EXTREMADURA DURANTE EL REINADO DE FERNANDO VII La restauración de Fernando VII significó el fin del sueño liberal también para Extremadura, instituciones y personajes importantes extremeños sufrieron los vaivenes de la política española del reinado de Fernando VII, en sus distintas etapas: La restauración absolutista (1814-1820) se inician con la represión de los liberales que tuvieron destacado protagonismo en las Cortes de Cádiz, como Fernández Golfín, Calatrava y Muñoz Torrero, siendo eliminadas también instituciones liberales como la Diputación de Extremadura y la Asociación Patriótica de Cáceres. El Trienio Liberal (1820-1823) contó con el apoyo mayoritario de la población extremeña que canalizó su participación política a través de sociedades patrióticas (especie de clubs de discusión política donde se defendía el liberalismo, eran herederas de las Sociedades Económicas de Amigos del País), en Extremadura al que sirvió como modelo fue la Asamblea Constitucional de Badajoz. Durante el Trienio se procedió a una división territorial en provincias, y Extremadura se dividió en las provincias: Cáceres y Badajoz. La Década Ominosa comenzó como lo había hecho el Sexenio Absolutista: con el encarcelamiento de liberales. Muñoz Torrero huyó a Portugal donde volvió a ser detenido por orden de Fernando VII, muriendo en prisión. Los absolutistas apostólicos se organizaron en sociedades como la Sociedad del Áncora, integrada por los sectores más conservadores de la sociedad pacense. Los liberales protagonizaron varios levantamientos, a los que siguió una dura represión. En 1831 en uno de ellos, el protagonizado por el General Torrijos en Málaga, fue detenido y fusilado uno de los más insignes políticos extremeños de los primeros años del s. XIX, Francisco Fernández Golfín. El fin del reinado de Fernando VII, dejaría a Extremadura como al resto de España, expectante ante los cambios que el nuevo reinado de Isabel II traería consigo.