Síndrome de Wallenberg: hallazgosen resonancia

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Roldán-Valadez y cols.
CASO CLÍNICO
Síndrome de Wallenberg: hallazgos
en resonancia magnética con correlación clínica
Ernesto Roldán-Valadez,a* Humberto Juárez-Jiménez,b Roberto Corona-Cedilloa y Manuel Martínez-Lópeza
aUnidades
de Resonancia Magnética y de bNeurología, Fundación Clínica Médica Sur, México, D. F., México
Recibido en su versión modificada: 31 de julio de 2007
RESUMEN
El síndrome de Wallenberg es una de las entidades clínicas más
frecuentemente reconocidas como parte de la patología vascular
del tallo cerebral. En la actualidad puede ser identificada con
rapidez gracias a las modernas técnicas en neuroimagen. Presentamos un paciente con cuadro clínico de miosis, disfonía, disfagia,
seguido de ataxia. Se efectuó evaluación con resonancia magnética
utilizando técnicas de difusión, coeficiente aparente de difusión,
FLAIR (fast fluid-attenuated inversion recovery) y perfusión. Se
describe la correlación clínica de los síntomas con la localización
anatómica de la lesión, y se discuten los hallazgos de imagen. La
descripción de este caso enfatiza la utilidad de la resonancia
magnética para una adecuada evaluación y correlación clínica de
los hallazgos en imagen con la exploración neurológica
.
Palabras clave:
Infarto del tallo cerebral, síndrome medular lateral,
resonancia magnética, técnicas de difusión
Aceptado: 17 de agosto de 2007
SUMMARY
Wallenberg’s syndrome is one of the most common clinically
recognized conditions due to brain stem infarct, which can nowadays
be identified by modern neuro-imaging techniques. We describe a
patient complaining of miosis, dysphonia, and dysphagia followed
by ataxia. An MRI evaluation was performed including diffusionweighted imaging, apparent diffusion coefficient, T2-weighted
images, fluid attenuated inversion recovery (FLAIR) and perfusion.
A brief discussion of imaging findings is presented as well as a
clinical correlation of the symptoms with the anatomic location
of the lesion. This case report emphasizes the importance of
imaging findings and their clinical correlation with neurological
examination.
Key words:
Brainstem infarction, lateral medullary syndrome, magnetic
resonance imaging, diffusion magnetic resonance imaging
Introducción
Caso clínico
E
Hombre de 72 años con antecedente de cardiopatía isquémica
quien sufrió dos infartos agudos del miocardio: uno en 1987 y
otro en 1991; manejado con aspirina. Fue revascularizado en
1994 y a partir de entonces permanece en tratamiento con
aspirina. Una semana previa a su evaluación, el paciente
ingresa a un medio hospitalario por vértigo intenso, de tipo
rotatorio, náusea, vómito, disartria, disfagia y, posteriormente,
hipo. Se refiere, además, torpeza en la mano derecha e
hipoestesia del lado derecho de la cara, así como ptosis
palpebral ipsolateral. Durante su estancia se descubre hiperglucemia que requiere manejo con hipoglucemiantes orales. El
paciente es egresado con diagnóstico de infarto cerebeloso
derecho, con base en hallazgos de una tomografía de cráneo
no contrastada. El paciente ingresa a nuestro hospital con los
siguientes hallazgos: tensión arterial 140/80 mm Hg, miosis
derecha con leve ptosis palpebral, hipoestesia facial derecha
con hipoestesia corporal contralateral, disminución de eleva-
l 80% de los eventos vasculares cerebrales es de tipo
isquémicos, de esta proporción 20% afecta a tejidos
perfundidos dentro la circulación posterior (territorio de la
arteria vertebrobasilar).1 La aterosclerosis de la arteria vertebral en su porción intracraneal puede generar síntomas y
signos del tegmento del bulbo lateral, que se engloban dentro
del llamado síndrome de Wallenberg o síndrome bulbar
lateral,1 el más frecuente dentro del tallo cerebral. En su
descripción original se describió como consecuencia de una
oclusión de la arteria cerebelosa posteroinferior;2 actualmente se considera que la arteria vertebral y sus ramas perforantes son las arterias más implicadas.3 Los hallazgos clínicos
son fácilmente reconocibles, la imagen es fácil de identificar
por resonancia magnética.4-6 Presentamos un caso de síndrome de Wallenberg, se describe la correlación clínica con
los hallazgos en resonancia magnética, y se realiza una
breve revisión de la literatura.
*Correspondencia y solicitud de sobretiros: Ernesto Roldán-Valadez. Unidad de Resonancia Magnética, Fundación Clínica Médica Sur,
Puente de Piedra 150, Col. Toriello Guerra, Deleg. Tlalpan, 14050 México D. F., México. Tel.: +52 (55) 5424- 7200, extensiones 7230 y 7231.
Correo electrónico: ernest.roldan@usa.net
Gac Méd Méx Vol. 143 No. 5, 2007
(www.anmm.org.mx)
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Diagnóstico del síndrome de Wallenberg con resonancia magnética
ción del velo del paladar y del reflejo nauseoso del lado
derecho, lateropulsión ocular derecha con dismetría sacádica y rastreo atáxico, por lo que se diagnostica síndrome de
Wallenberg.
En vista de los hallazgos neurológicos, se realizó evaluación por imagen con resonancia magnética; las secuencias
FLAIR, T2 y difusión mostraron imágenes hiperintensas en la
región posterolateral derecha de la oliva bulbar; el proceso
posterior de las imágenes de la difusión permitió obtener el
coeficiente de difusión aparente y mostró una imagen isohipointensa heterogénea; con estos hallazgos se integró el diagnostico de infarto subagudo de la oliva bulbar (Figuras 1 y 2).
Se efectuó también una secuencia de perfusión por resonancia magnética, que mostró una curva clásica de tejido
infartado en la zona bulbar derecha consistente en menor
amplitud de la curva de perfusión con desplazamiento a la
derecha; esta curva se comparó con una curva de perfusión
normal de tejido cerebeloso en el mismo plano axial (Figura 2).
El paciente fue tratado con antiagregantes plaquetarios y la
evolución mostró una rápida mejoría de los síntomas.
Figura 1. Imágenes de resonancia magnética que muestran
zona focal de isquemia subaguda en la oliva bulbar derecha y
su comportamiento en las diferentes secuencias por resonancia magnética (flechas). A) Secuencia ponderada en T2. B)
Secuencia FLAIR. C) Difusión. D) Coeficiente de difusión
aparente.
Discusión
Figura 2. A y B) Secuencia de difusión en planos coronal y
sagital que muestra la localización anatómica del infarto en la
región lateral del bulbo raquídeo (tegmento medular) en el
síndrome de Wallenberg (flechas). C) Perfusión con gadolinio
endovenoso que hace evidente la selección de las regiones de
interés (ROIs) en la oliva bulbar derecha (ROI-1) y su comparación con un ROI normal del hemisferio cerebeloso izquierdo
(ROI-2). D) Curva de perfusión de la oliva bulbar que indica el
flujo disminuido y curva desplazada a la derecha (curva 1,
flecha blanca superior); se compara con una curva de perfusión normal (curva 2, flecha blanca inferior).
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La frecuencia de patología vascular cerebral es 30% mayor
en varones que en mujeres. Los principales riesgos de
enfermedad vascular en este paciente son la hipertensión y
el tabaquismo.8 El cuadro clínico desde su inicio es sugestivo
de lesión bulbar lateral de tipo isquémico. La hipertensión
arterial es el factor de riesgo más importante en la patología
vascular cerebral, y considerada en su conjunto también lo
es en ataques isquémicos transitorios, lesiones cerebrales
de tipo aterotrombótico, así como hemorragia cerebral. En
enfermedad vascular cerebral aterotrombótica, la frecuencia es aproximadamente de 50%.9
La presentación de los síntomas fue aguda en el primer
ingreso del paciente, como corresponde a la mayoría de
quienes son afectados por este síndrome.10 Las manifestaciones clínica concordaron con lesión posterolateral de la
médula oblongada: ataxia, disfonía, disfagia, síndrome de
Horner, alteraciones sensitivas, etc.11 El pronóstico regularmente suele ser favorable y las secuelas, aunque comunes,
por lo general son poco invalidantes.11
Con frecuencia el sitio de oclusión vascular es la arteria
vertebral y no la cerebelosa posteroinferior. La explicación es
que la arteria cerebelosa posteroinferior no es la que irriga de
forma predominante la porción lateral del bulbo, sino que lo
hacen arterias perforantes que provienen de la porción más
distal de la arteria vertebral.11 Por lo tanto, las oclusiones de
la arteria vertebral pueden producir obstrucción aislada de las
arterias penetrantes y dejar indemne la perfusión del cerebelo. Cuando la obstrucción afecta las arterias penetrantes y la
arteria cerebelosa posteroinferior, es más fácil la coexistencia de un infarto bulbar lateral y de un infarto cerebeloso
ipsolateral (en este caso la resonancia magnética excluyó el
infarto cerebeloso). La rama lateral de la PICA, que irriga
ampliamente la porción inferior del cerebelo, recibe con
frecuencia flujo colateral,12,13 de este modo oclusiones vertebrales pueden dejar indemne el cerebelo, principalmente si
existe flujo colateral de forma retrógrada desde la arteria
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Roldán-Valadez y cols.
Figura 3. Esquema de las porciones del tallo cerebral en plano
axial más afectadas en el síndrome de Wallenberg (infarto de
la porción lateral del tegmento medular, flechas negras).
Modificado de Savitz.1
vertebral contralateral o ipsolateral desde la arteria cerebelosa superior.14 El grado de compromiso de las ramas perforantes explicaría también la variabilidad clínica (síndromes
parciales o completos) del síndrome de Wallenberg.
La resonancia magnética es el método de elección para
este tipo de enfermedad,4 ya que muestra de forma inmediata
la localización que ayuda al diagnóstico topográfico exacto,
como es la localización bulbar lateral. Las imágenes se
presentan con las características de un infarto agudo o
subagudo, de acuerdo con el tiempo de evolución. En el caso
presentado, los hallazgos en resonancia magnética confirmaron la sospecha diagnóstica y además excluyeron la
presencia de infarto cerebeloso.
En la fisiopatología del síndrome de Wallenberg (Figura
3), la existencia de ptosis con estrechamiento de la hendidura palpebral es el componente más frecuente del síndrome
de Horner, resultado de la lesión de las fibras nerviosas
descendentes del sistema simpático en la porción lateral de
la sustancia reticular. La miosis es también muy común,
manteniendo la respuesta pupilar a la luz. La anhidrosis es
mucho menos frecuente, pero es parte del mismo y debe ser
evaluada en todos los pacientes.11
La ataxia de la marcha es un signo común y resulta de la
lesión del cuerpo restiforme (pedúnculo cerebeloso inferior)
o de las vías espinocerebelosas y vestibulocerebelosas (lesión del núcleo vestibular inferior).15,16 En la porción inferior
del bulbo, ambas estructuras se localizan en la superficie
lateral11 y, por lo tanto, suele ser más afectada en los infartos
de localización caudal. La lesión conjunta del cerebelo no
parece aumentar la gravedad de la ataxia.15
La disfagia y la disfonía son atribuibles al compromiso del
núcleo ambiguo y de las aferencias propioceptivas que provienen del tracto solitario.2 El núcleo ambiguo se extiende
hasta la decusación de las pirámides. La disfagia suele ser
más intensa en los infartos de localización más rostral, dado
que está afectada la porción ventral del bulbo y el núcleo
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ambiguo.15 Los infartos caudales son más superficiales y por
lo general no afectan el núcleo ambiguo, que está en posición más medial. Los pacientes con infartos caudales tienen
un mejor pronóstico en cuanto a la posibilidad de broncoaspiración. La disfonía, también relacionada con la afectación
del núcleo ambiguo, se nota más en los infartos rostrales que
en los caudales.15
El trastorno sensitivo se expresa por la lesión del haz
espinotalámico lateral; la disposición somatotópica del mismo permite conocer que las fibras aferentes correspondientes a la región sacra se sitúan en forma más lateral y las
correspondientes a la región cervical, en forma más medial;
cuando existe un patrón unilateral puede haber compromiso
del haz trigémino-talámico ventral y de la porción medial del
haz espinotalámico lateral (hipoestesia facial ipsolateral y
corporal contralateral).15
La resonancia magnética cerebral es, indudablemente, la
técnica de imagen de elección en el estudio de los infartos en
el territorio vertebrobasilar, debido a la cantidad de artefactos
óseos que aparecen en la tomografía axial computarizada.5,17
Ante la sospecha clínica de disección vertebral debería realizarse angiografía cerebral, sobre todo a pacientes jóvenes, en
quienes la disección es la principal causa de infarto bulbar
lateral.18,19 La difusión por resonancia magnética es el método
más sensible para detectar infartos agudos; el coeficiente de
difusión aparente que se obtiene en el análisis post proceso de
las imágenes puede cuantificar la migración de moléculas de
agua en las zonas de infarto. La mayoría de pacientes con
enfermedad vascular cerebral de la circulación posterior y
algunos pacientes con ataque isquémico transitorio con duración de más de una hora de ocurrido el evento, muestran
lesiones agudas visibles en la difusión y el coeficiente de
difusión aparente.20-22 En el síndrome de Wallenberg apenas
se realizan angiografías debido al curso benigno de la enfermedad.23
La angiografía por resonancia magnética puede ser
utilizada para localizar la oclusión en grandes vasos del
cuello, así como lesiones intracraneales.20,24 Los pacientes
portadores de marcapasos u otras circunstancias que no
permiten el uso de resonancia magnética pueden someterse
a angiotomografía, que muestra la circulación extracraneal
y la circulación posterior intracraneal y es muy útil para
evaluar a pacientes con sospecha de oclusión de la arteria
basilar.25 El ultrasonido Doppler también puede ser usado
para mostrar las arterias vertebrales proximales y si el flujo
es anterógrado o retrógrado.1
El síndrome de Wallenberg tiene un pronóstico benigno,
la supervivencia a los cinco años es de 54-59%; 40% de los
fallecimientos es por un nuevo infarto cerebral y 26%, por un
infarto de miocardio.10,18
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