Guadalajara, Jalisco, 29 veintinueve de abril del 2013 dos mil trece

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Guadalajara, Jalisco, 29 veintinueve de abril del 2013 dos
mil trece.
V I S T O S: para resolver de nueva cuenta los autos del toca de
apelación número 214/2011, derivado del juicio CIVIL ORDINARIO
(Acción
de
Plenaria
de
Posesión) ,
promovido
por
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , contra de * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * ,
ventilado en el Juzgado Sexto de lo Civil del Primer Partido
Judicial del Estado de Jalisco, bajo expediente número 1092/2003
en cumplimiento al fallo protector dictado en el juicio de amparo
indirecto 663/2012-VI y su acumulado 667/2012-IV del índice
del JUZGADO * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *
DE DISTRITO EN
MATERIA CIVIL EN EL ESTADO DE JALISCO, y;
R E S U L T A N D O:
1º. De las actuaciones judiciales de primer grado se desprende
que con fecha 11 once de enero de 2011 dos mil once, se dictó
una sentencia interlocutoria que en sus puntos propositivos
decretó:
“PRIMERA .- La personalidad de las partes, la competencia de éste
juzgado y la tramitación incidental elegida fueron presupuestos
procesales debidamente acreditados conforme a los dos primeros
considerandos de ésta resolución.
SEGUNDA.- Por lo debidamente fundado y motivado en el cuerpo
de la presente resolución, se APRUEBA la partida que por
concepto
de
honorarios
devengados
por
el
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * reclama el ejecutante en la cantidad de
*********************.
TERCERA.- Por las razones expuestas en la parte considerativa
de este fallo se REPRUEBA la partida que en un monto de
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * reclama el ejecutante por concepto de
honorarios que dijo liquidó al * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * .
CUARTA.- Se reservan los derechos de * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *
para que cuando considere pertinente y tomando en consideración
el carácter económico del objeto de la acción dirimida, formule
nueva planilla de liquidación de costas por lo que ve a los
honorarios de abogado.”
2º. En auto de fecha 25 veinticinco de febrero del año 2011 dos
mil
once ,
se
tuvo
al
Ciudadano
Magistrado
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , excusándose de conocer del presente
negocio, al encontrarse en el supuesto previsto en los artículos
184 fracción XIV y 185 del Código de Procedimientos Civiles para
el Estado de Jalisco. Por lo que se
comunicó al Honorable
Tribunal en Pleno de la excusa antes referida, a efecto de que
designara sustituto para integrar el quórum a que se refiere el
ordinal 53 de la Ley Orgánica del Poder Judicial del Estado.
Así, en acuerdo del día 23 veintitrés de marzo del año 2011
dos mil once, se tuvo por recibido el oficio 05-1116/2011, signado
por el Secretario General de Acuerdos del Supremo Tribunal de
Justicia del Estado, mediante el cual informó que en Sesión
Plenaria Ordinaria de 04 cuatro de marzo del año que trascurre, se
determinó designar al Señor Magistrado * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * ,
en sustitución del Señor Magistrado * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , a
efecto de integrar el quórum dentro del toca 214/2011 radicado en
la * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * Sala, con motivo de la excusa que
planteó en virtud de encontrarse en el supuesto del numeral 184
fracción XIV y 185 del Código de Procedimientos Civiles del
Estado.
3º. Contra la resolución de fecha 11 once de enero de 2011 dos
mil once, * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * en su carácter de abogado
patrono de la parte actora * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , así como el
demandado * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , se alzaron en apelación, la
que se admitió en EFECTO DEVOLUTIVO , ordenando la remisión
de las actuaciones a la Superioridad para la substanciación del
recurso. Turnado que fue a esta Sala, por acuerdo del 23
veintitrés de marzo del año 2011 dos mil once , se avocó al
conocimiento de la controversia en estudio, confirmando la
calificación del grado realizada por la Juez de Primera Instancia,
de la misma manera se tuvo a los apelantes expresando los
agravios que dicen les causa la resolución combatida, de que se
ordenó dar vista a la parte apelada, para que dentro del término
de 05 cinco días, manifieste lo que a su interés convenga, sin que
la haya desahogado. Se ordenó recabar certificación de la
Secretaría de Acuerdos del Supremo Tribunal de Justicia, para que
informara si EL DIRECTOR DEL REGISTRO PÚBLICO DE LA
PROPIED AD DEL ESTADO DE JALISCO Y EL DE CATASTRO ,
señalaron domicilio para recibir notificaciones en esta instancia.
Finalmente por acuerdo del 06 seis de abril del año 2011 dos mil
once, se recibió la aludida información, en la cual se manifestó
que no se encontró escrito presentado por los mencionados en el
que señalaran domicilio para recibir notificaciones en Segunda
Instancia, en consecuencia, se ordenó traer a la vista las
actuaciones para dictar la sentencia correspondiente y con fecha
18 dieciocho de mayo de 2011 dos mil once , se dictó sentencia
la cual CONFIRMÓ el fallo apelado.
4º.
Inconforme
con
esa
determinación,
el
actor
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , interpuso amparo indirecto el que se
radicó con el número 958/2011-VI del índice del Juzgado Tercero
de Distrito en materia Civil en el Estado de Jalisco, asimismo
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * solicitó el amparo y protección de la
justicia federal, contra el mismo acto en que se radicó con el
número 663/2011-III ante dicho Juzgado * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *
de Distrito en materia Civil en el Estado de Jalisco, por lo que se
pronunció en el expediente 663/2011-III la acumulación del citado
con el diverso 958/2011-VI, cuyos integrantes en resolución del
15 quince de diciembre de 2011 dos mil once, determinaron que la
JUSTICIA DE LA UNIÓN NO AMPARA NI PROTEGE AL QUEJOSO
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * contra los actos de esta Sala, sin
embargo se decretó que la JUSTICIA DE LA UNIÓN AMPARA Y
PROTEGE AL QUEJOSO * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * contra los actos
de esta Sala.
Posteriormente * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *
y
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * interpusieron recurso de revisión que
toco conocer al Primer Tribunal Colegiado en materia civil del
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * circuito, que se radicó con el número
48/2012, que en fecha 28 veintiocho de mayo de 2012 dos mil
doce, que confirmó la resolución de fecha 15 quince de diciembre
de
2011
dos
mil
once
dictada
por
el
Juzgado
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * de Distrito en materia Civil en el Estado
de Jalisco.
5º. Se tuvo por recibido con fecha 08 ocho de junio de 2012 dos
mil doce, el oficio 1937-IV del Juzgado * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *
de Distrito en Materia Civil del Estado, mediante el cual remite
autos originales de primer grado y sus documentos así como toca
número de apelación 214/2011 del índice de esta sala.
Asimismo, se tuvo por recibido con fecha de 11 once de junio
del 2012 dos mil doce, el oficio 1993-IV que envía el Juzgado
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * de Distrito en Materia Civil del Estado,
relativos al juicio de amparo indirecto 958/2011-VI, así como su
acumulado 663/2011-III del índice de dicho tribunal, mediante el
cual remite documentos que se allegaron en la demanda incidental
en que se promovió la planilla de costas que nos ocupa, los cuales
eran necesarios para la substanciación de los recursos de alzada.
Consecuentemente, en cumplimento al fallo protector arriba
citado como a los lineamientos vertidos en el mismo, con fecha 11
once de junio de 2012 dos mil doce , SE DEJÓ INSUBSISTENTE
EL ACTO RECLAM ADO CONSISTENTE EN LA INTERLOCUTORIA
DE FECHA 18 DIECIOCHO DE M AYO DE 2011 DOS MIL ONCE , y
nuevamente se ordenó traer los autos a la vista de los suscritos
para emitir la sentencia interlocutoria que en derecho proceda, y
con fecha del 11 once de junio de 2012 dos mil doce , se dictó
sentencia la cual se MODIFICÓ el fallo apelado.
6º. Nuevamente inconforme con la anterior determinación,
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , interpuso amparo indirecto el que se
radicó con el número 663/2012-VI del índice del Juzgado
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * de Distrito en materia Civil en el Estado
de Jalisco, asimismo solicitó el amparo y protección de la justicia
federal, contra el mismo acto, * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , en que se
radicó con el número 667/2012-IV ante dicho Juzgado
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * de Distrito en materia Civil en el Estado
de Jalisco, por lo que se pronunció en el expediente 663/2012-VI
la acumulación del citado con el diverso 667/2012-IV, cuyos
integrantes en resolución del 23 veintitrés de noviembre de 2012
dos mil doce, determinaron que la JUSTICIA DE LA UNIÓN
AMPARA Y PROTEGE AL QUEJOSO * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *
contra los actos de esta Sala, sin embargo se sobreseyó el juicio
promovido por * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * .
Posteriormente * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * interpuso recurso
de revisión que tocó conocer al * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * Tribunal
Colegiado en materia civil del tercer circuito, que se radicó con el
número 26/2013, que en fecha 11 once de abril de 2013 dos mil
trece, MODIFICÓ la resolución de fecha 23 veintitrés de
noviembre de 2012 dos mil doce dictada por el Juzgado
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * de Distrito en materia Civil en el Estado
de Jalisco, donde se resolvió en el sentido de que la JUSTICIA DE
LA UNIÓN AMPAR A y PROTEGE A * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *
contra los actos de esta Sala, por las razones y para los efectos
que quedaron precisados en ese fallo, e igualmente se confirmó el
sobreseimiento decretado por el Juez de Distrito respecto del
juicio de amparo promovido por * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * .
7.- Se tiene por recibido oficio número 1822-VI del índice del
Juzgado * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * de Distrito en materia Civil en el
Estado de Jalisco, donde se requirió a esta H. autoridad para que
dentro del término 03 tres días informe acerca del cumplimiento
que dé al fallo de referencia y remita copias autorizadas de las
constancias que lo acrediten, asimismo el aludido Juzgado de
Distrito anexó en copia certificadas la sentencia emitida en
recurso
de
revisión
numero
26/2013,
del
índice
del
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA
CIVIL DEL * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * CIRCUITO, los que se ordena
agregar al presente toca para que surta los efectos legales
consiguientes.
Consecuentemente, en estricto cumplimento al fallo protector
arriba citado, SE DEJA INSUBSISTENTE EL ACTO RECLAM ADO
CONSISTENTE EN LA INTERLOCUTORIA DE FECHA 11 ONCE
DE JUNIO DE 2012 DOS MIL DOCE , y nuevamente se ordena
traer los autos a la vista de los suscritos para emitir la sentencia
interlocutoria que en derecho proceda, misma que hoy se dicta .
Así mismo se hace de conocimiento que esta Novena Sala
del Honorable Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Jalisco,
se encuentra integrada, de conformidad con lo que disponen los
artículos 36 y 37 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, con los
Magistrados * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * y
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , este último por acuerdo tomado en la
Sesión Plenaria Ordinaria del Pleno del Supremo Tribunal de
Justicia de 9 nueve de noviembre de 2012 dos mil doce, actuando
en
la
Secretaría
de
Acuerdos
el
Licenciado
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , y:
C O N S I D E R A N D O:
I. La competencia de este Tribunal para conocer y resolver del
recurso de apelación antes referido se surte acorde a lo dispuesto
por la fracción I del artículo 48
de la Ley Orgánica del Poder
Judicial en el Estado.
II. De conformidad con lo dispuesto por el numeral 402 del
Enjuiciamiento Civil del Estado, las actuaciones judiciales que nos
ocupan hacen prueba plena, por lo que si de ellas emergen los
puntos
de
recurrentes,
inconformidad
esta
Sala
que
los
como
tiene
por
agravios
vierten
reproducidos
como
los
si
literalmente se trascribieran y se exime para su reproducción
acorde al criterio que por extensión y analogía se aplica al caso
concreto y que puede ser materia de consulta en la página 1450
Tomo V, Séptima Época 1969-1987, bajo el rubro: "CONCEPTOS
DE VIOLACIÓN. NO ES OBLIGATORIO TRANSCRIBIRLOS EN LA
SENTENCIA", así como la diversa Jurisprudencia 129, localizable
en la página 599, Novena Época, Tomo Abril de 1998, bajo la voz:
"CONCEPTOS DE VIOLACION.
EL JUEZ NO ESTA OBLIGADO A
TRANSCRIBIRLOS".
III.- Por razón de orden y método, se procede a resolver el recurso
de
apelación
interpuesto
por
el
demandado
principal
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , aconteciendo que uno de los agravios
vertidos es fundado pero jurídicamente ineficaz, lo que provocará
la ineficacia de los restantes, por lo siguiente.
Señala en síntesis el disidente, que la sentencia
interlocutoria de fecha 11 once de enero de 2011 dos mil once, le
causa agravios porque los razonamientos de la juez natural para
resolver que el señor * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * tiene legitimación
en la causa y en el proceso para promover el pago de honorarios,
bajo el argumento:
"Acotado lo anterior se advierte que como atinadamente refiere el
demandado incidentista, en el auto de admisión de demanda
expresamente se dijo a * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * que no se
reconocía el carácter de abogado patrono, dadas las razones que
ahí se vertieron, empero lo anterior y aún sin satisfacer las
exigencias que se indicaron en el auto admisorio y sin que
mediara
existencia
de
parte
del
justiciable
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , en proveído de nueve de marzo de 2004
dos mil cuatro se proveyó de conformidad un escrito de
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , como abogado patrono de la parte
actora y así sucesivamente durante todo el proceso se proveyeron
escritos del últimamente mencionado, con lo que se estima que
opero un reconocimiento tácito del cargo de abogado patrono, lo
anterior con la franca anuencia, beneplácito y asentimiento de
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , emergiendo así la legitimación procesal
del promovente de la incidencia. Como apoyo de lo anterior se
invoca por las razones que informan, el contenido de la tesis de
jurisprudencia en materia administrativa de la Octava Época,
emitido por el * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * Tribunal Colegiado en
Materia Administrativa del * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * Circuito,
localizable en la página 148 del Tomo I, Segunda Parte-1, Enero a
Junio de 1988, del Semanario Judicial de la Federación, parte:
Tribunales Colegiados de Circuito que reza:
AUTORIZADOS PARA OÍR NOTIFICACIONES EN JUICIO DE
AMPARO. REQUISITOS DE EFICACIA QUE EXIGE EL ARTÍCULO
27 DE LA LEY DE AMPARO, PARA SU RECONOCIMIENTO EN EL
PROCESO, (se transcribe).”
Pero que lo anterior viola el principio de fundamentación y
motivación a que se refiere el artículo 83, párrafo último, del
Enjuiciamiento Civil del Estado de Jalisco, se afirma lo anterior
porque la juez natural tiene el deber jurídico de expresar la norma
legal en donde se permita que la actuación de un profesional del
derecho, a quien no se le reconoció tal carácter en el juicio de
origen, como en el presente caso acontece, por el simple evento
de actuar en lo sucesivo y dentro del proceso, se deba tener
como una aceptación o reconocimiento tácito del cargo de
abogado
patrono,
ante
la
franca
anuencia,
beneplácito
y
asentimiento de quien lo designó, porque en la resolución que
recurre, no se expresa el precepto donde se contenga dicho
supuesto normativo; por otra parte la motivación es deficiente,
porque
de
ninguna
manera
el
consentimiento
del
señor
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , se debe tener con los alcances de una
resolución judicial, porque la voluntad de él y la del profesional,
genera en todo caso la existencia de un contrato de prestación de
servicios profesionales, cosa muy distinta cuando el actor
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , por conducto de quien contrató, viene
dicho profesional a ejercitar el pago de honorarios en virtud
de una condena que se contiene en la sentencia definitiva ;
entonces, se está en presencia de dos situaciones distintas, sin
que la primera tenga, como resultado que el consentimiento del
actor
en
la
contratación
de
un
profesional,
traiga
como
consecuencia la legitimación para demandar el pago de honorarios
producto de la condena en juicio.
Señala que lo vertido se confirma con el contenido de los
artículos 138 del Enjuiciamiento Civil del Estado y 4 del Arancel
para Abogados del Estado de Jalisco, ya que del primero de los
preceptos
se
responsable
promueva;
precisa
de
en
las
caso
que
cada
parte
será
costas
que
origen
las
de
condenación
en
inmediatamente
diligencias
costas,
la
que
parte
sentenciada indemnizará a la otra de todas las que hubiere
anticipado; la condena no comprenderá
la remuneración
del
procurador, ni la del patrono, sino cuando fueren abogados
legalmente autorizados para ejercer la profesión; el segundo de
los preceptos, refiere que ningún juicio podrá condenarse al pago
de honorarios conforme al Arancel, si de las constancias de autos
no se desprende que intervino de manera profesional un abogado.
En ese contexto, si la propia juez natural reconoce en
sentencia interlocutoria, que no se le reconoció la calidad de
abogado patrono al señor * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * en el auto de
radicación relativo al juicio civil ordinario que promueve el señor
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , sin que hubiere insistencia de parte
del demandante para que se le reconociera tal carácter, no
obstante actúo con dicha representación, es indudable que no
se pueden invalidar las actuaciones en las que intervino el
profesional aludido, sin embargo el estudio de la legitimación
en el incidente de costas si debe ser materia de análisis, sin
que las actuaciones que se generaron con la intervención del
señor * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * tengan la trascendencia que se
le da en la sentencia que recurre, bajo el argumento, aunque
indirecto, de que sus promociones que suscribió en el juicio
generó
la
prosecución
procesal,
sin
embargo,
si
tal
circunstancia no se hizo valer cuando se originaron dichas
promociones, ello no significa, que se le deba reconocer la
legitimación
a
quien
promueva
el
incidente,
porque
esa
facultad no le corresponde, dado que el ejercicio de una
acción requiere de la existencia de un derecho, la capacidad
para ejercitar la acción y el interés y legitimación de quien la
ejercita, en los términos del artículo 1° del Enjuiciamiento
Civil del Estado.
Que en este caso, la condena en costas es un derecho del
actor
en
el
juicio
civil
*********************,
no
ordinario,
tiene
el
de
suerte,
carácter
que
si
reconocido
de
abogado patrono mediante una resolución que pronunciara la
autoridad judicial, en los términos del artículo 42 del Código de
Procedimientos Civiles del Estado, la carencia del acuerdo donde
se
le
tenga
como
mandatario
especial
con
respecto
a
su
patrocinado, tal como lo señala el último párrafo del precepto que
mencionó antes, es lo que le da la legitimación para promover el
incidente, porque se requiere que la autoridad judicial discierna el
cargo;
entonces,
si
esa
resolución
no
existe
en
autos,
es
indudable que no puede promover el incidente de costas, porque
no tiene la representación a través de una resolución judicial, no
obstante que exista la voluntad del actor en su nombramiento,
porque * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , tenía la obligación de insistir en
que se le discerniera el cargo, por lo tanto el derecho a la
indemnización de costas es propia del antes mencionado, quien
realmente tiene el interés y legitimación; incluso la tesis que se
invoca, al analizar los requisitos del artículo 27 de la Ley de
Amparo, es clara en señalar que se trata de una representación en
juicio, que puede acontecer en cualquiera de los presupuestos a
que
se
hace
referencia
en
la
tesis
que
se
invoca
en
la
interlocutoria, sin embargo, no se está en el supuesto de un
reconocimiento tácito, porque la intervención del profesional fue
dentro del juicio principal, no así en el trámite del incidente.
En otras palabras, se requiere la existencia de un acuerdo
donde se reconozca la calidad de mandatario especial del actor en
el juicio, para que tenga las facultades del abogado patrono, entre
otros, el de interponer incidentes, como lo refiere el artículo 42 del
Enjuiciamiento Civil del Estado de Jalisco; en consecuencia, quien
promueve el incidente no tiene el interés y el derecho para
ejercitar el pago de la indemnización por concepto de costas.
Uno de los motivos de disensión que se vierten es fundado
pero jurídicamente ineficaz, lo que provocará la inoperancia de los
restantes.
De actuaciones judiciales de primer grado dignas de valor
probatorio pleno en términos del numeral 402 del Código de
Procedimientos Civiles del Estado, se constata, en lo que interesa,
que en auto admisorio de fecha 14 catorce de noviembre de 2003
dos mil tres (foja 6 tomo I), se negó la petición formulada en
escrito inicial de demanda por * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * respecto a
tenerle como abogado patrono a * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , por la
razón de que no se acreditó que estaba facultado para ejercer la
carrera de abogado y no encontrase registrado en las libretas que
para
ese
cometido
se
tienen
en
la
secretaria
del
juzgado
primigenio.
No obstante, derivado del escrito presentado el día 27
veintisiete de febrero de 2004 dos mil cuatro, por el referido
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , se emitió acuerdo de 09 nueve de marzo
del precitado año (foja 70 tomo I), en el que, dado el carácter de
abogado patrono de la parte actora, se accedió a dar trámite a
diversas
peticiones,
sucediendo
lo
mismo
en
auto
de
25
veinticinco de marzo de ese año, en el que se le tuvo ofreciendo
pruebas del demandante, y así sucesivamente hasta llegar a la
promoción del incidente de regulación de costas que nos ocupa, el
que se presentó el día 07 siete de octubre de 2010 dos mil diez
(foja 975 tomo IV), el cual constituye materia de reclamo, en el
sentido de que el referido * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , carece de
legitimación para promoverlo.
Luego, resulta verídico lo que asevera el quejoso acerca de
que el consentimiento del actor principal * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *
respecto al desempeño de * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , como su
abogado patrono dentro del juicio principal, no tiene los alcances
de una resolución judicial, y asimismo, que en el sumario no se
advierte la determinación en la que se le reconozca dicha calidad;
sin embargo, de todas suertes no es posible acceder a las
pretensiones del quejoso, pese a la deficiente motivación y
fundamentación que se evidencia en la resolución impugnada.
Lo anterior, si se tiene presente que ni el numeral 42 del
Código de Procedimientos Civiles del Estado, como tampoco
diverso del Código Civil del Estado de Jalisco relativo al capítulo
de contrato de mandato o algún otro, supeditan la eficacia del
cargo
de
abogado
patrono
-
que
se
considera
como
un
mandatario especial – a la observancia de mayores formalidades
que a las previstas en la leyes en cita, menos a la existencia de
una resolución que lo reconozca como tal, y antes bien, en
términos del párrafo tercero del arábigo 42 de la ley procesal local
en concordancia con los diversos 2198, 2199 y 2237 del Código
Civil del Estado de Jalisco, se infiere que basta la expresión de
voluntad del poderdante en ese sentido y que el mandatario
acepte el cargo que le es conferido, para que se perfeccione el
contrato de mandato y nazca la obligación del abogado patrono
de seguir el juicio por todas sus instancias, mientras no cese
su encargo por las causas de terminación del contrato de
mandato, previstas en los preceptos 2240, 2243, 2244 y demás
relativos del Código Civil del Estado de Jalisco, situación que se
ilustra con el contenido de la tesis aislada que se localiza en la
Novena Época, Registro: 190555, Instancia: Tribunales Colegiados
de Circuito, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, XIII, Enero de 2001, Tesis: III.1o.C.115 C, Página: 1669,
que dice:
ABOGADO PATRONO. ESTÁ LEGITIMADO PARA INTERPONER
RECURSOS (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE JALISCO).
Conforme al texto del artículo 42 del Código de Procedimientos
Civiles del Estado de Jalisco, el abogado patrono se equipara a un
mandatario especial, ya que desde el momento en que acepta
tal designación queda facultado para llevar a cabo
directamente en beneficio de la parte que lo designó todos
aquellos actos procesales que correspondan a dicha parte ,
salvo algunas restricciones, como son, las que impliquen la
adquisición de inmuebles, el desistimiento y los actos
personalísimos que la ley o el Juez señalen; luego, es inconcuso
que la interposición de recursos es un acto procesal que
legítimamente puede realizar el abogado patrono, dado que forma
parte de aquellos que realiza en beneficio de su patrocinado, en
uso del mandato especial que le fue conferido y no se encuentra
expresamente restringido por el aludido precepto.
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA
CIVIL DEL * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * CIRCUITO.
De la misma manera por analogía sirve de apoyo a lo
anterior, el contenido de la jurisprudencia emitida por el Pleno de
la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que se localiza en la
Novena Época,
Registro: 190697, Instancia: Pleno, Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, XII, Diciembre
de 2000, Tesis: P./J. 124/2000, Página: 21, que reza:
REPRESENTANTE COMÚN EN EL JUICIO DE AMPARO. SU
DESIGNACIÓN POR LOS QUEJOSOS, SURTE EFECTOS SIN
QUE SE REQUIERA PREVIO ACUERDO DEL JUEZ DE DISTRITO.
De conformidad con lo dispuesto por el artículo 20 de la Ley de
Amparo, cuando en un juicio de garantías la demanda se
interponga por dos o más personas, éstas deberán designar de
entre ellas un representante común, previéndose que si no lo
hacen, el Juez mandará prevenirlas para que en un término de
tres días designen uno, y si no lo hicieren, designará con ese
carácter a cualquiera de los interesados; por lo que atento a lo
previsto por ese precepto, se puede decir que el establecimiento
de la figura jurídica del representante común en el juicio de
amparo, tiene como propósito fundamental, evitar que ante la
pluralidad de quejosos se entorpezca la adecuada prosecución del
juicio de amparo, debiendo actuar el representante común como
un mandatario con autorización para litigar en representación de
los restantes quejosos, sin perder su carácter de parte en el
procedimiento. En congruencia con lo anterior y tomando en
consideración que del contenido del precepto en cita no se
desprende que se condicione su designación o el ejercicio de
sus funciones a ningún requisito, ni que se demanden
mayores
formalidades,
es
inconcuso
que
basta
el
nombramiento del representante común que se haga por parte
de los peticionarios de garantías en la demanda de amparo,
para que surta desde luego sus efectos, sin que sea necesario
un reconocimiento previo por parte del juzgador de amparo.
Contradicción de tesis 28/98-PL. Entre las sustentadas por el
Segundo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer
Circuito, el Primer Tribunal Colegiado del Sexto Circuito, el Cuarto
Tribunal Colegiado del Sexto Circuito, el Segundo Tribunal
Colegiado del Octavo Circuito y el Tercer Tribunal Colegiado del
Sexto Circuito. 16 de noviembre de 2000. Unanimidad de nueve
votos. Ausentes: José Vicente Aguinaco Alemán y Guillermo I.
Ortiz Mayagoitia. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Rubén
D. Aguilar Santibáñez.
El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada hoy veintisiete
de noviembre en curso, aprobó, con el número 124/2000, la tesis
jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a
veintisiete de noviembre de dos mil.
En efecto, ya que los razonamientos que dieron origen a la
precitada ejecutoria, son similares a lo expuesto en líneas que
anteceden, acerca de que en ninguno de los preceptos legales que
regulan la figura del abogado patrono, como tampoco del mandato,
condicionan la eficacia de aludido encargo a la existencia de un
acuerdo que emita el órgano jurisdiccional que lo reconozca.
Dichas consideraciones son toralmente, las siguientes:
“[…] Por estas razones, al ser el representante común uno de los
quejosos que promovieron el juicio de garantías con el propósito
de obtener la protección de la Justicia de la Unión, y atendiendo
igualmente a que del contenido del artículo 20 de la Ley de
Amparo no se desprende que condicione su designación ni el
ejercicio de sus funciones a ningún requisito, ni que se
requiera formalidad alguna, conducen a considerar que basta
con el nombramiento que se haga por parte de todos los
quejosos de uno de ellos con tal carácter, para que ésta surta
de inmediato sus efectos ante el órgano jurisdiccional federal.
Lo anterior se explica, ya que si se condicionara el ejercicio
de sus funciones a la emisión previa de un acuerdo por parte
del Juez en que se le reconozca como tal, y si éste no lo
pronuncia
por
descuido
u
olvido,
impedirá
que
el
representante designado actúe en términos del nombramiento
hecho, pese a la voluntad expresada por los quejosos, lo que
independientemente de que irá en contra de los objetivos por
el cual se instituyó esta figura jurídica, generará el que se
tengan que satisfacer requisitos no exigidos por la Ley de
Amparo, todo ello en detrimento de los derechos de los
propios quejosos.
En este orden de ideas, el criterio que debe prevalecer es en el
sentido de que ante la pluralidad de quejosos, basta la
designación que hagan éstos de uno de ellos como su
representante común, como lo requiere el artículo 20 de la Ley de
Amparo para que pueda actuar como tal dentro del juicio de
garantías, sin que sea necesario un reconocimiento previo por
parte del juzgador, en razón de los fines mismos que se
persiguen con el establecimiento de dicha figura jurídica y
porque el precepto en cuestión no condiciona sus efectos a un
acuerdo por parte del Juez de Distrito.” (el resaltado es
nuestro)
De suerte que si en escrito de demanda inicial, se advierte la
firma
del
licenciado
*********************,
en
señal
de
aceptación a desempeñar el cargo de abogado patrono conferido
por
voluntad
del
demandante
*********************,
para
promoción y defensa en el juicio de origen, es inconcuso que la
vigencia de las facultades que le fueron concedidas al abogado
patrono y, por ende, la legitimación para promover, subsisten
hasta que el juicio culmine por todas sus etapas incluyendo, por
supuesto, la de ejecución de sentencia ya que ningún precepto
señala lo contrario, y en función de ello, el encargo conferido y
sus correlativas facultades, sólo pueden ser desconocidas cuando
se actualice alguna causa de terminación del contrato de mandato
que señala el Código Civil del Estado de Jalisco, tal y como
expresamente lo señala la fracción I del numeral 2237 de dicha
ley, que reza “El procurador o mandatario judicial, una vez
aceptado el poder o mandato judicial, está obligado a: I Seguir el
juicio por todas sus instancias mientras no haya cesado su
encargo por terminación del contrato de mandato .”, lo que se
ilustra con el contenido del criterio orientador que se localiza en la
Octava Época, Registro: 214099, Instancia: Tribunales Colegiados
de Circuito, Fuente: Semanario Judicial de la Federación,
Diciembre de 1993, Página:
XII,
901, que reza:
LEGITIMACION EN EL INCIDENTE DE SUSPENSION EN
AMPARO. NO ES NECESARIO ACREDITARLA. Si una de las
partes acreditó su legitimación ad causam o ad procesum en el
juicio principal, es evidente que al promover el incidente de
suspensión del acto reclamado, está imbíbito su carácter de parte
en el juicio y por ende, legitimado para promover cualquier
incidente, lo que implica que resulta innecesario que al
promoverse un incidente derivado y accesorio del principal, se
tenga la obligación de acreditar nuevamente la legitimación que ya
fue reconocida.
SEGUNDO TRIBUNAL
PRIMER CIRCUITO.
COLEGIADO
EN
MATERIA CIVIL
DEL
Además, aún cuando no existe en el particular una resolución
judicial que de manera expresa reconozca el carácter de abogado
patrono al referido * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , cierto es también que
el cargo de mérito le fue reconocido tácitamente por el juez de
origen al acceder a las diversas peticiones que fueron formuladas
dentro del juicio principal, las que dicho que sea de paso en el
mismo tenor también fueron paulatinamente consentidas por el
disidente, ya que no existió oposición de su parte respecto al
carácter de abogado patrono que desempeñó en esa época.
Es decir, que de lo revelado por las constancias que integran
la totalidad de las actuaciones judiciales no admiten diversa
interpretación que aquélla de considerar que no había necesidad
de
que
se
insistiera
ante
el
juez
primario
respecto
al
reconocimiento de abogado patrono en la manera pretendida por el
apelante, si las prerrogativas y legitimación propias del cargo en
tratamiento son consecuencia de las múltiples intervenciones
suscitadas dentro de juicio hasta llegar a su conclusión con el
dictado de una sentencia que definitivamente decidió el fondo en
segunda instancia, y si todo ello fue consentido por el aquí
quejoso, aunado a que lo accesorio sigue la suerte de lo principal,
que en la especie atañe a que lo suscitado en el juicio natural
trasciende a los actos que surjan en los incidentes que se deriven
de
aquél, es inconcuso
desconocer
la
calidad
que no resulta
que
viable
actualmente
jurídicamente
ostenta
el
aludido
profesionista, en estricto respeto al principio de congruencia,
como de las instituciones de preclusión y cosa juzgada, previstas
en los numerales 27, 38 bis, 87, 89 y 420 bis del Código de
Procedimientos Civiles para el Estado de Jalisco, ya que si el
tema
de
la
representación,
facultades
y
legitimación
para
promover del abogado patrono, no fueron materia de controversia
en la litis principal como momento procesal oportuno para realizar
las impugnaciones sobre el particular, mal o bien esos temas
quedaron firmes para los efectos de la etapa de ejecución de
sentencia.
Es criterio orientador, el contenido de la tesis que se localiza
en la Séptima Época, Registro: 254312, Instancia: Tribunales
Colegiados
de
Circuito,
Fuente:
Semanario
Federación, 81 Sexta Parte, Tesis: Página:
Judicial
de
la
62, que se titula:
PERSONALIDAD. RECONOCIMIENTO TACITO. La personalidad
de un promovente puede reconocerse expresamente o
tácitamente.
Sucede
lo
primero
cuando
la
resolución
explícitamente dice que se tiene por acreditada la personalidad, o
que se reconoce la personalidad del promovente, o usa alguna
expresión similar. Y la personalidad del promovente queda
tácitamente reconocida cuando se da curso a la promoción en
alguna forma que implique que la acción ha sido
correctamente ejercitada desde el punto de vista procesal,
como cuando se admite expresamente algún recurso o juicio,
o se resuelve en cuanto al fondo de lo planteado o solicitado,
ya que esto presupone el reconocimiento de la personalidad.
Así, aun cuando sólo se diga que se tiene al promovente por
presentado con la personalidad con que se ostenta, o alguna
expresión similar, sin decir expresamente que tal personalidad
le es reconocida, debe estimarse que lo está tácitamente
cuando se da curso a la promoción. Y cuando en situaciones
dudosas, imposibles de prever en forma exhaustiva, resulte
opinable la cuestión relativa a si la personalidad fue tácitamente
reconocida o no, debe estimarse que sí lo fue, pues es un valor
jurídico más alto el atender a la composición jurisdiccional de los
conflictos surgidos entre los gobernantes y los gobernados, que el
atender a interpretaciones procesales rigoristas que restan
eficacia a los recursos y medios de defensa mediante los cuales
los gobernados buscan una decisión jurisdiccional de sus
controversias con la autoridades.
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA
ADMINISTRATIVA DEL * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * CIRCUITO.
Y la tesis que se localiza en el Registro: 168.293, Novena
Época,
Instancia:
*********************
Sala,
Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo: XXVIII,
Diciembre de 2008, Tesis: 2a. CXLVIII/2008, Página: 301, que
dice:
PRECLUSIÓN.
SUPUESTOS
EN
LOS
QUE
OPERA.
La
mencionada institución jurídica procesal, consistente en la
pérdida, extinción o consumación de una facultad procesal,
contribuye a que el proceso en general, para cumplir sus fines, se
tramite con la mayor celeridad posible, pues por virtud de la
preclusión, las distintas etapas del procedimiento adquieren
firmeza, dando sustento a las fases subsecuentes, de modo que el
juicio se desarrolle ordenadamente y se establezca un límite a la
posibilidad de discusión, en aras de que la controversia planteada
se solucione en el menor tiempo posible, observando el principio
de impartición de justicia pronta previsto en el artículo 17 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Ahora
bien, la preclusión tiene lugar cuando: a) No se haya observado
el orden u oportunidad establecido en la ley, para la
realización del acto respectivo; b) Se haya realizado una
actividad procesal incompatible con el ejercicio de otra; y, c) La
facultad relativa se haya ejercido válidamente en una ocasión. Si
bien el último de los supuestos referidos corresponde a la
consumación propiamente dicha, indefectiblemente en todos ellos
la preclusión conlleva la clausura definitiva de cada una de las
etapas del proceso, lo que implica que, por regla general, una vez
extinguida la oportunidad de ejercer el derecho correspondiente o
habiéndolo ejercido en una ocasión, ya no puede hacerse valer en
un momento posterior. En ese sentido, la figura procesal referida
permite que las resoluciones judiciales susceptibles de ser
revocadas, modificadas o nulificadas a través de los recursos y
medios ordinarios de defensa que establezca la ley procesal
atinente, adquieran firmeza cuando se emita la decisión que
resuelva el medio impugnativo o, en su caso, cuando transcurra
el plazo legal sin que el recurso o medio de defensa relativo
se haya hecho valer.
Contradicción de tesis 41/2008-PL. Entre las sustentadas por los
Tribunales Colegiados Cuarto en Materia Administrativa del Tercer
Circuito y Segundo en Materia Civil del Sexto Circuito. 5 de
noviembre
de
2008.
Cinco
votos.
Ponente:
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * . Secretario: * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * .
Nota: Esta tesis no constituye jurisprudencia, ya que no resuelve
el tema de la contradicción planteada.
Finalmente, no está por demás señalar que la falta de
resolución judicial en la que se reconozca carácter de abogado
patrono
al
referido
*********************,
no
constituye
obstáculo para el reclamo del pago de costas en concepto de
honorarios,
ya
que
en
los
numerales
138
del
Código
de
Procedimientos Civiles para el Estado de Jalisco, y 4 del Arancel
para Abogados del Estado de Jalisco no se prevé ese evento como
presupuesto de
procedencia, sino sólo que debe justificarse la
intervención en juicio de un abogado legalmente autorizado para el
ejercicio de la citada profesión, lo que en la especie quedó
ampliamente satisfecho.
En resumen, al encontrarnos que ninguno de los agravios
impetrados son fundados para lograr su cometido, no queda mas
que confirmar y se CONFIRMA el fallo apelado por lo que atañe a
los agravios vertidos en el recurso de apelación que nos ocupa.
IV. AN ÁLISIS DEL RECURSO DE APELACIÓN INTERPUESTO
POR EL AC TOR PRINCIPAL.- De los motivos de queja expuestos
por * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * en su carácter de abogado patrono
de la parte actora principal * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , unos son
fundados y suficientes para que ésta autoridad, a falta de reenvío
y con plenitud de jurisdicción, repare las infracciones cometidas
por la juez natural en relación a la partida de honorarios de
abogado peticionados en la planilla de costas; calificación que
obedece al cumplimiento de los fallos protectores que emergen del
juicio de amparo indirecto número 958/2011-IV promovido por
dicho
litigante,
y
su
acumulado
663/2011-III
del
índice
del
JUZGADO * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * DE DISTRITO EN MATERIA
CIVIL EN EL ESTADO DE JALISCO.
Mientras que los restantes devienen infundados en parte e
inoperantes en otra, mismos que en razón de orden y método
serán analizados en forma conjunta o separada según arroje su
contenido.
Señala el apelante en lo que concierne al primer y segundo
motivo de disensión, que:
“PRIMERO .- La sentencia interlocutoria recurrida causa agravio a
esta parte apelante en razón de que la misma deja de aplicar el
contenido del artículo 87 del Código de Procedimientos Civiles
para el Estado de Jalisco, numeral que obliga a las autoridades a
dictar las sentencias que ponga fin al juicio o el incidente, como
en el presente caso, apreciando con esmero las acciones
ejercidas, valorando y ponderando la acción en base al caudal
probatorio aportado por las partes, actividad que deberán realizar,
incluso de oficio, advirtiendo incluso de oficio aquello [sic]
elementos que no hayan sido alegados por las partes pero que
puedan arrojar datos decisivos al proceso, luego, en el incidente
que nos ocupa, la autoridad inferior no estudió a conciencia el
objeto y base de la incidencia planteada, en franca contravención
al contenido del numeral 87 aquí citado, por lo que este Tribunal
se encuentra obligado, aun de oficio, a estudiar las acciones
planteadas, las pruebas desahogadas y las excepciones opuestas,
procediendo a la aprobación de la planilla de gastos y costas
hecha valer por el suscrito, toma aplicación de manera obligatoria
la jurisprudencia 29/2001-PS que se localiza con [sic] en la
Novena Época, Registro: 188454, Instancia: Primera Sala,
Jurisprudencia, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, XIV, Noviembre de 2001, Materia(s): Civil, Tesis:
la./J.96/2001, Página: 5 misma que cito en el presente asunto
como obligatoria en los términos de los articulo [sic] 192 y 196 de
la Ley de Amparo cuyo rubro y texto dice... [trascribe
jurisprudencia bajo la voz de "ACCIÓN. LOS PRESUPUESTOS
PROCESALES
Y
ELEMENTOS
DE
ÉSTA,
DEBEN
SER
ANALIZADOS DE OFICIO POR EL TRIBUNAL DE ALZADA, EN
TÉRMINOS DEL ARTÍCULO 87, ÚLTIMO PÁRRAFO, DEL CÓDIGO
DE PROCEDIMIENTOS CIVILES DEL ESTADO DE JALISCO”. ]
SEGUNDO.- El Juez de la causa, desacertadamente decide que
debe reprobarse la planilla de liquidación promovida por esta
parte incidentista, primeramente respecto del cobro de los
honorarios de abogado, sustancialmente considera, que respecto
de la acción plenaria de posesión no se puede tomar en
consideración el valor del inmueble, pues a su parecer lo que se
encuentra en juego es la posesión del inmueble y no la propiedad,
por lo que determina el reprobar el cobro pretendido por nuestra
intención. [trascribe desde el primer párrafo de la foja 991 hasta el
último párrafo de la foja 997 vuelta]”
“1. Como se advierte de la trascripción de la Resolución
combatida la Jueza * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * Civil soslaya el
contenido de los artículos 3 y 8 en relación con el numeral 4º del
Código de Procedimientos Civiles para el Estado de Jalisco, en su
determinación, primeramente por lo que ve a los honorarios de
abogado, y que se pretende teniendo como base el valor del
inmueble, lo anterior por que contrario a lo considerado por la
misma, el objeto de la ACCIÓN PLENARIA DE POSESIÓN sí
puede ser valorado, y sí procede el cobro de los honorarios en
base al valor que reporte el inmueble, tal y como se planteó en el
incidente de liquidación de gastos y costas intentado por el
suscrito, para vida de lo cual se debe tener presente que en
términos de los numerales citados la acción es real y tiene por
objeto el que se restituya al actor la cosa con todos sus frutos y
accesiones, situación que sucede de manera idéntica con la
acción reivindicatoria, con la diferencia de que en la primera lo
que se requiere es la declaración de tener mejor titulo para poseer
y en la segunda adicionalmente se pide la declaración de que se
tiene el dominio, por tanto, en esencia el objeto es el mismo, y se
repite, que es LA RESTITUCIÓN DE LA COSA CON SUS FRUTOS
Y ACCESIONES de tal manera que es indiscutible, que la cosa,
sus frutos y sus accesiones sí es susceptible de valorarse, y por
ende en base a ese valor procederse al cobro de los honorarios de
abogado como efectivamente se planteó en el libelo actio
incidentista, por lo que yerra la Natural al considerar que no se
debe tomar en cuenta el valor del asunto para determinar la
cuantía de los honorarios del abogado, por que a su parecer la
acción demandada no es susceptible de valorarse, al tratarse de
la posesión y no de la propiedad del inmueble, pues contrario a su
parecer la cosa, sus frutos y accesiones sí son susceptibles de
valorarse en la acción plenaria de posesión y el valor de la misma
se debe considerar para fijar los honorarios del abogado, por su
objeto si se puede determinar, es indicativa en el presente
proceso la jurisprudencia 1/94 emitida por la Otrora Tercer Sala de
la Suprema Corte de Justicia de la Nación que se localiza en la
Sexta
Época,
Registro:
912951,
Instancia:
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * Sala, Jurisprudencia, Fuente: Apéndice
2000, Tomo IV, Civil, Jurisprudencia SCJN, Materia(s): Civil, Tesis:
9, Página: 10, que cito como obligatoria en los términos de los
numerales 192 y 196 de la Ley de amparo, cuyo rubro y texto son
de la siguiente voz... [trascribe jurisprudencia bajo la voz de
"ACCIÓN PLENARIA DE POSESIÓN" ]
A mayor abundamiento, se debe destacar que en la acción
plenaria de posesión el cliente del suscrito accede a mis servicios
sin tener la cosa en su poder, careciendo desde luego, de los
frutos y accesiones de la misma, luego en base al litigio aquí
soportado, de carecer del citado bien, sus frutos y sus accesiones,
INGRESA O SE DEVUELVE A SU PATRIMONIO el bien
demandado, sus frutos y sus accesiones, es por ello, que no
queda lugar a dudas que el bien del litigio plenario lo es el
inmueble, sus frutos y sus accesiones, por tanto, contrario al
parecer de la natural para determinar los honorarios del abogado
sí se debe considerar el valor de la cosa, sus frutos y accesiones,
pues pensarlo como lo hace la natural, es tanto como pensar, que
se puede desvincular la cosa del derecho de posesión, es decir,
que la posesión es un derecho o un objeto abstracto que no recae
sobre cosa alguna, y que la restitución de la cosa al patrimonio,
no genera el aumento del mismo de manera diametral en relación
al bien restituido, por tanto, en el caso concreto, contrario al
parecer de la Jueza Natural, sí procede el cobro de honorarios en
base al valor del bien materia del litigio plenario y que fue
restituido con sus frutos y accesiones al actor.
En abono a lo argumentado por el suscrito, la extinta
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * Sala de la Suprema Corte de Justicia de
la Nación, consideró que para determinar su competencia POR
RAZÓN DE LA CUANTÍA , precisamente respecto de una acción
plenaria de posesión, decidió que se debe tomar en cuenta el
valor del inmueble materia del juicio y así decidir dicha
competencia, criterio que se localiza en la Séptima Época,
Registro: 241624, Instancia: * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * Sala, Tesis
Aislada, Fuente: Semanario Judicial de la Federación, 68 Cuarta
Parte, Materia(s): Civil, Tesis: , [sic] Página: 15, misma que arroja
el siguiente rubro y texto... [trascribe bajo la voz de "CUANTÍA,
INCOMPETENCIA POR, DE LA TERCERA SALA DE LA SUPREMA
CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN. ACCIONES PLENARIAS
DE POSESIÓN Y RECONVENCIONAL, DECLARATORIA DE
PROPIEDAD Y POSESIÓN”
Por todo lo anteriormente expuesto es procedente solicitar y
solicitó a este H. Tribunal se revoque la resolución recurrida
dictando en su lugar otra en la cual se tomen en consideración los
agravios expresados en este libelo, debiéndose revocar la
interlocutoria reclamada y dictar otra en su lugar en la que se
declare la aprobación de la totalidad de los conceptos reclamados
en el incidente de liquidación de gastos y costas.
Son fundados pero substancialmente inoperantes los motivos
de reproche vertidos.
En esencia, alega el quejoso que la juez de la causa
desacierta cuando reprueba la planilla de liquidación de costas en
concepto de honorarios de abogado, bajo la premisa de que en la
acción plenaria de posesión no se puede tomar en consideración
el valor del inmueble en polémica, ya que la controversia no
estribó sobre la propiedad, sino en la posesión.
Luego, es objetivamente correcto lo que asevera el apelante
en reproche a las consideraciones vertidas por la juez primigenio
en
la
sentencia
interpretación
atacada,
de
los
respecto
numerales
3,
a
que
conforme
4
y
del
8
a
la
Código
de
Procedimientos Civiles para el Estado de Jalisco, en el caso a
estudio sí procede el cobro de los honorarios en base al valor que
reporte el inmueble que fue materia de reclamo, si se tiene
presente que la acción emprendida es real y tiene por objeto el
que
se
restituya
al
actor
la
cosa
con
todos
sus
frutos
y
accesiones, situación que sucede de manera idéntica con la
acción reivindicatoria, por lo cual en esencia el objeto es el
mismo, es decir, LA RESTITUCIÓN DE LA COSA CON SUS
FRUTOS Y ACCESIONES de tal manera que es indiscutible, que la
cosa,
sus
frutos
y
sus
accesiones
sí
son
susceptibles
de
valorarse, señalando en abono a lo argumentado, que la extinta
Tercera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
consideró que para determinar su competencia POR RAZÓN DE
LA CUANTÍA , precisamente respecto de una acción plenaria de
posesión, decidió que se debe tomar en cuenta el valor del
inmueble materia del juicio y así decidir dicha competencia,
criterio que se localiza con la voz "CUANTÍA, INCOMPETENCIA
POR, DE LA TERCER A SAL A DE LA SUPREMA CORTE DE
JUSTICIA
POSESIÓN
DE
Y
LA
NACIÓN.
ACCIONES
RECONVENCION AL,
PLENARIAS
DECLAR ATORI A
DE
DE
PROPIED AD Y POSESIÓN.”
En efecto, quienes hoy resuelven coincidimos con la opinión
del disidente, ya que no debe perderse de vista que el objeto de la
acción plenaria de la posesión es que se entregue al demandante
la cosa con sus frutos y accesiones.
De consiguiente, es acertado que el valor en dinero que
representa lo reclamado en demanda inicial deba tenerse como
cuantía del negocio que a la postre servirá de base para la
regulación de costas en concepto de honorarios de abogado, ya
que si la causa de pedir en este controvertido se centra en la
devolución y entrega de un predio junto con los aditamentos que
se afirmó le eran inherentes, será factible entonces que éstos
aspectos se cuantifiquen en moneda nacional como punto de
partida en el tema de costas, porque precisamente ese patrimonio
es lo que estaría en juego en el litigio de origen.
Cuenta habida que como lo asevera el quejoso apoyado en la
tesis de la extinta Tercera Sala de la Suprema Corte de Justicia de
la
Nación,
que
se
localiza
con
la
voz
“CUANTÍA,
INCOMPETENCIA POR, DE LA * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * SALA DE
LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN. ACCIONES
PLENARIAS
DE
POSESIÓN
Y
RECONVENCIONAL,
DECLARATORIA DE PROPIEDAD Y POSESIÓN”, es ilustrativa
acerca de que
se
consideró por el Alto Tribunal que para
determinar la competencia por razón de la cuantía respecto de una
acción plenaria de posesión, se debe tomar en cuenta el valor del
inmueble que es reclamado en juicio.
Además, no pasa por inadvertido para quienes hoy resuelven
que en términos de los arábigos 192 y 193 de la Ley de Amparo,
con fecha diecisiete de noviembre de dos mil diez, se emitió por
los integrantes de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación, la tesis de jurisprudencia 119/2010, en la que se
elucidó lo concerniente en el tema de costas, acerca de los
parámetros a seguir para obtener su monto cuando en una
contienda
en
indeterminada
que
e
se
reclamen
indeterminable,
prestaciones
cuyas
de
cuantía
consideraciones
esenciales, dada su relevancia para resolver este recurso, se
trascriben a continuación:
“Es decir, debe señalarse que las figuras de " cuantía
determinada" y " cuantía indeterminada" para resolver el tema de
las costas tienen una connotación procesal y una relación directa
con lo pretendido en el juicio en que existió la condena con ese
tema, pues cuando ya existe un pronunciamiento jurisdiccional
que fija el derecho a cobrar las costas y ya se ha determinado con
certeza si el negocio ventilado tiene un valor determinado,
determinable
o
indeterminable,
no
debe
soslayarse.
Tal como acontece por ejemplo al definir la cuantía de lo
reclamado para establecer la competencia para resolver sobre el
asunto de que se trate. De acuerdo con lo cual, el dato de la
cuantía determinada o indeterminable para el efecto de
determinar las costas, en principio, debe definirse por el valor del
negocio cuando éste se plantee en forma líquida en la demanda y
deberá estimarse que se trata de aquellos de naturaleza
"indeterminable" en los casos en que se aprecie de la demanda la
imposibilidad de determinarlo y sea necesario hacerlo en
ejecución de sentencia, salvo que, desde luego, sea determinable,
como en el caso de los juicios reivindicatorios, en cuya cuantía
viene determinada o puede determinarse por el valor del propio
inmueble y éste constituye un dato relevante desde el momento de
la demanda, pues desde ahí se determinará como punto de
partida, la competencia para conocer y resolver dicho asunto.
Entonces, la naturaleza indeterminada y además indeterminable
de la cuantía se advierte, incluso, desde la forma en la cual se
formule la demanda, al observar la inexistencia de la posibilidad
de determinar el valor líquido de lo que se planteó como objeto de
reclamo en el juicio.
Ello, porque debido a que hay casos en los cuales de la
naturaleza del derecho en litigio, no pueda ser fijado el reclamo en
una cantidad específica, por eso deben aplicarse las reglas
previstas en la legislación para este tipo de asuntos, tal como lo
prevé verbigracia el ya citado artículo 129 de la Ley Orgánica del
Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal.
Para lo cual existen en la legislación parámetros que permiten
establecer, en primer lugar, la naturaleza determinable de la
cuantía del asunto o, en su caso, su cuantía de tipo
"indeterminable", y que pueden adminicularse con los
criterios establecidos en la propia legislación para establecer
finalmente el adecuado mecanismo de cuantificación de las
costas.
Esos parámetros se advierten en las normas que establecen
las "reglas para la fijación de la competencia", resultando así
un criterio útil para determinar la cuantía de un asunto, porque
en ellos se fijan rangos para establecer la competencia por razón
de cuantía, como sucede por ejemplo en los artículos 157 y 158
del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal,
cuyo contenido es el siguiente:
"Artículo 157. Para determinar la competencia por razón de la
cuantía del negocio, se tendrá en cuenta lo que demanda el actor.
Los réditos, daños o perjuicios no serán tenidos en consideración,
si son posteriores a la presentación de la demanda, aun cuando
se reclamen en ella.
"Cuando se trate de arrendamiento o se demande
de una obligación consistente en prestaciones
computará el importe de las pensiones en un año,
trate de prestaciones vencidas, en cuyo caso
dispuesto en la primera parte de este artículo."
el cumplimiento
periódicas, se
a no ser que se
se estará a lo
"Artículo 158. En las contiendas sobre propiedad o posesión
de un inmueble, la competencia se determinará por el valor
que tenga. Si se trata de usufructo o derechos reales sobre
inmuebles, por el valor de la cosa misma. Pero de los
interdictos conocerán siempre los Jueces de primera instancia
de la ubicación de la cosa."
De los numerales transcritos se desprende que para determinar la
competencia por razón de cuantía se tendrá en cuenta lo que
demanda el actor y precisa que los réditos, daños y perjuicios no
serán tenidos en consideración si son posteriores a la
presentación de la demanda, aun cuando se reclamen en ella.
Además, es posible advertir que si se trata de arrendamiento o se
demanda el cumplimiento de una obligación que tiene la
naturaleza de una prestación periódica, se computará el importe
de las pensiones de un año, a menos que se trate de prestaciones
vencidas, porque entonces se considerarán como la reclamación
principal del actor.
Así, el monto de las prestaciones anteriores, por su
naturaleza, es claramente determinable atendiendo al monto
mismo de la prestación reclamada. Pero tratándose de asuntos
donde se reclama la propiedad de un inmueble, la competencia
se determinará por el valor que tenga ese inmueble.
Conforme a lo anterior, se obtiene un dato útil para demostrar
que estamos ante asuntos que pueden ser susceptibles de
evaluarse para los efectos de condena en costas y equipararse
a los de cuantía determinada, ya que tratándose de
controversias sobre propiedad, posesión o derechos reales, la
competencia se define por el valor del inmueble materia de la
litis; y esa información o característica de un asunto sirve
para definir el juzgador que resolverá la controversia,
precisamente en razón de la cuantía del asunto.
Además, la cuestión de la cuantía determinada o indeterminada
del negocio es susceptible de ser definida para los efectos de la
cuantificación y pago de aquéllas, aun cuando la figura de la
condena en costas tiene un carácter netamente procesal, por lo
tanto, cuenta con un carácter independiente y no está ligada con
el derecho sustancial debatido o reconocido en el juicio principal,
pero es precisamente a partir de lo que se reclamó en la demanda
y que, de ser objeto de condena, puede determinarse o no en la
etapa de liquidación respectiva, lo cual hace a dicha información
útil para establecer el mecanismo procedente al momento de la
cuantificación de las costas, es decir, a partir de esos datos se
observa la posibilidad de ser traducida la prestación en
cantidad líquida.
De esta forma, si la cuantía del negocio es determinable, como en
el caso de los juicios que versan sobre propiedad de inmuebles,
será suficiente la aplicación de las normas relativas a los casos en
los cuales la cuantía del negocio es determinada.
Así, cuando un juicio verse sobre la propiedad de un bien
inmueble, aun cuando en la litis no se hubiese reclamado cantidad
líquida alguna, sino sobre la propiedad de dicho bien, el valor que
deberá tomarse para cuantificar el monto por concepto de costas
será el valor del propio bien inmueble.
En efecto, para determinar las costas en un proceso, debe
atenderse a la naturaleza del asunto, de lo reclamado y sus
propias características, por eso cuando la litis tiene como objeto
la propiedad de un bien inmueble, se debe tomar en cuenta su
valor, ya que éste puede ser determinado mediante un avalúo
comercial, es decir, cuando se intentan acciones relacionadas con
la propiedad de un inmueble, se está ante la presencia de un caso
de cuantía determinable, a pesar de que en la demanda no se
haya expuesto cantidad alguna como reclamo y el incidente de
liquidación de costas, en su caso, deberá resolverse conforme a la
legislación vigente y que sea aplicable precisamente para los
casos
en
los
cuales
la
cuantía
es
determinable.”
“No es obstáculo para ello el hecho de que en el capítulo de
prestaciones de la demanda sea evidente que no derive el reclamo
de una cantidad líquida, sino que debe tomarse como hecho
relevante que la materia litigiosa sea susceptible de ser evaluada
pecuniariamente, es decir, determinable, atendiendo a los hechos
narrados como causa de pedir, porque es precisamente la
competencia del Juez como factor determinante lo que, en
principio, sirve para el establecimiento de la competencia del
Juez, y para lo cual las reglas contenidas en la legislación,
constituyen un aspecto normativo a favor de esa postura.
Tal determinación encuentra apoyo en la jurisprudencia 77/2004,
emitida por esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de
la Nación, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y
su Gaceta, Novena Época, visible en el Tomo XX, diciembre de
dos mil cuatro, página 87, que dice:
"COSTAS. CONFORME A LOS ARTÍCULOS 142 Y 500 DEL
CÓDIGO DE PROCEDIMIENTOS CIVILES DEL ESTADO DE
MICHOACÁN, PUEDE ATENDERSE AL AVALÚO PERICIAL DE
INMUEBLES PARA DETERMINAR LA CUANTÍA DEL JUICIO Y EL
PAGO DE AQUÉLLAS.-El Código de Procedimientos Civiles del
Estado de Michoacán establece que en diversos procedimientos,
como los interdictos para retener la posesión, el juicio sumario
hipotecario, la ejecución de sentencias y los remates judiciales, el
avalúo de los inmuebles materia del juicio puede realizarse
mediante la prueba pericial. Ahora bien, si de la interpretación
sistemática del mencionado cuerpo normativo se advierte que para
efectos del pago de costas a que se refiere su artículo 142, en
materia inmobiliaria, el artículo 500 del ordenamiento legal citado
no impide que se realice un avalúo pericial, toda vez que sólo
establece la base para fijar el precio del inmueble conforme se
encuentre registrado para el pago de contribuciones (valor fiscal),
es indudable que puede atenderse al mencionado avalúo,
conforme a las reglas establecidas en el propio código adjetivo,
para determinar la cuantía del juicio y el pago de las costas, ya
que dicha prueba permite al Juez conocer la verdad procesal, y de
estimarse lo contrario, se le estaría privando de un medio de
convicción, lo que iría en contra de una sana impartición de
justicia."
De acuerdo a lo anterior, también resulta importante emplear
-por su eficacia- las reglas establecidas para determinar la
competencia por razón de la cuantía , para concluir que un
negocio sí puede ser determinable respecto a su cuantía , a
partir de lo reclamado por el actor en su demanda; para que,
de existir una condena en costas, la parte en cuyo favor se
decretaron esté en posibilidad de formular en vía incidental la
liquidación respectiva y aportar los elementos de prueba
necesarios a fin de que se fije de manera adecuada la cuantía
del asunto partiendo de los mismos supuestos utilizados para
determinar la competencia para resolver el asuntos, como lo
fue precisamente el valor de lo reclamado para acceder a la
competencia por cuantía , incluso cuando la acción versa
sobre la propiedad de un inmueble.
Así, en esta postura, si en el capítulo correspondiente a las
prestaciones de una demanda no se reclama cantidad líquida
alguna, ello no es suficiente para considerar que el asunto es de
cuantía indeterminable para resolver el tema de las costas, sino
que debe atenderse a la causa de pedir, lo cual implicará el
análisis de la relación jurídica descrita por las partes en los
hechos; de modo que en cada caso se debe apreciar la naturaleza
de la prestación que se reclama y si ésta puede ser estimada
pecuniariamente; además, si es determinable o no partiendo del
hecho de que si se ajusta o no a los parámetros establecidos en la
ley procesal respectiva o de la naturaleza propia de lo resuelto
pues, efectivamente, los datos para estimar si un juicio es de
cuantía determinable o indeterminable provienen necesariamente
del escrito de demanda, en el cual se hace el reclamo
correspondiente y se fija la litis, al ser en donde las partes
exponen sus pretensiones y los hechos en que las fundan.” (el
resaltado es nuestro).
De lo copiado se evidencia, en lo que interesa, que el Alto
Tribunal consideró que si la cuantía del negocio es determinable,
como en el caso de los juicios que versan sobre propiedad de
inmuebles, será suficiente la aplicación de las normas relativas a
los casos en los cuales la cuantía del negocio es determinada.
Así, cuando un juicio verse sobre la propiedad de un bien
inmueble, aun cuando en la litis no se hubiese reclamado cantidad
líquida alguna, sino sobre la propiedad de dicho bien, el valor que
deberá tomarse para cuantificar el monto por concepto de costas
será el valor del propio bien inmueble, es decir, que para los
efectos de obtener la cuantía del negocio en aquéllos litigios en
los que se ejercite una acción reivindicatoria, era viable acudir a
los parámetros establecidos en el numeral 158 del Código de
Procedimientos Civiles para el Distrito Federal, implementados
para elucidar la competencia por razón de la cuantía.
La jurisprudencia de que se trata, es del tenor literal
siguiente:
No. Registro: 162,897
Jurisprudencia
Materia(s):Civil
Novena Época
Instancia: * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXXIII, Febrero de 2011
Tesis: 1a./J. 119/2010
Página: 149
COSTAS. PAR A ESTABLECER SU MONTO CUANDO EN LA
CONTIENDA SE RECLAM AN PRESTACIONES DE CUANTÍA
INDETERMIN AD A E INDETERMINABLE, DEBE ATENDERSE,
ADEM ÁS DEL VALOR DEL NEGOCIO, A TODAS LAS
CONSTANCIAS QUE INTEGRAN EL SUMARIO, AUN CUANDO
LAS PRESTACIONES RECLAM AD AS NO SEAN DE CAR ÁC TER
PREPONDERANTEMENTE ECONÓMICO. Cuando un juicio verse
sobre prestaciones de cuantía indeterminada e indeterminable, el
valor que debe tomarse para cuantificar el monto por concepto de
costas será, además del de las prestaciones reclamadas, el de
todas las constancias que integren el sumario, aun cuando
aquéllas no sean de carácter preponderantemente económico,
pues el hecho de que en las prestaciones de una demanda no se
reclame cantidad líquida, no es suficiente para determinar que el
asunto es de cuantía indeterminada para resolver el tema de las
costas, sino por el contrario, debe atenderse a la relación jurídica
narrada en los hechos de la demanda y todos los elementos
consignados
que
permitan
evaluar
pecuniariamente
las
prestaciones. Esto es, para determinar las costas debe atenderse
al monto del negocio, concepto en el cual se incluye el valor de las
prestaciones reclamadas al constituir un dato relevante en la
demanda, por lo cual, en cada caso debe atenderse a la
naturaleza de la prestación reclamada y si ésta puede o no
estimarse pecuniariamente; además, si es determinable o no,
partiendo de si se ajusta o no a los parámetros establecidos en la
ley procesal respectiva o a la naturaleza de lo resuelto.
Contradicción de tesis 181/2010. Entre las sustentadas por los
Tribunales
Colegiados
*********************
y
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , ambos en Materia Civil del Primer
Circuito. 10 de noviembre de 2010. Unanimidad de cuatro votos.
Ponente:
*********************.
Secretario:
*********************.
Tesis de jurisprudencia 119/2010. Aprobada por la Primera Sala de
este Alto Tribunal, en sesión de fecha diecisiete de noviembre de
dos mil diez.
De lo que se sigue, que tales consideraciones, en lo
conducente, sirven de apoyo para resolver el asunto que nos
ocupa, puesto que la primera parte del artículo 163 del Código de
Procedimientos Civiles para el Estado de Jalisco, similar al
interpretado por el Alto Tribunal, dice “Las contiendas sobre
propiedad
o
posesión
de
un
inmueble,
la
competencia
se
determinará por el valor que se tenga[…]” ; de lo que se sigue que
en los procedimientos que versen sobre la posesión de un
inmueble, como es el caso, el valor que deberá tomarse para
cuantificar el monto por concepto de costas será el valor del
propio bien inmueble en la manera que se reclamó en escrito
inicial de demanda.
Por su parte, y atendiendo los lineamientos del fallo
protector que emerge del juicio de amparo indirecto promovido
por * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , numero 958/2011-IV y su acumulado
663/2011-III,
ambos del
índice
del
JUZGADO TERCERO DE
DISTRITO EN MATERIA CIVIL EN EL ESTADO DE JALISCO, se
procede a analizar el avalúo del inmueble materia de la litis, que
se adjuntó en la demanda incidental de liquidación de costas con
el ánimo de obtener la cuantía del negocio.
Dicho
avalúo
corresponde
al
elaborado
por
el
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , con fecha 29
veintinueve de julio de 2010 dos mil diez, quien informó contar con
la cédula profesional numero * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * y numero
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * de registro de Catastro, y del que se
desprende que después de tomar en cuenta entre otros aspectos,
lo referente a la ubicación del predio, clasificación de la zona,
densidad de construcción, los servicios municipales con los que
cuenta,
la
clasificación
de
lo
construido
así
como
sus
componentes, y tanto el valor de la superficie del terreno que
concluyó en 14,359,69 metros cuadrados como de aquello que
observó
construido
en
un
total
de
superficie
de
30
metros
cuadrados, llegó a la determinación de que el inmueble en
polémica tiene un valor de * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * .
Documental privada que tiene valor y eficacia probatoria en
términos del arábigo 403 del Código de Procedimientos Civiles del
Estado, para tener por justificado que la cuantía del negocio para
el tema de regulación de costas en concepto de honorarios de
abogado,
asciende
a
la
precitada
cantidad
de
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , puesto que ésta autoridad no advierte
que contenga inconsistencias palpables o contradicciones, cuenta
habida de que no se aportó otro diverso de la misma naturaleza
que desvirtúe su resultado.
Sin que sea óbice, que * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , en escrito
de 28 veintiocho de octubre de 2010 dos mil diez, se opuso a la
planilla
de
costas
en
concepto
de
honorarios
de
abogado
señalando respecto al avalúo de mérito, que:
”[...] En razón, como lo adelanté, de que en el presente juicio no
existe cuantía determinada, se hace inaplicable el artículo 11 del
Arancel de Abogados para el Estado de Jalisco, así como la
liquidación
en
el
sentido
de
que
la
cuantía
es
de
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * pesos, en base en un avalúo que elaboró
el * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , respecto del
predio rústico, que ahora resulta urbano, el cual se elaboró en
forma unilateral y sin agotar la garantía de audiencia y defensa,
sin que en ningún momento se pueda inferir que dicho avalúo
forma parte de las actuaciones del juicio, mucho menos que el
actor reclamó el importe de referencia o cualquier otro, de suerte
que cuando un avalúo no reúne las formalidades previstas en los
artículos 351 a 359 del Código de Procedimientos Civiles del
Estado de Jalisco, no puede tener valor probatorio en los términos
de los artículos 409 y 410 del mismo ordenamiento, el cual señala:
[los trascribe]
Es obvio, que dicho avalúo no reúne las formalidades para
concederle valor probatorio, mucho menos forma parte del proceso
judicial; sin que por otra parte se soslaye que se adjunta una
información de la Dirección de Catastro del Ayuntamiento de
Zapopan, Jalisco, en donde se hace referencia a la descripción de
un
predio
rústico
con
la
cuenta
predial
número
*********************
y
la
clave
catastral
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , mismos datos que aparecen en el
apartado de antecedentes en el avalúo para uso exclusivamente
comercial, en donde el valor fiscal es de * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *
pesos, con una superficie de * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * metros
cuadrados, mientras que en el avalúo se menciona una superficie
de
*********************
hectáreas,
equivalente
a
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * metros cuadrados, con un valor de
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * pesos a la fecha del avalúo el 29 de julio
de 2010, mientras que en los datos catastrales son al 29 de marzo
de 2010; de suerte que si se habla del mismo predio, no es
factible que exista una diferencia de valores tan excesiva, porque
el valor fiscal se define como aquél que representa la zona
catastral donde se ubica el inmueble, de suerte que corresponde a
un valor real, lo cual le resta valor probatorio al avalúo, sin que se
acepte dicho documento como fundatorio del incidente para a [sic]
liquidación de costas, porque resulta inaplicable el artículo 146
del Código de Procedimientos Civiles del Estado y si bien el
numeral 145 en dicho ordenamiento, admite la prueba documental,
el avalúo no guarda relación con la materia de la litis y mucho
menos con la condena de la sentencia […]”
Pues tales defensas, resultan infundadas,
pues por una
parte, conforme a lo expuesto líneas precedentes, el Alto Tribunal
elucidó que un juicio será de cuantía determinada aun cuando en
demanda inicial no se reclamen cantidades líquidas, pero con tal
de que sea factible obtener el monto de las costas a partir del
valor que reporte el inmueble materia de controversia, lo que
puede hacerse a través de un avalúo comercial.
Asimismo, desacierta el perdidoso de las costas al sostener
que dicho avalúo carece de eficacia probatoria porque debió
sujetarse a las reglas de la prueba pericial previstas en el código
adjetivo de esta entidad, lo que en la especie no aconteció y
porque se elaboró de manera unilateral sin respetar sus derechos
de audiencia y defensa sujetándolo al principio de contradicción.
Previo a dar respuesta a dichos planteamientos, es
pertinente transcribir a continuación los lineamientos torales que
se desprenden del fallo protector que se cumplimenta, que son del
tenor siguiente:
“En distinto orden de ideas, asiste razón al quejoso en cuanto al
señalamiento de que contrario a la conclusión que adoptó el ad
quem responsable, en el incidente de liquidación de gastos y
costas sólo es posible la admisión de pruebas documentales, de
ahí que resulte ilegal desestimar el avalúo rendido bajo la idea de
que no se ofertó con las formalidades que exige la prueba pericial.
Sobre el particular conviene transcribir el artículo 145 del Código
de Procedimientos Civiles del Estado:
“Las costas serán reguladas por la parte a cuyo favor se hubieren
declarado y del escrito en que se haga la liquidación, se correrá
traslado por tres días a la contraria para que manifieste lo que a
su derecho convenga; después de transcurrido este término, con o
sin la contestación de aquél, el juez resolverá lo conducente. Esta
resolución será apelable en el sólo efecto devolutivo. Las partes
acompañarán y ofrecerán sus pruebas con sus respectivos
escritos, siendo admisible únicamente la prueba documental , salvo
lo dispuesto en el artículo 147 de este Código.”
La interpretación del anterior precepto se evidencia que en la
tramitación del incidente donde se regulan las costas generadas
en juicio, las partes acompañarán con sus respectivos escritos las
pruebas que estimen pertinentes, con la única condicionante de
que las mismas sean documentales, lo que pone de manifiesto que
cualquier otro tipo de probanza es inadmisible.
Lo anterior es así, ya que en tratándose de asuntos de carácter
civil, por disposición constitucional, el intérprete se encuentra
obligado a estar al sentido literal de las palabras, vocablos o
frases empleadas por el legislador en el normativo a estudio y
sólo cuando la ley sea oscura o defectuosa en su redacción y no
pueda mediante ese método advertirse o desetrañarse [sic] su
sentido, sólo entonces estará facultado para acudir a la aplicación
de otros métodos o sistema de interpretación legal o, en su
defecto, a los principios generales del Derecho; es por ello, que
este Juzgado de Distrito adoptó como método de interpretación el
literal o gramatical, ya que el precepto en cuestión no presenta
ninguna oscuridad o impedimento para precisar su sentido, que
sería la única razón aceptable para acudir a cualesquiera de otros
medios de interpretación jurídica.
De tal modo, la norma es clara y así debe aplicarse, en el sentido
de que el incidente de liquidación de gastos y costas sólo se
pueden admitir pruebas documentales.
Así se pronunció el suscrito juzgador al resolver el amparo
indirecto 261/2006, y que a la postre se confirmó por
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * Tribunal Colegiado en Materia Civil del
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * Circuito, al conocer de la revisión
358/2006.
Amén de lo anterior, resulta inconcuso que si las costas se
constituyen por todos aquellos gastos que cada una de las partes
eroga para iniciar, tramitar y concluir un juicio, resulta que en este
concepto debemos considerar, además de los honorarios de
abogados, en su caso y a guisa de ejemplo, los de peritos cuya
intervención fue necesaria para desahogar algún medio de
convicción, el monto que se pagó por copias fotostáticas y su
certificación, los derechos cubiertos por inscripciones en el
Registro Público de la Propiedad y de Comercio, el pago para
transportar los bienes muebles embargados, al domicilio en que se
constituyó el deposito, la publicación de edictos, entre otros.
Por las razones que la informan, se invoca la tesis que sustenta la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, a través de la entonces
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * Sala, Quinta Época, visible en el
Semanario Judicial de la Federación, Tomo XCI, Página 945,
registro en la compila IUS 2004: 347, 145, bajo el rubro y texto:
“COSTAS Y GASTOS DE JUICIO . Las costas en materia civil
comprenden, tanto los honorarios de los abogados y procuradores,
como los gastos propiamente dichos, que se causen en la
substanciación de un negocio, ya que no existe distinción entre
costas y gastos del juicio. Esta tesis, sostenida por la Suprema
Corte de Justicia en ejecutoria anterior, se encuentra apoyada por
la doctrina de los autores, entre los que puede citarse a Manuel
de la Plaza ("Derecho Procesal Civil Español", página 522). ”
De ese modo, si al incidente de que se trata, confluye la intención
de demostrar los gastos que se hicieron con motivo de la
tramitación del juicio, desde luego que la prueba documental es la
idónea para tales efectos, dada la materialidad de pago y
recepción por parte de un tercero que proporcionó el servicio o
cosa necesaria al procedimiento.
Así pues, se insiste, contrario a la conclusión que adoptó el ad
quem responsable, en el incidente de liquidación de gastos y
costas sólo se admiten pruebas documentales, de ahí que resulte
incorrecto que por no cumplir con las exigencias de la pericial, se
hubiera desestimado el avalúo que la parte actora, hoy quejosa,
ofreció en su demanda incidental; y, por tanto, se resuelve que en
su perjuicio se violentó la garantía de seguridad jurídica que
consagra el artículo 14 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, en el sentido de que el contencioso debe
resolverse en atención a las formalidades esenciales del
procedimiento y acorde a las leyes expedidas con anterioridad,
mientras que en el caso, contrariamente se infringieron en torno a
los elementos de convicción que pueden admitirse en la citada
incidencia, por lo que se impone conceder el amparo y protección
de la Justicia Federal para el efecto de que el tribunal de alzada:
1.- Deje insubsistente la sentencia reclamada del dieciocho
mayo de dos mil once y en su lugar dicte otra en la que;
de
2.- Después de reiterar sus consideraciones en torno a que la
cuantía del negocio se vincula al valor al inmueble objeto de la
acción plenaria de posesión y al ocuparse de si éste se acredito
[sic] o no, haga abstracción de las consideraciones que lo llevaron
a concluir la necesidad de que se ofreciera prueba pericial y con
ello, desestimar el avalúo que sobre el particular se ofreció por el
actor incidentista y, con plenitud de jurisdicción resuelva lo que en
derecho corresponda en torno al recurso de apelación y la partida
referente a los honorarios del abogado patrono.”
En ese sentido, se afirma que son infundadas las
aseveraciones vertidas por el perdidoso de las costas, ya que
como lo hizo ver la autoridad federal en la trascripción anterior,
que
de
la
interpretación
Procedimientos
Civiles
del
del
numeral
Estado,
se
145
del
evidencia
Código
que
en
de
la
tramitación del incidente donde se regulan las costas generadas
en juicio, las partes acompañarán con sus respectivos escritos las
pruebas que estimen pertinentes, con la única condicionante de
que las mismas sean documentales, lo que pone de manifiesto que
cualquier otro tipo de probanza es inadmisible.
De tal modo, la norma es clara y así debe aplicarse, en el
sentido de que el incidente de liquidación de gastos y costas sólo
se pueden admitir pruebas documentales; de consiguiente, es
incorrecto que deba desestimarse la eficacia de dicho avalúo por
no cumplir con las exigencias de la pericial y soslayarse el respeto
a las formalidades procesales en la manera que se alega por el
perdidoso de las costas.
En resumen de lo anterior, al encontrarnos que el avalúo
elaborado
por
el
*********************
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , resulta eficaz para los fines pretendidos
por el actor incidentista, es factible para tener por justificado que
la cuantía del negocio para el tema de regulación de costas en
concepto de honorarios de abogado, asciende a la precitada
cantidad de * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , y en base a ella en líneas
subsecuentes
se
procederá
a
realizar
la
correspondiente
regulación.
Y en lo que toca al certificado catastral aportado en el
incidente de mérito expedido el día 29 veintinueve de marzo de
2010 dos mil diez, por la Tesorería Municipal Dirección de Catastro
de Zapopan, Jalisco, debe decirse que la juez primigenio fue
omisa en atender su contenido, y ello a la postre no fue materia de
agravio en esta instancia; empero, de todas suertes sería inepto
para los fines pretendidos por el aquí apelante, ya que si bien
adquiere valor probatorio pleno en términos del arábigo 329
fracción IV del Código de Procedimientos Civiles del Estado, por
tratarse de un documento público, lo cierto es que deviene ineficaz
para los fines pretendidos por el actor incidentista, ya que como
bien se hizo valer en escrito de oposición a la planilla de costas,
que el valor fiscal que reporta el inmueble de mérito es excesivo,
circunstancia que quienes hoy resuelven advierten que ello se
origina a razón de que se emitió el valor fiscal teniendo en cuenta
la totalidad de la superficie del inmueble que en esa dependencia
municipal se tiene registrado, y no de la fracción de terreno cuya
posesión le fue reclamada al señor * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , en
escrito inicial de demanda.
Asimismo, dentro de las oposiciones aducidas por el
demandado incidental * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , señaló:
“Es obvio, que dicho avalúo no reúne las formalidades para
concederle valor probatorio, mucho menos forma parte del proceso
judicial; sin que por otra parte se soslaye que se adjunta una
información de la * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , Jalisco, en donde se
hace referencia a la descripción de un predio rústico con la cuenta
predial número * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * y la clave catastral
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , mismos datos que aparecen en el
apartado de antecedentes en el avalúo para uso exclusivamente
comercial, en donde el valor fiscal es de * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *
pesos, con una superficie de * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * metros
cuadrados, mientras que en el avalúo se menciona una superficie
de
*********************
hectáreas,
equivalente
a
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * metros cuadrados, con un valor de
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * pesos a la fecha del avalúo el 29 de julio
de 2010, mientras que en los datos catastrales son al 29 de marzo
de 2010; de suerte que si se habla del mismo predio, no es
factible que exista una diferencia de valores tan excesiva, porque
el valor fiscal se define como aquél que representa la zona
catastral donde se ubica el inmueble, de suerte que corresponde a
un valor real, lo cual le resta valor probatorio al avalúo, sin que se
acepte dicho documento como fundatorio del incidente para a [sic]
liquidación de costas, porque resulta inaplicable el artículo 146
del Código de Procedimientos Civiles del Estado y si bien el
numeral 145 en dicho ordenamiento, admite la prueba documental,
el avalúo no guarda relación con la materia de la litis y mucho
menos con la condena de la sentencia, porque la cuantía es
indeterminada […]”
Ahora bien, el juez federal dentro de l os lineamientos del
fallo protector que ahora nos ocupa y que emergen de los juicios
de amparo 663/2012-VI y su acumulado 667/2012-IV
del índice
del
JUZGADO
*********************
DE
DISTRITO
EN
MATERIA CIVIL EN EL ESTADO DE JALISCO , estableció que era
fundado uno de los conceptos de violación esgrimidos por el
quejoso, porque:
“Es decir, el demandado, hoy quejoso, opuso defensa en el
sentido de que no se podía considerar el valor asignado en el
avalúo que para efectos comerciales ofreció las parte actora, en
función de que se demeritaba por el contenido del valor fiscal que
aparecía en el certificado catastral ofrecido por el mismo actor
incidentista, toda vez que éste se refería a una superficie mayor
que la del otro documento y entre ambos, no obstante tener una
diferencia de cuatro meses, existe una excesiva diferencia en los
valores asignados, además de que, según sostuvo el demandado,
ahora peticionario de garantías, el valor fiscal se define como
aquél que representa la zona catastral donde se ubica el inmueble
y que, por ende, corresponde al valor real y como tal, resta valor
probatorio al avalúo privado rendido en actuaciones.
No obstante los anteriores planteamientos, resulta que la sala
responsable al asumir plenitud de jurisdicción ante lo fundado del
agravio que definió la cuantía del negocio en relación al valor del
inmueble objeto de la acción ejercida, omitió pronunciarse sobre
la objeción en torno al avalúo privado de que se trata, pues al
respecto nada dijo y antes bien, adoptó que efectivamente dicho
certificado catastral era ineficaz para los fines pretendidos por el
actor que lo ofreció como prueba de su intención, en función de
que se refería a la totalidad de la superficie de terreno y no
exclusivamente a la fracción que fue objeto de la acción plenaria
de posesión (folio 177 y vuelta, tomo IV del cuaderno de pruebas).
Sin embargo, se insiste, con omisión de lo argumentado por el
ahora quejoso, nada razonó en torno a si esta diferencia
superficial y de valores demeritaba o no el avalúo privado que
ofreció la parte actora.”
Ahora bien, en cumplimiento al fallo protector citado se
procede a dar cabal y oportuna respuesta a los motivos de
oposición como a continuación se expone .
Son fundados pero substancialmente inoperantes las
oposiciones hechas valer.
Resulta verídico que existe una diferencia de superficie que
reporta
el
avalúo
privado
frente
al
certificado
catastral, sin
embargo, se reitera, que ello obedece a que el certificado indica la
superficie del inmueble en polémica en su totalidad, a diferencia
del avalúo privado que sólo estimó el valor pecuniario de la
fracción que fue materia de la acción plenaria de posesión, de ahí
que por dicha circunstancia el certificado catastral de mérito no
merezca eficacia probatoria alguna.
Siguiendo con el estudio de las restantes oposiciones
formuladas, se determina que es verdad lo que asevera el
disidente de la planilla de costas, acerca de que entre el avalúo
comercial y el certificado catastral exhibidos por su adversario hay
una diferencia de cuatro meses en su expedición, como también
existe una excesiva discrepancia entre los valores asignados al
inmueble en controversia, y finalmente, resulta verídico que el
valor fiscal representa la zona catastral donde se localiza un
inmueble.
En efecto, el avalúo privado de mérito emitido al día 29
veintinueve de julio de 2010 dos mil diez elaborado por el
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * y el certificado
catastral
numero
veintinueve
de
de
folio
marzo
*********************,
de
10332/2010
2010
Jalisco,
expedido
dos
en
lo
mil
que
el
diez,
día
29
por
la
interesa
son
respectivamente del tenor siguiente:
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Sin embargo, pese a las discrepancias que se evidencian de
la confrontación de ambos documentos, lo cierto es que resultan
insuficientes para colegir que el certificado catastral demerita la
eficacia probatoria que le fue otorgada al avalúo privado, antes
bien, debe prevalecer la cuantía del negocio que se obtuvo del
valor del inmueble en disputa que emerge del citado avalúo, ya
que el certificado catastral debe ser probatoriamente desestimado
conforme a las siguientes consideraciones.
De manera toral, porque no es verdad que el valor fiscal
corresponda al valor real de un inmueble , como lo asevera el
opositor y que por ende deba atenderse al resultado que arroja el
certificado catastral, sino que
(como bien lo señala el opositor
que el valor fiscal representa la zona catastral donde se localiza el
inmueble), es con base al valor fiscal de un inmueble como se
determina el pago del impuesto predial correspondiente, es
decir,
que
su
obtención
obedece
para
fines
meramente
fiscales.
En efecto, conforme a lo dispuesto en los artículos 1 y 2
fracciones II y VIII del Código Fiscal del Estado de Jalisco, se
tiene que tanto Ley de Catastro Municipal del Estado de Jalisco y
Ley de Hacienda Municipal del Estado de Jalisco, constituyen
leyes fiscales que norman la Hacienda Pública Estatal y las
relaciones entre el Estado y los particulares y de éstos entre sí, en
materia contributiva.
Hecho lo anterior, tenemos que el texto de los artículos 1, 2,
4 fracción XXI, 13 fracción XXII y 42 de la Ley de Catastro
Municipal del Estado de Jalisco, así como lo dispuesto en los
artículos 92, 94 y 106 de Ley de Hacienda Municipal del Estado de
Jalisco, respectivamente, disponen en lo que interesa:
“Artículo 1.- Catastro es el inventario y la valuación , precisos y
detallados, de los bienes inmuebles públicos y privados ubicados
en la municipalidad.
Artículo 2.- El Catastro tiene por objeto la determinación de las
características cualitativas y cuantitativas de los predios y
construcciones ubicados dentro del municipio, mediante la
formación y conservación de los registros y bases de datos que
permitan su uso múltiple, como medio para obtener los
elementos técnicos, estadísticos y fiscales que lo constituyen.
El registro y la valuación catastral se declaran de utilidad
pública, para fines fiscales, socioeconómicos y urbanísticos.
Artículo 4.- Para los efectos de esta Ley se entiende por:
XXI. Valor fiscal : el que se asigne o apruebe para cada predio,
de conformidad con los procedimientos previstos en esta ley y
la de Hacienda Municipal;
Artículo 13.- Corresponden al Catastro Municipal o a la Dirección
de Catastro del Gobierno del Estado, en el caso de los municipios
que hayan convenido con el Ejecutivo del Estado, para la
administración del catastro, las siguientes obligaciones:
XXII. Expedir, a solicitud expresa, copias certificadas de los
documentos que obren en el archivo del catastro, las que bajo
ningún concepto significarán el reconocimiento o aceptación
de un derecho. Estos documentos son exclusivamente para
fines fiscales, urbanísticos y estadísticos;
Artículo 42.- Las resoluciones, datos y demás elementos
catastrales, cualesquiera que sean, en ningún caso acreditarán
derechos o gravámenes respecto de los bienes registrados; sólo
producirán efectos fiscales, estadísticos y los previstos en
materia de ordenamiento territorial. ”
“Artículo 92.- Es objeto del impuesto predial , según el caso, la
propiedad , la copropiedad, el condominio, la posesión, el
usufructo y el derecho de superficie de predios, así como de las
construcciones edificadas sobre los mismos.
Para los efectos de este impuesto, se estará a las definiciones
que sobre diversos conceptos contiene la Ley de Catastro
Municipal.
Artículo 94. - La determinación de la base del impuesto predial
se sujetará a las siguientes disposiciones:
I. La base de este impuesto será el valor fiscal de los predios
y de las construcciones o edificaciones;
Artículo 106. - El monto del impuesto se determinará de
conformidad con las bases, tasas, cuotas y tarifas que al efecto
establezcan las leyes de ingresos municipales en vigor, de
acuerdo a las disposiciones de los artículos 94 y 95 de esta Ley.
Para calcular el monto este del impuesto predial a pagar, se
procederá a multiplicar el valor fiscal por la tasa que le
corresponda, determinada en la respectiva ley de ingresos
municipal, adicionándole además la cuota fija que se
establezca en el mismo ordenamiento y,
multiplicándolo por la tarifa correspondiente.”
en
su
caso,
De lo anterior trasunto se evidencia, en lo que concierne,
que la dependencia de catastro es el inventario y la valuación
precisos y detallados de los bienes inmuebles privados ubicados
en la municipalidad y tiene por objeto la determinación de las
características
cualitativas
construcciones
ubicados
y
cuantitativas
dentro
del
de
los
municipio,
predios
mediante
y
la
formación y conservación de los registros y bases de datos que
permitan su uso múltiple, como medio para obtener los elementos
técnicos, estadísticos y fiscales que lo constituyen.
Asimismo, se establece que la valuación catastral es de
utilidad pública y para fines fiscales ; conceptualizando al valor
fiscal como: el que se asigne o apruebe para cada predio, de
conformidad con los procedimientos previstos en dicha ley
(catastro municipal), y la de Hacienda Municipal .
De la misma manera tales dispositivos hacen patente que los
documentos que emite catastro son exclusivamente para fines
fiscales,
urbanísticos
y
estadísticos ;
así
como
que
las
resoluciones, datos y demás elementos catastrales, cualesquiera
que sean, en ningún caso acreditarán derechos o gravámenes
respecto de los bienes registrados, y
fiscales,
estadísticos
y
los
sólo producirán efectos
previstos
en
materia
de
ordenamiento territorial .
Finalmente, se establece que la base del impuesto predial
será
la
referente
construcciones
o
al
valor
fiscal
edificaciones,
el
de
los
que
predios
se
y
de
las
determinará
de
multiplicar el valor fiscal del inmueble por las tasas, cuotas y
tarifas señaladas en el artículo 106 de la Ley de Hacienda
Municipal del Estado de Jalisco.
Ante dicho marco normativo y adverso a las pretensiones del
demandado incidental, se llega al conocimiento de que el valor del
predio en disputa que reporta el certificado catastral en polémica,
no puede servir de sustento para demeritar la eficacia probatoria
otorgada al avalúo privado exhibido por el ganancioso de las
costas, ya que como se vio, el valor fiscal no es apto para colegir
que representa el valor real del inmueble en disputa, sino que su
finalidad es meramente fiscal y servir de base para el pago del
impuesto predial; cuenta habida de que en el valor fiscal otorgado
al inmueble en el certificado catastral en polémica no refiere que
incluya el justiprecio de las construcciones, a diferencia del avalúo
privado en el que tal aspecto sí fue tomado en cuenta, lo cual no
debe pasar por inadvertido porque en la demanda de génesis se
reclamó la devolución del inmueble en polémica junto con sus
accesiones, de manera que éstas por haber sido materia de
prestaciones evidente es que también conforman la cuantía del
negocio.
En lo conducente, sirve de apoyo a lo anterior, la
jurisprudencia que se localiza en la Octava Época, Registro:
218746, Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito, Fuente:
Gaceta del Semanario Judicial de la Federación,
56, Agosto de
1992, Tesis: III.2o.C. J/10, Página: 57, con la voz y texto
siguientes:
ARRENDAMIENTO. EL CERTIFICADO CATASTRAL ES EFICAZ
PARA COMPROBAR EL VALOR FISCAL DEL INMUEBLE DADO
EN (LEGISLACION DEL ESTADO DE JALISCO). El certificado
catastral resulta idóneo para demostrar el valor fiscal del
inmueble arrendado , si se encuentra expedido por el Director de
Catastro de la Tesorería General del Gobierno del Estado de
Jalisco, que es la persona autorizada para tal efecto, de acuerdo
con la Ley Orgánica de dicha dependencia, pues no es el propio
funcionario quien fija el valor fiscal de los inmuebles, sino
que únicamente certifica el que ya tienen asignado de acuerdo
con los registros catastrales que obran en la dependencia a su
cargo, de donde resulta inexistente la diferencia que se pretende
hacer entre valor fiscal y valor catastral, toda vez que en esencia
son lo mismo; por tanto, un documento de esa naturaleza, tiene
valor probatorio pleno, en términos del artículo 399 del Código de
Procedimientos Civiles del Estado de Jalisco.
SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL
TERCER CIRCUITO.
Y la jurisprudencia consultable en la Octava Época, Registro:
223739, Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito, Fuente:
Semanario Judicial de la Federación, VII, Enero de 1991, Tesis:
Página: 167, con la voz y texto:
CERTIFICACIONES DEL DIRECTOR DE CATASTRO. SON
EFICACES PARA COMPROBAR EL VALOR FISCAL DE LOS
INMUEBLES. (LEGISLACION DEL ESTADO DE JALISCO). La Ley
de Catastro del Estado de Jalisco que estuvo vigente hasta mil
novecientos ochenta y seis, y la actual en vigor, prevén la
existencia de valores fiscales de los inmuebles, en sus artículos
18, fracción IX, y determinan: la primera de ellas, que será el que
sirva de base para el pago del impuesto predial, y la segunda
agrega que el valor fiscal será igual al valor catastral; por otra
parte, de acuerdo con el artículo 1o., inciso d) de la Ley de
Ingresos del Municipio de Guadalajara, el impuesto predial le
corresponde recaudarlo exclusivamente a dicho Municipio, por lo
que ve a los inmuebles enclavados en él, y a su vez la citada ley
en su artículo 5o., fracción III, remite a la Ley de Catastro para
determinar la base fiscal registrada, sin que exista ninguna otra
ley que prevea la existencia de valores fiscales de los inmuebles,
de donde resulta que el valor catastral y el fiscal en esencia son
lo mismo; además, el Director de Catastro de la Tesorería General
del Gobierno del Estado de Jalisco, de acuerdo con el artículo 16,
fracción VII, de la Ley Orgánica de dicha dependencia, está
facultado para expedir certificados en que se haga constar el valor
fiscal que ante la oficina a su cargo tienen registrados los
inmuebles, por lo que un documento de esa naturaleza tiene valor
probatorio pleno, en términos del artículo 399 del Código de
Procedimientos Civiles del Estado de Jalisco, y por ende resulta
idóneo para demostrar el valor fiscal de inmuebles arrendados.
SEGUNDO TRIBUNAL
TERCER CIRCUITO.
COLEGIADO
EN
MATERIA CIVIL
DEL
Lo anterior vertido explica la notable diferencia entre el valor
fiscal
que
reporta
el
certificado
catastral
(* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * ), frente al avalúo privado del mismo
inmueble (* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * ), porque el primero lo emite
una autoridad fiscal cuya finalidad es fijar la base para el pago del
impuesto predial, en tanto que
el
segundo es más alto el
justiprecio por ser de naturaleza comercial, por lo que se llega a la
conclusión de que éste se emitió atendiendo a su plusvalía y
ajustándose
a
las
condiciones
existentes
de
la
oferta
y
la
demanda, o lo que es lo mismo, aproximado al valor real que tiene
el inmueble en disputa el que además incluye las construcciones
existentes.
Siendo oportuno mencionar que en la mayoría de la gente y
en especial de aquéllas que se dedican al tráfico comercial de
bienes raíces, resulta un hecho notorio que el valor fiscal de un
inmueble sirve de parámetro o punto de partida para de manera
ascendente deducir un aproximado del valor real o comercial de un
inmueble, pues generalmente éste se localiza muy por encima de
aquél, esto es, que es hecho notorio que el valor comercial rebasa
por mucho al valor fiscal; de manera que en la práctica será
inverosímil que en una compraventa de inmueble se establezca un
precio a base de su valor fiscal, porque ello atentaría contra el
sentido
común
y
la
sana
crítica,
porque
en
este
caso
evidentemente que el precio fijado por las partes no estaría
apegado a la realidad de las cosas.
Partiendo de lo antedicho, no se comparte lo que sostiene el
opositor, acerca de que el valor fiscal de un inmueble corresponda
al valor real, tan es así que la ley fiscal no lo cataloga de esa
manera sino que su determinación sólo obedece a fines fiscales,
estadísticos o urbanísticos.
Respecto a los hechos notorios se ilustra con el texto de la
jurisprudencia que se localiza en la Novena Época, Registro:
174899,
Instancia:
Pleno,
Federación y su Gaceta,
Fuente:
Semanario
Judicial
de
la
XXIII, Junio de 2006, Tesis: P./J.
74/2006, Página: 963, que reza:
HECHOS NOTORIOS. CONCEPTOS GENERAL Y JURÍDICO.
Conforme al artículo 88 del Código Federal de Procedimientos
Civiles los tribunales pueden invocar hechos notorios aunque no
hayan sido alegados ni probados por las partes. Por hechos
notorios deben entenderse, en general, aquellos que por el
conocimiento humano se consideran ciertos e indiscutibles, ya sea
que pertenezcan a la historia, a la ciencia, a la naturaleza, a las
vicisitudes de la vida pública actual o a circunstancias
comúnmente conocidas en un determinado lugar, de modo que
toda persona de ese medio esté en condiciones de saberlo; y
desde el punto de vista jurídico, hecho notorio es cualquier
acontecimiento de dominio público conocido por todos o casi todos
los miembros de un círculo social en el momento en que va a
pronunciarse la decisión judicial, respecto del cual no hay duda ni
discusión; de manera que al ser notorio la ley exime de su prueba,
por ser del conocimiento público en el medio social donde ocurrió
o donde se tramita el procedimiento.
Controversia constitucional 24/2005. Cámara de Diputados del
Congreso de la Unión. 9 de marzo de 2006. Once votos. Ponente:
José Ramón Cossío Díaz. Secretarios: Raúl Manuel Mejía Garza y
Laura Patricia Rojas Zamudio.
El Tribunal Pleno, el dieciséis de mayo en curso, aprobó, con el
número 74/2006, la tesis jurisprudencial que antecede. México,
Distrito Federal, a dieciséis de mayo de dos mil seis.
A lo que se añade, que si la condena en costas establecidas
por el legislador tienen como finalidad retribuir a quien fue
obligado a intervenir injustamente en un juicio, como en el caso
que nos ocupa que el actor se vio en la necesidad de entablar el
procedimiento de origen para reclamar judicialmente la devolución
del inmueble del que en definitiva resultó tener mejor derecho de
poseer
en
relación
con
el
demandado,
entonces,
no
sería
equitativo ni jurídico que la cuantía del negocio lo represente el
valor fiscal del inmueble en disputa, porque de acceder a ello
evidentemente que no estaríamos en presencia de una retribución
justa en costas, máxime que el procedimiento natural resultó de
suma complejidad.
De manera que, se insiste, el valor fiscal no representa el
valor real del inmueble, por ende, dista mucho de que el valor
fiscal del inmueble en disputa sea proporcional y/o represente el
grado de responsabilidad que adquirió el abogado patrono del
actor principal al encargarse del asesoramiento del asunto de
origen.
Constituye criterio orientador, la jurisprudencia que se
localiza en el No. Registro: 392.319, Octava Época, Instancia:
Tercera Sala, Fuente: Apéndice de 1995, Tomo IV, Parte
SCJN,
Tesis: 192, Página: 131, Genealogía: APENDICE '95: TESIS 192
PG. 131, intitulada:
CUANTIA DEL NEGOCIO. INCLUYE LA SUERTE PRINCIPAL Y
LOS INTERESES DEMANDADOS PARA EL EFECTO DE
REGULAR
LOS
HONORARIOS
DE
LOS
ABOGADOS.
(LEGISLACION DEL ESTADO DE JALISCO). Establece el artículo
146 del Código de Procedimientos Civiles del Estado de Jalisco
que para efectos de regular las costas debe atenderse al valor del
negocio que hubiere establecido la sentencia, hasta la fecha en
que cause ejecutoria. Ahora bien, para determinar los honorarios
de los abogados conforme al arancel correspondiente, que forma
parte de las costas, en los asuntos en que aún no se haya
pronunciado sentencia, la cuantía del asunto debe establecerse
considerando tanto la suerte principal como los intereses
determinables reclamados en la demanda, en virtud de que el
profesionista
litiga,
presta
sus
servicios
y
adquiere
responsabilidad sobre la totalidad de las prestaciones que se
discuten en el juicio , sin que sea obstáculo para ello el que los
intereses no se determinen líquidamente desde un principio, pues
son fácilmente determinables, pueden ser superiores a la suerte
principal e incluso sólo reclamarse esto, sin que por ello el asunto
carezca de cuantía, como tampoco es obstáculo la falta de
pronunciamiento que absuelva o condene al pago de los intereses
ya que ello constituye una prestación en juego en el litigio. En
consecuencia, en términos del artículo 4o. del arancel
mencionado, los honorarios de los abogados en el supuesto de
referencia deben fijarse considerando los honorarios totales
computados sobre la suerte principal y los intereses calculados a
la fecha en que el profesionista se retire del asunto, y de los
honorarios totales debe calcularse la parte proporcional que
corresponda a los servicios profesionales prestados.
Octava Epoca:
Contradicción de tesis 8/88. Entre las sustentadas por el Primer y
Segundo Tribunales Colegiados en Materia Civil del Tercer
Circuito. 10 de julio de 1989. Cinco votos.
NOTA: Tesis 3a./J.31 (número oficial 14/89), Gaceta número
19-21, pág. 84; Semanario Judicial de la Federación, tomo IV,
Primera Parte, pág. 289.
Finalmente, el quejoso señala en los restantes motivos de
queja que:
“por lo que ve al pago de honorario [sic] del perito de nuestra
intención, palabras más palabras menos, considera que es
improcedente su cobro por que los honorarios del perito de parte
NO PUEDEN sobre pasar [sic] los honorarios del perito oficial,
además, dice, que la fecha de la factura e incluso su vigencia
determina que el pago se realizó hasta el año 2009 y que por esa
razón no se puede estimar que ese pago sea el que corresponde
al perito de nuestra intención por lo que a los trabajos que se
realizaron cuatro años antes, y con fundamento en esas
consideraciones, reprueba el cobro pretendido por nuestra
intención, en franca contravención a los artículos 3, 4, 8, 67, y
353 del Código de Procedimientos Civiles para el Estado de
Jalisco, así como las tesis y jurisprudencias que se citan en el
contenido del presente recurso como aplicables al caso concreto,
interlocutoria que se transcribe a la letra para su análisis […]”
2. Por lo que ve al desacierto de la Jueza al considerar que la
factura librada por el * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * de cuyo contenido
se aprecia que el cobro en ella contenida comprende los trabajos
hechos dentro del juicio en que se actúa, se debe decir que la
Natural se equivoca en su considerar y contradice el contenido del
artículo 67 del Código de Procedimientos Civiles para el Estado de
Jalisco, que prohíbe el dictado de cualquier otro trámite que no se
encuentre debidamente previsto en la Ley, pues al resolver sobre
los honorarios reclamados sobre el experto en cita, considera que
se debe apegar su cuantía en base a la Ley que establece la
remuneración para auxiliares en la administración de la justicia y
que no debe sobrepasar los honorarios que se fijaron para el
peritos [sic] auxiliar, situación que es completamente errónea,
primeramente por que el perito en cuestión no es de los auxiliares,
ni fue nombrado por el juzgado, sino que este es un particular que
jamás podrá vincularse a una ley especial como lo es la ates [sic]
mencionada, pues en el caso concreto, sus honorarios los fija de
manera unilateral en base a su experiencia, reputación, trabajos
de campo, visitas al predio materia del estudio, estudios
realizados, tecnología implementada, y otras y diversa [sic]
situaciones tanto personales, académicas, de trabajo y de equipo
utilizado, y jamás en base a la citada Ley, que vincula únicamente
a quienes aparecen en el proceso como PERITOS AUXILIARES
DEL JUEZ en términos del numeral 353 del Código de
Procedimientos Civiles para el Estado de Jalisco, numeral que no
aplicó la natural y que debió aplicar para determinar a quienes le
aplica la citada Ley Arancelaria de Expertos Estatal, de esta
manera, el referido Código Procesal de la entidad NO EXISTE
DISPOSICIÓN ALGUNA mediante la cual se autorice a los Jueces
a desarrollar el proceso realizado por la Jueza, en el sentido de
determinar la cuantía de los honorarios de los peritos de parte en
base a la citada ley arancelaria de auxiliares, pues se insiste, los
mismos se realizan en base a las cuestiones personales,
académicas, experiencia, los instrumentos y técnicas que utiliza
cada experto, así como a los trabajos que desarrolla para dar más
certeza de su labor, por tanto el argumento de la Jueza carece de
legalidad para sostener por su propio pie.
Misma razón, se estima contra la infantil resolución de la Jueza en
el sentido de que la fecha del recibo de honorarios le restaba
valor a la misma, lo anterior por que la data del mismo no invalida
o determina que el pago no se realizó, sino, que dicho documento
se pudo expedir hasta esa fecha o que dichos honorarios se
pudieron pagar hasta ese día, pues no se puede pensar como lo
hace la responsable, palabras más palabras menos, que la
expedición y data de valides [sic] del recibo de honorarios
posterior a la ejecución de los trabajos, invalida dicho pago y
genera desconfianza en su contenido, por la simple razón de que
la expedición posterior a la data de ejecución del documento NO
ACREDITA QUE LOS TRABAJOS FUERON GRATUITOS O
REGALADOS, Ó QUE LOS MISMOS TUEVIERON [sic] UN
PRECIO MENOR, ni es contradictorio, por expedirse con
posterioridad se pueda referir a trabajos, anteriores , antípoda
a lo ilegalmente considerado por la Natural el recibo de honorarios
expedido y presentado al juzgado, acredita en términos de la
legislación fiscal de la nación que se realizó el pago en ella
contenido por los conceptos inmersos en la misma, y las meras
apreciaciones subjetivas, sin sustento y sin fundamento vertidas
por la natural, NO pueden restarle el valor que la Ley les atribuye
a los recibos fiscales de honorario, [sic] por tanto, se debe revocar
la determinación de la natural, debiéndose aprobar en su totalidad
la planilla de gastos y costas planteada por el actor en los [sic]
principal.
Por todo lo anteriormente expuesto es procedente solicitar y
solicito a este H. Tribunal se revoque la resolución recurrida
dictando en su lugar otra en la cual se tomen en consideración los
agravios expresados en este libelo, debiéndose revocar la
interlocutoria reclamada y dictar otra en su lugar en la que se
declare la aprobación de la totalidad de los conceptos reclamados
en el incidente de liquidación de gastos y costas.”
Uno de los motivos de queja es infundado, mientras que
jurídicamente ineficaces los restantes.
Adquiere la primera calificativa los argumentos tendientes a
evidenciar la ilegalidad de la sentencia combatida, bajo la premisa
de que son subjetivas las razones por las que la juez primigenio
desestimó el valor probatorio de la factura 0536 expedida por el
diestro FRANCISCO GUZMÁN ALCÁNTAR, el día 28 veintiocho de
mayo de 2009 dos mil nueve por concepto de honorarios, ya que
dice el apelante, resulta erróneo que la expedición del recibo de
honorarios posterior a la ejecución de los trabajos, invalide dicho
pago o genere desconfianza en su contenido, ya que afirma el
disidente, que la expedición posterior a la data de ejecución del
documento
no
acredita
que
los
trabajos
fueron
gratuitos
o
regalados, ó que los mismos tuvieron un precio menor, ni es
contradictorio, por expedirse con posterioridad se pueda referir a
trabajos, anteriores, antípoda a lo ilegalmente considerado por la
Natural el recibo de honorarios expedido y presentado al juzgado,
acredita en términos de la legislación fiscal de la nación que se
realizó el pago en ella contenido por los conceptos inmersos en la
misma, por lo cual no debe restarse el valor que la Ley les
atribuye a los recibos fiscales de honorarios.
En efecto, no está en lo cierto el quejoso cuando asevera
que son apreciaciones subjetivas las razones a través de las
cuales la resolutora de origen desestimó el valor y eficacia
probatoria de la precitada factura, ya que tales consideraciones se
sustentaron en ley, y en particular, en la primera parte de lo
dispuesto en el numeral 2271 del Código Civil del Estado de
Jalisco, que reza “El pago de los honorarios y de los gastos o
expensas, cuando los haya, deberá hacerse en el lugar de la
prestación
del
servicio,
inmediatamente
que
se
preste
cada
servicio o al fin de todos.”
Circunstancia que dicho que sea de paso ni siquiera se
controvierte jurídicamente en el pliego de agravios que nos
ocupan, de ahí que deba prevalecer esa decisión, tanto más
cuando quienes hoy resolvemos estimamos que debe prevalecer
dicha desestimación por lo siguiente.
Los artículos 138 y 359 del Código de Procedimientos Civiles
del Estado, que regulan el tema de las costas y honorarios de
perito, en lo que interesa disponen:
“Artículo 138. Cada parte será inmediatamente responsable de
las costas que originen las diligencias que promueva; pero en
caso de condenación en costas, la parte sentenciada indemnizará
a la otra de todas las que hubiere anticipado.”
“Artículo 359. - Los honorarios del perito nombrado por las partes,
serán pagados por la que lo nombró, sin perjuicio de lo que
disponga la sentencia definitiva sobre condenación en costas.”
De lo copiado se advierte, que está claramente expresada en
los preceptos citados, la intención del legislador de imponer la
responsabilidad inmediata de pagar los gastos que originen las
diligencias del proceso a la parte interesada con la práctica de las
mismas, o sea, que la anticipación del pago del servicio prestado
debe hacerse antes de que se emita sentencia definitiva en la que
en su caso se establecerá a cargo de quién correrán las costas
que se hayan generado por la tramitación del juicio.
Luego, para mayor ilustración del tema en análisis, conviene
insertar con la ayuda de un escanner, la factura de mérito que es
conforme a continuación se describe.
Lo anterior pone de evidencia, que la fecha de expedición
(como el de impresión como lo refirió la juez), que reporta el
documento
cuestionado,
si
redunda
en
perjuicio
del
actor
incidentista para los efectos de estimar ilegítimo el pago que se
reclama por concepto de honorarios de perito, si se tiene presente
que con fecha 28 veintiocho de febrero del año 2007 dos mil siete,
se emitió sentencia definitiva en el juicio de origen, la que
posteriormente y a falta de reenvío en nuestra legislación, en
sentencia definitiva de 23 veintitrés de enero del año 2008 dos mil
ocho, emitida por este Tribunal fue modificada, mientras que la
factura de mérito se elaboró con fecha 28 veintiocho de mayo de
2009 dos mil nueve, es decir, con posterioridad a tales eventos.
Por otra parte, no es verdad que la factura en consulta reúna
todos los requisitos que señala el Código Fiscal de la Federación,
y que por ello deba tener eficacia probatoria plena para los fines
pretendidos por el quejoso, ya
que basta imponerse de su
contenido para advertir que carece de los datos relativos al
Registro
Federal
de
Contribuyentes
del
cliente ,
como
lo
establecen los artículos 29 y 29-A del Código Fiscal de la
Federación, además que la parte perdidosa en las costas no
intervino en su elaboración, es decir, tal documento es de autoría
de un tercero y no se encuentra corroborada por otros medios de
prueba,
requisitos
desestimación
éstos
probatoria
que
hacen
realizada
por
que
la
prevalezca
juez
la
primigenio,
razonamientos que emergen propiamente de lo establecido en el
contenido de la jurisprudencia que se localiza en la Novena Época,
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo :
XXVII, Junio de 2008, Tesis: I.4o.C. J/29, Página: 1125, que reza:
FACTURAS. SU VALOR PROBATORIO DEPENDE DE LOS
HECHOS QUE SE QUIEREN ACREDITAR, DEL SUJETO CONTRA
QUIEN
SE
PRESENTEN Y DE
LAS
CIRCUNSTANCIAS
CONCURRENTES. La interpretación sistemática y funcional de los
artículos 29 y 29-A del Código Fiscal de la Federación y 1391,
fracción VII, del Código de Comercio; en relación con los usos
mercantiles y la doctrina especializada en derecho fiscal y
mercantil, hace patente que las facturas adquieren distinto valor
probatorio, en atención al sujeto contra quien se emplean, los
usos dados al documento y su contenido. Así, contra quien la
expide, hace prueba plena, salvo prueba en contrario, como
comprobante fiscal, documento demostrativo de la propiedad de
un bien mueble, documento preparatorio o ejecutivo de una
compraventa comercial, etcétera; contra el sujeto a quien va
dirigida o cliente, ordinariamente se emplea como documento
preparatorio o ejecutivo de una compraventa comercial o de la
prestación de servicios, respecto de los cuales la factura produce
indicios importantes sobre la relación comercial y la entrega de las
mercancías o prestación de los servicios, susceptible de alcanzar
plena fuerza probatoria si es reconocida o aceptada por dicho
sujeto, en forma expresa o tácita, o si se demuestra su vinculación
al acto documentado por otros medios, y contra terceros, que
generalmente se presentan para acreditar la propiedad de bienes
muebles, puede alcanzar la suficiencia probatoria respecto de
ciertos bienes, cuando exista un uso consolidado y generalizado,
respecto a un empleo para dicho objetivo como ocurre con la
propiedad de los automóviles, y tocante a otros bienes, la factura
sólo generará un indicio importante sobre la adquisición de los
bienes descritos, por quien aparece como cliente, que necesitará
de otros para robustecerlo, y conseguir la prueba plena. En
efecto, las facturas son documentos sui géneris, porque no son
simples textos elaborados libremente por cualquier persona, en
cuanto a contenido y forma, sino documentos que sólo pueden
provenir legalmente de comerciantes o prestadores de servicios
registrados ante las autoridades hacendarias, mediante los
formatos regulados jurídicamente sujetos a ciertos requisitos para
su validez, y a los cuales se les sujeta a un estricto control, desde
su elaboración impresa hasta su empleo, y cuya expedición puede
acarrear serios perjuicios al suscriptor, requisitos que, en su
conjunto, inclinan racionalmente hacia la autenticidad, como regla
general, salvo prueba en contrario. Así, los artículos 29 y 29-A del
Código Fiscal de la Federación, exigen la impresión, de los
formatos por impresor autorizado por la Secretaría de Hacienda y
Crédito Público, y que se consigne en ellos el nombre del
comerciante o prestador de servicios, la fecha de la impresión, un
número de folio consecutivo, datos del expedidor y del cliente,
incluido el Registro Federal de Contribuyentes de ambos,
relación de las mercancías o servicios, su importe unitario y total,
etcétera. Por tanto, su contenido adquiere una fuerza indiciaria de
mayor peso específico que la de otros documentos privados,
simples, al compartir de algunas características con los
documentos públicos. Asimismo, la factura fue concebida
originalmente con fines fiscales, para demostrar las relaciones
comerciales por las cuales debían pagarse o deducirse impuestos,
pero en el desarrollo de las relaciones mercantiles han adquirido
otras funciones adicionales, como la de acreditar la propiedad de
los vehículos automotores ante las autoridades de tránsito y otras,
reconocidas inclusive en la normatividad de esa materia; respecto
de otros bienes se ha venido incorporando en la conciencia de las
personas como generadoras de indicios de la propiedad; entre
algunos comerciantes se vienen empleando como instrumentos
preparatorios o ejecutivos de una compraventa comercial o
prestación de servicios, que se expiden en ocasión de la
celebración del contrato respectivo, para hacer una oferta
(preparatorio), o para que el cliente verifique si la mercancía
entregada corresponde con la pedida, en calidad y cantidad, y
haga el pago correspondiente, y en otros casos se presenta con
una copia para recabar en ésta la firma de haberse recibido la
mercancía o el servicio. Por tanto, las facturas atribuidas a cierto
comerciante se presumen provenientes de él, salvo prueba en
contrario, como sería el caso de la falsificación o sustracción
indebida del legajo respectivo. Respecto del cliente, partiendo del
principio de que el documento proviene del proveedor y que a
nadie le es lícito constituirse por sí el título o documento del
propio derecho, se exige la aceptación por el comprador, para que
haga fe en su contra, de modo que sin esa aceptación sólo
constituye un indicio que requiere ser robustecido con otros
elementos de prueba, y en esto se puede dar un sinnúmero de
situaciones, verbigracia, el reconocimiento expreso de factura,
ante el Juez, o de los hechos consignados en ella; el
reconocimiento tácito por no controvertirse el documento en el
juicio, la firma de la copia de la factura en señal de recepción del
original o de las mercancías o servicios que éste ampara,
etcétera. Empero cuando no existe tal aceptación, serán
necesarios otros elementos para demostrar la vinculación del
cliente con la factura, que pueden estar en el propio texto de la
factura o fuera de ella. Así, si la firma de recibido proviene de otra
persona, es preciso demostrar la conexión de ésta con el cliente,
como dependiente o factor, apoderado, representante o autorizado
para recibir la mercancía. Un elemento importante para acreditar
esa relación, sería la prueba de que la entrega de la mercancía se
hizo en el domicilio del cliente o en alguna bodega o local donde
realiza sus actividades, porque al tratarse del lugar de residencia
habitual, del principal asiento de los negocios del cliente, o
simplemente de un lugar donde desempeña actividades, se
presume la existencia de cierta relación de éste con las personas
encontradas en el inmueble, como familiares, apoderados,
empleados, etcétera, a los cuales autoriza explícita o
expresamente para recibir en su nombre las cosas o servicios
pedidos. Otras formas para probar la conexión de quienes
recibieron las mercancías o servicios a nombre del cliente,
podrían ser a través de elementos externos a la factura, como
documentos donde conste la relación de mandato, poder, de
trabajo, de parentesco; testimoniales, confesionales con el mismo
fin, etcétera. Sin embargo, si a final de cuentas los elementos
indiciarios de la factura no se robustecen, el documento no hará
prueba contra el cliente de la relación comercial o la entrega de
los bienes o prestación de los servicios que pretende amparar.
Por último, cuando la factura se presenta contra terceros,
puede tener pleno valor probatorio, con base en los usos
mercantiles
conducentes
con
las
previsiones
legales
específicas aplicables, pero en lo demás sólo formarán
indicios cuya fuerza persuasiva dependerá de las otras
circunstancias concurrentes.
CUARTO TRIBUNAL
PRIMER CIRCUITO.
COLEGIADO
EN
MATERIA
CIVIL
DEL
Finalmente, respecto a las restantes alegaciones que
gravitan
acerca
desestimara el
de
que
es
ilegal
valor y eficacia
que
probatoria
la
juez
de
la
primigenio
factura
en
polémica, bajo el sustento de que los honorarios del perito
nombrado
por
el
actor
principal
no
deben
sobrepasar
los
honorarios que se fijaron para el perito auxiliar, pero que sin
embargo, dice el apelante que lo aseverado por la juez es erróneo,
porque el perito en cuestión no es de los auxiliares, ni fue
nombrado por el juzgado, sino que este es un particular que jamás
podrá vincularse a una ley especial, son inoperantes .
Lo anterior es así, ya que de la lectura que se hace de la
sentencia atacada no se advierte que la desestimación de que se
duele, se sustente en las premisas que señala el quejoso, de ahí
que ante tal evento resulte inoficioso que este Tribunal emprenda
un examen exhaustivo sobre el tema en particular.
Es apoyo a lo anterior el contenido de la tesis que se localiza
en la Novena Época, Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito,
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo :
XXIII,
Febrero
de
2006,
Materia(s):
Administrativa,
Tesis:
IV.3o.A.66 A, Página: 1769, que reza:
AGRAVIOS INOPERANTES EN LA REVISIÓN FISCAL. LO SON
AQUELLOS QUE SE SUSTENTAN EN PREMISAS INCORRECTAS.
Los agravios son inoperantes cuando parten de una hipótesis que
resulta incorrecta o falsa, y sustentan su argumento en ella, ya
que en tal evento resulta inoficioso su examen por el tribunal
revisor, pues aun de ser fundado el argumento, en un aspecto
meramente jurídico sostenido con base en la premisa incorrecta, a
ningún fin práctico se llegaría con su análisis y calificación,
debido a que al partir aquél de una suposición que no resultó
cierta, sería ineficaz para obtener la revocación de la sentencia
recurrida; como en el caso en que se alegue que la Sala Fiscal
determinó que la resolución administrativa era ilegal por
encontrarse indebidamente motivada, para luego expresar
argumentos encaminados a evidenciar que al tratarse de un vicio
formal dentro del proceso de fiscalización se debió declarar la
nulidad para efectos y no lisa y llana al tenor de los numerales
que al respecto se citen, y del examen a las constancias de autos
se aprecia que la responsable no declaró la nulidad de la
resolución administrativa sustentándose en el vicio de formalidad
mencionado (indebida motivación), sino con base en una cuestión
de fondo, lo que ocasiona que resulte innecesario deliberar sobre
la legalidad de la nulidad absoluta decretada, al sustentarse tal
argumento de ilegalidad en una premisa que no resultó verdadera.
TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA
DEL CUARTO CIRCUITO.
V.- REGULACIÓN DE LA PLANILLA DE COSTAS EN CONCEPTO
DE HONOR ARIOS DE ABOGADO.- Conforme a lo expuesto en
este veredicto, es procedente que esta autoridad a falta de
reenvío y con plenitud de jurisdicción, repare las infracciones
cometidas por la juez natural en relación a la partida de honorarios
de abogado peticionados en la planilla de costas formulada por el
aquí
apelante
abogado
*********************,
patrono
de
la
*********************,
parte
actora
teniendo
en
en
su
principal
cuenta
lo
carácter
e
de
incidental
aducido
por
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , en escrito de 28 veintiocho de octubre
de 2010 dos mil diez, en la que se opuso a la referida planilla de
costas,
ello
con
el
ánimo
de
salvaguardar
el
principio
de
congruencia y exhaustividad previsto en el numeral 87 del Código
de Procedimientos Civiles del Estado.
Así las cosas, es conveniente señalar que en este veredicto
se precisó con antelación que el actor principal e incidental señor
*********************,
es
patrocinado
por
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , quien pese a que no existe acuerdo
expreso donde se le reconociera carácter de abogado patrono, lo
cierto es que cuenta con la legitimación y facultades necesarias
para que con dicha calidad actúe en juicio hasta la etapa de
ejecución.
Calidad y autorización para ejercer la abogacía que, adverso
a lo sostenido por el perdidoso de las costas, se aprecia que sí
quedó justificado con el documento que se allegó a la demanda
incidental, consistente en la copia certificada ante Notario Público
respecto
de
la
Cédula
Profesional
Federal
numero
3259832
expedida el día 19 diecinueve de diciembre del año 2000 dos mil,
por la Secretaría de Educación Pública, digna de valor probatorio
pleno en términos del numeral 329 fracción II del Código de
Procedimientos Civiles del Estado, y es eficaz para tener por
demostrado que el referido litigante cuenta con la autorización
legal para ejercer la abogacía, inclusive, desde antes del inicio de
este controvertido ya que la fecha de expedición de la cédula
profesional así lo revela.
De consiguiente, lo anterior refleja que la actora incidentista
recibió asesoría profesional de abogado para defenderse en la
causa que originó la condena en costas, generando la procedencia
de
la
prestación
materia
de
cuantificación,
aplicando
en
lo
conducente, y por lo que informa en su texto, la ejecutoria
publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
del Tomo: XIV, Septiembre de 2001, Tesis: XI.2o.107 C, página
1303 que a la letra reza:
COSTAS, PRUEBA DEL PATROCINIO DE UN ABOGADO, PARA
EL PAGO DE LAS. El derecho al cobro de las costas no sólo
corresponde al abogado que tenga reconocida su personalidad
como representante de la parte que obtuvo resolución favorable
en el juicio correspondiente, sino que igualmente corresponde tal
derecho al abogado que haya patrocinado y asesorado
técnicamente a tal parte, en el desarrollo del proceso; de suerte
que independientemente de que quien asesoró a la parte en cuyo
favor se hizo tal condena no se apersonó en el juicio de donde
proviene el acto reclamado, como apoderado jurídico o abogado
patrono de aquélla, lo cierto es que si aparece del mismo que
firmó todos los escritos presentados por ésta, desde el de
contestación de demanda, ello constituye la prueba de que dirigió
la defensa ejercitada por dicha parte y que formuló los escritos,
con lo que se acredita su intervención como profesionista y, por
ende, el consiguiente derecho a percibir honorarios.
Luego, se ha dicho en este veredicto que la cuantía del
negocio para el tema de regulación de costas en concepto de
honorarios
de
abogado,
asciende
a
la
cantidad
de
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , que corresponde al avalúo realizado por
el * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * .
Cantidad que el actor incidentista tomó en cuenta para en
base a ella y a la diversa de $54.47 cincuenta y cuatro pesos
47/100 moneda nacional por concepto de salario mínimo general
vigente en esta zona económica, cuantificara los honorarios de
abogado
en
la
TRESCIENTOS
cantidad
de
CINCUENTA
$2´359,628.70
Y
NUEVE
(DOS
MIL
MILLONES
SEISCIENTOS
VEINTIOCHO PESOS 00/100 MONED A NACIONAL), siguiendo los
lineamientos que prevé el artículo 11 del vigente Arancel de
Abogados para el Estado de Jalisco.
No obstante, no resulta posible aprobar la partida de
honorarios de abogado por la cantidad que reclama, en principio,
porque asiste razón al señor * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * en cuanto
perdidoso de las costas según se observa del escrito respectivo en
que se opuso a la referida planilla, en el que sobre el monto de
honorarios de abogado adujo:
“[...] Además, se debe tomar en cuenta que la sentencia firme que
pronunciaron los integrantes de la Novena Sala del Supremo
Tribunal de Justicia del Estado de Jalisco, el 23 de enero del año
2008, en el toca número 332/2007, únicamente me condenó a
pagar las costas de primera instancia, según se advierte del
considerando VI en dicha resolución, en cuya proposición séptima
se condena:
SÉPTIMA. POR LOS MOTIVOS EXPRESADOS, SE CONDENA A
LA PARTE DEMANDA * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * [SIC], A PAGAR A
LA PARTE ACTORA * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , LAS COSTAS
GENERADAS CON MOTIVO DE LA TRAMITACIÓN DE ESTE
NEGOCIO. LUEGO EN LOS TÉRMINOS PRECISADOS EN ESTA
RESOLUCIÓN, SE ABSUELVE A LA PARTE ACTORA EN LA
RECONVENCIÓN * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , DE PAGAR A SUS
DEMANDADOS EN DICHA VÍA, LAS COSTAS GENERADAS CON
MOTIVO DE LA RECONVENCIÓN.
Sin que exista condena en costas por el trámite de la segunda
instancia, ya que en la proposición tercera de dicha ejecutoria se
establece:
TERCERA. No se realiza condena en costas por lo que a esta
instancia se refiere, en razón de que en el caso a estudio no se
actualiza ninguna de las hipótesis previstas en el artículo 142 del
Enjuiciamiento Civil del Estado de Jalisco. [...]”
Defensa que se estima objetivamente correcta, partiendo de
la premisa de que el abogado del actor incidentista obtuvo el
monto de honorarios de abogado de emplear las operaciones
aritméticas previstas en el numeral 11 del vigente Arancel de
Abogados para el Estado de Jalisco, que prevé el monto de
honorarios para cuando se obtuvo condena en costas en ambas
instancias, lo que en el caso no ocurrió al encontrarnos que
únicamente se obtuvo condena de costas en primera instancia
como acertadamente lo señala el demandado incidental.
En ese sentido, para la regulación y cuantificación respectiva
deberá tenerse en cuenta en este veredicto lo que para el caso
prevé el citado numeral 11 del Arancel de Abogados para el
Estado de Jalisco en conjunción con el 12 que reza “Artículo 12.
Cuando el abogado se encargue de un negocio ya comenzado, o
no concluya el que haya principiado, cobrará la parte proporcional,
considerando
para
tal
efecto
que:
a
la
primera
instancia
corresponden dos terceras partes, de las cuales a la demanda o
contestación con las que se plantea la litis, le corresponde la
mitad de dichos honorarios; a las actuaciones siguientes hasta
antes de presentar alegatos un 40% de los mismos; y 10% para el
escrito de alegatos. La otra tercera parte se causará por la
segunda
instancia .
En
caso
de
que
sea
más
reducida
la
intervención del abogado, se estará a lo dispuesto por el artículo
20 de este arancel”; es decir, que del monto que se obtiene en la
manera prevista en el arábigo 11 de dicha ley, a la primera
instancia corresponden dos terceras partes mientras que la otra
tercera parte se causará por la segunda instancia.
Finalmente, se destaca que no es viable aprobar la planilla
de costas en concepto de honorarios de abogado por el monto
pretendido por el actor incidentista, ya que las operaciones
aritméticas que realizó son desacertadas porque no se ajustan
estrictamente a lo previsto en el arábigo 11 del vigente Arancel
para Abogados del Estado de Jalisco, establece: “Artículo 11. Por
todo juicio contencioso, civil, laboral, administrativo, de amparo u
otros semejantes, por cantidad determinada, desde su principio
hasta su conclusión, por pago, convenio o sentencia definitiva,
incluyéndose consultas, conferencias, juntas, vistas de autos y
documentos, escritos, informes y cuanto trabajo se relacione con
el asunto, cobrarán un 25% del valor del negocio, si no pasa de
300 días de salario mínimo general vigente en la entidad (S. M. G.
V.); un 20% de lo que exceda hasta la cantidad de 1,200 días de
S. M. G. V.; un 15% de lo que exceda de la anterior cantidad hasta
6,000 días de S. M. G. V. y un 10% de lo que rebase esta cifra,
sea cual fuere la cantidad.”
En efecto, ya que en oposición a lo sustentado en la
demanda incidental, se estima que interpreta de forma errónea el
citado numeral, dado que pierde de vista que al establecerse
expresamente las palabras: ”25% del valor del negocio si no pasa
de […]; un 20% de lo que exceda hasta la cantidad de […]; un 15%
de lo que exceda de la anterior cantidad hasta […] y un 10 % de lo
que rebase esta cifra…” es evidente que las cantidades que se
vayan obteniendo conforme a los porcentajes de mérito, deben
excluirse
respectiva
y
escalonadamente
en
relación
con
la
equivalente a 300 trescientos días de salario mínimo general
vigente en la entidad, seguido de aquélla que rebase esta cifra.
Por consiguiente, si el actor incidentista cuantificó el monto
de honorarios que, según adujo, refiere el numeral 11 del vigente
Arancel de Abogados para el Estado de Jalisco, sumando lisa y
llanamente
las
cantidades
que
obtuvo
de
multiplicar
a
los
porcentajes en comento, los montos que se obtuvieron al convertir
los citados salarios en moneda nacional establecidas en dicho
ordenamiento legal; es decir, sin descontar gradualmente las
cantidades previamente obtenidas hasta culminar en el tope
máximo del 5% que exceda la cantidad de $300 trescientos días
de salario mínimo general vigente en esta como lo también lo
establece el citado precepto; es inconcuso que la planilla no debe
ser
aprobada
en
la
manera
peticionada,
pero
sí
regulada
oficiosamente por esta autoridad al erigirnos como juzgador de
primera instancia precisamente a falta de reenvío en nuestra
legislación.
Conviene precisar que independientemente de la actitud que
tome la parte contra quien se formula liquidación de las costas
decretadas, no sólo es facultad sino obligación del Juzgador
analizar la procedencia de las prestaciones que se reclamen, pues
de
lectura
integral
del
numeral
145
del
Código
de
Procedimientos Civiles del Estado de Jalisco, se pone de
manifiesto que se impone al juzgador el deber de fallar con arreglo
a
derecho
lo
que
estime
justo,
ello
cuando
dice:
“................ después de transcurrido ese término, con o sin la
contestación de aquél , el Juez resolverá lo conducente .............”
Lo anterior encuentra apoyo en las tesis publicadas en el
Semanario Judicial de la Federación, la primera en el Tomo:
115-120 Sexta Parte visible en la página 48 y la que se transcribe
en segundo término localizable en el Tomo VI Segunda Parte-1,
página 123 bajo el epígrafe y texto:
“COSTAS, REGULACION DE, CUANDO LA PARTE REO NO
IMPUGNA LA PLANILLA . Para la regulación de la planilla de
costas, la falta de objeción de la parte perdidosa no presupone
forzosamente que la planilla correspondiente deba aprobarse en
los términos que se hubiere elaborado.”
"COSTAS, REGULACION DE LAS. LA FALTA DE OBJECION A LA
LIQUIDACION POR EL CONDENADO NO IMPONE AL JUZGADOR
LA OBLIGACION DE APROBARLA POR SU IMPORTE TOTAL .
Aunque en el incidente de costas y gastos el condenado nada
haya expuesto dentro del término que al efecto se le fijó, para en
su caso objetar las diversas partidas de la liquidación
correspondiente, lo estatuido por el artículo 1087 del Código de
Comercio en el sentido de que "si nada expusiere dentro del
término fijado la parte condenada, se decidirá el pago", en modo
alguno impone al juzgador el deber de aprobar dicha liquidación
en su importe total, ya que, conforme a lo preceptuado por el
artículo 1088 del ordenamiento señalado, debe entenderse que se
resolverá lo que estime justo, pero obviamente con arreglo a
derecho."
Así las cosas, se procede a regular la planilla de costas
referente a
cuenta
la partida de honorarios de abogado, teniendo en
que
es
valor
del
negocio
la
cantidad
de
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , lo que representa un total de 422,682
(cuatrocientos veintidós seiscientos ochenta y dos) días de
salarios mínimos a razón de $54.47 cincuenta y cuatro pesos
47/100 moneda nacional, que según lo expuso el actor incidentista
corresponde al monto del salario mínimo general vigente en esta
entidad a la fecha de presentación de la demanda incidental (año
2010),
lo
que
permite
realizar
las
operaciones
matemáticas
correspondientes, según se explican a continuación:
Entonces, por los primeros 300 días que representan
$16,341.00 moneda nacional se causa el 25% que da un total de
$4,085.00 (cuatro mil ochenta y cinco pesos moneda nacional)
Sobre los siguientes 900 días de salario, que es el excedente
entre los primeros 300 y el siguiente margen establecido a 1.200
días, se causa el 20%; por tanto 900 por $54.47 da un total de
$49,023.00 moneda nacional, al que se aplica el citado 20%
generando $9,804.60 (nueve mil ochocientos cuatro pesos 60/100
moneda nacional).
Por los siguientes 4.800 días de salario, que es el excedente
entre los primeros 1,200 días y el siguiente margen establecido a
6.000 días, se causa un 15%; por tanto 4800 por $54.47 da un
total de $261,* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * .00 moneda nacional, al que
se aplica el citado 15% generando $39,218.40 (treinta y nueve mil
doscientos dieciocho pesos 40/100 moneda nacional).
Respecto a los siguientes 416,682 días de salario, que es el
excedente respecto de los primeros 6,000 días =ya cuantificados=
en líneas anteriores en relación al valor del negocio equivalente
en 422,682 días de salario, se obtiene que multiplicando los
416,682 días por el salario mínimo a razón de $54.47 pesos da un
total de $22´696,668.50 moneda nacional, importe al que aplica el
10% dando un total de $2´269,666.85 (dos millones, doscientos
sesenta y nueve mil seiscientos sesenta y seis pesos 85/100
moneda nacional).
Así las cosas, sumando los cuatro subtotales se obtiene la
cantidad de $2´322,774.85 (dos millones trescientos veintidós mil
setecientos setenta y cuatro pesos 85/100 moneda nacional), que
correspondería al monto de costas en concepto de honorarios de
abogado por ambas instancias, empero, teniendo en cuenta que
solo existe condena por lo que ve a la primera instancia, a dicha
suma se le extrae la que corresponde a las 2/3 partes, dando un
gran
total
de
$1´548,516.56
(UN
MILLÓN
QUINIENTOS
CUARENTA Y OCHO MIL QUINIENTOS DIECISÉIS PESOS 56/100
MONED A NACION AL), por la que en definitiva se regula y se
aprueba la partida de honorarios de abogado en primera
instancia, cantidad que dicho que sea de paso se ajusta a los
parámetros
que
establece
el
artículo
146
del
Código
de
Procedimientos Civiles del Estado de Jalisco, puesto que está
por encima del 5% cinco por ciento del valor del negocio pero
sin rebasar el 10% diez por ciento del mismo.
El procedimiento seguido en líneas anteriores, se ilustra con
el siguiente esquema:
D
í
a
s
CALCULO DE HONORARIOS PROFESIONALES
CONFORME AL ARANCEL
P
v
Monto
APLICA
o
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obtenid
CIÓN
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5
4
,
4
7
$
5
4
,
4
7
$
5
4
,
4
7
1
0
%
$
5
4
,
4
7
3
0
0
2
5
%
9
0
0
2
0
%
4
,
8
0
0
4
1
6
,
6
8
2
T
O
T
A
L
4
2
2
,
6
8
2
$16,341
.00
$4,085.0
0
$49,023
.00
$9,804.6
0
$261, * *
******
******
******
* .00
$39,218.
40
$22
´696,66
8.50
$2
´269,66
6.85
TOTAL
$2
´322,77
4.85
2/3
partes
$1
´548,51
6.56
VI.- En virtud de no existir reenvío en la apelación este tribunal en
ejercicio de plena jurisdicción, procede a modificar la sentencia
atacada siguiendo los lineamientos antes señalados, lo anterior
con apoyo en la siguiente Jurisprudencia emitida por el Segundo
Tribunal Colegiado del Décimo Primer Circuito, editada en el
Semanario
Judicial
de
la
Federación
en
su
tercer
tomo,
correspondiente al mes de Octubre del año 2005 dos mil cinco,
página 2075, bajo el rubro:
AGRAVIOS EN LA APELACIÓN. AL NO EXISTIR REENVÍO EL AD
QUEM
DEBE
REASUMIR
JURISDICCIÓN
Y
ABORDAR
OFICIOSAMENTE SU ANÁLISIS. SIN QUE ELLO IMPLIQUE
SUPLENCIA DE AQUÉLLOS.- si bien es cierto que en la apelación
contra el fallo definitivo de primer grado el tribunal de alzada debe
concretarse a examinar, a través de los agravios, las acciones,
excepciones y defensas que se hayan hecho valer oportunamente
en primera instancia, porque de lo contrario el fallo sería
incongruente, también lo es que esa regla general dado que en la
apelación no existe reenvío, por lo que el órgano jurisdiccional de
segundo grado no puede devolver las actuaciones para que el a
quo subsane las omisiones que hubiera incurrido, en aras de
respetar ese principio de congruencia y no dejar inaudito a
ninguno de los contendientes por lo que, a fin de resolver la litis
natural en todos sus aspectos, el ad quem debe reasumir su
jurisdicción y abordar oficiosamente el análisis correspondiente,
sin que ello implique suplencia de agravios.
En consecuencia, se modifica la sentencia definitiva de 11
once de enero de 2011 dos mil once, y queda de la forma
siguiente:
“PRIMERA .- “persiste”
SEGUNDA.- “persiste”
TERCERA.- “persiste”
CUARTA.- Por lo fundado y motivado en la parte considerativa de
esta interlocutoria, se REGULA Y SE APRUEBA la planilla de
costas formulada por * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , en su carácter de
abogado patrono de la parte actora principal e incidental
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , por la cantidad de $1´548,516.56 (UN
MILLÓN QUINIENTOS CUARENTA Y OCHO MIL QUINIENTOS
DIECISÉIS PESOS 56/100 MONEDA NACIONAL), en concepto de
honorarios de abogado que se generaron en primera instancia.”
VII.- Finalmente, tomando en consideración que en este caso, no
se actualiza ninguna de las hipótesis previstas por el artículo 142
del Código de Procedimientos Civiles del Estado, no se impone
condena respecto de costas de segunda instancia.
Por lo anteriormente expuesto y fundado en derecho, con
apoyo en lo previsto por los artículos 422, 423, 424, 425, 426,
427, 428, 429 y 430 del Enjuiciamiento Civil de la Entidad, se
resuelve interlocutoriamente conforme a las siguientes:
P R O P O S I C I O N E S:
PRIMER A: Derivado del cumplimiento que se hizo al fallo protector
arriba
citado,
se
determinó
que
ALGUNOS
de
los
agravios
expresados * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * en su carácter de abogado
patrono de la parte actora principal * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * ,
resultaron
fundados
para
alcanzar
su
propósito,
no
así
los
restantes. Mientras que NINGUNO de los motivos de reproche
vertidos
por
la
*********************,
parte
demandada
resultaron
acertados
principal
para
lograr
su
cometido. En consecuencia:
SEGUNDA: Se MODIFIC A la sentencia interlocutoria del día 11
once de enero del año 2011 dos mil once , pronunciado por la
Juez Sexto de lo Civil del Primer Partido Judicial del Estado de
Jalisco, dentro de los autos relativos al juicio CIVIL ORDINARIO
(Acción
de
Plenaria
*********************,
de
Posesión) ,
contra
de
promovido
por
*********************
ventilado bajo expediente número 1092/2003, y queda en los
términos
que
se
precisan
en
el
considerando
VI
de
esta
resolución.
TERCERA: No se está en el caso de imponer condena respecto de
costas de segunda instancia, al no actualizarse ninguno de los
supuestos a que alude el numeral 142 del Código Procesal Civil.
CUARTA:
Remítase
testimonio
de
la
presente
resolución,
constancias de las notificaciones, autos y documentos al Juzgado
de su procedencia, y en su oportunidad, archívese el presente
como negocio concluido, ello acorde a lo dispuesto por el artículo
478 del cuerpo de leyes en cita.
QUINTA.- Envíese copia certificada de presente veredicto al
JUZGADO TERCERO DE DISTRITO EN MATERIA CIVIL EN EL
ESTADO DE JALISCO , con el ánimo de dar cumplimiento al fallo
protector dictado en el juicio de amparo indirecto 663/2012-VI y su
acumulado 667/2012-IV del índice de dicho tribunal.
CÚMPLASE Y NOTIFÍQUESE PERSONALMENTE.Así lo resolvieron y firman los integrantes de la Novena Sala del
Honorable Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Jalisco, que
se encuentra integrada, de conformidad con lo que disponen los
artículos 36 y 37 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, con los
Magistrados
*********************,
(PONENTE),
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , este último por acuerdo tomado en la
Sesión Plenaria Ordinaria del Pleno del Supremo Tribunal de Justicia
de
9
nueve
de
noviembre
de
2012
dos
mil
doce,
y
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , este último en sustitución del Licenciado
Magistrado
*********************,
con
motivo
de
la
excusa
emitida con fundamento en el numeral 184 fracción XIV y 185 del
Código de Procedimientos Civiles del Estado de Jalisco, actuando en
la Secretaría de Acuerdos el Licenciado * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * .
LPH/GLT*Šgg
Esta f oja corresponde a la última de la sentencia pronunciada en acatamiento al f allo
protector dictado dentro del juicio de amparo indirecto 663/2012-VI y su acumulado
6 6 7 / 2 0 1 2 - I V d e l í n d i c e d e l J u z g a d o Te r c e r o d e D i s t r i t o e n M a t e r i a C i v i l e n e l E s t a d o d e
Jalisco, el 29 veintinueve de abril de 2013 dos mil trece, dentro del toca número 214/2011
del índice de la Nov ena Sala del Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Jalisco.
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