Renunciando al Poder de Mammón Ninguno puede servir á dos señores; porque ó aborrecerá al uno y amará al otro, ó se llegará al uno y menospreciará al otro: no podéis servir á Dios y á Mammón. Mateo 6:24 (RVA) Mammón, a veces traducido como “dinero” o “riquezas” es según Jesús, algo opuesto a Dios. Es imposible servirle a ambos. Para servir a Dios debemos renunciar totalmente a Mammón y no tener nada que ver con él. Mammón se refiere a un ente espiritual que la gente ha adorado como su dios de las finanzas. Es una potestad demoniaca que influencia los corazones de los humanos para que amen y sirvan al dinero. El engaño de Mammón es hacerle creer a la gente que el dinero tiene poder inherente y por lo tanto la gente es leal, ama y sirve al dinero en lugar de Dios. Cuando la gente piensa que el dinero les confiere poder, entonces empiezan a amar el dinero. Porque la raíz de todos los males es el amor al dinero, por el cual, codiciándolo algunos, se extraviaron de la fe y se torturaron con muchos dolores. 1 Timoteo 6:10 (LBLA) La verdad es que el dinero es un objeto sin poder, pero cuando creemos la mentira de que lo tiene, somos controlados por Mammón. ¿Cómo? Nuestras decisiones y obediencia a Dios se basan en si tenemos “suficiente dinero” o no. Además, en lugar de servir a Dios, vamos a hacer todo lo necesario por conseguir más dinero. Cuando entendemos que Dios es nuestro proveedor (no mi empleador o mi negocio), el dinero se convierte en nuestro siervo, no nuestro maestro, y podemos usar el dinero para los propósitos del Reino de Dios. Hasta que no entiendas lo impotente que es el dinero, no vas a dejar de perseguirlo. Diez Síntomas de la Influencia de Mammón 1. Preocupación y ansiedad por el dinero (Proverbios 30:7-9) Los ricos temen perder su dinero y los pobres temen nunca tener suficiente. El temor, la preocupación y la ansiedad dominan las emociones de las personas. Para ser libres de la ansiedad por el dinero debemos tener estas tres actitudes: 1) lo que tengo es un regalo de Dios, 2) Dios cuida de mis posesiones, y 3) mis posesiones están al servicio de otros. Ver Mateo 6:33. 2. Mala administración del dinero: “No sé donde se me fue la plata.” No llevar cuentas ni tener un plan financiero (presupuesto) nos lleva a ser irresponsables en nuestros gastos. Debemos saber nuestra historia y nuestro futuro financiero. ¿Te confiarías a ti mismo una gran suma de dinero para invertirla en el reino? 3. Carencia de finanzas consistente: “Nunca tengo dinero suficiente” Enseñanza basada en material de Craig Hill y Earl Pitts. Muchos creen que si ganaran más dinero sus problemas financieros se resolverían, pero el verdadero problema es la forma en que gastan su dinero, no la cantidad disponible. Como no saben su gastos ni tienen un plan, gastan más de lo que ganan. 4. Mentalidad de “No me alcanza” Si el espíritu de Mammón te ha convencido que el dinero es tu fuente y el factor determinante de tu vida, entonces debes ser muy cuidadoso en cómo gastas el dinero. Aquí el enfoque está en el dinero y no en Dios. Es una fortaleza mental que no depende del dinero (incluso teniendo el dinero, la persona piensa que no le alcanza). Debemos incluir a Dios en nuestras finanzas y que Él nos guíe en cuanto a definir nuestras necesidades y nuestros deseos y qué es lo que Él quiere hacer con el dinero. 5. Compras impulsivas: Inhabilidad para resistir comprar algo Mammón te influencia a que compres cosas que no necesitas (porque están en promoción, etc.). La solución es enfocarnos en usar el dinero para comprar cosas que bendigan a otros. 6. Tacañería Esto se ejemplifica en el temor a diezmar y ofrendar, pensando que si das entonces no tendrás suficiente dinero para tus necesidades, lo que hace que te aferres al dinero. Debes entender hoy que eres un administrador de lo que Dios te da, no el dueño. 7. Avaricia: Afán desordenado de poseer y adquirir riquezas para atesorarlas Mientras que el sistema del mundo es usar el dinero para comprar y vender y así acumular más riquezas, el reino de Dios consiste en dar y recibir (donde es más bienaventurado dar que recibir). 8. Descontento En Filipenses 4:11-13, Pablo dice que sabía cómo vivir en abundancia y escasez. La clave es saber que Dios es nuestra fuente en toda situación y no estar descontentos por las circunstancias. 9. Atadura a las deudas (Salmos 7:15; 37:21) Mammón usa las deudas para atar a las personas e impedir que fluyan las bendiciones financieras. No son capaces de controlar su deseo de comprar y se menten en deudas, bajo la influencia del espíritu de deuda junto a Mammón. 10. Énfasis exagerado en el dinero y sobreestimación de su verdadero poder Sólo hablan de dinero o viven impresionados con la gente rica, o hablan de lo que harían si tuvieran más dinero, o de sus planes para hacer más dinero. Debemos trabajar no para ganarnos la vida sino para compartir el dinero (Efesios 4:28) y hacer que trabaje para nosotros. Si el dinero es el factor determinante para que hagas algo para el Reino de Dios, entonces es Mammón quien gobierna tu vida y no Dios. Pídele al Espíritu Santo que te revele en qué áreas de tu vida eres influenciado por Mammón (especialmente en tus emociones). Arrepiéntete de esas cosas y deja que la sangre de Jesús te limpie de toda iniquidad. Ahora pregúntale que acción debes tomar para romper el poder de Mammón en tu vida (por ejemplo, cambiar patrones de gastos, ofrendar, pagar deudas, etc.) Enseñanza basada en material de Craig Hill y Earl Pitts.