Todo es original Revista No. 28 La poesía de Rubén, los tristes versos de Bécquer…. Me inspiran a pintar, esculpir… mi verdadero nombre es Tobías Virgilio Urbina. Entre mis amigos, Leonardo. Leonardo Da Vencí, era Italiano. ¿Saben? El fue hijo de un notario y de una sirvienta. De sus ojos y manos salía algo divino y celestial. Dios le había puesto el ojo. Sus obras partían de la observación de la naturaleza. La contarle la historia a mis amigos empezaron a decirme Leonardo. Yo vivo en el campo. De Achuapa tres kilómetros adentro. Soy hijos de campesinos. Con miles de sacrificios y apoyos de mis padres estudie mi bachillerato. Mi hermana, en especial, me da ideas, me ayuda en la inspiración. Me dice por ejemplo: ¡Hacéme este sapo toro! ¡Este sapo ternero! ¡Esta sirena!, en fin cualquier cosa. Es que ella es amante de los anfibios. Pintar y esculpir me nació, no se ni como. Tal vez de travecear el barro y la pintura. Cuando me di cuenta ya creaba cosas. Libro que cae en mis manos hasta que se me queman las pestañas lo suelto. Siempre vivo leyendo. He tenido suerte de leer a grandes genios del mundo. Como Rubén Darío y Adolfo Bécquer. La vida y obra de Leonardo Da Vencí. Leyendo la poesía sinfonía en Gris Mayor de Rubén Darío ¡me emocione tanto! Que de su verso pinte con colores vivos un paisaje. Bécquer es otro…es de poemas trágicos y melancólicos. ¡Todo ese dolor es algo que quiero pintar o escribir! Leo mucho la Biblia y de ella nació esta escultura que llame: el mundo maravilloso de Eva. Pero la verdad, no me puedo dejar llevar por tantas emociones. Porque si me pongo a pintar y hacer lo que me gusta ¡Voy a pasar quien sabe cuanto sin comer! Pero ahí donde ve, por el estilo de mis cuadros y esculturas he pasado fronteras. Muchos extranjeros que vienen por estos rumbos compran mis obras. Van a parar a Canadá Estados Unidos y Alemania. Uno tiene que tener la fe profunda de continuar bajo penurias y dificultades. La gente demanda bastante estatuitas de perros, rostros de personas y religiosas como Santos y Cristos de Esquipulas. Esta campesina extranjera, por ejemplo: esta vendiendo patos. La gente la da hacer porque le gusta. También la Niña de la Suerte, conocida como la chapina, me la encargan los dueños de los negocios. Hago también jardineras decoradas, fogones como este de mi mamá. Mis esculturas no las trabajo con moldes, no veo figuras de libros me inspiro con lo que leo y lo que usted me explica. Todo lo que uso es de aquí. Es original. La paleta, el pincel, la brocha los instrumentos de madera, tenedores que afilo y pulo para el uso. No le uso spray, uso pincel en mis obras. Debido a todas estas condiciones el precio de mis obras, esta al alcance de todos. Van desde treinta a cien y lo mas ciento cincuenta córdobas. El barro lo echo en canoa y le añado baba de guácimo que usaban nuestros indígenas. La baba le da una linda finura al barro. Me gusta que la gente me visite y mostrarle lo que hago. Ya saben donde vivo, aquí los espero.