Rosas Negras en Kosovo La familia Muhtari vive a Mitrovika, en Kosovo, son una familia de albaneses que viven de las ganancias de su granja, los miembros de la familia son: el padre, Radomar; la madre, Olga; la hija adolescente, Biljana y Arif, el niño de dos años. Pero debido a la guerra y a la opresión serbia han de huir fuera de Kosovo para salvar sus vidas. Con ellos se va Mirna Nolli, la de unos vecinos que quieren permanecer granja para proteger lo que es suyo. Ni tan solo ellos saben donde van, solamente piensan en huir pero, antes de irse llega a su granja un excombatiente de la guerra que havia quedado manco, Vuk Vukoshi, que lleva un mapa y les pregunta si se puede unir a ellos. Así se marchan todos juntos hacia la frontera con la Skoda. En el camino se encuentran a miles de deportados que huyen como ellos i muy pronto se quedan sin comida y Arif empieza a adelgazar demasiado y todos temen por su vida. En medio del camino, los soldados detienen la fila de deportados i les piden sus papeles para quemarlos, también les quitan la vida a los jóvenes que tienen edad para alistarse en el ejercito contra Serbia. Los militares desvían los deportados hacia la ciudad de Pristina, donde todos tienen la esperanza de que los evacuarán en tren hacia Macedonia. Pero en llegar a Pristina resulta que Macedonia ha cerrado sus fronteras y solamente saldrá un tren más. Olga y Radomar Muhtari insisten en que Biljana, Mirna i Arif cogen el tren para poder salvar les sus vidas, y sobretodo la de Arif. Cuando dan la orden para subir al tren, miles de deportados intentan subir y con toda esa marea de gente Biljana no puede subir y se queda a la estación viendo como se alejan su amiga y su hermano. A los deportados que quedan en la estación los conducen hacia a la frontera de Albania donde se quedarán en campos de refugiados. En llegar, los Muhtari i Vuk dan sus nombres, los distribuyen en tiendas y les dan de comer. Al campamento todos los días evacuaban gente hacia a algún país ya que necesitaban plazas para miles de refugiados que llegaban todos los días de Kosovo, muchas veces estas evacuaciones eran voluntarias, pero otras eren por la fuerza, y casi nadie se quería alejar de Kosovo, porque todos tenían la esperanza de poder volver algún día. Cuando pidieron voluntarios para irse a Rumania, Vuk fue el primero en salir, ya que no tenia ninguna intención de volver a Kosovo, y cuando Biljana fue a despedirse de el, esta le dijo que esperaba volver a verlo y le dio un poco de tierra de la tumba de sus antepasados que havia cogido antes de dejar Mitrovika y le dijo que era un préstamo que habría de devolvérselo cuando regresara a Kosovo. 1