-1- CONTAMINACIÓN DEL SUELO Inés García y Carlos Dorronsoro Degradación del suelo. 1 La problemática de la utilización del suelo. 2 Tipos de degradaciones. 3 Consecuencias en el suelo. 4 Evaluación de la degradación. 5 Importancia de la degradación del suelo y estado actual. 1. La problemática de la utilización del suelo. Concepto de degradación. Como se ha expuesto en los temas anteriores, el suelo es un ente de la Naturaleza, cuyas características son el resultado de una larga evolución hasta alcanzar un equilibrio con las condiciones naturales. Y hemos de tener claro que en esas condiciones ambientales no está incluida la acción de las civilizaciones humanas. El suelo es un componente del medio natural y como tal debe ser considerado como un suelo virgen, no explotado. Es evidente que su continua y abusiva utilización por parte del hombre ha truncado su evolución y ha condicionado negativamente sus propiedades. Como resultado el suelo se deteriora, se degrada. Se considera como degradación del suelo a toda modificación que conduzca al deterioro del suelo. Según la FAO - UNESCO la degradación es el proceso que rebaja la capacidad actual y potencial del suelo para producir, cuantitativa y cualitativamente, bienes y servicios. La degradación del suelo es la consecuencia directa de la utilización del suelo por el hombre. Bien como resultado de actuaciones directas, como agrícola, forestal, ganadera, agroquímicos y riego, o por acciones indirectas, como son las actividades industriales, eliminación de residuos, transporte, etc. Actualmente existe una fuerte tendencia que clama por una utilización racional del suelo. Sus principios se agrupan en lo que se conoce por Conservación de Suelos. Las teorías conservacionistas persiguen obtener máximos rendimientos pero con mínima degradación. El cuidado del suelo es esencial para la supervivencia de la raza humana. El suelo -2- produce la mayor parte de los alimentos necesarios, fibras y madera. Y sin embargo, en muchas partes del mundo, el suelo ha quedado tan dañado por un manejo abusivo y erróneo que nunca más podrá producir bienes (FAO, 1976). 2. Tipos de degradaciones. Dentro del amplio concepto de degradación se distinguen una serie de degradaciones diferentes. 2.1 Degradación de la fertilidad. Es la disminución de la capacidad del suelo para soportar vida. Se producen modificaciones en sus propiedades físicas, químicas, fisicoquímicas y biológicas que conllevan a su deterioro. Al degradarse el suelo pierde capacidad de producción y cada vez hay que añadirle más cantidad de abonos para producir siempre cosechas muy inferiores a las que produciría el suelo si no se presentase degradado. Puede tratarse de una degradación química , que se puede deber a varias causas: pérdida de nutrientes, acidificación, salinización, sodificación, aumento de la toxicidad por liberación o concentración de determinados elementos químicos. El deterioro del suelo a veces es consecuencia de una degradación física , por: pérdida de estructura, aumento de la densidad aparente, disminución de la permeabilidad, disminución de la capacidad de retención de agua. En otras ocasiones se habla de degradación biológica , cuando se produce una disminución de la materia orgánica incorporada. 2.2 Erosión. La erosión es la pérdida selectiva de materiales del suelo. Por la acción del agua o del viento los materiales de las capas superficiales van siendo arrastrados. Si el agente es el agua se habla de erosión hídrica y para el caso del viento se denomina erosión eólica . El concepto de erosión del suelo se refiere a la erosión antrópica , que es de desarrollo rápido. Frente a ella está la erosión natural o geológica , de evolución muy lenta. La erosión geológica se ha desarrollado desde siempre en la Tierra, es la responsable del modelado de los continentes y sus efectos se compensan en el suelo, ya que actúan con la suficiente lentitud como para que sus consecuencias sean contrarrestadas por la velocidad de formación del suelo. Así en los suelos de las superficies estables se reproduce el suelo, como mínimo, a la misma velocidad con que se erosiona. Es más, es muy importante destacar que la erosión natural es un fenómeno muy beneficioso para la fertilidad de los suelos. Efectivamente, como es sabido, todas las propiedades del suelo, y por tanto su profundidad, son consecuencia de una determinada combinación de los factores -3- formadores. En una determinada región aparecerá un suelo cuya profundidad será el resultado de un clima concreto (temperatura y precipitaciones), sometido a la actividad de unos determinados organismos, en un tipo de relieve, que actúan sobre una clase de roca durante un tiempo. Si no actuase la erosión natural esa profundidad de material edafizado se iría alterándose progresivamente cada vez más conforme el suelo se fuese volviendo más antiguo y llegaría un momento que todos los minerales originales se habrían transformado totalmente, ya no aportarían ningún nutriente nuevo al suelo y este quedaría constituido por un residuo totalmente infértil. Prácticamente toda la Tierra estaría recubierta de una capa inerte, sin posibilidad de soportar vida alguna. Afortunadamente este panorama aterrador no se presenta precisamente debido a la erosión geológica. Esta lenta erosión va decapitando lentamente las capas superiores de los suelos con lo que va disminuyendo el espesor del suelo y este se va progresivamente profundizando hacia capas más internas donde se encuentra el material original sin transformar (para mantener su profundidad de equilibrio con las condiciones ambientales). Así, de esta manera se van incorporando continuamente nuevos materiales al suelo (materiales frescos, no alterados, con abundantes minerales que al alterarse aportan nutrientes a los suelos). El tipo de suelo será siempre el mismo (mientras no se produzca un cambio en las condiciones ambientales) pero, ¡se irá desplazando con el tiempo!. Hacia el interior de la tierra en los relieves planos y caminando lateralmente en los relieves colinados (los valles se van ensanchando). 2.3 Contaminación. Por último, el suelo se puede degradar al acumularse en él sustancias a unos niveles tales que repercuten negativamente en el comportamiento de los suelos. La FAO define la contaminación como una forma de degradación química que provoca la pérdida parcial o total de la productividad del suelo. El diccionario de la Real Academia define la contaminación como la alteración de la pureza de alguna cosa, como los alimentos, el agua, el aire, etc. La acumulación de sustancias tóxicas para los organismos suele producirse de una manera artificial, como consecuencia de las actividades humanas, pero también puede ocurrir de manera natural, la edafización libera sustancias contenidas en las rocas (heredadas o neoformadas) que se concentran en el suelo alcanzando niveles tóxicos. 3. Consecuencias de la degradación. La degradación tiene importantes consecuencias. Veamos las referidas al suelo en sí mismo y dejaremos las medioambientales y socioeconómicas para otras disciplinas (avalanchas, inundaciones, empobrecimientos, migraciones, etc). -4- • Pérdida de elementos nutrientes (N, P, S, K, Ca, Mg...). Puede ser de manera directa, bien al ser eliminados por las aguas que se infiltran en el suelo o bien por erosión a través de las aguas de escorrentía, o de una forma indirecta, por erosión de los materiales que los contienen o que podrían fijarlos. • Modificación de las propiedades fisicoquímicas: acidificación, desbasificación y bloqueo de los oligoelementos que quedan en posición no disponible. • Deterioro de la estructura. La compactación del suelo produce una disminución de la porosidad, que origina una reducción del drenaje y una pérdida de la estabilidad: como consecuencia se produce un encostramiento superficial y por tanto aumenta la escorrentía. • Disminución de la capacidad de retención de agua: por degradación de la estructura o por pérdida de suelo. Esta consecuencia es especialmente importante para los suelos andaluces sometidos a escasas precipitaciones anuales. • Pérdida física de materiales: erosión selectiva (parcial, de los constituyentes más lábiles, como los limos) o masiva (pérdida de la capa superficial del suelo, o en los casos extremos de la totalidad del suelo). • Incremento de la toxicidad. Al modificarse las propiedades del suelo se produce una liberación de sustancias nocivas. En definitiva, se produce un empeoramiento de las propiedades del suelo y una disminución de la masa de suelo. Estos efectos tienen dos consecuencias generales: a corto plazo, disminución de la producción y aumento de los gastos de explotación (cada vez el suelo necesita mayor cantidad de abonos y cada vez produce menos). A largo plazo: infertilidad total, abandono, desertización del territorio. 4. Evaluación de la degradación Como la degradación del suelo es un proceso muy complejo, debido a muy diferentes causas y con consecuencias y efectos diversos, es muy difícil desarrollar un sistema único de evaluación. Los principales organismos internacionales dedicados al medio ambiente se han venido preocupando de este grave problema y han desarrollado una serie de directrices de uso recomendado para las distintas naciones. En esta línea, FAO - UNESCO - PNUMA (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente) han desarrollado un metodología para la evaluación de la degradación de los suelos de aplicación a todo el mundo (Metodología Provisional para la Evaluación de la Degradación de los Suelos, FAO, Roma, 1980). -5- 4.1 Principios de trabajo El principio fundamental de esta metodología es que el clima (en su concepto mas amplio que considera hasta los organismos que él condiciona) ataca los suelos, los cuales poseen una resistencia natural frente a las fuerzas degradantes y esta estabilidad es drásticamente modificada por la acción humana. Un segundo principio trata la formación del suelo como un proceso dinámico, en continua evolución, y por tanto la metodología ha de poder evaluar de distinta manera a un suelo que se encuentre bien conservado pero que actualmente se esté degradando con rapidez de otro suelo que por el contrario se encuentre muy degradado pero que actualmente lo haga a una velocidad de deterioro muy pequeña. Un tercer principio adoptado en esta metodología es que la evaluación de los riesgos alcanza su máxima utilidad cuando al realizar la evaluación se eliminan todos los factores relativamente inestables o no permanentes (como puede ser la vegetación o el uso actual) no se consideran al poder cambiar en un momento determinado. De esta manera las evaluaciones (que consumen tiempo y presupuesto) adquieren un carácter permanente (no se vuelven obsoletas por un simple cambio en el uso del suelo). 4.2 Términos de degradación De lo expuesto en el apartado anterior se desprende que al hacer una evaluación de la degradación de los suelos existen varios enfoques. Estado actual del suelo. Representa la valoración de como de degradado se encuentra el suelo. Es una medida de la degradación soportada por el suelo hasta el momento presente. Su evaluación es imprescindible para planificar la tolerancia de un suelo a la previsible degradación futura. Degradación actual (intensidad de la). Es la degradación que actúa en el momento presente. Dado que la degradación se expresa como una velocidad anual, es decir, como la intensidad del proceso, y no como el daño acumulado desde el pasado hasta el presente, la información referente a la degradación actual debe complementarse con la información relativa al estado actual del suelo, con el fin de poder determinar cuanta degradación puede soportar el suelo. Riesgo de degradación. Es el riesgo de que ocurra degradación en ciertas condiciones adversas definidas. Para su cálculo se consideran sólo factores estables (o por lo menos relativamente estables) como clima, suelo y relieve. La vegetación, uso y explotación actual de la tierra no se tienen en cuenta para que la evaluación no se quede automáticamente anticuada por un cambio del uso de la tierra y para el cálculo del -6- riesgo se maneja un valor estándar adverso como seria la eliminación de la vegetación natural y el abandono del suelo en barbecho desnudo continuo. Esta evaluación marca la tendencia general de las tierras a la degradación. De esta manera se evalúa como se comportaría el suelo si se le somete a una pésima explotación. Partiendo de la evaluación de los riesgos se puede predecir la degradación que soportará un determinado suelo al someterlo a diferentes usos, al ir sustituyendo el valor estándar (suelo desnudo) por los correspondientes a los diferentes usos que se estén ensayando. Resumiendo, la evaluación basada sobre factores permanentes se denomina riesgos de degradación de un suelo y es independientemente del uso actual que este soportando. Cuando se consideren los factores inestables actualmente presente se obtiene una evaluación de la degradación actual. 4.3 Normativa para la evaluación de la degradación Para evaluar cada tipo de proceso degradante se emplea una determinada propiedad, expresada en unas unidades concretas y se analiza como va cambiando cada año. Degradación física de la fertilidad: aumento anual de la densidad aparente, en gr/cm3; o bien por disminución anual de la permeabilidad, en cm/hr. Degradación química de la fertilidad: • acidificación , disminución anual de la saturación en bases, en %; • salinización , aumento anual de la conductividad eléctrica en pasta saturada a 25ºC en dS/m (dS=deciSiemens) o en mmhos/cm, siendo ambas medidas equivalentes (1 dS/m = 1 mmhos/cm); • sodificación , aumento anual del sodio cambiable, en %; • toxicidad , aumento anual de los elementos tóxicos, en ppm. Degradación biológica de la fertilidad : disminución anual del humus, en %. Erosión hídrica y eólica : pérdida anual de suelo, en t/ha/año. Contaminación : aumento anual de contaminantes, en %/año o en ppm. Los distintos grados de intensidad de degradación se establecen en una serie de escalas correspondientes a cada tipo de degradación (la diversidad de agentes contaminantes impiden el establecimiento de una escala de uso general), como se resumen en la siguiente tabla. 5. Importancia de la degradación del suelo y estado actual. -7- La importancia de la degradación se deduce de la importancia del objeto que deteriora. La FAO-UNESCO-PNUMA han puesto de la relieve la extrema gravedad de este problema en numerosas ocasiones y como resultado de la 1ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desertificación, celebrada en Nairobi en 1977 elaboró la CARTA MUNDIAL DE LOS SUELOS. A modo de resumen podemos destacar los siguientes hechos. El suelo es un componente esencial del medio ambiente en el que se desarrolla la vida. El suelo es frágil, de difícil y larga recuperación (tarda desde miles a cientos de miles de años en formarse), y de extensión limitada, por lo que se considera como recurso no renovable. Un uso inadecuado puede provocar su pérdida irreparable en tan sólo algunos años. Se usa para fines muy diversos: agricultura, ganadería, pastos y montes, extracción de minerales y de materiales para la construcción, soporte para las construcciones, eliminación de residuos, para actividades de ocio y recreo. El problema de la degradación del suelo no es un descubrimiento de nuestra civilización, pues ya quedaba registrado en los documentos de los romanos y de los griegos: Así ya Platón describía la destrucción del suelo como resultado de las deforestaciones. No obstante en un principio el problema no era acuciante debido a la escasa densidad de población y al hecho de que las civilizaciones primitivas se establecían en las llanuras próximas a los ríos (suelos fértiles, con abundante agua y fáciles comunicaciones). La espectacular explosión demográfica actual ha provocado la roturación de tierras en relieves cada vez con pendientes más fuertes, fuertemente degradables, y como consecuencia frenar la degradación del suelo se ha convertido en uno de los grandes retos de nuestra civilización. El proyecto internacional "Global Assessmente of Soil Degradation", 1991, (GLASOD) ha puesto de manifiesto el grave estado de degradación en que se encuentran actualmente los suelos en todo el mundo (Mapa Mundial de Degradación 1:10 millones; versión didáctica). Los resultados referentes a los distintos tipos de degradaciones provocadas por el hombre se reproducen en la siguiente tabla -8- En esta tabla destaca la erosión del suelo como el proceso que afecta al mayor número de hectáreas, representando el 83,6% de toda la degradación (1.642 millones de hectáreas). Dentro de este proceso es la erosión hídrica el fenómeno más importante (55,7%). También es de resaltar que la contaminación del suelo (de la que tanto se habla últimamente, en vez del gravísimo problema de la erosión) afecta sólo a 21,8 millones de hectáreas (si bien hay que aclarar que los datos de esta tabla se refieren a la contaminación local del suelo y no a la contaminación difusa, como es la producida por la agricultura que contamina muchímas más hectareas que la local). Si a las 1.701 millones de hectáreas (Mha) de las tierras actualmente cultivadas en el mundo le sumamos las 3.190 Mha de áreas potencialmente cultivables obtenemos un total de 4.891 Mha, de las que 1.093,7 están afectadas por la erosión hídrica, lo que representa un 22% de todas estas áreas. La erosión eólica afectaría al 11%, la degradación química al 5% y la física al 2%, aproximadamente. En resumen parece correcto afirmar que el 40% de las tierras cultivadas o potencialmente cultivables del mundo. -9- Los países desarrollados, generalmente con climas húmedos, la contaminación de suelo es el más grave problema, mientras que en los países de climas subhúmedos a áridos la erosión constituye el principal problema (Mapa Mundial de Erosión Hídrica, Mapa Mundial de Erosión Eólica, Mapa Mundial de Erosión Hídrica más Eólica). Especialmente delicada es la situación de los suelos de España (Mapa de la Erosión del Suelos en España), y concretamente en Andalucía Oriental la erosión afecta de manera muy grave a la gran mayoría del territorio (Mapa de Riesgos de Erosión del Suelo en Andalucía). También se pone de manifiesto la importancia de la erosión a nivel mundial al evaluar la carga de sedimentos que transportan los ríos en las grandes cuenca hidrográficas (tabla). En el informe GLASOD se identifican cinco intervenciones humanas que han provocado la degradación de los suelos: deforestación y explotación de bosques (574Mha), sobrepastoreo (679Mha), manejo impropio de suelos agrícolas (552Mha), sobreexplotación de la vegetación para usos domésticos (133Mha) y actividades industriales (23Mha). En las anteriores figuras se reproduce la situación de los suelos a nivel mundial, en España y en Andalucía. Estos mapas son por sí mismos significativos, pero no dejan de ser aproximaciones más o menos certeras del nivel de degradación de los suelos del mundo, pero nosotros tenemos en nuestro entorno pruebas palpables que nos muestran el terrible estado de degradación que soportan los suelos. Efectivamente si salimos al campo (o recordamos cualquier paisaje cercano) registraremos imágenes en las que la superficie del suelo es amarillo, gris, rojiza, parda, o cualquier coloración pero siempre predominando los tonos claros. Esta imagen esta en contradicción con el concepto de suelo. Como sabemos el suelo está constituido por varios horizonte, pero presentando en siempre en superficie un horizonte A, de enriquecimiento en materia orgánica y por tanto de color negro (o por lo menos gris oscuro). ¿Qué ocurre en los suelos de nuestros campos de labor? ¿Por qué presentan colores claros? ¿Donde está el horizonte negro superficial, que haría que en las imágenes de los paisajes rurales predominara el color negro, solamente enmascarado por el verde de la vegetación? La respuesta por aterradora que sea no deja de ser sencilla. ¡El horizonte superficial de - 10 - color negro, rico en materia orgánica, el horizonte fértil, ha desaparecido de nuestros campos! (un agricultor con dotes de observación habrá observado estos cambios si ha roturado una tierra virgen). Los cambios de coloración sólo pueden ser atribuibles a una degradación del suelo, que ha perdido su materia orgánica. La pérdida de materia orgánica se produce por varias causas: bien por agotamiento (no reposición al extraer las cosechas), por mineralización (al eliminar la cobertera vegetal aumenta la temperatura del suelo y prevalece la mineralización frente a la humificación) o por erosión. Generalmente estas causas actúan de forma progresiva: el suelo pierde la materia orgánica, se vuelve muy inestable a la erosión y se sufre una erosión progresiva que en casos extremos llega a destruir completamente al suelo (en este estado se encuentra gran parte de los suelos de los olivares andaluces, en los que lo que se está labrando directamente las margas). Conociendo la tipología del suelo se puede reconstruir sus horizontes y se puede evaluar la intensidad de la erosión sufrida (figura). Finalmente, vamos a concluír este capítulo recordando nuevamente que uno de los retos más importantes con que se enfrenta la humanidad, es la degradación del medio ambiente en general y concretamente la degradación de los suelos cultivados. La deforestación masiva que han sufrido los suelos en todo el mundo como resultado de una presión socioeconómica cada vez más asfixiante, unida a un desconocimiento absoluto de los gravísimos problemas que conlleva la utilización indiscriminada del suelo ha desembocado en la dramática situación actual. Afortunadamente nuestra civilización parece estar despertando según se desprende de la lectura de los informes especializados que los organismos competentes emiten periódicamente como la FAO, UNESCO, PNUMA (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente) y UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y de los Recursos Naturales), entre otros. A continuación finalizamos reproduciendo algunos párrafos de estos informes (textos FAO-UNESCO-PNUMA). Todas esas aseveraciones contenidas en la selección de informes FAO-UNESCO-PNUMA no debemos aceptarlas en su sentido negativo, de resignación catastrofista, y sí en el sentido constructivo de que la degradación del suelo representa un gravísimo problema en el sistema de explotación actual, pero que puede ser perfectamente controlada mediante la aceptación de las teorías conservacionistas. Como se verá en los siguientes temas, las pérdidas para un determinado suelo de cultivo se pueden reducir en aproximadamente a la mitad por un procedimiento tan sencillo como es desarrollar las labores en dirección perpendicular a la línea de máxima pendiente en vez de paralelo a esta dirección, como sigue siendo incomprensiblemente la práctica habitual en nuestros campos. Si además entre las franjas de cultivo se intercalan fajas de hierbas, u otro cultivo herbáceo, las pérdidas pueden ser reducidas hasta su cuarta parte. La construcción de vias de desagüe para el agua de escorrentía es una medida que proporciona muy buenos resultados. Por último, si se hacen labores de terraceo la erosión es eliminada en sus 9/10 partes y si se procede al abancalamiento del terreno el control de la erosión es prácticamente absoluto dentro de los bancales. - 11 - Si las técnicas anteriores no fuesen aconsejables habría que planificar otro tipo de uso del suelo, en este sentido adelantaremos también que una recubierta permanente puede reducir las pérdidas de suelo hasta en cincuenta veces su valor inicial y una buena cubierta densa puede llegar a ejercer un factor de protección de hasta 1000 veces con respecto a un cultivo cerealista de secano. La conservación del suelo para las generaciones futuras es un deber moral irrenunciable, su realización práctica está todavía a nuestro alcance y constituye una línea de conducta que puede ser llevada a cabo de manera individual sin esperar a que nos sea impuesta por la Administración la cual va siendo lentamente sensibilizada sobre los gravísimos problemas medioambientales. CARTA MUNDIAL DE LOS SUELOS La conferencia Los principios Las directrices Las recomendaciones LA CONFERENCIA, Recordando la Resolución VI de la Conferencia Mundial de la Alimentación (Roma, 1974), por la que se instaba a la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación a establecer la Carta Mundial de los Suelos como base para una cooperación internacional con miras a la utilización más racional de los recursos de tierras, - 12 - Dándose cuenta que los recursos de tierras son limitados y que solamente un pequeño porcentaje de las tierras contribuye actualmente a la alimentación de la población mundial que probablemente alcanzará los seis mil millones a fines de siglo, Recordando además el Programa de Acción tal como fue adoptado por la Conferencia Mundial sobre Reforma Agraria y Desarrollo Rural (Roma, 1979), que pedía &laqno;una utilización eficaz de la tierra ... teniendo debidamente en cuenta el equilibrio ecológico y la protección del medio físico», y el Plan de Acción de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desertificación (Nairobi, 1977) para combatir la degradación y la desertificación de las tierras, Estando de acuerdo en que las necesidades alimentarias de la humanidad, entre ellas, la erradicación de la malnutrición, pueden satisfacerse mediante: • la intensificación de la producción de los cultivos alimentarios, inclusive los cultivos múltiples, siempre que pueda realizarse de manera segura, • el cultivo de nuevas tierras donde se reúnan las condiciones para una producción sostenida, con vistas a satisfacer las necesidades de la producción alimentaria, • el establecimiento y la mejor utilización de pastizales y bosques. • Compartiendo la preocupación motivada por el riesgo de que empeoren los suelos como consecuencia de una incorrecta intensificación de la producción agrícola, especialmente en las zonas expuestas a la erosión por efecto de las aguas y el viento, o a la salinidad y la alcalinidad, Tomando nota de las investigaciones realizadas por la FAO en colaboración con la Unesco, el PNUMA, la OMM y otras organizaciones internacionales competentes, y previa consulta con los gobiernos interesados, con vista a evaluar el potencial de las tierras que pueden ser todavía cultivadas, sin perder de vista la necesidad de proteger la cubierta vegetal permanente de las cuencas de captación y de las necesidades de tierras para la silvicultura, el pastoreo y otros aprovechamientos, con particular referencia a los riesgos de degradación irreversible de los suelos así como la magnitud de los costos y los insumos requeridos, Reconociendo que han de lograrse progresos definitivos en la intensificación de la ayuda destinada al mejoramiento de la productividad y la conservación de los suelos mediante la adopción y puesta en práctica a nivel nacional e internacional de principios y directrices apropiadas para la acción, Habiendo tomado nota de las conclusiones y recomendaciones adoptadas por el Comité de Agricultura en su sexto período de sesiones y por el Consejo en su 7º período de sesiones, - 13 - 1. Por la presente adopta la Carta Mundial de los Suelos, 2 Recomienda a las Naciones Unidas y organizaciones internacionales interesadas que en el marco de sus respectivas esferas de competencia hagan efectivos los principios y directrices expuestos a continuación. PRINCIPIOS 1. Entre los principales recursos de que dispone el hombre están los sistemas de tierras y aguas, así como el reino vegetal y animal asociados con ellos: el uso de estos recursos no debería provocar su degradación o destrucción, porque la existencia del hombre depende de su constante productividad. 2. Reconociendo la suprema importancia de los suelos para la supervivencia y el bienestar de los pueblos y la independencia económica de los países, así como la necesidad cada vez mayor de aumentar la producción alimentaria, es absolutamente necesario dar gran prioridad al fomento de un uso óptima de las tierras, al mantenimiento y al mejoramiento de la productividad de los suelos y a la conservación de los recursos edafológicos. 3. Por degradación de los suelos se entiende la pérdida parcial o total de la productividad de los mismos, cuantitativa o cualitativamente, o en ambas formas, como consecuencia de procesos tales como la erosión hidráulica eólica de los suelos, la salinización, el anegamiento, el agotamiento de los nutrientes&laqno; de las plantas el deterioro de la estructura de los suelos, la desertificación y la contaminación. Además, se pierden diariamente importantes extensiones de suelos, al-destinarlos a usos no agrícolas. Este estado de cosas es alarmante si se considera a la luz de la urgente necesidad de incrementar la producción alimentaria de fibras y de madera. 4. La degradación de los suelos repercute directamente en la agricultura, al disminuir los rendimientos de los cultivos y los recursos hídricos, pero también se ven gravemente afectados otros sectores de la economía y el medio ambiente en su conjunto, entre ellos la industria y el comercio, debido a factores como las inundaciones, o la acumulación de sedimentos en los ríos, las presas y los puertos. 5. Una de las principales responsabilidades de los gobiernos, a nivel nacional, es que, en sus esfuerzos por la producción agrícola y en otras actividades económicas, incorporen medidas para el mejor uso posible de los suelos, para el mantenimiento y mejoramiento a largo plazo de su productividad, evitando al mismo tiempo que se pierdan suelos productivos, En este empeño deberían participar las organizaciones no gubernamentales y los usuarios de las tierras para asegurar que se utilicen todos los recursos disponibles del modo más racional posible. - 14 - 6. La concesión de incentivos apropiados para la agricultura y un marco técnico institucional y jurídico idóneo son condiciones básicas para lograr un buen aprovechamiento de las tierras. 7. La ayuda que se preste a los agricultores y otros usuarios deberá estar orientada hacia los servicios prácticos y deberá estimular la adopción de medidas para lograr un a buena explotación de las tierras. 8. Ciertas estructuras de tenencia de tierras pueden constituir un obstáculo para la adopción de medidas válidas de ordenación y conservación de suelos en las explotaciones agrícolas. Habrá que buscar modos y medios para superar dichos obstáculos respetando los derechos, las obligaciones y las responsabilidades de los propietarios, los arrendatarios y los que explotan las tierras, de conformidad con las recomendaciones de la Conferencia Mundial sobre Reforma Agraria y Desarrollo Rural (Roma, 1979). 9. Debería mantenerse bien informados a los que explotan las tierras y al público en general sobre la necesidad y los medios de mejorar la productividad y la conservación de los suelos. Debería hacerse especial hincapié en la instrucción y programas de extensión y capacitación del personal agrícola a todos los niveles. 10. Con el fin de lograr una utilización óptima de las tierras, es importante evaluar los recursos de tierras de los países en función de su idoneidad a diferentes niveles de in sumos para distintos tipos de aprovechamiento de tierras, incluida la agricultura, el pastoreo y la silvicultura. 11. Las tierras que tengan varios aprovechamientos deberán explotarse de manera flexible, para no descartar así durante largo tiempo o para siempre, futuras opciones a otros ! posibles usos. El aprovechamiento de las tierras para fines no agrícolas debería organizarse de modo que se evite, en la mayor medida posible, la ocupación o la degradación i permanentes de los suelos de buena calidad. 12. Las decisiones sobre el uso y la ordenación de las tierras y de sus recursos deberían favorecer el beneficio a largo plazo más bien que las conveniencias a corto plazo, que pueden dar lugar a la explotación, la degradación y la posible destrucción de los recursos de los suelos. 13. Las medidas de conservación de las tierras deben incluirse en la fase de planificación correspondiente al desarrollo de las tierras y los costos deben estar comprendidos en los presupuestos de planificación del desarrollo. DIRECTRICES PRACTICAS La aceptación de estos principios requeriría que se adoptaran las medidas siguientes: - 15 - Por parte de los Gobiernos i. Elaborar una política para una apropiada utilización de las tierras según la adecuación de las mismas a los diferentes tipos de utilización y las necesidades del país. ii. Incorporar principios de aprovechamiento y ordenación racionales de las tierras y la conservación de los recursos del suelo en la pertinente legislación sobre recursos. iii. Crear un marco institucional para seguir de cerca y supervisar la ordenación y conservación de los suelos, y para coordinar las actividades de las organizaciones que participan en el aprovechamiento de los recursos de tierras de los países con miras a lograr la opción más racional entre las alternativas posibles. iv. Evaluar las nuevas tierras y las ya explotadas respecto a su conveniencia para distintos usos y evaluar asimismo los posibles riesgos de degradación. Presentar a los que toman decisiones otros posibles usos de las tierras que satisfagan las aspiraciones de las comunidades y aprovechar la tierra de acuerdo con sus posibilidades. v. Ejecutar programas de enseñanza, capacitación y extensión a todos los niveles en materia de ordenación y conservación de suelos. vi. Difundir lo más ampliamente posible la información y los conocimientos referentes a la erosión de suelos y métodos para controlarla en las explotaciones agrícolas y las cuencas hidrográficas haciendo hincapié en la importancia de los recursos del suelo para beneficio de la población y el desarrollo. vii. Establecer vínculos entre las administraciones locales y los que explotan las tierras para la puesta en práctica de políticas de suelos y hacer hincapié en la necesidad de poner en práctica técnicas comprobadas de conservación de suelos, y de integrar medidas adecuadas en silvicultura y agricultura para la protección del medio ambiente. viii. Procurar establecer condiciones socioeconómicas e institucionales favorables a la ordenación y la conservación racional de los recursos de las tierras. Estas condiciones comprenderán el proporcionar seguridad a la tenencia de tierras y suficientes incentivos financieros (por ejemplo subvenciones, desgravación fiscal, créditos) a los usuarios de las tierras. Estimular sobre todo a los grupos que deseen trabajar de manera cooperativa y con su gobierno para lograr la apropiada utilización de las tierras, la conservación y el mejoramiento de suelos. ix. Realizar programas de investigación que proporcionen un válido apoyo científico a las labores prácticas de mejoramiento y conservación de los suelos sobre el terreno, y presten la debida consideración a las condiciones socioeconómicas vigentes. Por parte de los organismos internacionales - 16 - i. Seguir intensificando los esfuerzos para despertar la conciencia y fomentar la cooperación entre todos los se&laqno;ores de la comunidad internacional, ayudando a organizar, donde sea necesario, campañas de publicidad, seminarios y conferencias y facilitar publicaciones técnicas apropiadas. ii. Ayudar a los gobiernos, especialmente de los países en desarrollo, a petición de éstos, a establecer la legislación, las instituciones y los procedimientos adecuados para hacer posible que puedan iniciar, ejecutar y seguir de cerca los programas de aprovechamiento adecuado de las tierras y conservación de los suelos. iii. Fomentar la cooperación entre los gobiernos para adoptar métodos válidos de utilización de tierras, especialmente en las grandes cuencas hidrográficas internacionales. iv. Prestar especial atención a las necesidades de los proyectos de desarrollo agrícola que incluyan como elementos importantes la conservación y d mejoramiento de los recursos de los suelos, la facilitación de insumos e incentivos a nivel de explotaciones agrícolas y de las cuencas hidrográficas, y el establecimiento de las estructuras institucionales necesarias. v. Respaldar programas de investigación pertinentes a la conservación de suelos, no sólo los de carácter técnico, sino investigar también sobre los problemas sociales y económicos que están vinculados con las cuestiones relativas a la conservación de los suelos y ordenación de los recursos de tierras. v. Velar por el acopio, recopilación y difusión de la experiencia y la información relacionadas con los programas de conservación de suelos y los resultados obtenidos en las diferentes regiones agroecológicas del mundo. POSIBILIDADES PARA ADOPTAR MEDIDAS COMPLEMENTARIAS En las directrices para tomar medidas contenidas en la Cana Mundial de los Suelos se pide la adopción de acciones complementarias en diferentes sectores del desarrollo y conservación de tierras: Evaluación de las tierras y la planificación de su aprovechamiento • estudios de suelos y evaluación de tierras • evaluación de la degradación y desertificación de los suelos • evaluación del potencial de utilización de las tierras de acuerdo con el sistema agroecológico • evaluación de las capacidades para mantener a la población - 17 - • planificación del aprovechamiento óptimo de las tierras • capacitación en los sectores de trabajo antes citados Ordenación de suelos y fertilizantes • mantener y mejorar la fertilidad del suelo • promover el uso eficaz de fertilizantes • fomentar el uso de abonos orgánicos, biogás y métodos de fijación del nitrógeno • evaluación y eliminación de las deficiencias de micronutrientes • ensayos de suelos y plantas • promoción de sistemas integrados de nutrición vegetal • mejoramiento de los métodos de labranza : • mejoramiento de la producción en las zonas de cultivos migratorios • capacitación en los sectores de trabajo antes citados Conservación y recuperación de tierras • conservación de suelos y ordenación de cuencas hidrográficas • legislación y políticas de conservación de suelos • recuperación de tierras salinas y alcalinas • lucha contra la desertificación • creación de servicios de conservación de suelos • capacitación en los sectores antes mencionados La FAO amplía su cooperación para actividades complementarias conexas con estas directrices de acción. Para obtener información diríjanse a: CARTA MUNDIAL DE LOS SUELOS - 18 - Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) Dirección de Fomento de Tierras y Aguas Via delle Terme di Caracalla 00100 Roma, Italia Textos recogidos de informes FAO-UNESCO-PNUMA "El cuidado del suelo es esencial para la supervivencia de la raza humana. Da la mayor parte de los alimentos necesarios, fibras para alimentos y madera para materiales de construcción. Y sin embargo, en muchas partes del mundo, el suelo ha quedado tan dañado por un manejo erróneo y por abusos que nunca podrá de nuevo producir alimentos, para no hablar de fibras y otros cultivos industriales, al menos en un futuro previsible. Este maltrato ha conducido a la erosión del suelo en vasta escala, esto es, a la pérdida física de la capa superficial del suelo que es la parte más vital necesaria para un sano crecimiento de las plantas. Una vez perdida esta capa superficial el suelo ha quedado perdido para toda finalidad práctica". (FAO, 1976). "La degradación de los suelos es, en su sentido más amplio, uno de los principales problemas con que se enfrenta el mundo en este momento. La población del planeta aumenta cada cinco días en más de un millón de personas y se calcula que se duplicará entre 1980 y 2015. El suelo es y seguirá siendo en un futuro previsible la base de la producción alimentaria, pero cabe preguntarse si bastará para alimentar una población dos veces mayor que la existente a partir de la próxima generación. No ofrece duda que la demanda de tierra va a ser mucho mayor. Incluso ahora muchos millares de hectáreas dejan de cultivarse cada año por exceso de erosión, salinidad, anegación o esterilidad, y en millones de ellas el potencial productivo básico declina progresivamente hacia dicho estado". (FAO-PNUMA, 1984). "Actualmente se destruye la tierra e incluso se alteran los distintos climas locales porque el hombre ha modificado el delicado equilibrio ecológico de la naturaleza con la tala y quema indiscriminadas de bosques, la quema de pastizales y el pastoreo excesivo en ellos, y el cultivo y riego del suelo efectuados sin comprender enteramente los procesos dinámicos, o sin valorar los efectos finales que está originando". (FAO-PNUMA, 1984). "El peligro de erosión es uno de los factores que más gravemente limitan la producción agrícola y las posibilidades de aprovechamiento de la tierra". (FAO, 1986). "El valor irreemplazable del suelo como medio de producción es cosa admitida generalmente. En cambio, su vulnerabilidad al abuso, aunque se hable mucho de ella, sólo la reconocen plenamente quizás los especialistas en la materia. Esta degradación, - 19 - sin embargo, no se limita a las áreas áridas o semiáridas, sino que se extiende también a las templadas húmedas y tropicales húmedas". (FAO-PNUMA-UNESCO, 1980). "La magnitud de la erosión del suelo no ha sido aún reconocida en toda su importancia. La remoción de 1mm de suelo por la acción del agua, mediante erosión laminar, no es fácil de observar, pero una capa de suelo de 1mm equivale a 10 m3 de suelo por hectárea. Se ha calculado que la superficie total de suelos perdidos a lo largo de historia es mayor que toda la superficie que se mantiene en cultivo hoy en día. Actualmente, 5-7 millones de hectáreas de tierras cultivadas (0,3 a 0,5 por ciento del total) se pierden cada año por degradación de los suelos, y se prevee que a finales del siglo se pierdan 10 millones anualmente, lo que equivale a 0,7 por ciento del área que se cultiva al presente. De proseguir el ritmo actual de degradación de la tierra, cerca de un tercio de la tierra cultivable del mundo se destruirá en los próximos veinte años, y la productividad del suelo en los países en desarrollo se reducirá en un quinto". (FAO-PNUMA, 1984). "La erosión causa inundaciones desastrosas que amenazan la propiedad y la vida de los habitantes, determina largas sequías debido a la reducción de la capacidad del suelo de retener el agua, y hace que se sequen los manantiales y los cursos de agua, dando lugar, por último, a la aparición de desiertos creados por el hombre". (FAO, 1986). "Las civilizaciones surgieron en los lugares donde la agricultura era más productiva. Cada vez que declinó la producción agrícola, en general debido al mal aprovechamiento de los suelos, decayeron también las civilizaciones y, a veces, desaparecieron del todo. De los tres requisitos fundamentales para que prospere una civilización -suelos fértiles, abastecimiento de agua seguro y terrenos relativamente llanos dotados de precipitaciones suficientes y que no cause erosión- es muy probable que el tercer factor sea el más importante. Por lo demás, va aumentando los testimonios que indican que la degradación de los suelos ha derribado civilizaciones con la misma seguridad con que lo haría una conquista militar. En los países ribereños del Mediterráneo, la despoblación forestal de las laderas y la consiguiente erosión han creado desiertos artificiales en tierras que fueron productivas...Los romanos de la antigüedad se alimentaban con hortalizas traídas de las regiones del Norte de Africa, hoy desérticas. No basta con decir que los suelos son la mayor fuente de riqueza de un país. Son muchos más que eso: son la vida misma del país. Y en nuestros tiempos, en un país tras otro, los suelos van desapareciendo, llevados por el agua o el viento". (FAO, 1983). "Reconociendo la suprema importancia de los suelos para la supervivencia y el bienestar de los pueblos y la independencia económica de los países, así como la necesidad cada vez mayor de aumentar la producción alimentaria, es absolutamente necesario dar gran prioridad al fomento de un uso óptimo de las tierras, al - 20 - mantenimiento y al mejoramiento de la productividad de los suelos y a la conservación de los recursos edafológicos". (FAO, 1983).