El contagio de la homosexualidad en los niÑos

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EL CONTAGIO DE LA HOMOSEXUALIDAD
EN LOS NIÑOS ADOPTADOS
POR PAREJAS HOMOSEXUALES
Horacio Velmont
El camino más corto entre dos puntos es la línea recta,
constituyendo la curva un desvío
Línea recta
Si alguien tiene que ir de un lugar a otro es obvio que, como pauta, le conviene ir
derecho y no haciendo una curva, con lo que ahorrará tiempo y esfuerzo.
¿Pero qué sucede si en medio se cruza una montaña? Pues no tendría más
remedio que subirla o bordearla, con lo cual ya no funcionaría la idea de la línea
recta como el camino más corto, porque para llegar de un punto a otro tiene que
realizar un desvío.
Pero a pesar de ello, la línea recta sigue siendo el camino más corto y la prueba
está en que si se abre un túnel a través de la montaña ya no hay necesidad de
realizar ningún desvío.
Este ejemplo puede aplicarse también a la homosexualidad cuando su origen es
psicogénico, es decir, la consecuencia de implantes engrámicos.
Las personas, salvo que haya de por medio un origen genético, nacen
heterosexuales, pero por roles del ego o a causa de implantes engrámicos pueden
tornarse homosexuales.
En todos los casos, sea su origen genético, por roles del ego o engrámicos, la
homosexualidad es un desvío de la “sexualidad normal", es decir, hombre con
mujer, pero es enfermedad solamente en el último caso, es decir cuando hay
engramas de por medio que impulsan a tal conducta.
Cuando hablamos de "desvío de la sexualidad normal" no lo estamos diciendo con
sentido peyorativo, sino simplemente haciendo una distinción entre lo que es,
simbólicamente hablando, una línea recta y una línea curva. Nadie diría que una
línea curva es el camino más corto entre dos puntos. Pero a veces la naturaleza
nos pone en medio una montaña, y entonces habrá que utilizar la curva, si se
entiende a qué me refiero.
Si a una persona heterosexual, es decir, "normal", sea un niño, un adolescente o
un adulto, se le implanta por accidente un engrama que lo desvía hacia la
homosexualidad, ese desvío puede suprimirse si se elimina el implante engrámico
que lo provoca.
En otras palabras, así como un túnel elimina el obstáculo de la montaña y por lo
tanto el desvío para llegar al lugar deseado, de la misma forma forma el
homosexual desviado de la heterosexualidad puede volver a ser "normal" y
practicar el sexo conforme a su anatomía natural.
La razón de que el homosexual debiera regresar a la heterosexualidad es porque
cuando hay implantes engrámicos su libertad de elección ha sido afectada, pues
su homosexualidad no forma parte de él ya que se trata de "experiencia
impuesta". ¿Y quién quiera cargar con lo que no es?
Veamos ahora el tema de la recepción de engramas. Todo lo que se diga en torno
a una persona desmayada o anestesiada puede resultar un implante engrámico
que es similar a una orden hipnótica de alto poder porque el dolor está de por
medio. El dolor potencia la orden engrámica.
El quirófano es el lugar dónde los implantes engrámicos se hacen más gravosos
para el paciente a causa de la anestesia y el dolor provocado por el bisturí. Todo
lo que dicen los cirujanos se graban en el paciente a nivel celular, similarmente a
como lo haría un hipnotizador que al sujeto le provocara un dolor intenso al
mismo tiempo que le da sugestiones a cumplir cuando despierte.
Supongamos que dentro de la conversación un cirujano le dice al otro: "Por atrás
siempre es mejor". Sin importar a qué se estaba refiriendo, esto no es más que
una orden hipnótica o implante engrámico, que si más tarde se restimula, por
ejemplo porque la voz del cirujano concuerda con la de su padre, o el pelo de la
enfermera es igual al de su madre, puede impulsar a ese paciente heterosexual,
sin que lo sepa conscientemente, hacia una relación homosexual, es decir hacia
un desvío de su sexualidad.
Si más tarde ese implante hipnótico o engrámico se elimina de la mente reactiva,
que es el lugar donde se alojan todos los engramas, ese paciente volverá otra vez
a la normalidad, es decir, a su heterosexualidad inherente.
Estas explicaciones están realizadas de modo sencillo para que puedan ser
comprendidas por cualquier persona, ya que en realidad se requieren varios años
de estudio para comprender el mecanismo de la mente de acuerdo a los nuevos
conocimientos así como también respecto de sus trastornos y eventual curación.
Desde ya que este conocimiento no se halla al alcance de la Medicina ni tampoco
de la Psicología o Psiquiatría, lo cual es lamentable porque son descubrimientos
que datan desde hace más de medio siglo y fueron dados a conocer por L. Ronald
Hubbard en su libro, editado en 1950, "Dianética, la ciencia moderna de la salud
mental".
En este libro también se detalla la tecnología para eliminar los engramas de la
mente reactiva, sin perjuicio de dejar aclarado que más tarde se hicieron nuevos
descubrimientos en Cienciología mediante la utilización del E-Metro (abreviatura
de Electropsicómetro).
Cabe destacar también que el profesor Jorge Olguín, a partir de los
descubrimientos de Hubbard, desarrolló la técnica de "Psicoauditación", que tiene
la ventaja sobre Dianética en que no solo elimina los engramas de la vida
presente, sino también los de vidas anteriores ("engramas conceptuales"). Esta
técnica se se denomina "Psicoauditación".
Examinemos ahora la cuestión del contagio de la aberración. De la misma forma
como se contagia una enfermedad, viajando los microbios de una persona a otra,
así también se contagian las aberraciones.
Las aberraciones, al igual que los gérmenes, no respetan a nadie y siguen
adelante de individuo en individuo, de padres a hijos, sin hacer excepciones, y
proseguirán mientras Dianética o Psicoauditación no las detenga.
El contagio de la aberración es algo muy sencillo. Solamente los momentos de
inconsciencia (analítica), cortos o largos y de mayor o menor profundidad, pueden
recibir o archivar engramas.
Cuando una persona queda inconsciente, la gente que la rodea reacciona más o
menos a los dictados de sus engramas. Estos engramas, a su vez, son recibidos
por la víctima que los archiva en su mente reactiva.
Esta persona, más tarde, dramatiza sus engramas en su cónyuge y en sus hijos,
que también los reciben como engramas. La cadena engrámica entonces
comienza. El padre y la madre, al dramatizar sus propios engramas en torno a
sus hijos enfermos o lastimados se los transmiten con tanta certeza como si esos
engramas fueran bacterias.
Esto no significa que los niños vayan a reaccionar a los mismos engramas del
mismo modo en que podrían reaccionar el padre o la madre, porque el niño,
después de todo, es un individuo con una personalidad inherente, un poder de
elección y un modelo de experiencia diferente. Pero sí significa que es
completamente inevitable que los padres aberrados aberren a sus hijos de alguna
forma. Naturalmente que los niños también reciben engramas de otras personas
del entorno, no solamente de sus padres.
Los conceptos equivocados y la falta de datos en la cultura de una sociedad se
convierten en engramas porque no toda la conducta en torno a una persona
inconsciente es dramatización. Si alguna sociedad creyera que comer pescado
acarreaba la lepra, es bastante seguro que este dato falso llegaría a entrar en
engramas y, tarde o temprano, alguien desarrollaría una enfermedad semejante a
la lepra después de haber comido pescado. Y lo mismo ocurriría si esa sociedad
creyera que a las mujeres hay que extirparles el clítoris porque el único que está
autorizado por Dios para sentir el placer sexual es el hombre.
¿Cómo se diseminaría en una sociedad una creencia de tal magnitud? Bueno,
digamos que desde el púlpito al sacerdote del pueblo se le ocurre decir en su
sermón de los domingos, después de malinterpretar algún texto blíblico, que el
sexo es pecaminoso a los ojos de Dios y que la mujer es la que incita al hombre y
por lo tanto se les debería extirpar el clítoris desde pequeñas.
Quizás no lo dijo como algo que debía ser hecho realmente sino como una
metáfora, pero la mente reactiva no entiende de sutilezas y es así como algunos
de sus feligreses, abrumados por diversos problemas y con la mente analítica
reducida, terminan por recibirlos como engramas.
Estas personas no saben conscientemente que tienen una orden hipnótica que
los impulsa a extirparles el clítoris a las niñas, pero igual comienzan a difundir
esa idea. Y esa idea aberrante poco a poco se va difundiendo como un reguero de
pólvora entre los miembros de esa sociedad y la mutilación genital comienza a
transformarse en una costumbre y finalmente en algo tradicional.
Obviamente no es necesario que el contenido verbal del engrama sea tan explícito
como el del ejemplo que mencionamos, porque incluso bastaría con que contenga
la orden de “hay que deshacerse de ello”, y ya la mente reactiva se encargará,
impredeciblemente , de impulsar al organismo a deshacerse de “eso”, que puede
ser desde los viejos zapatos hasta de los bigotes. Y por supuesto del clítoris de las
criaturas.
¿Qué sucede cuando a alguien se le ocurre reactivamente que hay que extirparles
el clítoris a las niñas? Pues sucede que alguien le preguntará la razón de ello, y
entonces, como no encuentra ninguna razón lógica, tiene necesariamente que
inventarla, porque ésa es la función de la mente analítica, encontrarle un motivo
lógico a todo, incluso a la misma aberración. Y así comienza el cuento de la
extirpación del clítoris a las niñas.
Estos mismos conceptos pueden aplicarse a la adopción homosexual, donde los
niños heterosexuales adoptados estarán proclives, obviamente mucho más que
en la adopción heterosexual, a inclinarse a las prácticas homosexuales.
Existen muchos informes que preconizan que no se han encontrado diferencias
entre los niños adoptados por homosexuales y los adoptados por heterosexuales,
pero en este asunto existen muchos intereses creados, además de la consabida
ignorancia, que lo hacen sospechosos de parcialidad y por lo tanto en absoluto
confiables.
Un punto importante a destacar es la cuestión de la tan mentada discriminación.
La discriminación configura un trato desigual injusto. En este sentido no sería
discriminación el hecho de que para entrar en la institución policial se exijan
determinadas condiciones, como por ejemplo la edad o el estado físico, o la altura
para jugar al baloncesto, o que paguen más impuesto los que más tienen. Y lo
mismo sucede con la adopción cuando se preconice la prohibición para parejas
homosexuales en base a las explicaciones mencionadas, ya que de ninguna
manera podría considerarse un trato desigual injusto.
Seguidamente indicaremos algunas referencias para aquellos que quieran
profundizar en estos temas, en particular sobre la mente reactiva y los engramas,
que como aún no han llegado a la Medicina, a la Psicología o la Psiquiatría no
podrán ser encontrados en ninguna librería o biblioteca.
REFERENCIAS
Origen de la homosexualidad
http://www.grupoelron.org/autoconocimientoysalud/lahomosexualidad.htm
Instituto de Ciencias para la Familia
https://mail.google.com/mail/?shva=1#inbox/128729eb356d0be 4
La verdad sobre Sodoma y Gomorra
http://www.grupoelron.org/historia/sodomaygomorra.htm
El quid de la adopción homosexual
http://www.pergaminovirtual.com/blogs/universosmultiples/8069/El+quid+de+la+adopci%F3n+homosexual.html
Adopción homosexual, ¿sí o no?
http://www.pergaminovirtual.com/blogs/universosmultiples/8044/Adopci%F3n+gay%2C+%BFs%ED+o+no%3F.html
Homosexualidad y adopción
http://www.grupoelron.org/autoconocimientoysalud/homosexualidadyadopcion.htm
http://www.grupoelron.org/quees/lehxii_adopcionhomosexual.html
http://www.grupoelron.org/quees/robertopiazzavsvaleriamazzaah.html
http://www.grupoelron.org/autoconocimientoysalud/epdlsxxi_homosexualesyadopcion.htm
Las terapias "ex gay"
http://www.grupoelron.org/quees/lulxxxviii_terapiaexgay.htm
La mente reactiva automática
http://www.grupoelron.org/autoconocimientoysalud/lamentereactivaautomatica.htm
Hipnotismo y engramas
http://www.grupoelron.org/quees/hipnotismo.htm
Psicoauditación
http://www.grupoelron.org/psicoaudintegracion/psicoauditacion.htm
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