JHULY La última mujer de la tierra - Biblioteca Virtual

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JHULY
La última mujer de la
tierra
Luis Osnayo Vargas
PROLOGO
El hombre desde el comienzo de la humanidad hizo tantas
cosas para auto-destruirse y de paso, su medio ambiente. Así
llega el año 3,000 – su fin – y de todo bicho viviente mas por una
casualidad queda sola una mujer: Jhuly, hija de Golda y Claudio.
Los dioses – le fabrican un hombre; ya no de barro, sino
de polvo de uranio, un ente eléctrico biónico y transparente – ya
no le pone estómago ni corazón, grandes defectos para sus
hambres y pasiones, motivos de su degeneración – más los
dioses le piden a Jhuly tres cosas rescatables de esta
humanidad fenecida.
Ella solicita una rosa; con todas sus espinas y aromas –
un lápiz labial y un espejito. Es decir la ternura de una flor; la
coquetería de mujer – en un rouge de un lápiz labial y un espejito
– amigo inseparable de la mujer de nuestros tiempos.
Y al él también le pide tres deseos - dédme un corazón
que lata mil años; un faro en mi mano derecha con toda la
ciencia y arte de la humanidad fenecida y una botella de whisky
para chupar con ésta – así comienza el tercer testamento del
hombre sólo con otro nombre.
I
La
especulación
de
la
composición
de
la
naturaleza del universo y la ubicación del hombre en este
contexto un ser con satisfacciones personales, cuyo
egoísmo condujo al vasallaje irracional y brutal de la
mayoría humana germinando también en el materialismo
despiadado; la naturaleza como parte vital de todo;
pierde su ubicación como tal, pues la voracidad de los
hombres desbastaron su medio ambiente y contorno – le
debíamos muchos agravios, sin propósito de enmienda y
gratitud a sus bondades – los alcances científicos y sus
aplicaciones tecnológicas eran para la maldad – lo bueno
quedó en el lado oscuro de la bitácora del tiempo – el
sentido global del homus economus – hizo girar la tierra
entorno al dinero vil corruptor del hombre – los enlatados
y los desechables reemplazan lo natural – y de todas las
extravagancias del hombre llamado “moderno” venía la
extinción de la especie – los recursos son finitos e
irremplazables por lo que al final del siglo XXX no
tuvieron donde ir – y acudir.
En la cronología divina, sólo era la noche que se
durmió Dios.
Se sabía algo del antiguo testamento en algunos
relatos plasmados en la memoria de los tiempos idos – y
aquellos del nuevo testamento en la bitácora de la era
cristiana – en el relato de los evangelios – que
aceptamos como verdad – como una revelación, esta
vez – para los criterios diferidos de la fé – y las profecías.
Culminaba el siglo XXX de esta era – con ciertas
falacias; de mentalidad de homus economus – cuyo
escenario era – la vedette – el dinero.
Claudio – era un Dr. PHD en geopolítica – él sabía
que últimamente en la tierra – se vislumbraban cuatro
poderes; más o menos equilibradas para mantener un
equilibrio de fuerzas – la iglesia; con varios millones una
enorme cantidad de bienes raíces – un sin número de
estúpidos feligreses metiendo los dedos en la pileta del
agua sucia, llamada agua bendita – bendecida por
cualquier falsario e hipócrita cura de una parroquia –
multitudes haciendo catarsis en falsas confesiones y
avemarías de castigo – se habían arreglado los santos
evangelios a sus intereses peculiares, eran pues dueños
de un poder – con la cabeza – del viejo papa de turno se
golpeaban el pecho – se postraban de rodillas –
convencidos que este era un valle de lágrimas; creídos
eran unos míseros insectos que no tenían del llamado de
Dios – un poder acumulado por mil años – apenas
quedaba en la noche de la humanidad – las verdades
cristianas de las catacumbas en la noche oscura de
cristiandad. Los otros: los judíos, masones y maricones,
total cuatro.
El Dr. Claudio a más de ser un gran geopolítico
era un teólogo – de ideas esotéricas, pero no líricas –
tenía su grupo – de gente experta en muchos campos
del conocimiento – científico , filosófico, metafísico y
muchos de los campos ontológicos – sin olvidar la poesía
y las demás artes del sentido estético de la vida – puedo
mencionar algunos nombres sin sus apellidos; Alberto;
Guillermo – Oscar, Teresa, Yolanda, Liliana – no eran
muchos, pero todos ellos dignos personajes de fines del
siglo XXX.
Claudio con augurios y presagios de la vida y la
muerte – sólo quería fabricarse un epitafio – del
significado de la vida; lo que no era difícil de encontrar,
una aparente epígrafe, de su sencilla imagen – de su
existencia, por ironía no fue muy fácil que se diga.
El era un panchito de los bolsillos rotos – dueño
del vacío y la nada y de pensamientos locos – o un
“Domingo Ramos” – el hombre del Campario – en la
metafísica del gallinazo – que alguna vez tuvo la mirada
vertical de esta sociedad de consumo – se hacía el uno y
el dos en sus veredas sobre estos pueblos; últimamente
no miraban el cielo, embuídos de la salsa de “homo
economus” donde la vedette es el dólar en todos los
rincones de la tierra – así, pues, Claudio tenía otra
dimensión para sus ojos y su espíritu contemplativo –
aunque según cuentan, nació de pie, y sus primeros
pasos fueron de peatón; caminó descalzo – palpando el
calor de la tierra; la frescura de la hierba – de los campos
secos y mojados; los dedos de sus pies fueron antenas
al infinito y sus espacios del más allá; con radares y
ecosondas a las distancias internas y externas –
conocían las piedras del camino – nunca pisó la mera
mierda – anduvo apurado y a veces despacio – para
contemplar en sus detenimientos los paisajes bellos de la
vida – claro sus pies cargaron el peso de su cuerpo y de
su alma – con un peso neto de mucha sabiduría – por lo
que jamás se quejó de su carga – pues las taras y los
lastres se decantaron en los caminos recorridos y de su
genética por una depuración congénita o defecados al
momento, en suspiros y flatulencias y muchos pestíferos
excrementos.
En estos momentos, las sienes de esta tierra
izaban ya banderas blancas en un armisticio a la brega y
franca lid del batallar enorme a pecho pelado de su
verdad desnuda – pues alcanzaron momentos de
estoicismo y gran sacrificio – y en sus arrestos y el Clan
de su voluntad jamás cesaron – seguirá siendo un Aladid
– o un Cid Campeador – o Llanero Solitario.
Sin embargo, existían ya las arrugas en su rostro
resquebrajado haciendo juego con sus rayados colgajos
pues las barrenas del tiempo metafísico habrían hecho
mella – y habrían muchas brechas buriladas por el cincel
de las hechas tratando hacer de él, un estropajo – sé por
aquellos cauces corrieron sudores, lágrimas y tinta –
mezclados en sus glóbulos rojos y blancos, muchos de
ellos brotaron de los puquiales de su corazón sensible y
honesto a sus avatares – las curiosas gotas de la vida
misma y las resacas vespertinas de su razón pura.
Una tarde Claudio caminaba de la mano de Golda
su amor sublime y sin barreras y prejuicios del momento
histórico – contemplaban los cristales de una pecera un
pecesito de colores clamaba libertad con suplicante
mirada no sabía porque era prisionera y por ahí cerca –
entre las rejillas de una jaula, cantaba tristemente a su
cautiverio un ruiseñor – acechado por un gato maula –
con ínfulas de libertador – eran las metáforas de hombre
reducido en sus espacios geográficos, país, pueblo,
bandera, himno, un partido político, un sacramento, un
principio, un salario, una cucaracha pululando dentro de
una margen ridícula y pequeña de su vivienda – en el
mito del eterno retorno a convertirse otra vez en un mero
polvo o barro pestilente y yerto.
Pues la libertad es como la liebre rauda, ágil; pero
propensa a dejar de ser libre, por algún percance que
nos
acecha
por
doquier
–
y
algún
momento
insospechado pues Claudio, una noche de un claro de
luna – cayó entre los tiernos brazos de Golda –
suficientes para un eterno cautiverio – pues perdió su
libertad – sólo le queda ella o la botella – tremendo
dilema humano.
Pues el hombre tiene dos defectos grandes de
fábrica – estómago y corazón una configuración binaria
de hambres y pasiones puede perder su dignidad y hasta
su virginidad.
Claudio era Apurimeño – y Golda Loretana – mas
así como el Orinoco hace aguas cerca al Amazonas –
Claudio se hacía el dos en el Apurimac, “la voz de Dios”
era su filosofía hacerse el dos – en medio mundo y lo
otro guardaba con alevosía para limpiarse el trasero –
aunque le faltó excremento – últimamente comía poco –
no tenía apetito tampoco y mañana no será el momento.
Tenía sus motivos y la insania la contaminación
de su ambiente la obnulación de su mente en este último
trecho de esta travesía.
La anorexia del apetito sexual de la estúpida
continencia – de un eclesiástico celibato contra natura –
no funciona contra la sensualidad de Golda – una mujer
bella y joven – capaz de convencer al más casto varón
del siglo XXX – prestó a fenecer – en un principio al
conocerla – se encabritaba la sensualidad como una
terca mula valenciana – sin embargo su conciencia
sangrienta y percudida como un calzoncillo de pescador
– pues el no era el lobo con piel de cordero para acosar
las ovejas descarriadas con tormentas en el futuro de
pronóstico reservado.
Pronto Claudio tenía que precipitarse como en un
vacío con los apetitos guardados de una sensualidad –
para desvanecerse en las entrañas de ella – las veces
que ella la pedía.
Aquel matrás metafísico, al rojo vivo, forjaba sus
versos muñecos de barro, adobes y ladrillos y su vida
pendía de la punta de una espina – aguja insertada de
un hilo – cuyo ovillo de inquietante lino – se tejía de
dulce poesía de su amor por Golda – con la esperanza –
que andarían el resto de su vida – asidos de las manos;
como Dante y Beatriz por los caminos azules de la gloria
– por los siglos y los siglos, mientras en el día pasa casi
destartalado que apenas mugía sus diástoles y sístoles,
latidos apagados del tardecer de la vida – mas sus niñas
pupilas – eran mariposas de luz – enredadas en el
mágico telar del ensueño – como abejitas de miel – que
dejaron los vientos – en una copa sagrada de su
pensamiento – y los rocíos lagrimales – resbalando por
sus pupilas y mejillas – arrojaban pedacitos de su
corazón – en estas horas tardías de la humanidad – y la
tierra que estaba por cambiarse de camisa después de
un millón de años – poco antes; Claudio veía la multitud
desde un campanario – su torre de cristal – unas
cucarachas humanas – piando aquí abajo en la basura
de una sociedad de consumo – ahí bostezaba su
estómago se equivocaba de salida – se podía hacer el
uno y el dos desde ese campanario – aprovechando que
nadie ya miraba al cielo – él platicaba con su yo
antagónico – metáfora de un gallinazo muy locuaz y
sincero – real y pragmático – su vida retirada en la altitud
– su mirada cónica y vertical a la humanidad era
contemplativa y de amplia magnanimidad.
Aquí abajo abundaban – muchos cornudos de
buena hechura – otros no lo mostraban porque eran
descalcificados – víctimas de la banderillas y de las
adúlteras espadas – desfilando al camal – tiradas por
diestros monosabios y las carcajadas de las canallas –
mientras las lolas con mantillas y encajes – sentadas en
palcos – aplaudían al espada dueño de las orejas de las
cornúpetas y los rabos de sus mujeres infieles.
Estoy hablando de estas cosas para ver la otra
cara de la luna – Golda la parte grata de esta historia.
Aún por las resacas de su hígado se ahogaba en
pura hiel – merodeaban por ahí las moscas – sabemos
que ellas buscan sólo dos cosas – la miel y la mermelada
– su alma seguía siendo una pirca de piedra – con
argamasa de barro – en un diseño cubista del estilo de
fines de siglo – sencillo y llano – se había superado el
barroco
y
churrilleresco
de
tanta
fantasía
–
configuraciones y refinamientos de estos ámbitos y
momentos – pues la descarada luna – no le había
mostrado la otra cara – por supuesto su hígado
zapateaba un break dance con una música rap.
II
La fauces de la segunda noche de la humanidad engullía la luz para rumiarlas en la sombra - rebuznaban
las bíblicas cabalgaduras el discurso funeral – y el celaje
con un pincel vespertino pintaba la naturaleza muerta en
el cielo todavía azul – los últimos rayos de sol se
descomponían en un arco iris - un medio mundo se
vestía de luto – como una viuda alegre esperando otro
nuevo día – una nueva aurora – no había muerto del
todo la esperanza – tras esta oscuridad se esperaba un
amanecer – se anunciaba en el tiempo y espacio
metafísicos, un nuevo cielo a la historia – una niña para
ser la nueva madre de la mera Eva – de un tercer
testamento en otra dimensión todavía desconocida – la
bautizaron cristiana – con el nombre de Jhuly – nombre
inexistente de - mujeres del milenio pasado – salvo de
Golda Endira – de las mas significativas en los campos
políticos
de
entonces,
todavía
vivientes
en
las
mentalidades humanas de la época – de la lucha de las
razas;
muchos
pueblos
altamente
sofisticados
empezaban a vivir a la dimensión humana – no mas
aparatos ni computadoras y cibernéticos – empezaron a
comer con los dedos andar con pies descalzos –
palpando el calor de la tierra – se hacía el amor sin
miedos ni preservativos pues no habían motivos al
albedrío – hablante y libre – sin embargo – no mas había
cáncer ni sida – pues habían quedado muy poca gente
en este valle – la mayoría murieron de estos males –
maldiciones de la creación – todo aquello pertenecía a
un pasado denigrante del hombre y la mujer – idos con el
tiempo
–
con
sus
días
y
noches
y
con
sus
degeneraciones adquiridas.
Aún de las barbas lampiñas de sus montañas de
su Perú – colgaban algunas pajas – y por sus mejillas
destilaban cristales desde sus cumbres nevadas –
mientras los rocíos primaverales – resbalaban por las
mejillas tersas y tiernas de Golda – algo así como una
rosa primaveral –mas allí abajo en los valles eran
riachuelos cargados de turbulencias y desde sus
remansos trepaban los salmones por las cuerdas
enredadas de los chorros de las cascadas hasta una
laguna azul allí en la cumbre – hacían el amor itiológico y
luego del banquete nupcial entregaban el espíritu de
salmón al Dios de las alturas; para los entes y feligreses
gustan de ir contra la corriente – la metáfora de la
humanidad equivocada de este ciclo.
El sapo; en un charco tenía su oficina – era el
último meteorólogo – del tiempo atmosférico y el tiempo
cronológico estaban croando su final – el sapo sabía de
lluvia, tifones y tornados diciendo a sus treintiséis vientos
de la rosa náutica; treinta y cinco derroteros van a Roma
– la metáfora de la felicidad y una sola a la gran vía –
símbolo de la perdición del hombre y la mujer – el sapo
tenía un lápiz en la boca – para defenderse de los
reptiles rastreros humanos que se arrastraban por estos
suelos maltrechos – defendiendo solo así, su vida y su
pequeño espacio en este charco.
Ayer nomás era un renacuajo convertido en un
anuro anfibio – había perdido su cola – así como el
hombre también había dejado su rabo en otros tiempos y
espacios, en su metamorfosis y transmutaciones hasta
convertirse en un homo–sapiens, Hoy un “homus
economus” un pariente cercano del sapo – todavía
existen hombres ranas y otros con cara de sapo – con un
palito en la boca – mirándose en el espejo – de una
laguna aún azul al fiel reflejo de una luna llena.
En un corral – la bíblica cabalgadura filosofaba de
su hechura y su burra intuía en la teoría de la Quanta –
sabía del nuevo testamento – “con la vara que midas
serás medido” sin embargo, el burro conocía la
cuadratura del círculo – tenía el ano redondo – y
defecaba cubitos de excremento – y por costumbre a la
burra nunca le gusto siempre campeón de la estabilidad
y el equilibrio – él jamás se cae tiene cuatro llantas y una
de repuesto – pues tenía la bendición divina por haber
sido la bíblica cabalgadura – camino a Egipto.
Claudio tuvo tiempo de vengarse de los insectos –
sabemos el hombre, se comía todos los animales
grandes – hasta los insectos – por eso todos ellos nos
odiaban – las moscas se orinaban en nuestras comidas –
nos malograban con sus vuelos sonoros nuestro relax los gorgojos se comían nuestra ropa – los chinches
invadían los hoteles y hostales – los piojos se colgaban
en los pelajes masculinos y femeninos; las pulgas se
paseaban picando a diestra y siniestra desde el paseo
Colón hasta la nuca; las abejas se chupaban el néctar de
nuestras flores y las vomitaban en sus pañales – algunas
arañas eran venenosas – para muestra – todos los
insectos odiaban al hombre depredador número uno.
Mas un día Claudio descubrió el Esperanton de
los insectos y trato de vengarse de estos seres – una
noche cambió las líneas y la computación de vuelo de las
moscas, ese mismo día se estrellaron y se sacaron la
crisma
casi
todas
las
moscas
y moscones de los
cinco continentes – a las mariposas diurnas, las hizo
nocturnas – así todas se convirtieron en callejeras
prostitutas; de las pulgas se encargó el general Baygón y
sus soldados DDT; a las ladillas les mandó mostrar a sus
víctimas de ellas – un espejo – en los baños; así estas
vieron un nuevo cucú – y se fueron todas a este nuevo
objeto – por la psicología de cambio y novedad –
sabemos al insecto hombre – se les dio muchos dones,
entre ellos; libertad, inteligencia y el habla – pero ahora
ni siquiera piensa – (WERNICKE) – acumulaba sus ideas
como guarda un judío el dinero – no expedía las
palabras – era idealista nada más – así las palabras no
dichas, tampoco escritas quedaron contritas en el éter
raso de su alma en pleno silencio ya de estos días, el
cerebro humano tenía un hacinamiento de imágenes en
las neuronas todavía vírgenes – como aquellos pecesitos
de colores cautivos – pequeñas luces encendidas de un
candil como un cirio ardiendo – quedaba de esto un
pedazo de pabilo, y unas lágrimas de cera de su mesita
de noche – la mágica cloclea de sus oídos – purificaba lo
audible de su mente – un filtro electromagnético – un
cernidor de ultrasonidos mostrencos – sin embargo sólo
oía la poesía del verso azul – pero no lo profano – y en el
rumor de algunos ecos – las canciones de libertad y
verdades metafísicas o algún valor excelente de
cualquiera
ingrata
novedad
–
quedados
en
el
asentamiento escondido del olvido y descarte – por eso
siempre excento del insulto, la infamia – estas sólo
llegaron mas debajo de su corbata – sin embargo había
una barrera taladrando – su intimidad lítica de su
conciencia – a pesar de sus siete barreras – en su última
instancia – fue la mirada de una mujer – de dínamo
electrizante llamada Golda – hoy metida en su ser – con
su mirada de rayos láser – llegó a palpar su íntima
consistencia – su voz era un Sésamo y su alma se abrió
de par en par – ahora Golda ya tenía su aposento,
engalanada de todos los joyeles de sus sentimientos
sublimes – es bien amada y protegida – con todo el
cariño atesorados en el tiempo de su vida poética – es
única dueña de su poesía y llave mágica del más puro
amor de un corazón genial para ser disfrutados en un mil
y dos noches de intimidad no niega tuvo enzimas
catalizantes para digerir alguna cultura científica y del
arte – un hogar, un medio ambiente, una escuela y
aquella enzima de sus genes muy aparentes para su
formación heredado de algún ancestro generoso en su
advenimiento – un aura electromagnético de Hi – Fi de
alta fidelidad – para un sex – appeal transcendente
especial como para atraer la dulzura y sensualidad de
Golda – una alondra viajera de la amazonía peruana –
que vino a anidar libremente en lo más profundo de sus
sentimientos – pues hubo catalizadores clandestinos de
su juventud sincera – sin adulterios ni refinamientos ni
celestinos – solo un cigüeñal – casi extraterrestre –
cuyas vidas futuras manejaron la dinámica de estos
amoríos de confines eternales – no podían terminar en el
inodoro del olvido ni el desdén no podía ser de este
amor, un fósil Petrificado de esperanzas – no podía ser
el dínamo electrizante de su “blits” de los impulsos
digitales – era un cálculo integral y eternal mas allá de la
muerte – eran energías térmicas encontradas en un
matrás donde se forjó el más puro amor – cuyos kilates
fueron de altas pureza. No tenía porque quedar en la
estagnación estática – era dinámica vívita en todos los
contornos de sus vivencias – en este momento – del final
del hombre de la faz de la tierra – este equilibrio
compensando los bienes y males en un fiel balance de
sus virtudes y pecados – pues eran dos almas sinceras –
a pesar de la erosión de sus contornos de las ventiscas y
lloviznas
repentinas
e
insospechadas
de
muchas
tentaciones – pues ella era bella y tierna y él guapo e
inteligente no se reblandecieron sus espíritus – mas bien
hacían
catarsis
corporales
las
–
con
fibras
sus
fervientes
reblandecidas
–
relaciones
por
estas
defecaciones catársicas también de sus espíritus – claro
no expiraron del todo las impurezas del fondo y concho
de sus asentamientos ni la fisión liberada de sus
energías inagotables volcadas en versos de propósitos
de enmienda; ni en algunas lágrimas resbaladas por las
rosadas mejillas de Golda y las coloradas Claudio – se
granizaron sus efluvios – en exhalares como tufos
espiritosos de la embriagues de sus efectos – dormían
abrazados estas monas de sus borracheras muchas
veces debajo de los olmos frondosos esperando a judas
y su patrulla.
Sus diálogos eran solamente térmicos al color de
sus cuerpos y el fulgor de sus miradas por alguna razón
transparentes y biónicos muy diferentes a los espíritus
terrenales de este ciclo, sus auriculares solo oían las
infinitas ondas del parafísico espacio – pues las clocleas
de sus oídos sensibles cernían los ultrasonidos de las
tempestades de sus almas – pasando solamente las
melodías del concierto de sus emociones y la sinfonía de
la concha acústica especial – a veces una música
inconclusa de sus vivencias ansiando algo más cada día
– en alas de una novedad renovadora para evitar la
monotonía y el cansancio – no querían la inanición de
este
amor
imperecedero
y
eternal
en
aquel
entendimiento de la sacra comunión valencial de su
química bivalentes. No era pues una estúpida sordera –
cuyas cosas insulsas se perdían en el misterio del exon –
aquellas voces inauditas de la caja de resonancia
peripatética – y en una cinta magnetofónica sólo se
gravó la nítida elocuencia de sus vidas lo grato y a
agradable algo para recordar.
Un día le dijo: Golda que culpa tienes tu mariposa
de luz enredada en el mágico telar de mi ensueño como
abejita de miel que dejó el viento dulcemente en mi
pensamiento claro; a veces el diafragma hacía gong en
las entretelas del cerebro de Claudio.
De los dramas existentes del debate íntimo de su
yo antagónico huésped de un mundo interior no siempre
de acuerdo con la toma de decisiones de su yo exterior;
pero si de muy y pleno “acord” por los amores con Golda
Endira. Existía entre ellos esa afinidad química de
alternativas sinceras y auténticas y próximas a la verdad
sin dilemas ni dudas no cabía las trasgiversaciones no
alternativas, pues este amor no era ciego no tenía un
diodo del efecto de los impulsos del cerebelo – solo
dueño de los reflejos pero jamás de la sacra intuición de
Golda – mujer indimensional – no era afín – tampoco al
romanticismo tonto aunque algo se tuvo que ver con el
gran simpático de fosforescencias catódicas de los iones
negativos del alma humana con un dosaje espiritoso y
ardientes al fin.
Ella le decía una vez: suspiro porque lágrimas no
tengo y en cada exhalar arrojo como una gota resbala
por mis ojos un pedazo de mi corazón.
Parecía efluvios de un romanticismo tanto pero
simpático de sentimientos femeninos; aunque nunca
dudó de su institución indimensional – quizá hasta
metafísica.
Se leía en lo jeroglífico de la natura testiga de este
fenómeno amoroso, en la simbiosis existentes solamente
en la literatura simbólica en los perfiles y formas de una
geometría topológica – mucho mas allá de la ciencia y
arte de la concepción de la creatividad y concepción
humana, de
dos seres aún terrenales – pixels sin el
barrido de posibilidades de la estética pura y genuina un
pulsar de energías enigmáticas – una síntesis de ondas
diferidas, pero sincronizadas acaso de excentricidades
de lo bello – de lo natural quedó en las retinas de sus
ojos y los yunques de sus oídos – las imágenes y notas
sublimisadas por el amor.
Entre la violeta y ultravioleta las luces horizontales
se hicieron invisibles – sin arco iris y sin ultrasonidos
inaudibles de la voz de un Dios metafísico – a quien tal
vez le oían o veían en la pantalla metafísica de sus
imaginaciones dimensionales y en el tímpano de alta
fidelidad esas vibraciones celestiales plasmadas en la
dimensión humana – pires el amor: son ondas meta –
electromagnéticas
concebibles
en
las
dimensiones
desconocidas o en la cuerda floja de los trances de
sacras
sensibilidades
y
peculiares
de
seres
excepcionales todavía de este valle – cuyas revelaciones
de luces defractorias bordearon los atajos misteriosos de
sus visiones como una luz, color y sonido en el “chip” del
silicio traduciendo en esta torre de babel de la
humanidad confusa y alterada un mundo bosquejado y
diseñado en la ortodoxa y tradicional configuración de los
espíritus – una aleación insólita e híbrida de lo
concebible y visible de lo consciente e inconsciente –
como un almidón de yuca y patatas en la concepción
fabricada y mezclados en la síntesis sexual de los seres
afines – aquel aminoácido proteico de la vida – con
impulsos de libertad y autosuficiencia de un ser social –
el hombre y la mujer – hoy pululando en una sociedad
deprimente y fatal.
III
Era pues el año dos mil novecientos noventa y
seis – un mundo depredado; pleno de polución hasta la
estratosfera – los actos inhumanos llegaron al colmo de
la maldad – el dólar había devorado todo el oro del
mundo – estaban en manos de unos judíos narigones –
pues el becerro de oro – ya no significaba nada – la
vedette del dinero había perdido su importancia – no
había ya nada que traficar – los mares tenían toda la
miasma en vez de peces – aunque no mas existía
petróleo en las entrañas de la tierra aunque últimamente
solo servía la energía solar para todo – existía solamente
una democracia de igualdad en la desgracia – nadie
podía ser feliz – nunca más en este valle del señor y el
diablo dos metafísicos artífices de esta hecatombe – el
oxígeno se había divorciado del hidrógeno – por
consiguiente ya no se generaba el H20, origen de toda
vida
–
la
fisión
atómica
de
todos
los
átomos
envenenaban todos los rincones de la tierra hasta la
estratosfera todo bicho viviente se convertía en resagos
y deshechos atómicos – era pues el fin del mundo – por
obra y gracia del hombre mismo – hijo putativo de uno de
estos metafísicos.
Esta Promasa y biomasa semoviente pululando en
esta biosfera contaminada – con la energía mistificada
de una hostia consagrada se comulgaba algo de vida –
como un hecho de extremaunción se bebía un vino tinto
de las últimas gotas del sudor de las frentes de la
maldición divina y las últimas lágrimas destiladas y
vertidas en esta tierra que alguna vez fue bendita en su
ciclo paraisal tristemente célebre en el recuerdo
testamental – hoy un pulsar de puntos negros de esta
galaxia sentenciado a vivir hasta el último suspiro de la
tierra madre del hombre.
Hoy de rodillas en la sombra golpeándose los
pechos – humillado y arrepentido – un miserable de
Dumas, un Cain bíblico, un cholito peruano o un roto
chileno o una gaucha percanta o cualquier paria hijo de
Buda – la fisión liberada de las energías volcadas en la
poesía trágica ha desintegrado en cadena el espíritu –
en cantares atomizados del dolor tardío de esta
humanidad feneciente.
Claudio aun recuerda la ignición comburente de
la chispa de aquella mirada que el ozono de su
intratósfera de su alma no soportó esos rayos láser de la
tentación a pesar ella solo era una selenoide muy lasciva
y sensual y desnuda – sus radiaciones migraron en su
alma sensible al calor y el amor – con sus rayitos ténues
y penetrantes diluyendo el albúmina protector de su
corazón franqueable dúctil y maleable – anuro o anfibio a
esta agua contaminadas y aires con polución – ella era
veneno y antídoto al mismo tiempo.
Era el amor integral de alma vida y corazón – sin
embargo – no esperaba tener más crías después de los
desbarajustes sexuales con Yolanda – la mujer más
ardiente de la selva – él fue un tiempo piloto de la real
fuerza aérea – en las postrimerías de una quinta guerra
mundial – experto en vuelos rasantes – transportando
pertrechos, alimentos y medicinas – tenía un rostro
internacional al mismo tiempo hablaba todos los idiomas
modernos – piloto muy aparente para esta clase de
conflictos con el tiempo vino a pasar como asesor de
vuelos espaciales de la fuerza aérea del Perú – una
tarde conoció a Yolanda en un café frente a las brisas del
Amazonas – era una hija de un neo nazi alemán – talvez
un salvaje – las últimas en estos lares – en ese momento
alguien se ahogaba en este río mas ancho del mundo –
es cuando ella dijo: se sume – se sume – se sume estás
tres veces – luego frescamente dijo: se sumió – ella
sabía no había nada que hacer en estos casos – por eso
de las pirañas.
Sin mas preocupación le dijo – quiero tomarme un
trago – porque estoy escupida por la chuchupe violadora
de mi destino – cuando la miro – sus ojos color violeta –
decían que era la flor mas delicada de este pantano –
este pensó inmediatamente – se había encontrado la
madre
–
que
sería
de
aquel
hombre
–
último
sobreviviente de este ciclo terráqueo sentenciado a
fenecer – se llamaría Yesú – en el nuevo renacer de la
humanidad – en el vientre de esta linda mujer
semisalvaje – no era pues una hija de la puna ni tampoco
hija de Buda – en la computación de esos dos
metafísicos Dios y el Diablo – Claudio tenía la poesía de
amor a flor de labio – Yesú – era de fabricación divina –
sin embargo – no fue necesario – ningún romanceo –
pues ella dijo:
Para que tanta literatura – si tengo mi calzoncito
en la punta del índice de mi mano derecha – moviéndose
al ritmo e mis preciosas caderas – caminando con los
pies descalzos por la arena mojada de la ribera del río –
fue ahí mismo el primer beso – y todo el origen de Yesú
– un hombre de polvo de uranio – no podía ser mejor –
fruto del amor libre – incondicional de mutuo consenso –
valores congénitos computados por otros metafísicos el
tiempo y espacio celestinos de Dios y el Diablo artífices
de los advenimientos cíclicos sobre la faz de la tierra.
Una tarde – Yolanda y Claudio venían a Lima – en
una avioneta y fueron sorprendidos por una terrible
tormenta a la altura de Tarapoto – es cuando Claudio
con sollozos varoniles pronunció: el avión se cae.
Que te importa, acaso es tu avión? por supuesto
salieron con vida – y riendo toda la vía hasta el
aeropuerto – se les vio caminar asidos de las manos –
muchas distancias – como Dante y Beatriz por los
caminos – azules de la gloria – dignos progenitores de
los neo-humanos que poblaría la tierra – que ya había
empezado a cambiar de camisa, de calzones y de cara
hacia mucho tiempo no dudo que se amaron tanto -–por
eso tuvieron el privilegio de ser los únicos escogidos
para dicho advenimiento.
Pues la anterior de Yolanda – se llamaba Teresa –
en otrora – cuando los semáforos marcaban luz roja – se
andaba embalada con ímpetus atrevidos prestos a
avenirse en cuerpo y alma – era el hombre un detritus
aún viviente e inconsciente – no dado no solo era un
embrión
de
maldades
congénitas
–
muchos
endoparásitos del pueblo – un animal político – hombres
y mujeres disputaban en la cámara baja y la vil alta – en
un principio una esperma, luego hecho una espora traída
por los vientos alcahuetes a un estigma virginal y casi
nacieron muchos hijos e hijas espudios y putativos
últimamente estibadas en el letargo de las fiebres
sensuales e histéricas.
Hijos e hijas putativos – una de esas fue Teresa –
con una fiebre uterina casi eterna – las externas y poros
de su piel – aún eran escapes de sus suspiros vivientes
– luego parecía una libélula quemando sus alas en el
candil de sus ensueños – en sus pesadillas – otras veces
era presa de la ferona cautivante e hipócrita como una
minina con celo que a un simple “miau” estaba hecha –
era la preferida de las tentaciones – le hacía guardia y se
turnaban cada noche – nunca tuvo una noche libre sin el
falo momentáneo y pasajero – de cualquier calibre o
dimensión – sus flagelos ciliares le arrastraron a brazos
desconocidos y extraños – sus ansias sexuales eran
como los planctons flotando y alimentando a sus clientes
– peces flacos y gordos.
Teresa:
Era un freza – cardumen de malas
intenciones; espora de angurias – hacía su hábitat en su
hígado – hibernando en un letargo – luego una
diseminación por toda su alma y cuerpo – una hidra más
bien
un
hongo
quasi
atómico
–
sus
feligreses
comulgaban su cuerpo entre ellos – un rescatable
llamado Claudio – después de todo no era la única – una
solitaria se hizo huésped de los intestinos de Claudio
disputando el quimo de sus alimentos y otras veces una
sanguijuela succionando su sangre y sus bolsillos.
Hoy un liquen o lapa de sus entornos y los
arrecifes de su altruismo – cuando caían en estos cielos
las lluvias ácidas de los adulterios – así Teresa pudo
matar los afectos aunque equivocados – Claudio sentía
por ella – después de todo era bella en la metáfora de la
ceguera del amor.
Los relojes del tiempo cronológico ya empezaron
a desajustarse – algunos rompieron sus cuerdas por los
“jet laps” y los swings del vivir falsario – víctima de
apetitos forzados y parasitarios – mientras Claudio solía
decir – Yo solo sed tengo.
Gran mayoría de la humanidad – vive otra vez del
maná del cielo – porque el suelo esta depredado – no
existe nunca mas la tierra prometida – ni mar rojo – mas
bien el mar muerto y negro – llueven radiaciones de las
ubres de las nubes contaminadas – ella solo tiene en su
heredad un corindón en el hígado y algunos rubíes en
sus riñones y callos en su útero desgastado – aún ve
lucecitas – musarañas en los estratos de sus cielos
mientras la luciferina de su sex-appeal femenina cegaron
sus ojos – de azúcares malsanos de su diabetes
congénita creando cataratas – que hipnotizaron e
hipotecaron su alma.
Y desde aquel lejano extracto un cirro de
pensamientos fantasmagóricos – caían como el águila
abatida aún con sus alas abiertas paracaídas funerales –
en
picada
haciendo
todavía
su
última
maniobra
“LOOPING THE LOOPING” mejor dicho haciendo un
caracol – como el humo de un cigarro, pero para abajo –
sin embargo nunca toco piso se fue y desapareció
dejando una estela roja y candente – marcando una
trayectoria transformada en grises alondras de este
tardecer quizá al más allá o la nada – y sus ensueños
azules aún vivientes todas se suicidaron – como
Kamikases al vacío y al “no ser”.
Ya mucho antes – se le corría el rouge de marca
barata de sus besos adúlteros – se le corrían las medias
– por sus mal pasos y extravíos – todavía usaba
calzones amarillos – porque siempre buscaba maridos –
se resecaron sus ojos – porque lloró mucho para adentro
y algunas lágrimas vivas resbalaban por sus ya pálidas
mejillas – mezcladas con sus maquillajes – sus senos
altivos hoy son lánguidos y alicaídos por la gravedad y el
tiempo – su rostro se resquebrajaba noche a noche –
dejando causes por donde corrieron sus ilusiones y sus
lágrimas postreras – aunque jamás sudó su camiseta
solo sus panties – se cansaron sus talones y ya
arrastraban sus pasos – un tiempo había usado tacos
altos – ahora solo son alpargatas – así pasito a paso se
fue del puente a la alameda este tardecer.
IV
En otros días se quiso mancomunar medios
mundos – también existía comunicación masiva e ideas
comunitarias – de ovejas bobas – por donde van unas
van todas – pensamientos masas – y autos de fe
sacramentales – sin dudas ni murmuraciones – lo hizo la
Unión Soviética – apinados en el comunismo – y
materialismo llamado científico – muy lejos del ideal y del
más allá de sus parámetros limitantes – el mercado
Europeo, los EEUU de norte américa – tratando de
convertir el mundo en un solo rebaño – sabiendo que el
hombre no es un cordero – vive en sociedad solamente
por comodidad y circunstancias – cada uno es un ente
libre – con una cara y huella digital peculiar – un
mercado sin fronteras – un único lenguaje económico el
dólar – o en el habla – un esperanton tratando de
convertir el misterio de la torre de Babel – que rompió la
monotonía del habla humana; se trata de condenar al
hombre – en un solo pensamiento – no es posible
amalgamar voluntades y uniformar conciencias; estos
bloques de fortaleza – sería la muerte lenta por
aburrimiento – así como mueren los matrimonios por la
monotonía de las parejas – somos hatos – rebaños y
multitudes solitarias – aveces nos rejuntamos en una
mesa para platicar un poco – o libar un trago – o en una
cama para hacer el amor – o charlar tras una copa de
vino o una taza de café o patear pelotas o latas en
equipos uniformados – no olvidemos se ve tanto la fría
escarcha de la miseria de la gran mayoría – carcomiendo
la salud física y mental – por sus hambres – salivando
ante las tortas de espejismo ya se comía la nada – la
ficción caprichosa, digerir lo no habido – con una solitaria
en los intestinos – las pieles se curtían – luego
degolladas por cuchillos implacables del frío de las
necesidades – se hacían gárgaras de hostias imaginarias
– bebiendo vinos tintos de amargas lágrimas –
fermentados en tinajas de lagares de uvas negras – en
un ambiente de paroxismo de insania sin regeneración
solo se oían los delirios catatónicos – se veían las llagas
no cicatrizadas de heridas profundas del alma y del
cuerpo de una diatonomía ya muy tardía – en esta
agonía del fin de un cielo – quizá aún si fue mejor que el
anterior testamento – era una tarde de un día no vivido –
ladraban y aullaban los estómagos de hombres caninos
de esta vida convertida – en una perra vida.
Es cuando – en la cura del silencio – irrumpía la
vociferación de una tormenta – la anunciación adúltera –
de un ángel celestino tocando su corneta – sus salvas en
vez de avemarías – pues esto no lo salvaba ni san Butta
– el santo de última instancia, ni santa Rita de Casia –
patrona de los imposibles – esta vez tenía a su mente el
recuerdo de una solterona – cuyo nombre de pila era
Julia y de combate “navidad” tenía 40 navidades y ni una
sola noche buena – había perdido su virginidad saltando
el río Rímac – ida y vuelta una tarde de veraniedad que
no pudo contener su voluptuosidad tuvo que ver con
Claudio – entre bambalinas de la hipocresía.
La pobre tenía callos en las rodillas rogando a San
Antonio que le mande un marido, si fuera dos mucho
mejor – para aplacar su continencia sexual por la
estupidez de las ideas obsoletas de su cucufatería
cristiana.
Era víctima del tiempo cronológico – se le corrían
el rouge; las medias de sus piernas flacas y los hombres,
estaba a punto de convertirse en un iceberg si no fuera
por Claudio que le hizo el favor; la frialdad enferma ya los
rayitos de luz y calor no le causaban sensualidad en sus
entrañas entumecidas hasta oxidadas de orín.
La primavera es breve y repentina – una mujer
bonita es una rosa – flor de un día y espina de toda la
vida y el otoño fugaz y cruel el invierno.
Cabe recordar a Claudio – yo fui su escribidor
algunas pláticas ante unas chivas de las rocas.
Hay milagros que toman un tiempo e imposibles
momentáneos – aunque todo es posible en la dimensión
desconocida y en la cuerda floja de ambos logros los
antífices solamente son los hombres pero los verdaderos
y no los muñecos de carne y hueso, son ritos quasi
religiosos de vencer los retos y desafíos – hay fuerza
inmersas dentro de uno así también una luz inspiradora
mas potente que la del sol solo depende de encenderlas
– disque somos hijos de Dios por consiguiente también
somos creadores – no lo dudo o seremos Dioses venidos
a menos o hijos putativos en una madre soltera –
llamada tierra en este valle del menor esfuerzo donde
pocos perros tienen su hueso y su árbol para mear y
cada mastín su San Martín.
Hay un ángel adúltero aquel de la anunciación
celestina de un destino – pocos andan por la peluz o ven
el drama de la vida sentados en palcos o se van en
coche – la mayoría son indignos indigentes peatones
caminando taco – planta y punta para gastar los zapatos
parejitos o ternos, un saco con dos pantalones – porque
mas se gasta las sentaderas – sudando su camiseta y
sus negros calzones – pocos merecen el rabo y las
orejas en la lid en este coso – de la faena; la vida yo en
cambio – soy un llanero solitario – o eterno viajero –
como una tercera joroba de un camello islámico – sin
embargo no tuve que poner la frente al suelo mirando la
meca no por irreverente sino – no tengo dislocada la
cintura dueño de mi espacio y tiempo talvez mi camino
es una travesía libertaria – en esta llamada democracia –
donde pocos comen perdices – el resto se chupa el dedo
– hermanos y demócratas en el dolor – camarones
llevados por la corriente a morir en la playa – sin
embargo – pocos pasan piola – sin pena ni gloria – yo
siempre fui la metáfora de un salmón – siempre contra la
corriente – salmoneado a mis alturas con mucho
esfuerzo muchos fueron pavos cebados para navidad – o
arbolitos cultivados para ser decapitados – un árbol de
natividad a lo mas un año de existencia – se arman
nacimientos solo para vender cachivaches – en este
mundo de mercachifles – la mitad son vededores los
otros son compradores – se idearon Santa Claus – papa
Noel – niño manuelito – la blasfemia del amor al prójimo
– por un solo día y una sola noche buena – un culto al
egoísmo humano y la hipocresía – un pavo de navidad
víctima de esta situación – un lechón o un panetón para
armar un festín – creado por los judíos para estúpidos
feligreses.
Así hablaba Claudio:
De las ideas clandestinas de
los inconcebible – el adulterio de las anunciaciones y
pronósticos, las cegueras de las dogmas de fé – el
ateísmo con cura de silencio, el celibato contra natura –
es estigma de este animal político llamado hombre, las
ideas fijas de cuantas locuras – nos marginaron de tanta
verdad – parece me decía un testamento poco antes de
la finiquitación de la vida en la faz de la tierra:
No más la sublime luz de la duda – del
pensamiento como símbolo de la existencia – el
conocimiento de sí mismo – del elan del cambio; el
appeal o atracción de los desconocidos; solo el swing del
momento; ni la suprema tentación del más allá – las
sagradas lejanías de la imaginación creadora, la
elocuencia de este sistema binario de alma y cuerpo –
computadora desde los dedos de estos dos metafísicos –
haciéndose peleles o títeres – pensantes, hablantes
nunca libres.
Otro
día
me
decía
– en una dialéctica
esotérica:
Una parte de mi espíritu se alimenta de la
oscuridad e ignorancia – son pocos aún las luces de la
verdad – todavía se camina a tientas como seres
mostrencos – hay muchos de infinito e inaccesible y
desconocido – parte de mi viaje fue a la deriva; sé, no
tengo destino – ni faro que me oriente un derrotero en
esta vía – solo sé, en algún lugar del camino marcados
por mis propios pasos – en algún momento dejaré de ser
– por un mal paso o traspiés – quizás en mi Perú
profundo – o en los brazos de Golda Endira.
Yo no moriré en París
no tengo porque hacerlo
tiene que ser en mi país
pienso por justicia merecerlo.
Muchas veces platicábamos de las coyunturas
históricas – de los temas geopolíticos – de las
situaciones formativas – de las mentalidades de los
pueblos de Grecia frente a Egipto – del medio oriente al
pie de Europa – sabía de la ciencia faraónica – de las
tradiciones bíblicas – de los prejuicios raciales – pero sí
tuve un hogar aparente – en un precioso medio ambiente
– en el Perú profundo – de bellas auroras y celajes – una
formación académica de alto nivel el resto fueron mis
genes – venidos conmigo – pero Grecia fue Grecia y yo
soy lo que soy con ciertas pestañas al infinito.
El pavo nunca va a la misa de gallo – está
sentenciado por costumbre a la misa de noche buena –
ya cadáver y decapitado siempre había un sacrificio en
cada milenio lo fue Cristo en un tiempo – por la paz –
amor y luz en este mundo – sociedad de consumo.
Si todas las noches fueran noches buenas y todos
los días navidad – ya no habría pavos, lechones y
corderos cebados para el sacrificio – ni cabritos
espiatorios quizás en vez – un puerco o cochino.
Jesús, el pavo y el gallo comulgarían la misma
hostia chupando un vino de la misma bota, la noche
blanca – la semana santa – Jesús y el bacalao hoy y
ayer dos grandes sacrificados – por lo menos el
metafísico Diablo – es incubo y socubo el otro practica el
amor libre – y el ángel es unisex – esto no debería ser
así.
Tampoco está bien – todas las monjas son de
Jesús – un polígamo por antonomasia y contumacia –
con su celestino Gabriel – Dios practica el amor libre sin
prejuicios racionales – pues todo es posible en las leyes
y dimensiones celestiales – el cura practica el celibato
entre sotanas y entre candilejas no aplica en el decálogo
prescrito mas creo es un avivato – demagogo, sabido,
hipócrita y listo.
V
Pues aún – por las raudas vertientes – caían
como en un remolino en una olla – hoy un torbellino – las
ideas candentes – brotados de unos gueisers de las
profundidades ignotas de su inconmensurable ser – su
corazón fundido en gotas por las miradas de Golda lavas
de volcán de la poesía – en sus últimos eruptos desde
sus infiernos – los fundidos delirios.
Como rojos lirios – florecieron del alma suya – no
son de los sacros puquiales tampoco son néctares
aromados de los cristalinos manantiales – brasas
encendidas de pensamientos amados para su última
musa – la charapita Golda.
Sé que él fue un avidor – porque creía que la
dicha y felicidad estaba en el cielo azul – como todo
romántico un imbécil simpático – solo quería alzar el
vuelo – para fugar de este suelo – inmundo e insólito sin
embargo muy grato al volver a los tiernos brazos de ella
– contemplaba desde arriba con magnanimidad y mirada
vertical y crónica la estupidez humana tan solo era fuga
para volver a caer en la mismísima olla – tan temporal y
momentánea – estaba él y su helicóptero a la ley de
gravedad – los seres caen por su peso – sentenciando a
tener los pies en este barro – metido en la sociedad –
sus vuelos a la altedad solo fueron catarsis o liberación –
de ser el mismo allá en las alturas – mas – la flor mas
delicada – dulcemente perfumada – es la lila violeta
oculta entre su verde follaje – tierna y coqueta – un
mensaje de amor y ternura – la personificación de Golda
y los ojos lila de Yolanda – y la lozana tez de Teresa –
amores eternos de Claudio – que jamás tendrían olvido –
quizá hasta el mas allá de la vida – sin dejar
desapercibida – su preciosa rosa – la flor mas hermosa –
aunque sus pétalos fueron de un día – y aún quedan sus
espinas toda su vida – la tiene prendida junto a su
corazón – como la reina de ramillete de sus amores
sublimes.
Cuando todavía era un niño sólo sabía del cariño
maternal y fraternal y en sus años de adolescente – amó
a Gloria solo una vez – nunca mas la vio – pero su
imagen quedó plasmada en las entretelas y retina de sus
ojos – era una flor de alhelí – florecida repentinamente –
en aquel jardín de sus jóvenes y coloridos ensueños ahí
estuvieron presentes – en el espejo mago de sus pupilas
– estas tardes de misa todavía en este náufrago bajel –
empujando apenas por sus propios alientos – nos
sentíamos ahogarnos en el feroz ondeaje – de las
sensuales mareas – luego envuelto en sus remolinos –
sin fondo por una extraña fuerza centrípeta no s
quedamos atrapados por nuestros amores – dentro de
ese espiral sin principio ni fin – otras veces él fue un
abejón de miel – atrapado en una telaraña de las
entretelas de cada mujer que amaba – empeñó sus
sentimientos y su libertad.
Ahora ya nada tendrá que decir; están retoñando
los brotes en los almácigos; aquellas proscritas criaturas
en su huerto inconsciente – hubo amores de flechazos
seguros certeros y contundentes dados en el mero
blanco – dejando envenenados mas allá de la muerte –
no existe antídoto ni curas cuando estas mariposas
sacuden su polen; en las entrañas flácidas – entre
pétalos de corolas desnudas – ardientes de esperanzas
fructíferas así después de muchas andadas dejó sus
calcetines parados y sus calzoncillos pegados a la pared
- y uno se entrega desnudo a esa mágica entraña de sus
estigmas.
Creía mucho en los atributos femeninos por ello
propenso a muchos sacrilegios sensuales de libre
albedrío – pues su tiempo avanzaba contra el reloj en
amor y la vida lo mismo todo amanecer de lo que fue la
noche de un pasado pluscuamperfecto – de las dichas
sustantivas de epítetos mutantes – por eso cada noche
fue una novedad y un recuerdo inmortal.
Nunca ninguna de ellas fue flor decapitada –
puesta en un florero porque él siempre pensó:
Lo intenso y profundo
son los únicos que vales
en este enigmático mundo
Estoy
narrando
las
postrimerías
de
los
sentimientos y pensamientos del hombre muriendo por
sus propios motivos.
Ultimamente muchos llevaban en
hombros un
pan de molde ya era un trofeo – por lo difícil de conseguir
– su precio era caro – y necesario con idolatría – luego
se llevaba en andas con aleluyas a la vida – se izaban a
media hasta como un réquiem a las hambres.
Cuando los aires agonizantes ya fríos penetraban
en las tráqueas escapando por los huecos de los
pulmones tísicos – por sus averías “esta vida seguía
siendo – una rosa dormitando en un lecho de espinas”
nunca mas se libro de sus enquinas.
En cuanto a las poesías postreras – ya no eran
puntadas de costureros o modistos gays, eran de un
dédalo misterioso no se si enviado por Dios o el Diablo.
Se bebía por la sed de alma – hasta embriagarse
de lágrimas o se agotan en suspiros con inspiraciones
fortuitas la poesía aún sacra para los nuevos mundos u
otras etéreas distancias.
“No cabía el verso azul ni la canción profana”
Los poetas eran sonámbulos – ambulando en las
miasmas de lo que quedaba en este valle – solo
espejismos – ilusiones y fantasmas – lo otro era
doméstico, monótono – cotidiano en el pragmatismo de
la maldita realidad – no cabía nunca mas la poesía.
El céfiro agónico a penas agita la hierba – aunque
parezca mentira el viento también muere armando un
pequeño oleaje de esperanzas y desde un enjambre de
espinas florece – la rosa de último día.
Toda fe se hizo ceniza – ante el fuego postrero de
todo fervor – nace un neo – ave fénix de la duda – un
nuevo principio de la sabiduría – pues no existe ni el
sentido común – en las mentes aturdidas – pues los
pensamientos se convirtieron en polvareda por las
violentas
pasiones
postreras
–
de
los
tormentos
catalépticos – las dudas se vacilaron en las despedidas –
vino la pausa y sosiego – en este callejón sin salida –
había que esperar lo que venga – un funesto equilibrio –
mental – físico – con ciertas tembladeras en estos
últimos pasos – de la poca distancia por reconocer – no
era mucho trecho mientras el presente es masticado en
las fauces del pasado ido y las dentaduras postizas del
futuro – es cuando los crepúsculos añoran las alboradas
– izando celajes a media asta – y se desmoronan los
pétalos de toda flor – simplemente por el tibio suspiro de
las almas agonizantes – mezclados con la transpiración
de los campos ya erizados con algunos rocíos matinales
y serenos de la tarde aplacando en algo la sed de la
tierra.
Ella hace tiempo repetía la palabra de Jesús
“SED TENGO”
algunas batían todavía sus pañuelos coloridos y
perfumados aquella tarde de la despedida, aunque sea
ya a destiempo no verán mas funerales las ilusiones se
hacían harapos solo se llevaba como ropa interior eran
como las lánguidas olas fugitivas se alojan en los
arrecifes como última alternativa – cuando sucede esto
las oraciones no rezan con estos dos Dioses metafísicos
– solamente con el último trance de la vida.
Ya eran muy fríos hasta los besos – también
fenecía el amor – pues lo volcánico se apagó por el frío
intenso del beso de la muerte – pero se eruptaba fuego
vivo luego era hielo instantáneamente.
El tiempo nos trae primaveras y estíos y deja
nuestras sienes nevando – por los tiempos fríos de
invierno y hojas muertas en otoño.
El caso mío como amigo de Claudio – traté de asir
algo de la totalidad y la nada en la biografía de mis sesos
solo quedaron el antimonio de los huesos – estos fósiles
callaban los pensamientos y mezquinos sentimientos
quedaron atrapados en la inercia y estática motivada por
los prejuicios y miedos – hasta tuve que comprarme un
perro.
Uno
se
contagia
con
las
sombras
–
oye
fantasmagóricas voces en los silencios sepulcrales y así
como los ríos engordan sus causes de tanta basura
cotidiana se iba cebando mis desilusiones.
Pues ya no eran claros mis amaneceres – y solo
eran brumas en mis atardeceres – los pañuelos negros
de la muerte flameaban desde mis montañas queridas de
mi Perú – mi patria.
Me decían adiós – eran sus despedidas – las
campanas repicaban el réquiem . mas el rubicundo
Apolo,
posa su rubia cabellera sobre sus hombres –
parecía me iba solo con mis tormentos y lluvias –
anhelante de paz y calma – que mas daba – peroratas
de Claudio.
Era una fruta herida se podría mi alma – sin haber
madurado todavía.
En mis caminos campesinos solamente las hojas
caídas me saludaba al pasar – eran hermanas de mis
esperanzas frustradas.
Una vez fueron las incautas musas o cantos de
sirenas despertando desde sus almácigos mis poesías
inéditas - muchas no nacieron – murieron en sus raíces
congénitas – otras solo fueron nómadas florecillas de lo
inconcebible – entre ellas vi a Yolanda – una violeta de
aromas especiales y miradas lilas.
Yo fui un matemático de profesión y entre
integrales y diferenciales dejé mis incógnitas de la vida y
la muerte.
VI
La génesis de la humanidad vino en dos cojines
rayados y entre cero y la nada nació el infinito – haciendo
ochos en cadena horizontal.
Dizque somos entes sociales pero cada uno lleva
en sus mochilas las jorobas del tiempo y espacio
nuestros propios cachivaches y en las multitudes uno se
embriaga de humores femeninos – de viudas sin rumbo,
hembras sin corazón y nace la flor.
Se vive entre dos aguas – la bendita y la servida –
las dos son a cual mas sucias – la mas infecta es la de la
pila – donde todos los feligreses meten los dedos
enfermos para recibir la bendición.
Entre la cosas de nuestros tiempos – la hoz
decapita el trigo; para dárselo al panadero – el pavo llega
a la noche buena trufado con puré de manzanas – y
aquel otro pavo de nuevo testamento llega a la semana
santa de espinas – coronado y crucificado y uno, cada
minuto es un cero en la punta de una espina – pues en
este perro mundo que fenece es una hija de una perra –
la vida, fácilmente el gato se va al techo – porque es
extraterrestre – y el hombre se está yendo al infierno –
porque es terrestre – es que uno va en la multitud por
inercia e inducción y entre ceja y ceja se fabrica sus
mocos para sus sollozos.
Entre el amor y el odio nunca hubo fronteras – así,
no se si Dios nos amó o nos odió siempre.
El rocío muy de mañana lava la carita de la rosa y
la deja limpia y lozana y ella de agradecimiento le exhala
sus aromas.
Entre los genes y el medio ambiente modelan
nuestra sociedad – nos da el estilo peculiar – por eso no
me, hicieron gracia – las flores decapitadas de mi jardín y
puesto en un florero – izadas en picas de sus estigmas –
simbolizan la estupidez del hombre y la angurria del
jardinero.
Son cosas que solíamos platicar por nuestras
largas noches de tertulias – entre Claudio y algunos
amigos nuestros bebiendo vino de la misma bota.
Nuestras muecas de aquellos traumas dejaron
mohines en nuestros rostros armando máscaras y
caricaturas plasmadas en nuestras curtidas pieles con
las falsas sonrisas de la acuarela insólita, soslayando
algún dolor – aflorada hacia fuera una espiación del alma
herida – o la tomadura del pelo – del pincel del tiempo
vengador. Para el caso – yo tomaba la actitud del sapo –
poniéndome un lapicero en la boca – para callar y no
vociferar mis “delirios tremens” pues las muecas y
mohines los ajan al cuero mas terso y fuerte – las
carcajadas
calladas
en
una
simple
sonrisa
las
flatulencias vertidas en delicados suspiros.
Siempre me encontré – con cuchillas filudas –
erinas de cirugía – estas eran, sin embargo – para
salvarme la vida – en la mano de un facultativo – pero
también – últimamente habían dagas a cada paso – de
asaltantes y secuestradores al paso – ya eran muchos
riesgos en los caminos eran muchos los asesinos –
muchas eran de doble filo – como las lenguas – usando
parábolas, metáforas, ironías – hasta las palabras
evangélicas – eran verdades también mentiras – hasta la
misma sangre eran claveles – rojos y blancos glóbulos –
significando la vida y la muerte fluyendo por los mismos
causes
–
eso
significa
somos
víctimas
a
dos
circunstancias de ser o no ser.
Por otra parte – nunca pedí a ese Dios limosnas –
sabía que era judío – le planteaba un negocio – a
mitades y me iba muy bien – solo aceptó mi mente
aveces estuvo ausente al mundanal albedrío – era ido y
absorto
–
propenso
a
detenimientos
aciertas
problemáticas preocupantes del hombre – un ente social.
Mis pasos siempre fueron una pulgada encima del
suelo – soy un soñador - anduve un poco por los aires
no pude tocar la verdad – con la yema de los dedos, ni
olerla al filo de la nariz – ella es sutil – amorfa e inodora y
a veces hasta insípida e incolora – pero se puede intuirla
en su escencia – con la mirada de mi corazón.
Atraída por la luz – cual libélula fototrópica – me
quemaba las alas en los candiles – de mis ardientes
ensueños – como un ciempiés – burgués – necesitaba
diez boleros para lustrar mis zapatos importados – es
cuando los zancudos disfrazados de luciérnagas – me
buscaban con linternas mágicas en mis noches oscuras
– una golondrina picoteaba mi ventana buscando plegar
sus alas de su peregrino amor – en mi corazón vacío –
petrificado por el dolor – pues entre el verde follaje se
perdieron mis esperanzas disfrazadas de perdiz – así por
mucho tiempo me quedé infeliz.
Mientras tanto – mi amigo Pligio – era más
práctico vendía pantalones con cierre atrás – pues eran
muy funcionales en estos tiempos del sida; el cólera y
maricones.
En un mundo – donde la mayoría se entretenería
con el foot-ball – los ingleses los habían inventado para
entretener a los imbéciles.
Las mujeres, la TV y el foot-ball no se parecían en
nada – no obstante; la camisa – la corbata y las mujeres
me llegaban ahí.
Hoy ríos, no llegan al mar solamente a una laguna
– pero todos llegan al último motel – en hombros o
carrozas.
Claudio y yo fuimos gallos de pelea – muchas
veces trabados para llenarnos de ira – por eso salíamos
a la arena – por la muerte o la libertad – todavía no
hemos plantado picos.
Claro teníamos nuestras propias limitaciones – los
espárragos no estaban en nuestro menú – aunque no
eran muchas nuestras opciones – de elegir – en mi Perú
– pero jamás comimos potajes de segundo plato – los
fríos pensamientos traspasaban el cuero cabelludo –
luego el cráneo penetrando al interno ultramundo.
Entre la piel y la nada – surgían por lo poros –
nuestros deseos apocalípticos y psicodélicos – renacían
los paisajes verdes – en esta naturaleza muerta – con
nuevas acuarelas y vivos coloridos – las intenciones
lujuriosas conjugaban un aquelarre – de mil demonios y
ante una contraseña acudieron mis musas – Golda,
Teresa – Yolanda murmuraba Claudio – eran mis
odaliscas de mi harem poético – claro que él era un
poeta – profeta del advenimiento y anunciador del tercer
testamento – las nuevas auras empapadas de rocíos
matutinos, esas postreras lágrimas condensadas por los
fríos internos – aún los ríos escogían los causes más
fáciles – los indios remontan cumbres sin ser alpinistas –
tan solo para ir a dormir a su choza – el búho necesita la
sombra y oscuridad para su ojos redondos para verlas
cuadradas y las imágenes de sus augurios – el águila en
su mirada cónica en tres perspectivas y en una cuarta
dimensión – en esta parte de la tierra – cuando en un
mal acertijo
llamó indios a los quechuas – y ahí en
machupicchu se ocultaron los dioses – por miedo a los
Españoles – solamente estos metafísicos salen en las
noches sin luna – sus voces son los truenos y las
chispas de sus ojos son los rayos.
Estoy
relatando
las
cosas
del
tardecer
y
anochecer de la humanidad presto a fenecer – la lluvia
tanto – el segundo diluvio universal – los peces se
ahogaban en llantos – enlodando las riadas – cargadas
de los deshechos humanos – y del cielo se descargaba y
mamparas de mi horizonte – el viento pifiaba de cachita
– con carcajadas burlescas – a estas tormentas fortuitas
dentro del cielo raso de mi consciencia alterada – la
tierra parecía una negra – envuelta en una sábana
blanca – de nieve de algodón – parte de ese telar las
llevo en mis sienes y calzoncillos.
VII
Recuerde; Golda estuvo en cinta no por obra del
espíritu santo – era la llamada a ser la última madre – de
esta tierra que llegó a fallecer – por obra y gracia del
mismo hombre – y Claudio fue el último padre de aquella
niña – Jhuly – quien sería la última y primera mujer de
otro cielo terraqueo.
No quiero contar – los motivos de suicidio del
hombre a través de la historia – un depredador – infecto
– ente contaminante – enemigo ecológico – esclavisante
– de aquel ser que un día fue una obra maestra de Dios
– pensante – hablante y libre – prendó su libertad por
tener estómago y corazón – dos grandes defectos de
fábrica – por sus hambres y sus pasiones – perdió sus
valores congénitos y eternos.
Convertido en homus economus adorando el
Becerro de Oro – esclavo del dinero – últimamente
convertido en cucaracha pululando en la basura.
No fue un día cualquiera la culminación de su
agonía fueron siglos de muerte lenta – fabricó armas
letales, bombas atómicas – rayos láser – las guerras
bacteriológicas – tenía su fin.
Un día de una fecha – yo recuerdo – el sol se
puso tan ardiente – pues no quedó ningún bicho viviente
– incluyendo al hombre – la luna se vistió de luto – un
loro todavía agonizante relataba un buen inglés – esta
apoteosis – un búho – escribía el final del nuevo
testamento en un neo-esperanto – que seguramente
será el idioma del futuro – por supuesto no – con
expresiones líricas ni romanticismo.
Luego se sintió un frío tan intenso – como para
una hibernación eterna – Jhuly – por alguna razón
metafísica quedó sola en la tierra – apenas tenía sus
quince años – los acababa de celebrarlos – con una
fiesta.
Salió un instante – a su capilla – para agradecer
sus quince años – y salió a apagar sus velas – junto con
el fin del hombre – obra maestra de Dios – parece que la
tierra cambió de camisa y ropa interior.
Últimamente había aún un equilibrio de los 4
poderes – la iglesia – con el papa a la cabeza; poseía
grandes propietarios reales – por herencias y donaciones
por toda la cucufatería pecadora – oro y plata por diezmo
y limosnas – tenía como arma la fé, las dogmas –
promesas de cielo y castigo del infierno eternales – en un
principio la comunicación era en latín – para mejor
engañar.
El segundo poder: los masones una hermandad
de los arquitectos del mundo intelectuales, políticos con
tradiciones muy especiales de dominio; basta mencionar
a Bolívar, Washington – San Martín.
El tercer poder: eran los judíos – manejaban la
banca; las ciencias financieras – el comercio – y las
artes.
Y el cuarto poder: eran aquellos que usaban
pantalones con cierre atrás – es decir el poder “gay”
pues habían de los tres anteriores.
En segundo plano se vislumbraba el “Black
Power” el periodismo comprometido – sin embargo – tan
solo en un instante – político de poder.
Los dioses metafísicos – le fabricaron para Jhuly –
un hombre – ya no de ese barro de mala calidad que
hizo Dios a ADAN – con un soplo, mas bien un tufo de
aliento – pues Dios ese día estuvo borracho – con su
carnal el Diablo – celebrando al creación de su obra
maestra el universo – un hombre transparente – biónico
ya no se le puso corazón – ni estómago – órganos que
motivaron a los hombres – las pasiones – amores y odios
entre ellos.
Jhuly – quiere que lleves tres cosas rescatables
de tu elección de este mundo fenecido.
Dédme una flor con todo el aroma de la
humanidad – la delicadeza – de una rosa – la humildad
de una violeta – un lápiz labial y un espejito.
Y tu – Jesú – así se llamaba el neo-hombre
biónico – creo su madre – fue Yolanda – su padre Dios.
Dedme – un corazón que lata mil años – un faro
en mi mano derecha – con toda la luz de las ciencias y
artes alcanzadas de la humanidad fenecida.
Qué más dijo – uno de los metafísicos.
Bueno – dedme una botella de whisky – para
chupar con Jhuly – nuestro advenimiento – así comenzó
– el nuevo mundo con Jhuly la última mujer del nuevo
testamento y a la vez la primera del tercer testamento.
Otra vez salió el sol esta vez – por el oeste – con
14 colores en su arco iris – la luna mostró su otra cara –
cambio su posición, el agua ya no era H20 – tenía un
tercer elemento – que fue novedad.
Las aves renacieron como el ave fénix; Eolo se
había jubilado – era otro Dios de los vientos – al parecer
era más digno – pero más travieso.
La tierra era un campo verde los bosques de
árboles frutales – y viñedos aparecieron como por una
magia celestial – todo aquello fenecida – adquirida un
renacimiento – una reencarnación – el habla ni mas tuvo
los matices de los sentimientos – que una vez fue la
poesía bucólica – sino la expresión clara – sin metáforas,
parábolas sin determinantes – solamente sustantivo y
verbos sin embargo Jhuly tenía su corazón sabía amar –
y Jesú la comprendía – pues había heredado el faro del
saber humano y magnanimidad.
El lápiz labial y el espejito – eran la parte grata de
la heredad y el aroma de toda la humanidad – le daba a
Jhuly un esplendor digno de ser la madre de la nueva
generación.
Las nuevas generaciones – eran mutantes – para
comenzar tenían seis dedos en las manos y seis dedos
en cada pie – es decir tenían seis sentidos capitales –
agregados al quinto sentido de la generación anterior –
el sentido estético de la vida y sus pies conocían las
piedras del camino – con antenas captando los tropiezos
a los pasos sus mentes podrían enfocar – los
conocimientos humanos anteriores de toda su ciencia y
arte y desde ahí proyectarse al conocer del devenir – en
una democracia – con las bases de igualdad de los neohombres – quiero aclarar no eran entes sociales sino
entes muy personales – y unitarios sin embargo la
comunicación era telepática en pentadimensión.
El Número de la perfección en la filosofía anterior
era tetra dimensional ahora era penta dimensional – las
quinas o los cinco marcaban las estructuras y la
arquitectura de sus lugares geométricos – Jhuly aportó al
habla – el esperanto – mejorado al neo-esperanto por
Jesú fue el lenguaje de entendimiento con los otros
mundos que aparecieron en la red intergaláxica con otros
seres altamente pensantes – que en otros tiempos solo
se sospechaban en las dimensiones desconocidas;
existía un intercambio de conocimientos muy especiales
y esotéricos; sin embargo nuestra tecnología – fue
descartada – se volvía la dimensión neo-humana – el
equilibrio de salud mental y corporal se basaba – en la
mental física de sus vivencias.
Es decir en la formación mental y física en forma
muy paralela evitando el desequilibrio – de alma y cuerpo
– es decir fuerzas mentales paralelas a las fuerzas
físicas algo así de mente sana y cuerpo sano de los
griegos – traducido en energías para estos mutantes –
eléctricos – biónicos – la mitad humano – en la parte
superior y machos cabríos en la parte inferior – con
testes eléctricos tan grandes que aveces hacían tierra –
por lo que los pantalones tenían para rayos especiales –
para evitar electrocutarse.
Se descartaron los aparatos electrodomésticos –
pues era mucho mejor volver a su innata realidad
evitando en todo la sofisticación y los aparatos y los
refinamientos extradimensionales – artes – superaron a
las artesanías – pues estas también eran únicas en su
estilo y creación – pero si eran apreciados y entendidos
en sus mensajes cada morada – era una cabaña aparte
– en sus puquiales – no tenían inodoros – pues su vida
vegetativa solo eran satisfechos por la energía solar – y
ciertas radiaciones cósmicos – desde nuestra galaxia –
sus vivencias eran siempre nómadas y cambiantes la
felicidad era entendida – como el eterno cambio – por lo
que los nuevos paisajes atraían – por un tiempo – al
espíritu enamorado de la novedad.
El amor era un fenómeno catódico – y anódico – y
una afinidad química – y ondas aurales – de las energías
del alma.
La
verdad
era
aceptada
como
un
trance
momentáneo.
La
duda
siempre
fue
el
móvil
de
otros
descubrimientos ya dije: la salud era un equilibrio de un
par de fuerzas físicas y psíquicas – en un equilibrio
paralelo – cualquier desbalance o desfase – podía
causar la muerte.
La historia del pasado – había terminado – era
cuenta nueva – sin embargo las leyes y su constitución
fue tomada – del mensaje lítico de machupicchu.
Ama sua
Ama Quella
Ama Llulla.
Solamente le aumentaron
“Ama Upa”
no seas imbécil
No habían ladrones
No habían perezosos
No habían mentirosos
Ni tampoco imbéciles.
Por consiguiente todo sería por lo menos algo
aproximado a la justicia y bienestar – Jhuly en todo
momento siguió siendo la flor con todo el aroma e la
humanidad fenecida – su lápiz labial y su espejito eran
los recuerdos de la femenidad de las mujeres de aquel
ayer que solo quedó en la bitácora de esos dos
metafísicos
Dios
y
el
Diablo
acontecimientos del universo.
artífices
de
los
VIII
En el caso mío – soy una reencarnación en un
cactus de tal suerte he podido parapetrarme a una
distancia solitaria – asido de mis raíces un anacoreta –
quizá un poeta veo un paseo de antorchas entre las
sombras fantasmagóricas las fosforescencias de las
osamentas de los que fueron humanos y el antimonio de
plata que fue el metal vil del ciclo pasado.
O quizás también de seres extraterrestres que
poblaron esta parte del universo en otros tiempos –
remotos antes de Adán y Eva – estuvieron de huéspedes
en estos desiertos y se fueron en espíritu de vuelta a
sus moradas galáxicas.
Claro soy espinoso . metido a la tierra en raíces
profundas – un espectro transparente con gruesas
espigas de metilo; lo azul de mis ensueños.
Mis espinas – antenas al infinito – captó algo del
mas allá – quise entonces apelar a esos cielos – ahí no
habían fiscales ni jueces además – Dios era mi abogado
y el Diablo mi consejero – mis ideas se limitaron a los
espacios parametrados – limitando el alcance de mis
miradas – por eso solo quedaron en la introspección
analizando del cero a derecha de la punta de mis
espinas encontraba los decimales y a la izquierda el
vacío y la nada – pero si por las puntas transcurrían
todas las líneas – de las vivencias rectilíneas y las
memorias de Golda – de Jhuly; del viejo testamento idos
en una bíblica cabalgadura.
Los vectores cuyos resultados era parabólicas –
lugares ingeométricos – sin embargo habían en mi alma
para dar posadas a mis ideas peregrinas.
No pude desquitarme los maltratos inmerecidos –
recibidos de la vida – de las flores escogí ser silvestre –
de salvaje aroma clandestina – no seguía jamás la
corriente – del camino fácil del río – más bien me
gustaba salmonear y columpiarme en las cascadas –
escalar cumbres – andinismo de mi génesis – un espíritu
no emanado de la parte oscura del alma – sino de la
transparencia sutil de las emanaciones – antorchas
peregrinas de mis neuronas cerebrales – fueron luceros
matinales en las tinieblas finiquitantes dejadas en esta
noche de la humanidad – de ese ayer ya difunto.
Mucho tiempo anduve pateando mis sombras, hay
huellas de esos pasos no impresos en las arenas del
tiempo injusticiero y corredizo – quizá solo montículos –
dunas de las arenas preferidas – castillos peregrinos y
mutantes – removidos por los caprichosos temporales.
Anduve un poco – por el aire mis pasos no fueron
contundentes – no plasmaron las dimensiones de mis
pies – muy poco tocaron tierra – por ir ensoñando – por
otros caminos azules de la poesía, el extraño mundo del
arte y la inscripción.
Nuestros espacios y limitaciones – lo grato no
estuvo ahí; sino afuera y oculto – la inscripción de
encontrarlas – no están tampoco en el lado oscuro – sino
en la transparencia sutil de los honestos – mis antorchas
– muchas veces fueron luces de puro farol – espejismos
de mis delirios – de mis angustias – en las tinieblas del
alma – no existen luceros ni sol.
No fue posible mantenerme a flote – entre
corrientes encontradas – “un remolino, un torbellino” un
tornado te eleva tan alto luego te tira al piso – por eso
preferí salirme de la corriente libre y consciente – antes
de zafar en una resaca – preferí ser un cactus solitario.
Comía mucho pan tardío – la angustia de mis
hambres de otrora – yo ni si quiera tuve mamá del cielo –
pero si – mar negro – mar rojo en mis perspectivas, yo
no buscaba el becerro de oro ni hostias para comulgar –
mundanos cuerpos – mas bien un oasis – una palmera
dátiles o un árbol de olivo – con unas cuantas aceitunas
y un trago de agua fresca.
En la ironía de tenerlo todo – ya sin corazón – ni
dientes – solo pude rumiar las chac-chadas ideas, no
dirigidas de aquel ayer.
Ya no acudía la sangre a la pata de gallo de mis
ojos – apenas un rubor de rábano – muy superficial de
una extraña sonrisa – no era monalisa.
Las puntadas de mis heridas en sus cicatrices
yacían algunas ideas todavía no difuntas – de las
puñaladas recibidas – pues mis sueños eran pesadillas –
de dos enemigos que duermen en la misma cama – qué
dilema - no soy un bombero – no incendiario arrepentido
– me decía; “Dime con quien te acuestas yo te diré como
amanecerás” – me convencí – se respira mejor por lo
hueco de las heridas así como los pensamientos corren
a raudalos por las zanjas de los traumas y los grandes
propósitos son de almas infantiles – y la geografía sigue
siendo las causas de las guerras, mas estoy plenamente
convencidos que la luz del alma – tenue y tibia es mas
clara que cualquier luz artificial o celestial; así en este
escenario se danzan los anhelos y frustraciones – pues
últimamente obtenía casi nada – pues mis números
marcaban sólo mis limitaciones, casi como la Biblia dice:
Las mentiras o verdades a medias – sin embargo me
tocó ser el narrador de la última – mujer de la tierra Jhuly
y la primera de aquel otro del advenir en quinta
dimensión – estoy seguro no fue casualidad . cabía pues
algún merecimiento. Si ella quedó sola – pensé en la
peor maldición para una mujer: dormir sola – pero los
Dioses – inmediatamente le fabricaron a Jesú – el primer
hombre de la nueva generación mucho mas hombre que
Adán y sus descendientes – y Jhuly mucho más hembra
que toda mujer del pasado.
Y la mejor bendición es dormir con ella – la bella
enemiga:
Es que Dios había tomado de la costilla falsa de
Adán – a Eva – Jhuly era de la costilla verdadera – y no
por cesárea – sino de parto natural – de Golda – estuve
seguro – los hilos de la vida – los manejan los dedos
metafísicos – mas satánicos que divinos – haciendo que
el hombre solo era una marioneta de carne y hueso o un
pelele.
Más comprendí un día – la mariposa de luz de
cada mañana cambiaba de matices cada mañana al alba
y se ponen oscuras al crepúsculo y los celajes de la
tarde.
Ultimamente eran diferentes los Arco – Iris – para
mis profanos credos – aladas de aves revoloteando en
espacios cumbrados y las jorobas del tiempo habían
llenado mis mochilas – un día tuve que dejarlas todas en
una posada “llamada” “El Ultimo Motel” – pues había
nacido desnudo y la vestimenta no era ganancia – pues
habrá aprendido mi conciencia a mi yo y a la luna – al
ladrar con espíritu canino.
No niego; el amor – era en mis póstumos días –
dos olas de mar – se encuentran y se besan – unas
veces se separan o juntan sus ondas para ir a estrellarse
en un mismo arecife o a llorar en la playa – muchas irían
hacía el ártico o antártico a convertirse en un inceberg
flotando como témpano de hielo de
las entrañas – los corazones volcánicos del fuego de las
entrañas – los néctares se convierten en cenizas o se
van al papel higiénico o a las aguas servidas en un
preservativo o esparcidas por el viento en espacios
diferentes – por este celestino profesional – o en los
tentáculos de las mariposas a servir de polen entre las
entrepiernas de las corolas de pimpollos de flor – o se
quedan plasmadas en dos miradas convergentes – luego
difieren en otras direcciones otras se confunden en una
sola – una sublime eternidad – eso era cuando nuestra
anatomía todavía tenían corazón.
Ultimamente me seguía la fama – cual una
sombra de fiel prostituta – como un inmenso elefante con
dos colmillos afilados – uno de marfil y otro de oro – iba
perdiendo la intimidad hasta quien sabe la dignidad pues
la virginidad la había perdido – años ha.
Solo recuerdo sus pétalos frágiles – sentados en
rosadas corolas de aquella rosa – mi primer amor un
pétalo de rosa izada en la punta de una espina – hoy es
un recuerdo – de una mujer caminando de puntillas en
zapatos de tacos altos realizando sus lindas piernas – y
al caminar descalza – lo hacía lo mismo.
Creía siempre eran banderas a media asta izadas
a la vanidad – yo aún era feliz cuando era un niño o un
soldado recordaban la mitad de la mitad de sus pies –
por caminar de puntillas dejando ver así sus andadas
callejeras con tacos altos; su discreto bikini – decía de la
verdad desnuda y honesta de la bondad de su anatomía
– del arte de la creación viviente titilaban sus largas
pestañas antenas al infinito – captando ideas del etéreo
cielo tropical – la vi alejarse de mis ojos; pero jamás de
mi mirada me fui tras de sus pasos hasta un atolón, la
encontré sentada llorando al mar alguna pena o recuerdo
los cristales de sus lágrimas rodando por sus mejillas –
perlas el mar cosechaba – no em atreví a decir, una
palabra – el mar en acallaba con sus resacas y cantos de
sirenas -–es cuando vi el cielo a Eros disfrazado de
pájaro marino – hizo que nuestras miramos y poco a
poco – nuestros corazones latían al unísolo – nos
habíamos encontrado en aquella cita concertada – por
Dios u otro metafísico un alcahuete perfecto.
Ella fue Golda Endira – protagonista del último
idilio en lo que otrora – fue el llamado “segundo milenio
de la cristiandad”.
Eran multitudes como los hatos de las vacas de
Canadá andan juntitas para hacerse color – una vaca no
ama a la otra – pues si una se separa se muere de frío –
multitudes solitarias – donde cada uno es solo, dentro de
un aglomerado de entes de ideas fijas – una sociedad
pegadas con mocos – cada uno la pasa haciéndose el
loco o la despeinada – escapando de la realizada – por
eso escogí lo histriónico – locura especial – en un otismo
y ostracismo – un cactus en el desierto – pero no dejé
de pensar en las multitudes solitarias – deambulando
solas como aquellas vacas de Canadá.
Pues mientras tanto la tierra cambiaba sus
calzones con pantalones con cierres atrás – por la
estrategia del momento – también de camisa con los
tintes y matices ecológicos del nuevo advenimiento – las
camisas eran tipo policía, apenas en cierta forma
tocaban pito – fui un poeta mitómano – otista – con mis
metáforas y parábolas del mundo histriónico.
Aún el sol en sus destellos de coloridos celajes –
anunciaba el final de un mundo se iba por la tangente – a
una regénesis de otros matices que nuevos colores – del
arco iris, en mi apartamiento y silencio se desnudaba mi
alma – y mi vida colgaba de la punta de una espina.
Como un reo sentado en un banquillo de
acusados no tenía abogado – ellos fueron los primeros
borrados del mapa – por mentirosos – y demagogos –
junto con los diputados y los curas hipócritas históricos
del momento – pues ya tenía insomnios – bostezaba con
asomo de despertarme – en un mundo algo diferente –
pues había sido elegido para narrar la regénesis de este
mundo – de auroras y celajes diferentes – yo
simplemente era un ruiseñor cautivo de mis musas
deliraba poesías – y a veces fantasías – sin embargo –
nunca supe porque fui yo el indicado.
Recuerdo cuando aún era el fin del siglo XXX –
las mujeres bostezaban por su maridos – y suspiraban
por sus amantes – por eso tuve problemas de senos y
cosenos; pues ellas fueron tremendas hipotenusas –
cualquier mujercita tenía sus dos catetos – al cuadrado y
querían mas porque tenían curvas – y podían salirse
fácilmente por una fuerza peculiar de centrífugas me
inducieron a ser como ellas – Juan Sebastián Bach –
tocata y fuga.
Creí en la amistad
más no el amor.
Este pide pruebas y recompensas la amistad es
un sentimiento que no saca ventajas - mis puertos ya
estaban sepultados entre las brumas – habían atolones
repentinos entre los oleajes – patinando sobre aguas
congeladas y otras veces tirado en trineos de perros
infieles – fueron largas mis distancias.
Mi barca poblada de pájaros cagones – posados
sobre sus árboles pelados – convirtieron en una letrina –
los espacios de mi velero ya a la deriva – eran tantos los
conjuros – mi sombra mi escudero – muy enana al medio
día – fielmente me seguía mientras hacía sol al final tuve
que picotear – un árbol – como un pájaro carpintero –
fabricando un posada o para fabricarme un ataúd y
escribir en su corteza – un epitafio de aquí a la eternidad.
Sin embargo la escarcha tapizaba mis distancias –
teniendo una sábana blanca de las nieves invernales –
no pudieron aislar o humedecer los azules cielos de mis
eternos ensueños.
El alba abría las negras persianas de la noche
transcurrida bostezando un aliento del nuevo día
- se
me platearon los rizos de los dorados cabellos los
encontraba mucho mas bellos pintados – por aquel pintor
de brocha gorda – llamado tiempo; destellos de mis
madurados pensamientos.
No quedaron mis huellas sobre la nieve – ni sobre
las arenas de mis postreros caminos borraron los labios
fríos de los vientos.
Y entre la aurora
y el crepúsculo.
La muerte me dio un ósculo – así muchas noches
oscuras sin luna ni estrellas – estas en un momento
desaparecieron par no ver – aquella hecatombe del triste
final y el nuevo advenimiento sólo tenía los candiles
encendidos de mi alma.
En esta oscuridad aún puede oír las letanías de
las almas en pena – ave Marías de gentes creyentes
pero Dios estaba sordo o se hacía el idiota.
Se levantaba el nuevo alba como una mujer
perezosa- después de una noche de placer ante los
rayos fanales del amanecer – de los últimos amoríos
lascivos y pasajeros – yo solo inverné mis fríos amando
el calor de mis bríos.
Era luego una montaña de arena – a cuya cumbre
trepaban unos hombres – cada uno por distintos
recovecos en un principio eran sendas claras enlozados
y pavimentados se podía subir sobre ruedas – luego
apreciaron los atajos – se tenía que sobrepasar a rastras
– no todos salvaron el viaje.
Habrían muchos cobardes en este verde valle –
sin embargo asido de unas ramitas de molle tierno como
unas manos pequeñas de apoyo – pude arribar a la
cumbre a duras penas y esfuerzo incólumes – pues el
camino para mi era el mas difícil – no sé porque.
Ahí arriba me esperaba una bella dama – con la
espalda a la arena – en paños menores – pues era
Golda – la expresión de la belleza del siglo – es cuando
se graduó de mujer – con su diploma sería la anunciada
Jhuly años después – solo me faltaba este tramo – de
vencer los arrestos de sus brazos de mujer enamorada la
montaña solo era una mole de arena de la fama – de la
metáfora de una institución académica – llamada “Nobel”
no remiré hacia abajo un abismo resbaladizo y profundo
– mi espíritu de alpinista con la fé en mi mismo – y de
aquel optimismo ya con ella llegamos a la cúspide – solo
era un hoyo – nuestra tumba de la fama y Yo.
IX
El tiempo, espacio y las circunstancias artífices de
nuestras existencias motivos trilógicos de nuestras
vivencias – sin embargo yo busco la libertad todos los
días y la defiendo todas las noches – la miro en el cielo,
pero con los pies en el suelo – sin embargo he hecho
mucho derroche por mis distancias y correrías – pues
existen leyes supremas y universales nos gravitan a la
tierra
vivos
y
muertos
–
buscamos
alas
para
sustentarnos por encima del mero suelo – así no cabe la
libertad en la eternidad – tenemos parámetros y fuerzas
opresoras – mientras tanto entre lágrimas y risas se
turnan haciendo ochos horizontales al infinito – esta
cadena se rompe con el último suspiro o se encarne en
otra vida – si es que se ha ganado la inmortalidad –
somos un yo, si es que se ha ganado la inmortalidad –
somos un yo, con otro antagónico y fiscal – así como
Dios, el Diablo enemigos eternos ninguno de ellos puede
eludir del otro – pues el alma y el bien son diseños de
estos tremendos metafísicos – así los mitos de libertad y
felicidad son espejismos modernos – para este ser
humano con estómago y corazón y unos cuantos
candiles de inteligencia.
Son las hambres, aromas, perfumes, alientos –
besos y el calor de las entrañas nos encadenan a una
dulce esclavitud o fatales desgracias muchas veces
mucho mas allá de la muerte – así como fue mi amor por
Golda – en este valle del señor.
Por un beso de amor
el capullo se convierte
en flor.
Es el caso de Golda – se cree el hombre todavía –
es un ser pensante, hablante y libre – esto es la mitad de
su realidad – también es un ser con sentimientos,
esperanzas y valores.
Mas aún recuerdo el caminar de ganzo – la
mirada quieta de auquénido.
Ella había caminado por estepas, praderas y
médanos cargando sus pequeñas mochilas de sus
preocupaciones juveniles – había quedado muy niña –
huérfana de padre y madre junto con una hermanita y un
hermanito – mientras yo sentado en la copa de un
frondoso alto pino – era un búho haciendo coplas
presagios del destino – no era gitano – sabía leer las
líneas de la mano – y en las tomas de decisiones las
acerté muchas veces – y aquella cuando conocí a Golda
no me equivoqué – necesitaba ternura – pues muchas
fueron las lides y bregas de las contiendas en mi camino.
Aunque fui siempre un gallo de pelea – de pura
sangre – de a pico y navaja entré altivo a las arenas –
otras veces era un inquieto picaflor – chupeteando
néctares de flores en muchas primaveras de muchos
abriles.
Otras veces como la liebre raudamente recorría –
matando moscas a pataditas o lentamente deshojando
margaritas – era muy feliz – pues era libre.
Y otras veces de taquito – mataba mariposas
nocturnas o zancudos pues eran insectos pervertidos y
cuando me ponía iracundo sobre todo con los mosquitos.
Había abandonado el tren social de mi mundo de esta
vida programada sobre rieles – no me caía tan bien – así
me había pasado al otro lado del río – ante me fabriqué
una oroya y pude vadear su torrente caudal – ahí me
esperaba Golda – el gran amor mío.
El pasado y el presente dos premisas cuya
consecuente era el futuro inmediato, la sucia verdad
histórica de lo que fue la existencia – aquellas páginas
ingratas de mis vivencias de la realidad pragmática de mi
siglo – me tocó vivir dos vectores y una resultante – dos
catetos y una hipotenusa ya sean positivas o negativas
de lo que fueron mas resaltantes de lo tangible de lo que
fuimos en nuestros espacios y tiempos y de lo que
seremos antes de irnos.
Somos caninos mordiendo con rabia – nuestras
propias consciencias – ladrando a las sombras proscritas
dejados en nuestra retaguardia – aquellos berrinches y
caprichos – dejando mitos – leyendas y amuletos en un
légamo de recuerdos fortuitos – pero hay un solo
recuerdo de lo inolvidable – el amor eterno; un arrecife
de las sonámbulas comparsas – fúnebre carrozas de
ensueños de otras esperanzas falsas.
Así mi agorero mirar de búho – al patuleco
caminar del tiempo – dos estilos en curioso dúo –
aptitudes de lo que fueron mis pensamientos.
No hay caso, somos una inseminación híbrida de
un progenitor extraterrestre en un óvulo de un animal
terrestre, eh ahí nuestras imágenes insólitas.
“Mas animal que pensante”
Nuestro yo y estas dos circunstancias de aptitudes
humanas y animales determinan nuestras vivencias – el
hombre un ente hablante con ínfulas de libertad – me fue
fácil prendar aquella – por un beso y abrazo de Golda
que se adueñó de mi corazón.
No cabe duda – soy un híbrido pensante.
Las neuronas de mi cerebro apenas eran
luciérnagas en el celaje y légamo – las células de mi
cerebelo arenillas candentes en los médanos y aquellas
del gran simpático iones polarizantes de mis reflejos y
actos en tics anódicos y catódicos arrancando cantos y
aveces llantos.
Esa trinidad del ser humano – padre, hijo y
espíritu santo, comulgando de una sola hostia.
En esas coordenadas polares demarcan las
configuraciones topológicas de nuestros lugares de
extrañas geometrías.
Mis luciérnagas encendían sus linternas, los grillos
afinaban sus violines – las mariposas nocturnas
cambiaban sus babydolls internos y los luceros prendían
sus candiles en esta dinámica de los vivientes todavía
del tardecer ya próximo a su final.
Un sapo experto meteorólogo – pronosticaba una
noche tormentosa un cojuelo de figura odiosa seguía
siendo
un
esotérico
geopolítico
–
decía
de
las
marabuntas neblinas ya cubrían este medio mundo –
como grandes alas de una gallina clueca.
Los hombre, como los polluelos piaban buscando
abrigo – bajo las alas del cielo – esta vez sádica y cruel.
Sé que tenía talento – desnudaba algo de verdad
– pero no sacaba trapitos a la calle mas la sucia
sapiense – de los malditos divulgaban los pecados al
aire.
El tiempo ya había arrugado la tesura de mi rostro
y los tenía peor que mis colgajos dibujando un macabro
semblante con sus impecables tajos – enfriando al
macho cabrío – de mi masculinidad a este gallo de este
corral – perdiendo mis sensuales bríos – esos testes del
chivo – que de soslayo terminaron haciendo tierra izando
de sus barbas sus pararrayos todavía el mar mostraba
sus senos ondulantes – cuyos pezones se erguían sobre
las olas y ondas sensuales y sus orgasmos espumosos a
borbotones; pero sus labios lesbianos aún besaban las
ardientes playas cubiertas con sus sedosas cabelleras
cariñosas con el fulgor de sus entrañas – las húmedas
playas y en este himeneo se desmayan.
Quizá así fue los arrestos postreros de Golda –
cuando aún el sol salía por este y la tierra no había
cambiado de camisa.
El amor salvaje y clandestino en la magia sublime
de la natura – el eterno frenesí – de un cariño.
Yo solo fui un atolón solitario conocí muy bien las
cuitas de las gaviotas y del deseo sensual de las olas y
mareajes.
Estoy contando el acontecer posterior del siglo –
en los perfiles de mi locura profética de mi alma poética
talladas por las lluvias internas cuya escultura dicen
mucho de mis ideas turbias.
Pues una vez fueron límpidas y claras hoy
tornados en sucias – aquellas ideas sensatas solo fueron
las primeras nupcias – luego he comulgado mundanos
cuerpos – tuve muchas navidades y noches buenas y
vulgares hostias de cada día – desfaciendo mis entuertos
– ahora pendo en un hilo – como un péndulo oscilante al
margen de mi propio abismo.
Si alguna virtud tuve – no esperé jamás que mi
pueblo haga algo por mí – sino creía en mis propias
posibilidades – pero para ella – era capaz del heroísmo y
sacrificio – la tierra es una dádiva de la creación y el
hombre una obra maestra a pesar fue hecho de barro de
mala calidad, una torta de navidad del cocinero de Dios.
Pero este insigne sujeto llamado hombre – dejado
en un solo puerto – cada uno surcó al mar en su caballito
de totora bogando solo en altamar.
Ya los rayos oblicuos de la tarde de la luz
agonizante dibujando en el cielo el último celaje con todo
los maquillajes de luto y coloridos de matices con los
últimos colores del arco iris.
El día era un tierno palomo agonizaba en las
sombras y manos del crepúsculo – sus últimos fulgores
besaban tiernamente a esta noche eterna – beso del
último adiós.
Así fue mi cariño quizás loco o ciego o el último –
con la ternura de un niño – una tarde callada con los
propios matices del arco iris de mi alma le entregué mi
vida.
Sin embargo era salitre como calzoncillos de
ferviente, pescador – un día me compré un terno un saco
con sus dos pantalones – pensando que me dure y sea
eterno – “me robaron el saco” pero sucedía en las
mejores familias y en la cuerda floja otra vez bailando
tango – el día de mi santo me resbalé y fui a parar
raudamente a un
inodoro de un baño abierto y me
empapé de algo mal oliente vilmente.
Hay trampas puestas por el carnal de Dios
llamado Diablo – que le gusta hacer malas pasadas –
después de todo – se matizaban las cosas entre lo
angelical y diabólico – y las cojudezes humanas.
Aunque
siempre
caminé
con
mujeres
bien
relacionadas es decir de muchas relaciones sexuales –
puedo mencionar unas – Teresa, Juliana, Yolanda – por
decir unas – disputaban y las computaban en la cámara
baja – solamente eran bellas – muchas eran hijas de
Buda otras eran hijas de la puna – no me dejaron huellas
de amor – solamente mis bolsillos vacíos.
Tampoco fui un buen cristiano – no metía el dedo
a la pila del agua bendita – era muy sucia – ni pude
confesarme pues los curas eran hipócritas – y de las
canillas y fémures de mi suegra difunta me hice un silla –
y de sus anchas caderas – una mesita de noche y de su
piel curtida un estropajo para fregar las escaleras – del
vacío de sus ojos en su calavera – dos sockets de focos
de cien voltios para mi lamparín nocturno y de su
calavera sola – era cabezona la vieja – me he fabricado
un cajón de madera donde guardo dos pistolas una que
me he comprado y otra que el último papa noel me ha
regalado – y de su sangre de orchata una morcilla para
mi perro para curarle la rabia congénitas por ella; y de su
irsuta cabellera un par de escobillas para lustrar mis
zapatos – y de sus largas uñas – castañuelas – para
bailar olé olé con su sombra – dando gracias que se fue
– las suegras no tienen derechos humanos.
X
Ahora quiero relatar – de Golda – protagonista del
último amor de la era cristiana fenecida.
Dormitaba ella con sus bellos ojos abiertos – con
las manos en la nuca – debajo de un olmo frondoso
todavía al margen del río Amazonas – vivía con sus
padres en una posada – miraba por las claraboyas del
follaje – la luna – contando con sus dedos las estrellas y
los carneritos; las nubes saltando lingo – así soñaba las
noches bellas de la selva jugando con sus sueños un
bingo – hoy – ya huérfana metida en una sociedad de
consumo – aún no ha olvidado la altedad – aún cree que
sus padres moran allí – velando con sus miradas por ella
y su hermanita – mirando sus problemas en una mera
horizontalidad.
Tendría Dios pedirle perdón por haberla dejado
sola en este valle de dolor – a su libre albedrío y riesgo
aunque sabía – Dios creo a la mujer – de una costilla del
lado izquierdo – junto al corazón – para ser amada y
protegida – la única forma de ser feliz aquí – era todavía
una niña en su ro-ró apenas gateando completamente a
su destino “seguía aún llorando su orfandad”.
El no temía quedarse dormido celebrando su
creación el universo – ora maestra y su obra de arte – un
hombre y una mujer por supuesto no somos hijos
espudios, ni tampoco putativos no merecíamos su
repudio – sospechaba ella por su intuición femenina – el
sol tenía la intuición – apagar sus lámparas para este
orbe – la luna ya había sido mancillada por el hombre –
varias veces ya no era virgen – la luna – los mares
apenas podían protestar en resecas agónicas a tanta
basura que engordaron sus causes – arrastrados al mar
fornicando sus sanas entrañas.
Golda
ya
tenía
preocupaciones
sociales
y
ecológicas.
Las mariposas caían en parvadas como hojas
muertas que despedazan los vientos – heridas y
destrozadas en añicos las nubes de sus cielos selváticos
eran gases horripilantes de todos los malos humores del
hombre – ella buscaba un aire puro – con sus ojos
suplicantes – los árboles lloraban a solas plantados en
sus raíces eternamente sin poder huir a otros lares – sus
hojas caídas no tenían muda – ni renacerán jamás –
pues no habrá primavera – pues eran desnudos y
esqueléticos – tenían vergüenzas profundas de ser
árboles y envejecían quietos y rápidamente – y en sus
desnudos ramajes no mas se veía nidos de pájaros –
estos parece se fueron hace rato a otras galaxias –
solamente quedaron nidos de insectos voraces de sus
troncos – era la naturaleza muerta por la contaminación y
polución todo habría quedado yerta – ya se veían
murciélagos venidos a los funerales del hombre y la
mujer – con antenas y radares transcurriendo las
cavernas como ratones alados – mas bien parecían ratas
voladoras.
Las moscas se habían olvidado de la computación
de sus vuelos y se estrellaron entre ellas en un santo –
AMEN – las luces de los semáforos tricolores – en los
vuelos de tránsito se convirtieron en obsoletos.
Las pulgadas doctas en anatomía, expertos,
conocedores de las partes blandas y sanguíneas y las
partes eléctricas femeninas.
Ya las estrategias para desafiar los atajos, las
barreras y las estalactitas de los hielos filtrantes no
funcionaban – la tierra temblaba presagiando con una
curiosa movida – con su terrunia feminidad – este acto –
con su mirar de soslayo – el sol se puso sus lentes
oscuros para no mirar – en una actitud hipócrita – con
una mirada bizca – al rey de la selva pasando apuros –
pues la luna se hacía la despedida como una tapada
limeña aguaitando con un ojo este desmán.
Un pequeño monito haciendo el amor al grandazo
rey de la selva – causando mucho estupor – cosas del fin
del mundo.
Cuando sentían en este ambiente el olor a muña
del negro – a huanaco o llama al indio y a queso fresco
al blanco y olor a rata al amarillo.
Cuando se veía correr un negro en la calle, es un
miserable ladrón – un blanco en el mismo detalle era un
deportista campeón – un indio subiendo a las montañas
está yendo a dormir a la cima donde esta su cabaña – el
blanco es un alpinista – el negro que no canta en la puna
por mas que sea optimista – solo estoy contando los
preludios y epílogos del fin fatal – con mis ojos y la de
ella.
Cuando el susurro del céfiro cortando la verde
paja de la puna andina – a la altura del territorio peruano
– parecía decir los únicos sobrevivientes sobre la faz de
la tierra – ya que perecería todo bicho viviente y fitológico
– serían las cucarachas y los peruanos – pues estos
entes tenían el superpoder de supervivencia – hasta
comiendo resagos o excrementos – pues en otras partes
se agotaban por sus cóleras – sidas y otras infecciones
letales últimamente estaban usando pantalones con
cierre atrás funcionales para sus rearreas y mariconadas
– el murmullo todavía de las cristalinas aguas en estas
alturas – del Perú andino de los pequeños riachuelos
traían trágicos mensajes – del acontecer inmediato vistos
desde las alturas y de las doradas celajes de este
tardecer andino – a las profundidades de sus valles y
quebradas – hablaban del trágico final – sus causes en
el Perú profundo ya no eran ni mas limpios y cristalinos
en estas horas amargas – el hombre era un ego y su
medio ambiente – una conciencia y sus circunstancias –
los impactos plasmados en su corazón y su mente.
Este yo y está, últimamente circunstancia ya no
pertenecían a sus “modus vivendi”. Era una trágica
realidad irreversible nuestra minimizada libertad – en la
toma de nuestra decisiones por nuestros por nuestros
desequilibrios emocionales, como entes contaminados e
inducidos a una sociedad pervertida por el tiempo y
espacio histórico.
Nuestro balance del debe y haber – de las cosas
positivas y negativas hace rato estaban en rojo vivo – en
la computación celestial.
No existía la confianza en uno mismo – ni en los
prójimos – solo la fé ciega en algún Dios sin dirección
conocida a la visión humana; no podrá ser testigo ya
escaseaban las luces del cielo y el cerebro – ofuscado –
no había caminos a elegir – pues se había apagado – las
luces de la libertad solamente éramos seres fatales como
hojas
que
lleva
pensamientos.
el
viento
junto
con
nuestros
Parecía escuchar – a algún redentor postrero:
“Dame tus cansado manos – deja de chapalear en estos
fangos pobres con uñas y dientes adheridas a un arrecife
de un mar salobre con tu último elan defiende tu vida” –
si puedes vivir sigue adelante, saca del fondo de ti
mismo tu fé inmarcesible de salir de ese atolladero – del
fondo de ese abismo – aún hay esperanza tras el último
suspiro.
Mientras oigas el tic tac del latir de tu corazón y
veas una luz en el horizonte hay fuerzas suficientes – en
el corazón y la mente la sublime razón de seguir
desafiando las olas bravías te doy la mano por única vez
– yo también estuve en esa onda.
Ya los pasos dados – en las arenas del tiempo
fueron borrados por los rastreros vientos – nuestras
huellas en las mojadas playas por las resacas del mar
fueron arrasadas – aquellos granitos de arena de las
cuentas de nuestro rosario – hoy son frágiles montículos
de nuestro lotario de nuestras dichas y penas.
Así hablaba Golda en un futuro de un pasado
cercano.
No valía la pena de llorar pues las lágrimas
resbaladas por las mejillas fueron atomizadas antes de
llegar al suelo solo quedaron algunas – enjugadas en
nuestras pupilas – nuestras risas carcajadas se acallaron
y apagaron en el horizonte – muy pocas veces se oyen
sus ecos como lejanas voces de adiós.
Olvidamos los valores intrínsecos atesoradas en
nuestro mundo interior – no son políticos ni económicos
sin algo imperecedero y superior – los otros se pueden
perder – en un caso dado – hasta la virginidad saltando
el río o por un simple amorío o por una patada – ahí
donde te dije – como siempre suele suceder.
No olvidemos – hemos llegado aquí – desnudos –
luego
nos
disfrazamos
de
payasos
merecemos
obviamente esa patada en el trasero.
La inflación, recesión palabras y fenómenos de
moda – el primero de nueve meses tenía alumbramiento
– y la inflación máxima reventaba en un shock por un
simple pinchazo – la otra llamada también estagnación o
detenimiento
–
detenida
las
aguas
ocurría
el
abombamiento – el agua debe correr como una tromba o
caer en cascadas – o cataratas para airearse y
oxigenarse – y ni siquiera – como estalactidas goteando
lágrimas del deshielo de la perpetualidad de las nevadas
o como tenues rocíos – sólo para lavar los pétalos de
una rosa.
Se necesitaba una limpia y purificación y dejarla
correr – la vida se infecta en la monotonía – y todo
cambio es felicidad – lo mejor esta en otra parte y lo
distante – pues hay treinta y dos puntos principales o
derroteros en la rosa náutica treinta y uno van a Roma –
símbolo de la felicidad – y uno solo a la gran vía –
paradigma de la desdicha.
Los hombres y las mujeres son propensos por
irse a la única dirección de la desdicha – la gran vía.
Todo cambio es una movida de los dados de
nuestro cubilete – sobre el tapete verde de nuestras
esperanzas una sena y cuatro ases camina la tortuga.
En las nuevas sendas marcadas por nuestros
pasos diferentes – la novedad es grata al alma de un
creador. Hay dos clases de camisas – tipo gallina y tipo
policía – la tierra cambia de camisa cada primavera – el
sol usa un nuevo lente de contacto cada día – la luna
cambia de sonrisa cada noche – lo grato esta siempre en
la vez primera no se debe andar con los mismos
calzoncillos manchados – huelen mal.
En cada surf desafiante manténte luchando a pie
– no eres un camarón dormido cada mañana canta
nuevos maitines – jugando siempre a las numéricas
perinolas – hay claro muchos escollos y cayos repentinos
– cascadas porrazos y tumbos – retos, desafíos y
arrepentimientos de todo hay en este mundo – siempre
hay sorpresas gratas en todo camino.
Es la importancia de llamarse un hombre ganador
o mujer realizada – algunas veces se tropieza y se cae,
lo grande de esto es saber levantarse – vivito y coleando
muchas veces se retrocede o corre de la brega –
solamente para tomar viada y volver a la larga – con mas
valor y ahínco.
Nadie se ha aliviado todavía del vapuleo y calvario
– cada uno tenemos nuestra cruz – más hoy se carga en
vehículos motorizados así transcurrimos a ciertas metas
– con cierta ayuda y facilidad recuerdo – yo era la
reencarnación en un cactus – un candelabro – que cada
punto de mis espinas era un cero de donde pendía mi
vida – pero Golda era rosa – una flor de un día y espina
también del resto de mi vida.
Soy un candelabro para anunciar a los siglos
venideros – el faro que pidió Jesús – con toda la luz y
ciencia de esta humanidad fenecida.
En medio de un desierto sobreviviendo con las
últimas lágrimas y alientos de los hombres que fueron en
esta tierra – hoy desértica y árida – tengo el corazón mas
frío – como un témpano de hielo a penas las tibias
calorías – de mis latidos – ya son muy frágiles los
cristales hiélicos de mis sentimientos – y solo luciérnagas
las luces de mis pensamientos – en ésta nochedad
solitaria y fría – aquellos montículos de arena que
formaron los últimos alientos de los granitos de nuestros
recuerdos – fue tan sencillo y común – se iban
desmoronando solas – pues solo existían pequeñas
radiaciones en forma de ventiscas de las últimas bombas
atómicas de la guerra final icebergs de suspiros
condensados – dunas y diamantes carbonizados de las
lágrimas puras infantiles – de los últimos niños de la
tierra – metáforas, parábolas – metástasis en los
espacios donde moraron los amantes.
Yo aún murmuraba mis susurros a los oídos que
fueron muy sensibles de Golda – tu bien sabes amor mío
que nuestros mejores afectos los disfrutamos, en las
arenas y sobre el hielo frío.
XI
Recuerdo – aparece las pestañas – mis espinas –
algunas verdades a mediados del siglo que vivía – y ante
mi reencarnada existencia.
La iniciativa, el conocimiento – y el espíritu de
empresa – significaba el advenimiento de las grandes
realizaciones de los pueblos y las naciones – donde la
vedette era el dinero – la mano de obra y la propaganda
dos factores también esenciales para los productos
comerciales sujetos a la oferta y demanda – ganaba el
que vendía más – pues se vendían hasta las cosas
inverosímiles – sujetos a una ley de oferta y demanda –
“Era una sociedad de consumo” – aunque por vanidad
que necesidad, así los oníricos ensueños se convertían
en realidad por la magia de la imaginación la creatividad
y el “Marketing” mercadeos formales e informales.
Todavía maullaban los estómagos sus felinos
apetitos de muchos pobres – que vivían en los techos y
tugurios pululando como las cucarachas – sus ojos eran
crisoles hipnotizando a inocentes roedores – los bigotes
eran antenas de radares y ecosondas – se olía mal las
perras de sus zapatos y los perros cascando los huesos
de
un
rumiante
–
dirigido
y
defecado
–
cuya
onomatopeya se hacían ecos en los tímpanos de un gato
techero maulla – un psicoanalista de los hijos de perra
congénitos de los dueños de los zapatos, y entre las
claraboyas de las repugnantes hojas invadían rayitos
filtrados de luz haciendo cosquillas un viejo sauce.
Un pañuelo blanco para este Jeremías vegetal –
para
enjuagar
sus
lágrimas
y
mocos
verdes
–
provocando achis de catarsis – el rubicundo Apolo
ignoraba porque lloraba este árbol – alicaído y llorón
eran sollozos sin quejas – ni lamentos – ni siquiera
suspiros – no tenía corazón – solamente un tronco y
raíces profundas.
El toro mugía – necesitaba suspensores y la vaca
balaba – quería sostenes – el sólo era cornupeta pero no
cornuto – pues ella había perdido sus medidas era una
vaca.
El pingüino vestido de frac hace el amor sobre la
roca desnuda y la pingüina no usa “panty hose”.
Una pulga subía por la “carretera del piojo” de la
frente a la nuca – más el dueño de la testa ya era calvo –
ya habían pavimento - más usando el último pelo como
garrocha tiró un salto triple – para caer en el huesito de
la alegría y en vez de chupar sangre chupó mierda –
después de todo la pulgada era comunista – le gustaba
la izquierda – todo esto y algo más eran las viviendas de
los bichos vivientes – incluyendo al bicho hombre.
Carmensita de las hadas – una mujer tan mala
que conocí – que saltando el río rompió la pita y el río se
fue cantando “era una gran pita”.
Era diputada – diputaba con el pueblo – era mujer
pública – de muchas relaciones y con el tiempo bien
relacionada sexualmente.
Cuando le hacían el amor le dio sida – y cuando
no cólera – de todo hay en el jardín de Dios.
Estoy
contando
algunos
pormenores
del
acontecer de las horas postreras de mi siglo.
El viento le recordaba la madre a la montaña y ella
le contestaba en sonoros ecos – un “carajo” el viento la
decía yo conocí a tu hermana – detrás de la ventana y el
eco le contestó yo conocí a tu madre – en la pampita.
Pero ahí no hay rina pero es la mera verdad.
Yo como mi guitarra solo canto huainitos peruanos
– una monita tentada por el dominio – se enamoró
perdidamente de un elefante – solo quería – como quería
– después del matrimonio.
Se llevó acabo las bodas por el sacerdote “el león”
se fueron en luna de miel ella de aguantar – aguantó
pero cuando se dio el elefante, ella reventó.
Una abeja se enamoró de una flor y en vez de
sacarle la miel le saco la mermelada.
Ella era una rosa – ella en vez de darle su néctar
– le clavo una espina.
Pobre abeja hoy es una cecina “la llamaban las
abejas – rosa asesina”.
Así una mujer bonita – es pétalo de rosa – es
perfume y hermosa – pero son espinas de toda la vida –
un gato bailando un tango apache se piso en la punta de
su cola – tiró un maullido y saltó a una perrera municipal,
le hicieron dosaje etílico del virus de inmunidad adquirida
– del cólera y de la rabia – previo baño de agua fría.
Este perro es gato – porque no orina con un pie a
la pared – salió al paso de polca – ya no baila tango
solamente una marinera peruana con una gatita norteña.
Tengo que contar estas cosas – porque fueron el
cantar de las cantares – del que fue el nuevo testamento
– captados – en la punta de mis espinas – lo traduzco al
nuevo esperanto que sería el habla – en el nuevo
devenir.
En un tiempo escapé del tren de la vida anduve
solo y desnudo – matando moscas de pataditas y pulgas
de taquito o deshojando margaritas – y cuando estuve
amargo – tiraba cuescos en salto largo – o triple.
Ya lejos de esta fiesta con las manos en la nuca
tomo siesta; casi nunca – ando aburrido por caminos
andados, sino a campo traviesa – tomo agua del río –
como cancha – maíz tostado mamá del cielo – o pan con
soledad – pero en plena libertad – soy yo – al fin soy
libre.
De una espiga rubia – traducido en pan integral –
hostia negra y blanca para comulgar mis hombres – la
cachina prieta o de uva blanca debo – a la salud de una
vida franca y aplacar mi sed – izo una bandera blanca –
la síntesis de los siete colores del arco iris – para vivir en
paz y con el tinte de mi sangre azul – lo escribo este
testimonio – lo veo roja – creo en la democracia.
Mi cafetera hacía gárgaras negras – había sido
vapuleado y molido ese café – metáfora de la fé – me
sacarían la mugre y lustre – mi cafetería sudaba un sumo
negro – con aromas de mi fé – no era la quinta esencia –
sino sudor de la gota negra.
“Yo fui una cafetera”.
Picoteaba la lluvia sobre una alguna sacándole
ondas y ciertas sonrisas y mas allá en el fango
zapateaba el chaparrón un baile español – el granizo de
dientes blancos eran castañuelas sobre el tejado – unas
manos extrañas ordeñaba de las ubres de las nubes –
leche convertida – en cubitos de hielo mientras dentro de
mi llovía ya llanto de despedida – nebrazca, rocío –
sobre aquel lago oculto muy adentro – no se, víctima de
esta repentina tormenta apocalíptica.
Menguaba la luna – su selénica menus – pausa –
dejando entrever una histeria peculiar – se olvido de
peinarse su cabellera –desgreñada perdía sus claros
reflejos no tenía que lavarse el rostro – sabemos no tiene
agua – no era pues una luna de miel además ya no era
virgen había llegado algunos hombres a su regazo y
entrañas por la izquierda y la derecha – lo curioso –
todos estos hablaban Alemán.
Dije: que en la punta de una espina pendía mi vida
– titilaba vacilante – había caminado mucho tiempo en la
cuerda floja y en la dimensión desconocida – presto ya a
pasar al otro lado del río por medio de una oroya –
impulsado por el elan de mi espíritu empedernido –
dejando atrás mi caballito de totora – compañero de mis
muchos mares – hechas de las trenzas de mis
esperanzas a otra realidad.
Me había metido en mitones y zapatos y nos
olvidamos donde meter el dedo – pero si la pata – y nos
trompeteamos con las piedras del camino – o pisamos
excremento a cada rato.
Con mi sangre vasca – habla mi espíritu y por mis
labios brotaron mis tronchadas ideas del alma mater de
mis pensamientos – se burila el estilo en oro maleable y
dúctil y sus argentados contornos serán el antimonio de
mis huesos de cuyos meollos poblaron mis ideas con luz
propia.
Mientras mariposas de luz tejían los mágicos
telares de mis ensueños en colores.
Es mi sangre, mi palabra, mi luz – fueron la trilogía
de mi poesía – la vigilia del flujo de mis anhelos de mi
mundo onírico.
Al despertar decoraba las pesadillas con las
pinceladas de las nuevas auroras – ya en otras ondas
mientras la ingrata silueta de estas “yeguas de la noche”
huyeron lejos del horizonte mío – pero aún quedaron en
mi pecho el calor y peso de sus chispeantes pezuñas
candentes que pisotearon mis ensueños, los mohines de
mi rostro se inventaron una extraña sonrisa – imitando
del cuadro de la pared frente a mi lecho de espinas – la
semi – risa de la vida – en un sepulcro de fuego – se
purificaban mis malvados pensamientos – un alfarero
improvisado atizaba las brasas al rojo vivo.
Pero quedó tatuado en letras de molde dentro de
mi – el nombre de Golda – todavía no lo sé porque.
Moldeaba en una forma gnóstica un cenáculo de
musas discutían en torno al neo – arte de las blasfemias
– la escultura de algunos pensamientos satánicos míos –
“une belle art” indimensional en el otro rostro de la
estética eran las inspiraciones de mi otro yo.
Era todo pragmático al fin de mi siglo – el verbo se
hacía sustantivo – al tomar una forma en el espacio – el
enigma de la consagración – pero cuando ese sustantivo
se sujeta a determinantes, aquí comenzó Cristo a
padecer cuando interviene el corazón y las blasfemias –
el verbo solo queda en infinitivos y el sujeto: - hombre
sólo domina los adjetivos en tiempos perdidos.
En estanques se entumecen las aguas y los
pecados y se abomban las virtudes – el mal y la virtud
compartían un día el infierno y se quemaron los dos.
Sin embargo no tendrán la misma suite en el
último motel – dormirán en la misma cama – con respeto
quien es quien – sin embargo el cielo es egoísta no es
para los dos – como Dante y Beatriz – Golda y yo –
teníamos que caminar asidos de las manos – por los
caminos azules de la gloria – quizá otra vez por los siglos
y los siglos – ya no queríamos los trillados caminos de la
historia – pues sabemos somos la nada y el vacío –
hechos de una nebulosa con una luz de un día – que
llamamos vida, hinchados de ínfulas, vanidades, solo
existe la eternidad.
Quien sabe como Quijote y Sancho – desfaciendo
entuertos o como dijo Ciro Alegría “El Mundo es Ancho y
Ajeno”.
Estuve cansado de no saber quien era el más
hipócrita el pura, el abogado o el diputado, la extraña
sonrisa de Monalisa, el beso de Judas por las puras, izar
banderas a media asta – la media sangre del mestizaje
muestra mediocridad e hipocresía – la verdad a media
tinta, el milagro secreto, la mirada bizca y de soslayo de
la realidad – luego nuestro fin no es la totalidad como dijo
Einstein – todo es relativo y circunstancial – pero Einstein
servidor dice todo es absoluto y total.
En los últimos tiempos habían tres clases de
hombres: los que se creían superiores la última
chupadita del mango – complejo de superioridad; los
otros los que se creían inferiores la última cagadita del
gato – el tercer grupo eran los suicidas; honestos –
sinceros – se daban cuenta – la buena “M” que eran y se
choteaban en este valle – en el caso – de los cholos
peruanos eran últimamente también de tres clases:
Los emergentes
los sumergidos
y los cholos de mierda
Estos eran de mayor cantidad – no cabe duda –
los
últimos
filósofos
se
equivocaron
en
sus
especulaciones.
“Pienso luego existo”.
Había mucha gente que no pensaba sin embargo
existía.
“Conócete a ti mismo”
Pero no se lo digas a nadie.
“La idea pura”.
No es posible – nace de un ser material.
“La distancia mas corta entre dos puntos es la
recta que los une”.
No es así: las distancias mas cortas para irse a la
“M” es el recto – etc.
Ya el hígado de la tierra vertía hiel, en el mar; las
legañas de las cumbres, lágrimas congeladas de las
montañas nevadas – destilaban en forma de estalactitas
por las rendijas de unas rocas peladas – el viento
aterrizaba en las laderas – rastrillando sus cojones y la
luna se orinaba de risa – las pocas gotas de H2O
mezclado con úrea – mostrando sus dientes picados –
como si se alimentara de hojas de perejil.
Un buey rumiaba el amargo pasto de sus ideas y
sus bolleros recuerdos y aún la tierra giraba ya fatigada
en torno a su eje imaginarios y los estúpidos pueblos
siguen girando en torno de un águila verde cuyo nombre
era el tío Sam.
XII
El atavismo casi totémico – por memetismo – me
identificaba con un mochuelo – porque abría mis ojos en
las sombras y la noches – era ciega a la luz y el día –
tampoco a la dialéctica – sino más allá en el arte y
filosofía – mis enzimas especiales coadyuvaban a
nutrirme de manás de ultramundos de mi creatividad y de
mi atavismo ancestral eso era mis únicos avatares.
Hable de mis libros con los muertos, los vivos y
conmigo mismo – en un lenguaje térmico del calor
universal y humano – creí – mas sinceros son los
difuntos todos son buenos – llegaron en hombros al
último motel – con los vivos mas bien escucho, el
problema es cuando hablo conmigo – necesito un
traductor y un psicoanalista.
No éramos iguales – de los reyes magos – solo
eran dos reyes, el negro era para cuidar los camellos.
Dios hizo al blanco de barro de loza – al indio del
guano del burro – al negro de la caca del mono – y al
chino – de la caca de un macaco amarillo.
Tampoco hay justicia pues no existe el hombre
justo al que hubo lo crucificaron – solo habría
democracia en la olla común – dos platos para cada uno.
No tenía municiones para mi defensa civil, los
otros manejaban bombas de racimos, misiles y bombas
atómicas – los únicos vehículos eran solamente mis pies
– los otros poseían carros de combate con tácticas y
estrategias sofisticadas – yo solamente contaba con una
ventaja – un telemira de alta fidelidad – de una
inteligencia extraterrenal – por una causalidad cósmica –
estaba en otra frecuencia y en otra longitud de onda
simplemente – y la trayectoria de mis ideas no tenían
órbitas terráqueas – no podía ser blanco de sus disparos
– no estaba en el dial y banda de sus comunicaciones ni
claves, ni bemoles – o entre paréntesis o comillas – en
mis astilleros fondeaban naves invisibles – diferentes a la
mira de sus detectores, ni al alcance de sus cañones
intercontinentales – la espoleta de mis proyectiles – eran
ideales – aladas de aves imaginarias – de vuelos
rasantes – imperceptibles e incomputables – los tuve
supersónicos y galáxicos – lejos de la gravitación terrenal
– imágenes en el ecram de la imaginación – de la
creatividad – y del arte sin espacio ni tiempo.
En este valle humano también me di cuenta; no
siempre el espermatozoide caracterizado e ideal ovula y
esta no es de las mejores que se diga – la mayoría
fueron las mas prostituidas y de muchas horas de vuelo
– eso demostraba de tanto hijo de perra deambulando
por los valles y cañadas -.
Gran parte eran hijos de Buda o de la puna. No
fue el mas osado o raudo mas bien el lentito e incauto de
este insólito nacían los retrasados, claro hay pocos de
punta a punta, en entrañas virginales los pocos genios
que han sido y los pocos sabios que han nacido; cada
minuto nace un cojudo y de estos el mundo se ha
poblado y para eso no se estudia, solamente se nace y
cada cien años nace un genio con 7 rayas en la mano y
en el cerebro pues no hubo control de natalidad ni de
calidad tampoco era buena la biología humana.
Era curioso de las mujeres que conocí – las de
manos frías tenían calzones calientes – aveces anduve
con mujeres con pasado – que no me pedían futuro solo
un presente contundente.
Ahora solo sé – sed tengo, bebo entonces existo –
yo me moriré en París sino en mi país.
No creí nunca en el destino lo demás es ciencia y
arte – un poco de filosofía; los estros de la dinámica –
para la apertura de los caminos y las tomas de
decisiones atinadas lo demás caen por inercia – tenemos
dentro de nosotros tres angelitos consejeros: Uno divino
de los buenos actos de nuestra conducta – otro satánico
y diabólico – para nuestras maldades y el otro bien
humano para nuestras cojudezes – y también tenemos
dentro de nosotros un ente peculiar y extraordinario –
nuestras huellas digitales y rostros elegidos en el
repartimiento genético; también un espíritu y una
valencia – una afinidad especial a un estilo de existencia
– movidos por una energía – con un potencial propio de
libertad – un biotipo peculiar de espécimen con un
genotipo
funcional
casualidad.
–
disparada
de
una
vertical
No era pues mi hábitat me había metido en
claustro marginal – solamente trascendente.
Un anfibio metido en un amnios metafísicos y
biológico – viví un tiempo en esa bolsa buceando –
solamente del aire de las rendijas aeróbicas de mis
pozos con un hipotálamo solo vegetativo en mis tálamos
– decía del placer apenas – tenía como un vil protozoario
cilios – para detectar algunas ideas nutritivas – para una
poesía – cuyas enzimas catalizaron mis pensamientos
muchas de ellas fosforescencias de las neuronas con
pestañas ciliales al infinito.
Una dentrita a una virtual configuración poética, el
enigma metafórico en la floración de los delirios en una
vacuóla artificial – cuya metosis degeneró la biogénesis
de mis versos vivientes – sufrieron un catabolismo
detectando mi vida – a la nada – en una simbiosis
maligna y cataléptica: Una vivificación de oníricos
ensueños que hibernaron en lo recóndito de mi alma –
en forma de iones catódicos y anódicos, cuya chispa del
arte vino a mi pluma muy tarde – la testaruda yegua de la
pesadilla – en las noches de insomnio – no quitaba sus
patas de este delirio – un coloquio de pájaros locos –
hicieron fogatas de mis ideas en cuyas viscosas flamas –
la lucidez de soñar despierto; pero la vigilia habían
quemado mis ojos – solo fluían gotas de azogue
hirviendo y caían como larvas candentes por las
vertientes de mi alma – cuando pensé – Qué es la vida?
– una célula – de un átomo vivificado nacido de un cero
de la punta de una espina – convertida en neurona – con
reflejos de luz y razón – un cuerpo 75% de agua y 25%
de excremento – aveces al revés – aveces dulce o
resalado con un aliento o tufo de un metafísico llamado
Dios con agregados de sentimientos y pensamientos – y
con capacidad de tomar decisiones.
Un bípedo de lípidos glúcidos y prótidos – con
dulzura, salinidad y acidez – un muñeco de barro con un
vaho mal oliente.
Con enzinas, proteínas vitaminas – celestinas,
alcahuetes de esta dinámica llamada vida – con
maripoleras las ideas – libélulas quemando sus alas – en
el antimonio, una ilusión, un espejismo – esta ensalada
con aceitunas y comino con una anatomía, fisiología y
psicología – una trinidad con siete misterios – una animal
con cinco sentidos mas tres nociones de estética, ética y
lógica – valores y un regalo; una imaginación creativa –
un sustantivo con verbo y atributos.
Un encubo, socubo – un ángel un cuerpo y un
anticuerpo materia y antimateria – un ego y un yo
antagónico – un ángel – un diablo sintetizado; un hombre
con principios inmediatos, mediatos e imponderables,
fenómenos
concretos
y
abstractos
–
hechos
e
irrealidades.
Primero fue el verbo luego el sustantivo y con todo
este acerbo el determinante y adjetivo.
Dos líneas paralelas de la objetividad y la
subjetividad de nuestras entretelas un yo consciente y un
espacio circunstancial cuya resultante determina la
existencia; el materialismo dialéctico, el idealismo
romántico – un Sancho rechoncho positivista un Quijote
idealista.
Esa dualidad no funcionó solo provocaron la
autodestrucción del hombre y sus espacios de manera
irreversible.
Todo lo comentado – solo fueron aspectos para la
bitácora del devenir – pues estoy seguro habrá un nuevo
amanecer.
Estoy seguro en el más allá estará la maravillosa
imaginación como fuente de las creaciones del devenir
diferente.
El lumen de la quinta dimensión en la sensibilidad
estética – luz titilante de la inspiración de la nueva
plasticidad poética.
Ya no habrá jamás puñaladas clausurando la vida.
La piel una hojarasca – no se desmoronará.
El diafragma seguirá – como un mandoneón
produciendo risas y carcajadas – por el tecleo incesante
del gran simpático.
Las quimeras seguían haciendo piltrafas el
miocardio – del corazón – mientras la muerte como de
costumbre seguirá dando palmaditas por la retaguardia –
muchas veces donde termina la columna vertebral – se
estuvo deshojando las horas como pétalos de margaritas
como prostituidas alitas de mariposas nocturnas.
Ya estuve cerca de la poesía final – el aroma del
espíritu de un vino tinto – de las uvas negras fermentado
por toda una vida – en mis tinajas internas, ante el
brindis y la embriagues – mis pensamientos solo fueron
hilachas del ovillo enlazados por los dedos de mis musas
aún angelicales en un tiempo se tornaron diabólicas
porque estaban también borrachas por la desilusión por
mi ser ya derruido por la pátima del tiempo.
Así mi vida se iba yendo haciendo quimbas y
senosoides y ochos encadenados al infinito – se iba
elevando como la alondra cortando con sus aladas;
desafiando las sombras fúnebres en mis espacios
finales.
De la rubia arcilla ahusada figura; mi arquitectura
era aún sencilla; pero los mil clavos de la mirada del gran
arquitecto – parecía mas bien escultor ese señor, me
puso clavos candentes al rojo vivo eran mis coyunturas –
mi estructura escultural – mas la lúgubre consciencia de
la noche ya no encendía sus candiles en las puntas de
mis espinas izadas y un mudo campanario – tenía ya
badajos dormidos en un letargo final – solo pude
balbusear algunas palabras de adiós con ciertos sonidos
inauditos, mas si en ese fuego del fragor insano de
deseos se filtraron por las rendijas de mi piel un virus con
propósitos de masacrar mis glóbulos blancos – dejando a
los rojos a la merced a una anemia maldita; parecía un
tiesto o huaco despostillado donde se orinaba el tiempo
atmosférico
ante
la
risa
cachacienta
del
tiempo
cronológico.
Ahí afuera, un magno rebaño de estrellas bajada
por el puente de nácar de la luna a pastar en mis
hierbasales – era una antorcha de ideas – un dote del
cielo para mi cerebro; cuyos altares amortajadas de tules
negros, el acerbo de la gesta de mis esperanzas
fenecidas apañada de rocíos esquilas de los añicos de
mi alma.
Mi estómago vacío no entendía a mi cabeza ya
hueca – ambos carecían del pienso – había transcurrido
el mundo y la vida tan solo en un sueño luego una
pesadilla mi alma se convertía en un hospicio de
pensamientos ancianos – los tenía ya los talones
cansados y arrastraba los pies apenas y como una
paradoja irónica habían crecido los dientes blancos de
ansiedad y hambre – pero jamás los vi; los del juicio.
Los
pezones
deformados
de
la
tierra
de
amamantar bribones, ella había dado de lactar tanto a
sus hijos espudios y putativos que armaron su ruina –
existía la maldición inédita del más allá – faltaba ajustar
solo un tornillo del ataúd de la tierra por el destornillador
era el Diablo.
El problema era exhumar la contaminación del
medio ambiente apenas fluía las brisas yódicas del mar,
ahusaba hilos trasquilados del cordero incauto – el
hombre su esclorótico mohín de su mezquindad de su
congénito egoísmo se pudrían las hierbas y la avena en
la trascendencia de las cuatro panzas de rumiante –
pues las ideas solo se rumiaban – no se las masticaban
yo veía todo eso desde mi ramada de carrizos huecos en
medio de esta espesura y dormitaba con la mustia
agonía de la tarde – haciendo zurcidos de telarañas para
capturar abejitas de miel que dejaba el viento – para mis
gratos pensamientos – las únicas me fueron fieles para
endulzar en algo la ácida hiel de mi hígado ya enfermo –
y soslayada a mi valle con mis guiños viscos a la natura;
aunque engañosamente las praderas se enverdecían de
un verdor de mirajes falsos – de botones de flor – de
espejismos a propósito – del despropósito sádico del
metafísico llamado Diablo se chapaleaba en estos
charcos mohosos de aguaceros clandestinos la tierra
estaba arrugada y por sus rajaduras se desahogaba los
recuerdos hacia la estratosfera.
Esto era un carrete de hilos negros torcidos y
enhebrados por la hereje necesidad – mientras padecía
en mi soledad de las vibraciones epilépticas del sexo; en
la salvaje fragancia de estos campos vírgenes de
falacias curiosamente fabricadas.
Yo
solamente
estoy
personificando
los
aconteceres de la última ecatombe del hombre –
autodestructor – de lo que fue la humanidad.
Configurando en las lejanías – las siluetas ya
amorfas
y
fantasmagóricas
de
los
espejismos
vislumbrados la sed y el hambre al unisolo – finiquitaron
al hombre – sin embargo vendría un renacimiento de
seres nacidos de las entrañas de Jhuly, hija de Golda y
engendrados por Jesú – el neo hombre – tan solo con
otro hombre a poblar nuevamente, solamente en otro
estilo – y la conformación del neo-arte – hoy – confieso
como narrador soy un ser extraterrestre encarnado en un
cactus – cuyas espinas son las antenas al futuro y al
pasado idos – las niñas pupilas de mis ojos se desnudan
en el azul del iris de un cielo raso; y el arenal donde me
encuentro – una cabaña dejada por Jhuly – donde se
quedó sola para convertirse en la última mujer de la tierra
y la primera madre de un mañana diferente.
Entre las tejas invadían las luces vespertinas
despertando a mis anhelos clandestinos – cuyas haces
eran una procesión de faroles de mentirosos militantes
de mis ideas – en esta marcha fúnebre.
Mirando con ira – eran los dardos como misiles
dirigidos – de aquellos ojos inocentes – todavía no tenían
veneno, sino la asfixia silente de los niños que nada
tuvieron que ver con este entierro.
Yo dormitaba con el pecho pelado bajo los
ramajes resecos de una palmera difunta – en un tiempo
aún producía dátiles para los peregrinos del desierto –
con el viento abanicaba un oasis donde bebían agua
fresca los caminantes yo la vi a Jhuly – una sola vez y fui
contrito con mis sentimientos extraterrenal – entró en mi
aura como una estrella – se paseó en mis latidos por la
aorta y la cava – así también llamamos nuestras arterias
y venas por concidencia celestial – por obra y gracia del
gran computador que tenía una sola consola y un solo
digitador que computa mucho el universo.
“El era un cibernético universal”
Se paseó por mis miocardios – pero ella – era
para otro mundo mejor – yo solo quedé con mi pluma –
para escribir esta historia.
En un sístoles y diástoles del diapazón fatigado ya
dormido por la patina del tiempo por mis andanzas
galaxiales.
En la punta de una de mis espinas me entregaron
en posta un banderín – de aquella vida – yo también fui
un poeta en otro estilo que el mundanal fenecido. Los
linderos de los poetas terrenales me fueron invisibles y
sus voces inaudibles – no cabía un destino ni camino –
todo quedó imperceptible a los ojos teledirigidos para
poder ver hasta la estratosfera – y aveces microscópica
para indagar lo mas recóndito de las consciencias.
Todos estaban muertos mares muertos y mares rojos
donde aún flotaban los despojos en alguna laguna – que
seguramente fue azul – alguna niña había quedado yerta
– tan solo con su baby-doll – parecía una esfinge egipcia
– su figura esculpida – por la mano divina – solo era un
rezago de la belleza humana – junto a un montículo de
arena un jeroglifo decía su nombre seguramente fue
Golda Endira – pues ese nombre fue del medio oriente
por las cercanías del Nilo y el Jordán – o mas allá del
Eufrates que se yo – su imagen eterna – en un
pentagrama – quien sabe fue su canción preferida – que
no acabó de cantar.
Alguna vez escuchaba los ecos de su voz – tierna
y de champagne – un poco ronquita y sensual.
Quien sabe solamente fue una flor de Loto sus
estambres y pistilos – fueron las antenas al infinito – y
pudo captar la voz de Dios.
Quien dijo:
Golda tu serás la última mujer de esta tierra – y la
primera abuela de un mundo mejor – por su puesto – no
lo eran para una luna de miel – o una trampa para el
funeral de los zánganos – víctimas de aguijón de su reina
– y armar un cementerio en su colmena – son solamente
mis ironías – sarcasmos, parábolas, paradojas – o
metáforas – pero puedo jurar que así fue.
“Claro el estilo fue el hombre y el enigma la
mujer”.
Pero la vida y la muerte eran inseparables – por
su puesto – el enigma inseparable y sonámbula.
La vez que llegué a la tierra la luna había sido
seducida, acosada y violada – el hombre ya la había
visitado y abandonado antes de acosarla y violarla "Se
dijo, un pequeño paso del hombre y un gran paso para la
humanidad” solo fueron palabras – un sueño de amor
hecho realidad.
Dos
banderines
quietos
del
comunismo
y
capitalismo – apenas se mueven en estos momentos por
las radiaciones y los alientos de los que estuvieron ahí –
mas no valió la pena – ella solo mostrará la otra cara –
en el devenir – las banderas símbolos: De dos naciones
de proletario y judío gotas del mismo río.
Por ir por la derecha o la izquierda esto se fue a lo
mismo.
Pues hay otras direcciones en la rosa náutica –
los sueños de los que fueron quedados tatuados en
epitafios al margen de sus pasos y al reverso de sus
huellas – no en mármol – sino en piedra con jeroglifos
dando una oportunidad al devenir tras de desmantelar la
hiedra – algo podrán decir – como lo que fue un día
Machupicchu – de otro mundo que fue.
Así – asidos de las trenzas de mis obsesivas
ideas – de E.T. esgrimirán mis tercas ideas – que llegué
por el cause del puente de nácar de la luna a esta tierra
de aguas sucias y frías – no pude darme un chapuzón –
porque un E.T. es hidrosoluble.
Pude ver las resacas – que los mare rechazaban
– las basuras y los deshechos de una humanidad
hacinada – no cabía nunca más la exhumación de lo
contaminado por las brisas aún yodadas.
No se pudo ya mitigar con el cloro y oxigeno –
este medio ambiente ya estuvo occiso, aunque las nubes
hacían obleas – vi comulgar la tempestad – con
propósitos de enmienda y dolor de corazón – los motivos
y la ansiedad de vivir – todavía rota en su espina dorsal –
el orbe por el peso bruto de los pecados del hombre – vi
al sol como un piano con teclas brillantes y negras –
parece llorando amargamente o los tenía ya algunos
dientes podridos o picados convertidos en bemoles – sus
oscuros rayos; toda esta partitura era ya fe música; yo
sólo bordoneaba – mi pequeña arpa – un porvenir de mi
anterior generación – sin embargo pude oír – una
sinfonía inconclusa – pues Dios tenía la batuta – en un
auditorio pleno de incautos, incultos, noveleros, cojinovas
ya fantasmas o almas en pena – o quizá solamente –
estas gente hayan pasado a otra dimensión desconocida
o la efigie y el aura filial – con sus ondas hayan sufrido
una simple mutación – a excepción de Jhuly; estoy
seguro que los genes de Golda – eran exentos de
cambios – a pesar del RH negativo de su sangre vasca;
o mis sueños también oníricos de amalgama especial –
tuvo su visión psicótica.
Solo se – soy una armagasa como de azogue
líquido pesado y correrizo o como el auro también dúctil
y moldeable y mis ideas pudieron brillar en ese bálsamo
de enjuague – bosquejando en un enjambre de misterios
la realidad de un mundo que se fue a la nada – o
solamente volvió a eso – en el mito del eterno retorno –
porque ese Dios hizo el universo de la nada.
En medio de lo que fue esta espesura de ramajes
y hojas muertas están aún los nidos ocultos aposentos
curiosos de mil amores clandestinos – quemados por las
radiaciones de las últimas guerras atómicas.
Que seguramente – bajo sus sombras hubo
frescura – ternuras y también fechorías salvajes; solo el
sol pudo otear a través de las auroras de las mañanas o
los celajes celestinos de las tardes – de verdes hojas aún
enhebradas – mas estas sombras callaron para siempre
los sacros motivos de algunos amores sublimes – en
penumbras oscuras – como la de Claudio y Golda.
Ese bosque denso y tupido aún guarda en sus
recuerdos los cálidos amoríos – cuyos ecos de sus
susurros se fueron a otros espacios de campos abiertos
en ondas a perderse en el más allá del olvido – y en las
danzantes arenas de mis contornos – veo un estandarte
tricolor de alhelí rojo, blanco y amarillo de pétalos ya
yertos todavía asidos a sus carolas moribundas – me veo
el desliz del asogue y del oro el brillo – que dieron a esta
historia ese persentil.
El enigma de esta duna amorfa – con un simun sin
rostro de peripatética presbicia y de la miopía del tiempo.
No cabe duda las Ultimas miradas del hombre
sensual sólo de perspectivas sexuales cuando miraban
hacia los balcones veían solo calzones y desde los
balcones solamente sostenes, sin embargo eran relativas
algunas miradas y otras las intenciones de la actitud
humana
–
eran
las
circunstancias
o
situaciones
momentáneas.
Así otros miraban el cielo – el azul y el infinito y
aquí abajo el suelo, lo opaca y lo insólito – y al mirarse a
sí mismo “La verdad es una triste realidad” – en la
medida de la intensidad de su mirar profundo.
Aveces pensé – ser un agujero negro aislado de
mi galaxia – mi estrella en una instancia se había
extinguido por entero.
Tras años luz – soy un asteroide pululando en el
no-tiempo doquiera quizá como una “Quark” llegué a la
tierra por una tangente o sinosoide o haciendo ochos
horizontales en el infinito.
Por aquella explosión fisionó mi alma – ahora no
soy átomo – célula – nada – ni siquiera un simple ión.
En este vacío – abismo oscuro – solo un
misterioso pequeño alvéolo mi órbita ya no tiene futuro y
mi espíritu ha quedado solo.
En la felonía del filo de una navaja – aún sienten
vértigos
mis
iras
diurnas
y
cotidianas
de
otras
cronologías y temperaturas – de rayos – truenos y
relámpagos sin lluvias – vi los glaciales de tremendos
fríos zanjaron y brecharon la tersa integridad de mi piel
en un tiempo era aislantes para las malas intensiones –
hoyando agujeros por donde escaparon mis alientos de
vida.
No cabía – una cirugía estética – ni aquí – ni allá.
No vi por ahí cerca – ningún hidalgo bisturí – el
mandil blanco defendiendo la existencia – ya que el vil
alfanje de las manoplas del tiempo de filo acerado – han
abierto arrugas – hilos de sangre y lágrimas – causes de
los sufrimientos – los hay también en mis galaxias –
tatuando en el rostro mas fuerte por aquel esteta de mal
gusto de toda senilitud.
No dudo – el amor alojado – en la metáfora de
una piedra preciosa en el meollo del hígado destila hiel
gaseosa – desde la luna de miel – uno es hospitalario de
los desplantes y desdenes de amores infieles. Quién no
ha sido víctima?.
Los
míos
exhaustos
e
infames
han
sido
desalojados por las catarsis por mi poesía extraterrestre
– recluso dentro de oscuros márgenes en cóncavos y
convexos espejos – la relatividad de las imágenes – en
esa dualidad resultaron exhaustos e infames.
En extraños alvéolos se alojaron las impurezas –
nidos – núcleos y hoyuelos – esas piedras tomaron la
dureza de un diamante con la brillante peculiar del neoarte.
Aún
oía
campanas
plañideras
con
sus
vociferaciones metálicas – dobles de acordes y notas
cínicas – de aquel campanero liberal – anunciando en
sus repiques – el requiem de la humanidad que aquellos
labios – ya no eran para los besos – solamente para
mohines suplicantes – y aquellos senos altivos – ya no
eran lácteos – eran falsos de yeso.
Muchas quedaron como maniquíes inhumanos – o
estatuas de sal como Edith – por mirar atrás la última
explosión.
La significación la muerte súbita de los placeres
sensuales y sexuales aunque enjoyadas en todas sus
falanges – no era ya posible pedir sus manos.
Purificado en el olvido – en un regresivo universo
– en la presbicia de haber sido – de lo peripatético e
inverso – ya no hubo reflujos tampoco en la piedad del
pasado.
Solo en la miopía en este letargo de un pretérito
agonizante e ido un presente de un pasado imperfecto
en el desliz transversi del tiempo de lo anterior y
pluscuamperfecto – solo pude descubrir – la desnudez
de lo intangible del avatar de aquellos que fueron –
mirando las cosas al revés.
No era pues un símbolo – aquel ídolo de barro –
más huaco que ídolo, el icono de un zamarro aquel que
un tiempo – fue digno representante de la imagen de
Dios.
Hoy su rostro tallado – por las candentes lágrimas
– bruñido y cincelado – de penurias y lástimas – en una
vía crusis vana – par alcanzar la gloria en esas golgotas
de siempre – la historia es verídica ni soberana – es una
insignificante boya flotando al trasluz.
Los caminos aveces bosques tupidos, sin perfiles
ni formas, un paisaje de sombras – de donde no se ha
podido salir.
La caprichosa voluntad – de salir de toda
esclavitud – como los pecesitos de colores besando los
cristales – clamando libertad – a sus indignos opresores,
o como el ruiseñor cautivo enjaulado como un reo – ya
no canta y su deseo es ser libre – solo lo dice en un
suspiro.
En el sopor de este tedio – veía los hilos de
filigrama – ataduras insalvables del auto-destino.
En las cascadas y rápidos se purifican los
pensamientos – como las aguas – mas lo vivido ya no
cuenta.
Sólo sé el hombre – metió la pata en el barro y se
hundió en este lodo – por satisfacer sólo al cuerpo.
Murió alma y cuerpo – y así como Dios de un
polvo un hombre.
Claudio también hizo de lo mismo – en las
entrañas de Golda.
Aquel ser – muy significativo – pues ella será la
última mujer de la tierra – y la primera de un nuevo
mundo – ya no de la costilla de Claudio sino de la matriz
de Golda – por alguna razón – los dioses metafísicos –
hicieron que así fuera – no conozco mucho de las leyes
divinas.
XIII
Fue un mes de abril – de un año no quiero
recordar – Claudio – era un profesor universitario – de
lenguas extranjeras – era viudo – hacía unos veinte
años.
Porqué no se casó otra vez?.
Le preguntó Golda – con su voz insinuante – Dios
manda al infierno – al que se casa dos veces – por
reincidente, no por malo sino por imbécil.
Además el hombre es un ser – hablante, pensante
y libre – y un casado – pierde el habla – la libertad y
aveces hasta el pensamiento.
No cree que la soledad es muy mala amiga?.
Si es nombre de mujer sí – El buey solo bien se
lame?.
Cómo se llevó con su esposa?.
Yo pertenecí a la “UMO” por mas de 25 años –
Qué significa eso? – unión de maridos oprimidos – cómo
era ella?.
Muy bonita – yo quería que mis hijos tuvieran su
figura, pero rogué a Dios que le diera mi talento y así fue.
Ud. cree que la belleza física vale?.
Es cuestión de mental – física – es decir un
paralelo de valores – sin que uno de ellos sobrepase al
otro – eso significa un equilibrio – que llamamos salud.
Sin embargo te veo ciertos rasgos de locura.
Si pero momentáneamente – ojalá que pase –
estoy loco por ti – de acuerdo; a mi me gustaría – eso
que dices – la sanidad de la mente y el cuerpo.
Pues claro – te los estoy diciendo con todas las
fuerzas de mi espíritu – y todos los caballos de fuerza –
de mi cuerpo.
Algo te entiendo – eres la única mujer de mi vida.
Que me comprende – has tenido muchas? – no
tantas – la primera se llamaba Gloria – era tan dulce, tan
tierna y tan buena – que Dios nuestro Sr. se la llevó al
cielo – luego conocí – a Carmen Luz – era tan mala – tan
falsa y tan sacrona – que el Diablo cargó con ella al
infierno – últimamente ando con Josefina – es la peor
mujer del mundo – por eso ni Dios ni el Diablo quieren
cargar con ella - –e modo tengo que tenerla yo?.
Y ahora qué?.
No me queda otra alternativa jugármelas todas
contigo – Golda si su merced – no tome a mal y lo tome
a bien.
Eres
mi
esperanza
–
la
llamada
de
ser
protagonista de algo que presiento en este valle del Sr.
será de gran significación.
Porqué dices eso?
Tengo la sensibilidad y el augurio – será así.
Eres una mujer – sufrida a pesar de tu corta edad.
Eso te da el derecho – de algún merecimiento de
la altedad – yo solo te ofrezco – lo que puedo
humanamente aquí sobre la tierra.
“Si Dios hizo a la mujer” – te repito – no de la
cabeza para que no mande en el mundanal albedrío – ni
tampoco de los pies para ser pisoteada en el suelo; sino
de una costilla verdadera – junto al corazón – debajo del
brazo para ser amada y protegida”.
Pero Ud. está para proteger: Por su puesto – te
necesito – para ampararnos – en esta distancia – que
recorremos – asidos de las manos – por los azules
caminos de nuestra dicha por los siglos y los siglos de
nuestra eternidad.
Pues los muertos no mueren – cuando sucumben
en la tumba fría – sino cuando se pierden en la memoria
– el recuerdo de una historia de un amor sublime de lo
que seremos protagonistas con toda la sinceridad que
pueda existir en nuestros sentimientos.
Debo mencionar que Claudio – tenía en sus
contornos hombres y mujeres que en sus tenidas –
platicaban
–
puede
afirmar
fueron
las
últimas
especulaciones – muchas de ellas de contenidos
filosóficos por lo que se me ocurrió – anotarlas – las mas
importantes – sin mencionar sus nombres – pero debo
afirmar fue el mejor grupo – me tocó oír – y plasmar en
este testimonio – en algún devenir – voy a tratar de
traducirlo al neo-esperanto que será el habla del devenir
– de estos hombres solamente – con otros nombres.
El hombre será entretanto él y la mujer será ella –
oí conjugar los verbos – según la dinámica de sus
vivencias muy cerca al caos final – los jóvenes lo hacían
en presente simple o futuro inmediato – los viejos en
pasado pluscuamperfecto – las mujeres en pasado
imperfecto, los ilusos y los que amaban sin ser amados –
en tiempo perdido – y los que sabían vivir – conjugaban
el verbo vivir, en tiempo perfecto.
Es lo que escuché a Claudio en una de sus
especulaciones – del habla humana.
Otro parecía un geopolítico – de apellido Mori.
Los dogmas de fé – las creencias doctrinarias, los
misterios religiosos dados por realidad son meras
especulaciones esotéricas o metafísicas con desmedro
del intelecto, la libertad del hombre – por lo que
últimamente han reducido sus espacios a una miniatura
de su condición humana.
Todo esto hace – el creyente – duerma un letargo
estúpido como aquel medioevo eterno sin que asome en
el horizonte un renacimiento del espíritu y se duerme
esta larga noche de nunca amanecer.
Noches de ignorancia – de subdesarrollo mental
en los niveles de un masoquismo – embuído por esta
circunstancia.
El hombre no tiene parámetro es libre e
inconmensurable – también oí decir, no sé a quien
captaba por unas antenas de mis espinas sensitivas; con
referencia al habla.
Los locos y los niños – hablan en modo indicativo;
los curas, los políticos y los abogados en modo
condicional.
Los soñadores en modo subjuntivo – pues eran
seres solamente subjetivos – los militare en modo
imperativo, los pieles rojas y otros indios en modo
infinitivo, mas los hombre inteligentes usan todos estos
modos según las circunstancias de la vida.
Otro explicaba: Cada idioma era la expresión de
una mentalidad y daba como ejemplo:
Cuando uno despierta con una mujer a las cinco
de la mañana sin conocer su nacionalidad – si ella es
francesa – estoy seguro dirá “oh La La” – si es alemana:
“What good aveita” – que buen trabajo, a ella lo único
que le importa es la faena de la noche – si es inglesa –
embuída del dominio del tiempo cronológico – “Will yo,
please; tell me – What time is it? – si ella es americana,
porque para ella – hacer el amor – es como ir al baño:
“By the way what is your name? – si es española – la
hipocresía andando: “No sé que ud. hay pensado – soy
una mujer decente – es la primera vez que engaño a mi
marido; mas no cuento lo que dirían los maridos”.
Es cuando escuché a Claudio decir con cierta
sonrisa – en presencia de Golda – a las viudas y
loretanas.
Hay que hablarlas en vivo y directo – últimamente
decía José – un psiquiatra de este grupo: Hay dos o tres
palabras de estribillo – democracia, inflación – recesión –
en realidad expresiones líricas.
Democracia era comer – tres platos de la misma
olla – había dos clases de inflación – la de nueve meses
y a largo plazo – la primera salía a luz al cabo – de 9
meses – ya por parto normal o cesárea – y al segunda
tenía un límite al final terminaba en un shock o
reventación – la recesión era estagnación – detenimiento
y abombamiento – en realidad solo requerían de una
cierta dinámica funcional.
En realidad a estas alturas; si los problemas
tenían solución no había porqué preocuparse si no
tenían
solución
para
que
diablos
–
habría
que
preocuparse después de todo las problemáticas eran los
alicientes para cranear un poco y los corazones latan con
más dinámica.
Aunque el tiempo es el juez de última instancia –
el fiscal severo es la conciencia – donde uno es reo de
algo.
Así mientras el crepúsculo a media luz se viste de
su baby doll de colores – para que la madre tierra reciba
los últimos rayos del sol padre así iba computando –
como un testamento los últimos pensamientos como un
epitafio para el devenir.
Muchos hombres se pasaban la vida rumiando,
así como el buey el amargo pasto de sus ideas, también
escuchaba a las olas las carcajadas del mar a mandíbula
batiente – parece ser reían por no llorar – pues los ríos
cada minuto descargaban en ella todas las cochinadas
letales del hombre depredador de sus ambientes.
Veía en mis contornos las luciérnagas parecían
moscas con linternas buscándome por alguna razón
desconocida.
Cuando escuchaba hablar – sabía que la palabra
hablada solo decía una insignificancia de los miles y
unas intenciones del alma.
Me di cuenta, la memoria y el olvido eran un
conjunto binario de lo grato e ingrato de sus vivencias.
Mas en metáforas, paradojas y parábolas se
disfrazaban las palabras y los pensamientos.
Bertha era una periodista – practicaba el amor
democrático es decir; el amor libre – solía decir: La
perfección del hombre y la mujer es posible en los
campos fecundos de la libertad y la novedad.
Entre ellos – había un sabio – Pligio Hidalgo –
“Los astros y los genios tienen luz propia – pero muchas
veces tienen sus eclipses”.
“No cabe duda – las prostitutas se deberían llamar
relacionistas públicas – pues las tienen – sus relaciones
con el público marchante”.
Oí decir a un religioso con Dios hay que hablar en
Hebreo y con tus amigos en la lengua materna y con el
resto
del
mundo
entendimiento.
en
dólares
–
para
un
buen
No cabe duda – me es grato plasmar – las
palabras de muchos que no merecían – ese final.
Es que la desgracia mas grande – no era la
ignorancia del mundo exterior – ya habían traspasado la
barrera del sonido – habían salido fuera del cinturón de
Allem – mancillado la luna, tocaron a Marte – Saturno –
la desgracia era el desconocimiento de si mismo – por
eso era mas peligrosos – por ejemplo una mujer calladita
que una explosiva – la primera en silencio te escupía en
tu sopa.
Entre los personajes que presté mucha atención
eran a los judíos tenían sus palabras – la mera expresión
de sus conductas “Nadie ha hecho dinero trabajando
para otros” – no hay judío empleado son socios hasta
que uno de ellos muera – mataron a jesús porque amaba
al prójimo – pues estos no aman ni a su madre.
“Nadie ha hecho dinero trabajando con los diez
dedos”.
Por dinero baila el perro y el gato toca guitarra.
Estos habían creado todos los “ismos” cristianismo
– comunismo – capitalismo – relativismo etc. –
comprendí de lo oído.
El universo, la vida y el hombre conforman una
misteriosa trilogía unitaria de cuya interdependencia
gravita el pensamiento.
Parece se presentía algo de final.
La búsqueda del becerro de oro terminará el año
tres mil – el neo hombre volverá a la tierra otra vez virgen
y buscará su gloria en las alturas – en cierta forma podría
decir: Que culpa tienen los infelices de ser así – además
suceden en las mejores familias – todo es posible en las
dimensiones desconocidas y la cuerda floja – sin
embargo uno todavía es dueño de su destino tampoco lo
nuestro eran de los mejores.
Juan le decía a Pepe: Tío, el hombre ahora es
todavía un ser que piensa – habla y es libre aunque
últimamente es solo un rezago de todo eso.
El libro más leído seguía siendo la Biblia – pero
comprendí – era el compendio de todas verdades y
mentiras por ejemplo – Dios no dijo “Comerás con el
sudor de tu frente” sino hijo mío – la tierra es mi obra
maestra – disfrútala con la luz de tu sien – “No podría ser
una maldición divina” – en lo que concierne al trabajo: es
masa por aceleración – y la única masa que está
explotada es la masa trabajadora y en ética, el trabajo
dignifica al hombre y a ciertos animales por consiguiente
el trabajo es maldición, explotación e indigno valgan
verdades.
“El hombre sigue siendo el equivocado bíblico”.
Ciertos pueblos tienen sus dichos – por ejemplo
cuando se trata de la inmortalidad; lo único que un
hombre debe hacer para ganarse la eternidad: Escribir
un libro – donde se plasme sus ideas – sus sentimientos
y sus mensajes – un hijo – la prolongación de sus genes
– de todas sus generaciones al futuro y plantar un árbol –
que sea el epitafio que diga de él – al devenir de alguna
gran obra en su vida.
Se vivía una realidad absoluta – al tiempo y
relativo al momento – lo grave era pues no cabía el
diálogo hasta en los matrimonios, dos enemigos que
dormían en la misma cama.
Todos los países tenían fuerzas armadas –
sostenidas por los mismos pueblos; por lo que habían
guerras – muchas veces por las puras alverjas.
Los hombres, la mayoría eran artesanos y una
minoría artistas es decir maestros y divinos maestros –
era curioso para mí – los pequeños cambios y sistemas
económicos – un ejemplo – las camisetas hace un
tiempo eran tipo gallina – cubrían huevos – luego por
ahora son tipo policía apenas tocan pito – hasta tenían
mis dudas tanta satanería – esta tierra no era de Dios, ni
tampoco de vos, sino del Diablo – y por las caras
verdaderamente diabólicas – tampoco el hombre era hijo
de Dios – sino de su carnal el Diablo.
No se veía la realidad sino la imagen de lo que
quisiera ser.
Sin embargo las pequeñas ideas y las brillantes
palabras colmaban de gozos momentáneos y aveces
eternos por sus impactos en oyentes sensibles y con un
sentido estético de la vida – se vivía o existía cuando no
se prendaba en uno mismo.
Algunos filósofos se equivocaron de plano:
“Pienso luego existo”.
Pues mirando en torno – verdad existían tantos
imbéciles que no pensaban.
“Conócete a ti mismo”.
Pero no se lo digas a nadie sería un buen
complemento.
Habían actos explicables:
“El capullo se hacía flor por culpa del picaflor.” –
cosas que tenía que ver con determinantes.
Así cuando los párpados cubrían los ojos – ya
mismo comenzaban a danzar las niñas de los ojos el
ballet de los ensueños puedo afirmar – por lo visto y mis
criterios; el hombre es siempre un niño indefenso aunque
se muera de viejo.
José Antonio – era uno del grupo – el más irónico
de todos – capté algo de sus sarcasmos – doy gracias a
dios por sus flores y sus mujeres, pero lo maldigo mil
veces por sus políticos y apolíticos.
“La belleza para él cuando era objetiva no
trascendía sin la subjetiva”.
Mi aposento estaba junto al mar; me daba cuenta
el mar besaba las playas ardientes con labios de
lesbianas y la luna mostraba sus trapitos a la tierra, a
media luz – mientras los campos se tapizaban de verdes
alfombras para que pise los rumiantes.
Cada amanecer decía del nuevo día y cada
atardecer anuncia una nueva noche de nuestras vidas –
no me canso de no callar lo dicho por los hombres de
estas tierras donde fue huésped un tiempo – para decir
al futuro o llevarme conmigo a mi galaxia – para contar
de lo que fue le hombre de esta humanidad condenada a
fenecer por su propia autodestrucción.
“El estilo era el hombre y el enigma la mujer”.
“Y cada uno hace el amor según su apetito y estilo
peculiar”.
Aunque las viejas no se acuerden los kilómetros
recorridos – en estos del amor libre.
“Mas sabe el perro callejero que el perrito faldero”.
Escuché a Sebastián un barman del grupo – yo
solo sé – lo que dicen las cascadas – se pueden traducir
en cantos de libertad o himnos de paz.
En fin la natura aún agonizante conservaba sus
escondidas bellezas subjetivas – pues era tanto el
materialismo; el romántico era simplemente un imbécil
simpático; pues los hombres tenían los sentimientos en
la barriga – y las mujeres las lleva el fruto del amor ahí
mismo.
Cuanto más hambre más apetito – cuanto más
dinero más angurria – y entre el canto sonoro y la voz
altiva gana el silencio, contrastes – cuando el solo se
pone en el occidente todo es luz en lo que fue poniente –
en lo monótono y rutinario – la creación estaba
solamente en la sensibilidad de un espíritu artístico o un
genio – pero era preferible tener la amplitud de mente
que la agudeza – así no se hiere a nadie.
Cabe aclarar todas estas cosas solamente fueron
oídas y captadas en mi computadora galáxica de alta
fidelidad.
“Hizo Dios de un polvo al hombre de lo mismo te
hizo el hombre a vos – el problema es quien fue”.
Así pues mi querido Humberto – todos buscamos
nuestros últimos puertos y nos morimos sin llegar
siquiera al primer puerto – alguien dijo.
Entre el toma y dame y el tira y jala el mundo ya
no se mueve, uno está muy cerca de la grandeza cuando
no se la busca con delirio sino con humildad y uno
encuentra su martirio tan solamente por la testarudez
recuerden Jhuly llevó con ella al devenir – la ternura y la
frescura de una flor – probablemente una rosa – con todo
el aroma de esta humanidad fenecida – para perfumar el
devenir con todo el olor sensual de una hembra
verdaderamente humana – digna representante de lo
que fue el amor, el sexo y la feminidad en el rouge de un
lápiz labial – y el reflejo de la coquetería limeña – pues
ella era peruana y en sus ojos – lo azul de lo que fueron
los cielos en primavera – es tu tez la lozanía de una rosa
– sus espinas del salero de mujer salerosa – estoy
seguro tendría los mejores merecimientos de haber sido
la última flor sobre la tierra – y de cuyo rosal brotarían los
botones de las rosas solo esta vez serían biónicas,
eléctricas, esotéricas con otra clase de espinas; la
primera madre de otro hombre – tan solo con una
diferencia – ya no sería de barro sino de polvo de uranio
radiante; atómicos y más artístico pues tendría un dedo
mas en sus manos y otro sentido novedoso del sentido
estético de la vida, pues cuando Dios hizo a Adan y el
universo – eran obras maestras y perfectas – pero luego
tuvo Dios que desfasar – sus espacios y al hombre para
que en su trascendencia histórica se componga y arregle
sus espacios – de modo que en la búsqueda de su
perfección irá pasando muchos ciclos – por años luz –
hasta encontrar la real verdad y su perfección entonces
vendrá el final total; primero el caos – luego la nebulosa y
la nada.
Porque hizo todo esto de la nada.
Yo soy el cactus – la metáfora de mi ser
extraterrestre – vine a contar estas dos historias es
verdad y así fue.
XIV
Veía el pavo real era el animal mas bello pero el
mas tonto – así como los hombres guapos.
“La mujer bella era flor de un día y espina de toda
la vida”.
Nada era perenne ni eterna quizá solo el tiempo –
pues las huellas de los pasos idos – los barre el viento y
el olvido disfrazado de barredor municipal sólo quedan
aquellos de luz propia – brillando como los brillantes y las
estrellas – aún las últimas lluvias arrancaban de la tierra
algunas sonrisas en forma de rosas, mientras las arenas
de los desiertos corren presurosas buscando sombra y
las mujeres seguían corriendo por el mundo buscando un
hombre ideal.
Ya se había comenzado de haberse quitado las
máscaras o caretas del fingimiento – uno por uno – para
aparecer desnudos – sin los refinamientos y disfraces –
la verdad – desnuda – pues recién nacía – la maldita
realidad y la locura – habían dos clases de miradas – los
que miraban al cielo y los que podían miraban el suelo.
Había una estrategia de hacerse el cojo o el loco
para no caminar con tontos – así se libraban de su
inducción.
El pero defecto de este ser – era su monotonía –
su detenimiento – pues lo comido y lo conocido luego es
defecado.
En cierta forma no me gustaron los árboles –
clavados en la tierra por miles de años – que testarudos
son. Verdad?.
Descubrí hoy dedos misteriosos tejiendo todo el
trama del destino y cada uno lo desteje como quiere y
puede.
Realmente siendo el hombre hijo de Dios – tenía
sus limitaciones.
Traducía el lenguaje del mar – “El viento le decía
al mar: muévete querida y la tierra le contestaba: tú ya no
soplas” – cuanto me divertí – en toda esta trama – me
tocó contemplar pues el habla humana tenía sus
bemoles.
Cada uno escucha lo que quiere y dice lo que no
quiere decir – entiendo todos los conocimientos tenían
sus matices de color y forma – así me di cuenta: Las
oportunidades
eran
aves
pasajeras,
picotean
tus
ventanas, luego alzan el vuelo lejos de ti – jamás vuelven
a tocar.
Los huracanes y los tornados me tocó ver – eran
la cólera de Eolo cuando peleaba con su mujer o su
suegra.
Hay algunos mandamientos de la ley de Dios –
fueron omitidos – dicen las malas lenguas – Moisés era
borracho – que bajando desde la cumbre – había
recibido dos tablas – uno de ellos lo rompió – quedaron
los peores diez.
“No tomes de tu viñedo el vino sino el de tu
vecino”.
“No te hagas el dos - en las cercanías de tu casa
– pues el mal olor penetrará tu hogar”.
“Hombre cobarde, no conoció mujer ajena” etc.
Así – cuando el hombre llegue a ser perfecto ya
no será hombre – sino Dios.
“Cada burro carga lo que puede y hace la cagada
lo que debe”.
Y con halago y castigo sigue el burro su camino –
llevando su carga que se convino.
Todas las lámparas mundanas – son luz pero
muchas son puro farol.
Como me divertía escuchando; por ejemplo a los
borrachos – yo no era visible y la visión de ellos soy otra
onda o frecuencia pero yo si podía detectarlos.
“Métele mantequilla al pan y una patada a la mula;
canción del ganapán”.
“Y al Indio y al mulo dale una patada por el culo”.
Eran los cantares de mis contornos.
El gras y la serpiente eran dos rastreros de dos
reinos diferentes, pero el rastrero humano no pertenece
a ningún reino.
Mi reino no es de este mundo decía Jesús en las
Sinagogas por que este era del diablo.
Pues – debo afirmar – no era posible la
democracia – mal de muchos – bien de pocos – no había
igualdad no podía creer.
Hay más agua que tierra sin embargo – la tierra y
el hombre tenían mucha sed.
Quiero aclarar – mi mirar es puramente imparcial –
pues tengo la obligación de relatar la mera realidad –
sobre todo de sus pensamientos.
Alguna vez Claudio le decía a Golda:
de las fuentes brotó el agua
del sol la luz
y de tu juventud
el calor y la fragua
Al contemplar las lejanas praderas me di cuenta
también los árboles se agachan por el peso de los años
así como la tierra ya iba arrastrando sus talones por el
peso de los pecados de los hombres.
En la soledad – el alma explora su quinta esencia
y en la multitud se desnuda.
Yo no comprendía la castidad femenina, es una
virtud mal entendida – por que del amor consumado en
ninguna parte es pecado tampoco en mi galaxia.
Nosotros allá hacíamos catarsis cuando las
brumas cubrían completamente nuestros cielos del alma,
llorábamos hasta mojar completamente los huevos o
echábamos humos por los ojos – sin embargo – las
cositas que los teníamos dentro del alma – no lo
decíamos a nadie.
Pues el que puede; puede
y el que no puede ruega
y el que sabe – sabe
y el que no sabe es jefe.
He visto aquí, el amor era una idea fija que puede
terminar en el matrimonio o en una locura.
Cuando miraba el sol – las sombras de la niebla le
hacían llorar lágrimas de luz.
Es así – la belleza de la novia se ve al levantar el
velo – oí decir: En un caso dado se puede perder la
virginidad, por un simple amorío – o saltando el río pero
la dignidad jamás.
Por muchas razones uno pisa el polvo; otros
tienen que morderlo – otros patean latas – y otros patean
el balde y adiós pampa mía.
Un borracho a otro: “Nunca digas la última – sino
la penúltima”.
El hombre ignora que el perro está a sus pies del
amo solamente por amor de su perra vida.
Se comprende, el sol expide rayos de luz y calor
así se gana el afecto del universo.
Me contaron – que Dios habla todos los idiomas
menos Alemán – sabemos que él es Judío – son cosas
que se oyen.
He llegado a la conclusión – todo lo imaginado es
cierto – por que el que imagina es un ser real – vivito y
coleando.
“El estómago del hombre se parecía a los
gobiernos todo lo convertían en heces”.
Lo que observé - lo que más progresó el hombre
es en velocidad y electrónica.
El hombre llega a la luna en tres días y las cartas
a los peruanos en 30 días – antes viajaban del Perú a
USA en un mes y sacaban su visa en media hora –
ahora viajan en cinco horas y demoran tres años para
sacar su visa porqué será, prima lo inconmensurable y la
apatía.
En ciertos conceptos de la economía funcional –
era bueno la del burro esta bíblica cabalgadura – no se
cae – tiene cuatro patas y la quinta rueda eso es
economía estable – nunca cae.
Es mejor el precio ideal que el caro en la
economía moderna – para la inflación el shock y para la
recesión una patada.
“No trabajes para otro – dejad que los otros
trabajen para ti”.
Yo estoy en el Perú – parece por alguna razón –
es el centro cósmico de la tierra – por eso TV suena a
fonética – del serrano en Inglés.
He descubierto que el gato había sido mi paisano
– es decir extraterrestre.
Cuando veas un narigón es Judío o inteligente –
las huelen todas.
Hubiera querido ser otra vez un niño – para tener
el sentido de contemplación profunda de las cosas en
medio de las sutilezas de la edad madura.
Estoy sospechando que el lenguaje en este
mundo a venir – será la empatía o la telepatía – un niño
pierde su espíritu contemplativo, cuando pierde el interés
de las cosas bellas y deja de ver las estrellas.
Por
lo
menos
el
hombre primitivo andaba
libremente por montes y cañadas – ahora son almas
encadenadas – apenas se mueven tristemente.
En lo que concierne al Perú – su problema no era
la producción sino la falta de consumo – lamento en decir
– ya no habían caballeros andando ni damas dulcineas
tampoco.
Simplemente son entes parametrados – a una fé y
un salario mientras de vez en cuando elevo mis ojos a
las estrellas del cielo y también veo las luciérnagas del
suelo – hacen de la luz derroche – en la oscura noche.
En esta sociedad económica – cuando fenece la
humanidad.
“No había candado para un corazón cerrado para
una llave de oro”.
Bueno había mucha estupidez el 90% de la
actividad industrial era para satisfacer la vanidad humana
el resto era fantasía o necesidad.
Debo aclarar estos mensajes de mi espíritu
poético no es para este momento – me llevaré algo
conmigo – y lo entregaré al devenir.
Pues aquí la mayoría son hijos de probeta – ya no
hay los hijos de perra – que en otro tiempo poblaron la
faz de la tierra.
Es que hay control de la natalidad y calidad.
Tampoco yo simplemente creo – el árbol y yo
podemos soportar mil años de soledad – había uno –
pudo soportar cien años de soledad.
Últimamente por aquí la necesidad tiene cara de
hereje también de cristiano.
Pero todavía uno era dueño de sus actividades y
sus posibilidades lo demás era pura circunstancia.
Me aseguró un poco tarde – las olas eran la gran
respiración de los pulmones de la tierra y los terremotos
– la expiación de la flatulencias de sus empachos.
Me he convencido: Los destinos de los hombres
eran como las estrellas - mientras unas se encienden
otras se apagan.
XV
El año tres mil la luna otra vez será virgen en la
tierra no habrá gente, lamentablemente todo será verde
trigo y amarillo maizales; el sol saldrá por el occidente y
se pondrá por el oriente – habrá otra vez agua fresca en
las fuentes – en los mare y las corrientes en las entrañas
y el subsuelo no habrá nunca más gas y petróleo y de las
ubres de las nubes, de este eterno mundo caerá maná –
leche y vino pero ya no habrá ningún vecino – los
campos tapizados de verde; los jardines florecerán
pensamientos, nidos de abejas serán los templos –
cuando todos hayan muerto en el año tres mil – en los
altos campanarios de lo que fueron los santuarios – un
coro de ruiseñores y un monito semiseco tocando un
acordeón entonará el cántico del año res mil.
Sentado en lo alto de un monte donde termina el
horizonte – un búho escribirá en un neo-esperanto la
nueva Biblia una novela o lo que sea.
Todos se habían ido lejos – todos los vinos serán
añejos – las luciérnagas serán los policías y labrarán la
tierra las hormigas – el polo norte y el polo sur serán dos
museos diferentes – uno guardará otra cruz y el otro
cosas muy insignificantes – una corbata o una guayabera
colgado de las axilas de un puente, una cajita con una
lágrima viva de Golda la última madre de la tierra.
La última que lloró sobre la tierra, o una melena
del rey de la selva – de Claudio – era Leo – o un colmillo
de un elefante – un loro disecado ex profesor de idiomas
en recuerdo a sus poemas – pero la tierra tendrá
nostalgia del hombre del gran ausente – luego vendrían
otras gentes a comerse el pan de los verdes trigales –
después del año 3 mil – se verán niños correteando
mariposas de luz – enredadas en los mágicos telares de
nuevos ensueños – los niños con los genes de Golda y
Claudio – traídos por Jhuly la última mujer de la tierra y la
primera madre de este nuevo mundo – que pude ver
amanecer.
Los niños aún tendrán el tierno corazón de su
madre – y el faro de luz potente en sus mentes.
Serán pues niños buenos e inteligentes.
Habrán entre ellos nuevos padres y nuevas
madres – tendrán todavía corazón – pues Jesú – pidió a
Dios uno nuevo – sabrán por impatía todo lo que
supieron los abuelos.
El sol se quitará los lentes – pues había llorado
mucho, la luna mostrará la otra cara y yo y mi pluma ya
carentes de tinta – me voy en un platillo volador que vino
por mi – mirando siempre hacia atrás hasta perderme en
mi galaxia dejando en el cactus que fue mi aposento
terrestre mil espinas de mi dolor – y en cada punta un
suspiro por las terráqueas – sobre todo Golda y Jhuly un
epitafio:
Aquí dejo; mi pluma – extraterrestre – que pudo
plasmar algo del hombre suicida de su devenir.
También fue testigo – de lo que el hombre había
hecho para destruir en masa.
Fusionó el átomo – forzando su virginidad y
fabricó bombas atómicas – destruyendo Iroshima y
Nagasaki para comenzar – como lo fueron Sodoma y
Gomorra – otrora – hoy convertido en el mar muerto.
Llenó de contaminación y anhídrido carbónico
hasta la estratosfera – solamente los mexicanos y
mexicanas llenaron todo el cielo de flatulencias por
comer tacos – Japón tenía solamente agua, terremotos,
japoneses y gueisias – eran tan pícaros se apoderaron
de la economía mundial – la Unión Soviética por ir por la
izquierda.
Se fue a la mierda!
Los judíos están mascando oro y plata – no lo
pueden digerir – a los españoles bailadores – cantadores
se les ha presentado fe música ahora tenían que trabajar
– al mando de los Vascos.
La Gran Bretaña – se les acabó su imperio –
comenzando con las vacas locas, los países arábicos
que vivían solo de petróleo – se les agotó los pozos; la
mayor parte de los negros murieron de sida – en Africa
solo quedaron unos monos blancos.
En Chile – todos los chilenos eran rotos y las
chilenas rotas ya no habían vírgenes – a los venezolanos
si le dabas una puñalada le sacabas petróleo – ahora ni
siquiera gases – los chinos se suicidaron – marchando
en columna de mil al río amarillo y al mar Pacífico –
como las ratas blancas de los países nórdicos al mar
Báltico parecían quedarían solamente las cucarachas y
los peruanos pues tenían la gran capacidad de
supervivencia hasta pululando en la basura.
Al tío Sam se le acabó las goyorias – pues los
japoneses le hicieron la guerra económica sus papeles
verdes ya no tenían valor.
Se había inventado el dinero era la vedette por
mucho tiempo – se convirtió en el agente de todos los
desmanes y crímenes.
Se sacaron todo el petróleo de las entrañas de la
tierra para convertirlos en contaminación de casi todo el
medio ambiente – se cargaron todos los ríos de
deshechos mineros – basura convirtiéndolas en aguas
servidas apenas llegaban a vomitar – el mar protestaba
en resacas agónicas ya está semimuerta.
Ya los peces se habían muerto en cardúmenes
enteros – solo de alta mar se escuchaba el canto de
adiós de las sirenas – había la degeneración al extremo
hombres y mujeres usaban pantalones con cierre atrás –
ya saben para que – se discutía quien era más hipócrita:
El cura, el diputado o el abogado.
Todas las secretarias eran taquimecanógrafas.
El agua bendita era más sucia que la vagina de
una prostituta todos los feligreses metían los dedos
sucios – en ella casi todos eran adictos a las drogas:
Opio – cocaína – alcohol – cigarros – paro de contar las
arenas corrían despavoridas del hombre y hacían sus
montículos tratando de formar sus fortalezas para
defenderse.
Los oasis brotaban solamente agua sucia – para
los camellos – ya no para el hombre.
La configuración actual – las gentes crecían para
los
costados
por
vivir
sentados
–
no
mas
los
alumbramientos normales – eran por cesárea – o los
mataban en indefensos embriones – había tanta
emiscuidad y hacinamiento se dormían en los parque en
las escaleras – en los baños usaban condones de
segunda mano – ya no miraban el cielo parecían
chanchos de cabezas gachas.
No quiero decir más – el hombre se había
convertido en un depredador suicida; un día estaba
cabando su propia tumba – y escribiendo su epitafio – y
así fue.
Solo había unanimidad de espíritu – todos
estaban sentenciados a muerte.
Esto no lo salvaba ni San Butta – santo de las
últimas instancias; o ni Santa Rita – la santa de los
imposibles.
Las mujeres eran dueñas y esclavas de sus
caprichos.
Los vientos cargaban a cuestas todas las
flatulencias de hombres y mujeres empachados de malas
comidas.
En un principio creí – solo insectos poblarían la
tierra porque fueron imbatibles – pero el productor de las
grandes cagadas que los insectos comían había
desaparecido del mapa – el hombre – no era pues
posible – pasarse esta vida tan corta – correteando la
plata.
Aunque nuestros primeros padres, Adán no tenía
ombligo – y Eva no uso sostén.
En un tiempo el lenguaje de la poesía estuvo muy
cerca a la verdad infinita y a la locura cósmica.
Cosas que sucedían – por lo menos en el Perú –
donde fue huésped – el que robaba menos de mil soles
eran un vulgar ladrón – pero el que rodaba mas de un
millón era un financista – que lo diga Alan, alias Damián.
Corrían todavía las parábolas de Cristo – para
bobos y las paradojas para los demagogos, ocurría
muchas cosas; por ejemplo – el que compraba casas a
plazos – generalmente quedaba para el otro.
Eso mejor después de los cuarenta años – en vez
de una casa propia – un mausoleo – era más eterno.
En estos tiempos – las discusiones eran de lo
relativo y absoluto – según Einstein todo era relativo y
según estos tontos todo era absoluto – y los peruanos
seguirán aguantando todo, no tienen que envidiar a la
burra y el que diga que no; tire la primera piedra.
Claro lo primordial de su trilogía de ser un
pensante – hablante y libre – pues la única forma de ser
libre; era liberarse de uno mismo – no era posible
estaban plagados de muchos traumas insuperables.
Las cosas estaban de comenzar – “Dame un beso
el resto va por mi cuenta”.
Se vivía en una onda o frecuencia y las
interferencias eran pues los problemas – buscaban
imágenes y metáforas porque eran tímidos y cobardes.
Los optimistas veían las cosas en TV de colores y
los pesimistas en blanco y negro.
Los primeros comentaban que antes del año 3000
– comeremos solamente mierda y los segundos decían
alcanzará para todos?
Claro está:
De polvo eres y en polvo te convertirás – pero
nunca se mencionó la clase de polvo.
La mayoría eran deudores y una minoría los
acreedores – “El que no debe – no ha disfrutado en este
mundo – decimos nosotros en mi galaxia”.
Lo que mas causaba cólera – era que los políticos
miraban solamente desde dos perspectivas izquierda y
derecha.
Hay muchas direcciones en la rosa náutica –
muchas van a Roma – la felicidad y una solo a la Gran
Vía – la desdicha aún más hay otras dimensiones aún
desconocidas y muchas otras perspectivas.
De vez en cuando hay que mirar el cielo – sin
descuidar el suelo – y de vez en cuando mirar atrás
puedes perder tu virginidad – o tu dignidad – hay muchos
huecos y piedras en el camino.
“Cambiando de tema: A la quinceañeras le decían;
FIVE AND TEN” cinco minutos de placer y diez años de
cárcel.
“Para mi son unos bocaditos – tienen su papita
con su carnecita adentro”.
Bueno – en este valle de caídos – solos se
consuelan – se chupan el dedo – o de su zapato la
suela.
Era menester buscar los confines – sin encontrar
nuestros fines y en algún lugar en algún tiempo nos
encuentra la muerte.
Todavía había algo de ética – no valían los
méritos prestados ni los títulos fabricados.
Se veía mucho por las calles sotanas y polacas –
no eran mujeres de mala vida.
En cierta forma admiraba a los alpinistas – mas
pensé eran como las ladillas subían por las puras huevas
– sin embargo no era en vano escalar las cumbres para
mirar de cerca las estrellas mas también aquí abajo –
hay cosas bellas.
Lo que mas cundía al aburrimiento eran la
monotonía y la mismicidad de las cosas – por ejemplo –
las aguas del río hablaban un lenguaje de hace un millón
de años y entre los contrastes – las abejas ahorraban
tanta miel – y morían de hambre.
Primero me aseguré de vivir y seguir adelante.
Yo he venido a este valle desde mis lejanas
distancias no como un simple observador, sino para
relatar todos los aconteceres de la finiquitación de esta
parte del universo.
Aún muchas cosas decían del arraigo a la tierra –
pues en las raíces estaban el sabor de los frutos – dime
de dónde vienes y te diré que te traes.
Cuando amenazaban las lluvias el cielo se
ahechaba al llanto – y de los enigmas del tiempo y los
pensamientos y las aguas nacía la flor.
Por su puesto el hombre era un Dios divino – pero
un Dios parametrado y en la brisa apacible y en la
tormenta horrible estaba el grito de Dios – y entre el
dulce sueño y la terrible pesadilla estaba la diferencia al
despertar.
Nunca comprendí – la estupidez del jardinero
decapitar las flores para ponerlas en un florero.
Muchos tenían poderes políticos y económicos –
no pensaban que alguna vez la podían perder.
Este mundo plena de telarañas tramas hechas
con arte; las moscas la hechan a perder.
Mientras tanto entre la aurora y el crepúsculo se
acaba el día y entre ayeres y mañanas se acababan las
viudas y entre aciertos y metidas de pata se acabaron los
pueblos del hombre el protagonista de todos los tiempos;
cada vez que aparecía un revolucionario se creía en una
solución definitiva y aquel protagonista seguirá siendo
frutos del amor y paridos con dolor; y sus buenos
pensamientos se nutrirán de ideas puras y malos
alimentos de las prostituidas y el jinete que cabalga
nuestro destino – será nosotros mismos pero la
cabalgata siempre tendrá sus imponderables.
Entretanto el hombre está desapareciendo sin
saber siquiera a qué ha venido y aquellos que tienen la
conciencia hueca – no pueden llevar agua del río – para
sus sembríos.
Las rosas siguen derramando sus pétalos, sobre
los rostros dormidos – queriendo siempre perfumar
nuestros sueños – y los nardos seguirán disparando sus
dardos como malvados arqueros sin saber siquiera, en
que corazón talvés inocente se ha incrustado.
Así vi una mañana – un arquero – con su aljaba
llena de flechas envenenadas de curare – agarró una
flecha – templó su arco lo más posible y disparó cuan
lejos en el espacio con toda la furia de sus malas
intenciones, otra tarde sentado a orillas de un lago azul
cantó una canción de su partitura.
Toda flor aplaca su sed de amor con el rocío de la
mañana y se pone tan lozana solamente por un día.
Y otra tienen su fragancia muy peculiar – y toda
mujer tiene su arrogancia particular.
Así cantaba un pajarillo – al ritmo de su guitarra
con las claves bien templadas una canción de amor – a
los espacios azules del cielo primaveral.
Así anduvo disparando canciones y flechas en
todas sus distancias.
Una tarde ya al margen de sus andanzas se sentó
bajo un árbol – haciendo memorias de sus caminos – y
vio con sorpresa – aquel árbol se estaba muriendo, pues
la primera flecha disparada había impactado en su
corazón – el había nacido para vivir mil años se moría
joven – sus hojas ya secas se los llevaba a rastras el
viento quizá al infinito o a una sepultura.
Al mismo tiempo escuché aquella primera canción
de amor – de los labios de una niña – la cantaba con
mucho cariño.
Así actuamos en este valle como la flecha y la
canción sin saber donde caen nuestros dardos y donde
impactan nuestras canciones – en los corazones
insospechados e inocentes.
Por eso hay que sembrar en esta tierra semillas
insignificantes o rocotos picantes.
Claudio era viudo – hace muchos años – no se
casó otra vez – porque Dios manda al infierno no por lo
malo sino por reincidente o imbécil y toda repetición es
una ofensa.
Era mejor el amor libre por lo menos es
democrático.
Un amor incondicional – sin impuesto – a calzón
quitado así fue su amor por Golda.
XVI
El odio solamente es el amor en otra onda, a
Claudio le gustaba caminar descalzo por que los dedos
de sus pies conocían las piedras del camino y nunca
pisaba mierda no era muy trabajador que se diga; solía
decir “cada burro carga lo que puede y caga lo que
debe”.
Hablando de la lengua femenina – no eran
viperinas según él – sino bipartidas – también aceptaba
que casarse de viejo es como casarse por poder y
divorciarse por no poder.
Presumía del significado de algunos términos
económicos – “la necesidad crea la producción y la
capacidad de consumo crea la riqueza”.
Nadie ha hecho dinero con los diez dedos ni
trabajando para otro y la gallina se pasa la vida poniendo
huevos y el gallo se pasas de cantor.
La gallina es el pueblo y el gallo el político.
Los únicos felices eran los ignorantes pues vivían
a la sombra de la oscuridad; claro está todavía.
No solo eran príncipes los de sangre azul sino
aquellos también que por su virtud tiene noble el corazón
– últimamente se veía en el valle muchos hombres de
pantalones apretados.
Pues era mejor un marido saco largo – que uno de
pantalón apretado.
Ya la penumbra, la claridad de estos días – con un
manto de melancolía, de las cosas que hicimos – de lo
feliz que fuimos de los amaneceres a los anocheceres de
nuestra vidas.
El pueblo que había nacido Claudio – Abancay un
pueblo metido entre los andes – nunca llegará un avión
salvo que aterrice de poto.
Sabía sin embargo que su misión era ser feliz y
hacer feliz a ella – eso sucedió con Golda.
Supongo hay otros fines por ejemplo la eternidad
– y de las mujeres la maternidad.
Es cuando me puse a cantar: la encarnación del
espíritu divino.
En un vaso de vino
Al tomar de ella
solo una botella
pero mas de dos
se convierte en Diablo
o en vinagre.
Es cuando quise irme a la mar porque en la tierra
no hay justicia; pero cuando se ha perdido la confianza
en uno mismo lo mismo da mar, tierra o suelo.
Debo
aclarar
–
leí
la
Biblia
con
mucho
detenimiento – es un gran libro – dice todas las verdades
y todas las mentiras.
Eva no comió una manzana sino un membrillo me
lo dijo un pajarillo – una mañana al paso que se ve – la
última guerra sobre la tierra – será de las cucarachas al
mando del general baigón.
Claudio decía a un amigo que tenía sus
problemas con su mujer – oí decir.
“Las mujeres no entienden – otro lenguaje que la
de la alcoba”.
Tanto habían cambiado las cosas en un tiempo el
Danubio era azul como los sueño de mi juventud antes
de comulgar mundanos cuerpos ahora se ha convertido
en un caudal turbio y sucio.
En este momento estuve pensando era necesario
bajar de mi pedestal – salirme de mis raíces – que yo
mismo me lo he fabricado – pues el suelo es el único
lugar que marca la pequeñez humana – palabras de
Claudio.
El que hace alardes de grandeza muy pronto se
encontrará en la bajeza.
Así las sombras seguían al hombre toda la ruta –
como una fiel prostituta – no cabía con ella sino la
muerte – aveces lloraba sólo luego descubrí – era mejor
desahogarse en la multitud que llorar a solas.
En esta monotonía aburrida – sin embargo en este
detenimiento contemplativo me di cuenta tras los errores
se llegaba a la verdad y tras muchos silogismos se
llegaba a la triste realidad.
Era dejar al tiempo y la historia – que hablase de
tu gloria – mientras tanto solo era necesario hacer
méritos – para un buen epitafio – que diga en síntesis
mucho de ti – mañana.
Hay recuerdos profundos que se aferran al alma,
como tupidos musgos a la callada roca y pueden asfixiar
plenamente nuestras ilusiones de mañana – aunque
muchas veces el eco blasfema la realidad de tu voz con
sus mal intencionadas repeticiones.
Nuestras sombras son los ángeles de la guarda
nos cuida las espaldas mas allá de la muerte.
Lo perfecto y lo imperfecto son tiempos del verbo
y como el verbo es Dios – ya sabes no siempre es lo
primero.
Allá en las alturas escasea el aire y aquí abajo ya
no hay pan para nadie.
La duda no era el principio de la sabiduría - era
tartamuda – franca con mucho miedo.
Veía las playas vecinas a mi cabaña soportaban
las metidas de mano de las olas – existe mucha
sensualidad en la natura – aveces también pensaba –
los gusanos sienten el horror de ser devorados por los
pájaros y la deshonra de comerse los cadáveres – así el
rocío de la mañana, eran las lágrimas calladas de la
noche fría.
Las cosas que digo – son mis apreciaciones con
ojos de satélite imparcial y extraterrestre - único testigo
del triste final – pues tengo dilucidar todos los
pensamientos de los protagonistas de este apoteosis.
Por la caras que veían – estos debían ser frutos
de la resaca del amor.
En medio de esta hipocresía – una palabra franca
dicha de sopetón – ya nadie soportaba ya en este valle
del Señor.
Cuando miraba los jardines los pétalos de las
flores eran unas bailarinas locas a la presencia de un
ruiseñor.
Nunca supe si el desnudo o el vestido era el
inmoral solo sé yo nací calato y así sigo al natural.
Podría hablar mil cosas pues para mi el tiempo no
es relativo, es absoluto – mi misión está medida y
computada allá de donde vine.
XVII
La cosa mas pequeña conocida hasta ahora, y
aún el misterio mas fantástico y poderoso de la creación
– el átomo; su performance y su conocimiento decidirá
ahora y en el devenir la paz y la libertad para la
humanidad de hoy y mañana y el bienestar o la
destrucción de los pueblos.
En el comienzo de la energía y el principio de la
armonía y entendimiento del universo; entre los seres de
la creación y Dios lo quiera pueda prevalecer hasta el
final del mundo y del hombre hasta que todas las cosas
vayan a la nada y la nada llegue a ser un átomo luego
una célula viva – para generar un nuevo orden, un nuevo
mundo, un nuevo hombre.
Sé, el hombre desde un principio del mundo quiso
ser un pájaro y trató de tener alas y poder, más allá de
las nubes – él siempre vio los cielos como el Edén de la
felicidad al final lo consiguió.
El voló a la luna y mas allá, él sabe de
propulsiones de cohetes; puede enviar a través de los
espacios; palabras, hombres, cuadros de colores; puede
recibir los ecos haciendo de la inmensidad pequeñas
distancias, más buscando distancias en los espacios
exteriores.
Olvidó ver las profundidades de su alma para
descubrirse – se olvidó de ver la tierra, el globo, el mar y
su real verdad.
Estoy resaltando algunas cosas importantes del
acontecer terráqueo cabe plasmarlo en el recuerdo.
Un cantor a Machupicchu – entre un mil de
metáforas brillantes la definió: la ciudad perdida como la
más alta vasija que contuvo el silencio.
Un grupo de arquitectos de todo el mundo han
venido a romper ese silencio y anunciar a los siglos del
devenir, el significado del pasado de la tierra de una
formidable mentalidad y cultura perdida en el pasado de
la humanidad – pero escrita en piedra arriba en las
divinas colinas de MACHUPICCHU – diciéndonos de las
maravillas y los alcances de aquellos hombres llamados
INCAS y de sus ancestros que por alguna razón se han
ido por el silencio – en adelante será el centro como una
atalaya contemplando las realizaciones del género
humano hasta la consumación de los siglos.
Yo estuve en machupicchu – hasta puede creer –
que mis paisanos estuvieron aquí.
Hay mucha similitud con nuestras culturas.
No eran tan malos – solamente estuvieron
engañados o con ciertas ideas fijas o locuras – sus
traumas eran grietas por donde corren las testarudas
ideas de sus subconscientes a sus mundos conscientes.
Y entre los grandes, los mediocres y el vil; siempre
ganó el vil – por ende tenían que acabar mal – todavía
cabía un catarsis para sus dramas; de reírse hasta
hacerse el dos o llorar hasta mojarse los huevos, mas
unos lloraban para adentro – consiguiendo llagas o
úlceras sangrientas – otros con bostezos y suspiros
también eran catarsis del alma y el cuerpo:
“Recuerdo algo sobre eso:
suspiro pues lágrimas no tengo
y en cada exhalar arrojo
como unas gotas que por los ojos
resbala pedacitos de mi corazón”
Esto escuché de Claudio – alguna vez.
El fue en un tiempo piloto de la RAF – de la real
fuerza inglesa, luego de la FAP – fuerza aérea del Perú –
con sus aviones tenían tres alas - ala
izquierda, ala
derecha y ala mierda; salió con vida – porque Dios era su
copiloto y el Diablo su consejero de vuelo.
Pero muchas sufrían calladamente y se morían
derrepente pues muchos eran solapados – se limpiaban
los mocos y las lágrimas con sus mangas – no se miraba
ya las alturas pues andaban preocupados – mientras las
cumbres parecían alcanzar las estrellas y la imaginación
de los pocos creativos podían palparlas a todas ellas
supongo – era un mes de otoño – las hojas se vestían de
amarillo y las sienes de gris.
Puedo culpar las matemáticas hicieron mucho mal
a las mentes – las hicieron computadoras y parecía que
la cibernética podía reemplazar – mas la lámpara de la
inteligencia seguía siendo mas potente y clara que la luz
del sol, las estrellas y el claro de luna – por su puesto
mas rápida que los rayos de luz – podía dar vuelta al
universo en un instante; mas al fin de nuestra jornada
hay también una luz preclara, nos muestra los caminos
recorridos que estuvieron equivocados.
Yo escuchaba la conciencia de la tierra – gritar en
forma de gritos en su voz de protesta así como los
grillos, a los cielos todas las noches.
Aunque Ud. no crea – hoy un artista y mi
sensibilidad puede captar el acontecer muy lejano ya sea
del ayer y del mas allá venidero en años luz y aquí
mientras despierta el oeste, el este se queda dormido.
Si es así,
alabado sea el Señor
en las alturas
y maldita sea en estas
bajuras.
Quiero aclarar también que la afinidad química es
el principio entre los cuerpos inorgánicos y la otra
afinidad química es el principio del amor entre los seres
vivientes
orgánicos
pues
también
tienen
sus
catalizadores que son los celestinos profesionales; se
sabe, el calor dilata los cuerpos pero las fraguas del
amor acortan las horas.
Son algunos sarcasmos ilógicos – el que come
con la mano izquierda puede utilizar la derecha para
limpiarse la boca o lo otro; o la distancia mas corta entre
dos puntos es la recta, pero la distancia mas corta para
irse a la mierda es el recto.
En política solo se usa el modo condicional y en la
ciencia y la idiotez solamente en modo indicativo – en
este país, por ahora en macroeconomía se habla en
dólares americanos y microeconomía se habla en soles
en macrocantidades por eso de la inflación del sol y
recesión del sol – son cosas que captan mis espinitas a
macro y micro distancias.
Se conocía al voluble por sus tornillos flojos y al
terco por tenerlos bien apretados.
Aquí
en
mi
ambiente
seguían
las
nubes
transformando el esplendor del sol en colores del arco
iris y las brumas del alma en colores grises.
La gravedad al nivel del mas es cero; pero al nivel
de suelo el caído se pone grave.
Es que las cosas se estaban poniendo en el piso,
por el tiempo y gravedad y sus pesos.
Los genes eran muy bandidos más trasmitían las
taras que los caracteres de la virtud por estos caprichos
de la natura existen tantos tarados en este valle y otros
lares.
Todo va cayendo por su peso bruto y se mueven
solo por inercia y aveces se elevan por la sustentación
de las alas del espíritu alturado de algunos hombres
todavía con valores.
Y por la transferencia de los poderes siguen
dependiendo de la mujer del poderoso.
Ultimamente por la poquedad de los insumos:
Todo trigo es limosna
y toda paga un alivio.
Todavía la necesidad es positiva pues crea la
capacidad de satisfacerla.
Las cenizas que deja todo fuego de cualquier
pasión ardiente a lo largo de nuestras vidas y amoríos,
acaso queda un recuerdo como el pucho de un cigarrillo
que no se ha apagado, o como una luciérnaga pululando
en estas cenizas.
Y en esta llamada democracia – que suerte – para
desgracia – buscamos el pan del día con mucha porfía y
otros comen tortas gratis en demasía.
Todas estas especulaciones son las mil y una
noche de Claudio y su tribu; y la de la charapita Golda.
Buen declaro – han venido algunas en la tierra –
trayendo consigo algunas cositas: Adán y Eva – trajeron
filosofía – el sánscrito, arroz y las vacas sagradas.
Elena y Greco, el griego – filosofía, matemáticas,
la escritura y aceitunas y gatos.
Roma y Romulo – trajo el latín – la música, la
pintura – uva y la mímica; por último – Mama Ocllo y
Manco Capac – el quechua, aymara, la arquitectura lítica
y conceptos sociales.
Tengo el orgullo en lo traído por eso personajes –
fue la vivencia de los humanos por muchos siglos – yo
solo traje mi pluma aerón de dos cargas azul y rojo –
para escribir este testimonio.
Ahora veo – el entendimiento de norte América y
Latino América de norte a sur, de este a oeste, de arriba
y abajo estuvo el destino feliz de América; así pues el
horizonte es uno solo y cada cual mide sus distancias
según sus alcances.
Ya lo sé, el equilibrio universal es el flujo y reflujo
de los cuerpos y anticuerpos, materia y antimateria y el
amor sigue trasmitiéndose en frecuencia modulada y si
los corazones son estéreos es en “HI FI” los amores son
sublimes y perfectos.
En este momento pasa el viento echado lisuras y
levantando faldas de las mujeres sin calzones y
corazones abiertos o levantando polvo en estas llanuras
y otros vientos chismosos solo arma discordias.
Según un Pitágoras moderno en el triángulo del
amor los catetos son los maridos y la mujer infiel – la
gran hipotenusa.
Era pues necesario:
Dejar siempre un poco de apetito para poder
saborear los potajes ricos que os depara la vida – estas
frases y otras son mías.
Para saber del pan blanco hay que haber comido
el pan negro.
Se veía en estos ambientes ya no eran necesarias
las fuerzas armadas pues ya son obsoletas – las guerras
actuales
son
por
conquistas
económicas
por
persuasiones de impacto político para explorar otros
pueblos sin asaltos militares sino incursiones de
explotación y de lo que hacen los generales tienen la
culpa las generalas y de lo que hacen los comandantes,
nadie tiene la culpa sino ellos.
Claudio era alérgico a la fama – pues el esplendor
de tu fama no debe traslucir mas allá de tu mirada y tu
realidad – aunque la realidad es relativa al momento,
absoluta al tiempo y su subjetiva al hombre.
Era cierta forma condenando a una falacia “Que
esto era un valle de lágrimas” – lo demuestra el grito del
recién nacido, nos hace ver que no es grato el haber
venido.
Y entre la noche y el día se llevan en posta
nuestras vidas, solo quedan los crepúsculos y las albas
minúsculas del recuerdo de nuestras vivencias mas las
sonrisas preconiza no siempre una carcajada así se
arma una situación binaria – rico tipo y pobre diablo son
los mismo entes de la misma calaña.
Y cuando se vuelve las miradas del otoño a la
primavera – de la vejez a la niñez uno deja de mirar las
miserias de esta tierra; más en este país que se llama
Perú – hay dos tipos de gente feliz – los miserables y los
generales; los primeros no sufren – aguantan todo y los
segundos no saben – además este pueblo la mitad son
analfabetos no leen; la otra mitad saben leer, pero no
leen y como una ironía los únicos que leen son los
militares, pero no entiende.
Mas yo prefiero comer un pan con mis amigos que
compartir un panetón con mis enemigos.
Es así todo es posible en la cuerda floja en la
dimensión desconocida; eso pasa en las mejores familias
y la muestra no es pues de las mejores que diga – de
suerte para mi son como los callos en la planta del pie –
afortunadamente nadie me lo pisa solamente yo.
Eso significa las soluciones de las problemáticas
están en vuestras posibilidades.
Si tu problema tiene solución no te preocupes
- si no las tiene – para que te preocupas.
Uno come lo que puede –
y las caga lo que debe.
Hasta ahora el hombre sigue – también el honor
en el corazón y la mujer bajo su calzón y ambas cosas
se puede perder por una u otra razón.
Sigo hablando de los generales – la estupidez de
un general – es porque antes fue comandante.
Cuando se habla del matrimonio generalmente es
obra del demonio.
El hombre pierde su libertad y hasta su dignidad y
la mujer pierde aveces su virginidad y otras ni eso.
Luego sus amores una vez fueron un buen vino –
presto se avinagra – y se convierte en dos enemigos
durmiendo en la misma cama – entretanto la sotana y la
polaca tienen ventajas sensuales –pues tiene la bragueta
hasta el cuello.
Yo solo creo
que la canción del anda vete
será al ritmo de tango
o un valsecito criollo.
XVIII
Entre las mujeres que he visto fueron las mejores
las francesas solo que no se bañan ni se despiden.
Las americanas tienen la psicología del pavo; para
matarlas había que emborracharlas – las mexicanas
todas eran machas – las venezolanas en vez de dar
leche daban petróleo.
Las cholas peruanas eran masoquistas primero
hay que patearlas y las loretanas son sordas – les dices
siéntate y se echan.
Lastima las chilenas son rotas – y los chilenos
también.
A las argentinas basta decirles “che” y ya esta.
Las brasileñas se les lleva a la cama a paso de
zamba – a las chinas se las mira de soslayo y se hace el
amor de costado.
A las judías hay que pagar al contado y plazos.
A las rusas se le hace el amor sobre todo por la
izquierda.
Y a las europeas – sobre todo a las luteranas –
por el útero y el ano – no tuve otras experiencias sino las
mencionaría – pero – Claudio y Golda eran fuera de
serie.
Políticamente era lo mismo estar en la izquierda o
derecha; pero era mejor estar encima; lo que sé de la
política de Jesús – el no escribió nada solamente hizo
correr parábolas y los curas la siguen corriendo.
Aún el mundo siguió andando gracias a los
limeños, porque estos hijos del Rimac no se levantaran
ni para el juicio final.
En el régimen actual de un tal Fujimori V; su
régimen cambió la papa por una yuca muy grande – y en
la política de control de natalidad y calidad – están
saliendo mejores elementos en los hijos de probeta que
los hijos de bragueta.
Los plazos de las letras eran a nueve meses listos
y visto.
Aseguró en los hombros de estos hijos de pobreta
– sobre sus espíritus se alcanzarán la eternidad de los
pueblos de mañana – y el oxígeno seguirá siendo vital al
cuerpo humano con la libertad a su espíritu.
Sin embargo no hay derechos humanos para las
guerras
- y las prostitutas se llamarán de hoy en
adelante – “Relacionistas públicas”.
La libertad sin pan, los hay, con pan y con algo
mas, mejor – pero con torta jamás.
Los laureles que ostentan las frentes de los
hombres valientes – en este olimpo – serán flores negras
mas tarde, enlutadas por el tiempo y la envidia.
Pues en esta trinchera de la vida generalmente
muere el que saca la cabeza – no interesan las
altedades sino las profundas huellas.
Así los problemas políticos no son colaterales sin
quien esta arriba y quien esta abajo, mas los pueblos
estarán siempre en el suelo.
De los pueblos, de mas visitas, el pueblo mas
social es el esquimal – no existe la palabra yo – todo es
nosotros o para nosotros – en cambio los judíos – yo y
para mi.
Yo llegué a Lima hace 10 siglos – los gobiernos
estaban en manos militares; planes con nombres
indígenas:
Plan Inca
Plan Tupac Amaru
Plan Toparpa
Plan Filipillo.
Una frase folklórica de estos cholos de 3ea. Clase
– es decir los habían los emergentes; los sumergidos y
los cholos de mierda – los mas abundantes.
Su política de “serruchamiento de piso” era pues
parte de su folklore – Perú un país privilegiado con sus
tres regiones naturales y sus 200 millas en el pacífico.
Comprendí – el militar es un hombre con miedo
por eso anda armado y disfrazado.
Pero los hombres seguía, comiéndose todos los
animales – hasta un elefante – una ballen, un león –
luego es devorado por el mas vil de los animales – los
gusanos.
Los asaltantes mas grandes hasta la fecha
seguían siendo la Esal, Electroluz y las Telefónicas.
En este momento el contra punto es entre
acemilados y civilizados – yo trataba de aprender los
idiomas terráqueos entre ellos el castellano – supe que lo
hablaban sólo por tradición – o como les daba la gana.
Solamente los alemanes se basan en sus raíces,
su mentalidad y cultura de su pueblo.
Hablo con las galaxias o cualquier distancia – en
onda corta, en onda larga – térmica o eléctrica – y
cuando hablo con las mujeres en cualquier instancia; en
vivo y en directo; cuando indago las profundidades de
aires, tierras y mares – hablo en enconosas y cuando
hablo con migo, con un amigo o Dios lo hago de tu y voz.
Claro lo supe desde la primera instancia: No hay
mujer fea – depende del ángulo con que se vea.
Digo estas cosas – es el tercer testamento – no
quiero olvidar de todo lo que sabía el hombre hasta el
segundo testamento – para entregarle en un faro en la
diestra de Jesú – el primer hombre de la nueva era – y
marido de Jhuly la última mujer de la tierra – hija de
Golda y Claudio de este barrio del Señor – “La ciencia y
le arte” de esta humanidad fenecida.
No olvidaré nada – por muy insignificante que lo
sea.
Sé el hombre fue un ente pensante, hablante y
libre – mas su libertad no estaba en ninguna parte del
universo externo; sino en el sitial preferencial de tu
conciencia, si es que todavía la tienes.
La amplitud de la como – visión – depende: El
hombre no esté parametrado con fanatismo ciego o
ideas fijas o locuras políticas, religiosas, filosóficas o
cualquier clase de chauvinismo – por lo menos poseer un
ángulo de 180 grados de la visión hacia el horizonte
adelante y otro tanto de tu visión histórica del pasado.
También encontré niveles – en el habla:
Burgués: No se meta en las cosas que no le
incumbe – nivel alto.
Chofer /nivel bajo) incumbe?
será tu madre.
Claudio decía: La fama de conocer los tres niveles
sociales de dos parejas en un solo carro: Los señores
adelante y las señoras en el asiento de atrás (clase
media).
Cada uno con su mujer en los dos asientos clase
baja.
Cada uno con su mujer de otra calase alta.
He escrito esta bitácora en castellano a pesar
como idioma se había quedado atrás por culpa de la
Real Academia Española – soñando todavía – en la
virginidad de este idioma – por prostuida en España y
algo rescatable en Colombia y el Perú.
Cabe resaltar:
He oído a Dios en los suspiros del viento; en los
susurros del mar.
Lo he olido en el perfume del viento; en los
susurros de una violeta.
Lo he visto en los colores de una mariposa.
Lo he visto en el polo norte – en polo sur – en la
virtud – en el magnetismo – en el espejismo.
Lo he visto en el hombre perdido en la mujer
prostituta.
Lo he visto en el cielo y en suelo.
Parece que Dios es Peruano.
XIX
No me cansaré de anotar todo aquello que mis
antenas en las metáforas de mis espinas – los han
captado y sintonizado con mis computadoras portátiles –
y a pilas extraterrenales.
En cuanto a los nombres y apellidos – antes de un
tal Napoleón – los hombres y las mujeres solo tenían su
nombre de pila, cuanto mas Luis XIV – Luis XV etc.
El ordenó tomar un segundo nombre – de ahí los
apellidos inverosímiles: Paredes, Campana, Puerta,
Barriga – para que mas mencionar otras; en nuestras
galaxia son binarias; alfabéticas mezcladas con números
– por ejemplo los hijos de mala mujer tienen el prefijo “P”
y su apellido X y o Z porque no saben quien es su padre
– luego un número de serie – de su generación “PX2996”
eso es un nombre – por lo que se ha democratizado a
mis paisanos – ni hay apellidos de abolengo, ni del
populorum – nací en un rincón de un país – cuyo nombre
no quiero mencionar – por razones especiales.
Era una cabaña – junto a un puquial de aguas
termales
mi
jardín
era
hasta
donde
llegaba
mi
pensamiento; no tenía reloj ni ataduras al tiempo – mi
espíritu era libre – como los vientos de acá, sin causes ni
contornos, así viviré y moriré sin días ni noches – un solo
amanecer, sin embargo allá también hay una rosa –
náutica con 36 derroteros principales – 35 van hacia la
felicidad y uno solo es mal camino – por lo que la
mayoría son felices y muy pocos son infelices para
matizar el ambiente – pero si declaro – hay propensión
de irse por el único camino a la desdicha.
Mas por las caras que vi en esta tierra parece el
homo sapiens – sea un híbrido de un ser pensante
extraterrestre
Parecen
ratas
y un animal cualquiera – por ejemplo:
pensantes
–
los
árabes
camellos
domesticados y gritones – los indios peruanos son
auquénidos hijos de la puna – el olor todavía lo
conservan.
La mayoría son pájaros: Cantores, gorriones,
pecho
amarillos,
ruiseñores,
picaflores,
pingüinos,
pájaros bobos, patulecos; por decir algunos – muchos
más animales que pensantes; mira no mas a los negros;
orangutanes o chimpancés domesticados.
Hice estudios de la mente humana; es un sistema
binario de coordenadas cartesianas – donde la vida
intelectual son las ordenadas y la vida sentimental son
las Abispas cuyos lugares geométricos – la objetividad y
la subjetividad es una interdependencia circunstancial.
En el caso de Claudio – el susurro del céfiro del
viento cortando la verde paja de la puna – el murmullo de
las aguas cristalinas de los pequeños riachuelos de los
deshielos de las montañas, los dorados celajes del
tardecer andino; la profundidad de sus valles y
quebradas – han hecho que sus pensamientos sean los
caracteres profundos y limpios de su personalidad – así
como hay una inducción electromagnética entre los
cuerpos existentes hay una y mil inducciones y
persuasiones entre los seres humanos – impactos de
amor, odio, deseos y la peor de todas ellas es la
estupidez; pues el inducido es peor que el auténtico “El
que anda con lobos aullar aprende”.
Indagué mucho para encontrar el ancestro del
hombre blanco – todo hace pensar que Dios hizo al
hombre de barro negro – pues los blancos se
convirtieron en albinos por la degeneración de la pieles –
por haber emigrado a los lugares frígidos – primero
fueron azules todavía existen en USA – negros azules –
la inteligencia superior del blanco – solo fueron las
circunstancias difíciles – así como el caso de los
japoneses – solo tiene agua, terremotos, japoneses y
gueishas – por eso se convirtieron en “moscas” es decir
muy despiertos – capaces de sacarle leche a las rocas –
aquí en el Perú – había de todo – peces del mar, del río,
minerales y todo lo que la tierra puede dar – por
consiguiente – no tenían necesidades – los tenían todo a
la mano – no hubo estímulo para avivar la inteligencia.
“La necesidad crea la iniciativa y da luces al
cerebro”.
Ultimamente el mundo geopolíticamente estaba
dividido en cuatro poderes:
Primero La Iglesia – con el papa a la cabeza –
tenían oro, propiedades reales, feligreses incondicionales
y dominio sobre los espíritus de sus creyentes.
Segundo Los Masones – arquitectos del mundo,
poder económico, intelectual – una hermandad de los
mas dueños de poder político del mundo.
El tercer poder fabricantes de los “Ismos”
comunismo, cristianismo, relativismo, etc. dueños de las
artes y ciencias transnacionales, bancos – comercio y de
todo los “QUICK BUSINESS” dueños de la plata. Judíos.
Y el cuarto poder – era el Poder “GAY” existían de
los tres grupos por tanto eran inteligentes – mas un sexto
sentido femenino.
Cualquier desvalance de estos poderes podría
desatar una guerra mundial a “Finish”.
Geográficamente existen también frentes: USA,
Rusia, China, La Unión Europea – el poder económico
del Japón – últimamente la unión del tercer mundo –
productores del petróleo y materias primas.
Hablando del poder intelectual entra a tallar
también las mujeres intelectuales – de cada cien de ellas
79 son lesbianas, 20 son solteras y una sola feliz; Golda.
Quiero hablar también de las ideas equivocadas
de trabajo – y del tiempo.
El
trabajo
bíblicamente
es
una
maldición
“Comerás con el sudor de tu frente” – en física es masa
infeliz es la masa trabajadora, en ética el trabajo dignifica
al hombre y a ciertos animales por consiguiente les
indigna.
Hubo un pequeño equívoco de la interpretación:
Dios no dijo; comerás con el sudor de tu frente – sino;
“Hijo mío – la tierra es tu heredad disfrútala con la luz de
tus sien” y tu mujer dale hijos para poblar de ellos este
valle “Es mi obra maestra” nosotros en mi galaxia – no
trabajamos – vivimos de nuestras creatividades e
imaginaciones.
Bueno aceptando el trabajo – cuando uno ejerce
un trabajo con cierta maestría y habilidad es un maestro,
y cuando lo realiza ese mismo trabajo con conocimiento
científico es un profesor, si lo realiza con perfección
estética es un artista por ende el arte está por encima de
todo conocimiento humano – por ser creación y belleza.
Así pues es necesario el sentido estético de la
vida – pues para el burro es lo mismo – Una rosa o pasto
– he ahí la diferencia.
Así – no me iré de aquí – antes de hablar de todo
lo que vi – antes del fin del mundo y todo el acontecer de
lo venidero.
Ultimamente todos fingían su realidad por los
refinamientos puramente especulativos.
Quiero participar con los hombres algún u otro
concepto u opinión de lo mío.
La creación literaria cuando está parametrada a
una ideología o demarcada a una situación política o a
un momento histórico – deja de ser creación o pierde la
esencia misma de lo que es el arte.
Solo será aceptada como creación literaria,
aquello cuya única motivación y numen sea la verdad
estética y la libertad del espíritu ya que no son limitados
las dimensiones del universo poético y artístico.
Las condiciones del momento histórico quizá
participen con darle el estilo para marcar época sin que
esto
impida
la
anticipación
cognoscitiva
de
la
imaginación artística a proyectarse al infinito y al devenir
o reencarnarse al pasado pletórico en un acontecer
literario.
La condición social de la literatura, ella es para
todos o para nadie o solo para el poeta.
Por supuesto la literatura puede ser antorcha de
luces arrancadas del lumen de la inspiración para que el
hombre encuentre claridad para salvar su alma por los
caminos en las distancias de su existencia – o pautas
axiomáticas para sus realizaciones futuras – ya que el
creador posee una razón poderosa, una imaginación
infinita y una sensibilidad omnipotente.
Según mis conocimientos y análisis mucho hace
pensar – en un principio toda la tierra estaba despoblada
de gente, era inhóspita y cruel como la Siberia – su
ambiente – por eso todos los indeseables de las otras
galaxias fueron dejados aquí con un decálogo sobre la
piedra – para sus arrepentimientos y un poco de maná
para sus sustentos de modo podrían purgar sus pecados
en este valle llamado de lágrimas – cosas que suceden
en las mejores familias extraterrenales.
En esta tierra he visto – el que trabaja y no cobra
es inmoral y aquel sin trabajar cobra por lo menos es
inteligente, eso dicen en Venezuela – cónchale vale.
Por los insultos que escucho en el Perú; para ser
presidente, rector, alcalde o cualquier jefe se necesita
ser huérfano – o sus padres estuvieron casados por lo
civil y la iglesia.
Quiero confesar mis apreciaciones del quehacer
humano – son conclusiones de las conversaciones
sostenidas con Claudio y sus amigos – por una afinidad
de ondas nos hicimos amigos – sin que sospecharan –
mi estatus extraterrenal – con plena libertad – como
dicen por acá – a calzón quitado.
De esta generación de fines de 2900.
Cada generación tiene sus perfiles propios – en
las manifestaciones y sus vivencias y se mueven al son
de sus ritmos pertinentes por ende los padre y los hijos
no están en la misma onda, por consiguiente no pueden
ser amigos – si los son uno de ellos está fallando o los
dos.
Concerniente a las mujeres – bailan en el
transcurso de sus vidas la danza de los 7 velos, su
primer velo aparece a primera vista – todos las vemos.
El segundo velo se descubre cuando ella se
enamora; muestra algo mas de su amor e intenciones.
El tercero se despeja en la luna de miel.
El cuarto la baila bien bonito durante su vida
matrimonial.
El quinto lo dice poco antes del último suspiro –
algo que calló toda su vida.
El sexto lo confiesa ante San Pedro – antes de
irse al cielo o al infierno.
El séptimo sólo el Diablo lo sabe.
El hombre apenas llega a saber hasta el cuarto –
generalmente muere primero.
En cambio los hombres son como los periódicos –
hasta los 20 en solo noticiero; de 20 a 30 diario; de 30 a
40 semanario; de 40 a 50 mensual; de los 50 para arriba
es un número extraordinario.
Puedo afirmar – los hombres en sus movimientos
sexuales – son como los discos – inversamente
proporcional de 33, 45 y 78 revoluciones por minuto – es
decir mas años menos revoluciones.
Los mestizos del Perú llamados cholos, eran de
tres clases:
Cholo emergente:
Una buena genética de
español de calidad con una “aclla” ñusta escogida – el
supercholo.
La segunda clase – son los cholos sumergidos –
mala mezcla de español de segundilla con una india
cualquiera (cholo fracasado).
nombre cholo de mierda.
El tercero solo tiene un
XX
Cuando se hablaba de la cuadratura del círculo –
alguien acotó – pues el burro era el inventor de la
cuadratura tenía el culo redondo y hacía el dos en
cuadraditos cubitos.
Nuestra ciencia está basada en datos axiomáticos, para
demostrar sus teoremas, por medio de razonamientos
silogísmicos – para la realización de una verdad – son
especulaciones aceptadas por la razón como ciertas,
mas en la teoría de conocimiento – están distantes de la
verdad absoluta – así el quehacer matemática irá
creciendo a través de los siglos de lo relativo a lo
absoluto – por ende hay mucho por especular todavía –
mas cuando se llegue a lo absoluto se acabará el mundo
– pero el hombre conocerá a Dios – él es el absoluto.
Toda esta comparsa constituyen el paisaje y
panorama del acontecer psíquico de este hombre suicida
– y la facetas y máscaras en este gran danza de su vida
– lo constituyen incidencias – los mismos causan en su
espíritu – lo teológico, metafísico y lo ontológico solo en
especulaciones del psiquismo humano en los campos
mas allá del conocimiento lógico y lo esotérico son
divagaciones de la imaginación trascendental y lo
parapsicológico, caprichos de la naturaleza del alma –
algo así espejismos en el desierto.
Si por eso de la relatividad las cosas fueran al
revés – el cielo fuese suelo y la izquierda fuera derecha,
no pasaría nada, el hombre sería hombre sólo con otro
nombre – un ente que habla, que piensa y con ínfulas de
libertad, el pensamiento, el habla y la libertad son dones
propensos a la perfección y degeneración – por lo tanto
que la perfección humana consiste en la adquisición de
sus conocimientos, su cultura, su inteligencia, la sublime
calidad de su lenguaje, su pleno respeto a la libertad
humana, ya que la ignorancia, el lenguaje corrompido y
el atropello y desconocimiento de la libertad lo
convertirán en un animal cualquiera. Aveces así nuestros
diálogos llegaban a niveles filosóficos y otras veces solo
chascarros.
En los percances de la vida – entre el Karate, el
box, las armas de fuego, mejor son los cien metros
planos bien reconocidos.
Lo he mirado y remirado – y me he convencido –
creo él; el hombre y yo el extraterrestre somos dos
grandes equivocados de este universo.
Hemos venido sabiendo – de ser los reyes de la
naturaleza y creadores y estamos seguros no estamos
cumpliendo nuestra misión – en todas partes se cuecen
habas.
Adelanto en decires – el hombre del año tres mil
será excento de toda clase de subjetividad – con una
dinámica algebraica – un cibernética sofisticada – será
la ciencia del milenio venidero – los actos de su conducta
y
manifestaciones
psíquicas
serán
computables
matemáticamente – quedarán obsoletos; el romanticismo
– y la lírica de nuestros tiempos.
La ingeniería genética hará posible el nacimiento
de algunos genios con luz propia para ser antorchas que
lumbren los destinos de los pueblos.
Se habrá vuelto en todo a la dimensión humana –
se
descartarán
todas
las
maquinarias
estúpidas
inventadas para convertir a estos seres en sombis –
robots, entes ahogados de estupideces fabricadas – no
tendrán estómago – por consiguiente no harán las
cagadas de siempre – aunque tendrán corazón – a
pedido de Jesú; el marido de Jhuly – pero un corazón
que lata mil años transparente y honesto capaz de amar
como un dios; tendrá un sentido más: El sublime sentido
estético de la vida – su mirada será años luz al más allá.
Su lenguaje será puramente telepático a micro y
macro distancias – hacia el exterior y el interior de si
mismo – tocando todos los confines mas recónditos de
su alma y de todas las distancias – de modo que sus
criterios serán magnánimos y contemplativos – es decir –
miradas verticales y horizontales – en perspectivas en
muchos planos.
Será desnudo y descalzo para que su piel sienta
las verdaderas caricias de la naturaleza – y pueda palpar
en sus pasos el calor y efecto de la tierra después de
todo sigue siendo la primera madre – aunque este ya ha
sido hecho de polvo de uranio – radiante – biónico,
atómico – con ánodos y cátodos iónicos.
No
usará
mas
petróleo
ni
otras
fuentes
contaminantes – solamente la energía solar eterna y
reversible – devuelta por ecos desde todos los planetas.
La luna otra vez virgen será la inspiración de los
nuevos poetas.
Se habrá aprendido ha entender el lenguaje de la
natura; la canción de las cascadas; la musicalidad de las
olas del mar – los mensajes esotéricos de los vientos; la
voz solemne de los truenos.
El tiempo y el espacio serán dos entes al servicio
de este hombre – no tendrán lágrimas; no tendrá porque
llorar.
La poesía otra vez será – el lenguaje de sus
dioses en el mito del eterno retoño.
El sol saldrá sin lentes desde aquella vez – que
lloró por el hombre fenecido.
La luna reflejará en los lagos azules – las mejores
imágenes de las bellezas del alma.
Por su puesto ya no habrá escombros, deshechos
ni excremento para ensuciar la tierra, los ríos y los
mares.
La limpieza de la tierra reflejará la limpieza de la
conciencia de este neo hombre – ya no nacerán niños de
espermatozoides tarados – ni de óvulos de madres
prostituidas – serán espermatozoides geniales que
llegarán de punta a punta – entes de clase “a” ovular –
en óvulos de gran calidad.
Habrán condones con ojos mágicos y filtro
electromagnético para filtrar y detectar a los imbéciles –
por lo tanto este género se irán al suelo para ser
devorados por los insectos.
El aire puro se sentirá en casa, en los pulmones
sanos.
La muerte será solamente un paso mas a la
eternidad.
Los peces no serán los únicos huéspedes del mar
muchos hombres vivirán en el mar – después de todo fue
su primer hábitat.
La educación será la mental física – es decir la
adquisición de fuerza mental y física paralelas sin romper
la sincronización – sin que sobrepase el uno al otro –
“Eso llaman Salud”.
El cuerpo tendrá las energías suficientes para
cargar el peso de su alma.
Las
universidades
–
no
serán
fábricas
de
profesiones específicas sino donde colmarán a los
estudiantes de criterios; instrumentos adecuados para la
resolución de sus problemáticas.
Ya
sabemos
el
lenguaje
será
telepático
y
transparente – sin figuras literarias ni metáforas con la
peculiaridad – tendrán antenas al infinito – no como mis
espinas por su puesto – para conversar con otros seres
de otras galaxias en un lenguaje universal.
Los ojos tendrán una visión – retrovisora al
pasado histórico para no cometer los mismos errores.
Solamente Jhuly será la extraña en el paraíso –
mas si con todo el aroma – y lozanía de una flor – sus
labios pintados de rouge – con su carterita – donde
llevará consigo un espejito – símbolo de su femenidad
incomparable.
Pues éstos habían comenzado sobre la base del
faro de luz – de la ciencia y artes alcanzadas de los que
fueron de los antiguos milenios fenecidos.
Los
axiomas
conocimientos
tras
entes
científicos
cambiantes
–
solo
serán
para
los
ochos
encadenados al infinito.
El conocimiento mas allá de la ciencia; será la
filosofía – y el conocer artístico de las cosas – después
de todo el hombre es el único ente con el sentido estético
– y ético de la vida.
Claro habrán rosas de un día – y espinas de toda
la vida – habrán violetas ocultas entre su verde follaje –
para ocultar su belleza – pero su aroma será mas
agradable – no habrá margaritas para deshojar nuestras
dudas.
La duda no será el principio de la sabiduría – la
noche seguirá siendo como la ave sagrada – para
amparar bajo sus alas negras las criaturas llamadas
hombres – niños toda la vida – no habrá flatulencias – ni
humos de explosiones de motores ni de cigarros – todo
aquello de nosotros solo se verán en los museos de
arqueología.
El oro – la plata – el dinero – no tendrán ningún
valor – la vanidad había muerto con nosotros.
Pues todos trabajaban la tierra – y otras en el nivel
del arte – pues esto no tiene precio – serán para
contemplar y disfrutar con los demás hasta donde
alcance.
Los cementerios solamente serán epitafios – en
neo esperanto pues los cadáveres son atomizados a los
espacios celestiales.
El amor – se habrá convertido en una simple
química de afinidad aveces de un día – o de toda la vida.
Existe el control de natalidad y calidad – por cada
muerto nacerá un niño que heredará su alma y sus
alcances – así no habrá uno mas – ya era suficiente.
No habrá gobernadores – alcaldes, presidentes ni
reyes – cada uno es autoridad de uno mismo – por tanto
no habrán lacayos, militares – serviles ni alcahuetes ni
impuestos.
Desaparecerán los bancos, que usufructuaron la
plata de otros – ni policías, ni guardias talvez solo los
ángeles guardianes de siempre – no habrán jueces –
pues descubrieron – no hay hombre justo ni justicia
tampoco – ni fiscales que acusen del poder público –
sabían quien acusa a quien – no podían tirar la primera
piedra – los jueces y los fiscales serán solamente las
conciencias.
Entre los sentimientos de amor y amistad –
prevalecerá la amistad, pues esta – es un sentimiento
desprendido – no pide recompensa.
Curioso: El gato y el perro fumarán la pipa de la
paz – los hombres no tendrán estómago – en el pasado
eran los motivos de las hambres y por ello esclavisantes
y por consiguiente el hombre no tendrá ano – así ni mas
habrán “gays”.
El gallo pisará una sola gallina – sus huevos serán
pollitos – ya que la gente no comen.
Los ríos y los mares estarán repletos de peces –
morirán de viejos o servirán de alimentos para los peces
grandes.
Los loros hablarán en esperanto – pues los
hombres – su lenguaje y comunicación será telepática.
La risa y el llanto solo serán recuerdos del pasado
pletórico.
Pero sí – las gentes usarán unos pantalonsitos
con pararrayos – pues tendrán los testes tan grandes
que harán tierra – para evitar electrocutarse – pues los
serán eléctricas.
Los hombres serán catódicos y las mujeres
anódicas – “y los coitos serán cortos circuitos” hechará
chispas por los ojos de ella y de el – se evaluará el valor
humano tomando la tercia – del valor intelectual – valor
moral – valor estético – mas un agregado decimal del
poder de su imaginación.
VH = I + M + E + 0.XX
3
De los mandamientos del decálogo quedarán
solamente de los que fueron de los incas mas un
agregado de 2 mandamientos:
No seas Ladrón
No seas Perezoso
No sean Mentirosos
No seas Imbécil
No seas Maricón
Con estos serán suficientes.
Será posible los vuelos espaciales en el único
aparato – a propulsión con energía solar – a la velocidad
de la luz.
En unos aparatos de un material especial – “LITA”
una piedra extraída del subsuelo – que aguanto el peso
de la tierra por millones de años – sabemos que la tierra
es hueca.
Es un huevo cuya yema – escapó por los polos –
sabe dios donde en el espacio – muchos no vuelven de
sus viajes.
Los primeros descendientes de Jhuly y Jesú –
serán híbridos – con los caracteres dominantes de Jesú
y los recesivos de Jhuly – en una ley nueva de Mendel –
todavía tendrá corazón – y el aroma de las flores de
nuestro mundo que fue una vez.
El tiempo seguirá siendo relativo – corto en el
placer y muy largo en el dolor – de ello no se ha
escapado la humanidad – mas bien el neo hombre será
dueño de sus espacios – sin parámetros chauvinistas de
estacionario – será otra vez nómada – y cambiante – la
arquitectura – no será fija sino movible – desarmable y
transportable.
Ya no volverán las oscuras golondrinas – se
habrán ido a otros mundos.
Ni Quijotes para desfacer entuertos – ya no los
habrá – quedará algo de Bach – por lo tocata y fuga –
pues no habrá repetición – era y es una ofensa – habrá:
El verso azul – pero no la canción profana.
Tampoco “hay golpes en la vida – ni moriré en
París” – pues Cesar Vallejo – se habrá encarnado como
un bardo – de lujo.
Si habrán guerras – solo ideológicas – sin armas –
la tierra será un poco mas aplastadas por los polos – y
con mas barriga en el Ecuador – el dólar había fenecido
– junto con los judíos – y otro tanto el yen, el rublo – solo
quedó el sol – pero el sol que nos alumbra.
La luna de miel será 40 días y cuarenta noches –
lo mismo todos los días serán navidad y todas las
noches, noches buenas.
El arco iris tendrá 10 matices mas allá del
ultravioleta.
La lluvia seguirá picoteando los charcos como
gallitos de pelea y el rocío de las mañanas seguirán
lavando las caritas de nuevas flores.
La rosa – será mas hermosa pero esta vez con
espinas venenosas – los árboles seguirán plantados a
sus raíces; no habrán jaulas no existirán nunca mas las
peceras – pues no existirá la esclavitud – el ave, el pez,
el hombre son libres.
El himno de este mundo será “El himno que fue
peruano” – “Somos libres y seámoslo por siempre antes
niegue sus luces el sol” – quizá – esto será – como el
paraíso perdido de Milton – fue ciego pero con ojos del
alma – los vio.
Los camellos tendrán tres jorobas – pues le
crecerá recién la tercera – pues por siglos fueron
jorobados por los islámicos – los dromedarios uno mas
por la misma ley.
El pavo real – no será tan ufano como hoy – se le
bajarán los humos; los otros pavos nunca mas serán
pavos de navidad – ya no existían los agapes y
banquetes – pues estas gentes no disfrutarán de ellos –
pero le darán su vino – por tradición los patos seguirán
creyendo
tener
las
mejores
caminando airados y patulecos.
piernas
–
seguirán
El pájaro gorrión – seguirá en su papel de gorrión
– o “garganta” el pato loco, ahora es mas cuerdo y el
pájaro bobo se ha avivado.
La cigüeña – ya no vive en París – pues esta ya
no existe – ha cambiado de oficio ahora lleva cartas de
amor – de un correo especial.
El cochino ya mira el cielo – pues parece que dios
le ha escuchado ya no le hacen chicharrón.
El único que se emborracha es el mono; y también
es adicto a las drogas – hay segregación a los monos
blancos.
Por hay dicen que Dios después de crear el
universo y al hombre – había celebrado con el Diablo su
amigo esta efeméride – y se había quedado dormido –
por eso – el hombre a su imagen anduvo al desamparo –
todo ese tiempo se llama la noche que se durmió Dios –
en el cronología de él – es solamente una noche.
XXI
Jesú: Dios me ha creado transparente, veloz y
biónico – y me ha dado un faro con toda la ciencia y arte
de tu mundo – tu eres la última mujer de la tierra y serás
la primera madre – porque de tu vientre nacerá nuestro
primer hijo en este nuevo mundo – si – siempre que
respetes mis sentimientos y los atributos de la mujer
escogida por Dios – si, yo tengo un corazón que latirá mil
años para ti – y la luz de mis sienes – deslucirán las
cosas para que seas feliz.
Y en nombre de Dios te pido tu mano y en fe de lo
cual te entrego mi corazón por diez siglos – aceptas mi
amor – que se hará – después de todo te quiero – pues
no hay otra alternativa.
Debemos tener hijos – con la pinta mía – y con la
inteligencia tuya.
Se casaron sin testigo – y se dieron un beso –
sacando chispas por los ojos.
Cuantos hijos quieres – yo quiero los que vengan
– mas todavía recuerdo a lo que decía mi padre Claudio.
Los sociólogos recomiendan como una familia
perfecta; papá, mamá y 4 hijos – pues una familia es un
núcleo – social, para un economista la familia perfecta es
papá, mamá y dos hijos, por eso de la inflación –
recesión que se yo – mas para los psiquiatras – por eso
de los traumas económicos y psíquicos – la familia
perfecta es marido, mujer y perro.
Pero las cosas cambian – Jesú y Jhuly pasaron la
luna de miel – en un valle que otrora había sido el valle
sagrado de los incas – en un lugar del Perú profundo.
Tiempo después ella tenía antojos y el corto
circuito – mareos una ligera fiebre – había Jhuly
concebido en la primera noche – un primogénito – de
este nuevo mundo – un varoncito – nació de parto
natural – le llamaron Claudio II; tenía toda la fisonomía
de su madre – y toda la inteligencia de su padre.
Este niño todavía tenía estómago – por ende
había heredado del mundo de Jhuly estos dos defectos –
mas los siguientes hijos – Goldo, Claudia – Jhuly II solo
tenían corazón – ya no estómago – es cuando aparece
este planeta con entes de esta clase.
Cuando desperté – todo había sido un sueño – sin
embargo el calendario marcaba 12 de agosto de 2996.
“Año del fin del mundo “.
Claudio segundo – era poeta – y continuó
escribiendo
desde
muy
joven
versos,
canciones,
poesías, testimonios – poemas y cuentos – Goldo – era
un profesor de ideas – experto en idiomas del pasado y
del futuro:
El Inglés era esclavo del tiempo
El tiempo era esclavo del Español.
Mas el tiempo sigue siendo lo mismo – los que
cambian son los hombres una hora junto a una mujer
bonita tan solo hombres una hora junto a una mujer
bonita tan solo es un minuto pero un minuto al lado de la
madre de la chica bonita es un siglo – pero si la vieja es
mejor las cosas cambian – todo es relativo.
Las guerras ya eran últimamente obsoleta – con
las armas de fuego – eran psicológicas, bacteriológicas,
electrónicas – qué harán los soldados de la tierra?.
Estoy narrando ya los conceptos diferidos por el
primogénito de Jhuly – que por su puesto hablaba
todavía en español – de las cosas que seguramente
como sus padres – Golda y Claudio – Jhuly hablaba
varios idiomas modernos – entre estas el inglés y el
francés.
Dime como hablas y te diré como eres – ya cada
idioma es la expresión de una mentalidad – el inglés se
basa en el toget – y take (conseguir y tomar) por esto lo
conseguirán y lo tomarán todo -
el francés es “faire”
hacer - lo hacen todo – el castellano dar lo dan todo (por
eso son pobres los castellanos – hablantes) – estoy
seguro el alemán – debe ser trabajado – l judío – habla
en Jewish – o solo en dinero.
Entorno a los perfiles de los idiomas – en su
funcionamiento dinámico – operan maravillosamente sin
necesidad de estudiarlos – sino por naturaleza propia –
cuando uno quiere.
Recibir préstamos o amores se utilizan los
diminutivos; amorcito, esa boquita, tus manitas, tus
pechitos.
Por otra parte en ciertas ocasiones el lenguaje
toma unos perfiles de influencia de sus contornos – por
ejemplo – en Loreto – pueblo cercano al Brasil - donde
nació Golda, madre de Jhuly.
“Del huevo su duro”
“De la canela su flor”
“De mi corazón el amor”
“De mi vida sus problemas”.
Al mismo tiempo – la voz es alta – pues en el
bosque se inhiben las voces.
Al mismo tiempo – el habla toma el estilo de su
medio ambiente – ejemplos claros – de México,
Venezuela – Perú – Chile – Argentina tienen sus
peculiaridades
en
la
fonética
y
sus
experiencias
idiomáticas – y también en sus dichos.
En ruso hay en refrán: EL hombre que no ha
aprendido hasta los veinte años; no se ha casado y tiene
sus hijos hasta los 30; y no tiene plata hasta los cuarenta
es un perfecto imbécil.
El peruano es desconfiado por razones históricas:
“Si tienes miedo cómprate un perro”
“Antes de que te cases mira lo que haces”
“Hombre Cobarde no conocido mujer ajena”
“Tengo dos pistolas, una que me he comprado y
otra que papa Noel me ha regalado”
“Dame un besito, el resto va por mi cuenta”
“He corrido en el campo de batalla solamente para
tomar viada y volver a la carga”
“De lejos se ven los otros”
“Juan seguro vivió cien años”
“Tengo mi calzoncito de seguridad la llave la tiene
Dios”.
Los limeños son maricones natos – y los serranos
maricones netos y entre natos y netos votaron por un tal
Fujimori – no quiero hacer un testamento para esto – con
estos dichos basta.
Claudio una vez me decía: Dios había hecho el
universo bajo leyes perfectas e inmutables y al hombre
también perfecto a su imagen y lo nombró rey del
universo – luego se dio cuenta – qué haría este ser
perfecto en un mundo sin problemas – no tendría ningún
motivo de existir – y la mano divina deshizo algo de la
superficialidad de la naturaleza – para que el hombre se
entretenga en componerlo – y a él lo masacró un poco
para que en el transcurso de su existencia se componga
– y cuando esto suceda se acabará el hombre y el
universo
–
habrá
profetas
–
reformadores,
revolucionarios con la formula para arreglar todo eso –
mas esto será posible en un par de años luz – hasta
entonces hay mucho que hacer como dijo Vallejo.
Este sujeto – el hombre no puede venir sin
problemas – nace feliz y libre – lo primerito que hace –
grita y llora – lo bautizan con un feo nombre, lo educan,
tiene problemas escolares, profesionales, religiosos,
políticos – familiares – sociales – tiene mujer, hijos,
suegra y cada día mas problemas.
Según la mitología Griega en un principio – tenía
cuatro brazos y cuatro piernas – era hombre – mujer –
por tanto era un ser integrado – omnipotente y
autosuficiente y se volvió soberbio – por eso Dios lo
partió en dos – eso es el origen de cada mitad – mas
solo los monos se quedaron con cuatro mano.
Nunca he podido descubrir donde termina el bien
y comienza el mal; donde termina la física y comienzan
la química; lo masculino y femenino perro sabemos todo
comienzo por un beso.
En este nuevo mundo que vivo mejor es el camino
que la posada – la posada es calor – sombre – una
fembra en el lenguaje de Cervantes – el camino – el
cambio – novedad – otros cielos – es decir todo punto de
llegada debe ser un punto de partida – hacia un nuevo
ideal – nuevo devenir.
Aún se recuerda – cosas del ayer – aquí también
el que sabe y el que no sabe es jefe.
Hubiera
querido
que
los
pueblos
Latino-
Americanos deberían haberse olvidado de la defensa
nacional en vez de ella, mancomunadamente hacer
frente y guerra a la miseria y el hambre – fueron los
únicos enemigos de estas gentes.
Estas cosas lo decía Golda – a sus hermanos y
padres en sus tertulias vespertinas.
Toda prominencia implica una crítica – pues
resalta a la vista.
Se sabe en el Perú – cuando uno escalaba socioeconómicamente y se hacía notario lo tildaban de ladrón
– si había mas le decía, es un imbécil – si
verdaderamente llega a un nivel muy alto – lo bautizan
de maricón – acá también sucede lo mismo.
Era curioso la Lógica moderna – no, no era si; la
primera negación niega la negatividad de la segunda –
por eso cuando una mujer decía – no, no era si; y por
antonomasia sí, si era no; luego no igual si.
De lo que estoy seguro – los hombres creían
hasta su finiquitación que el órgano del sentimiento era el
corazón – error mayúsculo fue el hígado.
Claro hubiera sido mas sincero – “Te quiero con
todo mi hígado” – muchos sobre todo – los islámicos
creían en el destino – no estuvo en los luceros del cielo –
ni en las estrellas de mar – está en las manos del
hombre y uno puede hacer o deshacer al azar. Solo los
idiotas y los ilotas cumplen su destino – mas si nuestros
actos son flechas envenenadas o notas de una canción –
todo depende del impacto causado en el alma humana.
No creo mucho en la trinidad de Dios; nunca se
ponen de acuerdo y se va pasando el tiempo para
redimirlo – a este depredador de la tierra.
También dudo del mito del eterno retorno – con
referencia a la suerte – solo una vez toca ventana –
nunca retorna – pero este ente sigue siendo un animal
preocupado
de
inquietudes
supremos de eternidad.
pasajeras
y
anhelos
Mientras tanto todo drama humano se trama entre
el bien de uno y el mal de otro – es decir el alto estándar
de un pueblo depende de los bajos niveles de muchos
otros pueblos.
Comprendo – decía Golda a Jhuly – toda empresa
nacía de una iniciativa y funcionaba por el trabajo y
conocimiento de sus operantes – y se expandía de pura
propaganda.
Ya en estos momentos – los buques del Atlántico
pasan el canal de Panamá – encima de un colchón de
aire a presión – así el canal de Panamá – ya no es de
nadie.
Conozco solo un ascensorista hizo fortuna – le
pregunté como lo hizo – “he mirado la vida” – en
dirección de arribista – sino también longitudinalmente.
Existen muchos vectores en nuestras vivencias –
lo importante son los resultados.
Pues créame; los límites geográficos no son los
linderos de una nación, sino el habla y su historia.
En aquellos tiempos del “homus economus” el que
guardaba dinero se le llamaba avaro; ahora se les llama
magos – lo sabía mi mamá.
El lenguaje hablado – donde la palabra no
siempre tiene la capacidad de expresar los alcances del
pensamiento y toda la gana de los afectos humanos - mas el verso y la poesía podrían discurrir algo de eso –
pues la lógica matemática tiene su campo en el saber
científico y la razón es la superlógica del saber filosófico
y la lógica de la verdad del alma es la lógica del corazón.
Presumo: EL hombre normal es aquel que se mira
a si mismo en la medida de la apreciación de la sociedad
– mas las sociedades modernas tienen prejuicios de
segregación – por consiguiente no hay hombre normal ni
sociedad tampoco.
Muchas expresiones filosóficas – tienen mucho
que desear: Pienso luego existo – no es cierto – existe
tanto imbécil que no piensa – “conócete a ti mismo” –
falta un agregado: Pero no se lo digas a nadie.
Pues siempre hubo una diferencia entre un artista
y un hombre común el grado de sensibilidad del primero
superior – por ende captar sensaciones sublimes de lo
bellos y plasmarlo en una obra de arte – el común no las
tiene.
Es decir el sentido estético de la vida – nosotros
también acumulamos radiaciones, electricidad estética –
virus y bacterias del medio ambiente – y una forma de
catarsis sería – en sollozos hasta mojarse las rodillas –
en la posición de Buda – o caminar con los pies
desnudos – por las playas mojadas, por tirarse una
borrachera de padre y señor mío, un día cada mes.
No es posible sobrevivir con tanta carga además
de nuestras obligaciones.
Tampoco crea; el hombre sea un ente social, si
camina en masa – juntos como las vacas de Canadá es
solamente para darse calor y no morirse de frío – somos
solos – metidos en multitudes solitarias – tirando cada
uno para su ego.
XXII
Era una tarde de un día que no quiero recordar de
2996; el sol se había puesto sus lentes ahumados –
parece había llorado toda la noche; la luna se había
puesto su mantilla negra de luto; las estrellas en un
aquelarre
parecían
mas
bien
plañideras
–
con
verdaderas lágrimas de cristales – destellando luces –
para unos cuatro cirios encendidos sobre la tierra – era el
momento del último suspiro de la agonizante tierra –
silentes junto con los hombres, durante muchos siglos
habían socavado por todos los medios su destrucción –
unos ángeles vestidos con elegantes smokings negros –
eran los funerarios para este entierro; un loro políglota:
Daba su discurso funeral en dos idiomas – un búho
sentado en un eucalipto miraba con sus ojos abiertos –
algo que no podía creer – se puso a rezar su último
rosario en sus cuentas pendientes colgados como un
collar en su pecho.
El viento envenenado por tanta polución – parecía
un tísico que apenas soplaba por los huecos de los
pulmones averiados.
Las cascadas que en otra época cataban las
mañanitas cuando todavía los hombres eran buenos;
solo decían lisuras y maldiciones al estrellarse en las
rocas; estas parecían reírse a carcajadas – por no llorar.
Los ríos no eran sin aguas servidas repletas de
excrementos masculinos y femeninos – los mares
estaban henchidos de los mismo – ya había muerto
mucho antes – pues ya olían a los mil demonios
putrefactos.
Se veía por doquier las manitas rosadas de los
niños moviendo aún sus deditos pidiendo auxilio.
Por doquier – corría un manto de gases
asfixiantes tan letales que no dejaban ningún bicho
viviente.
Los árboles erguidos todavía – pero esqueléticos,
deshojados no tenían copas – los últimos huracanes los
habían despojados de sus hojas y nidos – se veía unos
huecos en sus troncos secos que en tiempo eran el
hogar de los pájaros carpinteros – las hojas secas y
pétalos, corolas y sépalos de las flores – bailaban la
danza de fuego – encendidos por los radiaciones.
Un ruiseñor quiso cantar su canción de despedida
– pues se le ahogó la garganta – un sapo con un palito
en la boca – aún se defendía de la última serpiente
todavía viva.
La lluvia ya no era de H20 sino radiaciones de
toda índole del alfabeto griego – desde los rayos alfa –
hasta la zeta.
Alguna brisa piadosa – aún acariciaba las frentes
de aquellos niños – como rociando agua bendita traído
por algún ángel compasivo por el hombre.
Era noche – el antimonio de los huesos de los
millones de cadáveres – parecía un desfile de antorchas
de viles colores y fantasmagóricos.
Las montañas – aún repetían en sus ecos y
maldiciones como las cucufatas de otros tiempos.
Era tal la desolación – pues todos los seres se
atomizaron por las 36 direcciones de la rosa náutica a la
nada.
Un monito tocaba un acordeón un tango: Adiós
pampa mía y expiró – con unos pasos macabros de un
tango apache.
Un elefante en su trompa levantaba un bebe –
pero fue inútil – el niño ya estaba muerto – fue el último
animal que lloró un mar de lágrimas paquidérmicas.
Había un deshielo de los polos nórdicos y
antárticos por el calor del desencadenamiento de las
fisiones nucleares – por la metida de pata – de algunos
militares imbéciles de cabeza cuadrada.
Las moscas – porque siempre fueron moscas se
fueron a fastidiar a otras galaxias – un grillo seguía
tocando su destemplado violín – la sinfonía inconclusa
de Shubert – para luego ahorcarse con sus cuerdas ya
destempladas.
Había sido el fatal desenlace – por culpa del
hombre mismo que por siglos cabo su tumba – día tras
día, año tras año, siglo tras siglo – las mariposas
disecadas – todas habían tomado otros colores mutantes
fabricadas por las radiaciones.
Lo curioso de todo, los muertos tenían una mueca
de una cierta sonrisa de monalisa – después de todo
ellos mismos fueron los culpables.
Un campanero – daba los últimos redobles a sus
campanas ya fundidas con un extraño fuego de mas de
miles grados de calor – pronto se achicharraron – luego
convertido en un gramo de ceniza que se desparramó –
por los aires radiales.
Dios hizo el universo de la nada – hoy parecía
convertirse otra vez en nebulosa.
Dios hizo al hombre del polvo – y en polvo se
convertía.
Yo; suspiro porque lágrimas no tengo – y en cada
exhalar arrojo algunas gotas que por los ojos arroja
pedacitos de mi corazón – no lo podía creer – mas yo
estaba en otro onda y pude presenciar todo esto.
Gran parte de esta hecatombe – mandé muchos
“fax” y “SOS” a mi galaxia – pidiendo ayuda a mis dioses
– metafísicos.
Yo solo se – así tendría que ser.
Parecía que el oxígeno se había divorciado del
hidrógeno.
No había agua – no había vida.
Se veía venir unos duendes disfrazados de indios
– con sus mocasines.
Danzando en ronda – “Una marcha funeral”
Se escribía en el cielo un epitafio con letras de
molde del último bromista.
“Aquí yace el hombre era honrado – sabía que era
suicida y el mismo se ha matado”
los truenos, rayos y relámpagos eran las bombas
atómicas en vez de traer lluvias – trajeron las radiaciones
letales así la torpe escarcha del dolor dejaba el alma
soñante desierta así se halló la vida incierta – sin verso,
sin canciones, sin amor.
mis antenas blandían de ira – mis espinas se
convertían en espadines – tratando de defender al
hombre.
Ya era tarde – quien anda mal – mal acaba.
Los susurros y los ronquidos de las agonías
humanas – se elevaban como polvaderas – cargadas de
contaminados alientos al cielo a perderse en el infinito –
algunas lágrimas puras se cristalizaron en diamantes –
joyeles para otro devenir.
Era la última noche de la humanidad – “Padre por
que me has abandonado” – se escuchaba en todos los
horizontes.
Acaso Dios se había descuidado de su obra
maestra la tierra y su obra de arte – el hombre?
Yo solo creo se quedó dormido – El burro por
haber tenido el privilegio de ser la bíblica cabalgadura –
en un último rebuzno daba la hora cero.
Ja, ja cantaba la rana- en este charco de miasmas
– las mañanitas – croando su agonía.
Un búho el último filósofo – decía “Morirá los
cuerpos pero jamás los pensamientos”.
Tenía entre sus alas – su libreta – donde había
anotado como una bitácora de las ideas brillantes de
algunos sabios que habían sido.
En cada página había derramado una lágrima
viva.
No había ya ningún bicho viviente – ni los viles
gusanos – pues no habían cadáveres – eran cenizas
atómicas, otras se hicieron polvo de uranio radiante.
“Los muertos no mueren cuando sucumben en la
tumba fría – sino cuando ellos se pierden en la
conciencia de los hombres – talvez morirán sus cuerpos
– pero sus espíritus tendrán sus órbitas en la eternidad –
por los siglos y siglos”.
Es mi oración fúnebre al devenir.
Escuché la voz sonora de protesta de Jesús – sus
siete palabras en tercera persona.
“Cosumatum est” – “no sabían lo que hacían” –
“perdónalos – tienen mucha sed”.
No se si mi voz de protesta hayan sido
escuchados por Dios – el final fue el mismo.
Mas sé – que habrán una resurrección – desde las
cenizas del polvo de uranio – renacerá el hombre como
el ave fénix – tan solamente con otro nombre.
Es que Jesús hablaba solo en parábolas – para
bobos – pues así pudo ver entendido por estos – con
Dios hablaba en vivo y directo.
Es
cuando
comencé
a
cabilar
–
de
los
pensamientos dichos por los hombres a la hora de
verdad.
Pues muchas disciplinas – aún científicas y
doctrinarias había convertido al hombre en robots y
autómatas desposeídos de conciencia – no pudo olvidar:
Los sentimientos alturados, acciones altruistas, actos de
bondad fueron sólo de los espíritus superiores de los
hombres, escogidos – y las ideas fluyeron de almas
excelsas
y
las
enfermas
y
viles
de
hombres
degenerados.
Los bellos pensamientos – dichas en bellas
palabras eran las poesías de los poetas.
Todavía la mente humana por sus imperfecciones
no podía comprender la última verdad – las expresiones
románticas solo eran de estúpidos simpáticos – sin
embargo los artistas tenían la sangre dulce como las
bestias y tan salada como las aguas del mar y azules
como el ensueño de las doncellas.
“Las simpatías – impatías y las antipatías eran
cuestione de ondas y el odio y el amor eran sinónimos
solamente en otra onda”.
Así la mujer podía ser el cielo de un hombre y el
infierno de otro – ironías de este valle.
Pues me hizo pensar ahora, el día en que los
elementos – agua, tierra y fuego se fundan otra vez será
la nada – luego una nueva nebulosa.
Había ciertas cositas de los hombres:
Por ejemplo – cuando un americano hablaba
francés – no le entendía ni su madre – el sentido mas
desarrollado del judío – era el olfato – era chiquito y
narigón – el indio peruano – parecía ser ingrato y
desagradecido – pues en el quechua no existe la palabra
“gracias” – el negro era un mono blanco pintado de negro
– los chinos eran hijos del amor hechos de costado – o
de soslayo – por eso son jalados – chino alto y flaco – es
chino neto; gordo y astuto es japonés; chiquito y maldito
es vietnamita – si es roto o rota es chileno y che percanta
argentino – y concha le vale venezolano – descanzador y
bailador español – y terco como una mula valenciano etc,
etc.
No siempre el pensamiento era mas rápido – se
hacían muchas cosas sin pensar.
Así señores no me cansaré de anotar las cosas de
esta humanidad fenecida – hasta la última gota de la
tinta gorda de mi lapicero ultra-terrestre.
Por las cosas que vi sobre la tierra, creo ella fue
una obra mancomunada de Dios y el Diablo amigos
inseparables por una eternidad – pero habrá un
renacimiento – con sus verdes trigales y amarillos
maizales – árboles frutales – para las nuevas gentes
solamente en otro estilo.
Solo se – será siempre un ente pensante –
hablante y libre – dueño de su destino – aveces
imaginativo.
Mas su libertad no tendrá contornos físicos; no
estará en ninguna parte; sino dentro de él mismo.
Este hombre con cinco ventanas al infinito y una
puerta principal para intuir el infinito de su alma.
“La ciencia de la comunicación” – ha convertido al
comunicador o periodista a la quinta muda del coche –
solamente
para
la
maletera
“son
mentirosos
y
parametrados”.
Aún tengo duda:
Si Dios creó al hombre o el hombre creó a su Dios
por sus miedos y sus dudas – solo el tiempo lo dirá.
Los santos, héroes y mujeres eran propensos a
sacrificios y el dolor – eran masoquistas en potencia.
Los otros cada uno llevan sus cruz por sus
calvarios – no se para qué; redimir Qué? – no seamos
tan optimistas – nosotros no somos los únicos seres
pensantes en este universo.
Aquí mismo los hay en otra frecuencia – otra onda
o secuencia – nuestro mundo inmerso en nosotros
mismos es tan grande e insospechado que el universo
exterior.
Mas me he dado cuenta: Ya escasean los cupos
de almas para los recién nacidos – por eso están
naciendo hombres sin alma ni espíritu.
Y los sublimes ropajes del arte – se están
volviendo harapos mugrientos del realismo estúpido.
Al referirme a los perfiles políticos actuales: El
comunismo – el hombre trabaja para el estado – y en el
capitalismo – el proletario trabaja para rockefeller – en la
política de Claudio – el estado y el capitalismo trabajarán
para el pueblo – aunque todo es posible en la dimensión
desconocida y la cuerda floja.
“El que nunca fue amado – no tiene porque saber
amar”.
“Los
sellos
que
marcan
los
pensamientos
profundos no lo borra ni la muerte”.
Solo puedo afirmar: Los seres se cansan primero
por sus talones en sus andanzas cotidianas – la tierra y
el hombre ya los llevaba a rastras y a duras penas –
mientras tanto la tradición, el pasado histórico y las
experiencias del presente hacen el futuro de las naciones
y de los pueblos.
Se aprende siempre hasta de los tarados a no ser
como ellos.
Los
seres
vivientes
se
movían
en
formas
especiales bajo la luz del sol y como entes fantoches al
claro de la luna – en realidad sombras nada mas
adheridas al cuerpo y cuando en las arenas del tiempo
hayan desaparecido nuestras huellas dejadas por
nuestros pasos – el viento rastreador las borrará para
siempre – pero aquellas profundas serán las memorias
en las páginas del tiempo cronológico hablando con la
eternidad de la inmortalidad de algunos pasos – de
hombres de calidad.
He, ahí – lo que dijo Claudio al respecto: Amo la
vida a pesar de todo y lo quiero de cierto modo no en la
suavidad de las delicias ni en la dulzura de sus caricias
sino, en el fragor de la lucha en su duro batallar –
bogando en su mar bravía buscándome el pan del día.
Era un jugador empedernido – me jugué al todo
por el todo; mi presente, mi pasado y futuro – muchas
veces he perdido todo eso y otras veces he ganado
nada.
No se si fue un santo o idiota tenía dos aureolas
iguales luego dos perspectivas de irme al cielo o
quedarme en el suelo.
Ultimamente solo los niños tenían el poder de
contemplación – eran los únicos filósofos actuales –
quizá realmente fui un imbécil – aprendí muchos idiomas
del mundo – para poder hablar con las gentes – ya tarde
me di cuenta – todos los pueblos hablaban un solo
idioma el dólar.
Pocos eran los pueblos que conservaban su
cultura – así como árboles milenarios se alzan en el
único suelo ligados a las recónditas entrañas de la tierra
en raíces profundas – uno reconoce el mundo y quiere
morir en su tierra natal.
No me gustó el run run de los seres humanos –
Que maúllan los gatos
que ladren los perros
que hable la gente
a mi ni me importa.
Comprendí las cosas eran relativas al tiempo –
“Uno busca amor, sombra, agua y abrigo según las
estaciones de la vida”.
Y las mujeres siguen siendo costillas – viviendo a
nuestras costillas.
Tenía una pregunta:
Será ella la falsa, la flotante o la verdadera?
Por las dudas yo rezo – en la catedral y mis
capillistas.
Puedo afirmar: Soy físico-matemático.
La energía solar desprendida es reversible (fuerza
de realivio) (relief energy) paralela y en sentido contrario
a la gravitación universal – es decir la energía se
transforma y se recupera – por eso existe la estabilidad y
eternidad – “El universo es un flujo y reflujo de energía” –
así el universo se mantiene en un eterno diálogo de
entendimiento telepático – perfecto y lógico – por lo
menos
hasta
ahora
–
salvo
algún
percance
imponderable.
Se resolvía todos los problemas matemáticos –
por una simple regla de tres – menos el triángulo
amoroso.
Ya he manifestado en algún instante – por eso de
control y natalidad – en el mundo de Jesú y Jhuly –
existen
preservativos
con
ojo
mágico
y
filtro
electromagnético que filtra los espermatozoides tarados
–
y
óvulos
depuradores
a
sus
colegas;
óvulos
prostituidos de la mujer.
Para una sociedad depurada – la sociedad en que
viví – eran los hombres perezosos, inventaron máquinas
que trabajan por él.
Hay dilemas bíblicos – “no mentir” – en otra parte
dice: Solo los locos y los borrachos dicen la verdad.
Bueno cuando era niño no sabía quién era mi
padre y quién era mi madre – los dos usaban pantalones
y cabellos largos – después descubrí – la que roncaba
eran mi madre.
Tampoco se cuantos años tengo – cuando nací –
ella tenía 25 años – ahora tiene 22 como diablos voy a
saber – cuantos años tengo yo.
El poder del habla esta en el poder de persuasión
e impacto – el resto viene por inercia.
Lo curioso de los periódicos – todos dicen la
misma mentira.
Y las moscas siguen buscando solo dos cosas la
miel y la mermelada.
Seguían siendo las tres cosas mas terribles: Ir a la
cama y no poder dormir – ir a la cama con una mujer
bonita y no poder – ir al baño y no poder cagar.
Al mismo tiempo habían tres cosas que no se
podían ocultar: El humo de cualquier fuego – un hombre
sobre un camello y el fuego del amor – resaltan a la
vista.
Tres cosas fáciles de detectar: La mentira, el fruto
del amor libre y los bienes mal adquiridos.
Y para terminar hay tres cosas difíciles de
sospechar: La sonrisa de monalisa, el beso de Judas y la
felicidad del japonés.
Escuché no sé a qué político – cuánto tiempo
trabajarías por la izquierda? – Un día – cuánto tiempo
por la derecha? – 2 días – y cuánto tiempo trabajarías
para este gobierno? – gratis – un mes.
Cuál es su profesión? – sepulturero – Claudio
siempre aconsejaba a las madres chancleteras: Cuando
tengas una hija cuídala que no caiga del catre hasta los
diez años – luego cuídala que no suba al catre hasta los
veinte – luego ruega a Dios que suba al catre – para que
no duerma solita:
Dormir sola es la peor maldición – había
progresado tanto mi país en democracia – que en la
última revolución – los tanques respetaban los semáforos
– en este país cada minuto nacía un tonto elector – y
cada día un vivo elegido.
Bueno yo tenía la mejor profesión de mi siglo: Era
dermatólogo y profesor de inglés – las sarnas nunca
sanaban; de noche se rascaban y de día me venían a
verme; y los alumnos de este idioma – no aprendían
estudiando hasta viejos.
Y
puedo
confesar
–
ninguna
viuda
era
desgraciada – siempre hubo un gallo mejor que el
muerto.
Las sociedades se juzgan por las mayorías; aquí
los honrados eran las pequeñas minorías – por ende
eran anormales.
Por lo siguiente: Si ud. cree que todo el mundo
está loco – y todo el mundo cree que ud. está idiota ellos
tienen la razón.
Yo siempre creía el amor es un trauma psíquico;
es decir una idea fija por consiguiente una locura – pero
seguíamos siendo víctimas de la cruz y la espada – los
curas y los militares eran dueños de la situación y
nuestros caminos nos deparaba aventuras y novedades
y algunas trampas y el hogar calor y relax – si las
suegras no estaban adentro.
A los maridos que no tenían hijos le decíamos Ajino-moto – daban gusto pero no llenaban.
En nuestra fuerza aérea, los aviones tienen tres
alas; ala izquierda, ala derecha y a la mierda.
Soy profeta de mi destino – y del destino de la
tierra.
El mundo en el futuro será de los insectos, de los
enanos – no habrá cabida para los grandes.
Por el estilo, que el ángel que anunció a María; es
el mismo que anunció a Jhuly:
Dios te salve Jhuly
Llena eres de gracia
Jesú estará contigo
bendita eres entre todas las mujeres
y bendito sea el fruto de tu vientre.
Quien será el primer varón del nuevo amanecer.
Las solteronas – de este pueblo tenían tres
razones para dormir solas: Tener un gato que sale de
noche – un perrito faldero que ensucia la cama – y un
loro que habla lisuras.
Eramos de dos clases: Los que vivían de su
trabajo y de sus ideas.
Al inglés le importa el tiempo
al alemán el trabajo
y al español la siesta
a mi me gusta el trabajo y el descanso era
mestizo.
Todavía los recuerdos son luciérnagas que dan
luces en las noches del olvido – o son mosquitos que nos
buscan con linterna.
Pues muchos no aceptaban sus errores todos los
cojos le echaban la culpa a la vereda – “o yo no fui”.
Cuando Golda hablaba de las feas: Las bellas
mueren dos veces – uno cuando se les agota la belleza
– y la otra cuando se acaba la vida – pero las feas han
nacido muertas.
En honor a la verdad los cohetes supersónicos
americanos y rusos en el cielo hablan solamente en
alemán.
Solo sé – USA es un país de gatitas frías y perros
calientes.
En mi país el Perú – el que sabe sabe y el que no
sabe es jefe o recomendado.
Todavía se acepta la duda, como el principio de la
sabiduría – por esa duda uno debía llevar el apellido
materno – pues el apellido paterno es sospechoso.
Las lágrimas femeninas; sigue comentando Golda
– son una buena catarsis para las mujeres por ello muy
pocas mujeres tienen úlceras, pues los hombres las
tienen porque lloran hipócritamente para adentro.
Estoy segura Dios entiende solamente en hebreo,
por eso solo escucha a los judíos.
La risa sigue siendo el grito alegre del hígado –
por eso hace temblar el diafragma.
El lenguaje femenino es de doble sentido – hay
que tener sexto sentido para entenderlas.
“No discutas con tu mujer”
Claudio metió su cuchara:
Las mujeres tienen dos armas contundentes – sus
lágrimas y sus calzones.
Yo le ganaba todas las ideas pues me ponía a
llorar primero – y eso de los calzones, luego ya era muy
fácil – y por si acaso anduve con un ratoncito eléctrico
en mi bolsillo.
Para una noche – una mujer de cualquier país –
para querida una francesa pero para esposa de tu tierra .
El pequeño esfuerzo
y las mujeres fáciles
no conducen a nada.
Las arrugas en la frente son los traumas físicos
del cincel del tiempo justiciero y vengador.
“Golda declaro”
me casé con rico por amor así maté dos pájaros
de un tiro.
En cierta forma conviene bautizarse a los 30 años.
Borrón y cuenta nueva – cuando el hombre llega –
a la llamada edad de Cristo; y continúa guiándose por
sus sentimientos y principios – instintos – vivirá el resto
de sus días crucificado y angustiado o escupido por la
serpiente violadora del destino.
Claudio era académico – experto en economía –
decía a sus amigos: Nadie ha hecho dinero con sus diez
dedos, ni trabajando para otros – toda empleocracia es
una desgracia.
Tampoco nadie ha subido a la cima por caminos
derechos – sino por recovecos o arrastrándose.
Se puede vivir de los conocimientos también de
las recomendaciones.
Aunque sabía que la distancia mas corta entre dos
punto es la recta que los une; pero la distancia mas corta
para irse a la mierda es el recto – son dos perspectivas.
Es que entre el poder de las fuerzas armadas y el
poder de las fuerzas económicas; el pueblo es la quinta
rueda del coche.
“Lo peor, uno estudia 30 años para vivir unos
cuantos años más”.
Entre tanto siguen siendo los mejores – los frutos
prohibidos y los amores sin barreras.
No quiero callar – todo lo sabido de la ciencia y
arte de esta humanidad fenecida.
Tienen mucho para recordar – seguían los
cristianos siendo teofagos – se comían el cuerpo de
Cristo y tomaban la sangre de Cristo – en sus misas
macabras.
Hay muchas cosas irónicas en este valle del
Señor.
Cuando uno se adentra mucho en el amor – se
despierta cuanto todo está consumado.
Claudio un día acotó:
“Mano fría calzón caliente”
Si no es verdad – compruébelo.
Le decía a Golda:
Pues Jhuly era una preciosa quinceañera.
Mi problema no es llegar a abuelo – sino tener que
dormir con la abuela.
Y uno es esposo cuando
haya conyugado –
no siempre cuando el amor se haya consumado.
Todo es reversible – menos el tiempo perdido.
El sol sigue expeliendo rayos de luz y energía –
pero impele toda la atracción de sus planetas.
Tras la guerra fría – vendrá las guerras atómicas y
luego las guerras biológicas y bacteriológicas luego la
paz eterna porque todos habían muerto.
Hacemos muchas veces miserables al presente –
por temor al futuro y hacemos miserable al futuro por
vivir el presente.
Algunas cosas de estas son importantes de
Claudio, yo, Golda o cualquiera de nuestro grupo.
En este valle lo único imperecedero son los
conocimientos y quizá el tiempo – pero este es relativo –
corto en el placer y largo en el dolor.
El militar es un civil asimilado – y el civil es un
animal civilizado.
Créanme todo lo imaginado es real y existente –
porque el que imagina es un ser real y existente.
Lo malo de la duda – muchas veces nos lleva a
realidades amargas.
La fé es la confianza en el más allá y la confianza
es la fé en el más acá.
Las flores siguen siendo la explosión sensual de
las plantas y sus aromas son los celos de su amor.
Claudio una vez dijo:
Al perú le deben poner una lavativa por Lima – ya
saben porque – sigo creyendo; el mono es el negativo
del hombre – y el blanco es la mutación de mono
también blanco.
Yo estuve con ella – todas las noches hasta
quemar el último pucho.
Pues Golda era una mujer excepcional.
En estos tiempos de la computación:
Una mujer hasta los 20 años son carne de
primera; hasta los 30 son churrascos; de 30 a 40
choncholí – y para arriba charqui.
Y los hombres son como los periódicos: Hasta los
30 son diarios – de los 30 a cuarenta semanarios; de 40
a
cincuenta
mensuales,
luego
son
números
extraordinarios.
Las viejas son como la Rusia Soviética todo el
mundo sabe donde está – pero nadie las visita – y entre
el pasado y el futuro están haciendo un emparedado al
presente.
En verdad os digo: El hombre es el fruto de cuatro
escuelas – el hogar, el colegio, el medio ambiente, los
genes.
El mundo sigue siendo un pastelito – cada uno
come según su apetito y el que tiene miedo se chupa el
dedo.
Todo esplendor de la vida siempre está un poquito
más allá – de tu mirada y olfato – y en un caso dado se
puede perder la virginidad pero jamás la dignidad – ni por
todo el oro del mundo.
Por su puesto, cuando Jesús dijo – la tierra no es
mi reino tuvo razón – por las cosas que veo es del
Diablo.
De vez en cuando me metía en el mero pueblo
solamente para escuchar dichos populares – muchos
tenían de verdad:
“Consumado el matrimonio – una virgen menos un
Cristo más”.
“No hay dinero falso que no pasa, ni mujer P que
no se casa”.
“El sueldo de un maestro de escuela le dicen
menstruación de vieja; viene una vez por mes – poquito
– dura dos días, aveces se retrasa y está cerca de la
menopausia”.
“Arrastrándose se puede llegar a muchas partes –
pero siempre será un reptil o mísero vípero raptor”.
“Así como vamos el año tres mil ya no será
nuestro problema”.
“No hay mal que dure cien años – pero puede
llegar al 2999”.
“Una palabra dicha tiene mil significados – según
la carga psicológica – la escrita solo una que vale por
mil”.
“Mas solo Dios y el poeta saben lo que han
querido decir – sus mensajes pertenecen a un trance de
sus propias vidas”.
“Entre el amor al prójimo y el amor propio está el
equilibrio de la paz y entendimiento”.
“Los alcances modernos en todos los campos de
la tecnología – nos proporcionan muchos esfuerzos –
pero nos privan los méritos sublimes propios de nuestras
realizaciones y alcances personales”.
“Los sentidos, la intuición y el entendimiento
programan toda la gama de nuestra conducta humana”.
“No es que el perro tenga olfato sino telepatía: Un
perro americano y una perra rusa pueden entablar un
diálogo amoroso en cinco minutos y entenderse en este
lenguaje perrunio perfectamente – más no entre los
hombres”.
El primer lenguaje del hombre cavernario – fue la
telepatía: Cuando un primitivo se encontraba con una
primitiva, ella ya sabía lo que iba hacer – sino entendía le
daba un mazazo en la cabeza a ella.
Las moscas siguen buscando dos cosas: La miel y
el miércoles – cosas que se decían cuando no se
sospechaba el final.
XXIII
Quiero aclarar la alimentación de Jesú – era por la
energía solar – cuando hacía el amor hacía una
descarga de 1000 voltios y necesitaba recargar sus
baterías por un relax de cien minutos.
En cambio Jhuly, hacía el amor con un aislador
electromagnético y un medidor de voltaje – con un
pequeño plomo en un rincón del útero.
Debo contar el placer sexual era tan grande – ella
quedaba extasiada por muchos días.
Los besos ya no eran con la boca; sino con la
punta de la nariz créame se encendían las neuronas del
cerebro con todas las luces del nuevo arco iris.
Era pues el encuentro de dos mundos en éxtasis
muy especial de la ternura de una rosa, la coquetería de
unos labios con rouge – lo biónico – lo transparente – lo
eléctrico y al gran voltaje.
Hasta el sol tenía los destellos y se ponía sus
lentes opacos.
La luna hacía sus requiebres de celos, un coro de
pajaritos entonaban sus himnos de amor.
El viento traía en sus alientos el aroma y perfume
de las nuevas flores – era la misma tierra solamente en
otra onda o instancia.
Renacía la nueva poesía – Jesú era poeta y Jhuly
era cantante – puedo mencionar algunas poesías oídas
que Jhuly las cantaba – su auditorio era el nuevo paraíso
terrenal – los mismos vivientes solamente con otros
nombres.
Se que el dolor
purifica el alma
la lluvia trae la calma.
Así como lo es fuego
pero para que quiero
la ceniza de una rosa
sino viviente y olorosa
II
Que culpa tienes tú
mariposa de luz
enredada en el mágico telar
de mi ensueño
como abejita de miel
que deja el viento
dulcemente en mi pensamiento.
III
Son átomos celestiales
rodando en el éter cósmico
luceros angelicales
efluvios de mi espíritu
Simple miniaturas
pequeñas criaturas
de todo un universo
de mi corazón travieso.
De aquel orbe inmenso
de la imaginación
todo un mundo inmerso
de ternura y amor.
De cosas que gravitan
de lo ignoto y profundo
son pétalos que oscilan
en un poético mundo.
IV
Uno va caminando
por una margen del río
buscando un remanso
o un rada asidos de las manos
con una prenda amada
tratando de vadear
al otro valdio.
Las aguas se van cargando
de turbias y claras
de nuestras horas amargas
felices de vez en cuando.
Al fin solo hay tormentas
infranqueables corrientes
hasta llegar a un abismo
donde termina el camino.
Al final uno pasa al otro lado
el hogar eterno en camposanto
para todos hay un vado
para pasar a su campo.
Solo queda un epitafio
de algo bueno que hemos hecho
una cruz y un rosario
de cuentas en nuestro pecho.
Son miles de versos – las tengo en mi
computadora – algún día los transmitiré por el éter
cósmico – a una mente receptora – para que lo
transcriba en el neo esperanto.
XXIV
Volviendo al mundo dejando por Jhuly – todavía
cuando visité, era como dije – una sociedad de consumo.
De vendedores y compradores, se traficaba la
vanidad, las drogas y en tercer lugar con las necesidades
– había una gran brecha – entre los bien pagados una
minoría – y los mal pagados la gran mayoría.
El fingimiento y la sofisticación constituida las
primeras máscaras de la sociedad – los países
poderosos eran los peces gordos que devoraban a los
pequeños.
Abundaban lo falsificado; billetes, senos, tragos,
certificados, diplomas.
Los que estudiaron derecho; todos se convirtieron
en torcidos.
Los bancos, las financieras se comían la plata de
los pueblos.
Los diputados y senadores hablaban en modo
condicional – el modo de la demagogia.
Los
curas
seguían
vendiendo
los
siete
sacramentos – los militares de todas las armas eran
narcotraficantes – asaltantes – contrabandistas.
Había tanto ruido – las gentes solo hablaban con
señas.
El agua bendita era la mas sucia – pues los
feligreses de manos sucias los metían en ella – y de
bendita no tenía nada.
Las mujeres en gran parte perras no sabían quien
les había hecho el cachorro.
Los ríos seguían vomitando miasmas al mar – sus
resacas no podían rechazar.
Los aires estaban cargados de toda clase de
contaminación.
Al final no había nada que comer – ni siquiera
cagadas – pues no los había – puesto que las gentes no
comían – ya.
Todo era falso – dientes, ojos, culotes, colores del
cabello – palabras – los contratos.
No sé porque – esta humanidad había fabricado
poco a poco su autodestrucción.
Nada tuvo que ver Dios – yo solo cuento – lo visto
con ojos no comprometidos – yo soy un extraterrestre –
vine a ver este desenlace y la apertura del nuevo mundo.
2996 – a horas 4 pm – todos los relojes se
pararon – luego comenzaron a caminar en dirección
contraria – de derecha a izquierda – pensé que se
habían convertido en comunistas – no era así –
simplemente “era otro cantar”.
La luna se había hecho cura sus dientes podridos
– era clara.
El sol se puso sus lentes ahumados – no quería
ver.
Los ecos de las montañas decían carajos – a los
vientos quienes le recordaban la madre.
A todos los pájaros se les cayeron las plumas –
parecían pollos hervidos – era el tremendo calor de las
radiaciones atómicas – de una guerra a finish – todos
contra todos.
Las aguas hervían y se evaporaron al infinito –
lejos de la tierra.
Los bosques ardieron hasta sus raíces – solo
quedó una mancha de cenizas fitológicas – hasta los
robles corrieron con la misma suerte.
De las cascadas no cayó ni una gota más – se
secaron en su origen.
No había nieve ni más en las cumbres alta.
Luego vino una ola de frío tan intenso que congeló
todas las almas.
Los minerales se fundieron haciendo causa
común.
Todo el material sintético se atomizó a la nada.
Las nubes se aglutinaron como un solo manto
negro de luto que cubrió la tierra – parecía una gallina
negra de grandes alas cubriendo sus polluelos.
Se escuchó una tremenda explosión, todas las
mujeres se convirtieron en estatuas de sal y los hombres
en pingüinos de piedra blanqui-negras – era algo así
como Sodoma y Gomorra de otros tiempos – “apareció
luego un nuevo mar muerto” – esta vez era un mar rojo –
de todas las sangres.
Un inmenso arco iris cubrió el cielo esta vez de
diez colore – envuelto en un pañal de telarañas de una
“viuda negra” una araña venenosa.
Del antimonio de toda la osamenta de la
humanidad se desprendía una luz azul fosforescente –
cuyos destellos parecían antorchas de almas en pena.
Se escuchó el redoble de una campana – del
último cuervo – disfrazado de Allan Poe – atinó a mover
los carcomidos badajos – luego expiró asidos de las
axilas del campanario – luego “la cura de silencio de la
tierra”.
Ya en el otro lado del río unos ángeles – cantaban
la canción de cuna – de un nuevo amanecer.
Quise llorar
pues lágrimas no tengo
y en mis suspiros arrojo
así como humos por los ojos
exhalando pedazos de
mi corazón.
Créanme yo también tengo sentimientos – y un
corazón que late mil años – terrenales – no valía la pena
llorar.
Pues las lágrimas son catarsis femeninas –
porque el hombre llora para adentro.
“Solo las bestias toman agua” – yo encontré vino –
fermentados en las tinajas líticas del tiempo.
Todos los dineros bien ganados y mal habidos se
los llevó el Diablo – un tipo gastador por excelencia – un
pobre diablo.
Ya nadie dijo: Los muertos son buenos – pues no
fueron cargados en hombros – ni limosin – no había
chofer.
La integración latinoamericana tuvo solo un
problema; el dólar.
Creo, los hombres del pueblo no tuvieron mucho
en este entierro.
Muchos
pueblos
simplemente subpagados.
no
fueron
subdesarrollados
Probablemente la mayoría de los abogados, curas
y diputados se fueron al infierno o algún sitio mucho peor
– ya saben porqué.
No escuché gente feliz en un país desarrollado –
mucho menos en un país subdesarrollado – “menos mal
todo se había perdido menos el apetito” – había gentes
agonizando, comiendo algo.
“Enfermo que come no muere”.
Acepto se había progresado mucho en la
velocidad – muy poco en profundidad – seguía el hombre
queriendo el bien de uno y mal de otro – el pragmático
seguía viendo lo real como ideal – y los socialistas
querían que los hombres vivan a media asta y chupen a
media caña – las mujeres seguían volubles y los
hombres temperamentales.
Leí en un libro semiquemado – no se quien fue el
autor –
“LA ESTAGNACION ECONOMICA SE PRODUCE
CUANDO LOS PRECIOS AUMENTAN AL MAXIMO Y
EL PODER ADQUISITIVO AL MINIMO – LUEGO LA
PRODUCCION SE REDUCE AL MINIMO – Y LA
DESOCUPACION AL MAXIMO”.
Visité un pueblo llamado Arequipa – dicen que son
mestizos de dos leches – y los limeños de 20 leches –
cosas de los pueblos.
Los mediocres no tenían problemas – si que las
tenían; las abandonaban.
Seguía siendo el mejor aroma sensual del hombre
el del macho cabrío.
Se decía no hay creación literaria – pues aquí
nada se crea solo se transforma.
Una mujer peculiar no era para lo otro.
El
problema
no
era
el
petróleo
sino
su
contaminación.
Las cosas que valen pesan y pueden hundirse –
las que no valen flotan en el agua – como las basuras –
como algunas gentes.
Los problemas eran las razones sublimes de la
existencia – sin ellas los corazones no latían.
Seguía la imaginación haciendo que la mente
divague por senderos ignotos e intangibles, y el hombre
salga de su pequeñez monótona inmutable más allá de
lo real.
Sin embargo,
yo no cambiaría mi vida
ni por el petróleo árabe
ni por todo el oro del mundo
Pero quien sabe
por un pan del día
Yo no cambiaría mi vida
por el espíritu santo
ni la virgen María
Pero tal vez
por un puñado de arroz
ni por el sol, ni la luna
ni por el cielo, ni las estrellas
pero quizá –
por una mirada tuya.
Escuché a Claudio decirle a Golda – una tarde de
primavera – en un lugar – no quiero recordar.
Las
mariposas
eran
gitanas
elegantes;
las
luciérnagas los watchemanes de la noche, el gato es el
político de la familia – el perro sigue siendo el pregonero
público, el gallo el papito rico y el pavo el gran cojudo.
Y las conciencias siguen siendo los perros
rabiosos.
El cuerpo humano seguía siendo el 80% de agua,
el resto era lo más importante o lo más asqueroso.
Cuando yo llegué ya se habían abierto las cortinas
de hierro, de humo y de bambú.
Los socialistas comían con todos y el capitalista
comía por todos y el proletario se quedaba de hambre de
todos modos.
En los negocios de por acá – ganaba el que metía
la mano y perdía el que metía la pata – pero hacía gol –
el que metía la cabeza.
No quiero olvidar así como hubo – Caines, Judas,
Caifas, Atila, Stalin, Hitler, Pinochet por decir unos – en
el nuevo mundo; desde ya de los hijos de Jesú y Jhuly –
nacieron – Goldo, Malin, Judeo, Sila, Rusin – Peler –
Johsit – para mencionar unos malditos y crueles – no se
porque razón – nacieron en este nuevo mundo – que en
un principio fue un paraíso – serán que destinados a ser
dejados – para venir a un valle de lágrimas como
predicaban los cristianos.
No cabe duda:
Hubieron clases de genes de la creación divina y
diabólica – dos metafísicos creadores de este sistema
binario de la vida.
Tenía que ser así – el bien y mal coexistentes
eran la dinámica de la existencia muchas veces nacidos
de los mismos vientres.
Tendría que escribir la nueva Biblia - solo debo
repetir no siempre todo tiempo pasado es mejor.
Mientras tanto en el drama de la vida – los actores
de estas dos camadas serán protagonistas – pues cada
ser pensante tiene dos consejeros un angelito y un
diablito.
Aunque sé ya en unos años luz serán entes sin
alma ni corazón – en otro sistema de coordenadas
cartesianas.
Eso ya no será asunto nuestro.
Quizá volverán las oscuras golondrinas a nuestro
balcón – a anidar – lo mismo.
En el mito del eterno retorno y la paz será del que
huya del mundanal ruido.
Y otros poetas seguirán con los mismos cantares.
“Como se pasa la vida
como se viene la muerte
tan callada”.
El verso azul y la canción profana
“Hay golpes en la vida
yo no sé”.
“Primero fue el verbo y dijo”.
Y tanto dilema:
“De ser o no ser”
“De tener o no tener”
“Ódiame por piedad yo te lo pido
tan solo se odia lo querido”.
“La vida de los grandes nos recuerda, nosotros
podemos hacer nuestras vidas sublimes y al irnos dejar
nuestras huellas en las arenas del tiempo”.
Solo quedan los recuerdos gratos o ingratos – por
los caminos protagonistas de la eternidad.
XXV
Solamente diré un bosquejo del acontecer de este
nuevo mundo de Jesú y Jhuly.
Su arquitectura era pentagónica el cinco era el
número de la perfección de la nueva masonería.
Las casas eran portátiles y rodantes – existía una
mentalidad de cambio – de espacio, ambientes en
coordenadas polares.
La lógica era la superlógica del arte – de encontrar
la verdad en las obras maestras de la creatividad
artística.
La filosofía de los pensamientos profundos – se
explicaron mejor de los campos ontológicos – más
transparentes en esos momentos.
La físico-química – tenía tantos alcances pues
podía hacer mutaciones de los elementos mineros – se
podía fabricar oro de otros elementos – también solo
computando sus velencias y como ironía – solo servían
de macetas de los jardines colgantes – por las virtudes
de su maleabilidad y ductilidad.
El agua no era H2O ahora era H202.
Estaban a la par – ambos elementos eran
divalentes.
Por su puesto eran aguas tónicas solamente para
las primeras generaciones de Jesú y Jhuly – pues
todavía tenían estómago y sed.
Luego los caracteres dominantes se impusieron
ya no tenían estómago ni corazón después de mil años
en que dejó de latir el corazón de Jesú y el de Jhuly y
sus descendientes.
La música eran melodías en escala de diez notas
– “tenían los nombres de números algebraicos” – por la
intuición histórica.
La matemática ya alcanzaron mil años de
posibilidades en la cibernética, computación – y el
dominio de los sistemas binarios – sobre todo los
pentenarios – el # de la perfección.
Al extremo, se podía programar la belleza
genética.
Los lugares geométricos de las configuraciones
alcanzaron los niveles sofisticados de la tropología.
La estética – era un sentido más del neo hombre
casi todos tenían el sentido bello de la vida – por lo
menos hasta donde yo vi.
“Los parámetros doctrinarios y religiosos – no
tenían dogmas de fé”, ni verdades sacramentales.
“Era el libre albedrío trascendentemente de cada
persona”.
En cuanto al deporte habían tantos – lo que mas
me llamó - “Head-ball”.
Era como el foot- ball de antes; se jugaba solo con
la cabeza, los puntos se marcaban en unos tableros
electrónicos,
de uno o cien – lo llamaban “Hits” los
llamados goles.
Valían puntajes de 1 a 10 o en razón al “bull”.
Ellos le llamaban “Heart” los equipos eran de 20
jugadores cada uno – no había natación – recuerden
eran eléctricos.
Existían carreras espaciales con un dispositivo
energético – “una especie de corona en la cabeza”.
Se rompía la barrera del sonido – el cinturón de
Allen – el Coffin-corner – “era una especie de platillo
volador”.
Los ballets eran tan fantásticos – me hizo creer –
eran mejor que los muertos de mi galaxia.
Todos los animales convivían con el hombre –
muy pocos eran carnívoros.
El león, el tigre, el jaguar eran herbívoros –
todavía existían las serpientes y hombres rastreros – de
los insectos y las pulgas no pudieron reencarnarse o se
fueron a otras galaxias – los loros eran bilingües
hablaban el
neo esperanto y aquel telepático para
hablar a todas las distancias – hasta otros mundos, así
como los hombres.
Existían muy pocos que sabían – el griego, el
latín, el quechua y sánscrito de otros tiempos que fueron
lenguas madres de muchos otros idiomas después del
mito del de la Torre de Babel.
No parecían entes sociales cada uno era otra
realidad – mas aveces tenían sus tenidas, y ágapes en
un principio cuando aún tenían estómago – eran un
néctar de uvas u otras frutas celebrando una efeméride
común – generalmente histórico y tradicional.
Cada uno era un estilo – pero mutante – les
gustaba los trances desconocidos en otras dimensiones;
no existían matrimonios sacramentales pues lo eran
contra la naturaleza libertaría de sus espíritus y cuerpos
– era algo así como los mari-novios de los últimos días
de la humanidad fenecida – pasajeras sin repetición con
los mismos amantes.
Este mundo era
un jardín de flores
cada uno hacía sus ramilletes
de sus amores.
Por supuesto no eran como nuestros jardineros
que decapitaban para ponerlo en un florero.
Las mujeres bonitas
o hermosas
eran como las rosas
flores de un día
y espinas de toda la vida
cultivaban
todas las bellas artes.
“Pero el mundo de la creatividad y a amplitud de la
imaginación eran infinitos”.
Aunque se veía las cosas con cinco dimensiones:
Longitudinal – horizontal, vertical – profundidad y actitud.
Tenían largos retiros
“en la cura del silencio”.
En la búsqueda de un ideal – o una verdad
concreta o abstracta.
Sus
manos
tenían
cinco
rayas
–
de
sus
o
las
manifestaciones psíquicas:
“Los sentimientos”
“La inteligencia”
“La voluntad”
“La creatividad”
“La imaginación”.
Interconectados
los
quehaceres
configuraciones topológicas eran la inter-relación entre
ellas.
Mas los genios, los locos o extraterrestres tenían
seis rayas en la mano – uno menos que Jesús y
Leonardo de Vinci – de seres que fueron – por lo que
muchas cosas eran verdaderas obras de arte.
Incluso
tenían
dispositivos
para
los
actos
sexuales, para detectar los espermatozoides tarados u
óvulos prostituidos – sin embargo, uno que otro se
filtraban – de estos condones con ojo mágico y filtro
electromagnético.
Pues jamás el hombre alcanzará su perfección
completa – el día que lo consigan será el final – pues ya
no tendrían nada que hacer.
Las ingeniería genética y la cibernética eran lo
mejor de sus conocimientos sin llegar todavía a la última
palabra.
Estos hombres de la verdad desnuda – sin
embargo todavía tenían muchas tras los umbrales de su
conciencia
–
muy
lejos
de
las
confesiones
el
psicoanalista, la persuasión – los tragos.
Existen como antes en el subconsciente que ni
siquiera se manifiestan en sus sueños.
Este ente con un yo y sus circunstancias –
adelante, atrás y colaterales; también verticales y los
imponderables – constituyen los afanes de sus vivencias,
algunas de ellas trágicas, dramáticas o simplemente
bucólicas y líricas.
Los saludos eran:
Cómo te anduvo?
Cómo va eso?
Cómo van tus circunstancias?
No encontraron felicidad en eso – todos los días
Navidad y todas las noches, noches buenas – no podía
ser le quitaba el quit de la vida.
Eran necesarios “la noche triste de Cortes” y la
última chupadita del mango.
No existían naciones – sin embargo aparecieron
hombres
de
ojos
rasgados
y
otros
de
cabellos
ensortijados y otros de pieles terra-cota a pesar todos
provenían de Jesú y Jhuly – con sus ancestros Claudio y
Golda.
“Creo existen leyes mutantes” – digitados por
algún programador genético celestial.
Derrepente hubo segundo Noé – que llevó al
futuro estos especímenes.
Los negros ya no tenían bemba, ni blancas las
palmas de sus manos, ni en las plantas de los pies, pero
si los dientes muy blancos – las chinas no tenían su
cosita horizontal – sino normales – “los de terracota eran
un poco enlozados”.
Y los blancos no eran tan leche – eran mas bien
chapocitos de ojos negros – parece hubo invasión de
genes latinos.
Eso si – todos producían lo que mas querían – por
el mero arte- y por consiguiente sobraba la producción
en todos los campos – agrícola, física y artística no
existía nunca mas el vil dinero.
Que una vez fue la ruina de la humanidad.
“Las cosas n o tenían precio” – no se vendían ni
se compraban – “era donados – sin siquiera las gracias”.
Se parecían al tiempo de los incas pues en el
quechua – nunca existió la palabra gracias – y libre.
Por eso nunca pudieron contar: El himno de Perú
“Somos libres”.
Si algo me olvidé sin querer queriendo quizá la
parte negativa de los nuevos tiempos – no valía la pena
de mencionarlo “yo no soy narrador de historias tristes” –
como lo fueron los comunicadores de ayer.
XXVI
Golda – tan solo era una chica – bonita – bastante
sincera – nacida en el corazón de la selva peruana “una
charapita” ya tenía 20 años – algunos años huérfana de
padre y madre – era inteligente – secretaria y estudiante
de una universidad de Lima – Perú.
Claudio era un compendio de hombre nacido en el
Perú profundo – políglota, hablaba muchos idiomas
modernos y folklóricos – dr. en ciencias matemáticas –
su puede decir escritor – escribió hasta donde yo sé –
unos cincuenta libros – una vez estuvo nominado – para
el premio Nobel, los últimos años del segundo milenio –
no es muy necesario – mas biografía – pues ellos fueron
los protagonistas de este testimonio.
El hombre seguía siendo un animal de costumbres
sobre todo de malas costumbres.
Ya las gentes eran pragmáticas y realistas
después de los 40 años en vez de comprarse una casa
propia se compraban un mausoleo.
He pensado mucho si la mujer es obra de Dios –
por sus formas y acabados parece que sí – pero por sus
caracteres
diabólicos
creo
que
es
una
obra
mancomunada de Dios y el Diablo.
Claudio decía:
Si haces las cosas con habilidad eres un maestro
– si lo haces la misma cosa con conocimiento y ciencia
eres un profesor; mas si lo haces en los niveles estéticos
eres un artista – luego el arte está por encima de la
maestría y la ciencia.
Así: En este siglo – no había hombre sano – ni
sociedad tampoco.
“Vale decir – la única forma de ser libre – era
liberarse de uno mismo”.
Se podía mejorar el físico por medio de la cirugía
estética y por medio de la cultura se puede mejorar lo
psíquico.
Algo comprendí – el habla humana encontraba su
esplendor en aquello que la han elevado a niveles de la
perfección estética – pero sólo el pueblo tiene el
privilegio – de crear las expresiones mas dinámicas del
habla popular – dándole al idioma toda la gama y
matices de colores y formas.
Llegué a odiar a los periodistas parametrados –
eran solo meros teletípistas.
Yo considero – no sólo de pan vive el hombre –
salvo los ganapanes.
Estoy seguro – los ilotas y los idiotas tenían
destinos – los otros forjaban sus caminos.
No dudo – el hombre era un animal político – pero
los actuales eran más animales que políticos.
Son dichos escuchados en el pueblo:
“Hombre cobarde no conoció mujer ajena; si las
conoció – dieron pena”.
“Gloria a Dios para las mayorías – porque las
minorías no los necesita”.
Lo curioso los senderos diferentes son mejores a
lo que nos depara a nuestros genes – así como la mujer
de otro – son las mejores.
Ya estoy por terminar – este testimonio y volver a
mi hogar.
Aquí soy un advenedizo – singular – pues los
escenarios
donde
se
realizaron
nuestros
sueños
infantiles se convierten en fuerzas magnéticas, nos
atraen a ese lugar, son raíces que atan al hombre con
todo aquello donde echaron raíces los sueños dorados
de nuestra juventud.
Se también:
La ternura y los sentimientos profundos existen.
No en la frescura de una rosa – tampoco en el
seno de una diosa – mas en la sencillez escondida de
una violeta – del jardín mas triste.
Dado la proliferación de los idiomas – cuyas
barreras son mas infranqueables que las barreras de
hierro, de bambú y las cortinas raciales.
También:
No todas las inteligencias tienen luz propia – la
mayoría solo son reflejos de un claro de luna.
Lo que mas me gustó del nuevo mundo – la
mental – física de su educación formativa – ideal – mente
y cuerpo en una formación integral y paralela sin que
ninguna de ellas sobrepase la otra – para lograr una
sociedad con hombres fuertes de alma y cuerpo.
Existía la inducción electromagnética entre los
cuerpos también de estupidez entre los hombres, siendo
el inducido o contagiado peor o mejor que el auténtico.
Era también mejor hacer las grandes cagadas
fuera de la patria y la casa.
Claudio decía que el sueldo de un profesor es
peor que la maldición de todos sus alumnos.
Hay lastres tan grandes
yo lo se
los militares, los burócratas
y los políticos – de mi patria
que hay que soportarlos
decía un amigo de Claudio.
Y los pueblos que sufren la tiranía, son muchos;
disminuidos en sus valores de nivel humano – tienden a
degenerar a una vida servil con la pérdida total de su
dignidad y principios espirituales de libertad y moral y de
sus sentimientos de nobleza.
Tenga por seguro – los conocimientos y la razón
son los únicos medios del criterio de autoridad para el
mejor advenimiento de los problemas.
Aunque
parezca
mentira
la
diferencia
de
mentalidad y lenguaje entre los pueblos del mundo
matizan con los coloridos necesarios en las perspectivas
de sus vidas.
Sin embargo: La palabra en su forma hablada y
escrita no tienen la capacidad de expresar todas las
imágenes del quehacer psíquico – por lo que el lenguaje
nunca podía plasmar en prosa o poesía el mensaje total
del alma.
Estas cosa de mi testimonio son de Claudio, sus
amigos de Golda y la mía.
Por
su
puesto
todas
las
resaltantes
para
eternizarlas al devenir por mi pluma singular.
El éxito de la vida depende como uno se enfrenta
a los retos de nuestros caminos o como uno sale de las
encrucijadas que nos metemos por las tentaciones que
nos depara – nuestros espacios y tiempos.
Aunque el verbo es Dios no tiene la omnipotencia
de expresar la integridad del acontecer del espíritu, sin
embargo fue el origen de todo lo que existe en el mundo
físico.
He odiado las pautas constitucionales de los
países marcando el comportamiento de sus pueblos –
por caminos trazados y trillados privándoles de los
cambios y revoluciones que depara el tiempo y espacio a
todos los hombres.
No estoy evocando el pasado como los viejos –
todavía no estoy arrastrando los talones.
Ponga énfasis en tu vivir
así será fácil tu morir.
No quise encadenarme a ninguna disciplina, ni
condenarme a una línea de conducta, odio la norma y la
ley, no debo tener reloj ni control a mis horas – ellas son
relativas, pero por inercia y gravedad mi alma y mi
cuerpo se van simplemente a la nada.
Aunque la conducta y el comportamiento humano
se realizan de acuerdo a las tres lógicas que usa la
mente: Una lógica concisa y matemática y exacta, otra
lógica social de acuerdo a la conciencia de la mayoría y
conveniencia a este ente social – el hombre – pero hay
otra lógica de la verdad desnuda – con la que el hombre
puede ser feliz – muy personal de su locura.
Algunos ensueños se pueden traducir en realidad.
Uds. recordad –
El sol fluye toda su energía a su sistema
planetario y se lo cobra con intereses en ecos
energéticos de sus planetas.
Luego la energía es reversible.
En el campo de la tierra hay una placa de neolito –
una piedra tan densa y prensada que soporta el peso de
la tierra y es aislante que impide que aflore todo el fuego
de más de 5000 ac. y emerge toda energía concentrada
por mas de cien millones de años – un núcleo – coloidal
muy denso – de miles de fuerzas electromagnéticas.
Si alguien piensa que eres una mula – no le hagas
caso – pero si todos piensan lo mismo – cómprate un
bozal y una carona.
Todo partido político vertical o sectario muere con
el “leader” porque los seguidores tomaran rumbos
horizontales.
La democracia podrá ser una forma ideal de
convivencia pero utópica, porque la misma natura
conforma diferencias marcadas – pues la existencia tiene
diferentes matices – además no todos los hombres son
iguales – hay quilates de valores diferentes.
Así: El entendimiento debe comenzar de uno
mismo – luego al prójimo y lo demás – pero si tu quieres
conocer a tu mujer es mejor no conozca nada.
Eso decía Claudio de Golda Endira.
Después de todas las especulaciones oídas y
vividas – de un terrenal y un extraterrenal el sabor de la
existencia no está en lo trillado y concebido – esta en lo
innato y la dimensión desconocida en otros espacios y
supremas instancias de la imaginación creadora.
Sin embargo – no pude vivir a mi manera,
libremente – no puedo, porque el hombre en esta vida es
una ficha en el tablero de Dios movidas por los dedos del
Diablo.
En el Perú – pocos producen – muchos consumen
y ganan solo los que lo trafican.
Ya al margen de este testimonio os digo:
Heredar un pasado, imponerse un futuro hacen
del presente miserable y conocerse a sí mismo – es una
triste realidad.
Pues Dios hizo el universo de la nada por eso
entre el todo y la nada no hay distancia.
“Nunca se pudo fundir dos corazones de barro en
un crizol de barro”.
“Una mujer con pasado puede salvarse con un
hombre con futuro”.
“Todavía el hombre y la llama hacían el amor, cara
a cara”.
Así las mujeres necesitan un marido hasta los 40
luego un consolador.
Así veía los rocíos, lágrimas calladas de las
noches de mi estancia en este valle del Señor.
Los niños con partos sin dolor – sufrirán muchos –
porque fueron malparidos.
Este país estaba lleno de mujeres de muchas
relaciones y hombres bien relacionados.
Cuando en esta tierra todos hayan muerto y todo
esto sea desierto el hombre será el gran ausente y la
mujer la gran causante – por haberlo traído del paraíso a
este valle – como dicen; de lágrimas.
El oro y el barro moldeados en perfiles del arte y
contornos perfectos, el uno será siempre oro y el otro
siempre barro – aunque de barro hizo Dios al hombre
aquí en el Perú – se progresó mucho en democracia – el
último golpe militar – los tanques respetaban los
semáforos.
Ya para terminar – pues se me acaba la tinta de
mi lapicero extraterrestre:
La transmutación de la savia bruta era elaborada
por medio de la luz solar y la clorofila – ahí está el
misterio de la transformación de lo inorgánico en
orgánico y así como del quimo por medio de las enzimas
y la hiel ahí está el misterio de la mutación del átomo en
célula viva de la sangre.
Solo queda el misterio de la mente – debo
agradecer a mis pies – los únicos amigos que me
cargarán hasta la muerte – y a mi sombra que me
seguirá como una fiel prostituta hasta mi tumba.
Hay veces que se detiene el tiempo – ahora en mi
última meditación y contemplación – de estos dos
mundos que pude verlos y describirlos – y haber
conocido a Claudio y sus amigos – a Golda – a Jhuly, a
Jesú.
En esta mi pascana de franca monotonía – en un
letargo pavoroso del fin de una humanidad – como si
todo entorno hubiera muerto – donde lo inerte y lo
viviente se confunden en un metáfora del silencio – como
si de un momento a otro se apagaran todos los motores
de la dinámica de la existencia – como si todo el universo
se detuviera sin ningún suspiro en una inercia total; luego
se extingue todas las luces y una penumbra letal cubriera
el mundo – cuando del fondo de nosotros mismos –
aparece primero una luz, luego hay claridad en
lontananza y todo aquello se convierte nuevamente – en
una mundanal danza.
“Yo había huido del mundanal ruido por la
escondida senda solo he venido”.
Solo espero los niños del mañana en el otro lado
del río.
Tengan los genes de Jhuly, la última mujer – una
rosa con todo el aroma de la humanidad y la coquetería
limeña – y un faro de luz – con toda la ciencia y arte de
esta humanidad fenecida.
Yo solo canto un tango – adiós pampa mía – pues
Claudio – mi amigo terráqueo había muerto a los 92 años
de un balazo de una mujer celosa – Golda – luego ella
se suicidó – el resto lo saben uds.
Yo me voy – pues ha llegado mi mujer – en su
platillo volador – con dos pistolas: Una que se había
comprado y otra que papanoel le había regalado.
XXVII
Ya sabe Ud. – el narrador – cuyo nombre – no
dejó escrito – para evitar sospechas – fue un
extraterrestre – vino ha hacer un acto de presencia – y
anotar en actas – como oidor y notario, de este final – sin
olvidar nada de lo resaltante de las ideas humanas de la
era cristiana hasta el año 2996 – fecha del gran
desenlace – y también – para decir al devenir – como era
este nuevo mundo.
Los hijos de Jhuly y Jesú – una mujer que trajo
todo el aroma y perfume de la humanidad, toda ternura y
belleza de una rosa – con toda su esencia y sus espinas
– y un espejito donde se reflejaba su alma; y Jesú –
aquel con un corazón que podía latir mil años, un faro de
luz en su diestra – con
toda la ciencia y arte de la
humanidad fenecida – y una botella de whisky de las
chivas para brindar con ella el nuevo advenimiento – un
ente biónico, eléctrico – transparente.
Cuenta el extraterrestre – los continentes eran
mares; y los cinco mares eran los nuevos continentes.
Por tanto se descubrió muchas cosas en el
Atlántico – un continente reflotado – que en un tiempo –
había sido morada de otros hombres superiores – al
mundo fenecido – bajó la Antártida; también reflotó las
memorias de un gran pueblo – hundido bajo la nieve
pues la tierra había cambiado de posición – dejaron algo
para anunciar los siglos, fueron los mismos – que
levantaron las pirámides de Egipto, la maravilla lítica de
Machupicchu – las cabezas de piedras de la isla de
Pascua.
Muchos imperios todavía yacen bajo las arenas de
muchos desiertos, como el Sahara, Atacama – Sechura;
guardan en sus entrañas solo como simples gases o
petróleo – seguramente – los restos de esta humanidad
fenecida y de todo bicho viviente muerto – serán otra vez
gases o petróleo o de repente solamente antimonio de
sus huesos.
El ya había visto el suicidio de los elefantes – y las
ballenas mucho antes de día “cero”.
Hay pues una ley universal – de vida de los
planetas y otros orbes – en una secuencia – después de
todo – ciclo de eternidad mutante.
El sigue creyendo son dos metafísicos de dos
mentalidades
–
los
computadores
del
acontecer
universal.
El hombre será hombre y la mujer – mujer –
solamente con algunos toques de sus momentos macro
– históricos.
Mas sé – estamos sentenciados a buscar nuestra
perfección o nuestra destrucción – es una ley infinita
fatal.
No dudo – todos los tiempos no se deslizan el uno
del otro – son como los ochos horizontales encadenados
al infinito.
Cada ocho – es un momento – de años luz, al
devenir.
Aparecerán – hombres sobre la tierra – trayendo
la palabra – salvación:
Jesús – El amor al prójimo
Marsh – El comunismo
Hilter – El socialismo democrático
y otros mas limitados – no vale la pena
mencionarlos.
He visto la agonía y la muerte de los seres
vivientes.
Presentía
quedarían
sobrevivientes
las
cucarachas y los peruanos pues eran entes capaces de
sobrevivir a los percances mas terribles hasta comiendo
cualquier cosa – eso dije una vez, más esta vez ya no
fue posible – por fin murieron las cucarachas después de
20,000 años – no mas mierda.
El fin era irreversible – sin embargo – hay un
renacimiento tras toda noche de la humanidad.
Son ciclos al infinito o derrepente en algunos años
luz – otra vez el universo – será una nebulosa.
Pues nada se pierde
solo se transforma
En lo material; el misterio de pensamiento y los
sentimientos y toda la gama – del mundo interior del
hombre – no me atrevo a definir.
Por eso he querido computar – todo lo que fue a
mi alcance – de los pensamientos – pero hubiera querido
plasmar toda la poesía – de aquellos insignes poetas –
en un solo poema eterno.
Pues allá en mi galaxia el lenguaje
y la
comunicación es algebraica y computarizada – así como
también la música.
Para nosotros la poesía – fue el lenguaje de
nuestros dioses que por alguna razón se callaron – dad
la practicidad y pragmaticidad de nuestro tiempos.
Cuando llegué a la tierra como enviado especial –
pude gozar todavía de lo prosaico y poético de los
espíritus humanos.
Solo quedaba virgen – la selva amazónica – y
quise comprarme unas parcelas para mi vida retirada –
del mundanal ruido – de hábitat tanto aquí como allá – el
gran problema horrible del hacinamiento.
Aquí también últimamente los sueños se habían
desvanecido – pues no existían nunca mas los cielos
azules ni el verso azul.
Solo quedaba lo profano; lo lacónico – o
simplemente señas.
No era posible nunca mas el Cantar de los
Cantares – amores sublimes – como lo fue de Dante y
Beatriz – Romero y Julieta, Amat y la Perricholi – quizá
cumbres borrascosas – y relatos pornos.
De modo los hijos eran frutos del placer o de la
resacas del amor – por tanto – estos neonatos no mas
sabían amar – gran parte eran hijos de probeta –
quedaban muy pocos de bragueta – últimamente nacían
niños sin alma – no tenían ya cupos – la belleza objetiva
primaba sobre la subjetiva – los valores intrínsecos no
contaban por ende – las mujeres eran simples objetos
momentáneos – por desuso de medios naturales – las
gentes crecían a los lados – por estar sentados.
“Pienso luego existo”
ahora, “existo pero no pienso, ni siento”.
Si el mundo giraba alrededor de su eje – pero los
pueblos entorno al dólar – si antes todos los caminos
conducían al Roma, la metáfora de la dicha – solo muy
pocos a la gran vía – es decir a la desdicha.
Hoy todos conducían a al infierno – “La riqueza y
la pobreza” – generaban unos pobres diablos – “Rico tipo
sinónimo de pobre diablo” – no hay duda: el hombre es
un ente circunstancial como imponderables – en los
rascacielos, en los pisos junto al suelo todavía eran
humanos – los de arriba robots, sombis – y su estupidez
en razón directa a la altura por falta de contacto con la
madre tierra.
Los viajes en Jets – rompieron la barrera del
sonido y las distancias privó al hombre del poder de
contemplación y novedades ecológicas al caminar a pie
– el calor de las pascanas – del fuego entre tres piedras
– la naturaleza de la vida.
Los zapatos y los guantes – han quitado la
capacidad de los dedos de los pies de detectar las
piedras del camino; y a los dedos de las manos el tacto –
en la toma de sus decisiones; la TV en colores – con
noticieros de todo lo negativo – de historias de la
estupidez
humana
han
fabricado
unos
imbéciles
sentados.
El foot-ball inventados por los ingleses para
entretener a los tontos, han creado un mundo de
fanáticos – masa compacta de idiotas gritones.
“La economía es la ciencia del momento” – todos
quieren vivir con el sudor y dinero de otro.
“Los bancos, las financieras – hacen sus negocios
pinguis con el dinero de los idiotas que depositan sus
dineros”.
Yo nunca creí en la virtud del trabajo – es una
mala interpretación de la Biblia: Comerás con el sudor de
tu frente, eso no se dijo; mas bien “Hijo mío – esta tierra,
una obra mía – es tu heredad – para que la disfrutes con
la luz de tu tino” – es decir, con inteligencia y tu mujer –
dale hijos para poblar la tierra de ellos.
En física: El trabajo es masa por aceleración; y la
única masa que está reventada – es la masa trabajadora.
En ética – por lo menos es así en mi galaxia: El
trabajo dignifica al hombre y ciertos animales.
Luego el trabajo es maldito – negativo e indigno.
“La luz de tu tino,
el ingenio de tu mente
la creatividad de tu inteligencia
y la certeza de la toma de
tus decisiones”.
Eso quiso y dejó a Adán como heredad – el resto
es empresa y propaganda.
No nos gusta la artesanía sino la obra de arte,
estas tienen que ver con el sentido estético de la vida.
“Obras maestras” – odio a los pintores de brocha
gorda – la tierra es un artista – basta ver una rosa – un
paisaje – una mariposa – aún existe belleza en la natura
muerta.
“No se puede volver a la verdad desnuda” –
hemos sofisticado nuestra existencia – “no se si el
desnudo o el vestido es el inmoral” – por lo menos el
primero es sincero.
Una hoja de parra hoy o un abrigo de mink – “al
pan, pan y al vino, vino” – o la metáfora – la cinalefa o
parábola.
Al menos en el nuevo mundo – la primera virtud
es la transparencia – y el conocimiento gran parte
heredado en ese faro de luz a Jesú.
“La planta de mis pies
siente el calor de la tierra
y sus caricias –
sus dedos ven las distancias
evitando los traspiés
mi pecho pelado
respira sin tapujos
y lujos
la sinceridad del aire”.
Ya no se puede hablar ya de estas cosas – la
suerte esta echada – el hombre por muchos siglos
fabricó su tumba y su epitafio:
“Aquí yace el hombre
por su estupidez que no tienen nombre”.
Uno es dueño de sus posibilidades y alcances – y
también de sus cojudeses, mas el pensamiento no tiene
limitaciones solamente en los genios.
Le pregunté a Jesú – cómo era esa energía solar
qué sustentaban la vida?
Recuerda:
Dios hizo al hombre de barro.
Las energías hacen tierra – ya sea eléctricas,
magnéticas – radiales, gravisionales .
Y el cuerpo es capaz unas mil energías – porque
es parte de la tierra – así como la madre tierra vivifica los
seres en contacto con estas energías – animales,
fitológicas y pareciera tener pinceles para pintar paisajes
coloridos – sacados de los arcos iris del sol – cuyos
matices superan mil colores.
Por
ejemplo:
La
energía
solar
recibida
y
aprovechada se realivia en forma de ecos energéticos de
la misma intensidad – es decir es una toma y daca –
como los besos devueltos por una mujer amada.
Y porque feneció la humanidad al que perteneció
Jhuly – pues anularon los hombres la capacidad
receptiva de la tierra fuente de vida:
Guerras atómicas
Guerras bacteriológicas
Guerras químicas
Guerras psicológicas.
Y no podía ser mas el aposento del hombre; la
tierra se moría – agonizaba y casi estaba yerta – por
obra y gracia del mismo hombre.
Todas las ciencias aplicadas a la destrucción.
Es cuando se produce: La nebulosa y luego el
renacimiento – en un mundo de diferente mentalidad – la
ciencia era solamente para el bien del nuevo hombre –
mientras se filtren nuevamente los destructores – en esta
cadena del bien y el mal.
Cómo son los aparatos genitales – son mejores y
mas eléctricos – y radiantes.
Y el amor?
Es un entendimiento de auras de un hombre y
mujer en una sincronización de alta fidelidad.
Aunque las suegras siguen teniendo la capacidad
de distorsión.
Yo me libré – mi suegra Golda – quedó en el otro
lado del río – aunque hubiera querido tenerla – era una
mujer excepcional.
Cómo es la educación?
Los niños ya nacen – en sus genes con toda la luz
de la ciencia y artes heredadas por mi – en aquel faro
bendito concedido.
Sobre esta base se avanza otras distancias en
todos los campos del conocer – se ha puesto mucho
énfasis – la exploración de nuestro interior aprovechando
la transparencias y la viabilidad de exploración.
Y no les da miedo de conocer?
Muchas veces es la triste realidad pero mas vale
conocerla que ignorarla.
No es mucho lo que se sabe hasta ahora.
Hay motivos para no llegar a los recónditos del
alma.
También se estudia un idioma intergaláxico – el
neo-esperanto a base del esperando antiguo – basado
en los idiomas traídos por las cuatro parejas en el mundo
anterior.
Adán y Eva – trajeron el sánscrito – origen y raíz
de muchas lenguas indoeuropeas.
Elena y Greco – trajeron el griego – origen de las
terminologías científicas y artísticas.
Romulo y Roma – trajeron el latín – origen de los
idiomas modernos del último milenio – la lírica, música –
las bellas artes.
Y la otra pareja que aterrizaron en el Titicaca –
trajeron el quechua y aymara – ciencias sociales y la
arquitectura lítica.
A base de sus raíces de estos 4 idiomas se ha
conformado un idioma de muy amplia base para el habla
y entendimiento entre los hombres – y toda la
terminología científica de nuestros alcances.
“Yo soy el dean – de una sola universidad – con
sus filiales en las agrupaciones de pueblos estacionarios
– pues la mayoría son nómadas – para ellos tienen sus
maestros al paso”.
“Como los niños tienen un sistema trinario de
computación en sus cerebros”.
Se puede programar en sus neuronas los
conocimientos necesarios – para sus vivencias positivas
y sus relaciones con los demás – con mucho respeto a
su niñez y juventud – luego se va aumentando el caudal
hasta su muerte.
Y cómo es la medicina?
Como son casi electrónicos los médicos son
ingenieros de sistemas y anatomistas.
En realidad la medicina es preventiva.
Ud. sabe – la máquina mas perfecta es la
humana.
Sin embargo no tiene repuesto ni se usan
transplantes.
La idea de la muerte es la passing – a una
reencarnación en espíritu – se cree que va a otras
galaxias por lo que nadie llora por los muertos – y sus
cuerpos son atomizados a los espacios preferidos por el
difunto,
Y cómo es la justicia?.
Por principio no hay justicia pues nunca ha
existido un hombre justo en todos los tiempos – disque hubo uno – se llamó Jesús “lo crucificaron”.
El hombre es propenso al bien y al mal y las
tonterías.
Tenemos tres angelitos dentro de nosotros
consejeros – un buenito – otro maldito y otro cojudito.
Cada uno de ellos prevalece – según los
caracteres dominante de las personas.
Pero hay centros de recuperación – con expertos
y ambientes especiales.
Se ha tenido mucho éxito en un 90% los
irrecuperables congénitos son eliminados sin compasión
– en cuerpo y alma – pues no merecen la reencarnación.
Curioso en cuanto a la fé o creencias religiosas –
hay un Dios (inti) y una diosa “PACHA MAMA”.
El sol y la tierra parece fueren lo mismo en el
TAHUANTINSUYO.- el Imperio de los INCAS – o
sacaron sus nombres – pues existe raíces quechuas en
el neo-esperanto.
Hay festividades como el Raymi – fiesta al sol.
Pacha mama – el día de la tierra.
Cómo es el trabajo?
Todos proceden – lo que más saben y pueden – y
por este proceso – la producción supera las necesidades
– el resto se guarda en una especie de silos se llaman
tambos – el sistema de refrigeración – y aireación son
perfectas – se conservan los productos como si fuesen
del día.
Pero
estos
productos
son
mas
bien
para
exportación intergaláxica – pues en otras partes los
seres pensantes todavía tienen estómago y muchos
como los rumiantes – hasta 4 estómagos.
Y los deportes?
Era gran parte de la ocupación del hombre de
estos tiempos – en realidad se hacían las cosas
deportivamente.
Y la competición era costumbre en cualquier cosa.
Los
ídolos
eran
los
hombres con talentos
especiales.
Y las diversiones?
Sin embargo debe ser aburrido – pues se debe –
pero los tragos son espirituales que diluyen en el cuerpo
y salen por los poros causando una euforia tan grande –
muchas veces es una catarsis de desfogue total - alguna
pena – se toma en ronda hombres y mujeres – sin llegar
a borracheras.
Recuerde: Jesús nunca habló en seco – Jesú
tampoco.
Si amaban la verdad desnuda?
Porqué usaban ropajes? no es así – cuanto mas,
así como Eva uso hoja de parra – estos usan pequeños
pantalones calientes con aire acondicionado.
Las mujeres usan una especie de pequeñas
horquillas para sustentar su seno y todos los tienen como
cañoncitos rosados apuntados al cielo.
Y los hombres – solo unos suspensores para
soliviar sus testes – recuerden los tienen muy grandes –
casi hacen tierra . además un trousers con unos
pequeños pararrayos – pues son eléctricos y biónicos.
Y la amistad?
Es cuestión de ondas y frecuencias de sus auras
– son los mejores sentimientos que pueden unir
personas con espíritus unitarios y volverlos a ser
sociales.
Pues no son como las multitudes solitarias otros
tiempos.
La fisionomía de la sociedad era una serie de
grupos
–
autónomos
de
ideales
comunes
–
o
aspiraciones de una meta común; o grupos nómadas
disfrutando de las distancias – con ciertos estadios en
pascanas momentáneas para conversar entorno de una
fogata – al claro de luna, mejor era el camino de la
posada – en muchas cumbres dejaban montículos de
piedras como recuerdo que transmontaron estas cimas y
vieron desde ahí otros horizontes.
En sus charlas hablaban mucho de otros tiempos
de Golda - de Claudio, de Jhuly la última mujer de un
mundo desaparecido y la primera madre de ellos – y de
Jesú la obra maestra de los dioses metafísicos artífices
de la creación.
Y porqué tanta pregunta?
Soy un enviado especial de otro mundo amigo de
Uds.
Querían saber de lo que fue, es y será el devenir
de esta tierra un planeta especial.
Estoy escribiendo un libro de lo más resaltante –
así como la nueva Biblia – esta ya no de mitos y
leyendas – sino verdades a ojos vistas.
Más hay ciertas cosas – por ejemplo – mujeres
angelicales que solo el diablo las entiende.
Que el amor se transmite en frecuencia modulada
y aquí los corazones son estéreos – el amor es perfecto
y de alta fidelidad.
En los rincones más tristes
existen
las flores más delicada –
la flor más hermosa
la rosa
flor de un día
y espina de toda la vida.
El militar tiene corto el pelo
y las ideas también.
No hay fruta más agradable
que del huerto ajeno.
Si quieres gastar el dinero de otro
nadie solo es omnipotente
hasta Dios es tres –
aunque el más sabido es el
espíritu santo – cuando las papas
queman – se hace la paloma –
y a volar se ha dicho.
Muchos son felices al llegar a abuelos pero lo
grave es tener que dormir con la abuela.
No hay mal que dure cien años – pero puede
durar 99.
Tenemos la osadía de ser algo cuando se nos han
hecho de la nada.
“En lo inconmensurable está el espíritu inagotable
de la imaginación”.
“En el comienzo de la vida hay un hombre y una
mujer” y a la hora de la muerte hay una sola.
“La velocidad de la luz es absoluta al tiempo y
relativa al espacio”.
Yo solo se – soy profeta de mi destino moriré un
día sábado a los 92 años de un tiro de una mujer celosa.
A quién llamas hombre?
“Hombre es aquel quien puede vivir feliz de
acuerdo a sus principios y conocimientos – no huye de
las responsabilidades consigo mismo y con la sociedad y
no teme morir por la liberta”.
Y qué es la mujer?
Es una obra de arte de Dios y el Diablo – para ser
amada y protegida.
Qué me dices de las clases sociales?.
La única clase que piensa – es la clase media –
pues tiene muchas preocupaciones – la alta y la baja no
las tienen.
Y cómo va el turismo?
Hay tres clases: De recepción – extraterrenal y de
pieforzado.
Muchas veces he tenido desengaños – de haber
caído en este barrio – como una mosquita caída en una
tasa de pura leche.
Aquí el peor catarro es el contagiado y el peor
cretino y feacio es el griego.
Afirmo – por lo que he visto la razón brilla
solamente en las mentes superiores y libres.
Así como la ciencia esta en la experimentación y
el arte en la imaginación creadora.
Me voy seguro: El paraíso solo dura nueve meses
en esta vida – y una eternidad después de la muerte.
Estas cosas hablamos con Jesú – y algunas
veces con Jhuly – un servidor de Uds. RHX3 el
extraterrestre.
Hablando de la belleza de Golda – a quien tuve el
honor de conocer – Jhuly es una beldad.
“Las bellas mueran dos veces – una cuando se les
acaba la belleza y otra cuando mueren deveras – pero
las feas nacieron muertas”.
Qué opinas de la verdad?.
Hay tres clases: La verdad científica – la verdad
filosófica y la maldita realidad.
Dices qué n hay mujer fea?
No hay – depende del ángulo con que se vea.
Después de todo las generaciones fenecidas – se
la pasaron felices – ignorándose a su mismo.
Solo sé – si el hombre anterior hubiera tenido el
sexto sentido que Uds. poseen – no habría cometido los
errores de esos cinco sentidos.
Aunque a ser sincero: Mis errores cometidos son
cuando las mujeres me comenzaron a tutear.
He visto – la cirugía estética y la cultura pueden
remodelar el cuerpo y la otra el alma.
Así hemos pasado largas noches al claro de luna
– platicando de cosas simples de la vida – con Jesú y
sus amigos – todos profesores universitarios donde Jesú
era Dean – ya dije: Nadie ha subido a la cumbre por
caminos derechos.
A media asta y a media luz están las pleitesías
hipócritas.
La empleocracia y la burocracia son dos caminos
seguros a la desgracia.
Hubo un equívoco general: El hombre llamado a
componerse y buscar su preferencia en alma y cuerpo y
componer sus espacios – se degeneró, malogró sus
espacios ecológicos – su fin era su auto-destrucción.
Fue el dinero?
Fue la búsqueda del poder?
Fue la prostitución de su espíritu?.
Oh Dios mío: No
saben lo que hacen –
derrepente – el hombre metido en la masa – no piensa –
son como las ovejas bobas – por donde van unas van
todas – o vacunos llevados por argollas en sus narices
– por algún gañan enviado por el Diablo.
O siempre fue un ente infantil aunque muera de
viejo – por sus hambres y sed.
Vio espejismo y mirages, ilusiones engañosas.
O sea necesario un ciclaje encadenados al infinito.
O el eterno retorno – a lo mismo – de polvo te
hicisteis y en polvo te convertirás.
Yo no soy el que diga la última palabra.
Mas si tuve el privilegio de ser testigo del final y un
advenimiento de dos mundos – con los mismos
protagonistas – un hombre y una mujer – fabricados de
cualquier material – hasta de barro.
En el caso mío, fuimos hechos de hierro dulce un
poco de carbono.
Somos flexibles como el acero inoxidable –
hechos para la lucha – nuestra ecología no es tan rica en
elementos como la tierra.
En este final se me hacía carne de gallina – me
salían ronchas en la piel – como una alegría a esta
situación – menos mal yo estaba en otra onda – otro
estatus – sin embargo mis espinas captaban la fea
música de este tardecer apocalíptico – sólo atiné a
vislumbrar este fin – y en la penumbra de mis lágrimas
que habían empeñado mis ojos – estaban los rostros de
mis amigos humanos; Golda – la preciosa – charapita;
Claudio – un vasco peruano - José Antonio – Pligio que
pudieron
ser
rescatados
pero
justos
pagan
por
pecadores – sin embargo vi caminar a Jhuly en esta
soledad macabra y tuve el honor de asirla de sus
manitas y llevarla a ese nuevo mundo y entregarla como
padrino de bodas a Jesú.
El biónico hecho de polvo de uranio con toda la
sapiense de la humanidad fenecida – un regalo de bodas
de la creación.
Decolé en mi platillo volador RHZ2 cantando un
bals peruano “Todos vuelven al lugar en que nacieron –
luego recitando algunos versos de Luis Osnayo Vargas”.
De sus átomos celestiales – y los 1002 bigotes de
un gato techero extraterrestre derrepente haya sido mi
pariente.
XXVIII
Poco antes de mi partida – dejé un epitafio en
una lápida de piedra de Machupicchu – obra maestra de
los ancestros de los Incas – super hombres por alguna
razón se fueron a otros mundos; dejando testimonio
líticos – en la metáfora del silencio – para anunciar a los
mil silos del devenir – ahí estuvieron – unos seres que
denominaron la gravedad – los vasos comunicantes; las
ciencias sociales – los vuelos espaciales, la arquitectura
lítica – la poesía bucólica, y el lenguaje simbólico en
quipus y líneas como las de Nazca.
“Eran sinceros y honestos
sabían que no valía la pena vivir
en los últimos momentos funestos
era mucho mejor morir”.
Mas una ligera ojeada – a este nuevo amanecer.
El sol – tiene más matices en sus arco iris – 3
colores más.
La luna; ya no tenía los dientes huecos y podridos
– se los cambió – de marfil aunque falsos – tenía mucho
mas luz en su claro de luna.
Los lagos – eran azules – como el alma de un
recién nacido.
Las cascadas; ya no decían lisuras al caer a las
rocas – cantaban himnos como las mañanitas a la
natura.
Las cumbres nevadas – sus deshielos eran gotas
brillantes de muchos kilates – agua pura y dulce – como
el beso de una doncella.
Las rosas eran mas bellas – pero rodeadas por
una escolta de espinas bravas.
Las violetas seguían siendo humildes – siempre
ocultas entre sus verdes hojas – pero su aroma era tan
grande capaz de perfumar sola todo un mundo.
El campo santo – era uno solo se llamaba “Ultimo
Motel” y el sepultero nunca recibió un muerto de huésped
– solo sus souvenirs de recuerdo – para guardarlas en
un casillero como relicarios del recuerdo – se llamaba
“Juan sin Muerto” – tenía su cabaña a un lado de este
cementerio – solo – con un perro pastor Alemán –
llamado “Jobo”.
Los
mares
otra
vez
eran
vírgenes
de
contaminación – mas eran muy sensuales – acariciaban
las playas – con besos espumantes.
Los nuevos arrecifes eran sus amores preferidos.
Por ahí me dijeron que la tierra es hueca.
Las estrellas eran mas brillantes – cuyos reflejos
alumbraban plenamente las noches.
Las nuevas auroras – eran una algarabía – y una
orquestación de las nuevas aves cantoras – parece
entonaban las horas buenas del día.
Las vacas ya tenían sostenes y los toros
suspensores – solo los chivos tenían sus testes casi
haciendo tierra – solo tenían electricidad estática.
El león seguía siendo el rey de la selva y se había
cortado la melena – y en vez de ella, usaba una bufanda
– del cuero de un venado.
Los monos blancos seguían
segregando a los
monos negros – pero ya tenían 2 rayas en la mano; una
mas que sus ancestros – de modo – ya podían a mas de
imitar decir unas palabras en esperanto antiguo – la
mayoría ya no tenían rabo; los que los tenían se habían
hecho la rabotomía – no eran africanos – pues ese
continente desapareció – además estos entes eran
hidrosolubles – se disolvieron en el deshielo de los polos
–
motivados
por
las
altas
temperaturas
de
las
explosiones atómicas de las últimas guerras.
Volvieron las oscuras golondrinas a los nuevos
balcones y las alondras viajeras a sus nuevas palmeras.
El pavo sigue siendo tonto y alevoso; pero nunca
más pavo de navidad.
El pato – ya no era patuleco tenía mejores piernas
– la gallina era monógama ponía huevos solo de su
pareja.
El gallo – en este asunto fue damnificado – habían
unos de pelea – pero de a pico – ya no de navaja.
Lo curioso los huevos eran de dos yemas –
parece las gallinas le sacaban la vuelta a su marido.
Los vientos ya no eran tan atrevidos como los del
mundo anterior no levantaban las faldas – después de
todo las mujeres no las usaban.
Pero habían unos que peñiscaban cuando veían
una buena hembra al paso.
No mas cucarachas – ya no había basura ni
excremento por fin se extinguieron – al cabo de millones
de años.
Las moscas eran moscas se fueron a otras
galaxias.
Las
pulgas,
los
piojos
y
los
chinches
no
encontraron su hábitat en la nueva anatomía humana –
eran eléctricos – se electrocutaron.
El chancho no era cochino ni puerco se bañaba
cinco veces al día en agua limpia – ya no comía
excremento – pues no los había ahora podía ver el cielo
– había purgado la maldición divina – ya no tenía las
orejas gachas.
El pájaro carpintero – era un perfecto ebanista.
Las tortugas tenían concha y patas eran un
poquito mas ligeras.
Los ciempiés no se lustraban los zapatos eran
mucha pérdida de tiempo – andaban descalzos y se
lavaban los cien pies pasando el río ida y vuelta.
El camello tenía tres jorobas la tercera se lo
armaron con sus problemas islámicos.
Los auquénidos no eran hijos de la puna sino hijos
de Buda.
El Búho – sigue siendo el agorero oficial – no ha
cambiado de morada – en la copa de los árboles y los
campanarios – sus ojos ya no son redondos sino
cuadrados pueden ver a los cuatros suyos – es decir los
cuatro costados y también de vez en cuando mira el cielo
y el suelo – por tanto tiene mas perspectivas.
Las brujas usan escobas a propulsión a chorro y
tiene sus aquelarres una vez al mes – en una cumbre de
una montaña – llamada Choquiquirán – de donde nacía
el río Amazonas en otros tiempos – el río más caudaloso
de todos los tiempos.
Los relojes no marcaban el tiempo cronológico –
sino también la intensidad del tiempo relativo – “no
siempre eran minutos y horas iguales”.
Las brisas eran frescas en los días de verano; tan
tibias en otoño y cálidas en invierno.
Nunca mas hubieron ruiseñores cautivos – así
podrían cantar a todo pulmón sus himnos de libertad.
Ni pecesitos de colores en peceras – era libre y
dueño de sus espacios.
Existía como principio vital “La Libertad” – seguía
el himno peruano “Somos Libres y seámoslo por siempre
antes niegue sus luces el sol” – se cantaba al comienzo
del día y la noche – para recordarlo.
La exploración científica – está dirigida al mundo
interior del hombre – para conocerlo mejor es tan grande
como el mundo exterior sin embargo los conocimientos
solo eran axiomas para los teoremas psíquicos.
Las mariposas tenían colores mutantes así como
también las corolas de las flores.
No se crea – se había alcanzado la perfección –
simplemente era un cambio de camisa y calzoncillos – no
tenía que ser la última palabra – pues sería el final – la
cosa es infinita – solo algunos cambios.
Concernientes a los ritos religiosos – existía un
ateísmo – no creían en ningún Dios – teológico – pues
nunca lo han visto – sabían de oídas de algunos.
Su rito: Lo hacían en una fuente de agua – pura –
como una mezquita encubierta con un tragaluz del sol.
Uno iba ahí – a expiar sus penas – y los llamados
pecados – llorando hasta descargar todas las lágrimas –
que caían en esta fuente – y quedaban limpios y
confesos – en realidad era una catarsis de sus stresses y
preocupaciones.
No había necesidad de golpearse el pecho, ni
hacerse cruces como en otros tiempos.
“Ni siquiera lo nombraban como testigo” – Dios es
mi testigo – porque nunca se presentaría ante cualquier
juez – pues ni tiene dirección – era voz populi.
No más : Los males incurables como el cáncer,
sida, de otros tiempos.
Pues
hacían
descargas
eléctricas
y
malos
humores – pues andaban muchas horas por las arenas
mojada – para exhalar los humores; la electricidad
estática – que era la causante de la degeneración de las
células y de la sangre.
El caso del sida era un mínimo – sabemos los
hombre no tenían ano y no podían ser maricones.
Ni tampoco adictos – o fumones era fáciles de los
desfogues.
Para ejemplo: Un acto sexual – era una descarga
tremenda de electricidad y junto con ella se quemaban
cualquier cosa: Bacterias , virus, microbios o lo que
fuere.
Generalmente la muerte era a causa de electroshock – pues cuando se ponían en contacto uno de
corriente alterna con uno de corriente continua – por eso
cada persona lleva en su carnet el tipo de sangre y tipo
de corriente.
Muy pocos eran al mismo tiempo anódicos y
catódicos – como los maricas de otros tiempos.
Las células se transformaban ante las sustancias
o energías catalizantes – en mutantes muchas veces
como el cáncer y el sida.
Los nuevos ríos – iban de los polos hacia la zona
ecuatorial luego viraban a la diestra y siniestra antes de
llegar a latitud “O”.
Puede comprobar el polo magnético ahora esta en
zona austral – por lo que las cosas buenas están en el
hemisferio sur.
El oro ya no es un metal precioso – se mutan del
cobre – con ciertos cambios valenciales
y peso
específico y por su abundancia – sirven de adornos u
objetos de uso doméstico – por su malealidad y
ductibilidad.
No hay monedas – no se venden ni se compra
nada – las necesidades son mínimas y gratis.
Los pantaloncitos calientes – y los calzones con
aire acondicionado – son dotados por los municipios para
una muda cotidiana – es decir 30 – son descartables y
atomizables.
Como la gente – ni siquiera mastica chicle – los
diente son muy blancos – se usan solamente para las
sonrisas francas.
Hay 3 tipos de mujeres – monofásicas, bifásicas y
trifásicas necesitan un marido, dos maridos y tres
maridos respectivamente – y por el pelaje: Son blondas –
pelirrojas y pelinegras – son altas y delgadas – con
mucho garbo – las pelirrojas son mas altas generalmente
trifásicas – las mejores conformadas son las pelinegras y
tienen el cuero grueso – no se ajan así no mas – por eso
son preferidas para esposas – pues pasan piola – los
trabajos forzados de la vida matrimonial.
Hay un pequeño número de hombres y mujeres
de color moreno – es decir negros – ya no tiene mucha
bemba – ni abundantes gluteos – ya piensan hasta el
medio día – y no les da soroche – hasta los mil pies de
altura – ya tiene tres líneas en la mano como los indios
de otros tiempos.
Los chinos no tienen el color amarillo de
excremento – son ahora chapositos – y sus ojos ya no
son tan rasgados – y las mujeres no tienen sus órganos
genitales horizontales – sino verticales – no hacen el
amor de soslayo.
La política no es el arte de vivir del erario nacional
– ni de la sangre del pueblo – son simples consejeros –
como los orejones de los tiempos incaicos.
Solamente por el amor al arte político – son como
síndicos al municipio.
La única autoridad es el burgo-maestre – llamado
también “mayor”.
No existe policía de ninguna clase – se supone
gran parte de los ciudadanos y campesinos son
responsables – obedientes.
De los 4 mandatos de la constitución:
No seas perezoso
No seas mentiroso
No seas ladrón
y no seas imbécil.
Agregaron un mandamiento a los de lo INCAS.
En ellos se sintetizan la conducta humana.
Solamente existen guardianes para los niños –
policías municipales.
El mayor se nombra – en “yan que po” entre diez
orejones.
Son pragmáticos – pero tienen sus ideales como
los faros orientando sus travesías.
Las lluvias daban picotazos – a un charco como
una guerrilla de gallitos de pelea de a pico.
Parece estuve metido en dos ámbitos de dos
épocas fallecidas por su propia decrepitud.
Me adentré a la berlina de dos tiempos – de aquel
otro solo quedó como una piltrafa o una telaraña – en
aquel final asfixiante e intoxicante.
Solo el impávido viento – chismoseaba con los
siglos – y las montañas resoplando y profanando todavía
los estropicios de la rajaduras de las rocas requemadas
por el calor de las radiaciones; oí la tísica o asma de la
tierra agonizante – o de su conciencia carcomida por la
pátina del tiempo.
Al final solo percibí su vómito negro – de su
corazón envenenado no se escuchó mas ruidos
humanos ni cantos de pájaros – ni los gallinazos y ano
se hacían el uno y el dos sobre los hombres nunca
miraron arriba y creían que llovía mierda.
Las axilas y los ingles de la tierra aún cubiertos de
musgos parasitarios ya resecas – la zozobra del acabose
– yo pensé ha habido muchos errores del creador.
El nuevo mundo entró al pasado como un asalto a
la prepotencia sin desvestirla ni sacarle el calzón – así
todo se consumó.
No me quedó otra cosa – derramar una furtiva
lágrima de despedida y nostalgia – ya le había sentido
cariño a esta tierra – me llevo un poquito de ella – para
mi almácigo – de una rosa té para mi jardín allá.
Si algo no he olvidado – el corazón mío – a una
peruana – Yolanda – murió murmurando mi nombre – no
quise mirar atrás – para no convertirme como Edith – en
una estatua de sal – ya que mi mujer me apuntaba con
sus dos pistolas – una que había comprado en Marte y
otra que papaNoel le había regalado en Argentina.
Sin embargo me llevaba en el alma – una
tremenda
carga
de
mis
recuerdos
–
aquellos
pensamientos de ayer y hoy.
He soñado, hay un mundo al infinito dejando por
doquier un enjambre de rojos lirios, desojados pétalos de
nuestros martirios, sangrando aún nuestros corazones,
resbalando por nuestras mejillas como gotas de rocío.
He flotado en el más allá – talvez en el vacío o la
nada – seguro no volveré jamás – no tendría punto de
llegada – ya no miró atrás.
Aquellos senderos que no convergen – sin
embargo dejé una estela en lo inmerso de la eternidad –
brillando a la luz de mi estrella de nuevo algún día.
Acaso he transcurrido en aquella que llamamos
vida tan fugaz y sutilmente algunas noches o un solo día.
Había nacido en una cabaña a un manantial de
aguas claras, veía con cariño brotar del agua fresca a
borbotones mis ideas limpias de entonces – luego se
tornaron en turbias, cargadas de angustias y congoja, las
tempranas rabias sucias – allanaron mi alma aún infantil.
Por eso he estado fugando como huye la luz de la
oscuridad ya las sombras habían cubierto plenamente mi
alma.
No me detuve en ninguna llegada por mucho
tiempo – quizá la mayor reencarnado en una cactus – en
el Perú.
Toda pascana – siempre fue un punto de partida –
pero cargaba en mi mochila muchas esperanzas.
Encontré novedades en el camino – nuevos
panoramas y paisajes – sabía no tenemos destino ni
moteles eternos en los pasajes.
Aunque
aveces
seguimos
caminos
y
rutas
desmarcados por muchos pasos dados; mejor serían las
líneas impersecutas – no aquellas conocidas y trilladas –
las
distancias
nos
deparan
muchas
aventuras
y
novedades y el hogar calor y relaxes – pero muchos ni
siquiera saben donde van.
Allá en las alturas, del Perú profundo un día
encontré un “Ovni” acuatizando en una laguna todavía
azul ahí conocí a esos dos metafísicos Dios y el Diablo
que venían ahí a conversar y tomarse unos tragos – un
vino de los parrales de otras galaxias y concertaron
conmigo un diálogo franco de las cosas de estas
instancias.
Un Dios, un Diablo, un humano (en otra onda) –
que moran nuestras conciencias todo depende de las
circunstancias para ser un Dios, un Diablo o un fulano.
Somos esa extraña trilogía de tres personajes,
distintos – conformando aquella trinidad en cuya
concertación se decretan nuestros destinos y conductas
– y en el rocicler de atrás – auroras con misteriosos
aspavientos – afloraron muchos pensamientos; sin
embargo muchas se quedaron en las penumbras de mis
neuronas.
Como mariposas disecadas de tres colores
tatuados espectros en los cielos rasos del alma, tres
escarapelas símbolos de nuestros actos estereotipos.
Somos humanos, diablos o dioses – entre auroras
y crepúsculos – transcurrieron espacios y tiempos – mis
detenciones fueron minúsculos solamente para afinar
mis pensamientos.
Escuché algo en mi conciencia y en el tic-tac del
corazón mío, diástole y sístole la dinámica de la
existencia hasta que un día tuve frío.
Solo quedaron los trances hasta donde fue mi
mirada en sus alcances de las pocas cosas logradas y
asidas.
Solo mis principios éticos – calzones de castidad
de mi natura exterior e interior del hombre propenso a
apetitos y amores y todavía con impulsos de libertad.
Aquí no escogí la derecha, ni la izquierda – mi
visión cósmica de 360 grados en la horizontalidad de mis
mirada en esta esfera.
En la rosa náutica de nuestros derroteros – casi
todos van a la felicidad y muy pocos a la desdicha – pero
somos propensos a escoger las últimas.
No son líneas rectas ni descampadas lozas, son
recovecos – cuesta-arribas, cumbres y abismos y en
todos ellos somos los mimos pétalos de un día y espinas
de toda la vida.
Cada día llenamos un poco más en nuestras
mochilas – basta que un día no la podamos cargar.
Nos metemos en una jungla de arañas tejemos
algunos pensamientos libres y metidos en las grandes
multitudes se hilan solamente marañas.
Había escapado de una sociedad de consumo –
de la estupidez regente por ahora – en la peor y última
travesía de esta gentes – ya vía a la humanidad en
trágicos empeños.
El neo- hombre de la verdad desnuda; descalzos
los dedos de los pies ya no daban traspiés; conocían las
piedras del camino y los bellos paisajes de la vida – las
cascadas y los parajes – del hombre eterno buscador de
la verdad y la felicidad.
Subí a mi torre de cristal y colgando de las axilas
de un campanario – ahí conocí a mi otra mitad, para
colmarla – de poesías que aportaron mis genes – de
algún poeta antepasado mío.
Fue un sábado de gloria – de la resurrección de
mi espíritu – asido al celaje del infinito pude relatar esta
historia.
Y en el espejo convexo de mi conciencia aún se
reflejan el paisaje impregnado de lo insólito de mis
vivencias, de mis pecados cometidos allá – en mi
galaxia.
Y flotando en el éter cósmico, no se si fue por una
bendición o una inaudita maldición – aquellos atributos
angelicales y satánicos que los vi en los humanos de la
otra onda.
Hoy sofisticado por el tiempo y la distancias – de
mi imaginación y creatividad – viendo aquel otro arco-iris
trascendental de los ciclos peruanos – tenían a más de
los siete colores de su arco-iris toda una gama de
matices de sus circunstancias peculiares.
Bebió mis ojos un silencio sin parpadeo no de
soslayo – en el último lienzo de aguas azules de un lago
apurimeño.
La felicidad con su carita de niño, en la ternura e
inocencia – la quietud, la paz – pude beber algunas
veces ahí – alguna ilusión.
Pero nunca me embriagué de dicha – son muy
pocas copas de vino – fermentadas en sutiles cachinas –
las otras fueron vinagres de mi corazón herido.
Sin embargo valía la pena de un brindis con el
dolor de ver desaparecer la humanidad – pues tras de
ello estaba la suprema significancia de una resurrección
y regénesis.
Tras
aquella
lágrimas
vivas
derramadas
–
resbalando por mis mejillas arrojaron pedacitos de mi
corazón – como despojos de los sentires muertos.
Bajo la nieve de los años invernados – aquellos
pensamientos primaverales; en este momento de la
senilitud todavía tienen aromas de mi juventud.
Cuantos de ellos encontraron sus ecos – metidos
por las rendijas de mi poroso ego, asequibles y afables
de mi mente.
Mientras zumban en mis oídos las moscas
térmicas de mis ensueños – siendo también en los años
luz – los resabios, besos que dicen de tres ternuras que
llevo de souvenir tres criaturas humanas en las entrañas
del tiempo – en esta dimensión desconocida – quedado
en la cuerda floja de la vida: Del presente, pasado y
futuro de eso estoy seguro.
En el ayer fueron mis pensamientos – alondras
viajeras sin pasaporte ni visa – zurcando los espacios
sublimes – no tenían destinos – ni miraron en su gira –
solamente volaron sin rumbo ni confines.
Dos alas que en el aire se extienden en un solo
esfuerzo y afán, ni siquiera saben donde van y en un
solo deseo se confunden.
Muchas veces hice el amor sin saber siquiera sus
nombres de las prendas amadas y me alejé así como la
alondra viajera – sin rumbo ni puerto de llegada.
“Era libre – luego feliz” – quizá soy un poeta – mis
alas flamean libertad – en todas sus distancias quien
sabe de mi propiedad.
Recuerdo, tirado sobre los soleados arrecifes,
pues me gustaban los paisajes submarinos – muchas
veces ahí – pesqué del fondo de mí mismo, pecesitos de
colores de mis ensueños juveniles artífices de mi poesía
mañanera.
Busqué
una
vida
retirada
un
detenimiento
contemplativo – en una distancia de mi camino – una
pascana – para armar una fogata para sublimar mis
pasadas equivocaciones y tirar mis camisetas y mis
sudarios a los 4 vientos junto con las cenizas y de mis
pecados las incineraciones para seguir caminando sin
esas cargas que me habían jorobado tanto.
Y en mis arrepentimientos veía flotar en la
penumbra una estela de luz, pequeñas luciérnagas
dando lumbre – a mis nochedades.
Más allá oigo aladas de mensajeras aves,
elevándose en sus vuelos de majestad – tras un
cónclave – de sus problemas ovíparos.
Acaso solo musarañas en la luz horizontal de un
sol ya en poniente – hace solo un día nació en el levante
con todo su fulgor y brillantez – ahora de luz agonizante
en esta penumbra del tardecer.
Se ofusca también la mente en la tarde, con muy
pocos restos de fulgores de tino, tratando en sus últimos
suspiros arder tan sutilmente.
En esta hora fluyen en torrentes y borbotones –
los versos y las calladas canciones, rompiendo la
inhibición
de
la
penumbra.
Mi
verso
libre
y
desencadenado.
Claudio un día me dijo:
El hombre es un hijo bastardo de Dios y la mujer
una costilla falsa de Adán.
Aún niños quedaron sobre la tierra a su destino y
antojo e imaginación vagando en su estilo y a su manera.
Pronto se quemó en sus propias higueras, jugó
con fuego de piras de sus propias fogatas y luego quedó
cenizas – arrastradas por los vientos sepultureros.
Supongo
ese
padre
putativo
no
fue
tan
responsable – disque se había quedado dormido –
dejando a este hijo espudio en plena vía.
Padre porque me has abandonado aclamó Jesús
a viva voz – a ese que llamamos padre – que de
nosotros se ha olvidado allá y aquí.
Así habla Claudio – nunca supe si fue poeta,
filósofo o científico.
Parecía tener en su alma un resago de dicha –
anterior a Golda su segunda esposa – pudo haber sido
de otra clase de perfume – más sutil – las violetas que se
asomaron desde el verde follaje – con un mirar de
soslayo – pues Golda era una rosa sobre un lecho de
espinas.
Pero solía disimular: Vamos solo al libre albedrío –
dueños de esperanzas y antojos frágiles, inermes
llegamos a un río para sambullirnos junto con nuestros
despojos – y ropajes.
Entramos pasito a paso a la arena – como unos
gallitos de pelea y bailando como indios con flechas
declarando a la vida la guerra.
Ahogando en este ambiente pululando aún doy
manotazos de vida, es la gran vía, no fue Roma donde
me he metido – no fui lo expectante ni promisor.
Mi rosa Náutica, señala los derroteros del hombre
navegante eterno – bogador o caballero andante,
desfaciento nuestros propios entuertos.
O buscando los molinos de vientos de nuestras
fantasías – son pocos los que llegan a sus puertos sanos
y salvos, vivitos y coleando; muchos quedan por ahí
yertos y secos, fríos y apestando.
No
somos
lo
que
hubiéramos
querido
o
simplemente no fuimos capaces – ni siquiera osados o
audaces de ser – para lo que hemos nacido.
Secretamente busqué la inmortalidad a un precio,
oneroso y caro tuve triunfos y también fracasos – solo
momentáneo – a nadie le gusta el pensar filosófico – en
un mundo del materialismo pragmático – y mi arte de mi
poesía era la histeria de la natura.
Claro un día derrepente se rompió el silencio al
estruendo de mis tormentos – fueron truenos y
relámpagos y vi florecer mi inmortalidad en mis jardines
en flor, con mis últimos alientos.
Uno iba de lo relativo a lo absoluto: Una hora con
Golda es solo un instante, un minuto con mi ex suegra
era una eternidad; así hablaba Claudio.
El tiempo no existe en el amor – pero se hace
eterno en el dolor y los espacios son cercanos y
distantes según los deseos y anhelos.
Se vive muy poco e intensamente en lo que
sentimos felicidad – esta insólita relatividad no se sabe ni
se entiende.
Sin embargo mi amor por ella es eterno – en
cambio el dolor es solo trascendental – depende del
ángulo con que lo mires.
Así llené todos los abismos – en el éter poético de
afectos sublimes y la nada y los vacíos los colmé de
aromas duraderos.
Queda el perfume en los aires que respiro y en los
cielos cercanos – de aquellos alientos y vivos suspiros
los recuerdos de ayer y los lejanos.
En la relatividad del tiempo y lo formal del
pensamiento – no cabía pues lo absoluto; en este valle,
a la insignificancia de nuestra mirada.
Flotando en el lago azul de nuestros ensueños o
bogando en una estela de luz de nuestros preferidos
pensamientos – encontramos en nosotros alguna virtud.
Creo, que nuestras lágrimas fundidas en el dolor
tienen un curioso surtidor hacía el alma – luego son
suspiros – lágrimas gasificadas haciendo fuga de
nuestros corazones.
Creí en la belleza imperecedera de Golda y no la
sutil pasajera – ella era una beldad que se cultiva de hoy
a la eternidad.
Son los momentos acaso de los sueños venidos a
verdad – un arco-iris en el ocaso con algunos matices de
nuestra realidad?
Los otros solamente fueron oscuros pululando
como sombras en las penumbras fantasmales de ayeres
al devenir – como mariposas de luz enredadas en el
mágico telar de nuestros ensueños.
Recuerdo aquellos tan pocos y gratos mientras los
otros y varios perduran en la bitácora de los momentos
ingratos se hacen perdurables.
Apenas fueron los fugaces instantes de dicha,
pequeños chispazos haces de luz trascendentes y
foráneos.
La felicidad viene de afuera y se posa muy
adentro en el alma luego es tocata y fuga y se van con
su música a otra parte.
Y desde las sombras – revolotean mariposas de
luz
viajeras
quemando
sus
alas
en
los
cirios
fantasmagóricos de las ilusiones.
Sus áureas alas fundidas en muy pequeñas gotas,
llenaron sin embargo la copa de los sacros néctares de
nuestras vidas.
Quise mirar este mundo a la deriva desde mi torre
de cristal – con una mirada vertical de arriba hacía abajo
– en sus tres dimensiones proyectivas.
No pude indagar lo profundo en una magnánime
contemplación a este paisaje de aquí abajo – una
humanidad en una confusión – “de consumidores y
vendedores” – en una recesión – un atajo.
Los
hombres
convertidos
en
cucarachas
caminando de la izquierda a la derecha en medio de un
basural – y las mujeres tenían nidos de pájaros en sus
cabecitas.
Traté de conversar con mi yo antagónico – un tipo
canta-claro y lucúas – no entendía mis metáforas – “no
nos comprendimos”.
Solo pude ver desde mis sombríos ensueños las
argentadas
huesos.
reverberaciones
del
antimonio
de
mis
Las revelaciones de mis tardías ideas pero
cuando hablo con Dios lo hago cara a cara – no me
pongo de rodillas ni bajo la cabeza.
“Soy hijo de él” entre comillas – nunca lo vi – como
los demás feligreses – alicaídos – crucificado y mal
herido, sino alegre y contento ante el universo y las
gentes – “un rico papá”.
“El hombre es un ente pensante – hablante – libre
y sus circunstancias – los principales, una adelante y otra
atrás – lo demás son colaterales – los del futuro ya no
tienen lo de atrás”.
El hombre no es un ser miserable ni un bicho vil y
rastrero, en un ente libre, pensante y hablante.
Aquí y allí y en todas partes – así bien claro.
Converso con él de igual a igual en arameo – es
monolingüe – con cariño libertad y sinceridad – no
usamos jamás parábolas ni metáforas, sinalefas – sino el
habla honesto y pleclaro de mis equivocaciones y
pecados.
Bueno son muchos los alicientes para pensar y
palpitar de nuestros espíritus indagantes, que nada es el
principio ni tampoco el final.
No hay parámetros para la imaginación conforme
sea libre el espíritu, pensando con amor en el infinito
espacio y paisajes de la creación.
Tenemos un fuego interno en cuyas llamaradas se
fragua las ideas o como un puquial de agua dulce brotan
del alma los pensamientos innatos.
Yo también tengo llamas de mis propios soles, no
son reflejos del claro de luna, ni colas de cometas, son
fuegos nobles regalos de Dios y la natura.
En ese calor se sublima la mente y las neuronas,
se encienden como las estrellas en un cielo aquel,
estereo sublime del ensueño.
Andamos con dardos envenenados o con la
poesía a flor de labios, veneno en la mano, amargo y
dulce de resabio.
Tenemos algo de divino y mucho de lo insólito o
diabólico, también de lo humano, la trinidad de nuestro
ego mundano.
Y
afuera
está
el
tiempo,
espacio
y
las
circunstancias – diagraman nuestras conciencias – y de
manera extrovertida vienen los imponderables.
Tres entes, nuestra trinidad con sus peculiares
circunstancias – plasmando nuestra personalidad.
Quizá viví – un futuro pluscuamperfecto de un
verbo que no fue Dios – era yo – solamente yo –
quedado como un pasado perfecto – “todo ayer fue
mejor”.
Hay
modos
conjugando
nuestras
vivencias,
futuras y pretéritos de nuestra existencia, sin embargo
nuestro ego, un sustantivo con algunos determinantes,
adjetivos y refinamientos o con sus traumas.
Así perdido en la mirada gaseosa y sutil de Golda
– en una musaraña flotando en la luz horizontal – tras las
ventanas, de su alma, sin cortinas ni celosías – con la
transparencia de tul – de color azul – se veía su alma de
cristal.
Aún mis ideas – aún infantiles y tiernas, nacidas
de mi mente ya senil – ya había comulgado mundanas
hostias pervertidas en el tiempo y espacio – otra ya
perturbadas por las tempranas tormentas de aquellos
primeros días y mis pecados tardíos.
Aunque no he metido el dedo en la pila del agua
bendita ahora los feligreses dan miedo están infectados
de “sida”.
Pero sí muchas veces metí la pata en la
mismísima
mermelada
–
mis
dedos
se
habían
entorpecido – entre mitones y zapatos.
Algo
presumo
del
devenir:
La
materia
y
antimateria, las relaciones anódicas y catódicas – un
lugar geométrico en su configuración en un sistema de
coordenadas binarias – nos dicen somos computables y
las mujeres también.
El mal y el bien compenetrados en una dialéctica
existencial – un equilibrio de dos fuerzas iguales de
vectores contrarios – nos tienen a cero.
Aquel divino y a la vez diabólico equilibrio – el
mundo gira en su eje movido por dos fuerzas centrífugas
y centrípetas iguales – que en algunos años luz – la
tierra será un platillo volador – visitando otras galaxias.
Ese toma y daca es el equilibrio de este universo y
las galaxias “Ódiame yo te lo pido – tan solo se odia lo
querido” – un vals peruano – lo explica todo.
La dualidad de signos diferentes la computación
binaria
de
nuestras
mentes,
cuya
memoria
y
programación son los dígitos de: Dios y el Diablo y el
hombre el ente computado.
En este diseño arquitectónico – la configuración
de nuestra imagen es la expresión del arte y la topología
de nuestros actos – son nuestras obras maestras.
La idea fija del mundo económico ya no es:
Pienso, luego Existo – pues hay muchos imbéciles que
ya no piensan – pero existen.
Pues por mirar la estratosfera ya no miran sus
interiores – por ende nadie se conoce a sí mismo – más
te valga sería una triste realidad – por lo menos conoce a
los demás.
Yo no sé para qué existo y vivo, porque el aire
aunque contaminado todavía es gratis.
Ya nuestros pensamientos se están agotando en
las pequeñeces de sus parámetros políticos, geográficos,
económicos, religiosos y prejuicios – han opacado
terriblemente nuestros espacios.
Ya no es posible vivir en esta pequeñez – parece
ínfimo y una ridiculez.
Somos
pequeñas
revoloteando en la suciedad.
cucarachas
martinas
Era demasiado sol – y al tardecer con una sombra
multiplicada a mi talla – no fue tan brillante – algo debe
haber pasado con mis kilates.
Esa sombra me persigue fielmente y lo hará hasta
el último paso a la tumba – luego desaparecerá tan
fugazmente después de haberme tenido la fé hasta la
muerte y más allá.
Mis horas se difurcan – como los pétalos de mis
ensueños – desprendidos y por ahí se arrastran secas y
marchitas empujadas por cualquier viento.
Más se disipan en sus despertares – las
pesadillas de las horas largas con los resabios de sus
sabores amargos que aún se arraigan con uñas y
dientes.
Solamente los bellos sueños son insignificantes –
no hay momento para descifrarlos se desvanecen como
enigmas recalcitantes que queremos interpretarlos.
Los sueños y pesadillas no convergen ni siquiera
son paralelos – alguna vez en el alma se bifurquen
cortados por nuestros anhelos escondidos y binarios.
Mientras tanto ante la luz horizontal flotan las ideas
parecen musarañas van y vienen cuyas caravanas jamás
se agotan son cupos a la eternidad.
Mas veo las cosas desde un palco de mi balcón:
Mas solo veo sostenes
y viudas sin rumbo
moviendo sus carteras
al ritmo de sus caderas.
Hemos alterado la verdad desnuda con disfraces y
metáforas clandestinas – en esta fanfarrea mundana de
fingimiento y refinamiento.
Nacimos con solo nuestra piel y dentro de ella, el
cuerpo y el alma – nunca le hemos sido fiel.
Simplemente porque nos da la gana.
Es que el hombre tiene su cerebro debajo del
sombrero y la mujer tiene todas sus razones en sus
lágrimas y sus calzones.
Falseamos
los
motivos
existenciales
con
máscaras, caretas, mohines – ignorando los retos
esenciales y terminamos falsificando los fines – nos
equivocamos
exprofesamente
y
aceptamos
impunemente lo insólito, las falacias ipsofactos.
Mas no sé, si es la gloria o los dedos de un
titiritero, van moviendo los hilos de estos muñecos de
carne y hueso.
Los caminos andados son de las acémilas, los
pensamientos trillados son de los mediocres – y en
nuestros peregrinajes – llenamos solo los cachivaches,
nuestras mochilas o nuestras jorobas.
He encontrado el rostro ajado del tiempo – ya con
muchas arrugas por su moroso comportamiento de
desfalcos y muchas fugas insulsas y gratuitas.
También
tiene
sus
vértigos,
desmayos
y
desmanes en sus circunstancias relativas – pues los
minutos son diferentes y desiguales en sus drásticas
contundencias, sin embargo – en una teoría de conjunto
– es un ente inconmensurable hay minutos vivientes y
otros difuntos se van tomando sinusoides o espirales en
dos dimensiones y así se llevan nuestros espíritus a
rastras – o cargando nuestros tiempos idos – a las
cuentas de lotario – A dónde? no lo sé – este ente
flotante dentro de nosotros, con nuestras esperanzas,
nuestra diáfano de lo poco que tenemos de sinceros y
francos.
En este escenario de la vida pocos son los
verdaderos actores protagonistas, la mayoría son
solamente espectadores sentados cómodamente en
primera fila – o simplemente números extras de papeles
ridículos – soldados desconocidos de fosa común – nns,
en las lozas como epitafio – muertos en vida.
Encarnados en nuestros sueños de día y en
nuestras pesadillas de noche – somos posadas de estos
peregrinos, simples fantoches de lo que nos depara la
vida – o siempre están asidos a nuestras almas de
manera congénita – serán nuestros genes, acaso
cromosomas eternos en nuestras órbitas de nuestros
cielos cercanos y distantes asidos clandestinamente en
nuestras galaxias? –extraña arquitectura diseño perverso
de ese yo – llamado persona.
Gambeteamos en remolinos o se queda en media
vía y otros metidos en torbellinos en cualquier insólita
esquina – o safamos por inercia y resaca por la tangente
fuera del río a sufrir el rigor del calor o el frío – válgame
Dios; lo que fuera.
Creía solo los ílotas tenían destino – pues eran
simplemente ílotas en Grecia, hay también otros tontos
idiota sentenciados a un destino – en otras partes: Solo
sé que todos los caminos conducen a Roma; metáfora
del campo santo.
La hora es impersecuta – y los espacios ya están
prostituidos, anduve enamorado de una rosa – y fui
crucificado por sus espinas, aún tengo sangrantes
heridas – solo fueron ponzoñosas – esa rosa era Golda –
espina de toda mi vida – mi vida pendía de la punta de
una sola espina izada al vacío, en un hilo frágil y dúctil –
claro que me quejaba - más “bienaventurados los que
lloran por fuera y por adentro pues no se quedan con la
mierda adentro”.
El sol es más brillante en el poniente –pinta en los
cielos su mejor celaje y con su amor todavía ardiente su
más precioso paisaje – sin embargo – así como el sol se
sepulta en el poniente – todos llegamos al último motel
con visa o pasaporte – cargados o en limosin y desde allí
los espíritus con un buen curriculum vitae alzan el vuelo
a las órbitas de su eternidad y los que no han hecho
nada se quedan en el vacío – muertos en alma y cuerpo
de verdad, pero aquellos que se equivocaron de pleno,
tienen derecho a un repechaje a solicitud a una
reencarnación, una nueva vida de reclamo – cambiando
sus errores por una virtud – en cualquier lugar del
universo – como ente pensante o solamente viviente; no
todos los espíritus son eternos – los buenos quedan
flotando en el éter como cupos de almas para los recién
nacidos – cabe mencionar; este mundo es también del
demonio, se ven casos que no son santas que se diga.
La burra no sabe de alfajores tampoco de grandes
amores – pero si le gusta el pionono.
Más todos queremos volver a las sendas amadas
– donde dejamos nuestras huellas de nuestros mejores
pasos.
Nací en mi Perú profundo y mis primeros versos
fueron céfiros de vientos cortando el silencio de mis
alturas – tibios susurros de mis primeros pensamientos.
Dejé los celajes flotando – de luces crepusculares
en mi tardía vuelta a mis lares – pues había hecho largos
viajes.
En la serena contemplación andina pude fijar mis
miradas al más allá de lo que significa esta vida que
cada instante se nos va.
Los serenos y tranquilos
detenimientos pude contemplar mis paisajes internos en
la misma dimensión de los externos con la única
sensibilidad de mi alma poética.
Ideas, cabellicos que trae el viento con sus hilos
de oro y plata a bordar en mi pensamiento telares de
colores escarlata con la mirada auquénida y altiva con la
serenidad fría y contemplativa, con magnanimidad y
altura como un digno hijo de la puna.
Acaso somos los únicos moradores pensantes de
este curioso valle – tierra – hay otros muchos inmersos
ahí fuera en otras ondas y frecuencias constantes y de
alta fidelidad.
Quizá para otra casualidad inusual haya alguna
vez una interferencia – como en el caso de RHX3
podamos
ver
seres
de
apariencia
extra-terrenal
pertenecientes a otros espacios de vivencias.
Sin embargo nuestro sol es el mismo y la luna con
las mismas fases; todos inmersos en este suelo por un
geotropismo solamente en diferentes ondas y alcances;
con algunas diferencias somáticas y la intensidad de sus
pensamientos
por
razones
esotéricas
no
nos
encontramos no platicamos; no estamos distantes.
No se si nosotros somos hijos putativos y los otros
los llamados espudios quien sabe todos somos legítimos
de aquel metafísico llamado Dios – pero por las caras y
cosas que vemos – también el Diablo tuvo que ver en la
paternidad – “estoy seguro la tierra es bígama” – yo lo
estoy buscando a los dos para sacarle la crisma – por
haber hecho al hombre – de un barro podrido; con un
tufo de vino de mala calidad derrepente los otros son de
acero inoxidable o polvo de uranio biónico, transparente
y eléctrico.
O hijos del hombre: Demonios o angelitos de
terracota o barro negro.
Yo soy un camellido de tres jorobas, nací por ser
dromedario; con una y dos de ellas la tercera las armé
poco a poco; con mis problemas preocupaciones y ellas.
Anduve quimbiando a la izquierda – porque el
siniestro lo tenía más pesado, no era comunista – pronto
me fui a la mierda tan solo para consonancia, temía a la
puesta del sol, poner la frente al suelo y así rendir culto a
Alá y allá me fui de frente, pues habían camellos
pendejos atrás.
Un día renuncié a ser islámico, deje de leer el
Corán – y creer en el destino – pasé el Jordán para
hacerme cristiano – leí la Biblia y me convertí en un
camello católico y Romano – después de 40 años de ser
Mahometano me vine a los Andes a conocer a mis
congénesis – aquellos aunquénidos sin joroba – me dio
soroche y tiré mis tres jorobas – alforjas suigénesis
llenas de agua sucia y dátiles – y después de 40 años de
ser un grandísimo hijo de Buda de convertí en un
mutante bello, una llama, un hijo putativo de la puna.
Solo que las jorobas fueron mis verdades – y
siempre fui un camello con principios leales.
Estoy seguro ese reloj – llamado corazón – le
dieron cuerda una sola vez – pero solo sabe amar y odiar
– mientras pueda latir.
No somos libres – tenemos leyes de pie forzado –
la maldita gravedad que nos tienen pegados a la tierra –
aunque me he despejado de los prejuicios sociales y de
los traumas históricos – llegué a ser libre y auténtico –
pero las gentes me llaman “loco” estando en mis cabales
– ando libre de ropajes de prejuicios y máscaras de
tontos fingimientos – me gustan las cosas en vivo y
directo, sin muecas ni ambajes – practico el amor libre y
democrático pues creo francamente en la libertad – no
soy romántico por que en verdad:
“El romántico es un imbécil simpático”.
He querido enterrar mis males en un ataúd de
cristal para descubrir en esta transparencia los motivos
de su existencia.
Y en otra urna igual – el bien en su verdadera
dimensión y contemplarla con detención donde está la
diferencia del mal.
De estos dos arquitectos metafísicos creadores
del universo solo uno es perverso.
Sin embargo esta dualidad mantiene el equilibrio
universal de lo diabólico y angelical – que al ser humano
le conviene – pero nosotros también tenemos el
humanismo como tercer fulano metafísico.
Hacemos ley de nuestras y malas costumbres,
son las luces de farol para este grey.
Así existen tres misterios dentro de nosotros, más
allá de los umbrales del ego – angelitos consejeros de
nuestra trinidad – “un ente humano, un maligno y una
deidad”.
En
este
triángulo
equilátero,
isósceles
o
rectángulo, tenemos catetos e hipotenusas y en nuestro
pentagrama fusas y semifusas.
No tuve mirada horizontal sino cónica – desde mi
torre, un campanario – contemplaba el mundo como un
escenario.
Desde ahí arriba blandía mis campanas, con toda
la ira de sus barajas y lanzaba mis voces de protesta a la
multitud humana – anadando en caravanas aquí abajo.
Eran tres plano y una cuarta dimensión – en mi
geometría proyectiva tetradimensional – “El verbo, la
palabra – la poesía y la profecía para este valle de tanta
ambrosía; para aquellos caminando en una sola
dirección.
Desde arriba son muchos los ángulos de visión,
etérea y cósmica son los otros planos, la contemplación
poética.
Es que tenía los pies unas cuantas pulgadas
encima del suelo tratando de asir con mis manos el cielo.
Aunque sé, estoy atado a la tierra en vida y la
muerte más me doy ínfulas y donaires flotando un poco
en el aire.
XXIX
Estoy relatando las especulaciones de Claudio –
mi amigo terrenal – las que traje gravada en una
computadora de buena calidad de la memoria de este
extraterrestre amigo de Claudio y su tribu.
Claudio dice: Aparecí en este mundo un siglo
XXIX encontré 4 poderes existentes: La iglesia, Los
judíos, los masones y un cuarto poder especial; los
maricones.
La iglesia, había convertido a muchos hombres en
estúpidos feligreses – no le asombre, hicieron esto – era
un valle de lágrimas – golpeándose el pecho de rodillas,
amenazados con el fuego del infierno y prometiendo la
salvación y el cielo – y los obispos tenían las braguetas
hasta el cuello – y los creyentes en la sombra y el
averno; los curas eran dueños de oro y las conciencias,
vendían los siete sacramentos, perdonaban pecados –
los tenían a sus fieles embobados dueños hasta de sus
mujeres y pertenencias.
El otro poder de los judíos – creyentes en el
becerro de oro, eran a estas alturas dueños del oro, las
ciencias y artes de este albedrío – manejaba los “ismos”;
cristianismo, marxismo – comunismo, relativismo; lo
importante era solo el dinero – y lo primero, manejaban
el cine, el teatro, la televisión y todos los medios de
comunicación – estaban en todo negocio – tienen
narices grandes las huelen todas – sin embargo hubo
una guerra entre narizones y ñatos (judíos y nipones) por
la lucha de los mercados – fue una guerra a muerte de
trescientos años.
El tercer poder – era de los masones; hermandad
de sabios intelectuales arquitectos de la tierra – eso
creían – eran poderosos – pero ocultaban algún trauma.
Mas en el medio de estos tres poderes estaba el
cuarto poder malsano, eran pues del otro equipo existían
maricones en los tres anteriores.
Así entramos pues al siglo XXIX, quizá de otros no
quede ninguno, ni izquierda, ni derecha – ahora el
problema es quien está arriba – quien está abajo – el
que monta manda.
Este cuarto poder tenían una maldición diabólica –
cuando les daban – causaban “sida” y cuando no; le
daban “cólera”.
Bueno lo único que puedo decir:
“No reces a Dios
sino plantéale un negocio –
Jesús fue judío”.
Es cuando escuché a Golda una canción:
Que culpa tienes tú
golondrina viajera
de virtud perdida
en las distancias de mis cielos
suspiros que deja el viento
a la eternidad de mis sentimientos
soy víctima por la sensibilidad
de mi espíritu de asir tu mirada
plasmando en mi infinito
no habrá olvido.
Es cuando Claudio decía: Aquí en el otro lado del
río (aveces el estaba en otra onda) mi alma una libélula
sus alas quemó en ese candil encendido, la culpa la
tengo yo; de haberte conocido mariposa de luz, enreda
en las entretelas de mi corazón – que culpa tiene el
exuberante
sol
que
desaparezcan
las
sombras
despavoridas como nubes de abejas negras desvalidas
huyendo del lobo con terror.
Y tu abejita de miel
que dejó el viento
en mi pensamiento.
Destila aún de tus ojos brujos
gotas de mentiras infieles
yo fui víctima de tus embrujos
como el más vil de los imbéciles.
“Se lo dije a Adela”.
Esfume tu espíritu a la nada
o caiga en el vacío
o se pierda en la cañada
de todos tus desatinos.
Se lo dije a Yolanda.
Para ti es la muerte eterna
y el olvido a mi pensamiento
y en las sutiles arenas
tus pasos lo barre el viento.
Se lo dije a Carmen Luz.
Se acalle tu voz en mi recuerdo
en los mudos suspiros perdidos
en las porosas montañas de los olvidos
si alguna vez oírte quiero.
Se lo dije a Teresa.
Son para las mujeres – que conjugué el verbo
“amar” – en tiempos perdidos.
“Recuerde: La mujer es la costilla falsa de Adán
Pérez” – por su puesto hay quienes mueren para
siempre, en cuerpo y espíritu – en el solemne espacio
del infinito – para ellos no habrá eneros, ni diciembre y
del fuego encendido entre tres piedras – habitarán aún
sus candentes lenguas izando en flamas una bandera la
enseña del amor quemada en sus fraguas.
Tus gritos, ni siquiera tendrán ecos – serán sordas
las montañas rocosas, no querrán oírte nunca más se
ahogaron en algún recoveco.
Te ignora la vida y la muerte
te espera el vacío y la nada
no fuiste buena, eres mala
y te mereces y te ganaste
esta suerte.
(Esa mujer no tuvo nombre).
Te conocí y jamás negaré
no te olvidaré
esta tierra girando
en su monotonía, no borrará el recuerdo
tuyo, no me corro del futuro –
estarás en mi alma
“Mariana mía”.
Por más que alce el vuelo – a
la órbita de la eternidad
eres la dueña de mi vida
estarás en la estela de mi cielo –
si por alguna razón de mis pecados
sea condenado al averno
mi amor perdura tierno
en mis mejores versos dejados
aunque me quemen vivo en el infierno
no importa que canten otros gallos
en aquel galpón tuyo
soy aquel que un día
era el único dueño de sus encantos
así en tus verdes prados
se producirá el blanco arroz
o los amarillos trigales
para el pan nuestro de nuestro amor
fuimos cristianos y legales.
Hay pétalos de un solo día
de rosas decapitadas de un rosal
más ellos tendrán su hostal
incluyendo sus espinas
dentro del alma mía.
Así, no me canso de repetir sus cantares de
Claudio – ahora que he vuelto a mi finca e integrarme a
mi club – UMO – unión de maridos oprimidos – en todas
partes se cuecen habas aquí soy un perfecto saco largo
– un perfecto caballito de paso – de paso chévere “o un
santo cachón”.
Sigo relatando: Lo que dijo Claudio – viviendo solo
pensé en un epitafio, nunca quise mi nombre en un
letrero y del placer un resabio.
Viviendo no saqué la cabeza de la nada así iba
aprendiendo – la forma de ser feliz.
Del vacío de no ser sin tener que padecer dejando
mi sacra libertad y morirme de verdad viviendo.
Jamás aspiré la gloria, ni una página en la historia,
pero sigo creyendo en mis palabras, en mi loza que sólo
un día hice de mi vida una poesía antes de llegar a mi
fosa.
Tampoco
está
bien
perderce
en
abismos,
podemos hacer nuestras vidas eternas, dejando tras
nosotros, unos versos, las esencias de nosotros mismos.
Las sombras se estiran en el tardecer mucho más
grande que tu tamaño pero aquellos días de la juventud
– eran tan pequeños en el tardecer.
Era un niño – así desafiando la negrura de la piel
de un negrito, blanqueaba sus dientes y manos abiertos
– tratando de decirnos somos blancos – somos
hermanos, toda piel es un telar del mismo ovillo.
Bueno en este siglo XXIX había dos cosas que me
llegaron al huevo – las corbatas y las mujeres pero no
me opongo si son regalos del amor mío.
Esas camisas eran tipo policía – apenas tocaban
pito – antes eran tipo gallina – cubrían huevos.
A decir verdad
Me llené de mucha comida el estomago – y parte
del excremento se fue a mi cerebro – por ende – que
mierda iba pensar mi mente – pues necesito la angustia
y el vacío – la soledad y el retirado apartamiento para
encontrar en mis neuronas alguna idea feliz para mi
pensamiento.
En la sociedad a pesar mío – pertenecí la clase
media – se solía tener mucho de fantasía y vanidad – yo
solo esperaba un lapicero y un papel para mi poesía.
Pues me había empachado, embriagado de
comidas, licores y placeres – hasta el vómito y bostezos,
solamente hartaron a mi cuerpo, dañaron mi hígado de
sinsabores.
El tufo de esta exótica espesura embriagaba con
un cocktail de mezclas, me daba vueltas la cabeza
estaba borracho en su gran hechura.
Luego soslayaba el revoltijo viendo las palomas
torcazas surcando el cielo, disfrazadas de diablos azules
desde una espesura de cardosanto su vuelo, eran muy
transparentes sus tules del color de sus alas.
Corolas abiertas al beso de la mañana, con la
frescura empapada del rocío, eran las sonrojadas
mejillas de amor mío, de aquella primavera temprana –
se llama Gloria.
Radiante pétalo de mujer florecida, tan solo un
amanecer la conocí – una radiante aurora de un ayer de
otrora.
No dejé de sentir su fragancia – en toda mi
existencia; hay mujeres que no tienen olvido, pero lo que
doy gracias de haber sido.
Picaflor cautivo, fue mi destino de haber amado
solo una vez.
Somos almas en pena sometidos a dos condenas;
la vida y la muerte, de ellos nadie ha escapado.
Y en la transparencia azul de mis ensueños,
despejé las nubes tupidas de los cielos entumecidos o
por mis escarchas pendientes.
Atonizando
al
absoluto
vacío
las
sombras
adheridas a mis horizontes estoy pescando pecesitos de
colores en aguas claras del río –
Mas la vida dicen, es un sueño.
Cuando la noche se desvanecía – la cándida y
romántica aurora se abría de piernas y de brazos al
nuevo día hágase la luz y se hizo sin demora.
Ella se llamaba Aurora – la tengo tatuada a flor de
piel con letras de fuego a sangre fría su imagen siempre
viva desde aquella noche – de su luna de miel.
Me regaló una flor “no-me-olvides”, luego anduve
por campos y cañadas, rumiando el amargo pasto de mi
realidad – de mis horas tontas y calladas.
No me detuve en ninguna posada, no busqué
abrigo ni trinchera muy pocas veces hice pascana en
alguna trocha de mis caminatas –
No iba a ninguna parte
era un peregrino andante
un peatón sin camino –
de vez en cuando llegué a un oasis para mojar mis labios
y dormir a pierna suelta – llevé muy poco en mi mochila –
una
cantimplora
–
un
pañuelo
–
un
calzoncillo
desechable y la foto de mi madre – se quedó hace años
en su hogar eterno.
No siento cansancio ni fatiga – son míos todos los
horizontes los valle y los montes – hasta cuando me dure
la vida –
solo dejaré en cualquier
parte – en una lápida
solamente mi nombre de pila.
Aunque todos los senderos van a la muerte; no
cabe la inmortalidad para todos.
Tan solo se quedan muertos – nunca me caí en
un abismo – tenía la filosofía del burro – tenía 4 patas
para ir al futuro – fui yo mismo, tenía repuesto.
Me hice el dos en medio mundo y con la otra
mitad me limpié el culo, no era tan fuerte – sin embargo
no temí a la muerte – no tenía problemas d izquierda, ni
derecha, era una utopía – miraba hacía adelante y me
cuidaba de atrás; así no perdí la virginidad en mi vida de
andante.
El halo blanco de mi frente lo poco de angelical de
mi ego – el resto es un nimbo del aciego de la brumas de
mi mente.
Mis pies detectaron las piedras del camino; mis
ojos conocieron los paisajes de la natura; mi alma asido
a mis mismo – no se perdió en ninguna vía o trocha.
Mis pasos en las arenas de muchos desiertos – lo
borraron los vientos orientales sin dejar mis huellas quizá
solo sean montículos inciertos de mis horas malas o
buenas.
Montículos de arenas frágiles para desmoronarse
tan fáciles como la vida misma – un latido que se pierde
en un débil suspiro.
Entre el crepúsculo y el alba conjuga el tiempo la
eternidad en sus distancias inmarcesibles, sin embargo
en su fugaz estela teje la mortaja; un velo para viajar con
ella al cielo – en la cola de un curioso cometa – con ese
ropaje sin sombrero, descalzo, desnudo por dentro – con
un millón de ideas en el cerebro – se va allá – contento
con una extraña sonrisa, el mohín de la muerte.
No se lleva ningún equipaje – aunque lo mortajen
con hilos dorados – mas bien una mochila simbólica para
este largo peregrinaje.
Los muertos caminan de pie
plenos de esperanzas y poesías todavía.
Dejaré en mi sombrero mis pensamientos y en un
pañuelo – lágrimas resecadas y en una canasta sin
fondo mis anhelos y en un banco de ideas – una cuenta
reservada.
Son pocos mis recuerdos infantiles – mas fueron
de las horas viles aquellos me colmaron de dulzura pero
las otras solo de amarguras.
Tuve luceros en mis mañanas y en las tardes
celajes de agonía de las luces solares sepultadas tras
mis montañas.
Mi generación fue de perfiles propios, también de
niveles de clases – llamadas esferas sociales – y
teoremas sin axiomas de aprobios en demostrarlos
éramos incapaces.
No tuve tiempo para brillar mi nombre – sólo pude
ponerlo entre cuatro cirios; ni siquiera en una lápida de
mi fosa – o un epitafio en mi loza.
Mis amigos eran analfabetos que no os asombre –
no podían leer – no me busquen en los sepulcros – mis
cenizas se esparcieron en el mar y mi espíritu – se fue a
otros mundos, tenía buenos amigos por ahí.
Donde Uds. no podrán llegar tal vez esperaré de
Uds. un recuerdo si alguna vez fue grato con vosotros
simplemente
reciten
un
verso
cualquiera
que
seguramente brotó del corazón mío.
No pensáis que estoy en el cielo tampoco – pues
cuando era piloto – Dios era mi copiloto y el Diablo mi
ingeniero de vuelo.
Tengo dos amigos poderosos en ambos sitios.
No estaré en el infierno estaré en alguna página
de un libro que los escribí – para vos.
Cuando el mar en sus brisas os cuente, algo de
mis cenizas, estarán en sus altas olas – bogando
siempre – míralas cuando estáis en las playas a solas.
Es que debo vadear el río – o fabricante una oroya
– o un puente de palo, pues apenas siento el tic tac del
reloj de la vida me está llegando el final.
XXX
Parece, Claudio presentía el fin del mundo – no
calló – las coas de su mundo a fenecer.
Yo fui feliz de cojerlos y llevarme esta nueva Biblia
– ya no mentirás – como las otras – solo la verdad.
Lo voy a transcribir al habla de mi pueblo – que
gusta mucho de la poesía y la literatura sideral.
Busqué en el espíritu de su verso la ignata
esencia del alma suya y plasmé en algunas páginas
preferidas – hoy quedan intactas las cosas que quiso.
Esas páginas, muchas veces las empapé de
lágrimas extraterrestres, vivas – y mis atonizados
suspiros de sus bellos momentos vividos pensando en su
inmortalidad a pesar suyo.
No se puede callar al universo de los genios de
luz propia.
Tenía ideas – le seguían como sombras aveces
prostituidas en las rutinas – convertidas en traumas – sus
ideas fijas – lo perseguían como alondras viajeras
escoltando sus sueños – poéticos aveces prosaicos.
En sus horas ya vespertinas – un celaje de
luciérnagas confusas – o un enjambre de moscas
nocturnas izaban sus antenas de luces repentinas
malogrando sus sueños.
Sentía
aladas de aves e insectos una insólita
procesión de abejas asesinas tras sus pasos – hicieron
de su alma
un nudo imperfecto – una posada – un
cortejo – con faroles de luces falsas.
Pequeños focos encendidos – en algunas neurona
aún vivas acaso gran parte de su cerebro – solo estuvo
dormido se despertaron a dichos estímulos o se
activaron sus ideas geniales solamente.
Alondras,
luciérnagas
y
moscas
oscuras
–
metáforas de sus poéticos pensamientos, acudieron a
posarse en sus sentimientos – o quien sabe fueron sus
musas.
El traía en su cabeza un fardo de fantasías ideas
e imágenes en su gran simpático y en una mochila las
amarguras de todo bardo.
Cada burro carga lo que puede y defeca lo que
debe – no llevaba mucho en sus alforjas – unos
cachivaches y su “costilla” Golda.
Solo llegan los muertos en carrozas o hombros de
unos fueron buenos hasta en boca de sus enemigos.
Tenemos el cerebro de inteligencia y el cerebelo
para nuestros reflejos y el gran simpático para la vida
vegetativa y el corazón para nuestros complejos – un
pentagrama de fea música y una topología de nuestras
configuraciones.
Y las líneas de las manos – son causas de los
flujos de la mente y el corazón abren sus respectivas
líneas por donde se deslizan nuestras ideas y afectos – y
de esta interrelación hay un vector resultante de nuestra
voluntad para la interacción.
Hay
una
perfecta
cibernética
“abscisas
y
ordenadas conforman nuestros lugares geométricos –
muchos de ellos hasta configuraciones topológicas”.
Así nacen nuestros criterios cuya programación
depende la profundidad de esas rayas – sin requiebres,
ni traumas.
“Un rayado es un genio” – aunque nuestros retos
son dardos envenenados o bellas notas de una canción
que impactan insospechadamente.
Muchas veces hay desequilibrio en nuestro lívido,
pues hay muchos que patean con ambos pies, esos han
nacido al revés – son del otro equipo – sigo creyendo
que hay dos titiriteros nos manejan a su regalado gusto
las marionetas humanas dos “patas” artífices del
universo.
Algunas pequeñas cosas – dichas de improntus:
“Toda mujer vestida de amarillo está buscando
marido – yo prefiero la de azul aunque mucho me
cueste”.
Es el color del alto cielo y de mis sanos anhelos;
pero aquellos de vestidos rojos me ponen bravo – tengo
complejo de toro miura; las de negro son muy elegantes
o son viudas sin rumbo – si las llevan trasparente,
mostrando su desnudez en tul, no creas en su beatitud.
“Cada mujer al vestir es peculiar
y desnudas para lo mismo”.
Pero a la hora de la verdad nadie mira la cara, ni
los ojos; el hombre y el toro cierran los ojos cuando
embisten.
Mas Claudio – por una casualidad genética había
nacido con unos canales mas en su cerebro – y pudo ver
las coas que otros no pudieron ver.
Captó los impactos y radiaciones térmicas de
aquellos metafísicos que nos gobiernan – uno diabólico,
el otro angelical en concuminancia, ventaja y alevosía
con el yo antagónico – sin embargo el destino no está en
el cielo y en las estrellas celestiales, está en las manos
geniales del hombre de este suelo.
Aprendí en la mirada auquénida de los hijos de la
puna – la imaginación contemplativa, la metáfora y la
figura.
Aprendí mucho de la altura – detenimiento y la
paz; el esplendor de la natura – no dejé de mirar jamás.
Hoy camino solo por reflejos en esta sociedad de
consumo ya no miro tan lejos – un poco más allá de mi
nariz a lo sumo – pero así soy feliz.
“En la pequeñez de mi mirar”.
Era prevista para las lejanías – ahora soy miope
solo veo la cercanía no me importa el más allá- ya no es
mi problema esa mirada longa quedó atrás.
Aunque mis senderos encadenaban las aldeas a
través de montes y praderas – habían puentes colgantes
se llamaban oroyas hechas y tejidas de simples totoras.
Encontré sombras, calor y albergue, un feliz
hospedaje bajo las palmas que se yerguen en las
benditas pascanas en mis viajes; pues los pinceles del
tiempo atmosférico había pintado un arco iris con su
plumón de plumajes de un ganso aerón como un artista
perfecto – y estas por otra parte a capa y espada,
defendía de los chanchos salvajes mis cacahuates; me
costaron – sudor, sangre y lágrimas arrancar de la tierra
el pan de cada día.
Aunque todo es posible en la cuerda floja y en las
dimensiones desconocidas también en mi país – el Perú
– todo vale – cuando la dicha es buena.
En el índice de una espina se iza una pequeña
bandera una bicolora mariposa viajera vilmente atrapada
aún viva – la enseña blanquiroja de mi bandera.
Llora y flamea sin quejas – es muda, se está
muriendo pero callando – ya no vuela – nadie la cazuela
– porque sus quejas no se oyen – mas un día después,
un jardinero la decapito – la espina junto a una rosa para
ponerla en un florero, las alas mezcladas con los poetas
– caían al suelo – la mariposa y la rosa de mis ensueños.
Otra rosa celosa – de sus colores – con odio y
mucha enquina de clavo vilmente una espina – no quería
un rival para sus amores.
La vibración salvaje del aroma de esa rosa
empeñaron mi angustia; eran perfumes de despedida –
cuando ya la silueta de la muerte de esta humanidad se
asombra .
Esta vez por el occidente, aquellas gotas de rocío
– son gotas de lágrimas derramadas “mariposas de luz”
fue amor mío, la tengo solo sus alas en un cáliz
guardada.
La desdicha de la sin razón; no le tengo rencor a
esa espina, la tengo
clavada en el corazón mío, ha
envenenado de amor el alma mía.
XXXI
Si todos los días fueran navidad todas las
vísperas serían noches buenas – sin embargo – no sería
“Un merry christmas”.
El año nuevo no tenía horas nuevas – son pocas
las horas de la luna de miel – el resto son lunas de hiel.
Sin embargo se espera con amor una natividad –
tras muchas angustias por eso hago del amor un
derroche – cada día – cada noche, cada día Navidad y
cada noche, noche buena, pues amo la vida odio la
muerte – cada año nuevo nazco de nuevo – y trato de
vivir feliz hasta donde puedo.
Y en mis aspiraciones pienso se puede llegar a la
cumbre y a la cima de las altas montañas – usando
estrategias, trucos, escaleras y mañas y un pequeño
elan del alma.
Venciendo
arrastrándonos
el
como
temor
a
reptiles
los
pero
abismos
con
o
bastante
optimismo para darnos cuenta ahí arriba somos libres –
pero tras las cumbres no hay nada.
La única forma de ser libre es librarse de uno
mismo; son muchos los motivos nos inhibe en el fondo
de nuestros abismos.
Todo lo imaginario es cierto porque el que imagina
es real y existente a lo ancho y largo del universo y los
confines siderales.
“Imaginé – quien metió al barro de Adán – el dedo
– para que este tenga ombligo”.
Estoy recopilando mis pensamientos al margen
del fin del mundo y renacimiento y regénesis del nuevo.
Porque el lenguaje de la poesía está más allá de
la fantasía – esta muy cerca de la verdad final – con Dios
es el cordón umbilical.
No uso parábolas pues ellas son parabobos y los
demagogos.
Vivimos entre dos espacios inconmensurables el
extremo y el interno – he ahí el problema.
Estuve convencido – los pensamientos filosóficos
son los pilares sustentando la historia del hombre ; los
elans
dinámicos
del
tiempo,
el
espacio
y
las
circunstancias y la histeria para quienes pueden caminar
un poco más allá y por encima una pulgada del suelo –
pero sus espíritus pueden elevarse hasta el cielo y
contemplar desde ahí – las grandezas del mero suelo.
No dudo en la humildad hay un sendero entre
verdes follajes de violeta – por donde andan los poetas
sencillos impregnadas del mejor perfume de esa flor.
Más el sentido estético de la natura – es capaz de
obras maestras y de arte.
Tan calladamente y la topología de la cultura del
hombre - también puede plasmar la belleza en muchas
formas.
Sus néctares melados en poesía; esencias
sublimes
en
“pensamientos”
versos
sus
–
de
perfumes
otras
dicen
flores
de
llamadas
dichas
y
lamentos.
Son también rojos y blancos alhelíes, del ensueño
poético los lirios o madreselvas en flor embriagan al
bardo y en un desliz se impregnan y plasman del aroma
cuya síntesis la vigilia de los astros con un sentido
estético los toma de este jardín; pero también arrancan
un clavel blanco – para ponerlo en su ojal – diciendo: es
huérfano.
También hay cardos, cardosantos, amapolas,
preciosas dormideras crecen cerca del campo santo.
“El mundo es un jardín de flores”
“Cada uno hace un ramillete de
sus flores y amores”.
He podido entender algo a esta humanidad
fenecida - estoy seguro muchos de ellos hayan tomado
en espíritus sus órbitas en la eternidad o reencarnados –
en algo que hubieran querido ser – y otros quizá perdido
en el vacío o la nada por los siglos y los siglos del tiempo
infinito – o en la regénesis con otro cupo del alma – en
esta cadena de ocho horizontales de siempre.
“En este universo nada se pierde solo se
transforma”.
Esta continuidad entrelazada de lo cual fui testigo
solo de dos cadenas de ellas he hablado algo solamente
lo más resaltante – y de algunos protagonistas, Golda,
Claudio, Jhuly, Jesú y un servidor: RHX3, su escribidor y
a la vez narrador y relator por los caminos de otras
galaxias.
Una vez quise ver al Perú – desde una ciudad
muy alta “Cerro de Pasco” donde a la llama le da
soroche; y el cóndor usa chalina.
Y vi – los limeños no se levantaban ni para el fin
del mundo.
Y pensé y casi estuve seguro: Que los peruanos y
las cucarachas – podían sobrevenir a esta Apocalipsis –
eran campeones de la supervivencia hasta comiendo
mierda – más no fue así.
Se acabó y cuenta nueva a excepción de Jhuly –
la linda muchaha digna representante de lo que fue una
mujer de esta humanidad a fenecer – preciosa limeña:
Que pasito a paso se fue por un puente al otro
lado del río – donde le esperaba el biónico Jesú – con
muchos voltios de electricidad para electrocutarla del
primer beso.
Ella estaba apenas vestida de un baby doll –
rosado transparente de tul; con un pantaloncito caliente
negro – mostrando todo el detalle de su anatomía – sus
tres números en una etiqueta 92-60-92, credo por alberto
Vargas – la chica 3000; un tío de Claudio.
A paso de ganso – llevando su cartera en el índice
de su mano
derecha; moviéndola al ritmo de sus
preciosas caderas – sus tiernos labios pintados de rouge
– y perfumada y bañadita – en un puquial de su cabaña
– donde no sé porqué – no había llegado la
contaminación.
Sonreía en esta soledad – y sus dientes de perla –
no podían ser mejor – para la primera madre de la
humanidad venidera.
Sus senos – parecían dos gamitos altivos y
rebeldes – anunciando a los futuros siglos su maternidad
– para niños preciosos y biónicos del futuro.
Estaba descalza – sin embargo caminaba a pie
puntillas – pues los zapatos de taco alto nunca más lo
usaría.
Aunque así sus pies palparon el calor de esta
madre tierra – y sus deditos ya detectaban las piedras de
sus nuevos caminos – y los paisajes.
Pues la tierra había cambiado de camisa y de sus
calzones.
Sus doradas cabelleras – aún jugaban con el
soplo de las últimos suspiros; llevando en su pecho un
collar – un relicario con la fotografía de Golda y en el
reverso de Claudio – quedaron en aquellos cielos – pues
sus
cuerpos
fueron
atomizados
y
sus
almas
seguramente se encarnaron en otras galaxias – pues lo
merecían.
Al otro lado del río – le esperaba Jesú; con un
corazón que la amaría mil años – un faro de luz en su
mano derecha – con todas las ciencias y artes de la
humanidad fenecida – para lumbrar los caminos azules,
por donde andarían asidos de las manos, como Dante y
Beatriz, por los siglos y los siglos Amén.
Para mi punto de ver – este era un choque de dos
mundos – tuvo una descarga de ochocientos voltios –
Jhuly era tierra – y barro fino – Jesú tuvo que recibir una
descarga – en sus baterías por tres meses.
Jhuly era capaz de soportar la carga de alibabá y
los cuarenta ladrones – de otras épocas – para suerte de
él – no había todavía – ningún macho por ahí – solo
Jesú.
El lugar de su luna de miel – era algo así – como
un nuevo paraíso terrenal – había un coro de ruiseñores
– cantaron la bienvenida – un loro bilingüe – hacía de
maestro de ceremonias de recepción de todas las aves
de la regénesis – una paloma mensajera trajo una tarjeta
de felicitaciones – de RHX3; amigo de los novios.
El viento paraisal – era más bien una brisa con
todo el aroma de las flores de este jardín, un monito
tocaba sentado en la copa de un árbol de la sabiduría –
en un mandoneon – “una marcha nupcial” muy bonita –
un coro de angelitos y diablitos enviados por Dios
cantaban la nueva anunciación.
Un pingüino en frac – disfrazado de padrino de
bodas – esperaba a Jhuly en la puerta de un templo – de
cinco paredes – el novio no llevaba vestido – “era el
amor en la verdad desnuda” – ni tampoco Jhuly – pues
no tenían porque avergonzarse – no habían todavía
chismosos, ni rajonas – solamente seres animales – pero
estas no hablan – a excepción del loro bilingüe – era de
confiar.
Estas vez – no vio la serpiente tentadora -
ni
tampoco había manzana – más bien un membrillo – pues
seguramente esa misma noche Jhuly quedaría en cinta –
es la fruta que desean las mujeres embarazadas también
las solteras.
La Sra. Luna – miraba de soslayo a Jesú – pues
ella también ya era Sra. – hasta tres veces – pero los
tres que la conocieron la abandonaron para siempre.
Curiosamente entre una mujer de un mundo
fenecido y un hombre fabricado para la regénesis de la
nueva humanidad.
XXXII
Aquí nada es estático y quieto – sino un eterno
movimiento giratorio; el equilibrio y el aparente sosiego
de fuerzas centrípetas y centrífugas en un entendimiento
de igualdad de fuerzas.
El día, la atracción y repulsión rompan sus
cuerdas – se acabarán esta jarana de esta función
entonces que se le hará.
Salimos de un remolino por una resaca o safamos
de nuestras órbitas de rutina o de una marea repentina,
el mar odia las aguas estancadas y los pájaros muertos.
Imagino un rosal llorando lágrimas de rocío
perfumado, resbalando por pétalos rosados – arrancadas
de su alma fitología – y florida.
Siendo la sacra imaginación de nuestras neuronas
vivientes – son acaso prestos a una realización.
Pues el que imagina es existente aquel que vive
dentro del margen del pragmatismo y parámetro habrá
perdido la imagen de lo maravilloso de los gratos
secretos.
Es tan pequeña la existencia dentro de un cuadro
material, acaso lo más grande es lo ideal; más allá de
nuestra inteligencia, está lo mejor de esta vida; para ser
libre y feliz en las distancias de la fantasía – un
maravilloso universo más allá del horizonte y otro tan
grande inmerso dentro de la inmensidad de la mente.
En la preciosidad del más allá – un magno rebaño
de estrellas van a pastar en las frondas de tu imperio.
Pues aquel rosal, era rayado como mis manos con
muchos signos de locura poética; de divagaciones
esotéricas pero venidas de inspiraciones humanas y el
claro de luna haciendo pucheros se casó sus calzones
de plata y por la ventana toda ella y calata se presentó
en cuerpo entero.
El sol le brindó siempre su calor, sus lágrimas de
brillante, y perlas, con el candor y cariño y hablando con
las galaxias a todas las distancias en onda corta u onda
larga con la libertad en toda instancia, en vivo y directo
sin ninguna nota amarga – indagando las profundidades
de aires, tierras y mares – en una plática franca con Dios
en la intimidad de tu y vos, en arameo.
La amplitud de la cosmo-visión solo es posible en
la infancia sin las locuras políticas todavía poco a poco
ofuscan la razón – por eso, quiero ser otra vez un niño
con la mirada tierna y contempladora en toda la
dimensión especulativa – esa edad de ser feliz y digna;
con el calor inocente y contento de una niñez feliz y libre
– con un corazón que late y vibra – sin los estragos de la
pátina del tiempo.
Yo no era un ente social – sino un anacoreta – era
un misterio mi concatenación su atadura y cohesión no
pudieron quizá fui excepcional por mi atavismo.
No era pues el mismo ovillo metido con los demás,
no pertenecía a esta madeja – era diferente he ahí el
problema o dilema.
Dios quiere al hombre en esta vía – hable con él
frente a frente y no postrado de rodillas arrastrado como
cualquier serpiente.
Estoy seguro y de hecho no se gana el cielo tan
fácilmente golpeándose duramente el pecho a estos, él
los manda al infierno.
El no acepta verlo postrado como un sujeto vil –
tampoco un feligrés arrastrado y servil.
Eso de sentirse miserable – siendo hijos de un
Señor divino – grande y creador, de ese orgullo no
somos culpables.
El hombre es un pequeño Dios hoy en día
bastante disminuido – somos frutos de un amor y demos
gracia de haber sido.
Dueños de esta galaxia del espacio, el orbe y el
tiempo – con un candil de pensamiento, amo y señor de
todas las distancias.
Hijo legítimo y no bastardo o espudio eso significa
el gran designio de su creación, el preferido.
Una obra maestra venido a menos, perdiendo el
sentido estético de la vida.
Así el niño pierde su espíritu contemplativo,
cuando ignora el interés en las cosas bellas y deja de ver
las estrellas y no más su cerebro es creativo.
El hombre en un principio – anduvo libremente por
los montes y cañadas hoy son almas encadenadas en
espacios, nadita limpios.
“Ya no hay caballeros, ni damas tampoco”.
Solo entes tristes parametrados – hace rato este
mundo de Claudio y Golda estuvo loco, los espíritus
estaban alterados.
Eran mejores los hijos de bragueta, hechos en el
mero suelo del amor salvaje – que estos hijos de
probeta, a las leyes de la natura, un ultraje.
Claro somos de barro – hechos de pacotilla con el
aliento, de un tufo de vino – ese día Dios estuvo bebido
celebrando su obra maestra – el universo, una maravilla.
Hoy somos una vasija – unos huacos conteniendo
en silencio el aciego, los prejuicios y traumas en nuestro
ego, convertidos en sombis y esclavos.
Y en este letargo de ensueño me silbaba el viento
las mañanitas – una serenata, una música chicha con
guitarra, cajón y violonchelo.
Luego nos ponemos estoicos o atrevidos no
sentimos el crespor del infortunio, oyendo cantos de
sirenas y silbidos en silentes noches de plenilunio – nos
creemos vacanes.
Solo la gentileza de mi padre y la ternura de mi
madre sentimientos inconmensurables solo ellos, son
mis recuerdos imborrables.
Así iba platicando Claudio – como un mensaje al
devenir – en primera persona el sentir y pensar de esos
hijos de bragueta a los hijos de probeta del devenir.
He escalado muchas cumbres para asir con las
manos las estrellas; pues aquí abajo están las cosas
bellas.
Traducir el lenguaje de las cascadas, camino a las
alturas contemplando el paisaje de la natura, el sano
mensaje de las montañas.
Había nacido en el Perú profundo, y de estos
misterios y enigmas, han sido las configuraciones
aceptadas como mis consignas y en brisas apacibles y
céfiros del viento, nació la flor y mis versos y entre
auroras y crepúsculos recibí sus besos.
Traje en mi espíritu el aliento de los andes, el
sonoro estruendo, la voz del Apurimac y el sentimiento
sencillo y profundo de sus aguas – “La voz de Dios”.
Mis ilusiones se desmoronaron en sus riadas,
huaicos y aludes arrasando mi verde valle y enterrando
entre piedras, barro y nubes.
Las nieves desde las montañas ruedan en forma
de una bola cada vez más grande, así hice de todas las
marañas, un balón de ideas tirándolas al valle.
Repito:
Decapitaba las flores para ponerlas en un florero;
fui un estúpido jardinero marchitando así mis amores.
Y
entre
morenas
y
rubias
motivaron
mis
quebrantos, no creí en el destino.
Pues solo los ilotas de Grecia y algunos idiotas de
mi país son fatales, pero a la hora de la muerte todos
somos iguales.
Prendido de las axilas de un puente sobre el río
Apurimac en una parte mansa y a los reflejos de una
luna naciente – pude ver la imagen del alma mía.
Hoy por caminar con zapatos y mitones, no sabía
donde metía la pata y el dedo; tampoco miraba el suelo –
por eso me tropecé con piedras y mojones – veía en el
“modus vivende” de mis tiempos el drama humano
consistente entre el bien de uno – y el mal del otro, y del
alto standard de un pueblo depende de bajo nivel de las
mayorías – “y hablamos de democracia todavía”.
Hay un solo tío vivo – se llama “uncle sam” –
usufructuando a manos llenas – el caudal del dólar
abusivo – mientras este feliz, comiendo perdiz – el resto
se chupa el dedo.
Este tío ha llegado a la luna, es dueño de los
megatones, tienen derecho a la fortuna – de los caídos
del palto o guayabones.
“Nadie ha hecho dinero – con el sudor de su
frente”, sino pregúntale a ese tío usurero.
“Usarás la luz de tu tino
y disfrutarás de este bello mundo
en sus montañas y lo profundo
con mucho talento y buen estilo”.
Parece eso dijo Dios a Adán.
Pues no solo le dejó en su heredad lo bueno, lo
bello – la verdad, también lo malo, lo feo y la mentira,
más el derecho y el albedrío de elección.
También estaba aquí – la felicidad, la guerra, los
entuertos para disfrutarlos, luchar y tratar de desfacer
sus problemas, sin la ayuda de Dios – para eso le dio la
inteligencia, voluntad y criterio – por lo tanto solo ellos
fueron responsables de su perdición y auto-destrucción,
y se dio el golpe de gracia el 12 de Agosto de 2996 a las
16 horas pm.
Nos dejó tres angelitos guardianes dentro de
nuestros espíritus – un ángel, un diablo y un humano
para nuestro actos divinos, diabólicos y nuestras
cojudezes – uno de ellos es el preferido para nuestras
conductas – aunque últimamente nacieron hombres sin
alma – sin estos consejeros; son tantos se agotaron los
cupos – esperando en colas a de los muertos.
Sus aposentos están en la intimidad de nuestros
genes – por eso a veces somos buenos, otras malos o
cojudos innatos – de ellos no somos responsables.
“Para cojudo malo o bueno no se estudia”.
No me miraba hacia adentro – en un lance
introspectivo, ignoré mucho de mí mismo, nada de mí sé
– no nos dio un espejo intractivo ni retroactivo – por eso
no los miré mi mundo interno, ni el pasado de mis genes.
Otra cosa fui alérgico al trabajo, nadie hizo dinero
trabajando para otro y la masa trabajadora esta jodida,
pues el trabajo dignifica a ciertos hombres y animales.
Es decir, es maldito bíblico, estupidez mayoritaria
– e indigno para el hombre inteligente, imaginativo y
creador.
“No es el sudor de tu frente,
ni trabajando para otra gente”.
“Que trabaje el buey
el hombre es el Rey”.
Solo
necesitas
en
este
mundo:
Talento,
imaginación y estilo.
Vivía junto al mar – en Lima, el pacífico respiraba
profundamente, tecleando su inmenso viejo acordeón,
inmerso en las profundidades de su pulmón espumando
su aliento efusivamente, estoy convencido: Todo aquí es
viviente – la tierra misma es un ente existente – también
piensa, un átomo – una célula, son vivas, tienen alma y
espíritu fitológico, zoológico y humano.
El viento canta a las montañas y ellas responden
con ecos sonoros, los ríos recitan sus baladas – las
flores nos mandan sus mensajes en colores, aromas y
perfumes.
Las auroras y los crepúsculos nos pintan bellos
paisajes nos acarician con tibios besos al amanecer – un
ósculo de buen día y otro de buenas noches.
Hay una música de fondo de la madre tierra – una
canción de cuna, tierna, terrenal – maternal, existe en el
orbe vida universal y el barítono mayor sea Dios
supongo.
Hay un habla universal de un entendimiento
perfecto – en una lingüística, científica y cabal – de la
física natura con este metafísico llamado hombre.
Aquel lenguaje térmico a travez de ondas
caloríficas de ese halo endémico – dicen de nuestras
manifestaciones psíquicas, en ese calor se confunden la
natura, los reynos en un crisol profusamente – se funden
los corazones bajo el mismo sol.
Pero ahora entre luces y sonrisa artificiales, se
asfixia la mente a la ofuscación – no bastan ya las
estrellas celestiales para alumbrar las sombras de esta
confusión final y letal.
Aunque las cosas vistas dentro de mí, no se lo dije
a nadie, uno es dueño del frenesí de sus propias
intimidades.
Más no existe la igualdad de espíritus, quizá habrá
cuando todos hayan muerto, así lo diseñó este mundo el
Infinito.
“No todos vamos al mismo puerto” – son
diferentes nuestros días y nuestras noches – son
personales, las tinieblas hacen llorar al sol en diferentes
reflejos y arreboles con cantares de distintas melodías.
Sin embargo vamos juntos de sonidos y luces
artificiales hasta un día o una noche, seamos difuntos –
para dispararnos en espíritus por órbitas peculiares.
Muchos en los cielos de la eternidad – otros en el
vacío y la nada – y otros solos se quedan en una noche
callada.
Cada uno busca su propio cielo o su propio
infierno y entre el tiempo cronológico y atmosférico nos
hacen un emparedado insólito.
Uno se fabrica su propio epitafio de lo que habéis
hecho y de todo aquello que olvidaste en esta vida –
solamente un pequeño trecho.
Mientras tanto: Eres una abejita de miel que deja
el viento – posada en pétalos de una flor.
A extasiarte de amor
o embriagarte de néctares
en las entrañas de una corola
de tus rosas en flor.
No hay duda la madre tierra nos brinda al hombre
muchas dádivas por donde quiera, maravillas naturales y
exóticas.
No solamente lo concebido y pragmático, sino lo
infinito de lo imaginable en dimensiones todavía
desconocidas y tangibles en un mundo real o enigmático.
Somos
objetivos
y
subjetivos
y
pensantes,
hablantes e imaginativos – un ente: Con pretérito y
presentes y futuros, sueltos en la tierra libremente.
Pero hay cosas vedadas inverosiblemente, hay
también puntos negros en el universo – los enigmas
verosímiles vilmente negados al menú de nuestros
almuerzos.
En realidad este es el tercer testamento –
entregado por Dios en la mano derecha de Jesú – toda
la ciencia y arte de la humanidad fenecida.
Se que los incas rendían culto a las montañas –
testigos oculares de sus vivencias.
Elevaban sus voces a ellas – y ellas contestaban
en ecos o truenos – anunciando las lluvias – manás del
cielo.
No existe “naturaleza muerta”, mientras perdía
entre la razón pura y el materialismo dialéctico – hallando
mentiras piadosas a mi cultura – pero el final que vi, de
esta humanidad fue drástica – con premeditación –
alevosía y ventaja del hombre depredador de si mismo y
sus espacios – ecológicos.
Vi las fauces de la última noche tragada, el
colorido crepúsculo; el sol se hundía en un lecho de
sombras – la luna vestida de luto aún reflejaba una luz
tenue de repechage como una viuda asiendo un
segundo matrimonio – la peregrina penumbra con un
ajuar de color lila cubría este medio mundo de un fingida
beatitud y los paisajes de verdes follajes cubría violetas
humildes de aromas ocultas de la última tarde y el
sereno vierte aquel rocío, lágrimas prenocturnas del
tácito desconsuelo de la noche.
1999 – 2996 – La noche que se durmió Dios al
mismo tiempo se oscurecieron mis ideas.
Abejitas de miel enredadas en el mágico telar de
mis ensueños, haciendo su colmena insólita en una sutil
telaraña – aquellos serenos convertidos en lágrimas de
despedida – resbalando por mis mejillas – metáforas de
pedazos de mi corazón volátil y amante de la humanidad
a un enjambre de la nada.
No culpo a Dios, él nada tuvo que ver – porque
todo esto pasó la noche que se durmió Dios y el Diablo
hizo de las suyas.
Yo solamente fui errante en los arenales de la
luna de paita, pateando latas y cilindros de sardinas con
las bocas abiertas y vacías – me convertí en un peatón –
pero si dueño de mis distancias.
A veces creí – que cada estrella es el destino de
cada hombre – terrenal – unas se apagan, otras se
encienden en alguna instancia del tiempo computado.
Renunciaba mi conciencia las ideas remarcadas
del hombre por la poquedad digerida – y el diástole y
sístole sosegados de aquel diapasón fatigado ya apenas
latía – un débil resuello del aire transponía el fulgor de
una media luz en mi cielo.
Un estado de coma del trastorno estático –
amenazaba con un detenimiento de la fluidez de mi
alma.
Por el sosiego agonizante de esa luz ardiente –
del vivito afán de seguir viviente de ese constipado
mundo de mucho ya de excremento.
En esta sociedad de consumo – vivimos el vértigo
de nuestra concepción, el vahído inusitado de vivir con la
hiel del hígado – haciendo gárgaras en la boca.
“Todavía
deshojando
margaritas
o
matando
moscas a pataditas” – “Libando tragos amargos o tirando
cuescos en saltos largos”.
Mas creí en el dinero sonante o en mujeres con
calzón quitado.
Mientras latía mi corazón con mis deseos y
anhelos, escribía aún mis versos – quizá sea la verdad –
o la maldita realidad – pues tenía la sangre dulce como
los bestias y a veces salada como los mares de algunos
pocos momentos de ambrosía.
Pues mi poesía – era una doncella coqueta con
requiebros y sonrisas gratas – algunos manados de mis
puquiales – o lágrimas traducidas en verso del sarcasmo
crudo de algunos lágrimas negras – cargadas de
pecados o los milagros de espejismos de sueños hechos
realidad.
Sin embargo la naturaleza hablará el mismo
lenguaje de mil años.
Hollando en el arcano asiado escupido por la
chuchupe violadora del destino y la vigilia tentadora de lo
oculto e inverosímil, he pensado también en las tinieblas
heterogéneas – viajando a las implacables lejanías en
cruzadas obstinadas a mis fantasías había escapado de
mi realidad.
Sin ser camello islámico – me formé mis propias
jorobas.
Sin embargo jamás me detuve – solo el árbol
puede soportar mil años de soledad plantando en sus
raíces – hubo uno que soportó 100 años al correr en
insocegados caminos – me detuve poco en un motel, por
mis amores al paso sin muchas novedades.
Otras veces armé mis propias pascanas –
quemando troncos del recuerdo y el calor de sus fuegos
dormité unos instantes – bajo la sombra de algún árbol
viviente – en el mero suelo – usando como almohada mis
brazos – soñando un poco con una amada – de turno – y
un puchero hirviendo entre tres piedras rojizas ante las
ascuas del fuego – en mis campos abiertos de mis
andanzas.
Solo llevando como cocaví el elan de mi espíritu
poético – y el ímpetu de mi mente vasca, a veces bailaba
con la lluvia – un zapateado o una marinera limeña.
Hasta ahora no comprendo – como los hombres
hicieron todo lo posible – de inventar cosas para su
autodestrucción: La pólvora, la dinamita – las bombas
atómicas – un mil de aparatos deshumanizando cada día
– motores a explosión para contaminar de anhídrido
carbónico, el medio ambiente; drogas de todas las
“INAS”; las bombas atómicas – sustancias volátiles para
malograr el ozono, envenenó los ríos con deslaves de las
minas – depredó de animales, de plantas poco a poco
fabricó desiertos.
La ciencia al servicio de la destrucción – la
tecnología en todos los campos para acabar con
cualquier bicho viviente – la cibernética, la ingeniería de
sistemas para reemplazar al cerebro para fabricar
humanos impensantes – al final solo sabían meter el
dedo y la pata; digitando memorias con virus.
Los ríos en vez de peces cargaban excremento –
en vez de camarones, mojones – automóviles para
mover a los hombres sentados de culo muy amplios – al
final ni siquiera tenían sentimientos – los hijos ya no eran
del amor – ni siquiera del placer – muy pocos eran los
hijos de bragueta – la mayoría eran de probeta –
inventaron el foot-ball, el base-ball, el basket-ball, para
convertir a la mayoría en idiotas – fanáticos de ídolos
negros; monos adiestrados, disminuyó sus espacios – a
países – ciudades – barrios – callejones en un
hacinamiento de estrechez inhumana.
Un ente reducido a un poquito más de sus
narices.
“Todos los caminos iban a la gran vía” – lo peor
nunca se dieron cuenta; inventaron la electricidad – para
un mundo artificioso – llenando de flujos eléctricos al
cuerpo – que motivaron y activaron mutaciones de sus
células; causando cánceres, a todas las partes de
oncológicas mutaciones; por su puesto – a su extinción.
Solo sé más bien tardó mucho en llegar a su
destrucción.
Llegó la extinción fácilmente al margen de los
tiempos – eran libélulas tontas encendidas de luces
estúpidas surcando el cielo raso de ensueños utópicos
plegaban sus alas cautivas al fuego del antimonio
extraño y metafísico – un geotropismo a las tumbas de
fosas comunes, alas ardientes todavía ya tenues de
ideas peregrinas revoloteando tímidamente dentro de
márgenes de hacinamientos de anatomías enfermas
irreversibles dentro de estrechos aposentos antesalas de
la muerte – mínimos parámetros de sus agonías y de la
pequeñez de sus libertades – disminuidas.
Los pocos optimistas izaban coloridas banderas
de dos arco iris difurcando un millón de haces venidos de
la eternidad con ideas libertarias, dos alondras símbolos
de vuelos marginados de los frustrados coloquios íntimos
de esta sociedad comprometida a ideas fijas de locuras –
y credos – principios, doctrinas – religiosos sistemas
chauvinistas – haciendo creer a los feligreses.
“Esto era un valle de lágrimas” – extravíos de
luciérnagas chispereteadas en las sombras compactas
de la noche final pululando con una enigmática locura,
fundiendo sus alas en el fuego fatuo de las osamentas
de una teoría de conjuntos de cadáveres masivos en una
perspectiva de un arte macabro de la naturaleza muerta.
Solo me queda la esperanza del mito del eterno
retorno – se volverá a ser tierra esta noche, después de
haber hecho derroche – con un solo dilema: “A la
izquierda o a la mierda”.
El hombre sabía sido un curioso ente pensante,
hablante y libre.
Pero la mente, el habla y al libertad no tenían
contornos o márgenes físicos – tampoco están en
ninguna parte – quizá en lo inconmensurable del mundo
psíquico.
Es verdad el alma tiene cinco ventanas a la calle –
y una sola puerta – la intuición – con algunas
excepciones, los genios, los locos y los extraterrestres;
tiene otras más sensibilidades – llámese sentido estético,
artístico – metafísico, parapsicológico etc. – sin olvidar la
inductancia social del magnetismo peculiar y artificial – la
metáfora de un montículo de arena juntadas por el viento
al azar – en nuestros anhelados avatares.
Así los grandes advenimientos y hechos nacieron
de una inspiración quizá una revelación divina de forma
muy repentina en los insomnios y vigilas – sin embargo
aún queda la duda.
“No hay todavía la última palabra” – cada siglo
nace un pasajero involucrado en las circunstancias
geniales – muchas veces solamente un sutano o
mengano – entre esta relatividad y lo absoluto hacemos
miserables el presente y pensando en el futuro y
remirando el pasado.
Nos estacamos entre lo relativo y absoluto – de
todos estos atuendos nació la flor.
Estoy seguro esta noche se quitará sus vestidos
de luto – en un nuevo amanecer.
Mientras tanto que piquen las pulgas, las buenas
nalgas o se ahoguen las moscas en mi sopa.
“No es mi negocio” – también pude ver – ironías –
y contradicciones – hasta bíblicas.
“Los frutos prohibidos, los amores sin barreras,
aquellos del huerto ajeno – han sido siempre bien
recibidos – por ahí he visto.
“No desear la mujer de tu prójimo”.
En un caso dado se puede perder la virginidad
pero jamás la dignidad o dilemas:
Se puede perder la virginidad saltando el río o por
un simple amorío.
Los genios, los artistas y filósofos son hijos
legítimos de Dios – los demás son putativos o espudios.
Muchas veces prefería en vez de un halo angelical
– un mimbo diabólico.
Pues no era un ángel en realidad, últimamente
anduve entre el tufo de alcohólicos anónimos y entre el
humo de los vanidosos – no respiraba bien.
Mis juguetes eran los megatones – y una
computadora – y mi economía – entre integrales y
radicales y los logaritmos – en un teoría de conjuntos –
haciendo analíticas e integrales para poder pagar mis
cacahuetes.
No era insensato – solamente ebrio en mis
vorágines – o haciendo un sincotrón de todos mis
esfuerzos extrahumanos – sospecho fui sincero y franco
– en las vértices de unas picas izaba mis trapos sucios –
mostré mi conducta sin tapujos – con escarapelas poco
románticas.
“El hombre un animal de costumbre, sobre todo de
malas costumbres” – su balance tenía que ser negativo.
Pues mi vida ya pendía de la punta de una espina.
Pues solo era ionización de la sabia bruta y cruda
– convertida en sabia elaborada – o simple progene de
una ceniza de una hidrólises sencilla se suscitaron mis
genes.
Unas cuantas haces de luz ultravioletas y la divina
clorofila.
Se suscita la vida – pero el espíritu son dos tufos
mancomunados de Dios y el Diablo.
Luego nos convertimos hasta en fakires –
caminando descalzos sobre brasas solamente con la
humedad de la piel y nos abrasamos con los fuegos sin
llegar a ser chicharrón.
Porque evulle nuestras sangres en los deseos y el
calor de la libido – somos vapor porque somos gaseosos
o polvo de ceniza porque hemos ardido o solamente H20
– es decir ceniza.
Ya los nuevos paisajes adolescentes de espigas
preñadas de alpiste destinados a mis alimentos.
No obstante la frialdad de las nieves y la altedad
de mis montañas – contemplando se puede ver todavía
la inmensidad y la magnificencia de sus entrañas.
“El poder de la contemplación” – hoy perdida o
drogada.
Pude ver – las piedras que detuvo en silencio –
callado y silencioso monumentos – pedestales y quipus –
las místicas palabras de Machupicchu y la suprema
palabra divina lo pronuncia el Apurimac – y hay una
vasijita de oro que guardaba los Andes, para el devenir
de otros hombres más inteligentes que por alguna razón
se fueron a otras galaxias – dejando estas huellas líticas
diciéndonos – lo que eran con su intacta inmensidad con
el contenido de sus espíritus que aún moran aquí – en
otra onda.
Seguramente ellos también – tuvieron sus motivos
protagónicos para sus retiradas – y fugas.
Existen en su literatura lítica en sentimientos de
piedras y rocas las leyendas e historias míticas
plasmadas en sus conciencias eternas – se que tienen
sanas entrañas, guardan firmes recuerdos y también oro
– de lo dúctil y maleable que fueron sus ideas
democráticas – por eso hablo con las montañas y busco
en sus corazones algún tesoro legado a la historia del
hombre eterno peregrino de este valle.
No
son
frágiles
los
monolitos,
sacristanes,
guardianes o acólitos del rito sagrado y perenne de sus
credos.
Ahora el mundo volcado en unas instancias socioeconómicas vagando en ámbitos mezquinos y de
tiempos equivocados de pasiones y locuras de las ideas
fijas del dinero – caminando a tientas por estas
ofuscaciones de sus mentes; poseídos de este trauma
de los egoísmos – creídos como los judíos.
“El dinero es la salvación – llegaron a ser muy
pocos ricos – y casi la totalidad de miserables – al final
no les importó el fin del mundo – no tenían nada que
perder – pues sus vidas estaban en coma tras el largo
ronquido de sus agonías.
Anduve en medio de estas grandes mayorías
exentos y vacunado de la estupidez de estas multitudes
solitarias – parías del destino.
Solamente para darme cuenta qué había pasado.
Ya tarde supieron – “no era el becerro de oro” –
sino aquel otro tesoro existente en el alma de todos los
hombres – “un corazón y un cerebro” – amor y luz
suficientes para ser feliz.
Quizá sea la vida, un espiral que da vueltas
sostenida por una inmensa fuerza centrípeta – sujetada
por Dios – y de vez en cuando nos tira por la tangente en
una resaca temperamental.
En medio de esas vagabundas multitudes de la
resaca – de ese espiral cíclico – estuve dando vueltas
como hojas al viento – asidos sólo a mis pocos
pensamientos adheridos – que hoy os cuento.
Por ahí escuchaba todavía el gorgogeo de los
pájaros libres y cantores, cascabeleando sus panderetas
del
deseo
libertario
en
últimos
homenajes
a
la
humanidad y mis montañas se inclinaban al mar en una
venía de majestad y ella se regocijaba agitando a prisa
sus olas y sus más tiernas brisas.
Haciendo espuma y burbujas lívidas de su sensual
trasfondo de sus entrañas – quiso hacer amor con las
montañas
con
esos
orgasmos
en
sus
sótanos
concebidos.
Ya tarde me di cuenta “el tiempo no existe”,
existimos nosotros y las cosas; existe un reloj mágico
que
engranaja
las
existencias
cambiantes
y
el
pensamiento es relativo – en este espiral de monotonía
donde el hombre un gnomo metido en el bullicio de la
vida.
En un onírico ensueño de lo irreal y fantasía se
mueve por inercia y apetitos, porque tiene estómago y
sus hambres – con delirios fisiológicos – tiene un
corazón con sentimientos y pasiones ciegas y camina a
tientas en estos espacios hoy podridos, cargando en el
recuerdo – solo mitos y leyendas – con la luz agonizante
en su cerebro.
Y yo con mis sueños y pesadillas, chispazos de
luciérnagas taciturnas en mi sinuosa senda vespertina de
la noche final – como un loco barco a la deriva, pero sé
donde me espera; Golda.
Aún soy receptivo y proyectivo de mis esperanzas
– y solo tengo dogmas de fe en mi mismo, con algunas
posibilidades – y el amor por ella sigue siendo un
bálsamo para soslayar un poco más de vida.
No crean; sea un calvario la cuesta de mi
salvación, ni la cruz en alto para mi gloria – y
resurrección
quizá
las
instantáneas
centellas
del
vislumbre de mis ideales – sea un candente aerolito
sideral, llegué al alma de otras estrellas o quedé en los
íntimos puquiales de los otros poetas en el gran devenir
– o penetré por alguna claraboya de alguna mente las
pequeñas luces de mi espíritu – o una tenue antorcha
encendida en el éter cósmico – de mi cielo peruano; o
una estela flotando en la cola de un cometa viajera por el
universo.
Veo esta multitud de proletarios rezando sus
últimos rosarios – de algunas cuentas pendientes para
arreglar sus conciencias.
Ya no veo vendedores ni compradores tampoco
insumos.
Pero por sus rendijas – de sus rasguños y
rasgaduras de sus cuerpos se filtran la hiel y la cicuta –
pues fueron víctimas de sus apetitos y angurrias y
propios venenos.
Dos serpientes gemelas y viperinas reptando en
las cándidas conciencias – envenenaron sus almas y sus
cuerpos.
“Aunque hubo hombres “moscas” – siempre
cayeron en una telaraña”.
“Repasando los evangelios – hubo un solo
hombre que nos llamó hermano, había terminado
crucificado”.
Hoy nos llaman: Mierda y siguen vivitos y
coleando; está claro somos una mezcla, mitad de los
más sublimes ideales y la maldita realidad.
En la duda y banderas izadas a media asta – no
se ha alcanzado la idea pura y la verdad final – mejor
que sea así – no es hora todavía del acabose – mientras
tanto cultivo mis trigales, cantando mis madrigales – y
sacando uvas de mis viñales para brindar – en una copa
de vino – con esos dos metafísicos; Dios y el Diablo,
amigos
míos;
uno
alterno
y
continuo,
el
otro
temperamental e imponderable.
Todavía soy un niño y dueño del cariño de las
últimas mercedes de este mundo – en mi senilitud.
En mi Perú profundo – pero he aprendido a odiar
– los evangelios y dogmas de fe sin alternativas – dudo
de
los
axiomas
y
logaritmos
–
son
expectativas – de una ontología obligada.
abstractos,
Amo la topología de las configuraciones más allá
de las formas comunes o geométricas en otros espacios
metafísicos, esotéricos y parapsicológicas.
Mas tengo una duda si aún soy huésped de otro
mundo o quien sabe una estela – al pasado o una
proyección al devenir esperado.
La sensibilidad de mi locura poética – existencial
fuera de órbita e indimensional.
Estoy viendo la luz senil del último crepúsculo –
en un ataúd de agonizante celaje – escuchando el
repique de las sonámbulas campanas de badajos
carcomidos por el derruir de la pátina del tiempo – desde
una torre de mi villa – oía también el ronquido de las
fatigas asmáticas de pechos apolillados de las cucufatas
de este pueblo disfrazadas de guacamayos verdes –
amarillos – sobre dos picas de piernas enflaquecidas
haciendo aguas de sus filtros oxidados.
Así se asomaba la carroza fúnebre de la historia
del hombre – se buscaba un estropajo con escofina para
pulir sus deshonores, entre el marasmo espectacular de
su última emoción social, con el sable de una baraja del
último tahur se quería cortar este destino.
El
tiempo
atmosférico
se
orinaba
en
sus
pantalones de nubes sucias de quimeras efímeras
acumuladas por los siglos en este valle de estirpes y
sierpes rastreros reptando sus agónicas distancias ya
también
efímeras
y
trepadores
víctimas
de
los
escupitajos del desprecio de los dioses, en una
salivación temporal, sólo quedaban unas rosas izadas en
sus propias espinas y otras habían sido ya grillos
trinados por los cuchillos del último estúpido jardinero –
“símbolo de las cojudezes humanas”.
En un carro de basura – despaché mis pecados
veniales – me quedé con las capitales – porque ya no
tenía dinero – “a una fosa común de pecadores
anónimos”.
Llegué a escaparme con ese cargamento insólito
al garete entre fuegos cruzados de mil maldiciones con
rayos láser – vi en ese trance un pequeño grillo rascaba
su violín de una sola cuerda destemplada – dándome la
despedida con su canción preferida.
Una mariposa nocturna vestida de luto – se
llamaba Yolanda revoloteaba mi ataúd con llanto mudo y
mis
pecados
capitales
aún
trastocaban
arrecifes
endurecidos trastornando mis espacios ya incólumes.
Vi – por ahí un matrimonio de viejos: La vieja
quería un ratón tierno y el viejo quería queso fresco,
siempre hay esperanzas cuando la dicha es buena – vi
escudriñar en los recovecos de la carne intacta a un
pendejo piojo – sabía de las carnes buenas y blandas del
hombre y la mujer y pude alzar el vuelo, rompiendo la
gravedad fácilmente se puede alcanzar el cielo solo en
sueños desgraciadamente.
Se puede hacer cosquillas a la nubes y ordeñar de
sus inmensas ubres, chapurrones o cascadas de lluvias
para tapizar el suelo de verde pasto y flores de todos los
colores – para los amantes ecológicos y paisajistas
estetas – enamorados de la belleza natural.
Solamente los fariseos llevan la contraria a la
creación de la natura.
Pues nada se detiene en la física dinámica de la
existencia – es movimiento.
Yo no tengo ropa interior solo el mismísimo cuero
– lo orondo lo llevó encima – mi sol tuvo muchos eclipses
– y yo muchas lunas de miel – pero el sol fue sol, y yo fui
yo.
No sé que pasaba – las medias y los hombres se
las corrían de ellas – es que las piernas y ellas ya
estaban deformadas.
Dibujaba ideas fijas – de una insólita fisonomía –
parecía de una insensata esquizofrenia.
Mi libertad que nutría como la sangre mi salud
mental.
Se había parametrado – hay ataduras insalvables
a la tierra que nos tiene con pies en ella.
“La libertad, el respeto al derecho ajeno y al suyo
propio” – escuché de eso.
De hecho y obra y no sólo propósito.
No somos iguales – ni gotas ni siquiera parecidas
– aunque vamos en el mismo río – al mismo lugar o mar
– “La Muerte”.
La palabra desquiciada del pensamiento, la
romántica divorciada de la realidad.
El criterio equivocado de la libertad – ni siquiera
sé lo que pienso.
No soy escriba ni fariseo pero tengo parábolas y
metáforas para hacer entender a mi pueblo.
Espero que haya una ligazón de los tiempos y los
pueblos – de lo pletórico y el devenir – y sigo dudando
de las divinas escrituras: Es verdad o mentira? – “la duda
es principio del saber” – es mejor ignorarlos – la verdad y
la mentira hacen daño – en este valle de tristes
realidades y amargos engaños.
Ya no me importa que las viudas gasten en sus
peinados – o en encajes y alfileres de fantasías.
Porque nuestras partiduras
siempre fueron
sinfonías inconclusas.
Al final, somos moscas buscando la miel y la
mierda – o ciempiés remando en las arenas de un
desierto – buscando un oasis con sed – o buscando un
bolero para lustrar nuestros zapatos o un camello de dos
jorobas armando la tercera de nuestros problemas en los
páramos y estepas del tiempo y espacio.
Muchos son hijos de Buda y otros tantos hijos de
la puna legítimos, bastardos, espudios – hijos de
bragueta – ahora de probeta o clonados.
En este valle chicha de todo hay – pero lo mejor
es la fruta de un vecino notable – cada cosa tiene su
instancia y todo camino sus distancias.
Solamente con el hombre indefenso, el Diablo se
pone valiente – somos responsables de nuestros aciertos
y tribulaciones – se nos paga o cobra – aquí mismo.
Un collar en el cuello de una mujer o de un perro;
viene a ser la esclavitud de su precio.
En esta dualidad binaria la lágrima más inocente
es la peor maldición y la luz de la mente es la mejor
bendición.
Digo lo más resaltante – oídas o sentidas de los
hombres que fueron los protagonistas de una conducta
fatídica sin desmerecer sus alcances – quiero plasmar
como una heredad al devenir.
Yo soy RHX3 – encarnado en un cactus, que se
llamó Claudio y su última mujer Golda madre de Jhuly, la
última mujer de la humanidad fenecida quedó viva – para
ser la primera madre de una regénesis de otros hombres
en otros mundos – solo con otros nombres.
Hubiera querido decir más – se me agotó la tinta –
llegó mi mujer en un platillo volador de último modelo –
con un nuevo peinado “un beso en la nuca” perfumada y
bañada – con sus pantaloncitos calientes de tul
transparente.
Traía dos brillantes en las puntas de sus pesones
– de muy alto kilate – y dos pistolas – una que se había
comprado en Marte y otra que papaNoel le había
regalado, me llevó de las orejas de marciano a rastras
hasta el platillo y con las justas pude escapar de este
valle.
Sin antes dejar este epitafio – en castellano –
pues Claudio era peruano y Golda una charapita – de
Loreto de este pueblo su más linda mujer, me olvidé de
dejar mis derechos de autor en el INTERNED, no importa
eso, no funciona.
EPILOGO
En la constelación – de este universo – existen
ciclajes – en la relatividad de tiempos y espacios en un
encadenamiento universal – con muy pocos márgenes
de error – e imponderables en la computación divina – y
un entendimiento universal en un lenguaje térmico de
soles y estrellas en un eterno movimiento cuya dinámica
de fuerzas son reversibles – por eso – inagotables – hay
un cupo estable de espíritus solamente moldeables por
la cultura a causa de las mentes donde fueron
impregnados, fueron corruptas.
Los hilos de esta cinemática y dinámica están en
los dedos de dos metafísicos aquí – llamados Dios y el
Diablo – los mismos en otras galaxias tienen otros
nombres.
En realidad la obra maestra del universo fue
hecho de pacotilla – para que en el transcurso de años
luz – se conviertan en una obra maestra, así como
también
la
perfección
de
los
pensamientos
y
sentimientos de los hombres – los mismos en otras
constelaciones tienen otros nombres con diferentes
alcances de perfección – aquellos que ya ha llegado a su
plusgrado de excelencia – habrán cumplido y haya
terminado su historia – salen de órbita – para convertirse
otra vez en nebulosa – la nada y de ahí remplazados por
una naciente estrella con el mismo potencial a
encaminarse nuevamente en el ciclaje y capacidad de
superación.
En verdad – solamente es un cambio de estilo – lo
importante de Jesú – comenzó con un faro lumbrando
sus generaciones con todo lo que supo la humanidad
fenecida en los diferentes campos de las ciencias y artes
– y un compendio de sus más resaltantes pensamientos
filosóficos y ontológicos aunque en esta última, poco
aportan – en este cielo – el hombre poco exploró su ser;
por tanto era de esperar siendo los neo hombres
biónicos, transparentes y honestos – vulnerables.
Será fácil una introspección de su alma – aún
mirando a sí mismo en el espejo de los demás.
Me fue fácil para mí – apreciar sus más recónditos
de sus espíritus en sus más profundas manifestaciones
psíquicas.
He quedado maravillado – de sus lejandades de
sus almas – con sus miles manifestaciones – eran como
una memoria de la más sofisticada computadora – de
una ingeniería de sistemas – me hizo creer: Dios y el
Diablo son dos ingenieros de sistemas – “PHD” de
alguna universidad que en alguna galaxia existe; deben
de haber otros dioses del mismo grado académico
manejando estos sistemas en las remotas distancias de
la eternidad.
Yo humildemente – como ser pensante solo pude
plasmar dentro de mi limitaciones y el lenguaje poético
utilizado – me copié de Claudio – pues así hablaba
conmigo.
Así os dejo – este testimonio con mi puño y letra
para que algún día se lea.
La
humanidad
de
la
antigua
y
el
nuevo
Testamento y este otro que ha comenzado su regénesis
– en un nuevo paraíso – esta vez con Jhuly y Jesú –
dignos representantes de dos ciclos enlazados – en un
beso de un labio pintado – una rosa limeña y un hombre
hecho de polvo de uranio – por la mano de Dios y el
Diablo, un ingeniero de sistemas y un arquitecto de muy
alta creatividad el Diablo.
De la carne y el verbo de los humanos anteriores
a 2996 quise armar una sinfonía filosófica – ya allá en mi
galaxia de solamente sus mitos y leyendas armonías
místicas de sus avatares en un lenguaje inefable de
nuestra habla para eternizar lo finito – en ideas
incorruptibles plasmadas en letras de molde – en líticas
escrituras – o simplemente como hieráticas fantasmas
más allá de los lindes de la inmortalidad.
Sin allanar el profundo enigma del misterio
insondable de su realidad.
En una solemne liturgia de mis credos –
destapizando de los hongos que ocultaron su historia.
No solamente vía la última hoguera en torno del
cual dialogamos – los pueblos fenecen, pero las ideas
brillantes son diamantes eternos de luz propia.
Yo dejé: Una desolación de vida pero no de sus
ideas – flotaban en órbitas como satélites – algún día
serán captada con otros hombres de sensibilidad
filosófica poética.
No serán mustios ni hojarascas propensos a
desmoronarse ante la pátina del tiempo.
Nosotros escribimos en piedras – de neolita – solo
es posible borrables en un par de años luz.
Esas ideas tendrán su tálamo en mi conciencia
luego en nuestra historia intergaláxica.
Cuyo rutilar será perceptible por las mentes con
sensibilidad poética y filosófica por los confines siderales
posibles de la amplitud y profundidad de aquellos
pensamientos.
Como la divina eucaristía de nuestras aleluyas.
No habrá crespón ni mortaja para estos gratos
recuerdos.
Primero en el sendero estoico prematuro; luego lo
sublime y eterno.
Sabrá mucho a verdad y humanidad.
Y en los remotos infinitos y atmósferas etéreas se
escucharán los ecos.
Estoy seguro no los traje en el canasto envejecido
– de mi memoria – sino en impermeables mochila de mi
corazón e inteligencia.
allí están en el sacro reservorio de mi conciencia.
Aquel tumulto de pensamientos desenterrados de
la bitácora de la historia como un testimonio o
testamento que llegaron a mis antenas con pasos
acrobáticos; desde las noches eclipsadas hacia el alba
de la resurrección y renacimiento de lo que fui oidor y
testigo.
Sin la zozobra de la flotante duda, sino un flujo
pertinaz al porvenir espectral de una mañana.
Aunque encontré la tierra cataléptica – paranoica
y a los hombres locos y psicóticos – por eso dijeron la
verdad.
Los tengo en los estambres de mi flor preferida:
Una rosa peruana – un bello equipaje; con el
aroma, el perfume, la fragancia y la ternura y belleza de
esa flor – lo tengo prendida en el hojal junto a mi
corazón.
Vivita por el cariño eterno que la tengo sus pétalos
reverberantes – me dicen mucho de la ciudad jandín.
Lima – muchas veces coronada la reyna del
Pacífico.
Quizá algún día reflote – es mi esperanza y visión
cósmica.
El adiós y el reencuentro ya serán de nuestras
generaciones, de Jesú – Jhuly y la mía RHX3.
Yo en la cantera encontré mucho oro de
pensamientos – y en el calor de sus hogueras muy
buenos sentimientos – mis pupilas captaron los mejores
paisajes ante de la desolación y la naturaleza muerta;
una fisonomía de la más pura estética.
Créanme no fui un neófito viajero espacial – soy
un PHD lo que llaman Uds. – en filosofía allá – es lo
mismo creí también en la duda como un axioma del gran
teorema de la vida.
Más en mi ensimismamiento no diluyeron de mi
canasta derruida nada de lo sacro rescatable.
Están en el ápice de mi estandarte de mi devoción
– a este pueblo peruano – lo mejor que vi y oí – de lo
humano desgraciadamente fenecida – yo solo llevé en mi
equipaje – la memoria de este paraíso perdido por la
estupidez del tiempo y las circunstancias.
Hoy reverberan esas ideas en los ámbitos de las
mejores mentalidades de mi galaxia – pues eché un
mordisco – a la manzana del árbol de la sabiduría de
este pueblo – sin embargo no me echaron – si no fuera
por mi mujer – que también fue hecha de una costilla
falsa – de Adán allá se llamó – Adán nunca vio la
serpiente tentadora
- ni la chuchupe voladora de mi
destino sin embargo más los lectores que este escritor
amateur y todavía extraterrestre – lo entenderán.
Al fumar en mi pipa – un tabaco cubano (muy
bueno) en el espiral del humo – elevo mi oración a mi
cielo – dando gracias de haberme permitido – conocer la
tierra y cabe recalcar es hueca – es una especie de
bolsa – de foot-ball el interior está recubierta de una
piedra neolita tan impermeable al magnetismo y capaz
de soportar todo el peso de la tierra de afuera sospecho
ahí viven gentes que buscaron su refugio después del
hundimiento de la llamada Atlántida – dejando algunos
monumentos líticos – Machupicchu; la cabezas de la isla
de Pascua; los dolmos de Inglaterra; las pirámides de
Egipto; las líneas de Nazca; hoy diciendo existen pueblos
debajo de las arenas – anunciando son seres altamente
pensantes.
Creo los escabadores del petróleo no toquen el
nervio sensitivo del corazón de la tierra sería el colapso
de este planeta que tanto quiero – una copia fiel de la
tierra y respetamos nuestras profundidades también de
nuestros espíritus, aunque mi perro se meaba en mi
sombra.
A veces bailo solo con mi sombra – una marinera
limeña – esa sombra parece la cola de un cometa que
ha arrastrado con ella todas las imágenes de la tierra – y
bebo un pisco sour – con ella de las uvas de Ica – y los
limones de Piura – que traje en mi mochila – el gran
souvenir del Perú – el mejor retrato de ese mundo y ese
pueblo.
Ahora en el oscilar de los ondulantes senos de la
luz de mi lámpara de noche – aún recuerdo los senos de
Yolanda, la terráquea mía – hubiera querido dejar diez
hijos e hijas en ella – no fue así – pues la tierra cambiaría
de camisa – “con la teoría” – de nuevo y acomodarse –
que lástima, no dejé prole.
Más no me libraré de sus ligaciones atávicas –
con aquel planeta de indios monolíticos – de blancos
inteligentes; de amarillos vivaces y negros atléticos – y
sobre todo los de las comarcas indómitas del Perú
profundo.
Guardo en un cofre de oro del Perú mis lágrimas
nostálgicas – no permito que caigan al suelo – este cofre
no tiene filtro – serán testigos tengo presentimientos
estas lágrimas estarán intactas en la eternidad.
Pero si de la rendijas de mi alma ya tienen
muchas rajaduras sangrarán nostalgias, recuerdos y
vivos deseos de volver – como la oscura golondrina de
Becquer – para hacer su nido en un balcón limeño.
POST – DATA
La historia se repite – solo cambia de nombres y
estilos e histeria – y tienen sus apellidos, los de ahora:
El nuevo EDEN – ahora ANDEN
EVA – Jhuly EVANS
MOISES – MAISE – AMI
RUT – RUDDY FAN
LIA – MIA LUT
NOE – JOE MAIO
ABRAHAM – ABOM SUN
JESUS – YERU PEREZ
MARIA – TALIA NUN
ABEL – NOBEL BON
CAIN – MALIN GUN
ADAN – ODON SMITH
Para mencionar nombres – un vaivén de ciclos, tras el
limbo la primera floración; acariciado por el aire, enfermo
ayer, hoy rejuvenecido y sano – un estremecimiento
sensual
de
un
nuevo
amanecer;
de
súbito
la
voluptuosidad arma sus estilos y la antigua silueta
femenina toma sus nuevas medidas 100-50-100.
Los faunos exiliados vuelven a sus fechorías el
ángel necrófago el último sepulturero de aquel panteón
“Ultimo Motel” del ciclo pasado yo tomaba café aún más
amargo que ayer.
La brisa inerte despierta de sus pesadillas sueltas
sus alientos al realismo y El realivio tierno y fresco
mientras las flores van estrenando sus nuevos trajes con
diseños y colores de la nueva moda.
Las olas quietas y calvas reviven audaces
cubriendo sus calvas cabezas con algas frescas y
cardúmenes de nuevos peces y planctons de colores
cambiados
por
mamarrachos
el
-–el
pintor
Diablo
de
y
brocha
las
voces
gorda
de
agónicas
impalpables de las sirenas – solo se sienten las
canciones de los nuevos encantos y amores clandestinos
– mientras el péndulo del vaivén del tiempo siguen
marcando las horas relativas según las circunstancias de
los nuevos días y noches.
Las ideas sepultadas de los genios pensadores
salen de nuevo a reencarnarse en el éter cósmico
esperando ser captados por las mentes sensitivas de los
poetas y filósofos receptores de alta fidelidad.
Una abeja volando lentamente con su polen de
carga, aún pudo entregar los sublimes néctares – al
nuevo colmenar de ideas rescatables de ayer.
Los amuletos y talismanes en un aquelarre y júbilo
bailan “la danza de los esqueletos” dando nuevas
buenas suertes y augurios a la nueva humanidad.
La claridad atraviesa las sombras que huyen
despavoridas – como ovejas negras del lobo feroz – y se
diluyen en el vacío y la nada” la nueva luz del alba”
saludando al alba esta vez en el oeste.
La levitación de los fantoches de los prejuicios
estúpidos y equivocaciones de la humanidad fenecida –
se oyen los pasos en el aire – de la resurrección
fantasmagórica armando un nuevo cónclave en el limbo
de un vano de los últimos suspiros de los engañados del
otro ciclo, con un rictus heroico se apoderan de los
nuevos rostros todavía tersos – causando mohines –
gestos en las bocas y ojos de los neo-habitantes – “de
algo suspenso en el aire”.
El pájaro carpintero – que últimamente era un
perfecto ebanista – a puño limpio se abre paso en el
bosque virgen sus picos se han resblandecido – por sus
cargos de conciencia – de haber herido las conciencias
fitológicas de los árboles por 3000 años – cambiaran de
oficio de carpintería por watch-men de los bosques.
Y la somnolienta tierra como una mujer tras una
noche de placer aún desnuda se pone su nuevo babydoll rosado transparente de acuerdo a la nueva moda del
nuevo ciclo.
Los escarabajos arqueólogos están buscando
entre las ruinas – la historia pasada – no encontraron ni
un rezago ni osamenta humana – fueron incinerados –
por el tremendo calor de las fisiones de átomos en
megatones suficientes para atomizar a la nada.
Las estalactitas siguen bailando un ballet – en
trajes también transparentes a sus pequeños espacios
cavernales.
Y el viento glacial se ríe con contumisancia y
alevosía – y el yo glacial de la montaña con el calor del
nuevo hábitat y libertad – se deshiela en causes nuevos
– de ríos todavía puros y limpios como sus conciencias
orogénicas.
Y las cascadas dirán las nuevas notas celestiales
en do mayor.
La sensación de soledad y vacío se aliviara con el
bullicio de los niños infantes del nuevo siglo y de los
tumultos parlanchines de los neo-hombres – en un
diluvio de seres cantores y recitadores.
Las cabelleras de las nieblas umbrías ahora son
rubias al natural.
Y de los paisajes subterráneos del alma emergían
las nuevas imágenes estéticas de una poesía biónica y
electrizante.
Pude escuchar el inefable bostezo del vértigo
divino – de aquella “noche que se durmió Dios”.
Este mundo parecía un retablo de repente
encendido – una conflagración de luces y sonidos – de
matices y gamas biónicas.
Y desde una maraña – una mosca atómica
atrapada de mecha esterilizada salta en paracaídas.
Créanme – hay mucho de candidez del arquitecto
divino en la nueva estructura – después de haber hecho
a Adán de barro – un simple adove – con un tufo de vino
barato – con concupiscente diseño futurista – de un tipo
sin estómago ni corazón y tirarlo al nuevo mundo –
llamado ANDEN Jesú – “Un desalmado inapetente”.
En una geometría proyectiva de ecuaciones
empíricas de cálculo centimal – sin la topología de un
acabado – a pesar el material utilizado era uranio
neolítico.
He auscultado la alucinante concepción del neoarte de esos dos arquitectos socios amateurs – sin grado
académico – todavía están estudiado su maestría en un
par de años luz – serán los dos PHD´S – “doctores en
topología”.
Vi, se limpiaron los musgos quedando las rocas
lampiñas para los nuevos ecos metálicos para responder
a los vientos virgos todavía, pero ya mañosos traídos en
sus genes – no encontraron faldas; pero traseros calatos
y aprendieron a peñizcarlos y rozaban sus cojones en
rocas vivas – causando rayos, truenos y relámpagos a
mil leguas de distancias – las rocas tenían cicatrices de
antiguas heridas profundas de muchas guerras atómicas
las efigies solo cambiaron de formas – es cuando el
amor por la tierra – tipificada en el Perú se rendía al
recuerdo – convertido en una tremenda nostalgia – una
idea fija – de mi locura extraterrenal.
El nuevo horizonte estalla en antorchas y brasas
de los nuevos juegos artificiales de la fiesta al sol.
“Renacimiento”
Del arte desnudo, transparente y biónico.
Mas creo: El arte fue siempre indestructible – por
tanto eterno solamente mutante.
Se hacen nuevas fogatas en las pascanas de los
caballeros andantes del siglo – nunca más quijotescos,
solo sanchos pero no gordos, ni con colesterol.
El nuevo rostro del mundo no tiene maquillaje ni
remiendos – pero si algunos refinamientos del cariz
natural.
Las cumbres nevadas deshilaban agua de la
fórmula H202 más vivificantes para aplacar cualquier sed
de los seres vivientes incluyendo la tierra misma – el
mar, la atmósfera, tantos los espacios y tiempos.
Los sonámbulos huracanes en trajines del mundo
“Break Dance” con sus saltos acrobáticos de tifones
hasta la astrotósfera – tocaban con sus cabelleras el
cinturón de Allen.
No podrá conciliar mis sueños, comencé a
morirme de desesperanza – no era posible mitigar las
nostalgias – solo el rito a mi honor y dignidad intachable
soslayaba mis angustias “era como Claudio todo un
hombre” – solo que lloraba para adentro y enfermé mi
hígado y lastimé mi corazón.
Este mundo yendo de lo conocido a lo ignoto –
con la última verdad todavía muy distante – en espacio y
tiempo.
Conocer algo más era una espina convertida en
un aguja me incaba la imaginación.
Este eslabón de ochos horizontales más existe
también un espiral o caracol a dos infinitos, más allá y
más arriba, más los espíritus ya no caben en las órbitas
de la eternidad muchas fueron sacrificadas por una
eutanasia celestial.
El mar fluía feliz con su nuevo corpiño de seda
blanca más sensual y transparente – el nuevo aire tenía
calzoncillos acondicionados con cierre atrás – parece
gay – eran tenues y mostraban sus azules genitales.
Estoy seguro – el arte es otro elemento de la tierra
así como al agua, el aire – el fuego.
Sobre todo la música y la literatura la reyna de las
bellas arte – elementos inmortales de este orbe sin
cotejos genéticos ni ocurrencias peregrinas – pero van
en un eterno “Encrescendo” a la perfección.
La nueva procesión de estrellas, un magno rebaño
– bajando por el puente de nácar de la luna a pastar en
estas nuevas fondas del imperio de Dios y el Diablo.
Me estoy perdiendo en las sombras incorpóreas
tardías, me estoy perdiendo en el bosquejo de una
penumbra de mi noche rezagada – de esta mi geografía
trágica y la sutileza quimérica y binaria de mi existencia y
mi muerte dual.
En mi agonía vi las nubes desnudas en singulares
bikinis tomaban sol – en mi cielo y sobre mis montañas.
Se rescurría el velo de mis párpados – viendo la
última verdad – gases asfixiantes en una emboscada
invadieron mis espacios.
La lluvia piadosa apenas hacía sus enjuagues
furtuitos como mis lágrimas.
Me habían asesinado la alegría – me decían las
muecas terribles de mi rostro en mi agonía.
Mi piel convertido en andrajos de badana – no
comprendo – nunca fui sinvergüenza por mi dolor –
parecían los colgajos carcomidos por el abuso sexual.
Mi tiempo se había hecho hilachas por el tonto
uso de mis horas y era quimérico el tinte usado por el
pintador de la muerte.
“Un paisaje de mi naturaleza
muerta”.
Este día rezagado con tardías penumbras de
arrepentimientos y apegos a la vida – “No quería la
noche con absurdas esperanzas”.
Dos ángeles y dos diablos vestidos de negro frac
– los primeros con camisa blanca y los otros con camisas
rojas – ambas parejas con corbatines negros – los
segundos tenían metidos los rabos en los bolsillos
izquierdos – venían a cargar a la humanidad en hombros
– simbólicamente mi cadáver en un catafalco singular
“claro: Todos los muertos son buenos – yo no era la
excepción”.
En mi última mirada vi el fantasma de Claudio –
iba a dar al discurso funeral sin concurrencia de amigos
ni familiares – estaban todos muertos; no cabía la
orfandad – pero si muchas difuntas viudas de mis
amores libres “solo faltaba un epitafio sobre mi tumba”.
“Aquí yace RHX3
el escribidor
y profeta del tercer testamento”.
Casi al final – un niño – metáfora de un picaflor;
de ojos violeta – y dedos de terciopelo; llamado – ADUL
– padre de Claudio – un día voló al cielo, habló con la
corte celestial – de los problemas de los hombres; un
pliego de reclamos a la eterna justicia:
1) Que: El trabajo era indigno del hombre, ganarse
el pan con el sudor de la frente; convertía a este picaflor
en un modesto ganapan.
2) El Matrimonio – un sacramento contra natura –
esclaviza a los hombres a un destino con la perdida de
su libertad y el habla, dos dones sublimes de este ser.
3) Los mandamientos de la ley de Dios no son
compatibles con la vida de estos picaflores – libres como
el viento y picaflor de naturaleza.
4) La ciencia y la tecnología no es para su bien,
sino para su destrucción.
5) La política no busca el bien del pueblo, sino los
intereses de los pequeños grupos de poder.
6) Que el dinero, solo ha conseguido hacer
miserable a las grandes mayorías.
7) Los hijos de probeta nacen sin alma ni corazón.
8) Que las drogas en esta vida: “Que es un bello
sueño nos conducen por ensoñaciones enfermas”.
9) Que la velocidad ha privado a este picaflor –
símbolo del hombre de su virtud de contemplación para
tener pensamientos profundos.
10) Que el vino ya no era de uva y las mujeres
son las costillas falsas de Adán Pérez (apellido de
ADAIN) porque Dios le dijo perecerás.
11) Que el último átomo fisionado es el terror de
estos pájaros, en vez de ser la solución para sus
problemas energéticos – son para la guerra.
12) Que, el perro no lo quiere al gato, el ratón ya
no come queso, solo los tontos pagan impuestos, solo
los ilotas e idiotas tienen destino, los militares son
hombres con miedo (andan armados y disfrazados), solo
los cándidos dicen la verdad, los ruidos no dejan dormir,
el dólar compra corazones, que el periodismo es
parametrado.
Bueno cuantas cosas, en realidad – no son
problemas – cositas que Dios o el Diablo nos ponen en
los caminos – para que este pájaro – hombre tenga en
que entretenerce y pueda usar su cabecita – de otro
modo no tendría sentido la vida.
El quiere que la luche – para encontrarle sabor a
su existencia en buena lid y salga vencedor sudando la
camiseta con vergüenza y pundonor deportivo, para no
comer un pan con soledad, sino una torta o un panetón –
dando gracias a la vida; en este valle del Señor –
buscando la dicha todos los días y defendiéndola todas
las noches, bajo la luz sutil de la inteligencia; su
imaginación creadora y voluntad de alternativas en los 32
puntos de la rosa náutica, cuyas derivas casi todas son
del bien y una sola del mal – el infierno de estos pájaros.
Más cabe de vez en cuando platicar con él – para
cambiar ideas o simplemente para tomarse un vino de la
damajuana de su parral de una sola bota o un vaso de
chicha – porque Dios es peruano – de la tinaja del
pueblo nuestro – mientras se discuta con calor de la
inmortalidad del mosquito o de la pulga bailarina de un
ballet ruso.
El hombre es una ave – ha forjado su divinidad y
su gloria por un calvario a lo largo de toda la historia
pues en un principio – solo fue HUACO DE BARRO
modelado así no más, por dos alfareros de mal gusto; el
tiempo y el espacio para luego convertirse, por el dorado
del tiempo y el plateado del espacio – en una obra de
arte celestial – hasta convertirse en casi un Dios – por
derecho
propio,
sin
recomendaciones
de
la
omnipotencias, ni las aves Marías a la virgen.
Una omnipotencia obtenida por mil siglos de
ejercicios – luz depurada por un millón de genes – que
lograron cada vez más claridades en su inteligencia
capaz de comprender los recónditos misterios del
universo externo e interno del alma del hombre – con un
corazón que late, afectos y sentimientos nobles – una
mente para idear nociones fecundas del arte y la filosofía
y de los mundos ontológicos y metafísicos – para
convertirse en un picaflor divino – capaz de amar una
violeta (costilla verdadera de Adán Pérez) de ternuras
plenas – para libar y extasiar del amor eterno.
Ese niño, ojos color violeta y dedos de terciopelo
se hizo mayor y dueño de su destino – como un simple
hijo de vecino – sin desentonar con los hijos del pueblo
por ser hijo de Dios – se bautizó ya hecho todo un
hombre y tomó el nombre de Adul, más pobre que un
maestro de una escuelita nocturna en un rincón del Perú
– con solo terno reversible – más lustrado que zapato de
diputado – lo volteado los domingos para ir a misa –
tomaba con medio pan el desayuno y un pan entero solo
en sus cumpleaños – sin embargo no fue oído por Dios –
ya saben Uds. el triste final.
Como todo joven picaflor tuvo sus amores, así de
flor en flor – libando néctares y miel dejaba en ellas, una
sensación distinta, divina – por eso todas las florecillas
querían ser favorecidas y lo extasiaban de néctares
hasta quedarse envanecidas y poseídas, derramando
sus aromas hasta quedarse agotadas del amor y
ansiedad. (Adul fue padre de Claudio).
Todas quedaron en cinta y así la tierra se cubrió
de niños nuevamente ojos de violeta y dedos de
terciopelo – con perfume de violeta sutil – con sabor a
humildad y ternura – y la tierra otra vez un jardín, hoy
llamado Edén – nuevo paraíso para estos pájaros.
Seguramente
fue
oído
–
ya
no
por
los
equivocados, sino para las nuevas generaciones a partir
de Jesú y Jhuly.
Las flores que fueron madres se sentían princesas
de flor – por haber sido poseídas por el picaflor hijo de
Dios – sacaban pecho orgullosas así aparecieron sus
senos – como dos gamitos corrieron al cielo – sus
pétalos tomaron colores de grana y escarlata con
perfumes eternos – pero las otras que quedaron tirando
cintura en esta fiesta del picaflor; les crecieron las nalgas
por quedarse sentadas para vestir santos profanos de
cualquier valle o rociaron sus néctares al suelo – como
miel para hormigas plebeyas y sus aromas al viento o
haciendo el amor con picaflores terrestres en amores
comunes y mundanos para parir picaflores proletarios,
esclavos para servir a los príncipes y reyes de ojos
violeta y dedos de terciopelo.
Así nacía – la nueva burguesía – y el proletario en
el nuevo valle fuera de Adán.
Así aparecen las clases sociales que tanto mal
hizo a la ornitología humana – estos ciervos tenían que
trabajar para su amo o aprender oficios y profesiones
para poder salir de la esclavitud y muchos se fueron a los
burgos – nombraron su alcalde llamado Mayores y se
hicieron burgueses – a costa de sangre y sudor y
lágrimas.
Algunos con capacidad académicas – con un faro
en la mano derecha – un currículum vitae – heredados
de ayer – estudiaron en una universidad carreras
liberales científicas y técnicas – para ver un mundo mejor
a fuerza de quemarse las pestañas adquiriendo nuevos
conocimientos suficientes para ver algo mejor en esta
vida.
“Era
volver
a
la
dimensión
humana”,
con
honorables profesiones, médicos psiquiatras u otras
profesiones modernas en los campos; cibernéticos e
ingeniería de sistemas – para mencionar; la electrónica,
la computación – planificación – concluyeron – no era
sino la sofisticación estúpida de la civilización anterior.
Ahora valía dotes de la imaginación creadora – la
sensibilidad artística y el sentido estético de la vida –
valía los pensamientos contemplativos, la sensibilidad
superior – los conceptos profundos y eternos – las
verdaderas pautas para conocer al hombre y a Dios.
Luces que alumbraron el camino y los senderos
del futuro.
No niego los habían “pájaros”
a más de los
pechos – amarillos – los gorriones, los pájaros bobos –
los picaflores – las mansas palomas – los carpinteros –
los tordos – los búhos noctámbulos – por decir unos
cuantos.
Los habían pájaros con preocupaciones sociales
se convirtieron en líderes como Moisés, Jesús – San
Martín, Bolívar – solo con otros nombres, pájaros de gran
categoría – a conducir pueblos hacia la libertad.
Los jardines de tierras fecundas las plantas de
verdes hojas – fabricaban clorofila con las caricias de los
rayos solares y el claro de luna, convertían toda la sabia
bruta en sabia elaborada y vivita – para nutrir las plantas
= floreciendo corolas y pétalos – para que liben los
picaflores haciendo de la tierra nuevamente un enjambre
de amor.
Un día Adul – se dio cuenta – volaban picaflores
que no tenían ojos de violeta, ni dedos de terciopelo;
sino ojos azules y dedos de pétalos de rosa – hijos de
otro picaflor de un jardín junto a un lago azul, en cuyos
contornos habitaban rosales – de bellas rosas olorosas y
fraganciosas porque las flores, amores de picaflores –
ojos de violeta, le sacaban la vuelta con picaflores de
ojos azules y dedos pétalos de rosas, llamados
Rosendos; de los jardines de Europa – el tiempo y
espacio, dijeron al espíritu de Dios, hablaron con Adul –
para decirle que Adul sentará cabeza y formará su hogar
y que se dejara de gitanerías, bulerias y fandanguillos.
Una mañana muy temprano salió Adul a sus
correrías mundanas en busca de nuevas flores y
novedades
amorosas,
hartado
de
rosas,
dalias,
margaritas azucenas, se fue de la ciudad al campo
revoloteo por los bosques y cañadas y en el rincón más
triste – vivía una flor salvaje – en medio de abrojos y
espinas – se llamaba Yolanda; sin embargo era la flor
más delicada de este mundanal suelo, de aroma muy
diferente de hermosura sin igual – pero inaccesible – era
solitaria y salvaje – solo esperaba un divino ultraje.
Era difícil hablar con ella pues era tan bella que
todo picaflor cortejante se quedaba mudo.
Hablaba en verso y poesías – no quería zambitos
y gerga de picaflor leía poemas de amor en Esperanto –
y otros idiomas modernos también era la flor más culta
de este valle de Señor – decía que su príncipe azul sería
alegre como un español, trabajador como un alemán y
un perfecto gentleman como un inglés – y la zalamería
de un peruano.
Adul; picaflor de flores fáciles – el cid campeador
de flores prostituídas y sacavuelteras o de flores
sensuales le llegó la hora “cero” se enamoró como un
Turco y juró “esta flor será mi esposa” aunque tenga que
renunciar a mi sacra libertad mi divinidad o tenga que
trabajar o empeñar mi majestad de ser hijo de Dios –
desde ese mismo día – se convirtió en Sirio – más
plantado y firme como un roble – pretendiendo
apasionado y desafortunado.
Más tenía lo que quería aquella flor.
Era un lejana estrella – difícil de llegar; aprendió
castellano, Esperanto y que se yo; muchas lenguas y
dialectos más por amor que talento – fue a estudiar a
Oxford – Harvard, San Marcos, para graduarse de
gentleman buscó chamba en Alemania –para trabajar
como Oto.
Paso por Salamanca par estudiar a todos los
romanceros del siglo de oro, se hizo torero, bailador y
cantador – aprendió a tocar guitarra, piano.
Se aprendió de memoria las rimas de Becquer –
Zorrilla – José Manrique – Osnayo y por si acaso se
muera, leyó a Homero para idear un rapto de Helena –
buscar su talón de aquiles, valsesitos criollos – aunque
ella era una charapita por eso de pasito a paso; se
compró un caballo de paso se disfrazó de chalan –
aprendió a cocinar – se compró un par de mandiles – un
saco largo – “juro ser un ratón de un solo hueco” y si le
salía un rival; huainito, tango y la cueca.
Se bañó en agua de rosas – se hizo los bigotes,
se bañó en muña contrató a los mejores mariachis con
los guitarrones más grandes de México querido para
cantarle las mañanitas – contrató a Rafael – al Puma, a
Placido Domingo – para que le canten sus cuitas de
amor aprendió de principio.
Al fin a carreño, a maldita sea su suerte Rosendo
el pájaro de ojos azules, caballero inglés, buen
navegante le estaba adelantando muchas leguas y
nudos, culto y psicólogo – con maestría de las costillas
falsas de Adán Pérez sobre todo de las mujeres bonitas
había leído e cabo a rabo a Shakespeare, Lord Byron –
conocía mucho de Romeo y Julieta – de Dante y Beatriz,
Ollantay y Cusi Coillor.
Por consiguiente estaba próximo a ganarle la
partida de Adul quien ya estaba más loco que una cabra
– de caliente y pasión.
Una tarde de primavera todavía se encontraba los
dos en la pampita del medio-mundo; Tirifilo y carita
quedaron chicos ante esta pelea pico a pico, con cuchillo
y navaja; judo, karate, duelo a espada, pistola – jugaron
a las cartas, a los dados – desde ese atardecer hasta el
amanecer.
La lucha era igual a igual – todo era un empate,
no había vencedor ni vencido, cuando fatigados y
doloridos al final se fueron a libar un trago – en un bar de
la huerta perdida – cerca a un campo santo – las
maravillas; es cuando entró al bar sonriente y sacando
pecho, cholo un picaflor zambo de madre humilde –
tamalera – hijo del pueblo, más un gran señor – picaflor
fraguado en una buena educación de la vida misma a
fuerza de estudio y trabajo un perfecto caballero los
invitó otro trago – unas chelas heladitas al polo y les dijo
acepten con filosofía, esa flor es mía y será la madre de
mis hijos – del hijo del pueblo en flor silvestre – acabo de
casarme con ella y somos felices – sacó de su bolsa un
paquete de tabaco cubano y tres pipas muy finas y
fumemos la pipa de la paz.
No podían ser Uds. – los dueños de su corazón –
esta flor del charco es flor muy delicada necesita brazos
fuertes para protegerla y amarla – porque Uds. no han
hecho nada por Uds. mismos por tener sangre azul, ojos
color violeta dedos de terciopelo, ojos azules, dedos de
pétalos de rosa; ella prefiere los ojos negros de dos
noches oscuras dedos de bronce de hombre fuerte y
trabajador y una inteligencia forjada en la universidad de
la vida.
Así la nueva tierra se pobló de picaflores de
plumajes negros – hijos de la flor salvaje (Yolanda) y
crolo pájaro proletario.
Luego vino la democracia y se mezclaron los
pájaros; se originan las razas y los mestizaje de cholos,
zambos, amarillos – una colección de campesinos y
ciudadanos
un
sancochado
de
razas
de
difícil
entendimiento.
Nacieron
los
problemas
discriminaciones.
El blanco odia al negro
el aristócrata al plebeyo
raciales
–
las
el ñato al narigón
los nazis a los judíos –
Otra vez los hombres del nuevo mundo cavaban
su nueva tumba la tierra se viste de luto y Cristo a
padecer.
Un 12 de Agosto de 2996.
Y el mundo sigue andando pero esta vez contra el
reloj me doy cuenta recién nada es estático, todo se
mueve.
Tras el faro heredado por Jesú – del pasado solo
fue compendio de interrogantes al devenir verdad los
conocimientos son las materias primas del pragmatismo
y la erudicción – vienen a ser la estagnación un
detenimiento infeliz – la creación de la pereza humana –
hubiera preferido la ignorancia de Jesú – con un faro de
luz para alumbrar y seguir descubriendo de los nuevos
imposibles – que sin ellas este nuevo amanecer – no
sería el otro paraíso terrenal.
La continuidad poética – por las distancias
insospechables – de la imaginación creadora – será el
acicate – para la continuidad del universo y de la
humanidad “For ever and Ever”.
Pues la recesión, el detenimiento de lo alcanzado
– es la muerte súbita de todo o la inercia.
Jhuly trajo de la humanidad fenecida:
La ternura de una flor y
la coquetería limeña.
Y con el faro y el nuevo corazón – han armado
con Jesú una regénesis – y no será la última palabra –
tampoco será un retroceso.
Por lo menos un nuevo mundo – ya sin
cucarachas – por fin encontraron su waterloo – no hay
más excremento después de cien millones de años ni
tampoco habrán “gays” el neo hombre no tiene ano.
Aquel pretérito transcrito en un futuro casi perfecto
– no quedará de la demencia hendida en el espíritu
indefinido del devenir – pues vendrá con sus propias
locuras.
Aquellas serán ausencias sin retorno sepultados
en el olvido – nunca existió anillos de compromisos entre
los cielos – ni divorcios – solamente el repudio y
pequeñas trampas de telarañas de insomnios furtuitos e
imponderables de los nuevos adolescentes.
Los mitos y leyendas lo congénito traído en los
genes sin la asfixia de las contaminaciones poluladas de
la historia fenecida.
Se verá algo de las cicatrices de la dignidad
enyesadas – de fracturas accidentales.
“Todo tiempo tiene sus traumas propios”.
Se han anudados las gargantas de sus gritos – no
podrán nunca más vociferar en esta mañana – sus
protestas.
“Ellos no tienen derechos humanos”.
Porque habían acuchillado sus cuerdas bucales y
fulminado la libertad – y el derecho a la palabra.
Sin embargo – aquí os dejo de lo que fue que será
la nueva humanidad – como un verdadero testimonio de
lo que vi con mis ojos y mi pluma imparciales y
extraterrestres.
A estos seres de ayer y hoy pensantes, hablantes,
obrantes y con ínfulas de libertad – con ligeras ideas del
bien y el mal y unos pocos con el sentido estético de la
vida y una divina y diabólica imaginación: Llamados
hombres.
Frutos de la ovulación de un espermatozoide no
siempre el mejor y muchas veces en óvulos prostituidos
– los que fueron hijos de bragueta y estos últimos hijos
de probeta.
Un ente salvaje auténtico – pleno de maldades;
asesino depredador maldito – con un poco de maquillaje
de bondad de la civilización – soslayando así su
conducta – criminal con tres candiles de luz; la ética, la
estética y la lógica – que lo convirtieron a unos cuantos
en seres humanos – la mayoría todavía no han podido
salir – con un eterno atavismo a su salvajismo congénito,
ni librarse de la atracción terrestre su hábitat eterno.
Sin embargo ya tienen un buen bagaje de culturas
e historias.
Seguramente alcanzará su divinidad – después de
todo – el hombre es hijo legítimo de Dios.
En el mejor de los casos – si utiliza su inteligencia
para poder sobrevivir en coexistencia con la natura –
pues el hombre es solamente un engranaje de la vida – y
es un mito, ser el rey de la natura.
Ha vivido a espaldas de su realidad atávica y
dependencia del medio ambiente.
El futuro parecía incierto – cabe la extinción y
luego un renacimiento y los artífices son la natura y el
hombre – las razones son obvias – en el ciclaje de los
instantes geológicos.
Las extinciones de los mastodontes, dinosaurios –
seguirá del homo-sapiens y toda su comparza viviente –
otra vez nebulosa – luego un nuevo Jesú y Jhuly en otros
paisajes terrenales – por los siglos y los siglos.
AMEN
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