde con la bases de datos hecha para este trabajo, se presentaron hechos de violencia contra autoridades locales o candidatos de la UP y sus aliados en 122 municipios de 22 departamentos, mostrando una cobertura bastante amplio, que refuerza el planteamiento sobre una política general de exterminio contra esta fuerza. 1. DE LA DESCENTRALIZACION TERRITORIAL A LA DESCENTRALIZACION ARMADA La descentralización fue concebida con el propósito de resolver serios problemas de legitimidad y gobernabilidad, que se derivaban en gran medida del excesivo centralismo del Estado, de grandes vacíos en la provisión de bienes y servicios públicos a la población, especialmente de educación, salud y agua potable, y de la protesta de la ciudadanía bajo diversas formas. En el diagnóstico realizado en la época se destacaba especialmente la problemática de los municipios más pequeños y atrasados del país, donde se concentraban las mayores deficiencias en la disponibilidad de servicios públicos y el vínculo entre esta situación y la presencia de grupos guerrilleros. En la ponencia para primer debate al proyecto de ley que habría de convertirse en la ley 12 de 1986, se planteaba lo siguiente. “Los municipios en Colombia, con muy contadas excepciones, no proporcionan a sus habitantes mayores esperanzas de mejorar su vida y por esto la migración se ha dado en forma tan acelerada en los últimos treinta años como lo demuestran los censos de 1951, 1964 y 1973 y la simple observación de nuestros grandes centros urbanos durante los últimos años. Municipios sin agua potable, sin alcantarillados, sin servicios telefónicos, con servicios deficientes de salud y educación no pueden ofrecer ventajas sobre el ambiente social, el ambiente político y las oportunidades de trabajo de los centros que atraen las migraciones. La violencia y los problemas de orden público también están relacionados con el atraso de nuestros municipios. No es una simple coincidencia que los problemas de esta naturaleza se presenten en poblaciones con menos de 100.000 habitantes, e inclusive se puede hablar de un límite más bajo y decir que la subversión organizada sólo prospera allí donde los servicios estatales son más deficientes y la desesperación y el escepticismo de las gentes se convierten en estímulo de las posiciones políticas más radicales y de los procedimientos más extremos. (pp.213 y 224-225)1. Podría decirse que, en gran medida, el diagnóstico de la descentralización se basó en el enfoque que considera que la violencia política en Colombia responde principalmente a causas objetivas, como la pobreza, desigualdad y exclusión social y política. Se pensaba, de pronto en forma bastante ingenua, que el fortalecimiento de los gobiernos locales 1 Textos extractado de las ponencias al proyecto de ley que habría de convertirse en la ley 12 de 1986, tomados de Galán (1990) 21 llevaría a reducir la situación de atraso y pobreza y de este modo a restar apoyo político y base social a los movimientos guerrilleros. Igualmente, Jaime Castro en su texto básico sobre la democracia local, donde formuló la estrategia que habría de llevarse a la práctica, destacaba la descentralización como una reforma de apertura política que podría contribuir enormemente a reducir el conflicto y la violencia existente. Esta visión se inscribía dentro de una perspectiva de respuesta política y democrática al desafío guerrillero. Señalaba Jaime Castro lo siguiente: Las reformas, que se inscriben dentro de la lógica del sistema democrático y que, por ende, éste tiene la obligación de ejecutar, persiguen, esencialmente dos objetivos: a. crear el marco institucional adecuado para poder participar válidamente en política, gracias a los derechos y garantías que reconozca y otorgue, y b. mejorar las condiciones de vida de las gentes, mostrarles, con hechos, que su situación progresa en vez de empeorar, y crear en ellas la esperanza del cambio, la seguridad de que el sistema trabaja por construir una sociedad “crecientemente igualitaria”.2 Sin embargo, recién iniciado el proceso de descentralización algunos autores examinaron los límites de esta estrategia para disminuir el conflicto armado. Gaitán (1988) planteó que la elección popular de alcaldes generó la expectativa de que podría contribuir a una reducción del conflicto armado en favor de esquemas civiles de resolución de conflictos, pero que no se ha cumplido en la práctica. Esto se debe al hecho de que la reforma enfrenta deficiencias estructurales del Estado que no puede resolver y por el contrario la obstaculizan y limitan su potencial. Señala que, paradójicamente, la reforma municipal ha tenido como telón de fondo la propensión hacia el militarismo y la consolidación de una guerra sucia. En este contexto la primera elección de alcaldes se vio afectada por la escalada de la violencia y la pérdida de capacidad del Estado para mantener el monopolio de la fuerza. Desde 1986 aumentaron los atentados y asesinatos contra alcaldes, candidatos a alcaldes, concejales y candidatos a concejales según la información de prensa y las estadísticas del CINEP sobre derechos humanos. Sin embargo, a pesar del contexto de violencia e intimidación, la elección popular de alcaldes se realizó en los 1009 municipios del país, con excepción de un corregimiento en el departamento de Córdoba. Señala frente a este hecho que es una manifestación del esquema político colombiano en el cual coexisten el orden y la violencia. Después de seis años de expedida la reforma considera Gaitán (1992) que en materia de paz el proyecto no ha logrado sino muy parcialmente su cometido. Por una parte destaca que se adelantaron procesos de paz con algunos grupos como el M-19, el EPL, el Quintín Lame y el PRT, pero que su incorporación a la vida civil ha sido traumática. Igualmente, la aparición y participación de nuevas fuerzas políticas se han enfrentado a un clima de violencia y persecución. Se han abierto ciertas posibilidades para nuevas fuerzas políticas pero la estructura excluyente del régimen continua siendo un obstáculo sustancial. 2 Castro, Jaime, Respuesta democrática al desafío guerrillero, Editorial Oveja Negra, 1987, pagina 84. 22 Esta situación ha puesto en claro que la reforma municipal tiene una función muy restringida en cuanto a los propósitos de consecución de la paz y de reconciliación del Estado con las comunidades locales. Por el contrario, el contexto de violencia condiciona y limita la propia descentralización y la elección popular de los alcaldes. Con base en cifras del CINEP, muestra como desde 1988 hasta 1992 han sido víctimas de la violencia política 210 personas entre alcaldes, candidatos a alcaldes, concejales y candidatos a concejales, congresistas y diputados, en modalidades que van desde el secuestro y la desaparición, hasta el asesinato. Así mismo, entre 1988 y 1991 se registraron 8.881 casos de violación de derechos humanos por motivos políticos dentro de los cuales los asesinatos alcanzaron la cifra de 2.289 víctimas. El grupo político más afectado ha sido la Unión Patriótica, que perdió sus dos candidatos presidenciales y más de 1.000 militantes. Resulta evidente que la participación electoral se ve por completo limitada en las regiones donde se produce la violencia política y especialmente donde ocurren las masacres. La guerrilla por su parte ha aumentado la práctica del secuestro de alcaldes y el sabotaje de las elecciones en sus zonas de influencia. Análisis más recientes han mostrado que la descentralización ha coincidido3 con un incremento de la violencia política y los ataques directos a las autoridades locales. Esta situación es resultado de diversos factores: el fortalecimiento de los grupos guerrilleros y la elaboración y ejecución de una estrategia orientada a debilitar el poder local; la respuesta paramilitar utilizando mecanismos similares a los de la guerrilla; la debilidad del Estado nacional en su capacidad de respuesta al desafío guerrillero y de ofrecer seguridad y justicia en todo el territorio nacional. Rubio (2002), por ejemplo, plantea lo siguiente: “En el campo político y administrativo el cambio principal ha sido la elección popular de alcaldes y gobernadores. El indudable avance que en el ejercicio de la democracia local representó este cambio se ha visto ensombrecido por las presiones y amenazas de los grupos armados. Al respecto, los obstáculos existentes se pueden ilustrar con el hecho que desde la entrada en vigencia de su elección popular han sido asesinados cerca de 200 alcaldes y secuestrados más de 1.000.” (página 3) Fuente: “200 alcaldes populares asesinados en 13 años”, El Tiempo, sábado 20 de octubre de 2001, página 1-12. La estrategia de la guerrilla con relación a los gobiernos locales De acuerdo con los estudios sobre la violencia y las administraciones locales, los crecientes actos de violencia sobre las autoridades locales durante las últimas dos décadas coinciden con el proceso de descentralización territorial y la puesta en marcha de estrategias de largo plazo por parte de los grupos guerrilleros, especialmente por parte de 3 Esta coincidencia no implica que la descentralización cause o genere violencia. 23 las FARC. En forma muy sintética, la argumentación que desarrollaremos a continuación basándonos en el trabajo de Alfredo Rangel4, tiene los siguientes elementos: a. Desde comienzos de los años ochenta la guerrilla diseñó y puso en marcha una estrategia de largo plazo que tienen como propósito principal consolidar la fase de guerra de guerrillas para dar el paso a la guerra de posiciones y movimientos; esta estrategia tienen elementos económicos, militares y políticos. Dentro de los elementos políticos se destaca el objetivo de copar el poder local para crear espacios de control por parte de las fuerzas guerrilleras5. b. La estrategia política con relación al poder local encuentra un terreno propicio en la descentralización territorial iniciada a mediados de los años ochenta, por cuanto fortaleció a los municipios en términos presupuestales, administrativos y políticos, pero al mismo tiempo los dejó en una situación de gran debilidad por la ausencia de una política clara de seguridad y justicia local, por parte del gobierno nacional, responsable principal de cumplir con estas funciones en el territorio nacional. c. Dentro de esta estrategia de copamiento del poder local, ocupa un lugar importante el bloqueo a las elecciones y las intimidaciones a los candidatos ajenos a los intereses de la guerrilla; adicionalmente, la respuesta paramilitar ha exacerbado la competencia por el poder local, incrementando por tanto las acciones violentas sobre los funcionarios locales y los candidatos a alcaldías y concejos. Adicionalmente, durante la década del ochenta la extrema derecha aniquiló al movimiento de izquierda la Unión Patriótica, asesinando un número de elevado de alcaldes, concejales, militantes y simpatizantes. En el caso de la guerrilla, ésta ha venido desarrollando una fuerte estrategia económica que combina diversas fuentes de financiación, mediante amenazas o uso de la violencia contra la población y los funcionarios. Rangel señala la existencia de distintas modalidades territoriales de financiación: el predatorio, el parasitario y el simbiótico. El tipo predatorio se produce en aquellas regiones donde la guerrilla no controla y su presencia es esporádica, utilizando principalmente el asalto, el abigeato, el secuestro y la extorsión; el tipo parasitario, se produce en zonas donde la guerrilla tiene una presencia 4 Rangel Suárez, Alfredo, Colombia: guerra en el fin de siglo, Tercer Mundo Editores en coedición con la Universidad de los Andes, 1998. Este trabajo presenta la explicación y descripción del proceso de violencia contra el Estado municipal más integral y coherente en la bibliografía revisada hasta el momento. Por esta razón esta parte retoma casi por completo la argumentación del autor. 5 Cubides y otros (1998) destacan también la característica que distingue a la guerrilla de otros actores armados, la existencia de un objetivo político con una estrategia de largo plazo “Pues, por lo que parece, la diferencia entre la guerrilla y cualquiera de los restantes agentes organizados de violencia, por ingentes que sean los recursos de éstos y por sofisticados que sean los medios de que dispongan, es que la primera, quiérase que no, cuenta con un objetivo político, con una estrategia de largo alcance, y en concordancia con ella ha puesto en práctica una visión altamente diferenciada del territorio, adaptándose a sus diversas características geográficas, económicas y sociales, o, para decirlo en el lenguaje de uno de los jefes del ELN entrevistados por Marta Harnecker al explicar el rápido crecimiento de la organización tras superar la crisis de 1976, es el resultado de un nuevo diseño de su estructura, de una definición más adecuada del conjunto de las regiones del país y de ¨planes adecuados a su especificidad social y geográfica¨”. (páginas 169 y 170). 24 relativamente consolidada y recurre al boleteo, la vacuna, el pago por servicio de vigilancia a cultivos de narcóticos, la extorsión a funcionarios públicos y a contratistas; finalmente, el tipo simbiótico se produce en aquellas regiones donde ejerce un gran control y se involucra directamente en actividades productivas. Como resultado de esta estrategia económica, la guerrilla se ha fortalecido enormemente en términos financieros, lo cual le ha permitido desarrollar sus estrategias militares y políticas. En el campo militar la guerrilla ha venido desarrollando una estrategia para desplegarse en el territorio nacional6, que tiene como ejes el copamiento de la cordillera oriental y el cerco a Bogotá. La guerrilla combina una estrategia centrífuga, de dispersión en todo el territorio nacional, incluso en municipios de escaso valor económico y estratégico, con una estrategia centrípeta, de ubicarse en los centros de desarrollo económico y político. Esta combinación le permite dispersar al ejército en todo el territorio y ganar libertad de movimiento, que es uno de los principios básicos de la guerra de guerrillas. Afirma Rangel que “aun cuando estas tendencias sean aparentemente contradictorias, son en realidad muy complementarias y estimarlas así ayuda a explicar lo que una mirada desprevenida podría apreciar como una expansión caótica y azarosa de la guerrilla por el territorio nacional.” (páginas 33-34). El componente más preocupante de la estrategia de la guerrilla para los municipios, es el relativo a la estrategia política que estableció como objetivo político copar el poder local. De este modo, al tiempo que se pone en marcha la descentralización, la insurgencia comienza a ejecutar una estrategia para controlar al máximo los nuevos espacios de la política local. Las acciones de la guerrilla dentro de esta estrategia general han sido variadas, dependiendo de las circunstancias específicas, pero con el común denominador de avanzar en el control territorial, desplazando al Estado nacional. En algunas regiones, la aproximación ha consistido en presentarse como un elemento purificador de las costumbres políticas y las administraciones caracterizadas por la corrupción y el despilfarro y por evidenciar su preocupación por la satisfacción de las necesidades básicas de la población. Este enfoque se ha ido transformando en lo que se ha denominado el “clientelismo armado”, que consiste en la apropiación privada de bienes públicos mediante la amenaza de las armas, conduciendo a una situación en la cual la guerrilla ha replicado los vicios del clientelismo tradicional. Estas prácticas necesariamente conducen también a un clientelismo electoral armado, en la medida en que la guerrilla comienza a proteger a sus candidatos y a intimidar a los opositores, distorsionando de esta manera el proceso y los resultados electorales. La presión armada continúa con los funcionarios electos llegando al punto de que en ciertos casos tiene la guerrilla capacidad para incidir sustancialmente en la orientación de los recursos, la contratación y el nombramiento de funcionarios. Todo lo anterior, conduce 6 Entre 1985 y 1998, la guerrilla aumentó sustancialmente su presencia. De acuerdo con Rangel, “el éxito relativo de las guerrillas se hace evidente en su expansión territorial que se puede constatar si se tiene en cuenta que en 1985 ellas tenían presencia en cerca de 170 municipios y que actualmente la tienen en aproximadamente 600.” (página 29, 1998). 25 necesariamente a la violencia física sobre los funcionarios locales y al asesinato, secuestro o desplazamiento de alcaldes. Afirma sobre el particular Rangel: “En fin, a todos los vicios que acompañan estas formas tradicionales y premodernas de hacer política, que en muchas ocasiones, además, se realizan en conjunción con los viejos políticos de las localidades, hay que agregar la condenable amenaza y el uso de la violencia armada para crear terror entre la población no combatiente, casi siempre funcionarios públicos inermes, con el fin de someter su voluntad a los designios de la guerrilla. Desgraciadamente para el país, ya se pueden contar por decenas la cantidad de alcaldes y de funcionarios públicos municipales que han sido muertos por la guerrilla como producto de estas formas de presión sobre la vida local, y son varios los centenares de alcaldes que en todo el territorio nacional se encuentran amenazados hoy por ella. Con base en cifras de la Consejería Presidencial para la Seguridad Nacional podemos estimar que desde la primera elección popular de alcaldes la guerrilla ha asesinado un alcalde y dos concejales cada tres meses, y ha secuestrado dos alcaldes y un concejal cada dos meses. Estos hechos constituyen, sin duda, flagrantes violaciones al derecho mínimo de la guerra contenido en las normas del Derecho Internacional Humanitario, además de ser violentas, criminales y autoritarias interferencias en los procesos políticos pacíficos y democráticos de las comunidades locales.” (página 38) “Las cifras de esta Consejería Presidencial son escalofriantes: la guerrilla ha asesinado 29 alcaldes, 65 concejales y 12 diputados entre los años 1987 y 1995; también ha secuestrado 102 alcaldes, 58 concejales y 18 diputados entre 1988 y 1995. Los promedios de asesinatos y de secuestros de alcaldes y concejales tuvieron que aumentar luego del sabotaje electoral masivo que realizó la guerrilla durante el proceso electoral regional del año 1997.” (página 38, nota número 6). Descentralización y debilidad institucional El proceso de descentralización fortaleció sustancialmente los gobiernos locales, mediante la asignación de mayor poder político, funciones sociales e incremento de recursos propios y de transferencia. Sin embargo, no se produjo en forma paralela un fortalecimiento de la capacidad del Estado nacional para ofrecer seguridad y justicia en todos los municipios del país. “El proceso descentralizador iniciado hacia mediados de la década de los ochenta y fortalecido por los cambios constitucionales del 91, abrió nuevos espacios políticos a nivel local, al tiempo que el municipio y los departamentos ganaron más autonomía y robustecieron sus presupuestos. Sin embargo, esta ampliación de la autonomía local se continúa realizando en el marco de una gran debilidad institucional, sobre todo en lo relacionado con la capacidad del Estado para hacer cumplir las leyes en las localidades. En efecto, el aparato coercitivo y el sistema de justicia son muy precarios en las regiones. Baste decir que en Colombia en el 95% de los corregimientos y en el 10% de los municipios no existe presencia policial. Sobre esta debilidad de la 26 autoridad local se ha expandido la guerrilla desde cuando se fijó como objetivo “copar y penetrar las entidades administrativas y de gobierno regional y municipal para condicionarlo y bloquearlo.” (Rangel, 1998, página 39, Nota No 7, Ejército de Liberación Nacional, El poder popular, 1990, página 167). El poder de intimidación ha llegado a ser tan grande, que incluso se habla de regiones en las cuales la guerrilla ha podido coaccionar a las asambleas departamentales para que creen municipios en zonas de su interés.7 No existe evidencia suficiente sobre el desempeño municipal en aquellos casos donde hay un fuerte control guerrillero, pero aparentemente, a pesar del discurso moralizador y de atención a las necesidades sociales, la situación no ha mejorado y por el contrario persisten notables deficiencias. Un instrumento adicional de la estrategia guerrillera es atacar los puestos de policía para garantizar su control sobre el territorio y hacerse al monopolio de la fuerza en el municipio correspondiente8. Esto ha llevado a que pueda hablarse de una nueva categorización municipal, según el tipo de actor que controle el municipio: aquellos donde predomina el Estado, los manejados por la guerrilla, los controlados por los paramilitares y los que están en disputa. La situación de intimidación y terror en los municipios se ve reforzada por la respuesta paramilitar que ha imitado buena parte de las estrategias guerrilleras y asumido también una estrategia de control del poder local. Esto responde a la importancia que tienen los municipios y gobiernos locales en la guerra de guerrillas. Los especialistas indican como en la experiencia internacional el control municipal ha sido determinante en los resultados finales del conflicto armado; por esta razón, para las fuerzas guerrilleras el ganar el control municipal puede ser el paso previo para la guerra de movimientos, por el contrario, para el Estado, ganar esta disputa puede significar el fin de la guerra. En el caso colombiano se habla entonces de la descentralización armada, en la cual la guerrilla elude el combate con el ejército y se concentra en atacar a la policía para sacarla de los municipios o neutralizarla y de este modo constituirse en la práctica en el poder local. 7 “Pero es tan grande la rentabilidad económica y política que está representando para la guerrilla está modalidad de acción sobre la vida municipal, que no sólo la han aplicado sobre los municipios ya existentes sino que, incluso, han presionado y obtenido de algunas Asambleas Departamentales la elevación a la categoría de municipio de muchos poblados en donde ella ha contado previamente con influencia local. También de esta manera la guerrilla ha influido sobre el escenario de la descentralización.” (Rangel, 1998, página 39). 8 “En el último cuatrienio el comportamiento de las FARC se modificó. Buscando compensar su inferioridad militar, dejó a un lado al Ejército como objetivo principal, dirigiendo su accionar armado hacia el ataque de las comunidades y autoridades locales con la destrucción de los puestos de policía y en el 2002 atacando a los alcaldes municipales. Este aspecto se constituyó en un objetivo claro y preciso, de gran significado para esta guerrilla en cuanto pretende mostrar que su expansión territorial se da cuando “saca” al Estado de una región, con lo cual se reafirmaría como grupo hegemónico. Con esta pretensión este grupo armado busca el reconocimiento de influencia en la gestión local del país para ganar espacios de negociación con el poder central, reclamando legitimidad y representatividad nacional.” (Vicepresidencia de la República, 2002, página 9). 27 Considera Rangel que, frente a una situación tan complicada, no existía en 1998 una política coherente por parte del Estado: “Frente a todo este maremágnum en que se ha transformado el conflicto armado interno, hay que insistir en ello, no hay política. Se toman medidas, incoherentes a veces, inconexas casi siempre, y se cree que las medidas de corto plazo reemplazan la necesidad de una política de largo plazo.” (página 47.) En su opinión, hay dos elementos fundamentales para lograr contener el avance guerrillero e invertir la situación: fortalecer la policía y la justicia local. Balance de la situación Recapitulando lo anterior encontramos que durante las dos últimas décadas el proceso de descentralización territorial coincidió con una estrategia política de la guerrilla dirigida a “copar” el poder local y obtener ventajas del fortalecimiento de las administraciones municipales y con la debilidad del Estado nacional para garantizar la seguridad y la justicia locales. Como consecuencia, se ha desarrollado el fenómeno de lo que algunos denominan la “descentralización armada”, acompañada de una nueva forma de clientelismo, el “clientelismo armado”. Las manifestaciones de esta política de confrontación del Estado en su dimensión territorial y de la respuesta paramilitar, con métodos similares a los utilizados por las fuerzas insurgentes, han sido un conjunto de acciones violatorias de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario: obstrucción al proceso electoral mediante diversos instrumentos, incluyendo el asesinato de candidatos; asesinatos, secuestros y amenazas a alcaldes, concejales y funcionarios; desplazamiento de alcaldes que no pueden gobernar dentro de sus territorios; daños a instalaciones municipales; destrucción de cuarteles de policía; obstáculos e interferencias a la gestión municipal, tanto en la recolección de ingresos como en la asignación de recursos, la contratación y el nombramiento de funcionarios. En la siguiente parte examinaremos alguna evidencia y estadísticas disponibles sobre estas diversas manifestaciones de violencia sobre las autoridades y las administraciones locales en Colombia. 28 2. LA SITUACION DE LA VIOLENCIA SOBRE LAS AUTORIDADES Y ADMINISTRACIONES LOCALES El propósito de esta parte es presentar alguna información y evidencia sobre la violencia ejercida sobre las autoridades y las administraciones locales, abordando los siguientes puntos: 1) violaciones de derechos humanos de alcaldes, concejales y otros funcionarios; 2) violencia dirigida a obstaculizar los procesos electorales; 3) ataques a poblaciones; 4) destrucción de infraestructura local; y 5) violencia sobre la gestión municipal. La información que se presenta es resultado de un primer esfuerzo realizado por la Federación de Municipios dentro de un proyecto cuyo objetivo es documentar la situación de violencia sobre las autoridades y administraciones locales; por esta razón, se trata todavía en varios casos de información preliminar o incompleta, sujeta a verificación y ajuste. Los procedimientos utilizados para la identificación y recopilación de información han sido revisión bibliográfica en bibliotecas y centros de documentación de la ciudad y en Internet; búsqueda de estadísticas en entidades oficiales y no gubernamentales; revisión de la información disponible por la Federación de Municipios y entrevistas con funcionarios y especialistas (ver anexo para más detalle). 1. Violaciones de derechos humanos de alcaldes, concejales y otros funcionarios. El cuadro A.1.1 en el anexo presenta la información sobre asesinatos9 de alcaldes en el período 1986 a mayo de 2003, por departamentos. En total, según este cuadro han sido asesinados 162 alcaldes con la siguiente distribución por años: 9 Sobre el concepto de asesinato y su diferencia con homicidio en las estadísticas disponibles, plantean Cubides y otros (1998) lo siguiente: “Como planteamos en la Introducción, conviene diferenciar el homicidio en general (buena parte de cuyas cifras están constituidas por homicidios generados por agresión, venganza, ajuste, etc., en los enfrentamientos simplemente interindividuales) y las muertes violentas utilizadas por organizaciones de diverso tipo, como recurso para el logro de sus objetivos. Por esta razón nos parece útil el estudio que, en el capítulo II, numeral 4 de su texto, Echandía y Escobedo adelantan sobre las cifras de aquello que, siguiendo su fuente de consulta –el DAS-, llaman asesinatos, que no es otra cosa que las muertes violentas provenientes de actores organizados.” (página 62). Cubides, Fernando y otros. Nota al pié número 6. “Es necesario advertir que esta denominación de asesinato acuñada por el DAS y utilizada en el trabajo de Camilo Echandía y Rodolfo Escobedo no corresponde a una categoría jurídica con la cual se configura un tipo de delito que se distingue del homicidio común por la presencia de unas características subjetivas del acto, como son la premeditación y alevosía, que sólo pueden ser establecidas después de un proceso de juzgamiento y no simplemente por el sujeto o la entidad que registra el hecho, como el DAS, el DANE o la Policía Nacional. Lejos de ello, la denominación es forjada por el DAS –como sugieren Echandía y Escobedo- para indicar el carácter organizado del actor o actores de la muerte violenta, trátese de una organización armada de objetivo último político (guerrilla, paramilitares) o de naturaleza eminentemente económica (narcotraficantes). Por momentos parece que la denominación apunta también al carácter público de la víctima, con lo cual se genera cierta ambivalencia en el uso del término. De todos modos, es útil esta discriminación con respecto al resto de los homicidios, siempre y cuando se tengan muy presentes los límites y riesgos de su empleo.” (página 63). 29 AÑO No de Alcaldes Asesinados 5 5 6 4 11 10 11 8 7 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 AÑO No de Alcaldes Asesinados 6 12 10 11 11 19 9 12 5 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 Fuentes: Cuadro A.1.1 anexo Excluyendo el año 2003, el total de alcaldes asesinados asciende a 157 lo cual arroja un promedio de 9.2 alcaldes asesinados por año; en otros términos, cada 40 días un alcalde es asesinado en el país. El número de asesinatos por año varía en un rango que va de un mínimo de 4 en 1989 y en 2001 a un máximo de 19 en 2000. Los períodos más críticos han sido 1990 a 1993, cuando se cometieron en total 40 asesinatos y en 1996 a 2000 cuando se produjeron en total 63, para un promedio durante estos cinco años de un alcalde asesinado cada mes. Gráfica A.1.1. 1. ALCALDES ASESINADOS EN EL PERIODO 1986- MAYO 2003 20 18 16 14 12 10 8 6 4 2 MAYO 2003 2002 2001 2000 1999 1998 1997 1996 1995 1994 1993 1992 1991 1990 1989 1988 1987 1986 0 30 En 22 de los 32 departamentos del país han sido asesinados alcaldes siendo Antioquia con 18 y Norte de Santander con 10, los más afectados en valores absolutos. Sin embargo, en términos relativos, los más afectados son Arauca y Caquetá con 57% y 50% de municipios en los cuales el alcalde ha sido asesinado durante el período observado. La presión de los grupos armados sobre los alcaldes ha llegado al extremo de que a finales de 2002, la mitad de los alcaldes del país, 554, estaban amenazados. Esta situación condujo a que en el año 2000 se vieran obligados 16 alcaldes a despachar desde la capital del departamento, cifra que aumentó a 131 en 2001 y disminuyó a 107 en 2002; todavía en mayo de 2003 se mantenía en 107 el número de alcaldes que deben despachar desde la capital del departamento. Adicionalmente, 7 alcaldes renunciaron en 2000 por las amenazas y otros 15 entre 2001 y 200310. La situación por departamentos se presenta en el cuadro A.1.3 del anexo donde se identifican los departamentos con mayores amenazas. En siete departamentos, todos los alcaldes estaban amenazados a finales de 2002: Arauca, Caquetá, Casanare, Huila, La Guajira, Norte de Santander y Santander, y varios otros presentan porcentajes muy altos de amenazas. ALCALDES AMENAZADOS, OBLIGADOS A DESPACHAR DESDE OTRO SITIO O A RENUNCIAR DEBIDO A PRESION DE MOVIMIENTOS INSURGENTES NUMERO TOTAL DE MUNICIPIOS NUMERO DE ALCALDES AMENAZADOS - Nov 2002 % ALCALDES QUE POR AMENAZAS ESTAN OBLIGADOS A DESPACHAR DESDE LA CAPITAL DE DEPARTAMENTO. (d) (a) (b) (c) 2000 1092 554 50.7 16 2002 2003 131 107 ALCALDES OBLIGADOS A RENUNCIAR POR AMENAZAS. (e) 2000 20012003 7 15 Fuente: Cuadro A.1.3, anexo 10 Rubio presenta en notas a pié de página, la siguiente información: Nota 26. Según el presidente de la Federación Colombiana de Municipios “(…) 50 alcaldes están despachando hoy (octubre de 2001) a distancia desde las ciudades capitales”. Podrán gobernar a distancia, El Tiempo, viernes 19 de octubre de 2001, página 1-12. Nota 27. Se puede señalar lo sucedido en cuatro municipios del departamento de Bolívar: “La situación de los alcaldes pareced empeorar, pues ayer se conoció que cuatro alcaldes del sur de Bolívar anunciaron la renuncia a sus cargos después de que un batallón del ejército perteneciente a la Quinta Brigada abandonó repentinamente la zona. Esta situación también generó el desplazamiento de unos 1.500 campesinos de la zona. Los alcaldes de Arenal, Rioviejo, Morales y Regidor denunciaron que también cerca de 1.000 funcionarios públicos dejarían sus puestos ante la amenaza que representa el vacío de autoridad que dejó la partida de la tropa,” 200 alcaldes populares asesinados en 13 años, El Tiempo, sábado 20 de octubre de 2001, pp.1-12. 31 Alcaldes secuestrados Además de los asesinatos y amenazas, los grupos armados atentan contra los gobiernos locales mediante el secuestro de los alcaldes y otros funcionarios municipales. Entre 1993 y 2003, 253 alcaldes fueron secuestrados, lo cual arroja un promedio anual de 23 alcaldes, con valores máximos en 1997 con 59 secuestros y 1998 con 61, para un total de 120 en estos dos años, equivalente al 47% del total del período observado. Si se suman los datos de asesinatos y secuestros entre 1993 y 2002 (354) se observa que en promedio, 32 alcaldes fueron víctimas de estos delitos por año. AÑO 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 Total Fuente: Cuadro A.1.2, Anexo NUMERO DE SECUESTRADOS 4 18 5 11 59 61 19 36 19 17 4 253 ALCALDES Los departamentos más afectados, en valores relativos, son Caquetá con 94%, Arauca con 86%, Antioquia con 53% y Nariño, con 46%; en 23 de los 32 departamentos se han presentado secuestros. Para el total de municipios cerca de una cuarta parte (23%), ha presenciado el secuestro de su alcalde. 32 GRAFICA A.1.2.1. NUMERO DE ALCALDES VICTIMAS DE SECUESTRO PERIODO 1995 - ABRIL 2003 70 60 59 61 50 40 36 30 20 19 18 19 17 11 10 5 4 4 0 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 ABRIL 2003 AÑOS De otra parte, entre 1995 y junio de 2003 fueron asesinados 64 ex – alcaldes y secuestrados 139 (ver cuadro A.1.4 donde se presenta la información desagregada por departamentos). La situación de los Concejales En forma similar a la situación de los alcaldes, los concejales han sido víctimas de asesinatos, secuestros y amenazas. Los datos más relevantes son los siguientes: - Entre 1986 y mayo de 2003 han sido asesinados 420 concejales, lo cual arroja un promedio anual de 23 concejales. Los años pico son 1988 con 77 concejales asesinados y 2002 con 73. - Entre 1993 y junio de 2003 han sido secuestrados 424 concejales, lo cual arroja un promedio anual de 38 concejales. Los años con mayor ocurrencia de secuestros fueron 1997 con 172 secuestros y 1998 con 86, para un total en estos dos años de 258 que representan el 60% del total del período observado. - Desde 1993 han sido asesinados 41 ex -concejales y 13 han sido secuestrados. La situación de otros funcionarios locales El cuadro A.3.1.1 presenta información sobre asesinatos de otras autoridades locales durante el período 1986 a mayo de 2003. En total fueron asesinados 529 funcionarios, correspondiendo el mayor número a inspectores de policía con un total de 284; 33 igualmente fueron asesinados 223 funcionarios incluyendo secretarios de despacho y 22 personeros durante estos 17 años. Gráfica A.3.1.2. NUMERO DE ASESINATOS DE AUTORIDADES LOCALES (DIFERENTE A ALCALDES Y CONCEJALES), DEPARTAMENTALES Y NACIONALES - 1986 A MAYO 2003 284 300 250 223 200 150 100 47 50 30 22 PARLAMENTARIOS DIPUTADOS Y CONSEJEROS GOBERNADORES INSPECTORES DE POLICIA PERSONEROS 0 SECRETARIOS Y OTROS FUNCIONARIOS 1 Gráfica A.3.2.2. SECUESTRO DE AUTORIDADES LOCALES, POR TIPO DE VICTIMA. PERIODO 1994 A MAYO 2003 120 104 100 86 80 60 40 39 38 25 16 20 1 0 No. VICTIMAS 34 2. Atentados contra los procesos electorales. Otra de las manifestaciones de la violencia consiste en los asesinatos de candidatos a alcaldías y concejos y de líderes políticos, dirigentes populares, militantes y simpatizantes de partidos o grupos políticos. El cuadro B.1.1 en el anexo muestra como entre 1986 y mayo de 2003 fueron asesinados 1.257 candidatos, líderes, militantes y simpatizantes, en el nivel local, correspondiendo los mayores números a los militantes y activistas, a los dirigentes políticos locales y a los dirigentes populares. Es también significativo el hecho de que 108 candidatos a alcaldía fueron asesinados y 94 candidatos a Concejo, resultado de las acciones orientadas a impedir las elecciones o favorecer las campañas de los candidatos preferidos por los grupos armados11. Adicionalmente, durante este mismo período fueron secuestrados 97 candidatos a alcalde y 40 candidatos a Concejo, además de otros 30 casos sin especificar. Todo lo anterior se ve reforzado con 461 casos de destrucción de material electoral entre 1998 y marzo de 2003 (Tabla B.2.1.) CANDIDATOS A ALCALDIA Y CONCEJO ASESINADOS AÑO 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 Total 11 CANDIDATOS A ALCALDIA ASESINADOS 8 1 2 2 1 19 1 21 30 3 14 2 2 2 108 CANDIDATOS A CONCEJO ASESINADOS 2 10 5 11 35 6 23 1 1 94 Rubio, con base en noticias de prensa, ofrece unos datos aún más preocupantes: Nota 25. “En las elecciones locales y regionales de hace dos años (1997) como se recuerda, más de medio centenar de candidatos fueron asesinados; 359 renunciaron a su aspiración política al igual que 1.520 listas de concejales; en 26 municipios se aplazaron los comicios y en dos decenas de localidades se eligieron alcaldes con votaciones ínfimas, de entre uno y veinte votos.” Alcaldes Hostigados, El País, Cali, domingo 3 de octubre de 1999, página 7 A. 35 Fuente: Cuadro B.1.1, anexo. Gráfica B.1.1.2. ASESINATO DE CANDIDATOS Y DIRIGENTES POLITICOS. PERIODO 1986 A MAYO 2003 337 350 300 250 229 203 200 158 150 100 97 50 0 De acuerdo con Rangel (1998), las elecciones de 1997 son un buen un ejemplo de la estrategia guerrillera con relación al poder local. En estas elecciones se presentó uno de los momentos de mayor violencia política de los últimos tiempos. El promedio de alcaldes asesinados pasó de uno cada tres meses a dos mensualmente y en el 25% de los municipios el proceso electoral fue distorsionado por la presencia guerrillera o paramilitar. Esta situación es resultado de la intensa confrontación entre guerrilla y paramilitares, por una parte, y de la debilidad del Estado para mejorar las condiciones de seguridad y justicia en los municipios. El resultado es un incremento sustancial en las violaciones de los derechos humanos y, específicamente, el aumento de alcaldes, concejales y candidatos, amenazados y muertos. Igualmente, el proceso electoral de 1997 evidenció la inmensa debilidad del Estado para garantizar las condiciones de seguridad requeridas para realizar procesos electorales transparentes y libres12. Hay que recordar que el 95% de los corregimientos del país y el 10% de las cabeceras municipales no tienen presencia de la policía. 12 Según Bonilla (2000), entre 1995 y 1997 la guerrilla asesinó 20 alcaldes, secuestró 32 y tenía seriamente amenazados a 56 más. Los grupos armados obstaculizaron las elecciones de 1997 en muchos municipios del país mediante presiones, asesinatos, amenazas y secuestros, incluyendo funcionarios de la organización 36 El propósito general de la táctica política electoral de la guerrilla es socavar la legitimidad de las elecciones locales y regionales; esta táctica incluyó diferentes acciones. En algunos municipios, donde tienen mayor control, impidieron las elecciones evitando la inscripción de candidatos; en otros municipios, donde están consolidados pero su control es menor, la guerrilla obstaculizó el proselitismo electoral de los candidatos de los partidos tradicionales; finalmente, en regiones donde su influencia es menor, realizó presiones sobre los candidatos para imponerles a la fuerza acuerdos para coadministrar y controlar los gobiernos municipales. Esta situación es destacada también por otros analistas. Rubio, por ejemplo, plantea lo siguiente: “Cada vez es más claro que los actores del conflicto interfieren en la configuración de la política local: de manera activa cuando presentan candidatos propios y obligan a la renuncia de los demás contendientes, y pasiva cuando permiten que las elecciones se lleven a cabo pero ejercen presión armada durante el mandato del funcionario electo. Incluso, se ha llegado a plantear que se ejerce presión sobre las Asambleas Departamentales para elevar determinadas poblaciones a la categoría de municipios y de esta forma absorber los recursos que la Nación les transfiere.” (página 6). “Las distintas declaraciones están respaldadas por alguna evidencia sobre las amenazas a los procesos electorales locales. Las acciones pasivas más recurrentes son el secuestro, asesinato y las amenazas a los aspirante a cargos de elección popular y funcionarios electos. Esta situación parece tan usual que el gobierno nacional decidió permitir el gobierno desde el exilio a los alcaldes amenazados. La interferencia activa se presenta cuando los candidatos a la subversión resultan elegidos democráticamente.” Y Bonilla (2000) afirma: “Según información de prensa y denuncias que organizaciones no gubernamentales han recopilado, en la campaña electoral de 1997 para elegir mandatarios municipales y elegir cuerpos colegiados, 110 candidatos fueron asesinados y, después de la elección, cada 30 días un alcalde murió asesinado. El hostigamiento y las amenazas de guerrillas y paramilitares contra el proceso electoral de ese año se expresó en la suspensión de las elecciones en varios municipios, en la destrucción por parte de las FARC y el ELN del material electoral y en amenazas a los ciudadanos que pretendieran votar. De igual manera, se conocieron los casos del secuestro de 244 personas, de varios delegados de la Registraduría del Estado Civil y de observadores internacionales de la Organización de Estados Americanos.” “De todos los candidatos y dirigentes políticos amenazados por los diferentes actores armados con el objetivo de que se marginaran de participar en la contienda electoral, 110 fueron asesinados y 359 candidatos a Alcaldías se vieron obligados a retirarse, en una situación que dejó 22 municipios sin aspirantes, y electoral e incluso de la OEA. En total 110 candidatos fueron asesinados y después de las elecciones cada 30 días ha muerto un alcalde. Adicionalmente, 359 candidatos a Alcaldías se vieron obligados a retirarse, en una situación que dejó 22 municipios sin aspirantes, y provocó la renuncia de 1.520 listas a los concejos municipales, aproximadamente 6.000 candidatos. Esta situación condujo a que más de 20 municipios eligieran sus mandatarios con menos de 20 votos en cada una de sus poblaciones. 37 provocó la renuncia de 1.520 listas a los Concejos municipales, aproximadamente 6.000 candidatos. Esta situación condujo a que más de 20 municipios eligieran sus mandatarios con menos de 20 votos en cada una de sus poblaciones. Para los analistas el anterior panorama parece mostrar un balance de fuerzas por el control, político territorial entre las distintas partes del conflicto armado. Tanto las FARC y el ELN como las autodefensas y paramilitares, intentan justificar sus acciones contra los mandatarios locales con argumentos relacionados con la corrupción administrativa, el clientelismo, el pago de favores a la plutocracia regional y nacional, o el de mantener o haber establecido vínculos o pertenecer a la organización armada contraria –guerrillas o paramilitares según sea del caso- y / o apoyar al Ejercito Nacional y la Policía.”13 En un aparente cambio de táctica los grupos armados irregulares en las elecciones municipales y departamentales de octubre de 2000 no se opusieron a su realización, pero “exigieron” a los candidatos presentar sus plataformas políticas y programas de gobierno para el “estudio” y “evaluación” respectiva, en un claro propósito de obligarlos a obtener un visto bueno de los mismos. No obstante el CIDEC registró, entre enero de 1998 enero de 2000 el asesinato de 22 alcaldes municipales. 3. Ataques a poblaciones Entre 1993 y mayo de 2003 se presentaron 497 incursiones armadas contra grupos poblacionales y 309 ataques urbanos para un total de 806 acciones contra poblaciones, que afectaron a 284 municipios el 26% del total del país. En promedio cada año se realizan 49 incursiones contra grupos poblacionales y cerca de 30 tomas y ataques urbanos. Esto significa que cada mes ocurren casi 7 acciones armadas contra poblaciones o, visto de otra forma, cada 5 días, en promedio, ocurre un ataque a poblaciones. 13 Centro de Información sobre el Desarrollo de la Democracia en Colombia –CIDEC-, “LA DEMOCRACIA EN PELIGRO”, http://www.cidec.org. 38 Gráfica C.1.1.1. NUMERO DE ASALTOS Y TOMAS POBLACIONALES EN EL PERIODO 1993 A MAYO 2003 90 80 No. ACCIONES 70 60 50 40 30 20 10 0 93 94 95 96 97 98 ASALTOS E INCURSIONES A GRUPOS POBLACIONALES 99 00 01 02 TOMAS Y ATAQUES URBANOS Los ataques a poblaciones están relacionados con la presencia y la capacidad de la policía para controlar el orden público. En total 162 municipios no tenían en diciembre de 2002 presencia de la policía, lo cual representa el 15% de los municipios del país. Dentro de las razones para la carencia del servicio de policía se destacan la destrucción de las instalaciones por ataques (55 casos)14 y la inseguridad por afluencia subversiva (25 casos), para un total de 80 municipios donde la acción de la guerrilla ha sido el factor principal. En otros 54 municipios nunca se ha prestado el servicio y en 15 casos se carece de instalaciones o recursos logísticos. 14 MY-03 Sobre la eficacia de la policía afirma Gaitán (1995): “En su interés por abarcar todo el territorio nacional y cumplir una función contrainsurgente, han dilapidado recursos para combatir el crimen de una manera eficiente. El número de policías en los pequeños poblados no es suficiente para desestimular los ataques guerrilleros, lo cual conduce a que su presencia sea en muchos casos inútil. Los policías atacados por grupos guerrilleros, que los superan en número y armas, se defienden con heroísmo; pero ese heroísmo ha demostrado ser estéril, si observamos, como lo haremos, el drástico incremento del número de guerrilleros.” (página 342). 39 NUMERO DE MUNICIPIOS SIN PRESENCIA DE POLICIA Y MOTIVOS MOTIVO NUMERO DE MUNICIPIOS Nunca ha tenido servicio de la policía 55 Faltan instalaciones o recursos logísticos 15 Acción subversiva (destrucción total 54 instalaciones por ataque) Inseguridad por afluencia subversiva 25 Disposición DIPON 13 TOTAL 162 Fuente: Cuadro C.2, anexo. GRAFICA C.2.1. PORCENTAJE DE MUNICIPIOS SIN PRESENCIA DE POLICIAS EN CADA DEPARTAMENTO A 2002 100,0 100,0 90,0 80,0 75,0 70,0 66,7 60,0 53,6 50,0 40,0 34,9 33,3 31,6 30,0 26,8 23,6 23,324,1 23,119,525,0 20,0 12,5 12,5 10,0 4,8 8,0 6,7 4,3 0,0 40 Sobre el ataque y destrucción de poblaciones plantea el Observatorio de Derechos Humanos en Colombia, lo siguiente: “La destrucción de las poblaciones colombianas por parte de los actores del conflicto armado se ha convertido en una práctica de la guerra interna, que acentúa la gravedad del panorama de la violencia al sumarse a los fenómenos de la muerte de civiles fuera de combate y las masacres. Esta modalidad atenta contra la vida e integridad de las personas, civiles y miembros de la fuerza pública, atenta contra las instituciones locales y nacionales, destruye el tejido social de las comunidades y genera desplazamientos, además de los perjuicios económicos causados a los pobladores y al Estado. Muchas incursiones a las poblaciones han tenido como objetivo militar central el ataque a la fuerza de policía que resguarda a la población, con la utilización de armas de alcance indiscriminado. En estar incursiones a las poblaciones se comenten varios tipos de infracciones del Derecho Internacional Humanitario: atentados contra la vida y la integridad de las personas, actos de terrorismo, actos de barbarie, pillaje, toma de rehenes, uso de artefactos prohibidos como los cilindros de gas, ataques indiscriminados a bienes y personas, etc. Las incursiones a las poblaciones colombianas como métodos de guerra se han venido haciendo recurrentes en los últimos dos años por parte de todos los actores armados: las FARC, el ELN, el EPL, y las Autodefensas, como lo muestran los mapas y listados. De acuerdo con la información de las Fuerzas Militares, entre enero de 1999 y julio de 2000 fueron objeto de ataques 147 poblaciones, es decir, cerca del 10% de los municipios del país. Las FARC han cometido la gran mayoría de ataques a las poblaciones (el 71%), particularmente debido a la intensificación de sus ataques en el primer semestre de este año. Las Autodefensas son autoras del 11% de estos ataques armados.” (Observatorio, 2000, página 4). 41 4. Ataques contra la infraestructura municipal La policía nacional registra en el período 1993 a 2002 un total de 638 ataques a instalaciones e infraestructura municipal, que afectaron a 279 municipios que representan el 26% de municipios del país. AÑO NUMERO DE ATAQUES 1993 51 1994 49 1995 36 1996 32 1997 63 1998 82 1999 76 2000 102 2001 76 2002 71 Total 638 Fuente: Cuadro D.1, anexo. GRAFICA D.1.1. PORCENTAJE DE MUNICIPIOS POR DEPARTAMENTO AFECTADOS POR ATAQUE A INSTALACIONES E INFRAESTRUCTURA, EN EL PERIODO 1993 A 2002 120,0 100,0 100,0 75,0 80,0 68,8 60,0 47,4 51,2 42,5 41,4 40,0 31,2 28,4 13,3 13,0 14,8 20,0 0,0 4,3 30,2 26,7 25,0 18,9 16,0 14,3 10,0 3,6 0,0 46,2 44,7 33,3 33,3 26,2 14,3 10,3 12,5 0,0 0,0 5. Obstáculos a la gestión municipal – el clientelismo armado De acuerdo con varios autores, los actores armados han desarrollado una especie de “clientelismo armado”, que consiste en la apropiación privada de bienes y servicios públicos mediante la amenaza de las armas. Este clientelismo, similar a las prácticas políticas tradicionales en el país, se expresa en la apropiación de recursos municipales, en la incidencia en la asignación de los recursos de inversión, la contratación y el nombramiento de funcionarios; todo esto se ve complementado por la extracción de 42 comisiones a los contratistas seleccionados. Debido a la naturaleza de estos actos, resulta difícil disponer de estadísticas y datos confiables por lo cual es preciso recurrir a testimonios sobre dichas situaciones. Dentro de la bibliografía revisada hasta el momento, solamente identificamos dos trabajos cuyo título se refiere a la relación entre el conflicto y las finanzas públicas municipales en Colombia (Rubio, 2002 y Ospina 2003); sin embargo, el primero de estos estudios no presenta un análisis del efecto de la violencia en las finanzas locales, aunque incluye alguna información testimonial que transcribimos a continuación. “La autonomía fiscal de los municipios los hace atractivos para la subversión como potencial fuente de financiamiento. La descentralización administrativa, en combinación con la clara fragilidad en materia de justicia y orden público, permite que los grupos armados ilegales se lucren de los ingresos municipales, mediante el denominado clientelismo armado, que “no es otra cosa que la apropiación privada de bienes públicos a través de la amenaza de las armas.”” (página 4). “Es copiosa la evidencia testimonial sobre los grupos armados apropiándose de los recursos públicos. En varias oportunidades los mismos funcionarios del gobierno han hecho declaraciones públicas al respecto. La falta de información sistemática ha sido el principal obstáculo para cuantificar exactamente el valor de los recursos públicos que tales organizaciones se han apropiado en los últimos años.” (página4). Nota 14 (página 4). “Por ejemplo, el informe acerca del desarrollo de la justicia regional, que el Ministerio de Justicia presentó al Congreso en 1995, señala que las FARC “obtienen cerca de “295 mil millones al año, […] siendo una gran proporción de ésta, más del 50% obtenida a través de vínculos con el narcotráfico, y el resto, de actividades como la extorsión, el secuestro, la obtención de dineros oficiales desviados con amenazas y amedrentamientos a funcionarios públicos, etc.”, República de Colombia, Ministerio de Justicia y Derecho (1995), pp.19-20. Así mismo, en declaraciones recientes, el Ministro de Minas y Energía, “denunció que parte de las regalías que recibe el departamento de Arauca por la explotación de Caño Limón están sirviendo para financiar a la guerrilla.” “Regalías se van para la guerrilla”, El Tiempo, miércoles 29 de agosto de 2001, pp. 1-11. Nota 15, (página 4). En buena parte de los casos las declaraciones de ex – guerrilleros constituyen la base de dicha estimación. A partir de los datos recopilados por La Rotta (1996), por ejemplo, se podría estimar que la contribución de los dineros oficiales a los ingresos de la guerrilla se sitúa –dependiendo de la fuente de información que se utilice, oficial, gremial o los cálculos del autor- entre el 3.5% y el 9.7%. Parecería que la mayor participación –tanto en sus ingresos como en el total que se desvía- es la del ELN, algo que concuerda con la impresión de varios analistas. El mismo autor cita una serie de documentos y declaraciones hechas por un guerrillero reinsertado sobre posibles mecanismos para estos desvíos: “[…] en el Departamento de Nariño participé directamente en convenios con 10 alcaldías e indirectamente con otras 5 para definir los apoyos económicos, logísticos, políticos, militares, etc. (sic) que los burgomaestres harían al 29 F.F.(frente FARC) y los beneficios que recibirían a cambio. Puedo suministrar la lista y los términos de los convenios…Las distintas modalidades de aporte que van desde 43 contratos civiles de obra, de asesorías, dinero en efectivo, alimentos, intendencia, material bélico, etc…. Los pactos con senadores y representantes a la Cámar como (…) y (…) para que pudieran hacer campaña en las montañas de Nariño, a cambio de concesiones económicas y políticas… Según mis cálculos en los próximos 3 años el 29 F.F. tendrá ingresos por pactos políticos aproximados de 2.000 millones de pesos contratados de 40 alcaldías del Departamento de Nariño.” La Rotta (1996), pp. 190-191. En nota aparte el autor agrega que los puntos suspensivos, entre paréntesis, se usaron para proteger las identidades de las personas y organizaciones mencionadas en el documento. El trabajo describe varias de las modalidades que utilizan las FARC para desviar dineros oficiales: negociaciones directas con la alcaldía del municipio; transacciones que se hacen en efectivo o en especie o concesiones de servicios. Los guerrilleros presionarían a las autoridades municipales, para ganarse licitaciones oficiales, u obtener un porcentaje del total de los recursos destinados para la obra. Así, se estaría ejerciendo un efecto negativo sobre la eficiencia en la asignación de los recursos municipales: “[…] los efectos en términos de la eficiencia y de la transparencia en el gasto público en los municipios influidos por la guerrilla no parecen ser los mejores (…). De esta manera, la guerrilla misma se ha convertido en factor de corrupción y de ineficiencia de las administraciones locales que drena los recursos públicos hacia su utilización y aprovechamiento propios.” (Rangel (1997), pp. 57. En carta dirigida al Consejero para la Paz otro miembro de la guerrilla menciona algunas de las fuentes de los recursos drenados por la guerrilla: “(…) empresas particulares, entidades estatales (PNR, FOSES, PLAN PACIFICO, FINANCIACIONES NACIONES E INTERNACIONALES, etc.), pero los más importantes provienen (sic) de las distintas alcaldías municipales de este Departamento”. La Rotta (1996), pp. 348-350. Nota 16. “Una encuesta realizada por El Tiempo a una muestra aleatoria de 100 alcaldes del país, reveló que el 12% acepta haber sido contactado por la guerrilla. De estos, el 25% dijo que la guerrilla presionó decisiones administrativas y el 17% denunció el interés por los recursos del municipio, “Paz: 500 diálogos clandestinos”, El Tiempo, domingo 11 de noviembre de 2001, p0.1-6. Una encuesta similar, realizada en 1993 a 220 alcaldes, arrojó un resultado similar: (…) 13% de los gobernantes de los municipios colombianos están sujetos a presiones, amenazas, chantajes u otras formas de intimidación por parte de las organizaciones armadas ilegales…Proyectando los datos de la encuesta se tendría que alrededor de 130 alcaldes no pueden gobernar sin “rendirle cuentas” a los actores organizados de la violencia del país”. El país de los alcaldes, El Tiempo, 16 de enero de 1994, Tomado de Echandía (1996), pp.70. Estos testimonios reflejan claramente la presencia del clientelismo armado, fenómeno sobre el cual es preciso profundizar en su seguimiento y evaluación. Ospina (2003) realizó un estudio sobre las relaciones entre la violencia y las finanzas municipales en los municipios del Departamento de Meta y presenta información muy detallada sobre los instrumentos de financiación de la guerrilla, tanto mediante la aplicación de un sistema tributario paralelo, como mediante la presión sobre las administraciones municipales. El autor presenta las siguientes conclusiones. 44 “La primera conclusión que se puede extraer, es la existencia de importantes efectos indirectos que determinan el comportamiento de los ingresos tributarios en municipios afectados por la violencia. Una medida del tamaño del recaudo de los impuestos y del efecto negativo en la economía local y en los impuestos, se puede ver si se toma como referencia de comparación municipios de tamaño poblacional semejante, pero con índices de violencia menores al promedio nacional. El resultado de esta aproximación muestra un decaimiento de los ingresos tributarios en todos los municipios, independiente del grupo armado que hace presencia en la zona. Por ello puede afirmarse que la violencia afecta de manera definitiva la recaudación de los ingresos tributarios. Esta conclusión es relativa, pues no separa los efectos derivados de una menor gestión fiscal, de los efectos provocados por la violencia. Los municipios con altos indicadores de violencia dependen en gran medida del impuesto predial, mientras que el ICA tiene menor peso, lo que indica una mayor sensibilidad de este último a entornos de violencia. Los estudios de caso ponen en evidencia una gran influencia de las guerrillas y las autodefensas, estás determinan la dirección de los recursos públicos a través de presiones al gasto, decisiones de contratación o de control fiscal paralelo sobre la gestión municipal. Esta hipótesis no se puede probar con el simple estudio de las cifras agregadas e indicadores fiscales tomados del presupuesto ejecutado, pues es en esas cifras no se refleja el detalle necesario del uso discriminado de los ingresos públicos.” CONCLUSIONES El país ha venido enfrentando una estrategia específica de las fuerzas guerrilleras para intimidar y controlar el poder local, como elemento de una estrategia general de guerra que tiene componentes económicos, militares y políticos. Esta estrategia apunta claramente a debilitar la democracia local, a eliminar la presencia del Estado nacional y a crear territorios donde en la práctica la guerrilla es el poder local. La aplicación sistemática de esta estrategia se traduce en múltiples acciones violatorias de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario: obstrucción al proceso electoral mediante diversos instrumentos, incluyendo el asesinato de candidatos; asesinatos, secuestros y amenazas a alcaldes, concejales y funcionarios; desplazamiento de alcaldes que no pueden gobernar dentro de sus territorios; daños a instalaciones municipales; destrucción de cuarteles de policía; obstáculos e interferencias a la gestión municipal, tanto en la recolección de ingresos como en la asignación de recursos, la contratación y el nombramiento de funcionarios. Esta situación se agrava por la respuesta paramilitar que ha adoptado una estrategia similar a la de la guerrilla y ha copiado buena parte de sus tácticas, aplicándolas con una sevicia y crueldad aún mayor. 45 La magnitud de la violencia causada por los grupos guerrilleros y paramilitares se sintetiza, con la información disponible hasta el momento, en la siguiente tabla. La lectura de las cifras allí presentadas muestra con claridad la magnitud de la problemática que enfrentan los alcaldes, concejales y administraciones locales. La solución de los problemas examinados demanda, necesariamente, una estrategia integral del Estado, asunto que se abordará en próximo documento. Por el momento, citamos a continuación a Rangel quien destaca el papel estratégico del ámbito municipal: “Finalmente, de la misma forma como la guerrilla ha hecho del ámbito municipal un escenario definitivo para desarrollar con éxito sus estrategias, el Estado debe ubicar el espacio municipal como imprescindible para estructurar y desarrollar una estrategia de confrontación y contención a la guerrilla en lo político, en lo económico y en lo militar. De esta circunstancia dependerá que el Estado y la sociedad puedan cambiarle a la guerrilla la percepción que ella tiene actualmente del conflicto y que, por ser tan favorable a sus propósitos de acumulación de fuerzas, le impide objetivamente decidirse en este momento por la solución política del conflicto armado. El papel definitivo del municipio en la consecución de la paz se hace más notorio si pensamos que es muy probable que sólo cuando el Estado logre contener la expansión de la guerrilla y empiece a recuperar su soberanía en el ámbito municipal, tal vez la guerrilla se convenza de que su acumulación de fuerzas ha encontrado el límite y en ese instante considere que el momento del diálogo útil que conduzca a la reconciliación nacional, ha llegado.” (página 61). INDICADORES DE VIOLENCIA SOBRE LOS GOBIERNOS MUNICIPALES ASPECTO Alcaldes asesinados DATOS 157 alcaldes asesinados entre 1986 y 2002 9 alcaldes asesinados por año 1 alcalde es asesinado cada 40 días 19 alcaldes fueron asesinados en el año 2000 Alcaldes amenazados 554 alcaldes amenazados en 2002 51% de los alcaldes amenazados 131 alcaldes despacharon desde la capital en 2002 22 alcaldes fueron obligados a renunciar 7 departamentos tienen todos sus alcaldes amenazados 253 alcaldes secuestrados entre 1993 y 2003 23 alcaldes son secuestrados cada año cada 15 días un alcalde es secuestrado 420 concejales asesinados entre 1986 y mayo de 2003 23 concejales asesinados por año 424 concejales secuestrados entre 1993 y junio de 2003 38 concejales secuestrados por año 529 funcionarios asesinados entre 1986 y mayo de 2003 Alcaldes secuestrados Concejales Funcionarios municipales 46 Exalcaldes asesinados y Entre 1995 y 2003 64 ex -alcaldes fueron asesinados y 139 secuestrados secuestrados. Candidatos asesinados Entre 1986 y 2003, 108 candidatos a la alcaldía fueron asesinados y 94 candidatos a Concejo Municipal Ataques a poblaciones Entre 1993 y 2002 se realizaron 497 incursiones armadas contra poblaciones. 309 ataques urbanos 806 acciones violentas contra poblaciones 49 incursiones contra poblaciones por año 30 tomas y ataques urbanos por año 7 acciones violentas por mes cada 5 días ocurre un ataque a poblaciones 284 municipios afectados 26% municipios afectados Municipios sin presencia 162 municipios no tienen servicio de policía de la policía 54 de estos 162 no tienen porque las instalaciones fueron destruidas 25 de estos no tienen por la amenaza guerrillera Ataques a infraestructura e 638 ataques a instalaciones e infraestructura municipal entre instalaciones municipales 1993 y 2002. 53 ataques por año en promedio 279 municipios afectados 26% de municipios del país afectados 47 BIBLIOGRAFIA CITADA BONILLA, Guido (2000), Los contextos sociopolíticos de la descentralización política, documento de investigación. CASTRO, Jaime, Respuesta democrática al desafío guerrillero, Editorial Oveja Negra, 1987. CUBIDES, Fernando; Ana Cecilia Olaya y Carlos ORTIZ (1998), La violencia y el municipio colombiano 1980 – 1997, Centro de Estudios Sociales – CES-, Facultad de Ciencias Humanas, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, 316 Pág. GAITÁN Pavia, Pilar, (1988), “Primera elección popular de alcaldes: expectativas y frustraciones”, en: Revista Análisis Político, No. 4, Bogotá. GAITÁN Pavia, Pilar y MORENO Ospina, Carlos, (1992), Poder Local. Realidad y Utopía de la Descentralización en Colombia, IEPRI – Tercer Mundo Editores, Bogotá GALÁN, Luis Carlos, (1990), Los municipios: dueños de su destino, PROCOMUN, Bogotá. OBSERVATORIO de los Derechos Humanos en Colombia (2000), Boletín No 10, Agosto- Septiembre. OSPINA Cruz, José Abelino, Análisis preliminar de los efectos fiscales de hechos de violencia, Informe preliminar, 2003. RANGEL Suárez, Alfredo, Colombia: guerra en el fin de siglo, Tercer Mundo Editores en coedición con la Universidad de los Andes, 1998 RUBIO, Mauricio, (2002), Conflicto y finanzas públicas municipales en Colombia, CEDE, Universidad de los Andes, noviembre, Bogotá, 50 pág. VICEPRESIDENCIA de la República, Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH, Colombia, conflicto armado, regiones y derechos humanos y DIH, 1998-2002, Bogotá, julio de 2002. 48 ANEXO1 CUADROS Y GRAFICOS SOBRE VIOLENCIA Y DEMOCRACIA LOCAL FEDERACION COLOMBIANA DE MUNICIPIOS. DERECHOS HUMANOS, RELACIONES ENTRE VIOLENCIA POLITICA Y CONFLICTO ARMADO QUE INVOLUCRAN AUTORIDADES MUNICIPALES CUADRO A.1.1. ASESINATO DE ALCALDES, SEGÚN DEPARTAMENTOS PARA EL PERIODO 1986 - MAYO 2003 DEPARTAMENTO 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 ANTIOQUIA 1993 1994 1995 1996 1997 1 3 1 3 3 ARAUCA 1998 1999 2000 1 5 1 1 1 ATLÁNTICO 2002 MAYO TOTAL 2003 GENERAL 18 1 4 1 1 1 BOLÍVAR 1 BOYACÁ 2 CASANARE 1 1 1 2 1 1 1 2 7 1 8 3 2 1 CESAR 1 CHOCÓ 2 2 1 CAUCA CUNDINAMARCA 3 1 1 CAQUETÁ 1 2 3 1 1 1 GUAVIARE 3 6 3 1 2 1 8 1 1 1 HUILA 1 MAGDALENA 1 META 1 NARIÑO 1 NORTE DE SANTANDER 1 1 PUTUMAYO 1 1 1 1 1 1 1 1 TOLIMA 6 4 11 10 11 8 1 1 1 3 1 7 1 1 6 12 6 3 10 2 2 1 4 1 1 5 1 1 5 12 5 162 1 2 VALLE DEL CAUCA 5 2 1 1 5 5 1 1 1 SUCRE 3 1 3 1 SANTANDER TOTAL GENERAL 2001 3 1 10 11 11 19 9 Fuente: Este cuadro se elabora a partir de la base de datos (BD1-A1-ALCALDES.xls). Para los años 1986 a 1992 se toman datos de la Sala de estrategia Nacional y no se tiene la información desagregada por departamento. La serie 1993 a mayo 2003 se elabora a partir de información recolectada por el Observatorio de DDHH y DIH. Presidencia de la República y complementada con los datos que registra la DIJIN-CIC y el FCM. 50 Gráfica A.1.1. 1. ALCALDES ASESINADOS EN EL PERIODO 1986- MAYO 2003 20 18 16 14 12 10 8 6 4 2 MAYO 2003 2002 2001 2000 1999 1998 1997 1996 1995 1994 1993 1992 1991 1990 1989 1988 1987 1986 0 51 FEDERACION COLOMBIANA DE MUNICIPIOS. DERECHOS HUMANOS, RELACIONES ENTRE VIOLENCIA POLITICA Y CONFLICTO ARMADO QUE INVOLUCRAN AUTORIDADES MUNICIPALES CUADRO A.1.1.2. PORCENTAJE DE MUNICIPIOS CON ALCALDES ASESINADOS POR DEPARTAMENTOS PARA EL PERIODO 1993 MAYO 2003 DEPARTAMENTO ANTIOQUIA No. DE MPIOS TOTAL GENERAL % PARTICIPACION 125 18 14,4% ARAUCA 7 4 57,1% ATLÁNTICO 23 1 4,3% BOLÍVAR 45 3 6,7% BOYACÁ 123 7 5,7% CAQUETÁ 16 8 50,0% CASANARE 19 2 10,5% CAUCA 41 3 7,3% CESAR 25 6 24,0% CHOCÓ 28 3 10,7% CUNDINAMARCA 116 8 6,9% 25,0% GUAVIARE 4 1 HUILA 37 3 8,1% MAGDALENA 30 5 16,7% META 29 6 20,7% NARIÑO 63 3 4,8% NORTE DE SANTANDER 40 10 25,0% PUTUMAYO 13 2 15,4% SANTANDER 87 4 4,6% SUCRE 24 5 20,8% 10,6% TOLIMA 47 5 VALLE DEL CAUCA 42 3 7,1% 984 162 16,5% TOTAL GENERAL Fuente: Este cuadro se elabora a partir de la base de datos (BD1-A1-ALCALDES.xls). Se elabora a partir de información recolectada por el Observatorio de DDHH y DIH. Presidencia de la República y complementada con los datos que registra la DIJIN-CIC y el FCM. 52 Gráfica A.1.1.2. PORCENTAJE DE MUNICIPIOS CON ALCALDES ASESINADOS, POR DEPARTAMENTO. 1993-MAYO 2003 60,0% 50,0% % 40,0% 30,0% 20,0% 10,0% 0,0% DEPARTAMENTOS 53 Gráfica A.1.1.3. ALCALDES ASESINADOS POR DEPARTAMENTO EN EL PERIODO 1993- MAYO 2003 20 18 18 16 14 12 10 10 8 7 6 4 2 0 4 3 1 8 8 6 2 3 5 3 3 1 6 3 4 2 5 5 3 54 FEDERACION COLOMBIANA DE MUNICIPIOS. DERECHOS HUMANOS, RELACIONES ENTRE VIOLENCIA POLITICA Y CONFLICTO ARMADO QUE INVOLUCRAN AUTORIDADES MUNICIPALES CUADRO A.1.2. SECUESTRO DE ALCALDES. PERIODO 1993- ABRIL 2003, POR DEPARTAMENTO. DEPARTAMENTO AMAZONAS ANTIOQUIA ARAUCA ATLANTICO BOLIVAR BOYACA CALDAS CAQUETA CASANARE CAUCA CESAR CHOCO CORDOBA CUNDINAMARCA GUAINIA GUAVIARE HUILA LA GUAJIRA MAGDALENA META NARIÑO NORTE SANTANDER PUTUMAYO QUINDIO RISARALDA SAN ANDRES Y PROV SANTANDER SUCRE TOLIMA VALLE DEL CAUCA VAUPES VICHADA 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2 5 2 1 1 22 14 3 6 1 10 2 3 1 1 1 1 5 1 6 1 1 3 3 2 1 1 2 2 1 1 1 5 1 2 ABRIL 2003 66 6 1 7 10 1 2 3 6 3 2 2 3 1 1 1 1 15 4 18 7 4 1 1 2 13 3 1 2 5 1 1 1 1 1 1 7 1 1 1 2 10 6 1 3 1 1 2 1 2 6 2 2 1 1 2 1 2 4 5 2 2 TOTAL 1 2 1 1 2 4 2 3 1 1 1 1 1 1 5 2 3 8 29 13 4 17 4 12 4 1 TOTAL Año 4 18 5 11 59 61 19 36 19 17 4 253 Fuente: Cuadro elaborado a partir de la base de datos BD1-A1-ALCALDES.xls, archivos entregados por el Observatorio de DDHH y DIH - Presidencia de la República que la procesa a partir de boletines diarios del DAS, complementado con la entregada por el Centro de Investigaciones Criminalísticas -DIJIN Policía Nacional y la obtenida mediante el BOLETIN INFORMATIVO DEL SECUESTRO EN COLOMBIA - CENTRO NACIONAL DE DATOS. FONDELIBERTAD NOTA: Para consultar datos específicos por municipio y nombres de alcaldes ver archivo BD1-A1-Alcaldes.xls 55 GRAFICA A.1.2.1. NUMERO DE ALCALDES VICTIMAS DE SECUESTRO PERIODO 1995 - ABRIL 2003 70 60 59 61 50 40 36 30 20 19 18 19 17 11 10 5 4 4 0 1993 1994 1995 1996 1997 1998 AÑOS 1999 2000 2001 2002 ABRIL 2003 56 FEDERACION COLOMBIANA DE MUNICIPIOS. DERECHOS HUMANOS, RELACIONES ENTRE VIOLENCIA POLITICA Y CONFLICTO ARMADO QUE INVOLUCRAN AUTORIDADES MUNICIPALES CUADRO A.1.2.2. PORCENTAJE DE MUNICIPIOS CON ALCALDES SECUESTRADOS, POR DEPARTAMENTO. PERIODO 1993- ABRIL 2003 DEPARTAMENTO AMAZONAS ANTIOQUIA ARAUCA ATLANTICO BOLIVAR BOYACA CALDAS CAQUETA CASANARE CAUCA CESAR CHOCO CORDOBA CUNDINAMARCA GUAINIA GUAVIARE HUILA LA GUAJIRA MAGDALENA META NARIÑO NORTE SANTANDER PUTUMAYO QUINDIO RISARALDA SAN ANDRES Y PROV SANTANDER SUCRE TOLIMA VALLE DEL CAUCA VAUPES VICHADA TOTAL AÑO No. DE MPIOS 2 125 7 23 45 123 27 16 19 41 25 28 28 116 1 4 37 15 30 29 63 40 13 12 14 2 87 24 47 42 3 4 TOTAL GENERAL 1 % PARTICIPACION 0,0% 52,8% 85,7% 4,3% 15,6% 8,1% 0,0% 93,8% 21,1% 43,9% 28,0% 14,3% 0,0% 11,2% 0,0% 0,0% 13,5% 13,3% 10,0% 27,6% 46,0% 32,5% 30,8% 0,0% 0,0% 0,0% 19,5% 16,7% 25,5% 9,5% 0,0% 25,0% 1092 253 23,2% 66 6 1 7 10 15 4 18 7 4 13 5 2 3 8 29 13 4 17 4 12 4 Fuente: Este cuadro se elabora a partir de la base de datos (BD1-A1-ALCALDES.xls). Se elabora a partir de información recolectada por el Observatorio de DDHH y DIH. Presidencia de la República y complementada con los datos que registra la DIJIN-CIC y el FCM. 57 Gráfica A.1.2.2. PORCENTAJE DE MUNICIPIOS CON ALCALDES SECUESTRADOS, POR DEPARTAMENTO. PERIODO 1993-ABRIL 2003 100,0% 90,0% 80,0% 70,0% 60,0% 50,0% 40,0% 30,0% 20,0% 10,0% 0,0% 58 Gráfica A.1.2.3. SECUESTRO DE ALCALDES POR DEPARTAMENTO. PERIODO 1993ABRIL 2003 70 60 50 40 30 20 10 0 59 FEDERACION COLOMBIANA DE MUNICIPIOS. DERECHOS HUMANOS, RELACIONES ENTRE VIOLENCIA POLITICA Y CONFLICTO ARMADO QUE INVOLUCRAN AUTORIDADES MUNICIPALES CUADRO A.1.3. ALCALDES AMENAZADOS, OBLIGADOS A DESPACHAR DESDE OTRO SITIO DEBIDO A PRESION DE MOVIMIENTOS INSURGENTES. PERIODO 2000 - MAYO 2003 DEPARTAMENTO AMAZONAS ANTIOQUIA ARAUCA ATLANTICO BOLIVAR BOYACA CALDAS CAQUETA CASANARE CAUCA CESAR CHOCO CORDOBA CUNDINAMARCA GUAINIA GUAVIARE HUILA LA GUAJIRA MAGDALENA META NARIÑO NORTE SANTANDER PUTUMAYO QUINDIO RISARALDA SAN ANDRES SANTANDER SUCRE TOLIMA VALLE DEL CAUCA VAUPES VICHADA TOTAL NUMERO TOTAL DE MUNICIPIOS POR DEPARTAMENTO (a) 2 125 7 23 45 123 27 16 19 41 25 28 28 116 1 4 37 15 30 29 63 40 13 12 14 2 87 24 47 42 3 4 1092 NUMERO DE ALCALDES AMENAZADOS -(b) ALCALDES QUE POR AMENAZAS ESTAN OBLIGADOS A DESPACHAR DESDE LA CAPITAL DE DEPARTAMENTO. (d) % (c) Nov-02 May-03 Nov-02 May-03 1 38 7 50,0 30,4 100,0 0,0 87 3 7 12 2 2 0 S.D. 5 0 S.D. 23 0 14 S.D. S.D. 8 S.D. S.D. S.D. S.D. 4 18 S.D. S.D. 20 40 14 S.D. S.D. S.D. 0 S.D. 5 27 S.D. S.D. S.D. 554 178 29 36 10 16 19 32 9 3 44 3 37 15 3 20 61 40 8 8 2 64,4 29,3 37,0 100,0 100,0 78,0 36,0 10,7 2000 2001 2002 2 18 5 3 6 5 2 6 14 15 2 3 1 2 14 4 71,4 18,7 0,0 87,5 2 1 32,0 1 4 37,9 75,0 100,0 100,0 10,0 69,0 96,8 100,0 61,5 66,7 14,3 100,0 12,5 14,9 28,6 66,7 50,0 50,7 100,0 48,6 1 1 69,0 63,5 35,0 1 1 3 3 1 7 4 12 4 2 May-03 20 14 2 3 2 10 4 6 3 6 11 4 2 3 1 11 4 2 5 9 2 4 2 5 12 107 1 8 20,8 57,4 1 1 7 1 3 16,3 16 131 107 36 6 Fuente: La información para el año 2003 tanto de alcaldes amenazados como despachando desde otros municipios se elabora a partir de comunicaciones enviadas por las gobernaciones a la FCM. Para el 2002 se obtiene por la Dirección de Orden Público del Ministerio del Interior y la Federación Colombiana de Municipios en las Secretarías de Gobierno departamentales. Se tiene en papel para el año 2002, municipio por municipio con nombre de alcaldes amenazados. 60 FEDERACION COLOMBIANA DE MUNICIPIOS. DERECHOS HUMANOS, RELACIONES ENTRE VIOLENCIA POLITICA Y CONFLICTO ARMADO QUE INVOLUCRAN AUTORIDADES MUNICIPALES CUADRO A.1.4. EXALCALDES SECUESTRADOS Y ASESINADOS. PERIODO 1995 A DE JUNIO DE 2003 EXALCALDES ASESINADOS DEPARTAMENTO AMAZONAS ANTIOQUIA ARAUCA ATLANTICO BOLIVAR BOYACA CALDAS CAQUETA CASANARE CAUCA CESAR CHOCO CORDOBA CUNDINAMARCA GUAINIA GUAVIARE HUILA LA GUAJIRA MAGDALENA META NARIÑO NORTE SANTANDER PUTUMAYO QUINDIO RISARALDA SAN ANDRES Y PROV SANTANDER SUCRE TOLIMA VALLE DEL CAUCA VAUPES VICHADA TOTAL 1995 1996 3 1997 1998 1999 2 4 1 2000 2001 EXALCALDES SECUESTRADOS 2002 3 1 1 1 1 1 1 1 1 1 2 1 1 2 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 2 1 1 2 2 2 1 1 1 1 1 1 2 1 JUNIO TOTAL 2003 0 13 1 0 2 2 2 2 3 1 3 0 1 2 0 0 2 1 1 2 3 2 1 1 0 2 0 4 6 2 1 6 0 0 1995 1996 1 1 1997 1998 1999 2000 2001 2002 1 2 1 2 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 2 1 2 2 1 2 1 2 3 1 2 2 4 1 1 1 1 1 1 1 1 1 5 1 1 1 1 1 1 1 TOTAL 0 22 1 1 7 4 5 2 3 4 7 0 2 5 0 0 5 3 6 4 7 12 1 0 5 0 11 9 4 8 0 1 11 4 4 15 5 7 10 6 2 64 3 4 6 15 12 20 8 7 139 Fuente: Este cuadro se elabora a partir de la base de datos BD3-A1-HOMICIDIOS-AUTORILOCAL.XLS Y BD-A2-SECUESTROS-AUTORILOCAL.XLS, suministrada por la CICDIJIN Policía Nacional y complementada con la entregada por el Observatorio DDHH y DIH que la procesa a partir de boletines diarios del DAS, para los años 1995 a 1997. Así mismo se tienen en cuenta en los años 2000 y 2001 datos de recortes de prensa que entrega la FCM. 61 FEDERACION COLOMBIANA DE MUNICIPIOS. DERECHOS HUMANOS, RELACIONES ENTRE VIOLENCIA POLITICA Y CONFLICTO ARMADO QUE INVOLUCRAN AUTORIDADES MUNICIPALES CUADRO A.2.1.1. HOMICIDIO DE CONCEJALES. PERIODO 1986 A JUNIO DE 2003 DEPARTAMENTO AMAZONAS ANTIOQUIA ARAUCA ATLANTICO BOLIVAR BOYACA CALDAS CAQUETA CASANARE CAUCA CESAR CHOCO CORDOBA CUNDINAMARCA GUAINIA GUAVIARE HUILA LA GUAJIRA MAGDALENA META NARIÑO NORTE SANTANDER PUTUMAYO QUINDIO RISARALDA SAN ANDRES Y PROV SANTANDER SUCRE TOLIMA VALLE DEL CAUCA VAUPES VICHADA 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 JUNIO TOTAL 2003 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 9 1 9 7 1 14 1 10 4 10 12 1 6 11 4 2 2 1 1 1 1 2 1 1 1 1 2 2 4 2 1 1 1 1 3 1 3 1 1 1 4 1 2 1 3 1 2 1 1 3 3 3 1 1 4 4 8 1 3 1 2 2 1 1 1 1 2 1 4 1 4 1 2 2 1 3 2 2 1 1 2 3 1 2 1 2 1 2 4 1 3 9 1 3 1 2 1 2 1 1 2 1 2 1 1 1 4 4 1 1 1 2 2 1 2 2 1 1 1 1 1 1 1 1 1 2 4 1 2 1 2 4 2 5 3 1 6 3 3 2 1 3 1 1 1 8 8 2 1 1 3 2 1 3 2 2 1 2 2 2 5 1 3 1 2 1 3 3 3 5 2 1 1 1 94 9 2 4 9 9 17 3 12 32 8 11 27 0 2 9 2 21 15 5 25 4 4 15 0 24 16 18 21 0 1 TOTAL 6 4 77 59 58 40 33 30 32 31 44 46 23 34 51 34 73 22 420 Fuente: Este cuadro se elabora a partir de la base de datos BD2-A1-CONCEJALES.XLS. La información la suministra el Observatorio de DDHH y DIH. Presidencia de la República a partir de boletines diarios del DAS y se complementa con base de datos BD3-A1-HOMICIDIOS.XLS de la fuente DIJIN-CIC POLICIA NACIONAL. La información para el período 1986 a 1992 no está desagregada por departamento y su fuente es el archivo F1-A1-DNP-ASESINATOS.xls 62 Gráfica A.2.1.1. HOMICIDIO DE CONCEJALES. PERIODO 1986 A JUNIO 2003 90 80 77 73 70 60 59 58 51 50 40 40 33 30 0 30 32 46 34 31 23 20 10 44 6 4 34 22 63 FEDERACION COLOMBIANA DE MUNICIPIOS. DERECHOS HUMANOS, RELACIONES ENTRE VIOLENCIA POLITICA Y CONFLICTO ARMADO QUE INVOLUCRAN AUTORIDADES MUNICIPALES CUADRO A.2.1.2. PROPORCION DE CONCEJALES ASESINADOS POR MUNICIPIO. PERIODO 1993- ABRIL 2003 DEPARTAMENTO AMAZONAS ANTIOQUIA ARAUCA ATLANTICO BOLIVAR BOYACA CALDAS CAQUETA CASANARE CAUCA CESAR CHOCO CORDOBA CUNDINAMARCA GUAINIA GUAVIARE HUILA LA GUAJIRA MAGDALENA META NARIÑO NORTE SANTANDER PUTUMAYO QUINDIO RISARALDA SAN ANDRES Y PROV SANTANDER SUCRE TOLIMA VALLE DEL CAUCA VAUPES VICHADA TOTAL No. DE MPIOS TOTAL GENERAL 2 125 7 23 45 123 27 16 19 41 25 28 28 116 1 4 37 15 30 29 63 40 13 12 14 2 87 24 47 42 3 4 1 94 9 2 4 9 9 17 3 12 32 8 11 27 0 2 9 2 21 15 5 25 4 4 15 0 24 16 18 21 0 1 PROPORCION DE CONCEJALES ASESINADOS POR DEPARTAMENTO 0,5 0,8 1,3 0,1 0,1 0,1 0,3 1,1 0,2 0,3 1,3 0,3 0,4 0,2 0,0 0,5 0,2 0,1 0,7 0,5 0,1 0,6 0,3 0,3 1,1 0,0 0,3 0,7 0,4 0,5 0,0 0,3 1092 253 0,2 Fuente: Este cuadro se elabora a partir de la base de datos BD2-A1-CONCEJALES.XLS. La información la suministra el Observatorio de DDHH y DIH. Presidencia de la República a partir de boletines diarios del DAS y se complementa con base de datos BD3-A1-HOMICIDIOS.XLS de la fuente DIJIN-CIC POLICIA NACIONAL. 0,0 VICHADA VAUPES VALLE DEL CAUCA TOLIMA SUCRE SANTANDER SAN ANDRES Y PROV RISARALDA QUINDIO PUTUMAYO NORTE SANTANDER NARIÑO META MAGDALENA LA GUAJIRA HUILA GUAVIARE GUAINIA CUNDINAMARCA CORDOBA CHOCO CESAR CAUCA CASANARE CAQUETA CALDAS BOYACA BOLIVAR ATLANTICO ARAUCA ANTIOQUIA AMAZONAS 64 Gráfica A.2.1.2. PROPORCION DE CONCEJALES ASESINADOS POR DEPARTAMENTO. 1993 A JUNIO 2003 1,4 1,2 1,0 0,8 0,6 0,4 0,2 65 Gráfica A.2.1.3. HOMICIDIO DE CONCEJALES POR DEPARTAMENTO. 1993 A JUNIO 2003 100 90 80 70 60 50 40 30 20 10 0 66 FEDERACION COLOMBIANA DE MUNICIPIOS. DERECHOS HUMANOS, RELACIONES ENTRE VIOLENCIA POLITICA Y CONFLICTO ARMADO QUE INVOLUCRAN AUTORIDADES MUNICIPALES CUADRO A.2.2.1. SECUESTRO DE CONCEJALES. PERIODO 1993 A JUNIO DE 2003 DEPARTAMENTO AMAZONAS ANTIOQUIA ARAUCA ATLANTICO BOLIVAR BOYACA CALDAS CAQUETA CASANARE CAUCA CESAR CHOCO CORDOBA CUNDINAMARCA GUAINIA GUAVIARE HUILA LA GUAJIRA MAGDALENA META NARIÑO NORTE SANTANDER PUTUMAYO QUINDIO RISARALDA SAN ANDRES Y PROV SANTANDER SUCRE TOLIMA VALLE DEL CAUCA VAUPES VICHADA SIN ESPECIFICAR TOTAL 1993 1994 4 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 3 4 30 17 4 2 5 1 10 2 1 30 7 1 1 1 2 2 1 1 5 1 26 17 1 7 1 1 2 1 1 2 1 3 4 1 8 9 1 2 3 7 2 4 1 1 2 1 2 1 1 1 1 1 JUNIO 2003 1 1 7 1 2 3 6 2 1 1 5 1 4 1 1 1 29 2 8 3 1 2 3 4 1 2 1 7 1 1 1 1 1 1 1 2 1 2 1 1 2 2 1 1 1 2 2 3 4 12 3 1 4 2 2 7 1 1 2 2 1 1 1 TOTAL 0 70 10 2 45 2 3 25 8 30 44 8 1 20 0 0 4 12 5 12 7 16 1 0 10 0 51 12 6 7 0 0 13 11 18 13 13 172 86 19 27 29 34 2 424 Fuente: Este cuadro se elabora a partir de la base de datos BD2-A1-CONCEJALES.XLS. La información la suministra el Observatorio de DDHH y DIH. Presidencia de la República a partir de boletines diarios del DAS y se complementa con base de datos BD3-A2-SECUESTROS.XLS de la Fuente DIJIN-CIC POLICIA NACIONAL y el Boletín Informativo del Secuestro en Colombia- Centro Nacional de Datos de FONDELIBERTAD. 67 Gráfica A.2.2.1. SECUESTRO DE CONCEJALES. PERIODO 1993 A JUNIO 2003 200 180 172 160 140 120 100 86 80 60 40 20 11 18 13 19 13 27 29 34 2 0 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 JUNIO 2003 68 FEDERACION COLOMBIANA DE MUNICIPIOS. DERECHOS HUMANOS, RELACIONES ENTRE VIOLENCIA POLITICA Y CONFLICTO ARMADO QUE INVOLUCRAN AUTORIDADES MUNICIPALES CUADRO A.2.2.2. PROPORCION DE CONCEJALES SECUESTRADOS POR MUNICIPIO EN CADA DEPARTAMENTO EN EL PERIODO 1993 A JUNIO DE 2003 DEPARTAMENTO AMAZONAS ANTIOQUIA ARAUCA ATLANTICO BOLIVAR BOYACA CALDAS CAQUETA CASANARE CAUCA CESAR CHOCO CORDOBA CUNDINAMARCA GUAINIA GUAVIARE HUILA LA GUAJIRA MAGDALENA META NARIÑO NORTE SANTANDER PUTUMAYO QUINDIO RISARALDA SAN ANDRES Y PROV SANTANDER SUCRE TOLIMA VALLE DEL CAUCA VAUPES VICHADA No. DE MPIOS TOTAL GENERAL 2 125 7 23 45 123 27 16 19 41 25 28 28 116 1 4 37 15 30 29 63 40 13 12 14 2 87 24 47 42 3 4 0 70 10 2 45 2 3 25 8 30 44 8 1 20 0 0 4 12 5 12 7 16 1 0 10 0 51 12 6 7 0 0 1092 424 SIN ESPECIFICAR TOTAL PROPORCION DE CONCEJALES SECUESTRADOS POR CADA DEPTO 0,0 0,6 1,4 0,1 1,0 0,0 0,1 1,6 0,4 0,7 1,8 0,3 0,0 0,2 0,0 0,0 0,1 0,8 0,2 0,4 0,1 0,4 0,1 0,0 0,7 0,0 0,6 0,5 0,1 0,2 0,0 0,0 13 0,4 Fuente: Este cuadro se elabora a partir de la base de datos BD2-A1-CONCEJALES.XLS. La información la suministra el Observatorio de DDHH y DIH. Presidencia de la República a partir de boletines diarios del DAS y se complementa con base de datos BD3-A2-SECUESTROS.XLS de la Fuente DIJIN-CIC POLICIA NACIONAL y el Boletín Informativo del Secuestro en Colombia- Centro Nacional de Datos de FONDELIBERTAD.. 0,0 VICHADA VAUPES VALLE DEL CAUCA TOLIMA SUCRE SANTANDER SAN ANDRES Y PROV RISARALDA QUINDIO PUTUMAYO NORTE SANTANDER NARIÑO META MAGDALENA LA GUAJIRA HUILA GUAVIARE GUAINIA CUNDINAMARCA CORDOBA CHOCO CESAR CAUCA CASANARE CAQUETA CALDAS BOYACA BOLIVAR ATLANTICO ARAUCA ANTIOQUIA AMAZONAS 69 Gráfica A.2.2.2. PROPORCION DE CONCEJALES SECUESTRADOS POR DEPARTAMENTO. PERIODO 1993 A JUNIO 2003 2,0 1,8 1,6 1,4 1,2 1,0 0,8 0,6 0,4 0,2 70 Gráfica A.2.2.3. SECUESTRO DE CONCEJALES POR DEPARTAMENTO. PERIODO 1993 A JUNIO 2003 80 70 60 50 40 30 20 10 0 71 FEDERACION COLOMBIANA DE MUNICIPIOS. DERECHOS HUMANOS, RELACIONES ENTRE VIOLENCIA POLITICA Y CONFLICTO ARMADO QUE INVOLUCRAN AUTORIDADES MUNICIPALES CUADRO A.2.3. EXCONCEJALES SECUESTRADOS Y ASESINADOS. PERIODO 1993 A DE MAYO DE 2003 DEPARTAMENTO EXCONCEJALES ASESINADOS EXCONCEJALES SECUESTRADOS 1993 2 1994 6 1995 3 1 1996 2 1 1997 6 0 1998 6 4 1999 1 1 2000 1 1 2001 2 0 2002 6 5 MAYO 2003 6 0 TOTAL 41 13 Fuente: Este cuadro se elabora a partir de la base de datos BD3-A1-HOMICIDIOS-AUTORILOCAL.XLS Y BD3-A2-SECUESTROS-AUTORIDLOCAL.XLS, suministrada por la CICDIJIN Policía Nacional y complementada con la entregada por el Observatorio DDHH y DIH que la procesa a partir de boletines diarios del DAS, para los años 1995 a 1997. Así mismo se tienen en cuenta los boletines de secuestros emitidos por FONDELIBERTAD 72 FEDERACION COLOMBIANA DE MUNICIPIOS. DERECHOS HUMANOS, RELACIONES ENTRE VIOLENCIA POLITICA Y CONFLICTO ARMADO QUE INVOLUCRAN AUTORIDADES MUNICIPALES CUADRO A.3.1.1. ASESINATO DE OTRAS AUTORIDADES LOCALES, DEPARTAMENTALES Y NACIONALES. PERIODO 1986 A MAYO 2003 ACTIVIDAD VICTIMA 1. OTRAS AUTORIDADES LOCALES 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 16 24 77 93 80 57 6 2 15 14 20 11 22 19 17 25 21 10 529 2 2 2 5 2 2 6 1 22 1.1 PERSONEROS SECRETARIOS Y OTROS 1.2 FUNCIONARIOS 1.3 INSPECTORES DE POLICIA 2. AUTORIDADES DEPARTAMENTALES 1 15 1 23 31 46 57 36 48 32 15 42 3 3 2 7 6 2 10 5 15 4 7 7 13 3 11 5 10 20 3 4 11 8 1 223 284 4 10 5 2 5 6 3 0 1 1 1 3 3 0 1 1 0 2 48 1 1 1 47 0 0 30 21 12 607 2.1 GOBERNADORES 2,2 DIPUTADOS Y CONSEJEROS 4 10 5 2 5 6 3 3. 3 4 1 2 4 0 0 3 3 1 8 63 9 5 17 23 AUTORIDADES NACIONALES 3.1 PARLAMENTARIOS TOTAL MAYO TOTAL 2003 1986 3 4 1 2 4 23 38 83 97 89 1 1 1 3 3 1 8 0 2 0 21 16 25 1 1 0 1 1 1 1 19 19 27 2 30 Fuente: Elaborado a partir de la base de datos (BD4-A1-ASESINATOS.XLS) y (BD3-A1-ASE-SEC.XLS) cuyas fuentes originales son el Archivo base:F1-A1-DNP-ASESINATO-ALC.XLS, emitido por la Sala de Estrategia Nacional y la DIJIN-CIC OPLINAL, respectivamente. Fue completado con el archivo F2-A2-ASESINATOS.XLS entregado por el Observatorio de los Derechos Humanos, y DIH- Presidencia de la República. 73 Gráfica A.3.1.1. ASESINATO DE OTRAS AUTORIDADES LOCALES, DEPARTAMENTALES Y NACIONALES. PERIODO 1986 A MAYO 2003 120 No. VICTIMAS 100 80 60 40 20 0 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 MAYO 2003 74 Gráfica A.3.1.2. NUMERO DE ASESINATOS DE AUTORIDADES LOCALES (DIFERENTE A ALCALDES Y CONCEJALES), DEPARTAMENTALES Y NACIONALES - 1986 A MAYO 2003 284 300 250 223 200 150 100 47 50 30 22 PARLAMENTARIOS DIPUTADOS Y CONSEJEROS GOBERNADORES INSPECTORES DE POLICIA SECRETARIOS Y OTROS FUNCIONARIOS PERSONEROS 1 0 75 FEDERACION COLOMBIANA DE MUNICIPIOS. DERECHOS HUMANOS, RELACIONES ENTRE VIOLENCIA POLITICA Y CONFLICTO ARMADO QUE INVOLUCRAN AUTORIDADES MUNICIPALES CUADRO A.3.2. SECUESTRO DE OTRAS AUTORIDADES LOCALES, DEPARTAMENTALES Y NACIONALES. PERIODO 1994 A MAYO 2003 ACTIVIDAD VICTIMA 1. OTRAS AUTORIDADES LOCALES 1.1 PERSONEROS SECRETARIOS Y OTROS 1.2 FUNCIONARIOS 1.3 INSPECTORES DE POLICIA 1.4 RESGISTRADURIA 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 MAYO 2003 TOTAL 3 5 2 12 13 30 5 29 7 34 19 23 2 14 3 5 1 168 39 2 1 2 1 1 11 7 6 23 2 65 18 4 4 15 21 11 4 12 3 104 25 86 0 2 2. AUTORIDADES DEPARTAMENTALES 2.1 GOBERNADORES 2 1 1 3 3 2 6 1 20 1 2,2 DIPUTADOS Y CONSEJEROS 2 1 1 3 3 2 6 1 19 3. AUTORIDADES NACIONALES 3.1 PARLAMENTARIOS 0 1 1 0 3 3 2 2 1 1 3 3 3 3 3 3 0 16 16 5 7 13 19 35 32 43 27 37 5 223 TOTAL 39 1 38 Fuente: Elaborado a partir de la base de datos (F5-A1-FONDELIB-BoletínEstadísticosSecuestro.XLS) y (BD3-A2-secuestros.XLS) cuya fuentes original es la DIJIN-CIC POLINAL. Fue completado con el archivo BD3-A1-ASE-SEC-AUTORIDLOCAL.XLS entregado por el Observatorio de los Derechos Humanos, y DIH- Presidencia de la República. 76 Gráfica A.3.2.1. AUTORIDADES LOCALES (DIFERENTE A ALCALDES Y CONCEJALES), DEPARTAMENTALES Y NACIONALES VICTIMAS DE SECUESTRO. PERIODO 1994 A MAYO 2003 50 45 No. VICTIMAS 40 35 30 25 20 15 10 5 0 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 MAYO 2003 77 Gráfica A.3.2.2. SECUESTRO DE AUTORIDADES LOCALES, DEPARTAMENTALES Y NACIONALES, POR TIPO DE VICTIMA. PERIODO 1994 A MAYO 2003 120 104 100 86 80 60 40 39 38 25 16 20 No. VICTIMAS PARLAMENTARIOS DIPUTADOS Y CONSEJEROS GOBERNADORES RESGISTRADURIA INSPECTORES DE POLICIA SECRETARIOS Y OTROS FUNCIONARIOS PERSONEROS 1 0 78 FEDERACION COLOMBIANA DE MUNICIPIOS. DERECHOS HUMANOS, RELACIONES ENTRE VIOLENCIA POLITICA Y CONFLICTO ARMADO QUE INVOLUCRAN AUTORIDADES MUNICIPALES CUADRO B.1.1. ASESINATO DE CANDIDATOS Y DIRIGENTES POLITICOS LOCALES, DEPARTAMENTALES Y NACIONALES. PERIODO 1986 A MAYO 2003 1. MAYO TOTAL 2003 ACTIVIDAD VICTIMA 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 CANDIDATOS LOCALES 2 0 19 2 10 0 3 1 34 1 0 65 36 4 41 3 3 5 229 8 1 2 2 1 19 1 3 14 2 2 2 108 23 1 1 1.1 A Alcaldías 1.2 A Concejos 2 10 1.3 Sin especificar 1 5 1 3 1 21 30 11 35 6 4 9 1 4 94 3 27 DIRIGENTES LOCALES 7 3 56 50 17 22 18 12 13 18 5 11 22 6 5 33 36 3 337 2.1 Dirigentes locales 7 3 56 50 17 22 18 12 13 18 5 11 22 6 5 33 36 3 337 2.2 Dirigentes populares 2 30 31 15 24 13 13 14 13 8 15 23 6 11 5 7 12 242 Militantes, activistas y 2.3 similares 2 1 62 38 42 51 21 69 26 81 43 13 3. DIRIGENTES Y CANDIDATOS DEPARTAMENTALES 0 0 6 4 3 10 10 13 9 10 4 9 10 2 0 5 2 0 97 4. DIRIGENTES Y CANDIDATOS NACIONALES 0 1 1 1 3 18 1 42 22 2 14 34 5 1 4 8 1 0 158 5. OTROS 0 0 0 0 203 2. 5.1 Dirigentes sindicales 449 28 19 17 9 11 21 11 6 7 17 10 12 13 22 28 19 17 9 11 21 11 6 7 16 10 10 7 13 185 2 6 9 18 25 63 71 5.2 Periodistas 1 0 5.3 Otros TOTAL 9 4 110 76 50 59 43 89 89 37 30 136 83 42 8 484 Fuente: Elaborado a partir de la base de datos (BD4-A1-ASESINATOS.XLS) cuya fuente original es el Archivo base: F1-A1-DNP-ASESINATO-AL-C.XLS, emitido por la Sala de Estrategia Nacional y complementado con BD3-A1-ASE-SEC-autoridadlocal.xls del Observatorio de los Derechos Humanos, y DIH- Presidencia de la República, a partir de cifras suministradas por la Oficina de Análisis del DAS. 79 Gráfica B.1.1.1. ASESINATO CONTRA CANDIDATOS Y DIRIGENTES POLITICOS LOCALES, DEPARTAMENTALES Y NACIONALES. 1986 A MAYO 2003 160 140 No. VICTIMAS 120 100 80 60 40 20 0 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 MAYO 2003 80 Gráfica B.1.1.2. ASESINATO DE CANDIDATOS Y DIRIGENTES POLITICOS. PERIODO 1986 A MAYO 2003 337 350 300 250 229 203 200 158 150 100 50 0 97 81 FEDERACION COLOMBIANA DE MUNICIPIOS. DERECHOS HUMANOS, RELACIONES ENTRE VIOLENCIA POLITICA Y CONFLICTO ARMADO QUE INVOLUCRAN AUTORIDADES MUNICIPALES CUADRO B.1.2. SECUESTRO DE CANDIDATOS Y DIRIGENTES POLITICOS LOCALES, DEPARTAMENTALES Y NACIONALES. PERIODO 1993 A MAYO 2003 ACTIVIDAD VICTIMA CANDIDATOS LOCALES 1. 1.1 A Alcaldías 1.2 A Concejos 1.3 Sin especificar 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 MAYO 2003 TOTAL 0 14 4 1 9 0 1 1 82 49 27 6 6 2 1 3 0 53 33 11 9 4 4 6 4 1 2 1 167 97 40 30 0 DIRIGENTES 2. LOCALES 2.1 Dirigentes locales 2.2 Dirigentes populares 2 2 2 2 2 1 3 3 Militantes, activistas y 2.3 similares 2 3 3. 1 1 4 0 0 0 0 0 1 1 1 3 1 2 2 2 3 1 3 2 1 1 16 7 1 6 3 19 2 10 14 17 79 0 0 0 0 0 5 0 1 0 6 0 4 0 3 0 0 2 23 4 8 85 30 3 69 22 28 1 DIRIGENTES Y CANDIDATOS DEPARTAMENTALES DIRIGENTES Y CANDIDATOS 4. NACIONALES 5. OTROS 5.1 Dirigentes sindicales 5.2 Periodistas 3 10 10 19 19 0 0 0 0 5.3 Otros TOTAL 275 Fuente: Elaborado a partir del Archivo base: F5-A2-FONDELIB-Boletín Estadístico Secuestro Aspirantes.xls, emitido por FONDELIBERTAD y complementado con el archivo BD3-A1ASE-SEC-autoridadlocal.xls del Observatorio de los Derechos Humanos, y DIH- Presidencia de la República. 82 Gráfica B.1.2.1. SECUESTRO DE CANDIDATOS Y DIRIGENTES POLITICOS. PERIODO 1993 A MAYO 2003 90 80 No. VICTIMAS 70 60 50 40 30 20 10 0 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 MAYO 2003 83 Gráfica B.1.2.2. SECUESTRO DE CANDIDATOS Y DIRIGENTES POLITICOS. PERIODO 1993 A MAYO 2003 180 167 160 140 120 100 79 80 60 40 19 10 20 0 0 CANDIDATOS LOCALES DIRIGENTES LOCALES DIRIGENTES Y CANDIDATOS DIRIGENTES Y CANDIDATOS DEPARTAMENTALES NACIONALES OTROS 84 FEDERACION COLOMBIANA DE MUNICIPIOS. DERECHOS HUMANOS, RELACIONES ENTRE VIOLENCIA POLITICA Y CONFLICTO ARMADO QUE INVOLUCRAN AUTORIDADES MUNICIPALES CUADRO B.2.1 CASOS DE TERRORISMO POR DESTRUCCION O QUEMA MATERIAL ELECTORAL PERIODO 1998 A MARZO 2003 RESUMEN POR DEPARTAMENTO DEPARTAMENTO NUMERO DE CASOS DE DESTRUCCION DE DOCUMENTACION ELECTORAL ANTIOQUIA 25 8 ARAUCA ATLANTICO BOGOTA D.C. BOLIVAR BOYACA CALDAS CAQUETA CASANARE CAUCA CESAR CHOCO CORDOBA CUNDINAMARCA GUAINIA GUAJIRA GUAVIARE HUILA MAGDALENA META N/SANTANDER NARIÑO PUTUMAYO QUINDIO RISARALDA SANTANDER SUCRE TOLIMA VALLE VAUPES 5 9 3 5 8 86 6 2 17 3 1 3 10 3 9 83 43 7 1 55 6 48 13 1 VICHADA 1 TOTAL 461 Fuente: Este cuadro se elabora a partir de la base de datos sobre terrorismo que entrega el CIC-DIJIN. Junio 2003 (F2-A4-PONAL-TERRORISMO98-03.XLS) 85 FEDERACION COLOMBIANA DE MUNICIPIOS. DERECHOS HUMANOS, RELACIONES ENTRE VIOLENCIA POLITICA Y CONFLICTO ARMADO QUE INVOLUCRAN AUTORIDADES MUNICIPALES CUADRO C.1. ASALTOS E INCURSIONES A GRUPOS POBLACIONALES, TOMAS Y ATAQUES URBANOS Y NUMERO DE MUNICIPIOS AFECTADOS POR DEPARTAMENTO. PERIODO 1993 A MAYO 2003 DEPARTAMENTO AMAZONAS ANTIOQUIA ARAUCA ATLANTICO BOLIVAR BOYACA CALDAS CAQUETA CASANARE CAUCA CESAR CHOCO CORDOBA CUNDINAMARCA GUAINIA GUAVIARE HUILA LA GUAJIRA MAGDALENA META NARIÑO NORTE SANTANDER PUTUMAYO QUINDIO RISARALDA SAN ANDRES Y PROV SANTANDER SUCRE TOLIMA VALLE DEL CAUCA VAUPES VICHADA TOTAL NUMERO DE TOTAL ASALTOS E INCURSIONES A GRUPOS POBLACIONALES TOTAL TOMAS Y ATAQUES URBANOS MUNICIPIOS % DE MPIOS ACCIONES AFECTADOS MUNICIPIOS DEL CONTRA CON AFECTADOS DEPTO 93 94 95 96 97 98 99 00 01 02 MY- TOTAL 93 94 95 96 97 98 99 00 01 02 MY- TOTAL POBLACIONES ASALTOS Y 03 03 TOMAS 2 125 7 23 45 123 27 16 19 41 25 28 28 116 1 4 37 15 30 29 63 4 1 5 2 3 15 12 1 6 1 1 2 1 6 2 1 5 1 6 2 4 2 1 1 2 1 2 5 9 5 2 1 1 4 9 3 1 6 1 1 2 4 7 1 1 1 2 7 3 7 9 5 1 2 1 5 2 1 1 1 3 5 1 2 3 2 2 1 2 2 2 3 2 2 1 2 4 3 2 13 4 1 3 5 3 1 3 4 14 10 3 2 1 2 2 1 1 3 10 0 70 15 0 8 28 4 11 10 70 19 11 3 37 1 1 25 8 7 13 39 2 18 1 3 1 1 3 1 1 1 1 2 1 4 40 13 12 14 2 2 1 1 2 2 1 4 1 1 3 5 5 4 7 1 1 2 3 4 1 2 1 1 1 1 2 87 24 47 42 3 4 1092 3 3 2 1 2 4 3 10 3 11 12 1 1 2 1 1 2 5 1 1 1 1 3 1 1 4 1 1 1 1 3 3 6 3 1 2 2 2 3 1 7 1 1 3 4 1 3 3 2 8 2 1 2 1 1 5 3 1 3 2 4 1 2 1 2 1 4 1 1 6 2 2 1 2 3 6 2 1 1 4 6 2 1 1 5 7 3 1 1 2 1 3 4 2 1 0 7 2 5 2 3 3 2 4 5 1 3 1 3 2 3 4 3 1 1 3 5 3 2 2 6 3 1 5 2 1 1 1 35 43 35 68 61 43 48 80 50 28 1 1 6 29 6 30 23 3 1 497 3 4 1 1 2 2 3 1 7 9 1 1 1 1 1 2 1 1 4 3 1 2 1 2 21 34 55 54 31 20 14 1 1 1 18 26 27 9 0 61 33 0 1 7 4 18 10 19 14 0 1 15 1 1 10 1 1 9 7 0 131 48 0 9 35 8 29 20 89 33 11 4 52 2 2 35 9 8 22 46 19 14 7 11,2 100,0 7 21 4 8 6 28 12 8 3 28 1 1 17 4 5 9 24 15,6 17,1 14,8 50,0 31,6 68,3 48,0 28,6 10,7 24,1 100,0 25,0 45,9 26,7 16,7 31,0 38,1 37 12 30,0 17 0 2 21 1 4 4 1 2 30,8 8,3 14,3 0 0 29 0 17 6 2 4 309 58 6 47 29 5 5 806 20 6 18 12 1 1 284 23,0 25,0 38,3 28,6 33,3 25,0 26,0 Fuente: Cuadro elaborado a partir de los archivos F1-A2-DNP-ACCIONES_GUERRILLA.xls y F2-A1-PONAL-Asaltos y Ataques 1998-2003.xls, suministrados por el DNP y el Centro de Investigaciones Criminalísticas de la Policía Nacional - DIJIN, respectivamente. 86 Gráfica C.1.1.1. NUMERO DE ASALTOS Y TOMAS POBLACIONALES EN EL PERIODO 1993 A MAYO 2003 90 80 No. ACCIONES 70 60 50 40 30 20 10 0 93 94 95 96 97 98 99 ASALTOS E INCURSIONES A GRUPOS POBLACIONALES 00 01 02 TOMAS Y ATAQUES URBANOS MY-03 87 G rá f ic a C .1 .2 . A S A LT O S E IN C UR S IO N E S A G R UP O S P O B LA C IO N A LE S , T O M A S Y A T A Q UE S UR B A N O S Y T O T A L A C C IO N E S P O R D E P A R T A M E N T O . 1 9 9 3 - M A Y O 2 0 0 3 300 250 200 150 100 50 0 ASALTOS E INCURSIONES A GRUPOS POBLACIONALES TOMAS Y ATAQUES URBANOS TOTAL ACCIONES CONTRA POBLACIONES 88 FEDERACION COLOMBIANA DE MUNICIPIOS. DERECHOS HUMANOS, RELACIONES ENTRE VIOLENCIA POLITICA Y CONFLICTO ARMADO QUE INVOLUCRAN AUTORIDADES MUNICIPALES CUADRO C.2. NUMERO DE MUNICIPIOS SIN PRESENCIA DE POLICIAS SEGÚN CAUSAS Y FECHA DE REPORTE PARTICIPACION PORCENTUAL DEPARTA MENTO ANTIOQUIA BOLIVAR BOYACA CAQUETA CASANARE CAUCA CESAR CHOCO GUAVIARE LA GUAJIRA MAGDALENA META NARIÑO NORTE DE SANTANDER PUTUMAYO SANTANDER SUCRE TOLIMA VAUPES VICHADA TOTAL JUSTIFICACION DE LA AUSENCIA DE POLICIA ACCION TOTAL RESPECTO AL NUNCA HA FALTA SUBVERSIVA INSEGURIDAD MPIOS DEL RESPECTO A MPIOS TOTAL DE TENIDO INSTALACIONES (DESTRUCCION DISPOSICION POR DEPTO CADA AFECTADOS MUNICIPIOS DIPON SERVICIO DE O RECURSOS TOTAL AFLUENCIA DEPARTAMENTO AFECTADOS POLICIA LOGISTICOS INSTALACIONES SUBVERSIVA POR ATAQUE) 125 6 3,7 4,8 2 1 2 1 45 15 9,3 33,3 13 1 1 123 29 17,9 23,6 2 4 9 14 16 2 1,2 12,5 1 1 19 6 3,7 31,6 3 3 41 11 6,8 26,8 3 1 3 2 2 25 2 1,2 8,0 2 28 15 9,3 53,6 10 4 1 4 3 1,9 75,0 1 2 15 1 0,6 6,7 1 30 7 4,3 23,3 7 29 7 4,3 24,1 1 5 1 63 22 13,6 34,9 3 6 7 2 4 40 5 3,1 12,5 13 87 24 47 3 1 3 17 6 2 2 1 1,9 10,5 3,7 1,2 1,2 0,6 23,1 19,5 25,0 4,3 66,7 100,0 1 3 1 1 778 162 100,0 20,8 55 2 4 1 7 1 2 PERIODO 99-00 95 90-00 94 90-95-97 84-02 92-99 02/02/89 1991-98 92-96-99 90-02 92-98 1 7 2 1979 Y 1983 83 AL 99 1996 1999-00 2 1 15 54 13 25 Fuente: Este cuadro se elabora a partir de archivo F1-A7-DNP-Municipios_sin_policia_2002.xls entregado por el Centro de Investigaciones Criminalísticas - DIJIN de la Policía Nacional. 89 GRAFICA C.2.1. PORCENTAJE DE MUNICIPIOS SIN PRESENCIA DE POLICIAS EN CADA DEPARTAMENTO A 2002 100,0 100,0 90,0 80,0 75,0 70,0 66,7 60,0 53,6 50,0 40,0 34,9 33,3 31,6 30,0 26,8 23,6 23,324,1 23,119,525,0 20,0 12,5 12,5 10,0 4,8 8,0 6,7 4,3 0,0 90 Gráfica C.2.2.2. NUMERO DE MUNICIPIOS SIN POLICIA POR DEPARTAMENTO. 2002 35 No. MUNICIPIOS 30 29 25 22 20 17 15 15 15 11 10 5 6 2 0 7 6 7 6 5 2 3 3 1 2 2 1 91 FEDERACION COLOMBIANA DE MUNICIPIOS. DERECHOS HUMANOS, RELACIONES ENTRE VIOLENCIA POLITICA Y CONFLICTO ARMADO QUE INVOLUCRAN AUTORIDADES MUNICIPALES CUADRO C.3. NUMERO DE CASOS DE MASACRE Y VICTIMAS INVOLUCRADAS SEGÚN AUTOR. PROMEDIO DE VICTIMAS POR CASO Y POR MUNICIPIO AFECTADO. AUTOR 1996 1997 1998 1999 60 88 86 72 81 329 448 411 387 375 AUTODEFENSAS 0 0 6 16 61 0 0 30 111 408 FARC 9 20 17 18 22 75 116 93 99 126 ELN 11 2 7 7 2 49 8 37 80 8 OTROS G. SUBVERSIVOS 1 0 0 0 2 4 0 0 0 12 TOTAL CASOS 81 110 116 113 168 TOTAL VICTIMAS 457 572 571 677 929 TOTAL MUNICIPIOS AFECTADOS 55 82 77 80 108 PROMEDIO DE VICTIMAS POR CASO 5,6 5,2 4,9 6,0 5,5 PROMEDIO DE CASOS POR MPIO AFECTADO 1,5 1,3 1,5 1,4 1,6 Fuente: Cuadro elaborado a partir del archivo F1-A4-DNP-masacres.xls cuya fuente original es la Policía Nacional. DESCONOCIDOS CASO No. de CASOS No. De VICTIMAS No. de CASOS No. De VICTIMAS No. de CASOS No. De VICTIMAS No. de CASOS No. De VICTIMAS No. de CASOS No. De VICTIMAS 1995 2000 95 500 105 701 28 161 8 41 0 0 236 1403 147 5,9 1,6 2001 118 600 42 281 19 124 4 22 2 12 185 1039 121 5,6 1,5 2002 68 309 12 59 31 295 4 17 0 0 115 680 70 5,9 1,6 TOTAL 668 3359 242 1590 164 1089 45 262 5 28 1124 6328 740 5,6 1,5 92 No. CASOS Gráfica C.3.1. NUMERO DE CASOS DE MASACRES PERIODO 1995-2002 250 240 230 220 210 200 190 180 170 160 150 140 130 120 110 100 90 80 70 60 50 40 30 20 10 0 236 185 168 110 116 115 113 81 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 93 Gráfica C.3.2. NUMERO DE VICTIMAS DE MASACRES SEGUN TIPO DE AUTOR. PERIODO 1995-2002 4000 3500 3359 No. VICTIMAS 3000 2500 2000 1590 1500 1089 1000 500 262 28 0 DESCONOCIDOS AUTODEFENSAS FARC ELN OTROS G. SUBVERSIVOS 94 FEDERACION COLOMBIANA DE MUNICIPIOS. DERECHOS HUMANOS, RELACIONES ENTRE VIOLENCIA POLITICA Y CONFLICTO ARMADO QUE INVOLUCRAN AUTORIDADES MUNICIPALES CUADRO C.4.1 ACUMULADO HOGARES Y PERSONAS INCLUIDOS POR DEPARTAMENTOS COMO RECEPTOR Y EXPULSOR DESDE EL AÑO 1995 HASTA EL 31/05/2003. DESPLAZAMIENTO MASIVOS E INDIVIDUALES Departamento No de Hogares Recibidos No de personas Recibidas No de Hogares Expulsados No de Personas Expulsadas AMAZONAS ANTIOQUIA ARAUCA ATLANTICO BOGOTA D.C. BOLÍVAR BOYACA CALDAS CAQUETA CASANARE CAUCA CESAR CHOCÓ CORDOVA CUNDINAMARCA GUAINÍA GUAVIARE HUILA LA GUAJIRA MAGDALENA META NARIÑO NORTE SANTANDER PUTUMAYO QUINDIO RISARALDA SAN ANDRES SANTANDER SIN INFORMACIÓN SUCRE TOLIMA VALLE DEL CAUCA VAUPES VICHADA 20 40477 1480 10582 15386 20411 1167 3461 5307 1810 5443 9832 8731 11102 5734 72 1702 4177 4012 13747 6649 7231 6493 5466 1521 3090 6 10994 3197 17747 4466 12862 2 226 102 179909 6124 47698 62502 91041 4737 15532 24592 8123 26542 53129 39268 52633 24301 331 7300 18925 18383 63965 27177 29126 32662 25414 6032 14468 16 49126 12326 89327 19208 61263 8 954 19 47757 2516 201 62 28405 786 4440 9928 2555 6730 12859 13097 9763 5246 107 3025 2191 2851 17028 7287 4075 7726 12042 298 1047 1 7099 5239 11876 9189 8549 153 456 93 210074 10441 896 242 131004 3236 19574 43947 10845 33058 66163 60173 46336 21359 431 12025 9710 12767 80064 29821 18043 37956 51654 1076 4975 6 31936 22902 58137 40252 40604 511 1933 244603 1112244 244603 1112244 TOTAL GENERAL Fuente: Cuadro elaborado por el Sistema Único de Registro S.U.R. De la Red de Solidaridad Social con corte a junio 27 de 2003. Archivo de datos F9-A1RSS-Registro SUR Julio 01.xls 95 FEDERACION COLOMBIANA DE MUNICIPIOS. DERECHOS HUMANOS, RELACIONES ENTRE VIOLENCIA POLITICA Y CONFLICTO ARMADO QUE INVOLUCRAN AUTORIDADES MUNICIPALES CUADRO C.4.2 RESUMEN DE HOGARES Y PERSONAS INCLUIDOS COMO RECEPTOR Y EXPULSOR POR MODALIDAD Y AÑO. 1995 A MAYO 2003. RESUMEN POR MODALIDAD DE DESPLAZAMIENTO Modalidad No de Hogares Recibidos No de personas Recibidas No de Hogares Expulsados No de Personas Expulsadas Individual Masivo 197965 46638 899704 212540 197965 46638 899704 212540 Total general 244603 1112244 244603 1112244 RESUMEN POR AÑO Año No de Hogares Recibidos No de personas Recibidas No de Hogares Expulsados No de Personas Expulsadas 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 Sin información y hasta 1994 57 595 2256 9012 7236 57212 68660 81965 17469 141 266 2461 10096 32761 25434 266886 324998 373020 75725 597 57 595 2256 9012 7236 57212 68660 81965 17469 141 266 2461 10096 32761 25434 266886 324998 373020 75725 597 Total general 244603 1112244 244603 1112244 Fuente: Cuadro elaborado por el Sistema Único de Registro S.U.R. De la Red de Solidaridad Social con corte a junio 27 de 2003. Archivo de datos F9-A1RSS-Registro SUR Julio 01.xls 96 FEDERACION COLOMBIANA DE MUNICIPIOS. DERECHOS HUMANOS, RELACIONES ENTRE VIOLENCIA POLITICA Y CONFLICTO ARMADO QUE INVOLUCRAN AUTORIDADES MUNICIPALES CUADRO D.1. ATAQUE A INSTALACIONES E INFRAESTRUCTURA EN MUNICIPIOS. PERIODO 1993 A 2002 TOTAL MPIOS MPIOS AFECTADOS AMAZONAS ANTIOQUIA ARAUCA ATLANTICO BOLIVAR BOYACA CALDAS CAQUETA CASANARE CAUCA 2 125 7 23 45 123 27 16 19 41 39 7 1 6 16 4 11 9 21 % MPIOS AFECTADOS POR DEPTO 0,0 31,2 100,0 4,3 13,3 13,0 14,8 68,8 47,4 51,2 CESAR CHOCO 25 28 4 4 16,0 14,3 CORDOBA CUNDINAMARCA GUAINIA GUAVIARE HUILA LA GUAJIRA MAGDALENA META NARIÑO NORTE SANTANDER PUTUMAYO QUINDIO RISARALDA SAN ANDRES Y PROV SANTANDER SUCRE TOLIMA VALLE DEL CAUCA VAUPES VICHADA SIN LOCALIZACION 28 116 1 4 37 15 30 29 63 40 13 12 14 2 87 24 47 42 3 4 1 33 1 7 4 3 12 19 17 6 4 2 3,6 28,4 0,0 25,0 18,9 26,7 10,0 41,4 30,2 42,5 46,2 33,3 14,3 9 3 21 11 1 3 10,3 12,5 44,7 26,2 33,3 75,0 DEPARTAMENTO TOTAL % POR DEPTO 5 3 9 1 11 0 68 70 4 7 22 8 27 26 50 0,0 10,7 11,0 0,6 1,1 3,4 1,3 4,2 4,1 7,8 1 1 4 7 9 1,1 1,4 4 6 2 2 2 1 5 2 1 1 1 2 5 1 2 2 7 2 2 5 3 6 10 7 6 1 5 1 67 0 3 10 5 5 25 32 33 12 5 5 0 17 4 33 30 7 5 41 0,2 10,5 0,0 0,5 1,6 0,8 0,8 3,9 5,0 5,2 1,9 0,8 0,8 0,0 2,7 0,6 5,2 4,7 1,1 0,8 6,4 638 100,0 100,0 93 94 95 96 97 98 99 00 01 02 3 11 4 8 6 9 1 12 9 2 6 18 5 12 4 8 2 1 2 2 2 2 18 2 2 1 1 1 1 9 2 4 1 7 3 10 2 2 2 10 8 1 2 2 2 1 5 4 5 1 1 1 1 1 7 4 1 3 2 1 2 2 1 2 2 1 1 1 1 4 1 5 1 1 2 1 3 2 4 8 1 3 1 1 6 2 2 1 3 1 1 1 1 2 1 3 1 2 1 3 3 4 2 2 1 2 8 5 1 1 2 1 6 2 1 1 9 3 4 1 1 3 10 1 1 14 14 2 1 1 1 2 3 3 2 3 14 2 1 2 1 4 4 1 7 TOTAL 1092 279 25,5 51 49 36 32 63 82 76 102 DISTRIBUCION PORCENTUAL 8,0 7,7 5,6 5,0 9,9 12,9 11,9 16,0 Fuente: Cuadro elaborado a partir de archivo F1-A2-DNP-ACCIONES_GUERRILLA.xls. Cuya fuente original es la Policía Nacional. 1 4 2 1 2 1 76 11,9 71 11,1 97 GRAFICA D.1.1. PORCENTAJE DE MUNICIPIOS POR DEPARTAMENTO AFECTADOS POR ATAQUE A INSTALACIONES E INFRAESTRUCTURA, EN EL PERIODO 1993 A 2002 120,0 100,0 100,0 75,0 80,0 68,8 51,2 42,5 41,4 0,0 10,3 12,5 VAUPES VICHADA TOLIMA VALLE DEL CAUCA SUCRE SANTANDER QUINDIO NARIÑO META MAGDALENA HUILA LA GUAJIRA 0,0 GUAVIARE GUAINIA CHOCO CORDOBA CESAR CAUCA CASANARE CALDAS CAQUETA BOYACA 14,3 10,0 3,6 BOLIVAR ARAUCA AMAZONAS ANTIOQUIA 0,0 0,0 ATLANTICO 4,3 33,3 26,2 18,9 16,0 14,3 13,3 13,0 14,8 20,0 30,2 26,7 25,0 SAN ANDRES Y PROV 28,4 44,7 33,3 RISARALDA 31,2 CUNDINAMARCA 40,0 46,2 PUTUMAYO 47,4 NORTE SANTANDER 60,0 98 GRAFICA D.1.2. DISTRIBUCION ANUAL DE ATAQUES A INSTALACIONES E INFRAESTRUCTURA MUNICIPAL, PERIODO 1993-2002 16,0 16,0 14,0 12,9 11,9 12,0 11,1 9,9 10,0 8,0 11,9 8,0 7,7 5,6 6,0 5,0 4,0 2,0 0,0 93 94 95 96 97 98 99 00 01 02 99 FEDERACION COLOMBIANA DE MUNICIPIOS. DERECHOS HUMANOS, RELACIONES ENTRE VIOLENCIA POLITICA Y CONFLICTO ARMADO QUE INVOLUCRAN AUTORIDADES MUNICIPALES CUADRO D.2. CASOS DE TERRORISMO CONTRA SECTOR INFRAESTRUCTURA MUNICIPAL. PERIODO 1998 A MARZO 2003 RESUMEN POR SECTOR SEGÚN TOTAL DEPARTAMENTO DEPARTAMENTO ACUEDUCTO ANTIOQUIA ARAUCA ATLANTICO BOGOTA D.C. BOLIVAR BOYACA CALDAS CAQUETA CASANARE CAUCA CESAR CHOCO CORDOBA CUNDINAMARCA GUAINIA GUAJIRA GUAVIARE HUILA MAGDALENA META N/SANTANDER NARIÑO PUTUMAYO QUINDIO RISARALDA SANTANDER SUCRE TOLIMA VALLE VAUPES VICHADA TOTAL 1 ATAQUE ATACADA ANTIGUA INFRAESTRU EJERCITO- AUTORIDAD ASALTO UNIVERSIDAD ESTACION DE VEHICULOS ESTACION DE CTURA LOCAL ANTONARCO POBLACION ES POLICIA POLICIA URBANA TICOS-SIJIN 7 3 3 1 1 1 1 2 2 4 5 1 2 1 2 1 6 1 1 1 1 1 1 42 102 1 3 6 20 6 31 9 55 9 7 CAI 1 2 1 1 14 1 CERCA ESTACION POLICIA TOTAL 1 1 1 4 1 1 3 44 1 1 1 1 1 1 1 1 2 2 1 3 1 8 3 1 3 1 2 1 1 1 2 1 32 20 1 1 1 16 6 8 6 2 43 3 17 30 50 12 2 5 24 2 36 27 7 3 604 1 3 1 1 9 3 3 1 2 1 2 1 2 2 3 1 4 18 2 49 1 1 1 Fuente: Este cuadro se elabora a partir del archivo F2-A4-PONAL-TERRORISMO 98-2003.xls que entrega el Centro de Investigaciones Criminalísticas CIC-DIJIN. POLINAL. 63 111 2 27 7 22 9 34 12 64 10 7 1 48 0 9 6 49 5 28 35 57 14 4 9 36 4 39 36 13 3 764 0 VICHADA VALLE SUCRE RISARALDA PUTUMAYO N/SANTANDER MAGDALENA GUAVIARE GUAINIA CORDOBA CESAR CASANARE CALDAS BOLIVAR ATLANTICO ANTIOQUIA No. ACTOS TERRORISTAS 100 Gráfica D.2.1. ACCIONES TERRITORISTAS CONTRA INFRAESTRUCTURA MUNICIPAL EN EL PERIODO 1998 A MARZO 2003 120 100 80 60 40 20 101 ANEXO 2. INFORME DE ACTIVIDADES DE RECOLECCIÓN Y PROCESAMIENTO En desarrollo de la consultoría sobre HECHOS DE VIOLENCIA CONTRA AUTORIDADES LOCALES, se consideró necesario conocer la situación de recolección y producción de estadísticas relacionadas con los actos de violencia que involucran a las autoridades locales, a partir de precisar qué entidades del Estado las generan y la periodicidad, cobertura y niveles de actualización, oportunidad y desagregación. Igualmente, la información recolectada, procesada e incluida en cuadros de salida, es el soporte de análisis sobre los hechos de violencia. FUENTES Se definieron las fuentes potenciales, así : A. Nivel Nacional 1. Ministerio del Interior y Justicia – Dirección de Orden Público. 2. Departamento Nacional de Planeación – Dirección de Seguridad. 3. Vicepresidencia de la República. 4. Alto Comisionado de Paz – Consejería. 5. Vicepresidencia de la República – Observatorio de Derechos Humanos. 6. Red Nacional de Solidaridad. 7. Fiscalía General de la Nación. 8. Procuraduría General de la Nación. 9. Defensoría del Pueblo. 10. Policía Nacional – Centro de Investigaciones Criminalísticas. 11. Departamento Administrativo de Seguridad. 12. Ministerio de Defensa. 13. Departamento Administrativo Nacional de Estadística. 14. Fundelibertad – Ministerio de Defensa B. Nivel Territorial 1.Gobernaciones – Secretarías de Gobierno o del Interior. C. Sector Privado 1. Cinep 2. Universidad Nacional – IEPRI 3. Otras: Bibliotecas, Centros de Información, Universidades con documentos y estadísticas sobre el tema. 4. Federación Colombiana de Municipios. 102 5. Comisión Interamericana de Juristas COMUNICACIÓN Se hizo una primera comunicación con las precitadas entidades nacionales y del sector privado (ONG) relacionado con situación de derechos humanos, vía telefónica, para detectar cuál dependencia procesa la información con el fin de enviar un oficio exponiendo el objetivo de la investigación, anexando una comunicación de la Dirección Ejecutiva de la FCM y los cuadros diseñados para la recolección. De las entidades nacionales, sólo se descartó el DANE, porque no producen estadísticas de violencia, aunque sí sobre homicidios, pero en este caso no era el interés. En el sector no gubernamental, la Comisión Internacional de Juristas, manifestó no tener estadísticas, pero sí estudios que se consultaron. Igual con el IEPRI. DISEÑO DE FORMULARIOS DE RECOLECCIÓN Con el ánimo de facilitar a las fuentes nacionales y territoriales seleccionadas el suministro de la información, se diseñaron unos formatos según las variables de estudio y con cobertura para el período 1998 – 2003, así : CUADRO 1.1. INFORMACIÓN DISPONIBLE SOBRE LA SITUACIÓN DE DERECHOS HUMANOS EN RELACION CON LAS AUTORIDADES MUNICIPALES ( ALCALDES, CONCEJALES, PERSONEROS, FUNCIONARIOS Y EXFUNCIONARIOS). IMPLICA TEMAS COMO : ASESINATOS, AMENAZAS Y SECUESTROS. TOTAL CASOS EN EL PERIODO Y TOTAL DE MUNICIPIOS AFECTADOS. CUADRO 2. INFORMACIÓN DISPONIBLE SOBRE ACCIONES VIOLENTAS ORIENTADAS A IMPEDIR LAS ELECCIONES: DESTRUCCIÓN DE MATERIAL ELECTORAL, AMENAZAS A LA POBLACIÓN, AMENAZAS A FUNCIONARIOS DE LA ORGANIZACIÓN ELECTORAL, ETC. CUADRO 3. INFORMACIÓN DISPONIBLE SOBRE ATAQUE A POBLACIONES. CUADRO 4. INFORMACIÓN SOBRE OBSTÁCULOS PARA EL CUMPLIMIENTO DE FUNCIONES MUNICIPALES O LA REALIZACIÓN DE OBRAS DE INFRAESTRUCTURA; SOBRE PRESIONES A LOS CONTRATISTAS Y EXTORSIONES; SOBRE EXTORSIONES A LA ADMINISTRACIÓN LOCAL. CUADRO 5. INFORMACIÓN DISPONIBLE SOBRE OBSTÁCULOS PARA EL RECAUDO DE IMPUESTOS; ANÁLISIS DEL COMPORTAMIENTO DE LOS INGRESOS TRIBUTARIOS DE LOS MUNICIPIOS; IDENTIFICACIÓN DE CASOS ESPECIALES DE ESTANCAMIENTO Y REDUCCIÓN SUSTANCIAL DE LOS INGRESOS TRIBUTARIOS. CUADRO 6. ACCIONES ADELANTADAS POR EL ESTADO PARA ATENDER LOS PROBLEMAS DE LA GESTIÓN LOCAL, DERIVADOS DEL IMPACTO DE LA VIOLENCIA Y EL CONFLICTO ARMADO. 103 Como las fuentes pueden tener otro tipo de información o una presentación diferente a la incluida en los formatos diseñados, tanto en el oficio como en los mismos cuadros se incluyó una NOTA que precisaba : “ Como la información disponible puede variar en su presentación en cada Departamento o fuente, se solicita para total de los seis años y total de municipios, pero si la tienen desagregada por año o localidad para un período de tiempo más largo, favor anexar las estadísticas en papel o medio magnético”. Los formatos, con los oficios de presentación se enviaron a las 13 entidades nacionales y a las 32 Gobernaciones - Secretarías de Gobierno. A estas últimas se remitió, a sabiendas de que la respuesta iba a ser muy escasa, como efectivamente sucedió: sólo tres enviaron algún tipo de información y otras tres respondieron que la iban a procesar pero no la hicieron llegar. Los contactos y la respuesta de las entidades nacionales se específica en la RELACIÓN No. 1 adjunta. RECOLECCIÓN Aunque fue necesario el permanente trabajo de seguimiento y presión hacia las fuentes, más con unas que con otras, lo cierto es que la mayoría APOYARON CON OPORTUNIDAD Y EFICACIA, A SABIENDAS DEL IMPORTANTE OBJETIVO QUE TENÍA LA FEDERACIÓN, EN UN TÁCITO RECONOCIMIENTO A LA LABOR Y REPRESENTATIVIDAD DE LA ORGANIZACIÓN. La RELACIÓN No. 2, presenta el resumen por fuente de la información suministrada y su uso para conformar las bases de datos y los cuadros de salida . La PRIMERA CONCLUSIÓN es que las fuentes tienen información sobre los hechos que interesaban a la Federación, pero sus bases de datos no tienen el nivel de desagregación relacionada específicamente sobre hechos de violencia contra autoridades locales, debiendo solicitarles que la filtraran para su entrega a esta consultoría. Igualmente, no existen estudios que hayan asumido el análisis del tema, por cuanto los encontrados globalizan la información de violencia o, como sucede con la incidencia de la violencia en las finanzas públicas, son el resultado de estudios econométricos que no explican las situaciones específicas de las localidades, exceptuando algunos estudios de caso. PROCESAMIENTO Teniendo en cuenta que la información recolectada tenía como objetivos, de una parte la conformación de CUADROS DE SALIDA para el análisis documentado de la SITUACIÓN DE VIOLENCIA CONTRA AUTORIDADES LOCALES O VIOLENCIA Y DEMOCRACIA LOCAL y, de otra, la estructuración de unas bases de datos en excel que pueda ser actualizable , se confrontó la información y se conformaron bases de datos que se entregarán para su manejo por la FCM. 104 Las variables correspondientes a asesinatos y secuestros de Alcaldes, se procesaron a partir de información documental que tenía la FCM, en su Dirección de Comunicaciones producto de un trabajo de recolección con información de prensa y de fuentes gubernamentales, pero se fueron complementando a medida que se obtenía de otras fuentes, especialmente el Observatorio de Derechos Humanos de la Presidencia de la República, el CIE-DIJIN de la Policía Nacional y Fundelibertad - Ministerio de Defensa y DNP-Dirección de Seguridad, principales soportes del trabajo adelantado. La Federación también disponía de listados en papel sobre Alcaldes amenazados y de municipios sin presencia de policía. El resto de variables procesadas se tomaron de los archivos entregados por las fuentes referenciadas en la RELACIÓN No. 2. PRODUCTOS ENTREGADOS Se entregan los siguientes productos : Copia en CD de la información suministrada por las fuentes (archivos ). Copia en CD de las BASES DE DATOS ACTUALIZABLES para asesinatos y secuestros de Alcaldes, Concejales y otras autoridades locales. Copia en CD de cuadros de salida procesados, en word y excel. Copia en papel de los archivos que no entregaron en medio magnético o lo hicieron de manera complementaria. Carpetas con archivos de oficios a entidades nacionales, respuestas y modelo del enviado a gobernaciones. Folders AZ con fotocopias de documentos producidos, relacionados con el tema municipal de violencia. CAPACITACIÓN La Consultoría, propone capacitar ( no se requiere sino un día), al funcionario de la Federación que -se sugiere- continúe con el manejo, trabajo con fuentes y actualización de los archivos, bases de datos y generación periódica de cuadros de salida sobre los hechos de violencia. RECOMENDACIONES A PARTIR DE LAS BASES ACTUALIZABLES, LA FEDERACIÓN PUEDE MANTENER LA INFORMACIÓN DE LAS VARIABLES PRINCIPALES, GENERANDO PERIÓDICAMENTE DOCUMENTOS Y ESTADÍSTICAS PARA SUS INFORMES Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN. LA FEDERACIÓN PUEDE BUSCAR ESTABLECER CONVENIOS DE APOYO RECÍPROCO CON LAS FUENTES PRINCIPALES QUE GENERAN ESTUDIOS Y ESTADÍSTICAS SOBRE VIOLENCIA Y DERECHOS HUMANOS, PARA EL 105 INTERCAMBIO CONTINUO DE INFORMACIÓN. ESTANDARIZANDO VARIABLES Y LA PERIODICIDAD DE SU PRODUCCIÓN Y SUMINISTRO. LAS COMO PASO INICIAL, SE SUGIERE QUE LA FEDERACIÓN HAGA LLEGAR A LAS FUENTES NACIONALES QUE COLABORARON, LA RECOPILACIÓN DE ARCHIVOS, BASES DE DATOS Y CUADROS DE SALIDA, AL IGUAL QUE EL DOCUMENTO DE ANÁLISIS. COPIA EN CD. SE SUGIERE COMO FUENTES INICIALES DE POSIBILIDAD DE CONVENIO, LAS SIGUIENTES, POR SER LAS MÁS REPRESENTATIVAS EN GENERACIÓN Y COLABORACIÓN : OBSERVATORIO DE DERECHOS HUMANOS Y D.I.H. DE LA PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA. CENTRO DE INVESTIGACIONES CRIMINALÍSTICAS – DIJIN – POLICÍA NACIONAL. FUNDELIBERTAD – MINISTERIO DE JUSTICIA. DAS – DIRECCIÓN DE ANÁLISIS. CINEP – CENTRO DE INFORMACIÓN Y BIBLIOTECA. PARA LA CONTINUIDAD DE ESTE PROCESO, SE SUGIERE MANTENER Y AMPLIAR EL APOYO DE LAS ENTIDADES DE ASISTENCIA TÉCNICA INTERNACIONAL, HASTA LOGRAR CONFORMAR UN CENTRO DE INFORMACIÓN DE LA FEDERACIÓN SOBRE ESTOS TEMAS Y OTROS RELACIONADOS CON LOS MUNICIPIOS, PREVIO DISEÑO DE UNA PROPUESTA INTEGRAL- Bogotá, julio 28 de 2003 BRBP.-