Granada.qxd 14/2/05 23:19 Página 2 Un estudio de más de 1,2 millones de siniestros define el riesgo de accidente de cada conductor LA CARA DEL PELIGRO Determinadas situaciones y circunstancias incrementan la probabilidad de sufrir un accidente. Por ejemplo, el exceso de velocidad multiplica por siete el riesgo de accidente, y conducir acompañado lo incrementa casi el doble; también es más arriesgado ser varón, o circular por carreteras interurbanas. Así se desprende de un estudio realizado en la Universidad de Granada, basado en más de 1,2 millones de partes de accidentes de la DGT entre 1990 y 1999. J. Ignacio RODRÍGUEZ E stimar el riesgo de sufrir un accidente de tráfico en función de las características del conductor es el objetivo de la tesis doctoral “El método de la exposición inducida y su aplicación a los accidentes de tráfico en España”, presentada por Javier Moreno en el Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Granada. El método ha sido aplicado a todos los conductores de al menos 18 años de edad de los vehículos implicados en accidentes de circulación con víctimas recogidos por la Dirección General de Tráfico (DGT) en todo el territorio nacional durante el período de 1990 a 1999, excluyendo aquellos accidentes en los que estaban involucrados peatones. El númeTRÁFICO 36 Marzo-abril 2005 ro de casos correspondientes a accidentes simples es de algo más de 200.000, mientras que el de implicados en accidentes múltiples supera el millón. Los resultados más relevantes del estudio han sido los siguientes: ● El exceso de velocidad es el princi- CONDUCIR ACOMPAÑADO SUPONE CASI EL DOBLE DE RIESGO DE SUFRIR UN ACCIDENTE, PERO EL EXCESO DE VELOCIDAD LO AUMENTA EN MÁS DE SIETE VECES Granada.qxd 14/2/05 23:20 Página 3 EL RIESGO DEL ALCOHOL, DIFÍCIL DE CALCULAR ➤ Los vehículos de dos ruedas presentan, en general, un riesgo de accidentalidad 2,5 veces mayor que el resto. pal factor que propicia el accidente, pues aumenta el riesgo en más de siete veces, independientemente de las características del conductor y de las condiciones ambientales. ● El grupo más joven, de 18 a 24 años, es el que presenta un mayor riesgo, que disminuye paulatinamente conforme aumenta la edad hasta la franja de 55 a 64 años, para aumentar después moderadamente. ● El varón tiene sobre la mujer un leve exceso de riesgo –alrededor de un 15% más– en todos los tramos de edad, pero no en todas las circunstancias. Así, la relación de riesgo es mayor en la noche y el crepúsculo que durante el día, en el cual no hay apenas diferencia entre ambos sexos. También en condiciones de circulación ininterrumpida superior a una hora cambia el exceso de riesgo del hombre, anulándose en los conductores jóvenes e invirtiéndose en los conductores de mayor edad. ● El alcohol, recogido en la variable “condiciones psicofísicas” del cuestionario de accidentes con víctimas en que se basa el registro de la DGT, incrementa significativamente el riesgo de accidente, aunque la deficiente calidad de esta variable heterogénea dificulta, según el autor, una valoración rigurosa de los resultados. ● El ir acompañado en el vehículo supone casi el doble de riesgo de sufrir un accidente (entre 1,5 y 1,9). El aumento de riesgo respecto a la conducción en solitario se produce en todos los tramos de edad y sexo, aunque en mayor medida en los varones jóvenes. Asimismo, el VELOCIDAD EXCESIVA E INADECUADA El cuestionario de accidentes con víctimas de la DGT contempla dos tipos de infracción por exceso de velocidad: la que se deriva de la violación de los límites y la recogida bajo el epígrafe “velocidad inadecuada para las condiciones existentes”. En este caso, la evaluación está sujeta a criterios subjetivos y lo más común, según el autor del trabajo, es que se valore que si el accidente se ha producido, es porque en efecto se circulaba a una velocidad inapropiada. Por lo tanto, “no es de extrañar que se atribuyan riesgos superiores de accidentalidad en el caso de la velocidad inadecuada para las condiciones existentes que en el de la vulneración de los límites legales de velocidad”. riesgo que representa la compañía es superior en la carretera, en donde llega a ser de más del doble, que en la zona urbana. ● Los vehículos de dos ruedas presentan en general un riesgo de accidentalidad dos veces y media mayor que el resto de vehículos, incrementándose cuando la superficie de la calzada no está seca o limpia, en la zona urbana y para los conductores varones de edad madura. ● Algunas circunstancias también influyen significativamente sobre el riesgo de padecer un accidente de tráfico con víctimas, si bien su efecto es inferior a las características del conductor. Así, el tránsito por la carretera supone un gran aumento de riesgo con respecto a la zona urbana y a la travesía, que entre sí no presentan diferencias. Este incremento de riesgo es marcadamente superior en el grupo de las mujeres mayores de 34 años. ● La conducción durante la noche y el crepúsculo presenta un riesgo globalmente moderado (entre 1,3 y 1,5 más) en relación a la conducción diurna, aunque es distinto según el grupo de edad y sexo, pues en los varones jóvenes llega a ser de casi el doble y en el caso de las mujeres maduras es nulo. ● La calzada mojada o alterada produce un incremento medio del riesgo de un 73%, y este efecto adverso es superior en la mujer que en el hombre. ◆ PAUL ALAN PUTNAM El autor del trabajo plantea que ha encontrado algunas dificultades para determinar el riesgo relacionado con el alcohol, entre otras cosas porque en la mayoría de los accidentes no se realizan pruebas de alcoholemia. “En la práctica, es muy difícil la tarea de valorar adecuadamente, a partir del registro de accidentes de la DGT, el riesgo propio que representan las diversas circunstancias personales recogidas en la variable “condiciones psicofísicas”, que incluye, además del alcohol, otros factores con un alto riesgo contrastado ampliamente en la bibliografía, como el sueño o el consumo de drogas ilegales. Sería aconsejable, por tanto, la separación de estos factores de riesgo tan distintos, siendo inexcusable la creación de una variable específica para el alcohol”. TRÁFICO 37 Marzo-abril 2005