violencia y gestion municipal

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FEDERACION COLOMBIANA DE MUNICIPIOS
GTZ
VIOLENCIA Y GESTION MUNICIPAL
Borman Richard Ballesteros Puentes
Alberto Maldonado
Bogotá, 12 de agosto de 2003
1
TABLA DE CONTENIDO
INTRODUCCION .............................................................................................................. 2
ANTECEDENTES ............................................................................................................. 3
1. DE LA DESCENTRALIZACION TERRITORIAL A LA DESCENTRALIZACION
ARMADA......................................................................................................................... 20
La estrategia de la guerrilla con relación a los gobiernos locales................................. 22
Descentralización y debilidad institucional .................................................................. 25
Balance de la situación.................................................................................................. 27
2. LA SITUACION DE LA VIOLENCIA SOBRE LAS AUTORIDADES Y
ADMINISTRACIONES LOCALES ................................................................................ 28
1. Violaciones de derechos humanos de alcaldes, concejales y otros funcionarios...... 28
2. Atentados contra los procesos electorales................................................................. 34
3. Ataques a poblaciones............................................................................................... 37
4. Ataques contra la infraestructura municipal ............................................................. 41
5. Obstáculos a la gestión municipal – el clientelismo armado .................................... 41
CONCLUSIONES ............................................................................................................ 44
BIBLIOGRAFIA CITADA .......................................................................................... 47
ANEXO1........................................................................................................................... 48
CUADROS Y GRAFICOS SOBRE VIOLENCIA Y DEMOCRACIA LOCAL ............ 48
ANEXO 2. INFORME DE ACTIVIDADES DE RECOLECCIÓN Y
PROCESAMIENTO ....................................................................................................... 101
2
INTRODUCCION
Dentro de las múltiples formas de violencia que ha venido presenciando el país este
documento tiene como propósito examinar la violencia que afecta a la democracia local
y, específicamente, a sus máximas autoridades y a las administraciones locales. Son
tantas y graves las manifestaciones de violencia que afectan al país que a veces no se
destacan suficientemente algunos aspectos. El país ha venido enfrentando una estrategia
específica de las fuerzas guerrilleras para intimidar y controlar el poder local, como
elemento de una estrategia general de guerra que tiene componentes económicos,
militares y políticos. Esta estrategia apunta claramente a debilitar la democracia local, a
eliminar la presencia del Estado nacional y a crear territorios donde en la práctica la
guerrilla es el poder local. La aplicación sistemática de esta estrategia se traduce en
múltiples acciones violatorias de los derechos humanos y el derecho internacional
humanitario: obstrucción al proceso electoral mediante diversos instrumentos, incluyendo
el asesinato de candidatos; asesinatos, secuestros y amenazas a alcaldes, concejales y
funcionarios; desplazamiento de alcaldes que no pueden gobernar dentro de sus
territorios; daños a instalaciones municipales; destrucción de cuarteles de policía;
obstáculos e interferencias a la gestión municipal, tanto en la recolección de ingresos
como en la asignación de recursos, la contratación y el nombramiento de funcionarios.
Esta situación se agrava por la respuesta paramilitar que ha adoptado una estrategia
similar a la de la guerrilla y ha copiado buena parte de sus tácticas, aplicándolas con una
sevicia y crueldad aún mayor. Igualmente, durante unos años del período examinado, la
mayoría de crímenes se concentraron en los alcaldes, concejales, líderes, militantes y
simpatizantes de la Unión Patriótica.
No puede hablarse de la existencia de una democracia cuando no existen, entre otros
requisitos, las garantías mínimas para el ejercicio de los derechos y deberes electorales y
para el desempeño de las funciones públicas. El proceso de descentralización, que tiene
dentro de sus propósitos consolidar la democracia política en el país y mejorar la
provisión de servicios básicos a la población, ha sido aprovechado por los grupos
guerrilleros para desarrollar su estrategia de expansión territorial. El problema no se
encuentra en la descentralización misma, sino en la debilidad del Estado nacional que al
tiempo que fortaleció política, fiscal y administrativamente a los municipios, no adelantó
acciones suficientemente eficaces para consolidar la justicia y la seguridad locales. De
este modo, los municipios quedaron desprotegidos ante el creciente poder económico y
militar de las guerrillas y los grupos paramilitares.
El país ha carecido hasta el momento de políticas efectivas para hacer frente a la
estrategia guerrillera y paramilitar, aunque el actual gobierno ha propuesto una estrategia
de seguridad democrática que apunta a resolver los problemas existentes. Es necesario
acompañar estos esfuerzos, comenzando por la realización de análisis, diagnósticos y
seguimientos que aporten a la formulación y ejecución de dichas políticas. Es propósito
de la Federación de Municipios contribuir a esos esfuerzos apoyando la recolección y
3
difusión de la información de los problemas. Un paso importante para el mejoramiento de
las políticas y de la situación es hacer visibles los problemas y ahondar en sus causas.
Este documento es una contribución a este trabajo de la FCM; se trata de un primer
esfuerzo rápido por revisar la bibliografía disponible y recopilar la información existente
en organizaciones públicas y privadas; por esta razón puede estar incompleto en muchos
aspectos. En cuanto a la bibliografía es preciso señalar la carencia de de estudios y de
reflexiones específicas sobre el tema, identificándose apenas un puñado de estudios y
documentos, dentro de los cuales se destacan los trabajos de Alfredo Rancel, Mauricio
Rubio y Ospina que se examinan en este texto. Con relación a la información la
conclusión principal es que no existe un esfuerzo sistemático por indagar sobre los
efectos de la violencia en la gestión municipal lo cual hace evidente la necesidad de
promover algunas acciones en este campo.
ANTECEDENTES
Primer período: Violencia liberal-conservadora: 1947 - 1962.
Se tiene como generalmente aceptado que el período conocido como el de La Violencia
en Colombia tiene sus raíces mediatas en las pugnas entre liberales y conservadores
durante buena parte del siglo XX, pero principalmente se radicaliza en hechos de
violencia hacia la década del cuarenta, alcanzando su punto más crítico con el asesinato
de Jorge Eliécer Gaitán el 9 de abril de 1948 y sin desconocer los remotos orígenes en las
pugnas por el poder político entre los partidos, las inequidades y exclusiones económicosociales y de estructura territorial presentes desde la independencia y las guerras internas
del siglo XIX.
No existe entre los investigadores e historiadores del fenómeno acuerdo sobre años de
inicio y final de ese período, ya que unos ubican su origen en 1946, con el inicio del
gobierno de Ospina Pérez, otros con el asesinato de Gaitán en 1948 llegando hasta 1953,
para otros hasta 1957 y, sucesivamente, hay quienes lo extienden hasta la primera mitad
de la década del sesenta; pero se considera que alcanzó su mayor intensidad en muertes y
hechos de violencia entre los años 1948 a 1953, manteniendo diversos componentes de
violencia durante la dictadura de Rojas Pinilla (1953-1957) - a pesar de que uno de los
ejes que facilitaron el golpe de Estado fue la necesidad de acabar la violencia y, en tal
sentido, el gobierno de facto planteó como una de sus primeras medidas una amnistía a
todos los campesinos en armas, extendiéndola en 1954 a los reclusos encarcelados por
actos de terrorismo, masacre y asesinato-, pero la situación de violencia se mantuvo y el
gobierno de facto la acrecentó con ofensivas militares contra determinadas zonas donde
los campesinos retomaron las armas en respuesta a la violencia conservadora y oficial.
La caída de la dictadura en 1957 y el inicio de la alternación política con el Frente
Nacional, disminuyó el conflicto por los acuerdos de sus principales instigadores
4
políticos, descendiendo hasta su paulatina disminución como hecho de origen liberalconservador hacia el primer quinquenio de la siguiente década.
Algunos analistas consideran que con la caída de la dictadura y la sucesión de gobiernos
del Frente Nacional culmina el punto de inflexión del período de La Violencia. Sánchez,
Díaz y Formasino (2003), lo reseñan así:
“ Con el escalamiento de la violencia y la caída del régimen militar se instaura en 1958
el Frente Nacional, el cual buscaba alternar los mandatos presidenciales entre los
partidos Liberal y Conservador. Esta solución pacífica de la disputa del poder entre los
dos partidos más importantes del país, logró detener la lucha armada y contener las
muertes violentas, dando fin a los años de La Violencia. Sin embargo, no logró erradicar
los grupos guerrilleros, ya que excluyó a los demás movimientos políticos de cualquier
posibilidad electoral de acceder al poder”.
Sin embargo, estos mismos autores y otros coinciden en que entre 1958 y 1963,
aproximadamente, se mantienen conflictos de violencia en varias zonas del país, en
algunas regiones como rezago de los enfrentamientos Liberal-Conservador y en otras
como un fenómeno ligado a problemas de propiedad y expoliación de tierras e,
igualmente, a la permanencia de “ reductos guerrilleros y de autodefensa campesina en
diferentes zonas del país como Marquetalia (sur del Tolima), la región del Ariari, en los
Llanos Orientales y en el Sumapaz….y fueron fuertemente atacados por el ejército y la
aviación en 1963 . Tras el retiro de los militares, los grupos de resistencia campesina se
reorganizan bajo el nombre de Bloque Sur” ( Sánchez y otros, pag.9).
La mayoría de las víctimas del período de La Violencia tenían un marcado tinte de color
político, de tal forma que en las regiones, zonas y municipios de dominio de un partido
político los perseguidos y asesinados pertenecían al partido de menor presencia política
en el lugar, pero en otros sucedía el fenómeno contrario; aunque se tiene la visión que
uno de los partidos, el Conservador, tenía a su disposición un mayor control e injerencia e
instigación nacional y territorial sobre los actores generadores de violencia como eran la
policía y las bandas armadas, pero el otro partido, Liberal, estimulaba indirecta o de
manera clandestina la conformación de grupos de carácter armado que se fueron
estructurando como guerrillas y respondían igualmente a sangre y fuego.
Que se haga énfasis en la causalidad política de este período de violencia, no implica
desconocer que, en el fondo, existían intereses económicos relacionados con la propiedad
de la tierra y el desplazamiento poblacional con connotaciones de arrasamiento para
apropiarse de manera irregular o comprando a muy bajos precios predios y fincas rurales
y algunas posesiones urbanas, pero como transfondo de supuestas motivaciones políticas.
Las autoridades municipales y locales no eran uno de los objetivos principales de la
violencia liberal-conservadora, sino la población campesina y los habitantes de
municipios medianos y pequeños que se identificaban con determinado partido,
alcanzando cobertura, esencialmente, en los departamentos de la región andina, el
nororiente, centro, suroccidente y noroccidente del país y baja o escasa presencia en la
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costa caribe y las zonas de colonización, intendencias y comisarías. Quienes
usufructuaban los efectos de la violencia eran medianos y grandes propietarios de tierras
que compraban a muy bajos precios o arrebataban las que abandonaban los desplazados o
las familias de quienes eran asesinados, muchas veces legalizándolas con el contubernio
de los copartidarios puestos en diversas oficinas públicas locales.
Si bien, las escasas estadísticas existentes para este período no muestran a las autoridades
locales como uno de los objetivos de los actores armados, no se excluye que personas con
autoridad local fueran objeto de asesinato o persecución, sea por ser copartícipes de
actos de violencia, por tener determinada militancia política o por otros intereses en
juego. En lo fundamental, era su ascendencia partidista, la venganza y otros intereses los
motivos para que alguien con responsabilidad local fuera víctima de un atentado o
amenaza.
Segundo período: Surgimiento y consolidación de la insurgencia política armada, 1962 a
1985.
Con el proceso de extinción paulatina del período de violencia liberal-conservadora en la
primera mitad de la década del sesenta, confluyen en el escenario diferentes grupos con
influencia política en la lucha revolucionaria insurgente, pero que como ya se expresó,
tienen origen desde la década anterior, como respuesta de autodefensa a la violencia
liberal-conservadora:
“ Frente a estos hechos y tras inculpar al gobierno conservador de su asesinato,
partidarios liberales y comunistas se ocultan en las montañas. En noviembre de 1949 el
partido comunista lanza un comunicado promulgando la autodefensa de masas, a partir
de la cual se crean organizaciones de autodefensa campesina que luchan por la
propiedad de la tierra y la defensa de la vida…La resistencia armada se generalizó a
nivel nacional y se crean reductos guerrilleros en los Llanos Orientales, en el suroeste
antioqueño, el sur de Bolívar (actual región de Córdoba) y en el Tolima.” (Sánchez y
otros, pág.10).
Para comienzos de los sesenta aparecen movimientos como el MOEC, FUAR y se
consolidan los reductos guerrilleros, que junto a otros factores propios de la violencia
bipartidista todavía vigente, crea alarmas en las fuerzas militares, tal como lo reseña
Pierre Gilhodés en “ El ejército colombiano analiza la violencia” (1986) : “ En vísperas
de las elecciones de 1962 el Ejército está inquieto. En la Revista del Ejército (No. 5,
diciembre, 1961), el general Ruiz Novoa lanza “una voz de alarma” y constata la
existencia de un estado confuso por la presencia de grupos subversivos y por la
violencia: ‘ el Ejército debe prepararse para respaldar la Constitución, para apoyar el
cumplimiento de las leyes, para debelar la subversión y para exterminar definitivamente
la violencia’ .” (Pasado y presente de la violencia en Colombia, pag.315).
6
Los movimientos de autodefensa campesina dinamizan su accionar en varias regiones y
el 20 de julio de 1964, establecen su propio programa de reforma agraria y un año
después nacen oficialmente las FARC.
Hacia 1964 también surge el ELN en el departamento de Santander, como efecto del
modelo surgido de la revolución cubana, con una estructura de corte foquista; en los
mismos años, nace otro grupo insurgente de inspiración en la revolución China y en la
teoría maoísta de guerra prolongada con sustento en el campesinado - Ejército Popular de
Liberación, EPL, con su brazo político PCC-ML, fundado oficialmente en 1965.
En la segunda mitad de la década del setenta irrumpe el M-19 como producto de la
radicalización de un sector de la ANAPO ante la situación del proceso electoral de 1970,
en el cual se consideró que hubo irregularidades en los comicios arrebatándole la
presidencia al general Gustavo Rojas Pinilla. Igualmente confluyeron en el M-19 sectores
escindidos de las FARC y el ELN, que veían en éstas guerrillas un factor de
estancamiento y de negativa a unir acciones rurales con urbanas, a más de tener el M-19
una visión ligada a planteamientos de socialismo nacionalista no marxista.
Durante esa misma década y primeros años de la siguiente surgen otra serie de
movimientos de orientación marxista y grupos guerrilleros revolucionarios, producto de
divisiones de los otros -por diferencias de táctica y estrategia política nacional o
internacional-, como el PRT, ADO, Ligas ML, Quintín Lame (indigenista), Frente
Ricardo Franco, entre otros, pero sin llegar a ser representativos como la FARC, ELN,
EPL y M-19, en cuanto a cobertura nacional, militantes en armas, zonas de influencia y
acciones ejecutadas.
Se desarrolló una nueva etapa de la lucha política con sesgo más estratégico hacia
procesos revolucionarios de inspiración marxista o de nacionalismo socialista, con
acciones rurales, toma de municipios, ataque a estaciones de policía en municipios
pequeños, sostenimiento y financiación sustentados en asaltos a bancos -especialmente la
Caja Agraria, que era la única presente en esas pequeñas poblaciones- y con crecimiento
paulatino en retenciones o secuestros extorsivos y cuotas de boleteo a propietarios,
productores rurales y comerciantes de los municipios de influencia.
Solo con la irrupción del tipo de acción que manejó el M-19 y, en menor proporción
otros grupos como el PLA y ADO, se pasó a hechos de carácter urbano y al atentado
político personal (asesinato de José Raquel Mercado y Rafael Pardo Buelvas), el
secuestro y retención con fines políticos (toma de la Embajada Dominicana) o retención
temporales para el envío de pronunciamientos de los movimientos insurgentes.
Es decir, en la segunda etapa de este período la guerra insurgente se traslada
simultáneamente a las ciudades y adquiere carácter de presión política y estatal,
involucrando de manera directa a las autoridades civiles de municipios, departamentos y
del nivel nacional. Aún así, en este período primó la toma de municipios pequeños y
rurales, los ataques a la infraestructura locativa de sedes de alcaldías y de las estaciones
de policía, la retención temporal de autoridades y si algunas de las personas con rango de
7
autoridad fue objeto de atentado o secuestro se sucedió como hecho colateral generado
por esas tomas o con carácter extorsivo si la persona afectada tenía recursos propios, pero
no tanto por su carácter de autoridad política o administrativa local.
Lo anterior no desvirtúa que algunos grupos insurgentes, especialmente aquellos que en
su táctica política se consideraban “antielectorales” – caso EPL y ELN-, amenazaran con
boicoteos a procesos electorales, amenazas y atentados a candidatos o presionaran a las
autoridades para ejercer determinadas acciones en provecho de su grupo o de sus
poblaciones de influencia. Pero, siendo estos grupos minoritarios en su cobertura
geográfica y limitado su potencial, no impactaban determinantemente en el país, y
estaban muy localizados en regiones concretas.
Sustentar este planteamiento no desconoce las consecuencias políticas, de orden público
y seguridad de los actos insurgentes armados, como lo sucedido con los ya citados
ajusticiamientos de José Raquel Mercado, Rafael Pardo Buelvas, el robo de armas al
Cantón Norte, la toma de la embajada Dominicana y otras acciones. Estos hechos
desencadenaron una fuerte represión del gobierno de Turbay Ayala, a partir de la
expedición deL Estatuto de Seguridad, en 1978.
El fenómeno más importante -en contrario a las acciones caracterizadamente insurgentes, se vivía con la consolidación y activa presencia política y social de grupos de izquierda
legal (unos con respaldo en grupos armados pero igualmente muchos otros sin este tipo
de combinación de táctica y estrategia o claramente diferenciando la lucha política abierta
de la lucha armada), que buscaban participar en la vida nacional para superar la exclusión
política de 16 años de alternación liberal-conservadora y la casuística propia de un país
con amplia desigualdad económica y exclusión social.
De igual manera, en este período se desarrollan amplios movimientos de masas,
producto de la consolidación organizada de sectores productivos : campesinos (ANUC,
sindicatos bananeros, palmeros, azucareros y otros de tipo agroindustrial o asociativo de
los campesinos), fortalecimiento del sindicalismo independiente y de influencia
izquierdista, superando en fuerza, afiliación y capacidad de movilización a las centrales
sindicales tradicionales; asimismo, se consolidan movimientos sociales comunitarios y
cívicos que se expresan dentro o fuera de las Juntas de Acción Comunal y organizaciones
juveniles y estudiantiles.
Es el período de la historia colombiana con el mayor auge de participación de sectores y
movimientos organizados que aglutinan o representan colectivos sociales, económicos,
políticos o productivos.
Esos grupos, partidos, organizaciones, movimientos políticos y sociales y sus dirigentes
nacionales y locales, sindicalistas y luchadores actuaban en la legalidad adelantando
innumerables acciones organizativas, reivindicativas, de lucha política, económica y
social de una magnitud y eficacia colectiva, como los movimientos estudiantiles,
campesinos por la tierra, sindicales, cívicos y comunitarios, teniendo su punto más
relevante con el paro cívico nacional de 1977, comenzaron a ser las víctimas de lo que se
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llamó el período de la violencia oficial o paraestatal, representada en represión policial y
militar de los conflictos sociales (sindicales, populares, campesinos, estudiantiles,
indígenas y de otros minoritarios o reivindicativos). Pero también hacen su aparición
grupos irregulares paraestatales dedicados a la “guerra sucia”.
La violencia ejecutada por organismos de seguridad del Estado o por paraestatales, se
expresó en allanamientos y retenciones indiscriminadas, torturas, desapariciones,
secuestros, asesinatos, amenazas, desplazamientos de un alto número de luchadores
sociales y populares, muchos de ellos sin militancia política en la izquierda y menos en
los grupos insurgentes y caracteriza las condiciones de violencia de este período.
A pesar de los intentos de gobierno de Belisario Betancur (1982-1986) que incluye una
tregua y acuerdos de paz con la FARC, firmados a mediados de 1984 - simultáneamente
al fenómeno social y político anotado en los párrafos anteriores -, el conflicto armado
mantuvo su accionar característico para este período y se puede afirmar, que con la
cruenta toma del Palacio de Justicia en noviembre de 1985 por el M-19 y la igualmente
cruenta respuesta de los militares, culmina un período que modificó, sustancialmente, el
accionar táctico de los grupos , reduciéndose su presencia en las medianas y grandes
ciudades, sólo manteniendo en ellas militancia y milicias de apoyo propagandístico y de
logística, en un proceso de repliegue hacia sus zonas de influencia en las áreas rurales y
los municipios pequeños.
Es factible, que en este proceso de cobertura zonal de influencia rural se dieran presiones
hacia las autoridades locales, como parte de las tomas de municipios, amenazas y
acciones de extorsión económica y política –al lado de la que se hacía a propietarios y
productores rurales y comerciantes-, para que esa autoridades facilitaran recursos
financieros y logísticos o dirigieran la inversión y la acción pública hacia las
comunidades por ellos influenciadas. Desgraciadamente, por el mismo carácter
clandestino de estos hechos, que implicaba la silenciosa y temerosa aceptación de las
autoridades, no hay estudios y estadísticas que permitan analizar cuál era el impacto en
los municipios.
Pero, en todo caso, no se presentó un alto número de hechos como atentados, asesinatos o
secuestros políticos o extorsivos contra representantes del poder estatal local, cuando
menos no en la magnitud que se presentó en el período subsiguiente.
La afirmación de que en este período la influencia de los grupos guerrilleros en cuanto a
su cobertura territorial fundamentalmente rural y sin la magnitud alcanzada en el decenio
de los noventa, se expresa en su presencia municipal. El estudio “ Violencia y desarrollo
en el municipio colombiano 1990-1992”, publicado por Camilo Echandía en el Boletín
Estadístico del DANE No. 476, noviembre de 1992, lo indicaba así : “ A manera de
conclusión se presenta una comparación entre la presencia de actores organizados de
violencia en 1985 y la presencia actual de estos grupos en la dimensión municipal, y se
determinarán también los municipios más violentos del país con base en los indicadores
examinados a lo largo de este estudio. Comparando la presencia de las organizaciones
9
armadas en 1985 con la actual, se observa como 173 municipios estaban afectados en ese
momento y hoy lo están 437”.
De las cifras citadas en ese estudio, comparándola con otro estudio de Libardo Sarmiento
Anzola, el precitado autor presenta los siguientes porcentajes de incursión de
organizaciones armadas, según categorización de las localidades:
Categoría de municipio
Campesinado medio cafetero
Latifundio del Litoral Caribe
Agricultura comercial y alta
población rural
Andinos de minifundio deprimido
Andinos de minifundio estable
Campesinado medio no cafetero
Costa Caribe predominio de
minifundio
Periferia marginal
Colonización interna
Colonización de frontera
Porcentaje localidades Porcentaje
1985
localidades 1992
1.7
30.0
7.5
37.0
13.4
42.0
13.0
12.0
15.0
42.0
31.0
43.0
6.5
13.0
15.4
62.0
44.0
31.0
88.0
65.0
de
Tercer período: Consolidación política de la izquierda legal, procesos de paz y respuesta
paramilitar con la “guerra sucia”: 1985 a 1992.
El fenómeno de consolidación militar y operativa de los movimientos insurgentes,
particularmente de las FARC, el ELN, el EPL y en menor escala el M-19 – a pesar de
derrota militar y política que significó la toma del Palacio de Justicia-, y el crecimiento de
la influencia territorial guerrillera que venía desde el período anterior, también implicó
para el Estado la necesidad de buscar el fortalecimiento de la capacidad de respuesta de
las fuerzas armadas para afrontar las acciones rurales y urbanas de la insurgencia; pero
igual se agudizó la aplicación de medidas represivas -no siempre cobijadas por la
legalidad- y se acrecentó la presencia de los grupos de autodefensa que ya adquieren más
connotación de paramilitarismo o accionar paraestatal; fortalecidos y desarrollados al
amparo de la teoría de la seguridad nacional impulsada por el gobierno norteamericano y
de opciones propias de sectores que, desde las fuerzas militares, la derecha de los partidos
tradicionales y de propietarios y productores agrarios, agroindustriales y de comerciantes
de poblaciones de influencia guerrillera, comenzaron a pronunciarse y actuar militar y
políticamente contra esa presencia insurgente en las regiones.
Un fenómeno ya latente en el período anterior y que en esta nueva etapa adquiere mayor
incidencia es la relacionada con el narcotráfico, no solo por lo que significaba en
términos de estructuras empresariales para el negocio de cultivo de hoja de coca,
producción, procesamiento, comercialización y exportación de cocaína, sino porque los
carteles organizaron sus propios ejércitos para defender sus intereses y, paulatinamente,
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se convirtieron en autodefensas y parte esencial de los grupos paramilitares y
paraestatales que actuaban con apoyo de sectores del ejercito y la policía contra los
grupos guerrilleros, ya que estos -al principio- impedían sus negocios o les exigían
cuotas de gramaje y, todo indica, que con el tiempo y desarrollo del negocio algunos de
ellos pasaron a ser competidores en diferentes etapas de proceso de producción,
comercialización y exportación.
A lo anterior se agregan ambiciones políticas de algunos de los principales
narcotraficantes, situación que empezó a incidir tanto en la vida local de las comunidades
-en lo aparentemente positivo con planes de vivienda y ayudas económicas, utilizadas,
entre otros por Pablo Escobar para consolidar una base social y de respaldo político-,
pero de igual manera con la participación directa en los cuerpos colegiados locales y
nacionales y el soborno y la corrupción de autoridades y políticos locales, regionales,
nacionales y de las propias fuerzas de seguridad y defensa, en un tejido complejo de
penetración económica con efectos políticos y sociales, cuyas secuelas todavía están
presentes.
Con todo lo gravoso de la injerencia del narcotráfico en la vida nacional una de las
consecuencias más perniciosas fue la acción de esos grupos de autodefensa y
paramilitarismo con la red de intereses y alianzas, no sólo contra los grupos insurgentes que al fin y al cabo estaban armados y en potencial de defenderse-, sino contra todo tipo
de dirigente o activista político, sindical, social, comunitario o funcionario público que
tuviere militancia o cercanía con organizaciones y movimientos de izquierda o
progresista que luego se extendió a militantes de los partidos tradicionales que hicieran
alianzas electorales con la Unión Patriótica u otras fuerzas de izquierda o denunciaran el
accionar del paramilitarismo y el narcotráfico, sus patrocinadores y usufructuadores o,
sencillamente, no fueran afectos a las “fuerzas oscuras” que los utilizaban.
Un grupo de ONG nacionales e internacionales denunciaban en el texto: “Tras los pasos
perdidos de la guerra sucia. Paramilitarismo y operaciones encubiertas en Colombia”,
que ya en los primeros años de los ochenta funcionaban de manera simultánea “grupos
de justicia privada, escuadrones de la muerte, autodefensas, paramilitares, ejércitos
privados y banda de sicarios”... que conformaban “ganaderos y hacendados quienes
exacerbados por el impuesto revolucionario exigido por la guerrilla y por las extorsiones
de delincuentes comunes, crearon sus propios ejércitos privados”.
“Si bien existen genuinos grupos de justicia privada, así como ejércitos privados de la
mafia y pandillas de sicarios, la mayoría de las siglas paramilitares son organizaciones
armadas en las que confluyen intereses de hacendados y productores rurales y algunas
urbanas tradicionales, con los inicios del narcotráfico y el contubernio de sectores
focalizados de las fuerzas armadas, especialmente del ejército y policía”.
Estos grupos fueron responsables, en un altísimo porcentaje, de los miles de asesinatos y
desapariciones registradas en el período de la “guerra sucia” que cubre,
aproximadamente, desde 1985 hasta 1993, pero que mantiene secuelas en los años
11
subsiguientes del pasado siglo y lo que va del presente, al lado de los otros tipos de
violencia común y la generada por los grupos insurgentes.
Durante este período, la mayoría de los asesinatos políticos, masacres, desapariciones,
torturas, detenciones irregulares, amenazas a dirigentes políticos y sociales, nacionales y
locales, eran ejecutadas directamente por los grupos de autodefensa -del narcotráfico,
paramilitares o paraestatales-, en muchos casos con probada participación o respaldo de
militares en varias regiones, aunque no como hechos institucionales de las Fuerzas
Militares, sino por iniciativa propia de grupos o individuos para afrontar la subversión
armada, pero también para atacar la lucha legal y pública de fuerzas políticas no oficiales.
Otro libro publicado por organizaciones no gubernamentales internacionales : “El
Terrorismo de Estado en Colombia”, Ediciones NCOS. Bruselas, 1992., reseñaba los
hechos de violencia en los cuales, según este informe, se tenía relativa certeza de la
participación de militares, así :
“ Colombia ha sido en los últimos años azotada por el terrorismo de Estado. En la
década de los 80, según Organizaciones No Gubernamentales de Derechos Humanos,
12.859 personas fueron asesinadas por razones políticas o ideológicas , y se estima que
los desaparecidos supera la cifra de las 2.000 víctimas. Tan solo entre 1988 y los
primeros 6 primeros meses de 1992, 9.501 personas fueron asesinadas por motivos
explícita o presumiblemente políticos y se registraron 830 desapariciones. Entre 1988 y
1990, fueron perpetradas 313 masacres contra campesinos y humildes pobladores.
Regiones enteras viven desde hace años bajo el terror del Ejercito y sus bandas
paramilitares, mientras que movimientos populares, organizaciones de indígenas,
sindicatos, y partidos políticos de oposición han sido diezmados.”
Por supuesto, hacer referencia a esta opinión de esas 10 ONG no implica compartir el
planteamiento relativo al terrorismo de Estado o una acción deliberada del Ejercito en
contra de la población y las municipalidades, pero tampoco puede evadirse la anotación a
que en este período de la violencia existieron factores que involucraban alianzas de
grupos de autodefensa de derecha y del narcotráfico con algunos militares, que por fuera
de la orientación institucional de las Fuerzas Armadas, facilitaban información y, otras
veces, apoyo logístico a esos grupos.
En el mismo sentido, Luis A. Matta A., publicó en noviembre de 2002, el libro: “ Poder
capitalista y violencia política en Colombia. Terrorismo de Estado y genocidio contra la
Unión Patriótica”, Edición Ideas y Soluciones Gráficas, en el cual hace una
pormenorizada descripción de todos los hechos de violencia ocurridos contra los
movimientos políticos de izquierda entre 1985 y 1994, que la mayoría de los
investigadores de la violencia califican como el período en que configura un genocidio
político de un movimiento: la Unión Patriótica, que surgió del proceso de paz adelantado
en el gobierno de Belisario Betancur (1982-1986). La iniciativa nace en octubre de 1984,
con un pronunciamiento de las FARC a la Comisión Nacional de Verificación del Cese al
Fuego, Tregua y Paz y en febrero del año siguiente, proponen el movimiento al que
llamaron Unión Patriótica.
12
Contra los integrantes de este movimiento y de otros que tenían carácter popular -fueren
de izquierda o de otras fuerzas políticas y sociales, incluso de los partidos tradicionales,
con alianzas o coaliciones electorales con la UP-, se desata una andanada de amenazas,
secuestros, desapariciones, asesinatos y masacres en sus municipios y zonas de
influencia.
Al objeto que interesa en este trabajo, en el análisis sólo se reseñarán las cifras
correspondientes a hechos y variables de violencia contra autoridades locales, candidatos
a corporaciones públicas, alcaldes nombrados entre 1984 y 1987 como producto de
alcanzar mayoría en los concejos de municipios por parte de las alianzas y desde 1988,
también de los alcaldes elegidos popularmente.
Es claro, que muchos de los actos y personas afectadas con hechos de violencia,
correspondían a militantes, simpatizantes o aliados electorales de la Unión Patriótica y
otros movimientos de izquierda, pero en el período igualmente fueron objetivo
autoridades locales, regionales y nacionales de otras vertientes políticas , como el
Procurador General de la Nación Carlos Mauro Hoyos y el Gobernador de Antioquia
Antonio Roldán Betancur, entre otros, pero en estos casos era más en función de sus
cargos y no de su militancia política. Hay hechos, como los magnicidios de Luis Carlos
Galán Sarmiento, Jefe del Nuevo Liberalismo y candidato presidencial (asesinado en
1989) y el del Ministro de Justicia, Rodrigo Lara Bonilla (asesinado en 1984), que,
aunque tenían el componente de su actividad política, fundamentalmente, se debió a su
lucha frontal contra el narcotráfico.
Esta preponderancia en el período de actos de violencia contra dirigentes y autoridades
locales de izquierda y que los victimarios mayoritarios de esos hechos fueren grupos de
autodefensa, paramilitarismo y narcotráfico, tampoco implica que en estos años no
cometieran los grupos insurgentes y guerrilleros los típicos actos que venían ejecutando
desde el período anterior, como son: tomas de municipios, atentados contra la
infraestructura- especialmente petrolera y energética-, secuestros y retenciones extorsivas
y políticas, boleteo y amenazas a las poblaciones y la presión y amenazas a autoridades,
especialmente territoriales.
Análisis de estadísticas del período 1985-1992
Acorde con las cifras condensadas y recopiladas a partir de los tres textos ya citados, en
los ocho años transcurridos entre 1985 y 1992, cuadro 1., se presentaron 91 masacres y
desapariciones colectivas (Se considera aquí como colectivo, el hecho que involucra el
asesinato, la desaparición o simultáneo de cuatro o más personas ), la mayoría efectuados
por los grupos paramilitares, pero también por otros grupos, incluyendo actos de guerra
entre los propios grupos guerrilleros por pugnas territoriales entre ellos. Así, en la región
de Urabá, las masacres provenían de grupos paramilitares pero igual, se presentaron
masacres y asesinatos y desapariciones individuales en barrios de Apartadó, Turbo,
13
Chigorodó y Carepa que tenía predominancia política de la Unión Patriótica de un lado
o del Frente Popular (PCC-ML) y viceversa.
Se tiene información de 33 casos de torturas colectivas acreditadas a militares o grupos
paraestatales, esto es, hechos denunciados donde se apresaban irregularmente tres o más
personas que eran torturadas física y sicológicamente.
FEDERACIÓN COLOMBIANA DE MUNICIPIOS
Cuadro 1. DERECHOS HUMANOS, RELACIONES ENTRE VIOLENCIA
POLÍTICA Y CONFLICTO ARMADO QUE INVOLUCRAN AUTORIDADES
MUNICIPALES DEL MOVIMIENTO POLÍTICO UNIÓN PATRIÓTICA.
HECHOS COLECTIVOS.
PERIODO 1985 - 1992
TEMA
1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 TOTAL
MASACRES
Y
DESAPARICIONES
5
11
20
COLECTIVAS
TORTURAS
2
22
COLECTIVAS
ATENTADOS,
HOSTIGAMIENTO
Y
AMENAZAS
A
6
6
28
CANDIDATOS
EN
LISTAS DE LA UP O
ALIANZAS.
TOTAL
HECHOS
13
17
70
COLECTIVOS
Fuente: Resumen del cuadro 1.1, anexo.
23
5
8
2
16
3
91
6
1
33
45
29
9
15
9
147
68
36
17
37
13
271
También se presentaron en ese período 147 hechos colectivos de atentados –
especialmente contra sedes políticas o actos públicos, hostigamiento y amenazas a
candidatos cuando aparecían en listas de la Unión Patriótica o en alianzas con otros
movimientos o partidos. Los hechos se daban en todas aquellas regiones de predominio
político o de mayor influencia de la izquierda, por lo cual se acredita con mayor
posibilidad a grupos de autodefensa o paramilitarismo; como en Urabá – donde, con el
tiempo y con la reinserción del EPL- se dieron alianzas entre ex -militantes de este grupo
y de las autodefensas y, en la práctica, hicieron desaparecer la presencia política de la UP
y sus aliados.
En el cuadro 2., se reseñan los hechos de violencia contra actores individuales , militantes
o aliados de la Unión Patriótica que tenían, al momento de su asesinato u otra acción, una
condición de funcionario nombrado o electo, ex -funcionario o candidato a un cargo de
elección. Es importante precisar que según cifras citadas en los textos mencionados y por
otros analistas, aproximadamente 3.000 personas fueron asesinadas o desaparecidas,
14
incluyendo a simpatizantes y activistas de base, hasta el exterminio político en la mayoría
de sus zonas de presencia.
FEDERACION COLOMBIANA DE MUNICIPIOS. DERECHOS HUMANOS, RELACIONES ENTRE VIOLENCIA POLITICA Y
CONFLICTO ARMADO QUE INVOLUCRAN AUTORIDADES MUNICIPALES
Cuadro 2. HECHOS DE VIOLENCIA POLITICA CONTRA ACTORES INDIVIDUALES DE LA U.P. Y ALIADOS. EN EL
PERIODO 1985-1992, SEGÚN CARGO Y TIPO DE HECHO.
CARGO
ASESINADOS
DESAPARECIDOS
ALCALDE
CANDIDATO ALCALDÍA
CANDIDATO ASAMBLEA
CANDIDATO CONCEJO
CANDIDATO PRESIDENCIAL
CANDIDATO SENADO
CONCEJAL
CONSEJERO INTENDENCIAL
DIPUTADO
EXALCALDE
OTROS ACTORES POLITICOS
EXCONCEJAL
FUNCIONARIO ALCALDIA
GOBERNADOR
PERSONERO
REPRESENTANTE
SENADOR
INSPECTOR DE POLICIA
DIRIGENTE LOCAL
TOTAL GENERAL
15
6
14
14
2
10
60
8
4
8
43
12
127
1
4
2
3
2
73
408
AMENAZADOS
/
ATENTADO
SECUESTRO
13
6
1
3
0
0
40
2
11
0
1
2
5
0
3
1
1
1
1
91
HOSTIGAMIENTO
/
/ ALLANAMIENTOS
/
TOTAL
/ DESTITUCIONES
/
GENERAL
RENUNCIAS
POR
AMENAZAS
4
32
2
14
0
15
2
19
0
2
0
10
13
113
1
11
3
18
0
8
0
44
2
16
0
132
0
1
0
7
0
3
0
4
0
3
0
74
27
526
%
6,1
2,7
2,9
3,6
0,4
1,9
21,5
2,1
3,4
1,5
8,4
3,0
25,1
0,2
1,3
0,6
0,8
0,6
14,1
100,0
Fuente: Cuadro elaborado a partir de la BD7-A1-ListadoUP.xls de los libros: "Tras los pasos perdidos de la guerra sucia" Matta A,
Luis A. "Poder capitalista y violencia política en Colombia".
En total se tiene que 408 personas de esa filiación política con algún rango de autoridad
pública fueron asesinadas o desaparecidas en el período 1985-1992, para un promedio de
51 por año, incluyendo 15 alcaldes (algunos de ellos nombrados entre 1986 y 1987, por
el gobierno ante presión de la población por corresponder a municipios donde la UP sacó
mayoría en los Concejos, otros, a partir de 1988 con la primera elección popular; se
suman 6 candidatos que tenían altas probabilidades de ser elegidos y 8 ex -alcaldes de la
misma filiación o alianzas. Igualmente fueron asesinados o desaparecidos 60 concejales,
12 ex -concejales y 14 candidatos a corporaciones locales. Se agregan 4 personeros
municipales, 2 inspectores de policía y 127 funcionarios de las alcaldías de diferentes
rangos: secretarios, profesionales, técnicos y empleados de base, que todas las denuncias
indican que fueron asesinadas por su militancia o simpatía política.
En el cuadro 3 se observa, por año, los asesinatos para autoridades con rango local.
17
FEDERACIÓN COLOMBIANA DE MUNICIPIOS
Cuadro
3.
ASESINATOS Y DESAPARICIONES
QUE INVOLUCRAN
AUTORIDADES MUNICIPALES CON FILIACIÓN POLÍTICA O ALIANZA
CON LA UNIÓN PATRIÓTICA.
PERIODO 1985 - 1992
1985 1986
TEMA
ASESINATO DE ALCALDES
Y EXALCALDES
ASESINATO
DE
CONCEJALES
Y 4
11
EXCONCEJALES
ASESINATO
OTRAS
AUTORIDADES LOCALES,
7
PERSONEROS
E
INSPECTORES DE POLICÍA
ASESINATO CANDIDATOS
1
LOCALES
ASESINATO DIRIGENTES
3
LOCALES
TOTAL ASESINATOS
4
22
Fuente : Resumen de los Cuadros 2.1 y 3.1
1987 1988 1989 1990 1991 1992
TOTA
L
5
6
1
6
3
2
23
18
11
13
10
3
2
72
11
24
32
31
24
4
133
8
7
3
1
20
3
22
18
11
9
7
73
37
71
71
61
39
16
321
A los asesinatos y desapariciones, hay que agregar 91 casos de amenazas, atentados y
secuestros (para este último ítem los casos que no terminaron en asesinato o desaparición)
y 27 de hechos de hostigamiento, allanamiento policial o del ejercito, destituciones y
renuncias por amenazas.
El cuadro 4 muestra también el número de víctimas con representación departamental: 27
casos; nacional: 176, incluyendo 2 candidatos presidenciales, 3 senadores y 2
representantes.
Si se analizan, los casos de asesinatos y desapariciones de autoridades y candidatos
locales, departamentales y nacionales para este período (1985-1992), comparando los
totales nacionales publicados por entidades oficiales con lo recopilado para casos de
militantes o aliados de la Unión Patriótica y otras fuerzas de izquierda, se aprecia en el
cuadro 4 que los 408 casos de asesinato y desaparición corresponden al 38% de los 1082
hechos de violencia contra el total de autoridades o candidatos locales, regionales y
nacionales de esos ocho años.
Es indudable que aunque otras 674 personas de diversas afiliaciones políticas o sin
partido también fueron objeto de estos hechos, la UP pone el número mas alto de
víctimas, por cuanto proporcionalmente a su presencia electoral no representaron ni en su
18
mejor momento, 1988, más de 7 % de la votación total y su presencia en las corporación
públicas, exceptuando muy pocos municipios, no significaba sino de uno a tres de 11 y
más concejales.
Según las cifras existentes en entidades oficiales (con subregistro en los años 1985,1986
y 1987 en el caso de concejales), en los ocho años analizados se asesinaron 52 Alcaldes
y comparando con la base de datos para el caso de la UP, 23 (44.2%) corresponden a este
movimientos y sus alianzas, presentándose años como 1987 donde los cinco de las dos
bases de datos coinciden y por tanto son de esa corriente, al igual que para 1988 con seis
casos. Cabe anotar que en 1987 no había elección de Alcaldes y los asesinados fueron 5
de 11 mandatarios locales nombrados en municipios donde la UP y sus aliados tuvieron
mayoría en los Concejos (ver siguiente cuadro y en el anexo el 3.1).
19
FEDERACION COLOMBIANA DE MUNICIPIOS. DERECHOS HUMANOS,
RELACIONES ENTRE VIOLENCIA POLITICA Y CONFLICTO ARMADO
QUE INVOLUCRAN AUTORIDADES MUNICIPALES
Cuadro 4.
COMPARATIVO DE ASESINATO Y DESAPARICION DE
AUTORIDADES Y DIRIGENTES DE LA UNION PATRIOTICA Y EL TOTAL
NACIONAL. PERIODO 1985-1992
TOTAL PERIODO
DEPARTAMENTO
TOTAL
UP
%
AUTORIDADES
ASESINATO
DE
ALCALDES
Y
EXALCALDES
52
23
44,2%
ASESINATO DE CONCEJALES Y
EXCONCEJALES
277
72
26,0%
OTRAS AUTORIDADES LOCALES
353
133
37,7%
AUTORIDADES DEPARTAMENTALES 35
13
37,1%
AUTORIDADES NACIONALES
14
5
35,7%
SUBTOTAL
731
246
34%
OTROS ACTORES POLITICOS
CANDIDATOS LOCALES
36
20
55,6%
DIRIGENTES LOCALES
173
73
42,2%
DIRIGENTES
Y
CANDIDATOS
DEPARTAMENTALES
33
14
42,4%
DIRIGENTES
Y
CANDIDATOS
NACIONALES
25
12
OTROS
84
43
51,2%
SUBTOTAL
351
162
46,2%
TOTAL
1082
408
38%
Fuente: Este cuadro se elabora a partir de la base de datos (BD1-A1-ALCALDES.xls).
Para los años 1986 a 1992 se toman datos de la Sala de estrategia Nacional y no se tiene
la información desagregada por departamento. Los datos sobre U.P, se obtienen de la
base BD7-A1-ListadoUP.xls de los libros: N.C.O.S. y otras ongs: "Tras los pasos
perdidos de la guerra sucia" y Matta A, Luis A.: "Poder capitalista y violencia política en
Colombia".
De la misma manera, en el período fueron asesinados 72 concejales (26% de los 277
casos nacionales), 133 de “Otras autoridades locales” (37.7% de 353), que incluye
Personeros, Inspectores de Policía, Secretarios y otros. En cuanto a Autoridades
departamentales –especialmente diputados y consejeros intendenciales y comisarialesson 13 de 35 casos (37.1%) y en Autoridades Nacionales 5 de 14 (35.7%), que
corresponden a 3 senadores y 2 representantes.
Candidatos a cargos y corporaciones locales, departamentales y nacionales fueron
víctimas 162 personas de un total nacional de 351 para un 46.2 %.
20
En resumen, acorde con la bases de datos hecha para este trabajo, se presentaron hechos
de violencia contra autoridades locales o candidatos de la UP y sus aliados en 122
municipios de 22 departamentos, mostrando una cobertura bastante amplio, que refuerza
el planteamiento sobre una política general de exterminio contra esta fuerza.
1. DE LA DESCENTRALIZACION TERRITORIAL A LA
DESCENTRALIZACION ARMADA
La descentralización fue concebida con el propósito de resolver serios problemas de
legitimidad y gobernabilidad, que se derivaban en gran medida del excesivo centralismo
del Estado, de grandes vacíos en la provisión de bienes y servicios públicos a la
población, especialmente de educación, salud y agua potable, y de la protesta de la
ciudadanía bajo diversas formas. En el diagnóstico realizado en la época se destacaba
especialmente la problemática de los municipios más pequeños y atrasados del país,
donde se concentraban las mayores deficiencias en la disponibilidad de servicios públicos
y el vínculo entre esta situación y la presencia de grupos guerrilleros. En la ponencia para
primer debate al proyecto de ley que habría de convertirse en la ley 12 de 1986, se
planteaba lo siguiente.
“Los municipios en Colombia, con muy contadas excepciones, no proporcionan a sus
habitantes mayores esperanzas de mejorar su vida y por esto la migración se ha dado en
forma tan acelerada en los últimos treinta años como lo demuestran los censos de 1951,
1964 y 1973 y la simple observación de nuestros grandes centros urbanos durante los
últimos años. Municipios sin agua potable, sin alcantarillados, sin servicios telefónicos,
con servicios deficientes de salud y educación no pueden ofrecer ventajas sobre el
ambiente social, el ambiente político y las oportunidades de trabajo de los centros que
atraen las migraciones.
La violencia y los problemas de orden público también están relacionados con el atraso
de nuestros municipios. No es una simple coincidencia que los problemas de esta
naturaleza se presenten en poblaciones con menos de 100.000 habitantes, e inclusive se
puede hablar de un límite más bajo y decir que la subversión organizada sólo prospera allí
donde los servicios estatales son más deficientes y la desesperación y el escepticismo de
las gentes se convierten en estímulo de las posiciones políticas más radicales y de los
procedimientos más extremos. (pp.213 y 224-225)1.
Podría decirse que, en gran medida, el diagnóstico de la descentralización se basó en el
enfoque que considera que la violencia política en Colombia responde principalmente a
causas objetivas, como la pobreza, desigualdad y exclusión social y política. Se pensaba,
de pronto en forma bastante ingenua, que el fortalecimiento de los gobiernos locales
1
Textos extractado de las ponencias al proyecto de ley que habría de convertirse en la ley 12 de 1986,
tomados de Galán (1990)
21
llevaría a reducir la situación de atraso y pobreza y de este modo a restar apoyo político y
base social a los movimientos guerrilleros.
Igualmente, Jaime Castro en su texto básico sobre la democracia local, donde formuló la
estrategia que habría de llevarse a la práctica, destacaba la descentralización como una
reforma de apertura política que podría contribuir enormemente a reducir el conflicto y la
violencia existente. Esta visión se inscribía dentro de una perspectiva de respuesta
política y democrática al desafío guerrillero. Señalaba Jaime Castro lo siguiente:
Las reformas, que se inscriben dentro de la lógica del sistema democrático y que, por
ende, éste tiene la obligación de ejecutar, persiguen, esencialmente dos objetivos:
a. crear el marco institucional adecuado para poder participar válidamente en
política, gracias a los derechos y garantías que reconozca y otorgue, y
b. mejorar las condiciones de vida de las gentes, mostrarles, con hechos, que su
situación progresa en vez de empeorar, y crear en ellas la esperanza del
cambio, la seguridad de que el sistema trabaja por construir una sociedad
“crecientemente igualitaria”.2
Sin embargo, recién iniciado el proceso de descentralización algunos autores examinaron
los límites de esta estrategia para disminuir el conflicto armado. Gaitán (1988) planteó
que la elección popular de alcaldes generó la expectativa de que podría contribuir a una
reducción del conflicto armado en favor de esquemas civiles de resolución de conflictos,
pero que no se ha cumplido en la práctica. Esto se debe al hecho de que la reforma
enfrenta deficiencias estructurales del Estado que no puede resolver y por el contrario la
obstaculizan y limitan su potencial. Señala que, paradójicamente, la reforma municipal ha
tenido como telón de fondo la propensión hacia el militarismo y la consolidación de una
guerra sucia. En este contexto la primera elección de alcaldes se vio afectada por la
escalada de la violencia y la pérdida de capacidad del Estado para mantener el monopolio
de la fuerza. Desde 1986 aumentaron los atentados y asesinatos contra alcaldes,
candidatos a alcaldes, concejales y candidatos a concejales según la información de
prensa y las estadísticas del CINEP sobre derechos humanos. Sin embargo, a pesar del
contexto de violencia e intimidación, la elección popular de alcaldes se realizó en los
1009 municipios del país, con excepción de un corregimiento en el departamento de
Córdoba. Señala frente a este hecho que es una manifestación del esquema político
colombiano en el cual coexisten el orden y la violencia.
Después de seis años de expedida la reforma considera Gaitán (1992) que en materia de
paz el proyecto no ha logrado sino muy parcialmente su cometido. Por una parte destaca
que se adelantaron procesos de paz con algunos grupos como el M-19, el EPL, el Quintín
Lame y el PRT, pero que su incorporación a la vida civil ha sido traumática. Igualmente,
la aparición y participación de nuevas fuerzas políticas se han enfrentado a un clima de
violencia y persecución. Se han abierto ciertas posibilidades para nuevas fuerzas políticas
pero la estructura excluyente del régimen continua siendo un obstáculo sustancial.
2
Castro, Jaime, Respuesta democrática al desafío guerrillero, Editorial Oveja Negra, 1987, pagina 84.
22
Esta situación ha puesto en claro que la reforma municipal tiene una función muy
restringida en cuanto a los propósitos de consecución de la paz y de reconciliación del
Estado con las comunidades locales. Por el contrario, el contexto de violencia condiciona
y limita la propia descentralización y la elección popular de los alcaldes. Con base en
cifras del CINEP, muestra como desde 1988 hasta 1992 han sido víctimas de la violencia
política 210 personas entre alcaldes, candidatos a alcaldes, concejales y candidatos a
concejales, congresistas y diputados, en modalidades que van desde el secuestro y la
desaparición, hasta el asesinato. Así mismo, entre 1988 y 1991 se registraron 8.881 casos
de violación de derechos humanos por motivos políticos dentro de los cuales los
asesinatos alcanzaron la cifra de 2.289 víctimas. El grupo político más afectado ha sido la
Unión Patriótica, que perdió sus dos candidatos presidenciales y más de 1.000 militantes.
Resulta evidente que la participación electoral se ve por completo limitada en las regiones
donde se produce la violencia política y especialmente donde ocurren las masacres. La
guerrilla por su parte ha aumentado la práctica del secuestro de alcaldes y el sabotaje de
las elecciones en sus zonas de influencia.
Análisis más recientes han mostrado que la descentralización ha coincidido3 con un
incremento de la violencia política y los ataques directos a las autoridades locales. Esta
situación es resultado de diversos factores: el fortalecimiento de los grupos guerrilleros y
la elaboración y ejecución de una estrategia orientada a debilitar el poder local; la
respuesta paramilitar utilizando mecanismos similares a los de la guerrilla; la debilidad
del Estado nacional en su capacidad de respuesta al desafío guerrillero y de ofrecer
seguridad y justicia en todo el territorio nacional.
Rubio (2002), por ejemplo, plantea lo siguiente:
“En el campo político y administrativo el cambio principal ha sido la elección popular de
alcaldes y gobernadores. El indudable avance que en el ejercicio de la democracia local
representó este cambio se ha visto ensombrecido por las presiones y amenazas de los
grupos armados. Al respecto, los obstáculos existentes se pueden ilustrar con el hecho
que desde la entrada en vigencia de su elección popular han sido asesinados cerca de 200
alcaldes y secuestrados más de 1.000.” (página 3) Fuente: “200 alcaldes populares
asesinados en 13 años”, El Tiempo, sábado 20 de octubre de 2001, página 1-12.
La estrategia de la guerrilla con relación a los gobiernos locales
De acuerdo con los estudios sobre la violencia y las administraciones locales, los
crecientes actos de violencia sobre las autoridades locales durante las últimas dos décadas
coinciden con el proceso de descentralización territorial y la puesta en marcha de
estrategias de largo plazo por parte de los grupos guerrilleros, especialmente por parte de
3
Esta coincidencia no implica que la descentralización cause o genere violencia.
23
las FARC. En forma muy sintética, la argumentación que desarrollaremos a continuación
basándonos en el trabajo de Alfredo Rangel4, tiene los siguientes elementos:
a. Desde comienzos de los años ochenta la guerrilla diseñó y puso en marcha una
estrategia de largo plazo que tienen como propósito principal consolidar la fase de
guerra de guerrillas para dar el paso a la guerra de posiciones y movimientos; esta
estrategia tienen elementos económicos, militares y políticos. Dentro de los
elementos políticos se destaca el objetivo de copar el poder local para crear
espacios de control por parte de las fuerzas guerrilleras5.
b. La estrategia política con relación al poder local encuentra un terreno propicio en
la descentralización territorial iniciada a mediados de los años ochenta, por cuanto
fortaleció a los municipios en términos presupuestales, administrativos y políticos,
pero al mismo tiempo los dejó en una situación de gran debilidad por la ausencia
de una política clara de seguridad y justicia local, por parte del gobierno nacional,
responsable principal de cumplir con estas funciones en el territorio nacional.
c. Dentro de esta estrategia de copamiento del poder local, ocupa un lugar
importante el bloqueo a las elecciones y las intimidaciones a los candidatos ajenos
a los intereses de la guerrilla; adicionalmente, la respuesta paramilitar ha
exacerbado la competencia por el poder local, incrementando por tanto las
acciones violentas sobre los funcionarios locales y los candidatos a alcaldías y
concejos. Adicionalmente, durante la década del ochenta la extrema derecha
aniquiló al movimiento de izquierda la Unión Patriótica, asesinando un número de
elevado de alcaldes, concejales, militantes y simpatizantes.
En el caso de la guerrilla, ésta ha venido desarrollando una fuerte estrategia económica
que combina diversas fuentes de financiación, mediante amenazas o uso de la violencia
contra la población y los funcionarios. Rangel señala la existencia de distintas
modalidades territoriales de financiación: el predatorio, el parasitario y el simbiótico. El
tipo predatorio se produce en aquellas regiones donde la guerrilla no controla y su
presencia es esporádica, utilizando principalmente el asalto, el abigeato, el secuestro y la
extorsión; el tipo parasitario, se produce en zonas donde la guerrilla tiene una presencia
4
Rangel Suárez, Alfredo, Colombia: guerra en el fin de siglo, Tercer Mundo Editores en coedición con la
Universidad de los Andes, 1998. Este trabajo presenta la explicación y descripción del proceso de violencia
contra el Estado municipal más integral y coherente en la bibliografía revisada hasta el momento. Por esta
razón esta parte retoma casi por completo la argumentación del autor.
5
Cubides y otros (1998) destacan también la característica que distingue a la guerrilla de otros actores
armados, la existencia de un objetivo político con una estrategia de largo plazo “Pues, por lo que parece, la
diferencia entre la guerrilla y cualquiera de los restantes agentes organizados de violencia, por ingentes que
sean los recursos de éstos y por sofisticados que sean los medios de que dispongan, es que la primera,
quiérase que no, cuenta con un objetivo político, con una estrategia de largo alcance, y en concordancia con
ella ha puesto en práctica una visión altamente diferenciada del territorio, adaptándose a sus diversas
características geográficas, económicas y sociales, o, para decirlo en el lenguaje de uno de los jefes del
ELN entrevistados por Marta Harnecker al explicar el rápido crecimiento de la organización tras superar la
crisis de 1976, es el resultado de un nuevo diseño de su estructura, de una definición más adecuada del
conjunto de las regiones del país y de ¨planes adecuados a su especificidad social y geográfica¨”. (páginas
169 y 170).
24
relativamente consolidada y recurre al boleteo, la vacuna, el pago por servicio de
vigilancia a cultivos de narcóticos, la extorsión a funcionarios públicos y a contratistas;
finalmente, el tipo simbiótico se produce en aquellas regiones donde ejerce un gran
control y se involucra directamente en actividades productivas. Como resultado de esta
estrategia económica, la guerrilla se ha fortalecido enormemente en términos financieros,
lo cual le ha permitido desarrollar sus estrategias militares y políticas.
En el campo militar la guerrilla ha venido desarrollando una estrategia para desplegarse
en el territorio nacional6, que tiene como ejes el copamiento de la cordillera oriental y el
cerco a Bogotá. La guerrilla combina una estrategia centrífuga, de dispersión en todo el
territorio nacional, incluso en municipios de escaso valor económico y estratégico, con
una estrategia centrípeta, de ubicarse en los centros de desarrollo económico y político.
Esta combinación le permite dispersar al ejército en todo el territorio y ganar libertad de
movimiento, que es uno de los principios básicos de la guerra de guerrillas. Afirma
Rangel que “aun cuando estas tendencias sean aparentemente contradictorias, son en
realidad muy complementarias y estimarlas así ayuda a explicar lo que una mirada
desprevenida podría apreciar como una expansión caótica y azarosa de la guerrilla por el
territorio nacional.” (páginas 33-34).
El componente más preocupante de la estrategia de la guerrilla para los municipios, es el
relativo a la estrategia política que estableció como objetivo político copar el poder local.
De este modo, al tiempo que se pone en marcha la descentralización, la insurgencia
comienza a ejecutar una estrategia para controlar al máximo los nuevos espacios de la
política local. Las acciones de la guerrilla dentro de esta estrategia general han sido
variadas, dependiendo de las circunstancias específicas, pero con el común denominador
de avanzar en el control territorial, desplazando al Estado nacional. En algunas regiones,
la aproximación ha consistido en presentarse como un elemento purificador de las
costumbres políticas y las administraciones caracterizadas por la corrupción y el
despilfarro y por evidenciar su preocupación por la satisfacción de las necesidades
básicas de la población. Este enfoque se ha ido transformando en lo que se ha
denominado el “clientelismo armado”, que consiste en la apropiación privada de bienes
públicos mediante la amenaza de las armas, conduciendo a una situación en la cual la
guerrilla ha replicado los vicios del clientelismo tradicional.
Estas prácticas necesariamente conducen también a un clientelismo electoral armado, en
la medida en que la guerrilla comienza a proteger a sus candidatos y a intimidar a los
opositores, distorsionando de esta manera el proceso y los resultados electorales. La
presión armada continúa con los funcionarios electos llegando al punto de que en ciertos
casos tiene la guerrilla capacidad para incidir sustancialmente en la orientación de los
recursos, la contratación y el nombramiento de funcionarios. Todo lo anterior, conduce
6
Entre 1985 y 1998, la guerrilla aumentó sustancialmente su presencia. De acuerdo con Rangel, “el éxito
relativo de las guerrillas se hace evidente en su expansión territorial que se puede constatar si se tiene en
cuenta que en 1985 ellas tenían presencia en cerca de 170 municipios y que actualmente la tienen en
aproximadamente 600.” (página 29, 1998).
25
necesariamente a la violencia física sobre los funcionarios locales y al asesinato,
secuestro o desplazamiento de alcaldes. Afirma sobre el particular Rangel:
“En fin, a todos los vicios que acompañan estas formas tradicionales y premodernas de
hacer política, que en muchas ocasiones, además, se realizan en conjunción con los viejos
políticos de las localidades, hay que agregar la condenable amenaza y el uso de la
violencia armada para crear terror entre la población no combatiente, casi siempre
funcionarios públicos inermes, con el fin de someter su voluntad a los designios de la
guerrilla. Desgraciadamente para el país, ya se pueden contar por decenas la cantidad de
alcaldes y de funcionarios públicos municipales que han sido muertos por la guerrilla
como producto de estas formas de presión sobre la vida local, y son varios los centenares
de alcaldes que en todo el territorio nacional se encuentran amenazados hoy por ella. Con
base en cifras de la Consejería Presidencial para la Seguridad Nacional podemos estimar
que desde la primera elección popular de alcaldes la guerrilla ha asesinado un alcalde y
dos concejales cada tres meses, y ha secuestrado dos alcaldes y un concejal cada dos
meses. Estos hechos constituyen, sin duda, flagrantes violaciones al derecho mínimo de la
guerra contenido en las normas del Derecho Internacional Humanitario, además de ser
violentas, criminales y autoritarias interferencias en los procesos políticos pacíficos y
democráticos de las comunidades locales.” (página 38)
“Las cifras de esta Consejería Presidencial son escalofriantes: la guerrilla ha asesinado 29
alcaldes, 65 concejales y 12 diputados entre los años 1987 y 1995; también ha
secuestrado 102 alcaldes, 58 concejales y 18 diputados entre 1988 y 1995. Los promedios
de asesinatos y de secuestros de alcaldes y concejales tuvieron que aumentar luego del
sabotaje electoral masivo que realizó la guerrilla durante el proceso electoral regional del
año 1997.” (página 38, nota número 6).
Descentralización y debilidad institucional
El proceso de descentralización fortaleció sustancialmente los gobiernos locales,
mediante la asignación de mayor poder político, funciones sociales e incremento de
recursos propios y de transferencia. Sin embargo, no se produjo en forma paralela un
fortalecimiento de la capacidad del Estado nacional para ofrecer seguridad y justicia en
todos los municipios del país.
“El proceso descentralizador iniciado hacia mediados de la década de los ochenta y
fortalecido por los cambios constitucionales del 91, abrió nuevos espacios políticos a
nivel local, al tiempo que el municipio y los departamentos ganaron más autonomía y
robustecieron sus presupuestos. Sin embargo, esta ampliación de la autonomía local
se continúa realizando en el marco de una gran debilidad institucional, sobre todo en
lo relacionado con la capacidad del Estado para hacer cumplir las leyes en las
localidades. En efecto, el aparato coercitivo y el sistema de justicia son muy precarios
en las regiones. Baste decir que en Colombia en el 95% de los corregimientos y en el
10% de los municipios no existe presencia policial. Sobre esta debilidad de la
26
autoridad local se ha expandido la guerrilla desde cuando se fijó como objetivo
“copar y penetrar las entidades administrativas y de gobierno regional y municipal
para condicionarlo y bloquearlo.” (Rangel, 1998, página 39, Nota No 7, Ejército de
Liberación Nacional, El poder popular, 1990, página 167).
El poder de intimidación ha llegado a ser tan grande, que incluso se habla de regiones en
las cuales la guerrilla ha podido coaccionar a las asambleas departamentales para que
creen municipios en zonas de su interés.7 No existe evidencia suficiente sobre el
desempeño municipal en aquellos casos donde hay un fuerte control guerrillero, pero
aparentemente, a pesar del discurso moralizador y de atención a las necesidades sociales,
la situación no ha mejorado y por el contrario persisten notables deficiencias.
Un instrumento adicional de la estrategia guerrillera es atacar los puestos de policía para
garantizar su control sobre el territorio y hacerse al monopolio de la fuerza en el
municipio correspondiente8. Esto ha llevado a que pueda hablarse de una nueva
categorización municipal, según el tipo de actor que controle el municipio: aquellos
donde predomina el Estado, los manejados por la guerrilla, los controlados por los
paramilitares y los que están en disputa.
La situación de intimidación y terror en los municipios se ve reforzada por la respuesta
paramilitar que ha imitado buena parte de las estrategias guerrilleras y asumido también
una estrategia de control del poder local. Esto responde a la importancia que tienen los
municipios y gobiernos locales en la guerra de guerrillas. Los especialistas indican como
en la experiencia internacional el control municipal ha sido determinante en los
resultados finales del conflicto armado; por esta razón, para las fuerzas guerrilleras el
ganar el control municipal puede ser el paso previo para la guerra de movimientos, por el
contrario, para el Estado, ganar esta disputa puede significar el fin de la guerra. En el caso
colombiano se habla entonces de la descentralización armada, en la cual la guerrilla elude
el combate con el ejército y se concentra en atacar a la policía para sacarla de los
municipios o neutralizarla y de este modo constituirse en la práctica en el poder local.
7
“Pero es tan grande la rentabilidad económica y política que está representando para la guerrilla está
modalidad de acción sobre la vida municipal, que no sólo la han aplicado sobre los municipios ya existentes
sino que, incluso, han presionado y obtenido de algunas Asambleas Departamentales la elevación a la
categoría de municipio de muchos poblados en donde ella ha contado previamente con influencia local.
También de esta manera la guerrilla ha influido sobre el escenario de la descentralización.” (Rangel, 1998,
página 39).
8
“En el último cuatrienio el comportamiento de las FARC se modificó. Buscando compensar su
inferioridad militar, dejó a un lado al Ejército como objetivo principal, dirigiendo su accionar armado hacia
el ataque de las comunidades y autoridades locales con la destrucción de los puestos de policía y en el 2002
atacando a los alcaldes municipales. Este aspecto se constituyó en un objetivo claro y preciso, de gran
significado para esta guerrilla en cuanto pretende mostrar que su expansión territorial se da cuando “saca”
al Estado de una región, con lo cual se reafirmaría como grupo hegemónico. Con esta pretensión este grupo
armado busca el reconocimiento de influencia en la gestión local del país para ganar espacios de
negociación con el poder central, reclamando legitimidad y representatividad nacional.” (Vicepresidencia
de la República, 2002, página 9).
27
Considera Rangel que, frente a una situación tan complicada, no existía en 1998 una
política coherente por parte del Estado: “Frente a todo este maremágnum en que se ha
transformado el conflicto armado interno, hay que insistir en ello, no hay política. Se
toman medidas, incoherentes a veces, inconexas casi siempre, y se cree que las medidas
de corto plazo reemplazan la necesidad de una política de largo plazo.” (página 47.) En su
opinión, hay dos elementos fundamentales para lograr contener el avance guerrillero e
invertir la situación: fortalecer la policía y la justicia local.
Balance de la situación
Recapitulando lo anterior encontramos que durante las dos últimas décadas el proceso de
descentralización territorial coincidió con una estrategia política de la guerrilla dirigida a
“copar” el poder local y obtener ventajas del fortalecimiento de las administraciones
municipales y con la debilidad del Estado nacional para garantizar la seguridad y la
justicia locales. Como consecuencia, se ha desarrollado el fenómeno de lo que algunos
denominan la “descentralización armada”, acompañada de una nueva forma de
clientelismo, el “clientelismo armado”. Las manifestaciones de esta política de
confrontación del Estado en su dimensión territorial y de la respuesta paramilitar, con
métodos similares a los utilizados por las fuerzas insurgentes, han sido un conjunto de
acciones violatorias de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario:
obstrucción al proceso electoral mediante diversos instrumentos, incluyendo el asesinato
de candidatos; asesinatos, secuestros y amenazas a alcaldes, concejales y funcionarios;
desplazamiento de alcaldes que no pueden gobernar dentro de sus territorios; daños a
instalaciones municipales; destrucción de cuarteles de policía; obstáculos e interferencias
a la gestión municipal, tanto en la recolección de ingresos como en la asignación de
recursos, la contratación y el nombramiento de funcionarios.
En la siguiente parte examinaremos alguna evidencia y estadísticas disponibles sobre
estas diversas manifestaciones de violencia sobre las autoridades y las administraciones
locales en Colombia.
28
2. LA SITUACION DE LA VIOLENCIA SOBRE LAS
AUTORIDADES Y ADMINISTRACIONES LOCALES
El propósito de esta parte es presentar alguna información y evidencia sobre la violencia
ejercida sobre las autoridades y las administraciones locales, abordando los siguientes
puntos: 1) violaciones de derechos humanos de alcaldes, concejales y otros funcionarios;
2) violencia dirigida a obstaculizar los procesos electorales; 3) ataques a poblaciones; 4)
destrucción de infraestructura local; y 5) violencia sobre la gestión municipal. La
información que se presenta es resultado de un primer esfuerzo realizado por la
Federación de Municipios dentro de un proyecto cuyo objetivo es documentar la
situación de violencia sobre las autoridades y administraciones locales; por esta razón, se
trata todavía en varios casos de información preliminar o incompleta, sujeta a verificación
y ajuste. Los procedimientos utilizados para la identificación y recopilación de
información han sido revisión bibliográfica en bibliotecas y centros de documentación de
la ciudad y en Internet; búsqueda de estadísticas en entidades oficiales y no
gubernamentales; revisión de la información disponible por la Federación de Municipios
y entrevistas con funcionarios y especialistas (ver anexo para más detalle).
1. Violaciones de derechos humanos de alcaldes, concejales y otros
funcionarios.
El cuadro A.1.1 en el anexo presenta la información sobre asesinatos9 de alcaldes en el
período 1986 a mayo de 2003, por departamentos. En total, según este cuadro han sido
asesinados 162 alcaldes con la siguiente distribución por años:
9
Sobre el concepto de asesinato y su diferencia con homicidio en las estadísticas disponibles, plantean
Cubides y otros (1998) lo siguiente: “Como planteamos en la Introducción, conviene diferenciar el
homicidio en general (buena parte de cuyas cifras están constituidas por homicidios generados por
agresión, venganza, ajuste, etc., en los enfrentamientos simplemente interindividuales) y las muertes
violentas utilizadas por organizaciones de diverso tipo, como recurso para el logro de sus objetivos. Por
esta razón nos parece útil el estudio que, en el capítulo II, numeral 4 de su texto, Echandía y Escobedo
adelantan sobre las cifras de aquello que, siguiendo su fuente de consulta –el DAS-, llaman asesinatos, que
no es otra cosa que las muertes violentas provenientes de actores organizados.” (página 62). Cubides,
Fernando y otros. Nota al pié número 6. “Es necesario advertir que esta denominación de asesinato acuñada
por el DAS y utilizada en el trabajo de Camilo Echandía y Rodolfo Escobedo no corresponde a una
categoría jurídica con la cual se configura un tipo de delito que se distingue del homicidio común por la
presencia de unas características subjetivas del acto, como son la premeditación y alevosía, que sólo pueden
ser establecidas después de un proceso de juzgamiento y no simplemente por el sujeto o la entidad que
registra el hecho, como el DAS, el DANE o la Policía Nacional. Lejos de ello, la denominación es forjada
por el DAS –como sugieren Echandía y Escobedo- para indicar el carácter organizado del actor o actores de
la muerte violenta, trátese de una organización armada de objetivo último político (guerrilla, paramilitares)
o de naturaleza eminentemente económica (narcotraficantes). Por momentos parece que la denominación
apunta también al carácter público de la víctima, con lo cual se genera cierta ambivalencia en el uso del
término. De todos modos, es útil esta discriminación con respecto al resto de los homicidios, siempre y
cuando se tengan muy presentes los límites y riesgos de su empleo.” (página 63).
29
AÑO
No de Alcaldes
Asesinados
5
5
6
4
11
10
11
8
7
1986
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
AÑO
No de Alcaldes
Asesinados
6
12
10
11
11
19
9
12
5
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
Fuentes: Cuadro A.1.1 anexo
Excluyendo el año 2003, el total de alcaldes asesinados asciende a 157 lo cual arroja un
promedio de 9.2 alcaldes asesinados por año; en otros términos, cada 40 días un alcalde
es asesinado en el país. El número de asesinatos por año varía en un rango que va de un
mínimo de 4 en 1989 y en 2001 a un máximo de 19 en 2000. Los períodos más críticos
han sido 1990 a 1993, cuando se cometieron en total 40 asesinatos y en 1996 a 2000
cuando se produjeron en total 63, para un promedio durante estos cinco años de un
alcalde asesinado cada mes.
Gráfica A.1.1. 1. ALCALDES ASESINADOS EN EL PERIODO 1986- MAYO
2003
20
18
16
14
12
10
8
6
4
2
MAYO 2003
2002
2001
2000
1999
1998
1997
1996
1995
1994
1993
1992
1991
1990
1989
1988
1987
1986
0
30
En 22 de los 32 departamentos del país han sido asesinados alcaldes siendo Antioquia
con 18 y Norte de Santander con 10, los más afectados en valores absolutos. Sin
embargo, en términos relativos, los más afectados son Arauca y Caquetá con 57% y 50%
de municipios en los cuales el alcalde ha sido asesinado durante el período observado.
La presión de los grupos armados sobre los alcaldes ha llegado al extremo de que a
finales de 2002, la mitad de los alcaldes del país, 554, estaban amenazados. Esta situación
condujo a que en el año 2000 se vieran obligados 16 alcaldes a despachar desde la capital
del departamento, cifra que aumentó a 131 en 2001 y disminuyó a 107 en 2002; todavía
en mayo de 2003 se mantenía en 107 el número de alcaldes que deben despachar desde la
capital del departamento. Adicionalmente, 7 alcaldes renunciaron en 2000 por las
amenazas y otros 15 entre 2001 y 200310. La situación por departamentos se presenta en
el cuadro A.1.3 del anexo donde se identifican los departamentos con mayores amenazas.
En siete departamentos, todos los alcaldes estaban amenazados a finales de 2002: Arauca,
Caquetá, Casanare, Huila, La Guajira, Norte de Santander y Santander, y varios otros
presentan porcentajes muy altos de amenazas.
ALCALDES AMENAZADOS, OBLIGADOS A DESPACHAR DESDE OTRO SITIO O A
RENUNCIAR DEBIDO A PRESION DE MOVIMIENTOS INSURGENTES
NUMERO TOTAL
DE MUNICIPIOS
NUMERO DE
ALCALDES
AMENAZADOS
- Nov 2002
%
ALCALDES
QUE
POR
AMENAZAS
ESTAN OBLIGADOS
A
DESPACHAR
DESDE
LA
CAPITAL
DE
DEPARTAMENTO.
(d)
(a)
(b)
(c)
2000
1092
554
50.7
16
2002
2003
131
107
ALCALDES
OBLIGADOS
A
RENUNCIAR POR
AMENAZAS. (e)
2000
20012003
7
15
Fuente: Cuadro A.1.3, anexo
10
Rubio presenta en notas a pié de página, la siguiente información: Nota 26. Según el presidente de la
Federación Colombiana de Municipios “(…) 50 alcaldes están despachando hoy (octubre de 2001) a
distancia desde las ciudades capitales”. Podrán gobernar a distancia, El Tiempo, viernes 19 de octubre de
2001, página 1-12. Nota 27. Se puede señalar lo sucedido en cuatro municipios del departamento de
Bolívar: “La situación de los alcaldes pareced empeorar, pues ayer se conoció que cuatro alcaldes del sur de
Bolívar anunciaron la renuncia a sus cargos después de que un batallón del ejército perteneciente a la
Quinta Brigada abandonó repentinamente la zona. Esta situación también generó el desplazamiento de unos
1.500 campesinos de la zona. Los alcaldes de Arenal, Rioviejo, Morales y Regidor denunciaron que
también cerca de 1.000 funcionarios públicos dejarían sus puestos ante la amenaza que representa el vacío
de autoridad que dejó la partida de la tropa,” 200 alcaldes populares asesinados en 13 años, El Tiempo,
sábado 20 de octubre de 2001, pp.1-12.
31
Alcaldes secuestrados
Además de los asesinatos y amenazas, los grupos armados atentan contra los gobiernos
locales mediante el secuestro de los alcaldes y otros funcionarios municipales. Entre 1993
y 2003, 253 alcaldes fueron secuestrados, lo cual arroja un promedio anual de 23
alcaldes, con valores máximos en 1997 con 59 secuestros y 1998 con 61, para un total de
120 en estos dos años, equivalente al 47% del total del período observado. Si se suman
los datos de asesinatos y secuestros entre 1993 y 2002 (354) se observa que en promedio,
32 alcaldes fueron víctimas de estos delitos por año.
AÑO
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
Total
Fuente: Cuadro A.1.2, Anexo
NUMERO
DE
SECUESTRADOS
4
18
5
11
59
61
19
36
19
17
4
253
ALCALDES
Los departamentos más afectados, en valores relativos, son Caquetá con 94%, Arauca con
86%, Antioquia con 53% y Nariño, con 46%; en 23 de los 32 departamentos se han
presentado secuestros. Para el total de municipios cerca de una cuarta parte (23%), ha
presenciado el secuestro de su alcalde.
32
GRAFICA A.1.2.1. NUMERO DE ALCALDES VICTIMAS DE
SECUESTRO PERIODO 1995 - ABRIL 2003
70
60
59
61
50
40
36
30
20
19
18
19
17
11
10
5
4
4
0
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
ABRIL
2003
AÑOS
De otra parte, entre 1995 y junio de 2003 fueron asesinados 64 ex – alcaldes y
secuestrados 139 (ver cuadro A.1.4 donde se presenta la información desagregada por
departamentos).
La situación de los Concejales
En forma similar a la situación de los alcaldes, los concejales han sido víctimas de
asesinatos, secuestros y amenazas. Los datos más relevantes son los siguientes:
- Entre 1986 y mayo de 2003 han sido asesinados 420 concejales, lo cual arroja un
promedio anual de 23 concejales. Los años pico son 1988 con 77 concejales asesinados y
2002 con 73.
- Entre 1993 y junio de 2003 han sido secuestrados 424 concejales, lo cual arroja un
promedio anual de 38 concejales. Los años con mayor ocurrencia de secuestros fueron
1997 con 172 secuestros y 1998 con 86, para un total en estos dos años de 258 que
representan el 60% del total del período observado.
- Desde 1993 han sido asesinados 41 ex -concejales y 13 han sido secuestrados.
La situación de otros funcionarios locales
El cuadro A.3.1.1 presenta información sobre asesinatos de otras autoridades locales
durante el período 1986 a mayo de 2003. En total fueron asesinados 529 funcionarios,
correspondiendo el mayor número a inspectores de policía con un total de 284;
33
igualmente fueron asesinados 223 funcionarios incluyendo secretarios de despacho y 22
personeros durante estos 17 años.
Gráfica A.3.1.2. NUMERO DE ASESINATOS DE AUTORIDADES
LOCALES (DIFERENTE A ALCALDES Y CONCEJALES),
DEPARTAMENTALES Y NACIONALES - 1986 A MAYO 2003
284
300
250
223
200
150
100
47
50
30
22
PARLAMENTARIOS
DIPUTADOS Y
CONSEJEROS
GOBERNADORES
INSPECTORES DE
POLICIA
PERSONEROS
0
SECRETARIOS Y
OTROS
FUNCIONARIOS
1
Gráfica A.3.2.2. SECUESTRO DE AUTORIDADES LOCALES, POR TIPO
DE VICTIMA. PERIODO 1994 A MAYO 2003
120
104
100
86
80
60
40
39
38
25
16
20
1
0
No. VICTIMAS
34
2. Atentados contra los procesos electorales.
Otra de las manifestaciones de la violencia consiste en los asesinatos de candidatos a
alcaldías y concejos y de líderes políticos, dirigentes populares, militantes y simpatizantes
de partidos o grupos políticos. El cuadro B.1.1 en el anexo muestra como entre 1986 y
mayo de 2003 fueron asesinados 1.257 candidatos, líderes, militantes y simpatizantes, en
el nivel local, correspondiendo los mayores números a los militantes y activistas, a los
dirigentes políticos locales y a los dirigentes populares. Es también significativo el hecho
de que 108 candidatos a alcaldía fueron asesinados y 94 candidatos a Concejo, resultado
de las acciones orientadas a impedir las elecciones o favorecer las campañas de los
candidatos preferidos por los grupos armados11. Adicionalmente, durante este mismo
período fueron secuestrados 97 candidatos a alcalde y 40 candidatos a Concejo, además
de otros 30 casos sin especificar. Todo lo anterior se ve reforzado con 461 casos de
destrucción de material electoral entre 1998 y marzo de 2003 (Tabla B.2.1.)
CANDIDATOS A ALCALDIA Y CONCEJO ASESINADOS
AÑO
1986
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
Total
11
CANDIDATOS A
ALCALDIA
ASESINADOS
8
1
2
2
1
19
1
21
30
3
14
2
2
2
108
CANDIDATOS A
CONCEJO
ASESINADOS
2
10
5
11
35
6
23
1
1
94
Rubio, con base en noticias de prensa, ofrece unos datos aún más preocupantes: Nota 25. “En las
elecciones locales y regionales de hace dos años (1997) como se recuerda, más de medio centenar de
candidatos fueron asesinados; 359 renunciaron a su aspiración política al igual que 1.520 listas de
concejales; en 26 municipios se aplazaron los comicios y en dos decenas de localidades se eligieron
alcaldes con votaciones ínfimas, de entre uno y veinte votos.” Alcaldes Hostigados, El País, Cali, domingo
3 de octubre de 1999, página 7 A.
35
Fuente: Cuadro B.1.1, anexo.
Gráfica B.1.1.2. ASESINATO DE CANDIDATOS Y DIRIGENTES
POLITICOS. PERIODO 1986 A MAYO 2003
337
350
300
250
229
203
200
158
150
100
97
50
0
De acuerdo con Rangel (1998), las elecciones de 1997 son un buen un ejemplo de la
estrategia guerrillera con relación al poder local. En estas elecciones se presentó uno de
los momentos de mayor violencia política de los últimos tiempos. El promedio de
alcaldes asesinados pasó de uno cada tres meses a dos mensualmente y en el 25% de los
municipios el proceso electoral fue distorsionado por la presencia guerrillera o
paramilitar. Esta situación es resultado de la intensa confrontación entre guerrilla y
paramilitares, por una parte, y de la debilidad del Estado para mejorar las condiciones de
seguridad y justicia en los municipios. El resultado es un incremento sustancial en las
violaciones de los derechos humanos y, específicamente, el aumento de alcaldes,
concejales y candidatos, amenazados y muertos.
Igualmente, el proceso electoral de 1997 evidenció la inmensa debilidad del Estado para
garantizar las condiciones de seguridad requeridas para realizar procesos electorales
transparentes y libres12. Hay que recordar que el 95% de los corregimientos del país y el
10% de las cabeceras municipales no tienen presencia de la policía.
12
Según Bonilla (2000), entre 1995 y 1997 la guerrilla asesinó 20 alcaldes, secuestró 32 y tenía seriamente
amenazados a 56 más. Los grupos armados obstaculizaron las elecciones de 1997 en muchos municipios
del país mediante presiones, asesinatos, amenazas y secuestros, incluyendo funcionarios de la organización
36
El propósito general de la táctica política electoral de la guerrilla es socavar la
legitimidad de las elecciones locales y regionales; esta táctica incluyó diferentes acciones.
En algunos municipios, donde tienen mayor control, impidieron las elecciones evitando la
inscripción de candidatos; en otros municipios, donde están consolidados pero su control
es menor, la guerrilla obstaculizó el proselitismo electoral de los candidatos de los
partidos tradicionales; finalmente, en regiones donde su influencia es menor, realizó
presiones sobre los candidatos para imponerles a la fuerza acuerdos para coadministrar y
controlar los gobiernos municipales.
Esta situación es destacada también por otros analistas. Rubio, por ejemplo, plantea lo
siguiente:
“Cada vez es más claro que los actores del conflicto interfieren en la configuración de la
política local: de manera activa cuando presentan candidatos propios y obligan a la
renuncia de los demás contendientes, y pasiva cuando permiten que las elecciones se
lleven a cabo pero ejercen presión armada durante el mandato del funcionario electo.
Incluso, se ha llegado a plantear que se ejerce presión sobre las Asambleas
Departamentales para elevar determinadas poblaciones a la categoría de municipios y de
esta forma absorber los recursos que la Nación les transfiere.” (página 6).
“Las distintas declaraciones están respaldadas por alguna evidencia sobre las amenazas a
los procesos electorales locales. Las acciones pasivas más recurrentes son el secuestro,
asesinato y las amenazas a los aspirante a cargos de elección popular y funcionarios
electos. Esta situación parece tan usual que el gobierno nacional decidió permitir el
gobierno desde el exilio a los alcaldes amenazados. La interferencia activa se presenta
cuando los candidatos a la subversión resultan elegidos democráticamente.”
Y Bonilla (2000) afirma: “Según información de prensa y denuncias que organizaciones
no gubernamentales han recopilado, en la campaña electoral de 1997 para elegir
mandatarios municipales y elegir cuerpos colegiados, 110 candidatos fueron asesinados
y, después de la elección, cada 30 días un alcalde murió asesinado. El hostigamiento y las
amenazas de guerrillas y paramilitares contra el proceso electoral de ese año se expresó
en la suspensión de las elecciones en varios municipios, en la destrucción por parte de las
FARC y el ELN del material electoral y en amenazas a los ciudadanos que pretendieran
votar. De igual manera, se conocieron los casos del secuestro de 244 personas, de varios
delegados de la Registraduría del Estado Civil y de observadores internacionales de la
Organización de Estados Americanos.” “De todos los candidatos y dirigentes políticos
amenazados por los diferentes actores armados con el objetivo de que se marginaran de
participar en la contienda electoral, 110 fueron asesinados y 359 candidatos a Alcaldías
se vieron obligados a retirarse, en una situación que dejó 22 municipios sin aspirantes, y
electoral e incluso de la OEA. En total 110 candidatos fueron asesinados y después de las elecciones cada
30 días ha muerto un alcalde. Adicionalmente, 359 candidatos a Alcaldías se vieron obligados a retirarse,
en una situación que dejó 22 municipios sin aspirantes, y provocó la renuncia de 1.520 listas a los concejos
municipales, aproximadamente 6.000 candidatos. Esta situación condujo a que más de 20 municipios
eligieran sus mandatarios con menos de 20 votos en cada una de sus poblaciones.
37
provocó la renuncia de 1.520 listas a los Concejos municipales, aproximadamente 6.000
candidatos. Esta situación condujo a que más de 20 municipios eligieran sus mandatarios
con menos de 20 votos en cada una de sus poblaciones. Para los analistas el anterior
panorama parece mostrar un balance de fuerzas por el control, político territorial entre las
distintas partes del conflicto armado. Tanto las FARC y el ELN como las autodefensas y
paramilitares, intentan justificar sus acciones contra los mandatarios locales con
argumentos relacionados con la corrupción administrativa, el clientelismo, el pago de
favores a la plutocracia regional y nacional, o el de mantener o haber establecido vínculos
o pertenecer a la organización armada contraria –guerrillas o paramilitares según sea del
caso- y / o apoyar al Ejercito Nacional y la Policía.”13
En un aparente cambio de táctica los grupos armados irregulares en las elecciones
municipales y departamentales de octubre de 2000 no se opusieron a su realización, pero
“exigieron” a los candidatos presentar sus plataformas políticas y programas de gobierno
para el “estudio” y “evaluación” respectiva, en un claro propósito de obligarlos a obtener
un visto bueno de los mismos. No obstante el CIDEC registró, entre enero de 1998 enero
de 2000 el asesinato de 22 alcaldes municipales.
3. Ataques a poblaciones
Entre 1993 y mayo de 2003 se presentaron 497 incursiones armadas contra grupos
poblacionales y 309 ataques urbanos para un total de 806 acciones contra poblaciones,
que afectaron a 284 municipios el 26% del total del país. En promedio cada año se
realizan 49 incursiones contra grupos poblacionales y cerca de 30 tomas y ataques
urbanos. Esto significa que cada mes ocurren casi 7 acciones armadas contra poblaciones
o, visto de otra forma, cada 5 días, en promedio, ocurre un ataque a poblaciones.
13
Centro de Información sobre el Desarrollo de la Democracia en Colombia –CIDEC-, “LA
DEMOCRACIA EN PELIGRO”, http://www.cidec.org.
38
Gráfica C.1.1.1. NUMERO DE ASALTOS Y TOMAS POBLACIONALES EN EL
PERIODO 1993 A MAYO 2003
90
80
No. ACCIONES
70
60
50
40
30
20
10
0
93
94
95
96
97
98
ASALTOS E INCURSIONES A GRUPOS POBLACIONALES
99
00
01
02
TOMAS Y ATAQUES URBANOS
Los ataques a poblaciones están relacionados con la presencia y la capacidad de la policía
para controlar el orden público. En total 162 municipios no tenían en diciembre de 2002
presencia de la policía, lo cual representa el 15% de los municipios del país. Dentro de las
razones para la carencia del servicio de policía se destacan la destrucción de las
instalaciones por ataques (55 casos)14 y la inseguridad por afluencia subversiva (25
casos), para un total de 80 municipios donde la acción de la guerrilla ha sido el factor
principal. En otros 54 municipios nunca se ha prestado el servicio y en 15 casos se carece
de instalaciones o recursos logísticos.
14
MY-03
Sobre la eficacia de la policía afirma Gaitán (1995): “En su interés por abarcar todo el territorio nacional
y cumplir una función contrainsurgente, han dilapidado recursos para combatir el crimen de una manera
eficiente. El número de policías en los pequeños poblados no es suficiente para desestimular los ataques
guerrilleros, lo cual conduce a que su presencia sea en muchos casos inútil. Los policías atacados por
grupos guerrilleros, que los superan en número y armas, se defienden con heroísmo; pero ese heroísmo ha
demostrado ser estéril, si observamos, como lo haremos, el drástico incremento del número de
guerrilleros.” (página 342).
39
NUMERO DE MUNICIPIOS SIN PRESENCIA DE POLICIA Y MOTIVOS
MOTIVO
NUMERO DE MUNICIPIOS
Nunca ha tenido servicio de la policía
55
Faltan instalaciones o recursos logísticos
15
Acción subversiva (destrucción total
54
instalaciones por ataque)
Inseguridad por afluencia subversiva
25
Disposición DIPON
13
TOTAL
162
Fuente: Cuadro C.2, anexo.
GRAFICA C.2.1. PORCENTAJE DE MUNICIPIOS SIN PRESENCIA DE POLICIAS EN CADA
DEPARTAMENTO A 2002
100,0
100,0
90,0
80,0
75,0
70,0
66,7
60,0
53,6
50,0
40,0
34,9
33,3
31,6
30,0
26,8
23,6
23,324,1
23,119,525,0
20,0
12,5
12,5
10,0 4,8
8,0
6,7
4,3
0,0
40
Sobre el ataque y destrucción de poblaciones plantea el Observatorio de Derechos
Humanos en Colombia, lo siguiente:
“La destrucción de las poblaciones colombianas por parte de los actores del conflicto
armado se ha convertido en una práctica de la guerra interna, que acentúa la gravedad del
panorama de la violencia al sumarse a los fenómenos de la muerte de civiles fuera de
combate y las masacres. Esta modalidad atenta contra la vida e integridad de las personas,
civiles y miembros de la fuerza pública, atenta contra las instituciones locales y
nacionales, destruye el tejido social de las comunidades y genera desplazamientos,
además de los perjuicios económicos causados a los pobladores y al Estado. Muchas
incursiones a las poblaciones han tenido como objetivo militar central el ataque a la
fuerza de policía que resguarda a la población, con la utilización de armas de alcance
indiscriminado. En estar incursiones a las poblaciones se comenten varios tipos de
infracciones del Derecho Internacional Humanitario: atentados contra la vida y la
integridad de las personas, actos de terrorismo, actos de barbarie, pillaje, toma de
rehenes, uso de artefactos prohibidos como los cilindros de gas, ataques indiscriminados
a bienes y personas, etc.
Las incursiones a las poblaciones colombianas como métodos de guerra se han venido
haciendo recurrentes en los últimos dos años por parte de todos los actores armados: las
FARC, el ELN, el EPL, y las Autodefensas, como lo muestran los mapas y listados. De
acuerdo con la información de las Fuerzas Militares, entre enero de 1999 y julio de 2000
fueron objeto de ataques 147 poblaciones, es decir, cerca del 10% de los municipios del
país. Las FARC han cometido la gran mayoría de ataques a las poblaciones (el 71%),
particularmente debido a la intensificación de sus ataques en el primer semestre de este
año. Las Autodefensas son autoras del 11% de estos ataques armados.” (Observatorio,
2000, página 4).
41
4. Ataques contra la infraestructura municipal
La policía nacional registra en el período 1993 a 2002 un total de 638 ataques a
instalaciones e infraestructura municipal, que afectaron a 279 municipios que representan
el 26% de municipios del país.
AÑO
NUMERO DE ATAQUES
1993
51
1994
49
1995
36
1996
32
1997
63
1998
82
1999
76
2000
102
2001
76
2002
71
Total
638
Fuente: Cuadro D.1, anexo.
GRAFICA D.1.1. PORCENTAJE DE MUNICIPIOS POR DEPARTAMENTO AFECTADOS POR ATAQUE A
INSTALACIONES E INFRAESTRUCTURA, EN EL PERIODO 1993 A 2002
120,0
100,0
100,0
75,0
80,0
68,8
60,0
47,4
51,2
42,5
41,4
40,0
31,2
28,4
13,3 13,0 14,8
20,0
0,0
4,3
30,2
26,7
25,0
18,9
16,0 14,3
10,0
3,6
0,0
46,2
44,7
33,3
33,3
26,2
14,3
10,3 12,5
0,0
0,0
5. Obstáculos a la gestión municipal – el clientelismo armado
De acuerdo con varios autores, los actores armados han desarrollado una especie de
“clientelismo armado”, que consiste en la apropiación privada de bienes y servicios
públicos mediante la amenaza de las armas. Este clientelismo, similar a las prácticas
políticas tradicionales en el país, se expresa en la apropiación de recursos municipales, en
la incidencia en la asignación de los recursos de inversión, la contratación y el
nombramiento de funcionarios; todo esto se ve complementado por la extracción de
42
comisiones a los contratistas seleccionados. Debido a la naturaleza de estos actos, resulta
difícil disponer de estadísticas y datos confiables por lo cual es preciso recurrir a
testimonios sobre dichas situaciones. Dentro de la bibliografía revisada hasta el momento,
solamente identificamos dos trabajos cuyo título se refiere a la relación entre el conflicto
y las finanzas públicas municipales en Colombia (Rubio, 2002 y Ospina 2003); sin
embargo, el primero de estos estudios no presenta un análisis del efecto de la violencia en
las finanzas locales, aunque incluye alguna información testimonial que transcribimos a
continuación.
“La autonomía fiscal de los municipios los hace atractivos para la subversión como
potencial fuente de financiamiento. La descentralización administrativa, en combinación
con la clara fragilidad en materia de justicia y orden público, permite que los grupos
armados ilegales se lucren de los ingresos municipales, mediante el denominado
clientelismo armado, que “no es otra cosa que la apropiación privada de bienes públicos a
través de la amenaza de las armas.”” (página 4).
“Es copiosa la evidencia testimonial sobre los grupos armados apropiándose de los
recursos públicos. En varias oportunidades los mismos funcionarios del gobierno han
hecho declaraciones públicas al respecto. La falta de información sistemática ha sido el
principal obstáculo para cuantificar exactamente el valor de los recursos públicos que
tales organizaciones se han apropiado en los últimos años.” (página4).
Nota 14 (página 4). “Por ejemplo, el informe acerca del desarrollo de la justicia regional,
que el Ministerio de Justicia presentó al Congreso en 1995, señala que las FARC
“obtienen cerca de “295 mil millones al año, […] siendo una gran proporción de ésta,
más del 50% obtenida a través de vínculos con el narcotráfico, y el resto, de actividades
como la extorsión, el secuestro, la obtención de dineros oficiales desviados con amenazas
y amedrentamientos a funcionarios públicos, etc.”, República de Colombia, Ministerio de
Justicia y Derecho (1995), pp.19-20. Así mismo, en declaraciones recientes, el Ministro
de Minas y Energía, “denunció que parte de las regalías que recibe el departamento de
Arauca por la explotación de Caño Limón están sirviendo para financiar a la guerrilla.”
“Regalías se van para la guerrilla”, El Tiempo, miércoles 29 de agosto de 2001, pp. 1-11.
Nota 15, (página 4). En buena parte de los casos las declaraciones de ex – guerrilleros
constituyen la base de dicha estimación. A partir de los datos recopilados por La Rotta
(1996), por ejemplo, se podría estimar que la contribución de los dineros oficiales a los
ingresos de la guerrilla se sitúa –dependiendo de la fuente de información que se utilice,
oficial, gremial o los cálculos del autor- entre el 3.5% y el 9.7%. Parecería que la mayor
participación –tanto en sus ingresos como en el total que se desvía- es la del ELN, algo
que concuerda con la impresión de varios analistas. El mismo autor cita una serie de
documentos y declaraciones hechas por un guerrillero reinsertado sobre posibles
mecanismos para estos desvíos: “[…] en el Departamento de Nariño participé
directamente en convenios con 10 alcaldías e indirectamente con otras 5 para definir los
apoyos económicos, logísticos, políticos, militares, etc. (sic) que los burgomaestres harían
al 29 F.F.(frente FARC) y los beneficios que recibirían a cambio. Puedo suministrar la
lista y los términos de los convenios…Las distintas modalidades de aporte que van desde
43
contratos civiles de obra, de asesorías, dinero en efectivo, alimentos, intendencia,
material bélico, etc…. Los pactos con senadores y representantes a la Cámar como (…) y
(…) para que pudieran hacer campaña en las montañas de Nariño, a cambio de
concesiones económicas y políticas… Según mis cálculos en los próximos 3 años el 29
F.F. tendrá ingresos por pactos políticos aproximados de 2.000 millones de pesos
contratados de 40 alcaldías del Departamento de Nariño.” La Rotta (1996), pp. 190-191.
En nota aparte el autor agrega que los puntos suspensivos, entre paréntesis, se usaron para
proteger las identidades de las personas y organizaciones mencionadas en el documento.
El trabajo describe varias de las modalidades que utilizan las FARC para desviar dineros
oficiales: negociaciones directas con la alcaldía del municipio; transacciones que se hacen
en efectivo o en especie o concesiones de servicios. Los guerrilleros presionarían a las
autoridades municipales, para ganarse licitaciones oficiales, u obtener un porcentaje del
total de los recursos destinados para la obra. Así, se estaría ejerciendo un efecto negativo
sobre la eficiencia en la asignación de los recursos municipales: “[…] los efectos en
términos de la eficiencia y de la transparencia en el gasto público en los municipios
influidos por la guerrilla no parecen ser los mejores (…). De esta manera, la guerrilla
misma se ha convertido en factor de corrupción y de ineficiencia de las administraciones
locales que drena los recursos públicos hacia su utilización y aprovechamiento propios.”
(Rangel (1997), pp. 57. En carta dirigida al Consejero para la Paz otro miembro de la
guerrilla menciona algunas de las fuentes de los recursos drenados por la guerrilla: “(…)
empresas particulares, entidades estatales (PNR, FOSES, PLAN PACIFICO,
FINANCIACIONES NACIONES E INTERNACIONALES, etc.), pero los más
importantes provienen (sic) de las distintas alcaldías municipales de este Departamento”.
La Rotta (1996), pp. 348-350.
Nota 16. “Una encuesta realizada por El Tiempo a una muestra aleatoria de 100 alcaldes
del país, reveló que el 12% acepta haber sido contactado por la guerrilla. De estos, el 25%
dijo que la guerrilla presionó decisiones administrativas y el 17% denunció el interés por
los recursos del municipio, “Paz: 500 diálogos clandestinos”, El Tiempo, domingo 11 de
noviembre de 2001, p0.1-6. Una encuesta similar, realizada en 1993 a 220 alcaldes,
arrojó un resultado similar: (…) 13% de los gobernantes de los municipios colombianos
están sujetos a presiones, amenazas, chantajes u otras formas de intimidación por parte de
las organizaciones armadas ilegales…Proyectando los datos de la encuesta se tendría que
alrededor de 130 alcaldes no pueden gobernar sin “rendirle cuentas” a los actores
organizados de la violencia del país”. El país de los alcaldes, El Tiempo, 16 de enero de
1994, Tomado de Echandía (1996), pp.70.
Estos testimonios reflejan claramente la presencia del clientelismo armado, fenómeno
sobre el cual es preciso profundizar en su seguimiento y evaluación. Ospina (2003)
realizó un estudio sobre las relaciones entre la violencia y las finanzas municipales en los
municipios del Departamento de Meta y presenta información muy detallada sobre los
instrumentos de financiación de la guerrilla, tanto mediante la aplicación de un sistema
tributario paralelo, como mediante la presión sobre las administraciones municipales. El
autor presenta las siguientes conclusiones.
44
“La primera conclusión que se puede extraer, es la existencia de importantes efectos
indirectos que determinan el comportamiento de los ingresos tributarios en municipios
afectados por la violencia.
Una medida del tamaño del recaudo de los impuestos y del efecto negativo en la
economía local y en los impuestos, se puede ver si se toma como referencia de
comparación municipios de tamaño poblacional semejante, pero con índices de violencia
menores al promedio nacional. El resultado de esta aproximación muestra un decaimiento
de los ingresos tributarios en todos los municipios, independiente del grupo armado que
hace presencia en la zona.
Por ello puede afirmarse que la violencia afecta de manera definitiva la recaudación de
los ingresos tributarios. Esta conclusión es relativa, pues no separa los efectos derivados
de una menor gestión fiscal, de los efectos provocados por la violencia.
Los municipios con altos indicadores de violencia dependen en gran medida del impuesto
predial, mientras que el ICA tiene menor peso, lo que indica una mayor sensibilidad de
este último a entornos de violencia.
Los estudios de caso ponen en evidencia una gran influencia de las guerrillas y las
autodefensas, estás determinan la dirección de los recursos públicos a través de presiones
al gasto, decisiones de contratación o de control fiscal paralelo sobre la gestión
municipal. Esta hipótesis no se puede probar con el simple estudio de las cifras
agregadas e indicadores fiscales tomados del presupuesto ejecutado, pues es en esas cifras
no se refleja el detalle necesario del uso discriminado de los ingresos públicos.”
CONCLUSIONES
El país ha venido enfrentando una estrategia específica de las fuerzas guerrilleras para
intimidar y controlar el poder local, como elemento de una estrategia general de guerra
que tiene componentes económicos, militares y políticos. Esta estrategia apunta
claramente a debilitar la democracia local, a eliminar la presencia del Estado nacional y a
crear territorios donde en la práctica la guerrilla es el poder local. La aplicación
sistemática de esta estrategia se traduce en múltiples acciones violatorias de los derechos
humanos y el derecho internacional humanitario: obstrucción al proceso electoral
mediante diversos instrumentos, incluyendo el asesinato de candidatos; asesinatos,
secuestros y amenazas a alcaldes, concejales y funcionarios; desplazamiento de alcaldes
que no pueden gobernar dentro de sus territorios; daños a instalaciones municipales;
destrucción de cuarteles de policía; obstáculos e interferencias a la gestión municipal,
tanto en la recolección de ingresos como en la asignación de recursos, la contratación y el
nombramiento de funcionarios. Esta situación se agrava por la respuesta paramilitar que
ha adoptado una estrategia similar a la de la guerrilla y ha copiado buena parte de sus
tácticas, aplicándolas con una sevicia y crueldad aún mayor.
45
La magnitud de la violencia causada por los grupos guerrilleros y paramilitares se
sintetiza, con la información disponible hasta el momento, en la siguiente tabla. La
lectura de las cifras allí presentadas muestra con claridad la magnitud de la problemática
que enfrentan los alcaldes, concejales y administraciones locales.
La solución de los problemas examinados demanda, necesariamente, una estrategia
integral del Estado, asunto que se abordará en próximo documento. Por el momento,
citamos a continuación a Rangel quien destaca el papel estratégico del ámbito municipal:
“Finalmente, de la misma forma como la guerrilla ha hecho del ámbito municipal un
escenario definitivo para desarrollar con éxito sus estrategias, el Estado debe ubicar el
espacio municipal como imprescindible para estructurar y desarrollar una estrategia de
confrontación y contención a la guerrilla en lo político, en lo económico y en lo militar.
De esta circunstancia dependerá que el Estado y la sociedad puedan cambiarle a la
guerrilla la percepción que ella tiene actualmente del conflicto y que, por ser tan
favorable a sus propósitos de acumulación de fuerzas, le impide objetivamente decidirse
en este momento por la solución política del conflicto armado. El papel definitivo del
municipio en la consecución de la paz se hace más notorio si pensamos que es muy
probable que sólo cuando el Estado logre contener la expansión de la guerrilla y empiece
a recuperar su soberanía en el ámbito municipal, tal vez la guerrilla se convenza de que su
acumulación de fuerzas ha encontrado el límite y en ese instante considere que el
momento del diálogo útil que conduzca a la reconciliación nacional, ha llegado.” (página
61).
INDICADORES DE VIOLENCIA SOBRE LOS GOBIERNOS MUNICIPALES
ASPECTO
Alcaldes asesinados
DATOS
157 alcaldes asesinados entre 1986 y 2002
9 alcaldes asesinados por año
1 alcalde es asesinado cada 40 días
19 alcaldes fueron asesinados en el año 2000
Alcaldes amenazados
554 alcaldes amenazados en 2002
51% de los alcaldes amenazados
131 alcaldes despacharon desde la capital en 2002
22 alcaldes fueron obligados a renunciar
7 departamentos tienen todos sus alcaldes amenazados
253 alcaldes secuestrados entre 1993 y 2003
23 alcaldes son secuestrados cada año
cada 15 días un alcalde es secuestrado
420 concejales asesinados entre 1986 y mayo de 2003
23 concejales asesinados por año
424 concejales secuestrados entre 1993 y junio de 2003
38 concejales secuestrados por año
529 funcionarios asesinados entre 1986 y mayo de 2003
Alcaldes secuestrados
Concejales
Funcionarios municipales
46
Exalcaldes asesinados y Entre 1995 y 2003 64 ex -alcaldes fueron asesinados y 139
secuestrados
secuestrados.
Candidatos asesinados
Entre 1986 y 2003, 108 candidatos a la alcaldía fueron
asesinados y 94 candidatos a Concejo Municipal
Ataques a poblaciones
Entre 1993 y 2002 se realizaron 497 incursiones armadas
contra poblaciones.
309 ataques urbanos
806 acciones violentas contra poblaciones
49 incursiones contra poblaciones por año
30 tomas y ataques urbanos por año
7 acciones violentas por mes
cada 5 días ocurre un ataque a poblaciones
284 municipios afectados
26% municipios afectados
Municipios sin presencia 162 municipios no tienen servicio de policía
de la policía
54 de estos 162 no tienen porque las instalaciones fueron
destruidas
25 de estos no tienen por la amenaza guerrillera
Ataques a infraestructura e 638 ataques a instalaciones e infraestructura municipal entre
instalaciones municipales 1993 y 2002.
53 ataques por año en promedio
279 municipios afectados
26% de municipios del país afectados
47
BIBLIOGRAFIA CITADA
BONILLA, Guido (2000), Los contextos sociopolíticos de la descentralización política,
documento de investigación.
CASTRO, Jaime, Respuesta democrática al desafío guerrillero, Editorial Oveja Negra,
1987.
CUBIDES, Fernando; Ana Cecilia Olaya y Carlos ORTIZ (1998), La violencia y el
municipio colombiano 1980 – 1997, Centro de Estudios Sociales – CES-, Facultad de
Ciencias Humanas, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, 316 Pág.
GAITÁN Pavia, Pilar, (1988), “Primera elección popular de alcaldes: expectativas y
frustraciones”, en: Revista Análisis Político, No. 4, Bogotá.
GAITÁN Pavia, Pilar y MORENO Ospina, Carlos, (1992), Poder Local. Realidad y
Utopía de la Descentralización en Colombia, IEPRI – Tercer Mundo Editores, Bogotá
GALÁN, Luis Carlos, (1990), Los municipios: dueños de su destino, PROCOMUN,
Bogotá.
OBSERVATORIO de los Derechos Humanos en Colombia (2000), Boletín No 10,
Agosto- Septiembre.
OSPINA Cruz, José Abelino, Análisis preliminar de los efectos fiscales de hechos de
violencia, Informe preliminar, 2003.
RANGEL Suárez, Alfredo, Colombia: guerra en el fin de siglo, Tercer Mundo Editores
en coedición con la Universidad de los Andes, 1998
RUBIO, Mauricio, (2002), Conflicto y finanzas públicas municipales en Colombia,
CEDE, Universidad de los Andes, noviembre, Bogotá, 50 pág.
VICEPRESIDENCIA de la República, Programa Presidencial de Derechos Humanos y
DIH, Colombia, conflicto armado, regiones y derechos humanos y DIH, 1998-2002,
Bogotá, julio de 2002.
48
ANEXO1
CUADROS Y GRAFICOS SOBRE VIOLENCIA Y
DEMOCRACIA LOCAL
FEDERACION COLOMBIANA DE MUNICIPIOS. DERECHOS HUMANOS, RELACIONES ENTRE VIOLENCIA POLITICA Y CONFLICTO
ARMADO QUE INVOLUCRAN AUTORIDADES MUNICIPALES
CUADRO A.1.1. ASESINATO DE ALCALDES, SEGÚN DEPARTAMENTOS PARA EL PERIODO 1986 - MAYO 2003
DEPARTAMENTO
1986
1987
1988
1989
1990
1991
1992
ANTIOQUIA
1993
1994
1995
1996
1997
1
3
1
3
3
ARAUCA
1998
1999
2000
1
5
1
1
1
ATLÁNTICO
2002
MAYO
TOTAL
2003 GENERAL
18
1
4
1
1
1
BOLÍVAR
1
BOYACÁ
2
CASANARE
1
1
1
2
1
1
1
2
7
1
8
3
2
1
CESAR
1
CHOCÓ
2
2
1
CAUCA
CUNDINAMARCA
3
1
1
CAQUETÁ
1
2
3
1
1
1
GUAVIARE
3
6
3
1
2
1
8
1
1
1
HUILA
1
MAGDALENA
1
META
1
NARIÑO
1
NORTE DE SANTANDER
1
1
PUTUMAYO
1
1
1
1
1
1
1
1
TOLIMA
6
4
11
10
11
8
1
1
1
3
1
7
1
1
6
12
6
3
10
2
2
1
4
1
1
5
1
1
5
12
5
162
1
2
VALLE DEL CAUCA
5
2
1
1
5
5
1
1
1
SUCRE
3
1
3
1
SANTANDER
TOTAL GENERAL
2001
3
1
10
11
11
19
9
Fuente: Este cuadro se elabora a partir de la base de datos (BD1-A1-ALCALDES.xls). Para los años 1986 a 1992 se toman datos de la Sala de estrategia
Nacional y no se tiene la información desagregada por departamento. La serie 1993 a mayo 2003 se elabora a partir de información recolectada por el
Observatorio de DDHH y DIH. Presidencia de la República y complementada con los datos que registra la DIJIN-CIC y el FCM.
50
Gráfica A.1.1. 1. ALCALDES ASESINADOS EN EL PERIODO 1986- MAYO
2003
20
18
16
14
12
10
8
6
4
2
MAYO 2003
2002
2001
2000
1999
1998
1997
1996
1995
1994
1993
1992
1991
1990
1989
1988
1987
1986
0
51
FEDERACION COLOMBIANA DE MUNICIPIOS. DERECHOS HUMANOS, RELACIONES ENTRE VIOLENCIA POLITICA Y CONFLICTO
ARMADO QUE INVOLUCRAN AUTORIDADES MUNICIPALES
CUADRO A.1.1.2. PORCENTAJE DE MUNICIPIOS CON ALCALDES ASESINADOS POR DEPARTAMENTOS PARA EL PERIODO 1993 MAYO 2003
DEPARTAMENTO
ANTIOQUIA
No. DE MPIOS
TOTAL GENERAL
% PARTICIPACION
125
18
14,4%
ARAUCA
7
4
57,1%
ATLÁNTICO
23
1
4,3%
BOLÍVAR
45
3
6,7%
BOYACÁ
123
7
5,7%
CAQUETÁ
16
8
50,0%
CASANARE
19
2
10,5%
CAUCA
41
3
7,3%
CESAR
25
6
24,0%
CHOCÓ
28
3
10,7%
CUNDINAMARCA
116
8
6,9%
25,0%
GUAVIARE
4
1
HUILA
37
3
8,1%
MAGDALENA
30
5
16,7%
META
29
6
20,7%
NARIÑO
63
3
4,8%
NORTE DE SANTANDER
40
10
25,0%
PUTUMAYO
13
2
15,4%
SANTANDER
87
4
4,6%
SUCRE
24
5
20,8%
10,6%
TOLIMA
47
5
VALLE DEL CAUCA
42
3
7,1%
984
162
16,5%
TOTAL GENERAL
Fuente: Este cuadro se elabora a partir de la base de datos (BD1-A1-ALCALDES.xls). Se elabora a partir de información recolectada por el Observatorio de DDHH y DIH.
Presidencia de la República y complementada con los datos que registra la DIJIN-CIC y el FCM.
52
Gráfica A.1.1.2. PORCENTAJE DE MUNICIPIOS CON ALCALDES
ASESINADOS, POR DEPARTAMENTO. 1993-MAYO 2003
60,0%
50,0%
%
40,0%
30,0%
20,0%
10,0%
0,0%
DEPARTAMENTOS
53
Gráfica A.1.1.3. ALCALDES ASESINADOS POR DEPARTAMENTO EN
EL PERIODO 1993- MAYO 2003
20
18
18
16
14
12
10
10
8
7
6
4
2
0
4
3
1
8
8
6
2
3
5
3
3
1
6
3
4
2
5
5
3
54
FEDERACION COLOMBIANA DE MUNICIPIOS. DERECHOS HUMANOS, RELACIONES ENTRE VIOLENCIA POLITICA Y CONFLICTO ARMADO QUE INVOLUCRAN
AUTORIDADES MUNICIPALES
CUADRO A.1.2. SECUESTRO DE ALCALDES. PERIODO 1993- ABRIL 2003, POR DEPARTAMENTO.
DEPARTAMENTO
AMAZONAS
ANTIOQUIA
ARAUCA
ATLANTICO
BOLIVAR
BOYACA
CALDAS
CAQUETA
CASANARE
CAUCA
CESAR
CHOCO
CORDOBA
CUNDINAMARCA
GUAINIA
GUAVIARE
HUILA
LA GUAJIRA
MAGDALENA
META
NARIÑO
NORTE SANTANDER
PUTUMAYO
QUINDIO
RISARALDA
SAN ANDRES Y PROV
SANTANDER
SUCRE
TOLIMA
VALLE DEL CAUCA
VAUPES
VICHADA
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2
5
2
1
1
22
14
3
6
1
10
2
3
1
1
1
1
5
1
6
1
1
3
3
2
1
1
2
2
1
1
1
5
1
2
ABRIL 2003
66
6
1
7
10
1
2
3
6
3
2
2
3
1
1
1
1
15
4
18
7
4
1
1
2
13
3
1
2
5
1
1
1
1
1
1
7
1
1
1
2
10
6
1
3
1
1
2
1
2
6
2
2
1
1
2
1
2
4
5
2
2
TOTAL
1
2
1
1
2
4
2
3
1
1
1
1
1
1
5
2
3
8
29
13
4
17
4
12
4
1
TOTAL Año
4
18
5
11
59
61
19
36
19
17
4
253
Fuente: Cuadro elaborado a partir de la base de datos BD1-A1-ALCALDES.xls, archivos entregados por el Observatorio de DDHH y DIH - Presidencia de la República que la
procesa a partir de boletines diarios del DAS, complementado con la entregada por el Centro de Investigaciones Criminalísticas -DIJIN Policía Nacional y la obtenida mediante el
BOLETIN INFORMATIVO DEL SECUESTRO EN COLOMBIA - CENTRO NACIONAL DE DATOS. FONDELIBERTAD
NOTA: Para consultar datos específicos por municipio y nombres de alcaldes ver archivo BD1-A1-Alcaldes.xls
55
GRAFICA A.1.2.1. NUMERO DE ALCALDES VICTIMAS DE
SECUESTRO PERIODO 1995 - ABRIL 2003
70
60
59
61
50
40
36
30
20
19
18
19
17
11
10
5
4
4
0
1993
1994
1995
1996
1997
1998
AÑOS
1999
2000
2001
2002
ABRIL
2003
56
FEDERACION COLOMBIANA DE MUNICIPIOS. DERECHOS HUMANOS, RELACIONES ENTRE VIOLENCIA POLITICA Y CONFLICTO
ARMADO QUE INVOLUCRAN AUTORIDADES MUNICIPALES
CUADRO A.1.2.2. PORCENTAJE DE MUNICIPIOS CON ALCALDES SECUESTRADOS, POR DEPARTAMENTO. PERIODO 1993- ABRIL
2003
DEPARTAMENTO
AMAZONAS
ANTIOQUIA
ARAUCA
ATLANTICO
BOLIVAR
BOYACA
CALDAS
CAQUETA
CASANARE
CAUCA
CESAR
CHOCO
CORDOBA
CUNDINAMARCA
GUAINIA
GUAVIARE
HUILA
LA GUAJIRA
MAGDALENA
META
NARIÑO
NORTE SANTANDER
PUTUMAYO
QUINDIO
RISARALDA
SAN ANDRES Y PROV
SANTANDER
SUCRE
TOLIMA
VALLE DEL CAUCA
VAUPES
VICHADA
TOTAL AÑO
No. DE MPIOS
2
125
7
23
45
123
27
16
19
41
25
28
28
116
1
4
37
15
30
29
63
40
13
12
14
2
87
24
47
42
3
4
TOTAL GENERAL
1
% PARTICIPACION
0,0%
52,8%
85,7%
4,3%
15,6%
8,1%
0,0%
93,8%
21,1%
43,9%
28,0%
14,3%
0,0%
11,2%
0,0%
0,0%
13,5%
13,3%
10,0%
27,6%
46,0%
32,5%
30,8%
0,0%
0,0%
0,0%
19,5%
16,7%
25,5%
9,5%
0,0%
25,0%
1092
253
23,2%
66
6
1
7
10
15
4
18
7
4
13
5
2
3
8
29
13
4
17
4
12
4
Fuente: Este cuadro se elabora a partir de la base de datos (BD1-A1-ALCALDES.xls). Se elabora a partir de información recolectada por el Observatorio de DDHH y DIH.
Presidencia de la República y complementada con los datos que registra la DIJIN-CIC y el FCM.
57
Gráfica A.1.2.2. PORCENTAJE DE MUNICIPIOS CON ALCALDES
SECUESTRADOS, POR DEPARTAMENTO. PERIODO 1993-ABRIL 2003
100,0%
90,0%
80,0%
70,0%
60,0%
50,0%
40,0%
30,0%
20,0%
10,0%
0,0%
58
Gráfica A.1.2.3. SECUESTRO DE ALCALDES POR DEPARTAMENTO. PERIODO 1993ABRIL 2003
70
60
50
40
30
20
10
0
59
FEDERACION COLOMBIANA DE MUNICIPIOS. DERECHOS HUMANOS, RELACIONES ENTRE VIOLENCIA POLITICA Y CONFLICTO ARMADO QUE INVOLUCRAN
AUTORIDADES MUNICIPALES
CUADRO A.1.3. ALCALDES AMENAZADOS, OBLIGADOS A DESPACHAR DESDE OTRO SITIO DEBIDO
A PRESION DE MOVIMIENTOS INSURGENTES. PERIODO 2000 - MAYO 2003
DEPARTAMENTO
AMAZONAS
ANTIOQUIA
ARAUCA
ATLANTICO
BOLIVAR
BOYACA
CALDAS
CAQUETA
CASANARE
CAUCA
CESAR
CHOCO
CORDOBA
CUNDINAMARCA
GUAINIA
GUAVIARE
HUILA
LA GUAJIRA
MAGDALENA
META
NARIÑO
NORTE SANTANDER
PUTUMAYO
QUINDIO
RISARALDA
SAN ANDRES
SANTANDER
SUCRE
TOLIMA
VALLE DEL CAUCA
VAUPES
VICHADA
TOTAL
NUMERO TOTAL DE
MUNICIPIOS POR
DEPARTAMENTO
(a)
2
125
7
23
45
123
27
16
19
41
25
28
28
116
1
4
37
15
30
29
63
40
13
12
14
2
87
24
47
42
3
4
1092
NUMERO DE ALCALDES
AMENAZADOS -(b)
ALCALDES QUE POR AMENAZAS ESTAN OBLIGADOS A DESPACHAR
DESDE LA CAPITAL DE DEPARTAMENTO. (d)
% (c)
Nov-02
May-03
Nov-02
May-03
1
38
7
50,0
30,4
100,0
0,0
87
3
7
12
2
2
0
S.D.
5
0
S.D.
23
0
14
S.D.
S.D.
8
S.D.
S.D.
S.D.
S.D.
4
18
S.D.
S.D.
20
40
14
S.D.
S.D.
S.D.
0
S.D.
5
27
S.D.
S.D.
S.D.
554
178
29
36
10
16
19
32
9
3
44
3
37
15
3
20
61
40
8
8
2
64,4
29,3
37,0
100,0
100,0
78,0
36,0
10,7
2000
2001
2002
2
18
5
3
6
5
2
6
14
15
2
3
1
2
14
4
71,4
18,7
0,0
87,5
2
1
32,0
1
4
37,9
75,0
100,0
100,0
10,0
69,0
96,8
100,0
61,5
66,7
14,3
100,0
12,5
14,9
28,6
66,7
50,0
50,7
100,0
48,6
1
1
69,0
63,5
35,0
1
1
3
3
1
7
4
12
4
2
May-03
20
14
2
3
2
10
4
6
3
6
11
4
2
3
1
11
4
2
5
9
2
4
2
5
12
107
1
8
20,8
57,4
1
1
7
1
3
16,3
16
131
107
36
6
Fuente: La información para el año 2003 tanto de alcaldes amenazados como despachando desde otros municipios se elabora a partir de comunicaciones enviadas por las
gobernaciones a la FCM. Para el 2002 se obtiene por la Dirección de Orden Público del Ministerio del Interior y la Federación Colombiana de Municipios en las Secretarías de
Gobierno departamentales. Se tiene en papel para el año 2002, municipio por municipio con nombre de alcaldes amenazados.
60
FEDERACION COLOMBIANA DE MUNICIPIOS. DERECHOS HUMANOS, RELACIONES ENTRE VIOLENCIA POLITICA Y CONFLICTO ARMADO QUE INVOLUCRAN
AUTORIDADES MUNICIPALES
CUADRO A.1.4. EXALCALDES SECUESTRADOS Y ASESINADOS. PERIODO 1995 A DE JUNIO DE 2003
EXALCALDES ASESINADOS
DEPARTAMENTO
AMAZONAS
ANTIOQUIA
ARAUCA
ATLANTICO
BOLIVAR
BOYACA
CALDAS
CAQUETA
CASANARE
CAUCA
CESAR
CHOCO
CORDOBA
CUNDINAMARCA
GUAINIA
GUAVIARE
HUILA
LA GUAJIRA
MAGDALENA
META
NARIÑO
NORTE SANTANDER
PUTUMAYO
QUINDIO
RISARALDA
SAN ANDRES Y PROV
SANTANDER
SUCRE
TOLIMA
VALLE DEL CAUCA
VAUPES
VICHADA
TOTAL
1995
1996
3
1997
1998
1999
2
4
1
2000
2001
EXALCALDES SECUESTRADOS
2002
3
1
1
1
1
1
1
1
1
1
2
1
1
2
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
2
1
1
2
2
2
1
1
1
1
1
1
2
1
JUNIO
TOTAL
2003
0
13
1
0
2
2
2
2
3
1
3
0
1
2
0
0
2
1
1
2
3
2
1
1
0
2
0
4
6
2
1
6
0
0
1995
1996
1
1
1997
1998
1999
2000
2001
2002
1
2
1
2
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
2
1
2
2
1
2
1
2
3
1
2
2
4
1
1
1
1
1
1
1
1
1
5
1
1
1
1
1
1
1
TOTAL
0
22
1
1
7
4
5
2
3
4
7
0
2
5
0
0
5
3
6
4
7
12
1
0
5
0
11
9
4
8
0
1
11
4
4
15
5
7
10
6
2
64
3
4
6
15
12
20
8
7
139
Fuente: Este cuadro se elabora a partir de la base de datos BD3-A1-HOMICIDIOS-AUTORILOCAL.XLS Y BD-A2-SECUESTROS-AUTORILOCAL.XLS, suministrada por la CICDIJIN Policía Nacional y complementada con la entregada por el Observatorio DDHH y DIH que la procesa a partir de boletines diarios del DAS, para los años 1995 a 1997. Así
mismo se tienen en cuenta en los años 2000 y 2001 datos de recortes de prensa que entrega la FCM.
61
FEDERACION COLOMBIANA DE MUNICIPIOS. DERECHOS HUMANOS, RELACIONES ENTRE VIOLENCIA POLITICA Y CONFLICTO ARMADO QUE INVOLUCRAN
AUTORIDADES MUNICIPALES
CUADRO A.2.1.1. HOMICIDIO DE CONCEJALES. PERIODO 1986 A JUNIO DE 2003
DEPARTAMENTO
AMAZONAS
ANTIOQUIA
ARAUCA
ATLANTICO
BOLIVAR
BOYACA
CALDAS
CAQUETA
CASANARE
CAUCA
CESAR
CHOCO
CORDOBA
CUNDINAMARCA
GUAINIA
GUAVIARE
HUILA
LA GUAJIRA
MAGDALENA
META
NARIÑO
NORTE SANTANDER
PUTUMAYO
QUINDIO
RISARALDA
SAN ANDRES Y PROV
SANTANDER
SUCRE
TOLIMA
VALLE DEL CAUCA
VAUPES
VICHADA
1986
1987
1988
1989
1990
1991
1992
JUNIO
TOTAL
2003
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
9
1
9
7
1
14
1
10
4
10
12
1
6
11
4
2
2
1
1
1
1
2
1
1
1
1
2
2
4
2
1
1
1
1
3
1
3
1
1
1
4
1
2
1
3
1
2
1
1
3
3
3
1
1
4
4
8
1
3
1
2
2
1
1
1
1
2
1
4
1
4
1
2
2
1
3
2
2
1
1
2
3
1
2
1
2
1
2
4
1
3
9
1
3
1
2
1
2
1
1
2
1
2
1
1
1
4
4
1
1
1
2
2
1
2
2
1
1
1
1
1
1
1
1
1
2
4
1
2
1
2
4
2
5
3
1
6
3
3
2
1
3
1
1
1
8
8
2
1
1
3
2
1
3
2
2
1
2
2
2
5
1
3
1
2
1
3
3
3
5
2
1
1
1
94
9
2
4
9
9
17
3
12
32
8
11
27
0
2
9
2
21
15
5
25
4
4
15
0
24
16
18
21
0
1
TOTAL
6
4
77
59
58
40
33
30
32
31
44
46
23
34
51
34
73
22
420
Fuente: Este cuadro se elabora a partir de la base de datos BD2-A1-CONCEJALES.XLS. La información la suministra el Observatorio de DDHH y DIH. Presidencia de la República
a partir de boletines diarios del DAS y se complementa con base de datos BD3-A1-HOMICIDIOS.XLS de la fuente DIJIN-CIC POLICIA NACIONAL. La información para el período
1986 a 1992 no está desagregada por departamento y su fuente es el archivo F1-A1-DNP-ASESINATOS.xls
62
Gráfica A.2.1.1. HOMICIDIO DE CONCEJALES. PERIODO 1986 A JUNIO 2003
90
80
77
73
70
60
59
58
51
50
40
40
33
30
0
30
32
46
34
31
23
20
10
44
6
4
34
22
63
FEDERACION COLOMBIANA DE MUNICIPIOS. DERECHOS HUMANOS, RELACIONES ENTRE VIOLENCIA POLITICA Y CONFLICTO ARMADO QUE INVOLUCRAN
AUTORIDADES MUNICIPALES
CUADRO A.2.1.2. PROPORCION DE CONCEJALES ASESINADOS POR MUNICIPIO. PERIODO 1993- ABRIL 2003
DEPARTAMENTO
AMAZONAS
ANTIOQUIA
ARAUCA
ATLANTICO
BOLIVAR
BOYACA
CALDAS
CAQUETA
CASANARE
CAUCA
CESAR
CHOCO
CORDOBA
CUNDINAMARCA
GUAINIA
GUAVIARE
HUILA
LA GUAJIRA
MAGDALENA
META
NARIÑO
NORTE SANTANDER
PUTUMAYO
QUINDIO
RISARALDA
SAN ANDRES Y PROV
SANTANDER
SUCRE
TOLIMA
VALLE DEL CAUCA
VAUPES
VICHADA
TOTAL
No. DE MPIOS
TOTAL GENERAL
2
125
7
23
45
123
27
16
19
41
25
28
28
116
1
4
37
15
30
29
63
40
13
12
14
2
87
24
47
42
3
4
1
94
9
2
4
9
9
17
3
12
32
8
11
27
0
2
9
2
21
15
5
25
4
4
15
0
24
16
18
21
0
1
PROPORCION DE CONCEJALES
ASESINADOS POR DEPARTAMENTO
0,5
0,8
1,3
0,1
0,1
0,1
0,3
1,1
0,2
0,3
1,3
0,3
0,4
0,2
0,0
0,5
0,2
0,1
0,7
0,5
0,1
0,6
0,3
0,3
1,1
0,0
0,3
0,7
0,4
0,5
0,0
0,3
1092
253
0,2
Fuente: Este cuadro se elabora a partir de la base de datos BD2-A1-CONCEJALES.XLS. La información la suministra el Observatorio de DDHH y DIH. Presidencia de la República a
partir de boletines diarios del DAS y se complementa con base de datos BD3-A1-HOMICIDIOS.XLS de la fuente DIJIN-CIC POLICIA NACIONAL.
0,0
VICHADA
VAUPES
VALLE DEL CAUCA
TOLIMA
SUCRE
SANTANDER
SAN ANDRES Y PROV
RISARALDA
QUINDIO
PUTUMAYO
NORTE SANTANDER
NARIÑO
META
MAGDALENA
LA GUAJIRA
HUILA
GUAVIARE
GUAINIA
CUNDINAMARCA
CORDOBA
CHOCO
CESAR
CAUCA
CASANARE
CAQUETA
CALDAS
BOYACA
BOLIVAR
ATLANTICO
ARAUCA
ANTIOQUIA
AMAZONAS
64
Gráfica A.2.1.2. PROPORCION DE CONCEJALES ASESINADOS POR
DEPARTAMENTO. 1993 A JUNIO 2003
1,4
1,2
1,0
0,8
0,6
0,4
0,2
65
Gráfica A.2.1.3. HOMICIDIO DE CONCEJALES POR
DEPARTAMENTO. 1993 A JUNIO 2003
100
90
80
70
60
50
40
30
20
10
0
66
FEDERACION COLOMBIANA DE MUNICIPIOS. DERECHOS HUMANOS, RELACIONES ENTRE VIOLENCIA POLITICA Y CONFLICTO ARMADO QUE INVOLUCRAN
AUTORIDADES MUNICIPALES
CUADRO A.2.2.1. SECUESTRO DE CONCEJALES. PERIODO 1993 A JUNIO DE 2003
DEPARTAMENTO
AMAZONAS
ANTIOQUIA
ARAUCA
ATLANTICO
BOLIVAR
BOYACA
CALDAS
CAQUETA
CASANARE
CAUCA
CESAR
CHOCO
CORDOBA
CUNDINAMARCA
GUAINIA
GUAVIARE
HUILA
LA GUAJIRA
MAGDALENA
META
NARIÑO
NORTE SANTANDER
PUTUMAYO
QUINDIO
RISARALDA
SAN ANDRES Y PROV
SANTANDER
SUCRE
TOLIMA
VALLE DEL CAUCA
VAUPES
VICHADA
SIN ESPECIFICAR
TOTAL
1993
1994
4
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
3
4
30
17
4
2
5
1
10
2
1
30
7
1
1
1
2
2
1
1
5
1
26
17
1
7
1
1
2
1
1
2
1
3
4
1
8
9
1
2
3
7
2
4
1
1
2
1
2
1
1
1
1
1
JUNIO 2003
1
1
7
1
2
3
6
2
1
1
5
1
4
1
1
1
29
2
8
3
1
2
3
4
1
2
1
7
1
1
1
1
1
1
1
2
1
2
1
1
2
2
1
1
1
2
2
3
4
12
3
1
4
2
2
7
1
1
2
2
1
1
1
TOTAL
0
70
10
2
45
2
3
25
8
30
44
8
1
20
0
0
4
12
5
12
7
16
1
0
10
0
51
12
6
7
0
0
13
11
18
13
13
172
86
19
27
29
34
2
424
Fuente: Este cuadro se elabora a partir de la base de datos BD2-A1-CONCEJALES.XLS. La información la suministra el Observatorio de DDHH y DIH. Presidencia de la República a
partir de boletines diarios del DAS y se complementa con base de datos BD3-A2-SECUESTROS.XLS de la Fuente DIJIN-CIC POLICIA NACIONAL y el Boletín Informativo del
Secuestro en Colombia- Centro Nacional de Datos de FONDELIBERTAD.
67
Gráfica A.2.2.1. SECUESTRO DE CONCEJALES.
PERIODO 1993 A JUNIO 2003
200
180
172
160
140
120
100
86
80
60
40
20
11
18
13
19
13
27
29
34
2
0
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
JUNIO
2003
68
FEDERACION COLOMBIANA DE MUNICIPIOS. DERECHOS HUMANOS, RELACIONES ENTRE VIOLENCIA POLITICA Y CONFLICTO ARMADO QUE INVOLUCRAN
AUTORIDADES MUNICIPALES
CUADRO A.2.2.2. PROPORCION DE CONCEJALES SECUESTRADOS POR MUNICIPIO EN CADA DEPARTAMENTO EN EL PERIODO 1993
A JUNIO DE 2003
DEPARTAMENTO
AMAZONAS
ANTIOQUIA
ARAUCA
ATLANTICO
BOLIVAR
BOYACA
CALDAS
CAQUETA
CASANARE
CAUCA
CESAR
CHOCO
CORDOBA
CUNDINAMARCA
GUAINIA
GUAVIARE
HUILA
LA GUAJIRA
MAGDALENA
META
NARIÑO
NORTE SANTANDER
PUTUMAYO
QUINDIO
RISARALDA
SAN ANDRES Y PROV
SANTANDER
SUCRE
TOLIMA
VALLE DEL CAUCA
VAUPES
VICHADA
No. DE MPIOS
TOTAL GENERAL
2
125
7
23
45
123
27
16
19
41
25
28
28
116
1
4
37
15
30
29
63
40
13
12
14
2
87
24
47
42
3
4
0
70
10
2
45
2
3
25
8
30
44
8
1
20
0
0
4
12
5
12
7
16
1
0
10
0
51
12
6
7
0
0
1092
424
SIN ESPECIFICAR
TOTAL
PROPORCION DE CONCEJALES
SECUESTRADOS POR CADA DEPTO
0,0
0,6
1,4
0,1
1,0
0,0
0,1
1,6
0,4
0,7
1,8
0,3
0,0
0,2
0,0
0,0
0,1
0,8
0,2
0,4
0,1
0,4
0,1
0,0
0,7
0,0
0,6
0,5
0,1
0,2
0,0
0,0
13
0,4
Fuente: Este cuadro se elabora a partir de la base de datos BD2-A1-CONCEJALES.XLS. La información la suministra el Observatorio de DDHH y DIH. Presidencia de la República a
partir de boletines diarios del DAS y se complementa con base de datos BD3-A2-SECUESTROS.XLS de la Fuente DIJIN-CIC POLICIA NACIONAL y el Boletín Informativo del
Secuestro en Colombia- Centro Nacional de Datos de FONDELIBERTAD..
0,0
VICHADA
VAUPES
VALLE DEL CAUCA
TOLIMA
SUCRE
SANTANDER
SAN ANDRES Y PROV
RISARALDA
QUINDIO
PUTUMAYO
NORTE SANTANDER
NARIÑO
META
MAGDALENA
LA GUAJIRA
HUILA
GUAVIARE
GUAINIA
CUNDINAMARCA
CORDOBA
CHOCO
CESAR
CAUCA
CASANARE
CAQUETA
CALDAS
BOYACA
BOLIVAR
ATLANTICO
ARAUCA
ANTIOQUIA
AMAZONAS
69
Gráfica A.2.2.2. PROPORCION DE CONCEJALES SECUESTRADOS POR
DEPARTAMENTO. PERIODO 1993 A JUNIO 2003
2,0
1,8
1,6
1,4
1,2
1,0
0,8
0,6
0,4
0,2
70
Gráfica A.2.2.3. SECUESTRO DE CONCEJALES POR DEPARTAMENTO.
PERIODO 1993 A JUNIO 2003
80
70
60
50
40
30
20
10
0
71
FEDERACION COLOMBIANA DE MUNICIPIOS. DERECHOS HUMANOS, RELACIONES ENTRE VIOLENCIA POLITICA Y CONFLICTO
ARMADO QUE INVOLUCRAN AUTORIDADES MUNICIPALES
CUADRO A.2.3. EXCONCEJALES SECUESTRADOS Y ASESINADOS. PERIODO 1993 A DE MAYO DE 2003
DEPARTAMENTO
EXCONCEJALES ASESINADOS
EXCONCEJALES SECUESTRADOS
1993
2
1994
6
1995
3
1
1996
2
1
1997
6
0
1998
6
4
1999
1
1
2000
1
1
2001
2
0
2002
6
5
MAYO 2003
6
0
TOTAL
41
13
Fuente: Este cuadro se elabora a partir de la base de datos BD3-A1-HOMICIDIOS-AUTORILOCAL.XLS Y BD3-A2-SECUESTROS-AUTORIDLOCAL.XLS, suministrada por la CICDIJIN Policía Nacional y complementada con la entregada por el Observatorio DDHH y DIH que la procesa a partir de boletines diarios del DAS, para los años 1995 a 1997. Así
mismo se tienen en cuenta los boletines de secuestros emitidos por FONDELIBERTAD
72
FEDERACION COLOMBIANA DE MUNICIPIOS. DERECHOS HUMANOS, RELACIONES ENTRE VIOLENCIA POLITICA Y CONFLICTO ARMADO QUE
INVOLUCRAN AUTORIDADES MUNICIPALES
CUADRO A.3.1.1. ASESINATO DE OTRAS AUTORIDADES LOCALES, DEPARTAMENTALES Y NACIONALES.
PERIODO 1986 A MAYO 2003
ACTIVIDAD VICTIMA
1.
OTRAS AUTORIDADES LOCALES
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
16
24
77
93
80
57
6
2
15
14
20
11
22
19
17
25
21
10
529
2
2
2
5
2
2
6
1
22
1.1 PERSONEROS
SECRETARIOS Y OTROS
1.2 FUNCIONARIOS
1.3 INSPECTORES DE POLICIA
2.
AUTORIDADES
DEPARTAMENTALES
1
15
1
23
31
46
57
36
48
32
15
42
3
3
2
7
6
2
10
5
15
4
7
7
13
3
11
5
10
20
3
4
11
8
1
223
284
4
10
5
2
5
6
3
0
1
1
1
3
3
0
1
1
0
2
48
1
1
1
47
0
0
30
21
12
607
2.1 GOBERNADORES
2,2 DIPUTADOS Y CONSEJEROS
4
10
5
2
5
6
3
3.
3
4
1
2
4
0
0
3
3
1
8
63
9
5
17
23
AUTORIDADES NACIONALES
3.1 PARLAMENTARIOS
TOTAL
MAYO
TOTAL
2003
1986
3
4
1
2
4
23
38
83
97
89
1
1
1
3
3
1
8
0
2
0
21
16
25
1
1
0
1
1
1
1
19
19
27
2
30
Fuente: Elaborado a partir de la base de datos (BD4-A1-ASESINATOS.XLS) y (BD3-A1-ASE-SEC.XLS) cuyas fuentes originales son el Archivo base:F1-A1-DNP-ASESINATO-ALC.XLS, emitido por la Sala de Estrategia Nacional y la DIJIN-CIC OPLINAL, respectivamente. Fue completado con el archivo F2-A2-ASESINATOS.XLS entregado por el Observatorio
de los Derechos Humanos, y DIH- Presidencia de la República.
73
Gráfica A.3.1.1. ASESINATO DE OTRAS AUTORIDADES LOCALES,
DEPARTAMENTALES Y NACIONALES. PERIODO 1986 A MAYO 2003
120
No. VICTIMAS
100
80
60
40
20
0
1986
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
MAYO
2003
74
Gráfica A.3.1.2. NUMERO DE ASESINATOS DE AUTORIDADES
LOCALES (DIFERENTE A ALCALDES Y CONCEJALES),
DEPARTAMENTALES Y NACIONALES - 1986 A MAYO 2003
284
300
250
223
200
150
100
47
50
30
22
PARLAMENTARIOS
DIPUTADOS Y
CONSEJEROS
GOBERNADORES
INSPECTORES DE
POLICIA
SECRETARIOS Y
OTROS
FUNCIONARIOS
PERSONEROS
1
0
75
FEDERACION COLOMBIANA DE MUNICIPIOS. DERECHOS HUMANOS, RELACIONES ENTRE VIOLENCIA POLITICA Y CONFLICTO ARMADO QUE
INVOLUCRAN AUTORIDADES MUNICIPALES
CUADRO A.3.2. SECUESTRO DE OTRAS AUTORIDADES LOCALES, DEPARTAMENTALES Y NACIONALES.
PERIODO 1994 A MAYO 2003
ACTIVIDAD VICTIMA
1. OTRAS AUTORIDADES LOCALES
1.1 PERSONEROS
SECRETARIOS Y OTROS
1.2 FUNCIONARIOS
1.3 INSPECTORES DE POLICIA
1.4 RESGISTRADURIA
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
MAYO
2003
TOTAL
3
5
2
12
13
30
5
29
7
34
19
23
2
14
3
5
1
168
39
2
1
2
1
1
11
7
6
23
2
65
18
4
4
15
21
11
4
12
3
104
25
86
0
2
2. AUTORIDADES DEPARTAMENTALES
2.1 GOBERNADORES
2
1
1
3
3
2
6
1
20
1
2,2 DIPUTADOS Y CONSEJEROS
2
1
1
3
3
2
6
1
19
3. AUTORIDADES NACIONALES
3.1 PARLAMENTARIOS
0
1
1
0
3
3
2
2
1
1
3
3
3
3
3
3
0
16
16
5
7
13
19
35
32
43
27
37
5
223
TOTAL
39
1
38
Fuente: Elaborado a partir de la base de datos (F5-A1-FONDELIB-BoletínEstadísticosSecuestro.XLS) y (BD3-A2-secuestros.XLS) cuya fuentes original es la DIJIN-CIC POLINAL.
Fue completado con el archivo BD3-A1-ASE-SEC-AUTORIDLOCAL.XLS entregado por el Observatorio de los Derechos Humanos, y DIH- Presidencia de la República.
76
Gráfica A.3.2.1. AUTORIDADES LOCALES (DIFERENTE A ALCALDES Y
CONCEJALES), DEPARTAMENTALES Y NACIONALES VICTIMAS DE
SECUESTRO. PERIODO 1994 A MAYO 2003
50
45
No. VICTIMAS
40
35
30
25
20
15
10
5
0
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
MAYO
2003
77
Gráfica A.3.2.2. SECUESTRO DE AUTORIDADES LOCALES,
DEPARTAMENTALES Y NACIONALES, POR TIPO DE VICTIMA. PERIODO
1994 A MAYO 2003
120
104
100
86
80
60
40
39
38
25
16
20
No. VICTIMAS
PARLAMENTARIOS
DIPUTADOS Y
CONSEJEROS
GOBERNADORES
RESGISTRADURIA
INSPECTORES DE
POLICIA
SECRETARIOS Y
OTROS
FUNCIONARIOS
PERSONEROS
1
0
78
FEDERACION COLOMBIANA DE MUNICIPIOS. DERECHOS HUMANOS, RELACIONES ENTRE VIOLENCIA POLITICA Y CONFLICTO ARMADO QUE
INVOLUCRAN AUTORIDADES MUNICIPALES
CUADRO B.1.1. ASESINATO DE CANDIDATOS Y DIRIGENTES POLITICOS LOCALES, DEPARTAMENTALES Y NACIONALES.
PERIODO 1986 A MAYO 2003
1.
MAYO
TOTAL
2003
ACTIVIDAD VICTIMA
1986
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
CANDIDATOS
LOCALES
2
0
19
2
10
0
3
1
34
1
0
65
36
4
41
3
3
5
229
8
1
2
2
1
19
1
3
14
2
2
2
108
23
1
1
1.1 A Alcaldías
1.2 A Concejos
2
10
1.3 Sin especificar
1
5
1
3
1
21
30
11
35
6
4
9
1
4
94
3
27
DIRIGENTES
LOCALES
7
3
56
50
17
22
18
12
13
18
5
11
22
6
5
33
36
3
337
2.1 Dirigentes locales
7
3
56
50
17
22
18
12
13
18
5
11
22
6
5
33
36
3
337
2.2 Dirigentes populares
2
30
31
15
24
13
13
14
13
8
15
23
6
11
5
7
12
242
Militantes, activistas y
2.3 similares
2
1
62
38
42
51
21
69
26
81
43
13
3.
DIRIGENTES Y
CANDIDATOS
DEPARTAMENTALES
0
0
6
4
3
10
10
13
9
10
4
9
10
2
0
5
2
0
97
4.
DIRIGENTES Y
CANDIDATOS
NACIONALES
0
1
1
1
3
18
1
42
22
2
14
34
5
1
4
8
1
0
158
5.
OTROS
0
0
0
0
203
2.
5.1 Dirigentes sindicales
449
28
19
17
9
11
21
11
6
7
17
10
12
13
22
28
19
17
9
11
21
11
6
7
16
10
10
7
13
185
2
6
9
18
25
63
71
5.2 Periodistas
1
0
5.3 Otros
TOTAL
9
4
110
76
50
59
43
89
89
37
30
136
83
42
8
484
Fuente: Elaborado a partir de la base de datos (BD4-A1-ASESINATOS.XLS) cuya fuente original es el Archivo base: F1-A1-DNP-ASESINATO-AL-C.XLS, emitido por la Sala de
Estrategia Nacional y complementado con BD3-A1-ASE-SEC-autoridadlocal.xls del Observatorio de los Derechos Humanos, y DIH- Presidencia de la República, a partir de cifras
suministradas por la Oficina de Análisis del DAS.
79
Gráfica B.1.1.1. ASESINATO CONTRA CANDIDATOS Y DIRIGENTES POLITICOS LOCALES,
DEPARTAMENTALES Y NACIONALES. 1986 A MAYO 2003
160
140
No. VICTIMAS
120
100
80
60
40
20
0
1986
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
MAYO
2003
80
Gráfica B.1.1.2. ASESINATO DE CANDIDATOS Y DIRIGENTES
POLITICOS. PERIODO 1986 A MAYO 2003
337
350
300
250
229
203
200
158
150
100
50
0
97
81
FEDERACION COLOMBIANA DE MUNICIPIOS. DERECHOS HUMANOS, RELACIONES ENTRE VIOLENCIA POLITICA Y CONFLICTO ARMADO QUE INVOLUCRAN
AUTORIDADES MUNICIPALES
CUADRO B.1.2. SECUESTRO DE CANDIDATOS Y DIRIGENTES POLITICOS LOCALES, DEPARTAMENTALES Y NACIONALES.
PERIODO 1993 A MAYO 2003
ACTIVIDAD VICTIMA
CANDIDATOS
LOCALES
1.
1.1 A Alcaldías
1.2 A Concejos
1.3 Sin especificar
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
MAYO 2003
TOTAL
0
14
4
1
9
0
1
1
82
49
27
6
6
2
1
3
0
53
33
11
9
4
4
6
4
1
2
1
167
97
40
30
0
DIRIGENTES
2.
LOCALES
2.1 Dirigentes locales
2.2 Dirigentes populares
2
2
2
2
2
1
3
3
Militantes, activistas y
2.3 similares
2
3
3.
1
1
4
0
0
0
0
0
1
1
1
3
1
2
2
2
3
1
3
2
1
1
16
7
1
6
3
19
2
10
14
17
79
0
0
0
0
0
5
0
1
0
6
0
4
0
3
0
0
2
23
4
8
85
30
3
69
22
28
1
DIRIGENTES Y
CANDIDATOS
DEPARTAMENTALES
DIRIGENTES Y
CANDIDATOS
4.
NACIONALES
5.
OTROS
5.1 Dirigentes sindicales
5.2 Periodistas
3
10
10
19
19
0
0
0
0
5.3 Otros
TOTAL
275
Fuente: Elaborado a partir del Archivo base: F5-A2-FONDELIB-Boletín Estadístico Secuestro Aspirantes.xls, emitido por FONDELIBERTAD y complementado con el archivo BD3-A1ASE-SEC-autoridadlocal.xls del Observatorio de los Derechos Humanos, y DIH- Presidencia de la República.
82
Gráfica B.1.2.1. SECUESTRO DE CANDIDATOS Y DIRIGENTES
POLITICOS. PERIODO 1993 A MAYO 2003
90
80
No. VICTIMAS
70
60
50
40
30
20
10
0
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
MAYO
2003
83
Gráfica B.1.2.2. SECUESTRO DE CANDIDATOS Y DIRIGENTES
POLITICOS. PERIODO 1993 A MAYO 2003
180
167
160
140
120
100
79
80
60
40
19
10
20
0
0
CANDIDATOS LOCALES
DIRIGENTES LOCALES
DIRIGENTES Y CANDIDATOS
DIRIGENTES Y CANDIDATOS
DEPARTAMENTALES
NACIONALES
OTROS
84
FEDERACION COLOMBIANA DE MUNICIPIOS. DERECHOS HUMANOS, RELACIONES ENTRE VIOLENCIA POLITICA Y CONFLICTO ARMADO QUE INVOLUCRAN
AUTORIDADES MUNICIPALES
CUADRO B.2.1 CASOS DE TERRORISMO POR DESTRUCCION O QUEMA MATERIAL ELECTORAL PERIODO 1998 A MARZO 2003 RESUMEN POR DEPARTAMENTO
DEPARTAMENTO
NUMERO DE CASOS DE DESTRUCCION DE DOCUMENTACION ELECTORAL
ANTIOQUIA
25
8
ARAUCA
ATLANTICO
BOGOTA D.C.
BOLIVAR
BOYACA
CALDAS
CAQUETA
CASANARE
CAUCA
CESAR
CHOCO
CORDOBA
CUNDINAMARCA
GUAINIA
GUAJIRA
GUAVIARE
HUILA
MAGDALENA
META
N/SANTANDER
NARIÑO
PUTUMAYO
QUINDIO
RISARALDA
SANTANDER
SUCRE
TOLIMA
VALLE
VAUPES
5
9
3
5
8
86
6
2
17
3
1
3
10
3
9
83
43
7
1
55
6
48
13
1
VICHADA
1
TOTAL
461
Fuente: Este cuadro se elabora a partir de la base de datos sobre terrorismo que entrega el CIC-DIJIN. Junio 2003 (F2-A4-PONAL-TERRORISMO98-03.XLS)
85
FEDERACION COLOMBIANA DE MUNICIPIOS. DERECHOS HUMANOS, RELACIONES ENTRE VIOLENCIA POLITICA Y CONFLICTO ARMADO QUE INVOLUCRAN
AUTORIDADES MUNICIPALES
CUADRO C.1. ASALTOS E INCURSIONES A GRUPOS POBLACIONALES, TOMAS Y ATAQUES URBANOS Y NUMERO DE MUNICIPIOS AFECTADOS
POR DEPARTAMENTO. PERIODO 1993 A MAYO 2003
DEPARTAMENTO
AMAZONAS
ANTIOQUIA
ARAUCA
ATLANTICO
BOLIVAR
BOYACA
CALDAS
CAQUETA
CASANARE
CAUCA
CESAR
CHOCO
CORDOBA
CUNDINAMARCA
GUAINIA
GUAVIARE
HUILA
LA GUAJIRA
MAGDALENA
META
NARIÑO
NORTE
SANTANDER
PUTUMAYO
QUINDIO
RISARALDA
SAN ANDRES Y
PROV
SANTANDER
SUCRE
TOLIMA
VALLE DEL CAUCA
VAUPES
VICHADA
TOTAL
NUMERO DE
TOTAL ASALTOS E INCURSIONES A GRUPOS POBLACIONALES
TOTAL
TOMAS Y ATAQUES URBANOS
MUNICIPIOS
% DE
MPIOS
ACCIONES AFECTADOS
MUNICIPIOS
DEL
CONTRA
CON
AFECTADOS
DEPTO 93 94 95 96 97 98 99 00 01 02 MY- TOTAL 93 94 95 96 97 98 99 00 01 02 MY- TOTAL POBLACIONES ASALTOS Y
03
03
TOMAS
2
125
7
23
45
123
27
16
19
41
25
28
28
116
1
4
37
15
30
29
63
4
1
5
2
3
15 12
1
6
1
1
2
1
6
2
1
5
1
6
2
4
2
1
1
2
1
2
5
9
5
2
1
1
4
9
3
1
6
1
1
2
4
7
1
1
1
2
7
3
7
9
5
1
2
1
5
2
1
1
1
3
5
1
2
3
2
2
1
2
2
2
3
2
2
1
2
4
3
2
13
4
1
3
5
3
1 3
4
14 10
3 2
1 2
2 1
1 3
10
0
70
15
0
8
28
4
11
10
70
19
11
3
37
1
1
25
8
7
13
39
2
18
1
3
1
1
3
1
1
1
1
2
1
4
40
13
12
14
2
2
1
1
2
2
1
4
1
1
3
5
5
4
7
1
1
2
3
4
1
2
1
1
1
1
2
87
24
47
42
3
4
1092
3
3
2
1
2
4
3
10
3
11 12
1 1
2
1
1
2
5
1
1
1
1
3
1
1
4
1
1
1
1
3
3
6
3
1
2
2
2
3
1
7
1
1
3
4
1
3
3
2
8
2
1
2
1
1
5
3
1
3
2
4
1
2
1
2
1
4
1
1
6
2
2
1
2
3
6
2
1
1
4
6
2
1
1
5
7
3
1
1
2
1
3
4
2
1
0
7
2
5
2
3
3
2
4
5
1
3
1
3
2
3
4
3
1
1
3
5
3
2
2
6
3
1
5
2
1
1
1
35 43 35 68 61 43 48 80 50 28
1
1
6
29
6
30
23
3
1
497
3
4
1
1
2
2
3
1
7
9
1
1
1
1
1
2
1
1
4
3
1
2
1
2
21 34 55 54 31 20
14
1
1 1
18 26 27
9
0
61
33
0
1
7
4
18
10
19
14
0
1
15
1
1
10
1
1
9
7
0
131
48
0
9
35
8
29
20
89
33
11
4
52
2
2
35
9
8
22
46
19
14
7
11,2
100,0
7
21
4
8
6
28
12
8
3
28
1
1
17
4
5
9
24
15,6
17,1
14,8
50,0
31,6
68,3
48,0
28,6
10,7
24,1
100,0
25,0
45,9
26,7
16,7
31,0
38,1
37
12
30,0
17
0
2
21
1
4
4
1
2
30,8
8,3
14,3
0
0
29
0
17
6
2
4
309
58
6
47
29
5
5
806
20
6
18
12
1
1
284
23,0
25,0
38,3
28,6
33,3
25,0
26,0
Fuente: Cuadro elaborado a partir de los archivos F1-A2-DNP-ACCIONES_GUERRILLA.xls y F2-A1-PONAL-Asaltos y Ataques 1998-2003.xls, suministrados por el DNP y el Centro
de Investigaciones Criminalísticas de la Policía Nacional - DIJIN, respectivamente.
86
Gráfica C.1.1.1. NUMERO DE ASALTOS Y TOMAS POBLACIONALES EN EL
PERIODO 1993 A MAYO 2003
90
80
No. ACCIONES
70
60
50
40
30
20
10
0
93
94
95
96
97
98
99
ASALTOS E INCURSIONES A GRUPOS POBLACIONALES
00
01
02
TOMAS Y ATAQUES URBANOS
MY-03
87
G rá f ic a C .1 .2 . A S A LT O S E IN C UR S IO N E S A G R UP O S P O B LA C IO N A LE S , T O M A S Y A T A Q UE S
UR B A N O S Y T O T A L A C C IO N E S P O R D E P A R T A M E N T O . 1 9 9 3 - M A Y O 2 0 0 3
300
250
200
150
100
50
0
ASALTOS E INCURSIONES A GRUPOS POBLACIONALES
TOMAS Y ATAQUES URBANOS
TOTAL ACCIONES CONTRA POBLACIONES
88
FEDERACION COLOMBIANA DE MUNICIPIOS. DERECHOS HUMANOS, RELACIONES ENTRE VIOLENCIA POLITICA Y CONFLICTO ARMADO QUE
INVOLUCRAN AUTORIDADES MUNICIPALES
CUADRO C.2. NUMERO DE MUNICIPIOS SIN PRESENCIA DE POLICIAS SEGÚN CAUSAS Y FECHA DE REPORTE
PARTICIPACION PORCENTUAL
DEPARTA
MENTO
ANTIOQUIA
BOLIVAR
BOYACA
CAQUETA
CASANARE
CAUCA
CESAR
CHOCO
GUAVIARE
LA GUAJIRA
MAGDALENA
META
NARIÑO
NORTE DE
SANTANDER
PUTUMAYO
SANTANDER
SUCRE
TOLIMA
VAUPES
VICHADA
TOTAL
JUSTIFICACION DE LA AUSENCIA DE POLICIA
ACCION
TOTAL
RESPECTO AL
NUNCA HA
FALTA
SUBVERSIVA
INSEGURIDAD
MPIOS DEL
RESPECTO A
MPIOS
TOTAL DE
TENIDO
INSTALACIONES (DESTRUCCION DISPOSICION
POR
DEPTO
CADA
AFECTADOS MUNICIPIOS
DIPON
SERVICIO DE O RECURSOS
TOTAL
AFLUENCIA
DEPARTAMENTO
AFECTADOS
POLICIA
LOGISTICOS
INSTALACIONES
SUBVERSIVA
POR ATAQUE)
125
6
3,7
4,8
2
1
2
1
45
15
9,3
33,3
13
1
1
123
29
17,9
23,6
2
4
9
14
16
2
1,2
12,5
1
1
19
6
3,7
31,6
3
3
41
11
6,8
26,8
3
1
3
2
2
25
2
1,2
8,0
2
28
15
9,3
53,6
10
4
1
4
3
1,9
75,0
1
2
15
1
0,6
6,7
1
30
7
4,3
23,3
7
29
7
4,3
24,1
1
5
1
63
22
13,6
34,9
3
6
7
2
4
40
5
3,1
12,5
13
87
24
47
3
1
3
17
6
2
2
1
1,9
10,5
3,7
1,2
1,2
0,6
23,1
19,5
25,0
4,3
66,7
100,0
1
3
1
1
778
162
100,0
20,8
55
2
4
1
7
1
2
PERIODO
99-00
95
90-00
94
90-95-97
84-02
92-99
02/02/89
1991-98
92-96-99
90-02
92-98
1
7
2
1979 Y 1983
83 AL 99
1996
1999-00
2
1
15
54
13
25
Fuente: Este cuadro se elabora a partir de archivo F1-A7-DNP-Municipios_sin_policia_2002.xls entregado por el Centro de Investigaciones Criminalísticas - DIJIN de la Policía Nacional.
89
GRAFICA C.2.1. PORCENTAJE DE MUNICIPIOS SIN PRESENCIA DE POLICIAS EN CADA DEPARTAMENTO A
2002
100,0
100,0
90,0
80,0
75,0
70,0
66,7
60,0
53,6
50,0
40,0
34,9
33,3
31,6
30,0
26,8
23,6
23,324,1
23,119,525,0
20,0
12,5
12,5
10,0 4,8
8,0
6,7
4,3
0,0
90
Gráfica C.2.2.2. NUMERO DE MUNICIPIOS SIN POLICIA POR
DEPARTAMENTO. 2002
35
No. MUNICIPIOS
30
29
25
22
20
17
15
15
15
11
10
5
6
2
0
7
6
7
6
5
2
3
3
1
2
2
1
91
FEDERACION COLOMBIANA DE MUNICIPIOS. DERECHOS HUMANOS, RELACIONES ENTRE VIOLENCIA POLITICA Y CONFLICTO ARMADO QUE
INVOLUCRAN AUTORIDADES MUNICIPALES
CUADRO C.3. NUMERO DE CASOS DE MASACRE Y VICTIMAS INVOLUCRADAS SEGÚN AUTOR. PROMEDIO DE VICTIMAS POR CASO
Y POR MUNICIPIO AFECTADO.
AUTOR
1996
1997
1998
1999
60
88
86
72
81
329
448
411
387
375
AUTODEFENSAS
0
0
6
16
61
0
0
30
111
408
FARC
9
20
17
18
22
75
116
93
99
126
ELN
11
2
7
7
2
49
8
37
80
8
OTROS G. SUBVERSIVOS
1
0
0
0
2
4
0
0
0
12
TOTAL CASOS
81
110
116
113
168
TOTAL VICTIMAS
457
572
571
677
929
TOTAL MUNICIPIOS AFECTADOS
55
82
77
80
108
PROMEDIO DE VICTIMAS POR CASO
5,6
5,2
4,9
6,0
5,5
PROMEDIO DE CASOS POR MPIO AFECTADO
1,5
1,3
1,5
1,4
1,6
Fuente: Cuadro elaborado a partir del archivo F1-A4-DNP-masacres.xls cuya fuente original es la Policía Nacional.
DESCONOCIDOS
CASO
No. de CASOS
No. De VICTIMAS
No. de CASOS
No. De VICTIMAS
No. de CASOS
No. De VICTIMAS
No. de CASOS
No. De VICTIMAS
No. de CASOS
No. De VICTIMAS
1995
2000
95
500
105
701
28
161
8
41
0
0
236
1403
147
5,9
1,6
2001
118
600
42
281
19
124
4
22
2
12
185
1039
121
5,6
1,5
2002
68
309
12
59
31
295
4
17
0
0
115
680
70
5,9
1,6
TOTAL
668
3359
242
1590
164
1089
45
262
5
28
1124
6328
740
5,6
1,5
92
No. CASOS
Gráfica C.3.1. NUMERO DE CASOS DE MASACRES PERIODO 1995-2002
250
240
230
220
210
200
190
180
170
160
150
140
130
120
110
100
90
80
70
60
50
40
30
20
10
0
236
185
168
110
116
115
113
81
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
93
Gráfica C.3.2. NUMERO DE VICTIMAS DE MASACRES SEGUN TIPO DE AUTOR. PERIODO
1995-2002
4000
3500
3359
No. VICTIMAS
3000
2500
2000
1590
1500
1089
1000
500
262
28
0
DESCONOCIDOS
AUTODEFENSAS
FARC
ELN
OTROS G.
SUBVERSIVOS
94
FEDERACION COLOMBIANA DE MUNICIPIOS. DERECHOS HUMANOS, RELACIONES ENTRE VIOLENCIA POLITICA Y CONFLICTO ARMADO QUE
INVOLUCRAN AUTORIDADES MUNICIPALES
CUADRO C.4.1 ACUMULADO HOGARES Y PERSONAS INCLUIDOS POR DEPARTAMENTOS COMO RECEPTOR Y
EXPULSOR DESDE EL AÑO 1995 HASTA EL 31/05/2003. DESPLAZAMIENTO MASIVOS E INDIVIDUALES
Departamento
No de Hogares Recibidos
No de personas Recibidas
No de Hogares Expulsados
No de Personas
Expulsadas
AMAZONAS
ANTIOQUIA
ARAUCA
ATLANTICO
BOGOTA D.C.
BOLÍVAR
BOYACA
CALDAS
CAQUETA
CASANARE
CAUCA
CESAR
CHOCÓ
CORDOVA
CUNDINAMARCA
GUAINÍA
GUAVIARE
HUILA
LA GUAJIRA
MAGDALENA
META
NARIÑO
NORTE SANTANDER
PUTUMAYO
QUINDIO
RISARALDA
SAN ANDRES
SANTANDER
SIN INFORMACIÓN
SUCRE
TOLIMA
VALLE DEL CAUCA
VAUPES
VICHADA
20
40477
1480
10582
15386
20411
1167
3461
5307
1810
5443
9832
8731
11102
5734
72
1702
4177
4012
13747
6649
7231
6493
5466
1521
3090
6
10994
3197
17747
4466
12862
2
226
102
179909
6124
47698
62502
91041
4737
15532
24592
8123
26542
53129
39268
52633
24301
331
7300
18925
18383
63965
27177
29126
32662
25414
6032
14468
16
49126
12326
89327
19208
61263
8
954
19
47757
2516
201
62
28405
786
4440
9928
2555
6730
12859
13097
9763
5246
107
3025
2191
2851
17028
7287
4075
7726
12042
298
1047
1
7099
5239
11876
9189
8549
153
456
93
210074
10441
896
242
131004
3236
19574
43947
10845
33058
66163
60173
46336
21359
431
12025
9710
12767
80064
29821
18043
37956
51654
1076
4975
6
31936
22902
58137
40252
40604
511
1933
244603
1112244
244603
1112244
TOTAL GENERAL
Fuente: Cuadro elaborado por el Sistema Único de Registro S.U.R. De la Red de Solidaridad Social con corte a junio 27 de 2003. Archivo de datos F9-A1RSS-Registro SUR Julio 01.xls
95
FEDERACION COLOMBIANA DE MUNICIPIOS. DERECHOS HUMANOS, RELACIONES ENTRE VIOLENCIA POLITICA Y CONFLICTO ARMADO QUE
INVOLUCRAN AUTORIDADES MUNICIPALES
CUADRO C.4.2 RESUMEN DE HOGARES Y PERSONAS INCLUIDOS COMO RECEPTOR Y EXPULSOR
POR MODALIDAD Y AÑO. 1995 A MAYO 2003.
RESUMEN POR MODALIDAD DE DESPLAZAMIENTO
Modalidad
No de Hogares Recibidos
No de personas Recibidas
No de Hogares Expulsados
No de Personas Expulsadas
Individual
Masivo
197965
46638
899704
212540
197965
46638
899704
212540
Total general
244603
1112244
244603
1112244
RESUMEN POR AÑO
Año
No de Hogares Recibidos
No de personas Recibidas
No de Hogares Expulsados
No de Personas Expulsadas
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
Sin información y hasta 1994
57
595
2256
9012
7236
57212
68660
81965
17469
141
266
2461
10096
32761
25434
266886
324998
373020
75725
597
57
595
2256
9012
7236
57212
68660
81965
17469
141
266
2461
10096
32761
25434
266886
324998
373020
75725
597
Total general
244603
1112244
244603
1112244
Fuente: Cuadro elaborado por el Sistema Único de Registro S.U.R. De la Red de Solidaridad Social con corte a junio 27 de 2003. Archivo de datos F9-A1RSS-Registro SUR Julio 01.xls
96
FEDERACION COLOMBIANA DE MUNICIPIOS. DERECHOS HUMANOS, RELACIONES ENTRE VIOLENCIA POLITICA Y CONFLICTO ARMADO QUE INVOLUCRAN
AUTORIDADES MUNICIPALES
CUADRO D.1. ATAQUE A INSTALACIONES E INFRAESTRUCTURA EN MUNICIPIOS. PERIODO 1993 A 2002
TOTAL
MPIOS
MPIOS
AFECTADOS
AMAZONAS
ANTIOQUIA
ARAUCA
ATLANTICO
BOLIVAR
BOYACA
CALDAS
CAQUETA
CASANARE
CAUCA
2
125
7
23
45
123
27
16
19
41
39
7
1
6
16
4
11
9
21
% MPIOS
AFECTADOS
POR DEPTO
0,0
31,2
100,0
4,3
13,3
13,0
14,8
68,8
47,4
51,2
CESAR
CHOCO
25
28
4
4
16,0
14,3
CORDOBA
CUNDINAMARCA
GUAINIA
GUAVIARE
HUILA
LA GUAJIRA
MAGDALENA
META
NARIÑO
NORTE SANTANDER
PUTUMAYO
QUINDIO
RISARALDA
SAN ANDRES Y PROV
SANTANDER
SUCRE
TOLIMA
VALLE DEL CAUCA
VAUPES
VICHADA
SIN LOCALIZACION
28
116
1
4
37
15
30
29
63
40
13
12
14
2
87
24
47
42
3
4
1
33
1
7
4
3
12
19
17
6
4
2
3,6
28,4
0,0
25,0
18,9
26,7
10,0
41,4
30,2
42,5
46,2
33,3
14,3
9
3
21
11
1
3
10,3
12,5
44,7
26,2
33,3
75,0
DEPARTAMENTO
TOTAL
% POR
DEPTO
5
3
9
1
11
0
68
70
4
7
22
8
27
26
50
0,0
10,7
11,0
0,6
1,1
3,4
1,3
4,2
4,1
7,8
1
1
4
7
9
1,1
1,4
4
6
2
2
2
1
5
2
1
1
1
2
5
1
2
2
7
2
2
5
3
6
10
7
6
1
5
1
67
0
3
10
5
5
25
32
33
12
5
5
0
17
4
33
30
7
5
41
0,2
10,5
0,0
0,5
1,6
0,8
0,8
3,9
5,0
5,2
1,9
0,8
0,8
0,0
2,7
0,6
5,2
4,7
1,1
0,8
6,4
638
100,0
100,0
93
94
95
96
97
98
99
00
01
02
3
11
4
8
6
9
1
12
9
2
6
18
5
12
4
8
2
1
2
2
2
2
18
2
2
1
1
1
1
9
2
4
1
7
3
10
2
2
2
10
8
1
2
2
2
1
5
4
5
1
1
1
1
1
7
4
1
3
2
1
2
2
1
2
2
1
1
1
1
4
1
5
1
1
2
1
3
2
4
8
1
3
1
1
6
2
2
1
3
1
1
1
1
2
1
3
1
2
1
3
3
4
2
2
1
2
8
5
1
1
2
1
6
2
1
1
9
3
4
1
1
3
10
1
1
14
14
2
1
1
1
2
3
3
2
3
14
2
1
2
1
4
4
1
7
TOTAL
1092
279
25,5
51
49
36
32
63
82
76
102
DISTRIBUCION PORCENTUAL
8,0
7,7
5,6
5,0
9,9
12,9
11,9
16,0
Fuente: Cuadro elaborado a partir de archivo F1-A2-DNP-ACCIONES_GUERRILLA.xls. Cuya fuente original es la Policía Nacional.
1
4
2
1
2
1
76
11,9
71
11,1
97
GRAFICA D.1.1. PORCENTAJE DE MUNICIPIOS POR DEPARTAMENTO AFECTADOS POR ATAQUE A INSTALACIONES E
INFRAESTRUCTURA, EN EL PERIODO 1993 A 2002
120,0
100,0
100,0
75,0
80,0
68,8
51,2
42,5
41,4
0,0
10,3
12,5
VAUPES
VICHADA
TOLIMA
VALLE DEL CAUCA
SUCRE
SANTANDER
QUINDIO
NARIÑO
META
MAGDALENA
HUILA
LA GUAJIRA
0,0
GUAVIARE
GUAINIA
CHOCO
CORDOBA
CESAR
CAUCA
CASANARE
CALDAS
CAQUETA
BOYACA
14,3
10,0
3,6
BOLIVAR
ARAUCA
AMAZONAS
ANTIOQUIA
0,0
0,0
ATLANTICO
4,3
33,3
26,2
18,9
16,0 14,3
13,3 13,0 14,8
20,0
30,2
26,7
25,0
SAN ANDRES Y PROV
28,4
44,7
33,3
RISARALDA
31,2
CUNDINAMARCA
40,0
46,2
PUTUMAYO
47,4
NORTE SANTANDER
60,0
98
GRAFICA D.1.2. DISTRIBUCION ANUAL DE ATAQUES A INSTALACIONES E INFRAESTRUCTURA
MUNICIPAL, PERIODO 1993-2002
16,0
16,0
14,0
12,9
11,9
12,0
11,1
9,9
10,0
8,0
11,9
8,0
7,7
5,6
6,0
5,0
4,0
2,0
0,0
93
94
95
96
97
98
99
00
01
02
99
FEDERACION COLOMBIANA DE MUNICIPIOS. DERECHOS HUMANOS, RELACIONES ENTRE VIOLENCIA POLITICA Y CONFLICTO ARMADO QUE INVOLUCRAN
AUTORIDADES MUNICIPALES
CUADRO D.2. CASOS DE TERRORISMO CONTRA SECTOR INFRAESTRUCTURA MUNICIPAL. PERIODO 1998 A MARZO 2003
RESUMEN POR SECTOR SEGÚN TOTAL DEPARTAMENTO
DEPARTAMENTO ACUEDUCTO
ANTIOQUIA
ARAUCA
ATLANTICO
BOGOTA D.C.
BOLIVAR
BOYACA
CALDAS
CAQUETA
CASANARE
CAUCA
CESAR
CHOCO
CORDOBA
CUNDINAMARCA
GUAINIA
GUAJIRA
GUAVIARE
HUILA
MAGDALENA
META
N/SANTANDER
NARIÑO
PUTUMAYO
QUINDIO
RISARALDA
SANTANDER
SUCRE
TOLIMA
VALLE
VAUPES
VICHADA
TOTAL
1
ATAQUE
ATACADA
ANTIGUA
INFRAESTRU
EJERCITO- AUTORIDAD
ASALTO
UNIVERSIDAD
ESTACION DE
VEHICULOS ESTACION DE
CTURA
LOCAL
ANTONARCO
POBLACION
ES
POLICIA
POLICIA
URBANA
TICOS-SIJIN
7
3
3
1
1
1
1
2
2
4
5
1
2
1
2
1
6
1
1
1
1
1
1
42
102
1
3
6
20
6
31
9
55
9
7
CAI
1
2
1
1
14
1
CERCA
ESTACION
POLICIA
TOTAL
1
1
1
4
1
1
3
44
1
1
1
1
1
1
1
1
2
2
1
3
1
8
3
1
3
1
2
1
1
1
2
1
32
20
1
1
1
16
6
8
6
2
43
3
17
30
50
12
2
5
24
2
36
27
7
3
604
1
3
1
1
9
3
3
1
2
1
2
1
2
2
3
1
4
18
2
49
1
1
1
Fuente: Este cuadro se elabora a partir del archivo F2-A4-PONAL-TERRORISMO 98-2003.xls que entrega el Centro de Investigaciones Criminalísticas CIC-DIJIN. POLINAL.
63
111
2
27
7
22
9
34
12
64
10
7
1
48
0
9
6
49
5
28
35
57
14
4
9
36
4
39
36
13
3
764
0
VICHADA
VALLE
SUCRE
RISARALDA
PUTUMAYO
N/SANTANDER
MAGDALENA
GUAVIARE
GUAINIA
CORDOBA
CESAR
CASANARE
CALDAS
BOLIVAR
ATLANTICO
ANTIOQUIA
No. ACTOS TERRORISTAS
100
Gráfica D.2.1. ACCIONES TERRITORISTAS CONTRA
INFRAESTRUCTURA MUNICIPAL EN EL PERIODO 1998 A MARZO
2003
120
100
80
60
40
20
101
ANEXO 2. INFORME DE ACTIVIDADES DE RECOLECCIÓN Y
PROCESAMIENTO
En desarrollo de la consultoría sobre HECHOS DE VIOLENCIA CONTRA AUTORIDADES
LOCALES, se consideró necesario conocer la situación de recolección y producción de
estadísticas relacionadas con los actos de violencia que involucran a las autoridades locales, a
partir de precisar qué entidades del Estado las generan y la periodicidad, cobertura y niveles de
actualización, oportunidad y desagregación.
Igualmente, la información recolectada, procesada e incluida en cuadros de salida, es el soporte
de análisis sobre los hechos de violencia.
FUENTES
Se definieron las fuentes potenciales, así :
A. Nivel Nacional
1. Ministerio del Interior y Justicia – Dirección de Orden Público.
2. Departamento Nacional de Planeación – Dirección de Seguridad.
3. Vicepresidencia de la República.
4. Alto Comisionado de Paz – Consejería.
5. Vicepresidencia de la República – Observatorio de Derechos Humanos.
6. Red Nacional de Solidaridad.
7. Fiscalía General de la Nación.
8. Procuraduría General de la Nación.
9. Defensoría del Pueblo.
10. Policía Nacional – Centro de Investigaciones Criminalísticas.
11. Departamento Administrativo de Seguridad.
12. Ministerio de Defensa.
13. Departamento Administrativo Nacional de Estadística.
14. Fundelibertad – Ministerio de Defensa
B. Nivel Territorial
1.Gobernaciones – Secretarías de Gobierno o del Interior.
C. Sector Privado
1. Cinep
2. Universidad Nacional – IEPRI
3. Otras: Bibliotecas, Centros de Información, Universidades con documentos y estadísticas
sobre el tema.
4. Federación Colombiana de Municipios.
102
5. Comisión Interamericana de Juristas
COMUNICACIÓN
Se hizo una primera comunicación con las precitadas entidades nacionales y del sector privado
(ONG) relacionado con situación de derechos humanos, vía telefónica, para detectar cuál
dependencia procesa la información con el fin de enviar un oficio exponiendo el objetivo de la
investigación, anexando una comunicación de la Dirección Ejecutiva de la FCM y los cuadros
diseñados para la recolección.
De las entidades nacionales, sólo se descartó el DANE, porque no producen estadísticas de
violencia, aunque sí sobre homicidios, pero en este caso no era el interés.
En el sector no gubernamental, la Comisión Internacional de Juristas, manifestó no tener
estadísticas, pero sí estudios que se consultaron. Igual con el IEPRI.
DISEÑO DE FORMULARIOS DE RECOLECCIÓN
Con el ánimo de facilitar a las fuentes nacionales y territoriales seleccionadas el suministro de la
información, se diseñaron unos formatos según las variables de estudio y con cobertura para el
período 1998 – 2003, así :
CUADRO 1.1. INFORMACIÓN DISPONIBLE SOBRE LA SITUACIÓN DE DERECHOS
HUMANOS EN RELACION CON LAS AUTORIDADES MUNICIPALES ( ALCALDES,
CONCEJALES, PERSONEROS, FUNCIONARIOS Y EXFUNCIONARIOS). IMPLICA
TEMAS COMO : ASESINATOS, AMENAZAS Y SECUESTROS. TOTAL CASOS EN EL
PERIODO Y TOTAL DE MUNICIPIOS AFECTADOS.
CUADRO 2. INFORMACIÓN DISPONIBLE SOBRE ACCIONES VIOLENTAS
ORIENTADAS A IMPEDIR LAS ELECCIONES: DESTRUCCIÓN DE MATERIAL
ELECTORAL, AMENAZAS A LA POBLACIÓN, AMENAZAS A FUNCIONARIOS DE LA
ORGANIZACIÓN ELECTORAL, ETC.
CUADRO 3. INFORMACIÓN DISPONIBLE SOBRE ATAQUE A POBLACIONES.
CUADRO 4. INFORMACIÓN SOBRE OBSTÁCULOS PARA EL CUMPLIMIENTO DE
FUNCIONES MUNICIPALES O LA REALIZACIÓN DE OBRAS DE INFRAESTRUCTURA;
SOBRE PRESIONES A LOS CONTRATISTAS Y EXTORSIONES; SOBRE EXTORSIONES
A LA ADMINISTRACIÓN LOCAL.
CUADRO 5. INFORMACIÓN DISPONIBLE SOBRE OBSTÁCULOS PARA EL RECAUDO
DE IMPUESTOS; ANÁLISIS DEL COMPORTAMIENTO DE LOS INGRESOS
TRIBUTARIOS DE LOS MUNICIPIOS; IDENTIFICACIÓN DE CASOS ESPECIALES DE
ESTANCAMIENTO Y REDUCCIÓN SUSTANCIAL DE LOS INGRESOS TRIBUTARIOS.
CUADRO 6. ACCIONES ADELANTADAS POR EL ESTADO PARA ATENDER LOS
PROBLEMAS DE LA GESTIÓN LOCAL, DERIVADOS DEL IMPACTO DE LA
VIOLENCIA Y EL CONFLICTO ARMADO.
103
Como las fuentes pueden tener otro tipo de información o una presentación diferente a la incluida
en los formatos diseñados, tanto en el oficio como en los mismos cuadros se incluyó una NOTA
que precisaba : “ Como la información disponible puede variar en su presentación en cada
Departamento o fuente, se solicita para total de los seis años y total de municipios, pero si la
tienen desagregada por año o localidad para un período de tiempo más largo, favor anexar las
estadísticas en papel o medio magnético”.
Los formatos, con los oficios de presentación se enviaron a las 13 entidades nacionales y a las 32
Gobernaciones - Secretarías de Gobierno.
A estas últimas se remitió, a sabiendas de que la respuesta iba a ser muy escasa, como
efectivamente sucedió: sólo tres enviaron algún tipo de información y otras tres respondieron
que la iban a procesar pero no la hicieron llegar.
Los contactos y la respuesta de las entidades nacionales se específica en la RELACIÓN No. 1
adjunta.
RECOLECCIÓN
Aunque fue necesario el permanente trabajo de seguimiento y presión hacia las fuentes, más con
unas que con otras, lo cierto es que la mayoría APOYARON CON OPORTUNIDAD Y
EFICACIA, A SABIENDAS DEL IMPORTANTE OBJETIVO QUE TENÍA LA
FEDERACIÓN, EN UN TÁCITO RECONOCIMIENTO A LA LABOR Y
REPRESENTATIVIDAD DE LA ORGANIZACIÓN.
La RELACIÓN No. 2, presenta el resumen por fuente de la información suministrada y su uso
para conformar las bases de datos y los cuadros de salida .
La PRIMERA CONCLUSIÓN es que las fuentes tienen información sobre los hechos que
interesaban a la Federación, pero sus bases de datos no tienen el nivel de desagregación
relacionada específicamente sobre hechos de violencia contra autoridades locales, debiendo
solicitarles que la filtraran para su entrega a esta consultoría.
Igualmente, no existen estudios que hayan asumido el análisis del tema, por cuanto los
encontrados globalizan la información de violencia o, como sucede con la incidencia de la
violencia en las finanzas públicas, son el resultado de estudios econométricos que no explican las
situaciones específicas de las localidades, exceptuando algunos estudios de caso.
PROCESAMIENTO
Teniendo en cuenta que la información recolectada tenía como objetivos, de una parte la
conformación de CUADROS DE SALIDA para el análisis documentado de la SITUACIÓN DE
VIOLENCIA CONTRA AUTORIDADES LOCALES O VIOLENCIA Y DEMOCRACIA
LOCAL y, de otra, la estructuración de unas bases de datos en excel que pueda ser actualizable ,
se confrontó la información y se conformaron bases de datos que se entregarán para su manejo
por la FCM.
104
Las variables correspondientes a asesinatos y secuestros de Alcaldes, se procesaron a partir de
información documental que tenía la FCM, en su Dirección de Comunicaciones producto de un
trabajo de recolección con información de prensa y de fuentes gubernamentales, pero se fueron
complementando a medida que se obtenía de otras fuentes, especialmente el Observatorio de
Derechos Humanos de la Presidencia de la República, el CIE-DIJIN de la Policía Nacional y
Fundelibertad - Ministerio de Defensa y DNP-Dirección de Seguridad, principales soportes del
trabajo adelantado.
La Federación también disponía de listados en papel sobre Alcaldes amenazados y de municipios
sin presencia de policía. El resto de variables procesadas se tomaron de los archivos entregados
por las fuentes referenciadas en la RELACIÓN No. 2.
PRODUCTOS ENTREGADOS
Se entregan los siguientes productos :
Copia en CD de la información suministrada por las fuentes (archivos ).
Copia en CD de las BASES DE DATOS ACTUALIZABLES para asesinatos y secuestros de
Alcaldes, Concejales y otras autoridades locales.
Copia en CD de cuadros de salida procesados, en word y excel.
Copia en papel de los archivos que no entregaron en medio magnético o lo hicieron de manera
complementaria.
Carpetas con archivos de oficios a entidades nacionales, respuestas y modelo del enviado a
gobernaciones.
Folders AZ con fotocopias de documentos producidos, relacionados con el tema municipal de
violencia.
CAPACITACIÓN
La Consultoría, propone capacitar ( no se requiere sino un día), al funcionario de la Federación
que -se sugiere- continúe con el manejo, trabajo con fuentes y actualización de los archivos,
bases de datos y generación periódica de cuadros de salida sobre los hechos de violencia.
RECOMENDACIONES
A PARTIR DE LAS BASES ACTUALIZABLES, LA FEDERACIÓN PUEDE MANTENER
LA
INFORMACIÓN
DE
LAS
VARIABLES
PRINCIPALES,
GENERANDO
PERIÓDICAMENTE DOCUMENTOS Y ESTADÍSTICAS PARA SUS INFORMES Y
MEDIOS DE COMUNICACIÓN.
LA FEDERACIÓN PUEDE BUSCAR ESTABLECER CONVENIOS DE APOYO
RECÍPROCO CON LAS FUENTES PRINCIPALES QUE GENERAN ESTUDIOS Y
ESTADÍSTICAS SOBRE VIOLENCIA Y DERECHOS HUMANOS, PARA EL
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INTERCAMBIO CONTINUO
DE INFORMACIÓN. ESTANDARIZANDO
VARIABLES Y LA PERIODICIDAD DE SU PRODUCCIÓN Y SUMINISTRO.
LAS
COMO PASO INICIAL, SE SUGIERE QUE LA FEDERACIÓN HAGA LLEGAR A LAS
FUENTES NACIONALES QUE COLABORARON, LA RECOPILACIÓN DE ARCHIVOS,
BASES DE DATOS Y CUADROS DE SALIDA, AL IGUAL QUE EL DOCUMENTO DE
ANÁLISIS. COPIA EN CD.
SE SUGIERE COMO FUENTES INICIALES DE POSIBILIDAD DE CONVENIO, LAS
SIGUIENTES, POR SER LAS MÁS REPRESENTATIVAS EN GENERACIÓN Y
COLABORACIÓN :
OBSERVATORIO DE DERECHOS HUMANOS Y D.I.H. DE LA PRESIDENCIA DE LA
REPÚBLICA.
CENTRO DE INVESTIGACIONES CRIMINALÍSTICAS – DIJIN – POLICÍA NACIONAL.
FUNDELIBERTAD – MINISTERIO DE JUSTICIA.
DAS – DIRECCIÓN DE ANÁLISIS.
CINEP – CENTRO DE INFORMACIÓN Y BIBLIOTECA.
PARA LA CONTINUIDAD DE ESTE PROCESO, SE SUGIERE MANTENER Y AMPLIAR
EL APOYO DE LAS ENTIDADES DE ASISTENCIA TÉCNICA INTERNACIONAL, HASTA
LOGRAR CONFORMAR UN CENTRO DE INFORMACIÓN DE LA FEDERACIÓN SOBRE
ESTOS TEMAS Y OTROS RELACIONADOS CON LOS MUNICIPIOS, PREVIO DISEÑO
DE UNA PROPUESTA INTEGRAL-
Bogotá, julio 28 de 2003
BRBP.-
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