Uno de los mayores problemas a los que se enfrenta África es la falta de información que, en el resto del mundo, se recibe acerca del continente. Vivimos en la era de los mensajes y de la comunicación. A veces parece que, a golpe de click, pudiéramos acceder a cualquier canción del mundo, encontrar información sobre cualquier cosa, ver imágenes de cualquier país. Sin embargo, inmersos en esa avalancha audiovisual, muy a menudo no nos damos cuenta de lo desequilibrada que está la balanza Norte-Sur. Los contenidos producidos en los países desarrollados son enormemente más numerosos y accesibles. No tenemos apenas posibilidades de escuchar al continente africano y, cuando nos llegan imágenes y voces desde allí, en su mayoría han pasado por las cámaras o micrófonos de un periodista. ¿Es posible escuchar, realmente, la voz de África? La escuela no se adapta al medio de subsistencia de los pastores de Kenya Forzados a la trashumancia por la sequía, los pastores de Kenya dicen que necesitan escuelas itinerantes que se desplacen con ellos y sus ganados. Nasra Hassan, una niña de siete años de una comunidad de pastores de Kenya, estuvo matriculada en la escuela primaria de Basaa, situada en Merti, una comarca de la remota provincia septentrional de Isiolo. Pero llegó la sequía…, que dejó a cuatro millones de habitantes de Kenya dependientes de la ayuda alimentaria y azotó con especial dureza a las regiones que viven del pastoreo. Ahora, en vez de ir a clase, Nasra tiene que dedicarse a labores domésticas, cocinando, lavando y acarreando agua y leña. Los padres de Nasra no tienen medios para correr con los gastos de su educación. Como los pastores tienen que desplazarse a grandes distancias en busca de agua, cada vez falta más gente para echar una mano en las tareas domésticas. Por eso Nasra ha tenido que quedarse en casa para ayudar. El conflicto entre la búsqueda de medios de subsistencia y la educación de los hijos es un problema que surge a intervalos frecuentes en las zonas de pastoreo. Un padre de familia de Isiolo dice: “La escuela que nosotros necesitamos es una escuela que se vaya desplazando con nosotros y nuestras bestias”. ESCOLARES DE CASTAS INFERIORES La estigmatización que aflige a los musahar de la India mina la autoestima de sus hijos, imprescindible para poder aprender en la escuela. “Los alumnos de castas más altas nos dicen que olemos mal”, declara una muchacha. Otra añade: “Nos ridiculizan y por eso nos cuesta mucho ir a la escuela, donde además no podemos sentarnos con los niños de las castas altas”. Así se expresan unas muchachas de la aldea de Khalispur, cercana a la ciudad de Varanasi, que pertenecen a la comunidad de los musahar –“cazadores de ratas”– asentados en la parte oriental del Estado de Uttar Pradesh (India). Aunque tienen derecho a beneficiarse de un subsidio, del almuerzo de mediodía y de un uniforme escolar, son pocas las muchachas de esta casta que frecuentan la escuela primaria pública de Khalispur. “Nos obligan a sentarnos en el suelo, y los pupitres y los bancos sólo son para los niños de castas más altas” Niños sin escolarizar en Filipinas a causa de la guerra El sistema educativo es víctima, por partida doble, del actual conflicto armado en la región filipina de Mindanao. El nuevo hogar de Mujahidin es una tienda de campaña levantada en el terreno de una escuela, pero él apenas tiene tiempo para ir a clase. Para este muchacho y muchos otros más de los que viven en el campamento para evacuados, lo más importante actualmente es ayudar a sus padres a procurarse comida para complementar las escasas raciones alimentarias recibidas. “Sólo puedo ir a clase por la mañana, porque por las tardes tengo que ir a coger hortalizas y leña fuera del campamento, para luego regresar antes de que se haga de noche”, dice. Mujahidin tiene trece años y es el mayor de cinco hermanos que han tenido que refugiarse, con sus padres y abuelos, en un campamento instalado en la escuela elemental de Datu Gumbay Piang, en Maguindanao. Los duros enfrentamientos entre las fuerzas militares y los rebeldes separatistas han concentrado a centenares de miles de civiles en campamentos de evacuación gubernamentales, que se han establecido a menudo en los terrenos de centros escolares. Perú: el papel fundamental de la enseñanza bilingüe Gracias a enseñanza bilingüe, los niños de ascendencia indígena se sienten bien acogidos en una escuela de Lima. Cuando Ema Franco explica a sus diez alumnos de cinco a siete años cuáles son las reglas de higiene elementales para evitar el contagio de la gripe porcina, se dirige a ellos en español y en shipibo, alternativamente. De los seis docentes adscritos a la escuela, Ema es una de las dos maestras bilingües de ascendencia shipiba. Este centro docente estatal para la comunidad shipiba está ubicado en Cantagallo, un barrio pobre del este de Lima, y acoge a más de medio centenar de niños shipibos y mestizos, cuyas familias emigraron a la capital peruana cace diez años atrás para huir de las zonas de conflicto armado. “En clase, nos dirigimos a los niños en shipibo para que puedan sentir que pertenecen a una comunidad más amplia. Tienen que aprender a apreciar su cultura y superar sus temores. Algunos se muestran reacios a revelar que son shipibos”, dice la directora de la escuela, Rosario Amasifúen, que también es de ascendencia shipiba. De niño de la calle a alumno sobresaliente en Tanzania Ofrecer una “segunda oportunidad” de educación a los adolescentes para que puedan cambiar el rumbo de su vida. Ramadhani Ibrahim, habitante de Chamwino, una barriada miserable de la ciudad de Morogoro, no había puesto nunca los pies en una escuela a los diez años cumplidos. Andaba por la calle vendiendo bolsas para la compra, a fin de ayudar a su familia. Ramadhani recuerda ahora cómo llegó a recibir la ayuda de la Fundación Faraja: “Un día que estaba vendiendo verduras por la calle, un señor y una señora se acercaron y me hicieron unas cuantas preguntas. Luego me dijeron que les gustaría mandarme a la escuela. ¡No llegué a creérmelo! Cuando volví a casa y se lo conté a mi madre, nos pusimos los dos a dar gritos de alegría”. “Durante los dos años que estuve en la escuela para niños de la calle de la Fundación Faraja, fui de los primeros de la clase. Al cabo de esos dos años, fui a cursar cuarto grado de primaria a la escuela de Bungo, donde llegué a ser el primero de mi curso de 151 alumnos. En 2003, me presenté al examen nacional de séptimo grado y conseguí la mejor puntuación de toda la región de Morogoro, por lo que me escogieron para ingresar en el colegio de enseñanza secundaria de Mzumbe, un centro docente especial para alumnos sobresalientes. Ahora estoy muy contento porque mis sueños se han hecho realidad”. Ayuda de emergencia para paliar las consecuencias de la situación tras el terremoto en la región de Puerto Príncipe, República de Haití Tras la primera fase de emergencia , el Instituto de La Salle se ha comprometido a construir en Puerto Príncipe un Centro Educativo para los niños y jóvenes afectados por la catástrofe. Los lasalianos de Haití están planteando la construcción, animación y administración permanente de un Centro de Educación para Educadores, con una Escuela Elemental anexa que acoja en un primer momento a niños afectados por la presente catástrofe quienes serán sus primeros alumnos. En su estado inicial, nos informan, se ofrecerá a estos alumnos los servicios de un dispensario médico, un centro de salud temporal y un comedor escolar. Todo esto en vistas a, no solo paliar los daños inmediatos que los niños hayan sufrido, sino además apoyarlos en sus estudios y mejorar su nivel académico. Para iniciar este proyecto, los Hermanos del Distrito cuentan con un terreno disponible en Puerto Príncipe, la ciudad más afectada por el terremoto. La Universidad La Salle de Cancún, con amplia experiencia en toda la zona del Caribe, se ha ofrecido a cooperar con un proyecto arquitectónico para el Centro. ONGDs lasalianas y otras asociaciones están interesadas en apoyar este proyecto que además de atender a las necesidades inmediatas de la juventud haitiana, promete una atención constante y duradera dirigida hacia la auto suficiencia. A finales de abril, los Hermanos Adalberto Aranda, Visitador Auxiliar del Distrito Antillas- México Sur y responsable de la zona del Caribe, acompañado del Hermano Roberto López, ecónomo del Distrito, se encontrarán en Puerto Príncipe con el Hermano Bernard Collignon, Director del noviciado y Presidente del Sector Haití, para seguir más de cerca este proyecto que requiere, para su puesta en marcha, de la colaboración generosa de todos los lasalianos del mundo. A DÍA DE HOY SE HAN RECIBIDO EN PROYDE-PROEGA DONATIVOS PARA : ESTE PROYECTO DE EMERGENCIA POR UN TOTAL DE 50.858,22 €