Nota - DINAF (2)

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polémica
Opiná y votá: ¿En Mendoza quién debe proteger efectivamente a los niños?
La ley de protección de niños, niñas y adolescentes está vigente desde 2008 pero aún
existen dificultades para aplicarla efizcamente. Los casos de violencia intrafamiliar
donde los niños son las principales víctimas junto con las mujeres se suceden con una
frecuencia alarmante. En el otro extremo están los adolescentes y jovenes también
víctimas de las adicciones y de las tragedias viales. Una observación de un diputado
sobre la falta de competencia y la aguda mirada de una funcionaria experta en niñez
contrastan y a la vez coinciden en distintos aspectos. Producción: Jorge Fernández
Rojas
El Estado y sus ineficiencias
FERNANDO BARRIGÓN
Diputado provincial. Preside la Comisión de Derechos y Garantías. Desde su lugar advierte
que la problemática de la protección infantil se complica aún más por las grietas del sistema
que no temina de acomodarse completamente desde que se aplica la ley nacional de
protección a niños y adolescentes.
Los niños son de todos
MARTA SALCEDO
Presidenta del Consejo Provincial de la Niñez. Ocupa ese cargo desde 2008. Defiende la ley
vigente y participa de la confección de la norma local para la adecuación a la regla nacional.
Tiene una mirada más amplia de la problemática y piensa en involucrar a todos actores
sociales para darle protección a los niños y adolescentes.
Hay que restructurar la Dinaf y dinamizar la Justicia
En la Comisión de Derechos y Garantías de la Cámara de Diputados se reciben
habitualmente presentaciones vinculadas a la temática y, algunas relacionadas con la
actuación de los Tribunales de Familia y sus mecanismos que, si bien están dirigidos a
la protección de los niños y adolescentes en general, muchas veces no cumplen las
expectativas de los involucrados, y para dar las respuestas necesarias se acude a
profesionales especializados que nos orientan e indirectamente nos capacitan en tal
sentido.
Actualmente la provincia aplica lo establecido en la Ley 26061, a la que se adhirió en el
año 2006, y se hizo efectiva a partir del año 2008, luego de acuerdos entre el Poder
Ejecutivo y el Poder Judicial. La ley provincial 6354, tenia una serie de contradicciones
entre las acciones que ambos poderes debían ejercer y que derivó en un acuerdo y se fijo
un Protocolo de actuación, en el que se le quitaron competencias a los Juzgados y se le
dieron al Órgano Administrativo Local, dependiente de la DINAF, utilizando además
estructuras municipales que son los OAL en cada municipio.
Ante situaciones de riesgo del niño, niña o adolescente, las medidas las toma el órgano
Administrativo Local, y cuando se trata de medidas excepcionales, tales como el
apartamiento del niño de su hogar ante situaciones de extremo riesgo (abuso, violencia
física o psicologica, etc.), se le comunica al Juez de Familia, quien hace solamente
control de legalidad y toma conocimiento.
Si bien la Ley que se aplica es una ley integral, que abarca la protección de los niños,
niñas y adolescentes, aún quedan muchas cosas por resolver para darles la efectiva
protección que ellos requieren y que la sociedad reclama.
Para ello, debería existir un compromiso mayor al que hoy tienen todos los organismos
involucrados, que no significa que no lo tengan, sino que se debe profundizar lo
establecido en la ley para garantizar políticas que den resultados concretos.
La primera medida a tomar debería ser una completa reestructuración de la DINAF y
sus dependencias, ya que al aplicar la Ley 26.061, se hizo con la misma estructura que
tenía, y buscar mecanismo que otorguen flexibilidad y velocidad en la aplicación de los
protocolos de actuación, delimitando con mayor claridad el espacio que le corresponde
a cada uno y la interacción y control de unos sobre otros.
Además, una completa revisión de las condiciones de los lugares de albergue de los
menores en situación de encierro, ya sea por medidas precautorias o por orden judicial
y un control periódico de tal situación, inspeccionando por ejemplo que los menores no
estén mas tiempo que el establecido en la ley, para lograr que las garantías de sus
derechos sea en el ámbito familiar, su ámbito natural con un estricto seguimiento, control
y adecuación de las condiciones de vida del menor y de quienes lo tienen en su custodia.
Destinar un mayor número de personal y darles una mas efectiva capacitación, periódica
y especializada, para lograr una adecuada protección de los niños y una eficaz detección
de situaciones de posibles riesgo y evitarlos.
Esto se logra, por un lado, reestructurando presupuestariamente el organismo de
aplicación, por otro lado, aumentando el compromiso de control del resto de los sectores
involucrados, estatales o no, aportando entre todos, elementos que sirvan para que se
logre lo establecido por la ley, que en la teoría, abarca la problemática en forma integral
pero tiene algunas falencias en su aplicación.
Por otro lado, desde el Poder Judicial, ha que darle dinámica a los procesos en los que
están involucrados menores, atendiendo con eficacia y compromiso dichos casos, para
lo cual deben revisarse los procedimientos y controlar a los profesionales ad-hoc para
que den una atención acorde a la importancia de la situación.
Sabemos del compromiso que la sociedad toda tiene con el tema, sabemos que todavía
falta mucho, pero aportando cada uno desde su posición, se puede atender a este sector
de la población y garantizarles el efectivo ejercicio de sus derechos.
Hay que hacerse responsable, incluso la prensa
Creo que para determinar si se protegen a niños y adolescente en Mendoza necesariamente
hay que diferenciar por edad.
Creo que la primera infancia y hasta los 10 o 12 años están contempladas políticas que
protegen los derechos de los chicos desde programas de salud o de nutrición o un programa
nacional denominado "Primeros años" que se aplica en algunos departamentos.
Lo que hay que admitir es que estamos en deuda con los adolescentes.
Lamentablemente los adolescentes se visibilizan cuando cometen errores. Como aquellos que
son infractores de la ley o aquellos adolescentes y jóvenes que consumen alcohol y los que
mueren en los accidentes de tránsito.
Lamentablemente esos son los adolescentes que se visibilizan. En ese sentido es que el Estado
debe pensar líneas políticas que protejan a este segmento.
Hubo un proyecto de ley en la Legislatura de modificación de la norma de Ceos, el sistema
educativo de servicio social, dedicado a la infancia y los primeros años escolares que
contemplaba la formación de centros educativos para adolescentes.
Aquel proyecto podría haber sido un primer paso pero no se terminó de tratar, aunque ahora
se piensa en incorporar a la ley provincial de Educación.
En cuanto a la atención de las situaciones de violencia intrafamiliar hay un circuito que
comienza con la denuncia al 102 y luego pasa al GAR (Grupo de Alto Riesgo), esta
repartición se comunica con el órgano administrativo que es el organismo que reemplaza a
los juzgados de familia, y que toma decisiones como cuándo un chico debe ser trasladado de
su casa. A partir de ahí deberían intervenir los equipos que debieran proteger los derechos de
estos chicos.
Lo que pasa es que este circuito no está funcionando totalmente. Falta presupuesto y
profesionales y si bien se ha iniciado una articulación en las políticas, hace falta más y mayor
conocimiento entre las entidades que son las que tienen qué hacer, y que lo hagan. Por
ejemplo, hay veces que no se montan las guardias durante las 24 horas y como dije falta
recurso humano.
También creo que la comunidad debe asumir un rol de guarda y cuidado con los chicos. A la
par creo que la prensa vulnera los derechos de los chicos en situación de violencia y si bien
no muestran el rostro de los chicos, entrevistan a los vecinos, muestran la casa donde se
produjo el abuso y así ponen en evidencia y exponen a los chicos víctimas.
Me parece que aún así, este sistema es mucho mejor que el anterior pero hay que ajustarlo.
En cuanto al proyecto de la doctora Kemelmajer que fue presentado cuando Carlos Ciurca
era ministro de Desarrollo Humano hace mucho hincapié en todo lo judicial y nos parecía
que había que revisarlo y en eso estamos.
Tratamos que la ley contemple todos los roles de la comunidad como las organizaciones
sociales y las áreas municipales. También en el proyecto está creada una "interministerial"
donde están todos los ministerios representados y su misión es planificar todas las estrategias
y políticas de niñez.
El hecho es que la problemática no sólo es de las áreas de Educación y Desarrollo Social sino
que es de todos. De este modo quedará claro qué recursos pone cada ministerio en materia
de niñez y adolescencia.
Estamos en el tramo final de la confección de la ley y está la idea de realizar foros
departamentales para ajustar y que organizaciones sociales hagan algunos aportes sobre un
proyecto que esté consensuado.
Nuestro anhelo es que la tengamos lista en noviembre para celebrar los 26 años de la
Convención Internacional de los Derechos del Niño.
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