220-22916 del 04 de mayo de 2007 Asunto: El representante Legal de una Sociedad Me refiero a su escrito radicado en esta entidad con el número 2007-01-061492, por el cual solicita nuestro concepto en relación con varios tópicos, los que serán atendidos en el mismo orden en que fueron planteados a continuación, no sin antes advertir, que con fundamento en el artículo 25 del Código Contencioso Administrativo, este Despacho profiere conceptos de carácter general y en abstracto a que haya lugar con motivo de las consultas que le son formuladas sobre las materias de su competencia, relacionadas con el cumplimiento de la ley y de los estatutos por parte de las sociedades comerciales, más no le es dable mediante esta instancia emitir pronunciamientos de ninguna índole sobre situaciones particulares y concretas. Aclarado lo anterior, y en punto al tema de sus inquietudes, me permito manifestarle lo siguiente: “ 1. A quién se le considera representante legal de una entidad?” En el entendido de que para los efectos de la presente consulta por ‘ entidad’ debe entenderse ‘ sociedad’ , se considera representante legal de aquélla a la persona o personas que aparezca(n) inscrita(s) en el registro mercantil ostentando tal calidad, quien(es) la conservará(n) mientras no sea cancelada dicha inscripción mediante el registro de un nuevo nombramiento o elección, según se trate. Así está previsto en el artículo 164 del Código de Comercio. “ 2. La representación legal es delegable y/o sustituible?” El representante legal de una sociedad no puede dar a otra persona las facultades, prerrogativas y deberes derivados de esa investidura conforme con lo previsto en los estatutos y la ley, que ha recibido por el hecho mismo de la designación de que ha sido objeto por parte del órgano social competente; en ese sentido, la representación legal no es delegable. Sin embargo, ello no obsta para que el representante pueda conferir poderes o constituir mandatarios para la ejecución de determinadas y precisas labores o actividades que en principio le competen. La sustitución, por su parte, figura que este Despacho no encuentra asimilable a la delegación sino diferente a ella, es perfectamente válida. De hecho, la simple posibilidad aconsejada por la prudencia y el sentido común y permitida en la ley, de designar suplentes del representante legal para que reemplacen (o sustituyan) al principal en sus faltas temporales o absolutas, soportan la viabilidad de dicha figura. “ 3. Qué sucede en caso de que la representación legal no figure en el registro mercantil?” En el artículo 29 del Código de Comercio, en el cual se fijan reglas para llevar el registro mercantil, se prevé que “ los actos y documentos sujetos a registro no producirán efectos respecto de terceros sino a partir de la fecha de su inscripción” (regla 4ª.). Este es el principal efecto que se deriva de la no inscripción de tales actos y documentos en el registro mercantil. Así entonces, si en el registro mercantil no figura la inscripción del nombramiento del representante legal, tal acto no puede ser oponible a terceros y, por ende, frente a los terceros será como si ese nuevo