JHULY La última mujer de la tierra Luis Osnayo Vargas PROLOGO El hombre desde el comienzo de la humanidad hizo tantas cosas para auto-destruirse y de paso, su medio ambiente. Así llega el año 3,000 – su fin – y de todo bicho viviente mas por una casualidad queda sola una mujer: Jhuly, hija de Golda y Claudio. Los dioses – le fabrican un hombre; ya no de barro, sino de polvo de uranio, un ente eléctrico biónico y transparente – ya no le pone estómago ni corazón, grandes defectos para sus hambres y pasiones, motivos de su degeneración – más los dioses le piden a Jhuly tres cosas rescatables de esta humanidad fenecida. Ella solicita una rosa; con todas sus espinas y aromas – un lápiz labial y un espejito. Es decir la ternura de una flor; la coquetería de mujer – en un rouge de un lápiz labial y un espejito – amigo inseparable de la mujer de nuestros tiempos. Y al él también le pide tres deseos - dédme un corazón que lata mil años; un faro en mi mano derecha con toda la ciencia y arte de la humanidad fenecida y una botella de whisky para chupar con ésta – así comienza el tercer testamento del hombre sólo con otro nombre. I La especulación de la composición de la naturaleza del universo y la ubicación del hombre en este contexto un ser con satisfacciones personales, cuyo egoísmo condujo al vasallaje irracional y brutal de la mayoría humana germinando también en el materialismo despiadado; la naturaleza como parte vital de todo; pierde su ubicación como tal, pues la voracidad de los hombres desbastaron su medio ambiente y contorno – le debíamos muchos agravios, sin propósito de enmienda y gratitud a sus bondades – los alcances científicos y sus aplicaciones tecnológicas eran para la maldad – lo bueno quedó en el lado oscuro de la bitácora del tiempo – el sentido global del homus economus – hizo girar la tierra entorno al dinero vil corruptor del hombre – los enlatados y los desechables reemplazan lo natural – y de todas las extravagancias del hombre llamado “moderno” venía la extinción de la especie – los recursos son finitos e irremplazables por lo que al final del siglo XXX no tuvieron donde ir – y acudir. En la cronología divina, sólo era la noche que se durmió Dios. Se sabía algo del antiguo testamento en algunos relatos plasmados en la memoria de los tiempos idos – y aquellos del nuevo testamento en la bitácora de la era cristiana – en el relato de los evangelios – que aceptamos como verdad – como una revelación, esta vez – para los criterios diferidos de la fé – y las profecías. Culminaba el siglo XXX de esta era – con ciertas falacias; de mentalidad de homus economus – cuyo escenario era – la vedette – el dinero. Claudio – era un Dr. PHD en geopolítica – él sabía que últimamente en la tierra – se vislumbraban cuatro poderes; más o menos equilibradas para mantener un equilibrio de fuerzas – la iglesia; con varios millones una enorme cantidad de bienes raíces – un sin número de estúpidos feligreses metiendo los dedos en la pileta del agua sucia, llamada agua bendita – bendecida por cualquier falsario e hipócrita cura de una parroquia – multitudes haciendo catarsis en falsas confesiones y avemarías de castigo – se habían arreglado los santos evangelios a sus intereses peculiares, eran pues dueños de un poder – con la cabeza – del viejo papa de turno se golpeaban el pecho – se postraban de rodillas – convencidos que este era un valle de lágrimas; creídos eran unos míseros insectos que no tenían del llamado de Dios – un poder acumulado por mil años – apenas quedaba en la noche de la humanidad – las verdades cristianas de las catacumbas en la noche oscura de cristiandad. Los otros: los judíos, masones y maricones, total cuatro. El Dr. Claudio a más de ser un gran geopolítico era un teólogo – de ideas esotéricas, pero no líricas – tenía su grupo – de gente experta en muchos campos del conocimiento – científico , filosófico, metafísico y muchos de los campos ontológicos – sin olvidar la poesía y las demás artes del sentido estético de la vida – puedo mencionar algunos nombres sin sus apellidos; Alberto; Guillermo – Oscar, Teresa, Yolanda, Liliana – no eran muchos, pero todos ellos dignos personajes de fines del siglo XXX. Claudio con augurios y presagios de la vida y la muerte – sólo quería fabricarse un epitafio – del significado de la vida; lo que no era difícil de encontrar, una aparente epígrafe, de su sencilla imagen – de su existencia, por ironía no fue muy fácil que se diga. El era un panchito de los bolsillos rotos – dueño del vacío y la nada y de pensamientos locos – o un “Domingo Ramos” – el hombre del Campario – en la metafísica del gallinazo – que alguna vez tuvo la mirada vertical de esta sociedad de consumo – se hacía el uno y el dos en sus veredas sobre estos pueblos; últimamente no miraban el cielo, embuídos de la salsa de “homo economus” donde la vedette es el dólar en todos los rincones de la tierra – así, pues, Claudio tenía otra dimensión para sus ojos y su espíritu contemplativo – aunque según cuentan, nació de pie, y sus primeros pasos fueron de peatón; caminó descalzo – palpando el calor de la tierra; la frescura de la hierba – de los campos secos y mojados; los dedos de sus pies fueron antenas al infinito y sus espacios del más allá; con radares y ecosondas a las distancias internas y externas – conocían las piedras del camino – nunca pisó la mera mierda – anduvo apurado y a veces despacio – para contemplar en sus detenimientos los paisajes bellos de la vida – claro sus pies cargaron el peso de su cuerpo y de su alma – con un peso neto de mucha sabiduría – por lo que jamás se quejó de su carga – pues las taras y los lastres se decantaron en los caminos recorridos y de su genética por una depuración congénita o defecados al momento, en suspiros y flatulencias y muchos pestíferos excrementos. En estos momentos, las sienes de esta tierra izaban ya banderas blancas en un armisticio a la brega y franca lid del batallar enorme a pecho pelado de su verdad desnuda – pues alcanzaron momentos de estoicismo y gran sacrificio – y en sus arrestos y el Clan de su voluntad jamás cesaron – seguirá siendo un Aladid – o un Cid Campeador – o Llanero Solitario. Sin embargo, existían ya las arrugas en su rostro resquebrajado haciendo juego con sus rayados colgajos pues las barrenas del tiempo metafísico habrían hecho mella – y habrían muchas brechas buriladas por el cincel de las hechas tratando hacer de él, un estropajo – sé por aquellos cauces corrieron sudores, lágrimas y tinta – mezclados en sus glóbulos rojos y blancos, muchos de ellos brotaron de los puquiales de su corazón sensible y honesto a sus avatares – las curiosas gotas de la vida misma y las resacas vespertinas de su razón pura. Una tarde Claudio caminaba de la mano de Golda su amor sublime y sin barreras y prejuicios del momento histórico – contemplaban los cristales de una pecera un pecesito de colores clamaba libertad con suplicante mirada no sabía porque era prisionera y por ahí cerca – entre las rejillas de una jaula, cantaba tristemente a su cautiverio un ruiseñor – acechado por un gato maula – con ínfulas de libertador – eran las metáforas de hombre reducido en sus espacios geográficos, país, pueblo, bandera, himno, un partido político, un sacramento, un principio, un salario, una cucaracha pululando dentro de una margen ridícula y pequeña de su vivienda – en el mito del eterno retorno a convertirse otra vez en un mero polvo o barro pestilente y yerto. Pues la libertad es como la liebre rauda, ágil; pero propensa a dejar de ser libre, por algún percance que nos acecha por doquier – y algún momento insospechado pues Claudio, una noche de un claro de luna – cayó entre los tiernos brazos de Golda – suficientes para un eterno cautiverio – pues perdió su libertad – sólo le queda ella o la botella – tremendo dilema humano. Pues el hombre tiene dos defectos grandes de fábrica – estómago y corazón una configuración binaria de hambres y pasiones puede perder su dignidad y hasta su virginidad. Claudio era Apurimeño – y Golda Loretana – mas así como el Orinoco hace aguas cerca al Amazonas – Claudio se hacía el dos en el Apurimac, “la voz de Dios” era su filosofía hacerse el dos – en medio mundo y lo otro guardaba con alevosía para limpiarse el trasero – aunque le faltó excremento – últimamente comía poco – no tenía apetito tampoco y mañana no será el momento. Tenía sus motivos y la insania la contaminación de su ambiente la obnulación de su mente en este último trecho de esta travesía. La anorexia del apetito sexual de la estúpida continencia – de un eclesiástico celibato contra natura – no funciona contra la sensualidad de Golda – una mujer bella y joven – capaz de convencer al más casto varón del siglo XXX – prestó a fenecer – en un principio al conocerla – se encabritaba la sensualidad como una terca mula valenciana – sin embargo su conciencia sangrienta y percudida como un calzoncillo de pescador – pues el no era el lobo con piel de cordero para acosar las ovejas descarriadas con tormentas en el futuro de pronóstico reservado. Pronto Claudio tenía que precipitarse como en un vacío con los apetitos guardados de una sensualidad – para desvanecerse en las entrañas de ella – las veces que ella la pedía. Aquel matrás metafísico, al rojo vivo, forjaba sus versos muñecos de barro, adobes y ladrillos y su vida pendía de la punta de una espina – aguja insertada de un hilo – cuyo ovillo de inquietante lino – se tejía de dulce poesía de su amor por Golda – con la esperanza – que andarían el resto de su vida – asidos de las manos; como Dante y Beatriz por los caminos azules de la gloria – por los siglos y los siglos, mientras en el día pasa casi destartalado que apenas mugía sus diástoles y sístoles, latidos apagados del tardecer de la vida – mas sus niñas pupilas – eran mariposas de luz – enredadas en el mágico telar del ensueño – como abejitas de miel – que dejaron los vientos – en una copa sagrada de su pensamiento – y los rocíos lagrimales – resbalando por sus pupilas y mejillas – arrojaban pedacitos de su corazón – en estas horas tardías de la humanidad – y la tierra que estaba por cambiarse de camisa después de un millón de años – poco antes; Claudio veía la multitud desde un campanario – su torre de cristal – unas cucarachas humanas – piando aquí abajo en la basura de una sociedad de consumo – ahí bostezaba su estómago se equivocaba de salida – se podía hacer el uno y el dos desde ese campanario – aprovechando que nadie ya miraba al cielo – él platicaba con su yo antagónico – metáfora de un gallinazo muy locuaz y sincero – real y pragmático – su vida retirada en la altitud – su mirada cónica y vertical a la humanidad era contemplativa y de amplia magnanimidad. Aquí abajo abundaban – muchos cornudos de buena hechura – otros no lo mostraban porque eran descalcificados – víctimas de la banderillas y de las adúlteras espadas – desfilando al camal – tiradas por diestros monosabios y las carcajadas de las canallas – mientras las lolas con mantillas y encajes – sentadas en palcos – aplaudían al espada dueño de las orejas de las cornúpetas y los rabos de sus mujeres infieles. Estoy hablando de estas cosas para ver la otra cara de la luna – Golda la parte grata de esta historia. Aún por las resacas de su hígado se ahogaba en pura hiel – merodeaban por ahí las moscas – sabemos que ellas buscan sólo dos cosas – la miel y la mermelada – su alma seguía siendo una pirca de piedra – con argamasa de barro – en un diseño cubista del estilo de fines de siglo – sencillo y llano – se había superado el barroco y churrilleresco de tanta fantasía – configuraciones y refinamientos de estos ámbitos y momentos – pues la descarada luna – no le había mostrado la otra cara – por supuesto su hígado zapateaba un break dance con una música rap. II La fauces de la segunda noche de la humanidad engullía la luz para rumiarlas en la sombra - rebuznaban las bíblicas cabalgaduras el discurso funeral – y el celaje con un pincel vespertino pintaba la naturaleza muerta en el cielo todavía azul – los últimos rayos de sol se descomponían en un arco iris - un medio mundo se vestía de luto – como una viuda alegre esperando otro nuevo día – una nueva aurora – no había muerto del todo la esperanza – tras esta oscuridad se esperaba un amanecer – se anunciaba en el tiempo y espacio metafísicos, un nuevo cielo a la historia – una niña para ser la nueva madre de la mera Eva – de un tercer testamento en otra dimensión todavía desconocida – la bautizaron cristiana – con el nombre de Jhuly – nombre inexistente de - mujeres del milenio pasado – salvo de Golda Endira – de las mas significativas en los campos políticos de entonces, todavía vivientes en las mentalidades humanas de la época – de la lucha de las razas; muchos pueblos altamente sofisticados empezaban a vivir a la dimensión humana – no mas aparatos ni computadoras y cibernéticos – empezaron a comer con los dedos andar con pies descalzos – palpando el calor de la tierra – se hacía el amor sin miedos ni preservativos pues no habían motivos al albedrío – hablante y libre – sin embargo – no mas había cáncer ni sida – pues habían quedado muy poca gente en este valle – la mayoría murieron de estos males – maldiciones de la creación – todo aquello pertenecía a un pasado denigrante del hombre y la mujer – idos con el tiempo – con sus días y noches y con sus degeneraciones adquiridas. Aún de las barbas lampiñas de sus montañas de su Perú – colgaban algunas pajas – y por sus mejillas destilaban cristales desde sus cumbres nevadas – mientras los rocíos primaverales – resbalaban por las mejillas tersas y tiernas de Golda – algo así como una rosa primaveral –mas allí abajo en los valles eran riachuelos cargados de turbulencias y desde sus remansos trepaban los salmones por las cuerdas enredadas de los chorros de las cascadas hasta una laguna azul allí en la cumbre – hacían el amor itiológico y luego del banquete nupcial entregaban el espíritu de salmón al Dios de las alturas; para los entes y feligreses gustan de ir contra la corriente – la metáfora de la humanidad equivocada de este ciclo. El sapo; en un charco tenía su oficina – era el último meteorólogo – del tiempo atmosférico y el tiempo cronológico estaban croando su final – el sapo sabía de lluvia, tifones y tornados diciendo a sus treintiséis vientos de la rosa náutica; treinta y cinco derroteros van a Roma – la metáfora de la felicidad y una sola a la gran vía – símbolo de la perdición del hombre y la mujer – el sapo tenía un lápiz en la boca – para defenderse de los reptiles rastreros humanos que se arrastraban por estos suelos maltrechos – defendiendo solo así, su vida y su pequeño espacio en este charco. Ayer nomás era un renacuajo convertido en un anuro anfibio – había perdido su cola – así como el hombre también había dejado su rabo en otros tiempos y espacios, en su metamorfosis y transmutaciones hasta convertirse en un homo–sapiens, Hoy un “homus economus” un pariente cercano del sapo – todavía existen hombres ranas y otros con cara de sapo – con un palito en la boca – mirándose en el espejo – de una laguna aún azul al fiel reflejo de una luna llena. En un corral – la bíblica cabalgadura filosofaba de su hechura y su burra intuía en la teoría de la Quanta – sabía del nuevo testamento – “con la vara que midas serás medido” sin embargo, el burro conocía la cuadratura del círculo – tenía el ano redondo – y defecaba cubitos de excremento – y por costumbre a la burra nunca le gusto siempre campeón de la estabilidad y el equilibrio – él jamás se cae tiene cuatro llantas y una de repuesto – pues tenía la bendición divina por haber sido la bíblica cabalgadura – camino a Egipto. Claudio tuvo tiempo de vengarse de los insectos – sabemos el hombre, se comía todos los animales grandes – hasta los insectos – por eso todos ellos nos odiaban – las moscas se orinaban en nuestras comidas – nos malograban con sus vuelos sonoros nuestro relax los gorgojos se comían nuestra ropa – los chinches invadían los hoteles y hostales – los piojos se colgaban en los pelajes masculinos y femeninos; las pulgas se paseaban picando a diestra y siniestra desde el paseo Colón hasta la nuca; las abejas se chupaban el néctar de nuestras flores y las vomitaban en sus pañales – algunas arañas eran venenosas – para muestra – todos los insectos odiaban al hombre depredador número uno. Mas un día Claudio descubrió el Esperanton de los insectos y trato de vengarse de estos seres – una noche cambió las líneas y la computación de vuelo de las moscas, ese mismo día se estrellaron y se sacaron la crisma casi todas las moscas y moscones de los cinco continentes – a las mariposas diurnas, las hizo nocturnas – así todas se convirtieron en callejeras prostitutas; de las pulgas se encargó el general Baygón y sus soldados DDT; a las ladillas les mandó mostrar a sus víctimas de ellas – un espejo – en los baños; así estas vieron un nuevo cucú – y se fueron todas a este nuevo objeto – por la psicología de cambio y novedad – sabemos al insecto hombre – se les dio muchos dones, entre ellos; libertad, inteligencia y el habla – pero ahora ni siquiera piensa – (WERNICKE) – acumulaba sus ideas como guarda un judío el dinero – no expedía las palabras – era idealista nada más – así las palabras no dichas, tampoco escritas quedaron contritas en el éter raso de su alma en pleno silencio ya de estos días, el cerebro humano tenía un hacinamiento de imágenes en las neuronas todavía vírgenes – como aquellos pecesitos de colores cautivos – pequeñas luces encendidas de un candil como un cirio ardiendo – quedaba de esto un pedazo de pabilo, y unas lágrimas de cera de su mesita de noche – la mágica cloclea de sus oídos – purificaba lo audible de su mente – un filtro electromagnético – un cernidor de ultrasonidos mostrencos – sin embargo sólo oía la poesía del verso azul – pero no lo profano – y en el rumor de algunos ecos – las canciones de libertad y verdades metafísicas o algún valor excelente de cualquiera ingrata novedad – quedados en el asentamiento escondido del olvido y descarte – por eso siempre excento del insulto, la infamia – estas sólo llegaron mas debajo de su corbata – sin embargo había una barrera taladrando – su intimidad lítica de su conciencia – a pesar de sus siete barreras – en su última instancia – fue la mirada de una mujer – de dínamo electrizante llamada Golda – hoy metida en su ser – con su mirada de rayos láser – llegó a palpar su íntima consistencia – su voz era un Sésamo y su alma se abrió de par en par – ahora Golda ya tenía su aposento, engalanada de todos los joyeles de sus sentimientos sublimes – es bien amada y protegida – con todo el cariño atesorados en el tiempo de su vida poética – es única dueña de su poesía y llave mágica del más puro amor de un corazón genial para ser disfrutados en un mil y dos noches de intimidad no niega tuvo enzimas catalizantes para digerir alguna cultura científica y del arte – un hogar, un medio ambiente, una escuela y aquella enzima de sus genes muy aparentes para su formación heredado de algún ancestro generoso en su advenimiento – un aura electromagnético de Hi – Fi de alta fidelidad – para un sex – appeal transcendente especial como para atraer la dulzura y sensualidad de Golda – una alondra viajera de la amazonía peruana – que vino a anidar libremente en lo más profundo de sus sentimientos – pues hubo catalizadores clandestinos de su juventud sincera – sin adulterios ni refinamientos ni celestinos – solo un cigüeñal – casi extraterrestre – cuyas vidas futuras manejaron la dinámica de estos amoríos de confines eternales – no podían terminar en el inodoro del olvido ni el desdén no podía ser de este amor, un fósil Petrificado de esperanzas – no podía ser el dínamo electrizante de su “blits” de los impulsos digitales – era un cálculo integral y eternal mas allá de la muerte – eran energías térmicas encontradas en un matrás donde se forjó el más puro amor – cuyos kilates fueron de altas pureza. No tenía porque quedar en la estagnación estática – era dinámica vívita en todos los contornos de sus vivencias – en este momento – del final del hombre de la faz de la tierra – este equilibrio compensando los bienes y males en un fiel balance de sus virtudes y pecados – pues eran dos almas sinceras – a pesar de la erosión de sus contornos de las ventiscas y lloviznas repentinas e insospechadas de muchas tentaciones – pues ella era bella y tierna y él guapo e inteligente no se reblandecieron sus espíritus – mas bien hacían catarsis corporales las – con fibras sus fervientes reblandecidas – relaciones por estas defecaciones catársicas también de sus espíritus – claro no expiraron del todo las impurezas del fondo y concho de sus asentamientos ni la fisión liberada de sus energías inagotables volcadas en versos de propósitos de enmienda; ni en algunas lágrimas resbaladas por las rosadas mejillas de Golda y las coloradas Claudio – se granizaron sus efluvios – en exhalares como tufos espiritosos de la embriagues de sus efectos – dormían abrazados estas monas de sus borracheras muchas veces debajo de los olmos frondosos esperando a judas y su patrulla. Sus diálogos eran solamente térmicos al color de sus cuerpos y el fulgor de sus miradas por alguna razón transparentes y biónicos muy diferentes a los espíritus terrenales de este ciclo, sus auriculares solo oían las infinitas ondas del parafísico espacio – pues las clocleas de sus oídos sensibles cernían los ultrasonidos de las tempestades de sus almas – pasando solamente las melodías del concierto de sus emociones y la sinfonía de la concha acústica especial – a veces una música inconclusa de sus vivencias ansiando algo más cada día – en alas de una novedad renovadora para evitar la monotonía y el cansancio – no querían la inanición de este amor imperecedero y eternal en aquel entendimiento de la sacra comunión valencial de su química bivalentes. No era pues una estúpida sordera – cuyas cosas insulsas se perdían en el misterio del exon – aquellas voces inauditas de la caja de resonancia peripatética – y en una cinta magnetofónica sólo se gravó la nítida elocuencia de sus vidas lo grato y a agradable algo para recordar. Un día le dijo: Golda que culpa tienes tu mariposa de luz enredada en el mágico telar de mi ensueño como abejita de miel que dejó el viento dulcemente en mi pensamiento claro; a veces el diafragma hacía gong en las entretelas del cerebro de Claudio. De los dramas existentes del debate íntimo de su yo antagónico huésped de un mundo interior no siempre de acuerdo con la toma de decisiones de su yo exterior; pero si de muy y pleno “acord” por los amores con Golda Endira. Existía entre ellos esa afinidad química de alternativas sinceras y auténticas y próximas a la verdad sin dilemas ni dudas no cabía las trasgiversaciones no alternativas, pues este amor no era ciego no tenía un diodo del efecto de los impulsos del cerebelo – solo dueño de los reflejos pero jamás de la sacra intuición de Golda – mujer indimensional – no era afín – tampoco al romanticismo tonto aunque algo se tuvo que ver con el gran simpático de fosforescencias catódicas de los iones negativos del alma humana con un dosaje espiritoso y ardientes al fin. Ella le decía una vez: suspiro porque lágrimas no tengo y en cada exhalar arrojo como una gota resbala por mis ojos un pedazo de mi corazón. Parecía efluvios de un romanticismo tanto pero simpático de sentimientos femeninos; aunque nunca dudó de su institución indimensional – quizá hasta metafísica. Se leía en lo jeroglífico de la natura testiga de este fenómeno amoroso, en la simbiosis existentes solamente en la literatura simbólica en los perfiles y formas de una geometría topológica – mucho mas allá de la ciencia y arte de la concepción de la creatividad y concepción humana, de dos seres aún terrenales – pixels sin el barrido de posibilidades de la estética pura y genuina un pulsar de energías enigmáticas – una síntesis de ondas diferidas, pero sincronizadas acaso de excentricidades de lo bello – de lo natural quedó en las retinas de sus ojos y los yunques de sus oídos – las imágenes y notas sublimisadas por el amor. Entre la violeta y ultravioleta las luces horizontales se hicieron invisibles – sin arco iris y sin ultrasonidos inaudibles de la voz de un Dios metafísico – a quien tal vez le oían o veían en la pantalla metafísica de sus imaginaciones dimensionales y en el tímpano de alta fidelidad esas vibraciones celestiales plasmadas en la dimensión humana – pires el amor: son ondas meta – electromagnéticas concebibles en las dimensiones desconocidas o en la cuerda floja de los trances de sacras sensibilidades y peculiares de seres excepcionales todavía de este valle – cuyas revelaciones de luces defractorias bordearon los atajos misteriosos de sus visiones como una luz, color y sonido en el “chip” del silicio traduciendo en esta torre de babel de la humanidad confusa y alterada un mundo bosquejado y diseñado en la ortodoxa y tradicional configuración de los espíritus – una aleación insólita e híbrida de lo concebible y visible de lo consciente e inconsciente – como un almidón de yuca y patatas en la concepción fabricada y mezclados en la síntesis sexual de los seres afines – aquel aminoácido proteico de la vida – con impulsos de libertad y autosuficiencia de un ser social – el hombre y la mujer – hoy pululando en una sociedad deprimente y fatal. III Era pues el año dos mil novecientos noventa y seis – un mundo depredado; pleno de polución hasta la estratosfera – los actos inhumanos llegaron al colmo de la maldad – el dólar había devorado todo el oro del mundo – estaban en manos de unos judíos narigones – pues el becerro de oro – ya no significaba nada – la vedette del dinero había perdido su importancia – no había ya nada que traficar – los mares tenían toda la miasma en vez de peces – aunque no mas existía petróleo en las entrañas de la tierra aunque últimamente solo servía la energía solar para todo – existía solamente una democracia de igualdad en la desgracia – nadie podía ser feliz – nunca más en este valle del señor y el diablo dos metafísicos artífices de esta hecatombe – el oxígeno se había divorciado del hidrógeno – por consiguiente ya no se generaba el H20, origen de toda vida – la fisión atómica de todos los átomos envenenaban todos los rincones de la tierra hasta la estratosfera todo bicho viviente se convertía en resagos y deshechos atómicos – era pues el fin del mundo – por obra y gracia del hombre mismo – hijo putativo de uno de estos metafísicos. Esta Promasa y biomasa semoviente pululando en esta biosfera contaminada – con la energía mistificada de una hostia consagrada se comulgaba algo de vida – como un hecho de extremaunción se bebía un vino tinto de las últimas gotas del sudor de las frentes de la maldición divina y las últimas lágrimas destiladas y vertidas en esta tierra que alguna vez fue bendita en su ciclo paraisal tristemente célebre en el recuerdo testamental – hoy un pulsar de puntos negros de esta galaxia sentenciado a vivir hasta el último suspiro de la tierra madre del hombre. Hoy de rodillas en la sombra golpeándose los pechos – humillado y arrepentido – un miserable de Dumas, un Cain bíblico, un cholito peruano o un roto chileno o una gaucha percanta o cualquier paria hijo de Buda – la fisión liberada de las energías volcadas en la poesía trágica ha desintegrado en cadena el espíritu – en cantares atomizados del dolor tardío de esta humanidad feneciente. Claudio aun recuerda la ignición comburente de la chispa de aquella mirada que el ozono de su intratósfera de su alma no soportó esos rayos láser de la tentación a pesar ella solo era una selenoide muy lasciva y sensual y desnuda – sus radiaciones migraron en su alma sensible al calor y el amor – con sus rayitos ténues y penetrantes diluyendo el albúmina protector de su corazón franqueable dúctil y maleable – anuro o anfibio a esta agua contaminadas y aires con polución – ella era veneno y antídoto al mismo tiempo. Era el amor integral de alma vida y corazón – sin embargo – no esperaba tener más crías después de los desbarajustes sexuales con Yolanda – la mujer más ardiente de la selva – él fue un tiempo piloto de la real fuerza aérea – en las postrimerías de una quinta guerra mundial – experto en vuelos rasantes – transportando pertrechos, alimentos y medicinas – tenía un rostro internacional al mismo tiempo hablaba todos los idiomas modernos – piloto muy aparente para esta clase de conflictos con el tiempo vino a pasar como asesor de vuelos espaciales de la fuerza aérea del Perú – una tarde conoció a Yolanda en un café frente a las brisas del Amazonas – era una hija de un neo nazi alemán – talvez un salvaje – las últimas en estos lares – en ese momento alguien se ahogaba en este río mas ancho del mundo – es cuando ella dijo: se sume – se sume – se sume estás tres veces – luego frescamente dijo: se sumió – ella sabía no había nada que hacer en estos casos – por eso de las pirañas. Sin mas preocupación le dijo – quiero tomarme un trago – porque estoy escupida por la chuchupe violadora de mi destino – cuando la miro – sus ojos color violeta – decían que era la flor mas delicada de este pantano – este pensó inmediatamente – se había encontrado la madre – que sería de aquel hombre – último sobreviviente de este ciclo terráqueo sentenciado a fenecer – se llamaría Yesú – en el nuevo renacer de la humanidad – en el vientre de esta linda mujer semisalvaje – no era pues una hija de la puna ni tampoco hija de Buda – en la computación de esos dos metafísicos Dios y el Diablo – Claudio tenía la poesía de amor a flor de labio – Yesú – era de fabricación divina – sin embargo – no fue necesario – ningún romanceo – pues ella dijo: Para que tanta literatura – si tengo mi calzoncito en la punta del índice de mi mano derecha – moviéndose al ritmo e mis preciosas caderas – caminando con los pies descalzos por la arena mojada de la ribera del río – fue ahí mismo el primer beso – y todo el origen de Yesú – un hombre de polvo de uranio – no podía ser mejor – fruto del amor libre – incondicional de mutuo consenso – valores congénitos computados por otros metafísicos el tiempo y espacio celestinos de Dios y el Diablo artífices de los advenimientos cíclicos sobre la faz de la tierra. Una tarde – Yolanda y Claudio venían a Lima – en una avioneta y fueron sorprendidos por una terrible tormenta a la altura de Tarapoto – es cuando Claudio con sollozos varoniles pronunció: el avión se cae. Que te importa, acaso es tu avión? por supuesto salieron con vida – y riendo toda la vía hasta el aeropuerto – se les vio caminar asidos de las manos – muchas distancias – como Dante y Beatriz por los caminos – azules de la gloria – dignos progenitores de los neo-humanos que poblaría la tierra – que ya había empezado a cambiar de camisa, de calzones y de cara hacia mucho tiempo no dudo que se amaron tanto -–por eso tuvieron el privilegio de ser los únicos escogidos para dicho advenimiento. Pues la anterior de Yolanda – se llamaba Teresa – en otrora – cuando los semáforos marcaban luz roja – se andaba embalada con ímpetus atrevidos prestos a avenirse en cuerpo y alma – era el hombre un detritus aún viviente e inconsciente – no dado no solo era un embrión de maldades congénitas – muchos endoparásitos del pueblo – un animal político – hombres y mujeres disputaban en la cámara baja y la vil alta – en un principio una esperma, luego hecho una espora traída por los vientos alcahuetes a un estigma virginal y casi nacieron muchos hijos e hijas espudios y putativos últimamente estibadas en el letargo de las fiebres sensuales e histéricas. Hijos e hijas putativos – una de esas fue Teresa – con una fiebre uterina casi eterna – las externas y poros de su piel – aún eran escapes de sus suspiros vivientes – luego parecía una libélula quemando sus alas en el candil de sus ensueños – en sus pesadillas – otras veces era presa de la ferona cautivante e hipócrita como una minina con celo que a un simple “miau” estaba hecha – era la preferida de las tentaciones – le hacía guardia y se turnaban cada noche – nunca tuvo una noche libre sin el falo momentáneo y pasajero – de cualquier calibre o dimensión – sus flagelos ciliares le arrastraron a brazos desconocidos y extraños – sus ansias sexuales eran como los planctons flotando y alimentando a sus clientes – peces flacos y gordos. Teresa: Era un freza – cardumen de malas intenciones; espora de angurias – hacía su hábitat en su hígado – hibernando en un letargo – luego una diseminación por toda su alma y cuerpo – una hidra más bien un hongo quasi atómico – sus feligreses comulgaban su cuerpo entre ellos – un rescatable llamado Claudio – después de todo no era la única – una solitaria se hizo huésped de los intestinos de Claudio disputando el quimo de sus alimentos y otras veces una sanguijuela succionando su sangre y sus bolsillos. Hoy un liquen o lapa de sus entornos y los arrecifes de su altruismo – cuando caían en estos cielos las lluvias ácidas de los adulterios – así Teresa pudo matar los afectos aunque equivocados – Claudio sentía por ella – después de todo era bella en la metáfora de la ceguera del amor. Los relojes del tiempo cronológico ya empezaron a desajustarse – algunos rompieron sus cuerdas por los “jet laps” y los swings del vivir falsario – víctima de apetitos forzados y parasitarios – mientras Claudio solía decir – Yo solo sed tengo. Gran mayoría de la humanidad – vive otra vez del maná del cielo – porque el suelo esta depredado – no existe nunca mas la tierra prometida – ni mar rojo – mas bien el mar muerto y negro – llueven radiaciones de las ubres de las nubes contaminadas – ella solo tiene en su heredad un corindón en el hígado y algunos rubíes en sus riñones y callos en su útero desgastado – aún ve lucecitas – musarañas en los estratos de sus cielos mientras la luciferina de su sex-appeal femenina cegaron sus ojos – de azúcares malsanos de su diabetes congénita creando cataratas – que hipnotizaron e hipotecaron su alma. Y desde aquel lejano extracto un cirro de pensamientos fantasmagóricos – caían como el águila abatida aún con sus alas abiertas paracaídas funerales – en picada haciendo todavía su última maniobra “LOOPING THE LOOPING” mejor dicho haciendo un caracol – como el humo de un cigarro, pero para abajo – sin embargo nunca toco piso se fue y desapareció dejando una estela roja y candente – marcando una trayectoria transformada en grises alondras de este tardecer quizá al más allá o la nada – y sus ensueños azules aún vivientes todas se suicidaron – como Kamikases al vacío y al “no ser”. Ya mucho antes – se le corría el rouge de marca barata de sus besos adúlteros – se le corrían las medias – por sus mal pasos y extravíos – todavía usaba calzones amarillos – porque siempre buscaba maridos – se resecaron sus ojos – porque lloró mucho para adentro y algunas lágrimas vivas resbalaban por sus ya pálidas mejillas – mezcladas con sus maquillajes – sus senos altivos hoy son lánguidos y alicaídos por la gravedad y el tiempo – su rostro se resquebrajaba noche a noche – dejando causes por donde corrieron sus ilusiones y sus lágrimas postreras – aunque jamás sudó su camiseta solo sus panties – se cansaron sus talones y ya arrastraban sus pasos – un tiempo había usado tacos altos – ahora solo son alpargatas – así pasito a paso se fue del puente a la alameda este tardecer. IV En otros días se quiso mancomunar medios mundos – también existía comunicación masiva e ideas comunitarias – de ovejas bobas – por donde van unas van todas – pensamientos masas – y autos de fe sacramentales – sin dudas ni murmuraciones – lo hizo la Unión Soviética – apinados en el comunismo – y materialismo llamado científico – muy lejos del ideal y del más allá de sus parámetros limitantes – el mercado Europeo, los EEUU de norte américa – tratando de convertir el mundo en un solo rebaño – sabiendo que el hombre no es un cordero – vive en sociedad solamente por comodidad y circunstancias – cada uno es un ente libre – con una cara y huella digital peculiar – un mercado sin fronteras – un único lenguaje económico el dólar – o en el habla – un esperanton tratando de convertir el misterio de la torre de Babel – que rompió la monotonía del habla humana; se trata de condenar al hombre – en un solo pensamiento – no es posible amalgamar voluntades y uniformar conciencias; estos bloques de fortaleza – sería la muerte lenta por aburrimiento – así como mueren los matrimonios por la monotonía de las parejas – somos hatos – rebaños y multitudes solitarias – aveces nos rejuntamos en una mesa para platicar un poco – o libar un trago – o en una cama para hacer el amor – o charlar tras una copa de vino o una taza de café o patear pelotas o latas en equipos uniformados – no olvidemos se ve tanto la fría escarcha de la miseria de la gran mayoría – carcomiendo la salud física y mental – por sus hambres – salivando ante las tortas de espejismo ya se comía la nada – la ficción caprichosa, digerir lo no habido – con una solitaria en los intestinos – las pieles se curtían – luego degolladas por cuchillos implacables del frío de las necesidades – se hacían gárgaras de hostias imaginarias – bebiendo vinos tintos de amargas lágrimas – fermentados en tinajas de lagares de uvas negras – en un ambiente de paroxismo de insania sin regeneración solo se oían los delirios catatónicos – se veían las llagas no cicatrizadas de heridas profundas del alma y del cuerpo de una diatonomía ya muy tardía – en esta agonía del fin de un cielo – quizá aún si fue mejor que el anterior testamento – era una tarde de un día no vivido – ladraban y aullaban los estómagos de hombres caninos de esta vida convertida – en una perra vida. Es cuando – en la cura del silencio – irrumpía la vociferación de una tormenta – la anunciación adúltera – de un ángel celestino tocando su corneta – sus salvas en vez de avemarías – pues esto no lo salvaba ni san Butta – el santo de última instancia, ni santa Rita de Casia – patrona de los imposibles – esta vez tenía a su mente el recuerdo de una solterona – cuyo nombre de pila era Julia y de combate “navidad” tenía 40 navidades y ni una sola noche buena – había perdido su virginidad saltando el río Rímac – ida y vuelta una tarde de veraniedad que no pudo contener su voluptuosidad tuvo que ver con Claudio – entre bambalinas de la hipocresía. La pobre tenía callos en las rodillas rogando a San Antonio que le mande un marido, si fuera dos mucho mejor – para aplacar su continencia sexual por la estupidez de las ideas obsoletas de su cucufatería cristiana. Era víctima del tiempo cronológico – se le corrían el rouge; las medias de sus piernas flacas y los hombres, estaba a punto de convertirse en un iceberg si no fuera por Claudio que le hizo el favor; la frialdad enferma ya los rayitos de luz y calor no le causaban sensualidad en sus entrañas entumecidas hasta oxidadas de orín. La primavera es breve y repentina – una mujer bonita es una rosa – flor de un día y espina de toda la vida y el otoño fugaz y cruel el invierno. Cabe recordar a Claudio – yo fui su escribidor algunas pláticas ante unas chivas de las rocas. Hay milagros que toman un tiempo e imposibles momentáneos – aunque todo es posible en la dimensión desconocida y en la cuerda floja de ambos logros los antífices solamente son los hombres pero los verdaderos y no los muñecos de carne y hueso, son ritos quasi religiosos de vencer los retos y desafíos – hay fuerza inmersas dentro de uno así también una luz inspiradora mas potente que la del sol solo depende de encenderlas – disque somos hijos de Dios por consiguiente también somos creadores – no lo dudo o seremos Dioses venidos a menos o hijos putativos en una madre soltera – llamada tierra en este valle del menor esfuerzo donde pocos perros tienen su hueso y su árbol para mear y cada mastín su San Martín. Hay un ángel adúltero aquel de la anunciación celestina de un destino – pocos andan por la peluz o ven el drama de la vida sentados en palcos o se van en coche – la mayoría son indignos indigentes peatones caminando taco – planta y punta para gastar los zapatos parejitos o ternos, un saco con dos pantalones – porque mas se gasta las sentaderas – sudando su camiseta y sus negros calzones – pocos merecen el rabo y las orejas en la lid en este coso – de la faena; la vida yo en cambio – soy un llanero solitario – o eterno viajero – como una tercera joroba de un camello islámico – sin embargo no tuve que poner la frente al suelo mirando la meca no por irreverente sino – no tengo dislocada la cintura dueño de mi espacio y tiempo talvez mi camino es una travesía libertaria – en esta llamada democracia – donde pocos comen perdices – el resto se chupa el dedo – hermanos y demócratas en el dolor – camarones llevados por la corriente a morir en la playa – sin embargo – pocos pasan piola – sin pena ni gloria – yo siempre fui la metáfora de un salmón – siempre contra la corriente – salmoneado a mis alturas con mucho esfuerzo muchos fueron pavos cebados para navidad – o arbolitos cultivados para ser decapitados – un árbol de natividad a lo mas un año de existencia – se arman nacimientos solo para vender cachivaches – en este mundo de mercachifles – la mitad son vededores los otros son compradores – se idearon Santa Claus – papa Noel – niño manuelito – la blasfemia del amor al prójimo – por un solo día y una sola noche buena – un culto al egoísmo humano y la hipocresía – un pavo de navidad víctima de esta situación – un lechón o un panetón para armar un festín – creado por los judíos para estúpidos feligreses. Así hablaba Claudio: De las ideas clandestinas de los inconcebible – el adulterio de las anunciaciones y pronósticos, las cegueras de las dogmas de fé – el ateísmo con cura de silencio, el celibato contra natura – es estigma de este animal político llamado hombre, las ideas fijas de cuantas locuras – nos marginaron de tanta verdad – parece me decía un testamento poco antes de la finiquitación de la vida en la faz de la tierra: No más la sublime luz de la duda – del pensamiento como símbolo de la existencia – el conocimiento de sí mismo – del elan del cambio; el appeal o atracción de los desconocidos; solo el swing del momento; ni la suprema tentación del más allá – las sagradas lejanías de la imaginación creadora, la elocuencia de este sistema binario de alma y cuerpo – computadora desde los dedos de estos dos metafísicos – haciéndose peleles o títeres – pensantes, hablantes nunca libres. Otro día me decía – en una dialéctica esotérica: Una parte de mi espíritu se alimenta de la oscuridad e ignorancia – son pocos aún las luces de la verdad – todavía se camina a tientas como seres mostrencos – hay muchos de infinito e inaccesible y desconocido – parte de mi viaje fue a la deriva; sé, no tengo destino – ni faro que me oriente un derrotero en esta vía – solo sé, en algún lugar del camino marcados por mis propios pasos – en algún momento dejaré de ser – por un mal paso o traspiés – quizás en mi Perú profundo – o en los brazos de Golda Endira. Yo no moriré en París no tengo porque hacerlo tiene que ser en mi país pienso por justicia merecerlo. Muchas veces platicábamos de las coyunturas históricas – de los temas geopolíticos – de las situaciones formativas – de las mentalidades de los pueblos de Grecia frente a Egipto – del medio oriente al pie de Europa – sabía de la ciencia faraónica – de las tradiciones bíblicas – de los prejuicios raciales – pero sí tuve un hogar aparente – en un precioso medio ambiente – en el Perú profundo – de bellas auroras y celajes – una formación académica de alto nivel el resto fueron mis genes – venidos conmigo – pero Grecia fue Grecia y yo soy lo que soy con ciertas pestañas al infinito. El pavo nunca va a la misa de gallo – está sentenciado por costumbre a la misa de noche buena – ya cadáver y decapitado siempre había un sacrificio en cada milenio lo fue Cristo en un tiempo – por la paz – amor y luz en este mundo – sociedad de consumo. Si todas las noches fueran noches buenas y todos los días navidad – ya no habría pavos, lechones y corderos cebados para el sacrificio – ni cabritos espiatorios quizás en vez – un puerco o cochino. Jesús, el pavo y el gallo comulgarían la misma hostia chupando un vino de la misma bota, la noche blanca – la semana santa – Jesús y el bacalao hoy y ayer dos grandes sacrificados – por lo menos el metafísico Diablo – es incubo y socubo el otro practica el amor libre – y el ángel es unisex – esto no debería ser así. Tampoco está bien – todas las monjas son de Jesús – un polígamo por antonomasia y contumacia – con su celestino Gabriel – Dios practica el amor libre sin prejuicios racionales – pues todo es posible en las leyes y dimensiones celestiales – el cura practica el celibato entre sotanas y entre candilejas no aplica en el decálogo prescrito mas creo es un avivato – demagogo, sabido, hipócrita y listo. V Pues aún – por las raudas vertientes – caían como en un remolino en una olla – hoy un torbellino – las ideas candentes – brotados de unos gueisers de las profundidades ignotas de su inconmensurable ser – su corazón fundido en gotas por las miradas de Golda lavas de volcán de la poesía – en sus últimos eruptos desde sus infiernos – los fundidos delirios. Como rojos lirios – florecieron del alma suya – no son de los sacros puquiales tampoco son néctares aromados de los cristalinos manantiales – brasas encendidas de pensamientos amados para su última musa – la charapita Golda. Sé que él fue un avidor – porque creía que la dicha y felicidad estaba en el cielo azul – como todo romántico un imbécil simpático – solo quería alzar el vuelo – para fugar de este suelo – inmundo e insólito sin embargo muy grato al volver a los tiernos brazos de ella – contemplaba desde arriba con magnanimidad y mirada vertical y crónica la estupidez humana tan solo era fuga para volver a caer en la mismísima olla – tan temporal y momentánea – estaba él y su helicóptero a la ley de gravedad – los seres caen por su peso – sentenciando a tener los pies en este barro – metido en la sociedad – sus vuelos a la altedad solo fueron catarsis o liberación – de ser el mismo allá en las alturas – mas – la flor mas delicada – dulcemente perfumada – es la lila violeta oculta entre su verde follaje – tierna y coqueta – un mensaje de amor y ternura – la personificación de Golda y los ojos lila de Yolanda – y la lozana tez de Teresa – amores eternos de Claudio – que jamás tendrían olvido – quizá hasta el mas allá de la vida – sin dejar desapercibida – su preciosa rosa – la flor mas hermosa – aunque sus pétalos fueron de un día – y aún quedan sus espinas toda su vida – la tiene prendida junto a su corazón – como la reina de ramillete de sus amores sublimes. Cuando todavía era un niño sólo sabía del cariño maternal y fraternal y en sus años de adolescente – amó a Gloria solo una vez – nunca mas la vio – pero su imagen quedó plasmada en las entretelas y retina de sus ojos – era una flor de alhelí – florecida repentinamente – en aquel jardín de sus jóvenes y coloridos ensueños ahí estuvieron presentes – en el espejo mago de sus pupilas – estas tardes de misa todavía en este náufrago bajel – empujando apenas por sus propios alientos – nos sentíamos ahogarnos en el feroz ondeaje – de las sensuales mareas – luego envuelto en sus remolinos – sin fondo por una extraña fuerza centrípeta no s quedamos atrapados por nuestros amores – dentro de ese espiral sin principio ni fin – otras veces él fue un abejón de miel – atrapado en una telaraña de las entretelas de cada mujer que amaba – empeñó sus sentimientos y su libertad. Ahora ya nada tendrá que decir; están retoñando los brotes en los almácigos; aquellas proscritas criaturas en su huerto inconsciente – hubo amores de flechazos seguros certeros y contundentes dados en el mero blanco – dejando envenenados mas allá de la muerte – no existe antídoto ni curas cuando estas mariposas sacuden su polen; en las entrañas flácidas – entre pétalos de corolas desnudas – ardientes de esperanzas fructíferas así después de muchas andadas dejó sus calcetines parados y sus calzoncillos pegados a la pared - y uno se entrega desnudo a esa mágica entraña de sus estigmas. Creía mucho en los atributos femeninos por ello propenso a muchos sacrilegios sensuales de libre albedrío – pues su tiempo avanzaba contra el reloj en amor y la vida lo mismo todo amanecer de lo que fue la noche de un pasado pluscuamperfecto – de las dichas sustantivas de epítetos mutantes – por eso cada noche fue una novedad y un recuerdo inmortal. Nunca ninguna de ellas fue flor decapitada – puesta en un florero porque él siempre pensó: Lo intenso y profundo son los únicos que vales en este enigmático mundo Estoy narrando las postrimerías de los sentimientos y pensamientos del hombre muriendo por sus propios motivos. Ultimamente muchos llevaban en hombros un pan de molde ya era un trofeo – por lo difícil de conseguir – su precio era caro – y necesario con idolatría – luego se llevaba en andas con aleluyas a la vida – se izaban a media hasta como un réquiem a las hambres. Cuando los aires agonizantes ya fríos penetraban en las tráqueas escapando por los huecos de los pulmones tísicos – por sus averías “esta vida seguía siendo – una rosa dormitando en un lecho de espinas” nunca mas se libro de sus enquinas. En cuanto a las poesías postreras – ya no eran puntadas de costureros o modistos gays, eran de un dédalo misterioso no se si enviado por Dios o el Diablo. Se bebía por la sed de alma – hasta embriagarse de lágrimas o se agotan en suspiros con inspiraciones fortuitas la poesía aún sacra para los nuevos mundos u otras etéreas distancias. “No cabía el verso azul ni la canción profana” Los poetas eran sonámbulos – ambulando en las miasmas de lo que quedaba en este valle – solo espejismos – ilusiones y fantasmas – lo otro era doméstico, monótono – cotidiano en el pragmatismo de la maldita realidad – no cabía nunca mas la poesía. El céfiro agónico a penas agita la hierba – aunque parezca mentira el viento también muere armando un pequeño oleaje de esperanzas y desde un enjambre de espinas florece – la rosa de último día. Toda fe se hizo ceniza – ante el fuego postrero de todo fervor – nace un neo – ave fénix de la duda – un nuevo principio de la sabiduría – pues no existe ni el sentido común – en las mentes aturdidas – pues los pensamientos se convirtieron en polvareda por las violentas pasiones postreras – de los tormentos catalépticos – las dudas se vacilaron en las despedidas – vino la pausa y sosiego – en este callejón sin salida – había que esperar lo que venga – un funesto equilibrio – mental – físico – con ciertas tembladeras en estos últimos pasos – de la poca distancia por reconocer – no era mucho trecho mientras el presente es masticado en las fauces del pasado ido y las dentaduras postizas del futuro – es cuando los crepúsculos añoran las alboradas – izando celajes a media asta – y se desmoronan los pétalos de toda flor – simplemente por el tibio suspiro de las almas agonizantes – mezclados con la transpiración de los campos ya erizados con algunos rocíos matinales y serenos de la tarde aplacando en algo la sed de la tierra. Ella hace tiempo repetía la palabra de Jesús “SED TENGO” algunas batían todavía sus pañuelos coloridos y perfumados aquella tarde de la despedida, aunque sea ya a destiempo no verán mas funerales las ilusiones se hacían harapos solo se llevaba como ropa interior eran como las lánguidas olas fugitivas se alojan en los arrecifes como última alternativa – cuando sucede esto las oraciones no rezan con estos dos Dioses metafísicos – solamente con el último trance de la vida. Ya eran muy fríos hasta los besos – también fenecía el amor – pues lo volcánico se apagó por el frío intenso del beso de la muerte – pero se eruptaba fuego vivo luego era hielo instantáneamente. El tiempo nos trae primaveras y estíos y deja nuestras sienes nevando – por los tiempos fríos de invierno y hojas muertas en otoño. El caso mío como amigo de Claudio – traté de asir algo de la totalidad y la nada en la biografía de mis sesos solo quedaron el antimonio de los huesos – estos fósiles callaban los pensamientos y mezquinos sentimientos quedaron atrapados en la inercia y estática motivada por los prejuicios y miedos – hasta tuve que comprarme un perro. Uno se contagia con las sombras – oye fantasmagóricas voces en los silencios sepulcrales y así como los ríos engordan sus causes de tanta basura cotidiana se iba cebando mis desilusiones. Pues ya no eran claros mis amaneceres – y solo eran brumas en mis atardeceres – los pañuelos negros de la muerte flameaban desde mis montañas queridas de mi Perú – mi patria. Me decían adiós – eran sus despedidas – las campanas repicaban el réquiem . mas el rubicundo Apolo, posa su rubia cabellera sobre sus hombres – parecía me iba solo con mis tormentos y lluvias – anhelante de paz y calma – que mas daba – peroratas de Claudio. Era una fruta herida se podría mi alma – sin haber madurado todavía. En mis caminos campesinos solamente las hojas caídas me saludaba al pasar – eran hermanas de mis esperanzas frustradas. Una vez fueron las incautas musas o cantos de sirenas despertando desde sus almácigos mis poesías inéditas - muchas no nacieron – murieron en sus raíces congénitas – otras solo fueron nómadas florecillas de lo inconcebible – entre ellas vi a Yolanda – una violeta de aromas especiales y miradas lilas. Yo fui un matemático de profesión y entre integrales y diferenciales dejé mis incógnitas de la vida y la muerte. VI La génesis de la humanidad vino en dos cojines rayados y entre cero y la nada nació el infinito – haciendo ochos en cadena horizontal. Dizque somos entes sociales pero cada uno lleva en sus mochilas las jorobas del tiempo y espacio nuestros propios cachivaches y en las multitudes uno se embriaga de humores femeninos – de viudas sin rumbo, hembras sin corazón y nace la flor. Se vive entre dos aguas – la bendita y la servida – las dos son a cual mas sucias – la mas infecta es la de la pila – donde todos los feligreses meten los dedos enfermos para recibir la bendición. Entre la cosas de nuestros tiempos – la hoz decapita el trigo; para dárselo al panadero – el pavo llega a la noche buena trufado con puré de manzanas – y aquel otro pavo de nuevo testamento llega a la semana santa de espinas – coronado y crucificado y uno, cada minuto es un cero en la punta de una espina – pues en este perro mundo que fenece es una hija de una perra – la vida, fácilmente el gato se va al techo – porque es extraterrestre – y el hombre se está yendo al infierno – porque es terrestre – es que uno va en la multitud por inercia e inducción y entre ceja y ceja se fabrica sus mocos para sus sollozos. Entre el amor y el odio nunca hubo fronteras – así, no se si Dios nos amó o nos odió siempre. El rocío muy de mañana lava la carita de la rosa y la deja limpia y lozana y ella de agradecimiento le exhala sus aromas. Entre los genes y el medio ambiente modelan nuestra sociedad – nos da el estilo peculiar – por eso no me, hicieron gracia – las flores decapitadas de mi jardín y puesto en un florero – izadas en picas de sus estigmas – simbolizan la estupidez del hombre y la angurria del jardinero. Son cosas que solíamos platicar por nuestras largas noches de tertulias – entre Claudio y algunos amigos nuestros bebiendo vino de la misma bota. Nuestras muecas de aquellos traumas dejaron mohines en nuestros rostros armando máscaras y caricaturas plasmadas en nuestras curtidas pieles con las falsas sonrisas de la acuarela insólita, soslayando algún dolor – aflorada hacia fuera una espiación del alma herida – o la tomadura del pelo – del pincel del tiempo vengador. Para el caso – yo tomaba la actitud del sapo – poniéndome un lapicero en la boca – para callar y no vociferar mis “delirios tremens” pues las muecas y mohines los ajan al cuero mas terso y fuerte – las carcajadas calladas en una simple sonrisa las flatulencias vertidas en delicados suspiros. Siempre me encontré – con cuchillas filudas – erinas de cirugía – estas eran, sin embargo – para salvarme la vida – en la mano de un facultativo – pero también – últimamente habían dagas a cada paso – de asaltantes y secuestradores al paso – ya eran muchos riesgos en los caminos eran muchos los asesinos – muchas eran de doble filo – como las lenguas – usando parábolas, metáforas, ironías – hasta las palabras evangélicas – eran verdades también mentiras – hasta la misma sangre eran claveles – rojos y blancos glóbulos – significando la vida y la muerte fluyendo por los mismos causes – eso significa somos víctimas a dos circunstancias de ser o no ser. Por otra parte – nunca pedí a ese Dios limosnas – sabía que era judío – le planteaba un negocio – a mitades y me iba muy bien – solo aceptó mi mente aveces estuvo ausente al mundanal albedrío – era ido y absorto – propenso a detenimientos aciertas problemáticas preocupantes del hombre – un ente social. Mis pasos siempre fueron una pulgada encima del suelo – soy un soñador - anduve un poco por los aires no pude tocar la verdad – con la yema de los dedos, ni olerla al filo de la nariz – ella es sutil – amorfa e inodora y a veces hasta insípida e incolora – pero se puede intuirla en su escencia – con la mirada de mi corazón. Atraída por la luz – cual libélula fototrópica – me quemaba las alas en los candiles – de mis ardientes ensueños – como un ciempiés – burgués – necesitaba diez boleros para lustrar mis zapatos importados – es cuando los zancudos disfrazados de luciérnagas – me buscaban con linternas mágicas en mis noches oscuras – una golondrina picoteaba mi ventana buscando plegar sus alas de su peregrino amor – en mi corazón vacío – petrificado por el dolor – pues entre el verde follaje se perdieron mis esperanzas disfrazadas de perdiz – así por mucho tiempo me quedé infeliz. Mientras tanto – mi amigo Pligio – era más práctico vendía pantalones con cierre atrás – pues eran muy funcionales en estos tiempos del sida; el cólera y maricones. En un mundo – donde la mayoría se entretenería con el foot-ball – los ingleses los habían inventado para entretener a los imbéciles. Las mujeres, la TV y el foot-ball no se parecían en nada – no obstante; la camisa – la corbata y las mujeres me llegaban ahí. Hoy ríos, no llegan al mar solamente a una laguna – pero todos llegan al último motel – en hombros o carrozas. Claudio y yo fuimos gallos de pelea – muchas veces trabados para llenarnos de ira – por eso salíamos a la arena – por la muerte o la libertad – todavía no hemos plantado picos. Claro teníamos nuestras propias limitaciones – los espárragos no estaban en nuestro menú – aunque no eran muchas nuestras opciones – de elegir – en mi Perú – pero jamás comimos potajes de segundo plato – los fríos pensamientos traspasaban el cuero cabelludo – luego el cráneo penetrando al interno ultramundo. Entre la piel y la nada – surgían por lo poros – nuestros deseos apocalípticos y psicodélicos – renacían los paisajes verdes – en esta naturaleza muerta – con nuevas acuarelas y vivos coloridos – las intenciones lujuriosas conjugaban un aquelarre – de mil demonios y ante una contraseña acudieron mis musas – Golda, Teresa – Yolanda murmuraba Claudio – eran mis odaliscas de mi harem poético – claro que él era un poeta – profeta del advenimiento y anunciador del tercer testamento – las nuevas auras empapadas de rocíos matutinos, esas postreras lágrimas condensadas por los fríos internos – aún los ríos escogían los causes más fáciles – los indios remontan cumbres sin ser alpinistas – tan solo para ir a dormir a su choza – el búho necesita la sombra y oscuridad para su ojos redondos para verlas cuadradas y las imágenes de sus augurios – el águila en su mirada cónica en tres perspectivas y en una cuarta dimensión – en esta parte de la tierra – cuando en un mal acertijo llamó indios a los quechuas – y ahí en machupicchu se ocultaron los dioses – por miedo a los Españoles – solamente estos metafísicos salen en las noches sin luna – sus voces son los truenos y las chispas de sus ojos son los rayos. Estoy relatando las cosas del tardecer y anochecer de la humanidad presto a fenecer – la lluvia tanto – el segundo diluvio universal – los peces se ahogaban en llantos – enlodando las riadas – cargadas de los deshechos humanos – y del cielo se descargaba y mamparas de mi horizonte – el viento pifiaba de cachita – con carcajadas burlescas – a estas tormentas fortuitas dentro del cielo raso de mi consciencia alterada – la tierra parecía una negra – envuelta en una sábana blanca – de nieve de algodón – parte de ese telar las llevo en mis sienes y calzoncillos. VII Recuerde; Golda estuvo en cinta no por obra del espíritu santo – era la llamada a ser la última madre – de esta tierra que llegó a fallecer – por obra y gracia del mismo hombre – y Claudio fue el último padre de aquella niña – Jhuly – quien sería la última y primera mujer de otro cielo terraqueo. No quiero contar – los motivos de suicidio del hombre a través de la historia – un depredador – infecto – ente contaminante – enemigo ecológico – esclavisante – de aquel ser que un día fue una obra maestra de Dios – pensante – hablante y libre – prendó su libertad por tener estómago y corazón – dos grandes defectos de fábrica – por sus hambres y sus pasiones – perdió sus valores congénitos y eternos. Convertido en homus economus adorando el Becerro de Oro – esclavo del dinero – últimamente convertido en cucaracha pululando en la basura. No fue un día cualquiera la culminación de su agonía fueron siglos de muerte lenta – fabricó armas letales, bombas atómicas – rayos láser – las guerras bacteriológicas – tenía su fin. Un día de una fecha – yo recuerdo – el sol se puso tan ardiente – pues no quedó ningún bicho viviente – incluyendo al hombre – la luna se vistió de luto – un loro todavía agonizante relataba un buen inglés – esta apoteosis – un búho – escribía el final del nuevo testamento en un neo-esperanto – que seguramente será el idioma del futuro – por supuesto no – con expresiones líricas ni romanticismo. Luego se sintió un frío tan intenso – como para una hibernación eterna – Jhuly – por alguna razón metafísica quedó sola en la tierra – apenas tenía sus quince años – los acababa de celebrarlos – con una fiesta. Salió un instante – a su capilla – para agradecer sus quince años – y salió a apagar sus velas – junto con el fin del hombre – obra maestra de Dios – parece que la tierra cambió de camisa y ropa interior. Últimamente había aún un equilibrio de los 4 poderes – la iglesia – con el papa a la cabeza; poseía grandes propietarios reales – por herencias y donaciones por toda la cucufatería pecadora – oro y plata por diezmo y limosnas – tenía como arma la fé, las dogmas – promesas de cielo y castigo del infierno eternales – en un principio la comunicación era en latín – para mejor engañar. El segundo poder: los masones una hermandad de los arquitectos del mundo intelectuales, políticos con tradiciones muy especiales de dominio; basta mencionar a Bolívar, Washington – San Martín. El tercer poder: eran los judíos – manejaban la banca; las ciencias financieras – el comercio – y las artes. Y el cuarto poder: eran aquellos que usaban pantalones con cierre atrás – es decir el poder “gay” pues habían de los tres anteriores. En segundo plano se vislumbraba el “Black Power” el periodismo comprometido – sin embargo – tan solo en un instante – político de poder. Los dioses metafísicos – le fabricaron para Jhuly – un hombre – ya no de ese barro de mala calidad que hizo Dios a ADAN – con un soplo, mas bien un tufo de aliento – pues Dios ese día estuvo borracho – con su carnal el Diablo – celebrando al creación de su obra maestra el universo – un hombre transparente – biónico ya no se le puso corazón – ni estómago – órganos que motivaron a los hombres – las pasiones – amores y odios entre ellos. Jhuly – quiere que lleves tres cosas rescatables de tu elección de este mundo fenecido. Dédme una flor con todo el aroma de la humanidad – la delicadeza – de una rosa – la humildad de una violeta – un lápiz labial y un espejito. Y tu – Jesú – así se llamaba el neo-hombre biónico – creo su madre – fue Yolanda – su padre Dios. Dedme – un corazón que lata mil años – un faro en mi mano derecha – con toda la luz de las ciencias y artes alcanzadas de la humanidad fenecida. Qué más dijo – uno de los metafísicos. Bueno – dedme una botella de whisky – para chupar con Jhuly – nuestro advenimiento – así comenzó – el nuevo mundo con Jhuly la última mujer del nuevo testamento y a la vez la primera del tercer testamento. Otra vez salió el sol esta vez – por el oeste – con 14 colores en su arco iris – la luna mostró su otra cara – cambio su posición, el agua ya no era H20 – tenía un tercer elemento – que fue novedad. Las aves renacieron como el ave fénix; Eolo se había jubilado – era otro Dios de los vientos – al parecer era más digno – pero más travieso. La tierra era un campo verde los bosques de árboles frutales – y viñedos aparecieron como por una magia celestial – todo aquello fenecida – adquirida un renacimiento – una reencarnación – el habla ni mas tuvo los matices de los sentimientos – que una vez fue la poesía bucólica – sino la expresión clara – sin metáforas, parábolas sin determinantes – solamente sustantivo y verbos sin embargo Jhuly tenía su corazón sabía amar – y Jesú la comprendía – pues había heredado el faro del saber humano y magnanimidad. El lápiz labial y el espejito – eran la parte grata de la heredad y el aroma de toda la humanidad – le daba a Jhuly un esplendor digno de ser la madre de la nueva generación. Las nuevas generaciones – eran mutantes – para comenzar tenían seis dedos en las manos y seis dedos en cada pie – es decir tenían seis sentidos capitales – agregados al quinto sentido de la generación anterior – el sentido estético de la vida y sus pies conocían las piedras del camino – con antenas captando los tropiezos a los pasos sus mentes podrían enfocar – los conocimientos humanos anteriores de toda su ciencia y arte y desde ahí proyectarse al conocer del devenir – en una democracia – con las bases de igualdad de los neohombres – quiero aclarar no eran entes sociales sino entes muy personales – y unitarios sin embargo la comunicación era telepática en pentadimensión. El Número de la perfección en la filosofía anterior era tetra dimensional ahora era penta dimensional – las quinas o los cinco marcaban las estructuras y la arquitectura de sus lugares geométricos – Jhuly aportó al habla – el esperanto – mejorado al neo-esperanto por Jesú fue el lenguaje de entendimiento con los otros mundos que aparecieron en la red intergaláxica con otros seres altamente pensantes – que en otros tiempos solo se sospechaban en las dimensiones desconocidas; existía un intercambio de conocimientos muy especiales y esotéricos; sin embargo nuestra tecnología – fue descartada – se volvía la dimensión neo-humana – el equilibrio de salud mental y corporal se basaba – en la mental física de sus vivencias. Es decir en la formación mental y física en forma muy paralela evitando el desequilibrio – de alma y cuerpo – es decir fuerzas mentales paralelas a las fuerzas físicas algo así de mente sana y cuerpo sano de los griegos – traducido en energías para estos mutantes – eléctricos – biónicos – la mitad humano – en la parte superior y machos cabríos en la parte inferior – con testes eléctricos tan grandes que aveces hacían tierra – por lo que los pantalones tenían para rayos especiales – para evitar electrocutarse. Se descartaron los aparatos electrodomésticos – pues era mucho mejor volver a su innata realidad evitando en todo la sofisticación y los aparatos y los refinamientos extradimensionales – artes – superaron a las artesanías – pues estas también eran únicas en su estilo y creación – pero si eran apreciados y entendidos en sus mensajes cada morada – era una cabaña aparte – en sus puquiales – no tenían inodoros – pues su vida vegetativa solo eran satisfechos por la energía solar – y ciertas radiaciones cósmicos – desde nuestra galaxia – sus vivencias eran siempre nómadas y cambiantes la felicidad era entendida – como el eterno cambio – por lo que los nuevos paisajes atraían – por un tiempo – al espíritu enamorado de la novedad. El amor era un fenómeno catódico – y anódico – y una afinidad química – y ondas aurales – de las energías del alma. La verdad era aceptada como un trance momentáneo. La duda siempre fue el móvil de otros descubrimientos ya dije: la salud era un equilibrio de un par de fuerzas físicas y psíquicas – en un equilibrio paralelo – cualquier desbalance o desfase – podía causar la muerte. La historia del pasado – había terminado – era cuenta nueva – sin embargo las leyes y su constitución fue tomada – del mensaje lítico de machupicchu. Ama sua Ama Quella Ama Llulla. Solamente le aumentaron “Ama Upa” no seas imbécil No habían ladrones No habían perezosos No habían mentirosos Ni tampoco imbéciles. Por consiguiente todo sería por lo menos algo aproximado a la justicia y bienestar – Jhuly en todo momento siguió siendo la flor con todo el aroma e la humanidad fenecida – su lápiz labial y su espejito eran los recuerdos de la femenidad de las mujeres de aquel ayer que solo quedó en la bitácora de esos dos metafísicos Dios y el Diablo acontecimientos del universo. artífices de los VIII En el caso mío – soy una reencarnación en un cactus de tal suerte he podido parapetrarme a una distancia solitaria – asido de mis raíces un anacoreta – quizá un poeta veo un paseo de antorchas entre las sombras fantasmagóricas las fosforescencias de las osamentas de los que fueron humanos y el antimonio de plata que fue el metal vil del ciclo pasado. O quizás también de seres extraterrestres que poblaron esta parte del universo en otros tiempos – remotos antes de Adán y Eva – estuvieron de huéspedes en estos desiertos y se fueron en espíritu de vuelta a sus moradas galáxicas. Claro soy espinoso . metido a la tierra en raíces profundas – un espectro transparente con gruesas espigas de metilo; lo azul de mis ensueños. Mis espinas – antenas al infinito – captó algo del mas allá – quise entonces apelar a esos cielos – ahí no habían fiscales ni jueces además – Dios era mi abogado y el Diablo mi consejero – mis ideas se limitaron a los espacios parametrados – limitando el alcance de mis miradas – por eso solo quedaron en la introspección analizando del cero a derecha de la punta de mis espinas encontraba los decimales y a la izquierda el vacío y la nada – pero si por las puntas transcurrían todas las líneas – de las vivencias rectilíneas y las memorias de Golda – de Jhuly; del viejo testamento idos en una bíblica cabalgadura. Los vectores cuyos resultados era parabólicas – lugares ingeométricos – sin embargo habían en mi alma para dar posadas a mis ideas peregrinas. No pude desquitarme los maltratos inmerecidos – recibidos de la vida – de las flores escogí ser silvestre – de salvaje aroma clandestina – no seguía jamás la corriente – del camino fácil del río – más bien me gustaba salmonear y columpiarme en las cascadas – escalar cumbres – andinismo de mi génesis – un espíritu no emanado de la parte oscura del alma – sino de la transparencia sutil de las emanaciones – antorchas peregrinas de mis neuronas cerebrales – fueron luceros matinales en las tinieblas finiquitantes dejadas en esta noche de la humanidad – de ese ayer ya difunto. Mucho tiempo anduve pateando mis sombras, hay huellas de esos pasos no impresos en las arenas del tiempo injusticiero y corredizo – quizá solo montículos – dunas de las arenas preferidas – castillos peregrinos y mutantes – removidos por los caprichosos temporales. Anduve un poco – por el aire mis pasos no fueron contundentes – no plasmaron las dimensiones de mis pies – muy poco tocaron tierra – por ir ensoñando – por otros caminos azules de la poesía, el extraño mundo del arte y la inscripción. Nuestros espacios y limitaciones – lo grato no estuvo ahí; sino afuera y oculto – la inscripción de encontrarlas – no están tampoco en el lado oscuro – sino en la transparencia sutil de los honestos – mis antorchas – muchas veces fueron luces de puro farol – espejismos de mis delirios – de mis angustias – en las tinieblas del alma – no existen luceros ni sol. No fue posible mantenerme a flote – entre corrientes encontradas – “un remolino, un torbellino” un tornado te eleva tan alto luego te tira al piso – por eso preferí salirme de la corriente libre y consciente – antes de zafar en una resaca – preferí ser un cactus solitario. Comía mucho pan tardío – la angustia de mis hambres de otrora – yo ni si quiera tuve mamá del cielo – pero si – mar negro – mar rojo en mis perspectivas, yo no buscaba el becerro de oro ni hostias para comulgar – mundanos cuerpos – mas bien un oasis – una palmera dátiles o un árbol de olivo – con unas cuantas aceitunas y un trago de agua fresca. En la ironía de tenerlo todo – ya sin corazón – ni dientes – solo pude rumiar las chac-chadas ideas, no dirigidas de aquel ayer. Ya no acudía la sangre a la pata de gallo de mis ojos – apenas un rubor de rábano – muy superficial de una extraña sonrisa – no era monalisa. Las puntadas de mis heridas en sus cicatrices yacían algunas ideas todavía no difuntas – de las puñaladas recibidas – pues mis sueños eran pesadillas – de dos enemigos que duermen en la misma cama – qué dilema - no soy un bombero – no incendiario arrepentido – me decía; “Dime con quien te acuestas yo te diré como amanecerás” – me convencí – se respira mejor por lo hueco de las heridas así como los pensamientos corren a raudalos por las zanjas de los traumas y los grandes propósitos son de almas infantiles – y la geografía sigue siendo las causas de las guerras, mas estoy plenamente convencidos que la luz del alma – tenue y tibia es mas clara que cualquier luz artificial o celestial; así en este escenario se danzan los anhelos y frustraciones – pues últimamente obtenía casi nada – pues mis números marcaban sólo mis limitaciones, casi como la Biblia dice: Las mentiras o verdades a medias – sin embargo me tocó ser el narrador de la última – mujer de la tierra Jhuly y la primera de aquel otro del advenir en quinta dimensión – estoy seguro no fue casualidad . cabía pues algún merecimiento. Si ella quedó sola – pensé en la peor maldición para una mujer: dormir sola – pero los Dioses – inmediatamente le fabricaron a Jesú – el primer hombre de la nueva generación mucho mas hombre que Adán y sus descendientes – y Jhuly mucho más hembra que toda mujer del pasado. Y la mejor bendición es dormir con ella – la bella enemiga: Es que Dios había tomado de la costilla falsa de Adán – a Eva – Jhuly era de la costilla verdadera – y no por cesárea – sino de parto natural – de Golda – estuve seguro – los hilos de la vida – los manejan los dedos metafísicos – mas satánicos que divinos – haciendo que el hombre solo era una marioneta de carne y hueso o un pelele. Más comprendí un día – la mariposa de luz de cada mañana cambiaba de matices cada mañana al alba y se ponen oscuras al crepúsculo y los celajes de la tarde. Ultimamente eran diferentes los Arco – Iris – para mis profanos credos – aladas de aves revoloteando en espacios cumbrados y las jorobas del tiempo habían llenado mis mochilas – un día tuve que dejarlas todas en una posada “llamada” “El Ultimo Motel” – pues había nacido desnudo y la vestimenta no era ganancia – pues habrá aprendido mi conciencia a mi yo y a la luna – al ladrar con espíritu canino. No niego; el amor – era en mis póstumos días – dos olas de mar – se encuentran y se besan – unas veces se separan o juntan sus ondas para ir a estrellarse en un mismo arecife o a llorar en la playa – muchas irían hacía el ártico o antártico a convertirse en un inceberg flotando como témpano de hielo de las entrañas – los corazones volcánicos del fuego de las entrañas – los néctares se convierten en cenizas o se van al papel higiénico o a las aguas servidas en un preservativo o esparcidas por el viento en espacios diferentes – por este celestino profesional – o en los tentáculos de las mariposas a servir de polen entre las entrepiernas de las corolas de pimpollos de flor – o se quedan plasmadas en dos miradas convergentes – luego difieren en otras direcciones otras se confunden en una sola – una sublime eternidad – eso era cuando nuestra anatomía todavía tenían corazón. Ultimamente me seguía la fama – cual una sombra de fiel prostituta – como un inmenso elefante con dos colmillos afilados – uno de marfil y otro de oro – iba perdiendo la intimidad hasta quien sabe la dignidad pues la virginidad la había perdido – años ha. Solo recuerdo sus pétalos frágiles – sentados en rosadas corolas de aquella rosa – mi primer amor un pétalo de rosa izada en la punta de una espina – hoy es un recuerdo – de una mujer caminando de puntillas en zapatos de tacos altos realizando sus lindas piernas – y al caminar descalza – lo hacía lo mismo. Creía siempre eran banderas a media asta izadas a la vanidad – yo aún era feliz cuando era un niño o un soldado recordaban la mitad de la mitad de sus pies – por caminar de puntillas dejando ver así sus andadas callejeras con tacos altos; su discreto bikini – decía de la verdad desnuda y honesta de la bondad de su anatomía – del arte de la creación viviente titilaban sus largas pestañas antenas al infinito – captando ideas del etéreo cielo tropical – la vi alejarse de mis ojos; pero jamás de mi mirada me fui tras de sus pasos hasta un atolón, la encontré sentada llorando al mar alguna pena o recuerdo los cristales de sus lágrimas rodando por sus mejillas – perlas el mar cosechaba – no em atreví a decir, una palabra – el mar en acallaba con sus resacas y cantos de sirenas -–es cuando vi el cielo a Eros disfrazado de pájaro marino – hizo que nuestras miramos y poco a poco – nuestros corazones latían al unísolo – nos habíamos encontrado en aquella cita concertada – por Dios u otro metafísico un alcahuete perfecto. Ella fue Golda Endira – protagonista del último idilio en lo que otrora – fue el llamado “segundo milenio de la cristiandad”. Eran multitudes como los hatos de las vacas de Canadá andan juntitas para hacerse color – una vaca no ama a la otra – pues si una se separa se muere de frío – multitudes solitarias – donde cada uno es solo, dentro de un aglomerado de entes de ideas fijas – una sociedad pegadas con mocos – cada uno la pasa haciéndose el loco o la despeinada – escapando de la realizada – por eso escogí lo histriónico – locura especial – en un otismo y ostracismo – un cactus en el desierto – pero no dejé de pensar en las multitudes solitarias – deambulando solas como aquellas vacas de Canadá. Pues mientras tanto la tierra cambiaba sus calzones con pantalones con cierres atrás – por la estrategia del momento – también de camisa con los tintes y matices ecológicos del nuevo advenimiento – las camisas eran tipo policía, apenas en cierta forma tocaban pito – fui un poeta mitómano – otista – con mis metáforas y parábolas del mundo histriónico. Aún el sol en sus destellos de coloridos celajes – anunciaba el final de un mundo se iba por la tangente – a una regénesis de otros matices que nuevos colores – del arco iris, en mi apartamiento y silencio se desnudaba mi alma – y mi vida colgaba de la punta de una espina. Como un reo sentado en un banquillo de acusados no tenía abogado – ellos fueron los primeros borrados del mapa – por mentirosos – y demagogos – junto con los diputados y los curas hipócritas históricos del momento – pues ya tenía insomnios – bostezaba con asomo de despertarme – en un mundo algo diferente – pues había sido elegido para narrar la regénesis de este mundo – de auroras y celajes diferentes – yo simplemente era un ruiseñor cautivo de mis musas deliraba poesías – y a veces fantasías – sin embargo – nunca supe porque fui yo el indicado. Recuerdo cuando aún era el fin del siglo XXX – las mujeres bostezaban por su maridos – y suspiraban por sus amantes – por eso tuve problemas de senos y cosenos; pues ellas fueron tremendas hipotenusas – cualquier mujercita tenía sus dos catetos – al cuadrado y querían mas porque tenían curvas – y podían salirse fácilmente por una fuerza peculiar de centrífugas me inducieron a ser como ellas – Juan Sebastián Bach – tocata y fuga. Creí en la amistad más no el amor. Este pide pruebas y recompensas la amistad es un sentimiento que no saca ventajas - mis puertos ya estaban sepultados entre las brumas – habían atolones repentinos entre los oleajes – patinando sobre aguas congeladas y otras veces tirado en trineos de perros infieles – fueron largas mis distancias. Mi barca poblada de pájaros cagones – posados sobre sus árboles pelados – convirtieron en una letrina – los espacios de mi velero ya a la deriva – eran tantos los conjuros – mi sombra mi escudero – muy enana al medio día – fielmente me seguía mientras hacía sol al final tuve que picotear – un árbol – como un pájaro carpintero – fabricando un posada o para fabricarme un ataúd y escribir en su corteza – un epitafio de aquí a la eternidad. Sin embargo la escarcha tapizaba mis distancias – teniendo una sábana blanca de las nieves invernales – no pudieron aislar o humedecer los azules cielos de mis eternos ensueños. El alba abría las negras persianas de la noche transcurrida bostezando un aliento del nuevo día - se me platearon los rizos de los dorados cabellos los encontraba mucho mas bellos pintados – por aquel pintor de brocha gorda – llamado tiempo; destellos de mis madurados pensamientos. No quedaron mis huellas sobre la nieve – ni sobre las arenas de mis postreros caminos borraron los labios fríos de los vientos. Y entre la aurora y el crepúsculo. La muerte me dio un ósculo – así muchas noches oscuras sin luna ni estrellas – estas en un momento desaparecieron par no ver – aquella hecatombe del triste final y el nuevo advenimiento sólo tenía los candiles encendidos de mi alma. En esta oscuridad aún puede oír las letanías de las almas en pena – ave Marías de gentes creyentes pero Dios estaba sordo o se hacía el idiota. Se levantaba el nuevo alba como una mujer perezosa- después de una noche de placer ante los rayos fanales del amanecer – de los últimos amoríos lascivos y pasajeros – yo solo inverné mis fríos amando el calor de mis bríos. Era luego una montaña de arena – a cuya cumbre trepaban unos hombres – cada uno por distintos recovecos en un principio eran sendas claras enlozados y pavimentados se podía subir sobre ruedas – luego apreciaron los atajos – se tenía que sobrepasar a rastras – no todos salvaron el viaje. Habrían muchos cobardes en este verde valle – sin embargo asido de unas ramitas de molle tierno como unas manos pequeñas de apoyo – pude arribar a la cumbre a duras penas y esfuerzo incólumes – pues el camino para mi era el mas difícil – no sé porque. Ahí arriba me esperaba una bella dama – con la espalda a la arena – en paños menores – pues era Golda – la expresión de la belleza del siglo – es cuando se graduó de mujer – con su diploma sería la anunciada Jhuly años después – solo me faltaba este tramo – de vencer los arrestos de sus brazos de mujer enamorada la montaña solo era una mole de arena de la fama – de la metáfora de una institución académica – llamada “Nobel” no remiré hacia abajo un abismo resbaladizo y profundo – mi espíritu de alpinista con la fé en mi mismo – y de aquel optimismo ya con ella llegamos a la cúspide – solo era un hoyo – nuestra tumba de la fama y Yo. IX El tiempo, espacio y las circunstancias artífices de nuestras existencias motivos trilógicos de nuestras vivencias – sin embargo yo busco la libertad todos los días y la defiendo todas las noches – la miro en el cielo, pero con los pies en el suelo – sin embargo he hecho mucho derroche por mis distancias y correrías – pues existen leyes supremas y universales nos gravitan a la tierra vivos y muertos – buscamos alas para sustentarnos por encima del mero suelo – así no cabe la libertad en la eternidad – tenemos parámetros y fuerzas opresoras – mientras tanto entre lágrimas y risas se turnan haciendo ochos horizontales al infinito – esta cadena se rompe con el último suspiro o se encarne en otra vida – si es que se ha ganado la inmortalidad – somos un yo, si es que se ha ganado la inmortalidad – somos un yo, con otro antagónico y fiscal – así como Dios, el Diablo enemigos eternos ninguno de ellos puede eludir del otro – pues el alma y el bien son diseños de estos tremendos metafísicos – así los mitos de libertad y felicidad son espejismos modernos – para este ser humano con estómago y corazón y unos cuantos candiles de inteligencia. Son las hambres, aromas, perfumes, alientos – besos y el calor de las entrañas nos encadenan a una dulce esclavitud o fatales desgracias muchas veces mucho mas allá de la muerte – así como fue mi amor por Golda – en este valle del señor. Por un beso de amor el capullo se convierte en flor. Es el caso de Golda – se cree el hombre todavía – es un ser pensante, hablante y libre – esto es la mitad de su realidad – también es un ser con sentimientos, esperanzas y valores. Mas aún recuerdo el caminar de ganzo – la mirada quieta de auquénido. Ella había caminado por estepas, praderas y médanos cargando sus pequeñas mochilas de sus preocupaciones juveniles – había quedado muy niña – huérfana de padre y madre junto con una hermanita y un hermanito – mientras yo sentado en la copa de un frondoso alto pino – era un búho haciendo coplas presagios del destino – no era gitano – sabía leer las líneas de la mano – y en las tomas de decisiones las acerté muchas veces – y aquella cuando conocí a Golda no me equivoqué – necesitaba ternura – pues muchas fueron las lides y bregas de las contiendas en mi camino. Aunque fui siempre un gallo de pelea – de pura sangre – de a pico y navaja entré altivo a las arenas – otras veces era un inquieto picaflor – chupeteando néctares de flores en muchas primaveras de muchos abriles. Otras veces como la liebre raudamente recorría – matando moscas a pataditas o lentamente deshojando margaritas – era muy feliz – pues era libre. Y otras veces de taquito – mataba mariposas nocturnas o zancudos pues eran insectos pervertidos y cuando me ponía iracundo sobre todo con los mosquitos. Había abandonado el tren social de mi mundo de esta vida programada sobre rieles – no me caía tan bien – así me había pasado al otro lado del río – ante me fabriqué una oroya y pude vadear su torrente caudal – ahí me esperaba Golda – el gran amor mío. El pasado y el presente dos premisas cuya consecuente era el futuro inmediato, la sucia verdad histórica de lo que fue la existencia – aquellas páginas ingratas de mis vivencias de la realidad pragmática de mi siglo – me tocó vivir dos vectores y una resultante – dos catetos y una hipotenusa ya sean positivas o negativas de lo que fueron mas resaltantes de lo tangible de lo que fuimos en nuestros espacios y tiempos y de lo que seremos antes de irnos. Somos caninos mordiendo con rabia – nuestras propias consciencias – ladrando a las sombras proscritas dejados en nuestra retaguardia – aquellos berrinches y caprichos – dejando mitos – leyendas y amuletos en un légamo de recuerdos fortuitos – pero hay un solo recuerdo de lo inolvidable – el amor eterno; un arrecife de las sonámbulas comparsas – fúnebre carrozas de ensueños de otras esperanzas falsas. Así mi agorero mirar de búho – al patuleco caminar del tiempo – dos estilos en curioso dúo – aptitudes de lo que fueron mis pensamientos. No hay caso, somos una inseminación híbrida de un progenitor extraterrestre en un óvulo de un animal terrestre, eh ahí nuestras imágenes insólitas. “Mas animal que pensante” Nuestro yo y estas dos circunstancias de aptitudes humanas y animales determinan nuestras vivencias – el hombre un ente hablante con ínfulas de libertad – me fue fácil prendar aquella – por un beso y abrazo de Golda que se adueñó de mi corazón. No cabe duda – soy un híbrido pensante. Las neuronas de mi cerebro apenas eran luciérnagas en el celaje y légamo – las células de mi cerebelo arenillas candentes en los médanos y aquellas del gran simpático iones polarizantes de mis reflejos y actos en tics anódicos y catódicos arrancando cantos y aveces llantos. Esa trinidad del ser humano – padre, hijo y espíritu santo, comulgando de una sola hostia. En esas coordenadas polares demarcan las configuraciones topológicas de nuestros lugares de extrañas geometrías. Mis luciérnagas encendían sus linternas, los grillos afinaban sus violines – las mariposas nocturnas cambiaban sus babydolls internos y los luceros prendían sus candiles en esta dinámica de los vivientes todavía del tardecer ya próximo a su final. Un sapo experto meteorólogo – pronosticaba una noche tormentosa un cojuelo de figura odiosa seguía siendo un esotérico geopolítico – decía de las marabuntas neblinas ya cubrían este medio mundo – como grandes alas de una gallina clueca. Los hombre, como los polluelos piaban buscando abrigo – bajo las alas del cielo – esta vez sádica y cruel. Sé que tenía talento – desnudaba algo de verdad – pero no sacaba trapitos a la calle mas la sucia sapiense – de los malditos divulgaban los pecados al aire. El tiempo ya había arrugado la tesura de mi rostro y los tenía peor que mis colgajos dibujando un macabro semblante con sus impecables tajos – enfriando al macho cabrío – de mi masculinidad a este gallo de este corral – perdiendo mis sensuales bríos – esos testes del chivo – que de soslayo terminaron haciendo tierra izando de sus barbas sus pararrayos todavía el mar mostraba sus senos ondulantes – cuyos pezones se erguían sobre las olas y ondas sensuales y sus orgasmos espumosos a borbotones; pero sus labios lesbianos aún besaban las ardientes playas cubiertas con sus sedosas cabelleras cariñosas con el fulgor de sus entrañas – las húmedas playas y en este himeneo se desmayan. Quizá así fue los arrestos postreros de Golda – cuando aún el sol salía por este y la tierra no había cambiado de camisa. El amor salvaje y clandestino en la magia sublime de la natura – el eterno frenesí – de un cariño. Yo solo fui un atolón solitario conocí muy bien las cuitas de las gaviotas y del deseo sensual de las olas y mareajes. Estoy contando el acontecer posterior del siglo – en los perfiles de mi locura profética de mi alma poética talladas por las lluvias internas cuya escultura dicen mucho de mis ideas turbias. Pues una vez fueron límpidas y claras hoy tornados en sucias – aquellas ideas sensatas solo fueron las primeras nupcias – luego he comulgado mundanos cuerpos – tuve muchas navidades y noches buenas y vulgares hostias de cada día – desfaciendo mis entuertos – ahora pendo en un hilo – como un péndulo oscilante al margen de mi propio abismo. Si alguna virtud tuve – no esperé jamás que mi pueblo haga algo por mí – sino creía en mis propias posibilidades – pero para ella – era capaz del heroísmo y sacrificio – la tierra es una dádiva de la creación y el hombre una obra maestra a pesar fue hecho de barro de mala calidad, una torta de navidad del cocinero de Dios. Pero este insigne sujeto llamado hombre – dejado en un solo puerto – cada uno surcó al mar en su caballito de totora bogando solo en altamar. Ya los rayos oblicuos de la tarde de la luz agonizante dibujando en el cielo el último celaje con todo los maquillajes de luto y coloridos de matices con los últimos colores del arco iris. El día era un tierno palomo agonizaba en las sombras y manos del crepúsculo – sus últimos fulgores besaban tiernamente a esta noche eterna – beso del último adiós. Así fue mi cariño quizás loco o ciego o el último – con la ternura de un niño – una tarde callada con los propios matices del arco iris de mi alma le entregué mi vida. Sin embargo era salitre como calzoncillos de ferviente, pescador – un día me compré un terno un saco con sus dos pantalones – pensando que me dure y sea eterno – “me robaron el saco” pero sucedía en las mejores familias y en la cuerda floja otra vez bailando tango – el día de mi santo me resbalé y fui a parar raudamente a un inodoro de un baño abierto y me empapé de algo mal oliente vilmente. Hay trampas puestas por el carnal de Dios llamado Diablo – que le gusta hacer malas pasadas – después de todo – se matizaban las cosas entre lo angelical y diabólico – y las cojudezes humanas. Aunque siempre caminé con mujeres bien relacionadas es decir de muchas relaciones sexuales – puedo mencionar unas – Teresa, Juliana, Yolanda – por decir unas – disputaban y las computaban en la cámara baja – solamente eran bellas – muchas eran hijas de Buda otras eran hijas de la puna – no me dejaron huellas de amor – solamente mis bolsillos vacíos. Tampoco fui un buen cristiano – no metía el dedo a la pila del agua bendita – era muy sucia – ni pude confesarme pues los curas eran hipócritas – y de las canillas y fémures de mi suegra difunta me hice un silla – y de sus anchas caderas – una mesita de noche y de su piel curtida un estropajo para fregar las escaleras – del vacío de sus ojos en su calavera – dos sockets de focos de cien voltios para mi lamparín nocturno y de su calavera sola – era cabezona la vieja – me he fabricado un cajón de madera donde guardo dos pistolas una que me he comprado y otra que el último papa noel me ha regalado – y de su sangre de orchata una morcilla para mi perro para curarle la rabia congénitas por ella; y de su irsuta cabellera un par de escobillas para lustrar mis zapatos – y de sus largas uñas – castañuelas – para bailar olé olé con su sombra – dando gracias que se fue – las suegras no tienen derechos humanos. X Ahora quiero relatar – de Golda – protagonista del último amor de la era cristiana fenecida. Dormitaba ella con sus bellos ojos abiertos – con las manos en la nuca – debajo de un olmo frondoso todavía al margen del río Amazonas – vivía con sus padres en una posada – miraba por las claraboyas del follaje – la luna – contando con sus dedos las estrellas y los carneritos; las nubes saltando lingo – así soñaba las noches bellas de la selva jugando con sus sueños un bingo – hoy – ya huérfana metida en una sociedad de consumo – aún no ha olvidado la altedad – aún cree que sus padres moran allí – velando con sus miradas por ella y su hermanita – mirando sus problemas en una mera horizontalidad. Tendría Dios pedirle perdón por haberla dejado sola en este valle de dolor – a su libre albedrío y riesgo aunque sabía – Dios creo a la mujer – de una costilla del lado izquierdo – junto al corazón – para ser amada y protegida – la única forma de ser feliz aquí – era todavía una niña en su ro-ró apenas gateando completamente a su destino “seguía aún llorando su orfandad”. El no temía quedarse dormido celebrando su creación el universo – ora maestra y su obra de arte – un hombre y una mujer por supuesto no somos hijos espudios, ni tampoco putativos no merecíamos su repudio – sospechaba ella por su intuición femenina – el sol tenía la intuición – apagar sus lámparas para este orbe – la luna ya había sido mancillada por el hombre – varias veces ya no era virgen – la luna – los mares apenas podían protestar en resecas agónicas a tanta basura que engordaron sus causes – arrastrados al mar fornicando sus sanas entrañas. Golda ya tenía preocupaciones sociales y ecológicas. Las mariposas caían en parvadas como hojas muertas que despedazan los vientos – heridas y destrozadas en añicos las nubes de sus cielos selváticos eran gases horripilantes de todos los malos humores del hombre – ella buscaba un aire puro – con sus ojos suplicantes – los árboles lloraban a solas plantados en sus raíces eternamente sin poder huir a otros lares – sus hojas caídas no tenían muda – ni renacerán jamás – pues no habrá primavera – pues eran desnudos y esqueléticos – tenían vergüenzas profundas de ser árboles y envejecían quietos y rápidamente – y en sus desnudos ramajes no mas se veía nidos de pájaros – estos parece se fueron hace rato a otras galaxias – solamente quedaron nidos de insectos voraces de sus troncos – era la naturaleza muerta por la contaminación y polución todo habría quedado yerta – ya se veían murciélagos venidos a los funerales del hombre y la mujer – con antenas y radares transcurriendo las cavernas como ratones alados – mas bien parecían ratas voladoras. Las moscas se habían olvidado de la computación de sus vuelos y se estrellaron entre ellas en un santo – AMEN – las luces de los semáforos tricolores – en los vuelos de tránsito se convirtieron en obsoletos. Las pulgadas doctas en anatomía, expertos, conocedores de las partes blandas y sanguíneas y las partes eléctricas femeninas. Ya las estrategias para desafiar los atajos, las barreras y las estalactitas de los hielos filtrantes no funcionaban – la tierra temblaba presagiando con una curiosa movida – con su terrunia feminidad – este acto – con su mirar de soslayo – el sol se puso sus lentes oscuros para no mirar – en una actitud hipócrita – con una mirada bizca – al rey de la selva pasando apuros – pues la luna se hacía la despedida como una tapada limeña aguaitando con un ojo este desmán. Un pequeño monito haciendo el amor al grandazo rey de la selva – causando mucho estupor – cosas del fin del mundo. Cuando sentían en este ambiente el olor a muña del negro – a huanaco o llama al indio y a queso fresco al blanco y olor a rata al amarillo. Cuando se veía correr un negro en la calle, es un miserable ladrón – un blanco en el mismo detalle era un deportista campeón – un indio subiendo a las montañas está yendo a dormir a la cima donde esta su cabaña – el blanco es un alpinista – el negro que no canta en la puna por mas que sea optimista – solo estoy contando los preludios y epílogos del fin fatal – con mis ojos y la de ella. Cuando el susurro del céfiro cortando la verde paja de la puna andina – a la altura del territorio peruano – parecía decir los únicos sobrevivientes sobre la faz de la tierra – ya que perecería todo bicho viviente y fitológico – serían las cucarachas y los peruanos – pues estos entes tenían el superpoder de supervivencia – hasta comiendo resagos o excrementos – pues en otras partes se agotaban por sus cóleras – sidas y otras infecciones letales últimamente estaban usando pantalones con cierre atrás funcionales para sus rearreas y mariconadas – el murmullo todavía de las cristalinas aguas en estas alturas – del Perú andino de los pequeños riachuelos traían trágicos mensajes – del acontecer inmediato vistos desde las alturas y de las doradas celajes de este tardecer andino – a las profundidades de sus valles y quebradas – hablaban del trágico final – sus causes en el Perú profundo ya no eran ni mas limpios y cristalinos en estas horas amargas – el hombre era un ego y su medio ambiente – una conciencia y sus circunstancias – los impactos plasmados en su corazón y su mente. Este yo y está, últimamente circunstancia ya no pertenecían a sus “modus vivendi”. Era una trágica realidad irreversible nuestra minimizada libertad – en la toma de nuestra decisiones por nuestros por nuestros desequilibrios emocionales, como entes contaminados e inducidos a una sociedad pervertida por el tiempo y espacio histórico. Nuestro balance del debe y haber – de las cosas positivas y negativas hace rato estaban en rojo vivo – en la computación celestial. No existía la confianza en uno mismo – ni en los prójimos – solo la fé ciega en algún Dios sin dirección conocida a la visión humana; no podrá ser testigo ya escaseaban las luces del cielo y el cerebro – ofuscado – no había caminos a elegir – pues se había apagado – las luces de la libertad solamente éramos seres fatales como hojas que lleva pensamientos. el viento junto con nuestros Parecía escuchar – a algún redentor postrero: “Dame tus cansado manos – deja de chapalear en estos fangos pobres con uñas y dientes adheridas a un arrecife de un mar salobre con tu último elan defiende tu vida” – si puedes vivir sigue adelante, saca del fondo de ti mismo tu fé inmarcesible de salir de ese atolladero – del fondo de ese abismo – aún hay esperanza tras el último suspiro. Mientras oigas el tic tac del latir de tu corazón y veas una luz en el horizonte hay fuerzas suficientes – en el corazón y la mente la sublime razón de seguir desafiando las olas bravías te doy la mano por única vez – yo también estuve en esa onda. Ya los pasos dados – en las arenas del tiempo fueron borrados por los rastreros vientos – nuestras huellas en las mojadas playas por las resacas del mar fueron arrasadas – aquellos granitos de arena de las cuentas de nuestro rosario – hoy son frágiles montículos de nuestro lotario de nuestras dichas y penas. Así hablaba Golda en un futuro de un pasado cercano. No valía la pena de llorar pues las lágrimas resbaladas por las mejillas fueron atomizadas antes de llegar al suelo solo quedaron algunas – enjugadas en nuestras pupilas – nuestras risas carcajadas se acallaron y apagaron en el horizonte – muy pocas veces se oyen sus ecos como lejanas voces de adiós. Olvidamos los valores intrínsecos atesoradas en nuestro mundo interior – no son políticos ni económicos sin algo imperecedero y superior – los otros se pueden perder – en un caso dado – hasta la virginidad saltando el río o por un simple amorío o por una patada – ahí donde te dije – como siempre suele suceder. No olvidemos – hemos llegado aquí – desnudos – luego nos disfrazamos de payasos merecemos obviamente esa patada en el trasero. La inflación, recesión palabras y fenómenos de moda – el primero de nueve meses tenía alumbramiento – y la inflación máxima reventaba en un shock por un simple pinchazo – la otra llamada también estagnación o detenimiento – detenida las aguas ocurría el abombamiento – el agua debe correr como una tromba o caer en cascadas – o cataratas para airearse y oxigenarse – y ni siquiera – como estalactidas goteando lágrimas del deshielo de la perpetualidad de las nevadas o como tenues rocíos – sólo para lavar los pétalos de una rosa. Se necesitaba una limpia y purificación y dejarla correr – la vida se infecta en la monotonía – y todo cambio es felicidad – lo mejor esta en otra parte y lo distante – pues hay treinta y dos puntos principales o derroteros en la rosa náutica treinta y uno van a Roma – símbolo de la felicidad – y uno solo a la gran vía – paradigma de la desdicha. Los hombres y las mujeres son propensos por irse a la única dirección de la desdicha – la gran vía. Todo cambio es una movida de los dados de nuestro cubilete – sobre el tapete verde de nuestras esperanzas una sena y cuatro ases camina la tortuga. En las nuevas sendas marcadas por nuestros pasos diferentes – la novedad es grata al alma de un creador. Hay dos clases de camisas – tipo gallina y tipo policía – la tierra cambia de camisa cada primavera – el sol usa un nuevo lente de contacto cada día – la luna cambia de sonrisa cada noche – lo grato esta siempre en la vez primera no se debe andar con los mismos calzoncillos manchados – huelen mal. En cada surf desafiante manténte luchando a pie – no eres un camarón dormido cada mañana canta nuevos maitines – jugando siempre a las numéricas perinolas – hay claro muchos escollos y cayos repentinos – cascadas porrazos y tumbos – retos, desafíos y arrepentimientos de todo hay en este mundo – siempre hay sorpresas gratas en todo camino. Es la importancia de llamarse un hombre ganador o mujer realizada – algunas veces se tropieza y se cae, lo grande de esto es saber levantarse – vivito y coleando muchas veces se retrocede o corre de la brega – solamente para tomar viada y volver a la larga – con mas valor y ahínco. Nadie se ha aliviado todavía del vapuleo y calvario – cada uno tenemos nuestra cruz – más hoy se carga en vehículos motorizados así transcurrimos a ciertas metas – con cierta ayuda y facilidad recuerdo – yo era la reencarnación en un cactus – un candelabro – que cada punto de mis espinas era un cero de donde pendía mi vida – pero Golda era rosa – una flor de un día y espina también del resto de mi vida. Soy un candelabro para anunciar a los siglos venideros – el faro que pidió Jesús – con toda la luz y ciencia de esta humanidad fenecida. En medio de un desierto sobreviviendo con las últimas lágrimas y alientos de los hombres que fueron en esta tierra – hoy desértica y árida – tengo el corazón mas frío – como un témpano de hielo a penas las tibias calorías – de mis latidos – ya son muy frágiles los cristales hiélicos de mis sentimientos – y solo luciérnagas las luces de mis pensamientos – en ésta nochedad solitaria y fría – aquellos montículos de arena que formaron los últimos alientos de los granitos de nuestros recuerdos – fue tan sencillo y común – se iban desmoronando solas – pues solo existían pequeñas radiaciones en forma de ventiscas de las últimas bombas atómicas de la guerra final icebergs de suspiros condensados – dunas y diamantes carbonizados de las lágrimas puras infantiles – de los últimos niños de la tierra – metáforas, parábolas – metástasis en los espacios donde moraron los amantes. Yo aún murmuraba mis susurros a los oídos que fueron muy sensibles de Golda – tu bien sabes amor mío que nuestros mejores afectos los disfrutamos, en las arenas y sobre el hielo frío. XI Recuerdo – aparece las pestañas – mis espinas – algunas verdades a mediados del siglo que vivía – y ante mi reencarnada existencia. La iniciativa, el conocimiento – y el espíritu de empresa – significaba el advenimiento de las grandes realizaciones de los pueblos y las naciones – donde la vedette era el dinero – la mano de obra y la propaganda dos factores también esenciales para los productos comerciales sujetos a la oferta y demanda – ganaba el que vendía más – pues se vendían hasta las cosas inverosímiles – sujetos a una ley de oferta y demanda – “Era una sociedad de consumo” – aunque por vanidad que necesidad, así los oníricos ensueños se convertían en realidad por la magia de la imaginación la creatividad y el “Marketing” mercadeos formales e informales. Todavía maullaban los estómagos sus felinos apetitos de muchos pobres – que vivían en los techos y tugurios pululando como las cucarachas – sus ojos eran crisoles hipnotizando a inocentes roedores – los bigotes eran antenas de radares y ecosondas – se olía mal las perras de sus zapatos y los perros cascando los huesos de un rumiante – dirigido y defecado – cuya onomatopeya se hacían ecos en los tímpanos de un gato techero maulla – un psicoanalista de los hijos de perra congénitos de los dueños de los zapatos, y entre las claraboyas de las repugnantes hojas invadían rayitos filtrados de luz haciendo cosquillas un viejo sauce. Un pañuelo blanco para este Jeremías vegetal – para enjuagar sus lágrimas y mocos verdes – provocando achis de catarsis – el rubicundo Apolo ignoraba porque lloraba este árbol – alicaído y llorón eran sollozos sin quejas – ni lamentos – ni siquiera suspiros – no tenía corazón – solamente un tronco y raíces profundas. El toro mugía – necesitaba suspensores y la vaca balaba – quería sostenes – el sólo era cornupeta pero no cornuto – pues ella había perdido sus medidas era una vaca. El pingüino vestido de frac hace el amor sobre la roca desnuda y la pingüina no usa “panty hose”. Una pulga subía por la “carretera del piojo” de la frente a la nuca – más el dueño de la testa ya era calvo – ya habían pavimento - más usando el último pelo como garrocha tiró un salto triple – para caer en el huesito de la alegría y en vez de chupar sangre chupó mierda – después de todo la pulgada era comunista – le gustaba la izquierda – todo esto y algo más eran las viviendas de los bichos vivientes – incluyendo al bicho hombre. Carmensita de las hadas – una mujer tan mala que conocí – que saltando el río rompió la pita y el río se fue cantando “era una gran pita”. Era diputada – diputaba con el pueblo – era mujer pública – de muchas relaciones y con el tiempo bien relacionada sexualmente. Cuando le hacían el amor le dio sida – y cuando no cólera – de todo hay en el jardín de Dios. Estoy contando algunos pormenores del acontecer de las horas postreras de mi siglo. El viento le recordaba la madre a la montaña y ella le contestaba en sonoros ecos – un “carajo” el viento la decía yo conocí a tu hermana – detrás de la ventana y el eco le contestó yo conocí a tu madre – en la pampita. Pero ahí no hay rina pero es la mera verdad. Yo como mi guitarra solo canto huainitos peruanos – una monita tentada por el dominio – se enamoró perdidamente de un elefante – solo quería – como quería – después del matrimonio. Se llevó acabo las bodas por el sacerdote “el león” se fueron en luna de miel ella de aguantar – aguantó pero cuando se dio el elefante, ella reventó. Una abeja se enamoró de una flor y en vez de sacarle la miel le saco la mermelada. Ella era una rosa – ella en vez de darle su néctar – le clavo una espina. Pobre abeja hoy es una cecina “la llamaban las abejas – rosa asesina”. Así una mujer bonita – es pétalo de rosa – es perfume y hermosa – pero son espinas de toda la vida – un gato bailando un tango apache se piso en la punta de su cola – tiró un maullido y saltó a una perrera municipal, le hicieron dosaje etílico del virus de inmunidad adquirida – del cólera y de la rabia – previo baño de agua fría. Este perro es gato – porque no orina con un pie a la pared – salió al paso de polca – ya no baila tango solamente una marinera peruana con una gatita norteña. Tengo que contar estas cosas – porque fueron el cantar de las cantares – del que fue el nuevo testamento – captados – en la punta de mis espinas – lo traduzco al nuevo esperanto que sería el habla – en el nuevo devenir. En un tiempo escapé del tren de la vida anduve solo y desnudo – matando moscas de pataditas y pulgas de taquito o deshojando margaritas – y cuando estuve amargo – tiraba cuescos en salto largo – o triple. Ya lejos de esta fiesta con las manos en la nuca tomo siesta; casi nunca – ando aburrido por caminos andados, sino a campo traviesa – tomo agua del río – como cancha – maíz tostado mamá del cielo – o pan con soledad – pero en plena libertad – soy yo – al fin soy libre. De una espiga rubia – traducido en pan integral – hostia negra y blanca para comulgar mis hombres – la cachina prieta o de uva blanca debo – a la salud de una vida franca y aplacar mi sed – izo una bandera blanca – la síntesis de los siete colores del arco iris – para vivir en paz y con el tinte de mi sangre azul – lo escribo este testimonio – lo veo roja – creo en la democracia. Mi cafetera hacía gárgaras negras – había sido vapuleado y molido ese café – metáfora de la fé – me sacarían la mugre y lustre – mi cafetería sudaba un sumo negro – con aromas de mi fé – no era la quinta esencia – sino sudor de la gota negra. “Yo fui una cafetera”. Picoteaba la lluvia sobre una alguna sacándole ondas y ciertas sonrisas y mas allá en el fango zapateaba el chaparrón un baile español – el granizo de dientes blancos eran castañuelas sobre el tejado – unas manos extrañas ordeñaba de las ubres de las nubes – leche convertida – en cubitos de hielo mientras dentro de mi llovía ya llanto de despedida – nebrazca, rocío – sobre aquel lago oculto muy adentro – no se, víctima de esta repentina tormenta apocalíptica. Menguaba la luna – su selénica menus – pausa – dejando entrever una histeria peculiar – se olvido de peinarse su cabellera –desgreñada perdía sus claros reflejos no tenía que lavarse el rostro – sabemos no tiene agua – no era pues una luna de miel además ya no era virgen había llegado algunos hombres a su regazo y entrañas por la izquierda y la derecha – lo curioso – todos estos hablaban Alemán. Dije: que en la punta de una espina pendía mi vida – titilaba vacilante – había caminado mucho tiempo en la cuerda floja y en la dimensión desconocida – presto ya a pasar al otro lado del río por medio de una oroya – impulsado por el elan de mi espíritu empedernido – dejando atrás mi caballito de totora – compañero de mis muchos mares – hechas de las trenzas de mis esperanzas a otra realidad. Me había metido en mitones y zapatos y nos olvidamos donde meter el dedo – pero si la pata – y nos trompeteamos con las piedras del camino – o pisamos excremento a cada rato. Con mi sangre vasca – habla mi espíritu y por mis labios brotaron mis tronchadas ideas del alma mater de mis pensamientos – se burila el estilo en oro maleable y dúctil y sus argentados contornos serán el antimonio de mis huesos de cuyos meollos poblaron mis ideas con luz propia. Mientras mariposas de luz tejían los mágicos telares de mis ensueños en colores. Es mi sangre, mi palabra, mi luz – fueron la trilogía de mi poesía – la vigilia del flujo de mis anhelos de mi mundo onírico. Al despertar decoraba las pesadillas con las pinceladas de las nuevas auroras – ya en otras ondas mientras la ingrata silueta de estas “yeguas de la noche” huyeron lejos del horizonte mío – pero aún quedaron en mi pecho el calor y peso de sus chispeantes pezuñas candentes que pisotearon mis ensueños, los mohines de mi rostro se inventaron una extraña sonrisa – imitando del cuadro de la pared frente a mi lecho de espinas – la semi – risa de la vida – en un sepulcro de fuego – se purificaban mis malvados pensamientos – un alfarero improvisado atizaba las brasas al rojo vivo. Pero quedó tatuado en letras de molde dentro de mi – el nombre de Golda – todavía no lo sé porque. Moldeaba en una forma gnóstica un cenáculo de musas discutían en torno al neo – arte de las blasfemias – la escultura de algunos pensamientos satánicos míos – “une belle art” indimensional en el otro rostro de la estética eran las inspiraciones de mi otro yo. Era todo pragmático al fin de mi siglo – el verbo se hacía sustantivo – al tomar una forma en el espacio – el enigma de la consagración – pero cuando ese sustantivo se sujeta a determinantes, aquí comenzó Cristo a padecer cuando interviene el corazón y las blasfemias – el verbo solo queda en infinitivos y el sujeto: - hombre sólo domina los adjetivos en tiempos perdidos. En estanques se entumecen las aguas y los pecados y se abomban las virtudes – el mal y la virtud compartían un día el infierno y se quemaron los dos. Sin embargo no tendrán la misma suite en el último motel – dormirán en la misma cama – con respeto quien es quien – sin embargo el cielo es egoísta no es para los dos – como Dante y Beatriz – Golda y yo – teníamos que caminar asidos de las manos – por los caminos azules de la gloria – quizá otra vez por los siglos y los siglos – ya no queríamos los trillados caminos de la historia – pues sabemos somos la nada y el vacío – hechos de una nebulosa con una luz de un día – que llamamos vida, hinchados de ínfulas, vanidades, solo existe la eternidad. Quien sabe como Quijote y Sancho – desfaciendo entuertos o como dijo Ciro Alegría “El Mundo es Ancho y Ajeno”. Estuve cansado de no saber quien era el más hipócrita el pura, el abogado o el diputado, la extraña sonrisa de Monalisa, el beso de Judas por las puras, izar banderas a media asta – la media sangre del mestizaje muestra mediocridad e hipocresía – la verdad a media tinta, el milagro secreto, la mirada bizca y de soslayo de la realidad – luego nuestro fin no es la totalidad como dijo Einstein – todo es relativo y circunstancial – pero Einstein servidor dice todo es absoluto y total. En los últimos tiempos habían tres clases de hombres: los que se creían superiores la última chupadita del mango – complejo de superioridad; los otros los que se creían inferiores la última cagadita del gato – el tercer grupo eran los suicidas; honestos – sinceros – se daban cuenta – la buena “M” que eran y se choteaban en este valle – en el caso – de los cholos peruanos eran últimamente también de tres clases: Los emergentes los sumergidos y los cholos de mierda Estos eran de mayor cantidad – no cabe duda – los últimos filósofos se equivocaron en sus especulaciones. “Pienso luego existo”. Había mucha gente que no pensaba sin embargo existía. “Conócete a ti mismo” Pero no se lo digas a nadie. “La idea pura”. No es posible – nace de un ser material. “La distancia mas corta entre dos puntos es la recta que los une”. No es así: las distancias mas cortas para irse a la “M” es el recto – etc. Ya el hígado de la tierra vertía hiel, en el mar; las legañas de las cumbres, lágrimas congeladas de las montañas nevadas – destilaban en forma de estalactitas por las rendijas de unas rocas peladas – el viento aterrizaba en las laderas – rastrillando sus cojones y la luna se orinaba de risa – las pocas gotas de H2O mezclado con úrea – mostrando sus dientes picados – como si se alimentara de hojas de perejil. Un buey rumiaba el amargo pasto de sus ideas y sus bolleros recuerdos y aún la tierra giraba ya fatigada en torno a su eje imaginarios y los estúpidos pueblos siguen girando en torno de un águila verde cuyo nombre era el tío Sam. XII El atavismo casi totémico – por memetismo – me identificaba con un mochuelo – porque abría mis ojos en las sombras y la noches – era ciega a la luz y el día – tampoco a la dialéctica – sino más allá en el arte y filosofía – mis enzimas especiales coadyuvaban a nutrirme de manás de ultramundos de mi creatividad y de mi atavismo ancestral eso era mis únicos avatares. Hable de mis libros con los muertos, los vivos y conmigo mismo – en un lenguaje térmico del calor universal y humano – creí – mas sinceros son los difuntos todos son buenos – llegaron en hombros al último motel – con los vivos mas bien escucho, el problema es cuando hablo conmigo – necesito un traductor y un psicoanalista. No éramos iguales – de los reyes magos – solo eran dos reyes, el negro era para cuidar los camellos. Dios hizo al blanco de barro de loza – al indio del guano del burro – al negro de la caca del mono – y al chino – de la caca de un macaco amarillo. Tampoco hay justicia pues no existe el hombre justo al que hubo lo crucificaron – solo habría democracia en la olla común – dos platos para cada uno. No tenía municiones para mi defensa civil, los otros manejaban bombas de racimos, misiles y bombas atómicas – los únicos vehículos eran solamente mis pies – los otros poseían carros de combate con tácticas y estrategias sofisticadas – yo solamente contaba con una ventaja – un telemira de alta fidelidad – de una inteligencia extraterrenal – por una causalidad cósmica – estaba en otra frecuencia y en otra longitud de onda simplemente – y la trayectoria de mis ideas no tenían órbitas terráqueas – no podía ser blanco de sus disparos – no estaba en el dial y banda de sus comunicaciones ni claves, ni bemoles – o entre paréntesis o comillas – en mis astilleros fondeaban naves invisibles – diferentes a la mira de sus detectores, ni al alcance de sus cañones intercontinentales – la espoleta de mis proyectiles – eran ideales – aladas de aves imaginarias – de vuelos rasantes – imperceptibles e incomputables – los tuve supersónicos y galáxicos – lejos de la gravitación terrenal – imágenes en el ecram de la imaginación – de la creatividad – y del arte sin espacio ni tiempo. En este valle humano también me di cuenta; no siempre el espermatozoide caracterizado e ideal ovula y esta no es de las mejores que se diga – la mayoría fueron las mas prostituidas y de muchas horas de vuelo – eso demostraba de tanto hijo de perra deambulando por los valles y cañadas -. Gran parte eran hijos de Buda o de la puna. No fue el mas osado o raudo mas bien el lentito e incauto de este insólito nacían los retrasados, claro hay pocos de punta a punta, en entrañas virginales los pocos genios que han sido y los pocos sabios que han nacido; cada minuto nace un cojudo y de estos el mundo se ha poblado y para eso no se estudia, solamente se nace y cada cien años nace un genio con 7 rayas en la mano y en el cerebro pues no hubo control de natalidad ni de calidad tampoco era buena la biología humana. Era curioso de las mujeres que conocí – las de manos frías tenían calzones calientes – aveces anduve con mujeres con pasado – que no me pedían futuro solo un presente contundente. Ahora solo sé – sed tengo, bebo entonces existo – yo me moriré en París sino en mi país. No creí nunca en el destino lo demás es ciencia y arte – un poco de filosofía; los estros de la dinámica – para la apertura de los caminos y las tomas de decisiones atinadas lo demás caen por inercia – tenemos dentro de nosotros tres angelitos consejeros: Uno divino de los buenos actos de nuestra conducta – otro satánico y diabólico – para nuestras maldades y el otro bien humano para nuestras cojudezes – y también tenemos dentro de nosotros un ente peculiar y extraordinario – nuestras huellas digitales y rostros elegidos en el repartimiento genético; también un espíritu y una valencia – una afinidad especial a un estilo de existencia – movidos por una energía – con un potencial propio de libertad – un biotipo peculiar de espécimen con un genotipo funcional casualidad. – disparada de una vertical No era pues mi hábitat me había metido en claustro marginal – solamente trascendente. Un anfibio metido en un amnios metafísicos y biológico – viví un tiempo en esa bolsa buceando – solamente del aire de las rendijas aeróbicas de mis pozos con un hipotálamo solo vegetativo en mis tálamos – decía del placer apenas – tenía como un vil protozoario cilios – para detectar algunas ideas nutritivas – para una poesía – cuyas enzimas catalizaron mis pensamientos muchas de ellas fosforescencias de las neuronas con pestañas ciliales al infinito. Una dentrita a una virtual configuración poética, el enigma metafórico en la floración de los delirios en una vacuóla artificial – cuya metosis degeneró la biogénesis de mis versos vivientes – sufrieron un catabolismo detectando mi vida – a la nada – en una simbiosis maligna y cataléptica: Una vivificación de oníricos ensueños que hibernaron en lo recóndito de mi alma – en forma de iones catódicos y anódicos, cuya chispa del arte vino a mi pluma muy tarde – la testaruda yegua de la pesadilla – en las noches de insomnio – no quitaba sus patas de este delirio – un coloquio de pájaros locos – hicieron fogatas de mis ideas en cuyas viscosas flamas – la lucidez de soñar despierto; pero la vigilia habían quemado mis ojos – solo fluían gotas de azogue hirviendo y caían como larvas candentes por las vertientes de mi alma – cuando pensé – Qué es la vida? – una célula – de un átomo vivificado nacido de un cero de la punta de una espina – convertida en neurona – con reflejos de luz y razón – un cuerpo 75% de agua y 25% de excremento – aveces al revés – aveces dulce o resalado con un aliento o tufo de un metafísico llamado Dios con agregados de sentimientos y pensamientos – y con capacidad de tomar decisiones. Un bípedo de lípidos glúcidos y prótidos – con dulzura, salinidad y acidez – un muñeco de barro con un vaho mal oliente. Con enzinas, proteínas vitaminas – celestinas, alcahuetes de esta dinámica llamada vida – con maripoleras las ideas – libélulas quemando sus alas – en el antimonio, una ilusión, un espejismo – esta ensalada con aceitunas y comino con una anatomía, fisiología y psicología – una trinidad con siete misterios – una animal con cinco sentidos mas tres nociones de estética, ética y lógica – valores y un regalo; una imaginación creativa – un sustantivo con verbo y atributos. Un encubo, socubo – un ángel un cuerpo y un anticuerpo materia y antimateria – un ego y un yo antagónico – un ángel – un diablo sintetizado; un hombre con principios inmediatos, mediatos e imponderables, fenómenos concretos y abstractos – hechos e irrealidades. Primero fue el verbo luego el sustantivo y con todo este acerbo el determinante y adjetivo. Dos líneas paralelas de la objetividad y la subjetividad de nuestras entretelas un yo consciente y un espacio circunstancial cuya resultante determina la existencia; el materialismo dialéctico, el idealismo romántico – un Sancho rechoncho positivista un Quijote idealista. Esa dualidad no funcionó solo provocaron la autodestrucción del hombre y sus espacios de manera irreversible. Todo lo comentado – solo fueron aspectos para la bitácora del devenir – pues estoy seguro habrá un nuevo amanecer. Estoy seguro en el más allá estará la maravillosa imaginación como fuente de las creaciones del devenir diferente. El lumen de la quinta dimensión en la sensibilidad estética – luz titilante de la inspiración de la nueva plasticidad poética. Ya no habrá jamás puñaladas clausurando la vida. La piel una hojarasca – no se desmoronará. El diafragma seguirá – como un mandoneón produciendo risas y carcajadas – por el tecleo incesante del gran simpático. Las quimeras seguían haciendo piltrafas el miocardio – del corazón – mientras la muerte como de costumbre seguirá dando palmaditas por la retaguardia – muchas veces donde termina la columna vertebral – se estuvo deshojando las horas como pétalos de margaritas como prostituidas alitas de mariposas nocturnas. Ya estuve cerca de la poesía final – el aroma del espíritu de un vino tinto – de las uvas negras fermentado por toda una vida – en mis tinajas internas, ante el brindis y la embriagues – mis pensamientos solo fueron hilachas del ovillo enlazados por los dedos de mis musas aún angelicales en un tiempo se tornaron diabólicas porque estaban también borrachas por la desilusión por mi ser ya derruido por la pátima del tiempo. Así mi vida se iba yendo haciendo quimbas y senosoides y ochos encadenados al infinito – se iba elevando como la alondra cortando con sus aladas; desafiando las sombras fúnebres en mis espacios finales. De la rubia arcilla ahusada figura; mi arquitectura era aún sencilla; pero los mil clavos de la mirada del gran arquitecto – parecía mas bien escultor ese señor, me puso clavos candentes al rojo vivo eran mis coyunturas – mi estructura escultural – mas la lúgubre consciencia de la noche ya no encendía sus candiles en las puntas de mis espinas izadas y un mudo campanario – tenía ya badajos dormidos en un letargo final – solo pude balbusear algunas palabras de adiós con ciertos sonidos inauditos, mas si en ese fuego del fragor insano de deseos se filtraron por las rendijas de mi piel un virus con propósitos de masacrar mis glóbulos blancos – dejando a los rojos a la merced a una anemia maldita; parecía un tiesto o huaco despostillado donde se orinaba el tiempo atmosférico ante la risa cachacienta del tiempo cronológico. Ahí afuera, un magno rebaño de estrellas bajada por el puente de nácar de la luna a pastar en mis hierbasales – era una antorcha de ideas – un dote del cielo para mi cerebro; cuyos altares amortajadas de tules negros, el acerbo de la gesta de mis esperanzas fenecidas apañada de rocíos esquilas de los añicos de mi alma. Mi estómago vacío no entendía a mi cabeza ya hueca – ambos carecían del pienso – había transcurrido el mundo y la vida tan solo en un sueño luego una pesadilla mi alma se convertía en un hospicio de pensamientos ancianos – los tenía ya los talones cansados y arrastraba los pies apenas y como una paradoja irónica habían crecido los dientes blancos de ansiedad y hambre – pero jamás los vi; los del juicio. Los pezones deformados de la tierra de amamantar bribones, ella había dado de lactar tanto a sus hijos espudios y putativos que armaron su ruina – existía la maldición inédita del más allá – faltaba ajustar solo un tornillo del ataúd de la tierra por el destornillador era el Diablo. El problema era exhumar la contaminación del medio ambiente apenas fluía las brisas yódicas del mar, ahusaba hilos trasquilados del cordero incauto – el hombre su esclorótico mohín de su mezquindad de su congénito egoísmo se pudrían las hierbas y la avena en la trascendencia de las cuatro panzas de rumiante – pues las ideas solo se rumiaban – no se las masticaban yo veía todo eso desde mi ramada de carrizos huecos en medio de esta espesura y dormitaba con la mustia agonía de la tarde – haciendo zurcidos de telarañas para capturar abejitas de miel que dejaba el viento – para mis gratos pensamientos – las únicas me fueron fieles para endulzar en algo la ácida hiel de mi hígado ya enfermo – y soslayada a mi valle con mis guiños viscos a la natura; aunque engañosamente las praderas se enverdecían de un verdor de mirajes falsos – de botones de flor – de espejismos a propósito – del despropósito sádico del metafísico llamado Diablo se chapaleaba en estos charcos mohosos de aguaceros clandestinos la tierra estaba arrugada y por sus rajaduras se desahogaba los recuerdos hacia la estratosfera. Esto era un carrete de hilos negros torcidos y enhebrados por la hereje necesidad – mientras padecía en mi soledad de las vibraciones epilépticas del sexo; en la salvaje fragancia de estos campos vírgenes de falacias curiosamente fabricadas. Yo solamente estoy personificando los aconteceres de la última ecatombe del hombre – autodestructor – de lo que fue la humanidad. Configurando en las lejanías – las siluetas ya amorfas y fantasmagóricas de los espejismos vislumbrados la sed y el hambre al unisolo – finiquitaron al hombre – sin embargo vendría un renacimiento de seres nacidos de las entrañas de Jhuly, hija de Golda y engendrados por Jesú – el neo hombre – tan solo con otro hombre a poblar nuevamente, solamente en otro estilo – y la conformación del neo-arte – hoy – confieso como narrador soy un ser extraterrestre encarnado en un cactus – cuyas espinas son las antenas al futuro y al pasado idos – las niñas pupilas de mis ojos se desnudan en el azul del iris de un cielo raso; y el arenal donde me encuentro – una cabaña dejada por Jhuly – donde se quedó sola para convertirse en la última mujer de la tierra y la primera madre de un mañana diferente. Entre las tejas invadían las luces vespertinas despertando a mis anhelos clandestinos – cuyas haces eran una procesión de faroles de mentirosos militantes de mis ideas – en esta marcha fúnebre. Mirando con ira – eran los dardos como misiles dirigidos – de aquellos ojos inocentes – todavía no tenían veneno, sino la asfixia silente de los niños que nada tuvieron que ver con este entierro. Yo dormitaba con el pecho pelado bajo los ramajes resecos de una palmera difunta – en un tiempo aún producía dátiles para los peregrinos del desierto – con el viento abanicaba un oasis donde bebían agua fresca los caminantes yo la vi a Jhuly – una sola vez y fui contrito con mis sentimientos extraterrenal – entró en mi aura como una estrella – se paseó en mis latidos por la aorta y la cava – así también llamamos nuestras arterias y venas por concidencia celestial – por obra y gracia del gran computador que tenía una sola consola y un solo digitador que computa mucho el universo. “El era un cibernético universal” Se paseó por mis miocardios – pero ella – era para otro mundo mejor – yo solo quedé con mi pluma – para escribir esta historia. En un sístoles y diástoles del diapazón fatigado ya dormido por la patina del tiempo por mis andanzas galaxiales. En la punta de una de mis espinas me entregaron en posta un banderín – de aquella vida – yo también fui un poeta en otro estilo que el mundanal fenecido. Los linderos de los poetas terrenales me fueron invisibles y sus voces inaudibles – no cabía un destino ni camino – todo quedó imperceptible a los ojos teledirigidos para poder ver hasta la estratosfera – y aveces microscópica para indagar lo mas recóndito de las consciencias. Todos estaban muertos mares muertos y mares rojos donde aún flotaban los despojos en alguna laguna – que seguramente fue azul – alguna niña había quedado yerta – tan solo con su baby-doll – parecía una esfinge egipcia – su figura esculpida – por la mano divina – solo era un rezago de la belleza humana – junto a un montículo de arena un jeroglifo decía su nombre seguramente fue Golda Endira – pues ese nombre fue del medio oriente por las cercanías del Nilo y el Jordán – o mas allá del Eufrates que se yo – su imagen eterna – en un pentagrama – quien sabe fue su canción preferida – que no acabó de cantar. Alguna vez escuchaba los ecos de su voz – tierna y de champagne – un poco ronquita y sensual. Quien sabe solamente fue una flor de Loto sus estambres y pistilos – fueron las antenas al infinito – y pudo captar la voz de Dios. Quien dijo: Golda tu serás la última mujer de esta tierra – y la primera abuela de un mundo mejor – por su puesto – no lo eran para una luna de miel – o una trampa para el funeral de los zánganos – víctimas de aguijón de su reina – y armar un cementerio en su colmena – son solamente mis ironías – sarcasmos, parábolas, paradojas – o metáforas – pero puedo jurar que así fue. “Claro el estilo fue el hombre y el enigma la mujer”. Pero la vida y la muerte eran inseparables – por su puesto – el enigma inseparable y sonámbula. La vez que llegué a la tierra la luna había sido seducida, acosada y violada – el hombre ya la había visitado y abandonado antes de acosarla y violarla "Se dijo, un pequeño paso del hombre y un gran paso para la humanidad” solo fueron palabras – un sueño de amor hecho realidad. Dos banderines quietos del comunismo y capitalismo – apenas se mueven en estos momentos por las radiaciones y los alientos de los que estuvieron ahí – mas no valió la pena – ella solo mostrará la otra cara – en el devenir – las banderas símbolos: De dos naciones de proletario y judío gotas del mismo río. Por ir por la derecha o la izquierda esto se fue a lo mismo. Pues hay otras direcciones en la rosa náutica – los sueños de los que fueron quedados tatuados en epitafios al margen de sus pasos y al reverso de sus huellas – no en mármol – sino en piedra con jeroglifos dando una oportunidad al devenir tras de desmantelar la hiedra – algo podrán decir – como lo que fue un día Machupicchu – de otro mundo que fue. Así – asidos de las trenzas de mis obsesivas ideas – de E.T. esgrimirán mis tercas ideas – que llegué por el cause del puente de nácar de la luna a esta tierra de aguas sucias y frías – no pude darme un chapuzón – porque un E.T. es hidrosoluble. Pude ver las resacas – que los mare rechazaban – las basuras y los deshechos de una humanidad hacinada – no cabía nunca más la exhumación de lo contaminado por las brisas aún yodadas. No se pudo ya mitigar con el cloro y oxigeno – este medio ambiente ya estuvo occiso, aunque las nubes hacían obleas – vi comulgar la tempestad – con propósitos de enmienda y dolor de corazón – los motivos y la ansiedad de vivir – todavía rota en su espina dorsal – el orbe por el peso bruto de los pecados del hombre – vi al sol como un piano con teclas brillantes y negras – parece llorando amargamente o los tenía ya algunos dientes podridos o picados convertidos en bemoles – sus oscuros rayos; toda esta partitura era ya fe música; yo sólo bordoneaba – mi pequeña arpa – un porvenir de mi anterior generación – sin embargo pude oír – una sinfonía inconclusa – pues Dios tenía la batuta – en un auditorio pleno de incautos, incultos, noveleros, cojinovas ya fantasmas o almas en pena – o quizá solamente – estas gente hayan pasado a otra dimensión desconocida o la efigie y el aura filial – con sus ondas hayan sufrido una simple mutación – a excepción de Jhuly; estoy seguro que los genes de Golda – eran exentos de cambios – a pesar del RH negativo de su sangre vasca; o mis sueños también oníricos de amalgama especial – tuvo su visión psicótica. Solo se – soy una armagasa como de azogue líquido pesado y correrizo o como el auro también dúctil y moldeable y mis ideas pudieron brillar en ese bálsamo de enjuague – bosquejando en un enjambre de misterios la realidad de un mundo que se fue a la nada – o solamente volvió a eso – en el mito del eterno retorno – porque ese Dios hizo el universo de la nada. En medio de lo que fue esta espesura de ramajes y hojas muertas están aún los nidos ocultos aposentos curiosos de mil amores clandestinos – quemados por las radiaciones de las últimas guerras atómicas. Que seguramente – bajo sus sombras hubo frescura – ternuras y también fechorías salvajes; solo el sol pudo otear a través de las auroras de las mañanas o los celajes celestinos de las tardes – de verdes hojas aún enhebradas – mas estas sombras callaron para siempre los sacros motivos de algunos amores sublimes – en penumbras oscuras – como la de Claudio y Golda. Ese bosque denso y tupido aún guarda en sus recuerdos los cálidos amoríos – cuyos ecos de sus susurros se fueron a otros espacios de campos abiertos en ondas a perderse en el más allá del olvido – y en las danzantes arenas de mis contornos – veo un estandarte tricolor de alhelí rojo, blanco y amarillo de pétalos ya yertos todavía asidos a sus carolas moribundas – me veo el desliz del asogue y del oro el brillo – que dieron a esta historia ese persentil. El enigma de esta duna amorfa – con un simun sin rostro de peripatética presbicia y de la miopía del tiempo. No cabe duda las Ultimas miradas del hombre sensual sólo de perspectivas sexuales cuando miraban hacia los balcones veían solo calzones y desde los balcones solamente sostenes, sin embargo eran relativas algunas miradas y otras las intenciones de la actitud humana – eran las circunstancias o situaciones momentáneas. Así otros miraban el cielo – el azul y el infinito y aquí abajo el suelo, lo opaca y lo insólito – y al mirarse a sí mismo “La verdad es una triste realidad” – en la medida de la intensidad de su mirar profundo. Aveces pensé – ser un agujero negro aislado de mi galaxia – mi estrella en una instancia se había extinguido por entero. Tras años luz – soy un asteroide pululando en el no-tiempo doquiera quizá como una “Quark” llegué a la tierra por una tangente o sinosoide o haciendo ochos horizontales en el infinito. Por aquella explosión fisionó mi alma – ahora no soy átomo – célula – nada – ni siquiera un simple ión. En este vacío – abismo oscuro – solo un misterioso pequeño alvéolo mi órbita ya no tiene futuro y mi espíritu ha quedado solo. En la felonía del filo de una navaja – aún sienten vértigos mis iras diurnas y cotidianas de otras cronologías y temperaturas – de rayos – truenos y relámpagos sin lluvias – vi los glaciales de tremendos fríos zanjaron y brecharon la tersa integridad de mi piel en un tiempo era aislantes para las malas intensiones – hoyando agujeros por donde escaparon mis alientos de vida. No cabía – una cirugía estética – ni aquí – ni allá. No vi por ahí cerca – ningún hidalgo bisturí – el mandil blanco defendiendo la existencia – ya que el vil alfanje de las manoplas del tiempo de filo acerado – han abierto arrugas – hilos de sangre y lágrimas – causes de los sufrimientos – los hay también en mis galaxias – tatuando en el rostro mas fuerte por aquel esteta de mal gusto de toda senilitud. No dudo – el amor alojado – en la metáfora de una piedra preciosa en el meollo del hígado destila hiel gaseosa – desde la luna de miel – uno es hospitalario de los desplantes y desdenes de amores infieles. Quién no ha sido víctima?. Los míos exhaustos e infames han sido desalojados por las catarsis por mi poesía extraterrestre – recluso dentro de oscuros márgenes en cóncavos y convexos espejos – la relatividad de las imágenes – en esa dualidad resultaron exhaustos e infames. En extraños alvéolos se alojaron las impurezas – nidos – núcleos y hoyuelos – esas piedras tomaron la dureza de un diamante con la brillante peculiar del neoarte. Aún oía campanas plañideras con sus vociferaciones metálicas – dobles de acordes y notas cínicas – de aquel campanero liberal – anunciando en sus repiques – el requiem de la humanidad que aquellos labios – ya no eran para los besos – solamente para mohines suplicantes – y aquellos senos altivos – ya no eran lácteos – eran falsos de yeso. Muchas quedaron como maniquíes inhumanos – o estatuas de sal como Edith – por mirar atrás la última explosión. La significación la muerte súbita de los placeres sensuales y sexuales aunque enjoyadas en todas sus falanges – no era ya posible pedir sus manos. Purificado en el olvido – en un regresivo universo – en la presbicia de haber sido – de lo peripatético e inverso – ya no hubo reflujos tampoco en la piedad del pasado. Solo en la miopía en este letargo de un pretérito agonizante e ido un presente de un pasado imperfecto en el desliz transversi del tiempo de lo anterior y pluscuamperfecto – solo pude descubrir – la desnudez de lo intangible del avatar de aquellos que fueron – mirando las cosas al revés. No era pues un símbolo – aquel ídolo de barro – más huaco que ídolo, el icono de un zamarro aquel que un tiempo – fue digno representante de la imagen de Dios. Hoy su rostro tallado – por las candentes lágrimas – bruñido y cincelado – de penurias y lástimas – en una vía crusis vana – par alcanzar la gloria en esas golgotas de siempre – la historia es verídica ni soberana – es una insignificante boya flotando al trasluz. Los caminos aveces bosques tupidos, sin perfiles ni formas, un paisaje de sombras – de donde no se ha podido salir. La caprichosa voluntad – de salir de toda esclavitud – como los pecesitos de colores besando los cristales – clamando libertad – a sus indignos opresores, o como el ruiseñor cautivo enjaulado como un reo – ya no canta y su deseo es ser libre – solo lo dice en un suspiro. En el sopor de este tedio – veía los hilos de filigrama – ataduras insalvables del auto-destino. En las cascadas y rápidos se purifican los pensamientos – como las aguas – mas lo vivido ya no cuenta. Sólo sé el hombre – metió la pata en el barro y se hundió en este lodo – por satisfacer sólo al cuerpo. Murió alma y cuerpo – y así como Dios de un polvo un hombre. Claudio también hizo de lo mismo – en las entrañas de Golda. Aquel ser – muy significativo – pues ella será la última mujer de la tierra – y la primera de un nuevo mundo – ya no de la costilla de Claudio sino de la matriz de Golda – por alguna razón – los dioses metafísicos – hicieron que así fuera – no conozco mucho de las leyes divinas. XIII Fue un mes de abril – de un año no quiero recordar – Claudio – era un profesor universitario – de lenguas extranjeras – era viudo – hacía unos veinte años. Porqué no se casó otra vez?. Le preguntó Golda – con su voz insinuante – Dios manda al infierno – al que se casa dos veces – por reincidente, no por malo sino por imbécil. Además el hombre es un ser – hablante, pensante y libre – y un casado – pierde el habla – la libertad y aveces hasta el pensamiento. No cree que la soledad es muy mala amiga?. Si es nombre de mujer sí – El buey solo bien se lame?. Cómo se llevó con su esposa?. Yo pertenecí a la “UMO” por mas de 25 años – Qué significa eso? – unión de maridos oprimidos – cómo era ella?. Muy bonita – yo quería que mis hijos tuvieran su figura, pero rogué a Dios que le diera mi talento y así fue. Ud. cree que la belleza física vale?. Es cuestión de mental – física – es decir un paralelo de valores – sin que uno de ellos sobrepase al otro – eso significa un equilibrio – que llamamos salud. Sin embargo te veo ciertos rasgos de locura. Si pero momentáneamente – ojalá que pase – estoy loco por ti – de acuerdo; a mi me gustaría – eso que dices – la sanidad de la mente y el cuerpo. Pues claro – te los estoy diciendo con todas las fuerzas de mi espíritu – y todos los caballos de fuerza – de mi cuerpo. Algo te entiendo – eres la única mujer de mi vida. Que me comprende – has tenido muchas? – no tantas – la primera se llamaba Gloria – era tan dulce, tan tierna y tan buena – que Dios nuestro Sr. se la llevó al cielo – luego conocí – a Carmen Luz – era tan mala – tan falsa y tan sacrona – que el Diablo cargó con ella al infierno – últimamente ando con Josefina – es la peor mujer del mundo – por eso ni Dios ni el Diablo quieren cargar con ella - –e modo tengo que tenerla yo?. Y ahora qué?. No me queda otra alternativa jugármelas todas contigo – Golda si su merced – no tome a mal y lo tome a bien. Eres mi esperanza – la llamada de ser protagonista de algo que presiento en este valle del Sr. será de gran significación. Porqué dices eso? Tengo la sensibilidad y el augurio – será así. Eres una mujer – sufrida a pesar de tu corta edad. Eso te da el derecho – de algún merecimiento de la altedad – yo solo te ofrezco – lo que puedo humanamente aquí sobre la tierra. “Si Dios hizo a la mujer” – te repito – no de la cabeza para que no mande en el mundanal albedrío – ni tampoco de los pies para ser pisoteada en el suelo; sino de una costilla verdadera – junto al corazón – debajo del brazo para ser amada y protegida”. Pero Ud. está para proteger: Por su puesto – te necesito – para ampararnos – en esta distancia – que recorremos – asidos de las manos – por los azules caminos de nuestra dicha por los siglos y los siglos de nuestra eternidad. Pues los muertos no mueren – cuando sucumben en la tumba fría – sino cuando se pierden en la memoria – el recuerdo de una historia de un amor sublime de lo que seremos protagonistas con toda la sinceridad que pueda existir en nuestros sentimientos. Debo mencionar que Claudio – tenía en sus contornos hombres y mujeres que en sus tenidas – platicaban – puede afirmar fueron las últimas especulaciones – muchas de ellas de contenidos filosóficos por lo que se me ocurrió – anotarlas – las mas importantes – sin mencionar sus nombres – pero debo afirmar fue el mejor grupo – me tocó oír – y plasmar en este testimonio – en algún devenir – voy a tratar de traducirlo al neo-esperanto que será el habla del devenir – de estos hombres solamente – con otros nombres. El hombre será entretanto él y la mujer será ella – oí conjugar los verbos – según la dinámica de sus vivencias muy cerca al caos final – los jóvenes lo hacían en presente simple o futuro inmediato – los viejos en pasado pluscuamperfecto – las mujeres en pasado imperfecto, los ilusos y los que amaban sin ser amados – en tiempo perdido – y los que sabían vivir – conjugaban el verbo vivir, en tiempo perfecto. Es lo que escuché a Claudio en una de sus especulaciones – del habla humana. Otro parecía un geopolítico – de apellido Mori. Los dogmas de fé – las creencias doctrinarias, los misterios religiosos dados por realidad son meras especulaciones esotéricas o metafísicas con desmedro del intelecto, la libertad del hombre – por lo que últimamente han reducido sus espacios a una miniatura de su condición humana. Todo esto hace – el creyente – duerma un letargo estúpido como aquel medioevo eterno sin que asome en el horizonte un renacimiento del espíritu y se duerme esta larga noche de nunca amanecer. Noches de ignorancia – de subdesarrollo mental en los niveles de un masoquismo – embuído por esta circunstancia. El hombre no tiene parámetro es libre e inconmensurable – también oí decir, no sé a quien captaba por unas antenas de mis espinas sensitivas; con referencia al habla. Los locos y los niños – hablan en modo indicativo; los curas, los políticos y los abogados en modo condicional. Los soñadores en modo subjuntivo – pues eran seres solamente subjetivos – los militare en modo imperativo, los pieles rojas y otros indios en modo infinitivo, mas los hombre inteligentes usan todos estos modos según las circunstancias de la vida. Otro explicaba: Cada idioma era la expresión de una mentalidad y daba como ejemplo: Cuando uno despierta con una mujer a las cinco de la mañana sin conocer su nacionalidad – si ella es francesa – estoy seguro dirá “oh La La” – si es alemana: “What good aveita” – que buen trabajo, a ella lo único que le importa es la faena de la noche – si es inglesa – embuída del dominio del tiempo cronológico – “Will yo, please; tell me – What time is it? – si ella es americana, porque para ella – hacer el amor – es como ir al baño: “By the way what is your name? – si es española – la hipocresía andando: “No sé que ud. hay pensado – soy una mujer decente – es la primera vez que engaño a mi marido; mas no cuento lo que dirían los maridos”. Es cuando escuché a Claudio decir con cierta sonrisa – en presencia de Golda – a las viudas y loretanas. Hay que hablarlas en vivo y directo – últimamente decía José – un psiquiatra de este grupo: Hay dos o tres palabras de estribillo – democracia, inflación – recesión – en realidad expresiones líricas. Democracia era comer – tres platos de la misma olla – había dos clases de inflación – la de nueve meses y a largo plazo – la primera salía a luz al cabo – de 9 meses – ya por parto normal o cesárea – y al segunda tenía un límite al final terminaba en un shock o reventación – la recesión era estagnación – detenimiento y abombamiento – en realidad solo requerían de una cierta dinámica funcional. En realidad a estas alturas; si los problemas tenían solución no había porqué preocuparse si no tenían solución para que diablos – habría que preocuparse después de todo las problemáticas eran los alicientes para cranear un poco y los corazones latan con más dinámica. Aunque el tiempo es el juez de última instancia – el fiscal severo es la conciencia – donde uno es reo de algo. Así mientras el crepúsculo a media luz se viste de su baby doll de colores – para que la madre tierra reciba los últimos rayos del sol padre así iba computando – como un testamento los últimos pensamientos como un epitafio para el devenir. Muchos hombres se pasaban la vida rumiando, así como el buey el amargo pasto de sus ideas, también escuchaba a las olas las carcajadas del mar a mandíbula batiente – parece ser reían por no llorar – pues los ríos cada minuto descargaban en ella todas las cochinadas letales del hombre depredador de sus ambientes. Veía en mis contornos las luciérnagas parecían moscas con linternas buscándome por alguna razón desconocida. Cuando escuchaba hablar – sabía que la palabra hablada solo decía una insignificancia de los miles y unas intenciones del alma. Me di cuenta, la memoria y el olvido eran un conjunto binario de lo grato e ingrato de sus vivencias. Mas en metáforas, paradojas y parábolas se disfrazaban las palabras y los pensamientos. Bertha era una periodista – practicaba el amor democrático es decir; el amor libre – solía decir: La perfección del hombre y la mujer es posible en los campos fecundos de la libertad y la novedad. Entre ellos – había un sabio – Pligio Hidalgo – “Los astros y los genios tienen luz propia – pero muchas veces tienen sus eclipses”. “No cabe duda – las prostitutas se deberían llamar relacionistas públicas – pues las tienen – sus relaciones con el público marchante”. Oí decir a un religioso con Dios hay que hablar en Hebreo y con tus amigos en la lengua materna y con el resto del mundo entendimiento. en dólares – para un buen No cabe duda – me es grato plasmar – las palabras de muchos que no merecían – ese final. Es que la desgracia mas grande – no era la ignorancia del mundo exterior – ya habían traspasado la barrera del sonido – habían salido fuera del cinturón de Allem – mancillado la luna, tocaron a Marte – Saturno – la desgracia era el desconocimiento de si mismo – por eso era mas peligrosos – por ejemplo una mujer calladita que una explosiva – la primera en silencio te escupía en tu sopa. Entre los personajes que presté mucha atención eran a los judíos tenían sus palabras – la mera expresión de sus conductas “Nadie ha hecho dinero trabajando para otros” – no hay judío empleado son socios hasta que uno de ellos muera – mataron a jesús porque amaba al prójimo – pues estos no aman ni a su madre. “Nadie ha hecho dinero trabajando con los diez dedos”. Por dinero baila el perro y el gato toca guitarra. Estos habían creado todos los “ismos” cristianismo – comunismo – capitalismo – relativismo etc. – comprendí de lo oído. El universo, la vida y el hombre conforman una misteriosa trilogía unitaria de cuya interdependencia gravita el pensamiento. Parece se presentía algo de final. La búsqueda del becerro de oro terminará el año tres mil – el neo hombre volverá a la tierra otra vez virgen y buscará su gloria en las alturas – en cierta forma podría decir: Que culpa tienen los infelices de ser así – además suceden en las mejores familias – todo es posible en las dimensiones desconocidas y la cuerda floja – sin embargo uno todavía es dueño de su destino tampoco lo nuestro eran de los mejores. Juan le decía a Pepe: Tío, el hombre ahora es todavía un ser que piensa – habla y es libre aunque últimamente es solo un rezago de todo eso. El libro más leído seguía siendo la Biblia – pero comprendí – era el compendio de todas verdades y mentiras por ejemplo – Dios no dijo “Comerás con el sudor de tu frente” sino hijo mío – la tierra es mi obra maestra – disfrútala con la luz de tu sien – “No podría ser una maldición divina” – en lo que concierne al trabajo: es masa por aceleración – y la única masa que está explotada es la masa trabajadora y en ética, el trabajo dignifica al hombre y a ciertos animales por consiguiente el trabajo es maldición, explotación e indigno valgan verdades. “El hombre sigue siendo el equivocado bíblico”. Ciertos pueblos tienen sus dichos – por ejemplo cuando se trata de la inmortalidad; lo único que un hombre debe hacer para ganarse la eternidad: Escribir un libro – donde se plasme sus ideas – sus sentimientos y sus mensajes – un hijo – la prolongación de sus genes – de todas sus generaciones al futuro y plantar un árbol – que sea el epitafio que diga de él – al devenir de alguna gran obra en su vida. Se vivía una realidad absoluta – al tiempo y relativo al momento – lo grave era pues no cabía el diálogo hasta en los matrimonios, dos enemigos que dormían en la misma cama. Todos los países tenían fuerzas armadas – sostenidas por los mismos pueblos; por lo que habían guerras – muchas veces por las puras alverjas. Los hombres, la mayoría eran artesanos y una minoría artistas es decir maestros y divinos maestros – era curioso para mí – los pequeños cambios y sistemas económicos – un ejemplo – las camisetas hace un tiempo eran tipo gallina – cubrían huevos – luego por ahora son tipo policía apenas tocan pito – hasta tenían mis dudas tanta satanería – esta tierra no era de Dios, ni tampoco de vos, sino del Diablo – y por las caras verdaderamente diabólicas – tampoco el hombre era hijo de Dios – sino de su carnal el Diablo. No se veía la realidad sino la imagen de lo que quisiera ser. Sin embargo las pequeñas ideas y las brillantes palabras colmaban de gozos momentáneos y aveces eternos por sus impactos en oyentes sensibles y con un sentido estético de la vida – se vivía o existía cuando no se prendaba en uno mismo. Algunos filósofos se equivocaron de plano: “Pienso luego existo”. Pues mirando en torno – verdad existían tantos imbéciles que no pensaban. “Conócete a ti mismo”. Pero no se lo digas a nadie sería un buen complemento. Habían actos explicables: “El capullo se hacía flor por culpa del picaflor.” – cosas que tenía que ver con determinantes. Así cuando los párpados cubrían los ojos – ya mismo comenzaban a danzar las niñas de los ojos el ballet de los ensueños puedo afirmar – por lo visto y mis criterios; el hombre es siempre un niño indefenso aunque se muera de viejo. José Antonio – era uno del grupo – el más irónico de todos – capté algo de sus sarcasmos – doy gracias a dios por sus flores y sus mujeres, pero lo maldigo mil veces por sus políticos y apolíticos. “La belleza para él cuando era objetiva no trascendía sin la subjetiva”. Mi aposento estaba junto al mar; me daba cuenta el mar besaba las playas ardientes con labios de lesbianas y la luna mostraba sus trapitos a la tierra, a media luz – mientras los campos se tapizaban de verdes alfombras para que pise los rumiantes. Cada amanecer decía del nuevo día y cada atardecer anuncia una nueva noche de nuestras vidas – no me canso de no callar lo dicho por los hombres de estas tierras donde fue huésped un tiempo – para decir al futuro o llevarme conmigo a mi galaxia – para contar de lo que fue le hombre de esta humanidad condenada a fenecer por su propia autodestrucción. “El estilo era el hombre y el enigma la mujer”. “Y cada uno hace el amor según su apetito y estilo peculiar”. Aunque las viejas no se acuerden los kilómetros recorridos – en estos del amor libre. “Mas sabe el perro callejero que el perrito faldero”. Escuché a Sebastián un barman del grupo – yo solo sé – lo que dicen las cascadas – se pueden traducir en cantos de libertad o himnos de paz. En fin la natura aún agonizante conservaba sus escondidas bellezas subjetivas – pues era tanto el materialismo; el romántico era simplemente un imbécil simpático; pues los hombres tenían los sentimientos en la barriga – y las mujeres las lleva el fruto del amor ahí mismo. Cuanto más hambre más apetito – cuanto más dinero más angurria – y entre el canto sonoro y la voz altiva gana el silencio, contrastes – cuando el solo se pone en el occidente todo es luz en lo que fue poniente – en lo monótono y rutinario – la creación estaba solamente en la sensibilidad de un espíritu artístico o un genio – pero era preferible tener la amplitud de mente que la agudeza – así no se hiere a nadie. Cabe aclarar todas estas cosas solamente fueron oídas y captadas en mi computadora galáxica de alta fidelidad. “Hizo Dios de un polvo al hombre de lo mismo te hizo el hombre a vos – el problema es quien fue”. Así pues mi querido Humberto – todos buscamos nuestros últimos puertos y nos morimos sin llegar siquiera al primer puerto – alguien dijo. Entre el toma y dame y el tira y jala el mundo ya no se mueve, uno está muy cerca de la grandeza cuando no se la busca con delirio sino con humildad y uno encuentra su martirio tan solamente por la testarudez recuerden Jhuly llevó con ella al devenir – la ternura y la frescura de una flor – probablemente una rosa – con todo el aroma de esta humanidad fenecida – para perfumar el devenir con todo el olor sensual de una hembra verdaderamente humana – digna representante de lo que fue el amor, el sexo y la feminidad en el rouge de un lápiz labial – y el reflejo de la coquetería limeña – pues ella era peruana y en sus ojos – lo azul de lo que fueron los cielos en primavera – es tu tez la lozanía de una rosa – sus espinas del salero de mujer salerosa – estoy seguro tendría los mejores merecimientos de haber sido la última flor sobre la tierra – y de cuyo rosal brotarían los botones de las rosas solo esta vez serían biónicas, eléctricas, esotéricas con otra clase de espinas; la primera madre de otro hombre – tan solo con una diferencia – ya no sería de barro sino de polvo de uranio radiante; atómicos y más artístico pues tendría un dedo mas en sus manos y otro sentido novedoso del sentido estético de la vida, pues cuando Dios hizo a Adan y el universo – eran obras maestras y perfectas – pero luego tuvo Dios que desfasar – sus espacios y al hombre para que en su trascendencia histórica se componga y arregle sus espacios – de modo que en la búsqueda de su perfección irá pasando muchos ciclos – por años luz – hasta encontrar la real verdad y su perfección entonces vendrá el final total; primero el caos – luego la nebulosa y la nada. Porque hizo todo esto de la nada. Yo soy el cactus – la metáfora de mi ser extraterrestre – vine a contar estas dos historias es verdad y así fue. XIV Veía el pavo real era el animal mas bello pero el mas tonto – así como los hombres guapos. “La mujer bella era flor de un día y espina de toda la vida”. Nada era perenne ni eterna quizá solo el tiempo – pues las huellas de los pasos idos – los barre el viento y el olvido disfrazado de barredor municipal sólo quedan aquellos de luz propia – brillando como los brillantes y las estrellas – aún las últimas lluvias arrancaban de la tierra algunas sonrisas en forma de rosas, mientras las arenas de los desiertos corren presurosas buscando sombra y las mujeres seguían corriendo por el mundo buscando un hombre ideal. Ya se había comenzado de haberse quitado las máscaras o caretas del fingimiento – uno por uno – para aparecer desnudos – sin los refinamientos y disfraces – la verdad – desnuda – pues recién nacía – la maldita realidad y la locura – habían dos clases de miradas – los que miraban al cielo y los que podían miraban el suelo. Había una estrategia de hacerse el cojo o el loco para no caminar con tontos – así se libraban de su inducción. El pero defecto de este ser – era su monotonía – su detenimiento – pues lo comido y lo conocido luego es defecado. En cierta forma no me gustaron los árboles – clavados en la tierra por miles de años – que testarudos son. Verdad?. Descubrí hoy dedos misteriosos tejiendo todo el trama del destino y cada uno lo desteje como quiere y puede. Realmente siendo el hombre hijo de Dios – tenía sus limitaciones. Traducía el lenguaje del mar – “El viento le decía al mar: muévete querida y la tierra le contestaba: tú ya no soplas” – cuanto me divertí – en toda esta trama – me tocó contemplar pues el habla humana tenía sus bemoles. Cada uno escucha lo que quiere y dice lo que no quiere decir – entiendo todos los conocimientos tenían sus matices de color y forma – así me di cuenta: Las oportunidades eran aves pasajeras, picotean tus ventanas, luego alzan el vuelo lejos de ti – jamás vuelven a tocar. Los huracanes y los tornados me tocó ver – eran la cólera de Eolo cuando peleaba con su mujer o su suegra. Hay algunos mandamientos de la ley de Dios – fueron omitidos – dicen las malas lenguas – Moisés era borracho – que bajando desde la cumbre – había recibido dos tablas – uno de ellos lo rompió – quedaron los peores diez. “No tomes de tu viñedo el vino sino el de tu vecino”. “No te hagas el dos - en las cercanías de tu casa – pues el mal olor penetrará tu hogar”. “Hombre cobarde, no conoció mujer ajena” etc. Así – cuando el hombre llegue a ser perfecto ya no será hombre – sino Dios. “Cada burro carga lo que puede y hace la cagada lo que debe”. Y con halago y castigo sigue el burro su camino – llevando su carga que se convino. Todas las lámparas mundanas – son luz pero muchas son puro farol. Como me divertía escuchando; por ejemplo a los borrachos – yo no era visible y la visión de ellos soy otra onda o frecuencia pero yo si podía detectarlos. “Métele mantequilla al pan y una patada a la mula; canción del ganapán”. “Y al Indio y al mulo dale una patada por el culo”. Eran los cantares de mis contornos. El gras y la serpiente eran dos rastreros de dos reinos diferentes, pero el rastrero humano no pertenece a ningún reino. Mi reino no es de este mundo decía Jesús en las Sinagogas por que este era del diablo. Pues – debo afirmar – no era posible la democracia – mal de muchos – bien de pocos – no había igualdad no podía creer. Hay más agua que tierra sin embargo – la tierra y el hombre tenían mucha sed. Quiero aclarar – mi mirar es puramente imparcial – pues tengo la obligación de relatar la mera realidad – sobre todo de sus pensamientos. Alguna vez Claudio le decía a Golda: de las fuentes brotó el agua del sol la luz y de tu juventud el calor y la fragua Al contemplar las lejanas praderas me di cuenta también los árboles se agachan por el peso de los años así como la tierra ya iba arrastrando sus talones por el peso de los pecados de los hombres. En la soledad – el alma explora su quinta esencia y en la multitud se desnuda. Yo no comprendía la castidad femenina, es una virtud mal entendida – por que del amor consumado en ninguna parte es pecado tampoco en mi galaxia. Nosotros allá hacíamos catarsis cuando las brumas cubrían completamente nuestros cielos del alma, llorábamos hasta mojar completamente los huevos o echábamos humos por los ojos – sin embargo – las cositas que los teníamos dentro del alma – no lo decíamos a nadie. Pues el que puede; puede y el que no puede ruega y el que sabe – sabe y el que no sabe es jefe. He visto aquí, el amor era una idea fija que puede terminar en el matrimonio o en una locura. Cuando miraba el sol – las sombras de la niebla le hacían llorar lágrimas de luz. Es así – la belleza de la novia se ve al levantar el velo – oí decir: En un caso dado se puede perder la virginidad, por un simple amorío – o saltando el río pero la dignidad jamás. Por muchas razones uno pisa el polvo; otros tienen que morderlo – otros patean latas – y otros patean el balde y adiós pampa mía. Un borracho a otro: “Nunca digas la última – sino la penúltima”. El hombre ignora que el perro está a sus pies del amo solamente por amor de su perra vida. Se comprende, el sol expide rayos de luz y calor así se gana el afecto del universo. Me contaron – que Dios habla todos los idiomas menos Alemán – sabemos que él es Judío – son cosas que se oyen. He llegado a la conclusión – todo lo imaginado es cierto – por que el que imagina es un ser real – vivito y coleando. “El estómago del hombre se parecía a los gobiernos todo lo convertían en heces”. Lo que observé - lo que más progresó el hombre es en velocidad y electrónica. El hombre llega a la luna en tres días y las cartas a los peruanos en 30 días – antes viajaban del Perú a USA en un mes y sacaban su visa en media hora – ahora viajan en cinco horas y demoran tres años para sacar su visa porqué será, prima lo inconmensurable y la apatía. En ciertos conceptos de la economía funcional – era bueno la del burro esta bíblica cabalgadura – no se cae – tiene cuatro patas y la quinta rueda eso es economía estable – nunca cae. Es mejor el precio ideal que el caro en la economía moderna – para la inflación el shock y para la recesión una patada. “No trabajes para otro – dejad que los otros trabajen para ti”. Yo estoy en el Perú – parece por alguna razón – es el centro cósmico de la tierra – por eso TV suena a fonética – del serrano en Inglés. He descubierto que el gato había sido mi paisano – es decir extraterrestre. Cuando veas un narigón es Judío o inteligente – las huelen todas. Hubiera querido ser otra vez un niño – para tener el sentido de contemplación profunda de las cosas en medio de las sutilezas de la edad madura. Estoy sospechando que el lenguaje en este mundo a venir – será la empatía o la telepatía – un niño pierde su espíritu contemplativo, cuando pierde el interés de las cosas bellas y deja de ver las estrellas. Por lo menos el hombre primitivo andaba libremente por montes y cañadas – ahora son almas encadenadas – apenas se mueven tristemente. En lo que concierne al Perú – su problema no era la producción sino la falta de consumo – lamento en decir – ya no habían caballeros andando ni damas dulcineas tampoco. Simplemente son entes parametrados – a una fé y un salario mientras de vez en cuando elevo mis ojos a las estrellas del cielo y también veo las luciérnagas del suelo – hacen de la luz derroche – en la oscura noche. En esta sociedad económica – cuando fenece la humanidad. “No había candado para un corazón cerrado para una llave de oro”. Bueno había mucha estupidez el 90% de la actividad industrial era para satisfacer la vanidad humana el resto era fantasía o necesidad. Debo aclarar estos mensajes de mi espíritu poético no es para este momento – me llevaré algo conmigo – y lo entregaré al devenir. Pues aquí la mayoría son hijos de probeta – ya no hay los hijos de perra – que en otro tiempo poblaron la faz de la tierra. Es que hay control de la natalidad y calidad. Tampoco yo simplemente creo – el árbol y yo podemos soportar mil años de soledad – había uno – pudo soportar cien años de soledad. Últimamente por aquí la necesidad tiene cara de hereje también de cristiano. Pero todavía uno era dueño de sus actividades y sus posibilidades lo demás era pura circunstancia. Me aseguró un poco tarde – las olas eran la gran respiración de los pulmones de la tierra y los terremotos – la expiación de la flatulencias de sus empachos. Me he convencido: Los destinos de los hombres eran como las estrellas - mientras unas se encienden otras se apagan. XV El año tres mil la luna otra vez será virgen en la tierra no habrá gente, lamentablemente todo será verde trigo y amarillo maizales; el sol saldrá por el occidente y se pondrá por el oriente – habrá otra vez agua fresca en las fuentes – en los mare y las corrientes en las entrañas y el subsuelo no habrá nunca más gas y petróleo y de las ubres de las nubes, de este eterno mundo caerá maná – leche y vino pero ya no habrá ningún vecino – los campos tapizados de verde; los jardines florecerán pensamientos, nidos de abejas serán los templos – cuando todos hayan muerto en el año tres mil – en los altos campanarios de lo que fueron los santuarios – un coro de ruiseñores y un monito semiseco tocando un acordeón entonará el cántico del año res mil. Sentado en lo alto de un monte donde termina el horizonte – un búho escribirá en un neo-esperanto la nueva Biblia una novela o lo que sea. Todos se habían ido lejos – todos los vinos serán añejos – las luciérnagas serán los policías y labrarán la tierra las hormigas – el polo norte y el polo sur serán dos museos diferentes – uno guardará otra cruz y el otro cosas muy insignificantes – una corbata o una guayabera colgado de las axilas de un puente, una cajita con una lágrima viva de Golda la última madre de la tierra. La última que lloró sobre la tierra, o una melena del rey de la selva – de Claudio – era Leo – o un colmillo de un elefante – un loro disecado ex profesor de idiomas en recuerdo a sus poemas – pero la tierra tendrá nostalgia del hombre del gran ausente – luego vendrían otras gentes a comerse el pan de los verdes trigales – después del año 3 mil – se verán niños correteando mariposas de luz – enredadas en los mágicos telares de nuevos ensueños – los niños con los genes de Golda y Claudio – traídos por Jhuly la última mujer de la tierra y la primera madre de este nuevo mundo – que pude ver amanecer. Los niños aún tendrán el tierno corazón de su madre – y el faro de luz potente en sus mentes. Serán pues niños buenos e inteligentes. Habrán entre ellos nuevos padres y nuevas madres – tendrán todavía corazón – pues Jesú – pidió a Dios uno nuevo – sabrán por impatía todo lo que supieron los abuelos. El sol se quitará los lentes – pues había llorado mucho, la luna mostrará la otra cara y yo y mi pluma ya carentes de tinta – me voy en un platillo volador que vino por mi – mirando siempre hacia atrás hasta perderme en mi galaxia dejando en el cactus que fue mi aposento terrestre mil espinas de mi dolor – y en cada punta un suspiro por las terráqueas – sobre todo Golda y Jhuly un epitafio: Aquí dejo; mi pluma – extraterrestre – que pudo plasmar algo del hombre suicida de su devenir. También fue testigo – de lo que el hombre había hecho para destruir en masa. Fusionó el átomo – forzando su virginidad y fabricó bombas atómicas – destruyendo Iroshima y Nagasaki para comenzar – como lo fueron Sodoma y Gomorra – otrora – hoy convertido en el mar muerto. Llenó de contaminación y anhídrido carbónico hasta la estratosfera – solamente los mexicanos y mexicanas llenaron todo el cielo de flatulencias por comer tacos – Japón tenía solamente agua, terremotos, japoneses y gueisias – eran tan pícaros se apoderaron de la economía mundial – la Unión Soviética por ir por la izquierda. Se fue a la mierda! Los judíos están mascando oro y plata – no lo pueden digerir – a los españoles bailadores – cantadores se les ha presentado fe música ahora tenían que trabajar – al mando de los Vascos. La Gran Bretaña – se les acabó su imperio – comenzando con las vacas locas, los países arábicos que vivían solo de petróleo – se les agotó los pozos; la mayor parte de los negros murieron de sida – en Africa solo quedaron unos monos blancos. En Chile – todos los chilenos eran rotos y las chilenas rotas ya no habían vírgenes – a los venezolanos si le dabas una puñalada le sacabas petróleo – ahora ni siquiera gases – los chinos se suicidaron – marchando en columna de mil al río amarillo y al mar Pacífico – como las ratas blancas de los países nórdicos al mar Báltico parecían quedarían solamente las cucarachas y los peruanos pues tenían la gran capacidad de supervivencia hasta pululando en la basura. Al tío Sam se le acabó las goyorias – pues los japoneses le hicieron la guerra económica sus papeles verdes ya no tenían valor. Se había inventado el dinero era la vedette por mucho tiempo – se convirtió en el agente de todos los desmanes y crímenes. Se sacaron todo el petróleo de las entrañas de la tierra para convertirlos en contaminación de casi todo el medio ambiente – se cargaron todos los ríos de deshechos mineros – basura convirtiéndolas en aguas servidas apenas llegaban a vomitar – el mar protestaba en resacas agónicas ya está semimuerta. Ya los peces se habían muerto en cardúmenes enteros – solo de alta mar se escuchaba el canto de adiós de las sirenas – había la degeneración al extremo hombres y mujeres usaban pantalones con cierre atrás – ya saben para que – se discutía quien era más hipócrita: El cura, el diputado o el abogado. Todas las secretarias eran taquimecanógrafas. El agua bendita era más sucia que la vagina de una prostituta todos los feligreses metían los dedos sucios – en ella casi todos eran adictos a las drogas: Opio – cocaína – alcohol – cigarros – paro de contar las arenas corrían despavoridas del hombre y hacían sus montículos tratando de formar sus fortalezas para defenderse. Los oasis brotaban solamente agua sucia – para los camellos – ya no para el hombre. La configuración actual – las gentes crecían para los costados por vivir sentados – no mas los alumbramientos normales – eran por cesárea – o los mataban en indefensos embriones – había tanta emiscuidad y hacinamiento se dormían en los parque en las escaleras – en los baños usaban condones de segunda mano – ya no miraban el cielo parecían chanchos de cabezas gachas. No quiero decir más – el hombre se había convertido en un depredador suicida; un día estaba cabando su propia tumba – y escribiendo su epitafio – y así fue. Solo había unanimidad de espíritu – todos estaban sentenciados a muerte. Esto no lo salvaba ni San Butta – santo de las últimas instancias; o ni Santa Rita – la santa de los imposibles. Las mujeres eran dueñas y esclavas de sus caprichos. Los vientos cargaban a cuestas todas las flatulencias de hombres y mujeres empachados de malas comidas. En un principio creí – solo insectos poblarían la tierra porque fueron imbatibles – pero el productor de las grandes cagadas que los insectos comían había desaparecido del mapa – el hombre – no era pues posible – pasarse esta vida tan corta – correteando la plata. Aunque nuestros primeros padres, Adán no tenía ombligo – y Eva no uso sostén. En un tiempo el lenguaje de la poesía estuvo muy cerca a la verdad infinita y a la locura cósmica. Cosas que sucedían – por lo menos en el Perú – donde fue huésped – el que robaba menos de mil soles eran un vulgar ladrón – pero el que rodaba mas de un millón era un financista – que lo diga Alan, alias Damián. Corrían todavía las parábolas de Cristo – para bobos y las paradojas para los demagogos, ocurría muchas cosas; por ejemplo – el que compraba casas a plazos – generalmente quedaba para el otro. Eso mejor después de los cuarenta años – en vez de una casa propia – un mausoleo – era más eterno. En estos tiempos – las discusiones eran de lo relativo y absoluto – según Einstein todo era relativo y según estos tontos todo era absoluto – y los peruanos seguirán aguantando todo, no tienen que envidiar a la burra y el que diga que no; tire la primera piedra. Claro lo primordial de su trilogía de ser un pensante – hablante y libre – pues la única forma de ser libre; era liberarse de uno mismo – no era posible estaban plagados de muchos traumas insuperables. Las cosas estaban de comenzar – “Dame un beso el resto va por mi cuenta”. Se vivía en una onda o frecuencia y las interferencias eran pues los problemas – buscaban imágenes y metáforas porque eran tímidos y cobardes. Los optimistas veían las cosas en TV de colores y los pesimistas en blanco y negro. Los primeros comentaban que antes del año 3000 – comeremos solamente mierda y los segundos decían alcanzará para todos? Claro está: De polvo eres y en polvo te convertirás – pero nunca se mencionó la clase de polvo. La mayoría eran deudores y una minoría los acreedores – “El que no debe – no ha disfrutado en este mundo – decimos nosotros en mi galaxia”. Lo que mas causaba cólera – era que los políticos miraban solamente desde dos perspectivas izquierda y derecha. Hay muchas direcciones en la rosa náutica – muchas van a Roma – la felicidad y una solo a la Gran Vía – la desdicha aún más hay otras dimensiones aún desconocidas y muchas otras perspectivas. De vez en cuando hay que mirar el cielo – sin descuidar el suelo – y de vez en cuando mirar atrás puedes perder tu virginidad – o tu dignidad – hay muchos huecos y piedras en el camino. “Cambiando de tema: A la quinceañeras le decían; FIVE AND TEN” cinco minutos de placer y diez años de cárcel. “Para mi son unos bocaditos – tienen su papita con su carnecita adentro”. Bueno – en este valle de caídos – solos se consuelan – se chupan el dedo – o de su zapato la suela. Era menester buscar los confines – sin encontrar nuestros fines y en algún lugar en algún tiempo nos encuentra la muerte. Todavía había algo de ética – no valían los méritos prestados ni los títulos fabricados. Se veía mucho por las calles sotanas y polacas – no eran mujeres de mala vida. En cierta forma admiraba a los alpinistas – mas pensé eran como las ladillas subían por las puras huevas – sin embargo no era en vano escalar las cumbres para mirar de cerca las estrellas mas también aquí abajo – hay cosas bellas. Lo que mas cundía al aburrimiento eran la monotonía y la mismicidad de las cosas – por ejemplo – las aguas del río hablaban un lenguaje de hace un millón de años y entre los contrastes – las abejas ahorraban tanta miel – y morían de hambre. Primero me aseguré de vivir y seguir adelante. Yo he venido a este valle desde mis lejanas distancias no como un simple observador, sino para relatar todos los aconteceres de la finiquitación de esta parte del universo. Aún muchas cosas decían del arraigo a la tierra – pues en las raíces estaban el sabor de los frutos – dime de dónde vienes y te diré que te traes. Cuando amenazaban las lluvias el cielo se ahechaba al llanto – y de los enigmas del tiempo y los pensamientos y las aguas nacía la flor. Por su puesto el hombre era un Dios divino – pero un Dios parametrado y en la brisa apacible y en la tormenta horrible estaba el grito de Dios – y entre el dulce sueño y la terrible pesadilla estaba la diferencia al despertar. Nunca comprendí – la estupidez del jardinero decapitar las flores para ponerlas en un florero. Muchos tenían poderes políticos y económicos – no pensaban que alguna vez la podían perder. Este mundo plena de telarañas tramas hechas con arte; las moscas la hechan a perder. Mientras tanto entre la aurora y el crepúsculo se acaba el día y entre ayeres y mañanas se acababan las viudas y entre aciertos y metidas de pata se acabaron los pueblos del hombre el protagonista de todos los tiempos; cada vez que aparecía un revolucionario se creía en una solución definitiva y aquel protagonista seguirá siendo frutos del amor y paridos con dolor; y sus buenos pensamientos se nutrirán de ideas puras y malos alimentos de las prostituidas y el jinete que cabalga nuestro destino – será nosotros mismos pero la cabalgata siempre tendrá sus imponderables. Entretanto el hombre está desapareciendo sin saber siquiera a qué ha venido y aquellos que tienen la conciencia hueca – no pueden llevar agua del río – para sus sembríos. Las rosas siguen derramando sus pétalos, sobre los rostros dormidos – queriendo siempre perfumar nuestros sueños – y los nardos seguirán disparando sus dardos como malvados arqueros sin saber siquiera, en que corazón talvés inocente se ha incrustado. Así vi una mañana – un arquero – con su aljaba llena de flechas envenenadas de curare – agarró una flecha – templó su arco lo más posible y disparó cuan lejos en el espacio con toda la furia de sus malas intenciones, otra tarde sentado a orillas de un lago azul cantó una canción de su partitura. Toda flor aplaca su sed de amor con el rocío de la mañana y se pone tan lozana solamente por un día. Y otra tienen su fragancia muy peculiar – y toda mujer tiene su arrogancia particular. Así cantaba un pajarillo – al ritmo de su guitarra con las claves bien templadas una canción de amor – a los espacios azules del cielo primaveral. Así anduvo disparando canciones y flechas en todas sus distancias. Una tarde ya al margen de sus andanzas se sentó bajo un árbol – haciendo memorias de sus caminos – y vio con sorpresa – aquel árbol se estaba muriendo, pues la primera flecha disparada había impactado en su corazón – el había nacido para vivir mil años se moría joven – sus hojas ya secas se los llevaba a rastras el viento quizá al infinito o a una sepultura. Al mismo tiempo escuché aquella primera canción de amor – de los labios de una niña – la cantaba con mucho cariño. Así actuamos en este valle como la flecha y la canción sin saber donde caen nuestros dardos y donde impactan nuestras canciones – en los corazones insospechados e inocentes. Por eso hay que sembrar en esta tierra semillas insignificantes o rocotos picantes. Claudio era viudo – hace muchos años – no se casó otra vez – porque Dios manda al infierno no por lo malo sino por reincidente o imbécil y toda repetición es una ofensa. Era mejor el amor libre por lo menos es democrático. Un amor incondicional – sin impuesto – a calzón quitado así fue su amor por Golda. XVI El odio solamente es el amor en otra onda, a Claudio le gustaba caminar descalzo por que los dedos de sus pies conocían las piedras del camino y nunca pisaba mierda no era muy trabajador que se diga; solía decir “cada burro carga lo que puede y caga lo que debe”. Hablando de la lengua femenina – no eran viperinas según él – sino bipartidas – también aceptaba que casarse de viejo es como casarse por poder y divorciarse por no poder. Presumía del significado de algunos términos económicos – “la necesidad crea la producción y la capacidad de consumo crea la riqueza”. Nadie ha hecho dinero con los diez dedos ni trabajando para otro y la gallina se pasa la vida poniendo huevos y el gallo se pasas de cantor. La gallina es el pueblo y el gallo el político. Los únicos felices eran los ignorantes pues vivían a la sombra de la oscuridad; claro está todavía. No solo eran príncipes los de sangre azul sino aquellos también que por su virtud tiene noble el corazón – últimamente se veía en el valle muchos hombres de pantalones apretados. Pues era mejor un marido saco largo – que uno de pantalón apretado. Ya la penumbra, la claridad de estos días – con un manto de melancolía, de las cosas que hicimos – de lo feliz que fuimos de los amaneceres a los anocheceres de nuestra vidas. El pueblo que había nacido Claudio – Abancay un pueblo metido entre los andes – nunca llegará un avión salvo que aterrice de poto. Sabía sin embargo que su misión era ser feliz y hacer feliz a ella – eso sucedió con Golda. Supongo hay otros fines por ejemplo la eternidad – y de las mujeres la maternidad. Es cuando me puse a cantar: la encarnación del espíritu divino. En un vaso de vino Al tomar de ella solo una botella pero mas de dos se convierte en Diablo o en vinagre. Es cuando quise irme a la mar porque en la tierra no hay justicia; pero cuando se ha perdido la confianza en uno mismo lo mismo da mar, tierra o suelo. Debo aclarar – leí la Biblia con mucho detenimiento – es un gran libro – dice todas las verdades y todas las mentiras. Eva no comió una manzana sino un membrillo me lo dijo un pajarillo – una mañana al paso que se ve – la última guerra sobre la tierra – será de las cucarachas al mando del general baigón. Claudio decía a un amigo que tenía sus problemas con su mujer – oí decir. “Las mujeres no entienden – otro lenguaje que la de la alcoba”. Tanto habían cambiado las cosas en un tiempo el Danubio era azul como los sueño de mi juventud antes de comulgar mundanos cuerpos ahora se ha convertido en un caudal turbio y sucio. En este momento estuve pensando era necesario bajar de mi pedestal – salirme de mis raíces – que yo mismo me lo he fabricado – pues el suelo es el único lugar que marca la pequeñez humana – palabras de Claudio. El que hace alardes de grandeza muy pronto se encontrará en la bajeza. Así las sombras seguían al hombre toda la ruta – como una fiel prostituta – no cabía con ella sino la muerte – aveces lloraba sólo luego descubrí – era mejor desahogarse en la multitud que llorar a solas. En esta monotonía aburrida – sin embargo en este detenimiento contemplativo me di cuenta tras los errores se llegaba a la verdad y tras muchos silogismos se llegaba a la triste realidad. Era dejar al tiempo y la historia – que hablase de tu gloria – mientras tanto solo era necesario hacer méritos – para un buen epitafio – que diga en síntesis mucho de ti – mañana. Hay recuerdos profundos que se aferran al alma, como tupidos musgos a la callada roca y pueden asfixiar plenamente nuestras ilusiones de mañana – aunque muchas veces el eco blasfema la realidad de tu voz con sus mal intencionadas repeticiones. Nuestras sombras son los ángeles de la guarda nos cuida las espaldas mas allá de la muerte. Lo perfecto y lo imperfecto son tiempos del verbo y como el verbo es Dios – ya sabes no siempre es lo primero. Allá en las alturas escasea el aire y aquí abajo ya no hay pan para nadie. La duda no era el principio de la sabiduría - era tartamuda – franca con mucho miedo. Veía las playas vecinas a mi cabaña soportaban las metidas de mano de las olas – existe mucha sensualidad en la natura – aveces también pensaba – los gusanos sienten el horror de ser devorados por los pájaros y la deshonra de comerse los cadáveres – así el rocío de la mañana, eran las lágrimas calladas de la noche fría. Las cosas que digo – son mis apreciaciones con ojos de satélite imparcial y extraterrestre - único testigo del triste final – pues tengo dilucidar todos los pensamientos de los protagonistas de este apoteosis. Por la caras que veían – estos debían ser frutos de la resaca del amor. En medio de esta hipocresía – una palabra franca dicha de sopetón – ya nadie soportaba ya en este valle del Señor. Cuando miraba los jardines los pétalos de las flores eran unas bailarinas locas a la presencia de un ruiseñor. Nunca supe si el desnudo o el vestido era el inmoral solo sé yo nací calato y así sigo al natural. Podría hablar mil cosas pues para mi el tiempo no es relativo, es absoluto – mi misión está medida y computada allá de donde vine. XVII La cosa mas pequeña conocida hasta ahora, y aún el misterio mas fantástico y poderoso de la creación – el átomo; su performance y su conocimiento decidirá ahora y en el devenir la paz y la libertad para la humanidad de hoy y mañana y el bienestar o la destrucción de los pueblos. En el comienzo de la energía y el principio de la armonía y entendimiento del universo; entre los seres de la creación y Dios lo quiera pueda prevalecer hasta el final del mundo y del hombre hasta que todas las cosas vayan a la nada y la nada llegue a ser un átomo luego una célula viva – para generar un nuevo orden, un nuevo mundo, un nuevo hombre. Sé, el hombre desde un principio del mundo quiso ser un pájaro y trató de tener alas y poder, más allá de las nubes – él siempre vio los cielos como el Edén de la felicidad al final lo consiguió. El voló a la luna y mas allá, él sabe de propulsiones de cohetes; puede enviar a través de los espacios; palabras, hombres, cuadros de colores; puede recibir los ecos haciendo de la inmensidad pequeñas distancias, más buscando distancias en los espacios exteriores. Olvidó ver las profundidades de su alma para descubrirse – se olvidó de ver la tierra, el globo, el mar y su real verdad. Estoy resaltando algunas cosas importantes del acontecer terráqueo cabe plasmarlo en el recuerdo. Un cantor a Machupicchu – entre un mil de metáforas brillantes la definió: la ciudad perdida como la más alta vasija que contuvo el silencio. Un grupo de arquitectos de todo el mundo han venido a romper ese silencio y anunciar a los siglos del devenir, el significado del pasado de la tierra de una formidable mentalidad y cultura perdida en el pasado de la humanidad – pero escrita en piedra arriba en las divinas colinas de MACHUPICCHU – diciéndonos de las maravillas y los alcances de aquellos hombres llamados INCAS y de sus ancestros que por alguna razón se han ido por el silencio – en adelante será el centro como una atalaya contemplando las realizaciones del género humano hasta la consumación de los siglos. Yo estuve en machupicchu – hasta puede creer – que mis paisanos estuvieron aquí. Hay mucha similitud con nuestras culturas. No eran tan malos – solamente estuvieron engañados o con ciertas ideas fijas o locuras – sus traumas eran grietas por donde corren las testarudas ideas de sus subconscientes a sus mundos conscientes. Y entre los grandes, los mediocres y el vil; siempre ganó el vil – por ende tenían que acabar mal – todavía cabía un catarsis para sus dramas; de reírse hasta hacerse el dos o llorar hasta mojarse los huevos, mas unos lloraban para adentro – consiguiendo llagas o úlceras sangrientas – otros con bostezos y suspiros también eran catarsis del alma y el cuerpo: “Recuerdo algo sobre eso: suspiro pues lágrimas no tengo y en cada exhalar arrojo como unas gotas que por los ojos resbala pedacitos de mi corazón” Esto escuché de Claudio – alguna vez. El fue en un tiempo piloto de la RAF – de la real fuerza inglesa, luego de la FAP – fuerza aérea del Perú – con sus aviones tenían tres alas - ala izquierda, ala derecha y ala mierda; salió con vida – porque Dios era su copiloto y el Diablo su consejero de vuelo. Pero muchas sufrían calladamente y se morían derrepente pues muchos eran solapados – se limpiaban los mocos y las lágrimas con sus mangas – no se miraba ya las alturas pues andaban preocupados – mientras las cumbres parecían alcanzar las estrellas y la imaginación de los pocos creativos podían palparlas a todas ellas supongo – era un mes de otoño – las hojas se vestían de amarillo y las sienes de gris. Puedo culpar las matemáticas hicieron mucho mal a las mentes – las hicieron computadoras y parecía que la cibernética podía reemplazar – mas la lámpara de la inteligencia seguía siendo mas potente y clara que la luz del sol, las estrellas y el claro de luna – por su puesto mas rápida que los rayos de luz – podía dar vuelta al universo en un instante; mas al fin de nuestra jornada hay también una luz preclara, nos muestra los caminos recorridos que estuvieron equivocados. Yo escuchaba la conciencia de la tierra – gritar en forma de gritos en su voz de protesta así como los grillos, a los cielos todas las noches. Aunque Ud. no crea – hoy un artista y mi sensibilidad puede captar el acontecer muy lejano ya sea del ayer y del mas allá venidero en años luz y aquí mientras despierta el oeste, el este se queda dormido. Si es así, alabado sea el Señor en las alturas y maldita sea en estas bajuras. Quiero aclarar también que la afinidad química es el principio entre los cuerpos inorgánicos y la otra afinidad química es el principio del amor entre los seres vivientes orgánicos pues también tienen sus catalizadores que son los celestinos profesionales; se sabe, el calor dilata los cuerpos pero las fraguas del amor acortan las horas. Son algunos sarcasmos ilógicos – el que come con la mano izquierda puede utilizar la derecha para limpiarse la boca o lo otro; o la distancia mas corta entre dos puntos es la recta, pero la distancia mas corta para irse a la mierda es el recto. En política solo se usa el modo condicional y en la ciencia y la idiotez solamente en modo indicativo – en este país, por ahora en macroeconomía se habla en dólares americanos y microeconomía se habla en soles en macrocantidades por eso de la inflación del sol y recesión del sol – son cosas que captan mis espinitas a macro y micro distancias. Se conocía al voluble por sus tornillos flojos y al terco por tenerlos bien apretados. Aquí en mi ambiente seguían las nubes transformando el esplendor del sol en colores del arco iris y las brumas del alma en colores grises. La gravedad al nivel del mas es cero; pero al nivel de suelo el caído se pone grave. Es que las cosas se estaban poniendo en el piso, por el tiempo y gravedad y sus pesos. Los genes eran muy bandidos más trasmitían las taras que los caracteres de la virtud por estos caprichos de la natura existen tantos tarados en este valle y otros lares. Todo va cayendo por su peso bruto y se mueven solo por inercia y aveces se elevan por la sustentación de las alas del espíritu alturado de algunos hombres todavía con valores. Y por la transferencia de los poderes siguen dependiendo de la mujer del poderoso. Ultimamente por la poquedad de los insumos: Todo trigo es limosna y toda paga un alivio. Todavía la necesidad es positiva pues crea la capacidad de satisfacerla. Las cenizas que deja todo fuego de cualquier pasión ardiente a lo largo de nuestras vidas y amoríos, acaso queda un recuerdo como el pucho de un cigarrillo que no se ha apagado, o como una luciérnaga pululando en estas cenizas. Y en esta llamada democracia – que suerte – para desgracia – buscamos el pan del día con mucha porfía y otros comen tortas gratis en demasía. Todas estas especulaciones son las mil y una noche de Claudio y su tribu; y la de la charapita Golda. Buen declaro – han venido algunas en la tierra – trayendo consigo algunas cositas: Adán y Eva – trajeron filosofía – el sánscrito, arroz y las vacas sagradas. Elena y Greco, el griego – filosofía, matemáticas, la escritura y aceitunas y gatos. Roma y Romulo – trajo el latín – la música, la pintura – uva y la mímica; por último – Mama Ocllo y Manco Capac – el quechua, aymara, la arquitectura lítica y conceptos sociales. Tengo el orgullo en lo traído por eso personajes – fue la vivencia de los humanos por muchos siglos – yo solo traje mi pluma aerón de dos cargas azul y rojo – para escribir este testimonio. Ahora veo – el entendimiento de norte América y Latino América de norte a sur, de este a oeste, de arriba y abajo estuvo el destino feliz de América; así pues el horizonte es uno solo y cada cual mide sus distancias según sus alcances. Ya lo sé, el equilibrio universal es el flujo y reflujo de los cuerpos y anticuerpos, materia y antimateria y el amor sigue trasmitiéndose en frecuencia modulada y si los corazones son estéreos es en “HI FI” los amores son sublimes y perfectos. En este momento pasa el viento echado lisuras y levantando faldas de las mujeres sin calzones y corazones abiertos o levantando polvo en estas llanuras y otros vientos chismosos solo arma discordias. Según un Pitágoras moderno en el triángulo del amor los catetos son los maridos y la mujer infiel – la gran hipotenusa. Era pues necesario: Dejar siempre un poco de apetito para poder saborear los potajes ricos que os depara la vida – estas frases y otras son mías. Para saber del pan blanco hay que haber comido el pan negro. Se veía en estos ambientes ya no eran necesarias las fuerzas armadas pues ya son obsoletas – las guerras actuales son por conquistas económicas por persuasiones de impacto político para explorar otros pueblos sin asaltos militares sino incursiones de explotación y de lo que hacen los generales tienen la culpa las generalas y de lo que hacen los comandantes, nadie tiene la culpa sino ellos. Claudio era alérgico a la fama – pues el esplendor de tu fama no debe traslucir mas allá de tu mirada y tu realidad – aunque la realidad es relativa al momento, absoluta al tiempo y su subjetiva al hombre. Era cierta forma condenando a una falacia “Que esto era un valle de lágrimas” – lo demuestra el grito del recién nacido, nos hace ver que no es grato el haber venido. Y entre la noche y el día se llevan en posta nuestras vidas, solo quedan los crepúsculos y las albas minúsculas del recuerdo de nuestras vivencias mas las sonrisas preconiza no siempre una carcajada así se arma una situación binaria – rico tipo y pobre diablo son los mismo entes de la misma calaña. Y cuando se vuelve las miradas del otoño a la primavera – de la vejez a la niñez uno deja de mirar las miserias de esta tierra; más en este país que se llama Perú – hay dos tipos de gente feliz – los miserables y los generales; los primeros no sufren – aguantan todo y los segundos no saben – además este pueblo la mitad son analfabetos no leen; la otra mitad saben leer, pero no leen y como una ironía los únicos que leen son los militares, pero no entiende. Mas yo prefiero comer un pan con mis amigos que compartir un panetón con mis enemigos. Es así todo es posible en la cuerda floja en la dimensión desconocida; eso pasa en las mejores familias y la muestra no es pues de las mejores que diga – de suerte para mi son como los callos en la planta del pie – afortunadamente nadie me lo pisa solamente yo. Eso significa las soluciones de las problemáticas están en vuestras posibilidades. Si tu problema tiene solución no te preocupes - si no las tiene – para que te preocupas. Uno come lo que puede – y las caga lo que debe. Hasta ahora el hombre sigue – también el honor en el corazón y la mujer bajo su calzón y ambas cosas se puede perder por una u otra razón. Sigo hablando de los generales – la estupidez de un general – es porque antes fue comandante. Cuando se habla del matrimonio generalmente es obra del demonio. El hombre pierde su libertad y hasta su dignidad y la mujer pierde aveces su virginidad y otras ni eso. Luego sus amores una vez fueron un buen vino – presto se avinagra – y se convierte en dos enemigos durmiendo en la misma cama – entretanto la sotana y la polaca tienen ventajas sensuales –pues tiene la bragueta hasta el cuello. Yo solo creo que la canción del anda vete será al ritmo de tango o un valsecito criollo. XVIII Entre las mujeres que he visto fueron las mejores las francesas solo que no se bañan ni se despiden. Las americanas tienen la psicología del pavo; para matarlas había que emborracharlas – las mexicanas todas eran machas – las venezolanas en vez de dar leche daban petróleo. Las cholas peruanas eran masoquistas primero hay que patearlas y las loretanas son sordas – les dices siéntate y se echan. Lastima las chilenas son rotas – y los chilenos también. A las argentinas basta decirles “che” y ya esta. Las brasileñas se les lleva a la cama a paso de zamba – a las chinas se las mira de soslayo y se hace el amor de costado. A las judías hay que pagar al contado y plazos. A las rusas se le hace el amor sobre todo por la izquierda. Y a las europeas – sobre todo a las luteranas – por el útero y el ano – no tuve otras experiencias sino las mencionaría – pero – Claudio y Golda eran fuera de serie. Políticamente era lo mismo estar en la izquierda o derecha; pero era mejor estar encima; lo que sé de la política de Jesús – el no escribió nada solamente hizo correr parábolas y los curas la siguen corriendo. Aún el mundo siguió andando gracias a los limeños, porque estos hijos del Rimac no se levantaran ni para el juicio final. En el régimen actual de un tal Fujimori V; su régimen cambió la papa por una yuca muy grande – y en la política de control de natalidad y calidad – están saliendo mejores elementos en los hijos de probeta que los hijos de bragueta. Los plazos de las letras eran a nueve meses listos y visto. Aseguró en los hombros de estos hijos de pobreta – sobre sus espíritus se alcanzarán la eternidad de los pueblos de mañana – y el oxígeno seguirá siendo vital al cuerpo humano con la libertad a su espíritu. Sin embargo no hay derechos humanos para las guerras - y las prostitutas se llamarán de hoy en adelante – “Relacionistas públicas”. La libertad sin pan, los hay, con pan y con algo mas, mejor – pero con torta jamás. Los laureles que ostentan las frentes de los hombres valientes – en este olimpo – serán flores negras mas tarde, enlutadas por el tiempo y la envidia. Pues en esta trinchera de la vida generalmente muere el que saca la cabeza – no interesan las altedades sino las profundas huellas. Así los problemas políticos no son colaterales sin quien esta arriba y quien esta abajo, mas los pueblos estarán siempre en el suelo. De los pueblos, de mas visitas, el pueblo mas social es el esquimal – no existe la palabra yo – todo es nosotros o para nosotros – en cambio los judíos – yo y para mi. Yo llegué a Lima hace 10 siglos – los gobiernos estaban en manos militares; planes con nombres indígenas: Plan Inca Plan Tupac Amaru Plan Toparpa Plan Filipillo. Una frase folklórica de estos cholos de 3ea. Clase – es decir los habían los emergentes; los sumergidos y los cholos de mierda – los mas abundantes. Su política de “serruchamiento de piso” era pues parte de su folklore – Perú un país privilegiado con sus tres regiones naturales y sus 200 millas en el pacífico. Comprendí – el militar es un hombre con miedo por eso anda armado y disfrazado. Pero los hombres seguía, comiéndose todos los animales – hasta un elefante – una ballen, un león – luego es devorado por el mas vil de los animales – los gusanos. Los asaltantes mas grandes hasta la fecha seguían siendo la Esal, Electroluz y las Telefónicas. En este momento el contra punto es entre acemilados y civilizados – yo trataba de aprender los idiomas terráqueos entre ellos el castellano – supe que lo hablaban sólo por tradición – o como les daba la gana. Solamente los alemanes se basan en sus raíces, su mentalidad y cultura de su pueblo. Hablo con las galaxias o cualquier distancia – en onda corta, en onda larga – térmica o eléctrica – y cuando hablo con las mujeres en cualquier instancia; en vivo y en directo; cuando indago las profundidades de aires, tierras y mares – hablo en enconosas y cuando hablo con migo, con un amigo o Dios lo hago de tu y voz. Claro lo supe desde la primera instancia: No hay mujer fea – depende del ángulo con que se vea. Digo estas cosas – es el tercer testamento – no quiero olvidar de todo lo que sabía el hombre hasta el segundo testamento – para entregarle en un faro en la diestra de Jesú – el primer hombre de la nueva era – y marido de Jhuly la última mujer de la tierra – hija de Golda y Claudio de este barrio del Señor – “La ciencia y le arte” de esta humanidad fenecida. No olvidaré nada – por muy insignificante que lo sea. Sé el hombre fue un ente pensante, hablante y libre – mas su libertad no estaba en ninguna parte del universo externo; sino en el sitial preferencial de tu conciencia, si es que todavía la tienes. La amplitud de la como – visión – depende: El hombre no esté parametrado con fanatismo ciego o ideas fijas o locuras políticas, religiosas, filosóficas o cualquier clase de chauvinismo – por lo menos poseer un ángulo de 180 grados de la visión hacia el horizonte adelante y otro tanto de tu visión histórica del pasado. También encontré niveles – en el habla: Burgués: No se meta en las cosas que no le incumbe – nivel alto. Chofer /nivel bajo) incumbe? será tu madre. Claudio decía: La fama de conocer los tres niveles sociales de dos parejas en un solo carro: Los señores adelante y las señoras en el asiento de atrás (clase media). Cada uno con su mujer en los dos asientos clase baja. Cada uno con su mujer de otra calase alta. He escrito esta bitácora en castellano a pesar como idioma se había quedado atrás por culpa de la Real Academia Española – soñando todavía – en la virginidad de este idioma – por prostuida en España y algo rescatable en Colombia y el Perú. Cabe resaltar: He oído a Dios en los suspiros del viento; en los susurros del mar. Lo he olido en el perfume del viento; en los susurros de una violeta. Lo he visto en los colores de una mariposa. Lo he visto en el polo norte – en polo sur – en la virtud – en el magnetismo – en el espejismo. Lo he visto en el hombre perdido en la mujer prostituta. Lo he visto en el cielo y en suelo. Parece que Dios es Peruano. XIX No me cansaré de anotar todo aquello que mis antenas en las metáforas de mis espinas – los han captado y sintonizado con mis computadoras portátiles – y a pilas extraterrenales. En cuanto a los nombres y apellidos – antes de un tal Napoleón – los hombres y las mujeres solo tenían su nombre de pila, cuanto mas Luis XIV – Luis XV etc. El ordenó tomar un segundo nombre – de ahí los apellidos inverosímiles: Paredes, Campana, Puerta, Barriga – para que mas mencionar otras; en nuestras galaxia son binarias; alfabéticas mezcladas con números – por ejemplo los hijos de mala mujer tienen el prefijo “P” y su apellido X y o Z porque no saben quien es su padre – luego un número de serie – de su generación “PX2996” eso es un nombre – por lo que se ha democratizado a mis paisanos – ni hay apellidos de abolengo, ni del populorum – nací en un rincón de un país – cuyo nombre no quiero mencionar – por razones especiales. Era una cabaña – junto a un puquial de aguas termales mi jardín era hasta donde llegaba mi pensamiento; no tenía reloj ni ataduras al tiempo – mi espíritu era libre – como los vientos de acá, sin causes ni contornos, así viviré y moriré sin días ni noches – un solo amanecer, sin embargo allá también hay una rosa – náutica con 36 derroteros principales – 35 van hacia la felicidad y uno solo es mal camino – por lo que la mayoría son felices y muy pocos son infelices para matizar el ambiente – pero si declaro – hay propensión de irse por el único camino a la desdicha. Mas por las caras que vi en esta tierra parece el homo sapiens – sea un híbrido de un ser pensante extraterrestre Parecen ratas y un animal cualquiera – por ejemplo: pensantes – los árabes camellos domesticados y gritones – los indios peruanos son auquénidos hijos de la puna – el olor todavía lo conservan. La mayoría son pájaros: Cantores, gorriones, pecho amarillos, ruiseñores, picaflores, pingüinos, pájaros bobos, patulecos; por decir algunos – muchos más animales que pensantes; mira no mas a los negros; orangutanes o chimpancés domesticados. Hice estudios de la mente humana; es un sistema binario de coordenadas cartesianas – donde la vida intelectual son las ordenadas y la vida sentimental son las Abispas cuyos lugares geométricos – la objetividad y la subjetividad es una interdependencia circunstancial. En el caso de Claudio – el susurro del céfiro del viento cortando la verde paja de la puna – el murmullo de las aguas cristalinas de los pequeños riachuelos de los deshielos de las montañas, los dorados celajes del tardecer andino; la profundidad de sus valles y quebradas – han hecho que sus pensamientos sean los caracteres profundos y limpios de su personalidad – así como hay una inducción electromagnética entre los cuerpos existentes hay una y mil inducciones y persuasiones entre los seres humanos – impactos de amor, odio, deseos y la peor de todas ellas es la estupidez; pues el inducido es peor que el auténtico “El que anda con lobos aullar aprende”. Indagué mucho para encontrar el ancestro del hombre blanco – todo hace pensar que Dios hizo al hombre de barro negro – pues los blancos se convirtieron en albinos por la degeneración de la pieles – por haber emigrado a los lugares frígidos – primero fueron azules todavía existen en USA – negros azules – la inteligencia superior del blanco – solo fueron las circunstancias difíciles – así como el caso de los japoneses – solo tiene agua, terremotos, japoneses y gueishas – por eso se convirtieron en “moscas” es decir muy despiertos – capaces de sacarle leche a las rocas – aquí en el Perú – había de todo – peces del mar, del río, minerales y todo lo que la tierra puede dar – por consiguiente – no tenían necesidades – los tenían todo a la mano – no hubo estímulo para avivar la inteligencia. “La necesidad crea la iniciativa y da luces al cerebro”. Ultimamente el mundo geopolíticamente estaba dividido en cuatro poderes: Primero La Iglesia – con el papa a la cabeza – tenían oro, propiedades reales, feligreses incondicionales y dominio sobre los espíritus de sus creyentes. Segundo Los Masones – arquitectos del mundo, poder económico, intelectual – una hermandad de los mas dueños de poder político del mundo. El tercer poder fabricantes de los “Ismos” comunismo, cristianismo, relativismo, etc. dueños de las artes y ciencias transnacionales, bancos – comercio y de todo los “QUICK BUSINESS” dueños de la plata. Judíos. Y el cuarto poder – era el Poder “GAY” existían de los tres grupos por tanto eran inteligentes – mas un sexto sentido femenino. Cualquier desvalance de estos poderes podría desatar una guerra mundial a “Finish”. Geográficamente existen también frentes: USA, Rusia, China, La Unión Europea – el poder económico del Japón – últimamente la unión del tercer mundo – productores del petróleo y materias primas. Hablando del poder intelectual entra a tallar también las mujeres intelectuales – de cada cien de ellas 79 son lesbianas, 20 son solteras y una sola feliz; Golda. Quiero hablar también de las ideas equivocadas de trabajo – y del tiempo. El trabajo bíblicamente es una maldición “Comerás con el sudor de tu frente” – en física es masa infeliz es la masa trabajadora, en ética el trabajo dignifica al hombre y a ciertos animales por consiguiente les indigna. Hubo un pequeño equívoco de la interpretación: Dios no dijo; comerás con el sudor de tu frente – sino; “Hijo mío – la tierra es tu heredad disfrútala con la luz de tus sien” y tu mujer dale hijos para poblar de ellos este valle “Es mi obra maestra” nosotros en mi galaxia – no trabajamos – vivimos de nuestras creatividades e imaginaciones. Bueno aceptando el trabajo – cuando uno ejerce un trabajo con cierta maestría y habilidad es un maestro, y cuando lo realiza ese mismo trabajo con conocimiento científico es un profesor, si lo realiza con perfección estética es un artista por ende el arte está por encima de todo conocimiento humano – por ser creación y belleza. Así pues es necesario el sentido estético de la vida – pues para el burro es lo mismo – Una rosa o pasto – he ahí la diferencia. Así – no me iré de aquí – antes de hablar de todo lo que vi – antes del fin del mundo y todo el acontecer de lo venidero. Ultimamente todos fingían su realidad por los refinamientos puramente especulativos. Quiero participar con los hombres algún u otro concepto u opinión de lo mío. La creación literaria cuando está parametrada a una ideología o demarcada a una situación política o a un momento histórico – deja de ser creación o pierde la esencia misma de lo que es el arte. Solo será aceptada como creación literaria, aquello cuya única motivación y numen sea la verdad estética y la libertad del espíritu ya que no son limitados las dimensiones del universo poético y artístico. Las condiciones del momento histórico quizá participen con darle el estilo para marcar época sin que esto impida la anticipación cognoscitiva de la imaginación artística a proyectarse al infinito y al devenir o reencarnarse al pasado pletórico en un acontecer literario. La condición social de la literatura, ella es para todos o para nadie o solo para el poeta. Por supuesto la literatura puede ser antorcha de luces arrancadas del lumen de la inspiración para que el hombre encuentre claridad para salvar su alma por los caminos en las distancias de su existencia – o pautas axiomáticas para sus realizaciones futuras – ya que el creador posee una razón poderosa, una imaginación infinita y una sensibilidad omnipotente. Según mis conocimientos y análisis mucho hace pensar – en un principio toda la tierra estaba despoblada de gente, era inhóspita y cruel como la Siberia – su ambiente – por eso todos los indeseables de las otras galaxias fueron dejados aquí con un decálogo sobre la piedra – para sus arrepentimientos y un poco de maná para sus sustentos de modo podrían purgar sus pecados en este valle llamado de lágrimas – cosas que suceden en las mejores familias extraterrenales. En esta tierra he visto – el que trabaja y no cobra es inmoral y aquel sin trabajar cobra por lo menos es inteligente, eso dicen en Venezuela – cónchale vale. Por los insultos que escucho en el Perú; para ser presidente, rector, alcalde o cualquier jefe se necesita ser huérfano – o sus padres estuvieron casados por lo civil y la iglesia. Quiero confesar mis apreciaciones del quehacer humano – son conclusiones de las conversaciones sostenidas con Claudio y sus amigos – por una afinidad de ondas nos hicimos amigos – sin que sospecharan – mi estatus extraterrenal – con plena libertad – como dicen por acá – a calzón quitado. De esta generación de fines de 2900. Cada generación tiene sus perfiles propios – en las manifestaciones y sus vivencias y se mueven al son de sus ritmos pertinentes por ende los padre y los hijos no están en la misma onda, por consiguiente no pueden ser amigos – si los son uno de ellos está fallando o los dos. Concerniente a las mujeres – bailan en el transcurso de sus vidas la danza de los 7 velos, su primer velo aparece a primera vista – todos las vemos. El segundo velo se descubre cuando ella se enamora; muestra algo mas de su amor e intenciones. El tercero se despeja en la luna de miel. El cuarto la baila bien bonito durante su vida matrimonial. El quinto lo dice poco antes del último suspiro – algo que calló toda su vida. El sexto lo confiesa ante San Pedro – antes de irse al cielo o al infierno. El séptimo sólo el Diablo lo sabe. El hombre apenas llega a saber hasta el cuarto – generalmente muere primero. En cambio los hombres son como los periódicos – hasta los 20 en solo noticiero; de 20 a 30 diario; de 30 a 40 semanario; de 40 a 50 mensual; de los 50 para arriba es un número extraordinario. Puedo afirmar – los hombres en sus movimientos sexuales – son como los discos – inversamente proporcional de 33, 45 y 78 revoluciones por minuto – es decir mas años menos revoluciones. Los mestizos del Perú llamados cholos, eran de tres clases: Cholo emergente: Una buena genética de español de calidad con una “aclla” ñusta escogida – el supercholo. La segunda clase – son los cholos sumergidos – mala mezcla de español de segundilla con una india cualquiera (cholo fracasado). nombre cholo de mierda. El tercero solo tiene un XX Cuando se hablaba de la cuadratura del círculo – alguien acotó – pues el burro era el inventor de la cuadratura tenía el culo redondo y hacía el dos en cuadraditos cubitos. Nuestra ciencia está basada en datos axiomáticos, para demostrar sus teoremas, por medio de razonamientos silogísmicos – para la realización de una verdad – son especulaciones aceptadas por la razón como ciertas, mas en la teoría de conocimiento – están distantes de la verdad absoluta – así el quehacer matemática irá creciendo a través de los siglos de lo relativo a lo absoluto – por ende hay mucho por especular todavía – mas cuando se llegue a lo absoluto se acabará el mundo – pero el hombre conocerá a Dios – él es el absoluto. Toda esta comparsa constituyen el paisaje y panorama del acontecer psíquico de este hombre suicida – y la facetas y máscaras en este gran danza de su vida – lo constituyen incidencias – los mismos causan en su espíritu – lo teológico, metafísico y lo ontológico solo en especulaciones del psiquismo humano en los campos mas allá del conocimiento lógico y lo esotérico son divagaciones de la imaginación trascendental y lo parapsicológico, caprichos de la naturaleza del alma – algo así espejismos en el desierto. Si por eso de la relatividad las cosas fueran al revés – el cielo fuese suelo y la izquierda fuera derecha, no pasaría nada, el hombre sería hombre sólo con otro nombre – un ente que habla, que piensa y con ínfulas de libertad, el pensamiento, el habla y la libertad son dones propensos a la perfección y degeneración – por lo tanto que la perfección humana consiste en la adquisición de sus conocimientos, su cultura, su inteligencia, la sublime calidad de su lenguaje, su pleno respeto a la libertad humana, ya que la ignorancia, el lenguaje corrompido y el atropello y desconocimiento de la libertad lo convertirán en un animal cualquiera. Aveces así nuestros diálogos llegaban a niveles filosóficos y otras veces solo chascarros. En los percances de la vida – entre el Karate, el box, las armas de fuego, mejor son los cien metros planos bien reconocidos. Lo he mirado y remirado – y me he convencido – creo él; el hombre y yo el extraterrestre somos dos grandes equivocados de este universo. Hemos venido sabiendo – de ser los reyes de la naturaleza y creadores y estamos seguros no estamos cumpliendo nuestra misión – en todas partes se cuecen habas. Adelanto en decires – el hombre del año tres mil será excento de toda clase de subjetividad – con una dinámica algebraica – un cibernética sofisticada – será la ciencia del milenio venidero – los actos de su conducta y manifestaciones psíquicas serán computables matemáticamente – quedarán obsoletos; el romanticismo – y la lírica de nuestros tiempos. La ingeniería genética hará posible el nacimiento de algunos genios con luz propia para ser antorchas que lumbren los destinos de los pueblos. Se habrá vuelto en todo a la dimensión humana – se descartarán todas las maquinarias estúpidas inventadas para convertir a estos seres en sombis – robots, entes ahogados de estupideces fabricadas – no tendrán estómago – por consiguiente no harán las cagadas de siempre – aunque tendrán corazón – a pedido de Jesú; el marido de Jhuly – pero un corazón que lata mil años transparente y honesto capaz de amar como un dios; tendrá un sentido más: El sublime sentido estético de la vida – su mirada será años luz al más allá. Su lenguaje será puramente telepático a micro y macro distancias – hacia el exterior y el interior de si mismo – tocando todos los confines mas recónditos de su alma y de todas las distancias – de modo que sus criterios serán magnánimos y contemplativos – es decir – miradas verticales y horizontales – en perspectivas en muchos planos. Será desnudo y descalzo para que su piel sienta las verdaderas caricias de la naturaleza – y pueda palpar en sus pasos el calor y efecto de la tierra después de todo sigue siendo la primera madre – aunque este ya ha sido hecho de polvo de uranio – radiante – biónico, atómico – con ánodos y cátodos iónicos. No usará mas petróleo ni otras fuentes contaminantes – solamente la energía solar eterna y reversible – devuelta por ecos desde todos los planetas. La luna otra vez virgen será la inspiración de los nuevos poetas. Se habrá aprendido ha entender el lenguaje de la natura; la canción de las cascadas; la musicalidad de las olas del mar – los mensajes esotéricos de los vientos; la voz solemne de los truenos. El tiempo y el espacio serán dos entes al servicio de este hombre – no tendrán lágrimas; no tendrá porque llorar. La poesía otra vez será – el lenguaje de sus dioses en el mito del eterno retoño. El sol saldrá sin lentes desde aquella vez – que lloró por el hombre fenecido. La luna reflejará en los lagos azules – las mejores imágenes de las bellezas del alma. Por su puesto ya no habrá escombros, deshechos ni excremento para ensuciar la tierra, los ríos y los mares. La limpieza de la tierra reflejará la limpieza de la conciencia de este neo hombre – ya no nacerán niños de espermatozoides tarados – ni de óvulos de madres prostituidas – serán espermatozoides geniales que llegarán de punta a punta – entes de clase “a” ovular – en óvulos de gran calidad. Habrán condones con ojos mágicos y filtro electromagnético para filtrar y detectar a los imbéciles – por lo tanto este género se irán al suelo para ser devorados por los insectos. El aire puro se sentirá en casa, en los pulmones sanos. La muerte será solamente un paso mas a la eternidad. Los peces no serán los únicos huéspedes del mar muchos hombres vivirán en el mar – después de todo fue su primer hábitat. La educación será la mental física – es decir la adquisición de fuerza mental y física paralelas sin romper la sincronización – sin que sobrepase el uno al otro – “Eso llaman Salud”. El cuerpo tendrá las energías suficientes para cargar el peso de su alma. Las universidades – no serán fábricas de profesiones específicas sino donde colmarán a los estudiantes de criterios; instrumentos adecuados para la resolución de sus problemáticas. Ya sabemos el lenguaje será telepático y transparente – sin figuras literarias ni metáforas con la peculiaridad – tendrán antenas al infinito – no como mis espinas por su puesto – para conversar con otros seres de otras galaxias en un lenguaje universal. Los ojos tendrán una visión – retrovisora al pasado histórico para no cometer los mismos errores. Solamente Jhuly será la extraña en el paraíso – mas si con todo el aroma – y lozanía de una flor – sus labios pintados de rouge – con su carterita – donde llevará consigo un espejito – símbolo de su femenidad incomparable. Pues éstos habían comenzado sobre la base del faro de luz – de la ciencia y artes alcanzadas de los que fueron de los antiguos milenios fenecidos. Los axiomas conocimientos tras entes científicos cambiantes – solo serán para los ochos encadenados al infinito. El conocimiento mas allá de la ciencia; será la filosofía – y el conocer artístico de las cosas – después de todo el hombre es el único ente con el sentido estético – y ético de la vida. Claro habrán rosas de un día – y espinas de toda la vida – habrán violetas ocultas entre su verde follaje – para ocultar su belleza – pero su aroma será mas agradable – no habrá margaritas para deshojar nuestras dudas. La duda no será el principio de la sabiduría – la noche seguirá siendo como la ave sagrada – para amparar bajo sus alas negras las criaturas llamadas hombres – niños toda la vida – no habrá flatulencias – ni humos de explosiones de motores ni de cigarros – todo aquello de nosotros solo se verán en los museos de arqueología. El oro – la plata – el dinero – no tendrán ningún valor – la vanidad había muerto con nosotros. Pues todos trabajaban la tierra – y otras en el nivel del arte – pues esto no tiene precio – serán para contemplar y disfrutar con los demás hasta donde alcance. Los cementerios solamente serán epitafios – en neo esperanto pues los cadáveres son atomizados a los espacios celestiales. El amor – se habrá convertido en una simple química de afinidad aveces de un día – o de toda la vida. Existe el control de natalidad y calidad – por cada muerto nacerá un niño que heredará su alma y sus alcances – así no habrá uno mas – ya era suficiente. No habrá gobernadores – alcaldes, presidentes ni reyes – cada uno es autoridad de uno mismo – por tanto no habrán lacayos, militares – serviles ni alcahuetes ni impuestos. Desaparecerán los bancos, que usufructuaron la plata de otros – ni policías, ni guardias talvez solo los ángeles guardianes de siempre – no habrán jueces – pues descubrieron – no hay hombre justo ni justicia tampoco – ni fiscales que acusen del poder público – sabían quien acusa a quien – no podían tirar la primera piedra – los jueces y los fiscales serán solamente las conciencias. Entre los sentimientos de amor y amistad – prevalecerá la amistad, pues esta – es un sentimiento desprendido – no pide recompensa. Curioso: El gato y el perro fumarán la pipa de la paz – los hombres no tendrán estómago – en el pasado eran los motivos de las hambres y por ello esclavisantes y por consiguiente el hombre no tendrá ano – así ni mas habrán “gays”. El gallo pisará una sola gallina – sus huevos serán pollitos – ya que la gente no comen. Los ríos y los mares estarán repletos de peces – morirán de viejos o servirán de alimentos para los peces grandes. Los loros hablarán en esperanto – pues los hombres – su lenguaje y comunicación será telepática. La risa y el llanto solo serán recuerdos del pasado pletórico. Pero sí – las gentes usarán unos pantalonsitos con pararrayos – pues tendrán los testes tan grandes que harán tierra – para evitar electrocutarse – pues los serán eléctricas. Los hombres serán catódicos y las mujeres anódicas – “y los coitos serán cortos circuitos” hechará chispas por los ojos de ella y de el – se evaluará el valor humano tomando la tercia – del valor intelectual – valor moral – valor estético – mas un agregado decimal del poder de su imaginación. VH = I + M + E + 0.XX 3 De los mandamientos del decálogo quedarán solamente de los que fueron de los incas mas un agregado de 2 mandamientos: No seas Ladrón No seas Perezoso No sean Mentirosos No seas Imbécil No seas Maricón Con estos serán suficientes. Será posible los vuelos espaciales en el único aparato – a propulsión con energía solar – a la velocidad de la luz. En unos aparatos de un material especial – “LITA” una piedra extraída del subsuelo – que aguanto el peso de la tierra por millones de años – sabemos que la tierra es hueca. Es un huevo cuya yema – escapó por los polos – sabe dios donde en el espacio – muchos no vuelven de sus viajes. Los primeros descendientes de Jhuly y Jesú – serán híbridos – con los caracteres dominantes de Jesú y los recesivos de Jhuly – en una ley nueva de Mendel – todavía tendrá corazón – y el aroma de las flores de nuestro mundo que fue una vez. El tiempo seguirá siendo relativo – corto en el placer y muy largo en el dolor – de ello no se ha escapado la humanidad – mas bien el neo hombre será dueño de sus espacios – sin parámetros chauvinistas de estacionario – será otra vez nómada – y cambiante – la arquitectura – no será fija sino movible – desarmable y transportable. Ya no volverán las oscuras golondrinas – se habrán ido a otros mundos. Ni Quijotes para desfacer entuertos – ya no los habrá – quedará algo de Bach – por lo tocata y fuga – pues no habrá repetición – era y es una ofensa – habrá: El verso azul – pero no la canción profana. Tampoco “hay golpes en la vida – ni moriré en París” – pues Cesar Vallejo – se habrá encarnado como un bardo – de lujo. Si habrán guerras – solo ideológicas – sin armas – la tierra será un poco mas aplastadas por los polos – y con mas barriga en el Ecuador – el dólar había fenecido – junto con los judíos – y otro tanto el yen, el rublo – solo quedó el sol – pero el sol que nos alumbra. La luna de miel será 40 días y cuarenta noches – lo mismo todos los días serán navidad y todas las noches, noches buenas. El arco iris tendrá 10 matices mas allá del ultravioleta. La lluvia seguirá picoteando los charcos como gallitos de pelea y el rocío de las mañanas seguirán lavando las caritas de nuevas flores. La rosa – será mas hermosa pero esta vez con espinas venenosas – los árboles seguirán plantados a sus raíces; no habrán jaulas no existirán nunca mas las peceras – pues no existirá la esclavitud – el ave, el pez, el hombre son libres. El himno de este mundo será “El himno que fue peruano” – “Somos libres y seámoslo por siempre antes niegue sus luces el sol” – quizá – esto será – como el paraíso perdido de Milton – fue ciego pero con ojos del alma – los vio. Los camellos tendrán tres jorobas – pues le crecerá recién la tercera – pues por siglos fueron jorobados por los islámicos – los dromedarios uno mas por la misma ley. El pavo real – no será tan ufano como hoy – se le bajarán los humos; los otros pavos nunca mas serán pavos de navidad – ya no existían los agapes y banquetes – pues estas gentes no disfrutarán de ellos – pero le darán su vino – por tradición los patos seguirán creyendo tener las mejores caminando airados y patulecos. piernas – seguirán El pájaro gorrión – seguirá en su papel de gorrión – o “garganta” el pato loco, ahora es mas cuerdo y el pájaro bobo se ha avivado. La cigüeña – ya no vive en París – pues esta ya no existe – ha cambiado de oficio ahora lleva cartas de amor – de un correo especial. El cochino ya mira el cielo – pues parece que dios le ha escuchado ya no le hacen chicharrón. El único que se emborracha es el mono; y también es adicto a las drogas – hay segregación a los monos blancos. Por hay dicen que Dios después de crear el universo y al hombre – había celebrado con el Diablo su amigo esta efeméride – y se había quedado dormido – por eso – el hombre a su imagen anduvo al desamparo – todo ese tiempo se llama la noche que se durmió Dios – en el cronología de él – es solamente una noche. XXI Jesú: Dios me ha creado transparente, veloz y biónico – y me ha dado un faro con toda la ciencia y arte de tu mundo – tu eres la última mujer de la tierra y serás la primera madre – porque de tu vientre nacerá nuestro primer hijo en este nuevo mundo – si – siempre que respetes mis sentimientos y los atributos de la mujer escogida por Dios – si, yo tengo un corazón que latirá mil años para ti – y la luz de mis sienes – deslucirán las cosas para que seas feliz. Y en nombre de Dios te pido tu mano y en fe de lo cual te entrego mi corazón por diez siglos – aceptas mi amor – que se hará – después de todo te quiero – pues no hay otra alternativa. Debemos tener hijos – con la pinta mía – y con la inteligencia tuya. Se casaron sin testigo – y se dieron un beso – sacando chispas por los ojos. Cuantos hijos quieres – yo quiero los que vengan – mas todavía recuerdo a lo que decía mi padre Claudio. Los sociólogos recomiendan como una familia perfecta; papá, mamá y 4 hijos – pues una familia es un núcleo – social, para un economista la familia perfecta es papá, mamá y dos hijos, por eso de la inflación – recesión que se yo – mas para los psiquiatras – por eso de los traumas económicos y psíquicos – la familia perfecta es marido, mujer y perro. Pero las cosas cambian – Jesú y Jhuly pasaron la luna de miel – en un valle que otrora había sido el valle sagrado de los incas – en un lugar del Perú profundo. Tiempo después ella tenía antojos y el corto circuito – mareos una ligera fiebre – había Jhuly concebido en la primera noche – un primogénito – de este nuevo mundo – un varoncito – nació de parto natural – le llamaron Claudio II; tenía toda la fisonomía de su madre – y toda la inteligencia de su padre. Este niño todavía tenía estómago – por ende había heredado del mundo de Jhuly estos dos defectos – mas los siguientes hijos – Goldo, Claudia – Jhuly II solo tenían corazón – ya no estómago – es cuando aparece este planeta con entes de esta clase. Cuando desperté – todo había sido un sueño – sin embargo el calendario marcaba 12 de agosto de 2996. “Año del fin del mundo “. Claudio segundo – era poeta – y continuó escribiendo desde muy joven versos, canciones, poesías, testimonios – poemas y cuentos – Goldo – era un profesor de ideas – experto en idiomas del pasado y del futuro: El Inglés era esclavo del tiempo El tiempo era esclavo del Español. Mas el tiempo sigue siendo lo mismo – los que cambian son los hombres una hora junto a una mujer bonita tan solo hombres una hora junto a una mujer bonita tan solo es un minuto pero un minuto al lado de la madre de la chica bonita es un siglo – pero si la vieja es mejor las cosas cambian – todo es relativo. Las guerras ya eran últimamente obsoleta – con las armas de fuego – eran psicológicas, bacteriológicas, electrónicas – qué harán los soldados de la tierra?. Estoy narrando ya los conceptos diferidos por el primogénito de Jhuly – que por su puesto hablaba todavía en español – de las cosas que seguramente como sus padres – Golda y Claudio – Jhuly hablaba varios idiomas modernos – entre estas el inglés y el francés. Dime como hablas y te diré como eres – ya cada idioma es la expresión de una mentalidad – el inglés se basa en el toget – y take (conseguir y tomar) por esto lo conseguirán y lo tomarán todo - el francés es “faire” hacer - lo hacen todo – el castellano dar lo dan todo (por eso son pobres los castellanos – hablantes) – estoy seguro el alemán – debe ser trabajado – l judío – habla en Jewish – o solo en dinero. Entorno a los perfiles de los idiomas – en su funcionamiento dinámico – operan maravillosamente sin necesidad de estudiarlos – sino por naturaleza propia – cuando uno quiere. Recibir préstamos o amores se utilizan los diminutivos; amorcito, esa boquita, tus manitas, tus pechitos. Por otra parte en ciertas ocasiones el lenguaje toma unos perfiles de influencia de sus contornos – por ejemplo – en Loreto – pueblo cercano al Brasil - donde nació Golda, madre de Jhuly. “Del huevo su duro” “De la canela su flor” “De mi corazón el amor” “De mi vida sus problemas”. Al mismo tiempo – la voz es alta – pues en el bosque se inhiben las voces. Al mismo tiempo – el habla toma el estilo de su medio ambiente – ejemplos claros – de México, Venezuela – Perú – Chile – Argentina tienen sus peculiaridades en la fonética y sus experiencias idiomáticas – y también en sus dichos. En ruso hay en refrán: EL hombre que no ha aprendido hasta los veinte años; no se ha casado y tiene sus hijos hasta los 30; y no tiene plata hasta los cuarenta es un perfecto imbécil. El peruano es desconfiado por razones históricas: “Si tienes miedo cómprate un perro” “Antes de que te cases mira lo que haces” “Hombre Cobarde no conocido mujer ajena” “Tengo dos pistolas, una que me he comprado y otra que papa Noel me ha regalado” “Dame un besito, el resto va por mi cuenta” “He corrido en el campo de batalla solamente para tomar viada y volver a la carga” “De lejos se ven los otros” “Juan seguro vivió cien años” “Tengo mi calzoncito de seguridad la llave la tiene Dios”. Los limeños son maricones natos – y los serranos maricones netos y entre natos y netos votaron por un tal Fujimori – no quiero hacer un testamento para esto – con estos dichos basta. Claudio una vez me decía: Dios había hecho el universo bajo leyes perfectas e inmutables y al hombre también perfecto a su imagen y lo nombró rey del universo – luego se dio cuenta – qué haría este ser perfecto en un mundo sin problemas – no tendría ningún motivo de existir – y la mano divina deshizo algo de la superficialidad de la naturaleza – para que el hombre se entretenga en componerlo – y a él lo masacró un poco para que en el transcurso de su existencia se componga – y cuando esto suceda se acabará el hombre y el universo – habrá profetas – reformadores, revolucionarios con la formula para arreglar todo eso – mas esto será posible en un par de años luz – hasta entonces hay mucho que hacer como dijo Vallejo. Este sujeto – el hombre no puede venir sin problemas – nace feliz y libre – lo primerito que hace – grita y llora – lo bautizan con un feo nombre, lo educan, tiene problemas escolares, profesionales, religiosos, políticos – familiares – sociales – tiene mujer, hijos, suegra y cada día mas problemas. Según la mitología Griega en un principio – tenía cuatro brazos y cuatro piernas – era hombre – mujer – por tanto era un ser integrado – omnipotente y autosuficiente y se volvió soberbio – por eso Dios lo partió en dos – eso es el origen de cada mitad – mas solo los monos se quedaron con cuatro mano. Nunca he podido descubrir donde termina el bien y comienza el mal; donde termina la física y comienzan la química; lo masculino y femenino perro sabemos todo comienzo por un beso. En este nuevo mundo que vivo mejor es el camino que la posada – la posada es calor – sombre – una fembra en el lenguaje de Cervantes – el camino – el cambio – novedad – otros cielos – es decir todo punto de llegada debe ser un punto de partida – hacia un nuevo ideal – nuevo devenir. Aún se recuerda – cosas del ayer – aquí también el que sabe y el que no sabe es jefe. Hubiera querido que los pueblos Latino- Americanos deberían haberse olvidado de la defensa nacional en vez de ella, mancomunadamente hacer frente y guerra a la miseria y el hambre – fueron los únicos enemigos de estas gentes. Estas cosas lo decía Golda – a sus hermanos y padres en sus tertulias vespertinas. Toda prominencia implica una crítica – pues resalta a la vista. Se sabe en el Perú – cuando uno escalaba socioeconómicamente y se hacía notario lo tildaban de ladrón – si había mas le decía, es un imbécil – si verdaderamente llega a un nivel muy alto – lo bautizan de maricón – acá también sucede lo mismo. Era curioso la Lógica moderna – no, no era si; la primera negación niega la negatividad de la segunda – por eso cuando una mujer decía – no, no era si; y por antonomasia sí, si era no; luego no igual si. De lo que estoy seguro – los hombres creían hasta su finiquitación que el órgano del sentimiento era el corazón – error mayúsculo fue el hígado. Claro hubiera sido mas sincero – “Te quiero con todo mi hígado” – muchos sobre todo – los islámicos creían en el destino – no estuvo en los luceros del cielo – ni en las estrellas de mar – está en las manos del hombre y uno puede hacer o deshacer al azar. Solo los idiotas y los ilotas cumplen su destino – mas si nuestros actos son flechas envenenadas o notas de una canción – todo depende del impacto causado en el alma humana. No creo mucho en la trinidad de Dios; nunca se ponen de acuerdo y se va pasando el tiempo para redimirlo – a este depredador de la tierra. También dudo del mito del eterno retorno – con referencia a la suerte – solo una vez toca ventana – nunca retorna – pero este ente sigue siendo un animal preocupado de inquietudes supremos de eternidad. pasajeras y anhelos Mientras tanto todo drama humano se trama entre el bien de uno y el mal de otro – es decir el alto estándar de un pueblo depende de los bajos niveles de muchos otros pueblos. Comprendo – decía Golda a Jhuly – toda empresa nacía de una iniciativa y funcionaba por el trabajo y conocimiento de sus operantes – y se expandía de pura propaganda. Ya en estos momentos – los buques del Atlántico pasan el canal de Panamá – encima de un colchón de aire a presión – así el canal de Panamá – ya no es de nadie. Conozco solo un ascensorista hizo fortuna – le pregunté como lo hizo – “he mirado la vida” – en dirección de arribista – sino también longitudinalmente. Existen muchos vectores en nuestras vivencias – lo importante son los resultados. Pues créame; los límites geográficos no son los linderos de una nación, sino el habla y su historia. En aquellos tiempos del “homus economus” el que guardaba dinero se le llamaba avaro; ahora se les llama magos – lo sabía mi mamá. El lenguaje hablado – donde la palabra no siempre tiene la capacidad de expresar los alcances del pensamiento y toda la gana de los afectos humanos - mas el verso y la poesía podrían discurrir algo de eso – pues la lógica matemática tiene su campo en el saber científico y la razón es la superlógica del saber filosófico y la lógica de la verdad del alma es la lógica del corazón. Presumo: EL hombre normal es aquel que se mira a si mismo en la medida de la apreciación de la sociedad – mas las sociedades modernas tienen prejuicios de segregación – por consiguiente no hay hombre normal ni sociedad tampoco. Muchas expresiones filosóficas – tienen mucho que desear: Pienso luego existo – no es cierto – existe tanto imbécil que no piensa – “conócete a ti mismo” – falta un agregado: Pero no se lo digas a nadie. Pues siempre hubo una diferencia entre un artista y un hombre común el grado de sensibilidad del primero superior – por ende captar sensaciones sublimes de lo bellos y plasmarlo en una obra de arte – el común no las tiene. Es decir el sentido estético de la vida – nosotros también acumulamos radiaciones, electricidad estética – virus y bacterias del medio ambiente – y una forma de catarsis sería – en sollozos hasta mojarse las rodillas – en la posición de Buda – o caminar con los pies desnudos – por las playas mojadas, por tirarse una borrachera de padre y señor mío, un día cada mes. No es posible sobrevivir con tanta carga además de nuestras obligaciones. Tampoco crea; el hombre sea un ente social, si camina en masa – juntos como las vacas de Canadá es solamente para darse calor y no morirse de frío – somos solos – metidos en multitudes solitarias – tirando cada uno para su ego. XXII Era una tarde de un día que no quiero recordar de 2996; el sol se había puesto sus lentes ahumados – parece había llorado toda la noche; la luna se había puesto su mantilla negra de luto; las estrellas en un aquelarre parecían mas bien plañideras – con verdaderas lágrimas de cristales – destellando luces – para unos cuatro cirios encendidos sobre la tierra – era el momento del último suspiro de la agonizante tierra – silentes junto con los hombres, durante muchos siglos habían socavado por todos los medios su destrucción – unos ángeles vestidos con elegantes smokings negros – eran los funerarios para este entierro; un loro políglota: Daba su discurso funeral en dos idiomas – un búho sentado en un eucalipto miraba con sus ojos abiertos – algo que no podía creer – se puso a rezar su último rosario en sus cuentas pendientes colgados como un collar en su pecho. El viento envenenado por tanta polución – parecía un tísico que apenas soplaba por los huecos de los pulmones averiados. Las cascadas que en otra época cataban las mañanitas cuando todavía los hombres eran buenos; solo decían lisuras y maldiciones al estrellarse en las rocas; estas parecían reírse a carcajadas – por no llorar. Los ríos no eran sin aguas servidas repletas de excrementos masculinos y femeninos – los mares estaban henchidos de los mismo – ya había muerto mucho antes – pues ya olían a los mil demonios putrefactos. Se veía por doquier las manitas rosadas de los niños moviendo aún sus deditos pidiendo auxilio. Por doquier – corría un manto de gases asfixiantes tan letales que no dejaban ningún bicho viviente. Los árboles erguidos todavía – pero esqueléticos, deshojados no tenían copas – los últimos huracanes los habían despojados de sus hojas y nidos – se veía unos huecos en sus troncos secos que en tiempo eran el hogar de los pájaros carpinteros – las hojas secas y pétalos, corolas y sépalos de las flores – bailaban la danza de fuego – encendidos por los radiaciones. Un ruiseñor quiso cantar su canción de despedida – pues se le ahogó la garganta – un sapo con un palito en la boca – aún se defendía de la última serpiente todavía viva. La lluvia ya no era de H20 sino radiaciones de toda índole del alfabeto griego – desde los rayos alfa – hasta la zeta. Alguna brisa piadosa – aún acariciaba las frentes de aquellos niños – como rociando agua bendita traído por algún ángel compasivo por el hombre. Era noche – el antimonio de los huesos de los millones de cadáveres – parecía un desfile de antorchas de viles colores y fantasmagóricos. Las montañas – aún repetían en sus ecos y maldiciones como las cucufatas de otros tiempos. Era tal la desolación – pues todos los seres se atomizaron por las 36 direcciones de la rosa náutica a la nada. Un monito tocaba un acordeón un tango: Adiós pampa mía y expiró – con unos pasos macabros de un tango apache. Un elefante en su trompa levantaba un bebe – pero fue inútil – el niño ya estaba muerto – fue el último animal que lloró un mar de lágrimas paquidérmicas. Había un deshielo de los polos nórdicos y antárticos por el calor del desencadenamiento de las fisiones nucleares – por la metida de pata – de algunos militares imbéciles de cabeza cuadrada. Las moscas – porque siempre fueron moscas se fueron a fastidiar a otras galaxias – un grillo seguía tocando su destemplado violín – la sinfonía inconclusa de Shubert – para luego ahorcarse con sus cuerdas ya destempladas. Había sido el fatal desenlace – por culpa del hombre mismo que por siglos cabo su tumba – día tras día, año tras año, siglo tras siglo – las mariposas disecadas – todas habían tomado otros colores mutantes fabricadas por las radiaciones. Lo curioso de todo, los muertos tenían una mueca de una cierta sonrisa de monalisa – después de todo ellos mismos fueron los culpables. Un campanero – daba los últimos redobles a sus campanas ya fundidas con un extraño fuego de mas de miles grados de calor – pronto se achicharraron – luego convertido en un gramo de ceniza que se desparramó – por los aires radiales. Dios hizo el universo de la nada – hoy parecía convertirse otra vez en nebulosa. Dios hizo al hombre del polvo – y en polvo se convertía. Yo; suspiro porque lágrimas no tengo – y en cada exhalar arrojo algunas gotas que por los ojos arroja pedacitos de mi corazón – no lo podía creer – mas yo estaba en otro onda y pude presenciar todo esto. Gran parte de esta hecatombe – mandé muchos “fax” y “SOS” a mi galaxia – pidiendo ayuda a mis dioses – metafísicos. Yo solo se – así tendría que ser. Parecía que el oxígeno se había divorciado del hidrógeno. No había agua – no había vida. Se veía venir unos duendes disfrazados de indios – con sus mocasines. Danzando en ronda – “Una marcha funeral” Se escribía en el cielo un epitafio con letras de molde del último bromista. “Aquí yace el hombre era honrado – sabía que era suicida y el mismo se ha matado” los truenos, rayos y relámpagos eran las bombas atómicas en vez de traer lluvias – trajeron las radiaciones letales así la torpe escarcha del dolor dejaba el alma soñante desierta así se halló la vida incierta – sin verso, sin canciones, sin amor. mis antenas blandían de ira – mis espinas se convertían en espadines – tratando de defender al hombre. Ya era tarde – quien anda mal – mal acaba. Los susurros y los ronquidos de las agonías humanas – se elevaban como polvaderas – cargadas de contaminados alientos al cielo a perderse en el infinito – algunas lágrimas puras se cristalizaron en diamantes – joyeles para otro devenir. Era la última noche de la humanidad – “Padre por que me has abandonado” – se escuchaba en todos los horizontes. Acaso Dios se había descuidado de su obra maestra la tierra y su obra de arte – el hombre? Yo solo creo se quedó dormido – El burro por haber tenido el privilegio de ser la bíblica cabalgadura – en un último rebuzno daba la hora cero. Ja, ja cantaba la rana- en este charco de miasmas – las mañanitas – croando su agonía. Un búho el último filósofo – decía “Morirá los cuerpos pero jamás los pensamientos”. Tenía entre sus alas – su libreta – donde había anotado como una bitácora de las ideas brillantes de algunos sabios que habían sido. En cada página había derramado una lágrima viva. No había ya ningún bicho viviente – ni los viles gusanos – pues no habían cadáveres – eran cenizas atómicas, otras se hicieron polvo de uranio radiante. “Los muertos no mueren cuando sucumben en la tumba fría – sino cuando ellos se pierden en la conciencia de los hombres – talvez morirán sus cuerpos – pero sus espíritus tendrán sus órbitas en la eternidad – por los siglos y siglos”. Es mi oración fúnebre al devenir. Escuché la voz sonora de protesta de Jesús – sus siete palabras en tercera persona. “Cosumatum est” – “no sabían lo que hacían” – “perdónalos – tienen mucha sed”. No se si mi voz de protesta hayan sido escuchados por Dios – el final fue el mismo. Mas sé – que habrán una resurrección – desde las cenizas del polvo de uranio – renacerá el hombre como el ave fénix – tan solamente con otro nombre. Es que Jesús hablaba solo en parábolas – para bobos – pues así pudo ver entendido por estos – con Dios hablaba en vivo y directo. Es cuando comencé a cabilar – de los pensamientos dichos por los hombres a la hora de verdad. Pues muchas disciplinas – aún científicas y doctrinarias había convertido al hombre en robots y autómatas desposeídos de conciencia – no pudo olvidar: Los sentimientos alturados, acciones altruistas, actos de bondad fueron sólo de los espíritus superiores de los hombres, escogidos – y las ideas fluyeron de almas excelsas y las enfermas y viles de hombres degenerados. Los bellos pensamientos – dichas en bellas palabras eran las poesías de los poetas. Todavía la mente humana por sus imperfecciones no podía comprender la última verdad – las expresiones románticas solo eran de estúpidos simpáticos – sin embargo los artistas tenían la sangre dulce como las bestias y tan salada como las aguas del mar y azules como el ensueño de las doncellas. “Las simpatías – impatías y las antipatías eran cuestione de ondas y el odio y el amor eran sinónimos solamente en otra onda”. Así la mujer podía ser el cielo de un hombre y el infierno de otro – ironías de este valle. Pues me hizo pensar ahora, el día en que los elementos – agua, tierra y fuego se fundan otra vez será la nada – luego una nueva nebulosa. Había ciertas cositas de los hombres: Por ejemplo – cuando un americano hablaba francés – no le entendía ni su madre – el sentido mas desarrollado del judío – era el olfato – era chiquito y narigón – el indio peruano – parecía ser ingrato y desagradecido – pues en el quechua no existe la palabra “gracias” – el negro era un mono blanco pintado de negro – los chinos eran hijos del amor hechos de costado – o de soslayo – por eso son jalados – chino alto y flaco – es chino neto; gordo y astuto es japonés; chiquito y maldito es vietnamita – si es roto o rota es chileno y che percanta argentino – y concha le vale venezolano – descanzador y bailador español – y terco como una mula valenciano etc, etc. No siempre el pensamiento era mas rápido – se hacían muchas cosas sin pensar. Así señores no me cansaré de anotar las cosas de esta humanidad fenecida – hasta la última gota de la tinta gorda de mi lapicero ultra-terrestre. Por las cosas que vi sobre la tierra, creo ella fue una obra mancomunada de Dios y el Diablo amigos inseparables por una eternidad – pero habrá un renacimiento – con sus verdes trigales y amarillos maizales – árboles frutales – para las nuevas gentes solamente en otro estilo. Solo se – será siempre un ente pensante – hablante y libre – dueño de su destino – aveces imaginativo. Mas su libertad no tendrá contornos físicos; no estará en ninguna parte; sino dentro de él mismo. Este hombre con cinco ventanas al infinito y una puerta principal para intuir el infinito de su alma. “La ciencia de la comunicación” – ha convertido al comunicador o periodista a la quinta muda del coche – solamente para la maletera “son mentirosos y parametrados”. Aún tengo duda: Si Dios creó al hombre o el hombre creó a su Dios por sus miedos y sus dudas – solo el tiempo lo dirá. Los santos, héroes y mujeres eran propensos a sacrificios y el dolor – eran masoquistas en potencia. Los otros cada uno llevan sus cruz por sus calvarios – no se para qué; redimir Qué? – no seamos tan optimistas – nosotros no somos los únicos seres pensantes en este universo. Aquí mismo los hay en otra frecuencia – otra onda o secuencia – nuestro mundo inmerso en nosotros mismos es tan grande e insospechado que el universo exterior. Mas me he dado cuenta: Ya escasean los cupos de almas para los recién nacidos – por eso están naciendo hombres sin alma ni espíritu. Y los sublimes ropajes del arte – se están volviendo harapos mugrientos del realismo estúpido. Al referirme a los perfiles políticos actuales: El comunismo – el hombre trabaja para el estado – y en el capitalismo – el proletario trabaja para rockefeller – en la política de Claudio – el estado y el capitalismo trabajarán para el pueblo – aunque todo es posible en la dimensión desconocida y la cuerda floja. “El que nunca fue amado – no tiene porque saber amar”. “Los sellos que marcan los pensamientos profundos no lo borra ni la muerte”. Solo puedo afirmar: Los seres se cansan primero por sus talones en sus andanzas cotidianas – la tierra y el hombre ya los llevaba a rastras y a duras penas – mientras tanto la tradición, el pasado histórico y las experiencias del presente hacen el futuro de las naciones y de los pueblos. Se aprende siempre hasta de los tarados a no ser como ellos. Los seres vivientes se movían en formas especiales bajo la luz del sol y como entes fantoches al claro de la luna – en realidad sombras nada mas adheridas al cuerpo y cuando en las arenas del tiempo hayan desaparecido nuestras huellas dejadas por nuestros pasos – el viento rastreador las borrará para siempre – pero aquellas profundas serán las memorias en las páginas del tiempo cronológico hablando con la eternidad de la inmortalidad de algunos pasos – de hombres de calidad. He, ahí – lo que dijo Claudio al respecto: Amo la vida a pesar de todo y lo quiero de cierto modo no en la suavidad de las delicias ni en la dulzura de sus caricias sino, en el fragor de la lucha en su duro batallar – bogando en su mar bravía buscándome el pan del día. Era un jugador empedernido – me jugué al todo por el todo; mi presente, mi pasado y futuro – muchas veces he perdido todo eso y otras veces he ganado nada. No se si fue un santo o idiota tenía dos aureolas iguales luego dos perspectivas de irme al cielo o quedarme en el suelo. Ultimamente solo los niños tenían el poder de contemplación – eran los únicos filósofos actuales – quizá realmente fui un imbécil – aprendí muchos idiomas del mundo – para poder hablar con las gentes – ya tarde me di cuenta – todos los pueblos hablaban un solo idioma el dólar. Pocos eran los pueblos que conservaban su cultura – así como árboles milenarios se alzan en el único suelo ligados a las recónditas entrañas de la tierra en raíces profundas – uno reconoce el mundo y quiere morir en su tierra natal. No me gustó el run run de los seres humanos – Que maúllan los gatos que ladren los perros que hable la gente a mi ni me importa. Comprendí las cosas eran relativas al tiempo – “Uno busca amor, sombra, agua y abrigo según las estaciones de la vida”. Y las mujeres siguen siendo costillas – viviendo a nuestras costillas. Tenía una pregunta: Será ella la falsa, la flotante o la verdadera? Por las dudas yo rezo – en la catedral y mis capillistas. Puedo afirmar: Soy físico-matemático. La energía solar desprendida es reversible (fuerza de realivio) (relief energy) paralela y en sentido contrario a la gravitación universal – es decir la energía se transforma y se recupera – por eso existe la estabilidad y eternidad – “El universo es un flujo y reflujo de energía” – así el universo se mantiene en un eterno diálogo de entendimiento telepático – perfecto y lógico – por lo menos hasta ahora – salvo algún percance imponderable. Se resolvía todos los problemas matemáticos – por una simple regla de tres – menos el triángulo amoroso. Ya he manifestado en algún instante – por eso de control y natalidad – en el mundo de Jesú y Jhuly – existen preservativos con ojo mágico y filtro electromagnético que filtra los espermatozoides tarados – y óvulos depuradores a sus colegas; óvulos prostituidos de la mujer. Para una sociedad depurada – la sociedad en que viví – eran los hombres perezosos, inventaron máquinas que trabajan por él. Hay dilemas bíblicos – “no mentir” – en otra parte dice: Solo los locos y los borrachos dicen la verdad. Bueno cuando era niño no sabía quién era mi padre y quién era mi madre – los dos usaban pantalones y cabellos largos – después descubrí – la que roncaba eran mi madre. Tampoco se cuantos años tengo – cuando nací – ella tenía 25 años – ahora tiene 22 como diablos voy a saber – cuantos años tengo yo. El poder del habla esta en el poder de persuasión e impacto – el resto viene por inercia. Lo curioso de los periódicos – todos dicen la misma mentira. Y las moscas siguen buscando solo dos cosas la miel y la mermelada. Seguían siendo las tres cosas mas terribles: Ir a la cama y no poder dormir – ir a la cama con una mujer bonita y no poder – ir al baño y no poder cagar. Al mismo tiempo habían tres cosas que no se podían ocultar: El humo de cualquier fuego – un hombre sobre un camello y el fuego del amor – resaltan a la vista. Tres cosas fáciles de detectar: La mentira, el fruto del amor libre y los bienes mal adquiridos. Y para terminar hay tres cosas difíciles de sospechar: La sonrisa de monalisa, el beso de Judas y la felicidad del japonés. Escuché no sé a qué político – cuánto tiempo trabajarías por la izquierda? – Un día – cuánto tiempo por la derecha? – 2 días – y cuánto tiempo trabajarías para este gobierno? – gratis – un mes. Cuál es su profesión? – sepulturero – Claudio siempre aconsejaba a las madres chancleteras: Cuando tengas una hija cuídala que no caiga del catre hasta los diez años – luego cuídala que no suba al catre hasta los veinte – luego ruega a Dios que suba al catre – para que no duerma solita: Dormir sola es la peor maldición – había progresado tanto mi país en democracia – que en la última revolución – los tanques respetaban los semáforos – en este país cada minuto nacía un tonto elector – y cada día un vivo elegido. Bueno yo tenía la mejor profesión de mi siglo: Era dermatólogo y profesor de inglés – las sarnas nunca sanaban; de noche se rascaban y de día me venían a verme; y los alumnos de este idioma – no aprendían estudiando hasta viejos. Y puedo confesar – ninguna viuda era desgraciada – siempre hubo un gallo mejor que el muerto. Las sociedades se juzgan por las mayorías; aquí los honrados eran las pequeñas minorías – por ende eran anormales. Por lo siguiente: Si ud. cree que todo el mundo está loco – y todo el mundo cree que ud. está idiota ellos tienen la razón. Yo siempre creía el amor es un trauma psíquico; es decir una idea fija por consiguiente una locura – pero seguíamos siendo víctimas de la cruz y la espada – los curas y los militares eran dueños de la situación y nuestros caminos nos deparaba aventuras y novedades y algunas trampas y el hogar calor y relax – si las suegras no estaban adentro. A los maridos que no tenían hijos le decíamos Ajino-moto – daban gusto pero no llenaban. En nuestra fuerza aérea, los aviones tienen tres alas; ala izquierda, ala derecha y a la mierda. Soy profeta de mi destino – y del destino de la tierra. El mundo en el futuro será de los insectos, de los enanos – no habrá cabida para los grandes. Por el estilo, que el ángel que anunció a María; es el mismo que anunció a Jhuly: Dios te salve Jhuly Llena eres de gracia Jesú estará contigo bendita eres entre todas las mujeres y bendito sea el fruto de tu vientre. Quien será el primer varón del nuevo amanecer. Las solteronas – de este pueblo tenían tres razones para dormir solas: Tener un gato que sale de noche – un perrito faldero que ensucia la cama – y un loro que habla lisuras. Eramos de dos clases: Los que vivían de su trabajo y de sus ideas. Al inglés le importa el tiempo al alemán el trabajo y al español la siesta a mi me gusta el trabajo y el descanso era mestizo. Todavía los recuerdos son luciérnagas que dan luces en las noches del olvido – o son mosquitos que nos buscan con linterna. Pues muchos no aceptaban sus errores todos los cojos le echaban la culpa a la vereda – “o yo no fui”. Cuando Golda hablaba de las feas: Las bellas mueren dos veces – uno cuando se les agota la belleza – y la otra cuando se acaba la vida – pero las feas han nacido muertas. En honor a la verdad los cohetes supersónicos americanos y rusos en el cielo hablan solamente en alemán. Solo sé – USA es un país de gatitas frías y perros calientes. En mi país el Perú – el que sabe sabe y el que no sabe es jefe o recomendado. Todavía se acepta la duda, como el principio de la sabiduría – por esa duda uno debía llevar el apellido materno – pues el apellido paterno es sospechoso. Las lágrimas femeninas; sigue comentando Golda – son una buena catarsis para las mujeres por ello muy pocas mujeres tienen úlceras, pues los hombres las tienen porque lloran hipócritamente para adentro. Estoy segura Dios entiende solamente en hebreo, por eso solo escucha a los judíos. La risa sigue siendo el grito alegre del hígado – por eso hace temblar el diafragma. El lenguaje femenino es de doble sentido – hay que tener sexto sentido para entenderlas. “No discutas con tu mujer” Claudio metió su cuchara: Las mujeres tienen dos armas contundentes – sus lágrimas y sus calzones. Yo le ganaba todas las ideas pues me ponía a llorar primero – y eso de los calzones, luego ya era muy fácil – y por si acaso anduve con un ratoncito eléctrico en mi bolsillo. Para una noche – una mujer de cualquier país – para querida una francesa pero para esposa de tu tierra . El pequeño esfuerzo y las mujeres fáciles no conducen a nada. Las arrugas en la frente son los traumas físicos del cincel del tiempo justiciero y vengador. “Golda declaro” me casé con rico por amor así maté dos pájaros de un tiro. En cierta forma conviene bautizarse a los 30 años. Borrón y cuenta nueva – cuando el hombre llega – a la llamada edad de Cristo; y continúa guiándose por sus sentimientos y principios – instintos – vivirá el resto de sus días crucificado y angustiado o escupido por la serpiente violadora del destino. Claudio era académico – experto en economía – decía a sus amigos: Nadie ha hecho dinero con sus diez dedos, ni trabajando para otros – toda empleocracia es una desgracia. Tampoco nadie ha subido a la cima por caminos derechos – sino por recovecos o arrastrándose. Se puede vivir de los conocimientos también de las recomendaciones. Aunque sabía que la distancia mas corta entre dos punto es la recta que los une; pero la distancia mas corta para irse a la mierda es el recto – son dos perspectivas. Es que entre el poder de las fuerzas armadas y el poder de las fuerzas económicas; el pueblo es la quinta rueda del coche. “Lo peor, uno estudia 30 años para vivir unos cuantos años más”. Entre tanto siguen siendo los mejores – los frutos prohibidos y los amores sin barreras. No quiero callar – todo lo sabido de la ciencia y arte de esta humanidad fenecida. Tienen mucho para recordar – seguían los cristianos siendo teofagos – se comían el cuerpo de Cristo y tomaban la sangre de Cristo – en sus misas macabras. Hay muchas cosas irónicas en este valle del Señor. Cuando uno se adentra mucho en el amor – se despierta cuanto todo está consumado. Claudio un día acotó: “Mano fría calzón caliente” Si no es verdad – compruébelo. Le decía a Golda: Pues Jhuly era una preciosa quinceañera. Mi problema no es llegar a abuelo – sino tener que dormir con la abuela. Y uno es esposo cuando haya conyugado – no siempre cuando el amor se haya consumado. Todo es reversible – menos el tiempo perdido. El sol sigue expeliendo rayos de luz y energía – pero impele toda la atracción de sus planetas. Tras la guerra fría – vendrá las guerras atómicas y luego las guerras biológicas y bacteriológicas luego la paz eterna porque todos habían muerto. Hacemos muchas veces miserables al presente – por temor al futuro y hacemos miserable al futuro por vivir el presente. Algunas cosas de estas son importantes de Claudio, yo, Golda o cualquiera de nuestro grupo. En este valle lo único imperecedero son los conocimientos y quizá el tiempo – pero este es relativo – corto en el placer y largo en el dolor. El militar es un civil asimilado – y el civil es un animal civilizado. Créanme todo lo imaginado es real y existente – porque el que imagina es un ser real y existente. Lo malo de la duda – muchas veces nos lleva a realidades amargas. La fé es la confianza en el más allá y la confianza es la fé en el más acá. Las flores siguen siendo la explosión sensual de las plantas y sus aromas son los celos de su amor. Claudio una vez dijo: Al perú le deben poner una lavativa por Lima – ya saben porque – sigo creyendo; el mono es el negativo del hombre – y el blanco es la mutación de mono también blanco. Yo estuve con ella – todas las noches hasta quemar el último pucho. Pues Golda era una mujer excepcional. En estos tiempos de la computación: Una mujer hasta los 20 años son carne de primera; hasta los 30 son churrascos; de 30 a 40 choncholí – y para arriba charqui. Y los hombres son como los periódicos: Hasta los 30 son diarios – de los 30 a cuarenta semanarios; de 40 a cincuenta mensuales, luego son números extraordinarios. Las viejas son como la Rusia Soviética todo el mundo sabe donde está – pero nadie las visita – y entre el pasado y el futuro están haciendo un emparedado al presente. En verdad os digo: El hombre es el fruto de cuatro escuelas – el hogar, el colegio, el medio ambiente, los genes. El mundo sigue siendo un pastelito – cada uno come según su apetito y el que tiene miedo se chupa el dedo. Todo esplendor de la vida siempre está un poquito más allá – de tu mirada y olfato – y en un caso dado se puede perder la virginidad pero jamás la dignidad – ni por todo el oro del mundo. Por su puesto, cuando Jesús dijo – la tierra no es mi reino tuvo razón – por las cosas que veo es del Diablo. De vez en cuando me metía en el mero pueblo solamente para escuchar dichos populares – muchos tenían de verdad: “Consumado el matrimonio – una virgen menos un Cristo más”. “No hay dinero falso que no pasa, ni mujer P que no se casa”. “El sueldo de un maestro de escuela le dicen menstruación de vieja; viene una vez por mes – poquito – dura dos días, aveces se retrasa y está cerca de la menopausia”. “Arrastrándose se puede llegar a muchas partes – pero siempre será un reptil o mísero vípero raptor”. “Así como vamos el año tres mil ya no será nuestro problema”. “No hay mal que dure cien años – pero puede llegar al 2999”. “Una palabra dicha tiene mil significados – según la carga psicológica – la escrita solo una que vale por mil”. “Mas solo Dios y el poeta saben lo que han querido decir – sus mensajes pertenecen a un trance de sus propias vidas”. “Entre el amor al prójimo y el amor propio está el equilibrio de la paz y entendimiento”. “Los alcances modernos en todos los campos de la tecnología – nos proporcionan muchos esfuerzos – pero nos privan los méritos sublimes propios de nuestras realizaciones y alcances personales”. “Los sentidos, la intuición y el entendimiento programan toda la gama de nuestra conducta humana”. “No es que el perro tenga olfato sino telepatía: Un perro americano y una perra rusa pueden entablar un diálogo amoroso en cinco minutos y entenderse en este lenguaje perrunio perfectamente – más no entre los hombres”. El primer lenguaje del hombre cavernario – fue la telepatía: Cuando un primitivo se encontraba con una primitiva, ella ya sabía lo que iba hacer – sino entendía le daba un mazazo en la cabeza a ella. Las moscas siguen buscando dos cosas: La miel y el miércoles – cosas que se decían cuando no se sospechaba el final. XXIII Quiero aclarar la alimentación de Jesú – era por la energía solar – cuando hacía el amor hacía una descarga de 1000 voltios y necesitaba recargar sus baterías por un relax de cien minutos. En cambio Jhuly, hacía el amor con un aislador electromagnético y un medidor de voltaje – con un pequeño plomo en un rincón del útero. Debo contar el placer sexual era tan grande – ella quedaba extasiada por muchos días. Los besos ya no eran con la boca; sino con la punta de la nariz créame se encendían las neuronas del cerebro con todas las luces del nuevo arco iris. Era pues el encuentro de dos mundos en éxtasis muy especial de la ternura de una rosa, la coquetería de unos labios con rouge – lo biónico – lo transparente – lo eléctrico y al gran voltaje. Hasta el sol tenía los destellos y se ponía sus lentes opacos. La luna hacía sus requiebres de celos, un coro de pajaritos entonaban sus himnos de amor. El viento traía en sus alientos el aroma y perfume de las nuevas flores – era la misma tierra solamente en otra onda o instancia. Renacía la nueva poesía – Jesú era poeta y Jhuly era cantante – puedo mencionar algunas poesías oídas que Jhuly las cantaba – su auditorio era el nuevo paraíso terrenal – los mismos vivientes solamente con otros nombres. Se que el dolor purifica el alma la lluvia trae la calma. Así como lo es fuego pero para que quiero la ceniza de una rosa sino viviente y olorosa II Que culpa tienes tú mariposa de luz enredada en el mágico telar de mi ensueño como abejita de miel que deja el viento dulcemente en mi pensamiento. III Son átomos celestiales rodando en el éter cósmico luceros angelicales efluvios de mi espíritu Simple miniaturas pequeñas criaturas de todo un universo de mi corazón travieso. De aquel orbe inmenso de la imaginación todo un mundo inmerso de ternura y amor. De cosas que gravitan de lo ignoto y profundo son pétalos que oscilan en un poético mundo. IV Uno va caminando por una margen del río buscando un remanso o un rada asidos de las manos con una prenda amada tratando de vadear al otro valdio. Las aguas se van cargando de turbias y claras de nuestras horas amargas felices de vez en cuando. Al fin solo hay tormentas infranqueables corrientes hasta llegar a un abismo donde termina el camino. Al final uno pasa al otro lado el hogar eterno en camposanto para todos hay un vado para pasar a su campo. Solo queda un epitafio de algo bueno que hemos hecho una cruz y un rosario de cuentas en nuestro pecho. Son miles de versos – las tengo en mi computadora – algún día los transmitiré por el éter cósmico – a una mente receptora – para que lo transcriba en el neo esperanto. XXIV Volviendo al mundo dejando por Jhuly – todavía cuando visité, era como dije – una sociedad de consumo. De vendedores y compradores, se traficaba la vanidad, las drogas y en tercer lugar con las necesidades – había una gran brecha – entre los bien pagados una minoría – y los mal pagados la gran mayoría. El fingimiento y la sofisticación constituida las primeras máscaras de la sociedad – los países poderosos eran los peces gordos que devoraban a los pequeños. Abundaban lo falsificado; billetes, senos, tragos, certificados, diplomas. Los que estudiaron derecho; todos se convirtieron en torcidos. Los bancos, las financieras se comían la plata de los pueblos. Los diputados y senadores hablaban en modo condicional – el modo de la demagogia. Los curas seguían vendiendo los siete sacramentos – los militares de todas las armas eran narcotraficantes – asaltantes – contrabandistas. Había tanto ruido – las gentes solo hablaban con señas. El agua bendita era la mas sucia – pues los feligreses de manos sucias los metían en ella – y de bendita no tenía nada. Las mujeres en gran parte perras no sabían quien les había hecho el cachorro. Los ríos seguían vomitando miasmas al mar – sus resacas no podían rechazar. Los aires estaban cargados de toda clase de contaminación. Al final no había nada que comer – ni siquiera cagadas – pues no los había – puesto que las gentes no comían – ya. Todo era falso – dientes, ojos, culotes, colores del cabello – palabras – los contratos. No sé porque – esta humanidad había fabricado poco a poco su autodestrucción. Nada tuvo que ver Dios – yo solo cuento – lo visto con ojos no comprometidos – yo soy un extraterrestre – vine a ver este desenlace y la apertura del nuevo mundo. 2996 – a horas 4 pm – todos los relojes se pararon – luego comenzaron a caminar en dirección contraria – de derecha a izquierda – pensé que se habían convertido en comunistas – no era así – simplemente “era otro cantar”. La luna se había hecho cura sus dientes podridos – era clara. El sol se puso sus lentes ahumados – no quería ver. Los ecos de las montañas decían carajos – a los vientos quienes le recordaban la madre. A todos los pájaros se les cayeron las plumas – parecían pollos hervidos – era el tremendo calor de las radiaciones atómicas – de una guerra a finish – todos contra todos. Las aguas hervían y se evaporaron al infinito – lejos de la tierra. Los bosques ardieron hasta sus raíces – solo quedó una mancha de cenizas fitológicas – hasta los robles corrieron con la misma suerte. De las cascadas no cayó ni una gota más – se secaron en su origen. No había nieve ni más en las cumbres alta. Luego vino una ola de frío tan intenso que congeló todas las almas. Los minerales se fundieron haciendo causa común. Todo el material sintético se atomizó a la nada. Las nubes se aglutinaron como un solo manto negro de luto que cubrió la tierra – parecía una gallina negra de grandes alas cubriendo sus polluelos. Se escuchó una tremenda explosión, todas las mujeres se convirtieron en estatuas de sal y los hombres en pingüinos de piedra blanqui-negras – era algo así como Sodoma y Gomorra de otros tiempos – “apareció luego un nuevo mar muerto” – esta vez era un mar rojo – de todas las sangres. Un inmenso arco iris cubrió el cielo esta vez de diez colore – envuelto en un pañal de telarañas de una “viuda negra” una araña venenosa. Del antimonio de toda la osamenta de la humanidad se desprendía una luz azul fosforescente – cuyos destellos parecían antorchas de almas en pena. Se escuchó el redoble de una campana – del último cuervo – disfrazado de Allan Poe – atinó a mover los carcomidos badajos – luego expiró asidos de las axilas del campanario – luego “la cura de silencio de la tierra”. Ya en el otro lado del río unos ángeles – cantaban la canción de cuna – de un nuevo amanecer. Quise llorar pues lágrimas no tengo y en mis suspiros arrojo así como humos por los ojos exhalando pedazos de mi corazón. Créanme yo también tengo sentimientos – y un corazón que late mil años – terrenales – no valía la pena llorar. Pues las lágrimas son catarsis femeninas – porque el hombre llora para adentro. “Solo las bestias toman agua” – yo encontré vino – fermentados en las tinajas líticas del tiempo. Todos los dineros bien ganados y mal habidos se los llevó el Diablo – un tipo gastador por excelencia – un pobre diablo. Ya nadie dijo: Los muertos son buenos – pues no fueron cargados en hombros – ni limosin – no había chofer. La integración latinoamericana tuvo solo un problema; el dólar. Creo, los hombres del pueblo no tuvieron mucho en este entierro. Muchos pueblos simplemente subpagados. no fueron subdesarrollados Probablemente la mayoría de los abogados, curas y diputados se fueron al infierno o algún sitio mucho peor – ya saben porqué. No escuché gente feliz en un país desarrollado – mucho menos en un país subdesarrollado – “menos mal todo se había perdido menos el apetito” – había gentes agonizando, comiendo algo. “Enfermo que come no muere”. Acepto se había progresado mucho en la velocidad – muy poco en profundidad – seguía el hombre queriendo el bien de uno y mal de otro – el pragmático seguía viendo lo real como ideal – y los socialistas querían que los hombres vivan a media asta y chupen a media caña – las mujeres seguían volubles y los hombres temperamentales. Leí en un libro semiquemado – no se quien fue el autor – “LA ESTAGNACION ECONOMICA SE PRODUCE CUANDO LOS PRECIOS AUMENTAN AL MAXIMO Y EL PODER ADQUISITIVO AL MINIMO – LUEGO LA PRODUCCION SE REDUCE AL MINIMO – Y LA DESOCUPACION AL MAXIMO”. Visité un pueblo llamado Arequipa – dicen que son mestizos de dos leches – y los limeños de 20 leches – cosas de los pueblos. Los mediocres no tenían problemas – si que las tenían; las abandonaban. Seguía siendo el mejor aroma sensual del hombre el del macho cabrío. Se decía no hay creación literaria – pues aquí nada se crea solo se transforma. Una mujer peculiar no era para lo otro. El problema no era el petróleo sino su contaminación. Las cosas que valen pesan y pueden hundirse – las que no valen flotan en el agua – como las basuras – como algunas gentes. Los problemas eran las razones sublimes de la existencia – sin ellas los corazones no latían. Seguía la imaginación haciendo que la mente divague por senderos ignotos e intangibles, y el hombre salga de su pequeñez monótona inmutable más allá de lo real. Sin embargo, yo no cambiaría mi vida ni por el petróleo árabe ni por todo el oro del mundo Pero quien sabe por un pan del día Yo no cambiaría mi vida por el espíritu santo ni la virgen María Pero tal vez por un puñado de arroz ni por el sol, ni la luna ni por el cielo, ni las estrellas pero quizá – por una mirada tuya. Escuché a Claudio decirle a Golda – una tarde de primavera – en un lugar – no quiero recordar. Las mariposas eran gitanas elegantes; las luciérnagas los watchemanes de la noche, el gato es el político de la familia – el perro sigue siendo el pregonero público, el gallo el papito rico y el pavo el gran cojudo. Y las conciencias siguen siendo los perros rabiosos. El cuerpo humano seguía siendo el 80% de agua, el resto era lo más importante o lo más asqueroso. Cuando yo llegué ya se habían abierto las cortinas de hierro, de humo y de bambú. Los socialistas comían con todos y el capitalista comía por todos y el proletario se quedaba de hambre de todos modos. En los negocios de por acá – ganaba el que metía la mano y perdía el que metía la pata – pero hacía gol – el que metía la cabeza. No quiero olvidar así como hubo – Caines, Judas, Caifas, Atila, Stalin, Hitler, Pinochet por decir unos – en el nuevo mundo; desde ya de los hijos de Jesú y Jhuly – nacieron – Goldo, Malin, Judeo, Sila, Rusin – Peler – Johsit – para mencionar unos malditos y crueles – no se porque razón – nacieron en este nuevo mundo – que en un principio fue un paraíso – serán que destinados a ser dejados – para venir a un valle de lágrimas como predicaban los cristianos. No cabe duda: Hubieron clases de genes de la creación divina y diabólica – dos metafísicos creadores de este sistema binario de la vida. Tenía que ser así – el bien y mal coexistentes eran la dinámica de la existencia muchas veces nacidos de los mismos vientres. Tendría que escribir la nueva Biblia - solo debo repetir no siempre todo tiempo pasado es mejor. Mientras tanto en el drama de la vida – los actores de estas dos camadas serán protagonistas – pues cada ser pensante tiene dos consejeros un angelito y un diablito. Aunque sé ya en unos años luz serán entes sin alma ni corazón – en otro sistema de coordenadas cartesianas. Eso ya no será asunto nuestro. Quizá volverán las oscuras golondrinas a nuestro balcón – a anidar – lo mismo. En el mito del eterno retorno y la paz será del que huya del mundanal ruido. Y otros poetas seguirán con los mismos cantares. “Como se pasa la vida como se viene la muerte tan callada”. El verso azul y la canción profana “Hay golpes en la vida yo no sé”. “Primero fue el verbo y dijo”. Y tanto dilema: “De ser o no ser” “De tener o no tener” “Ódiame por piedad yo te lo pido tan solo se odia lo querido”. “La vida de los grandes nos recuerda, nosotros podemos hacer nuestras vidas sublimes y al irnos dejar nuestras huellas en las arenas del tiempo”. Solo quedan los recuerdos gratos o ingratos – por los caminos protagonistas de la eternidad. XXV Solamente diré un bosquejo del acontecer de este nuevo mundo de Jesú y Jhuly. Su arquitectura era pentagónica el cinco era el número de la perfección de la nueva masonería. Las casas eran portátiles y rodantes – existía una mentalidad de cambio – de espacio, ambientes en coordenadas polares. La lógica era la superlógica del arte – de encontrar la verdad en las obras maestras de la creatividad artística. La filosofía de los pensamientos profundos – se explicaron mejor de los campos ontológicos – más transparentes en esos momentos. La físico-química – tenía tantos alcances pues podía hacer mutaciones de los elementos mineros – se podía fabricar oro de otros elementos – también solo computando sus velencias y como ironía – solo servían de macetas de los jardines colgantes – por las virtudes de su maleabilidad y ductilidad. El agua no era H2O ahora era H202. Estaban a la par – ambos elementos eran divalentes. Por su puesto eran aguas tónicas solamente para las primeras generaciones de Jesú y Jhuly – pues todavía tenían estómago y sed. Luego los caracteres dominantes se impusieron ya no tenían estómago ni corazón después de mil años en que dejó de latir el corazón de Jesú y el de Jhuly y sus descendientes. La música eran melodías en escala de diez notas – “tenían los nombres de números algebraicos” – por la intuición histórica. La matemática ya alcanzaron mil años de posibilidades en la cibernética, computación – y el dominio de los sistemas binarios – sobre todo los pentenarios – el # de la perfección. Al extremo, se podía programar la belleza genética. Los lugares geométricos de las configuraciones alcanzaron los niveles sofisticados de la tropología. La estética – era un sentido más del neo hombre casi todos tenían el sentido bello de la vida – por lo menos hasta donde yo vi. “Los parámetros doctrinarios y religiosos – no tenían dogmas de fé”, ni verdades sacramentales. “Era el libre albedrío trascendentemente de cada persona”. En cuanto al deporte habían tantos – lo que mas me llamó - “Head-ball”. Era como el foot- ball de antes; se jugaba solo con la cabeza, los puntos se marcaban en unos tableros electrónicos, de uno o cien – lo llamaban “Hits” los llamados goles. Valían puntajes de 1 a 10 o en razón al “bull”. Ellos le llamaban “Heart” los equipos eran de 20 jugadores cada uno – no había natación – recuerden eran eléctricos. Existían carreras espaciales con un dispositivo energético – “una especie de corona en la cabeza”. Se rompía la barrera del sonido – el cinturón de Allen – el Coffin-corner – “era una especie de platillo volador”. Los ballets eran tan fantásticos – me hizo creer – eran mejor que los muertos de mi galaxia. Todos los animales convivían con el hombre – muy pocos eran carnívoros. El león, el tigre, el jaguar eran herbívoros – todavía existían las serpientes y hombres rastreros – de los insectos y las pulgas no pudieron reencarnarse o se fueron a otras galaxias – los loros eran bilingües hablaban el neo esperanto y aquel telepático para hablar a todas las distancias – hasta otros mundos, así como los hombres. Existían muy pocos que sabían – el griego, el latín, el quechua y sánscrito de otros tiempos que fueron lenguas madres de muchos otros idiomas después del mito del de la Torre de Babel. No parecían entes sociales cada uno era otra realidad – mas aveces tenían sus tenidas, y ágapes en un principio cuando aún tenían estómago – eran un néctar de uvas u otras frutas celebrando una efeméride común – generalmente histórico y tradicional. Cada uno era un estilo – pero mutante – les gustaba los trances desconocidos en otras dimensiones; no existían matrimonios sacramentales pues lo eran contra la naturaleza libertaría de sus espíritus y cuerpos – era algo así como los mari-novios de los últimos días de la humanidad fenecida – pasajeras sin repetición con los mismos amantes. Este mundo era un jardín de flores cada uno hacía sus ramilletes de sus amores. Por supuesto no eran como nuestros jardineros que decapitaban para ponerlo en un florero. Las mujeres bonitas o hermosas eran como las rosas flores de un día y espinas de toda la vida cultivaban todas las bellas artes. “Pero el mundo de la creatividad y a amplitud de la imaginación eran infinitos”. Aunque se veía las cosas con cinco dimensiones: Longitudinal – horizontal, vertical – profundidad y actitud. Tenían largos retiros “en la cura del silencio”. En la búsqueda de un ideal – o una verdad concreta o abstracta. Sus manos tenían cinco rayas – de sus o las manifestaciones psíquicas: “Los sentimientos” “La inteligencia” “La voluntad” “La creatividad” “La imaginación”. Interconectados los quehaceres configuraciones topológicas eran la inter-relación entre ellas. Mas los genios, los locos o extraterrestres tenían seis rayas en la mano – uno menos que Jesús y Leonardo de Vinci – de seres que fueron – por lo que muchas cosas eran verdaderas obras de arte. Incluso tenían dispositivos para los actos sexuales, para detectar los espermatozoides tarados u óvulos prostituidos – sin embargo, uno que otro se filtraban – de estos condones con ojo mágico y filtro electromagnético. Pues jamás el hombre alcanzará su perfección completa – el día que lo consigan será el final – pues ya no tendrían nada que hacer. Las ingeniería genética y la cibernética eran lo mejor de sus conocimientos sin llegar todavía a la última palabra. Estos hombres de la verdad desnuda – sin embargo todavía tenían muchas tras los umbrales de su conciencia – muy lejos de las confesiones el psicoanalista, la persuasión – los tragos. Existen como antes en el subconsciente que ni siquiera se manifiestan en sus sueños. Este ente con un yo y sus circunstancias – adelante, atrás y colaterales; también verticales y los imponderables – constituyen los afanes de sus vivencias, algunas de ellas trágicas, dramáticas o simplemente bucólicas y líricas. Los saludos eran: Cómo te anduvo? Cómo va eso? Cómo van tus circunstancias? No encontraron felicidad en eso – todos los días Navidad y todas las noches, noches buenas – no podía ser le quitaba el quit de la vida. Eran necesarios “la noche triste de Cortes” y la última chupadita del mango. No existían naciones – sin embargo aparecieron hombres de ojos rasgados y otros de cabellos ensortijados y otros de pieles terra-cota a pesar todos provenían de Jesú y Jhuly – con sus ancestros Claudio y Golda. “Creo existen leyes mutantes” – digitados por algún programador genético celestial. Derrepente hubo segundo Noé – que llevó al futuro estos especímenes. Los negros ya no tenían bemba, ni blancas las palmas de sus manos, ni en las plantas de los pies, pero si los dientes muy blancos – las chinas no tenían su cosita horizontal – sino normales – “los de terracota eran un poco enlozados”. Y los blancos no eran tan leche – eran mas bien chapocitos de ojos negros – parece hubo invasión de genes latinos. Eso si – todos producían lo que mas querían – por el mero arte- y por consiguiente sobraba la producción en todos los campos – agrícola, física y artística no existía nunca mas el vil dinero. Que una vez fue la ruina de la humanidad. “Las cosas n o tenían precio” – no se vendían ni se compraban – “era donados – sin siquiera las gracias”. Se parecían al tiempo de los incas pues en el quechua – nunca existió la palabra gracias – y libre. Por eso nunca pudieron contar: El himno de Perú “Somos libres”. Si algo me olvidé sin querer queriendo quizá la parte negativa de los nuevos tiempos – no valía la pena de mencionarlo “yo no soy narrador de historias tristes” – como lo fueron los comunicadores de ayer. XXVI Golda – tan solo era una chica – bonita – bastante sincera – nacida en el corazón de la selva peruana “una charapita” ya tenía 20 años – algunos años huérfana de padre y madre – era inteligente – secretaria y estudiante de una universidad de Lima – Perú. Claudio era un compendio de hombre nacido en el Perú profundo – políglota, hablaba muchos idiomas modernos y folklóricos – dr. en ciencias matemáticas – su puede decir escritor – escribió hasta donde yo sé – unos cincuenta libros – una vez estuvo nominado – para el premio Nobel, los últimos años del segundo milenio – no es muy necesario – mas biografía – pues ellos fueron los protagonistas de este testimonio. El hombre seguía siendo un animal de costumbres sobre todo de malas costumbres. Ya las gentes eran pragmáticas y realistas después de los 40 años en vez de comprarse una casa propia se compraban un mausoleo. He pensado mucho si la mujer es obra de Dios – por sus formas y acabados parece que sí – pero por sus caracteres diabólicos creo que es una obra mancomunada de Dios y el Diablo. Claudio decía: Si haces las cosas con habilidad eres un maestro – si lo haces la misma cosa con conocimiento y ciencia eres un profesor; mas si lo haces en los niveles estéticos eres un artista – luego el arte está por encima de la maestría y la ciencia. Así: En este siglo – no había hombre sano – ni sociedad tampoco. “Vale decir – la única forma de ser libre – era liberarse de uno mismo”. Se podía mejorar el físico por medio de la cirugía estética y por medio de la cultura se puede mejorar lo psíquico. Algo comprendí – el habla humana encontraba su esplendor en aquello que la han elevado a niveles de la perfección estética – pero sólo el pueblo tiene el privilegio – de crear las expresiones mas dinámicas del habla popular – dándole al idioma toda la gama y matices de colores y formas. Llegué a odiar a los periodistas parametrados – eran solo meros teletípistas. Yo considero – no sólo de pan vive el hombre – salvo los ganapanes. Estoy seguro – los ilotas y los idiotas tenían destinos – los otros forjaban sus caminos. No dudo – el hombre era un animal político – pero los actuales eran más animales que políticos. Son dichos escuchados en el pueblo: “Hombre cobarde no conoció mujer ajena; si las conoció – dieron pena”. “Gloria a Dios para las mayorías – porque las minorías no los necesita”. Lo curioso los senderos diferentes son mejores a lo que nos depara a nuestros genes – así como la mujer de otro – son las mejores. Ya estoy por terminar – este testimonio y volver a mi hogar. Aquí soy un advenedizo – singular – pues los escenarios donde se realizaron nuestros sueños infantiles se convierten en fuerzas magnéticas, nos atraen a ese lugar, son raíces que atan al hombre con todo aquello donde echaron raíces los sueños dorados de nuestra juventud. Se también: La ternura y los sentimientos profundos existen. No en la frescura de una rosa – tampoco en el seno de una diosa – mas en la sencillez escondida de una violeta – del jardín mas triste. Dado la proliferación de los idiomas – cuyas barreras son mas infranqueables que las barreras de hierro, de bambú y las cortinas raciales. También: No todas las inteligencias tienen luz propia – la mayoría solo son reflejos de un claro de luna. Lo que mas me gustó del nuevo mundo – la mental – física de su educación formativa – ideal – mente y cuerpo en una formación integral y paralela sin que ninguna de ellas sobrepase la otra – para lograr una sociedad con hombres fuertes de alma y cuerpo. Existía la inducción electromagnética entre los cuerpos también de estupidez entre los hombres, siendo el inducido o contagiado peor o mejor que el auténtico. Era también mejor hacer las grandes cagadas fuera de la patria y la casa. Claudio decía que el sueldo de un profesor es peor que la maldición de todos sus alumnos. Hay lastres tan grandes yo lo se los militares, los burócratas y los políticos – de mi patria que hay que soportarlos decía un amigo de Claudio. Y los pueblos que sufren la tiranía, son muchos; disminuidos en sus valores de nivel humano – tienden a degenerar a una vida servil con la pérdida total de su dignidad y principios espirituales de libertad y moral y de sus sentimientos de nobleza. Tenga por seguro – los conocimientos y la razón son los únicos medios del criterio de autoridad para el mejor advenimiento de los problemas. Aunque parezca mentira la diferencia de mentalidad y lenguaje entre los pueblos del mundo matizan con los coloridos necesarios en las perspectivas de sus vidas. Sin embargo: La palabra en su forma hablada y escrita no tienen la capacidad de expresar todas las imágenes del quehacer psíquico – por lo que el lenguaje nunca podía plasmar en prosa o poesía el mensaje total del alma. Estas cosa de mi testimonio son de Claudio, sus amigos de Golda y la mía. Por su puesto todas las resaltantes para eternizarlas al devenir por mi pluma singular. El éxito de la vida depende como uno se enfrenta a los retos de nuestros caminos o como uno sale de las encrucijadas que nos metemos por las tentaciones que nos depara – nuestros espacios y tiempos. Aunque el verbo es Dios no tiene la omnipotencia de expresar la integridad del acontecer del espíritu, sin embargo fue el origen de todo lo que existe en el mundo físico. He odiado las pautas constitucionales de los países marcando el comportamiento de sus pueblos – por caminos trazados y trillados privándoles de los cambios y revoluciones que depara el tiempo y espacio a todos los hombres. No estoy evocando el pasado como los viejos – todavía no estoy arrastrando los talones. Ponga énfasis en tu vivir así será fácil tu morir. No quise encadenarme a ninguna disciplina, ni condenarme a una línea de conducta, odio la norma y la ley, no debo tener reloj ni control a mis horas – ellas son relativas, pero por inercia y gravedad mi alma y mi cuerpo se van simplemente a la nada. Aunque la conducta y el comportamiento humano se realizan de acuerdo a las tres lógicas que usa la mente: Una lógica concisa y matemática y exacta, otra lógica social de acuerdo a la conciencia de la mayoría y conveniencia a este ente social – el hombre – pero hay otra lógica de la verdad desnuda – con la que el hombre puede ser feliz – muy personal de su locura. Algunos ensueños se pueden traducir en realidad. Uds. recordad – El sol fluye toda su energía a su sistema planetario y se lo cobra con intereses en ecos energéticos de sus planetas. Luego la energía es reversible. En el campo de la tierra hay una placa de neolito – una piedra tan densa y prensada que soporta el peso de la tierra y es aislante que impide que aflore todo el fuego de más de 5000 ac. y emerge toda energía concentrada por mas de cien millones de años – un núcleo – coloidal muy denso – de miles de fuerzas electromagnéticas. Si alguien piensa que eres una mula – no le hagas caso – pero si todos piensan lo mismo – cómprate un bozal y una carona. Todo partido político vertical o sectario muere con el “leader” porque los seguidores tomaran rumbos horizontales. La democracia podrá ser una forma ideal de convivencia pero utópica, porque la misma natura conforma diferencias marcadas – pues la existencia tiene diferentes matices – además no todos los hombres son iguales – hay quilates de valores diferentes. Así: El entendimiento debe comenzar de uno mismo – luego al prójimo y lo demás – pero si tu quieres conocer a tu mujer es mejor no conozca nada. Eso decía Claudio de Golda Endira. Después de todas las especulaciones oídas y vividas – de un terrenal y un extraterrenal el sabor de la existencia no está en lo trillado y concebido – esta en lo innato y la dimensión desconocida en otros espacios y supremas instancias de la imaginación creadora. Sin embargo – no pude vivir a mi manera, libremente – no puedo, porque el hombre en esta vida es una ficha en el tablero de Dios movidas por los dedos del Diablo. En el Perú – pocos producen – muchos consumen y ganan solo los que lo trafican. Ya al margen de este testimonio os digo: Heredar un pasado, imponerse un futuro hacen del presente miserable y conocerse a sí mismo – es una triste realidad. Pues Dios hizo el universo de la nada por eso entre el todo y la nada no hay distancia. “Nunca se pudo fundir dos corazones de barro en un crizol de barro”. “Una mujer con pasado puede salvarse con un hombre con futuro”. “Todavía el hombre y la llama hacían el amor, cara a cara”. Así las mujeres necesitan un marido hasta los 40 luego un consolador. Así veía los rocíos, lágrimas calladas de las noches de mi estancia en este valle del Señor. Los niños con partos sin dolor – sufrirán muchos – porque fueron malparidos. Este país estaba lleno de mujeres de muchas relaciones y hombres bien relacionados. Cuando en esta tierra todos hayan muerto y todo esto sea desierto el hombre será el gran ausente y la mujer la gran causante – por haberlo traído del paraíso a este valle – como dicen; de lágrimas. El oro y el barro moldeados en perfiles del arte y contornos perfectos, el uno será siempre oro y el otro siempre barro – aunque de barro hizo Dios al hombre aquí en el Perú – se progresó mucho en democracia – el último golpe militar – los tanques respetaban los semáforos. Ya para terminar – pues se me acaba la tinta de mi lapicero extraterrestre: La transmutación de la savia bruta era elaborada por medio de la luz solar y la clorofila – ahí está el misterio de la transformación de lo inorgánico en orgánico y así como del quimo por medio de las enzimas y la hiel ahí está el misterio de la mutación del átomo en célula viva de la sangre. Solo queda el misterio de la mente – debo agradecer a mis pies – los únicos amigos que me cargarán hasta la muerte – y a mi sombra que me seguirá como una fiel prostituta hasta mi tumba. Hay veces que se detiene el tiempo – ahora en mi última meditación y contemplación – de estos dos mundos que pude verlos y describirlos – y haber conocido a Claudio y sus amigos – a Golda – a Jhuly, a Jesú. En esta mi pascana de franca monotonía – en un letargo pavoroso del fin de una humanidad – como si todo entorno hubiera muerto – donde lo inerte y lo viviente se confunden en un metáfora del silencio – como si de un momento a otro se apagaran todos los motores de la dinámica de la existencia – como si todo el universo se detuviera sin ningún suspiro en una inercia total; luego se extingue todas las luces y una penumbra letal cubriera el mundo – cuando del fondo de nosotros mismos – aparece primero una luz, luego hay claridad en lontananza y todo aquello se convierte nuevamente – en una mundanal danza. “Yo había huido del mundanal ruido por la escondida senda solo he venido”. Solo espero los niños del mañana en el otro lado del río. Tengan los genes de Jhuly, la última mujer – una rosa con todo el aroma de la humanidad y la coquetería limeña – y un faro de luz – con toda la ciencia y arte de esta humanidad fenecida. Yo solo canto un tango – adiós pampa mía – pues Claudio – mi amigo terráqueo había muerto a los 92 años de un balazo de una mujer celosa – Golda – luego ella se suicidó – el resto lo saben uds. Yo me voy – pues ha llegado mi mujer – en su platillo volador – con dos pistolas: Una que se había comprado y otra que papanoel le había regalado. XXVII Ya sabe Ud. – el narrador – cuyo nombre – no dejó escrito – para evitar sospechas – fue un extraterrestre – vino ha hacer un acto de presencia – y anotar en actas – como oidor y notario, de este final – sin olvidar nada de lo resaltante de las ideas humanas de la era cristiana hasta el año 2996 – fecha del gran desenlace – y también – para decir al devenir – como era este nuevo mundo. Los hijos de Jhuly y Jesú – una mujer que trajo todo el aroma y perfume de la humanidad, toda ternura y belleza de una rosa – con toda su esencia y sus espinas – y un espejito donde se reflejaba su alma; y Jesú – aquel con un corazón que podía latir mil años, un faro de luz en su diestra – con toda la ciencia y arte de la humanidad fenecida – y una botella de whisky de las chivas para brindar con ella el nuevo advenimiento – un ente biónico, eléctrico – transparente. Cuenta el extraterrestre – los continentes eran mares; y los cinco mares eran los nuevos continentes. Por tanto se descubrió muchas cosas en el Atlántico – un continente reflotado – que en un tiempo – había sido morada de otros hombres superiores – al mundo fenecido – bajó la Antártida; también reflotó las memorias de un gran pueblo – hundido bajo la nieve pues la tierra había cambiado de posición – dejaron algo para anunciar los siglos, fueron los mismos – que levantaron las pirámides de Egipto, la maravilla lítica de Machupicchu – las cabezas de piedras de la isla de Pascua. Muchos imperios todavía yacen bajo las arenas de muchos desiertos, como el Sahara, Atacama – Sechura; guardan en sus entrañas solo como simples gases o petróleo – seguramente – los restos de esta humanidad fenecida y de todo bicho viviente muerto – serán otra vez gases o petróleo o de repente solamente antimonio de sus huesos. El ya había visto el suicidio de los elefantes – y las ballenas mucho antes de día “cero”. Hay pues una ley universal – de vida de los planetas y otros orbes – en una secuencia – después de todo – ciclo de eternidad mutante. El sigue creyendo son dos metafísicos de dos mentalidades – los computadores del acontecer universal. El hombre será hombre y la mujer – mujer – solamente con algunos toques de sus momentos macro – históricos. Mas sé – estamos sentenciados a buscar nuestra perfección o nuestra destrucción – es una ley infinita fatal. No dudo – todos los tiempos no se deslizan el uno del otro – son como los ochos horizontales encadenados al infinito. Cada ocho – es un momento – de años luz, al devenir. Aparecerán – hombres sobre la tierra – trayendo la palabra – salvación: Jesús – El amor al prójimo Marsh – El comunismo Hilter – El socialismo democrático y otros mas limitados – no vale la pena mencionarlos. He visto la agonía y la muerte de los seres vivientes. Presentía quedarían sobrevivientes las cucarachas y los peruanos pues eran entes capaces de sobrevivir a los percances mas terribles hasta comiendo cualquier cosa – eso dije una vez, más esta vez ya no fue posible – por fin murieron las cucarachas después de 20,000 años – no mas mierda. El fin era irreversible – sin embargo – hay un renacimiento tras toda noche de la humanidad. Son ciclos al infinito o derrepente en algunos años luz – otra vez el universo – será una nebulosa. Pues nada se pierde solo se transforma En lo material; el misterio de pensamiento y los sentimientos y toda la gama – del mundo interior del hombre – no me atrevo a definir. Por eso he querido computar – todo lo que fue a mi alcance – de los pensamientos – pero hubiera querido plasmar toda la poesía – de aquellos insignes poetas – en un solo poema eterno. Pues allá en mi galaxia el lenguaje y la comunicación es algebraica y computarizada – así como también la música. Para nosotros la poesía – fue el lenguaje de nuestros dioses que por alguna razón se callaron – dad la practicidad y pragmaticidad de nuestro tiempos. Cuando llegué a la tierra como enviado especial – pude gozar todavía de lo prosaico y poético de los espíritus humanos. Solo quedaba virgen – la selva amazónica – y quise comprarme unas parcelas para mi vida retirada – del mundanal ruido – de hábitat tanto aquí como allá – el gran problema horrible del hacinamiento. Aquí también últimamente los sueños se habían desvanecido – pues no existían nunca mas los cielos azules ni el verso azul. Solo quedaba lo profano; lo lacónico – o simplemente señas. No era posible nunca mas el Cantar de los Cantares – amores sublimes – como lo fue de Dante y Beatriz – Romero y Julieta, Amat y la Perricholi – quizá cumbres borrascosas – y relatos pornos. De modo los hijos eran frutos del placer o de la resacas del amor – por tanto – estos neonatos no mas sabían amar – gran parte eran hijos de probeta – quedaban muy pocos de bragueta – últimamente nacían niños sin alma – no tenían ya cupos – la belleza objetiva primaba sobre la subjetiva – los valores intrínsecos no contaban por ende – las mujeres eran simples objetos momentáneos – por desuso de medios naturales – las gentes crecían a los lados – por estar sentados. “Pienso luego existo” ahora, “existo pero no pienso, ni siento”. Si el mundo giraba alrededor de su eje – pero los pueblos entorno al dólar – si antes todos los caminos conducían al Roma, la metáfora de la dicha – solo muy pocos a la gran vía – es decir a la desdicha. Hoy todos conducían a al infierno – “La riqueza y la pobreza” – generaban unos pobres diablos – “Rico tipo sinónimo de pobre diablo” – no hay duda: el hombre es un ente circunstancial como imponderables – en los rascacielos, en los pisos junto al suelo todavía eran humanos – los de arriba robots, sombis – y su estupidez en razón directa a la altura por falta de contacto con la madre tierra. Los viajes en Jets – rompieron la barrera del sonido y las distancias privó al hombre del poder de contemplación y novedades ecológicas al caminar a pie – el calor de las pascanas – del fuego entre tres piedras – la naturaleza de la vida. Los zapatos y los guantes – han quitado la capacidad de los dedos de los pies de detectar las piedras del camino; y a los dedos de las manos el tacto – en la toma de sus decisiones; la TV en colores – con noticieros de todo lo negativo – de historias de la estupidez humana han fabricado unos imbéciles sentados. El foot-ball inventados por los ingleses para entretener a los tontos, han creado un mundo de fanáticos – masa compacta de idiotas gritones. “La economía es la ciencia del momento” – todos quieren vivir con el sudor y dinero de otro. “Los bancos, las financieras – hacen sus negocios pinguis con el dinero de los idiotas que depositan sus dineros”. Yo nunca creí en la virtud del trabajo – es una mala interpretación de la Biblia: Comerás con el sudor de tu frente, eso no se dijo; mas bien “Hijo mío – esta tierra, una obra mía – es tu heredad – para que la disfrutes con la luz de tu tino” – es decir, con inteligencia y tu mujer – dale hijos para poblar la tierra de ellos. En física: El trabajo es masa por aceleración; y la única masa que está reventada – es la masa trabajadora. En ética – por lo menos es así en mi galaxia: El trabajo dignifica al hombre y ciertos animales. Luego el trabajo es maldito – negativo e indigno. “La luz de tu tino, el ingenio de tu mente la creatividad de tu inteligencia y la certeza de la toma de tus decisiones”. Eso quiso y dejó a Adán como heredad – el resto es empresa y propaganda. No nos gusta la artesanía sino la obra de arte, estas tienen que ver con el sentido estético de la vida. “Obras maestras” – odio a los pintores de brocha gorda – la tierra es un artista – basta ver una rosa – un paisaje – una mariposa – aún existe belleza en la natura muerta. “No se puede volver a la verdad desnuda” – hemos sofisticado nuestra existencia – “no se si el desnudo o el vestido es el inmoral” – por lo menos el primero es sincero. Una hoja de parra hoy o un abrigo de mink – “al pan, pan y al vino, vino” – o la metáfora – la cinalefa o parábola. Al menos en el nuevo mundo – la primera virtud es la transparencia – y el conocimiento gran parte heredado en ese faro de luz a Jesú. “La planta de mis pies siente el calor de la tierra y sus caricias – sus dedos ven las distancias evitando los traspiés mi pecho pelado respira sin tapujos y lujos la sinceridad del aire”. Ya no se puede hablar ya de estas cosas – la suerte esta echada – el hombre por muchos siglos fabricó su tumba y su epitafio: “Aquí yace el hombre por su estupidez que no tienen nombre”. Uno es dueño de sus posibilidades y alcances – y también de sus cojudeses, mas el pensamiento no tiene limitaciones solamente en los genios. Le pregunté a Jesú – cómo era esa energía solar qué sustentaban la vida? Recuerda: Dios hizo al hombre de barro. Las energías hacen tierra – ya sea eléctricas, magnéticas – radiales, gravisionales . Y el cuerpo es capaz unas mil energías – porque es parte de la tierra – así como la madre tierra vivifica los seres en contacto con estas energías – animales, fitológicas y pareciera tener pinceles para pintar paisajes coloridos – sacados de los arcos iris del sol – cuyos matices superan mil colores. Por ejemplo: La energía solar recibida y aprovechada se realivia en forma de ecos energéticos de la misma intensidad – es decir es una toma y daca – como los besos devueltos por una mujer amada. Y porque feneció la humanidad al que perteneció Jhuly – pues anularon los hombres la capacidad receptiva de la tierra fuente de vida: Guerras atómicas Guerras bacteriológicas Guerras químicas Guerras psicológicas. Y no podía ser mas el aposento del hombre; la tierra se moría – agonizaba y casi estaba yerta – por obra y gracia del mismo hombre. Todas las ciencias aplicadas a la destrucción. Es cuando se produce: La nebulosa y luego el renacimiento – en un mundo de diferente mentalidad – la ciencia era solamente para el bien del nuevo hombre – mientras se filtren nuevamente los destructores – en esta cadena del bien y el mal. Cómo son los aparatos genitales – son mejores y mas eléctricos – y radiantes. Y el amor? Es un entendimiento de auras de un hombre y mujer en una sincronización de alta fidelidad. Aunque las suegras siguen teniendo la capacidad de distorsión. Yo me libré – mi suegra Golda – quedó en el otro lado del río – aunque hubiera querido tenerla – era una mujer excepcional. Cómo es la educación? Los niños ya nacen – en sus genes con toda la luz de la ciencia y artes heredadas por mi – en aquel faro bendito concedido. Sobre esta base se avanza otras distancias en todos los campos del conocer – se ha puesto mucho énfasis – la exploración de nuestro interior aprovechando la transparencias y la viabilidad de exploración. Y no les da miedo de conocer? Muchas veces es la triste realidad pero mas vale conocerla que ignorarla. No es mucho lo que se sabe hasta ahora. Hay motivos para no llegar a los recónditos del alma. También se estudia un idioma intergaláxico – el neo-esperanto a base del esperando antiguo – basado en los idiomas traídos por las cuatro parejas en el mundo anterior. Adán y Eva – trajeron el sánscrito – origen y raíz de muchas lenguas indoeuropeas. Elena y Greco – trajeron el griego – origen de las terminologías científicas y artísticas. Romulo y Roma – trajeron el latín – origen de los idiomas modernos del último milenio – la lírica, música – las bellas artes. Y la otra pareja que aterrizaron en el Titicaca – trajeron el quechua y aymara – ciencias sociales y la arquitectura lítica. A base de sus raíces de estos 4 idiomas se ha conformado un idioma de muy amplia base para el habla y entendimiento entre los hombres – y toda la terminología científica de nuestros alcances. “Yo soy el dean – de una sola universidad – con sus filiales en las agrupaciones de pueblos estacionarios – pues la mayoría son nómadas – para ellos tienen sus maestros al paso”. “Como los niños tienen un sistema trinario de computación en sus cerebros”. Se puede programar en sus neuronas los conocimientos necesarios – para sus vivencias positivas y sus relaciones con los demás – con mucho respeto a su niñez y juventud – luego se va aumentando el caudal hasta su muerte. Y cómo es la medicina? Como son casi electrónicos los médicos son ingenieros de sistemas y anatomistas. En realidad la medicina es preventiva. Ud. sabe – la máquina mas perfecta es la humana. Sin embargo no tiene repuesto ni se usan transplantes. La idea de la muerte es la passing – a una reencarnación en espíritu – se cree que va a otras galaxias por lo que nadie llora por los muertos – y sus cuerpos son atomizados a los espacios preferidos por el difunto, Y cómo es la justicia?. Por principio no hay justicia pues nunca ha existido un hombre justo en todos los tiempos – disque hubo uno – se llamó Jesús “lo crucificaron”. El hombre es propenso al bien y al mal y las tonterías. Tenemos tres angelitos dentro de nosotros consejeros – un buenito – otro maldito y otro cojudito. Cada uno de ellos prevalece – según los caracteres dominante de las personas. Pero hay centros de recuperación – con expertos y ambientes especiales. Se ha tenido mucho éxito en un 90% los irrecuperables congénitos son eliminados sin compasión – en cuerpo y alma – pues no merecen la reencarnación. Curioso en cuanto a la fé o creencias religiosas – hay un Dios (inti) y una diosa “PACHA MAMA”. El sol y la tierra parece fueren lo mismo en el TAHUANTINSUYO.- el Imperio de los INCAS – o sacaron sus nombres – pues existe raíces quechuas en el neo-esperanto. Hay festividades como el Raymi – fiesta al sol. Pacha mama – el día de la tierra. Cómo es el trabajo? Todos proceden – lo que más saben y pueden – y por este proceso – la producción supera las necesidades – el resto se guarda en una especie de silos se llaman tambos – el sistema de refrigeración – y aireación son perfectas – se conservan los productos como si fuesen del día. Pero estos productos son mas bien para exportación intergaláxica – pues en otras partes los seres pensantes todavía tienen estómago y muchos como los rumiantes – hasta 4 estómagos. Y los deportes? Era gran parte de la ocupación del hombre de estos tiempos – en realidad se hacían las cosas deportivamente. Y la competición era costumbre en cualquier cosa. Los ídolos eran los hombres con talentos especiales. Y las diversiones? Sin embargo debe ser aburrido – pues se debe – pero los tragos son espirituales que diluyen en el cuerpo y salen por los poros causando una euforia tan grande – muchas veces es una catarsis de desfogue total - alguna pena – se toma en ronda hombres y mujeres – sin llegar a borracheras. Recuerde: Jesús nunca habló en seco – Jesú tampoco. Si amaban la verdad desnuda? Porqué usaban ropajes? no es así – cuanto mas, así como Eva uso hoja de parra – estos usan pequeños pantalones calientes con aire acondicionado. Las mujeres usan una especie de pequeñas horquillas para sustentar su seno y todos los tienen como cañoncitos rosados apuntados al cielo. Y los hombres – solo unos suspensores para soliviar sus testes – recuerden los tienen muy grandes – casi hacen tierra . además un trousers con unos pequeños pararrayos – pues son eléctricos y biónicos. Y la amistad? Es cuestión de ondas y frecuencias de sus auras – son los mejores sentimientos que pueden unir personas con espíritus unitarios y volverlos a ser sociales. Pues no son como las multitudes solitarias otros tiempos. La fisionomía de la sociedad era una serie de grupos – autónomos de ideales comunes – o aspiraciones de una meta común; o grupos nómadas disfrutando de las distancias – con ciertos estadios en pascanas momentáneas para conversar entorno de una fogata – al claro de luna, mejor era el camino de la posada – en muchas cumbres dejaban montículos de piedras como recuerdo que transmontaron estas cimas y vieron desde ahí otros horizontes. En sus charlas hablaban mucho de otros tiempos de Golda - de Claudio, de Jhuly la última mujer de un mundo desaparecido y la primera madre de ellos – y de Jesú la obra maestra de los dioses metafísicos artífices de la creación. Y porqué tanta pregunta? Soy un enviado especial de otro mundo amigo de Uds. Querían saber de lo que fue, es y será el devenir de esta tierra un planeta especial. Estoy escribiendo un libro de lo más resaltante – así como la nueva Biblia – esta ya no de mitos y leyendas – sino verdades a ojos vistas. Más hay ciertas cosas – por ejemplo – mujeres angelicales que solo el diablo las entiende. Que el amor se transmite en frecuencia modulada y aquí los corazones son estéreos – el amor es perfecto y de alta fidelidad. En los rincones más tristes existen las flores más delicada – la flor más hermosa la rosa flor de un día y espina de toda la vida. El militar tiene corto el pelo y las ideas también. No hay fruta más agradable que del huerto ajeno. Si quieres gastar el dinero de otro nadie solo es omnipotente hasta Dios es tres – aunque el más sabido es el espíritu santo – cuando las papas queman – se hace la paloma – y a volar se ha dicho. Muchos son felices al llegar a abuelos pero lo grave es tener que dormir con la abuela. No hay mal que dure cien años – pero puede durar 99. Tenemos la osadía de ser algo cuando se nos han hecho de la nada. “En lo inconmensurable está el espíritu inagotable de la imaginación”. “En el comienzo de la vida hay un hombre y una mujer” y a la hora de la muerte hay una sola. “La velocidad de la luz es absoluta al tiempo y relativa al espacio”. Yo solo se – soy profeta de mi destino moriré un día sábado a los 92 años de un tiro de una mujer celosa. A quién llamas hombre? “Hombre es aquel quien puede vivir feliz de acuerdo a sus principios y conocimientos – no huye de las responsabilidades consigo mismo y con la sociedad y no teme morir por la liberta”. Y qué es la mujer? Es una obra de arte de Dios y el Diablo – para ser amada y protegida. Qué me dices de las clases sociales?. La única clase que piensa – es la clase media – pues tiene muchas preocupaciones – la alta y la baja no las tienen. Y cómo va el turismo? Hay tres clases: De recepción – extraterrenal y de pieforzado. Muchas veces he tenido desengaños – de haber caído en este barrio – como una mosquita caída en una tasa de pura leche. Aquí el peor catarro es el contagiado y el peor cretino y feacio es el griego. Afirmo – por lo que he visto la razón brilla solamente en las mentes superiores y libres. Así como la ciencia esta en la experimentación y el arte en la imaginación creadora. Me voy seguro: El paraíso solo dura nueve meses en esta vida – y una eternidad después de la muerte. Estas cosas hablamos con Jesú – y algunas veces con Jhuly – un servidor de Uds. RHX3 el extraterrestre. Hablando de la belleza de Golda – a quien tuve el honor de conocer – Jhuly es una beldad. “Las bellas mueran dos veces – una cuando se les acaba la belleza y otra cuando mueren deveras – pero las feas nacieron muertas”. Qué opinas de la verdad?. Hay tres clases: La verdad científica – la verdad filosófica y la maldita realidad. Dices qué n hay mujer fea? No hay – depende del ángulo con que se vea. Después de todo las generaciones fenecidas – se la pasaron felices – ignorándose a su mismo. Solo sé – si el hombre anterior hubiera tenido el sexto sentido que Uds. poseen – no habría cometido los errores de esos cinco sentidos. Aunque a ser sincero: Mis errores cometidos son cuando las mujeres me comenzaron a tutear. He visto – la cirugía estética y la cultura pueden remodelar el cuerpo y la otra el alma. Así hemos pasado largas noches al claro de luna – platicando de cosas simples de la vida – con Jesú y sus amigos – todos profesores universitarios donde Jesú era Dean – ya dije: Nadie ha subido a la cumbre por caminos derechos. A media asta y a media luz están las pleitesías hipócritas. La empleocracia y la burocracia son dos caminos seguros a la desgracia. Hubo un equívoco general: El hombre llamado a componerse y buscar su preferencia en alma y cuerpo y componer sus espacios – se degeneró, malogró sus espacios ecológicos – su fin era su auto-destrucción. Fue el dinero? Fue la búsqueda del poder? Fue la prostitución de su espíritu?. Oh Dios mío: No saben lo que hacen – derrepente – el hombre metido en la masa – no piensa – son como las ovejas bobas – por donde van unas van todas – o vacunos llevados por argollas en sus narices – por algún gañan enviado por el Diablo. O siempre fue un ente infantil aunque muera de viejo – por sus hambres y sed. Vio espejismo y mirages, ilusiones engañosas. O sea necesario un ciclaje encadenados al infinito. O el eterno retorno – a lo mismo – de polvo te hicisteis y en polvo te convertirás. Yo no soy el que diga la última palabra. Mas si tuve el privilegio de ser testigo del final y un advenimiento de dos mundos – con los mismos protagonistas – un hombre y una mujer – fabricados de cualquier material – hasta de barro. En el caso mío, fuimos hechos de hierro dulce un poco de carbono. Somos flexibles como el acero inoxidable – hechos para la lucha – nuestra ecología no es tan rica en elementos como la tierra. En este final se me hacía carne de gallina – me salían ronchas en la piel – como una alegría a esta situación – menos mal yo estaba en otra onda – otro estatus – sin embargo mis espinas captaban la fea música de este tardecer apocalíptico – sólo atiné a vislumbrar este fin – y en la penumbra de mis lágrimas que habían empeñado mis ojos – estaban los rostros de mis amigos humanos; Golda – la preciosa – charapita; Claudio – un vasco peruano - José Antonio – Pligio que pudieron ser rescatados pero justos pagan por pecadores – sin embargo vi caminar a Jhuly en esta soledad macabra y tuve el honor de asirla de sus manitas y llevarla a ese nuevo mundo y entregarla como padrino de bodas a Jesú. El biónico hecho de polvo de uranio con toda la sapiense de la humanidad fenecida – un regalo de bodas de la creación. Decolé en mi platillo volador RHZ2 cantando un bals peruano “Todos vuelven al lugar en que nacieron – luego recitando algunos versos de Luis Osnayo Vargas”. De sus átomos celestiales – y los 1002 bigotes de un gato techero extraterrestre derrepente haya sido mi pariente. XXVIII Poco antes de mi partida – dejé un epitafio en una lápida de piedra de Machupicchu – obra maestra de los ancestros de los Incas – super hombres por alguna razón se fueron a otros mundos; dejando testimonio líticos – en la metáfora del silencio – para anunciar a los mil silos del devenir – ahí estuvieron – unos seres que denominaron la gravedad – los vasos comunicantes; las ciencias sociales – los vuelos espaciales, la arquitectura lítica – la poesía bucólica, y el lenguaje simbólico en quipus y líneas como las de Nazca. “Eran sinceros y honestos sabían que no valía la pena vivir en los últimos momentos funestos era mucho mejor morir”. Mas una ligera ojeada – a este nuevo amanecer. El sol – tiene más matices en sus arco iris – 3 colores más. La luna; ya no tenía los dientes huecos y podridos – se los cambió – de marfil aunque falsos – tenía mucho mas luz en su claro de luna. Los lagos – eran azules – como el alma de un recién nacido. Las cascadas; ya no decían lisuras al caer a las rocas – cantaban himnos como las mañanitas a la natura. Las cumbres nevadas – sus deshielos eran gotas brillantes de muchos kilates – agua pura y dulce – como el beso de una doncella. Las rosas eran mas bellas – pero rodeadas por una escolta de espinas bravas. Las violetas seguían siendo humildes – siempre ocultas entre sus verdes hojas – pero su aroma era tan grande capaz de perfumar sola todo un mundo. El campo santo – era uno solo se llamaba “Ultimo Motel” y el sepultero nunca recibió un muerto de huésped – solo sus souvenirs de recuerdo – para guardarlas en un casillero como relicarios del recuerdo – se llamaba “Juan sin Muerto” – tenía su cabaña a un lado de este cementerio – solo – con un perro pastor Alemán – llamado “Jobo”. Los mares otra vez eran vírgenes de contaminación – mas eran muy sensuales – acariciaban las playas – con besos espumantes. Los nuevos arrecifes eran sus amores preferidos. Por ahí me dijeron que la tierra es hueca. Las estrellas eran mas brillantes – cuyos reflejos alumbraban plenamente las noches. Las nuevas auroras – eran una algarabía – y una orquestación de las nuevas aves cantoras – parece entonaban las horas buenas del día. Las vacas ya tenían sostenes y los toros suspensores – solo los chivos tenían sus testes casi haciendo tierra – solo tenían electricidad estática. El león seguía siendo el rey de la selva y se había cortado la melena – y en vez de ella, usaba una bufanda – del cuero de un venado. Los monos blancos seguían segregando a los monos negros – pero ya tenían 2 rayas en la mano; una mas que sus ancestros – de modo – ya podían a mas de imitar decir unas palabras en esperanto antiguo – la mayoría ya no tenían rabo; los que los tenían se habían hecho la rabotomía – no eran africanos – pues ese continente desapareció – además estos entes eran hidrosolubles – se disolvieron en el deshielo de los polos – motivados por las altas temperaturas de las explosiones atómicas de las últimas guerras. Volvieron las oscuras golondrinas a los nuevos balcones y las alondras viajeras a sus nuevas palmeras. El pavo sigue siendo tonto y alevoso; pero nunca más pavo de navidad. El pato – ya no era patuleco tenía mejores piernas – la gallina era monógama ponía huevos solo de su pareja. El gallo – en este asunto fue damnificado – habían unos de pelea – pero de a pico – ya no de navaja. Lo curioso los huevos eran de dos yemas – parece las gallinas le sacaban la vuelta a su marido. Los vientos ya no eran tan atrevidos como los del mundo anterior no levantaban las faldas – después de todo las mujeres no las usaban. Pero habían unos que peñiscaban cuando veían una buena hembra al paso. No mas cucarachas – ya no había basura ni excremento por fin se extinguieron – al cabo de millones de años. Las moscas eran moscas se fueron a otras galaxias. Las pulgas, los piojos y los chinches no encontraron su hábitat en la nueva anatomía humana – eran eléctricos – se electrocutaron. El chancho no era cochino ni puerco se bañaba cinco veces al día en agua limpia – ya no comía excremento – pues no los había ahora podía ver el cielo – había purgado la maldición divina – ya no tenía las orejas gachas. El pájaro carpintero – era un perfecto ebanista. Las tortugas tenían concha y patas eran un poquito mas ligeras. Los ciempiés no se lustraban los zapatos eran mucha pérdida de tiempo – andaban descalzos y se lavaban los cien pies pasando el río ida y vuelta. El camello tenía tres jorobas la tercera se lo armaron con sus problemas islámicos. Los auquénidos no eran hijos de la puna sino hijos de Buda. El Búho – sigue siendo el agorero oficial – no ha cambiado de morada – en la copa de los árboles y los campanarios – sus ojos ya no son redondos sino cuadrados pueden ver a los cuatros suyos – es decir los cuatro costados y también de vez en cuando mira el cielo y el suelo – por tanto tiene mas perspectivas. Las brujas usan escobas a propulsión a chorro y tiene sus aquelarres una vez al mes – en una cumbre de una montaña – llamada Choquiquirán – de donde nacía el río Amazonas en otros tiempos – el río más caudaloso de todos los tiempos. Los relojes no marcaban el tiempo cronológico – sino también la intensidad del tiempo relativo – “no siempre eran minutos y horas iguales”. Las brisas eran frescas en los días de verano; tan tibias en otoño y cálidas en invierno. Nunca mas hubieron ruiseñores cautivos – así podrían cantar a todo pulmón sus himnos de libertad. Ni pecesitos de colores en peceras – era libre y dueño de sus espacios. Existía como principio vital “La Libertad” – seguía el himno peruano “Somos Libres y seámoslo por siempre antes niegue sus luces el sol” – se cantaba al comienzo del día y la noche – para recordarlo. La exploración científica – está dirigida al mundo interior del hombre – para conocerlo mejor es tan grande como el mundo exterior sin embargo los conocimientos solo eran axiomas para los teoremas psíquicos. Las mariposas tenían colores mutantes así como también las corolas de las flores. No se crea – se había alcanzado la perfección – simplemente era un cambio de camisa y calzoncillos – no tenía que ser la última palabra – pues sería el final – la cosa es infinita – solo algunos cambios. Concernientes a los ritos religiosos – existía un ateísmo – no creían en ningún Dios – teológico – pues nunca lo han visto – sabían de oídas de algunos. Su rito: Lo hacían en una fuente de agua – pura – como una mezquita encubierta con un tragaluz del sol. Uno iba ahí – a expiar sus penas – y los llamados pecados – llorando hasta descargar todas las lágrimas – que caían en esta fuente – y quedaban limpios y confesos – en realidad era una catarsis de sus stresses y preocupaciones. No había necesidad de golpearse el pecho, ni hacerse cruces como en otros tiempos. “Ni siquiera lo nombraban como testigo” – Dios es mi testigo – porque nunca se presentaría ante cualquier juez – pues ni tiene dirección – era voz populi. No más : Los males incurables como el cáncer, sida, de otros tiempos. Pues hacían descargas eléctricas y malos humores – pues andaban muchas horas por las arenas mojada – para exhalar los humores; la electricidad estática – que era la causante de la degeneración de las células y de la sangre. El caso del sida era un mínimo – sabemos los hombre no tenían ano y no podían ser maricones. Ni tampoco adictos – o fumones era fáciles de los desfogues. Para ejemplo: Un acto sexual – era una descarga tremenda de electricidad y junto con ella se quemaban cualquier cosa: Bacterias , virus, microbios o lo que fuere. Generalmente la muerte era a causa de electroshock – pues cuando se ponían en contacto uno de corriente alterna con uno de corriente continua – por eso cada persona lleva en su carnet el tipo de sangre y tipo de corriente. Muy pocos eran al mismo tiempo anódicos y catódicos – como los maricas de otros tiempos. Las células se transformaban ante las sustancias o energías catalizantes – en mutantes muchas veces como el cáncer y el sida. Los nuevos ríos – iban de los polos hacia la zona ecuatorial luego viraban a la diestra y siniestra antes de llegar a latitud “O”. Puede comprobar el polo magnético ahora esta en zona austral – por lo que las cosas buenas están en el hemisferio sur. El oro ya no es un metal precioso – se mutan del cobre – con ciertos cambios valenciales y peso específico y por su abundancia – sirven de adornos u objetos de uso doméstico – por su malealidad y ductibilidad. No hay monedas – no se venden ni se compra nada – las necesidades son mínimas y gratis. Los pantaloncitos calientes – y los calzones con aire acondicionado – son dotados por los municipios para una muda cotidiana – es decir 30 – son descartables y atomizables. Como la gente – ni siquiera mastica chicle – los diente son muy blancos – se usan solamente para las sonrisas francas. Hay 3 tipos de mujeres – monofásicas, bifásicas y trifásicas necesitan un marido, dos maridos y tres maridos respectivamente – y por el pelaje: Son blondas – pelirrojas y pelinegras – son altas y delgadas – con mucho garbo – las pelirrojas son mas altas generalmente trifásicas – las mejores conformadas son las pelinegras y tienen el cuero grueso – no se ajan así no mas – por eso son preferidas para esposas – pues pasan piola – los trabajos forzados de la vida matrimonial. Hay un pequeño número de hombres y mujeres de color moreno – es decir negros – ya no tiene mucha bemba – ni abundantes gluteos – ya piensan hasta el medio día – y no les da soroche – hasta los mil pies de altura – ya tiene tres líneas en la mano como los indios de otros tiempos. Los chinos no tienen el color amarillo de excremento – son ahora chapositos – y sus ojos ya no son tan rasgados – y las mujeres no tienen sus órganos genitales horizontales – sino verticales – no hacen el amor de soslayo. La política no es el arte de vivir del erario nacional – ni de la sangre del pueblo – son simples consejeros – como los orejones de los tiempos incaicos. Solamente por el amor al arte político – son como síndicos al municipio. La única autoridad es el burgo-maestre – llamado también “mayor”. No existe policía de ninguna clase – se supone gran parte de los ciudadanos y campesinos son responsables – obedientes. De los 4 mandatos de la constitución: No seas perezoso No seas mentiroso No seas ladrón y no seas imbécil. Agregaron un mandamiento a los de lo INCAS. En ellos se sintetizan la conducta humana. Solamente existen guardianes para los niños – policías municipales. El mayor se nombra – en “yan que po” entre diez orejones. Son pragmáticos – pero tienen sus ideales como los faros orientando sus travesías. Las lluvias daban picotazos – a un charco como una guerrilla de gallitos de pelea de a pico. Parece estuve metido en dos ámbitos de dos épocas fallecidas por su propia decrepitud. Me adentré a la berlina de dos tiempos – de aquel otro solo quedó como una piltrafa o una telaraña – en aquel final asfixiante e intoxicante. Solo el impávido viento – chismoseaba con los siglos – y las montañas resoplando y profanando todavía los estropicios de la rajaduras de las rocas requemadas por el calor de las radiaciones; oí la tísica o asma de la tierra agonizante – o de su conciencia carcomida por la pátina del tiempo. Al final solo percibí su vómito negro – de su corazón envenenado no se escuchó mas ruidos humanos ni cantos de pájaros – ni los gallinazos y ano se hacían el uno y el dos sobre los hombres nunca miraron arriba y creían que llovía mierda. Las axilas y los ingles de la tierra aún cubiertos de musgos parasitarios ya resecas – la zozobra del acabose – yo pensé ha habido muchos errores del creador. El nuevo mundo entró al pasado como un asalto a la prepotencia sin desvestirla ni sacarle el calzón – así todo se consumó. No me quedó otra cosa – derramar una furtiva lágrima de despedida y nostalgia – ya le había sentido cariño a esta tierra – me llevo un poquito de ella – para mi almácigo – de una rosa té para mi jardín allá. Si algo no he olvidado – el corazón mío – a una peruana – Yolanda – murió murmurando mi nombre – no quise mirar atrás – para no convertirme como Edith – en una estatua de sal – ya que mi mujer me apuntaba con sus dos pistolas – una que había comprado en Marte y otra que papaNoel le había regalado en Argentina. Sin embargo me llevaba en el alma – una tremenda carga de mis recuerdos – aquellos pensamientos de ayer y hoy. He soñado, hay un mundo al infinito dejando por doquier un enjambre de rojos lirios, desojados pétalos de nuestros martirios, sangrando aún nuestros corazones, resbalando por nuestras mejillas como gotas de rocío. He flotado en el más allá – talvez en el vacío o la nada – seguro no volveré jamás – no tendría punto de llegada – ya no miró atrás. Aquellos senderos que no convergen – sin embargo dejé una estela en lo inmerso de la eternidad – brillando a la luz de mi estrella de nuevo algún día. Acaso he transcurrido en aquella que llamamos vida tan fugaz y sutilmente algunas noches o un solo día. Había nacido en una cabaña a un manantial de aguas claras, veía con cariño brotar del agua fresca a borbotones mis ideas limpias de entonces – luego se tornaron en turbias, cargadas de angustias y congoja, las tempranas rabias sucias – allanaron mi alma aún infantil. Por eso he estado fugando como huye la luz de la oscuridad ya las sombras habían cubierto plenamente mi alma. No me detuve en ninguna llegada por mucho tiempo – quizá la mayor reencarnado en una cactus – en el Perú. Toda pascana – siempre fue un punto de partida – pero cargaba en mi mochila muchas esperanzas. Encontré novedades en el camino – nuevos panoramas y paisajes – sabía no tenemos destino ni moteles eternos en los pasajes. Aunque aveces seguimos caminos y rutas desmarcados por muchos pasos dados; mejor serían las líneas impersecutas – no aquellas conocidas y trilladas – las distancias nos deparan muchas aventuras y novedades y el hogar calor y relaxes – pero muchos ni siquiera saben donde van. Allá en las alturas, del Perú profundo un día encontré un “Ovni” acuatizando en una laguna todavía azul ahí conocí a esos dos metafísicos Dios y el Diablo que venían ahí a conversar y tomarse unos tragos – un vino de los parrales de otras galaxias y concertaron conmigo un diálogo franco de las cosas de estas instancias. Un Dios, un Diablo, un humano (en otra onda) – que moran nuestras conciencias todo depende de las circunstancias para ser un Dios, un Diablo o un fulano. Somos esa extraña trilogía de tres personajes, distintos – conformando aquella trinidad en cuya concertación se decretan nuestros destinos y conductas – y en el rocicler de atrás – auroras con misteriosos aspavientos – afloraron muchos pensamientos; sin embargo muchas se quedaron en las penumbras de mis neuronas. Como mariposas disecadas de tres colores tatuados espectros en los cielos rasos del alma, tres escarapelas símbolos de nuestros actos estereotipos. Somos humanos, diablos o dioses – entre auroras y crepúsculos – transcurrieron espacios y tiempos – mis detenciones fueron minúsculos solamente para afinar mis pensamientos. Escuché algo en mi conciencia y en el tic-tac del corazón mío, diástole y sístole la dinámica de la existencia hasta que un día tuve frío. Solo quedaron los trances hasta donde fue mi mirada en sus alcances de las pocas cosas logradas y asidas. Solo mis principios éticos – calzones de castidad de mi natura exterior e interior del hombre propenso a apetitos y amores y todavía con impulsos de libertad. Aquí no escogí la derecha, ni la izquierda – mi visión cósmica de 360 grados en la horizontalidad de mis mirada en esta esfera. En la rosa náutica de nuestros derroteros – casi todos van a la felicidad y muy pocos a la desdicha – pero somos propensos a escoger las últimas. No son líneas rectas ni descampadas lozas, son recovecos – cuesta-arribas, cumbres y abismos y en todos ellos somos los mimos pétalos de un día y espinas de toda la vida. Cada día llenamos un poco más en nuestras mochilas – basta que un día no la podamos cargar. Nos metemos en una jungla de arañas tejemos algunos pensamientos libres y metidos en las grandes multitudes se hilan solamente marañas. Había escapado de una sociedad de consumo – de la estupidez regente por ahora – en la peor y última travesía de esta gentes – ya vía a la humanidad en trágicos empeños. El neo- hombre de la verdad desnuda; descalzos los dedos de los pies ya no daban traspiés; conocían las piedras del camino y los bellos paisajes de la vida – las cascadas y los parajes – del hombre eterno buscador de la verdad y la felicidad. Subí a mi torre de cristal y colgando de las axilas de un campanario – ahí conocí a mi otra mitad, para colmarla – de poesías que aportaron mis genes – de algún poeta antepasado mío. Fue un sábado de gloria – de la resurrección de mi espíritu – asido al celaje del infinito pude relatar esta historia. Y en el espejo convexo de mi conciencia aún se reflejan el paisaje impregnado de lo insólito de mis vivencias, de mis pecados cometidos allá – en mi galaxia. Y flotando en el éter cósmico, no se si fue por una bendición o una inaudita maldición – aquellos atributos angelicales y satánicos que los vi en los humanos de la otra onda. Hoy sofisticado por el tiempo y la distancias – de mi imaginación y creatividad – viendo aquel otro arco-iris trascendental de los ciclos peruanos – tenían a más de los siete colores de su arco-iris toda una gama de matices de sus circunstancias peculiares. Bebió mis ojos un silencio sin parpadeo no de soslayo – en el último lienzo de aguas azules de un lago apurimeño. La felicidad con su carita de niño, en la ternura e inocencia – la quietud, la paz – pude beber algunas veces ahí – alguna ilusión. Pero nunca me embriagué de dicha – son muy pocas copas de vino – fermentadas en sutiles cachinas – las otras fueron vinagres de mi corazón herido. Sin embargo valía la pena de un brindis con el dolor de ver desaparecer la humanidad – pues tras de ello estaba la suprema significancia de una resurrección y regénesis. Tras aquella lágrimas vivas derramadas – resbalando por mis mejillas arrojaron pedacitos de mi corazón – como despojos de los sentires muertos. Bajo la nieve de los años invernados – aquellos pensamientos primaverales; en este momento de la senilitud todavía tienen aromas de mi juventud. Cuantos de ellos encontraron sus ecos – metidos por las rendijas de mi poroso ego, asequibles y afables de mi mente. Mientras zumban en mis oídos las moscas térmicas de mis ensueños – siendo también en los años luz – los resabios, besos que dicen de tres ternuras que llevo de souvenir tres criaturas humanas en las entrañas del tiempo – en esta dimensión desconocida – quedado en la cuerda floja de la vida: Del presente, pasado y futuro de eso estoy seguro. En el ayer fueron mis pensamientos – alondras viajeras sin pasaporte ni visa – zurcando los espacios sublimes – no tenían destinos – ni miraron en su gira – solamente volaron sin rumbo ni confines. Dos alas que en el aire se extienden en un solo esfuerzo y afán, ni siquiera saben donde van y en un solo deseo se confunden. Muchas veces hice el amor sin saber siquiera sus nombres de las prendas amadas y me alejé así como la alondra viajera – sin rumbo ni puerto de llegada. “Era libre – luego feliz” – quizá soy un poeta – mis alas flamean libertad – en todas sus distancias quien sabe de mi propiedad. Recuerdo, tirado sobre los soleados arrecifes, pues me gustaban los paisajes submarinos – muchas veces ahí – pesqué del fondo de mí mismo, pecesitos de colores de mis ensueños juveniles artífices de mi poesía mañanera. Busqué una vida retirada un detenimiento contemplativo – en una distancia de mi camino – una pascana – para armar una fogata para sublimar mis pasadas equivocaciones y tirar mis camisetas y mis sudarios a los 4 vientos junto con las cenizas y de mis pecados las incineraciones para seguir caminando sin esas cargas que me habían jorobado tanto. Y en mis arrepentimientos veía flotar en la penumbra una estela de luz, pequeñas luciérnagas dando lumbre – a mis nochedades. Más allá oigo aladas de mensajeras aves, elevándose en sus vuelos de majestad – tras un cónclave – de sus problemas ovíparos. Acaso solo musarañas en la luz horizontal de un sol ya en poniente – hace solo un día nació en el levante con todo su fulgor y brillantez – ahora de luz agonizante en esta penumbra del tardecer. Se ofusca también la mente en la tarde, con muy pocos restos de fulgores de tino, tratando en sus últimos suspiros arder tan sutilmente. En esta hora fluyen en torrentes y borbotones – los versos y las calladas canciones, rompiendo la inhibición de la penumbra. Mi verso libre y desencadenado. Claudio un día me dijo: El hombre es un hijo bastardo de Dios y la mujer una costilla falsa de Adán. Aún niños quedaron sobre la tierra a su destino y antojo e imaginación vagando en su estilo y a su manera. Pronto se quemó en sus propias higueras, jugó con fuego de piras de sus propias fogatas y luego quedó cenizas – arrastradas por los vientos sepultureros. Supongo ese padre putativo no fue tan responsable – disque se había quedado dormido – dejando a este hijo espudio en plena vía. Padre porque me has abandonado aclamó Jesús a viva voz – a ese que llamamos padre – que de nosotros se ha olvidado allá y aquí. Así habla Claudio – nunca supe si fue poeta, filósofo o científico. Parecía tener en su alma un resago de dicha – anterior a Golda su segunda esposa – pudo haber sido de otra clase de perfume – más sutil – las violetas que se asomaron desde el verde follaje – con un mirar de soslayo – pues Golda era una rosa sobre un lecho de espinas. Pero solía disimular: Vamos solo al libre albedrío – dueños de esperanzas y antojos frágiles, inermes llegamos a un río para sambullirnos junto con nuestros despojos – y ropajes. Entramos pasito a paso a la arena – como unos gallitos de pelea y bailando como indios con flechas declarando a la vida la guerra. Ahogando en este ambiente pululando aún doy manotazos de vida, es la gran vía, no fue Roma donde me he metido – no fui lo expectante ni promisor. Mi rosa Náutica, señala los derroteros del hombre navegante eterno – bogador o caballero andante, desfaciento nuestros propios entuertos. O buscando los molinos de vientos de nuestras fantasías – son pocos los que llegan a sus puertos sanos y salvos, vivitos y coleando; muchos quedan por ahí yertos y secos, fríos y apestando. No somos lo que hubiéramos querido o simplemente no fuimos capaces – ni siquiera osados o audaces de ser – para lo que hemos nacido. Secretamente busqué la inmortalidad a un precio, oneroso y caro tuve triunfos y también fracasos – solo momentáneo – a nadie le gusta el pensar filosófico – en un mundo del materialismo pragmático – y mi arte de mi poesía era la histeria de la natura. Claro un día derrepente se rompió el silencio al estruendo de mis tormentos – fueron truenos y relámpagos y vi florecer mi inmortalidad en mis jardines en flor, con mis últimos alientos. Uno iba de lo relativo a lo absoluto: Una hora con Golda es solo un instante, un minuto con mi ex suegra era una eternidad; así hablaba Claudio. El tiempo no existe en el amor – pero se hace eterno en el dolor y los espacios son cercanos y distantes según los deseos y anhelos. Se vive muy poco e intensamente en lo que sentimos felicidad – esta insólita relatividad no se sabe ni se entiende. Sin embargo mi amor por ella es eterno – en cambio el dolor es solo trascendental – depende del ángulo con que lo mires. Así llené todos los abismos – en el éter poético de afectos sublimes y la nada y los vacíos los colmé de aromas duraderos. Queda el perfume en los aires que respiro y en los cielos cercanos – de aquellos alientos y vivos suspiros los recuerdos de ayer y los lejanos. En la relatividad del tiempo y lo formal del pensamiento – no cabía pues lo absoluto; en este valle, a la insignificancia de nuestra mirada. Flotando en el lago azul de nuestros ensueños o bogando en una estela de luz de nuestros preferidos pensamientos – encontramos en nosotros alguna virtud. Creo, que nuestras lágrimas fundidas en el dolor tienen un curioso surtidor hacía el alma – luego son suspiros – lágrimas gasificadas haciendo fuga de nuestros corazones. Creí en la belleza imperecedera de Golda y no la sutil pasajera – ella era una beldad que se cultiva de hoy a la eternidad. Son los momentos acaso de los sueños venidos a verdad – un arco-iris en el ocaso con algunos matices de nuestra realidad? Los otros solamente fueron oscuros pululando como sombras en las penumbras fantasmales de ayeres al devenir – como mariposas de luz enredadas en el mágico telar de nuestros ensueños. Recuerdo aquellos tan pocos y gratos mientras los otros y varios perduran en la bitácora de los momentos ingratos se hacen perdurables. Apenas fueron los fugaces instantes de dicha, pequeños chispazos haces de luz trascendentes y foráneos. La felicidad viene de afuera y se posa muy adentro en el alma luego es tocata y fuga y se van con su música a otra parte. Y desde las sombras – revolotean mariposas de luz viajeras quemando sus alas en los cirios fantasmagóricos de las ilusiones. Sus áureas alas fundidas en muy pequeñas gotas, llenaron sin embargo la copa de los sacros néctares de nuestras vidas. Quise mirar este mundo a la deriva desde mi torre de cristal – con una mirada vertical de arriba hacía abajo – en sus tres dimensiones proyectivas. No pude indagar lo profundo en una magnánime contemplación a este paisaje de aquí abajo – una humanidad en una confusión – “de consumidores y vendedores” – en una recesión – un atajo. Los hombres convertidos en cucarachas caminando de la izquierda a la derecha en medio de un basural – y las mujeres tenían nidos de pájaros en sus cabecitas. Traté de conversar con mi yo antagónico – un tipo canta-claro y lucúas – no entendía mis metáforas – “no nos comprendimos”. Solo pude ver desde mis sombríos ensueños las argentadas huesos. reverberaciones del antimonio de mis Las revelaciones de mis tardías ideas pero cuando hablo con Dios lo hago cara a cara – no me pongo de rodillas ni bajo la cabeza. “Soy hijo de él” entre comillas – nunca lo vi – como los demás feligreses – alicaídos – crucificado y mal herido, sino alegre y contento ante el universo y las gentes – “un rico papá”. “El hombre es un ente pensante – hablante – libre y sus circunstancias – los principales, una adelante y otra atrás – lo demás son colaterales – los del futuro ya no tienen lo de atrás”. El hombre no es un ser miserable ni un bicho vil y rastrero, en un ente libre, pensante y hablante. Aquí y allí y en todas partes – así bien claro. Converso con él de igual a igual en arameo – es monolingüe – con cariño libertad y sinceridad – no usamos jamás parábolas ni metáforas, sinalefas – sino el habla honesto y pleclaro de mis equivocaciones y pecados. Bueno son muchos los alicientes para pensar y palpitar de nuestros espíritus indagantes, que nada es el principio ni tampoco el final. No hay parámetros para la imaginación conforme sea libre el espíritu, pensando con amor en el infinito espacio y paisajes de la creación. Tenemos un fuego interno en cuyas llamaradas se fragua las ideas o como un puquial de agua dulce brotan del alma los pensamientos innatos. Yo también tengo llamas de mis propios soles, no son reflejos del claro de luna, ni colas de cometas, son fuegos nobles regalos de Dios y la natura. En ese calor se sublima la mente y las neuronas, se encienden como las estrellas en un cielo aquel, estereo sublime del ensueño. Andamos con dardos envenenados o con la poesía a flor de labios, veneno en la mano, amargo y dulce de resabio. Tenemos algo de divino y mucho de lo insólito o diabólico, también de lo humano, la trinidad de nuestro ego mundano. Y afuera está el tiempo, espacio y las circunstancias – diagraman nuestras conciencias – y de manera extrovertida vienen los imponderables. Tres entes, nuestra trinidad con sus peculiares circunstancias – plasmando nuestra personalidad. Quizá viví – un futuro pluscuamperfecto de un verbo que no fue Dios – era yo – solamente yo – quedado como un pasado perfecto – “todo ayer fue mejor”. Hay modos conjugando nuestras vivencias, futuras y pretéritos de nuestra existencia, sin embargo nuestro ego, un sustantivo con algunos determinantes, adjetivos y refinamientos o con sus traumas. Así perdido en la mirada gaseosa y sutil de Golda – en una musaraña flotando en la luz horizontal – tras las ventanas, de su alma, sin cortinas ni celosías – con la transparencia de tul – de color azul – se veía su alma de cristal. Aún mis ideas – aún infantiles y tiernas, nacidas de mi mente ya senil – ya había comulgado mundanas hostias pervertidas en el tiempo y espacio – otra ya perturbadas por las tempranas tormentas de aquellos primeros días y mis pecados tardíos. Aunque no he metido el dedo en la pila del agua bendita ahora los feligreses dan miedo están infectados de “sida”. Pero sí muchas veces metí la pata en la mismísima mermelada – mis dedos se habían entorpecido – entre mitones y zapatos. Algo presumo del devenir: La materia y antimateria, las relaciones anódicas y catódicas – un lugar geométrico en su configuración en un sistema de coordenadas binarias – nos dicen somos computables y las mujeres también. El mal y el bien compenetrados en una dialéctica existencial – un equilibrio de dos fuerzas iguales de vectores contrarios – nos tienen a cero. Aquel divino y a la vez diabólico equilibrio – el mundo gira en su eje movido por dos fuerzas centrífugas y centrípetas iguales – que en algunos años luz – la tierra será un platillo volador – visitando otras galaxias. Ese toma y daca es el equilibrio de este universo y las galaxias “Ódiame yo te lo pido – tan solo se odia lo querido” – un vals peruano – lo explica todo. La dualidad de signos diferentes la computación binaria de nuestras mentes, cuya memoria y programación son los dígitos de: Dios y el Diablo y el hombre el ente computado. En este diseño arquitectónico – la configuración de nuestra imagen es la expresión del arte y la topología de nuestros actos – son nuestras obras maestras. La idea fija del mundo económico ya no es: Pienso, luego Existo – pues hay muchos imbéciles que ya no piensan – pero existen. Pues por mirar la estratosfera ya no miran sus interiores – por ende nadie se conoce a sí mismo – más te valga sería una triste realidad – por lo menos conoce a los demás. Yo no sé para qué existo y vivo, porque el aire aunque contaminado todavía es gratis. Ya nuestros pensamientos se están agotando en las pequeñeces de sus parámetros políticos, geográficos, económicos, religiosos y prejuicios – han opacado terriblemente nuestros espacios. Ya no es posible vivir en esta pequeñez – parece ínfimo y una ridiculez. Somos pequeñas revoloteando en la suciedad. cucarachas martinas Era demasiado sol – y al tardecer con una sombra multiplicada a mi talla – no fue tan brillante – algo debe haber pasado con mis kilates. Esa sombra me persigue fielmente y lo hará hasta el último paso a la tumba – luego desaparecerá tan fugazmente después de haberme tenido la fé hasta la muerte y más allá. Mis horas se difurcan – como los pétalos de mis ensueños – desprendidos y por ahí se arrastran secas y marchitas empujadas por cualquier viento. Más se disipan en sus despertares – las pesadillas de las horas largas con los resabios de sus sabores amargos que aún se arraigan con uñas y dientes. Solamente los bellos sueños son insignificantes – no hay momento para descifrarlos se desvanecen como enigmas recalcitantes que queremos interpretarlos. Los sueños y pesadillas no convergen ni siquiera son paralelos – alguna vez en el alma se bifurquen cortados por nuestros anhelos escondidos y binarios. Mientras tanto ante la luz horizontal flotan las ideas parecen musarañas van y vienen cuyas caravanas jamás se agotan son cupos a la eternidad. Mas veo las cosas desde un palco de mi balcón: Mas solo veo sostenes y viudas sin rumbo moviendo sus carteras al ritmo de sus caderas. Hemos alterado la verdad desnuda con disfraces y metáforas clandestinas – en esta fanfarrea mundana de fingimiento y refinamiento. Nacimos con solo nuestra piel y dentro de ella, el cuerpo y el alma – nunca le hemos sido fiel. Simplemente porque nos da la gana. Es que el hombre tiene su cerebro debajo del sombrero y la mujer tiene todas sus razones en sus lágrimas y sus calzones. Falseamos los motivos existenciales con máscaras, caretas, mohines – ignorando los retos esenciales y terminamos falsificando los fines – nos equivocamos exprofesamente y aceptamos impunemente lo insólito, las falacias ipsofactos. Mas no sé, si es la gloria o los dedos de un titiritero, van moviendo los hilos de estos muñecos de carne y hueso. Los caminos andados son de las acémilas, los pensamientos trillados son de los mediocres – y en nuestros peregrinajes – llenamos solo los cachivaches, nuestras mochilas o nuestras jorobas. He encontrado el rostro ajado del tiempo – ya con muchas arrugas por su moroso comportamiento de desfalcos y muchas fugas insulsas y gratuitas. También tiene sus vértigos, desmayos y desmanes en sus circunstancias relativas – pues los minutos son diferentes y desiguales en sus drásticas contundencias, sin embargo – en una teoría de conjunto – es un ente inconmensurable hay minutos vivientes y otros difuntos se van tomando sinusoides o espirales en dos dimensiones y así se llevan nuestros espíritus a rastras – o cargando nuestros tiempos idos – a las cuentas de lotario – A dónde? no lo sé – este ente flotante dentro de nosotros, con nuestras esperanzas, nuestra diáfano de lo poco que tenemos de sinceros y francos. En este escenario de la vida pocos son los verdaderos actores protagonistas, la mayoría son solamente espectadores sentados cómodamente en primera fila – o simplemente números extras de papeles ridículos – soldados desconocidos de fosa común – nns, en las lozas como epitafio – muertos en vida. Encarnados en nuestros sueños de día y en nuestras pesadillas de noche – somos posadas de estos peregrinos, simples fantoches de lo que nos depara la vida – o siempre están asidos a nuestras almas de manera congénita – serán nuestros genes, acaso cromosomas eternos en nuestras órbitas de nuestros cielos cercanos y distantes asidos clandestinamente en nuestras galaxias? –extraña arquitectura diseño perverso de ese yo – llamado persona. Gambeteamos en remolinos o se queda en media vía y otros metidos en torbellinos en cualquier insólita esquina – o safamos por inercia y resaca por la tangente fuera del río a sufrir el rigor del calor o el frío – válgame Dios; lo que fuera. Creía solo los ílotas tenían destino – pues eran simplemente ílotas en Grecia, hay también otros tontos idiota sentenciados a un destino – en otras partes: Solo sé que todos los caminos conducen a Roma; metáfora del campo santo. La hora es impersecuta – y los espacios ya están prostituidos, anduve enamorado de una rosa – y fui crucificado por sus espinas, aún tengo sangrantes heridas – solo fueron ponzoñosas – esa rosa era Golda – espina de toda mi vida – mi vida pendía de la punta de una sola espina izada al vacío, en un hilo frágil y dúctil – claro que me quejaba - más “bienaventurados los que lloran por fuera y por adentro pues no se quedan con la mierda adentro”. El sol es más brillante en el poniente –pinta en los cielos su mejor celaje y con su amor todavía ardiente su más precioso paisaje – sin embargo – así como el sol se sepulta en el poniente – todos llegamos al último motel con visa o pasaporte – cargados o en limosin y desde allí los espíritus con un buen curriculum vitae alzan el vuelo a las órbitas de su eternidad y los que no han hecho nada se quedan en el vacío – muertos en alma y cuerpo de verdad, pero aquellos que se equivocaron de pleno, tienen derecho a un repechaje a solicitud a una reencarnación, una nueva vida de reclamo – cambiando sus errores por una virtud – en cualquier lugar del universo – como ente pensante o solamente viviente; no todos los espíritus son eternos – los buenos quedan flotando en el éter como cupos de almas para los recién nacidos – cabe mencionar; este mundo es también del demonio, se ven casos que no son santas que se diga. La burra no sabe de alfajores tampoco de grandes amores – pero si le gusta el pionono. Más todos queremos volver a las sendas amadas – donde dejamos nuestras huellas de nuestros mejores pasos. Nací en mi Perú profundo y mis primeros versos fueron céfiros de vientos cortando el silencio de mis alturas – tibios susurros de mis primeros pensamientos. Dejé los celajes flotando – de luces crepusculares en mi tardía vuelta a mis lares – pues había hecho largos viajes. En la serena contemplación andina pude fijar mis miradas al más allá de lo que significa esta vida que cada instante se nos va. Los serenos y tranquilos detenimientos pude contemplar mis paisajes internos en la misma dimensión de los externos con la única sensibilidad de mi alma poética. Ideas, cabellicos que trae el viento con sus hilos de oro y plata a bordar en mi pensamiento telares de colores escarlata con la mirada auquénida y altiva con la serenidad fría y contemplativa, con magnanimidad y altura como un digno hijo de la puna. Acaso somos los únicos moradores pensantes de este curioso valle – tierra – hay otros muchos inmersos ahí fuera en otras ondas y frecuencias constantes y de alta fidelidad. Quizá para otra casualidad inusual haya alguna vez una interferencia – como en el caso de RHX3 podamos ver seres de apariencia extra-terrenal pertenecientes a otros espacios de vivencias. Sin embargo nuestro sol es el mismo y la luna con las mismas fases; todos inmersos en este suelo por un geotropismo solamente en diferentes ondas y alcances; con algunas diferencias somáticas y la intensidad de sus pensamientos por razones esotéricas no nos encontramos no platicamos; no estamos distantes. No se si nosotros somos hijos putativos y los otros los llamados espudios quien sabe todos somos legítimos de aquel metafísico llamado Dios – pero por las caras y cosas que vemos – también el Diablo tuvo que ver en la paternidad – “estoy seguro la tierra es bígama” – yo lo estoy buscando a los dos para sacarle la crisma – por haber hecho al hombre – de un barro podrido; con un tufo de vino de mala calidad derrepente los otros son de acero inoxidable o polvo de uranio biónico, transparente y eléctrico. O hijos del hombre: Demonios o angelitos de terracota o barro negro. Yo soy un camellido de tres jorobas, nací por ser dromedario; con una y dos de ellas la tercera las armé poco a poco; con mis problemas preocupaciones y ellas. Anduve quimbiando a la izquierda – porque el siniestro lo tenía más pesado, no era comunista – pronto me fui a la mierda tan solo para consonancia, temía a la puesta del sol, poner la frente al suelo y así rendir culto a Alá y allá me fui de frente, pues habían camellos pendejos atrás. Un día renuncié a ser islámico, deje de leer el Corán – y creer en el destino – pasé el Jordán para hacerme cristiano – leí la Biblia y me convertí en un camello católico y Romano – después de 40 años de ser Mahometano me vine a los Andes a conocer a mis congénesis – aquellos aunquénidos sin joroba – me dio soroche y tiré mis tres jorobas – alforjas suigénesis llenas de agua sucia y dátiles – y después de 40 años de ser un grandísimo hijo de Buda de convertí en un mutante bello, una llama, un hijo putativo de la puna. Solo que las jorobas fueron mis verdades – y siempre fui un camello con principios leales. Estoy seguro ese reloj – llamado corazón – le dieron cuerda una sola vez – pero solo sabe amar y odiar – mientras pueda latir. No somos libres – tenemos leyes de pie forzado – la maldita gravedad que nos tienen pegados a la tierra – aunque me he despejado de los prejuicios sociales y de los traumas históricos – llegué a ser libre y auténtico – pero las gentes me llaman “loco” estando en mis cabales – ando libre de ropajes de prejuicios y máscaras de tontos fingimientos – me gustan las cosas en vivo y directo, sin muecas ni ambajes – practico el amor libre y democrático pues creo francamente en la libertad – no soy romántico por que en verdad: “El romántico es un imbécil simpático”. He querido enterrar mis males en un ataúd de cristal para descubrir en esta transparencia los motivos de su existencia. Y en otra urna igual – el bien en su verdadera dimensión y contemplarla con detención donde está la diferencia del mal. De estos dos arquitectos metafísicos creadores del universo solo uno es perverso. Sin embargo esta dualidad mantiene el equilibrio universal de lo diabólico y angelical – que al ser humano le conviene – pero nosotros también tenemos el humanismo como tercer fulano metafísico. Hacemos ley de nuestras y malas costumbres, son las luces de farol para este grey. Así existen tres misterios dentro de nosotros, más allá de los umbrales del ego – angelitos consejeros de nuestra trinidad – “un ente humano, un maligno y una deidad”. En este triángulo equilátero, isósceles o rectángulo, tenemos catetos e hipotenusas y en nuestro pentagrama fusas y semifusas. No tuve mirada horizontal sino cónica – desde mi torre, un campanario – contemplaba el mundo como un escenario. Desde ahí arriba blandía mis campanas, con toda la ira de sus barajas y lanzaba mis voces de protesta a la multitud humana – anadando en caravanas aquí abajo. Eran tres plano y una cuarta dimensión – en mi geometría proyectiva tetradimensional – “El verbo, la palabra – la poesía y la profecía para este valle de tanta ambrosía; para aquellos caminando en una sola dirección. Desde arriba son muchos los ángulos de visión, etérea y cósmica son los otros planos, la contemplación poética. Es que tenía los pies unas cuantas pulgadas encima del suelo tratando de asir con mis manos el cielo. Aunque sé, estoy atado a la tierra en vida y la muerte más me doy ínfulas y donaires flotando un poco en el aire. XXIX Estoy relatando las especulaciones de Claudio – mi amigo terrenal – las que traje gravada en una computadora de buena calidad de la memoria de este extraterrestre amigo de Claudio y su tribu. Claudio dice: Aparecí en este mundo un siglo XXIX encontré 4 poderes existentes: La iglesia, Los judíos, los masones y un cuarto poder especial; los maricones. La iglesia, había convertido a muchos hombres en estúpidos feligreses – no le asombre, hicieron esto – era un valle de lágrimas – golpeándose el pecho de rodillas, amenazados con el fuego del infierno y prometiendo la salvación y el cielo – y los obispos tenían las braguetas hasta el cuello – y los creyentes en la sombra y el averno; los curas eran dueños de oro y las conciencias, vendían los siete sacramentos, perdonaban pecados – los tenían a sus fieles embobados dueños hasta de sus mujeres y pertenencias. El otro poder de los judíos – creyentes en el becerro de oro, eran a estas alturas dueños del oro, las ciencias y artes de este albedrío – manejaba los “ismos”; cristianismo, marxismo – comunismo, relativismo; lo importante era solo el dinero – y lo primero, manejaban el cine, el teatro, la televisión y todos los medios de comunicación – estaban en todo negocio – tienen narices grandes las huelen todas – sin embargo hubo una guerra entre narizones y ñatos (judíos y nipones) por la lucha de los mercados – fue una guerra a muerte de trescientos años. El tercer poder – era de los masones; hermandad de sabios intelectuales arquitectos de la tierra – eso creían – eran poderosos – pero ocultaban algún trauma. Mas en el medio de estos tres poderes estaba el cuarto poder malsano, eran pues del otro equipo existían maricones en los tres anteriores. Así entramos pues al siglo XXIX, quizá de otros no quede ninguno, ni izquierda, ni derecha – ahora el problema es quien está arriba – quien está abajo – el que monta manda. Este cuarto poder tenían una maldición diabólica – cuando les daban – causaban “sida” y cuando no; le daban “cólera”. Bueno lo único que puedo decir: “No reces a Dios sino plantéale un negocio – Jesús fue judío”. Es cuando escuché a Golda una canción: Que culpa tienes tú golondrina viajera de virtud perdida en las distancias de mis cielos suspiros que deja el viento a la eternidad de mis sentimientos soy víctima por la sensibilidad de mi espíritu de asir tu mirada plasmando en mi infinito no habrá olvido. Es cuando Claudio decía: Aquí en el otro lado del río (aveces el estaba en otra onda) mi alma una libélula sus alas quemó en ese candil encendido, la culpa la tengo yo; de haberte conocido mariposa de luz, enreda en las entretelas de mi corazón – que culpa tiene el exuberante sol que desaparezcan las sombras despavoridas como nubes de abejas negras desvalidas huyendo del lobo con terror. Y tu abejita de miel que dejó el viento en mi pensamiento. Destila aún de tus ojos brujos gotas de mentiras infieles yo fui víctima de tus embrujos como el más vil de los imbéciles. “Se lo dije a Adela”. Esfume tu espíritu a la nada o caiga en el vacío o se pierda en la cañada de todos tus desatinos. Se lo dije a Yolanda. Para ti es la muerte eterna y el olvido a mi pensamiento y en las sutiles arenas tus pasos lo barre el viento. Se lo dije a Carmen Luz. Se acalle tu voz en mi recuerdo en los mudos suspiros perdidos en las porosas montañas de los olvidos si alguna vez oírte quiero. Se lo dije a Teresa. Son para las mujeres – que conjugué el verbo “amar” – en tiempos perdidos. “Recuerde: La mujer es la costilla falsa de Adán Pérez” – por su puesto hay quienes mueren para siempre, en cuerpo y espíritu – en el solemne espacio del infinito – para ellos no habrá eneros, ni diciembre y del fuego encendido entre tres piedras – habitarán aún sus candentes lenguas izando en flamas una bandera la enseña del amor quemada en sus fraguas. Tus gritos, ni siquiera tendrán ecos – serán sordas las montañas rocosas, no querrán oírte nunca más se ahogaron en algún recoveco. Te ignora la vida y la muerte te espera el vacío y la nada no fuiste buena, eres mala y te mereces y te ganaste esta suerte. (Esa mujer no tuvo nombre). Te conocí y jamás negaré no te olvidaré esta tierra girando en su monotonía, no borrará el recuerdo tuyo, no me corro del futuro – estarás en mi alma “Mariana mía”. Por más que alce el vuelo – a la órbita de la eternidad eres la dueña de mi vida estarás en la estela de mi cielo – si por alguna razón de mis pecados sea condenado al averno mi amor perdura tierno en mis mejores versos dejados aunque me quemen vivo en el infierno no importa que canten otros gallos en aquel galpón tuyo soy aquel que un día era el único dueño de sus encantos así en tus verdes prados se producirá el blanco arroz o los amarillos trigales para el pan nuestro de nuestro amor fuimos cristianos y legales. Hay pétalos de un solo día de rosas decapitadas de un rosal más ellos tendrán su hostal incluyendo sus espinas dentro del alma mía. Así, no me canso de repetir sus cantares de Claudio – ahora que he vuelto a mi finca e integrarme a mi club – UMO – unión de maridos oprimidos – en todas partes se cuecen habas aquí soy un perfecto saco largo – un perfecto caballito de paso – de paso chévere “o un santo cachón”. Sigo relatando: Lo que dijo Claudio – viviendo solo pensé en un epitafio, nunca quise mi nombre en un letrero y del placer un resabio. Viviendo no saqué la cabeza de la nada así iba aprendiendo – la forma de ser feliz. Del vacío de no ser sin tener que padecer dejando mi sacra libertad y morirme de verdad viviendo. Jamás aspiré la gloria, ni una página en la historia, pero sigo creyendo en mis palabras, en mi loza que sólo un día hice de mi vida una poesía antes de llegar a mi fosa. Tampoco está bien perderce en abismos, podemos hacer nuestras vidas eternas, dejando tras nosotros, unos versos, las esencias de nosotros mismos. Las sombras se estiran en el tardecer mucho más grande que tu tamaño pero aquellos días de la juventud – eran tan pequeños en el tardecer. Era un niño – así desafiando la negrura de la piel de un negrito, blanqueaba sus dientes y manos abiertos – tratando de decirnos somos blancos – somos hermanos, toda piel es un telar del mismo ovillo. Bueno en este siglo XXIX había dos cosas que me llegaron al huevo – las corbatas y las mujeres pero no me opongo si son regalos del amor mío. Esas camisas eran tipo policía – apenas tocaban pito – antes eran tipo gallina – cubrían huevos. A decir verdad Me llené de mucha comida el estomago – y parte del excremento se fue a mi cerebro – por ende – que mierda iba pensar mi mente – pues necesito la angustia y el vacío – la soledad y el retirado apartamiento para encontrar en mis neuronas alguna idea feliz para mi pensamiento. En la sociedad a pesar mío – pertenecí la clase media – se solía tener mucho de fantasía y vanidad – yo solo esperaba un lapicero y un papel para mi poesía. Pues me había empachado, embriagado de comidas, licores y placeres – hasta el vómito y bostezos, solamente hartaron a mi cuerpo, dañaron mi hígado de sinsabores. El tufo de esta exótica espesura embriagaba con un cocktail de mezclas, me daba vueltas la cabeza estaba borracho en su gran hechura. Luego soslayaba el revoltijo viendo las palomas torcazas surcando el cielo, disfrazadas de diablos azules desde una espesura de cardosanto su vuelo, eran muy transparentes sus tules del color de sus alas. Corolas abiertas al beso de la mañana, con la frescura empapada del rocío, eran las sonrojadas mejillas de amor mío, de aquella primavera temprana – se llama Gloria. Radiante pétalo de mujer florecida, tan solo un amanecer la conocí – una radiante aurora de un ayer de otrora. No dejé de sentir su fragancia – en toda mi existencia; hay mujeres que no tienen olvido, pero lo que doy gracias de haber sido. Picaflor cautivo, fue mi destino de haber amado solo una vez. Somos almas en pena sometidos a dos condenas; la vida y la muerte, de ellos nadie ha escapado. Y en la transparencia azul de mis ensueños, despejé las nubes tupidas de los cielos entumecidos o por mis escarchas pendientes. Atonizando al absoluto vacío las sombras adheridas a mis horizontes estoy pescando pecesitos de colores en aguas claras del río – Mas la vida dicen, es un sueño. Cuando la noche se desvanecía – la cándida y romántica aurora se abría de piernas y de brazos al nuevo día hágase la luz y se hizo sin demora. Ella se llamaba Aurora – la tengo tatuada a flor de piel con letras de fuego a sangre fría su imagen siempre viva desde aquella noche – de su luna de miel. Me regaló una flor “no-me-olvides”, luego anduve por campos y cañadas, rumiando el amargo pasto de mi realidad – de mis horas tontas y calladas. No me detuve en ninguna posada, no busqué abrigo ni trinchera muy pocas veces hice pascana en alguna trocha de mis caminatas – No iba a ninguna parte era un peregrino andante un peatón sin camino – de vez en cuando llegué a un oasis para mojar mis labios y dormir a pierna suelta – llevé muy poco en mi mochila – una cantimplora – un pañuelo – un calzoncillo desechable y la foto de mi madre – se quedó hace años en su hogar eterno. No siento cansancio ni fatiga – son míos todos los horizontes los valle y los montes – hasta cuando me dure la vida – solo dejaré en cualquier parte – en una lápida solamente mi nombre de pila. Aunque todos los senderos van a la muerte; no cabe la inmortalidad para todos. Tan solo se quedan muertos – nunca me caí en un abismo – tenía la filosofía del burro – tenía 4 patas para ir al futuro – fui yo mismo, tenía repuesto. Me hice el dos en medio mundo y con la otra mitad me limpié el culo, no era tan fuerte – sin embargo no temí a la muerte – no tenía problemas d izquierda, ni derecha, era una utopía – miraba hacía adelante y me cuidaba de atrás; así no perdí la virginidad en mi vida de andante. El halo blanco de mi frente lo poco de angelical de mi ego – el resto es un nimbo del aciego de la brumas de mi mente. Mis pies detectaron las piedras del camino; mis ojos conocieron los paisajes de la natura; mi alma asido a mis mismo – no se perdió en ninguna vía o trocha. Mis pasos en las arenas de muchos desiertos – lo borraron los vientos orientales sin dejar mis huellas quizá solo sean montículos inciertos de mis horas malas o buenas. Montículos de arenas frágiles para desmoronarse tan fáciles como la vida misma – un latido que se pierde en un débil suspiro. Entre el crepúsculo y el alba conjuga el tiempo la eternidad en sus distancias inmarcesibles, sin embargo en su fugaz estela teje la mortaja; un velo para viajar con ella al cielo – en la cola de un curioso cometa – con ese ropaje sin sombrero, descalzo, desnudo por dentro – con un millón de ideas en el cerebro – se va allá – contento con una extraña sonrisa, el mohín de la muerte. No se lleva ningún equipaje – aunque lo mortajen con hilos dorados – mas bien una mochila simbólica para este largo peregrinaje. Los muertos caminan de pie plenos de esperanzas y poesías todavía. Dejaré en mi sombrero mis pensamientos y en un pañuelo – lágrimas resecadas y en una canasta sin fondo mis anhelos y en un banco de ideas – una cuenta reservada. Son pocos mis recuerdos infantiles – mas fueron de las horas viles aquellos me colmaron de dulzura pero las otras solo de amarguras. Tuve luceros en mis mañanas y en las tardes celajes de agonía de las luces solares sepultadas tras mis montañas. Mi generación fue de perfiles propios, también de niveles de clases – llamadas esferas sociales – y teoremas sin axiomas de aprobios en demostrarlos éramos incapaces. No tuve tiempo para brillar mi nombre – sólo pude ponerlo entre cuatro cirios; ni siquiera en una lápida de mi fosa – o un epitafio en mi loza. Mis amigos eran analfabetos que no os asombre – no podían leer – no me busquen en los sepulcros – mis cenizas se esparcieron en el mar y mi espíritu – se fue a otros mundos, tenía buenos amigos por ahí. Donde Uds. no podrán llegar tal vez esperaré de Uds. un recuerdo si alguna vez fue grato con vosotros simplemente reciten un verso cualquiera que seguramente brotó del corazón mío. No pensáis que estoy en el cielo tampoco – pues cuando era piloto – Dios era mi copiloto y el Diablo mi ingeniero de vuelo. Tengo dos amigos poderosos en ambos sitios. No estaré en el infierno estaré en alguna página de un libro que los escribí – para vos. Cuando el mar en sus brisas os cuente, algo de mis cenizas, estarán en sus altas olas – bogando siempre – míralas cuando estáis en las playas a solas. Es que debo vadear el río – o fabricante una oroya – o un puente de palo, pues apenas siento el tic tac del reloj de la vida me está llegando el final. XXX Parece, Claudio presentía el fin del mundo – no calló – las coas de su mundo a fenecer. Yo fui feliz de cojerlos y llevarme esta nueva Biblia – ya no mentirás – como las otras – solo la verdad. Lo voy a transcribir al habla de mi pueblo – que gusta mucho de la poesía y la literatura sideral. Busqué en el espíritu de su verso la ignata esencia del alma suya y plasmé en algunas páginas preferidas – hoy quedan intactas las cosas que quiso. Esas páginas, muchas veces las empapé de lágrimas extraterrestres, vivas – y mis atonizados suspiros de sus bellos momentos vividos pensando en su inmortalidad a pesar suyo. No se puede callar al universo de los genios de luz propia. Tenía ideas – le seguían como sombras aveces prostituidas en las rutinas – convertidas en traumas – sus ideas fijas – lo perseguían como alondras viajeras escoltando sus sueños – poéticos aveces prosaicos. En sus horas ya vespertinas – un celaje de luciérnagas confusas – o un enjambre de moscas nocturnas izaban sus antenas de luces repentinas malogrando sus sueños. Sentía aladas de aves e insectos una insólita procesión de abejas asesinas tras sus pasos – hicieron de su alma un nudo imperfecto – una posada – un cortejo – con faroles de luces falsas. Pequeños focos encendidos – en algunas neurona aún vivas acaso gran parte de su cerebro – solo estuvo dormido se despertaron a dichos estímulos o se activaron sus ideas geniales solamente. Alondras, luciérnagas y moscas oscuras – metáforas de sus poéticos pensamientos, acudieron a posarse en sus sentimientos – o quien sabe fueron sus musas. El traía en su cabeza un fardo de fantasías ideas e imágenes en su gran simpático y en una mochila las amarguras de todo bardo. Cada burro carga lo que puede y defeca lo que debe – no llevaba mucho en sus alforjas – unos cachivaches y su “costilla” Golda. Solo llegan los muertos en carrozas o hombros de unos fueron buenos hasta en boca de sus enemigos. Tenemos el cerebro de inteligencia y el cerebelo para nuestros reflejos y el gran simpático para la vida vegetativa y el corazón para nuestros complejos – un pentagrama de fea música y una topología de nuestras configuraciones. Y las líneas de las manos – son causas de los flujos de la mente y el corazón abren sus respectivas líneas por donde se deslizan nuestras ideas y afectos – y de esta interrelación hay un vector resultante de nuestra voluntad para la interacción. Hay una perfecta cibernética “abscisas y ordenadas conforman nuestros lugares geométricos – muchos de ellos hasta configuraciones topológicas”. Así nacen nuestros criterios cuya programación depende la profundidad de esas rayas – sin requiebres, ni traumas. “Un rayado es un genio” – aunque nuestros retos son dardos envenenados o bellas notas de una canción que impactan insospechadamente. Muchas veces hay desequilibrio en nuestro lívido, pues hay muchos que patean con ambos pies, esos han nacido al revés – son del otro equipo – sigo creyendo que hay dos titiriteros nos manejan a su regalado gusto las marionetas humanas dos “patas” artífices del universo. Algunas pequeñas cosas – dichas de improntus: “Toda mujer vestida de amarillo está buscando marido – yo prefiero la de azul aunque mucho me cueste”. Es el color del alto cielo y de mis sanos anhelos; pero aquellos de vestidos rojos me ponen bravo – tengo complejo de toro miura; las de negro son muy elegantes o son viudas sin rumbo – si las llevan trasparente, mostrando su desnudez en tul, no creas en su beatitud. “Cada mujer al vestir es peculiar y desnudas para lo mismo”. Pero a la hora de la verdad nadie mira la cara, ni los ojos; el hombre y el toro cierran los ojos cuando embisten. Mas Claudio – por una casualidad genética había nacido con unos canales mas en su cerebro – y pudo ver las coas que otros no pudieron ver. Captó los impactos y radiaciones térmicas de aquellos metafísicos que nos gobiernan – uno diabólico, el otro angelical en concuminancia, ventaja y alevosía con el yo antagónico – sin embargo el destino no está en el cielo y en las estrellas celestiales, está en las manos geniales del hombre de este suelo. Aprendí en la mirada auquénida de los hijos de la puna – la imaginación contemplativa, la metáfora y la figura. Aprendí mucho de la altura – detenimiento y la paz; el esplendor de la natura – no dejé de mirar jamás. Hoy camino solo por reflejos en esta sociedad de consumo ya no miro tan lejos – un poco más allá de mi nariz a lo sumo – pero así soy feliz. “En la pequeñez de mi mirar”. Era prevista para las lejanías – ahora soy miope solo veo la cercanía no me importa el más allá- ya no es mi problema esa mirada longa quedó atrás. Aunque mis senderos encadenaban las aldeas a través de montes y praderas – habían puentes colgantes se llamaban oroyas hechas y tejidas de simples totoras. Encontré sombras, calor y albergue, un feliz hospedaje bajo las palmas que se yerguen en las benditas pascanas en mis viajes; pues los pinceles del tiempo atmosférico había pintado un arco iris con su plumón de plumajes de un ganso aerón como un artista perfecto – y estas por otra parte a capa y espada, defendía de los chanchos salvajes mis cacahuates; me costaron – sudor, sangre y lágrimas arrancar de la tierra el pan de cada día. Aunque todo es posible en la cuerda floja y en las dimensiones desconocidas también en mi país – el Perú – todo vale – cuando la dicha es buena. En el índice de una espina se iza una pequeña bandera una bicolora mariposa viajera vilmente atrapada aún viva – la enseña blanquiroja de mi bandera. Llora y flamea sin quejas – es muda, se está muriendo pero callando – ya no vuela – nadie la cazuela – porque sus quejas no se oyen – mas un día después, un jardinero la decapito – la espina junto a una rosa para ponerla en un florero, las alas mezcladas con los poetas – caían al suelo – la mariposa y la rosa de mis ensueños. Otra rosa celosa – de sus colores – con odio y mucha enquina de clavo vilmente una espina – no quería un rival para sus amores. La vibración salvaje del aroma de esa rosa empeñaron mi angustia; eran perfumes de despedida – cuando ya la silueta de la muerte de esta humanidad se asombra . Esta vez por el occidente, aquellas gotas de rocío – son gotas de lágrimas derramadas “mariposas de luz” fue amor mío, la tengo solo sus alas en un cáliz guardada. La desdicha de la sin razón; no le tengo rencor a esa espina, la tengo clavada en el corazón mío, ha envenenado de amor el alma mía. XXXI Si todos los días fueran navidad todas las vísperas serían noches buenas – sin embargo – no sería “Un merry christmas”. El año nuevo no tenía horas nuevas – son pocas las horas de la luna de miel – el resto son lunas de hiel. Sin embargo se espera con amor una natividad – tras muchas angustias por eso hago del amor un derroche – cada día – cada noche, cada día Navidad y cada noche, noche buena, pues amo la vida odio la muerte – cada año nuevo nazco de nuevo – y trato de vivir feliz hasta donde puedo. Y en mis aspiraciones pienso se puede llegar a la cumbre y a la cima de las altas montañas – usando estrategias, trucos, escaleras y mañas y un pequeño elan del alma. Venciendo arrastrándonos el como temor a reptiles los pero abismos con o bastante optimismo para darnos cuenta ahí arriba somos libres – pero tras las cumbres no hay nada. La única forma de ser libre es librarse de uno mismo; son muchos los motivos nos inhibe en el fondo de nuestros abismos. Todo lo imaginario es cierto porque el que imagina es real y existente a lo ancho y largo del universo y los confines siderales. “Imaginé – quien metió al barro de Adán – el dedo – para que este tenga ombligo”. Estoy recopilando mis pensamientos al margen del fin del mundo y renacimiento y regénesis del nuevo. Porque el lenguaje de la poesía está más allá de la fantasía – esta muy cerca de la verdad final – con Dios es el cordón umbilical. No uso parábolas pues ellas son parabobos y los demagogos. Vivimos entre dos espacios inconmensurables el extremo y el interno – he ahí el problema. Estuve convencido – los pensamientos filosóficos son los pilares sustentando la historia del hombre ; los elans dinámicos del tiempo, el espacio y las circunstancias y la histeria para quienes pueden caminar un poco más allá y por encima una pulgada del suelo – pero sus espíritus pueden elevarse hasta el cielo y contemplar desde ahí – las grandezas del mero suelo. No dudo en la humildad hay un sendero entre verdes follajes de violeta – por donde andan los poetas sencillos impregnadas del mejor perfume de esa flor. Más el sentido estético de la natura – es capaz de obras maestras y de arte. Tan calladamente y la topología de la cultura del hombre - también puede plasmar la belleza en muchas formas. Sus néctares melados en poesía; esencias sublimes en “pensamientos” versos sus – de perfumes otras dicen flores de llamadas dichas y lamentos. Son también rojos y blancos alhelíes, del ensueño poético los lirios o madreselvas en flor embriagan al bardo y en un desliz se impregnan y plasman del aroma cuya síntesis la vigilia de los astros con un sentido estético los toma de este jardín; pero también arrancan un clavel blanco – para ponerlo en su ojal – diciendo: es huérfano. También hay cardos, cardosantos, amapolas, preciosas dormideras crecen cerca del campo santo. “El mundo es un jardín de flores” “Cada uno hace un ramillete de sus flores y amores”. He podido entender algo a esta humanidad fenecida - estoy seguro muchos de ellos hayan tomado en espíritus sus órbitas en la eternidad o reencarnados – en algo que hubieran querido ser – y otros quizá perdido en el vacío o la nada por los siglos y los siglos del tiempo infinito – o en la regénesis con otro cupo del alma – en esta cadena de ocho horizontales de siempre. “En este universo nada se pierde solo se transforma”. Esta continuidad entrelazada de lo cual fui testigo solo de dos cadenas de ellas he hablado algo solamente lo más resaltante – y de algunos protagonistas, Golda, Claudio, Jhuly, Jesú y un servidor: RHX3, su escribidor y a la vez narrador y relator por los caminos de otras galaxias. Una vez quise ver al Perú – desde una ciudad muy alta “Cerro de Pasco” donde a la llama le da soroche; y el cóndor usa chalina. Y vi – los limeños no se levantaban ni para el fin del mundo. Y pensé y casi estuve seguro: Que los peruanos y las cucarachas – podían sobrevenir a esta Apocalipsis – eran campeones de la supervivencia hasta comiendo mierda – más no fue así. Se acabó y cuenta nueva a excepción de Jhuly – la linda muchaha digna representante de lo que fue una mujer de esta humanidad a fenecer – preciosa limeña: Que pasito a paso se fue por un puente al otro lado del río – donde le esperaba el biónico Jesú – con muchos voltios de electricidad para electrocutarla del primer beso. Ella estaba apenas vestida de un baby doll – rosado transparente de tul; con un pantaloncito caliente negro – mostrando todo el detalle de su anatomía – sus tres números en una etiqueta 92-60-92, credo por alberto Vargas – la chica 3000; un tío de Claudio. A paso de ganso – llevando su cartera en el índice de su mano derecha; moviéndola al ritmo de sus preciosas caderas – sus tiernos labios pintados de rouge – y perfumada y bañadita – en un puquial de su cabaña – donde no sé porqué – no había llegado la contaminación. Sonreía en esta soledad – y sus dientes de perla – no podían ser mejor – para la primera madre de la humanidad venidera. Sus senos – parecían dos gamitos altivos y rebeldes – anunciando a los futuros siglos su maternidad – para niños preciosos y biónicos del futuro. Estaba descalza – sin embargo caminaba a pie puntillas – pues los zapatos de taco alto nunca más lo usaría. Aunque así sus pies palparon el calor de esta madre tierra – y sus deditos ya detectaban las piedras de sus nuevos caminos – y los paisajes. Pues la tierra había cambiado de camisa y de sus calzones. Sus doradas cabelleras – aún jugaban con el soplo de las últimos suspiros; llevando en su pecho un collar – un relicario con la fotografía de Golda y en el reverso de Claudio – quedaron en aquellos cielos – pues sus cuerpos fueron atomizados y sus almas seguramente se encarnaron en otras galaxias – pues lo merecían. Al otro lado del río – le esperaba Jesú; con un corazón que la amaría mil años – un faro de luz en su mano derecha – con todas las ciencias y artes de la humanidad fenecida – para lumbrar los caminos azules, por donde andarían asidos de las manos, como Dante y Beatriz, por los siglos y los siglos Amén. Para mi punto de ver – este era un choque de dos mundos – tuvo una descarga de ochocientos voltios – Jhuly era tierra – y barro fino – Jesú tuvo que recibir una descarga – en sus baterías por tres meses. Jhuly era capaz de soportar la carga de alibabá y los cuarenta ladrones – de otras épocas – para suerte de él – no había todavía – ningún macho por ahí – solo Jesú. El lugar de su luna de miel – era algo así – como un nuevo paraíso terrenal – había un coro de ruiseñores – cantaron la bienvenida – un loro bilingüe – hacía de maestro de ceremonias de recepción de todas las aves de la regénesis – una paloma mensajera trajo una tarjeta de felicitaciones – de RHX3; amigo de los novios. El viento paraisal – era más bien una brisa con todo el aroma de las flores de este jardín, un monito tocaba sentado en la copa de un árbol de la sabiduría – en un mandoneon – “una marcha nupcial” muy bonita – un coro de angelitos y diablitos enviados por Dios cantaban la nueva anunciación. Un pingüino en frac – disfrazado de padrino de bodas – esperaba a Jhuly en la puerta de un templo – de cinco paredes – el novio no llevaba vestido – “era el amor en la verdad desnuda” – ni tampoco Jhuly – pues no tenían porque avergonzarse – no habían todavía chismosos, ni rajonas – solamente seres animales – pero estas no hablan – a excepción del loro bilingüe – era de confiar. Estas vez – no vio la serpiente tentadora - ni tampoco había manzana – más bien un membrillo – pues seguramente esa misma noche Jhuly quedaría en cinta – es la fruta que desean las mujeres embarazadas también las solteras. La Sra. Luna – miraba de soslayo a Jesú – pues ella también ya era Sra. – hasta tres veces – pero los tres que la conocieron la abandonaron para siempre. Curiosamente entre una mujer de un mundo fenecido y un hombre fabricado para la regénesis de la nueva humanidad. XXXII Aquí nada es estático y quieto – sino un eterno movimiento giratorio; el equilibrio y el aparente sosiego de fuerzas centrípetas y centrífugas en un entendimiento de igualdad de fuerzas. El día, la atracción y repulsión rompan sus cuerdas – se acabarán esta jarana de esta función entonces que se le hará. Salimos de un remolino por una resaca o safamos de nuestras órbitas de rutina o de una marea repentina, el mar odia las aguas estancadas y los pájaros muertos. Imagino un rosal llorando lágrimas de rocío perfumado, resbalando por pétalos rosados – arrancadas de su alma fitología – y florida. Siendo la sacra imaginación de nuestras neuronas vivientes – son acaso prestos a una realización. Pues el que imagina es existente aquel que vive dentro del margen del pragmatismo y parámetro habrá perdido la imagen de lo maravilloso de los gratos secretos. Es tan pequeña la existencia dentro de un cuadro material, acaso lo más grande es lo ideal; más allá de nuestra inteligencia, está lo mejor de esta vida; para ser libre y feliz en las distancias de la fantasía – un maravilloso universo más allá del horizonte y otro tan grande inmerso dentro de la inmensidad de la mente. En la preciosidad del más allá – un magno rebaño de estrellas van a pastar en las frondas de tu imperio. Pues aquel rosal, era rayado como mis manos con muchos signos de locura poética; de divagaciones esotéricas pero venidas de inspiraciones humanas y el claro de luna haciendo pucheros se casó sus calzones de plata y por la ventana toda ella y calata se presentó en cuerpo entero. El sol le brindó siempre su calor, sus lágrimas de brillante, y perlas, con el candor y cariño y hablando con las galaxias a todas las distancias en onda corta u onda larga con la libertad en toda instancia, en vivo y directo sin ninguna nota amarga – indagando las profundidades de aires, tierras y mares – en una plática franca con Dios en la intimidad de tu y vos, en arameo. La amplitud de la cosmo-visión solo es posible en la infancia sin las locuras políticas todavía poco a poco ofuscan la razón – por eso, quiero ser otra vez un niño con la mirada tierna y contempladora en toda la dimensión especulativa – esa edad de ser feliz y digna; con el calor inocente y contento de una niñez feliz y libre – con un corazón que late y vibra – sin los estragos de la pátina del tiempo. Yo no era un ente social – sino un anacoreta – era un misterio mi concatenación su atadura y cohesión no pudieron quizá fui excepcional por mi atavismo. No era pues el mismo ovillo metido con los demás, no pertenecía a esta madeja – era diferente he ahí el problema o dilema. Dios quiere al hombre en esta vía – hable con él frente a frente y no postrado de rodillas arrastrado como cualquier serpiente. Estoy seguro y de hecho no se gana el cielo tan fácilmente golpeándose duramente el pecho a estos, él los manda al infierno. El no acepta verlo postrado como un sujeto vil – tampoco un feligrés arrastrado y servil. Eso de sentirse miserable – siendo hijos de un Señor divino – grande y creador, de ese orgullo no somos culpables. El hombre es un pequeño Dios hoy en día bastante disminuido – somos frutos de un amor y demos gracia de haber sido. Dueños de esta galaxia del espacio, el orbe y el tiempo – con un candil de pensamiento, amo y señor de todas las distancias. Hijo legítimo y no bastardo o espudio eso significa el gran designio de su creación, el preferido. Una obra maestra venido a menos, perdiendo el sentido estético de la vida. Así el niño pierde su espíritu contemplativo, cuando ignora el interés en las cosas bellas y deja de ver las estrellas y no más su cerebro es creativo. El hombre en un principio – anduvo libremente por los montes y cañadas hoy son almas encadenadas en espacios, nadita limpios. “Ya no hay caballeros, ni damas tampoco”. Solo entes tristes parametrados – hace rato este mundo de Claudio y Golda estuvo loco, los espíritus estaban alterados. Eran mejores los hijos de bragueta, hechos en el mero suelo del amor salvaje – que estos hijos de probeta, a las leyes de la natura, un ultraje. Claro somos de barro – hechos de pacotilla con el aliento, de un tufo de vino – ese día Dios estuvo bebido celebrando su obra maestra – el universo, una maravilla. Hoy somos una vasija – unos huacos conteniendo en silencio el aciego, los prejuicios y traumas en nuestro ego, convertidos en sombis y esclavos. Y en este letargo de ensueño me silbaba el viento las mañanitas – una serenata, una música chicha con guitarra, cajón y violonchelo. Luego nos ponemos estoicos o atrevidos no sentimos el crespor del infortunio, oyendo cantos de sirenas y silbidos en silentes noches de plenilunio – nos creemos vacanes. Solo la gentileza de mi padre y la ternura de mi madre sentimientos inconmensurables solo ellos, son mis recuerdos imborrables. Así iba platicando Claudio – como un mensaje al devenir – en primera persona el sentir y pensar de esos hijos de bragueta a los hijos de probeta del devenir. He escalado muchas cumbres para asir con las manos las estrellas; pues aquí abajo están las cosas bellas. Traducir el lenguaje de las cascadas, camino a las alturas contemplando el paisaje de la natura, el sano mensaje de las montañas. Había nacido en el Perú profundo, y de estos misterios y enigmas, han sido las configuraciones aceptadas como mis consignas y en brisas apacibles y céfiros del viento, nació la flor y mis versos y entre auroras y crepúsculos recibí sus besos. Traje en mi espíritu el aliento de los andes, el sonoro estruendo, la voz del Apurimac y el sentimiento sencillo y profundo de sus aguas – “La voz de Dios”. Mis ilusiones se desmoronaron en sus riadas, huaicos y aludes arrasando mi verde valle y enterrando entre piedras, barro y nubes. Las nieves desde las montañas ruedan en forma de una bola cada vez más grande, así hice de todas las marañas, un balón de ideas tirándolas al valle. Repito: Decapitaba las flores para ponerlas en un florero; fui un estúpido jardinero marchitando así mis amores. Y entre morenas y rubias motivaron mis quebrantos, no creí en el destino. Pues solo los ilotas de Grecia y algunos idiotas de mi país son fatales, pero a la hora de la muerte todos somos iguales. Prendido de las axilas de un puente sobre el río Apurimac en una parte mansa y a los reflejos de una luna naciente – pude ver la imagen del alma mía. Hoy por caminar con zapatos y mitones, no sabía donde metía la pata y el dedo; tampoco miraba el suelo – por eso me tropecé con piedras y mojones – veía en el “modus vivende” de mis tiempos el drama humano consistente entre el bien de uno – y el mal del otro, y del alto standard de un pueblo depende de bajo nivel de las mayorías – “y hablamos de democracia todavía”. Hay un solo tío vivo – se llama “uncle sam” – usufructuando a manos llenas – el caudal del dólar abusivo – mientras este feliz, comiendo perdiz – el resto se chupa el dedo. Este tío ha llegado a la luna, es dueño de los megatones, tienen derecho a la fortuna – de los caídos del palto o guayabones. “Nadie ha hecho dinero – con el sudor de su frente”, sino pregúntale a ese tío usurero. “Usarás la luz de tu tino y disfrutarás de este bello mundo en sus montañas y lo profundo con mucho talento y buen estilo”. Parece eso dijo Dios a Adán. Pues no solo le dejó en su heredad lo bueno, lo bello – la verdad, también lo malo, lo feo y la mentira, más el derecho y el albedrío de elección. También estaba aquí – la felicidad, la guerra, los entuertos para disfrutarlos, luchar y tratar de desfacer sus problemas, sin la ayuda de Dios – para eso le dio la inteligencia, voluntad y criterio – por lo tanto solo ellos fueron responsables de su perdición y auto-destrucción, y se dio el golpe de gracia el 12 de Agosto de 2996 a las 16 horas pm. Nos dejó tres angelitos guardianes dentro de nuestros espíritus – un ángel, un diablo y un humano para nuestro actos divinos, diabólicos y nuestras cojudezes – uno de ellos es el preferido para nuestras conductas – aunque últimamente nacieron hombres sin alma – sin estos consejeros; son tantos se agotaron los cupos – esperando en colas a de los muertos. Sus aposentos están en la intimidad de nuestros genes – por eso a veces somos buenos, otras malos o cojudos innatos – de ellos no somos responsables. “Para cojudo malo o bueno no se estudia”. No me miraba hacia adentro – en un lance introspectivo, ignoré mucho de mí mismo, nada de mí sé – no nos dio un espejo intractivo ni retroactivo – por eso no los miré mi mundo interno, ni el pasado de mis genes. Otra cosa fui alérgico al trabajo, nadie hizo dinero trabajando para otro y la masa trabajadora esta jodida, pues el trabajo dignifica a ciertos hombres y animales. Es decir, es maldito bíblico, estupidez mayoritaria – e indigno para el hombre inteligente, imaginativo y creador. “No es el sudor de tu frente, ni trabajando para otra gente”. “Que trabaje el buey el hombre es el Rey”. Solo necesitas en este mundo: Talento, imaginación y estilo. Vivía junto al mar – en Lima, el pacífico respiraba profundamente, tecleando su inmenso viejo acordeón, inmerso en las profundidades de su pulmón espumando su aliento efusivamente, estoy convencido: Todo aquí es viviente – la tierra misma es un ente existente – también piensa, un átomo – una célula, son vivas, tienen alma y espíritu fitológico, zoológico y humano. El viento canta a las montañas y ellas responden con ecos sonoros, los ríos recitan sus baladas – las flores nos mandan sus mensajes en colores, aromas y perfumes. Las auroras y los crepúsculos nos pintan bellos paisajes nos acarician con tibios besos al amanecer – un ósculo de buen día y otro de buenas noches. Hay una música de fondo de la madre tierra – una canción de cuna, tierna, terrenal – maternal, existe en el orbe vida universal y el barítono mayor sea Dios supongo. Hay un habla universal de un entendimiento perfecto – en una lingüística, científica y cabal – de la física natura con este metafísico llamado hombre. Aquel lenguaje térmico a travez de ondas caloríficas de ese halo endémico – dicen de nuestras manifestaciones psíquicas, en ese calor se confunden la natura, los reynos en un crisol profusamente – se funden los corazones bajo el mismo sol. Pero ahora entre luces y sonrisa artificiales, se asfixia la mente a la ofuscación – no bastan ya las estrellas celestiales para alumbrar las sombras de esta confusión final y letal. Aunque las cosas vistas dentro de mí, no se lo dije a nadie, uno es dueño del frenesí de sus propias intimidades. Más no existe la igualdad de espíritus, quizá habrá cuando todos hayan muerto, así lo diseñó este mundo el Infinito. “No todos vamos al mismo puerto” – son diferentes nuestros días y nuestras noches – son personales, las tinieblas hacen llorar al sol en diferentes reflejos y arreboles con cantares de distintas melodías. Sin embargo vamos juntos de sonidos y luces artificiales hasta un día o una noche, seamos difuntos – para dispararnos en espíritus por órbitas peculiares. Muchos en los cielos de la eternidad – otros en el vacío y la nada – y otros solos se quedan en una noche callada. Cada uno busca su propio cielo o su propio infierno y entre el tiempo cronológico y atmosférico nos hacen un emparedado insólito. Uno se fabrica su propio epitafio de lo que habéis hecho y de todo aquello que olvidaste en esta vida – solamente un pequeño trecho. Mientras tanto: Eres una abejita de miel que deja el viento – posada en pétalos de una flor. A extasiarte de amor o embriagarte de néctares en las entrañas de una corola de tus rosas en flor. No hay duda la madre tierra nos brinda al hombre muchas dádivas por donde quiera, maravillas naturales y exóticas. No solamente lo concebido y pragmático, sino lo infinito de lo imaginable en dimensiones todavía desconocidas y tangibles en un mundo real o enigmático. Somos objetivos y subjetivos y pensantes, hablantes e imaginativos – un ente: Con pretérito y presentes y futuros, sueltos en la tierra libremente. Pero hay cosas vedadas inverosiblemente, hay también puntos negros en el universo – los enigmas verosímiles vilmente negados al menú de nuestros almuerzos. En realidad este es el tercer testamento – entregado por Dios en la mano derecha de Jesú – toda la ciencia y arte de la humanidad fenecida. Se que los incas rendían culto a las montañas – testigos oculares de sus vivencias. Elevaban sus voces a ellas – y ellas contestaban en ecos o truenos – anunciando las lluvias – manás del cielo. No existe “naturaleza muerta”, mientras perdía entre la razón pura y el materialismo dialéctico – hallando mentiras piadosas a mi cultura – pero el final que vi, de esta humanidad fue drástica – con premeditación – alevosía y ventaja del hombre depredador de si mismo y sus espacios – ecológicos. Vi las fauces de la última noche tragada, el colorido crepúsculo; el sol se hundía en un lecho de sombras – la luna vestida de luto aún reflejaba una luz tenue de repechage como una viuda asiendo un segundo matrimonio – la peregrina penumbra con un ajuar de color lila cubría este medio mundo de un fingida beatitud y los paisajes de verdes follajes cubría violetas humildes de aromas ocultas de la última tarde y el sereno vierte aquel rocío, lágrimas prenocturnas del tácito desconsuelo de la noche. 1999 – 2996 – La noche que se durmió Dios al mismo tiempo se oscurecieron mis ideas. Abejitas de miel enredadas en el mágico telar de mis ensueños, haciendo su colmena insólita en una sutil telaraña – aquellos serenos convertidos en lágrimas de despedida – resbalando por mis mejillas – metáforas de pedazos de mi corazón volátil y amante de la humanidad a un enjambre de la nada. No culpo a Dios, él nada tuvo que ver – porque todo esto pasó la noche que se durmió Dios y el Diablo hizo de las suyas. Yo solamente fui errante en los arenales de la luna de paita, pateando latas y cilindros de sardinas con las bocas abiertas y vacías – me convertí en un peatón – pero si dueño de mis distancias. A veces creí – que cada estrella es el destino de cada hombre – terrenal – unas se apagan, otras se encienden en alguna instancia del tiempo computado. Renunciaba mi conciencia las ideas remarcadas del hombre por la poquedad digerida – y el diástole y sístole sosegados de aquel diapasón fatigado ya apenas latía – un débil resuello del aire transponía el fulgor de una media luz en mi cielo. Un estado de coma del trastorno estático – amenazaba con un detenimiento de la fluidez de mi alma. Por el sosiego agonizante de esa luz ardiente – del vivito afán de seguir viviente de ese constipado mundo de mucho ya de excremento. En esta sociedad de consumo – vivimos el vértigo de nuestra concepción, el vahído inusitado de vivir con la hiel del hígado – haciendo gárgaras en la boca. “Todavía deshojando margaritas o matando moscas a pataditas” – “Libando tragos amargos o tirando cuescos en saltos largos”. Mas creí en el dinero sonante o en mujeres con calzón quitado. Mientras latía mi corazón con mis deseos y anhelos, escribía aún mis versos – quizá sea la verdad – o la maldita realidad – pues tenía la sangre dulce como los bestias y a veces salada como los mares de algunos pocos momentos de ambrosía. Pues mi poesía – era una doncella coqueta con requiebros y sonrisas gratas – algunos manados de mis puquiales – o lágrimas traducidas en verso del sarcasmo crudo de algunos lágrimas negras – cargadas de pecados o los milagros de espejismos de sueños hechos realidad. Sin embargo la naturaleza hablará el mismo lenguaje de mil años. Hollando en el arcano asiado escupido por la chuchupe violadora del destino y la vigilia tentadora de lo oculto e inverosímil, he pensado también en las tinieblas heterogéneas – viajando a las implacables lejanías en cruzadas obstinadas a mis fantasías había escapado de mi realidad. Sin ser camello islámico – me formé mis propias jorobas. Sin embargo jamás me detuve – solo el árbol puede soportar mil años de soledad plantando en sus raíces – hubo uno que soportó 100 años al correr en insocegados caminos – me detuve poco en un motel, por mis amores al paso sin muchas novedades. Otras veces armé mis propias pascanas – quemando troncos del recuerdo y el calor de sus fuegos dormité unos instantes – bajo la sombra de algún árbol viviente – en el mero suelo – usando como almohada mis brazos – soñando un poco con una amada – de turno – y un puchero hirviendo entre tres piedras rojizas ante las ascuas del fuego – en mis campos abiertos de mis andanzas. Solo llevando como cocaví el elan de mi espíritu poético – y el ímpetu de mi mente vasca, a veces bailaba con la lluvia – un zapateado o una marinera limeña. Hasta ahora no comprendo – como los hombres hicieron todo lo posible – de inventar cosas para su autodestrucción: La pólvora, la dinamita – las bombas atómicas – un mil de aparatos deshumanizando cada día – motores a explosión para contaminar de anhídrido carbónico, el medio ambiente; drogas de todas las “INAS”; las bombas atómicas – sustancias volátiles para malograr el ozono, envenenó los ríos con deslaves de las minas – depredó de animales, de plantas poco a poco fabricó desiertos. La ciencia al servicio de la destrucción – la tecnología en todos los campos para acabar con cualquier bicho viviente – la cibernética, la ingeniería de sistemas para reemplazar al cerebro para fabricar humanos impensantes – al final solo sabían meter el dedo y la pata; digitando memorias con virus. Los ríos en vez de peces cargaban excremento – en vez de camarones, mojones – automóviles para mover a los hombres sentados de culo muy amplios – al final ni siquiera tenían sentimientos – los hijos ya no eran del amor – ni siquiera del placer – muy pocos eran los hijos de bragueta – la mayoría eran de probeta – inventaron el foot-ball, el base-ball, el basket-ball, para convertir a la mayoría en idiotas – fanáticos de ídolos negros; monos adiestrados, disminuyó sus espacios – a países – ciudades – barrios – callejones en un hacinamiento de estrechez inhumana. Un ente reducido a un poquito más de sus narices. “Todos los caminos iban a la gran vía” – lo peor nunca se dieron cuenta; inventaron la electricidad – para un mundo artificioso – llenando de flujos eléctricos al cuerpo – que motivaron y activaron mutaciones de sus células; causando cánceres, a todas las partes de oncológicas mutaciones; por su puesto – a su extinción. Solo sé más bien tardó mucho en llegar a su destrucción. Llegó la extinción fácilmente al margen de los tiempos – eran libélulas tontas encendidas de luces estúpidas surcando el cielo raso de ensueños utópicos plegaban sus alas cautivas al fuego del antimonio extraño y metafísico – un geotropismo a las tumbas de fosas comunes, alas ardientes todavía ya tenues de ideas peregrinas revoloteando tímidamente dentro de márgenes de hacinamientos de anatomías enfermas irreversibles dentro de estrechos aposentos antesalas de la muerte – mínimos parámetros de sus agonías y de la pequeñez de sus libertades – disminuidas. Los pocos optimistas izaban coloridas banderas de dos arco iris difurcando un millón de haces venidos de la eternidad con ideas libertarias, dos alondras símbolos de vuelos marginados de los frustrados coloquios íntimos de esta sociedad comprometida a ideas fijas de locuras – y credos – principios, doctrinas – religiosos sistemas chauvinistas – haciendo creer a los feligreses. “Esto era un valle de lágrimas” – extravíos de luciérnagas chispereteadas en las sombras compactas de la noche final pululando con una enigmática locura, fundiendo sus alas en el fuego fatuo de las osamentas de una teoría de conjuntos de cadáveres masivos en una perspectiva de un arte macabro de la naturaleza muerta. Solo me queda la esperanza del mito del eterno retorno – se volverá a ser tierra esta noche, después de haber hecho derroche – con un solo dilema: “A la izquierda o a la mierda”. El hombre sabía sido un curioso ente pensante, hablante y libre. Pero la mente, el habla y al libertad no tenían contornos o márgenes físicos – tampoco están en ninguna parte – quizá en lo inconmensurable del mundo psíquico. Es verdad el alma tiene cinco ventanas a la calle – y una sola puerta – la intuición – con algunas excepciones, los genios, los locos y los extraterrestres; tiene otras más sensibilidades – llámese sentido estético, artístico – metafísico, parapsicológico etc. – sin olvidar la inductancia social del magnetismo peculiar y artificial – la metáfora de un montículo de arena juntadas por el viento al azar – en nuestros anhelados avatares. Así los grandes advenimientos y hechos nacieron de una inspiración quizá una revelación divina de forma muy repentina en los insomnios y vigilas – sin embargo aún queda la duda. “No hay todavía la última palabra” – cada siglo nace un pasajero involucrado en las circunstancias geniales – muchas veces solamente un sutano o mengano – entre esta relatividad y lo absoluto hacemos miserables el presente y pensando en el futuro y remirando el pasado. Nos estacamos entre lo relativo y absoluto – de todos estos atuendos nació la flor. Estoy seguro esta noche se quitará sus vestidos de luto – en un nuevo amanecer. Mientras tanto que piquen las pulgas, las buenas nalgas o se ahoguen las moscas en mi sopa. “No es mi negocio” – también pude ver – ironías – y contradicciones – hasta bíblicas. “Los frutos prohibidos, los amores sin barreras, aquellos del huerto ajeno – han sido siempre bien recibidos – por ahí he visto. “No desear la mujer de tu prójimo”. En un caso dado se puede perder la virginidad pero jamás la dignidad o dilemas: Se puede perder la virginidad saltando el río o por un simple amorío. Los genios, los artistas y filósofos son hijos legítimos de Dios – los demás son putativos o espudios. Muchas veces prefería en vez de un halo angelical – un mimbo diabólico. Pues no era un ángel en realidad, últimamente anduve entre el tufo de alcohólicos anónimos y entre el humo de los vanidosos – no respiraba bien. Mis juguetes eran los megatones – y una computadora – y mi economía – entre integrales y radicales y los logaritmos – en un teoría de conjuntos – haciendo analíticas e integrales para poder pagar mis cacahuetes. No era insensato – solamente ebrio en mis vorágines – o haciendo un sincotrón de todos mis esfuerzos extrahumanos – sospecho fui sincero y franco – en las vértices de unas picas izaba mis trapos sucios – mostré mi conducta sin tapujos – con escarapelas poco románticas. “El hombre un animal de costumbre, sobre todo de malas costumbres” – su balance tenía que ser negativo. Pues mi vida ya pendía de la punta de una espina. Pues solo era ionización de la sabia bruta y cruda – convertida en sabia elaborada – o simple progene de una ceniza de una hidrólises sencilla se suscitaron mis genes. Unas cuantas haces de luz ultravioletas y la divina clorofila. Se suscita la vida – pero el espíritu son dos tufos mancomunados de Dios y el Diablo. Luego nos convertimos hasta en fakires – caminando descalzos sobre brasas solamente con la humedad de la piel y nos abrasamos con los fuegos sin llegar a ser chicharrón. Porque evulle nuestras sangres en los deseos y el calor de la libido – somos vapor porque somos gaseosos o polvo de ceniza porque hemos ardido o solamente H20 – es decir ceniza. Ya los nuevos paisajes adolescentes de espigas preñadas de alpiste destinados a mis alimentos. No obstante la frialdad de las nieves y la altedad de mis montañas – contemplando se puede ver todavía la inmensidad y la magnificencia de sus entrañas. “El poder de la contemplación” – hoy perdida o drogada. Pude ver – las piedras que detuvo en silencio – callado y silencioso monumentos – pedestales y quipus – las místicas palabras de Machupicchu y la suprema palabra divina lo pronuncia el Apurimac – y hay una vasijita de oro que guardaba los Andes, para el devenir de otros hombres más inteligentes que por alguna razón se fueron a otras galaxias – dejando estas huellas líticas diciéndonos – lo que eran con su intacta inmensidad con el contenido de sus espíritus que aún moran aquí – en otra onda. Seguramente ellos también – tuvieron sus motivos protagónicos para sus retiradas – y fugas. Existen en su literatura lítica en sentimientos de piedras y rocas las leyendas e historias míticas plasmadas en sus conciencias eternas – se que tienen sanas entrañas, guardan firmes recuerdos y también oro – de lo dúctil y maleable que fueron sus ideas democráticas – por eso hablo con las montañas y busco en sus corazones algún tesoro legado a la historia del hombre eterno peregrino de este valle. No son frágiles los monolitos, sacristanes, guardianes o acólitos del rito sagrado y perenne de sus credos. Ahora el mundo volcado en unas instancias socioeconómicas vagando en ámbitos mezquinos y de tiempos equivocados de pasiones y locuras de las ideas fijas del dinero – caminando a tientas por estas ofuscaciones de sus mentes; poseídos de este trauma de los egoísmos – creídos como los judíos. “El dinero es la salvación – llegaron a ser muy pocos ricos – y casi la totalidad de miserables – al final no les importó el fin del mundo – no tenían nada que perder – pues sus vidas estaban en coma tras el largo ronquido de sus agonías. Anduve en medio de estas grandes mayorías exentos y vacunado de la estupidez de estas multitudes solitarias – parías del destino. Solamente para darme cuenta qué había pasado. Ya tarde supieron – “no era el becerro de oro” – sino aquel otro tesoro existente en el alma de todos los hombres – “un corazón y un cerebro” – amor y luz suficientes para ser feliz. Quizá sea la vida, un espiral que da vueltas sostenida por una inmensa fuerza centrípeta – sujetada por Dios – y de vez en cuando nos tira por la tangente en una resaca temperamental. En medio de esas vagabundas multitudes de la resaca – de ese espiral cíclico – estuve dando vueltas como hojas al viento – asidos sólo a mis pocos pensamientos adheridos – que hoy os cuento. Por ahí escuchaba todavía el gorgogeo de los pájaros libres y cantores, cascabeleando sus panderetas del deseo libertario en últimos homenajes a la humanidad y mis montañas se inclinaban al mar en una venía de majestad y ella se regocijaba agitando a prisa sus olas y sus más tiernas brisas. Haciendo espuma y burbujas lívidas de su sensual trasfondo de sus entrañas – quiso hacer amor con las montañas con esos orgasmos en sus sótanos concebidos. Ya tarde me di cuenta “el tiempo no existe”, existimos nosotros y las cosas; existe un reloj mágico que engranaja las existencias cambiantes y el pensamiento es relativo – en este espiral de monotonía donde el hombre un gnomo metido en el bullicio de la vida. En un onírico ensueño de lo irreal y fantasía se mueve por inercia y apetitos, porque tiene estómago y sus hambres – con delirios fisiológicos – tiene un corazón con sentimientos y pasiones ciegas y camina a tientas en estos espacios hoy podridos, cargando en el recuerdo – solo mitos y leyendas – con la luz agonizante en su cerebro. Y yo con mis sueños y pesadillas, chispazos de luciérnagas taciturnas en mi sinuosa senda vespertina de la noche final – como un loco barco a la deriva, pero sé donde me espera; Golda. Aún soy receptivo y proyectivo de mis esperanzas – y solo tengo dogmas de fe en mi mismo, con algunas posibilidades – y el amor por ella sigue siendo un bálsamo para soslayar un poco más de vida. No crean; sea un calvario la cuesta de mi salvación, ni la cruz en alto para mi gloria – y resurrección quizá las instantáneas centellas del vislumbre de mis ideales – sea un candente aerolito sideral, llegué al alma de otras estrellas o quedé en los íntimos puquiales de los otros poetas en el gran devenir – o penetré por alguna claraboya de alguna mente las pequeñas luces de mi espíritu – o una tenue antorcha encendida en el éter cósmico – de mi cielo peruano; o una estela flotando en la cola de un cometa viajera por el universo. Veo esta multitud de proletarios rezando sus últimos rosarios – de algunas cuentas pendientes para arreglar sus conciencias. Ya no veo vendedores ni compradores tampoco insumos. Pero por sus rendijas – de sus rasguños y rasgaduras de sus cuerpos se filtran la hiel y la cicuta – pues fueron víctimas de sus apetitos y angurrias y propios venenos. Dos serpientes gemelas y viperinas reptando en las cándidas conciencias – envenenaron sus almas y sus cuerpos. “Aunque hubo hombres “moscas” – siempre cayeron en una telaraña”. “Repasando los evangelios – hubo un solo hombre que nos llamó hermano, había terminado crucificado”. Hoy nos llaman: Mierda y siguen vivitos y coleando; está claro somos una mezcla, mitad de los más sublimes ideales y la maldita realidad. En la duda y banderas izadas a media asta – no se ha alcanzado la idea pura y la verdad final – mejor que sea así – no es hora todavía del acabose – mientras tanto cultivo mis trigales, cantando mis madrigales – y sacando uvas de mis viñales para brindar – en una copa de vino – con esos dos metafísicos; Dios y el Diablo, amigos míos; uno alterno y continuo, el otro temperamental e imponderable. Todavía soy un niño y dueño del cariño de las últimas mercedes de este mundo – en mi senilitud. En mi Perú profundo – pero he aprendido a odiar – los evangelios y dogmas de fe sin alternativas – dudo de los axiomas y logaritmos – son expectativas – de una ontología obligada. abstractos, Amo la topología de las configuraciones más allá de las formas comunes o geométricas en otros espacios metafísicos, esotéricos y parapsicológicas. Mas tengo una duda si aún soy huésped de otro mundo o quien sabe una estela – al pasado o una proyección al devenir esperado. La sensibilidad de mi locura poética – existencial fuera de órbita e indimensional. Estoy viendo la luz senil del último crepúsculo – en un ataúd de agonizante celaje – escuchando el repique de las sonámbulas campanas de badajos carcomidos por el derruir de la pátina del tiempo – desde una torre de mi villa – oía también el ronquido de las fatigas asmáticas de pechos apolillados de las cucufatas de este pueblo disfrazadas de guacamayos verdes – amarillos – sobre dos picas de piernas enflaquecidas haciendo aguas de sus filtros oxidados. Así se asomaba la carroza fúnebre de la historia del hombre – se buscaba un estropajo con escofina para pulir sus deshonores, entre el marasmo espectacular de su última emoción social, con el sable de una baraja del último tahur se quería cortar este destino. El tiempo atmosférico se orinaba en sus pantalones de nubes sucias de quimeras efímeras acumuladas por los siglos en este valle de estirpes y sierpes rastreros reptando sus agónicas distancias ya también efímeras y trepadores víctimas de los escupitajos del desprecio de los dioses, en una salivación temporal, sólo quedaban unas rosas izadas en sus propias espinas y otras habían sido ya grillos trinados por los cuchillos del último estúpido jardinero – “símbolo de las cojudezes humanas”. En un carro de basura – despaché mis pecados veniales – me quedé con las capitales – porque ya no tenía dinero – “a una fosa común de pecadores anónimos”. Llegué a escaparme con ese cargamento insólito al garete entre fuegos cruzados de mil maldiciones con rayos láser – vi en ese trance un pequeño grillo rascaba su violín de una sola cuerda destemplada – dándome la despedida con su canción preferida. Una mariposa nocturna vestida de luto – se llamaba Yolanda revoloteaba mi ataúd con llanto mudo y mis pecados capitales aún trastocaban arrecifes endurecidos trastornando mis espacios ya incólumes. Vi – por ahí un matrimonio de viejos: La vieja quería un ratón tierno y el viejo quería queso fresco, siempre hay esperanzas cuando la dicha es buena – vi escudriñar en los recovecos de la carne intacta a un pendejo piojo – sabía de las carnes buenas y blandas del hombre y la mujer y pude alzar el vuelo, rompiendo la gravedad fácilmente se puede alcanzar el cielo solo en sueños desgraciadamente. Se puede hacer cosquillas a la nubes y ordeñar de sus inmensas ubres, chapurrones o cascadas de lluvias para tapizar el suelo de verde pasto y flores de todos los colores – para los amantes ecológicos y paisajistas estetas – enamorados de la belleza natural. Solamente los fariseos llevan la contraria a la creación de la natura. Pues nada se detiene en la física dinámica de la existencia – es movimiento. Yo no tengo ropa interior solo el mismísimo cuero – lo orondo lo llevó encima – mi sol tuvo muchos eclipses – y yo muchas lunas de miel – pero el sol fue sol, y yo fui yo. No sé que pasaba – las medias y los hombres se las corrían de ellas – es que las piernas y ellas ya estaban deformadas. Dibujaba ideas fijas – de una insólita fisonomía – parecía de una insensata esquizofrenia. Mi libertad que nutría como la sangre mi salud mental. Se había parametrado – hay ataduras insalvables a la tierra que nos tiene con pies en ella. “La libertad, el respeto al derecho ajeno y al suyo propio” – escuché de eso. De hecho y obra y no sólo propósito. No somos iguales – ni gotas ni siquiera parecidas – aunque vamos en el mismo río – al mismo lugar o mar – “La Muerte”. La palabra desquiciada del pensamiento, la romántica divorciada de la realidad. El criterio equivocado de la libertad – ni siquiera sé lo que pienso. No soy escriba ni fariseo pero tengo parábolas y metáforas para hacer entender a mi pueblo. Espero que haya una ligazón de los tiempos y los pueblos – de lo pletórico y el devenir – y sigo dudando de las divinas escrituras: Es verdad o mentira? – “la duda es principio del saber” – es mejor ignorarlos – la verdad y la mentira hacen daño – en este valle de tristes realidades y amargos engaños. Ya no me importa que las viudas gasten en sus peinados – o en encajes y alfileres de fantasías. Porque nuestras partiduras siempre fueron sinfonías inconclusas. Al final, somos moscas buscando la miel y la mierda – o ciempiés remando en las arenas de un desierto – buscando un oasis con sed – o buscando un bolero para lustrar nuestros zapatos o un camello de dos jorobas armando la tercera de nuestros problemas en los páramos y estepas del tiempo y espacio. Muchos son hijos de Buda y otros tantos hijos de la puna legítimos, bastardos, espudios – hijos de bragueta – ahora de probeta o clonados. En este valle chicha de todo hay – pero lo mejor es la fruta de un vecino notable – cada cosa tiene su instancia y todo camino sus distancias. Solamente con el hombre indefenso, el Diablo se pone valiente – somos responsables de nuestros aciertos y tribulaciones – se nos paga o cobra – aquí mismo. Un collar en el cuello de una mujer o de un perro; viene a ser la esclavitud de su precio. En esta dualidad binaria la lágrima más inocente es la peor maldición y la luz de la mente es la mejor bendición. Digo lo más resaltante – oídas o sentidas de los hombres que fueron los protagonistas de una conducta fatídica sin desmerecer sus alcances – quiero plasmar como una heredad al devenir. Yo soy RHX3 – encarnado en un cactus, que se llamó Claudio y su última mujer Golda madre de Jhuly, la última mujer de la humanidad fenecida quedó viva – para ser la primera madre de una regénesis de otros hombres en otros mundos – solo con otros nombres. Hubiera querido decir más – se me agotó la tinta – llegó mi mujer en un platillo volador de último modelo – con un nuevo peinado “un beso en la nuca” perfumada y bañada – con sus pantaloncitos calientes de tul transparente. Traía dos brillantes en las puntas de sus pesones – de muy alto kilate – y dos pistolas – una que se había comprado en Marte y otra que papaNoel le había regalado, me llevó de las orejas de marciano a rastras hasta el platillo y con las justas pude escapar de este valle. Sin antes dejar este epitafio – en castellano – pues Claudio era peruano y Golda una charapita – de Loreto de este pueblo su más linda mujer, me olvidé de dejar mis derechos de autor en el INTERNED, no importa eso, no funciona. EPILOGO En la constelación – de este universo – existen ciclajes – en la relatividad de tiempos y espacios en un encadenamiento universal – con muy pocos márgenes de error – e imponderables en la computación divina – y un entendimiento universal en un lenguaje térmico de soles y estrellas en un eterno movimiento cuya dinámica de fuerzas son reversibles – por eso – inagotables – hay un cupo estable de espíritus solamente moldeables por la cultura a causa de las mentes donde fueron impregnados, fueron corruptas. Los hilos de esta cinemática y dinámica están en los dedos de dos metafísicos aquí – llamados Dios y el Diablo – los mismos en otras galaxias tienen otros nombres. En realidad la obra maestra del universo fue hecho de pacotilla – para que en el transcurso de años luz – se conviertan en una obra maestra, así como también la perfección de los pensamientos y sentimientos de los hombres – los mismos en otras constelaciones tienen otros nombres con diferentes alcances de perfección – aquellos que ya ha llegado a su plusgrado de excelencia – habrán cumplido y haya terminado su historia – salen de órbita – para convertirse otra vez en nebulosa – la nada y de ahí remplazados por una naciente estrella con el mismo potencial a encaminarse nuevamente en el ciclaje y capacidad de superación. En verdad – solamente es un cambio de estilo – lo importante de Jesú – comenzó con un faro lumbrando sus generaciones con todo lo que supo la humanidad fenecida en los diferentes campos de las ciencias y artes – y un compendio de sus más resaltantes pensamientos filosóficos y ontológicos aunque en esta última, poco aportan – en este cielo – el hombre poco exploró su ser; por tanto era de esperar siendo los neo hombres biónicos, transparentes y honestos – vulnerables. Será fácil una introspección de su alma – aún mirando a sí mismo en el espejo de los demás. Me fue fácil para mí – apreciar sus más recónditos de sus espíritus en sus más profundas manifestaciones psíquicas. He quedado maravillado – de sus lejandades de sus almas – con sus miles manifestaciones – eran como una memoria de la más sofisticada computadora – de una ingeniería de sistemas – me hizo creer: Dios y el Diablo son dos ingenieros de sistemas – “PHD” de alguna universidad que en alguna galaxia existe; deben de haber otros dioses del mismo grado académico manejando estos sistemas en las remotas distancias de la eternidad. Yo humildemente – como ser pensante solo pude plasmar dentro de mi limitaciones y el lenguaje poético utilizado – me copié de Claudio – pues así hablaba conmigo. Así os dejo – este testimonio con mi puño y letra para que algún día se lea. La humanidad de la antigua y el nuevo Testamento y este otro que ha comenzado su regénesis – en un nuevo paraíso – esta vez con Jhuly y Jesú – dignos representantes de dos ciclos enlazados – en un beso de un labio pintado – una rosa limeña y un hombre hecho de polvo de uranio – por la mano de Dios y el Diablo, un ingeniero de sistemas y un arquitecto de muy alta creatividad el Diablo. De la carne y el verbo de los humanos anteriores a 2996 quise armar una sinfonía filosófica – ya allá en mi galaxia de solamente sus mitos y leyendas armonías místicas de sus avatares en un lenguaje inefable de nuestra habla para eternizar lo finito – en ideas incorruptibles plasmadas en letras de molde – en líticas escrituras – o simplemente como hieráticas fantasmas más allá de los lindes de la inmortalidad. Sin allanar el profundo enigma del misterio insondable de su realidad. En una solemne liturgia de mis credos – destapizando de los hongos que ocultaron su historia. No solamente vía la última hoguera en torno del cual dialogamos – los pueblos fenecen, pero las ideas brillantes son diamantes eternos de luz propia. Yo dejé: Una desolación de vida pero no de sus ideas – flotaban en órbitas como satélites – algún día serán captada con otros hombres de sensibilidad filosófica poética. No serán mustios ni hojarascas propensos a desmoronarse ante la pátina del tiempo. Nosotros escribimos en piedras – de neolita – solo es posible borrables en un par de años luz. Esas ideas tendrán su tálamo en mi conciencia luego en nuestra historia intergaláxica. Cuyo rutilar será perceptible por las mentes con sensibilidad poética y filosófica por los confines siderales posibles de la amplitud y profundidad de aquellos pensamientos. Como la divina eucaristía de nuestras aleluyas. No habrá crespón ni mortaja para estos gratos recuerdos. Primero en el sendero estoico prematuro; luego lo sublime y eterno. Sabrá mucho a verdad y humanidad. Y en los remotos infinitos y atmósferas etéreas se escucharán los ecos. Estoy seguro no los traje en el canasto envejecido – de mi memoria – sino en impermeables mochila de mi corazón e inteligencia. allí están en el sacro reservorio de mi conciencia. Aquel tumulto de pensamientos desenterrados de la bitácora de la historia como un testimonio o testamento que llegaron a mis antenas con pasos acrobáticos; desde las noches eclipsadas hacia el alba de la resurrección y renacimiento de lo que fui oidor y testigo. Sin la zozobra de la flotante duda, sino un flujo pertinaz al porvenir espectral de una mañana. Aunque encontré la tierra cataléptica – paranoica y a los hombres locos y psicóticos – por eso dijeron la verdad. Los tengo en los estambres de mi flor preferida: Una rosa peruana – un bello equipaje; con el aroma, el perfume, la fragancia y la ternura y belleza de esa flor – lo tengo prendida en el hojal junto a mi corazón. Vivita por el cariño eterno que la tengo sus pétalos reverberantes – me dicen mucho de la ciudad jandín. Lima – muchas veces coronada la reyna del Pacífico. Quizá algún día reflote – es mi esperanza y visión cósmica. El adiós y el reencuentro ya serán de nuestras generaciones, de Jesú – Jhuly y la mía RHX3. Yo en la cantera encontré mucho oro de pensamientos – y en el calor de sus hogueras muy buenos sentimientos – mis pupilas captaron los mejores paisajes ante de la desolación y la naturaleza muerta; una fisonomía de la más pura estética. Créanme no fui un neófito viajero espacial – soy un PHD lo que llaman Uds. – en filosofía allá – es lo mismo creí también en la duda como un axioma del gran teorema de la vida. Más en mi ensimismamiento no diluyeron de mi canasta derruida nada de lo sacro rescatable. Están en el ápice de mi estandarte de mi devoción – a este pueblo peruano – lo mejor que vi y oí – de lo humano desgraciadamente fenecida – yo solo llevé en mi equipaje – la memoria de este paraíso perdido por la estupidez del tiempo y las circunstancias. Hoy reverberan esas ideas en los ámbitos de las mejores mentalidades de mi galaxia – pues eché un mordisco – a la manzana del árbol de la sabiduría de este pueblo – sin embargo no me echaron – si no fuera por mi mujer – que también fue hecha de una costilla falsa – de Adán allá se llamó – Adán nunca vio la serpiente tentadora - ni la chuchupe voladora de mi destino sin embargo más los lectores que este escritor amateur y todavía extraterrestre – lo entenderán. Al fumar en mi pipa – un tabaco cubano (muy bueno) en el espiral del humo – elevo mi oración a mi cielo – dando gracias de haberme permitido – conocer la tierra y cabe recalcar es hueca – es una especie de bolsa – de foot-ball el interior está recubierta de una piedra neolita tan impermeable al magnetismo y capaz de soportar todo el peso de la tierra de afuera sospecho ahí viven gentes que buscaron su refugio después del hundimiento de la llamada Atlántida – dejando algunos monumentos líticos – Machupicchu; la cabezas de la isla de Pascua; los dolmos de Inglaterra; las pirámides de Egipto; las líneas de Nazca; hoy diciendo existen pueblos debajo de las arenas – anunciando son seres altamente pensantes. Creo los escabadores del petróleo no toquen el nervio sensitivo del corazón de la tierra sería el colapso de este planeta que tanto quiero – una copia fiel de la tierra y respetamos nuestras profundidades también de nuestros espíritus, aunque mi perro se meaba en mi sombra. A veces bailo solo con mi sombra – una marinera limeña – esa sombra parece la cola de un cometa que ha arrastrado con ella todas las imágenes de la tierra – y bebo un pisco sour – con ella de las uvas de Ica – y los limones de Piura – que traje en mi mochila – el gran souvenir del Perú – el mejor retrato de ese mundo y ese pueblo. Ahora en el oscilar de los ondulantes senos de la luz de mi lámpara de noche – aún recuerdo los senos de Yolanda, la terráquea mía – hubiera querido dejar diez hijos e hijas en ella – no fue así – pues la tierra cambiaría de camisa – “con la teoría” – de nuevo y acomodarse – que lástima, no dejé prole. Más no me libraré de sus ligaciones atávicas – con aquel planeta de indios monolíticos – de blancos inteligentes; de amarillos vivaces y negros atléticos – y sobre todo los de las comarcas indómitas del Perú profundo. Guardo en un cofre de oro del Perú mis lágrimas nostálgicas – no permito que caigan al suelo – este cofre no tiene filtro – serán testigos tengo presentimientos estas lágrimas estarán intactas en la eternidad. Pero si de la rendijas de mi alma ya tienen muchas rajaduras sangrarán nostalgias, recuerdos y vivos deseos de volver – como la oscura golondrina de Becquer – para hacer su nido en un balcón limeño. POST – DATA La historia se repite – solo cambia de nombres y estilos e histeria – y tienen sus apellidos, los de ahora: El nuevo EDEN – ahora ANDEN EVA – Jhuly EVANS MOISES – MAISE – AMI RUT – RUDDY FAN LIA – MIA LUT NOE – JOE MAIO ABRAHAM – ABOM SUN JESUS – YERU PEREZ MARIA – TALIA NUN ABEL – NOBEL BON CAIN – MALIN GUN ADAN – ODON SMITH Para mencionar nombres – un vaivén de ciclos, tras el limbo la primera floración; acariciado por el aire, enfermo ayer, hoy rejuvenecido y sano – un estremecimiento sensual de un nuevo amanecer; de súbito la voluptuosidad arma sus estilos y la antigua silueta femenina toma sus nuevas medidas 100-50-100. Los faunos exiliados vuelven a sus fechorías el ángel necrófago el último sepulturero de aquel panteón “Ultimo Motel” del ciclo pasado yo tomaba café aún más amargo que ayer. La brisa inerte despierta de sus pesadillas sueltas sus alientos al realismo y El realivio tierno y fresco mientras las flores van estrenando sus nuevos trajes con diseños y colores de la nueva moda. Las olas quietas y calvas reviven audaces cubriendo sus calvas cabezas con algas frescas y cardúmenes de nuevos peces y planctons de colores cambiados por mamarrachos el -–el pintor Diablo de y brocha las voces gorda de agónicas impalpables de las sirenas – solo se sienten las canciones de los nuevos encantos y amores clandestinos – mientras el péndulo del vaivén del tiempo siguen marcando las horas relativas según las circunstancias de los nuevos días y noches. Las ideas sepultadas de los genios pensadores salen de nuevo a reencarnarse en el éter cósmico esperando ser captados por las mentes sensitivas de los poetas y filósofos receptores de alta fidelidad. Una abeja volando lentamente con su polen de carga, aún pudo entregar los sublimes néctares – al nuevo colmenar de ideas rescatables de ayer. Los amuletos y talismanes en un aquelarre y júbilo bailan “la danza de los esqueletos” dando nuevas buenas suertes y augurios a la nueva humanidad. La claridad atraviesa las sombras que huyen despavoridas – como ovejas negras del lobo feroz – y se diluyen en el vacío y la nada” la nueva luz del alba” saludando al alba esta vez en el oeste. La levitación de los fantoches de los prejuicios estúpidos y equivocaciones de la humanidad fenecida – se oyen los pasos en el aire – de la resurrección fantasmagórica armando un nuevo cónclave en el limbo de un vano de los últimos suspiros de los engañados del otro ciclo, con un rictus heroico se apoderan de los nuevos rostros todavía tersos – causando mohines – gestos en las bocas y ojos de los neo-habitantes – “de algo suspenso en el aire”. El pájaro carpintero – que últimamente era un perfecto ebanista – a puño limpio se abre paso en el bosque virgen sus picos se han resblandecido – por sus cargos de conciencia – de haber herido las conciencias fitológicas de los árboles por 3000 años – cambiaran de oficio de carpintería por watch-men de los bosques. Y la somnolienta tierra como una mujer tras una noche de placer aún desnuda se pone su nuevo babydoll rosado transparente de acuerdo a la nueva moda del nuevo ciclo. Los escarabajos arqueólogos están buscando entre las ruinas – la historia pasada – no encontraron ni un rezago ni osamenta humana – fueron incinerados – por el tremendo calor de las fisiones de átomos en megatones suficientes para atomizar a la nada. Las estalactitas siguen bailando un ballet – en trajes también transparentes a sus pequeños espacios cavernales. Y el viento glacial se ríe con contumisancia y alevosía – y el yo glacial de la montaña con el calor del nuevo hábitat y libertad – se deshiela en causes nuevos – de ríos todavía puros y limpios como sus conciencias orogénicas. Y las cascadas dirán las nuevas notas celestiales en do mayor. La sensación de soledad y vacío se aliviara con el bullicio de los niños infantes del nuevo siglo y de los tumultos parlanchines de los neo-hombres – en un diluvio de seres cantores y recitadores. Las cabelleras de las nieblas umbrías ahora son rubias al natural. Y de los paisajes subterráneos del alma emergían las nuevas imágenes estéticas de una poesía biónica y electrizante. Pude escuchar el inefable bostezo del vértigo divino – de aquella “noche que se durmió Dios”. Este mundo parecía un retablo de repente encendido – una conflagración de luces y sonidos – de matices y gamas biónicas. Y desde una maraña – una mosca atómica atrapada de mecha esterilizada salta en paracaídas. Créanme – hay mucho de candidez del arquitecto divino en la nueva estructura – después de haber hecho a Adán de barro – un simple adove – con un tufo de vino barato – con concupiscente diseño futurista – de un tipo sin estómago ni corazón y tirarlo al nuevo mundo – llamado ANDEN Jesú – “Un desalmado inapetente”. En una geometría proyectiva de ecuaciones empíricas de cálculo centimal – sin la topología de un acabado – a pesar el material utilizado era uranio neolítico. He auscultado la alucinante concepción del neoarte de esos dos arquitectos socios amateurs – sin grado académico – todavía están estudiado su maestría en un par de años luz – serán los dos PHD´S – “doctores en topología”. Vi, se limpiaron los musgos quedando las rocas lampiñas para los nuevos ecos metálicos para responder a los vientos virgos todavía, pero ya mañosos traídos en sus genes – no encontraron faldas; pero traseros calatos y aprendieron a peñizcarlos y rozaban sus cojones en rocas vivas – causando rayos, truenos y relámpagos a mil leguas de distancias – las rocas tenían cicatrices de antiguas heridas profundas de muchas guerras atómicas las efigies solo cambiaron de formas – es cuando el amor por la tierra – tipificada en el Perú se rendía al recuerdo – convertido en una tremenda nostalgia – una idea fija – de mi locura extraterrenal. El nuevo horizonte estalla en antorchas y brasas de los nuevos juegos artificiales de la fiesta al sol. “Renacimiento” Del arte desnudo, transparente y biónico. Mas creo: El arte fue siempre indestructible – por tanto eterno solamente mutante. Se hacen nuevas fogatas en las pascanas de los caballeros andantes del siglo – nunca más quijotescos, solo sanchos pero no gordos, ni con colesterol. El nuevo rostro del mundo no tiene maquillaje ni remiendos – pero si algunos refinamientos del cariz natural. Las cumbres nevadas deshilaban agua de la fórmula H202 más vivificantes para aplacar cualquier sed de los seres vivientes incluyendo la tierra misma – el mar, la atmósfera, tantos los espacios y tiempos. Los sonámbulos huracanes en trajines del mundo “Break Dance” con sus saltos acrobáticos de tifones hasta la astrotósfera – tocaban con sus cabelleras el cinturón de Allen. No podrá conciliar mis sueños, comencé a morirme de desesperanza – no era posible mitigar las nostalgias – solo el rito a mi honor y dignidad intachable soslayaba mis angustias “era como Claudio todo un hombre” – solo que lloraba para adentro y enfermé mi hígado y lastimé mi corazón. Este mundo yendo de lo conocido a lo ignoto – con la última verdad todavía muy distante – en espacio y tiempo. Conocer algo más era una espina convertida en un aguja me incaba la imaginación. Este eslabón de ochos horizontales más existe también un espiral o caracol a dos infinitos, más allá y más arriba, más los espíritus ya no caben en las órbitas de la eternidad muchas fueron sacrificadas por una eutanasia celestial. El mar fluía feliz con su nuevo corpiño de seda blanca más sensual y transparente – el nuevo aire tenía calzoncillos acondicionados con cierre atrás – parece gay – eran tenues y mostraban sus azules genitales. Estoy seguro – el arte es otro elemento de la tierra así como al agua, el aire – el fuego. Sobre todo la música y la literatura la reyna de las bellas arte – elementos inmortales de este orbe sin cotejos genéticos ni ocurrencias peregrinas – pero van en un eterno “Encrescendo” a la perfección. La nueva procesión de estrellas, un magno rebaño – bajando por el puente de nácar de la luna a pastar en estas nuevas fondas del imperio de Dios y el Diablo. Me estoy perdiendo en las sombras incorpóreas tardías, me estoy perdiendo en el bosquejo de una penumbra de mi noche rezagada – de esta mi geografía trágica y la sutileza quimérica y binaria de mi existencia y mi muerte dual. En mi agonía vi las nubes desnudas en singulares bikinis tomaban sol – en mi cielo y sobre mis montañas. Se rescurría el velo de mis párpados – viendo la última verdad – gases asfixiantes en una emboscada invadieron mis espacios. La lluvia piadosa apenas hacía sus enjuagues furtuitos como mis lágrimas. Me habían asesinado la alegría – me decían las muecas terribles de mi rostro en mi agonía. Mi piel convertido en andrajos de badana – no comprendo – nunca fui sinvergüenza por mi dolor – parecían los colgajos carcomidos por el abuso sexual. Mi tiempo se había hecho hilachas por el tonto uso de mis horas y era quimérico el tinte usado por el pintador de la muerte. “Un paisaje de mi naturaleza muerta”. Este día rezagado con tardías penumbras de arrepentimientos y apegos a la vida – “No quería la noche con absurdas esperanzas”. Dos ángeles y dos diablos vestidos de negro frac – los primeros con camisa blanca y los otros con camisas rojas – ambas parejas con corbatines negros – los segundos tenían metidos los rabos en los bolsillos izquierdos – venían a cargar a la humanidad en hombros – simbólicamente mi cadáver en un catafalco singular “claro: Todos los muertos son buenos – yo no era la excepción”. En mi última mirada vi el fantasma de Claudio – iba a dar al discurso funeral sin concurrencia de amigos ni familiares – estaban todos muertos; no cabía la orfandad – pero si muchas difuntas viudas de mis amores libres “solo faltaba un epitafio sobre mi tumba”. “Aquí yace RHX3 el escribidor y profeta del tercer testamento”. Casi al final – un niño – metáfora de un picaflor; de ojos violeta – y dedos de terciopelo; llamado – ADUL – padre de Claudio – un día voló al cielo, habló con la corte celestial – de los problemas de los hombres; un pliego de reclamos a la eterna justicia: 1) Que: El trabajo era indigno del hombre, ganarse el pan con el sudor de la frente; convertía a este picaflor en un modesto ganapan. 2) El Matrimonio – un sacramento contra natura – esclaviza a los hombres a un destino con la perdida de su libertad y el habla, dos dones sublimes de este ser. 3) Los mandamientos de la ley de Dios no son compatibles con la vida de estos picaflores – libres como el viento y picaflor de naturaleza. 4) La ciencia y la tecnología no es para su bien, sino para su destrucción. 5) La política no busca el bien del pueblo, sino los intereses de los pequeños grupos de poder. 6) Que el dinero, solo ha conseguido hacer miserable a las grandes mayorías. 7) Los hijos de probeta nacen sin alma ni corazón. 8) Que las drogas en esta vida: “Que es un bello sueño nos conducen por ensoñaciones enfermas”. 9) Que la velocidad ha privado a este picaflor – símbolo del hombre de su virtud de contemplación para tener pensamientos profundos. 10) Que el vino ya no era de uva y las mujeres son las costillas falsas de Adán Pérez (apellido de ADAIN) porque Dios le dijo perecerás. 11) Que el último átomo fisionado es el terror de estos pájaros, en vez de ser la solución para sus problemas energéticos – son para la guerra. 12) Que, el perro no lo quiere al gato, el ratón ya no come queso, solo los tontos pagan impuestos, solo los ilotas e idiotas tienen destino, los militares son hombres con miedo (andan armados y disfrazados), solo los cándidos dicen la verdad, los ruidos no dejan dormir, el dólar compra corazones, que el periodismo es parametrado. Bueno cuantas cosas, en realidad – no son problemas – cositas que Dios o el Diablo nos ponen en los caminos – para que este pájaro – hombre tenga en que entretenerce y pueda usar su cabecita – de otro modo no tendría sentido la vida. El quiere que la luche – para encontrarle sabor a su existencia en buena lid y salga vencedor sudando la camiseta con vergüenza y pundonor deportivo, para no comer un pan con soledad, sino una torta o un panetón – dando gracias a la vida; en este valle del Señor – buscando la dicha todos los días y defendiéndola todas las noches, bajo la luz sutil de la inteligencia; su imaginación creadora y voluntad de alternativas en los 32 puntos de la rosa náutica, cuyas derivas casi todas son del bien y una sola del mal – el infierno de estos pájaros. Más cabe de vez en cuando platicar con él – para cambiar ideas o simplemente para tomarse un vino de la damajuana de su parral de una sola bota o un vaso de chicha – porque Dios es peruano – de la tinaja del pueblo nuestro – mientras se discuta con calor de la inmortalidad del mosquito o de la pulga bailarina de un ballet ruso. El hombre es una ave – ha forjado su divinidad y su gloria por un calvario a lo largo de toda la historia pues en un principio – solo fue HUACO DE BARRO modelado así no más, por dos alfareros de mal gusto; el tiempo y el espacio para luego convertirse, por el dorado del tiempo y el plateado del espacio – en una obra de arte celestial – hasta convertirse en casi un Dios – por derecho propio, sin recomendaciones de la omnipotencias, ni las aves Marías a la virgen. Una omnipotencia obtenida por mil siglos de ejercicios – luz depurada por un millón de genes – que lograron cada vez más claridades en su inteligencia capaz de comprender los recónditos misterios del universo externo e interno del alma del hombre – con un corazón que late, afectos y sentimientos nobles – una mente para idear nociones fecundas del arte y la filosofía y de los mundos ontológicos y metafísicos – para convertirse en un picaflor divino – capaz de amar una violeta (costilla verdadera de Adán Pérez) de ternuras plenas – para libar y extasiar del amor eterno. Ese niño, ojos color violeta y dedos de terciopelo se hizo mayor y dueño de su destino – como un simple hijo de vecino – sin desentonar con los hijos del pueblo por ser hijo de Dios – se bautizó ya hecho todo un hombre y tomó el nombre de Adul, más pobre que un maestro de una escuelita nocturna en un rincón del Perú – con solo terno reversible – más lustrado que zapato de diputado – lo volteado los domingos para ir a misa – tomaba con medio pan el desayuno y un pan entero solo en sus cumpleaños – sin embargo no fue oído por Dios – ya saben Uds. el triste final. Como todo joven picaflor tuvo sus amores, así de flor en flor – libando néctares y miel dejaba en ellas, una sensación distinta, divina – por eso todas las florecillas querían ser favorecidas y lo extasiaban de néctares hasta quedarse envanecidas y poseídas, derramando sus aromas hasta quedarse agotadas del amor y ansiedad. (Adul fue padre de Claudio). Todas quedaron en cinta y así la tierra se cubrió de niños nuevamente ojos de violeta y dedos de terciopelo – con perfume de violeta sutil – con sabor a humildad y ternura – y la tierra otra vez un jardín, hoy llamado Edén – nuevo paraíso para estos pájaros. Seguramente fue oído – ya no por los equivocados, sino para las nuevas generaciones a partir de Jesú y Jhuly. Las flores que fueron madres se sentían princesas de flor – por haber sido poseídas por el picaflor hijo de Dios – sacaban pecho orgullosas así aparecieron sus senos – como dos gamitos corrieron al cielo – sus pétalos tomaron colores de grana y escarlata con perfumes eternos – pero las otras que quedaron tirando cintura en esta fiesta del picaflor; les crecieron las nalgas por quedarse sentadas para vestir santos profanos de cualquier valle o rociaron sus néctares al suelo – como miel para hormigas plebeyas y sus aromas al viento o haciendo el amor con picaflores terrestres en amores comunes y mundanos para parir picaflores proletarios, esclavos para servir a los príncipes y reyes de ojos violeta y dedos de terciopelo. Así nacía – la nueva burguesía – y el proletario en el nuevo valle fuera de Adán. Así aparecen las clases sociales que tanto mal hizo a la ornitología humana – estos ciervos tenían que trabajar para su amo o aprender oficios y profesiones para poder salir de la esclavitud y muchos se fueron a los burgos – nombraron su alcalde llamado Mayores y se hicieron burgueses – a costa de sangre y sudor y lágrimas. Algunos con capacidad académicas – con un faro en la mano derecha – un currículum vitae – heredados de ayer – estudiaron en una universidad carreras liberales científicas y técnicas – para ver un mundo mejor a fuerza de quemarse las pestañas adquiriendo nuevos conocimientos suficientes para ver algo mejor en esta vida. “Era volver a la dimensión humana”, con honorables profesiones, médicos psiquiatras u otras profesiones modernas en los campos; cibernéticos e ingeniería de sistemas – para mencionar; la electrónica, la computación – planificación – concluyeron – no era sino la sofisticación estúpida de la civilización anterior. Ahora valía dotes de la imaginación creadora – la sensibilidad artística y el sentido estético de la vida – valía los pensamientos contemplativos, la sensibilidad superior – los conceptos profundos y eternos – las verdaderas pautas para conocer al hombre y a Dios. Luces que alumbraron el camino y los senderos del futuro. No niego los habían “pájaros” a más de los pechos – amarillos – los gorriones, los pájaros bobos – los picaflores – las mansas palomas – los carpinteros – los tordos – los búhos noctámbulos – por decir unos cuantos. Los habían pájaros con preocupaciones sociales se convirtieron en líderes como Moisés, Jesús – San Martín, Bolívar – solo con otros nombres, pájaros de gran categoría – a conducir pueblos hacia la libertad. Los jardines de tierras fecundas las plantas de verdes hojas – fabricaban clorofila con las caricias de los rayos solares y el claro de luna, convertían toda la sabia bruta en sabia elaborada y vivita – para nutrir las plantas = floreciendo corolas y pétalos – para que liben los picaflores haciendo de la tierra nuevamente un enjambre de amor. Un día Adul – se dio cuenta – volaban picaflores que no tenían ojos de violeta, ni dedos de terciopelo; sino ojos azules y dedos de pétalos de rosa – hijos de otro picaflor de un jardín junto a un lago azul, en cuyos contornos habitaban rosales – de bellas rosas olorosas y fraganciosas porque las flores, amores de picaflores – ojos de violeta, le sacaban la vuelta con picaflores de ojos azules y dedos pétalos de rosas, llamados Rosendos; de los jardines de Europa – el tiempo y espacio, dijeron al espíritu de Dios, hablaron con Adul – para decirle que Adul sentará cabeza y formará su hogar y que se dejara de gitanerías, bulerias y fandanguillos. Una mañana muy temprano salió Adul a sus correrías mundanas en busca de nuevas flores y novedades amorosas, hartado de rosas, dalias, margaritas azucenas, se fue de la ciudad al campo revoloteo por los bosques y cañadas y en el rincón más triste – vivía una flor salvaje – en medio de abrojos y espinas – se llamaba Yolanda; sin embargo era la flor más delicada de este mundanal suelo, de aroma muy diferente de hermosura sin igual – pero inaccesible – era solitaria y salvaje – solo esperaba un divino ultraje. Era difícil hablar con ella pues era tan bella que todo picaflor cortejante se quedaba mudo. Hablaba en verso y poesías – no quería zambitos y gerga de picaflor leía poemas de amor en Esperanto – y otros idiomas modernos también era la flor más culta de este valle de Señor – decía que su príncipe azul sería alegre como un español, trabajador como un alemán y un perfecto gentleman como un inglés – y la zalamería de un peruano. Adul; picaflor de flores fáciles – el cid campeador de flores prostituídas y sacavuelteras o de flores sensuales le llegó la hora “cero” se enamoró como un Turco y juró “esta flor será mi esposa” aunque tenga que renunciar a mi sacra libertad mi divinidad o tenga que trabajar o empeñar mi majestad de ser hijo de Dios – desde ese mismo día – se convirtió en Sirio – más plantado y firme como un roble – pretendiendo apasionado y desafortunado. Más tenía lo que quería aquella flor. Era un lejana estrella – difícil de llegar; aprendió castellano, Esperanto y que se yo; muchas lenguas y dialectos más por amor que talento – fue a estudiar a Oxford – Harvard, San Marcos, para graduarse de gentleman buscó chamba en Alemania –para trabajar como Oto. Paso por Salamanca par estudiar a todos los romanceros del siglo de oro, se hizo torero, bailador y cantador – aprendió a tocar guitarra, piano. Se aprendió de memoria las rimas de Becquer – Zorrilla – José Manrique – Osnayo y por si acaso se muera, leyó a Homero para idear un rapto de Helena – buscar su talón de aquiles, valsesitos criollos – aunque ella era una charapita por eso de pasito a paso; se compró un caballo de paso se disfrazó de chalan – aprendió a cocinar – se compró un par de mandiles – un saco largo – “juro ser un ratón de un solo hueco” y si le salía un rival; huainito, tango y la cueca. Se bañó en agua de rosas – se hizo los bigotes, se bañó en muña contrató a los mejores mariachis con los guitarrones más grandes de México querido para cantarle las mañanitas – contrató a Rafael – al Puma, a Placido Domingo – para que le canten sus cuitas de amor aprendió de principio. Al fin a carreño, a maldita sea su suerte Rosendo el pájaro de ojos azules, caballero inglés, buen navegante le estaba adelantando muchas leguas y nudos, culto y psicólogo – con maestría de las costillas falsas de Adán Pérez sobre todo de las mujeres bonitas había leído e cabo a rabo a Shakespeare, Lord Byron – conocía mucho de Romeo y Julieta – de Dante y Beatriz, Ollantay y Cusi Coillor. Por consiguiente estaba próximo a ganarle la partida de Adul quien ya estaba más loco que una cabra – de caliente y pasión. Una tarde de primavera todavía se encontraba los dos en la pampita del medio-mundo; Tirifilo y carita quedaron chicos ante esta pelea pico a pico, con cuchillo y navaja; judo, karate, duelo a espada, pistola – jugaron a las cartas, a los dados – desde ese atardecer hasta el amanecer. La lucha era igual a igual – todo era un empate, no había vencedor ni vencido, cuando fatigados y doloridos al final se fueron a libar un trago – en un bar de la huerta perdida – cerca a un campo santo – las maravillas; es cuando entró al bar sonriente y sacando pecho, cholo un picaflor zambo de madre humilde – tamalera – hijo del pueblo, más un gran señor – picaflor fraguado en una buena educación de la vida misma a fuerza de estudio y trabajo un perfecto caballero los invitó otro trago – unas chelas heladitas al polo y les dijo acepten con filosofía, esa flor es mía y será la madre de mis hijos – del hijo del pueblo en flor silvestre – acabo de casarme con ella y somos felices – sacó de su bolsa un paquete de tabaco cubano y tres pipas muy finas y fumemos la pipa de la paz. No podían ser Uds. – los dueños de su corazón – esta flor del charco es flor muy delicada necesita brazos fuertes para protegerla y amarla – porque Uds. no han hecho nada por Uds. mismos por tener sangre azul, ojos color violeta dedos de terciopelo, ojos azules, dedos de pétalos de rosa; ella prefiere los ojos negros de dos noches oscuras dedos de bronce de hombre fuerte y trabajador y una inteligencia forjada en la universidad de la vida. Así la nueva tierra se pobló de picaflores de plumajes negros – hijos de la flor salvaje (Yolanda) y crolo pájaro proletario. Luego vino la democracia y se mezclaron los pájaros; se originan las razas y los mestizaje de cholos, zambos, amarillos – una colección de campesinos y ciudadanos un sancochado de razas de difícil entendimiento. Nacieron los problemas discriminaciones. El blanco odia al negro el aristócrata al plebeyo raciales – las el ñato al narigón los nazis a los judíos – Otra vez los hombres del nuevo mundo cavaban su nueva tumba la tierra se viste de luto y Cristo a padecer. Un 12 de Agosto de 2996. Y el mundo sigue andando pero esta vez contra el reloj me doy cuenta recién nada es estático, todo se mueve. Tras el faro heredado por Jesú – del pasado solo fue compendio de interrogantes al devenir verdad los conocimientos son las materias primas del pragmatismo y la erudicción – vienen a ser la estagnación un detenimiento infeliz – la creación de la pereza humana – hubiera preferido la ignorancia de Jesú – con un faro de luz para alumbrar y seguir descubriendo de los nuevos imposibles – que sin ellas este nuevo amanecer – no sería el otro paraíso terrenal. La continuidad poética – por las distancias insospechables – de la imaginación creadora – será el acicate – para la continuidad del universo y de la humanidad “For ever and Ever”. Pues la recesión, el detenimiento de lo alcanzado – es la muerte súbita de todo o la inercia. Jhuly trajo de la humanidad fenecida: La ternura de una flor y la coquetería limeña. Y con el faro y el nuevo corazón – han armado con Jesú una regénesis – y no será la última palabra – tampoco será un retroceso. Por lo menos un nuevo mundo – ya sin cucarachas – por fin encontraron su waterloo – no hay más excremento después de cien millones de años ni tampoco habrán “gays” el neo hombre no tiene ano. Aquel pretérito transcrito en un futuro casi perfecto – no quedará de la demencia hendida en el espíritu indefinido del devenir – pues vendrá con sus propias locuras. Aquellas serán ausencias sin retorno sepultados en el olvido – nunca existió anillos de compromisos entre los cielos – ni divorcios – solamente el repudio y pequeñas trampas de telarañas de insomnios furtuitos e imponderables de los nuevos adolescentes. Los mitos y leyendas lo congénito traído en los genes sin la asfixia de las contaminaciones poluladas de la historia fenecida. Se verá algo de las cicatrices de la dignidad enyesadas – de fracturas accidentales. “Todo tiempo tiene sus traumas propios”. Se han anudados las gargantas de sus gritos – no podrán nunca más vociferar en esta mañana – sus protestas. “Ellos no tienen derechos humanos”. Porque habían acuchillado sus cuerdas bucales y fulminado la libertad – y el derecho a la palabra. Sin embargo – aquí os dejo de lo que fue que será la nueva humanidad – como un verdadero testimonio de lo que vi con mis ojos y mi pluma imparciales y extraterrestres. A estos seres de ayer y hoy pensantes, hablantes, obrantes y con ínfulas de libertad – con ligeras ideas del bien y el mal y unos pocos con el sentido estético de la vida y una divina y diabólica imaginación: Llamados hombres. Frutos de la ovulación de un espermatozoide no siempre el mejor y muchas veces en óvulos prostituidos – los que fueron hijos de bragueta y estos últimos hijos de probeta. Un ente salvaje auténtico – pleno de maldades; asesino depredador maldito – con un poco de maquillaje de bondad de la civilización – soslayando así su conducta – criminal con tres candiles de luz; la ética, la estética y la lógica – que lo convirtieron a unos cuantos en seres humanos – la mayoría todavía no han podido salir – con un eterno atavismo a su salvajismo congénito, ni librarse de la atracción terrestre su hábitat eterno. Sin embargo ya tienen un buen bagaje de culturas e historias. Seguramente alcanzará su divinidad – después de todo – el hombre es hijo legítimo de Dios. En el mejor de los casos – si utiliza su inteligencia para poder sobrevivir en coexistencia con la natura – pues el hombre es solamente un engranaje de la vida – y es un mito, ser el rey de la natura. Ha vivido a espaldas de su realidad atávica y dependencia del medio ambiente. El futuro parecía incierto – cabe la extinción y luego un renacimiento y los artífices son la natura y el hombre – las razones son obvias – en el ciclaje de los instantes geológicos. Las extinciones de los mastodontes, dinosaurios – seguirá del homo-sapiens y toda su comparza viviente – otra vez nebulosa – luego un nuevo Jesú y Jhuly en otros paisajes terrenales – por los siglos y los siglos. AMEN