SALA 3 FD. N - Poder Judicial de la Nación

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Poder Judicial de la Nación
EXPTE. 6429
SALA
3 FD. N*
CÁMARA FEDERAL DE APELACIONES
BOL 52
DE LA PLATA.OF. DE JURISPRUDENCIA
PUBLICACIÓN EN SITIO WWW.PJN.GOV.AR
B 300____
Carpeta : MARCAS Y PROPIEDAD INTELECTUAL
LEY DE MARCAS.INFRACCIÓN ART.31 INC.D)
LEY
22.362.CONFIGURACIÓN
DEL
TIPO
PENAL
En el caso se apeló el procesamiento del imputado por entender la defensa que le mera tenencia
de mercadería apócrifa no constituye la conducta típica prevista en el art. 31 inc. d) de la ley
USO OFICIAL
22.362, habilitando solo la via civil.
“Liminarmente, conviene precisar que el artículo 31 inciso “d” de la ley 22.362, prescribe
que será reprimido con prisión de tres meses a dos años pudiendo aplicarse además una
multa a quien “ponga en venta, venda o de otra manera comercialice productos o servicios
con marca registrada falsificada o fraudulentamente imitada”.En otras palabras, la norma
protege el uso exclusivo de una marca por quien está legitimado para hacerlo, intentando
impedir la confusión en el consumidor. Este inciso se refiere al último paso en la cadena de
los delitos marcarios, es decir, el ofrecimiento al público de los productos con marcas
fraudulentamente imitadas y/o falsificadas. (…)el agravio dirigido a demostrar que R. sólo
tenía la mercadería pero no la comercializaba, no sirve para enervar la decisión apelada,
máxime cuando reconoció ser el titular del local (ver fs. 184 del escrito de la defensa) y
además se agregaron a la causa al menos una factura de operación de venta del producto
de fecha anterior.
(…)no puede desconocerse que la norma marcaria infringida lleva
ínsita una gran amplitud y comprende todos los actos de exhibición, oferta y de intercambio,
alquiler o cualquier otra forma mediante la cual alguien adquiera algún derecho sobre el
producto en tela de juicio. Dicho en otros términos, se cumplirá con el proceder previsto por
el tipo penal con la puesta en circulación de productos con marca en infracción,
independientemente del modo oneroso o no en que ello se realice (1)”.(DEL
VOTO DEL
DR. PACILIO CON ADHESIÓN DE LOS DRES.VALLEFÍN Y NOGUEIRA)
NOTAS: 1) REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS: conf. Otamendi, Jorge, “Derecho
de Marcas”, segunda edición, Buenos Aires, 1995, Abeledo-Perrot, capítulo VI,
6.6, p. 283 y siguientes.
8/3/2012.SALA TERCERA.Expte 6429“N. I. LDT s/Infracción Ley 22.362".
Juzgado Federal de Quilmes.
LEY DE MARCAS. INF. Art.31 Inc..d) LEY
22.362.PROCESAMIENTO.CAUCIÓN REAL.
PROCEDENCIA
SIN
PERJUICIO
DEL
ACUERDO POR PERJUICIOS OCASIONADOS.
En el caso habiéndose celebrado un Acuerdo entre la firma afectada por el delito y
el imputado, en el que el primero se hace cargo de los perjuicios ocasionados.
sostiene la defensa que no corresponde la suma fijada como embargo.
“La naturaleza cautelar del auto que ordena el embargo tiene como fin
garantizar en medida suficiente la efectividad de las responsabilidades
civiles emergentes de los delitos, así como también la “eventual” pena
pecuniaria. Así lo establece el art. 518 del CPPN. Toda vez que el delito
atribuido(…)presenta prima facie una finalidad de lucro, susceptible de
causar perjuicios económicos a terceros, el monto de mil pesos ($ 1.000)
fijado en concepto de embargo es razonable, no resultando, como se vió,
atemperado por la circunstancia de que haya firmado un acuerdo
intrapartes.” (DEL VOTO DEL DR. PACILIO CON ADHESIÓN DE
DRES. VALLEFÍN Y NOGUIEIRA)
8/3/2012.SALA
TERCERA.Expte.
6429“Nike
Internacional
LDT
s/Infracción Ley 22.362"Juzgado Federal de Quilmes.
PODER JUDICIAL DE LA NACIÓN
//Plata, 8 de marzo de 2012.
RS3
T. 87 F. 114
VISTO: Este expediente n° 6429/III, “N. I. LDT s/Infracción
Ley 22.362", del Juzgado Federal de Primera Instancia de Quilmes;
Y CONSIDERANDO QUE:
El juez Pacilio dijo:
I. Llegan las actuaciones a esta Sala con motivo del recurso de
apelación interpuesto por la defensa de J. F. R. (fs. 183/185) contra la
resolución de fs. 174/177 que lo procesó en orden al delito previsto y
reprimido en el art. 31 inc. “d” de la ley 22.362, fijándole la suma de mil
pesos en concepto de embargo.
II. Los agravios de la defensa pueden sintetizarse así: a) no
surge de la causa elemento de prueba que permita afirmar el carácter
subjetivo necesario que pruebe la existencia de dolo por parte de su
defendido, b) no surge de la causa que su asistido haya realizado la
conducta típica que se le endilga, y la simple tenencia de la mercadería, tan
solo habilita la vía civil, c) Repetto celebró con el representante de “N.” un
acuerdo donde se hizo cargo de los perjuicios ocasionados a la firma,
siendo que su representante concluyó que no tenía nada que reclamar, d)
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en consideración de esto último, la suma fijada en concepto de embargo es
improcedente.
III. Los testimonios que conforman estas actuaciones reconocen
su origen en la causa 1346/09 de la Secretaría Civil n° 6 del juzgado a quo.
A fs. 25/29 obra la presentación efectuada por el representante
de la firma “N. I. LDT” con el objeto de constatar la comisión de infracciones
marcarias en la que podrían haber incurrido locales de venta (nros. 16, 23 y
26) ubicados en la calle Mitre 915 de Avellaneda.
Obran a fs. 22, 24, 77 y 100 copias del recibo emitido por la
firma “J & C S.” de fecha 6 de mayo de 2009 en concepto de compra de
calzado, labrado por la suma de $ 300.
Como consecuencia de tal denuncia, se libró mandamiento de
constatación, inventario y embargo en relación, entre otros, al local nro. 23
USO OFICIAL
denominado “J & C S.”.
A fs. 50/51 luce agregado el acuerdo que habrían suscripto el
representante de N. y el imputado donde este último reconoce el mejor
derecho del primero, abona seis mil pesos en concepto de daños y
perjuicios, y establecen condicionamientos para el futuro.
El resultado del mandamiento obra a fs. 101/102 vta.
Puntualmente, se logró el secuestro de: dieciséis zapatillas con la
inscripción “N. R.”, diez zapatillas con la inscripción “N. A.”, siete zapatillas
modelo “R3”, cinco zapatillas modelo “TL3”, seis modelo “T.”, treinta
zapatillas modelo “shox D4 resortes”, todas ellas presuntamente apócrifas
(fs. 32/34.
A fs. 107 y vta. obra el requerimiento de instrucción formulado
por la fiscal interviniente, quien impulsó la acción penal contra Repetto.
El resultado del peritaje ordenado a fs. 135 en relación al material
incautado concluyó que las zapatillas incriminadas atribuidas a las marcas
“N.”, son falsas (fs. 156/157) agregándose a fs. 158/165 placas fotográficas
del material peritado.
Con los elementos colectados, se citó a prestar declaración
indagatoria a J. F. R. (fs. 168) acto que se plasmó a fs. 173 y vta. donde el
nombrado hizo uso del derecho a negarse a declarar.
IV.1. Liminarmente, conviene precisar que el artículo 31 inciso
“d” de la ley 22.362, prescribe que será reprimido con prisión de tres meses
a dos años pudiendo aplicarse además una multa a quien “ponga en venta,
venda o de otra manera comercialice productos o servicios con marca
registrada falsificada o fraudulentamente imitada”.
En otras palabras, la norma protege el uso exclusivo de una
marca por quien está legitimado para hacerlo, intentando impedir la
confusión en el consumidor. Este inciso se refiere al último paso en la
cadena de los delitos marcarios, es decir, el ofrecimiento al público de los
productos con marcas fraudulentamente imitadas y/o falsificadas.
2. Sobre la base de tales pautas y de las constancias fácticas
del sub judice, se adelanta que la pretensión de la defensa no tendrá
acogida ante esta Alzada.
2.1. En efecto, teniendo en cuenta los hechos investigados, el
material incautado y peritado, y la visión amplia del precepto legal que
gobierna la solución del caso, el agravio dirigido a demostrar que R.sólo
tenía la mercadería pero no la comercializaba, no sirve para enervar la
decisión apelada, máxime cuando reconoció ser el titular del local (ver fs.
184 del escrito de la defensa) y además se agregaron a la causa al menos
una factura de operación de venta del producto de fecha anterior.
A esta altura, no puede desconocerse que la norma marcaria
infringida lleva ínsita una gran amplitud y comprende todos los actos de
exhibición, oferta y de intercambio, alquiler o cualquier otra forma mediante
la cual alguien adquiera algún derecho sobre el producto en tela de juicio.
Dicho en otros términos, se cumplirá con el proceder previsto por el tipo
penal con la puesta en circulación de productos con marca en infracción,
independientemente del modo oneroso o no en que ello se realice (conf. O.,
J., “Derecho de Marcas”, segunda edición, Buenos Aires, 1995, AbeledoPerrot, capítulo VI, 6.6, p. 283 y siguientes).
2.2. Al agravio defensista basado en la existencia de un
acuerdo firmado entre el imputado y el representante de la firma “N.”, se dirá
que tratándose el delito de marras de aquellos de acción pública y obrando
en la causa el impulso penal necesario para la prosecución de la misma, la
existencia o no de un acuerdo entre partes en nada altera la naturaleza
propia del proceso iniciado.
2.3. La defensa invoca que no se encuentra acreditado en autos
el dolo que requiere la norma penal en análisis.
Al respecto se advierte que de la lectura del desarrollo de la
pericia practicada sobre las zapatillas secuestradas, se lee que las etiquetas
o marbetes que presentaban diferían con los que llevan las muestras
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originales en cuanto a su diseño y diagramación como así también en
cuanto a sus impresiones “ya que se visualizan carentes de definición y
nitidez, como así también que los marbetes de tela no presentan prolijos
bordados o estampados”. Desde tal perspectiva, no resulta prima facie
razonable que el imputado no conociera la circunstancia de falsedad
apuntada, máxime cuando del acta de secuestro de la mercadería surge
que la cantidad de zapatillas halladas era, en su mayoría, dispar.
3. Por lo demás, esta Sala III, en reiterados precedentes
sostuvo que: "(…) para el dictado del procesamiento sólo es necesario que
exista el acto delictuoso y la presunta culpabilidad del autor, sin que sea
imprescindible la comprobación exhaustiva de ellos. Es decir que en el
procesamiento se evalúa si de las constancias de la causa resulta un grado
de conocimiento del que emerge un indicio de probabilidad apoyado en
USO OFICIAL
comprobaciones realizadas. Ello implica una calificación de los hechos y la
concreción del grado de presunta culpabilidad que le corresponde al
imputado" (Confr. expte. nro. 358 "Incaminato, Leandro Fabio, s/ley 23.737"
resuelta el 25/3/97).
4. El juez instructor en el apartado II) del auto interlocutorio
atacado fijó una caución real de mil pesos ($ 1.000).
La naturaleza cautelar del auto que ordena el embargo tiene
como
fin
garantizar
en
medida
suficiente
la
efectividad
de
las
responsabilidades civiles emergentes de los delitos, así como también la
“eventual” pena pecuniaria. Así lo establece el art. 518 del CPP.
Toda vez que el delito atribuido a R. presenta prima facie una
finalidad de lucro, susceptible de causar perjuicios económicos a terceros, el
monto de mil pesos ($ 1.000) fijado en concepto de embargo es razonable,
no resultando, como se vió, atemperado por la circunstancia de que haya
firmado un acuerdo intrapartes.
Por ello, propongo al Acuerdo: Confirmar la resolución apelada
de fs. 174/177.
Así lo voto.
El juez Vallefín dijo:
1.
Los antecedentes, decisión apelada y agravios están
suficientemente desarrollados en el voto del señor juez doctor Pacilio a los
que me remito por razones de brevedad. Me adhiero, también, a la solución
que alcanza aunque añadiré algunas consideraciones.
2. En efecto, la falta del elemento intencional alegada en el
recurso como causa de atipicidad de la conducta enrostrada, no puede
tener acogida. Es que en lo que interesa al aspecto subjetivo del injusto
endilgado, si bien es cierto que en este caso el dolo no se presume, existen
en el sub judice diversos motivos que tomados en su conjunto llevan a
descartar -con el grado de certeza requerido en este estadio procesal- la
buena fe del imputado en cuanto al desconocimiento de que se tratara de
zapatillas falsificadas o imitadas.
3. A las circunstancias particulares que rodearon al caso bajo
examen, es decir, a la cantidad de calzado apócrifo secuestrado, a la
ausencia de documentación habilitante para la comercialización de los
productos de la firma en cuestión y al reconocimiento por parte del imputado
de la titularidad del local comercial allanado sito en Avda. Mitre nro. 915
(local 23), deben añadirse los dichos vertidos por el propio imputado en el
acuerdo celebrado con el apoderado de la firma “N.” en sede civil, que fuera
rubricado por ambos y que no ha sido controvertido (v. fs. 50/51).
De su lectura se desprende que R. “(…)reconoce los mejores
derechos que le asisten a ‘N.’ respecto de sus registros marcarios y se
obliga en el futuro a no comercializar por sí o interpósita persona,
mercadería de ningún tipo identificada con las marcas de propiedad de ‘N.’
sin autorizacion de ésta”. Además, abonó en dicho acto “la suma de $ 6.000
(…) en concepto de la cancelación de los daños y perjuicios y costos por la
comercialización de la mercadería en infracción” (énfasis añadido).
Todos estos elementos permiten suponer que el encartado
conocía acabadamente el carácter apócrifo del calzado pesquisado,
resultando en consecuencia, ser responsable del delito que se le enrostra
en sede penal.
4. Por tanto, considero que el recurso de apelación deducido
debe ser desestimado, ya que concurren en el caso elementos suficientes
para tener prima facie por autor penalmente responsable a J. F. R. del delito
de comercialización de productos con marca registrada falsificada o
fraudulentamente imitada, previsto y reprimido por el artículo 31 inciso ‘d’ de
la ley 22.362.
5.
Juzgo,
en
consecuencia,
que
procesamiento decretado en la instancia de origen.
Así lo voto.
El juez Nogueira dijo:
debe
confirmarse
el
Poder Judicial de la Nación
Me adhiero a los votos precedentes.
Así lo voto.
Por ello, el Tribunal RESUELVE: Confirmar la resolución
apelada de fs. 174/177.
Regístrese, notifíquese y devuélvase.Fdo.Jueces Sala III Dres.
Carlos Alberto Vallefín - Antonio Pacilio- Carlos Alberto Nogueira.
USO OFICIAL
Ante mí:Dra. Concepción Di Piazza de Fortín. Secretaria Federal.
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