Epistemología de las Ciencias. El conocimiento. Aproximación al orden ontológico (2000) CIAFIC Ediciones El conocimiento biológico Javier Corcuera* En primer lugar, no me queda otra cosa que pedir disculpas por adelantado, dada la diferencia entre el alto nivel intelectual que ha primado esta mañana y el que yo puedo ofrecer. Espero que, pese a ello, podamos reconstruir juntos en este encuentro la visión de un biólogo sobre su trabajo. Como me especializo en ecología, sin duda esta visión resultará sesgada hacia ese ámbito. Voy a tratar, por un lado, de hacer mención de otras áreas del conocimiento de las ciencias de la vida, pero enfatizaré algunos aspectos de la ecología, de la ciencia que estudia a lo viviente en sus interacciones y el entorno que los rodea, y lo voy a hacer utilizando, muy probablemente y en forma inconsciente, el lenguaje del biólogo, que dista mucho de tener la calidad del lenguaje del filósofo. Sin embargo, creo que hay puntos de contacto entre biología y filosofía. Esto es especialmente nítido allí donde surgen las incertidumbres del biólogo. Es allí donde puede darse el intercambio más rico entre el epistemólogo y el ecólogo. Intentaré que mi presentación sea relativamente breve, con el fin de que la mayor parte de nuestro tiempo lo dediquemos a dialogar. Para tratar de responder a la pregunta de cómo se estructura el conocimiento en la biología y, más precisamente, en la ecología, no puedo hacer otra cosa, también, que partir de una definición que nos dio aquí hace unos años, en este maravilloso sitio, el Dr. Jerome Lejeune. Estuve leyendo el primero de los libros que publicaron en CIAFIC, y encontré una primera * Actualmente es Director General de la Fundación Vida Silvestre Argentina. El conocimiento biológico, Javier Corcuera, pp.169-207 169 Epistemología de las Ciencias. El conocimiento. Aproximación al orden ontológico (2000) CIAFIC Ediciones definición: "la biología es lo que hacen los biólogos". Si la biología es el estudio de los seres vivos y si desde ese conocimiento se genera su manejo de los seres vivos, es evidente que el hombre ha sido biólogo desde siempre. La agricultura nos muestra que, desde la prehistoria, existe un conocimiento, por ejemplo, de la noción de especie, aunque éste no haya sido formalizado en un ámbito académico hasta mucho tiempo después. La noción de especie es nítida, por ejemplo, ya en la Biblia. Lejeune citaba un texto muy oscuro del Antiguo Testamento que se refiere a los "Nephilím", un grupo humano que es apenas nombrado en un pequeño párrafo. La Biblia lo identifica como un grupo que no tuvo descendencia, y cuyos miembros eran hijos de hombres y dioses. Lejeune se detenía en el hecho de que los Nephilim no tuvieron descendencia, y se animaba -fue un gran biólogo porque, entre otras virtudes, fue un hombre audaz- a sugerir que tal vez la Biblia, en esa mención de los Nephilim, estaba transcribiendo en la memoria humana una memoria biológica, el rastro de la existencia de alguna otra especie, que no fue la humana, y que luego se perdió. Lejeune también citaba el hecho de que muchos alfareros en el Mediterráneo, sobre todo en el Norte de África, imprimían su huella digital sobre sus producciones, sobre sus obras. La primera firma humana, el primer signo de autoconciencia como especie parecería haber sido el dejar la marca de la mano, la marca de la huella digital. El concepto de especie, por un lado, parece haber estado, entonces, bastante bien identificado desde los inicios de la humanidad, así como el concepto de individuo, de la unicidad del individuo, de su carácter único e irrepetible. La unicidad también estaba bien identificada. Por supuesto, en el ámbito de lo biológico, el concepto de unicidad es más fácil de definir que el de especie. Establecer que "yo soy yo", que pese a que, a través del tiempo, hay una serie de características que son inmutables, pese a que otras El conocimiento biológico, Javier Corcuera, pp.169-207 170 Epistemología de las Ciencias. El conocimiento. Aproximación al orden ontológico (2000) CIAFIC Ediciones cambian, es más simple que definirme como parte de un grupo homogéneo y relativamente invariable. Aristóteles plasmó la definición de especie con una nitidez que llegó hasta nuestros días, como aquel grupo de seres vivos que se pueden reproducir entre sí. Aún hoy, quizá, cuando alguien nos pregunta qué es una especie, la definición más simple y más operativa es la de "un grupo de individuos que pueden reproducirse entre sí". Sin embargo, es cierto que este concepto de especie, que es central a la biología y a la ecología, se ha ido diluyendo a medida que el método experimental, particularmente en el área de la genética, ha avanzado. ¿Por qué se han ido "diluyendo" el concepto de especie y de individuo? En primer lugar, antes del desarrollo de la genética moderna, el concepto de unicidad o de individuo ya había sido puesto en duda. En efecto, bastante tempranamente, la ciencia descubrió que existen seres vivos como las esponjas, por ejemplo, que son capaces de mostrar características típicas de un individuo y, al mismo tiempo, características que sólo se entienden si se las interpreta como un grupo temporario de individuos de menor tamaño. Por eso las esponjas son conocidas como seres "coloniales": a veces se comportan como individuos y, otras, como colonias de individuos. Son multicelulares -están compuestos por muchas células- y, sin embargo, sus células no se comportan como tejidos coherentes que siguen su desarrollo en forma irreversible. Sus células pueden revertir su estado final de desarrollo y llegar a independizarse, hacerse móviles e incluso reagruparse posteriormente. Hay un experimento extremadamente interesante, que consiste en tomar una esponja viva, extraída del mar, y pasarla a presión a través de un tamiz, de un filtro de metal. La esponja, que hasta ese momento tiene todas sus células relativamente diferenciadas (las que tapizan la cavidad interna de la esponja capturan el alimento, por ejemplo, mientras que las que están del lado externo del animal no lo hacen), es destruida. Esta "separación de sus partes" El conocimiento biológico, Javier Corcuera, pp.169-207 171 Epistemología de las Ciencias. El conocimiento. Aproximación al orden ontológico (2000) CIAFIC Ediciones ocasionaría, sin duda, la muerte de cualquier individuo. Pero, del otro lado del filtro, cuando caen las células que formaban parte de la esponja, ahora dispersas, no todas mueren. Muchas de esas células están vivas, y cuando se reconocen, se reúnen de nuevo para... volver a formar una esponja. En otras palabras, ese ser único que es la esponja individual no es enteramente "único". Desde el punto de vista del biólogo, es "un individuo que resulta de una agregación de individuos". Claro está, el biólogo no se plantea si la esponja reconstruida es la misma esponja que existía antes. Los seres vivos más primitivos son unicelulares; los primeros multicelulares fueron, por lo que sabemos, como las esponjas, porque tuvieron una organización estructural con su mismo grado de flexibilidad. Además de llamarlos "coloniales", los conocemos técnicamente como "diploblásticos", porque tienen dos tipos distintos de tejidos, dos formas de organización celular. Pero luego, en algunos organismos, la vida desarrolló una tercera capa de tejidos. La tercera fase de organización de lo viviente, al ganar esta tercera capa de tejidos, dejó atrás el universo unicelular y el colonial, para llegar al de los seres que se organizan con tejidos diferenciados en forma permanente. A partir de esta etapa, todos los seres que se organizan con estas tres capas de tejidos, mantienen su individualidad en forma irreversible. Ya no pueden ser "desmenuzados" y reconstituirse más tarde, como ocurría con las esponjas. De algún modo, es a partir de este nuevo tipo de seres, los "triploblásticos", que se define más claramente la individualidad de lo viviente con todas las características que reconoce la gente. Una de ellas es la muerte. Ahora bien, pese a que en estos organismos superiores, como por ejemplo los vertebrados, la individualidad se define con mayor claridad, no todos los caracteres del individuo están establecidos en forma permanente. Un ejemplo de ello es que en la escala zoológica se observan casos en los cuales el individuo puede alterar elementos importantes, como por El conocimiento biológico, Javier Corcuera, pp.169-207 172 Epistemología de las Ciencias. El conocimiento. Aproximación al orden ontológico (2000) CIAFIC Ediciones ejemplo, su sexo. Esto ocurre en grupos de especies bastante avanzados, como es el caso de los anfibios o de los peces. Hay peces tropicales, por ejemplo, en arrecifes de coral, que cuando forman grupos de un slo sexo y no encuentran pareja, pueden llegar a cambiar su funcionamiento reproductivo. Cambian de sexo y logran suplir esa falta. Es recién en el grupo de los reptiles y, finalmente, en el de los mamíferos, que tenemos una determinación absoluta de la unicidad. Para los maíferos, el cambio de sexo en condiciones naturales es imposible. Lo que era natural para algunos peces, no lo es para los mamíferos. Esta complejidad creciente nos muestra cuán difícil es para los biólogos, más allá de estas definiciones iniciales que he dado, definir qué es un individuo, sobre todo cuando estamos hablando de los niveles de complejidad más básicos, menores, en la escala de los seres vivos. Ni siquiera es fácil definir qué es un ser vivo cuando estamos hablando de un virus, por ejemplo, que tiene etapas de su existencia en que vive directamente como un mineral y otras etapas en las cuales actúa nítidamente como un ser vivo, a través de la reproducción de su información genética. Esta incertidumbre no ha sido resuelta con la teoría de la evolución, con las hipótesis evolucionistas, pero es cierto, que el concepto de la evolución de los seres vivos le ha dado un nuevo marco, le ha dado un aire fresco al concepto de la estructura y de la función de lo viviente, a la forma en que conocemos lo viviente. Y esto es porque sin duda la metodología de la biología, pese a avanzar en algunos campos con el método experimental, con un método hipotético-deductivo basado fuertemente en los experimentos, por otra parte, paralelamente, fue desarrollando fuertemente también el método comparado, la analogía. Y allí se ve cómo surgen -y no solamente en Darwin, sino posteriormente- una serie de desarrollos que hoy en día, debido a los beneficios que ofrecen a los biólogos como marco operativo de trabajo, no dejan, sin El conocimiento biológico, Javier Corcuera, pp.169-207 173 Epistemología de las Ciencias. El conocimiento. Aproximación al orden ontológico (2000) CIAFIC Ediciones embargo, espacio para la experimentación. La evolución -como decía Pierre Paul Grassé- es un modelo, es una hipótesis extremadamente útil para nosotros los biólogos, y con ella trabajamos continuamente. Pero el problema es que la mayoría de los biólogos creemos que existe y, siguiendo a Grassé, yo creo que ninguno de nosotros alguna vez hemos visto evolucionar un ser vivo. Por lo tanto, tenemos que admitir que, en este sentido, la teoría de la evolución, que es una teoría marco muy importante en biología, muy rica y llena de argumentos, no deja de ser un punto de nexo con las ciencias que van más allá de lo experimental. La teoría de la evolución, por remitirse al pasado, que es inexperimentable, a un presente que no nos da escala para experimentar, y a un futuro sobre el cual no podemos operar, nos obliga a aceptarla o bien como un dogma o bien como una componente de la metafísica. La evolución de lo viviente no es un concepto que se pueda observar y experimentar. Sin duda la cantidad de argumentos que hay en favor de esta hipótesis es muy grande, pero son todos indicios. La experimentación tan desarrollada de la ingeniería genética o de la biología de la herencia no ha hecho otra cosa que darnos cada vez más pistas sobre la alta probabilidad de que esta teoría sea cierta. Pero en todas las experimentaciones que se hacen de mutación, de transgenia, de insertar genes de una especie en otra especie, de tratar de alterar su composición genética para generar nuevas especies, se ha fracasado. En todos los casos, lo que se ha generado son nuevas razas, nuevos grupos de individuos dentro de la misma especie, pero no nuevas especies capaces de reproducirse y de seguir su camino. La naturaleza, muy probablemente, lo sabe hacer mejor que nosotros, porque ni las mejores tecnologías han permitido lograrlo en laboratorio. Paralelamente al hecho de que cuanto más operamos sobre el ADN, seguimos sin lograr acelerar el proceso evolutivo, o ni siquiera evidenciarlo, la ecología, la ciencia que estudia las relaciones entre los seres vivos y el ambiente y entre ellos, también empezó a trabajar con modelos, pero en otra El conocimiento biológico, Javier Corcuera, pp.169-207 174 Epistemología de las Ciencias. El conocimiento. Aproximación al orden ontológico (2000) CIAFIC Ediciones dirección. El objetivo no fue conocer la especiación o la individuación. El objetivo fue conocer los límites que se imponen a los individuos y las especies. A partir de los años 40, por ejemplo, cuando Vito Volterra y Lotka desarrollaron modelos matemáticos que permiten incorporar un concepto muy importante en la biología, que es el concepto de los límites al desarrollo de lo viviente, surge la noción de nicho como el espacio de múltiples dimensiones (geográficas y temporales) que ocupa cada especie en los ecosistemas. También surge el concepto de competencia como una de las fuerzas que deben explicar el mecanismo con que opera la evolución. Estos conceptos de nicho y competencia, de los límites en los recursos, de la capacidad de carga de los ecosistemas, no agrega tampoco una mayor nitidez o precisión a esta falta de la que adolece la teoría evolutiva. Más bien permite al ecólogo, en este caso, ingresar en sus intentos de lo que ha sido dado en llamar los experimentos de campo. Así como el biólogo trata de realizar experimentos de laboratorio sobre el ser vivo, el ecólogo trata de realizar experimentos sobre el ambiente. ¿Cómo los realiza? Se imagina, por ejemplo, que en un lago hay dos especies de aves acuáticas. Y dice: vamos a probar cuál es la capacidad de carga de ese lago, cuál es el número máximo de individuos que puede sostener el lago. Entonces, el ecólogo elimina, por ejemplo, una de esas dos especies del lago, y de esa extracción saca conclusiones, en base a la respuesta poblacional de la especies que quedaba. Este método experimental, que inevitablemente altera al objeto de estudio en forma importante, conlleva muchos riesgos desde ese punto de vista, pero ha permitido el desarrollo de lo que se llamó la ecología de poblaciones, de comunidades y de ecosistemas. Este desarrollo sigue basándose en lo analógico, en lo comparado. Este camino de experimentaciones va despejando dudas sobre cuáles son los factores que influyen en la dinámica de las especies, pero también va dejando atrás certidumbres que eran El conocimiento biológico, Javier Corcuera, pp.169-207 175 Epistemología de las Ciencias. El conocimiento. Aproximación al orden ontológico (2000) CIAFIC Ediciones globalmente aceptadas, como el concepto del equilibrio. Todos hemos sido formados, en buena medida, pensando en que la naturaleza, como parte de su orden biológico, tiende a alcanzar un equilibrio, una situación estable en la cual sus componentes, las especies, se organizan de modo tal que cada uno aprovecha al máximo sus recursos aceptando la coexistencia. Cada vez con más fuerza, surgen las hipótesis del "no equilibrio", que nos dicen que los ecosistemas, las comunidades, las relaciones entre especies vivientes, no tienen nunca la capacidad de organizarse en su óptimo ideal, aparente o predecible, sino que continuamente interactúan con los factores externos de modo tal que reaccionan a ellos, se adaptan a ellos. Hoy en día, los eventos del exterior del sistema que antes eran considerados "perturbaciones" que impedían alcanzar un equilibrio, son percibidos por el biólogo, por el ecólogo, como eventos que modelan al sistema, haciéndolo jugar continuamente el juego del "ensayo y error". Así, los eventos catastróficos, más que ser vistos como oleadas de extinción, son ahora percibidos como oleadas de redistribución de recursos, cambios en la distribución de los recursos. En términos porteños, diríamos que el método con que opera la naturaleza es como un juego de cartas en el que se baraja y da de nuevo continuamente. El concepto de las teorías del no equilibrio es interesante, en tanto plantea una incertidumbre que antes parecía estar relativamente resuelta, hasta los años 60 aproximadamente. Entonces, aquel concepto de Aristóteles sobre la naturaleza en relación al movimiento, creo que hoy en día sigue siendo vigente en ecología. Ese movimiento, esa continua generación, es más el método que su destino, pero lo que es seguro es que el destino de los ecosistemas ya no es tan claro como hace veinte o treinta años cuando se pensaba, por ejemplo, -esto tiene aplicaciones en la realidad-, que se podían recuperar los ecosistemas, es decir, restaurarlos, sin dificultad. Cuando hoy se pierde un ecosistema muy valioso, como una selva, aunque la gente hable de recuperar la selva, la ciencia sabe que la selva no es El conocimiento biológico, Javier Corcuera, pp.169-207 176 Epistemología de las Ciencias. El conocimiento. Aproximación al orden ontológico (2000) CIAFIC Ediciones recuperable en el sentido de "volverla a su estado inicial", ya que si hacemos todos los intentos posibles, tal vez obtengamos algo diferente a la composición que tenía originalmente, en cuanto a especies. Es así, entre la pérdida de certidumbre en ecología, después de un inicio bastante mecanicista, y la aparente seguridad del marco de la teoría evolutiva, pero que sigue presentando la misma dificultad que presentó desde sus comienzos cuando Lamarck y Darwin fueron fuertemente denostados, y que es su incapacidad de operar experimentalmente, que yo creo que conviene mirar con un poco de sospecha el avance del biólogo en este siglo. Nosotros, los biólogos, solemos hablar muy orgullosos de los desarrollos tecnológicos que surgen de la ciencia biológica como ciencia experimental, pero no puedo dejar de señalar que esta falta de un marco integral realmente sólido hace que nuestros experimentos, por más que son demostrables y repetibles, muchas veces son trasladados a un plano que altera su significado, su sentido. La mayor parte de la información que surge de la biología es interpretada popularmente de modo reduccionista. Pero, más que extenderme, espero responder a algunas de sus preguntas. DIÁLOGO: - Dra. Insua: ¿Darwin conoció a Mendel, la teoría de Mendel? - Lic. Corcuera: Sí. - Prof. Del Re: Le agradezco mucho personalmente, y creo también de parte de todos, por haber hablado de un tema que para mí creo es extremadamente importante por los problemas que tenemos. Me parece que es importante por el tema de la percepción y el tema que está sobreentendido en el tema de la percepción, es decir, la relación entre un algo y algo otro, porque realmente nosotros dependemos como hombres, y también como animales, del medio ambiente. Eso lo sé muy bien y quiero decirlo como químico físico porque Prigogine introdujo el concepto de sistema fuera de equilibrio y en un estado estacionario. Digo esto como premisa de mis comentarios, que son también preguntas. Una es, Ud. ha hablado, a mi parecer de una cosa muy, muy importante, de la organización en el sentido que Ud. habló de los seres El conocimiento biológico, Javier Corcuera, pp.169-207 177 Epistemología de las Ciencias. El conocimiento. Aproximación al orden ontológico (2000) CIAFIC Ediciones unicelulares, de los seres multicelulares con unidad reversible, y los seres vivos superiores que tienen una unidad irreversible. Eso me parece un punto extremadamente importante porque, por un lado, tenemos la unidad, una unidad que es más o menos creciente, y tenemos que estudiarla como problema científico y filosófico; por otro lado tenemos el hecho de que estos individuos siempre dependen por sus propiedades del medio. Hay un problema, si me acuerdo bien fue Hegel quien lo puso en evidencia, y es que cada ente, en particular un ser vivo, es definido por sus relaciones, pero yo creo, como todos los aristotélicos, que también tiene una identidad propia. Ese es un problema, quizás podría hacer algún comentario. Una pregunta relacionada, más sencilla, es que quisiera una confirmación de lo que creo que comprendí, y es que cuando Ud. habla de no equilibrio, Ud. habla del equilibrio de una sola especie, del equilibrio determinado por leyes que toman en cuenta sólo una especie. Si comprendo bien, es la pregunta, porque en estudios que hice sobre problemas relacionados llegué a la conclusión que en realidad hay una tendencia hacia el equilibrio del todo, del universo, pero esa tendencia se realiza mediante la adaptación simultánea de todo lo que hay en el universo. Entonces, la generación digamos en particular en un sistema ecológico, la generación de una especie, es al mismo tiempo la consecuencia de la generación de las otras especies y la causa de la generación de las otras especies, el todo sería, desde esta visión, una evolución simultánea hacia, como decía, un equilibrio global, equilibrio en el sentido de estado estacionario no de estado de mínima energía que significaría la muerte. Si Ud. pudiera hacer un comentario, creo que es lo que Ud. más o menos ya dijo. - Lic. Corcuera. Sí. Voy a responder la última primero, si me permite. Con respecto al equilibrio de una especie, entiendo lo que Ud. dice, sin embargo, hoy en día se plantea la hipótesis de no equilibrio para sistemas ecológicos completos, incluyendo comunidades diferentes que están compuestas por numerosas especies. ¿Por qué se plantea esto?. Básicamente cuando en la ecología de comunidades se incorpora el concepto muy operativo de la actividad humana dentro de los ecosistemas, surge lo que en los últimos años ha sido dado en llamar la ecología del paisaje. Cuando se empieza a trabajar en la ecología del paisaje o ecología regional, se observa que todos lo experimentos de campo son mucho más fáciles de medir porque son las actividades humanas que impactan el paisaje y que, haciendo seguimiento de su historia como si fuera la historia clínica de una persona, se puede observar si en algunos casos el ecosistema vuelve a establecer sus El conocimiento biológico, Javier Corcuera, pp.169-207 178 Epistemología de las Ciencias. El conocimiento. Aproximación al orden ontológico (2000) CIAFIC Ediciones relaciones originales o previas a los impactos. Y esto no ocurre en general. En general lo que ocurre es que las comunidades sí reaccionan a las actividades de impacto, pero suelen hacerlo con una respuesta diferente a la prevista. Voy a dar un ejemplo. En nuestra cuenca del Plata, a lo largo de este siglo, en el río Paraná, los argentinos hemos ubicado algunas represas. Es de suponer que aquellas comunidades de peces que no dependen de las migraciones, para las que las represas no son un problema porque no necesitan grandes desplazamientos, debería mantenerse un nivel de impacto bajo y, por lo tanto, se debería esperar que esa comunidad de peces no reaccione, no cambie. Sin embargo, lo que se ve es que los cambios se han dado y, sobre todo, han llevado al río a "reformular" el equipo de fútbol que estaba jugando: los que comen mucho barro, los peces iliófagos, están aumentando, mientras que los carnívoros, los predadores, están disminuyendo. Y ninguno de esos dos grupos parecía, a priori, depender realmente de las represas. Hay pequeños factores que han cambiado, conectados indirectamente con la existencia de represas, que han llevado a una reformulación de la comunidad. Normalmente, esto se ve muy claramente, por ejemplo, en la selvas y en los bosques, cuando se altera la composición de árboles, de especies en un bosque. Cuando se extrae selectivamente alguna especie, algún tipo de árbol, normalmente no es la misma especie la que tiende a surgir en ese claro de bosque, sino las que son llamadas "colonizadoras", especies de crecimiento más rápido, que buscan la luz rápidamente. En la teoría del equilibrio, las especies "colonizadoras", en algún momento, tienen que morir y dejar paso a especies "maduras". Sin embargo esto tampoco ocurre. Otro ejemplo, es el del Támesis. Cuando se quiso limpiar el Támesis en Londres, la pregunta era hasta qué punto vale la pena limpiar el río Támesis, es decir, cuál era el límite de los esfuerzos para volver al sistema original. Era una cuestión de dinero, cuánto había que invertir para decir que el río estaba limpio. Si se hubiera decidido volver al nivel original que tuvo el Támesis, habría que haber eliminado toda traza de la ciudad de Londres. Entonces había que definir cuál era el grado de retorno al equilibrio original. Y se definió en base a un listado de peces que tenían que estar, porque se sabía que antes estuvieron. Entonces se limpió el río de contaminantes hasta conseguir la presencia de esos peces. Pero esos actores no vinieron a la cita; los peces que llegaron eran otros. No importa. Finalmente, el pescador del Támesis tira su caña y dice "este río está limpio, porque estoy pescando". Pero, para el biólogo, no se volvió ni jamás se volverá a la situación original. ¿Por qué? Porque en el interín, en esos treinta o cuarenta años en los que el Támesis estuvo El conocimiento biológico, Javier Corcuera, pp.169-207 179 Epistemología de las Ciencias. El conocimiento. Aproximación al orden ontológico (2000) CIAFIC Ediciones muy contaminado, estas especies habían cambiado su historia, su distribución, e incluso, algunas de ellas, sus tasas de regeneración. La vuelta al equilibrio original está en tela de juicio. Pero su pregunta va también a un esquema más global. Casi veo en su pregunta un ámbito planetario para un estado de tipo estacionario. Ahí creo que es una cuestión de escala temporal. En nuestro planeta, desde el punto de vista de nuestra escala temporal de la percepción del tiempo, en la que vivimos entre sesenta, ochenta o noventa años, no parece imposible alcanzar un estado estacionario. Los cambios y mutaciones son continuos. Básicamente es lo que dice, por ejemplo, Lovelock en su hipótesis de Gaia, que plantea termodinámicamente. Sin embargo, si aumentamos la escala temporal, si llegamos al planeta en el sentido en que lo considera un astrónomo, su duración es finita, su evolución es más predecible. Ante una pérdida de energía por alejamiento del sol o un exceso de recepción de energía por acercamiento al sol, va a dejar de existir como tal, como planeta con las cualidades que lo conocemos hoy: con agua, con una atmósfera que le da esa estabilidad. Entonces, el estado estacionario tampoco tiene una permanencia que pueda ser identificada como objeto, como destino de las comunidades que conforman la biosfera. Es inevitablemente muy difícil de pensar para el biólogo que la naturaleza pueda alcanzar un estado en el cual las mutaciones, los cambios, los enfrentamientos entre especies y ecosistemas se atenúen, porque ese sistema es abierto. El óptimo, hasta ahora, se presenta aparentemente con poca probabilidad, debido a que lo viviente tiene, además, tendencia a expandirse. Y en la expansión está el problema, en la expansión numérica y en el crecimiento, en la expansión morfológica. Eso me permite recordar, por ejemplo, las críticas que se le han hecho a la hipótesis de Gaia de Lovelock, y creo que en buena medida tienen sentido; por supuesto también lo tenían porque el modelo de Gaia era un modelo extremadamente simplificado. Por otra parte, en relación al segundo punto, desarrollar un poco más el concepto de identidad propia en los seres vivos, creo que es muy importante también tomar una definición para separarnos, para alejarnos de nuestra percepción, tomar una definición que dio Lejeune en algún momento, respecto de diferenciar en el caso, por ejemplo, del ser humano, la persona del individuo, y en el caso de los animales aquello que es la unicidad -lo único-; yo no lo llamaría conciencia, pero sí la noción del individuo para el animal. La noción del individuo para el animal es muy operativa: el animal sabe, de algún modo, sobre su unicidad, aunque no es consciente de ella en el mismo grado que El conocimiento biológico, Javier Corcuera, pp.169-207 180 Epistemología de las Ciencias. El conocimiento. Aproximación al orden ontológico (2000) CIAFIC Ediciones nosotros. En diversos grados de complejidad de la escala zoológica se ve claramente esa identificación de sí mismo. Ahora, esa identificación del sí mismo se da primero en relación a lo no específico, a las demás especies, y luego se desarrolla a lo largo de la vida del animal, del individuo, dentro de la especie. Un ejemplo: para el individuo recién nacido, sea ave o mamífero o reptil, el primer punto importante es identificar a la madre o al progenitor, digámoslo así, no seamos sexistas porque hay algunas especies donde el padre es el que lleva la mayor parte de la responsabilidad -no siempre es la madre-. El recién nacido es marcado, en la jerga de los especialistas, por un "imprinting"; mira al nacer la cara o un elemento de la cara o de la mano o del ala o del cuerpo del progenitor, y tiende a identificar para siempre esa imagen con su progenitor. ¿Para qué? Para poder seguirlo, para poder aumentar la probabilidad de su supervivencia, para no equivocarse e irse con otra especie o con otro individuo. Eso, en primer lugar, marca cómo es muy fuerte el concepto de identidad específica. Y también el de identidad intraespecífica, el de diferenciar individuos en el grupo que se forma. Esto tiene que ver mucho con la necesidad del ser vivo de establecer un método seguro para su descendencia, para su reproducción, asegurar su descendencia a través de la territorialidad, a través de la competencia, la identificación del otro, y la diferenciación del otro respecto de mi mismo. La importancia de ese imprinting, de la primera impresión, es tal que, cuando es difícil realizar esa identificación, el animal suele encontrar soluciones muy concretas y muy crueles. No hay en la mayor parte de los seres vivos muchos casos en los cuales, por ejemplo, dos animales gemelos compitan entre sí con éxito durante mucho tiempo por la leche de la madre. Siempre va a haber una inversión mayor en uno que en otro, y a partir del momento en que empezó esa inversión diferencial, generalmente hay muy poca viabilidad para el que está recibiendo menos. En la naturaleza, la descendencia, hasta que alcanza cierta edad, siempre corre gran peligro. De allí la extrema importancia de asegurar la identidad. Y esto también ocurre, incluso, en la humanidad primitiva. En África hay varias tribus donde aún hoy no se lo bautiza al muchacho hasta el momento en que no pasa la adolescencia. Hasta esa edad, no es considerado como parte de la tribu, y no se le asigna un nombre propio. Este fenómeno de "evitar la formalización de la identidad" hasta cierta edad ha sido explicado en función de que la tribu lo incorpore sólo cuando ha pasado la etapa con alta probabilidad de morir. Una vez que ha sobrepasado la barrera de la supervivencia, recién en ese momento adquiere formalmente para el grupo una identidad y le dan un nombre propio. Hasta ese momento, El conocimiento biológico, Javier Corcuera, pp.169-207 181 Epistemología de las Ciencias. El conocimiento. Aproximación al orden ontológico (2000) CIAFIC Ediciones hasta los trece o catorce años, el chico es "el hijo de", exclusivamente. Evidentemente, ello no altera en nada su identidad humana. Lo que ocurre es nada más que una ritualización retrasada de la identidad. En el caso de estas tribus seguramente esa identidad se establece de otros modos y no a través exclusivamente del nombre, pero lo cito porque en más de una ocasión ha sido establecida la analogía. - Prof. Del Re: Quisiera conocer su opinión. Consideramos la especie humana como una especie de animal que tiene su "ecological niche" nicho ecológico- es decir, un papel en un medio general. ¿Cuál es el medio general? Es el Cosmos, porque la especie humana es una especie pionera que llena la vida adonde las otras especies no llegan: al Polo Sur, al Planeta Marte... La argumentación que yo hice, y quisiera saber su opinión, es la siguiente: La especie humana se caracteriza por su nicho ecológico que es muy ancho y el hecho de que ese nicho ecológico puede ser confiado a un solo individuo. Por ejemplo, Robinson Crusoe que coloniza una isla completamente solo, y en general digamos los astronautas. El individuo tiene un papel especial en la actividad de colonización, el individuo representa la especie en la actividad de colonización, por supuesto con los límites en que el individuo puede regresar a su especie o reproducirse, por supuesto. Pero la idea es que la especie, por su parte, tiene una condición optima, este es el punto al que yo quería llegar. Tiene una condición optima de capacidad de sobrevivir y cumplir su función, y esa condición optima, está, por ejemplo, en una serie de relaciones en la familia, y otras cosas de este tipo. Tiene un doble aspecto que a mi parecer puede ser considerado como puramente biológico, la función del individuo, aún solo durante un cierto tiempo, y la función de algunas estructuras que la especie constituye. Continuando la argumentación se llega al problema siguiente: la especie es un sistema que puede desviarse de su estado optimal. La especie, por ejemplo, depende de una familia normal -lo que nosotros consideramos normal-, es decir, una familia monogámica con una cierta educación de los hijos e hijas y así sucesivamente. Pero hay desviaciones que en parte son permitidas por la naturaleza porque la especie tiene que adaptarse a condiciones extraordinariamente extremas. Por ejemplo, los esquimales de las regiones del Norte, y en esas condiciones la naturaleza permite algunas desviaciones. Esas desviaciones pueden, como la flexibilidad en ingeniería, por ejemplo, la flexibilidad de las alas de un avión, tiene límites por un lado, y puede tener también aspectos negativos. Es decir, un individuo puede actuar contra la naturaleza y la naturaleza misma lo permite porque forma parte del diseño general el que pueda hacer algo diferente de lo que sería ideal. El conocimiento biológico, Javier Corcuera, pp.169-207 182 Epistemología de las Ciencias. El conocimiento. Aproximación al orden ontológico (2000) CIAFIC Ediciones Mi conclusión, que podría parecer paradojal, es que el individuo si quiere realizar su tarea de representar la especie y de absorber el fin de la especie, el nicho ecológico, tiene que tener reglas que le permitan darse cuenta que está yendo más allá de lo que sería bueno, sería justo desde el punto de vista biológico, y la consecuencia es que una ética superior que corresponda al comportamiento optimal para actuar en el sentido del fin optimal es necesario. En otras palabras, yo creo que se puede hacer una argumentación, diciendo que la búsqueda de reglas éticas para el individuo tiene realmente raíces en una descripción de la especie humana como una especie que tiene un cierto papel en su medio con cierta flexibilidad, adaptabilidad y características especiales como la existencia del papel de los individuos. No sé si Ud. puede decir si algo sobre esto. - Lic. Corcuera: Hay mucho sobre eso. Por ejemplo, en Roma, hace cosa de unos cinco años, hubo un Congreso Mundial sobre el infanticidio, y participaron y se invitó no solamente a sociólogos y a psicólogos y a psiquiatras sino también a biólogos, zoólogos que trabajan en el tema del comportamiento de algunas especies de mamíferos en condiciones extremas donde realizan infanticidios. El caso de chimpancés por ejemplo, o los casos de infanticidio que practican los lobos marinos en nuestra costa argentina todos los veranos. En condiciones extremas, las especies sin duda utilizan su flexibilidad comportamental para tratar de adaptar y volver a un orden. Eso ocurre en muchas especies, y no dudo que algunas componentes de esos comportamientos también ocurran en el ser humano. Lo que ocurre con el hombre es que a veces funciona a mitad de camino en esta gran división que hace la ecología, entre dos grandes grupos de especies -Ud. mencionó una, los colonizadores o estrategas R, y las especies más estables, o estrategas K (los llamamos "R" y "K' simplemente, por una fórmula, por una ecuación matemática en la cual la letra R es el símbolo del crecimiento exponencial y la letra K el símbolo del techo al cual ya el aumento poblacional no puede seguir adelante y entonces establece un techo). Las especies que alcanzan un techo poblacional tienen ciertas características que las diferencian muy bien de las especies que están continuamente tratando de colonizar y de aumentar rápidamente su número. Ejemplo típico de las especies más R, más colonizadoras: los hongos, las hormigas, los virus y los insectos; ejemplos típicos de las especies más estables, más K, son el ser humano en ciertas condiciones y los elefantes. Pero el ser humano, en otras condiciones, es muy "R", y aquellos biólogos que estudian el tema desde el punto de vista meramente poblacional de las sociedades El conocimiento biológico, Javier Corcuera, pp.169-207 183 Epistemología de las Ciencias. El conocimiento. Aproximación al orden ontológico (2000) CIAFIC Ediciones humanas, pero desde un punto de vista muy, muy reductivo dicen: bueno, el único ejemplo claro en el cual una especie puede sobrevivir como especie en las dos situaciones extremas es el ser humano, donde en las poblaciones marginales de cualquier ciudad tienen características R (una gran tasa reproductiva acompañada de una fuerte mortalidad infantil, acompañada de promiscuidad, es decir, se deja de lado la monogamia, hay poligamia sucesiva o poligamia directa, etc.), mientras que en las sociedades donde hay más recursos, donde hay más bienestar, etc., se estabiliza mucho más la situación, el orden de la especie, y el ser humano se comporta más como un estratega K (es típicamente monógamo, con bajas tasas de reproducción, con un cuidado muy grande del uso de la naturaleza, tratando de optimizar recursos, etc.). Las especies R, así como aumentan su número muy rápido, suelen ser objeto de eventos catastróficos que las diezman; tienen grandes pérdidas. Los K son especies que, supuestamente, son más resilientes, más capaces de resistir a los cambios. En el caso del ser humano se encuentran los dos ejemplos. Por eso no veo tanto a la especie humana como un nítido colonizador, sino como un colonizador en ciertos casos y en otros casos como un nítido estratega del K, bajo la terminología en ecología. Y eso plantea un problema, el de que quizás el equilibrio que busca en su operación como especie, no es un equilibrio tan fácil de discernir, o no es un estado tan fácil de discernir como el de un estratega K típico o como un estratega R típico, y en ese sentido es muy difícil identificar que haya una ética que pueda desprenderse a partir de esa búsqueda. Creo que la componente biológica no es la única que opera en el ser humano -gracias a Dios- y ello nos permite tener una ética diferente, más sólida, de la que podría surgir de estas teorías biológicas. Y creo que si nos restringimos a las normas o a las informaciones que nos muestra la biología, podemos caer en el problema de los lobos marinos: la flexibilidad en nuestras conductas sociales son aceptables si yo soy un lobo marino en tanto y en cuanto me permitan asegurar una descendencia, y llego a una flexibilidad en la cual puedo destruir la vida de mis congéneres sin ningún inconveniente. Es el caso de muchas especies animales. En eso yo veo que el hombre tiene una diferencia muy grande que excede al biólogo en su entendimiento. Es una diferencia que valoro; una ética que no se basa en sus meros componentes biológicos. - Prof. Del Re: Yo tendría algo más que decir, pero creo que no es el momento, pero, es muy, muy interesante ... - Lic. Corcuera: Gracias. El conocimiento biológico, Javier Corcuera, pp.169-207 184 Epistemología de las Ciencias. El conocimiento. Aproximación al orden ontológico (2000) CIAFIC Ediciones - Dra. Archideo: Te preguntaría si hoy, dada esta globalización, todo lo contrario, o sea, no habría la capacidad de una técnica y una ciencia, obviamente que con una buena política biológica, llamémosla así, para evitar que el hombre llegara a esos extremos animales, a hacer depender su comportamiento de una situación biológica. Todo lo contrario, en primera instancia en el hombre, debería darse un comportamiento humano como tal. - Lic. Corcuera: De hecho ocurre también, Lila. Por ejemplo, no es al azar que en los últimos años, y en medio de una crisis global de valores desde el punto de vista de las instituciones, esté aumentando tanto una nueva institución que es la solidaridad informal de los individuos. La llamo informal porque no opera a través de instituciones organizadas. Eso ocurre mucho en Latinoamérica, en nuestros países, está ocurriendo en la Argentina, y ocurre también desde hace muchos años en África y en Asia. Mecanismos por los cuales las sociedades establecen sus valores éticos cuando el entorno ya no los ayuda. Ahora esto no implica, si bien la sociedad tiene estos sistemas de seguridad, que estén biológicamente estén asegurados. Evidentemente, la personalidad es mucho más que lo biológico. Si nos atuviéramos solamente a lo biológico, tal vez no hubiéramos avanzado mucho más allá, por ejemplo, de las tribus que, cuando hacían su migración en el Chaco para que no los atacaran los yaguaretés o jaguares, mataban a los chicos antes de empezar a caminar, como hacían los guaraníes. Nuestros reaseguros sociales y nuestros valores extrabiológicos son los que han moldeado nuestra biología. Si dejáramos que primara lo biológico, lo biológico no nos llevarías necesariamente por el "buen carril". La persona humana tiene también en ese componente biológico la agresión, elemento del que hablábamos hoy al mediodía. No lo puede evitar; lo puede canalizar, lo puede sublimar, lo puede controlar y hasta convertir en algo positivo. Pero como forma parte de su naturaleza, yo no creo que lo biológico, en caso de ser liberado, pueda generar de por sí una ética humana, al menos, tal como la concibe el ser humano. Tal vez sea otro tipo de ética. - Pregunta del público: ¿Seguimos evolucionando los humanos? - Lic. Corcuera: Todo parece indicar que sí. Tenemos futuros posibles muy diversos: si seguimos alimentándonos cada vez más con aspirinas y pastillas, algún día vamos a perder los dientes y la mandíbula, porque no va a tener sentido. Y en ese momento, seguramente, cambiará nuestra forma de hablar. Esperemos que para ese momento ya hayamos desarrollado las capacidades telequinéticas y telepáticas de El conocimiento biológico, Javier Corcuera, pp.169-207 185 Epistemología de las Ciencias. El conocimiento. Aproximación al orden ontológico (2000) CIAFIC Ediciones las cuales estuvimos hablando durante el almuerzo... Usamos cada vez menos los dientes. En el pasado, aparentemente, nuestros dientes estaban más desarrollados, porque éramos más carnívoros, porque usábamos menos herramientas para poder obtener nuestro alimento. Esto sirve como ejemplo de los diferentes futuros posibles que hay desde el punto de vista biológico, que pueden incidir -o no- sobre nuestro comportamiento. En el caso de un animal superior, un mamífero, este tipo de cambios puede incidir bastante en su comportamiento, pero en el caso del hombre, yo creo que puede pasar al revés. Una ética, una visión, una comprensión de su destino, aunque tal vez sea incapaz él de aprehenderlo realmente, pero sí de recibirlo, puede cambiar incluso la evolución de su biología, ¿porqué no? Claro que puede cambiarla. - Dra. Archideo: En ese caso no lo llamaría ética tampoco, porque la palabra ética tiene una semántica netamente humana. Por otra parte me pregunto: si se diera esta posibilidad de que se "necesitara" que en el desarrollo global, etc., la biología actuara de tal o cual modo para la sobrevivencia ¿no sucedería al revés? Es decir, el hombre -por un modo de decir- dejaría de ser hombre -por supuesto que su identidad está dada por su información anímica y entonces seguiría teniendo su identidad humana, pero no se iría degenerando la especie en razón de su no comportamiento esencial como hombre, porque el hombre por algo tiene -el tema que estamos tratando especialmente ahora, que es la capacidad de conocimiento, en consecuencia de su capacidad de conocimiento su capacidad de libertad, o sea de elección, teniendo en cuenta el bien real que persigue, los valores que tiene que perseguir-, y en consecuencia se daría lo contrario de lo que presumiblemente busca la biología. Es una pregunta que te hago desde el punto de vista biológico. - Lic. Corcuera: ¿Si puede llegar a ocurrir que estas fuerzas biológicas reviertan lo humano? - Dra. Archideo: Lo degeneren, y como consecuencia de lo cual este "nicho humano" deja de ser nicho humano, o sea, entraría en una contradicción. - Lic. Corcuera: Hay componentes humanas biológicas, pero hay componentes biológicas en el hombre que no son exclusivas de lo humano, eso es importante tenerlo en cuenta. Así como estructuralmente tenemos componentes de mamífero, también funcionalmente tenemos componentes de mamífero en muchos aspectos, por lo tanto es permisible pensar que no toda la biología humana forma parte excluyente de lo humano. Hay componentes de El conocimiento biológico, Javier Corcuera, pp.169-207 186 Epistemología de las Ciencias. El conocimiento. Aproximación al orden ontológico (2000) CIAFIC Ediciones nuestra biología que no son humanas con exclusividad, algunas de esas componentes puede tener tendencia a degenerar lo humano. Un ejemplo: el hambre. Si nosotros fuéramos capaces de dominarlo plenamente gracias solamente con nuestra conciencia, con nuestros valores, por ejemplo, nadie dejaría que el hambre transforme al comportamiento de uno al punto tal de convertirlo casi en un animal. Sin embargo, cuando el hambre llega a un estado crítico -no cuando llega a un estado, digamos ya, catastrófico de inanición, porque ya en ese caso la persona se está consumiendo y el sistema biológico ya no tiene ni siquiera fuerza para agredir- pero, en una fase previa, el hambre puede llegar a convertir o a forzar al comportamiento humano a situaciones típicas del mamífero. Otro ejemplo es la falta de sueño que señalaban hoy al mediodía, como una de las principales torturas que puede existir sobre el ser humano, y que efectivamente puede alterar el comportamiento humano a un grado de animalizar sus acciones. Y yo no considero, pero esto ya es la visión muy aislada del biólogo, en esto necesito ayuda, no creo que se pueda considerar que eso implique que lo biológico en su totalidad, la componente biológica de lo humano en su totalidad, lo lleve con mayor probabilidad a degradar lo humano, sino que considero tan sólo que hay algunas situaciones extremas, que son casos puntuales en los cuales hay un aumento del comportamiento destructivo. Pero no son la regla: en lo humano hay en general un ordenamiento, una disminución de la entropía si se quiere, un aumento en la complejidad y en el nivel de armonía. Las sociedades modernas, pese a todos sus defectos, nos muestran un orden creciente en servicios que no necesariamente tenemos que interpretar como un artificio sino como características de un orden que se va superando a sí mismo. Las computadoras de las que todo el mundo hoy en día habla no son más que meras máquinas, pero si pensamos un poco la forma en que alteran los sistemas de transmisión de la información, esto permite que, tal vez, evolucionemos de ahora en más mucho más rápido de lo que lo hemos hecho en los últimos tres mil años. Es muy probable que aceleremos repito si es que existe la evolución- que aceleremos nuestro andar, nuestra mutación, nuestro cambio, gracias a este tipo de desarrollos. Yo creo que en la componente biológica de lo humano hay algunos elementos que pueden tender hacia el desorden, sí, hacia la degradación de lo humano, pero no todos ellos. - Dra. Archideo: Yo me pregunto si a la degradación de lo biológicamente humano, también. Ésa era mi pregunta de fondo. Dada la unidad del hombre. La unidad, su jerarquía funcional, etc. El conocimiento biológico, Javier Corcuera, pp.169-207 187 Epistemología de las Ciencias. El conocimiento. Aproximación al orden ontológico (2000) CIAFIC Ediciones - Lic. Corcuera: Bien, voy a tratar de imaginar un ejemplo concreto para ver si entendí bien. Imaginemos el caso de que se institucionalice, se generalicen comportamientos que impiden la reproducción, por ejemplo, el caso de China. ¿Es inviable esa población? Y, depende de cuáles son los comportamientos que se institucionalizan, ésa es la realidad. Hay algunos comportamientos que todavía permiten viabilidad para esa población y hay otro comportamientos que anulan completamente la viabilidad. La institucionalización, por ejemplo, de todo aquello que está ligado con la homosexualidad, no permite un futuro biológico. Al no tener futuro biológico, no tiene significado biológico. Y al no tener significado biológico, es completamente inútil para la especie. Tal vez incluso nociva, pero al menos inútil. ¿Por qué? Porque impide el avance de la especie en su evolución. En cambio, sería mucho más difícil realizar una crítica equivalente a la que podemos realizar a la homosexualidad, en relación a la promiscuidad heterosexual. ¿Por qué? Porque aumenta la tasa, potencialmente, de nacimientos. Y ése es un motor de la evolución. - Prof. Del Re: El problema es que los biólogos no saben cuál es el nicho ecológico de la especie humana y entonces consideran que la multiplicación es una cosa positiva o negativa. Uno podría decir -no es que yo conozca la verdad-, pero, uno podría decir que la existencia de una familia monogámica, que la responsabilidad hacia los niños, y así sucesivamente, son condiciones para que la especie pueda asumir su papel ecológico y entonces eso sería una cuestión biológica. - Lic. Corcuera.: Eso es un comportamiento típico del estratega del K. Eso es lo que somos cuando alcanzamos una cierta disposición de recursos. A eso tendemos, a aumentar nuestra estabilidad por medio de la estabilidad familiar, por medio de la educación de largo aliento de nuestros descendientes, que permanecen más tiempo con sus progenitores que en el caso de la estrategia R, donde no hay tiempo para el descendiente, donde hay una mayor mortalidad infantil, etc. Entonces todas esas características que Ud. señala me hacen pensar en que tal vez el ser humano, pese a funcionar muchas veces como colonizador, en realidad no está hecho para colonizar. Está hecho para la segunda oleada, la de los estrategas K. ¿Por qué? Porque él basa su éxito en ocupar nichos diferentes, en su capacidad de transmitir información para hacerlo. Y la transmisión de la información, es decir el desarrollo de una cultura, a través de la cual él ha logrado controlar lo biológico, hay un factor ineludible que es el tiempo: uno necesita tiempo El conocimiento biológico, Javier Corcuera, pp.169-207 188 Epistemología de las Ciencias. El conocimiento. Aproximación al orden ontológico (2000) CIAFIC Ediciones para educar, a los hijos uno no los convierte en seres pensantes, en personas maduras, en un par de años. El estratega R no tiene ese tiempo; el estratega K sí lo tiene, busca ese tiempo. Entonces, quizás las componentes biológicas que se relacionan con la estrategia hacia la estabilidad, la estrategia típica de los grandes mamíferos y exacerbada en el ser humano, son las componentes biológicas más positivas para el desarrollo de su destino, con todas las implicancias extrabiológicas que pueda tener. En cambio, las componentes colonizadoras, tal vez, atentan contra ese desarrollo. - Prof. Del Re: Pero creo que allí está la especialidad de la especie humana. Como se confía la acción colonizadora a uno o pocos individuos, tenemos que ser individuos muy desarrollados, bien preparados para la concepción. Y entonces, lo que Ud. acaba de decir, a propósito de la estrategia K, en el ser humano puede facilitar la colonización del tipo humano, es decir, hacer llegar la vida adonde la vida no es posible de manera puramente biológica, adonde necesita de una tecnología. Pero los individuos tienen que representar toda la especie, y eso podría ser la combinación de los dos aspectos K y R en la especie humana. Por consiguiente, precisamente, una especie única común. - Lic. Corcuera: Puede serlo. - Dr. Gratton: Lo mío es muy corto, es una aclaración. Escuché acerca del impacto de las computadoras, podemos agregar la televisión sobre la evolución en particular del hombre. Y me surgió inmediatamente ¿se tratará de evolución cultural o socio-cultural? Pero me pareció entender que Ud. agregaba biológico. - Lic. Corcuera: Ahí tengo una duda con respecto a lo humano. - Dr. Gratton: O sea, me parece recordar en algún otro debate de otros años y también de alguna lectura -pero aquí, naturalmente, confieso mi ignorancia y ahí está la pregunta- que en cuanto a evolución biológica la especie humana estaría ya en una etapa de saturación, no esperamos sobre tiempos, vamos a decir, sobre escalas de tiempos no llamémosla planetaria, pero no estaríamos esperando una evolución sobre escalas históricas. Ésa es la pregunta, si estamos en expectativas de evolución biológica, en una escala histórica o sea escalas que corresponden a la civilización, escalas de tiempo que corresponden a civilizaciones, naturalmente no pensemos en millones o millones de años. - Lic. Corcuera: ¿Pero podemos pensar, por ejemplo, en cientos de miles de años? El conocimiento biológico, Javier Corcuera, pp.169-207 189 Epistemología de las Ciencias. El conocimiento. Aproximación al orden ontológico (2000) CIAFIC Ediciones - Dr. Gratton: Bueno, Ud. puede definir la contestación también. Ahora la otra pregunta que surge de su exposición que me gustó muchísimo: tenemos este determinismo biológico en el comportamiento humano fuertemente marcado por factores biológicos, y quizás todavía más por factores bioquímicos, -aquí entraría el Dr. Dankert-. El ser humano, además de sus limitaciones y determinismo físicos, está sujeto a determinismos biológicos y además a determinismos bioquímicos, de los cuales cada vez vamos entendiendo más. La pregunta es ¿dónde queda espacio para la libertad del hombre? ¿se refugia en el pensamiento? ¿dónde está nuestra libertad? - Lic. Corcuera: Nuevamente voy a responder como biólogo. No tengo capacidad de filósofo como para responder a eso, pero sí creo que el espacio es muy grande, porque la libertad del hombre está presente en las decisiones respecto de sus determinismos, porque sus determinismos no son cerrados. En muchos casos son opciones, es decir, son vías que lo biológico impone, pero no son vías únicas. Hay diferentes opciones, en un caso se puede decidir el casarse o no, el tener hijos o no, y en ambos casos son decisiones que tienen su implicancia biológica. La naturaleza nos permite tomar esa decisión, así como otras áreas de nuestra personalidad también nos lo permiten. Allí me parece que hay una distinción a hacer que es importante respecto de la libertad. La libertad humana, por lo que creo, está presente en nuestra biología también, se puede imponer y de hecho se impone muchas veces en nuestra biología. Eso por un lado. Por otra parte, la libertad no nos puede cambiar la cara, pero sí nos puede cambiar los gestos, y sin llegar al neolamarkismo, hay una serie de formas de usar lo biológico que van modelando al mismo tiempo el sistema biológico. Es como aquél que, por pensar mucho en el ajedrez, termina jugando bien al ajedrez. Aquel que continuamente ejerce una presión sobre cierto tipo de función biológica, también la va habituando, la va modelando. Ahora veamos qué ocurre a nivel -para volver a la primera pregunta- de la evolución. En una escala obviamente histórica actual, no evolucionamos, no es fácil verlo y por lo tanto no lo podemos experimentar y sigue siendo especulativo. - Dr. Gratton: ¿La computadora no es que podría acelerarlo? - Lic. Corcuera: No debería, no sería esperable. Pero la pregunta es cuánto tiempo transcurrió entre el momento en que los hombres éramos completamente peludos y el momento en que los hombres tenemos solamente pelo o mucho pelo hoy en día en la barba y algunos en la cabeza (otros ya estamos más evolucionados y ya lo hemos perdido)... El conocimiento biológico, Javier Corcuera, pp.169-207 190 Epistemología de las Ciencias. El conocimiento. Aproximación al orden ontológico (2000) CIAFIC Ediciones Ha sido muy poco. No ha transcurrido una escala geológica inmensa. Y, posiblemente, cambios menores morfológicos de ese tipo se sigan dando en el futuro, en función de lo que nuestra especie vaya adoptando como costumbre de forma de vida. Por eso yo citaba los dientes, porque nuestra alimentación está cambiando. Por supuesto, si la forma actual de alimentación se mantiene estable y seguimos siendo omnívoros, seguimos comiendo de todo, tal vez no cambie mucho más. Pero si, el día de mañana, en función de recursos de alimentos, etc., nuestra alimentación pasa a ser monotemática, posiblemente haya cambios que se puedan observar morfológicamente, que se impriman morfológicamente en algunos tipos raciales, en algunos tipos grupales y, finalmente, se expandan y sean mayoritarios en la especie. Hay que tener en cuenta que la especie no es un conjunto uniforme de individuos, es un conjunto de individuos que están sujetos en diferentes contextos a diferentes factores de condición. Y entonces un japonés es chiquitito en el Japón, pero cuando migra a California y empieza a comer el pollo de California, se transforma en un japonés de dos metros de alto, que es lo que le ocurre hoy en día a los hijos de los emigrantes orientales en Estados Unidos. Son tipos morfológicos que responden a la realidad japonesa, pero cuando salen del contexto, cambian... No evolucionó, sigue siendo la misma especie, es el ser humano y tampoco cambió de raza, es un admirable, magnífico japonés, pero tiene una morfología que es flexible, un plan genético que es suficientemente flexible como para adaptarse a tal o tal situación. Esa flexibilidad es mucho mayor de la que creemos, y por eso yo creo que el uso de herramientas como las computadoras para comunicarnos y para transmitir nuestra información, por ejemplo, tal vez puede generar algún tipo de cambio, de hábito, tan grande, tan global, tan persistente que, incluso, tal vez pueda llevar a cambio morfológicos. Perdónenme la audacia, pero, esto, si lo miramos en una escala de los próximos veinte mil o treinta mil años, yo creo que es tiempo suficiente para imprimir cambios morfológicos. En los inmigrantes que llegan de Oriente a Estados Unidos han ocurrido en treinta años. - Dr. Dankert: En primer lugar quiero agradecer la invitación a esta reunión y me siento muy honrado de estar acá. Así que muchísimas gracias Lila. Y en segundo lugar me pareció interesantísima la charla del Lic. Corcuera. Ahora, hay un punto que creo que merece más detalle porque tengo la impresión de que nos deja la duda de que la evolución puede no existir, puede ser una buena idea. Por supuesto nadie ha visto evolucionar a El conocimiento biológico, Javier Corcuera, pp.169-207 191 Epistemología de las Ciencias. El conocimiento. Aproximación al orden ontológico (2000) CIAFIC Ediciones una jirafa o a un lobo transformarse en perro. Los lapsos son tan grandes que es imposible, así que el Dr. se me adelantó en la pregunta. Pero hay organismos en los que eso es más fácil observar: son la bacterias. Las bacterias tienen una vida media que puede ser de minutos a horas, o tal vez días, así que se pueden ver muchas generaciones. Además son muy viejas, saben muchísimo; han dominado la tierra durante dos mil millones de años, sin que nadie las molestara, así que tienen recursos inesperados. Y esa habilidad se ve en cómo han reaccionado actualmente, en muy pocos años, y desde el punto de vista evolutivo, segundos o milisegundos, ante agresiones como las sulfamidas, que eran sustancias que no existían o ante los antibióticos y con un talento fenomenal han inventado procedimientos bioquímicos para neutralizarlos totalmente. Hoy el problema es tan serio que todos los laboratorios de especialidades medicinales están preocupadísimos, qué vamos a hacer con las bacterias cuando todas hayan aprendido a defenderse de todas las armas que les estamos mandando. - Lic. Corcuera: De todos los antibióticos. Por supuesto. Es cierto, las bacterias son un modelo ideal. No es al azar que los genetistas no trabajan con seres vivos de escala temporal de tiempo generacional largo; trabajan con modelos que tienen tiempos generacionales muy cortos: la mosca drosófila, etc., etc. Pero sin embargo, todas la mutaciones que les imprimen, todos los cambios, por ejemplo, en las moscas, no han generado nuevas especies de moscas. Ahora, a medida que trabajen, que actúen, que experimenten sobre bacterias u otros unicelulares que tienen un tiempo generacional más corto, la probabilidad de éxito de haber evolución aumentaría si pudieran definir lo que es especie. El problema es que, justamente, cuanto menor es la escala zoológica, más difícil es definir qué es especie. Y por lo tanto, si el tema central de la evolución es la especiación, el problema es que se diluye nuevamente el centro de la discusión, por el modelo con el que se ve obligado a trabajar. En ese delicado equilibrio, tal vez, le convenga tratar de lograr demostrar la especiación en un modelo de mayor tiempo generacional, más costoso desde el punto de vista de laboratorio, pero que le permita identificar más nítidamente la especie. - Dr. Dankert: Yo lo único que quería recordar es que todos esos cambios que se han provocado en drosófilas y en otras especies más o menos sencillas, son destructivos, es decir, le rompen alguna información. Así que no van para adelante, van para atrás; las únicas que adquieren nueva información son las bacterias, así que ellas El conocimiento biológico, Javier Corcuera, pp.169-207 192 Epistemología de las Ciencias. El conocimiento. Aproximación al orden ontológico (2000) CIAFIC Ediciones estarían un poquitito más en el camino de una evolución mejoradora en su lucha por ser R, digamos, por continuar invadiendo. Por otra parte, un ejemplo, es una bacteria que empezó siendo resistente a la penicilina y hoy vive en la penicilina y la toma como fuente de carbono, como fuente de azufre, como fuente de nitrógeno. Así que está feliz, con sales minerales y penicilina, no hay problema. Sin llegar a esos extremos la capacidad de pasar la información al otro a través de plasmia, de integrones, etc., es tan fenomenal que hay verdadera alarma y se lo toma como ejemplo: "señores la evolución continua, el universo no terminó, seguimos cambiando". A nivel de bacteria se puede ver, a nivel de animales superiores, por supuesto, tenemos que ser eternos para verlo. - Lic. Corcuera: Lo que se está viendo es la transmisión de la información. Porque se traduce, por ejemplo, en que la especie que recibe ese gen pasa a ser resistente a la penicilina. Pero mi pregunta es ¿pasa a ser una nueva especie? Es la misma especie, pero con un agregado: es resistente a la penicilina. - Dr. Dankert: Ese problema se va a aclarar cuando se tengan secuenciados más de las diez o quince especies que se han secuenciado de bacterias. No se sabe perfectamente qué información tienen. En muchas de ellas la información que usan normalmente es más o menos la mitad de su cromosoma, el resto es "por si las dudas". Y tienen un sistema de utilización de esa información potencial y reorganización, de tal manera, que las bacterias cuando se las cultiva en un medio muy rico, que es un lujo asiático para las bacterias, tienen una curva exponencial de crecimiento hasta que llega un "plato" porque se les acabó el alimento principal. Uno consideraba, bueno, no crecen más, las damos por muertas. Ese momento es el de más activa reorganización de su información genética, adaptándose a esa nueva organización y crean cosas que antes no existían. Lo mismo pasa si se las calienta. Cuando resistían a un calentamiento, por ejemplo, que es muy agresivo, se le armaban proteínas de defensa contra el calor. Hoy se sabe que el mismo mecanismo se crea ante distintas agresiones, que pude ser el calor, puede ser el hambre, puede ser una punta de cosas. Hay sistemas, hechos por ellas, para enfrentar situaciones inesperadas y buscar la solución. ¿Para qué se usan las bacterias ahora? Por ejemplo, para eliminar pesticidas del suelo, les ponen de todo, les ponen todo lo que se puedan imaginar. Hoy se mezclan pseudomonas, por ejemplo -son de una versatilidad fenomenal- con todos los plasmidos que puedan tener hasta que encuentran alguna que destruye el DDT y El conocimiento biológico, Javier Corcuera, pp.169-207 193 Epistemología de las Ciencias. El conocimiento. Aproximación al orden ontológico (2000) CIAFIC Ediciones siempre sale una, y el DDT no existía en el universo. Quiere decir que tiene una capacidad de reacción fenomenal que nos hace ser optimistas y pensar que la evolución no terminó. Lo que pasa es que solo la vemos en tramos chiquititos. - Lic. Corcuera: Claro. Al respecto, yo creo que es muy importante diferenciar adaptación de especiación. Adaptación -desde el punto de vista biológico- es el proceso por el cual ocurren todos estos fenómenos que Ud. está señalando. En la adaptación toda la plasticidad, la flexibilidad génica, fisiológica, funcional del ser vivo, es puesta a prueba y, ante una diversidad de presiones, el ser vivo puede responder exitosamente o no. Efectivamente, las bacterias en ese sentido son mucho más exitosas que nosotros; hay un montón de tóxicos que nosotros somos incapaces de resistir, pero las bacterias encuentran su camino para hacerlo. Sin embargo, insisto en que la especiación puede ocurrir a través de adaptaciones pero no siempre; también a través de cambios que pueden tener un sentido adaptativo nulo en un momento dado, pero que encuentran luego un significado ante un cambio de contexto, ante un cambio de entorno y que permiten una reproducción exitosa de la especie. Estos cambios, estas alteraciones, estas modificaciones llevan a un tal grado que -para volver a tomar aquella definición simple de especie- impiden, de hecho, la reproducción libre entre el modificado y el estado original. - Dr. Dankert: Claro, si uno habla de especiación es complicado porque definir especie en una bacteria es dificilísimo. Los nombres hasta de los géneros están cambiando, los criterios de individualización a distintas bacterias también han cambiado. Hay peleas de todo orden entre los antiguos y los modernos, los que quieren fundar la secuencia del RNA16S y los que quieren tener en cuenta otros factores además. En fin no está claro. Pero con el criterio arbitrario con que se han dividido especies, esas nuevas informaciones entre bacterias se puede cambiar de especie a especie, así que la especiación tal como la definimos primero carece de sentido. Por otra parte, creo que los que calculan esas cosas han dicho que conocemos, más o menos, un 5% de las bacterias que existen en la tierra. Así que quedan miles por descubrir. No sé lo que nos vamos a encontrar. Creo que la evolución no ha terminado. Además la vida tiene tal decisión de seguir que va siempre a buscar cosas nuevas. - Lic. Corcuera: Gracias por recordarme el punto, porque era el punto central de su pregunta, si yo consideraba si había terminado o no. En primer lugar acepto como biólogo que el marco conceptual evolutivo es El conocimiento biológico, Javier Corcuera, pp.169-207 194 Epistemología de las Ciencias. El conocimiento. Aproximación al orden ontológico (2000) CIAFIC Ediciones fundamental para mi trabajo. No puedo operar sin ese marco conceptual. Pero, desde el punto de vista experimental no la puedo probar, no puedo probar el evento evolutivo crítico que es la especiación. No lo observo. Entonces, ¿qué puedo decir? Puedo decir que cada vez surgen más argumentos de diferentes tenores y por diferentes vías apoyando la existencia de este marco conceptual y, por lo tanto, cada vez es más creíble, cada vez es más fácil de incorporarlo, al menos, como un dogma de todos los días y por eso, incluso, los creyentes, los católicos lo hacemos hoy en día sin sentimiento de culpa. Tal vez hace unas décadas había ese sentimiento de culpa, hoy en día no sentimos que haya un problema, porque incluso el Vaticano en eso lo ha asimilado muy inteligentemente y lo ha planteado muy inteligentemente. Pero a lo que voy es que eso me da mayor tranquilidad de espíritu con el marco conceptual con el que trabajo, pero no significa que ese marco sea verdadero. Desconozco, realmente, si existe. Esto por un lado. Por otro lado, en esa tranquilidad, en ese optimismo, sí, me permito imaginar, coincido con Ud, Dr., en que es probable que los mecanismos que operan en la evolución sigan actuando. Y es más, creo que hay un montón de nuevos mecanismos que están operando, que somos nosotros los que los estamos desencadenando y que es muy probable que tengan un impacto sobre la evolución de nuestra especie y de otras especies. Eso se está viendo mucho en los procesos de extinción acelerada, por ejemplo, por impacto humano. - Dr. Puyau: Con respecto al hombre, un filósofo en el año 1920, más o menos, Max Scheler, que no conocía mucho de biología, dijo esto: "Biológicamente -es decir, pensando en la evolución- el hombre es un callejón sin salida", en el sentido de que no podemos esperar cambios biológicos en nuestra especie. Yo le quería preguntar a Ud. ¿qué fundamento tiene esta expresión de Scheler? Dicha hace sesenta años, más o menos, pero cuando ya la teoría de la evolución estaba muy difundida. - Lic. Corcuera: Sin duda también era una época más conflictiva en relación al planteo de la teoría de la evolución. Yo creo que sí podemos esperar cambios evolutivos en el hombre, pero lo que pasa es que nuestra definición de hombre incorpora conceptos que van mucho más allá de lo biológico y que implica que hay algunos elementos -como explicaba antes por la pregunta de la Dra. Archideo-, hay algunos elementos biológicos que no forman parte de nuestra esencia humana. Hay una serie de elementos de lo biológico que tal vez en nuestra El conocimiento biológico, Javier Corcuera, pp.169-207 195 Epistemología de las Ciencias. El conocimiento. Aproximación al orden ontológico (2000) CIAFIC Ediciones especie, de perderlos o de alterarlos, no van a significar un cambio profundo. Por ejemplo, las uñas fueron útiles en el pasado, seguramente, pero cada día son menos útiles, y es muy probable que si las perdemos, el impacto sea insignificante. O las cejas. Pero hay cambios morfológicos que pueden llegar a darse, por ejemplo, en base a nuestra capacidad cada vez menor de caminar. Porque el hombre de la tribu, el hombre primitivo, caminaba mucho más que el hombre actual. El hombre actual, lógicamente, a través de su desarrollo tecnológico camina mucho menos, y es muy probable que haya toda una serie de articulaciones, cambios musculares, cambios de contextura en forma, incluso de los miembros que usamos para caminar, que se alteren en el futuro. Morfológicamente hay plasticidad pero, ¿alteraría eso nuestra esencia? ¿Está el concepto del hombre dependiendo de cuántos dedos tengamos en los pies? - Dr. Puyau: Lo que en realidad nos preocupa de la especie humana es nuestra descendencia posible de otras especies. - Lic. Corcuera: ¿Que se generen especies diferentes a la nuestra? - Dr. Puyau: Exactamente, y que nosotros provengamos de otras especies, dejando de lado el orgullo natural que podamos tener. - Lic. Corcuera: Yo desconozco si provenimos de otras especies. - Dr. Puyau: No creo, pero entendamos bien... - Lic. Corcuera: Sí tengo que pensar que es probable que hayamos provenido de otra especie, pero eso no me quita certeza respecto del carácter único. - Dr. Puyau: Un cambio así tan grande, porque uno ve en esas otras especies que serían las más próximas al hombre, tanta distancia del hombre. - Lic. Corcuera: Algunas no fueron tan distantes; tuvimos algunos "primos" a los que les fue mal, pero si les iba bien nos hubieran hecho una buena competencia, y se desarrollaron... - Dr. Puyau: No le entiendo eso de los primos... - Lic. Corcuera: Por ejemplo, aparentemente, según el registro fósil, no hemos sido el único homínido existente en el planeta. Ha habido otros homínidos, ha habido otros especies relativamente cercanas que caminaron también bípedamente, que tal vez, incluso, manejaron alguna que otra herramienta, que tuvieron grupos, que tuvieron organización social-grupal, que tenían contextura relativamente parecida a la humana, con algunas diferencias; algunas un cerebro menor, otras un cerebro El conocimiento biológico, Javier Corcuera, pp.169-207 196 Epistemología de las Ciencias. El conocimiento. Aproximación al orden ontológico (2000) CIAFIC Ediciones mayor, incluso, y sin embargo les fue mal. Así que cuando generalmente se dice "el tamaño del cerebro fue lo que nos salvó", hay que recordar que hubo al menos una especie de homínido diferente de la nuestra que tenía cabeza más grande y sin embargo, el registro fósil indica que a partir de cierto momento, dejó de ser viable. - Dr. Puyau: Mi pregunta sería ésta ¿esas especies próximas al hombre, por qué no serían humanas? Eso es lo que no entiendo. - Lic. Corcuera: No me animo a hacerme esa pregunta como biólogo. No me siento capacitado para responder esa pregunta. - Dr. Puyau: Entonces, esos primos serían humanos también. - Dra. Archideo: La teología nos da una mano con respecto a pensar que no se da más de una especie humana porque la naturaleza humana es única. El Magisterio de la Iglesia expresa a ese respecto con claridad que no hay más de una naturaleza humana. El monogenismo fue expresado en el año 1950 por Pío XII con toda claridad en la Humani Genesis. - Lic. Corcuera: Toda definición de especie nos vuelve siempre al concepto de unicidad, y entonces, aquí lo que estaría en discusión es la posibilidad de que características que consideramos esenciales de nuestra unicidad puedan haber sido compartidas por otra especie, siendo esa especie diferente de la humana. - Dra. Archideo: Pero entonces no sería diferente. - Lic. Corcuera: Es muy hipotético porque en realidad no tenemos ningún indicio de que esas otras especies que existieron y cayeron hayan tenido capacidad racional. - Dr. Dankert: Puedo hacer un comentario. Eso es lo que quería preguntar. ¿Cómo un biólogo define al hombre? En algún lado leí alguna vez: el ser humano era un ente, ser, animal, como quieran llamarlo, que cazaba en un lado, comía en otro, llevaba armas en la mano o en un bolsillito, no las inventaba sobre el momento, y mantenía una familia, es decir, alimentaba a una mujer o más y a hijos o más. ¿Es eso correcto? - Lic. Corcuera: Mientras Ud. estaba dando esa definición yo estaba tratando de pensar si había otras especies que hagan lo mismo y encontré, por lo menos, cuatro o cinco, que no son la humana, que cazan en un sitio, viven en otro, cuidan a su progenie, tienen una o varias familias y llevan armas. Por ejemplo, ocurre con primates. Los chimpancés, por ejemplo, utilizan armas. El conocimiento biológico, Javier Corcuera, pp.169-207 197 Epistemología de las Ciencias. El conocimiento. Aproximación al orden ontológico (2000) CIAFIC Ediciones - Dr. Dankert: No las llevan ellos, las sacan en el momento. No llevan una bolsita con piedras. - Lic. Corcuera: Sí, puede ser el transporte de las armas, lo único que me parece realmente novedoso es el transporte de armas. Pero no me gustaría definir a la especie humana por su carácter traficante. - Dra. Archideo: No se puede definir a la especie humana solamente por la dimensión biológica, eso es obvio, va por encima de esa posibilidad. - Lic. Corcuera: Claro, yo creo que parte de ahí, hay muchas más semejanzas con alguna otras especies respecto de lo biológico que era la pregunta que tú me hacías ahora. A ver ¿qué definición biológica podemos dar del ser humano, exclusivamente biológica, que no haya otra componente, que podamos decir este animal es un ser humano porque es completamente diferente al resto de los animales? Se me ocurre que, por ejemplo, hay pocas especies en el planeta que tengan características tan neoténicas -por citar un elemento biológico-. ¿Qué significa neotenia? Es un proceso que extiende la duración de la infancia. Nosotros somos una especie donde nuestras características juveniles se extienden en el tiempo; y esa extensión aumenta. Desde el punto de vista de nuestra morfología, los parientes -permítanme decirlo pero yo tampoco estoy seguro que son parientes, advierto- extintos del hombre tenían características menos neoténicas, menos parecidas a las de un bebé. Nosotros nos parecemos más a un bebé porque tenemos los ojos grandes, la nariz achatada, la cabeza con la frente amplia y bastante bombeada, una serie de características típicas del bebé recién nacido de cualquier mamífero bebé, no solamente del ser humano bebé. Vean un bebé gorila y es muy diferente del padre gorila, vean un bebé ser humano y no es tan diferente del adulto en sus facciones. Esto en cuanto a la morfología. En cuanto a la organización, creo que es clara la tendencia que tenemos -esto lo podrían decir los jóvenes- a que el tiempo de permanencia de los jóvenes en sus casas se extiende y esto, aparentemente, no ocurre solamente en la Argentina o en el Occidente sino globalmente, es un fenómeno que está ocurriendo. La gente pasa más tiempo compartiendo su vida con sus padres, que lo que ocurría hace seiscientos años o setecientos años o cien años. Y esto, incluso, ha ido en contra de algunas modas modernas de "echar a los hijos" de casa a los 18 años, que duraron muy poco tiempo. Me da la sensación que hay algunas características neoténicas que tienen muy pocas especies, pero tampoco estoy seguro de que éstas sean variables biológicas completamente únicas respecto del resto del mundo animal. El conocimiento biológico, Javier Corcuera, pp.169-207 198 Epistemología de las Ciencias. El conocimiento. Aproximación al orden ontológico (2000) CIAFIC Ediciones Porque si me pongo a pensar en algunas otras especies neoténicas, hay algunas salamandras también muy neotécnicas. - Dr. Dankert: Sería dramático, porque unas salamandritas en el sur de Estados Unidos no tienen machos, son todas hembras. - Lic. Corcuera: Suena muy aburrido, pensando en lo poco inteligente que somos muchas veces los hombres, en las discusiones aburridas en las que caemos solamente, sino es gracias a que las mujeres a veces nos ayudan a dirigirnos bien. Pero varias características biológicas son tan compartidas con el resto de los mamíferos, por ejemplo, que si analizamos el ADN de un chimpancé y lo comparamos con el ADN de un ser humano, separamos las cadenas de la doble hélice y vemos en qué porcentaje se agrupan complementariamente, es casi en un 100%, es un noventa y pico por ciento. Está bien, hay mucho más que ADN en lo biológico, no es solamente los pares de bases nitrogenadas, en lo biológico también es clave cómo se expresa ese ADN, lo cual, tal vez, es lo que hace esa diferencia. - Dr. Dankert: Además del ADN hay factores secundarios: ARN y hay mitocondrias y hay proteínas que sólo las lleva la hembra. - Lic. Corcuera: Así es. - Dr. Dankert: Así que la hembra contribuye con mucha más información que el macho, por eso es que hay muchas especies que no tienen macho, porque el macho es un accidente, no es necesario. Es un mecanismo para intercambiar información y tener más posibilidades. - Lic. Corcuera: Es estrictamente cierto para más de una especie. Es más, hay mamíferos en los cuales esa independencia o fuerza vital de la hembra es tan grande, que incluso se puede dar la partenogénesis de oocitos sin necesidad de la inseminación. Y esto ocurre en mamíferos como es el caso de roedores, como es el caso del conejo, por ejemplo, donde golpeando el ovario se puede llegar a generar un embrión completo. - Dr. Dankert: Casualmente, el año pasado estuve en Australia, donde los conejos son una peste, y tan desesperados estaban que se le han hecho cuantas perradas se le pueden hacer a los pobre conejos y se siguen reproduciendo con toda tranquilidad. Y uno de los investigadores involucrado en esa misión tan triste decía "los conejos son la máquina más perfecta que hay para reproducirse, ya ni macho necesitan". - Lic. Corcuera: Sí, pero, también dentro de los mamíferos no se puede hacer un único grupo, la escala de complejidad es bastante variable y en El conocimiento biológico, Javier Corcuera, pp.169-207 199 Epistemología de las Ciencias. El conocimiento. Aproximación al orden ontológico (2000) CIAFIC Ediciones el caso de los homínidos, de los cuales los únicos representantes vivientes somos nosotros, y por lo tanto, somos los únicos que apenas conocemos bien biológicamente, la complejidad es enorme, y al aumentar la complejidad aumentan algunos condicionamientos biológicos. Nosotros ya no somos capaces de hacer lo que hacen esos conejos -lamento informarle a las chicas, por la buena noticia que pretendían tener aquí-, pero nuestra especie depende del sexo masculino en su totalidad para reproducirse. La clonación femenina siguiendo estilos como el de los conejos no es posible en el ser humano. En ese sentido, las restricciones aumentan con la complejidad. Y entonces, ¿dónde está nuestra flexibilidad? La flexibilidad aparece a través de otros mecanismos biológicos que hemos desarrollado. Básicamente, el desarrollo de nuestra capacidad cerebral. Yo creo que ha sido una herramienta enorme que nos genera todo un nuevo espacio evolutivo. Tal vez no estamos aún imaginando lo que puede ser ese futuro sin perder por ello nuestra capacidad específica. - Dra. Archideo: Justamente ahí quería hacerte una pregunta. ¿Qué capacidad ves como biólogo distinta en el hombre, en cuanto a ser capaz de captar la realidad, todo aquello que lo rodea, y teniendo en cuenta ese ambiente que él puede modificar, o que va a modificar esa capacidad? Estamos tratando acá el tema de la percepción y tiene que ver con eso. - Lic. Corcuera: Desde el punto de vista del biólogo, la percepción está íntimamente ligada a los sentidos y por supuesto al sistema nervioso y a la forma en que el sistema nervioso elabora la relación entre el estímulo y la respuesta. Es decir, básicamente el esquema es reflexológico, pero hay otras componentes. Nuestra especie tiene actualmente cinco sentidos, hay otras especies que tienen más sentidos y hay otras especies que tienen menos sentidos y muy diferentes de los que nosotros tenemos. Ese también es otro principio de la reflexología: no podemos realmente conocer cómo perciben las otras especies. Cuando me llamaste, Lila, por teléfono y me dijiste que me invitabas a esta reunión, uno de los temas que se plantearían es ¿qué es el árbol? Bueno, ¿qué es el árbol para otra especie? Ahí tengo un problema serio, porque yo sé qué es el árbol para mí, pero desconozco o puedo apenas imaginar qué es el árbol para un perro, si los experimentos me indican que lo ve en colores diferentes, en blanco y negro, lo que fuera, pero de una cosa estoy seguro: el árbol, para alguien que tiene visión ultravioleta y miles de ojos como una mosca, puede ser algo muy diferente. Desconozco qué significa el árbol El conocimiento biológico, Javier Corcuera, pp.169-207 200 Epistemología de las Ciencias. El conocimiento. Aproximación al orden ontológico (2000) CIAFIC Ediciones para esa otra entidad. Entonces, la percepción en el mundo viviente, si la atamos a la existencia de diferentes mecanismos de percepción, tiene características muy diferentes de una especie a otra. Puedo hablar sobre la percepción de mi especie y allí entro, lógicamente, en el debate de la intersubjetividad, etc., etc., que ustedes están mucho más capacitados para desarrollar que yo. - Prof. Del Re: Como curiosidad, quisiera decir que el problema de la posibilidad puramente teórica, naturalmente, de que haya más especies racionales, lo discutió el pensador inglés, C.S. Lewis, un pensador cristiano, profundamente cristiano, en un artículo y dos novelas. La novela Out of the silent Planet -Lejos del Planeta silencioso- y Peleandra: a voyage to Venus -Viaje a Venus-. Lo que él dice esencialmente es que se puede hablar de un animal racional y del hombre. Si se habla del hombre se habla no solo de un animal racional, sino también de un animal que tiene otras características, mientras que se podrían considerar otras especies animales que son irracionales. El problema que se presenta es un problema relacionado con el monogenismo. ¿Por qué creemos en el monogenismo? Porque no podemos creer en la redención si no hubo pecado original, y entonces, tiene que haber un solo par. Pero el problema entonces es, ¿hubo una redención? ¿hubo necesariamente un pecado original en otras especies de animales racionales? En el libro Out of the silent Planet, Lewis describe especies que nunca tuvieron el pecado original, que viven según la naturaleza sin problema. Es ficción. Es una discusión teórica en forma de novela. Él dice claramente, no tenemos ninguna posibilidad. El problema es solo la posibilidad que haya una especie racional que no sea el hombre, que no sea el ser humano. Es una discusión filosóficamente importante. - Dra. Archideo: Filosóficamente hablando me permito decir que no. Por otra parte tampoco dentro del orden teológico tiene su importancia, porque habría que hacer una distinción. - Prof. Del Re: Dije que era una curiosidad. Es una especulación puramente cultural sobre la diferencia entre animal racional y hombre con nuestras características que no son definidas completamente por el término animal racional. - Prof. Abbona: Solo una domanda molto semplice. 'E vero che l'uomo di Cromagnon, l'uomo di Neardhental, sono due specie diverse geneticamente, però da un punto di vista culturale praticamente non differiscono, cioè, non ci sono differenze culturali? 'E vero? El conocimiento biológico, Javier Corcuera, pp.169-207 201 Epistemología de las Ciencias. El conocimiento. Aproximación al orden ontológico (2000) CIAFIC Ediciones - Lic. Corcuera: Bueno no soy un antropólogo, mi formación no es antropológica, pero de todas formas intuyo que pueden haber tenido algunas diferencias de tipo cultural o pseudocultural... - Prof. Abbona: Non avevano differenze culturali, erano similares culturalmente, differenze desde un punto di vista genetico. - Lic. Corcuera: Si yo tuviera más datos podría aproximarme más a esa respuesta, pero al carecer de datos lo que si puedo imaginar es que aún si existieran algunas diferencias o si no las existieran... A la especie la podemos definir por diferencias genéticas, pero a veces no alcanza con las diferencias genéticas para definirlas, y tenemos que acudir a diferencias morfológicas al estilo clásico de 1700, que son muy útiles todavía, por supuesto. Y a veces, sin diferencias morfológicas ni diferencias genéticas evidentes, también puede haber un caso de especies diferentes, de especies distintas debido a otro tipo de diferencias, por ejemplo, conductuales o, incluso, geográficas, que les impidan su reproducción. Porque, vuelvo a insistir, si nuestra definición operativa de especie es que se reproduzcan entre sí, todo aquel grupo que no se pueda reproducir, a la larga, si mantiene esa incapacidad, cuando se vuelva a encontrar puede ser declarada una especie diferente. Esto es lo que justamente imaginan los biólogos desde el darwinismo en adelante, como el fenómeno de especiación: poblaciones separadas se van aislando al punto tal que se diferencian genética y morfológicamente, a un grado que, cuando vuelven a reunirse, ya no pueden reproducirse entre sí. Pero este proceso, esta dinámica, no es experimentable. Hay muchos casos de especies muy similares que compiten, o que se arreglan para competir poco, distribuyéndose el nicho en forma bien nítida. Un ejemplo, especies muy similares depredadores en una selva, que actúan de día y otros actúan de noche. Se distribuyen el nicho, se distribuyen el espacio de uso de su recurso; u otras que actúan a cierta altura en la montañas y otras nunca suben de esa altura en la montaña. Puede haber pasado eso o puede haber pasado que hayan competido más directamente delimitando territorios entre ellas y agrediéndose, incluso. Pero vuelvo a insistir en que, en eso, yo -y ya saliendo del biólogo- lo que puedo apenas hacer es tomar un libro y junto con Teilhard de Chardin, por ejemplo, imaginar una humanidad, un hombre en el que su evolución signifique algo mucho más que lo biológico, el que su evolución signifique la búsqueda de un destino para su ser, que es algo mucho más que lo biológico, un hombre en el que tal vez su El conocimiento biológico, Javier Corcuera, pp.169-207 202 Epistemología de las Ciencias. El conocimiento. Aproximación al orden ontológico (2000) CIAFIC Ediciones evolución signifique el acercamiento a un absoluto en lo cual lo biológico algún día va a ser un mero recuerdo. - Dra. Archideo: Al respecto sólo me limito a decir que como la Fides et Ratio nos abre la posibilidad de que el Magisterio de la Iglesia y la teología nos permita seguir caminando sobre un tema o no, que tal vez ese camino no es el mejor por cuanto la Iglesia tiene con respecto a Teilhard de Chardin un "Monitum", en el cual expresa específicamente que Teilhard de Chardin no hizo una distinción entre la noción de Creación -que justamente cambiaría estos elementos- y las otras nociones que dicen relación al orden biológico o al orden filosófico. Simplemente es una anotación. - Prof. Prosperi: Io, però, ho paura di dover fare un discorso piuttosto lungo. Allora, prima di tutto ho l'impressione che il tema adesso si è scivolato su un problema che è molto grosso e che andrebbe affrontato in maniera specifica, come tema proprio centrale di uno dei nostri incontri. Tra l'altro io a questo punto sento la mancanza dell'intervento del Professor Fiorenzo Facchini di cui ho parlato diverse volte, che è un prete Professore d'Antropologia all'Università di Bologna e che evidentemente ha una conoscenza estremamente ampia di questo argomento; collaboratore diretto del Vescovo, quindi pensavi anche tutti i requisiti dell'ortodossia assieme. Credo che bisogna stare molto attenti in quest'ambito anche a distinguere i vari piani. Cioè, c'è un piano teologico, un piano della Rivelazione, un piano che riguarda l'uomo nel senso stretto in cui si è realizzato sulla terra e un piano che riguarda all'animale razionale come tale. Bisogna che ci mettiamo d'accordo anche sulle definizioni. Cioè non accaso Lewis dice: "dopo la venuta del Figlio di Dio tutti gli esseri intelligenti devono essere uomini". Uomo è quello che ha anche biologicamente certe caratteristiche. Quest'appunto è un fatto letterario che possiamo citare più perché pone un problema come dicevi tu- di tipo filosofico. Ecco, io direi vedendo all'aspetto, alla posizione per un momento della Chiesa, certamente la Chiesa non ha mai escluso la possibilità d'essere intelligente fuori del pianeta terra. Certamente noi sappiamo che non c'è ne possono essere nel sistema solare, al massimo, se ci saranno, ci saranno delle forme molto primitive di vita -io ho l'impressione che non c'è ne siano- ma, se ci sono, sono forme molto primitive, probabilmente, certamente non si può pensare che abbiano evoluto al livello dell'uomo. Però ci sono stelle lontane in cui ragionevolmente, al meno su basi statistici, noi possiamo ritenere che condizioni perché la vita si potesse sviluppare -non dico che la vita si sia El conocimiento biológico, Javier Corcuera, pp.169-207 203 Epistemología de las Ciencias. El conocimiento. Aproximación al orden ontológico (2000) CIAFIC Ediciones sviluppata- si possono essere, quindi non possiamo razionalmente escludere che ci siano altri posti dove la vita sia nata, sia evoluta e abbia prodotto degli esseri intelligenti. Quindi, dobbiamo ammettere la possibilità . Ecco, la Chiesa non ha mai escluso che questo potesse essere. Ha detto, il piano della Rivelazione riguarda all'uomo sulla terra è chiaro che noi dobbiamo sempre pensare che Dio è Padre di tutti, che Dio è uno solo-, avrà un piano per quegli altri, però avrà un piano, forse non lo sapremo mai proprio probabilmente perché sono così lontani e sappiamo per quello che conosciamo oggi dalla fisica non c'è possibilità di comunicazione, quindi sono probabilmente volontà di Dio che ci siano questi piani separati. Venendo al caso dell'uomo, c'è tra l'altro, per esempio, si dice, ad un certo momento è venuto fuori anche oggi qual è il momento in cui è comparso l'uomo? Perché adesso si ha parlato dell'uomo di Neandertal, dell'uomo di Cromagnon, ma si poteva parlare dell'uomo "faber" o dell'uomo "habilis", ma generalmente uno non ritiene che l'australopiteco sia un uomo. Però il momento in cui è nato l'uomo è molto difficile, e tra l'altro dipende, dobbiamo stare molto attenti della definizione che noi diamo d'uomo. Evidentemente, se ci poniamo su un piano teologico, l'uomo è quello che ha l'anima -lasciatemela dire- soprannaturale, non voglio essere Don Campanella, ma lo faccio per cercare d'essere molto netto, in modo di prescindere da dottrine e punti di vista particolari. Non bisogna confondere anche qui la specie biologica con quella che è la definizione che adesso noi diamo in questo contesto d'uomo. Per esempio, non c'è dubbio che l'uomo "habilis", credo che come specie si possa dire che era diverso, adesso, lasciamo pure aperto questo problema che l'evoluzione non è provata, ma forse nella scienza niente è provato, ce ne sono cose più probabili o cose meno probabili, però ragionevolmente la ricostruzione che noi riusciamo a darci è che l'uomo "habilis" corrisponda ad un anello precedente sia sulla linea genetica, probabilmente l'uomo "habilis" non aveva certamente un'intelligenza molto inferiore della nostra. Una delle indicazioni dovrebbe essere l'intelligenza riflessa, cioè la capacità, per esempio, l'autocoscienza è la capacità di rendersi conto d'essere ci e di porre problemi su se stessi. La capacità di porre problemi di fronte alla morte. Per esempio, l'uomo di Neandertal si conservano, per quello che io so, esempi di sepolture. Quindi, per me, devo dire, se uno pensa alla sopravvivenza deve avere una coscienza di sé, deve porse il problema della vita e della morte, quindi per me questo io lo considero un indizio ragionevole per pensare che quello sia un uomo nel senso pieno e anche teologico che noi diciamo oggi. Va bene, che poi fossimo fecondi o non fecondi nel El conocimiento biológico, Javier Corcuera, pp.169-207 204 Epistemología de las Ciencias. El conocimiento. Aproximación al orden ontológico (2000) CIAFIC Ediciones momento in cui hanno co-esistito l'uomo di Neandertal e l'uomo di Cromagnon non mi pare che abbia particolare interesse. Adesso, il problema del monogenismo. Direi che il problema del monogenismo in tanto come affermazione si riferisce piuttosto al fatto che l'uomo d'oggi o l'uomo a cui si riferisce la Bibbia, se vogliamo anche l'uomo di Neandertal, se lo vogliamo ritenere come probabile uomo, non provenga da linee diverse. Poi c'è il problema se da un unico uomo, evidentemente se viene da linee diverse non può provenire da unico uomo. Ecco, questo, è verissimo che cerca questa pressa di posizioni L'Umani Generis di Pio XII, però bisogna oltre tutto osservare che la linea di Pio XII non è una linea estremamente stretta. Cioè che vuole essere esaustiva. Quello che dice è che allo stato attuale delle cose non si vede come parlare di poligenismo possa essere conciliato col Dogma del peccato originale, questo mi pare è il problema. Il Magistero della Chiesa innanzi tutto sono le presse di posizioni, il Papa, anzi sono i Concili, ma anche il Papa molte volte parla ma deve parlare in forma infallibile, questo sì, il Magisterio è definito, poi si sa che ci sono tante posizioni che però possono evolvere, anche. Sul Denzinger ci sono tante cose... Io starei un momentino attento, un certo tipo di evoluzione nel dogma si deve ammettere, altrimenti non possiamo restare fissi alle formulazioni che si sono date nei tempi. - Dra. Archideo: En el dogma en sí no hay evolución. - Prof. Prosperi: No. Ho parlato di una certa evoluzione del Dogma, ma da intendersi in un senso opportuno. Possiamo se mai prendere un esempio e dopo discuterlo un po' meglio. Appunto, cerchiamo di restare sul tema. Allora, io credo che il vero problema più grosso non sia tanto, questo perché secondo me oggi, vengono avanzati anche modi di intendere, per esempio, il peccato originale, che non sono così tassativi da questo punto di vista e sono fatti presentati da teologi che non sono stati scomunicati, che sono considerati abbastanza validi, e sono punti di vista che qualche volte possono essere un po' ...(?) però che per lo meno devono far sospendere un giudizio. Però un vero problema centrale, invece, credo che sia quello più serio che abbiamo in questo contesto: è la specificità dell'uomo, cioè se all'uomo gli riconosciamo un carattere unico, allora dice, in qual momento è nato. Io direi che il problema dell'unicità della specie umana è molto più che sul problema del peccato originale -io questo lo ho discusso con tanti teologi- è molto più che addirittura sull'affermazione Biblica, che tra l'altro, l'affermazione Biblica, se mai è San Paolo che però si riferisce ad un modo normale El conocimiento biológico, Javier Corcuera, pp.169-207 205 Epistemología de las Ciencias. El conocimiento. Aproximación al orden ontológico (2000) CIAFIC Ediciones d'intendere la Bibbia, ma proprio il Genesi, al Genesi non si può far dire quello, e se mai il modo in cui la Chiesa lo ha letto nei Secoli, perché il Genesi sappiamo bene che sta parlando del genere umano, e quindi, il fatto della coppia ha un valore emblematico, ecc. Proprio questo stando ai testi, stando a quello che i libri vogliono dire. Ma, direi che il problema, però è invece, è quello della specificità. Io devo dire che è chiaro per me che nel momento stesso in cui si parla di biologia, la biologia oggi non so se si deve usare più specificamente il termine fisiologia, però la biologia oggi procede con gli stessi strumenti che sono quelli della fisica e della chimica. Uno non si pone il problema di dire se ci sono fatti che non sono spiegabili. Cerca di spiegare tutto in cui termini. Quindi, quando affronta il problema del sistema nervoso, lo affronta dal punto di vista della sua funzionalità. Ora, c'è sicuramente un aspetto che siccome sfugge alla fisica, la chimica, ma sfugge chiaramente alla biologia e sfugge in realtà ad ogni costruzione razionale, ed è il problema della soggettività. Allora la soggettività nell'uomo. C'è chiaro, l'uomo è un essere che è cosciente ed è cosciente d'essere cosciente -autocosciente-, ha coscienza di sé. `E chiaro che nell'uomo c'è qualche cosa che non si può ricondurre al suo essere biologico nel senso in cui la biologia lo studia. Certamente, non può essere analizzato in termini fisici, non può essere analizzato in termini chimici nella sua totalità, cioè, per quest'aspetto della soggettività. Ecco, però io devo dire, molto francamente, e questo, non so, è capitato anche in dibattiti internazionali di Filosofia della Scienza, di trovarmi proprio qualche volte in discussioni coi biologi che qualche volta sono molte su questo punto, a proposito, per esempio, del famoso meccanicismo e vitalismo; oggi il meccanicismo ha vinto, sì, è vero, il meccanicismo ha vinto da un certo punto di vista, ad un certo livello, ma il problema psichico è rimasto fuori della biologia, e questo direi, lo vedo chiaramente nell'uomo, ma proprio se mi devo attenere a San Tommaso, ad Aristotele che distinguevano l'anima vegetativa, l'anima sensitiva e l'anima razionale, voglio dire, la stessa anima sensitiva, usiamo questo termine per essere chiari, secondo me non è dentro la biologia, nel senso che studiare il comportamento del sistema nervoso non significa far cogliere niente di quello che riguarda alla coscienza, sicuramente, non dell'autocoscienza, forse neppure della coscienza. Quando noi abbiamo il nostro cane, abbiamo il nostro gatto prendo animali superiori-, abbiamo la percezione di avere un essere vivente che in qualche misura, diciamo, si capisce, che noi pensiamo che sente, in somma, non ci viene in mente di pestare un gatto, perché non diciamo stai fracassando una macchina. Io penso che sia un essere che ha una sensibilità, non abbiamo nessuna prova di questo, se non El conocimiento biológico, Javier Corcuera, pp.169-207 206 Epistemología de las Ciencias. El conocimiento. Aproximación al orden ontológico (2000) CIAFIC Ediciones una certa analogia con un comportamento umano di cui vediamo anche delle forti differenze, però è una forte istintiva nostra. Quindi, direi, che c'è un problema della specificità dell'uomo, ma c'è un problema che in realtà riguarda il vivente. Il vivente nelle sue forme superiore in certo senso mi sembra che non sia riconducibile alla biologia nel senso che oggi stiamo discutendo. - Lic. Corcuera: Completamente de acuerdo. - Dra. Archideo: Es necesario distinguir lo biológico del hombre, del hombre total que es una unidad substancial materio-espiritual. Con lo cual es una misma alma con distintas funciones que da vida al ser humano. Gracias Javier, ha sido muy clara tu exposición. © 2000 CIAFIC Ediciones Centro de Investigaciones en Antropología Filosófica y Cultural Federico Lacroze 2100 - (1426) Buenos Aires e-mail: postmast@ciafic.edu.ar Dirección: Lila Blanca Archideo ISBN 950-9010-24-3 El conocimiento biológico, Javier Corcuera, pp.169-207 207