Conflictos que pueden enfrentar los sobrevivientes de abuso sexual en la crianza de sus hijos. A menudo, los sobrevivientes de abuso sexual en su vida enfrentan retos únicos cuando se convierten en papas. Mientras que la crianza de sus hijos puede ser extremadamente desafiante para los sobrevivientes de abuso, también puede ser sumamente gratificante y puede ayudarle a sanar emocionalmente. Los sobrevivientes pueden ser tan buenos o mejores padres que aquellos que no hayan pasado por lo mismo. Algunos conflictos que pueden enfrentar son: CONTROL Para los sobrevivientes que se hayan sentido dominados (subyugados, vencidos) y sin control durante el abuso, las luchas de poder entre los hijos y los padres pueden ser increíblemente desafiantes. Al tratar de no perder el control otra vez, estos padres corren el riesgo de volverse autoritarios y abusivos o pueden irse al otro extremo y volverse demasiado pasivos repitiendo su experiencia de impotencia. Los cambios físicos del cuerpo que ocurren durante el embarazo (por ejemplo, el parto y el periodo de lactancia) pueden ser muy molestos e irritables para una madre que ha sobrevivido abuso porque se vuelve a sentir explotada por otra persona. Es muy importante poder separar el pasado del presente. Mantenerse en el presente puede ayudarle a sentirse mejor y a darse cuenta que no ha vuelto a perder el control. DISCIPLINA Para los sobrevivientes de abuso, es fácil confundir la disciplina con el abuso físico ya que eso aprendieron de su agresor. El abuso tiene que ver con poder y control y no con comportamiento…trate de suministrar consecuencias adecuadas que ayuden a sus hijos a mejorar su comportamiento. Las dos funciones principales de la paternidad son darles mucho amor y darles una estructura para que crezcan sanos y salvos. Es normal que los niños cuestionen la estructura y los límites que los padres hayan establecido pero ellos deben de estar preparados y mantenerse firmes y consistentes con los límites establecidos. Por su experiencias, muchos sobrevivientes tratan de evitar conflictos y por lo consecuente tienen pocas reglas y límites para sus hijos. Pero al hacer eso crean más problemas de disciplina para sus hijos. Para disciplinar a sus hijos de un manera positiva, los padres tienen que superar esos sentimientos de impotencia, ira, dolor, agotamiento, etc. y mantenerse firmes al disciplinar a sus hijos. Los sobrevivientes que fueron abusados como una manera de disciplina pueden tener la tendencia a lastimar a sus hijos pero es importante darse cuenta que los padres que han sido abusados no tienen que convertirse en abusadores. TENER CONCIENCIA DE HIPER VIGILANCIA: Algunos sobrevivientes están súper conscientes del riesgo de que sus hijos sean lastimados o abusados y por lo consecuente sobre protegen a sus hijos y los restringen demasiado. Este comportamiento de los padres sofoca a los hijos y se vuelven rebeldes o se vuelven demasiado miedosos. Un padre que ha sufrido abuso sexual sabe perfectamente que es imposible proteger por completo a su hijo(a) y es muy difícil superar ese miedo. Es normal que los sobrevivientes de abuso se preocupen que ellos mismos serán abusadores. Pero estudios han demostrado que la mayoría de los sobrevivientes NO se vuelven abusadores. A veces, los sobrevivientes evitan limpiar las partes privadas de sus hijos por miedo a tocarlos inadecuadamente. Pero esto puede extenderse a ni siquiera enseñarles sobre higiene personal y el desarrollo físico de sus cuerpos. SEPARACIÓN: Un mecanismo de defensa que utilizan muchos sobrevivientes de abuso es el reprimir cualquier recuerdo de abuso. Los recuerdos del abuso pueden ser desencadenados cuando el hijo(a) del sobreviviente cumple la misma edad a la que el sobreviviente fue abusado. Cuando los sobrevivientes de abuso sexual usan la represión de esos recuerdos y otras maneras de disociación como mecanismos de defensa para salir adelante en vez de enfrentar estas experiencias dolorosas y superarlas verdaderamente pueden bloquear las señales de una posible situación de abuso y por lo mismo pierden la oportunidad de proteger a sus hijos de algún agresor. Una de las peores situaciones para un sobreviviente es darse cuenta que se han casado con un pedófilo que ha lastimado a sus hijos. El poder reconocer las señales de abuso sexual puede ayudarle a evitar situaciones peligrosas para sus hijos. Los sobrevivientes que utilizan disociación para evitar enfrentar esas experiencias tan dolorosas pueden, por lo mismo, desconectarse emocionalmente de sus hijos. LA PRIORIDAD DE LAS NECESIDADES EMOCIONALES Cuando hay una situación de abuso sexual, los sentimientos de la víctima no importan, son ignorados completamente. Las necesidades del agresor son dominantes y las impone a la fuerza. Para algunas víctimas, ésta situación es muy confusa y luego no saben como ser conscientes de sus propios sentimientos y respetarlos. Por lo mismo, es difícil para estos sobrevivientes identificarse con los sentimientos de sus hijos. Otros sobrevivientes recrean sutilmente sus experiencias de abuso poniendo consistentemente más importancia en sus necesidades que en las de sus hijos. Aún otros sobrevivientes reaccionan en la dirección opuesta, al poner las necesidades de sus hijos al frente de la lista y olvidarse completamente de sus necesidades emocionales. Este comportamiento hace que los niños crezcan mimados y consentidos, queriendo compensación inmediata y por lo consecuente sus relaciones con amigos no duran. DESARROLLO SEXUAL SALUDABLE Para la mayoría de los padres, no solo los sobrevivientes, es difícil manejar saludablemente el desarrollo sexual de sus hijos. Pero para los sobrevivientes es aún más difícil por la situación tan traumática que han vivido. A menudo, los sobrevivientes no pueden reconocer la diferencia entre un comportamiento sexual adecuado de acuerdo a la edad de los niños y un comportamiento sexualmente abusivo entre los niños. Es normal que los niños exploren sus cuerpos sexualmente pero para un sobreviviente enfrentarse a esto puede ser muy duro porque le trae recuerdos del abuso que sufrió. Por lo mismo, a veces puede reaccionar de una manera perjudicial porque puede crear un sentimiento de vergüenza por un comportamiento que es normal y saludable y además hace que el niño(a) se sienta avergonzado(a) de su propio cuerpo. Este sentimiento de vergüenza puede crear otros problemas emocionales en el futuro. A veces, los padres sin querer hacen a sus hijos vulnerables y susceptibles a abuso porque cuando obligan a sus hijos a besar o abrazar a alguna persona aunque ellos no quieran, les enseñan a ignorar a la vocecita que los pueda proteger en el futuro. Hay que respetar los límites de contacto físico que sus hijos escojan y en vez de obligarles a hacer algo que no quieran, hay que darles una opción que funcione para todos, por ejemplo: “Tu tía Clara ya se va, le quieres dar un beso o prefieres mandarle un beso de lejos?”. Los niños necesitan el contacto físico (asexual) con las personas que los cuidan. Los abrazos y los gestos cariñosos son importantísimos para la salud y el desarrollo emocional de los niños y para que aprendan a apegarse saludablemente con las personas a su alrededor.