Tener, hacer y ser. El año nuevo es una oportunidad espectacular de cambio. Es un nuevo ciclo de vida para entender lo que hicimos mal en el año y aun en los anteriores y de proponernos y prometernos nuevas metas. Tenemos por delante una nueva etapa y podemos decidir qué vamos a poner, a quitar, a mover de nuestra vida en este nuevo ciclo. Establece dónde estás hoy y a dónde quieres llegar en una forma muy educación especifica en las distintas facetas de tu vida. ¿Cuál es tu meta? Habrá quien conteste ser feliz, tener mucho dinero o vivir cómodamente; es necesario que seas específico y determinar un mapa real y congruente, piensa que tienes ante ti el maravilloso regalo de un cuaderno nuevo con 365 hojas en blanco para que escribas en él lo que tú decidas, llenándolo de lo que tú quieras, tú y solo tú decides cómo, pero siempre consciente de dónde estás y a dónde quieres llegar al final del año en tus relaciones, en tu trabajo, en tu salud; cuando tú defines esto lo que tienes que hacer es el investigar qué es lo que se tiene que hacer para lograr lo que se quiere hacer y aprender a hacerlo, y hacerlo bien. Si como miles de personas tú también vas a empezar el año con una lista de metas, me parece oportuno compartir algunos tips prácticos al respecto: Empecemos por el tipo de metas que tu cerebro puede lograr. Acomoda tu lista de metas en tres grandes dimensiones: Cosas que siempre has querido TENER. Se trata de aquéllas que has querido HACER y cosas que siempre has SER. Esto te permitirá organi- zar y ponerle prioridad a los objetivos y metas de tu vida. Algunos ejemplos de las metas del "hacer" son todas aquellas cosas que siempre has querido "tener" y que se pueden intercambiar por dinero, un coche, una casa, un viaje, un guardaropa, etc. El "tener" para tu mente es sinónimo de intercambiar por dinero. Las metas del HACER son aquellas cosas que quieres lograr que NO se pueden cambiar por dinero; por ejemplo, TENER una familia integrada, es una meta DEL HACER ya que no puedes intercambiar una familia por dinero, tienes que construirla, esta es una condición que dificulta el logra de metas, comúnmente confundimos los canales del TENER, Y DEL HACER. Las metas del SER son más profundas y longevas; estas son aquellas cosas en las que te conviertes cuando alcanzas las metas del TENER Y DEL HACER. Si tu meta es SER buen padre, tienes que definir qué tienes que TENER y qué tienes HACER para convertirte en buen padre. Prácticamente no hay meta que no te obligue a interactuar entre los tres principios, para TENER más cosas materiales, tienes que HACER esfuerzos por profesionalizarte y eso te convierte en un mejor SER. Sé que parece un juego de palabras, pero no lo es, revísalo nuevamente y te darás cuenta que no. Te deseo un espectacular 2015 lleno de metas y sueños cumplidos. Piensa, reflexiona y actúa. Helios Herrera