Cultura de Barcelona

Cultura de Barcelona
Música
La pasión de los barceloneses por la música tiene su referente más sólido en la tradición operística, cuyo máximo
exponente es el Gran Teatre del Liceu situado en La Rambla. Inaugurado a mediados del siglo XIX y recientemente
reconstruido tras el último incendio de 1994, es todo un símbolo de la ciudad al igual que algunas de las figuras más
universales del bel canto, como Montserrat Caballé o Josep Carreras. El Palau de la Música Catalana, obra de Domènech i
Montaner y verdadera joya de la arquitectura modernista, desarrolla una intensa actividad con más de 300 conciertos
anuales, que van desde la música sinfónica hasta el pop o el flamenco. Todas las manifestaciones musicales de calidad,
sean del tipo que sean, tienen cabida en el Palau. Esta sala de conciertos absolutamente excepcional fue creada como
sede del Orfeó Catalá, la sociedad coral con más de cien años de historia y de profundo raigambre popular. El Auditori,
obra del arquitecto Rafael Moneo, ha contribuido a revitalizar la zona de las Glòries. Construido con las últimas
tecnologías, es destacable la excelente acústica de su sala principal, con capacidad para 2.300 espectadores. El Auditori
es además la sede permanente de la Orquesta Sinfónica de Barcelona. La programación de conciertos al aire libre, en el
interior de templos como la Basílica de Santa Maria del Mar, o en cualquiera de la multitud de salas del ámbito
institucional o privado, completa la variedad y riqueza del panorama musical de Barcelona. Desde finales de junio hasta
primeros de agosto, el teatro, la danza y la música inundan los escenarios y salen a la calle para dar a conocer las
últimas tendencias de las artes escénicas y musicales contemporáneas. El Festival de verano de Barcelona, conocido
popularmente como Festival Grec, es el acontecimiento cultural más destacado de las cálidas noches veraniegas en la
ciudad. El Teatre Grec o anfiteatro griego delparque de Montjuïc es el escenario por excelencia y el que da nombre al
Festival. Barcelona cuenta además con otros muchos festivales de toda índole, desde el Tradicionarius de música
popular y tradicional, hasta el Sónar de música electrónica, pasando por el Festival Internacional de Guitarra, el de Jazz o
el de Música Antigua, por citar sólo algunos.
Arquitectura: Modernismo
La urbanización del Eixample, cuyo diseño es obra del ingeniero Ildefons Cerdà, coincidió con el florecimiento del
Modernismo, el movimiento artístico y cultural que vivió Barcelona en el cambio del siglo XIX al XX. Así, este espacio
privilegiado se convirtió en el centro de la Barcelona modernista. El Quadrat d'Or es un auténtico museo al aire libre del
Modernismo catalán. Fueron muchísimos los arquitectos, escultores y artistas que contribuyeron con su obra al
florecimiento del movimiento modernista. Entre los más importantes sin duda hay que destacar a Lluís Domènech i
Montaner, y Josep Puig i Cadafalch, dos insignes arquitectos y máximos representantes del Modernismo. Aunque a Gaudí
se le conoce como el genio del Modernismo, lo cierto es que su obra es tan creativa y personal que resulta del todo
inclasificable. Gaudí y los modernistas coinciden en un tiempo (el cambio de siglo) y en un espacio (el Eixample) en los
que se produce una feliz coincidencia: por un lado hay en Barcelona toda una zona donde construir, y por otro existen
grandes fortunas de familias adineradas dispuestas a invertir en la construcción de sus mansiones. Pero si Domènech o
Puig son personalidades destacadas e implicadas en la sociedad de su época, que juegan un papel importante en la
política y en la vida cultural, Gaudí vive ensimismado en su mundo y al margen de la realidad social que le rodea. Gaudí
poseía un sentido innato de la dimensionalidad volumétrica que, probablemente, le venía de la práctica de la calderería
con la que de pequeño había convivido. Lo captaba todo situado en el espacio y en estrecha relación con la naturaleza,
su principal fuente de inspiración. Gracias a su ingenio obtuvo las formas torcidas y onduladas que constantemente nos
ofrece el entorno natural, donde se captan los esquemas helicoidales, las hipérboles, o las parábolas, generadoras todas
ellas de las formas que esconden las estructuras dinámicas de la naturaleza, como los huesos del cuerpo animal o las
presencias de los vegetales. La arquitectura de Gaudí no es el resultado de una fantasía desbocada sino de la
imaginación bien resuelta, que el cálculo del ordenador contemporáneo confirma. Barcelona tiene el orgullo de atesorar
casi toda la creación de Gaudí, considerado con toda justicia como el arquitecto más original y genial de todos los
tiempos.