Don Manuel Carrera Stampa nació en la ciudad de México el 21 de

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Don Manuel Carrera Stampa nació en la
ciudad de México el 21 de octubre de 1917 y
apenas traspuestos los sesenta murió el 12 de
junio de 1978. Como muchos historiadores
mexicanos se inició en la abogacía, pero no la
ejerció. En cambio hizo estudios de historia en
todos los lugares de esta capital en donde se
ofrecían: la Facultad de Filosofía y Letras de la
Universidad Nacional, El Colegio de México y
el Instituto Nacional de Antropología e
Historia. Su acuciosidad como investigador le llevó también a
interesarse en la archivística y la biblioteconomía, haciéndolas uno de
sus campos de interés.
Carrera mereció varias becas para hacer investigaciones en el
extranjero, pues infatigablemente visitó todo archivo y biblioteca que
tuviera acervos importantes para la historia de México. Fue historiador
de múltiples curiosidades y se interesó por una amplia gama de temas,
de la biografía de algunos héroes, pasando por ferias, monedas, pesas
y medidas, hasta los platillos y las bebidas mexicanas. Gracias a su
paciente y cuidadosa búsqueda debemos numerosos estudios sobre la
Ciudad de México: su traza, sus planos, sus monumentos, el precio de
los terrenos a lo largo de tres siglos, etcétera. Su Guía artística de la
ciudad de México y sus delegaciones todavía es de gran utilidad. Sus
estudios bien le hubieran hecho merecedor del nombramiento de
cronista de la Ciudad de México.
Los campos de sus preferencias fueron en cierta forma
contradictorios: la historia económica y laboral y la del arte. En su
primera etapa domin6 esta última, pero fue la económica y laboral, a
las que dedicó posteriormente sus grandes desvelos y en la que
creemos logró sus mejores frutos.
El interés por la historia económica se le despertó temprano, ya que
sus primeros artículos sobre el gremio de plateros, impuestos y
gremios en la Nueva España, los obrajes indígenas y las instituciones
de crédito novohispanas, datan de 1946 y 1947. Más tarde se ocuparía
del sistema monetario colonial, las ferias novohispanas, la industria
minera, la corporación gremial y la industria de la transformación, la
nao de China y los gremios mexicanos. Es decir, el doctor Carrera
Stampa, junto con otros pioneros como don Luis Chávez Orozco, Silvio
Zavala y José Miranda, empezó a estudiar desde hace casi medio siglo,
temas que sólo a fines del decenio de 1960 empezarían a ser el objeto
de estudio de mexicanistas nacionales y extranjeros.
Los Gremios Mexicanos. La Organización Gremial en la Nueva España,
1521-1861, su obra más importante, es todavía de consulta obligada
para los interesados en el tema y el único estudio general con que
contamos. La obra es excelente. Empieza por proporcionarnos un
marco general de las corporaciones gremiales españolas en el siglo
XVI, para después dibujar los cambios que éstas sufrieron al ser
trasplantadas a América. Analiza la institución gremial y su lugar en la
sociedad novohispana: organización, cofradías, administración;
relaciones de los gremios con las autoridades civiles, diferencias de
castas en la organización gremial y la evolución histórica de la
institución. Y no queda un solo tema pertinente fuera de su
descripción: jerarquías y atribuciones, fiestas y juntas de gobierno,
funcionarios y formas de enseñanza, horas de trabajo, instrumentos
utilizados, reglamentación de técnicos, contratos y salarios, control de
calidad, trabajo femenino, privilegios de los agremiados, etcétera. Más
además de ser un estudio completo, producto de una cuidadosa
investigación en archivos y en una amplia bibliografía, Carrera logró
también una obra de interesante y amable lectura. Entre sus obras
destacan: Planos de la Ciudad de México, Archivalía mexicana, Los Gremios
Mexicanos, Guía artística de la ciudad de México, Historia del Escudo
Nacional de México y Las ferias comerciales de Nueva España.
Don Manuel no fue un historiador de bombo y platillos. Aunque no
dejó de recibir diversos reconocimientos y premios, su labor fue más
bien callada y constante. Sentimos que fue el tipo de historiador que se
encuentra a sus anchas entre los papeles y el polvo de los archivos. No
obstante no fue el mero buscador de documentos inéditos, sino un
verdadero profesional en busca de la interpretación del pasado.
Dedicado toda su vida al estudio de la historia, cumplió ampliamente
con su vocación y logró la meta de hacer una aportación al
conocimiento de nuestro pasado, lo que sin duda justifica su elección
como miembro de Nú- mero de la Academia Mexicana de la Historia.
Josefina Zoraida Vázquez
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