209074. I.3o.A.588 A. Tribunales Colegiados de Circuito. Octava Época. Semanario Judicial de la Federación. Tomo XV-1, Febrero de 1995, Pág. 181. EMBARGOS PRECAUTORIOS PRACTICADOS CON FUNDAMENTO EN EL ARTICULO 145, SEGUNDO PARRAFO, DEL CODIGO FISCAL DE LA FEDERACION. MOTIVACION EN CASO DE. La citada disposición legal, en su primera parte, establece que "Se podrá practicar embargo precautorio para asegurar el interés fiscal, antes de la fecha en que el crédito fiscal esté determinado o sea exigible, cuando a juicio de la autoridad hubiera peligro de que el obligado se ausente, enajene u oculte sus bienes, o realice cualquier maniobra tendiente a evadir el cumplimiento". En el texto legal transcrito se aprecian cuatro distintas hipótesis normativas en las que procede trabar embargo precautorio, mismas que surgen cuando a juicio de la autoridad competente exista peligro de que el sujeto obligado: a) se ausente; b) enajene sus bienes; c) oculte sus bienes o d) realice cualquier maniobra encaminada a evadir el cumplimiento de sus obligaciones. De acuerdo a los términos en que está creado el numeral en consulta, es evidente que para motivar su aplicación resulta indispensable, en principio, que aquella autoridad especifique cuál de las cuatro hipótesis arriba desglosadas es la que se ajusta al asunto en particular o, en todo caso, debe indicar si se actualizan dos o más de los supuestos previstos en la norma que se comenta, precisándolos; en la inteligencia que algunos de aquéllos son excluyentes entre sí, por ejemplo, no puede simultáneamente producirse un ocultamiento y una enajenación de los mismos bienes. Además, la respectiva autoridad está obligada a justificar por qué en el caso de que se trate, ha llegado a la conclusión de que cobra actualización la o las hipótesis en que pretenda apoyar el embargo correspondiente, pues aunque el precepto arriba indicado dispone que éste puede trabarse cuando "a juicio de la autoridad" hubiera peligro de que el contribuyente se encuentre en alguna de las preindicadas hipótesis, tal expresión empleada por el legislador federal no libera a la autoridad embargante, de la obligación constitucional de motivar sus determinaciones, por lo que es necesario que ésta proceda conforme ha quedado mencionado. Consecuentemente, para la motivación de los actos de autoridad en cuestión no basta que aquélla que los emite afirme que a juicio suyo existe peligro de que el obligado se ausente, enajene u oculte sus bienes, o realice cualquier maniobra tendiente a evadir el cumplimiento de sus obligaciones, pues tales indicaciones no constituyen más que una reproducción casi literal del precepto fundatorio del embargo; pero las mismas, por sí solas, no permiten que el gobernado conozca cuáles son el o los supuestos que la autoridad estima actualizados en su caso ni cuáles fueron las circunstancias especiales, razones inmediatas o causas particulares que, al ser advertidas por la propia autoridad, dieron lugar a la orden en el sentido de practicar el embargo, requisitos que debe reunir todo acto de autoridad, para que se considere apegado a la exigencia constitucional relativa a la motivación del propio acto, según ha sido reiteradamente sostenido por la Suprema Corte de Justicia de la Nación; de ahí que si el embargo precautorio reclamado únicamente se apoya en la repetición del texto legal que está aplicándose, no puede considerarse debidamente motivado y, por ende, lo procedente es conceder el amparo que se demande en su contra. TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL PRIMER CIRCUITO. Amparo en revisión 2933/94. Neco Internacional, S.A. de C.V. 12 de enero de 1995. Unanimidad de votos. Ponente: Genaro David Góngora Pimentel. Secretario: Jesús García Vilchis. -1-