Dopaje es la palabra española por “doping”. Pequeña historia del dopaje en las civilizaciones china, griega y precolombina: En la mitología nórdica, los guerreros comían hongos porque tenían efectos estimulantes. Los nativos de Sudamérica y los africanos utilizaban las hojas de coca para correr porque así aumentaba su resistencia. En China, los comandantes utilizaban “Ma Huang” (Ephedra) como estímulo, además de otras plantas (p.e. opio, ginseng). En la Antigua Grecia, los atletas comían hongos alucinógenos y semillas de sésamo para potenciar el rendimiento. Los gladiadores romanos usaban estimulantes para superar la fatiga y las lesiones . La utilización de alcohol, alucinógenos, cafeína, y extractos de plantas y hongos también fue una práctica extendida durante la Edad Media y Moderna. Sin embargo, los primeros casos conocidos de dopaje en actividades deportivas se remontan al siglo XIX. La primera muerte de la que se tiene constancia data de finales de este mismo siglo, tratándose del ciclista Arthur Linton a causa del consumo excesivo de estupefacientes durante las famosas carreras de los Seis,en Galicia. Fue en 1964 en el Congreso de Tokio, se decidió que habría que condenar el dopaje de los deportistas, puesto que el uso de sustancias dopantes es contrario a la ética del deporte y afecta a la salud. En 1999, nace la Agencia Mundial Antidopaje (A.M.A.) y la aprobación del Código Mundial Antidopaje (2003). Recurrir al uso de sustancias dopantes implica la violación de los principios éticos del deporte, genera desconfianza en el juego limpio, crea una sensación de injusticia en los participantes y espectadores e influye en los valores educativos del deporte porque aceptar el dopaje es aceptar el triunfo del engaño. Cuando hablamos de dopaje hablamos simplemente de uso de drogas, como anfetaminas; cocaínas, u otras sustancias que dan un efecto inmediato para aumentar o mejorar los rendimientos de un campeón. Porque un campeón llega a doparse: cuando un deportivo se pone campeón, todos siempre esperan en su victoria o en su mejor éxito ( successo); pero también un campeón es un hombre y puede no estar siempre al mismo nivel de preparación: esto puede crear una forma de “dependencia del éxito”, así que un campeón pone su cerebro bajo de un estrés tan fuerte y puede tener miedo de desilusionar a su público que no piensa a los efectos peligrosos y dañosos a su sistema cardiovascular y a su sistema nervioso central. El problema del dopaje, son los daños que este provoca en el organismo que varían desde palpitaciones, vómitos o dolor de estómago hasta la muerte, pasando por cáncer de hígado y de próstata, infartos al corazón e innumerables enfermedades cardiovasculares. Esto se debe a que estas drogas eliminan la sensación de cansancio, de por lo que en lugar de bajar el ritmo del ejercicio se mantiene debido a que no se acusa cansancio, pero en realidad el organismo está haciendo un gran esfuerzo que en algunos casos puede provocar un colapso y la muerte. Se va extendiendo el uso de estas sustancias fuera del deporte profesional ya que son más accesibles que nunca, gracias a internet y la suministración ilegal en gimnasios u otros centros deportivos, y no hay temor por ser descubierto debido a la escasez de controles a nivel recreativo o semiprofesional. El futbolista Argentino Diego Armando Maradona ha arruinado su carrera usando drogas y tomando un ataque al corazón, que no ha sido fatal afortunadamente; pero ahora parece el fantasma del campeón que era una vez. El joven campeón de ciclismo Pantani nunca será olvidado para sus victorias en la vueltas de Italia y otras, pero también siempre será ligado a su muerte tan triste por uso y abuso de cocaína. El deportista verdadero es el que se entrena de día en día y que se sacrifica, porque hace del deporte su vida y su trabajo y como todos acepta, un buen éxito así como un mal éxito. El deporte lleva a un equilibrio mental sano, que no debería causar daños sino sólo placer de ponerse en juego y en competición.