El desarrollo del movimiento de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales a nivel internacional, no solamente implica avances o retrocesos en libertades civiles. Aspectos cotidianos y personales. Jordi Petit (SG ILGA, 1995-1999) Hay unas líneas de pensamiento que subyacen en la historia de este movimiento, construidas a partir de hechos, victorias, derrotas o, a veces, meras circunstancias. El/la homosexual deviene en sujeto desgajado de la sexualidad cuando el médico húngaro Benkert acuña en 1869 el término “homosexualidad”, que deviene enseguida sinónimo de anormalidad y enfermedad. De ahí se reconstruye una imagen popular de rechazo y caricatura que revierte y modela a las personas que aman a otras de su mismo sexo. Muchas se auto-odian. Imagen ya forjada por la atávica persecución de la Santa Inquisición. Durante el siglo XX, primero los y las homosexuales y luego ya auto-llamándose gays y lesbianas, progresaron muchísimo en su propia autoconciencia como personas. Hasta los años 20-30 del siglo XX no aparecen en público homosexuales que empiecen a romper tópicos. Nazismo y estalinismo acabaron con todo. En 1945 otra nueva generación empieza a reclamar y conseguir mejoras paulatinamente en EEUU. En Europa sólo en el norte. Mucho más tarde, el cine empezó a ser el espejo deformado de los cambios en curso. Primero las sombrías El sirviente y La calumnia. Con la algarabía de los 70 se trató de insistir en que los homosexuales no podían ser felices: triunfó la película norteamericana que presenta a un grupo de gays entre amargados y enemigos de sí mismos y de todos Los chicos de la banda (William Friedkin , 1970). En España, la quintaesencia del machismo fue No desearás al vecino del 5º (Ramón Fernández, 1970), una de las más taquilleras de nuestra historia. La mexicana El lugar sin límites, (1977) basada en una novela del chileno José Donoso, es igualmente dura para una trans. No es hasta el Oscar a Philadelphia (Jonathan Demme, 1993) que Hollywood rehabilita a los gays, eso sí, con moralina: el protagonista que fallece de sida, resultó ser infiel a su pareja. Volviendo a las corrientes de pensamiento, en su origen, los homosexuales alemanes se hacen llamar “tercer sexo” a principios del siglo XX. Arranca ahí una ideología que pone el acento en la diferencia. Tras el exterminio nazi y estalinista, más que ideólogos encontramos a denunciantes como Jean Genet (Diario de un ladrón, 1949), que nos devuelven a nuestros primeros defensores públicos Oscar Wilde y Virginia Wolf. Luego Michael Foucault, en su exhaustiva Historia de la sexualidad, insiste en la construcción de identidades a partir de la ideología dominante judeocristiana: sexista, machista y heterosexista. Tales imposiciones serán contestadas en los 70. El buen y ejemplar ciudadano que se hace respetar y guarda su secreto en la discreción de “lo” que solo debe hacerse en privado (años 50-60) hasta la Revolución de Stonewall el 28 de junio de 1969 en NY. Ahí se proclama la igualdad de los/las diferentes y la transformación social. Las manifestaciones del Orgullo o Pride se extienden por todo el mundo occidental y suponen salir del anónimo armario a la calle, a mostrar la diversidad de la comunidad, igual a la de los y las heterosexuales. Sin embargo seguirán pesando en los tópicos populares y siguen siendo de difícil superación. Los medios de comunicación se fijan en las Drags de la fiesta del Orgullo y no reparan en que el Carnaval de Rio es la mayor juerga del planeta, en este caso heterosexual, como dice Didier Eribon. La clave del nuevo movimiento nacido el 28 de junio de 1969 es la visibilidad. El predecesor de la deconstrucción de la identidad homosexual sería el desaparecido Mario Mieli y su obra de referencia Elementos de crítica homosexual (Ed. Anagrama, Barcelona 1979). A su vez el troskista Jean Nicolas publicó La cuestión homosexual (Ed. Fontamara, Barcelona 1978), que hace un análisis anticapitalista. Ambas obras descatalogadas. La crisis del vih/sida provocó tal movilización del movimiento gay que se dedicó a la prevención, olvidando más debates teóricos. Actualmente dos serían los pensadores de referencia. Por un lado, Didier Eribon con varias obras que operan en torno al avance en derechos y leyes, sin entrar a sancionar identidades, todas muy plurales en la comunidad homo y transexual. No pondera en cómo debemos ser; responde a la homofobia social y la auto-homofobia personal. Por otra parte, Teresa de Lauretis origina el pensamiento “queer” que parte de las teorías freudianas del poliformismo sexual. Se trata de una ideología de la deconstrucción de todas las identidades sexuales como método de análisis. La propia autora declaró en México que no hay una política ni un programa de acción queer (Seminario de la UNAM, mayo 2010).Por último señalar que todo movimiento social se dota, consciente o inconscientemente de elementos comunes de referencia, por encima de toda la pluralidad de la comunidad representada. En el caso de gays, lesbianas y trans eligen, fechas como el 28 de junio, canciones como “Over the Rainbow” de Judy Garland y otras posteriores (Village People, Gloria Gaynor, Queen..), y la bandera del arco iris (1979). Son signos de unidad y de referencia de los 70 a los 90. Se desarrolla una cultura homosexual porque sus protagonistas precisan expresar sus emociones y vivencias: literatura, cómic, cine, música, etc. Cada minoría crea sus referentes comunes. Al mismo tiempo este movimiento rescata y añade la presencia de la homosexualidad en el arte, sean textos como la poesía de Kavafis, las estupendas biografías de Alejandro Magno o Marguerite Yourcenaur con sus “Memorias de Adriano”. Por afinidad se crea un argot, así como zonas de encuentro clandestinas (hoy llamadas de cruising, pero ya superadas por internet), asociaciones de todo tipo, discotecas y mucho más tarde barrios rosa. Entre los 6070 se logran avances históricos en los EEUU: la publicación de la primera revista homosexual en los kioscos, “One”, sentencia de inocencia ante el tribunal a un homosexual arrestado en un bosque por ligar, la legalización de bares de encuentro y la aparición de las primeras asociaciones como las “Hijas de Bilitis”. Del referido argot, muy diferente en cada país, en España saltaron al lenguaje común las palabras “carroza” y “salir del armario”. Se trata de un fenómeno dinámico y cambiante a través de las décadas. Aparecen muy distintas maneras de auto-representarse, desde los cómics de Nazario, los cuerpos esculturales de la pornografía en papel cuché hasta las fotos de gente corriente como los actuales Paco y Manuel (www.kink.bigcartel.com) o los dibujos de Rodrigo en La Luna de Madrid (años 80). Seguramente la síntesis creativa del final de la transición española fuesen las historias de Patty Difusa de Almodóvar, hoy publicadas por Anagrama. De vergonzantes lesbianas y gays, pasaron a auto-aceptarse, a hacerse visibles, a vivir mucho mejor. Las personas trans lo tienen mucho más difícil, siempre sin trabajo, muchas terminan prostituyéndose. La pandemia del vih-sida implicó un tremendo retroceso por sumar a las personas homosexuales doble estigma y por el fenómeno de tantos que volvieron al armario ante una sociedad histérica. El sida, a parte de promover una gran ola de solidaridad y la creación de servicios desde y para la comunidad homosexual y transexual, generó toda una expresión artística que se mostró a través del recuerdo. La actual generación ha hecho visible la maternidad lesbiana y las familias homoparentales, impensables hace tan sólo diez años. Sin embargo los jóvenes gays bajan la guardia ante el sida. SITUACIÓN MUNDIAL DE LA COMUNIDAD HOMOSEXUAL, BISEXUAL, TRANS e INTERSEXUAL / LGTBI. Jordi Petit, autor de “25 años más” (Icaria Ed. Barcelona, 2003) 1.-La web de la Asociación Internacional de Lesbianas y Gays (www.ilga.org), contiene una exhaustiva información de todo el mundo sobre situación legal y otros varios aspectos de la comunidad homo,bi, trans e intersexual. Consulta imprescindible. Siempre prioriza el presente. 2.-Los orígenes que sustentan las bases científicas que impulsaron la liberación de homosexuales y transexuales en los de los 60-70, son varios informes básicos que desvelan la pluralidad sexual humana. En primer lugar los dos estudios-encuestas de Alfred Kinsey sobre sexualidad masculina (1948) y femenina (1953). En su tiempo un escándalo inaudito que rompía el pasado. 3.-En los 60 de la Universidad de Yale surgen las investigaciones de Ford y de Beach que vuelven a asombrar a todo el mundo. Demuestran la presencia de prácticas homosexuales y bisexuales en la mayoría de culturas del mundo (incluidas todas las de pueblos indígenas), así como en mamíferos superiores. Tras 40 años estos estudios han seguido identificando más especies, como varias aves. 4.-Desarrollo de los barrios lgtb en distinta ciudades y continentes. Solamente existe un estudio científico y riguroso sobre estos barrios rosas o zonas de libertad ciudadana. Se trata del detallado y magnífico trabajo del acreditado sociólogo Manuel Castells en “La ciudad y las masas” (Alianza Editorial, Madrid, 1986). Texto esencial. En síntesis demuestra con todo tipo de datos urbanos la creación del barrio gay del Castro en San Francisco a partir de 1945. Se trata del modelo de los EEUU y Canadá, donde estas aglomeraciones se basan en la concentración de viviendas privadas de homosexuales y locales de ocio al mismo tiempo. En Europa, primero suelen ser los locales de ocio y luego la visita nocturna de personas lgtb, pero no tanto el traslado de residencia. Habrá que estudiar Chueca, Gayxample, Soho en Londres o Le Marais en París. 5.-El reconocimiento de la dignidad y derechos de las personas homosexuales despega en los EEUU en los 50 y crece a partir de Stonewall en los 70: entonces fue una política anti-represiva, de legalización de locales, publicaciones y asociaciones reivindicativas. A partir del esfuerzo coordinado de los primeros grupos de ILGA (una docena de países europeos, España incluida), se consigue la primera victoria internacional. El 1 de octubre de 1981 el Consejo de Europa reconoce el derecho a la autodeterminación sexual de la persona y la prohibición de terapias aversivas. Homosexuales de ambos sexos fueron perseguidos y torturados por el nazismo, fascismo español e italiano, estalinismo, maoísmo y castrismo. Costó mucho recuperar la memoria de este homoholocausto. En 1945 la homosexualidad era ilegal en casi todo el mundo democrático. El movimiento mundial ha tenido desde los 70 dos ejes. El norteamericano, muy ocupado en su mosaico de estados, con leyes muy retrógradas, y un foco europeo que ha ido creando toda la red mundial de ILGA (fundada en 1978 por tres grupos CHE, del Reino Unido, COC, de Holanda y FUORI! de Italia). ILGA siguió creciendo en todos los continentes y hoy sólo el 44% de sus miembros son europeos. También podemos hablar de dos recientes generaciones del movimiento: el impulso revolucionario de Stonewall del 70 a 1985 y la generación que se vuelca en la lucha contra el sida. Pasaron de militantes revolucionarios a voluntarios en sanidad y derechos civiles. La política de ILGA siempre se ha basado en su presencia pedagógica en todo tipo de foro internacional para hacer oír la voz lgtbi. A destacar su intervención en las conferencias mundiales de vih-sida y eco en la Conferencia Mundial de la Mujer de Naciones Unidas en Pekín 1995, entre otros logros. Los actores nacionales de ILGA son sus más de 700 grupos afiliados en 110 países. Las dos campañas históricas de ILGA, donde se actuó de forma coordinada desde cada país, fue conseguir que Amnistía Internacional acogiese a los y las homosexuales como presos de conciencia y que la OMS retirase la homosexualidad del listado de las enfermedades, a principios de los 90. Actualmente condenan las relaciones homosexuales 75 países, en algunos ignoran tanto a la mujer, que sólo son perseguidos los varones. ILGA media y apoya a los grupos lgtb de países en vías de desarrollo ante agencias internacionales de cooperación. Recibe el apoyo de IBM, Google, entre otras marcas privadas, y de los gobiernos nórdicos, así como de agencias de apoyo al desarrollo como las holandesas HIVHOS y NOVIB. En estos momentos sigue pugnando por entrar como ong mundial en ECOSOC, fórum de las ong de Naciones Unidas, aunque varios de sus miembros ya lo han conseguido de forma individual, como el caso de la FELGTB española. La correlación de fuerzas en la ONU es hoy muy ajustada entre un frente de países intolerantes comandado por el Vaticano y los islamistas integristas, ante otro bloque liderado por la UE, Noruega, Canadá y Estados Unidos. Con visitar la página web de ILGA podemos conocer con todo detalle la actualidad, continente por continente, pues esta federación, único de su tipo en el mundo, se ha regionalizado. 6.-El problema generacional de la memoria histórica Dado que ni la familia ni la escuela hablan de homosexualidad ni de transexualidad, la adolescencia lgtbi carece de recuerdos, valores y aprendizaje. En cada persona arranca de 0 o de estigmas negativos, y luego va encarando presente y futuro. La juventud gay de hoy no ha interiorizado pues que supuso la tragedia del sida y los efectos de su medicación, que ya sufrió su anterior generación. Bibliografía y filmografía mínimas. Identidades sexuales: “Lesbofobia”, Olga Viñuales (Ed. Bellaterra, Barcelona 2002). Memoria histórica “Una discriminación universal. La homosexualidad bajo el franquismo y la transición”, Javier Ugarte (Coord. VVAA, Ed. Egales, Madrid 2008). “Pierre Seel, deportado homosexual”, Jean le Bitoux (Ed. Bellaterra, Barcelona, 2001). Memoria del nazismo. Cultura lgtb: “De Sodoma a Chueca. Una historia cultural de la homosexualidad en España en el Siglo XX”, Alberto Mira (Ed. Egales, Barcelona, 2004). Trilogía de Nueva York. Dir. Paul Bogart (1988). Ser gay en el primer mundo. Juntos para siempre. Dir. Norma René (1991). El sida frente a frente. Priscilla, reina del desierto. Dir. Stephan Elliott (1994). Musical ante campesinos australianos. A mi madre le gustan las mujeres. Dir. Inés París y Daniela Fejerman (2001). España. Las Horas. Dir. Stephen Daldry (2002). Tres generaciones de mujeres, memoria histórica. Quinceañera. Dir. Richard Glatzer (2007). Mexicanos emigrados ante las nuevas libertades. El mundo invisible. Dir. Shamin Sarif (2007). Años 50 en Suráfrica. I can’t Think Straight (VOSE). Dir. Shamin Sarif (2008). Joven palestina que vive en Londres. Contracorriente. Dir. Javier Fuentes-León (2011). Nominada al oscar. En la costa del Perú...