EXCMO. SR. MARQUÉS DE LA VEGA INCLAN DON BENIGNO VEGA INCLAN, MARQUES DE LA VEGA INCLAN C serán los españoles que, como el Marqués de Vega laclan, puedan presentar tantos y tan reiterados servicios al hacer balance y cuenta de su actuación. Su larga vida, llena de merecimientos y aciertos, fué ofrecida a nuestra Patria, durante su juventud, en el Ejército, en el que llegó al grado de Teniente Coronel, compaginando sus deberes militares con el estudio de nuestra Historia y de manera directa con los testimonios materiales de ella, con el de los monumentos, que procuró salvar y defender de la incuria del tiempo o de la destrucción de los hombres. Este conocimiento pleno y exacto de ellos le llevó a la concepción de la Comisaría Regia del Turismo, que desempeñó, y desde la que buscó los medios, no sólo de conservar nuestras riquezas artísticas, sino la de hallar manera de que fueran fácilmente visitadas, con la construcción de hospederías, mejora de hoteles y de los medios de comunicación que hasta ellos conducían. Como labor preparatoria para dar a conocer nuestro tesoro artístico, editó varias publicaciones de divulgación, entre las que destacan El Arie en España; España; Antigüedades romanas, etc. No redujo a tan amplia empresa, que vio muy lograda, su iniciativa; con depurado criterio histórico-artístico dio vida a la Casa del Greco en Toledo y al Museo Romántico en Madrid, añadiendo más tarde en la Casa de Cervantes, en Valladolid, una interesante Biblioteca de divulgación y estudio. Durante la época de nuestra guerra de Cruzada, reciONTADOS 20 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA • [2] bió encargo del Gobierno de evitar en el extranjero la venta del patrimonio histórico-artístico nacional, del que hacían mercado y tráfico los dirigentes marxistas. La escasez de medios económicos de las autoridades nacionales, no permitió se le suministraran con la comisión los necesarios para realizarlos; entonces, nuestro fallecido compañero hizo compareciera ante él, en Sevilla, al prestamista de mayores antecedentes usurarios, y en las condiciones que quiso recibió, gravando su particular patrimonio, la cantidad precisa para cumplir la misión que el Gobierno le había confiado y que desempeñó con el entusiasmo, acierto y patriotismo tantas y tantas veces reiterado. Es grande la pérdida que sufrimos con su ausencia definitiva, y constantemente conservaremos el recuerdo de su actuación; tengámosle también presente en nuestras oraciones, para que Dios le dé su eterno descanso.