DIÓCESIS DE MATAMOROS ELABORAMOS EN COMUNIÓN EL PLAN PASTORAL ECLESIOLOGÍA: LA VERDAD SOBRE LA IGLESIA TEMA 5. IGLESIA: PUEBLO DE DIOS Un pueblo sacerdotal, profético y real Objetivo: Conocer las verdades fundamentales del misterio de la Iglesia como pueblo de Dios presentes en la Sagrada Escritura, en la Tradición y en el Magisterio de la Iglesia. Con estos datos fundamentales de la fe, iluminaremos algunos ámbitos de nuestra realidad diocesana, a fin de descubrir la presencia viva de Dios entre nosotros y comprometernos con la transformación de nuestra persona y de nuestro entorno. ORACIÓN CANTO Te pedimos, Dios todopoderoso, que tu Iglesia sea siempre un pueblo santo reunido en la unidad del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, para que manifieste el misterio de tu santidad y de tu unidad al mundo y lo lleve a la perfección de tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén. PUEBLO DE REYES Padre nuestro… Dios te salve María… Pueblo de reyes, asamblea santa, pueblo sacerdotal, pueblo de Dios, bendice a tu Señor. Te cantamos, oh Hijo amado del Padre, te alabamos, eterna Palabra, salida de Dios. Te cantamos, oh Hijo de la Virgen María. Te alabamos, oh Cristo nuestro hermano, nuestro Salvador. 1 VER NUESTRA REALIDAD DIOCESANA ÁMBITO SOCIOCULTURAL Luces: Se da una fuerte interacción de diferentes corrientes culturales (norteña, urbana, rural, veracruzana, americana, etc.). Sombras: Las tradiciones de origen católico se debilitan, la cultura fronteriza está en constante cambio. La violencia y la cultura de la muerte afecta a buena parte de la población. ÁMBITO RELIGIÓN Luces: Un alto porcentaje de fieles católicos considera muy buena su relación con la Iglesia. Muchos conservan la tradición católica de padres y abuelos. Sombras: Disminuye el porcentaje de católicos en la población. 5. IGLESIA: PUEBLO DE DIOS Gloria al Padre… JUZGAR SAGRADA ESCRITURA, TRADICIÓN Y MAGISTERIO Dios no quiso salvar a los hombres de manera aislada o individual, sino que hizo de ellos una gran comunidad, se formó un pueblo para que de verdad le conocieran. Eligió a Israel como su pueblo y pactó una alianza con él, le fue revelando su misterio hasta el momento culminante de la nueva alianza en Cristo. La Sagrada Escritura, la Tradición y el Magisterio custodian esta verdad. En Cristo, Dios ha sellado una alianza definitiva; ha adquirido un nuevo pueblo unido por el Espíritu Santo. LAS ENSEÑANZAS DE LA BIBLIA ISRAEL: ANTIGUO PUEBLO DE DIOS: «Porque tú eres un pueblo consagrado a Yahveh tu Dios; él te ha elegido a ti para que seas el pueblo de su propiedad personal entre todos los pueblos que hay sobre la faz de la tierra» (Dt 7, 6). NUEVO PUEBLO DE DIOS EN JESUCRISTO: « He aquí que días vienen - oráculo de Yahveh en que yo pactaré con la casa de Israel (y con la casa de Judá) una nueva alianza. Pondré mi Ley en su interior y sobre sus corazones la escribiré, y yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo» (Jr 31, 31.33). LA IGLESIA NUEVO PUEBLO DE DIOS: «Ustedes en cambio, son descendencia elegida, reino de sacerdotes y nación santa, pueblo adquirido en posesión para anunciar las grandezas del que los llamó de la oscuridad a su luz admirable. Los que en otro tiempo no eran pueblo, ahora son pueblo de Dios» (1 Pe 2, 9-10). LA COMUNIÓN FRATERNA: «Al que nos ama y nos ha lavado con su sangre de nuestros pecados y ha hecho de nosotros un Reino de Sacerdotes para su Dios y Padre» (Ap 1, 5-6). LA VOZ DE LA TRADICIÓN 5. IGLESIA: PUEBLO DE DIOS 2 Dios, a causa de su magnanimidad, creó al hombre al comienzo del tiempo; eligió a los patriarcas también con vista a su salvación; formó de antemano al pueblo para enseñar a los que ignoraban cómo seguir a Dios; preparaba a los profetas para habituar al hombre sobre la tierra a llevar su Espíritu y a poseer la comunión con Dios; él, que no tenía necesidad de nada, concedía su comunión a quienes necesitaban de él" (San Ireneo, Contra los herejes 4,14,2-3; 15,1). Nos hemos convertido, por tanto, en pueblo adquirido por Dios en virtud de la sangre de nuestro Redentor, como en otro tiempo el pueblo de Israel fue redimido de Egipto por la sangre del cordero. Por esto Pedro recuerda en el versículo siguiente el sentido misterioso del antiguo relato, y nos enseña que éste tendrá su cumplimiento pleno en el nuevo pueblo de Dios: Para proclamar sus hazañas" (San Beda el Venerable, Del comentario a la primera carta de San Pedro 2). "Así toda la Iglesia aparece como el pueblo unido por la unidad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo" (cf. San Cipriano de Cartago, De dominica Oratione, 23). EL MAGISTERIO NOS DICE… Cristo Jesús se entregó por nosotros a fin de rescatarnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo que fuese suyo (Tt 2, 14) (CEC 802). Vosotros sois linaje elegido, sacerdocio real, nación santa, pueblo adquirido (1 P 2, 9) (CEC 803). Se entra en el Pueblo de Dios por la fe y el Bautismo. Todos los hombres están invitados al Pueblo de Dios (LG 13), a fin de que, en Cristo, los hombres constituyan una sola familia y un único Pueblo de Dios (AG 1) (CEC 804). SABÍAS QUE… En medio de todos los pueblos de la tierra existe un pueblo que no es como ningún otro. No se somete a nadie, sólo a Dios. Debe ser como la sal, que da sabor; como la levadura, que lo penetra todo; como la luz, que aleja las oscuridades. Quien pertenece al Pueblo de Dios debe contar con entrar en contradicción abierta con las personas que niegan la existencia de Dios y desprecian sus mandamientos. Pero en la libertad de los hijos de Dios no hay que tener miedo a nada, ni siquiera a la muerte. YOUCAT n. 131 PIÉNSALE UN POCO Ver los ámbitos de nuestra realidad diocesana y escuchar la voz de la doctrina de la Iglesia nos invita a descubrir ideales para transformar nuestro interior y nuestro entorno. Las enseñanzas de los sucesores de Pedro nos hacen pensar en ello: 3 5. IGLESIA: PUEBLO DE DIOS Todos los pueblos forman una comunidad, tienen un mismo origen, puesto que Dios hizo habitar a todo el género humano sobre la faz de la tierra, y tienen también un fin último, que es Dios, cuya providencia, manifestación de bondad y designios de salvación se extienden a todos, hasta que se unan los elegidos en la ciudad santa, que será iluminada por el resplandor de Dios y en la que los pueblos caminarán bajo su luz (VATICANO II, Declaración Nostra Aetate, no. 1). "Ustedes son una raza elegida, un sacerdocio real, una nación consagrada, un pueblo adquirido por Dios para proclamar las hazañas del que les llamó a salir de la tiniebla y a entrar en su luz maravillosa" (1 P 2,9). Estas palabras del Apóstol Pedro no sólo nos recuerdan la dignidad que por gracia de Dios tenemos, sino que también entrañan un desafío y una fidelidad cada vez más grande a la herencia gloriosa recibida en Cristo (cf. Ef 1,18). Nos retan a examinar nuestras conciencias, a purificar nuestros corazones, a renovar nuestro compromiso bautismal de rechazar a Satanás y todas sus promesas vacías. Nos retan a ser un pueblo de la alegría, heraldos de la esperanza que no defrauda (cf. Rm 5,5) nacida de la fe en la Palabra de Dios y de la confianza en sus promesas (PAPA BENEDICTO XVI, Homilía en Nueva York, 20 de Abril de 2008). ¿Qué quiere decir ser Pueblo de Dios? En primer lugar, significa que Dios no pertenece de manera propia a ningún pueblo; porque es Él quien nos llama, nos convoca, nos invita a ser parte de su pueblo, y esta invitación está dirigida a todos, sin distinción, porque la misericordia de Dios "quiere la salvación para todos"(1 Tim 2:04). Jesús no dice a los Apóstoles y a nosotros que formemos un grupo exclusivo; un grupo de élite. Jesús dice: Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos (cf. Mt 28,19). San Pablo afirma que en el pueblo de Dios, en la Iglesia, "no hay ni judío ni griego... porque todos ustedes son uno en Cristo Jesús" (Gál 3:28). Me gustaría decir a aquellos que se sienten lejos de Dios y de la Iglesia, a los que son temerosos o a los indiferentes, a los que piensan que ya no pueden cambiar: ¡el Señor también te está llamando a ti a ser parte de su pueblo y lo hace con gran respeto y amor!, ¡Él nos invita a hacer parte de este pueblo; pueblo de Dios! (PAPA FRANCISCO, Audiencia General, 12 de Junio de 2013). ACTUAR OPCIONES PASTORALES 1. ¿Qué ámbitos de nuestra realidad diocesana son iluminados por este tema que acabamos de estudiar? (Ver Apéndice). 2. ¿Qué ideales nos presenta este tema para nuestra realidad diocesana? 3. ¿Qué acciones pastorales tendríamos que tomar para alcanzar esos ideales? 4. COMPROMISOS 1. __________________________________________________________________________________________ __________________________________________________________________________________________ __________________________________________________________________________________________ 2. __________________________________________________________________________________________ __________________________________________________________________________________________ 4 __________________________________________________________________________________________ __________________________________________________________________________________________ 3. __________________________________________________________________________________________ __________________________________________________________________________________________ 5. IGLESIA: MISTERIO DE COMUNIÓN ____________________________________ ORACIÓN FINAL ORACIÓN POR EL PLAN DE PASTORAL Señor Jesús, que eres el Camino, la Verdad y la Vida, concédenos el Espíritu Santo que procede de ti y del Padre, como se lo concediste a los apóstoles, para que cruzando el umbral de la puerta abierta de la fe, continuemos, como discípulos misioneros tuyos, con la Nueva Evangelización en la Misión Permanente. Ilumínanos para que elaboremos en comunión un Plan Pastoral que nos lleve al encuentro contigo y con nuestros hermanos, especialmente con los más alejados y necesitados. Te lo pedimos por intercesión de Nuestra Señora del Refugio de Pecadores. Amén. PARA SEGUIR LA REFLEXIÓN: - Catecismo de la Iglesia Católica, 781-810.