Ruido: Seguridad en el mantenimiento

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Índice
• Ruido (pag. 1)
• Tipos
• Efectos auditivos del ruido, sordera profesional (pag. 3)
• Sordera o hipoacusia inducida por ruido
• Modificaciones pasajeras y permanentes del umbral
• Forma crónica
• Forma aguda
• Forma progresiva
• Criterios diagnósticos
• Medidas de salud y seguridad
• Sordera o hipoacusia debida a traumas barométricos del oído medio
• Sordera o hipoacusia debida a embolias gaseosas
• Sordera o hipoacusia consecutiva a traumatismos craneales o craneo−faciales
• Sordera o hipoacusia debida a agentes tóxicos
• Efectos no auditivos del ruido (pag. 13)
• Obstaculización oral
• Efectos fisiológicos
• Respuesta neurovegetativa al ruido
• Efectos de comportamiento
• Molestia
• Efectos sobre la eficiencia
• Fatiga
• Efectos sobre la salud mental
• Medición y control del ruido (pag. 19)
• Características físicas del ruido
• Medida y evaluación del ruido
• Protección auditiva
• Comunicación oral
• Fatiga
• Determinación de zonas de riesgo
• Niveles umbrales de sonido
• Daño auditivo
• Instrumentos de medida
• Medidores de sonido
• Prevención y reducción de ruido en lugares de trabajo (pag. 27)
• Medidas preventivas en el diseño
• Prevención por sustitución de los equipos
• Actuación sobre el equipo
• Acción sobre el entorno (la propagación)
• Vía directa
• Vía estructural
• Vía indirecta
• Control de las fuentes de ruido
• Prevención de la propagación, amplificación y reverberación del ruido
• Aislamiento y control remoto
• Elección del material absorvente
• Protección auditiva y limitación de las exposiciones al ruido
• Protectores auditivos personales
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• De inserción
• De circunscripción
• Métodos de selección del protector auditivo
• Cámaras de control aisladas
• Normativa española (pag. 39)
• Ruido continuo
• Ruido intermitente
• Ruido de impacto
• Conclusión personal (pag. 43)
Breve resumen para exposición en clase (pag.47)
1. EL RUIDO
Se puede definir el ruido como un sonido sin calidad musical agradable, o como un sonido no deseado. En
consecuencia, incluso un tono musical puro puede describirse como un ruido sobre todo cuando es grave y
muy alto. En la práctica un sonido o ruido rara vez comprende una sola frecuencia. (ver Características físicas
del ruido)
• Tipos de Ruido
Podemos realizar la clasificación del ruido atendiendo a varias condiciones.
Según su espectro, es decir según la cantidad de frecuencias que el ruido contiene:
• Banda ancha − Se llama así cuando resulta de la combinación de un número de frecuencias.
• Banda estrecha − Con este nombre clasificamos al ruido cuando solo comprende unas pocas
frecuencias.
Según su existencia en el tiempo (esta es la clasificación más utilizada):
• Constante − Si es continuo e invariable. También se le llama estable.
• Impacto − Cuando son impulsos individuales de corta duración (menos de un segundo) a intervalos
regulares o irregulares. También se le llama de impulsos.
• Intermitente − Aquel que cae bruscamente al nivel del ruido ambiente con unos valores constantes
durante tiempos mayores a un segundo.
Existen más tipos atendiendo a otras clasificaciones y necesidades.
• Constante − Atendiendo a si la fluctuación de la presión es inferior a 2 dB.
• Fluctuante − Varía continuamente y de forma notable, siendo estas variaciones superiores a 2 dB.
• de Niveles Variados − Es del de sucesión de ruidos constantes a niveles diferentes.
• de Impulso casi−estable − Son una serie de impulsos de amplitud comparable con los intervalos
inferiores a 0,2 segundos entre impulsos individuales.
No todos los sonidos son detectables por el oído humano, en general se puede establecer unos límites en las
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frecuencias de audición que orientativamente podemos situar como de 15 o 20 KHz como límite superior, por
encima de los cuales se encuentran los ultrasonidos, y como límite inferior unos 16 Hz, por debajo de estos los
denominamos infrasonidos y generalmente estos sonidos duelen percibirse como vibraciones.
Debemos recordar que el sonido es una onda que provoca unas presiones y depresiones, que al ser rápidas
denominamos vibraciones . Por poder medirse como presiones en un primer momento se trató de utilizar
como su unidad el Pascal que es una unidad de presión, pero se obtenían valores que abarcaban límites muy
distanciados, para mejorar y facilitar su uso se buscó una unidad más cómoda. Para ello se ideó como unidad
de energía relativa, el decibelio dB .
2. Efectos auditivos del ruido:
Sordera profesional
La sordera profesional puede definirse como la pérdida de audición causada por determinadas condiciones de
trabajo.
En vista de los mecanismos etipatogénicos implicados puede distinguirse entre:
− Hipoacusia inducida por el ruido.
−Sordera o hipoacusia debida a traumas barométricos del oído medio.
− Sordera o Hipoacusia consecutiva a emoblia gaseosa.
− Sordera o Hipoacusia por traumatismos craneales o cráneo−faciales.
− Sordera o Hipoacusia debida a agentes tóxicos.
2.1. Sordera o Hipoacusia inducida por ruido
Esta sordera es, con mucho la forma más frecuente de sordera profesiona.
Desde el punto de vista patológico, las lesiones más importantes se producen en las células ciliadas del órgano
de Corti, con fragmentación y pérdida de cilios, rotura de la membrana celular, salida de los núcleos,
proliferación de las células de Deiters en sustitución del neuroepitelio.
Estas alteraciones son irreversibles.
La naturaleza y localización de las lesiones está estrechamente relacionada con el tipo de estímulo acústico.
Los tonos puros de frecuencia baja, en el rango de 250−500 Hz provocan lesiones en las espiral apical de la
cóclea mientras que los tonos puros de frecuencias altas (en el rango de 3.000−4.000 Hz) producen,
preferentemente , lesiones en el neuroepitelio de la espiral basal.
La gravedad de las lesiones depende del nivel de energía sonora. Sin embargo, no se conoce el mecanismo
mediante el cual el ruido causa lesiones selectivas en las células de órgano de Corti, para la percepción del
ruido, en el rango de 4.000−6.000 Hz, para el que, independientemente de las características espectrales del
rudio en el medio ambiente de trabajo, las hipoacusias inducidas por ruido siempre presentan idénticas
características.
• Modificaciones pasajeras y permanentes
3
del umbral.
La exposición de una persona con audición normal a un ruido intenso causará una pérdida de audición que se
traducirá en una elevación del umbral de audición.
Cuantitativamente, este fenómeno se refleja en una diferencia de dB entre el umbral de audición cuando el
oído está en reposo y cuando se produce un estímulo auditivo.
Caso de que esta pérdida de audición sea pasajera, se le aplica la denominación de Modificación Temporal del
Umbral (MTU). Existen dos tipos de MTU:
• MTU2 = fatiga auditiva fisiológica: ésta se mide 2 minutos después de cesar la exposición al ruido, dura
menos de 16 horas y su nivel tiene una correlación lineal con la intensidad sonora y el logaritmo del tiempo
de exposición, en tanto que la restauración de la audición normal (recuperación ) el proporcional al
logaritmo de tiempo para el que la mayor parte del MTU2 se recupera en las primeras 2 o 3 horas.
• MTU prolongada = fatiga auditiva patológica = MTU16 cuando persiste durante más de 16horas desde el
momento en que cesó el estímulo auditivo, y su recuperación presenta una relación lineal con el tiempo.
El MTU2 y el MTU16 son, probablemente, la expresión (a diferentes niveles) de un estado de agotamiento
funcional que se produce en los receptores auditivos periféricos, dando lugar a una excitación inadecuada en
relación con el nivel de estímulo.
Si el agotamiento funcional se mantiene dentro de ciertos límites, cuando se produce el cese de la exposición
es posible lograr una recuperación completa, con retorno al estado de partida.
Sin embargo, si el agotamiento es excesivo, con un tiempo de recuperación alargado y una exposición al ruido
que se repite día tras día, no existe posibilidad de alcanzar una recuperación completa y , lentamente, el MTU
se va transformando en una lesión irreversible, es decir, en una modificación permanente de del umbral
(MPU), es decir , en una pérdida de audición inducida por el ruido.
La distinción entre el MTU y el MPU es artificial y deriva, primordialmente, de consideraciones relativas al
tipo de organización del trabajo, más que del comportamiento del aparato auditivo.
Puesto que las exposiciones al ruido de carácter profesional tienen una duración media de 8 horas diarias y se
siguen de 16 horas de descanso es cierto que si, al final de este periodo persiste el MTU, debe considerarse
como de carácter patológico en la medida en que constituye la presunción de una lesión permanente.
En consecuencia, parece ser que existe una estrecha relación entre el MTU y el MPU en cuanto a que para un
determinado tipo de ruido, tomando medidas del MTU producido y conociendo la duración de las
exposiciones, es posible predecir el MPU.
Se han realizado numerosos estudios epidemiológicos retrospectivos y prospectivos con el fin de aclarar esta
relación, pero la única conclusión a que se ha llegado ha sido que la magnitud de la MPU para unas
determinadas condiciones varía significativamente de un individuo a otro, hasta tal punto que la audición de
una persona puede alterarse gravemente mientras que la de otra puede ser perfectamente normal.
Según los conocimientos de que disponemos en el momento actual, aún no es posible establecer que la MTU
sirva como un índice personal para predecir la futura MPU. Sin embargo, puede decirse que si, entre una
exposición al ruido y la siguiente, el periodo de tiempo que transcurra es insuficiente para obtener una
completa recuperación de la agudeza auditiva, es seguro que se producirá lesión auditiva a largo plazo.
La recuperación de la MTU causada por impulso o impacto sonoro es diferente de la que se produce como
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consecuencia de la exposición a un ruido constante u oscilante.
En el caso del ruido de impulso pueden distinguirse tres fases:
• Una recuperación inicial parcial.
• Una degradación máxima de la audición entre 2 y 6 horas después de la terminación de la exposición.
• Una recuperación progresiva lenta a lo largo de las siguientes 100 horas.
Ciertos autores interpretan esta diferencia como una prueba de que el ruido de impacto lesiona el órgano de
Corti mediante un mecanismo destructivo más de índole mecánico que metabólico.
La sordera inducida por ruido puede ser de tipo crónico, si se desarrolla a lo largo de un periodo de años; o
de tipo agudo, cuando se produce en un escenario de tiempo relativamente reducido, producida como
consecuencia de un estímulo acústico intenso pero de corta duración.
2.1.2. Forma crónica
La alteración se instaura de manera insidiosa y desapercibida. En el desarrollo de esta forma crónica pueden
distinguirse cuatro fases, a saber:
• Primera fase: que coincide con los primeros 10 o 20 días de exposición al ruido. En esta fase el individuo
experimenta un zumbido en los oídos al finalizar la jornada laboral, acompañado de una sensación de
hinchazón en los oídos, ligero dolor de cabeza y sensación de cansancio y mareo.
• Segunda fase: aparte del zumbido intermitente en los oídos, no existen en absoluto síntomas subjetivos.
En este periodo, que puede durara desde unos pocos meses hasta muchos años (dependiendo del nivel de
ruido, de la duración diaria de la exposición y de la predisposición del individuo para desarrollar las
lesiones del oído) los únicos signos presentes son aquellos que pueden detectarse merced a la práctica de
estudios audiométricos.
• Tercera fase: el individuo nota que no tiene audición normal puesto que le es imposible percibir el sonido
de un reloj, no capta todas las partes de una conversación si existe ruido de fondo, y debe elevar el volumen
de la radio o del televisor, hasta niveles incómodos para el resto de personas.
• Cuarta fase: la sensación de insuficiencia auditiva es manifiesta, cualquier tipo de comunicación que se
realice merced a señales acústicas es difícil o imposible y , en particular, cualquier conversación es muy
comprometida, con el consiguiente grave perjuicio para la persona en cuestión.
Cualesquiera de estas cuatro fases pueden ir acompañadas de zumbidos persistentes, lo que indicaría una
afectación de la estructura nerviosa a nivel de la cóclea, que son solamente agrava la audición de la persona
sino que afecta de forma importante al descanso, al sueño y al bienestar del individuo.
La sordera inducida por el ruido se traduce no solamente en una reducción cuantitativa de la agudeza auditiva
, sino, también, en una alteración cualitativa, puesto que los sonidos se perciben de una manera anormal a
causa de una modificación de la relación entre el nivel de un estímulo y la sensación auditiva que provoca.
Las lesiones auditiva inducidas por ruido se desarrollan según un modelo relativamente constante, incluso
aunque la aparición y la gravedad vengan determinadas por el nivel de ruido y por la susceptibilidad de la
persona.
Inicialmente se afectan las frecuencias altas (3−4−6 KHz) y entonces las lesiones van ampliándose hasta
afectar a las frecuencias comprendidas en un rango entre 0,5−1−2 y 8 KHz. El progreso de las lesiones
produce una curva audiométrica muy típica y la aparición de un déficit auditivo que puede describirse así:
− déficit con un máximo en el rango de 3−4−6 KHz
5
− bilateral más o menos simétrico
− irreversible
− en la mayorías d los casos este déficit no aumenta desde el memento en que cesa la exposición.
− en los estadíos iniciales casi siempre hay el fenómeno de reclutamiento que está ausente en los casos de
larga duración, debido a que, además de la lesión coclear, existe una lesión retococlear.
La respuesta auditiva a un trauma acústico varía considerablemente de una persona a otra, del mismo modo
que todos los parámetros biológicos presentan una distribución conforme a una curva de Gauss.
2.1.3. Forma aguda.
Las lesiones suelen afectar principalmente a un oído, dado que la cabeza actúa como pantalla de protección
del oído contralateral.
Inmediatamente después de producirse el estampido de ruido, el individuo experimenta un dolor lacerante en
el oído, una sensación de aturdimiento, hipoacusia o sordera total, con zumbidos continuos en los oídos,
sensación de hinchazón de estos órganos y frecuentes crisis de vértigo, que probablemente, se deben a
afectación del laberinto posterior. A la otoscopia, la membrana timpánica puede presentar desde una ligera
congestión hasta laceraciones con ligera hemorragia.
Hay una tendencia a la regresión y , en los casos afortunados, se llega a obtener una recuperación total.
Más frecuentemente persisten secuelas debidas más a las lesiones de las estructuras nerviosas, puesto que
existen zumbidos continuos en los oídos y dificultades auditivas para las frecuencias altas.
La causa de las lesiones auditivas es el cambio brusco de presión que se produce en la membrana timpánica y
que puede afectar, incluso a las estructuras nerviosas del órgano de Corti. Pueden ocurrir dos cosas:
• que el cambio de presión sea de tal magnitud que rompa inmediatamente el tímpano y la onda de presión
penetre en parte a través del oído medio, afectando, sólo secundariamente, la estructuras nerviosa de la
cóclea.
• que la presión sea menos intensa y el tímpano resista su empuje, transmitiendo la onda al interior del oído
interno, donde se producen lesiones degenerativas de las células acústicas del órgano de Corti.
Desde el punto de vista audiométrico, el trauma acústico agudo se caracteriza por una pérdida de audición ,
bien de tipo mixto sensorial y de transmisión, bien de tipo sensorial puro, de aparición brusca o mucho más
frecuentemente, monolateral y, siempre acompañada de zumbidos que progresa hasta que se logre la curación.
Parcial o total.
2.1.4. Forma progresiva.
Universalmente se está de acuerdo en que la pérdida de audición inducida por ruido se estabiliza una vez que
finalice la exposición al ruido, excepto cuando se produzca agravamiento debido a presbiacusia. No obstante
es necesario revisar este concepto por diferentes razones:
Clínicamente la agravación , tras la finalización de la exposición al ruido es un hecho bastante frecuente,
incluso en individuos de menos de cuarenta años de edad, en los que el progreso del cuadro no puede deberse
a presbiacusia.
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Desde el punto de vista experimental, la estabilización de la lesión tras el cese de la exposición al ruido no se
ha podido demostrar.
Por otro lado, y de acuerdo con los criterios comunes acerca de la fisiología del sistema nervioso, puede
considerarse que las lesiones degenerativas que afecten a los receptores periféricos pueden ejercer una acción
retrogresiva que afecte al centro nervioso y reduzca el potencial de integración del mensaje auditivo.
2.1.5. Criterios diagnósticos.
Como norma general, no hay inconveniente en establecer un diagnóstico audiométrico de hipoacusia
perceptiva. Sin embargo, es más difícil establecer un diagnóstico etiológico y , en particular, un diagnóstico de
la pérdida de audición inducida por ruido. Ellos e debe a dos factores básico: las características audiométricas
y la historia del paciente.
En muchas ocasiones las características audiométricas están presentes en su totalidad y el progreso del umbral
de audición es tan típico que , si la hipótesis encuentra confirmación en la historia clínica, no cabe duda del
diagnóstico. En algunos casos bien debido al papel que desempeña la patogenia, bien por la magnitud de
déficit en todas las frecuencias a causa de la gravedad de las lesiones, la curva audiométrica es mucho menos
típica y las características de la audiometría menos claras. En estos casos habrá que recurrir a la historia
clínica par establecer el diagnóstico.
• Medidas de salud y seguridad.
La pérdida de audición inducida por ruido es una enfermedad irreversible e incurable y sólo se puede
corregir muy parcialmente merced a prótesis auditivas. En consecuencia su prevención es de importancia
máxima.
Dado que la enfermedad se desarrolla lentamente, al lo largo de años y puesto que los primeros signos son
fáciles de detectar mediante simples exploraciones audiométricas, puede decirse que el principio básico de
prevención médica es la exploración audiométrica periódica. Evidentemente esta exploración médica básica
debes seguirse de la adopción de una serie de medidas preventivas de tipo ambiental y organizativo, para
retirar a los trabajadores afectados de los ambientes de trabajo ruidosos.
• Sordera o hipoacusia debidas a traumas
barométricos del oído medio.
Las variaciones bruscas de la presión barométrica asociadas con los cambios de la función normal de la
trompa de Eustaquio pueden producir lesiones en la membrana timpánica en el oído medio.
Las lesiones barotraumáticas se pueden producir de dos formas similares, aunque los signos difieran según el
individuo ha sufrido exposición por un aumento de presión o por una disminución de la misma. Esto puede
ocurrir durante las inmersiones marinas rápidas, los picados intensos en aviación, los aterrizajes a excesiva
velocidad o cuando un buzo emerge hacia la superficie, etc. un caso relacionado con la automoción se puede
producir en el estallido y llenado de las bolsas de seguridad de los automóviles (air−bag) pues se estudia la
posibilidad de que en vehículos con un gran número de estas bolsas (conductor, acompañante, laterales,
traseros) el volumen desplazado por las bolsas provoque una sobrepresión excesiva en el habitáculo, como
nota anecdótica señalo que en un vehículo de alta gama japonés se probó el air−bag trasero y este fue uno de
los factores que incidió en la eliminación del proyecto (además de las necesidad de limitar el desplazamiento
del asiento delantero y los problemas que puede ocasionar si el pasajero no se encuentra en la posición
optima).
7
Cuando la presión ambiental aumenta, se produce una depresión relativa en la cavidad timpánica causando un
abobamiento hacia el interior de la membrana timpánica, cuando la presión ambiental decrece se produce un
incremento relativo de la presión en la cavidad timpánica, lo que hace que el tímpano se combe hacia afuera.
En ambos casos los síntomas son similares, a saber, una sensación de ocupación o taponamiento del oído, con
dolor moderado en poco s casos, y un dolor violento, con hemorragia ótica, en caso de producirse rotura
timpánica.
Generalmente el trauma tiene un pronóstico benigno lográndose una recuperación funcional absoluta.
Las medidas preventivas pasan por una correcta ejecución de la descompresión endotimpánica y el
tratamiento de todas las alteraciones rinofaringeas que pueden causar estenosis de la trompa de Eustaquio, ya
que cualquier inflamación o mucosidades en la zona impiden igualar las presiones entre ambas caras de la
membrana timpánica.
2.3 Sordera o hipoacusia debidas a embolias
gaseosas.
La respiración del aire sometido a presiones atmosféricas elevadas determina que existan grandes cantidades
de nitrógeno disueltas en la sangre. Si el retorno a la presión atmosférica normal no se efectúa correctamente,
es posible que se produzcan embolias por nitrógeno en la sangre y en los tejidos, causando obstrucciones
vasculares y una gran variedad de síntomas que dependen del asentamiento de la lesión.
Un síntoma neurosensorial bastante frecuente es el desarrollo de una hipoacusia.
Si se llega a producir, será prácticamente irreversible y , en ocasiones, de grado muy intenso.
En todo caso, y como buceador, entiendo que si se produce una embolia de este tipo por una burbuja de
nitrógeno es, en parte una suerte, que la burbuja que circula por la cabeza llegue a un oído y no al cerebro,
porque a fin de cuentas oídos tenemos dos, pero esto es un comentario personal que realmente no está
relacionado con el ruido.
Dicha hipoacusia sería del tipo sensorial, con zumbidos y alteraciones del equilibrio debidas a alteraciones
circulatorias que se producen en o por detrás de la cóclea.
• Sordera o hipoacusia consecutiva a
traumatismos craneales o craneo−faciales.
Los traumatismos craneales pueden provocar lesiones auditivas no solo cuando se asocian con fracturas de la
base del cráneo y , consecuentemente, de la parte denominada peñasco del temporal, con destrucción de las
estructuras cocleares allí localizadas, sino, también, cuando se caracterizan por una conmoción cerebral sin
lesiones óseas.
En este último caso, la conmoción en los líquidos endococleares es la responsable de la lesión auditiva.
La pérdida de audición que se deriva será de tipo sensorial , la mayoría de la veces monolateral, dependiendo
de la localización del traumantismo, irreversible y de extensión muy variada.
Un golpe en la región del mentón puede producir la incrustación del cóndilo mandibular en el conducto
auditivo externo, la rotura del tímpano y la fractura de un gran número de elementos.
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Realmente este tipo no está relacionado con el ruido.
2.5 Sordera o hipoacusia debida a agentes tóxicos
Esta sordera será de tipo sensorial y de efectos muy variados y complejos, tanto como los agentes tóxicos
posibles y las zonas afectadas, y dado que no está relacionado con el tema del trabajo no me extiendo en ellos
ni en los métodos de prevención porque ya hay otro trabajo que habla sobre los riesgo químicos.
3. Efectos no auditivos del ruido
La exposición al ruido puede obstaculizar la comunicación hablada, molestar y distraer. Se ha comprobado
que también puede reducir el rendimiento y la eficacia y causar fatiga, aparte de varios trastornos en la salud
que no guardan relación con los efectos auditivos.
3.1. Obstaculización oral.
La obstaculización de la comunicación oral tal vez sea el mejor comprendido de los efectos no auditivos del
ruido. Es también el más importante, ya que en la industria la facultad de comunicarse a través de la palabra es
vital. En general, los ruidos peligrosos para el oído también obstaculizan la comunicación hablada.
Máxima distancia a la cual se
Nivel de interferencia con considera suficientemente inteligible
la conversación
una conversación en tono normal de
voz
dB
m
35
7,5
40
4,2
45
2,3
50
1,3
55
0,75
60
0,42
65
0,25
70
0,13
Máxima distancia a la cual se
considera suficientemente inteligible
una conversación en voz alta
m
15
8,4
4,6
2,6
1,5
0,85
0,50
0,26
La interferencia causada por el ruido es básicamente un proceso de enmascaramiento. Aunque, en general, el
ruido de fondo eleva nuestro umbral auditivo, debe recordarse que algunos ruidos continuos pueden producir
menos interferencias respecto a la palabra, porque al ser continuos muchas personas elevan la voz
proporcionalmente, es el efecto del acondicionamiento sónico.
Los ruidos interrumpidos o repentinos a menudo causan menos interferencia de lo que se cree, porque la
palabra que queda en parte enmascarada puede complementarse intercalando gestos que sustituyan los vacíos.
No obstante, allá donde el ruido dé origen habitualmente a dificultades de la comunicación, en interés de la
seguridad es preciso instalar un sistema visual de advertencia, además la mayor atención de los operarios
facilita la fatiga mental.
En ciertas condiciones de exposición es necesario el uso de equipo personal de protección auditiva, a veces es
posible pronosticar si la comunicación puede mejorar o no con dicha medida.
Han sido establecidos niveles máximos de interferencia oral para varios tipos de oficinas y auditorios, así
como para calcular la conveniencia de un equipo telefónico para condiciones ruidosas.
9
3.2. Efectos fisiológicos.
Los efectos fisiológicos, no auditivos, más sobresalientes del ruido son los relativos al sueño y al estrés.
Estudios llevados a cabo mediante los análisis de las respuestas monitorizadas electroencefalográficas y las
alteraciones nerurovegetativas durante el sueño han demostrado que el ruido es un factor causal de
dificultades para conciliar el sueño y que puede despertar a la gente que está dormida, partiendo de niveles de
ruido ambientales tan bajos como 35 dB (A).
Aproximadamente un 30 por 100 de las personas se despiertan con un pico sonoro de 70 dB (A) y un 50 por
100 tiene alteraciones del sueño a 50 dB (A). El Grupo de Trabajo para los Criterios de Salud Ambiental para
el Ruido de la OMS ha recomendado un nivel inferior a 35 dB (a) en orden a preservar el proceso restaurador
del sueño.
El siguiente cuadro fue realizado por la Agencia para la Protección del Medio Ambiente de los Estados unidos
en 1974, y se refiere a la inteligibilidad de la voz hablada en función a nivel sonoro del fondo estacionario en
un cuarto de esta típico.
En la columna de la izquierda aparece el nivel estacionario en dB(A) y en la columna de la derecha el
porcentaje de inteligibilidad de las frases.
DB (A)
45
47,5
50
52,5
55
57,5
60
62,5
65
67,5
70
72,5
75
%
100
100
100
99
99
98
97
95
91
85
65
38
0
3.3. Respuestas neurovegetativas al ruido.
Las respuestas neurovegetativas al ruido se traducen en una reacción de estrés.
Los centros de los arcos reflejos son las áreas reticular e hipotalámica del cerebro, donde las ramas aferentes
son las vías acústicas y los objetivos son los órganos inervados por el sistema autónomo y los dentro
hipotálamodiencefálicos que regulan las funciones endocrinas y los biorritmos.
Como ha podido comprobarse a través de múltiples experimentos, los ruidos que superan un determinado
nivel pueden provocar liberación de ACTH y aumentar el nivel de coricosteroides, con los consiguientes
efectos sistemáticos.
La activación resultante se refleja en la secreción de catecolaminas en forma libre en la orina y puede producir
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variaciones en la frecuencia cardíaca , en la presión arterial, en la respiración, dilatación de pupilas, y
modificaciones en los niveles de lípidos, glúcidos y ácido úrico en la sangre. Se han comprobado incrementos
significativos de la presión sanguínea entre trabajadores expuestos, durante mucho tiempo, a niveles elevados
de ruido y , sobre todo a la acción combinada de ruido y vibraciones o de ruido y sustancias tóxicas tales
como el CO.
El aumento de motilidad intestinal producido por ruidos intensos podría explicar la elevada prevalencia de
úlcera péptica que se ha podido observar en los grupos de individuos expuestos al ruido. Sin embargo, los
efectos a largo plazo de la activación, por el ruido de las reacciones neurovegetativas aún requieren ulteriores
estudios.
Los niveles altos de ruido pueden estimular los receptores vestibulares situados en el oído interno, provocando
vértigos y nistagmus vestibular, tal como se ha podido comprobar entre personal de aviación expuesto a
niveles sonoros superiores a 120 dB.
• Efectos de comportamiento.
A menudo se afirma que el ruido reduce el rendimiento y la eficiencia y afecta a la moral. Dado que algunos
de estos factores son intangibles y dad también la adaptabilidad humana, es difícil evaluarlos
cuantitativamente. Algunas de las primitivas investigaciones no fueron llevada a cabo bajo condiciones
controladas, por lo que las conclusiones no son necesariamente válidas.
En una situación dada no siempre es posible distinguir entre la importancia relativa del ruido y otras
consideraciones, tales como relaciones personales, factores emocionales y el ambiente físico.
Es probable, sin embargo que los efectos de comportamiento del ruido no constituyan un problema sanitario
importante, aunque el bienestar individual puede verse perjudicado en determinadas circunstancias. Según su
carácter, es posible aclimatarse a ciertos ruidos, aunque sólo hasta el extremo de darse uno menos cuenta de
sus efectos subjetivos. Sin embargo, también puede suceder los contrario con la presencia de componentes
susceptibles de causar molestia.
3.5. Molestia.
El grado de molestia que provoca el ruido no está necesariamente en relación directa con la intensidad del
sonido, puede resultar influido por factores subjetivos tales como familiaridad y actitudes personales y por
factores como el microclima.
La molestia es en parte una respuesta individual y varía según las personas y las situaciones; no obstante, hay
ciertas características de ruido, tales como el carácter tonal y la periodicidad, que no gustan a la mayoría de la
gente.
Para valorara el grado de incomodidad se ha barajado algunas combinaciones de variables acústicas y no
acústicas bajo diversos índices de ruido. Sin embargo, todas ellas presentan escasas diferencias desde el punto
de vista práctico, respecto de predicción de incomodidad, por razón de la fuerte influencia de los factores
psicosociales.
En consecuencia, se están adoptando cada día más, para uso general, variantes del nivel de presión sonora
equivalente. De acuerdo con el Grupo de Trabajo sobre Criterios de Salud Ambiental para el Ruido, de la
OMS, en las zonas residenciales, donde la exposición diurna de ruido es inferior a 55 dB (A) serán pocas las
personas que sientan incomodidad importante por causa del ruido.
3.6. Efectos sobre la eficiencia.
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Nuestro conocimiento sobre el efecto del ruido en la eficiencia se deriva en parte por la experiencias industrial
y en parte por estudios de laboratorio.
De acuerdo con la OMS, el ruido puede actuar como estímulo de distracción, dependiendo de cómo sea la
característica del estímulo, y también puede afectar al estado psicofisiológico del individuo.
Un cambio en los niveles de ruido en más o en menos, de aquellos a los que la gente está acostumbrada, puede
ocasionar efectos adversos que pronto remiten.
Es difícil comprobar ningún efecto prolongado en el rendimiento o la eficiencia de trabajo, más, puesto que el
sonido puede causar molestia, accidentes o dificultad de comunicación y puede ser un factor de absentismo, es
de suponer algún efecto.
En general, la adaptabilidad humana anula todo efecto permanente en la producción y el rendimiento. Puede
haber un efecto inicial adverso tanto en el rendimiento mental como en el muscular (generalmente de poca
magnitud) pero que desaparece rápidamente.
Las actividades mentales que requieran vigilancia, recopilación de información y análisis de la misma son
particularmente sensibles al ruido. Si se trata de un trabajo difícil, los sujetos tienden a concentrarse en su
tarea e ignoran el ruido; el ruido no afecta necesariamente a la realización de tareas sencillas o rutinarias
porque éstas tienden a hacerse automáticas.
Dos campos de investigación primitivos y profusamente citados se abrieron con tejedores de Lancashire; se
encontró un 12 por 100 de aumento medio de eficiencia personal cuando utilizaban tapones para los oídos,
siendo el beneficio en la producción material de un 1 por 100 aproximadamente.
Una investigación similar en las fábricas de yute de la India llevó a la conclusión de que la protección
personal puede beneficiar a la producción en casos específicos. Se ha comprobado que hay muchas menos
roturas de películas en los trabajadores fotográficos cuando el nivel de ruido es reducido.
Por razones psicológicas, a menudo como resultado de investigaciones, el rendimiento laboral del empleado
puede mejorar en condiciones ruidosas.
Hasta hace poco relativamente no se ha venido a apreciar que las pruebas cortas de trabajo tiene un valor
dudoso y que la tarea debe continuar hasta que se desvanece el efecto de la novedad. Actualmente se están
creando técnicas que toman en cuenta los factores psicológicos de distracción y hábito.
3.7. Fatiga.
No es fácil probar que los empleados se cansan más trabajando en un ambiente ruidos que en uno tranquilo.
Puede producirse fatiga por tener que hablar en voz alta o por el esfuerzo extra causado por malentendidos,
asunto éste difícil de apreciar objetivamente.
Se ha afirmado que muchas ocupaciones ruidosas causan irritabilidad y tensión, pero la reacción varía
francamente según los individuos. En general, la moral está más relacionada con el grado de integración del
ego en el propio trabajo que con los niveles de ruido y otras condiciones molestas.
3.8. Efectos sobre la salud mental.
La asociación entre la exposición a niveles elevados de ruido y las alteraciones de salud mental aún está
controvertida. Se ha pensado que el ruido no sería directamente la causa de enfermedades mentales, pero que
podría acelerar el desarrollo de neurosis den estado de latencia.
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Recientes investigaciones han demostrado que no existe relación entre la exposición al ruido y la morbilidad
mental, a pesar de que entre las personas que se quejaban de incomodidad a causa del ruido la prevalencia de
este tipo de procesos es mayor.
Sea así o no, lo que es incuestionable es que las poblaciones expuestas al ruido de los aeroplano hacen un
consumo más importante de tranquilizantes y de hipnóticos.
4. Medición y control del ruido.
4.1. Características físicas del ruido.
El movimiento de las partículas de un medio elástico a cualquiera de los lados de su posición de equilibrio
genera una vibración acústica.
El sonido es una vibración acústica capaz de producir una sensación auditiva.
Véase las definiciones de ruido al principio del trabajo
Los físicos han definido el ruido como una superposición de sonidos de frecuencias e intensidad diferentes sin
un correlación de fase.
Los fisiólogos consideran que el ruido está constituido por cualquier sonido desagradable o molesto.
El ruido ambiental es un ruido de intensidad mensurable, tal como el que se encuentra generalmente en los
lugares de trabajo.
Ruido estable es aquel que cuyas fluctuaciones de nivel durante el periodo de observación son despreciables.
Ruido no estable es un ruido cuyo nivel varía notablemente durante el período de observación; comprende el
ruido fluctuante, el intermitente y el pulsante.
Un ruido pulsante consiste en uno o varios impulsos de energía acústica siendo cada impulso de una duración
inferior a 1 s.
Para describir correctamente un sonido es necesario establecer su nivel de intensidad sonora y su frecuencia.
Cuando medimos el sonido en decibelios (dB), nos referimos a su nivel de presión sonora, dependiente de la
amplitud de la vibración acústica. Y lo que definimos es la intensidad del ruido.
Para medir la frecuencia, es decir el número de variaciones por unidad de tiempo utilizamos los ciclos por
segundo, o Hercios (Hz).
4.2. Medida y evaluación del ruido.
Los niveles de ruido varían considerablemente en los distintos ambientes industriales. Los niveles sonoros
cambian cuando la máquina comienza o termina un proceso y , por supuesto, están influenciados con las
distintas operaciones que se realizan, materiales empleados y velocidades de producción.
Estas variaciones no sólo dificultan las condiciones especificas en el ruido, sino que influyen en la exactitud
de las mediciones. Aún con fuentes de ruido relativamente constantes, el nivel sonoro cambia de una manera
apreciable de un punto a otro alrededor de la fuente.
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Un sólido emite más ruido cuanto más elástico, más delgado y más superficie tenga.
Si además admitimos, que los efectos nocivos y molestos producidos por el ruido dependen no sólo del nivel
de éste, sino también de la duración de la exposición al mismo, puede establecerse un nivel sonoro continuo
equivalente que representa un nivel sonoro constante, que si estuviese presente durante toda la duración de la
exposición al ruido produciría los mismos efectos que el nivel fluctuante.
Esto se ha establecido mediante el uso de tablas que relacionan la duración de exposiciones hora/días a unos
niveles sonoros dB(A) existiendo hoy en día criterios en lo que se refiere a normativas legales, principalmente
existen 3 criterios que menciono como referencia, son: OSHA, ISO, ACGIH, este último recomienda unos
valores más bajos que los anteriores.
Exposiciones Permisibles (TLV)
Duración h/d
Criterio OSHA
8
90
4
95
2
100
1
105
½
110
¼
115
1/8
115
TOPE
115
PAISES
USA ,CANDA ,I.
Criterio ISO
90
93
96
99
102
105
108
115
F, D, GB, DK, S, AUS.
Criterio ACGIH
85
90
95
100
105
110
115
115
Es importante añadir que el tipo de ruido que provoca más trauma sonoro es aquel que se caracteriza por ser
intermitente, fluctuante, y de impulso.
Los métodos utilizados para la medida y valoración del grado de exposición sonora depende de si el objetivo
que se persigue es:
• Valoración del riesgo de pérdida de audición.
• Valoración del grado de interferencia con la comunicación esencial para la seguridad.
• Valoración del riesgo inherente a una tarea de trabajo.
El ruido debe medirse utilizando métodos normalizados y adaptados al objetivo que se persigue, los métodos
deberán estar de acuerdo con las normas internacionales o con la norma nacional equivalente
4.2.1. Protección Auditiva.
El ruido debe medirse de tal manera que se obtenga un cuadro tan exacto como sea posible del grado de
exposición, y que los resultados obtenidos puedan compararse con los límites umbral.
Cuando se evalúan los niveles de ruido, deberán tenerse en cuenta las condiciones normales de trabajo y las
circunstancias bajo las que concurren los niveles de ruido más altos.
Si el ruido es del tipo estable, el nivel sonoro en el lugar de trabajo y el sonido continuo equivalente deberán
determinarse en dB(A) según las normas nacionales o internacionales. Las frecuencias deberán analizarse de
concordancia con los métodos normalizado.
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Para evaluar la exposición real al ruido del tipo no estable o del tipo pulsante, es aconsejable escoger, de
entre los dos siguientes métodos, el que proporcione las cifras más altas.
• Medidas utilizando el medidor en la posición de impulso, calculando el valor medio para una exposición de
8 horas al día sobre la base del principio de igual energía.
• Aplicación de un factor de corrección (positivo) generalmente de 3 a 10 dB, sumando los valores de
respuesta lenta determinados según las normas nacionales o internacionales. Los valores atribuidos al factor
de corrección deberán depender de la importancia de las características del impulso que se desea medir.
4.2.2. Comunicación Oral.
Se debe medir el ruido en zonas de trabajo ruidosas en donde:
• Sea importante por razones de seguridad que los trabajadores puedan oír un mensaje o señal.
• Los trabajadores están sujetos a una tensión suplementaria o a dificultades en su trabajo por causa de una
difícil comunicación oral.
Se debe determinar la distancia máxima a la cual es inteligible la voz hablada en un tono normal.
4.2.3. Fatiga.
Se debe medir el ruido en zonas de trabajo ruidosas donde:
• Es importante por razones de seguridad no exponer al trabajador a excesivas tensión y fatiga inducidas por
el ruido.
• La naturaleza de la tarea realizada por el trabajadores tal que el ruido puede dificultarle la labor o hacerla
más fatigosa.
4.2.4. Determinación de zonas de riesgo.
El nivel de ruido se deberá medir en todos los lugares de trabajo donde:
− La tarea realizada o el entorno de trabajo puedan presentar riesgo de ruido.
− La supervisión del lugar de trabajo, el control médico de la salud de los trabajadores o las visitas de
inspección muestren que puede existir tal riesgo.
− Los trabajadores consideren que están expuestos a un nivel de ruido que les incomoda o molesta en su
trabajo.
El nivel de ruido se debe controlar en los casos en los que interfiere en la comunicación oral con un nivel de
voz normal a una distancia de 50 cm.
Deben llevarse a cabo inspecciones del ruido en los lugares de trabajo para evaluar el ruido ambiental en los
diversos talleres de una empresa.
Los niveles de ruidos se deben medir a una altura de, aproximadamente, 1,5 m sobre el nivel del suelo de la
zona de trabajo, y a una distancia de al menos 1 m de las paredes; es aconsejable establecer el valor medio de
los niveles sonoros registrados en diferentes direcciones.
Sería aconsejable también localizar las fuentes de ruido y determinarlas con mediciones de los niveles
sonoros registrados en diferentes direcciones.
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Si los resultados obtenidos muestran niveles de ruido que superen los 85 dB(A), se deberá establecer un
mapa de los niveles de ruidos en los lugares de trabajo y una tabla de los mismos en las zonas en donde sus
niveles sean iguales a, o excedan de 80 dB(A), 85 dB(A), 90 dB(A), 100 dB(A)y 115 dB(A).
Para valorar el grado de exposición al ruido , las mediciones se deberán tomar en los lugares ocupados
generalmente por los trabajadores de área en cuestión. El nivel de ruido deberá medirse en el punto donde se
encuentra la cabeza del trabajador cuando mantiene su postura de trabajo norma, o a una distancia de,
aproximadamente, 1 m a cualquier lado de la cabeza del trabajador en la postura normal de trabajo.
Se puede hacer una valoración adicional de la exposición de un trabajador con un dosímetro de ruido
integrado, de un tipo aprobado.
4.3. Niveles umbrales de sonido.
Los niveles umbrales de sonido o los criterios de daño auditivo deben definirse según el objetivo que
presenta, es decir:
• Prevenir el riesgo de daño auditivo.
• Prevenir la interferencia con comunicaciones esenciales para la seguridad.
• Prevenir la fatiga nerviosa , tendiendo en cuenta la naturaleza de la tarea realizada.
4.3.1. Daño auditivo.
Se deberán fijar los siguientes valores máximos según el grado de protección deseado:
• El umbral de alerta, que establece el nivel sonoro por debajo del cual hay muy poco riesgo de daño
auditivo como consecuencia. De una exposición de 8 h día.
• Un umbral de riesgo, que establece el nivel sonoro por encima del cual puede haber daño auditivo y riesgo
de sordera para un oído no protegido que esté expuesto 8 h al día.
A la vista del actual estado de la cuestión , se pueden recomendar los siguientes valores:
− Un límite de umbral de alerta de 85 dB (A)
− Un límite de umbral de riesgo de 90 db (A)
Estos valores corresponden a niveles de sonido continuo y se deben comparar con los resultados de las
medidas de ruido.
A ningún trabajador se le deber permitir permanecer por ningún periodo de tiempo, en una zona donde el
nivel sonoro sea igual a , o excede de 115 dB(A), a menos que lleve una adecuada protección auditiva.
En los casos en que los picos aislados de ruido lleguen a más allá de 130 dB(A) de respuesta tipo impulso o de
120 dB(A) de respuesta rápida, deberá llevarse equipo de protección sonora personal.
Ningún trabajador deberá penetrar en un área donde el nivel sonoro exceda
de 140 dB(A).
4.4. Instrumentos de medida.
4.4.1. Medidores de sonido.
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Los primero intentos de evaluación de niveles sonoros se hicieron escuchando sonidos de un frecuencia dada
y comparándolos subjetivamente. Desafortunadamente, este tipo de mediciones exige demasiado tiempo, los
resultados difieren entre distintos sujetos y también las valoraciones de un mismo sujeto.
Esto hizo surgir la idea de construir instrumentos especiales, llamados medidores de sonido, que incorporarían
ciertas características del aparato auditivo humano.
Los medidores de sonido son instrumentos electrónicos que consisten en un micrófono de precisión, un
amplificador de alta calidad, un sistema de detección y un galvanómetro con un dial que indica el nivel de
sonido en dB.
Estos instrumentos deben ajustarse a la normas establecidas a nivel internacional por la ISO (International
Organisation for Standrdisation) y por la IEC (International Electrotechnical Commission.
El medidor de sonido puede ser una unidad autónoma miniaturizada, fácil de llevar y usar.
Sin entrar en detalles constructivos o particulares de funcionamiento, los elementos de medida del sonido más
comúnmente utilizados son:
• El sonómetro − Se usa cuando solo se quiere conocer el nivel de presión sonora, es un instrumento de
lectura directa que expresa la medida en decibelios, compuesto por: Micrófono, atenuador,
amplificador, circuito de medida y uno o varios filtros.
• Analizador de frecuencias − Se usa además de el sonómetro cuando queremos conocer la
distribución del sonido en frecuencias. El aparato lleva unos filtros de banda, aprovechan la señal del
sonómetro.
• Dosímetro − Actua como un dosímetro con referencia a la medición de niveles de ruido, pero los va
acumulando con un contador digital. De esta forma se obtiene el valor de la dosis de ruido en el
tiempo considerado. Debe llevarlo la persona que realiza la encuesta higiénica y durante un periodo
de 8 horas, sino hay que aplicar unas tablas de corrección. Y el portador debe realizar la actividad de
cualquier día normal incluyendo los periodos que normalmente son de descanso.
Que el sonido sea molesto o dañino depende fundamentalmente del nivel, la duración y las frecuencias que
contengo. Estos tres factores se combinan en el concepto de nivel del sonido continuo equivalente.
La intensidad del ruido a menudo varía en las proximidades de maquinaria o en lugares donde los trabajadores
pueden encontrarse algunas veces en el curso de la jornada de trabajo, por ejemplo en el trayecto de un
departamento a otro, en la cantina, etc.
Un método simple de valorar el riesgo de daño en estas condiciones consiste en la utilización de un dosímetro
de ruido personal que después de haber sido llevado durante una jornada de trabajo de 8 h, el dosímetro indica
el porcentaje de la dosis de ruido. Una indicación de 100 % corresponde a una exposición de 90 dB()A)
durante 8 h o una combinación equivalente de exposiciones a niveles más altos o bajos. Si es posible obtener
resultados representativos en menos de 8 h , se suministra una tabla para su conversión en valores de
exposición de 8 h.
5. Prevención y reducción del ruido en lugares de trabajo.
El control del ruido es el problema de un sistema interrelacionado, que lo componen la fuente de ruido, la
vía de propagación sonora y el receptor.
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La fuente es parte del sistema que produce la energía acústica. Puede ser un motor, el aire que fluye por un
conducto o los dientes de unos engranajes. La fuente deberá considerarse en general como un grupo de
generadores de ruido que presentan características físicas diferentes, distribuidas al azar en el espacio y en el
tiempo.
La energía acústica de la fuente se transmite al entorno por el que se propaga y que puede ser una estructura
sólida o el aires. Las vías por las que se propaga la energía acústica de la fuente puede ir variando a lo largo de
recorrido. El tercer componente del sistema, el receptor, puede ser un trabajador que opera la máquina.
Las medidas de prevención y reducción del ruido deben dirigirse a:
• Controlar las fuentes de ruido.
• Impedir la propagación, amplificación y reverberación del ruido.
• Aislar a los trabajadores.
En ciertos casos deberán dirigirse también a la atenuación del ruido trasladando o aislando a los trabajadores
de la fuente de ruido (cabinas a prueba de ruidos, etc.) o suministrando protectores auditivos.
Para llegar a una reducción adecuada de los niveles de ruido, es posible combinar medidas de control
diferentes.
Los métodos preventivos consisten en:
• Actuar en la fase de proyecto antes de llevarlo a la realización práctica.
• Sustituyendo los equipos ruidosos por otros menos molestos.
• Incidiendo sobre los equipos aplicando las nuevas tecnologías.
• Separando los ruidos de las personas, actuando sobre el entorno.
• Actuando sobre la persona mediante protección personal.
Estas medidas anteriores son las medidas ya conocidas por ser las generales casi para cualquier tipo de riesgo,
(y que ya vimos en la primera evaluación) a continuación vamos a ocuparnos más particularmente del caso
que nos ocupa, el ruido, se contemplan las siguientes medidas de control de ruido.
5.1. Medidas preventivas en el diseño.
Como se ha dicho repetidamente, la mejor prevención es la que se hace pensando en ella cuando se definen
todavía los planos y se busca la armonía del conjunto para un fin previsto.
Actualmente los grandes fabricantes experimentan en la construcción de maquinaria técnicas para, entre otras
cosas, reducir los ruidos. Depende del empresario que es quien compra ese producto el favorecer este
desarrollo que finalmente redunda en el beneficio de sus trabajadores.
Se comprende que estas nuevas tecnologías pueden resultar costosas si se tienen que aplicar a la maquinaria
no preparada para ello, es por ello que el empresario debería tener este factor muy en cuenta.
5.2. Prevención por sustitución de los equipos.
En seguridad e higiene, el método de sustitución de un elemento potencialmente agresivo es el más deseable.
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Si bien es relativamente fácil de conseguir cuando se trata de productos del proceso (por ejemplo de
inflamables a no inflamables). Sin embargo, la sustitución de un máquina ruidosa por otra que lo sea menos
puede ser de costes elevados.
En estos casos es difícil lograr esa necesaria sustitución, debiendo esperar a efectuarla cuando el aparato se
averíe seriamente. Estos momentos deben ser aprovechados para colocar los que a la vez cumplan unas
condiciones higiénicas adecuadas.
Como se comentará más tarde, la sustitución puede hacerse sobre las energías que intervienen o sobre los
modelos; así un ventilador centrífugo es más silencioso que uno helicoidal, y las herramientas eléctricas lo son
más que las neumáticas.
En determinados casos se ha empeorado en estas sustituciones, como en el caso de las bombas hidráulicas de
aceite en el accionamiento de equipos como molinetes, al sustituir al vapor.
5.3. Actuación sobre el equipo
Los métodos de este apartado entran de lleno en las actividades propias del mantenimiento de máquinas y
equipos por la necesaria puesta a punto, engrase, alineación, contrapesado, anclajes, soportes, control de las
r.p.m. a las óptimas (en motores diesel aumentan 9 dB si se doblan las revoluciones) presiones hidráulicas y
neumáticas moderadas y adecuadas a las necesidades, instalación de amortiguadores, acoplamiento de
silenciadores, etc.
En concreto, los silenciadores, son aparatos o artilugios que se sitúan entre los conductos de conducción de
gases (entrada, salida, puntos intermedios) para reducir por amortiguación los ruidos debidos a las
turbulencias. Se usan los de absorción para frecuencias de 500, 1.000 y 2.000 Hz y los de reacción para
frecuencias más bajas que las anteriores.
En los primeros se alcanza tal propósito mediante la colocación de placas de material poroso, que tendrá su
eficacia a frecuencias bajas si se usan placas flexibles, o rígidas para las de alta frecuencia.
Los de reacción se basan en el fenómeno de la resonancia al variar el diámetro del conducto; su principal
ventaja es que se puede idear las capas de resonancia adecuadas a cada frecuencia, por lo que su incidencia es
directa a la característica del problema, por eso es eficaz para las difíciles bajas frecuencias.
El sistema de recubrimiento de codos, y en general, de los puntos singulares de los conductos de fluidos
gaseosos se efectúa con capas de material absorvente con un forrado final de chapa. Lo ideal sin embargo, es
eliminar sosos puntos a nivel de diseño, pues son lo suficientemente conocidos, y por tanto evitables.
5.4. Acción sobre el entorno. (La Propagación)
Cuando se han efectuado todas las operaciones posibles sobre ella fuente de ruido y éste sigue siendo elevado
o molesto se utilizan métodos cuya incidencia se realiza en el espacio físico que hay entre la fuente de emisión
y el receptor.
El ruido emitido puede usar distintas vías para llegar al receptor; estos trayectos pueden ser directo, indirecto
o estructurales.
Sobre cada una de las tres vías existen métodos de prevención que forman los actuales y complejos
tratamientos técnicos de acústica y aislamiento.
5.4.1. Vía directa.
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Consiste en interponer un obstáculo sólido no poroso entre el emisor y el receptor, interceptando las ondas de
presión. Con ellos se consigue que el obstáculo al recibir la presión acústica se ponga a vibras, provocando en
la pared opuesta del obstáculo una generación de ruido inferior al inicial en la medida del aislamiento
conseguido.
El aislamiento es por tanto la diferencia entre las energías de salida y entrada, siendo importante el coeficiente
de transmisión del material delo obstáculo, gracias al cual podremos calcular el índice de aislamiento.
Este tipo de aislamiento presenta unas propiedades físicas que pueden incrementar más el aislamiento, muy
por alto las comento.
La ley de masa, al duplicar la frecuencia o la masa por unidad de superficie el índice de aislamiento aumenta 6
dB.
Efecto de coincidencia − Puede ocurrir que la vibración de la pared coincida con la del ruido, y entonces el
aislamiento caiga hasta20 dB.
Otra característica reseñable aparece en las paredes compuestas, es decir, las constituidas por diferentes
materiales o huecos en los mismos (puertas, grietas, uniones, orificios, etc.) . El índice de aislamiento decae a
valores elevados en porcentajes de agujero o diferencia de material. Si se usan paredes dobles el aislamiento
total conseguido varía entre 6 y 10 dB.
Ejemplo.
Simple − de 90 a 70 dB
Con puerta − de 90 a 75 dB
Con agujero − de 90 a 86 dB
Dobles − de 90 a 60 dB
5.4.2. Vía estructural.
El ruido es inducido por las fuerzas mecánicas transmitidas a la estructura.
Depende esta transmisión de las dimensiones y material de la estructura, de los factores de acoplamiento entre
ellas y de la velocidad de propagación por la estructura.
Para que sea audible tiene que pasar al medio aéreo del entorno ocupado. Se entiende que los métodos
preventivos en este tipo de transmisión serán los que cortocircuiten los caminos por los que la vibración se
transmite y que finalmente llegan al aire en forma de ruido.
Los pisos flotantes y techos suspendidos así como uniones de las estructuras bien rígidas son medidas
adecuadas para absorber las vibraciones sonoras. Son también métodos a utilizar el montaje elástico para la
maquinaria, tuberías con acoplamientos flexibles, etc.
La composición de recubrimientos se hace con capas de material elástico (madera, caucho, plástico) con
espesores variables, pero apreciables.
Este efecto se produce sobre todo en los barcos y estructuras similares, que carecen del soporte que ofrece el
suelo para minorar este problema.
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5.4.3. Vía indirecta.
Esta es la que sigue el ruido después de sufrir varias reflexiones o rebotes en las paredes del espacio
considerado, contribuyendo a elevar el nivel sonoro, pues a la persona le llegan los directos según la distancia
del emisor, más los reflejos creados por el campo difuso.
Se trata en este caso de evitar que esas vías no lleguen a producirse, lográndose generalmente por la absorción
de materiales de reflexión. Entre otras, esas son las posibles modificaciones que sufriría el ruido según el
valor de absorción e los materiales que formen la pared o mampara contra la que rebota.
El valor de la absorción depende del material según su naturaleza, espesor, montaje y forma; de su porosidad,
del ángulo de incidencia y de la frecuencia del ruido.
No cabe duda que cuanta mayor masa (superficie) absorvente se coloque en el espacio considerado, mejores
resultados se obtendrán en cuanto a las reducción del ruido, pero por tratarse de espacios cerrados aparecerán
ciertas distancias críticas a partir de las cuales será eficaz la instalación de paneles absorventes y a distancias
menores ineficaz . Para esa consideración tiene importancia la directividad de la fuente, pues variará según su
situación dentro del espacio considerado, obteniéndose distintos valores.
5.5. Control de las fuentes de ruido.
Es útil distinguir entre tres categorías esenciales de fuentes de ruido:
• Aquellas en donde la emisión de ruido proviene de la vibración de una superficie sólida o líquida (fuerzas
mecánicas).
• Aquellas en donde la emisión de ruido proviene de turbulencias en un medio gaseoso (fuerzas
aerodinámicas).
• Aquellas en donde la emisión de ruido proviene de fuerzas elecrodinámicas o magnetodinámicas, desde
un arco eléctrico o desde una descarga eléctrica (fuerzas eléctricas).
La reducción del ruido en la misma fuente es, evidentemente, el método más racional. Si todas las máquinas,
todas las fuerzas motoras fueran suficientemente silenciosas, no quedarían mucho problemas, y no tendríamos
que buscar soluciones para protegernos contra el ruido.
La reducción de la fuente del ruido requiere, por supuesto, investigaciones en la etapa de diseño y
modificaciones de las máquinas, fuerzas motrices y procesos. Todo esto puede resultar costoso, lo que explica
la renuncia de los empresarios y de los fabricantes de las máquinas.
En general para el control del ruido podemos presentar las siguientes normas de actuación:
• Reducción de la intensidad de la vibración con en mantenimiento del equilibrio dinámico, disminuyendo
la fuerza que actúa en la parte vibratoria, reduciendo el número de revoluciones por minuto, e
incrementando la duración del ciclo de funcionamiento.
• Reducción de la respuesta de los elementos vibratorios aumentando su poder de amortiguación y
mejorando su sujeción.
• Reducción de la turbulencia y velocidad con la que los fluidos contenidos en tubos y conductos pasan a
través de orificios de entrada y salida.
• Transformación de los impactos en presiones progresivas.
• Transformación de los movimientos alternativos en rotatorios.
• Cambio de parada repentina por un frenado progresivo.
• Cambio de engranajes de dientes rectos por engranajes de dientes helicoidales y sustitución, si es posible,
del metal por plásticos y otros materiales.
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• Diseño de la forma y velocidad de corte de las máquinas herramientas de acuerdo con las características del
material a mecanizar.
• Prevención de impactos cuando se transportan mecánicamente objetos o materiales voluminosos, y de su
caída al final del transporte.
• Diseño apropiado de quemadores y cámaras de combustión y explosión.
• Tener en cuenta las fuentes de ruido electrodinámicas, magnetodinámicas y aerodinámicas al diseñar
equipos eléctricos.
• Instalación de elementos de amortiguación en los puntos de contacto entre la máquina y elementos de la
base.
• Diseño apropiado de las hélices de ventiladores.
• Diseño apropiado de los circuitos de aire comprimido, conductos de ventilación, redes de gas y tuberías
de líquidos para evitar la propagación del ruido.
Si hay más de una fuente de ruido en una zona determinada, se debería controlar primero la fuente más
ruidosa para conseguir una reducción eficaz del nivel de ruido general.
• Prevención de la propagación, amplificación
y reverberación del ruido.
Dado que el ruido puede propagarse desde un única fuente tomando diversos camino, es necesario estudiar su
transmisión con vistas a prevenirlo en la forma más eficaz. Se deben tomar medidas para reducir la
amplificación del ruido y de la reverberación.
El control de la propagación del ruido deberá basarse particularmente en las siguientes medidas:
• Instalación de las máquinas sobre bases amortiguadoras de la vibraciones, que estén aisladas del suelo y de
las paredes.
• Inserción de materiales amortiguadores entre las bases de la máquina y los cimientos, y utilización de
soportes antivibración.
• Instalación separada de máquinas ruidosas para evitar la propagación del ruido por otros elementos de la
planta y del local.
Para controlar la propagación y la reverberación del ruido en el aire, se deberán tomar las siguientes medidas:
• Cierre total o parcial del equipo ruidoso.
• Instalación de barreras sonoras, revestimientos fonoabsorbentes y tabiques de aislamiento sonoro.
• Tener en consideración el factor acústico cuando se proyecta y se construye el local.
• Insonorización del local: revestimiento de las paredes y tabiques separadores, suelos y techos con
materiales amortiguadores y absorbentes.
Si es necesario se utilizarán silenciadores para prevenir la propagación del ruido.
5.7. Aislamiento y control remoto.
En los casos en que el equipo emita altos niveles de ruido que sean difíciles de controlar con medidas
convencionales:
• Deberá operarse tal equipo por control remoto y vigilarse el proceso con la ayuda de aparatos de
visualización a distancia.
• Se debería instalar el equipo, si es posible, en una sala separada, para reducir el número de trabajadores
expuestos.
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Si no es posible aplicar métodos de control de ruido en lugares de trabajo particularmente ruidosos, o si las
medida de control convencionales producen resultados insatisfactorios, deberán instalarse cabinas aisladas,
donde los operadores puedan controlar todo el proceso o al menos en su mayor parte.
5.8. Elección del material absorvente.
Actualmente se sigue buscando el material que cumpla mejor la característica de absorción, pero dada la
complejidad del ruido y la diversidad de frecuencias, la solución está en la composición de distintas mezclas
según las características dominantes del ruido.
• Placas porosas: Para bajas frecuencias las flexibles; para altas, las rígidas.
• Conjunto de chapa y aislante: chapa de 1 mm. Con 50 por 100 de agujeros y aislante de 5 cm.
• Paneles de escayola. Con agujeros, ranuras, grietas, etc.
• Paneles flexibles: cámara de aire de grosor mayor a ¼ de la longitud de onda.
• Protección auditiva y limitación de la
exposición al ruido.
Si no es posible reducir el ruido por debajo del nivel de riesgo con un adecuado diseño e instalación del
equipo:
• Deberá haber refugios del ruido cercanos al lugar de trabajo que puedan cerrarse herméticamente (con aire
acondicionado si es necesario) o abiertas por un lado.
• Los trabajadores deberán llevar protección auditiva adecuada.
• Deberá limitarse el tiempo de exposición.
5.9.1. Protectores auditivos personales.
Son los equipos que se colocan sobre la persona como último medio de evitar que los niveles de ruido no
admisibles puedan llegar hasta el tímpano.
Se dividen en dos grupos:
5.9.1.1. De inserción.
Son pequeños elementos de material moldeable o flexible que se adaptan al canal auditivo externo, ofreciendo
una protección por taponamiento de dicha vía. Pueden ser de plástico si están ya premoldeados, o de algodón
cerrado si se moldean a voluntad.
Tienen una protección de atenuación de 30 a 32 dBA a frecuencias normales de 4.000 Hz, si se asientan
perfectamente en el canal auditivo.
El código sobre niveles de ruido aplica 20 dBA
Necesitan un cuidado higiénico básico en cuanto son personales e intransferibles; no se manipularán con las
manos sucias, se guardarán en cajitas o bolsas que generalmente se acompañan y se cambiarán frecuentemente
según las instrucciones de las casas fabricantes.
5.9.1.2. De circunscripción.
Estos equipos van situados sobre los pabellones auditivos, envolviéndolos y sellándolos a los costados de la
cabeza a modo de orejeras.
23
El material que lo constituye (las copas) es variado según el fabricante y el modelo, pero si debe ser un
material pesado de tal manera que cuanto más pesados (ley de masas) más atenuación ofrecen.
Sin embargo esta condición de peso puede hacerlos molestos en su uso continuado, lo que provoca un rechazo
de uso; de allí la necesidad de lograr un equilibrio entre la eficacia y la comodidad de uso.
Es muy importante que la copas no presenten fisuras, roturas o deformaciones, ya que la eficacia se vería
disminuida notablemente, y que el material del asiento a modo de junta esté en buen estado
Estos equipos ofrecen mayor atenuación que los de inserción, oscilando entre los 20 y 45 dBA, generalmente
también a la frecuencia de 4.000 Hz.
El Código sobre niveles de ruido acepta 30 dBA.
Si se usan los dos sistemas a la vez acepta 35 dBA
Según el modo de sujeción, pueden hacerlo al casco o bien por una banda de sujeción por encima de la cabeza
.
5.9.1.3. Métodos de selección del protector auditivo.
Existen varios métodos para elegir el protector adecuado en función de la atenuación necesarias, de la
frecuencia dominante del ruido y de las características que proporcione el fabricante.
En nuestro país la Norma Técnica Reglamentaria MT−2 que basada en los datos técnicos delos protectores
homologado, facilita un método cómodo y rápido para la determinación de la elección. Para ello es necesario
disponer de un sonómetro que nos dé las lectura de atenuación A y C, los valores que aporta la relación de
protectores homologados y el nomograma que, integrando esos datos, da el resultado en forma de atenuación
par el tipo y modelo elegido al ruido considerado.
Así mismo, el INSTH en su nota técnica de prevención NTP−17 1982, sobre la eficacia de los protectores
auditivos y su atenuación en dBA, relaciona los distintos protectores auditivos homologados en nuestro país,
midiendo la diferencia dBC− dBA del ruido desde −2 a + 10dB. Con la utilización de dicha nota técnica se
puede obtener el protector más adecuado a las necesidades. A continuación pongo un extracto orientativo de
dicha nota. Obsérvese como la adecuada colocación del protector es muy importante, como se demuestra en la
diferencia de valores según estén colocados con la sujeción sobre la cabeza (posición ideal) o sobre la nuca
(posición adoptada cuando se usa casco y el protector no está preparado para ello.
Atenuaciones mínimas en dBA de los protectores auditivos homologados
Nº homolog.
Clase
Marca y Modelo
Atenuación dB
14
Orejera C
MAS−Noisefoe
arnés sobre la cabeza
23
arnés en la nuca
21
22
Tapón C
JIM− Super A.1
23
23
Orejera A
Clímax 11
27
24
Orejera A y C
Clímax 12
arnés sobre la cabeza
29
arnés en la nuca
25
5.9.2. Cámaras de control aisladas.
24
Básicamente deberán estar montadas sobre las monturas elásticas usando los métodos citados de tal manera
que las transmisiones de vibración no lleguen a dicha cámara o bien lleguen amortiguadas.
Las superficies que dan a la sala de máquinas, generalmente acristaladas para poder manejar las máquinas de
las que nos aislamos en la sala, además de proporcionar visión reducen el ruido con las instalación de cristales
simples de unos 12 mm o con luna separación entre vidrios de más de 100 mm, si se usan panales acristalados
dobles.
6. Normativa Española.
La normativa española sobre este asunto viene reflejada en la Ordenanza General de Seguridad e Higiene
en el Trabajo en su artículo 31, apartado 9 dice:
A partir de los 80 dB, y siempre que no se logre la disminución del nivel sonoro por otros procedimientos, se
emplearán obligatoriamente dispositivos de protección personal tales como tapones, cascos, etc., y a partir
de los 110 dB se extremará tal protección para evitar totalmente las sensaciones dolorosas o graves
Esta normativa está totalmente desfasada ya que no contempla la duración de la exposición a distintos niveles
de ruido.
Existen también normativas provinciales y municipales que complementan a esta, un ejemplo muy conocido
aunque quizás no estrictamente sobre ruido laboral es la norma municipal sobre los ruidos que emiten al
exterior los bares y discotecas.
Nota: La edición del libro donde vienen estos últimos datos data del año 1990. Como quiera que la normativa
sobre seguridad e higiene en el trabajo evoluciona constantemente gracias a la nueva importancia que está
tomando, además de las propias normativas provinciales y municipales, estos datos pueden quedar superados
o variar, incluso de unas comunidades a otras. (ver también exposiciones permisibles según los distintos
criterios en el apartado de Medición y evaluación del ruido)
El borrador de la nueva ordenanza prevé lo siguiente entre otros apartados:
6.1. Ruido continuo.
A efectos de lo dispuesto en el presente artículo se entiende por ruido continuo a aquel cuyas variaciones de
nivel de presión sonora no presentasen máximos, o en caso contrario estos máximos se producen con
intervalos de tiempo menores a un segundo.
La exposición de los trabajadores al ruido continuo, cuyo nivel de presión sonora se medirá en decibelios
mediante sonómetro es escala A (respuesta similar al comportamiento del aparato auditivo humano frente al
sonido), no superarán los niveles máximos permitidos (NMP durante los tiempos fijados a continuación:
Tiempo de exposición
permitido (horas)
8
6
4
3
2
1½
1
NMP en decibelios
medidos en la escala A
90
92
95
97
100
102
105
25
¾
½
¼
107
110
115
Los trabajadores sometidos a exposiciones de nivel de ruidos superiores a 85 dBA durante ocho horas deben
ser anualmente sujeto de estudio audiométrico.
El valor de 115 dBA se considera valor techo, no pudiendo estar expuestos los trabajadores a niveles
superiores al mismo en ningún momento.
6.2. Ruido intermitente.
Cuando la exposición al ruido continuo durante la joranada laboral diaria se componga de dos o más periodos
con distintos niveles de presión sonora, se valorararán sus efectos combinados mediante la expresión:
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