Enseñanza e Investigación en Psicología ISSN: 0185-1594 rbulle@uv.mx Consejo Nacional para la Enseñanza en Investigación en Psicología A.C. México Castellanos Fajardo, Rodrigo; Pulido Rull, Marco Antonio Validez y confiabilidad de la escala de esfuerzo percibido de Borg Enseñanza e Investigación en Psicología, vol. 14, núm. 1, enero-junio, 2009, pp. 169-177 Consejo Nacional para la Enseñanza en Investigación en Psicología A.C. Xalapa, México Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=29214112 Cómo citar el artículo Número completo Más información del artículo Página de la revista en redalyc.org Sistema de Información Científica Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto ENSEÑANZA E INVESTIGACIÓN EN PSICOLOGÍA VOL. 14, NUM. 1: 169-177 ENERO-JUNIO, 2009 VALIDEZ Y CONFIABILIDAD DE LA ESCALA DE ESFUERZO PERCIBIDO DE BORG1 Validity and reliability of Borg’s Perceived Exertion Scale Rodrigo Castellanos Fajardo y Marco Antonio Pulido Rull Universidad Intercontinental2 RESUMEN El objetivo del presente estudio fue evaluar la validez y confiabilidad de la Escala de Esfuerzo Percibido de Borg. Para ello, 16 sujetos sanos fueron sometidos a dos pruebas de resistencia en un procedimiento de banda sin fin. Mientras llevaban a cabo la carrera, se les aplicó la escala de interés, registrándose simultáneamente su ritmo cardiaco. La idea del monitoreo simultáneo fue la de correlacionar los dos indicadores, para así determinar la validez concurrente de la escala. Para calcular la confiabilidad, los procedimientos experimentales se repitieron en dos días distintos mediante la técnica de test-retest. Los coeficientes de correlación entre los puntajes de la escala y la tasa cardiaca, así como de la prueba y la post prueba, fueron superiores a 0.70 y en ambos casos estadísticamente significativos. Por lo tanto, los resultados sugieren que la escala posee validez y confiabilidad aceptables. Indicadores: Escala de Esfuerzo Percibido de Borg; Confiabilidad; Validez; Estandarización. ABSTRACT The purpose of the present study was to assess the validity and reliability of the Borg’s Perceived Exertion Scale. Sixteen healthy subjects participated in two different endurance treadmill tests. As the subjects worked in the treadmill, the scale was applied and simultaneously their heart rate was monitored. The idea behind this simultaneous assessment was to correlate both variables 1 Los autores agradecen a la Facultad de Psicología de la UIC y al IPIEC su apoyo para la realización de este estudio. 2 Laboratorio de Condicionamiento Operante, Insurgentes Sur 4303, Col. Santa Úrsula Xitle, 14420 México, D.F., México, tel. (55)54-87-14-10, correo electrónico, mpulido@uic.edu.mx. Artículo recibido el 7 de julio de 2007 y aceptado el 23 de agosto de 2008. VALIDEZ Y CONFIABILIDAD DE LA ESCALA DE ESFUERZO PERCIBIDO DE BORG and thus determine the scale concurrent validity. The experimental procedures were conducted in two different days in order to determine test-retest reliability. The correlation coefficients between the scale and heart rate and test and retest were higher than 0.70, and in both cases reached statistical significance. The results suggest that the scale is both valid and reliable. 170 Keywords: Borg’s Perceived Exertion Scale; Reliability; Validity; Standardization. INTRODUCCIÓN Se entiende por esfuerzo percibido el acto de detectar e interpretar sensaciones que provienen del cuerpo durante el ejercicio (Noble y Robertson, 1996). A mediados de los sesenta, Borg desarrolló una serie de escalas para medir la percepción del esfuerzo físico ejecutado durante el ejercicio. En un inicio, la idea de Borg era la de desarrollar una alternativa a los costosos indicadores objetivos que medían variables tales como la tasa cardiaca, la acumulación de ácido láctico en los músculos y otras. Eventualmente, se percató de que su escala era mucho más que un sustituto de otros indicadores. En síntesis, el autor encontró que las mediciones objetivas del esfuerzo realizadas durante el ejercicio no correspondían forzosamente a la percepción subjetiva del mismo. Por ejemplo, en un estudio pionero, Bolognese y Moyano (2003) demostraron que personas con rasgos extrovertidos e introvertidos diferían en su percepción de esfuerzo aun cuando eran sometidas a los mismos estímulos. En general, las personas extrovertidas, a diferencia de las introvertidas, mostraban una menor percepción de esfuerzo ante una misma intensidad de ejercicio. Complementariamente, en un estudio más reciente, Borg (1998) encontró que deportistas altamente motivados tienden a subestimar el esfuerzo percibido en comparación con un grupo control de personas no deportistas. Así pues, la escala se popularizó por dos razones: en primer lugar, por su capacidad para sustituir indicadores objetivos caros o complicados de utilizar; en segundo lugar, por su capacidad para evaluar el efecto de variables psicológicas sobre el rendimiento deportivo. A la fecha, se han realizado diferentes estudios para calcular la validez y confiabilidad de la Escala de Esfuerzo Percibido de Borg (BarOr, Skinner, Bruskirky y Borg, 1972; Borg y Linderholm, 1970). Los resultados de tales estudios han producido escalas válidas y confiables para Suecia, Estados Unidos, Alemania y Japón. En lo que respecta a ENSEÑANZA E INVESTIGACIÓN EN PSICOLOGÍA VOL. 14, NUM. 1: 169-177 ENERO-JUNIO, 2009 México, la escala se utiliza de manera frecuente. A pesar de lo anterior, aún no se realiza un estudio para determinar la validez y confiabilidad del instrumento. Las observaciones incidentales de los autores fueron confirmadas en una comunicación personal con Borg (2004), quien indicó que la escala aún no ha sido adaptada a México, por lo que autorizó a los presentes autores a llevar a cabo dicho proceso de validación y confiabilización. Así pues, el objetivo del presente trabajo fue calcular la validez concurrente de la escala, correlacionando sus resultados con la tasa cardiaca del sujeto. Adicionalmente, la confiabilidad de la escala se evaluó mediante la técnica de prueba-posprueba. MÉTODO Sujetos Participaron en el estudio dieciséis personas: doce hombres y cuatro mujeres de entre 23 y 54 años de edad (X = 40 años). La selección del tamaño muestral se hizo basándose en estudios previos, en los cuales también se buscó la validez y confiabilidad de la escala (Gamberale, 1972; Stamford, 1976). Cabe hacer notar que aunque el desbalance en la cantidad de hombres y mujeres podría parecer un error de muestreo, estudios previos han mostrado que estos no suelen afectar los resultados finales (Hernández, Sierra y Pichel, 2000). Los criterios de inclusión y exclusión utilizados son los mismos que Borg maneja en sus estudios: 1) la persona debe estar suficientemente descansada y alerta, así como haber seguido su rutina diaria; 2) la persona no debe ser examinada si ingirió alimentos o drogas poco tiempo antes de la evaluación, pues los criterios de exclusión involucran deficiencias físicas o psicológicas que pudieran impedir una correcta percepción del esfuerzo. El peso de los sujetos varió entre 47 y 72 kg (X = 67); complementariamente, la estatura se mantuvo en un rango de entre 150 y 180 cm (X = 167). En la entrevista inicial, todos los sujetos reportaron haber practicado deporte durante al menos quince años, especificando que durante el último lo realizaban con una frecuencia de al menos cuatro veces por semana. 171 VALIDEZ Y CONFIABILIDAD DE LA ESCALA DE ESFUERZO PERCIBIDO DE BORG Instrumento 172 Originalmente, la Escala de Esfuerzo Percibido de Borg constaba de 21 grados, los cuales comenzaban con el valor de 1 (representando el menor valor de esfuerzo posible) y se incrementaba en unidades iguales hasta 21 (el valor de mayor esfuerzo posible). Por lo común, se presentaba una serie de números ordenados en forma vertical que comenzaba en la parte superior de una hoja tamaño carta. Para facilitar la tarea al sujeto, algunos grados incluían indicadores verbales, tales como “poco esfuerzo” o “mucho esfuerzo”. Típicamente, se aplicaba la escala a hombres y mujeres sanos que se ejercitaban en una bicicleta ergométrica utilizando un procedimiento de incrementos de intensidad cada seis minutos. Más tarde, Borg modificó la escala para que fuera posible establecer relaciones lineales entre la tasa cardiaca por minuto y los valores de la escala. Escogió el número 6 como punto de inicio debido a que el ritmo cardiaco en reposo de un adulto sano es cercano a 60. Adicionalmente, cada número impar fue etiquetado de manera verbal. En 1966, la nueva escala fue presentada en Suecia, y un año más tarde en Estados Unidos. Para mejorar la precisión de las expresiones verbales y lograr diferentes relaciones entre los puntajes de la escala y las variables de intensidad de ejercicio moduladas por Borg, éste continuó haciendo cambios a la escala hasta que, en 1988, adquirió su forma definitiva. Lo anterior dio como resultado una escala del 6 al 20 que contenía incrementos de una unidad e indicadores verbales en todos los grados impares. Con el fin de desarrollar una escala adecuada para una población mexicana, las instrucciones, así como los indicadores verbales de ésta, fueron traducidos por dos psicólogos bilingües, quienes utilizaron la técnica de traducción-retraducción. Es importante señalar que al aplicar la escala se debe explicar al sujeto el propósito de la misma. La indicación, utilizada frecuentemente, es la siguiente: “Durante la prueba, vamos a pedirle que nos indique su percepción del esfuerzo que está realizando. Este dato es importante porque su propia percepción del esfuerzo es un complemento necesario para las mediciones fisiológicas que vamos a tomar”. Es de especial importancia que la persona que está siendo evaluada entienda lo que se espera de ella y gradúe su propia percepción como un fenómeno subjetivo. Debe poner atención a su sentido interno y no pensar en la carga física que se le está aplicando. Además, también es ENSEÑANZA E INVESTIGACIÓN EN PSICOLOGÍA VOL. 14, NUM. 1: 169-177 ENERO-JUNIO, 2009 importante que sepa que no debe escuchar o tratar de figurarse lo que otras personas pensarían o dirían en esa situación, sino que trate de confiar en su propio sentido. Idealmente, la prueba debe aplicarse en un laboratorio y bajo condiciones controladas. Cuando esto no sea posible (como en el presente estudio), el tipo de estimulación recibida por el sujeto debe tomarse en cuenta para la interpretación de los datos. Antes de comenzar la prueba física se debe explicar al sujeto que para estandarizar el procedimiento de aplicación es necesario utilizar una escala (y a continuación mostrársela). Los indicadores verbales deben discutirse con el participante para garantizar que las ha entendido adecuadamente. Asimismo, es conveniente que antes de empezar la prueba se lleve a cabo un raport adecuado con el sujeto. Procedimiento La escala se aplicó cuando los dieciséis sujetos realizaban una prueba de esfuerzo máximo en una banda sin fin. Dicha aplicación se llevó a cabo con quienes voluntariamente aceptaron participar y cuyo perfil coincidió con las necesidades de la investigación. Los sujetos recibieron dos procedimientos diferentes de prueba (progresivo y variable), los cuales se aplicaron dos veces cada uno. Las pruebas se aplicaron en dos sesiones, separadas por un día de descanso cada una. En ambas sesiones, antes de iniciar la prueba, se tomó el ritmo cardiaco en reposo durante 5 minutos. El promedio de las dos aplicaciones se utilizó para calcular el ritmo cardiaco neto de cada participante. Cabe hacer notar que aunque los sujetos participaron voluntariamente, durante la primera sesión se les aplicó un cuestionario de datos generales para determinar si cumplían con el perfil requerido para el estudio. Durante los dos primeros días se aplicó el procedimiento de Bruce (procedimiento progresivo), el cual consiste en una prueba de banda sin fin donde la intensidad (velocidad e inclinación) del ejercicio aumenta cada tres minutos. El procedimiento continuó hasta que el sujeto señaló que ya no soportaba más. En un segundo par de días se aplicó el procedimiento variable. Dicho procedimiento es una variante del de Bruce (se utilizan los mismos valores de velocidad y pendiente), y en él la intensidad de la demanda no aumenta linealmente sino que se alternan incrementos con decrementos en la demanda. La Tabla 1 muestra los dos procedimientos utilizados en el estudio. 173 VALIDEZ Y CONFIABILIDAD DE LA ESCALA DE ESFUERZO PERCIBIDO DE BORG Tabla 1. Procedimiento experimental. Minutos 174 1-3 4-6 7-9 10-12 13-15 16-18 19-21 P. Bruce Velocidad Pendiente Km/h grados 2.7 10 4.0 12 5.5 14 6.7 16 8.0 18 9.3 20 10.5 22 P. Variable Velocidad Pendiente Km/h grados 2.7 10 5.5 14 4.0 12 6.7 16 5.5 14 8.0 18 9.3 20 La velocidad y la pendiente de la banda fueron modificadas por el investigador sin interrumpir el ejercicio. El panel de control que marcaba los parámetros de velocidad e inclinación fue bloqueado mediante una lámina de cartón a fin de que el participante no pudiera conocer los valores en cuestión. Antes de iniciar cada sesión de trabajo se leyeron a los participantes las instrucciones relativas al uso de la escala, y asimismo se les explicó cómo y cuándo debían utilizarla. Una vez iniciada la prueba, cada minuto se pedía al participante que clasificara numéricamente el esfuerzo percibido mediante la pregunta “¿Esfuerzo?”. Se registró el ritmo cardiaco que tenía el sujeto al momento de dar su respuesta verbal a través de un sistema de almacenamiento automático de ritmo cardiaco marca Polar®, modelo S-810. RESULTADOS La validez concurrente del instrumento se calculó mediante la correlación de Pearson entre los valores de la escala reportados por los sujetos y la reserva de ritmo cardiaco promedio (RRCP) registrada a los participantes. En los procesos de validación previos, la RRCP fue la variable utilizada por Borg ya que es un indicador fiel del esfuerzo que realiza el individuo. Cabe hacer notar que la RRCP se calcula restando el ritmo cardiaco por minuto en reposo al ritmo cardiaco por minuto alcanzado por el sujeto durante la actividad física. Para tener un indicador comparable entre sujetos acerca de cuánto cambió la tasa cardiaca durante el ejercicio respecto del estado de reposo, el resultado de la resta se transforma en porcentaje. Tal procedimiento se considera un mejor indica- ENSEÑANZA E INVESTIGACIÓN EN PSICOLOGÍA VOL. 14, NUM. 1: 169-177 ENERO-JUNIO, 2009 dor de la intensidad del trabajo corporal, pues la tasa cardiaca en reposo varía de acuerdo con el individuo y, por lo tanto, los puntajes máximos alcanzados se tienen que interpretar de acuerdo con un punto de partida, mismo que difiere entre los sujetos. Se obtuvo un total de 927 parejas de datos de RRCP y respuestas a la escala de esfuerzo percibido. La correlación de Pearson obtenida fue r = 0.79, con una significancia estadística menor a .001. La Tabla 2 muestra los coeficientes de correlación para cada uno de los sujetos estudiados. La primera columna muestra al sujeto; la segunda, la correlación (r); la tercera, el número de parejas de datos de cada sujeto, y la última, la significancia estadística de la correlación. Tabla 2. Correlación entre RRCP y puntajes obtenidos en la escala. Sujeto 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 r 0.77 0.83 0.93 0.86 0.89 0.93 0.90 0.88 0.89 0.90 0.71 0.89 0.89 0.93 0.94 0.88 N 51 63 57 68 56 36 70 57 73 66 60 63 66 40 44 57 Sig. 0.01 0.01 0.01 0.01 0.01 0.01 0.01 0.01 0.01 0.01 0.01 0.01 0.01 0.01 0.01 0.01 Como se puede observar en la Tabla 2, todas las correlaciones fueron superiores a 0.70 y estadísticamente significativas. Los datos individuales, sumados a la correlación global anteriormente presentada, sugieren que la escala posee validez concurrente (Magnusson, 1985; Nunnally, 1991). Cabe mencionar que la confiabilidad test-retest de la prueba se obtuvo utilizando el coeficiente de correlación de Pearson. Asimismo, se usó el procedimiento de aumentos progresivos de Bruce. La correlación entre la primera aplicación de la escala y la segunda fue r = 0.90 para una muestra de 216 parejas de datos. Al utilizar el procedimiento variable, la correlación entre la primera y segunda aplicación fue r = 0.88 175 VALIDEZ Y CONFIABILIDAD DE LA ESCALA DE ESFUERZO PERCIBIDO DE BORG 176 para una muestra de 259 parejas de datos. En ambos casos, la significancia estadística de los coeficientes de correlación fue menor a .001. De acuerdo con los criterios establecidos para el diseño y construcción de instrumentos de medición, los resultados obtenidos sugieren que la escala de esfuerzo percibido es confiable (Anastasi y Urbina, 1998; Morales, 1975). DISCUSIÓN El presente estudio se realizó bajo condiciones menos que idóneas. Como ya se mencionó en la sección del método, los registros se llevaron a cabo en un gimnasio perteneciente a un club privado, en el cual era imposible controlar la entrada y salida de los usuarios. Evidentemente, y por la misma razón, tampoco fue posible controlar que grupos de “curiosos” se acercaran a preguntar qué estaba ocurriendo, y que algunos de los sujetos experimentales se conocieran e intentaran competir entre ellos. Durante el estudio tampoco fue posible utilizar la misma banda sin fin, aunque se tomó la precaución de utilizar siempre el mismo modelo. La mortalidad experimental fue alta, pues de 26 sujetos invitados al estudio solamente 16 lo concluyeron. A pesar de estas limitaciones, los resultados mostraron que la adaptación que se hizo a la Escala de Esfuerzo Percibido de Borg para que pudiera aplicarse en México tuvo como resultado un instrumento válido y confiable que está listo para ser utilizado dentro del ámbito de la investigación y el diagnóstico médico. Evidentemente, la aplicación extensiva del instrumento permitirá producir datos que enriquezcan los existentes y, por lo tanto, detectar problemas y limitaciones que no aparecieron en el presente estudio. En una agenda de investigación futura, por supuesto que debe analizarse la validez empírica del instrumento, es decir, su capacidad para producir resultados similares a los reportados en experimentos llevados a cabo en otros países (por ejemplo, las diferencias por grupo de edad reportadas por Borg y Linderholm [1967] o los datos de pacientes cardiacos de Borg y Linderholm [1970], entre otros). Evidentemente, un obligado estudio futuro se llevaría a cabo con una muestra más amplia y heterogénea, lo que permitiría determinar si personas de diferentes niveles educativos y culturales pueden entender adecuadamente las instrucciones y la forma de calificar su esfuerzo. Igualmente, será importante determinar si personas de diferente edad pueden uti- ENSEÑANZA E INVESTIGACIÓN EN PSICOLOGÍA VOL. 14, NUM. 1: 169-177 ENERO-JUNIO, 2009 lizar la escala de manera adecuada. Dado que la escala también se utiliza en contextos de diagnóstico médico, es obvio que un estudio con una población clínica permitiría determinar si las adaptaciones realizadas en el presente estudio resultan o no funcionales. 177 REFERENCIAS Anastasi, A. y Urbina, S. (1998). Tests psicológicos (7ª ed.). México: Prentice-Hall. Bar-Or, O., Skinner, J.S., Bruskirk, E.R. y Borg, G. (1972). Physiological and perceptual indicators of physical stress in 41 to 60 year old men who vary in conditioning level and in body fatness. Medicine and Science in Sports, 4, 96-100. Bolognese, M. y Moyano, M. (2003). Psicobiología del deporte y la actividad física. Tercer tema del curso a distancia del “Personal Training”. Disponible en línea: http://www.sobreentrenamiento.com. Borg, G. (1998). Borg’s Perceived Exertion and Pain scales. Champaign, ILL: Human Kinetics. Borg, G. y Linderholm, H. (1967). Perceived exertion and pulse rate during graded exercise in various age groups. Acta Scandinavica, 472(Suppl.), 194-206. Borg, G. y Linderholm, H. (1970). Exercise performance and perceived exertion in patients with coronary insufficiency, arterial hypertension, and vasoregulatory asthenia. Acta Medica Scandinavica, 187, 17-26. Gamberale, F. (1972). Perceived exertion, heart rate, oxygen uptake and blood lactate in different work operations. Ergonomics, 15, 545-554. Hernández, E., Sierra, L. y Pichel, D. (2000). Frecuencia cardiaca máxima durante la prueba de esfuerzo en banda en 1853 sujetos sanos. Su relación con la edad y bajo las condiciones atmosféricas de la Ciudad de México. Medigraphic.com70. Disponible en línea: http://www.medigraphic.com (mayo-junio). Magnusson, D. (1985). Teoría de los tests. México: Trillas. Morales, M.L. (1975). Psicometría aplicada. México: Trillas. Noble, B. y Robertson, R. (1996). Perceived exertion. Champaign, ILL: Human Kinetics. Nunnally, J.C. (1991). Teoría psicométrica. México: McGraw-Hill. Stamford, B.A. (1976). 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