FILOSOFIA ANTIGUA I Los Presocráticos: Orígenes de la filosofía: Según Julián Marías, “La filosofía tiene un origen geográfico e histórico claro: Mileto, ciudad Jonia de Asia menor, a principios del siglo VI a. C. En Grecia se desarrolla la filosofía por ser una sociedad sólida, con un ambiente cultural floreciente, bienestar económico y una lengua rica en conceptos. El hombre griego se encuentra con un mundo que existe desde siempre, como naturaleza y principio de toda realidad concreta. A la vez existe multiplicidad y cambio, y este cambio que es propiedad de las cosas, se enmarca en oposiciones, (Frío y caliente, blanco y negro, par e impar, etc.) Este mundo es tambien inteligible y dado a comprenderse. Se puede ver o contemplar una realidiad y decir lo que es: Teoría, logos y ser son los tres términos decisivos del pensamiento helénico. De ello el mundo aparece como algo ordenado y sometido a leyes: Esta es la nocion de Cosmos. Y de este ordenamiento accesible a la razón humana, que puede gobernarlo y dirigirlo, que crea una convivencia”. Con los filósofos griegos aparece el concepto de Arjé o primer principio. *(Julian Marías, Historia de la Filosofía, p.p. 10) Arjé: (arché, arkhé, del griego ἀρχή, "fuente", "principio" u "origen”): Concepto utilizado por los filósofos de la Antigua Grecia cuyo significado es el comienzo del universo o el primer elemento de todas las cosas. También puede significar sustancia o materia, es decir, aquello que no necesita de ninguna otra cosa para existir, sólo él mismo. Tales de Mileto argumentaba que el agua es el origen y esencia de todas las cosas en el mundo, quizás, la primera explicación significativa del mundo físico. Anaximandro sostenía que el arché era el Ápeiron: lo indeterminado, aquello que carece de límites. Anaxímenes consideraba que lo era el aire; fluido por excelencia. Pitágoras identificaba el arché con los números. No consideraba al número como algo abstracto, sino como algo real y principio constitutivo de las cosas. Heráclito retornó a los elementos naturales proponiendo el fuego como arché por su naturaleza dinámica. Sin embargo para él el principio originario era el lógos, la palabra; y era solo comparable al fuego, ya que el fuego "con mesura se enciende y con mesura se apaga" así como el logos, (con mesura) da a cada uno su parte. Opuesto al monismo, o la existencia de un solo tipo de arché, surgió el pluralismo: Empédocles decía que todo se componía de cuatro elementos: tierra, aire, agua y fuego. Anaxágoras defendió que existía una infinidad de componentes del universo. Demócrito argumentó la existencia de átomos, o partículas diversas que ni se crean ni se destruyen y que al agruparse construyen todo lo que conocemos. Aristóteles (en su libro V o Delta de Metafísica) presenta específicamente este término y sus muchos posibles usos. Escuelas de la filosofía: Períodos de la filosofía Antigua: La filosofía griega antigua puede dividirse en: A. Período Cosmológico: Siglo VII hacia la primera mitad del siglo V a.C. Tratan de descubrir la naturaleza del universo, Se les conoce como Presocráticos o filósofos de la naturaleza. A) Monistas: Tales de Mileto, Anaximandro, Anaxímenes, Pitágoras, Parmenides, Heráclito B) Pluralistas: Empédocles, Anaxágoras, Demócrito B. Período Antropológico: Segunda mitad del siglo V a.C. Era de oro de Atenas. Tratan de descubrir la naturaleza del hombre. El tema filosófico pasa de la “Physis” al “Nous” Sócrates y los Sofistas: Protágoras, Gorgias, Pródico, Hipias, Antifonte y Trasímaco. C. Período Ontológico: Siglo IV a.C. Síntesis sobre el conocimiento del universo y el hombre Platón y Aristóteles D. Período Científico: Siglos III al I a.C. Doctrinas morales (estóicos, epicúreos) e interés científico, centrado en Alejandría Los Presocráticos: Se les llama presocráticos a los filósofos que anteceden a Sócrates y también a muchos contemporaneos, ya que se ve a Sócrates como una plenitud del pensamiento y el comienzo de la división entre una filosofía oriental y una occidental. ESTUDIO DE LA PHYSIS: LA NATURALEZA: Estos estudiaban y reflexionaban sobre la naturaleza, el principio material de todas las cosas. Entre ellos destacan Tales, Anaximandro y Anaxímenes, los tres de Mileto; Pitágoras, Heráclito, Parménides, Empédocles, Anaxágoras, Demócrito. La filosofía griega arcaica (o también llamada presocrática) abarca desde el nacimiento de la filosofía (siglo VII a.C.) hasta el siglo V a.c. Sus obras se han perdido y no nos quedan sino fragmentos citados por autores posteriores con Platón, Aristóteles, Plutarco, Sexto Empírico, Diógenes Laercio. Clasificación de los Presocráticos: Se ha tratado de clasificarlos por pensamiento, escuelas, regiones etc.: (Monistas y Pluralistas); por escuela: (de Mileto, Pitagóricos, Eleatas, Atomistas…); por regiones (Jonios, Itálicos, Eleatas…) Casi todas estas clasificaciones tienen una excepción a la regla, no quedando claro en muchos casos si el filósofo pertenece o no una escuela, si sólo fué influenciado o si sólo era contemporáneo, por lo que optamos por presentar esta gráfica únicamente a modo de referencia. Los Presocráticos Monistas: Escuela de Mileto: Tales de Mileto: Nació el año 625 a.C. en Mileto. Algunos dicen que es de origen fenicio. Fue el iniciador de la indagación racional sobre el universo. Se le considera el primer filósofo de la historia de la filosofía occidental, y fue el fundador de la escuela jónica de filosofía. Fue el primero y más famoso de los Siete Sabios de Grecia (el sabio astrónomo). Llegó a ser famoso después de predecir el eclipse de sol que ocurrió el 28 de mayo del 585 a.C. Fue además uno de los más grandes matemáticos de su época, concentrándose sus principales aportes en las bases de la geometría. Según él, el arjé o principio original de todas las cosas es el agua. Se le atribuye haber llevado de Egipto a Grecia conocimientos y herramientas elementales de geometría. Se acepta como su principal aporte el teorema que lleva su nombre: que un triángulo que tiene por lado el diámetro de la circunferencia que lo circunscribe es un triángulo rectángulo. Asimismo la leyenda acerca de un método de comparación de sombras que Tales habría utilizado para medir la altura de las pirámides egipcias, aplicándolo luego a otros fines prácticos de la navegación. Se supone que Tales conocía muchas de las bases de la geometría, como el hecho de que cualquier diámetro de un circulo lo dividiría en partes idénticas, que un triángulo isósceles tiene por fuerza dos ángulos iguales en su base o las propiedades relacionales entre los ángulos que se forman al cortar dos paralelas por una línea recta perpendicular. Los egipcios habían aplicado algunos de estos conocimientos para la división y parcelación de sus terrenos, pero Tales se habría dedicado en Grecia mucho menos al espacio (a las superficies) y mucho más a las líneas y a las curvas, alcanzando así su geometría un mayor grado de complejidad y abstracción. Anaximandro: (Mileto, 610 a. C.- 546 a. C.): Discípulo y continuador de Tales, compañero y maestro de Anaxímenes; se le atribuye sólo un libro, que es sobre la naturaleza, pero su palabra llega a la actualidad mediante comentarios doxográficos (opinión) de otros autores. Se le atribuye también un mapa terrestre, la medición de los solsticios y equinoccios por medio de un gnomon, trabajos para determinar la distancia y tamaño de las estrellas y la afirmación de que la Tierra es cilíndrica y ocupa el centro del Universo. La respuesta dada por Anaximandro a la cuestión del arjé es un paso adelante. El arjé es lo ápeiron (de a: partícula privativa; y peras: ‘límite, perímetro’), es decir, lo indeterminado, lo ilimitado, principio de todo, imperdecedero, de donde todo se desprende con el tiempo y que con el tiempo volverá a ser uno solo. Lo que es principio de determinación de toda realidad ha de ser indeterminado, y precisamente ápeiron designa de manera abstracta esta cualidad: Lo eterno, siempre activo y semoviente. Esta sustancia, que concibe como algo material, es «lo divino» que da origen a todo. De Anaximandro se conserva este texto, que es el primero de filosofía y en prosa de la Historia: El principio (arjé) de todas las cosas es lo indeterminado “ápeiron”. Ahora bien, allí mismo donde hay generación para las cosas, allí se produce también la destrucción, según la necesidad; en efecto, pagan las culpas unas a otras y la reparación de la injusticia, según el orden del tiempo. Anaximandro Esta «injusticia” puede tener dos sentidos: Primero, que toda existencia individual y todo devenir es una especie de usurpación contra el arjé, en cuanto que nacer, individuarse, es separarse de la unidad primitiva. Y segundo, que los seres que se separan del arjé están condenados a oponerse entre sí, a cometer injusticia unos con otros. El devenir está animado por la unilateralidad de cada parte, expresada ante las otras como una oposición. En Anaximandro se encuentra ya una cosmología que describe la formación del cosmos por un proceso de rotación que separa lo caliente de lo frío. El fuego ocupa la periferia del mundo y puede contemplarse por esos orificios que llamamos estrellas. La tierra, fría y húmeda, ocupa el centro. Los primeros animales surgieron del agua o del limo calentado por el sol; del agua pasaron a la tierra. Los hombres descienden de los peces, idea que es una anticipación de la teoría moderna de la evolución. Anaxímenes: (Mileto, 585 a. C. - 524 a. C.). El principio de todas las cosas (y también el substrato que permanece invariable ante todos los cambios y el fin, o "telos" al que todo vuelve) es infinito; aunque, a diferencia del ápeiron de Anaxágoras, nos habla de un elemento concreto: el aire. Esta sustancia se transforma en las demás cosas a través de la rarefacción y la condensación. La rarefacción genera el fuego, mientras que la condensación el viento, las nubes, el agua, la tierra y las piedras; a partir de estas sustancias se crea el resto de las cosas. Podría explicarse el cambio de estado del aire mediante el flujo entre dos polos, lo frío y lo caliente; pero varios fragmentos nos muestran que Anaxímenes pensaba inversamente, y creía que lo caliente y lo frío eran consecuencia y no causa de la rarificación y la condensación respectivamente. Los Pitagóricos: Pitágoras: Pitágoras nació en Samos hacia el 582-507 a.C. Se sabe muy poco de él; no se conserva nada escrito sobre su vida, famoso sobre todo por el Teorema de Pitágoras, que pertenece a la escuela pitagórica y no sólo a Pitágoras. Su escuela afirmaba «Todo es número», por ello, se dedicó al estudió y clasificación de los números. Siendo muy joven viajó a Mesopotamia y Egipto. Se estableción e Crotona al sur de Italia. . Seguramente fue un hombre excepcional sabio y profundo y se cree que fue el primero en llamarse a sí mismo, amante de la sabiduría, es decir, “Filósofo”. Su escuela se estableció en Magna Grecia (Sur de italia) y Sicilia, por lo que se le conoce como Escuela Itálica. Sus seguidores vivían en comunidades o sectas y se dividían en Acusmáticos y Matemáticos, estos últimos poseedores de conocimientos científicos profundos y secretos. Eran teóricos y contemplativos, y se destacaban por la especulación matemática (aritmética y geometría) La autoridad de Pitágoras era tanta que dio lugar a la expresión “él lo ha dicho” como argumento último de autoridad. Pitágoras: El esfuerzo para elevarse a la generalidad de un teorema matemático a partir de su cumplimiento en casos particulares ejemplifica el método pitagórico para la purificación y perfección del alma. Enseñaba a conocer el mundo como armonía; en virtud de ésta, el universo era un cosmos, es decir, un conjunto ordenado en el que los cuerpos celestes guardaban una disposición armónica que hacía que sus distancias estuvieran entre sí en proporciones similares a las correspondientes a los intervalos de la octava musical. En un sentido sensible, la armonía era musical; pero su naturaleza inteligible era de tipo numérico y, si todo era armonía, el número resultaba ser la clave de todas las cosas. La voluntad unitaria de la doctrina pitagórica quedaba plasmada en la relación que establecía entre el orden cósmico y el moral; para los pitagóricos, el hombre era también un verdadero microcosmos en el que el alma aparecía como la armonía del cuerpo. En este sentido, entendían que la medicina tenía la función de restablecer la armonía del individuo cuando ésta se viera perturbada, y, siendo la música instrumento por excelencia para la purificación del alma, la consideraban, por lo mismo, como una medicina para el cuerpo. La santidad predicada por Pitágoras implicaba toda una serie de normas higiénicas basadas en tabúes como la prohibición de consumir animales, que parece haber estado directamente relacionada con la creencia en la transmigración de las almas. Heráclito de Efeso: Nació en Efeso hacia el año 535 a. C. y falleció hacia el 484 a. C.. Heráclito fue netamente aforístico. Su estilo reproduce la realidad ambigua y confusa que explica, usando el oxímoron y la antítesis para dar idea de la misma. Algunos lo toman dentro de la escuela pitagórica mientras otros sólo lo consideran contemporáneo. Heráclito afirma que el fundamento de todo está en el cambio incesante. El ente deviene y todo se transforma en un proceso de continuo nacimiento y destrucción al que nada escapa. Heráclito escribió sus opiniones de manera enigmática, Sus escritos estan divididos en tres partes; “Sobre el universo”, “Sobre política” y “Sobre teología”. Heráclito pensaba que la filosofia se expande mediante enigmas e introdujo el concepto de Logos y que tiene el sentido de “mostrar lo que es”; un logos inserto en nuestra alma, pero que no logramos hallar; nos es difícil conocer porque nos apartamos del Uno, en el cual habita el Logos, es decir, el concepto, la palabra, la inteligbilidad de ese Uno. Heráclito propuso la visión del cambio continuo: “todo fluye”, “no te puedes bañar dos veces en el mismo río”, lo frío se calienta lo húmedo se seca, lo árido se humedece….. ese fluir conforma su escencia, pues su Physis consiste en ir haciéndose. Lo divino para Heáclito es la armonía de los contrarios: Día y noche, invierno y verano… “la virtud mas alta es ejercer la sabiduría y la sabiduría consiste en decir y practicar las verdades que la naturaleza nos dicta con su voz”. Parménides de Elea: Nació hacia el 540 a.C. en Elea, Magna Grecia. Su importancia radica en que con él comienza el estudio de la filosofía en sentido estricto, pues es el primero en ir mas allá de la especulación cosmológica física y estudiar metafísica y ontología, o las cosas en cuanto a entes o en relación a su ser. Inicia una epopeya en busca del origen del cosmos, del principio radical de todas las cosas, de la causa última. La busqueda del fundamento tiene la forma de un viaje en el que el viajero debe decidir qué camino tomar. Para ella hay dos caminos, el de la verdad, que despoja los sentidos y se aferra a la razón; el otro es el camino de la opinión que es cofuso y obscuro y nos lleva a la perdición. Expone su doctrina (la afirmación del ser y el rechazo del devenir, del cambio ) en un poema. El ser al que se refiere Parménides es material. Piensa que: • El ser es ingénito. • El ser es entero. • El ser es inmóvil. Para Heráclito todo cambiaba, para Parménides todo permanecía. Jenófanes de Colofón Jenófanes de Colofón (nacido entre el 580 a. C. y el 570 a. C. - muerto entre el 475 a. C. y el 466 a. C.) fue un poeta elegíaco y filósofo griego. Sus obras sólo se conservan en fragmentos, gracias a citas de autores posteriores, actualmente recopiladas en la obra de H. Diels, "Los fragmentos de los presocráticos”. A partir de los fragmentos conservados, puede reconstruirse una visión del mundo y de los dioses opuesta a los planteamientos de la épica homérica y hesiódica. Vinculado a la escuela milesia por origen y por la estructura de su cosmología, tradicionalmente se lo ha considerado fundador de la escuela eleática y del monismo. Se le ha señalado a menudo como escéptico por sus fragmentos gnoseológicos, y los autores de la patrística creyeron ver en sus textos teológicos una primera formulación del monoteísmo entre los griegos. Zenón de Elea Zenón de Elea fue un filósofo griego nacido en Elea perteneciente a la escuela eleática (c. 490-430 a. C.). Fue discípulo directo de Parménides de Elea y se le recuerda por el amplio arsenal conceptual con que defendió las tesis de su maestro. No estableció ni conformó ninguna doctrina positiva de su propia mano, en tanto que todo lo que defiende lo toma de Parménides, sino que se limitó a atacar todo planteamiento que no parta de las tesis eleáticas. Meliso de Samos Meliso de Samos (nacido probablemente en 470 a. C.) fue un estadista y comandante naval (navarco) que contribuyó también a la filosofía y ejerció cierta influencia sobre el atomismo de Leucipo y Demócrito. Meliso comandó una flota de Samos que derrotó a los atenienses en 441 - 440 a. C. aunque Pericles obtuvo finalmente la victoria. Fue discípulo de Parménides, cuyas ideas filosóficas extendió. Sus trabajos, fragmentos que fueron preservados por Simplicio y atribuidos a Meliso por Aristóteles, están dedicados a la defensa de la doctrina de Parménides. Están escritos en jónico y consisten en largas series de argumentos. El Ser, según él, es infinito, no tiene principio ni final y no puede surgir del no-ser. No puede ser destruido porque es imposible para el ser convertirse en no-ser y si pasa a ser otro ser no hay destrucción. Se conservan algunos fragmentos de su poema Sobre el Ser o Sobre la Naturaleza. Aristóteles lo califica de rústico y obtuso por haber confundido el Ser con el mundo material. Mantiene el concepto de la escuela eleática de la Unidad, la eternidad, la homogeneidad, la uniformidad y la inmovilidad del Ser. Pero modifica el concepto de ser limitado y redondo como una esfera, afirmando su infinitud. El Ser (mundo) es infinito, sin principio ni fin. Meliso mezcla también ideas jónicas (Anaximandro, Anaxímenes) con las de la Escuela eleática. De acuerdo con Simplicio (Physika), Meliso difiere de Parménides en su distinción entre ser y ser absolutamente. Argumenta con el fin de mostrar que el Ser debe ser ilimitado en magnitud, y, por lo tanto, uno e inalterable. Cualquier cambio de una fuente interna a una externa, dice, es impensable; el Uno o la realidad unitaria, de Parménides, es invariable en cantidad y en clase. No puede haber división dentro de la unidad, pues toda división implica espacio o vacío—pero el vacío no es nada, y por lo tanto, no es. Desarrolla que el ser es incorpóreo. La dificultad fundamental que subyace en esta lógica es la paradoja, más claramente expresada por Zenón de Elea, de que la evidencia de los sentidos contadice el intelecto. El argumento abstracto muestra que el cambio de la unidad es imposible, aunque los sentidos nos dicen que lo cálido se vuelve frío, lo duro blando y lo vivo muerto. Ni Meliso ni Zenón observaron que la aplicación de estos métodos destructivos atacan la raíz no sólo de la multiplicidad sin también del Uno cuya existencia mantenían. Las armas que forjaron para defender a Parménides se pueden usar con el mismo efecto contra sus propias tesis. Los Presocráticos Pluralistas: (Agrigento, Sicilia 495/490 - h.435/430 a. C.) recibe la influencia del pitagorismo y de Parménides. Su vida está rodeada de leyenda: se le recuerda como mago y profeta, como médico y místico. Su doctrina parte de la Esfera primordial eterna e inmóvil, pero, a diferencia del Ser de Parménides, en su interior se encuentran las cuatro raíces de todo, los cuatro elementos: fuego, aire, agua y tierra. Cada uno de los principios es eterno e imperecedero, no hay nacimiento ni final, sólo mezcla (Amor) y separación (Odio). Estas dos fuerzas primordiales (Amor y Odio) crean en su lucha los ciclos del mundo o del eterno retorno. A esta teoría de las cuatro raíces, a las que Aristóteles más tarde llamó elementos, juntando el agua de Tales de Mileto, el fuego de Heráclito, el aire de Anaxímenes y la tierra de Jenófanes las cuales se mezclan en los distintos entes sobre la Tierra. Estas raíces están sometidas a dos fuerzas, que pretenden explicar el movimiento (generación y corrupción) en el mundo: el Amor, que las une, y el Odio, que las separa. Estamos, por tanto, en la actualidad, en un equilibrio. Esta teoría explica el cambio y a la vez la permanencia de los seres del mundo. El hombre es también un compuesto de los cuatro elementos. La salud consiste en cierto equilibrio entre ellos. El conocimiento es posible porque lo semejante conoce lo semejante: por el fuego que hay en nosotros conocemos el fuego exterior, y así los demás elementos. La sede del conocimiento sería la sangre, porque en ella se mezclan de modo adecuado los cuatro elementos de la naturaleza. Sostiene una curiosa teoría sobre la evolución orgánica por su teoría de las raíces. Suponía que en un principio habría numerosas partes de hombres y animales distribuidas al azar: piernas, ojos, etc. Se formarían combinaciones aleatorias por atracción o Amor, dando lugar a criaturas aberrantes e inviables que no habrían sobrevivido. Muchas especies de criaturas vivas tienen que haber sido incapaces de propagar su linaje, ya que en cada una de las especies hoy día existentes o la industria o el valor o la velocidad ha protegido desde el principio su existencia, conservándola. Aristóteles le atribuye un experimento para demostrar la presión del aire como sustancia independiente usando una clepsidra. También descubrió la fuerza centrífuga y el sexo de las plantas. En astronomía identificó que la luz de la Luna no era luz propia sino reflejada, y creía lo mismo del Sol. También consideró que la Tierra era una esfera aunque esto parece estar más relacionado con su cosmología según la cual esta esfera representante del mundo material- se llenaba y vaciaba de amor o lucha. Anaxágoras de Clazomene (Clazomene, Jonia 500 - 428 a. C.) Expuso su filosofía en su obra Peri physeos (Sobre la naturaleza). Para explicar la pluralidad de objetos en el mundo dotados de cualidades diferentes, recurre a la suposición de que todas las cosas estarían formadas por partículas elementales, con el nombre de “spermata”, (semillas en griego). Aristóteles les llama homeomerías (partes semejantes). Sostiene que todo está en todo, todo participa de todo: nada empieza a ser, si antes no era en modo alguno. Todo es divisible infinitamente, luego las cualidades que definen todas las cosas y las distinguen están ya presentes en esa mezcla infinita. Jamás estas cualidades se dan puras, solamente "semillas" (spérmata). Así, decimos que esto es "oro" porque "predominan" en ello las semillas de oro, pero también están presentes todas las demás cosas. La pluralidad y los cambios se explican por la mezcla o disgregación de semillas. El nous ("discernimiento" o "conocimiento") es el proceso de separación a partir de la mezcla original. Anaxágoras concibe el nous como origen del universo y causa de la existencia, pero a la vez trata de explicarse y llama a encontrar las cosas cotidianas de lo que ocurre en el mundo. Por otro lado, hizo formar parte de su explicación de la realidad al concepto de nous, inteligencia, la cual, siendo un «fluido» extremadamente sutil, se filtra por entre los recovecos de la materia, a la que anima con su movimiento. El nous penetra algunas cosas y otras no, con lo que se explica, siguiendo a Anaxágoras, la existencia de objetos animados e inertes. Platón en el Fedón se muestra de acuerdo con la afirmación según la cual el nous es la causa de todo y conduce al orden y la armonía, pero discrepa con la búsqueda de las causas materiales emprendida por Anaxágoras. Su doctrina del nous fue más tarde adoptada críticamente por Aristóteles. Las diferencias entre las concepciones de uno y otro pueden apreciarse con este ejemplo: Para Anaxágoras los humanos pudieron hacerse inteligentes debido a que tenían manos, en cambio para Aristóteles el hombre recibió manos debido a que tenía inteligencia. y Leucipo Demócrito: (Abdera, Tracia ca. 460 a. C. - m. ca. 370 a. C.) Aunque se le categoriza como presocrático, es contemporáneo de Sócrates: La mayor parte de sus obras tratan de ética. Realizó muchos viajes por Egipto, Persia y Mesopotamia, donde habría aprendido de magos persas y sacerdotes egipcios y caldeos. El conocimiento es posible porque lo semejante conoce lo semejante: por el fuego que hay en nosotros conocemos el fuego exterior, y así los demás elementos. La sede del conocimiento sería la sangre, porque en ella se mezclan de modo adecuado los cuatro elementos de la naturaleza. Para Demócrito, la percepción, la razón por la cual piensa por ejemplo que tiene una pluma en la mano, es un proceso puramente físico y mecanicista; que el pensamiento y la sensación son atributos de la materia reunida en un modo suficientemente fino y complejo, y no de ningún espíritu infundido por los dioses de la materia. Presentar a la materia como autocreada, e integrada por átomos, sin necesidad de explicar una primera causa. La teoría atomística: Junto con su maestro, Leucipo, Demócrito es considerado fundador de la escuela atomista, desarrollando la obra de su maestro y su tesis de partida es que la physis se compone de átomos y vacío. Todo se compone de "indivisibles" (átomos) que se diferencian entre sí por su "figura" con su forma y tamaño determinado, por el orden y por la posición. Su número es ilimitado y no nacen ni perecen ni cambian en sí mismos. Todo cambio (nacer- perecer) consiste en el movimiento de los átomos. Los átomos, que se mueven por sí mismos, son "lo lleno" (ser), lo otro es la nada, "el vacío" (no ser). Pero la nada es: si no hubiese vacío todo sería compacto y sin movimiento. El vacío es infinito en magnitud, como los átomos son infinitos en número. La teoría atomística de Demócrito y Leucipo se puede esquematizar así: 1. Los átomos son eternos, indivisibles, homogéneos, incompresibles e invisibles. 2. Los átomos se diferencian solo en forma y tamaño, pero no por cualidades internas. 3. Las propiedades de la materia varian según el agrupamiento de los átomos. Defiende que toda la materia no es más que una mezcla de elementos originarios que poseen las características de inmutabilidad y eternidad, concebidos como entidades infinitamente pequeñas y, por tanto, impercetibles para los sentidos, a las que Demócrito llamó átomos, término griego que significa "que no puede cortarse". Referencias: HISTORIA DE LA FILOSOFÍA: I Filosofía Antigua, rlos Goñi Zubieta Editorial Palabra, Madrid, 2004 HISTORIA DE LA FILOSOFÍA Julián Marías 32.a Edición Biblioteca de la Revista de Calle Milán, 38. Madrid 1a edición: 1941; 32ª. edición: 1980 COSMOS Carl Sagan Esditorial Planeta, Barcelona, España 7a edición: 1980 http://es.wikipedia.org/wiki/Zenón_de_Elea http://es.wikipedia.org/wiki/Meliso_de_Samos http://es.wikipedia.org/wiki/Leucipo_de_Mileto http://es.wikipedia.org/wiki/Jenófanes