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FILOSOFIA
ANTIGUA I
Los Presocráticos:
Orígenes de la filosofía:
Según Julián Marías, “La filosofía tiene un origen geográfico e
histórico claro: Mileto, ciudad Jonia de Asia menor, a principios
del siglo VI a. C. En Grecia se desarrolla la filosofía por ser una
sociedad sólida, con un ambiente cultural floreciente, bienestar
económico y una lengua rica en conceptos.
El hombre griego se encuentra con un mundo que existe desde
siempre, como naturaleza y principio de toda realidad concreta. A
la vez existe multiplicidad y cambio, y este cambio que es
propiedad de las cosas, se enmarca en oposiciones, (Frío y caliente,
blanco y negro, par e impar, etc.) Este mundo es tambien inteligible
y dado a comprenderse. Se puede ver o contemplar
una realidiad y decir lo que es: Teoría, logos y ser son
los tres términos decisivos del pensamiento helénico.
De ello el mundo aparece como algo ordenado y
sometido a leyes: Esta es la nocion de Cosmos. Y de
este ordenamiento accesible a la razón humana, que
puede gobernarlo y dirigirlo, que crea una
convivencia”. Con los filósofos griegos aparece el
concepto de Arjé o primer principio.
*(Julian Marías, Historia de la Filosofía, p.p. 10)
Arjé:
(arché, arkhé, del griego ἀρχή, "fuente", "principio" u "origen”):
Concepto utilizado por los filósofos de la Antigua Grecia cuyo significado es el comienzo del
universo o el primer elemento de todas las cosas. También puede significar sustancia o
materia, es decir, aquello que no necesita de ninguna otra cosa para existir, sólo él mismo.
Tales de Mileto argumentaba que el agua es el origen y esencia de todas las cosas en el
mundo, quizás, la primera explicación significativa del mundo físico.
Anaximandro sostenía que el arché era el Ápeiron: lo indeterminado, aquello que carece de
límites.
Anaxímenes consideraba que lo era el aire; fluido por excelencia.
Pitágoras identificaba el arché con los números. No consideraba al número como algo
abstracto, sino como algo real y principio constitutivo de las cosas.
Heráclito retornó a los elementos naturales proponiendo el fuego como arché por su
naturaleza dinámica. Sin embargo para él el principio originario era el lógos, la palabra; y era
solo comparable al fuego, ya que el fuego "con mesura se enciende y con mesura se apaga" así
como el logos, (con mesura) da a cada uno su parte.
Opuesto al monismo, o la existencia de un solo tipo de arché, surgió el pluralismo:
Empédocles decía que todo se componía de cuatro elementos: tierra, aire, agua y fuego.
Anaxágoras defendió que existía una infinidad de componentes del universo.
Demócrito argumentó la existencia de átomos, o partículas diversas que ni se crean ni se
destruyen y que al agruparse construyen todo lo que conocemos.
Aristóteles (en su libro V o Delta de Metafísica) presenta específicamente este término y sus
muchos posibles usos.
Escuelas de la filosofía:
Períodos de la filosofía Antigua:
La filosofía griega antigua puede dividirse en:
A. Período Cosmológico:
Siglo VII hacia la primera mitad del siglo V a.C.
Tratan de descubrir la naturaleza del universo,
Se les conoce como Presocráticos o filósofos de la naturaleza.
A) Monistas: Tales de Mileto, Anaximandro, Anaxímenes, Pitágoras, Parmenides, Heráclito
B) Pluralistas: Empédocles, Anaxágoras, Demócrito
B. Período Antropológico:
Segunda mitad del siglo V a.C. Era de oro de Atenas.
Tratan de descubrir la naturaleza del hombre.
El tema filosófico pasa de la “Physis” al “Nous”
Sócrates y los Sofistas: Protágoras, Gorgias, Pródico, Hipias, Antifonte y Trasímaco.
C. Período Ontológico:
Siglo IV a.C.
Síntesis sobre el conocimiento del universo y el hombre
Platón y Aristóteles
D. Período Científico:
Siglos III al I a.C.
Doctrinas morales (estóicos, epicúreos)
e interés científico, centrado en Alejandría
Los Presocráticos:
Se les llama presocráticos a los filósofos que
anteceden a Sócrates y también a muchos
contemporaneos, ya que se ve a Sócrates como una
plenitud del pensamiento y el comienzo de la
división entre una filosofía oriental y una occidental.
ESTUDIO DE LA PHYSIS: LA NATURALEZA:
Estos estudiaban y reflexionaban sobre la naturaleza,
el principio material de todas las cosas. Entre ellos
destacan Tales, Anaximandro y Anaxímenes, los tres
de Mileto; Pitágoras, Heráclito, Parménides,
Empédocles, Anaxágoras, Demócrito.
La filosofía griega arcaica (o también llamada
presocrática) abarca desde el nacimiento de la
filosofía (siglo VII a.C.) hasta el siglo V a.c. Sus
obras se han perdido y no nos quedan sino
fragmentos citados por autores posteriores con
Platón, Aristóteles, Plutarco, Sexto Empírico,
Diógenes Laercio.
Clasificación de los Presocráticos:
Se ha tratado de clasificarlos por pensamiento, escuelas, regiones etc.: (Monistas y Pluralistas); por
escuela: (de Mileto, Pitagóricos, Eleatas, Atomistas…); por regiones (Jonios, Itálicos, Eleatas…)
Casi todas estas clasificaciones tienen una excepción a la regla, no quedando claro en muchos
casos si el filósofo pertenece o no una escuela, si sólo fué influenciado o si sólo era
contemporáneo, por lo que optamos por presentar esta gráfica únicamente a modo de referencia.
Los Presocráticos Monistas:
Escuela de Mileto:
Tales de Mileto:
Nació el año 625 a.C. en Mileto. Algunos
dicen que es de origen fenicio. Fue el
iniciador de la indagación racional sobre el
universo. Se le considera el primer filósofo de
la historia de la filosofía occidental, y fue el
fundador de la escuela jónica de filosofía. Fue
el primero y más famoso de los Siete Sabios
de Grecia (el sabio astrónomo). Llegó a ser
famoso después de predecir el eclipse de sol
que ocurrió el 28 de mayo del 585 a.C.
Fue además uno de los más grandes
matemáticos de su época, concentrándose sus
principales aportes en las bases de la
geometría.
Según él, el arjé o principio original de todas las cosas es el
agua.
Se le atribuye haber llevado de Egipto a Grecia conocimientos y
herramientas elementales de geometría. Se acepta como su
principal aporte el teorema que lleva su nombre: que un
triángulo que tiene por lado el diámetro de la circunferencia que
lo circunscribe es un triángulo rectángulo.
Asimismo la leyenda acerca de un método de comparación de
sombras que Tales habría utilizado para medir la altura de las
pirámides egipcias, aplicándolo luego a otros fines prácticos de
la navegación. Se supone que Tales conocía muchas de las
bases de la geometría, como el hecho de que cualquier diámetro
de un circulo lo dividiría en partes idénticas, que un triángulo
isósceles tiene por fuerza dos ángulos iguales en su base o las
propiedades relacionales entre los ángulos que se forman al
cortar dos paralelas por una línea recta perpendicular.
Los egipcios habían aplicado algunos de estos conocimientos
para la división y parcelación de sus terrenos, pero Tales se
habría dedicado en Grecia mucho menos al espacio (a las
superficies) y mucho más a las líneas y a las curvas, alcanzando
así su geometría un mayor grado de complejidad y abstracción.
Anaximandro:
(Mileto, 610 a. C.- 546 a. C.): Discípulo y continuador de
Tales, compañero y maestro de Anaxímenes; se le
atribuye sólo un libro, que es sobre la naturaleza, pero su
palabra llega a la actualidad mediante comentarios
doxográficos (opinión) de otros autores. Se le atribuye
también un mapa terrestre, la medición de los solsticios y
equinoccios por medio de un gnomon, trabajos para
determinar la distancia y tamaño de las estrellas y la
afirmación de que la Tierra es cilíndrica y ocupa el centro
del Universo.
La respuesta dada por Anaximandro a la cuestión del arjé
es un paso adelante. El arjé es lo ápeiron (de a: partícula
privativa; y peras: ‘límite, perímetro’), es decir, lo
indeterminado, lo ilimitado, principio de todo,
imperdecedero, de donde todo se desprende con el
tiempo y que con el tiempo volverá a ser uno solo.
Lo que es principio de determinación de toda realidad ha
de ser indeterminado, y precisamente ápeiron designa de
manera abstracta esta cualidad: Lo eterno, siempre activo
y semoviente. Esta sustancia, que concibe como algo
material, es «lo divino» que da origen a todo.
De Anaximandro se conserva este texto, que es el primero de
filosofía y en prosa de la Historia:
El principio (arjé) de todas las cosas es lo indeterminado “ápeiron”.
Ahora bien, allí mismo donde hay generación para las cosas, allí se
produce también la destrucción, según la necesidad; en efecto, pagan las
culpas unas a otras y la reparación de la injusticia, según el orden del
tiempo. Anaximandro
Esta «injusticia” puede tener dos sentidos: Primero, que toda
existencia individual y todo devenir es una especie de usurpación
contra el arjé, en cuanto que nacer, individuarse, es separarse de la
unidad primitiva. Y segundo, que los seres que se separan del arjé
están condenados a oponerse entre sí, a cometer injusticia unos con
otros. El devenir está animado por la unilateralidad de cada parte,
expresada ante las otras como una oposición. En Anaximandro se
encuentra ya una cosmología que describe la formación del cosmos
por un proceso de rotación que separa lo caliente de lo frío. El fuego
ocupa la periferia del mundo y puede contemplarse por esos orificios
que llamamos estrellas. La tierra, fría y húmeda, ocupa el centro. Los
primeros animales surgieron del agua o del limo calentado por el sol;
del agua pasaron a la tierra. Los hombres descienden de los peces,
idea que es una anticipación de la teoría moderna de la evolución.
Anaxímenes:
(Mileto, 585 a. C. - 524 a. C.).
El principio de todas las cosas (y también el
substrato que permanece invariable ante todos
los cambios y el fin, o "telos" al que todo vuelve)
es infinito; aunque, a diferencia del ápeiron de
Anaxágoras, nos habla de un elemento concreto:
el aire.
Esta sustancia se transforma en las demás cosas
a través de la rarefacción y la condensación. La
rarefacción genera el fuego, mientras que la
condensación el viento, las nubes, el agua, la
tierra y las piedras; a partir de estas sustancias se
crea el resto de las cosas. Podría explicarse el
cambio de estado del aire mediante el flujo entre
dos polos, lo frío y lo caliente; pero varios
fragmentos nos muestran que Anaxímenes
pensaba inversamente, y creía que lo caliente y lo
frío eran consecuencia y no causa de la rarificación
y la condensación respectivamente.
Los Pitagóricos:
Pitágoras:
Pitágoras nació en Samos hacia el 582-507 a.C. Se sabe muy poco de
él; no se conserva nada escrito sobre su vida, famoso sobre todo por
el Teorema de Pitágoras, que pertenece a la escuela pitagórica y
no sólo a Pitágoras. Su escuela afirmaba «Todo es número», por
ello, se dedicó al estudió y clasificación de los números. Siendo
muy joven viajó a Mesopotamia y Egipto. Se estableción e Crotona
al sur de Italia.
. Seguramente fue un hombre excepcional sabio y profundo y se cree
que fue el primero en llamarse a sí mismo, amante de la sabiduría, es
decir, “Filósofo”. Su escuela se estableció en Magna Grecia (Sur de
italia) y Sicilia, por lo que se le conoce como Escuela Itálica. Sus
seguidores vivían en comunidades o sectas y se dividían en
Acusmáticos y Matemáticos, estos últimos poseedores de
conocimientos científicos profundos y secretos. Eran teóricos y
contemplativos, y se destacaban por la especulación matemática
(aritmética y geometría) La autoridad de Pitágoras era tanta que dio
lugar a la expresión “él lo ha dicho” como argumento último de
autoridad.
Pitágoras:
El esfuerzo para elevarse a la generalidad de un teorema matemático a partir
de su cumplimiento en casos particulares ejemplifica el método pitagórico
para la purificación y perfección del alma.
Enseñaba a conocer el mundo como armonía; en virtud de ésta, el universo
era un cosmos, es decir, un conjunto ordenado en el que los cuerpos celestes
guardaban una disposición armónica que hacía que sus distancias estuvieran
entre sí en proporciones similares a las correspondientes a los intervalos de la
octava musical.
En un sentido sensible, la armonía era musical; pero su naturaleza inteligible
era de tipo numérico y, si todo era armonía, el número resultaba ser la clave
de todas las cosas.
La voluntad unitaria de la doctrina pitagórica quedaba plasmada en la
relación que establecía entre el orden cósmico y el moral; para los
pitagóricos, el hombre era también un verdadero microcosmos en el que el
alma aparecía como la armonía del cuerpo.
En este sentido, entendían que la medicina tenía la función de restablecer la
armonía del individuo cuando ésta se viera perturbada, y, siendo la música
instrumento por excelencia para la purificación del alma, la consideraban,
por lo mismo, como una medicina para el cuerpo.
La santidad predicada por Pitágoras implicaba toda una serie de normas
higiénicas basadas en tabúes como la prohibición de consumir animales, que
parece haber estado directamente relacionada con la creencia en la
transmigración de las almas.
Heráclito de Efeso:
Nació en Efeso hacia el año 535 a. C. y falleció hacia el 484 a. C..
Heráclito fue netamente aforístico. Su estilo reproduce la realidad ambigua y
confusa que explica, usando el oxímoron y la antítesis para dar idea de la
misma. Algunos lo toman dentro de la escuela pitagórica mientras otros sólo
lo consideran contemporáneo.
Heráclito afirma que el fundamento de todo está en el cambio incesante. El
ente deviene y todo se transforma en un proceso de continuo nacimiento y
destrucción al que nada escapa.
Heráclito escribió sus opiniones de manera enigmática, Sus escritos estan
divididos en tres partes; “Sobre el universo”, “Sobre política” y “Sobre teología”.
Heráclito pensaba que la filosofia se expande mediante enigmas e introdujo
el concepto de Logos y que tiene el sentido de “mostrar lo que es”; un logos
inserto en nuestra alma, pero que no logramos hallar; nos es difícil conocer
porque nos apartamos del Uno, en el cual habita el Logos, es decir, el
concepto, la palabra, la inteligbilidad de ese Uno. Heráclito propuso la
visión del cambio continuo: “todo fluye”, “no te puedes bañar dos veces en
el mismo río”, lo frío se calienta lo húmedo se seca, lo árido se
humedece….. ese fluir conforma su escencia, pues su Physis consiste en ir
haciéndose. Lo divino para Heáclito es la armonía de los contrarios: Día y
noche, invierno y verano… “la virtud mas alta es ejercer la sabiduría y la
sabiduría consiste en decir y practicar las verdades que la naturaleza nos
dicta con su voz”.
Parménides de Elea:
Nació hacia el 540 a.C. en Elea, Magna Grecia. Su importancia
radica en que con él comienza el estudio de la filosofía en sentido
estricto, pues es el primero en ir mas allá de la especulación
cosmológica física y estudiar metafísica y ontología, o las cosas
en cuanto a entes o en relación a su ser. Inicia una epopeya en
busca del origen del cosmos, del principio radical de todas las
cosas, de la causa última. La busqueda del fundamento tiene la
forma de un viaje en el que el viajero debe decidir qué camino
tomar. Para ella hay dos caminos, el de la verdad, que despoja los
sentidos y se aferra a la razón; el otro es el camino de la opinión
que es cofuso y obscuro y nos lleva a la perdición. Expone su
doctrina (la afirmación del ser y el rechazo del devenir, del
cambio ) en un poema. El ser al que se refiere Parménides es
material.
Piensa que:
• El ser es ingénito.
• El ser es entero.
• El ser es inmóvil.
Para Heráclito todo cambiaba, para Parménides todo
permanecía.
Jenófanes de Colofón
Jenófanes de Colofón
(nacido entre el 580 a. C. y el 570 a. C. - muerto entre el 475 a. C.
y el 466 a. C.) fue un poeta elegíaco y filósofo griego. Sus obras
sólo se conservan en fragmentos, gracias a citas de autores
posteriores, actualmente recopiladas en la obra de H. Diels, "Los
fragmentos de los presocráticos”.
A partir de los fragmentos conservados, puede reconstruirse una
visión del mundo y de los dioses opuesta a los planteamientos de
la épica homérica y hesiódica. Vinculado a la escuela milesia por
origen y por la estructura de su cosmología, tradicionalmente se
lo ha considerado fundador de la escuela eleática y del monismo.
Se le ha señalado a menudo como escéptico por sus fragmentos
gnoseológicos, y los autores de la patrística creyeron ver en sus
textos teológicos una primera formulación del monoteísmo entre
los griegos.
Zenón de Elea
Zenón de Elea fue un filósofo griego nacido en Elea
perteneciente a la escuela eleática (c. 490-430 a. C.). Fue
discípulo directo de Parménides de Elea y se le recuerda
por el amplio arsenal conceptual con que defendió las
tesis de su maestro. No estableció ni conformó ninguna
doctrina positiva de su propia mano, en tanto que todo lo
que defiende lo toma de Parménides, sino que se limitó a
atacar todo planteamiento que no parta de las tesis
eleáticas.
Meliso de Samos
Meliso de Samos (nacido probablemente en 470 a. C.) fue un estadista
y comandante naval (navarco) que contribuyó también a la filosofía y
ejerció cierta influencia sobre el atomismo de Leucipo y Demócrito.
Meliso comandó una flota de Samos que derrotó a los atenienses en
441 - 440 a. C. aunque Pericles obtuvo finalmente la victoria. Fue
discípulo de Parménides, cuyas ideas filosóficas extendió.
Sus trabajos, fragmentos que fueron preservados por Simplicio y
atribuidos a Meliso por Aristóteles, están dedicados a la defensa de la
doctrina de Parménides. Están escritos en jónico y consisten en largas
series de argumentos. El Ser, según él, es infinito, no tiene principio ni
final y no puede surgir del no-ser. No puede ser destruido porque es
imposible para el ser convertirse en no-ser y si pasa a ser otro ser no
hay destrucción.
Se conservan algunos fragmentos de su poema Sobre el Ser o Sobre la
Naturaleza. Aristóteles lo califica de rústico y obtuso por haber
confundido el Ser con el mundo material. Mantiene el concepto de la
escuela eleática de la Unidad, la eternidad, la homogeneidad, la
uniformidad y la inmovilidad del Ser.
Pero modifica el concepto de ser limitado y redondo como una esfera, afirmando su
infinitud.
El Ser (mundo) es infinito, sin principio ni fin. Meliso mezcla también ideas jónicas
(Anaximandro, Anaxímenes) con las de la Escuela eleática.
De acuerdo con Simplicio (Physika), Meliso difiere de Parménides en su distinción
entre ser y ser absolutamente. Argumenta con el fin de mostrar que el Ser debe ser
ilimitado en magnitud, y, por lo tanto, uno e inalterable. Cualquier cambio de una
fuente interna a una externa, dice, es impensable; el Uno o la realidad unitaria, de
Parménides, es invariable en cantidad y en clase. No puede haber división dentro de
la unidad, pues toda división implica espacio o vacío—pero el vacío no es nada, y
por lo tanto, no es. Desarrolla que el ser es incorpóreo.
La dificultad fundamental que subyace en esta lógica es la paradoja, más claramente
expresada por Zenón de Elea, de que la evidencia de los sentidos contadice el
intelecto. El argumento abstracto muestra que el cambio de la unidad es imposible,
aunque los sentidos nos dicen que lo cálido se vuelve frío, lo duro blando y lo vivo
muerto.
Ni Meliso ni Zenón observaron que la aplicación de estos métodos destructivos
atacan la raíz no sólo de la multiplicidad sin también del Uno cuya existencia
mantenían. Las armas que forjaron para defender a Parménides se pueden usar con
el mismo efecto contra sus propias tesis.
Los Presocráticos Pluralistas:
(Agrigento, Sicilia 495/490 - h.435/430 a. C.)
recibe la influencia del pitagorismo y de Parménides. Su vida está
rodeada de leyenda: se le recuerda como mago y profeta, como
médico y místico. Su doctrina parte de la Esfera primordial eterna e
inmóvil, pero, a diferencia del Ser de Parménides, en su interior se
encuentran las cuatro raíces de todo, los cuatro elementos: fuego,
aire, agua y tierra.
Cada uno de los principios es eterno e imperecedero, no hay
nacimiento ni final, sólo mezcla (Amor) y separación (Odio). Estas
dos fuerzas primordiales (Amor y Odio) crean en su lucha los ciclos
del mundo o del eterno retorno.
A esta teoría de las cuatro raíces, a las que Aristóteles más tarde llamó
elementos, juntando el agua de Tales de Mileto, el fuego de Heráclito,
el aire de Anaxímenes y la tierra de Jenófanes las cuales se mezclan
en los distintos entes sobre la Tierra.
Estas raíces están sometidas a dos fuerzas, que pretenden explicar el
movimiento (generación y corrupción) en el mundo: el Amor, que las
une, y el Odio, que las separa. Estamos, por tanto, en la actualidad, en
un equilibrio.
Esta teoría explica el cambio y a la vez la permanencia de los seres del
mundo. El hombre es también un compuesto de los cuatro elementos.
La salud consiste en cierto equilibrio entre ellos.
El conocimiento es posible porque lo semejante conoce lo semejante: por el fuego
que hay en nosotros conocemos el fuego exterior, y así los demás elementos. La sede
del conocimiento sería la sangre, porque en ella se mezclan de modo adecuado los
cuatro elementos de la naturaleza.
Sostiene una curiosa teoría sobre la evolución orgánica por su teoría de las raíces.
Suponía que en un principio habría numerosas partes de hombres y animales
distribuidas al azar: piernas, ojos, etc. Se formarían combinaciones aleatorias por
atracción o Amor, dando lugar a criaturas aberrantes e inviables que no habrían
sobrevivido.
Muchas especies de criaturas vivas tienen que haber sido incapaces de propagar su linaje, ya
que en cada una de las especies hoy día existentes o la industria o el valor o la velocidad ha
protegido desde el principio su existencia, conservándola.
Aristóteles le atribuye un experimento para demostrar la presión del aire como
sustancia independiente usando una clepsidra. También descubrió la fuerza
centrífuga y el sexo de las plantas.
En astronomía identificó que la luz de la Luna no era luz propia sino reflejada, y
creía lo mismo del Sol. También consideró que la Tierra era una esfera aunque esto
parece estar más relacionado con su cosmología según la cual esta esfera representante del mundo material- se llenaba y vaciaba de amor o lucha.
Anaxágoras de Clazomene
(Clazomene, Jonia 500 - 428 a. C.)
Expuso su filosofía en su obra Peri physeos (Sobre la naturaleza).
Para explicar la pluralidad de objetos en el mundo dotados de cualidades diferentes,
recurre a la suposición de que todas las cosas estarían formadas por partículas
elementales, con el nombre de “spermata”, (semillas en griego). Aristóteles les llama
homeomerías (partes semejantes).
Sostiene que todo está en todo, todo participa de todo: nada empieza a ser, si antes
no era en modo alguno. Todo es divisible infinitamente, luego las cualidades que
definen todas las cosas y las distinguen están ya presentes en esa mezcla infinita.
Jamás estas cualidades se dan puras, solamente "semillas" (spérmata). Así, decimos
que esto es "oro" porque "predominan" en ello las semillas de oro, pero también están
presentes todas las demás cosas.
La pluralidad y los cambios se explican por la mezcla o disgregación de semillas. El
nous ("discernimiento" o "conocimiento") es el proceso de separación a partir de la
mezcla original.
Anaxágoras concibe el nous como origen del universo y causa de la existencia, pero a
la vez trata de explicarse y llama a encontrar las cosas cotidianas de lo que ocurre en
el mundo.
Por otro lado, hizo formar parte de su explicación de la
realidad al concepto de nous, inteligencia, la cual, siendo
un «fluido» extremadamente sutil, se filtra por entre los
recovecos de la materia, a la que anima con su
movimiento. El nous penetra algunas cosas y otras no,
con lo que se explica, siguiendo a Anaxágoras, la
existencia de objetos animados e inertes. Platón en el
Fedón se muestra de acuerdo con la afirmación según la
cual el nous es la causa de todo y conduce al orden y la
armonía, pero discrepa con la búsqueda de las causas
materiales emprendida por Anaxágoras.
Su doctrina del nous fue más tarde adoptada críticamente
por Aristóteles. Las diferencias entre las concepciones de
uno y otro pueden apreciarse con este ejemplo: Para
Anaxágoras los humanos pudieron hacerse inteligentes
debido a que tenían manos, en cambio para Aristóteles el
hombre recibió manos debido a que tenía inteligencia.
y Leucipo
Demócrito: (Abdera, Tracia ca. 460 a. C. - m. ca. 370 a. C.)
Aunque se le categoriza como presocrático, es contemporáneo de
Sócrates: La mayor parte de sus obras tratan de ética.
Realizó muchos viajes por Egipto, Persia y Mesopotamia, donde
habría aprendido de magos persas y sacerdotes egipcios y caldeos.
El conocimiento es posible porque lo semejante conoce lo
semejante: por el fuego que hay en nosotros conocemos el fuego
exterior, y así los demás elementos. La sede del conocimiento sería
la sangre, porque en ella se mezclan de modo adecuado los cuatro
elementos de la naturaleza.
Para Demócrito, la percepción, la razón por la cual piensa por
ejemplo que tiene una pluma en la mano, es un proceso
puramente físico y mecanicista; que el pensamiento y la sensación
son atributos de la materia reunida en un modo suficientemente
fino y complejo, y no de ningún espíritu infundido por los dioses
de la materia. Presentar a la materia como autocreada, e integrada
por átomos, sin necesidad de explicar una primera causa.
La teoría atomística:
Junto con su maestro, Leucipo, Demócrito es considerado fundador de la escuela atomista,
desarrollando la obra de su maestro y su tesis de partida es que la physis se compone de átomos y
vacío.
Todo se compone de "indivisibles" (átomos) que se diferencian entre sí por su "figura" con su forma y
tamaño determinado, por el orden y por la posición. Su número es ilimitado y no nacen ni perecen
ni cambian en sí mismos. Todo cambio (nacer- perecer) consiste en el movimiento de los átomos.
Los átomos, que se mueven por sí mismos, son "lo lleno" (ser), lo otro es la nada, "el vacío" (no ser).
Pero la nada es: si no hubiese vacío todo sería compacto y sin movimiento. El vacío es infinito en
magnitud, como los átomos son infinitos en número.
La teoría atomística de Demócrito y Leucipo se puede esquematizar así:
1. Los átomos son eternos, indivisibles, homogéneos, incompresibles e invisibles.
2. Los átomos se diferencian solo en forma y tamaño, pero no por cualidades internas.
3. Las propiedades de la materia varian según el agrupamiento de los átomos.
Defiende que toda la materia no es más que una mezcla de elementos originarios que poseen las
características de inmutabilidad y eternidad, concebidos como entidades infinitamente pequeñas y,
por tanto, impercetibles para los sentidos, a las que Demócrito llamó átomos, término griego que
significa "que no puede cortarse".
Referencias:
HISTORIA DE LA FILOSOFÍA: I Filosofía Antigua,
rlos Goñi Zubieta
Editorial Palabra, Madrid, 2004
HISTORIA DE LA FILOSOFÍA
Julián Marías
32.a Edición
Biblioteca de la Revista de Calle Milán, 38. Madrid
1a edición: 1941; 32ª. edición: 1980
COSMOS
Carl Sagan
Esditorial Planeta, Barcelona, España
7a edición: 1980
http://es.wikipedia.org/wiki/Zenón_de_Elea
http://es.wikipedia.org/wiki/Meliso_de_Samos
http://es.wikipedia.org/wiki/Leucipo_de_Mileto
http://es.wikipedia.org/wiki/Jenófanes
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