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COLOMBIA Y SU POLÍTICA EXTERIOR
EN EL SIGLO XXI
COLOMBIA Y SU POLÍTICA EXTERIOR
EN EL SIGLO XXI
MARTHA ARDILA, DIEGO CARDONA,
SOCORRO RAMÍREZ
EDITORES
FRIEDRICH EBERT STIFTUNG EN COLOMBIA -FESCOLFONDO EDITORIAL CEREC
Colombia y su política exterior en el siglo XXI
©Friedrich Ebert Stiftung en Colombia -FESCOLCalle 71 N° 11–90
Teléfono: 57 (1) 3473077. Fax: 57 (1) 2173115
Correo electrónico: fescol@fescol.org.co
WWW.fescol.org.co
©Fondo Editorial CEREC
Calle 71 N° 11–90
Telefax: 57 (1) 3459884
Correo electrónico: fondoeditorialcerec@hotmail.com
Primera edición
Bogotá, junio de 2005
ISBN: 958-8101-20-4
Diagramación y armada electrónica
Éditer Estrategias Educativas Ltda.
Diseño carátula: Ricardo Alonso
Impresión: Editorial Gente Nueva Ltda.
Impreso en Colombia / Printed in Colombia
ÍNDICE GENERAL
PRESENTACIÓN
Wolf Grabendorff
COLOMBIA Y SU MUNDO EXTERNO: DINÁMICAS Y TENDENCIAS
Diego Cardona y Martha Ardila
EL CONFLICTO COLOMBIANO: UNA PERSPECTIVA GLOBAL
Alcides Costa Vaz
I.
II.
III.
INTRODUCCIÓN
LA INSEGURIDAD COMO UNA MARCA DE LOS TIEMPOS ACTUALES.
PROBLEMAS GLOBALES Y CONTEXTOS REGIONALES
LOS NEXOS ENTRE FACTORES DE INESTABILIDAD INTERNOS
Y GLOBALES, Y SUS EXPRESIONES REGIONALES
ASPECTOS DISTINTIVOS Y VÍNCULOS ENTRE ASPECTOS INTERNOS
IX
XI
1
1
2
7
E INTERNACIONALES EN EL CONTEXTO DEL CONFLICTO
COLOMBIANO
IV.
MIGRACIONES Y MEDIO AMBIENTE
V.
CONCLUSIÓN
BIBLIOGRAFÍA
COLOMBIA: SEGURIDAD Y POLÍTICA EXTERIOR
Alexandra Guáqueta
INTRODUCCIÓN
I.
LA SEGURIDAD
II. EL CONTEXTO INTERNACIONAL Y LA SEGURIDAD
III. LA SEGURIDAD Y LA PRÁCTICA DE LA POLÍTICA EXTERIOR
EN UN MUNDO GLOBALIZADO
IV.
10
OTROS VECTORES DE ENLACE ENTRE LO DOMÉSTICO
Y LO INTERNACIONAL: DEMOCRACIA, DERECHOS HUMANOS,
19
23
25
27
27
28
32
39
REFLEXIÓN FINAL: RETOS PARA LA POLÍTICA EXTERIOR
COLOMBIANA
BIBLIOGRAFÍA
56
58
DIEGO CARDONA, MARTHA ARDILA
LOS NUEVOS FLUJOS POBLACIONALES Y LA POLÍTICA
¿HACIA UNA MAYOR INTERACCIÓN
ENTRE LO INTERNO Y LO EXTERNO?
Martha Ardila
EXTERIOR COLOMBIANA.
I.
II.
III.
IV.
V.
VI.
VII.
GLOBALIZACIÓN Y MIGRACIÓN
UNA TRANSICIÓN: ENTRE UN VIEJO Y UN NUEVO PARADIGMA
FLUJOS INTERNACIONALES DE COLOMBIANOS
LOS FLUJOS DE COLOMBIANOS A ESTADOS UNIDOS
LA EMIGRACIÓN DE COLOMBIANOS A ESPAÑA
LA EMIGRACIÓN TRANSFRONTERIZA
EL ESTADO FRENTE A LOS FLUJOS POBLACIONALES
63
66
69
74
77
80
INTERNACIONALES
82
85
89
93
95
VIII. TENDENCIAS Y DESAFÍOS
IX. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
ANEXOS
BIBLIOGRAFÍA
INTEGRACIÓN Y TRATADOS DE LIBRE COMERCIO
Édgar Vieira Posada
INTRODUCCIÓN
I.
ALGUNOS ELEMENTOS TEÓRICOS DE LA INTEGRACIÓN
II. LA TRANSICIÓN A LA APERTURA ECONÓMICA Y EL CRECIMIENTO
DE AMÉRICA LATINA
III. LIMITACIONES Y CONFUSIONES EN LA INTEGRACIÓN
99
99
102
108
111
LATINOAMERICANA
IV.
61
LA DESHILVANADA INSERCIÓN INTERNACIONAL DE COLOMBIA
117
Y LOS ANDINOS
V.
¿SON COMPATIBLES LOS TLC CON UN MERCADO COMÚN
LATINOAMERICANO?
VI. ASIMETRÍAS GENERADAS POR LA GLOBALIZACIÓN
VII. LIMITACIONES Y CONSECUENCIAS PARA COLOMBIA
EN EL APROVECHAMIENTO DE LOS TLC
VIII. EL INTERÉS ESPECIAL DE ESTADOS UNIDOS
POR SUSCRIBIR TLC
IX. TLC: HERRAMIENTA DE ESTADOS UNIDOS PARA GOLPEAR
LAS NEGOCIACIONES MULTILATERALES
X. PROFUNDIZACIÓN DE LA INTEGRACIÓN LATINOAMERICANA
XI. CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFÍA
vi
122
124
127
131
133
137
138
142
COLOMBIA Y SU MUNDO EXTERNO: DINÁMICAS Y TENDENCIAS
LA POLÍTICA EXTERIOR AMBIENTAL DE COLOMBIA
145
EN EL ÁMBITO GLOBAL
Manuel Rodríguez Becerra
I.
LAS RELACIONES INTERNACIONALES AMBIENTALES
II.
COLOMBIA: CONFLICTO ARMADO, MEDIO AMBIENTE,
III.
PARTICIPACIÓN DE COLOMBIA EN LOS TRATADOS
INTERNACIONALES DURANTE EL PERÍODO 1992-2004.
ESTUDIOS DE CASO SOBRE SIETE TRATADOS
147
Y LA GLOBALIZACIÓN
PROTECCIÓN AMBIENTAL Y RELACIONES INTERNACIONALES
BIBLIOGRAFÍA
HACEDORES DE PAZ Y DEFENSORES DE DERECHOS HUMANOS
(UNA DISPUTA DE FAMILIA)
Iván Orozco Abad
I.
II.
III.
EL NUEVO ACTIVISMO HUMANITARIO
EMERGENCIA Y CRISIS DE LA NUEVA FAMILIA HUMANITARIA
HACEDORES DE PAZ VS. DEFENSORES DE DERECHOS HUMANOS:
164
170
208
215
215
224
SOBRE LAS DISTINTAS CARACTERIZACIONES Y EXPLICACIONES
IV.
V.
DEL CONFLICTO
238
LA HISTORIA DEL MOVIMIENTO DE DERECHOS HUMANOS
EN LATINOAMÉRICA
EL OPORTUNISMO FRENTE A LA GUERRA Y FRENTE
246
A LA DICTADURA
VI. APUNTES SOBRE PAZ Y DERECHOS HUMANOS EN COLOMBIA
BIBLIOGRAFÍA
CONFLICTOS INSTITUCIONALES Y CULTURALES EN LA FORMULACIÓN
Y EVALUACIÓN DE LAS POLÍTICAS CONTRA LAS DROGAS.
ALGUNAS REFERENCIAS AL CASO COLOMBIANO
Francisco E. Thoumi
INTRODUCCIÓN
I.
LA NATURALEZA DEL PROBLEMA DE LA FORMULACIÓN
DE POLÍTICAS CONTRA LAS DROGAS
II.
III.
LAS POLÍTICAS Y SUS CARACTERÍSTICAS
LA EVOLUCIÓN DE LA INDUSTRIA ILEGAL Y LAS POLÍTICAS
CONTRA LAS DROGAS
IV. LAS BASES DE UNAS POLÍTICAS MÁS RAZONABLES
BIBLIOGRAFÍA
vii
250
253
268
271
271
272
278
283
294
298
DIEGO CARDONA, MARTHA ARDILA
ENCRUCIJADAS DE LA COOPERACIÓN INTERNACIONAL
COLOMBIA
Socorro Ramírez
EN
I.
ANTECEDENTES
II. LA ÚLTIMA DÉCADA DE LA COOPERACIÓN EN COLOMBIA
III. A MANERA DE CONCLUSIÓN
BIBLIOGRAFÍA
LOS INSTRUMENTOS DE INSERCIÓN INTERNACIONAL
Y LA POLÍTICA EXTERIOR: HACIA UNA DIPLOMACIA INTEGRAL
Diego Cardona
I.
301
303
313
345
349
353
LA INSERCIÓN INTERNACIONAL, MÁS QUE LA SOLA
POLÍTICA EXTERIOR
II. LOS PRINCIPALES INSTRUMENTOS DE LA INSERCIÓN INTERNACIONAL
III. LOS OPERADORES DE LA POLÍTICA EXTERIOR
IV. LAS RELACIONES ENTRE POLÍTICA INTERNA Y EXTERNA
V.
HACIA INSTRUMENTOS INTEGRALES DE POLÍTICA EXTERIOR
VI. A MANERA DE CONCLUSIÓN
BIBLIOGRAFÍA
354
358
368
370
372
386
387
SIGLAS
389
AUTORES
393
viii
COLOMBIA Y SU MUNDO EXTERNO: DINÁMICAS Y TENDENCIAS
PRESENTACIÓN
El mundo globalizado del siglo veintiuno requiere que las relaciones exteriores se contemplen desde una perspectiva diferente y
más amplia a la concepción tradicional. En el caso de Colombia, el
país enfrenta el reto de conducir sus relaciones exteriores garantizando el manejo óptimo del desarrollo económico y social, al mismo
tiempo que logre una política exterior eficiente y creíble para los actores internacionales. Estos, hoy en día, no sólo influyen más sobre
el desarrollo económico del país, sino que, también, son determinantes para otorgar legitimidad a las acciones de cualquier gobierno,
tanto hacia adentro como hacia afuera.
En ese contexto, Colombia precisa mecanismos que faciliten su
inserción internacional y que permitan, además, un proceso constante de adaptación a las realidades globales cambiantes, para construir, de esta forma, una agenda interna que cuente con medios y
medidas más coherentes que faciliten el logro de los objetivos internacionales del Estado.
Con este propósito, en marzo de 2003 la Friedrich-Ebert-Stifitung
en Colombia (Fescol) creó el proyecto “Inserción de Colombia en el
sistema internacional cambiante”, en la forma de un consorcio de instituciones colombianas estatales y académicas a las que competen las
relaciones internacionales, del cual hace parte esta publicación. Fescol
ha promovido este espacio de encuentro entre sectores oficiales, de la
academia y de la sociedad civil dedicados al análisis, divulgación e
interlocución de materias relacionadas con la política exterior, con el
propósito de brindarle al país elementos de educación pública en asuntos internacionales. Con este proyecto también se pretende crear en la
sociedad una comunidad que, estando en especial interesada en lo
internacional, se dedique fundamentalmente a investigar y debatir qué
instrumentos de política exterior existen y se precisan para insertar
con más éxito al país en el sistema internacional.
ix
DIEGO W
CARDONA
OLF GRABENDORFF
, MARTHA ARDILA
Este libro, Colombia y su política exterior en el siglo XXI, complementa el anterior volumen Prioridades y desafíos de la política
exterior colombiana, publicado por Fescol en 2002, y pretende contribuir a analizar aquellos aspectos intermésticos que influyen crecientemente en la inserción del país en el contexto internacional. En
él se contemplan también el conflicto interno con sus repercusiones
en la política exterior, los efectos de la globalización y las transformaciones continuas en el sistema internacional. Para tal fin, los artículos que aparecen en esta publicación analizan, desde enfoques
diversos y contando con autores expertos en sus diferentes campos,
aquellas materias de la agenda global que tienen especial importancia en el ámbito multilateral y en la política exterior bilateral del país,
como son el conflicto colombiano, la seguridad regional, los flujos
poblacionales, la integración, el medio ambiente, los derechos humanos, la política contra las drogas y la cooperación. Materias, todas ellas que, entre otros aspectos fundamentales y ya tradicionales,
marcan un punto de partida para reflexionar sobre los lineamientos
que convendría asumiera la política exterior de Colombia, contemplada como ineludible expresión democrática y bien público en el
siglo veintiuno.
WOLF GRABENDORFF
Director y representante
Friedrich-Ebert-Stiftung en Colombia
x
COLOMBIA Y SU MUNDO EXTERNO: DINÁMICAS Y TENDENCIAS
COLOMBIA Y SU MUNDO EXTERNO:
DINÁMICAS Y TENDENCIAS
Diego Cardona y Martha Ardila
Durante las últimas décadas del siglo veinte y el lustro transcurrido del veintiuno, ha habido cambios globales, regionales e internos
que inciden en la inserción internacional de Colombia. Algunas de
esas transformaciones se relacionan con cambios en el sistema mundial y otras son producto de la situación interna. La combinación e
interrelación de estos dos procesos coloca al país en un alto nivel de
vulnerabilidad –interna e internacional–. Sin embargo, la conexión
entre lo interno y lo externo no es exclusiva de Colombia, sino que
hace parte de los elementos que actualmente afectan e inciden en el
diseño de la política exterior de todos los países y, en general, de la
política internacional.
En las viejas concepciones clásicas de las relaciones internacionales se pensaba que la política exterior era algo muy diferente y
ajeno a las políticas internas de los países o a los requerimientos del
sistema mundial. Hoy sabemos que los asuntos de la política exterior implican, en todas partes, prioridades y temas con un contenido
tanto internacional propiamente dicho como interno. No se trata
sólo de la influencia que el entorno mundial ejerce sobre los determinantes de la política exterior, ni tampoco sólo de la política que, a
partir de consideraciones internas, se dirija hacia el mundo. Lo que
realmente sucede es que existe un alto grado de interacción permanente entre las consideraciones del sistema mundial, las de las políticas exteriores de un país dado –Colombia para el caso– y las de las
políticas exteriores de otros países dirigidas hacia el país de referencia.
Es el imperio creciente de aquello que desde la década de 1970
Manning denominó como los fenómenos intermésticos. Ello, por cuanto
la política exterior incluye en sus determinaciones y acciones una mezcla
no siempre armónica entre temas internacionales y domésticos.
xi
DIEGO CARDONA, MARTHA ARDILA
En esta dirección están resurgiendo discusiones en torno al interés nacional y a su representatividad. Una política externa que es
prolongación de la interna refleja más directamente el interés de un
país, o de sectores hegemónicos en el mismo, bien sea de manera
conjunta o fragmentada. Son muchos los intereses pero muchas también sus interacciones. Aquellos son canalizados por actores similares internacionalmente; pero no se trata dentro de los Estados de
solo la articulación o sumatoria de acción racional que exprese un
único interés, el de la formula clásica del interés nacional; en efecto, sabemos que este proceso es multiforme, diverso y variable por
sus actores, su contenido y sus canales de expresión. Es decir, no
existe el viejo “interés nacional”, sino una sumatoria de intereses
en interacción permanente. Estamos, pues, ante un mundo más
complejo e interdependiente en el que también la globalización
abarca los más variados ámbitos e interacciones, con diversas velocidades tanto de las sociedades como de los Estados, lo que incide
directamente en la situación interna de los países y en su inserción
internacional.
Ello es mucho más importante en el caso de los países de desarrollo mediano o en los cuales existen referentes cotidianos de la
política exterior, que forman parte de la política mundial. Para el
caso, el asunto es mucho más marcado en aspectos como comercio, inversiones, migraciones, derechos humanos y libertades públicas y económicas, medio ambiente en todas sus múltiples
expresiones, ciencia y tecnología; también en energía, drogas ilícitas,
conflictos internos y preocupaciones regionales, seguridad, procesos de integración y de libre comercio, a más de los requerimientos
del desarrollo y la competitividad. Todos los aspectos anteriores
constituyen, justamente, el núcleo de la agenda sustancial de la
política exterior colombiana, pero también lo son de su política
interna y de las políticas externas de otros países en relación con
nosotros.
Es por ello que una reflexión contemporánea sobre la política
exterior de un país como Colombia debe considerar el contexto internacional y el contexto interno de dichas políticas. En este sentido,
el conflicto interno y las drogas ilícitas son los temas que principalxii
COLOMBIA Y SU MUNDO EXTERNO: DINÁMICAS Y TENDENCIAS
mente identifican a nuestro país en el exterior y los que, sin lugar a
dudas, han dejado una mayor huella. De ahí que tienda a percibirse
una inserción negativa de Colombia en su mundo externo.
Existen otros aspectos que se encuentran asociados al diseño de
nuestra política exterior, como son las características del Estado y de
las instituciones, principalmente del Ministerio de Relaciones Exteriores; la crisis de los partidos; la estrechez del régimen político; la
creciente fragmentación; y el estilo de diplomacia personalizada.
Diversas son las dinámicas que se pueden constatar en la diplomacia tradicional, y muy variadas y complejas serán también las nuevas tendencias para el siglo veintiuno.
A su vez, en lo geográfico nos encontramos con cambios de orden general, es decir sistémico, y novedades en los temas de la agenda, las dinámicas de interacción y los actores internacionales. En
cuanto a los cambios del sistema mundial, no podemos desconocer
actualmente que la bipolaridad durante casi todo el siglo veinte se
ha resuelto, por lo menos a mediano plazo, a favor de la unipolaridad hegemónica de Estados Unidos, y de la existencia de áreas de
influencia menor pero creciente, alrededor de la Unión Europea,
Rusia y China. Mucho se ha discutido acerca de la hegemonía de
Estados Unidos, de si su cobertura es mundial o solamente regional,
así como de su durabilidad. Lo cierto del caso es que por lo pronto
no hay ninguna otra potencia que lo iguale o supere, y que constituye el principal referente sistémico de las relaciones internacionales,
tanto globales como hemisféricas. Es más, existen países, como Colombia, que definen en la actualidad su política exterior en función
de su relación con Estados Unidos.
También las potencias medias regionales tienen ahora un papel mayor en el escenario mundial, no constreñidas por los requerimientos de la afiliación obligatoria al Este o al Oeste, propia de
otras épocas. Países como India, Sudáfrica, Brasil y México tienen
gran significado en el actual sistema mundial, regional y bilateral.
En América Latina ha disminuido la proyección de otros países
como Argentina, Venezuela y Cuba, que hace un par de décadas
también fueron considerados potencias medias regionales. La tenxiii
DIEGO CARDONA, MARTHA ARDILA
dencia actual es, más bien, a agruparse alrededor de Brasil en el
área sudamericana (Comunidad Sudamericana de Naciones), y de
México en el norte (Plan Puebla-Panamá), contando este último
grupo con más respaldo de la potencia hegemónica. En caso de
consolidarse estos dos grupos de países, es muy probable que representen, a su vez, dos maneras diferentes de insertarse en el contexto internacional.
Por otra parte, luego de la recesión de casi un lustro en la economía mundial se observa la reactivación de las economías de Estados
Unidos, Europa y parcialmente América Latina y Asia-Pacífico, a
más del crecimiento sostenido y enorme de China. Es difícil hablar
de multipolaridad en el mundo del presente, pero a mediano plazo
se anuncia en el horizonte un juego de potencias crecientes. El
libre comercio parece ser la divisa contemporánea y, por ende, las
necesidades de las economías abiertas pero en procesos de integración parecen ser también los determinantes de la tónica en la
cual se mueve hoy día la política exterior de los diversos países de
América Latina. El MERCOSUR se orienta en este sentido, y la Comunidad Sudamericana de Naciones, después de la Declaración de
Cuzco de noviembre de 2004, apunta en la misma dirección,
percibiéndose como un potencial polo mundial en materia de biodiversidad y energético.
Además, han aparecido nuevos temas en las agendas internacionales de los países: más énfasis en los asuntos ambientales, una
relación más estructurada entre comercio e inversiones, una reactivación de los asuntos de seguridad luego de que se pensó que la
geopolítica había desaparecido subsumida en los requerimientos de
la geoeconomía; también, ampliación y restricción, al mismo tiempo, acerca de lo que significa “seguridad”; por último, una presencia
gradualmente activa de las consideraciones sobre el multilateralismo
y su rol en el mundo contemporáneo. Algunos temas tradicionales
también se han reactivado en la agenda, a saber: las migraciones, la
lucha antiterrorista, el vínculo entre drogas ilícitas y seguridad internacional, la promoción de la democracia y los derechos humanos, y
la discusión avanzada sobre el derecho de intervenir o no en los
asuntos de otros Estados.
xiv
COLOMBIA Y SU MUNDO EXTERNO: DINÁMICAS Y TENDENCIAS
En América Latina puede constatarse cierto malestar con la democracia, que no ha llenado las expectativas que los pueblos tenían
en cuanto a la calidad de vida y el bienestar económico. Se perciben democracias imperfectas, de baja intensidad, que requieren
una institucionalidad real, mayor gobernabilidad y, sobre todo,
mayor contenido social, no sólo en relación con indicadores como
educación, salud, empleo y vivienda, sino en cuanto a mayor participación de la sociedad en las decisiones que le conciernen. Se
quiere, sin duda, avanzar de la democracia electoral y representativa a la democracia con equidad y participación. En este contexto,
varios gobiernos de la región han planteado objeciones a la aplicabilidad de las medidas del Consenso de Washington, aun cuando
no se presencian rupturas con el modelo de desarrollo, sino la continuidad del mismo pero con mayor presencia del Estado y con
una concepción de democracia más amplia. Esta tendencia resulta
clara en Sudamérica –con excepción de Colombia– aunque no tanto
en Centroamérica y México. De alguna manera podríamos referirnos al surgimiento de una nueva izquierda y de una nueva derecha
latinoamericanas.
En Colombia se internacionalizaron problemas como el conflicto interno, las drogas ilícitas y los derechos humanos, que hacen
parte de una crisis doméstica con múltiples manifestaciones que atraviesan los ámbitos político y económico. Esta encrucijada, principalmente política, se manifiesta en lo institucional, en la gobernabilidad
y en la legitimidad. Se ha hablado del paso de la internacionalización posible de la paz a la internacionalización posible del conflicto,
y de nuevo apreciamos una tendencia en la primera dirección.
En cuanto a las dinámicas del sistema internacional y sus relaciones con las políticas exteriores, es claro que los factores
intermésticos y los macro-regionales comienzan a hacer sentir su peso
en las condiciones de nuestra política exterior. La nueva dinámica
internacional implica también más vínculos entre los temas de la
agenda; ya no aparecen como compartimentos-estancos, separados
por las necesidades de las burocracias ministeriales respectivas o diferenciando radicalmente las consideraciones entre lo público y lo
privado, sea por la vía del sector productivo o la de la sociedad civil
xv
DIEGO CARDONA, MARTHA ARDILA
organizada, con impactos y resultados dispares según el tema y el
país que se considere. La interacción es cada vez más estrecha e
interdependiente.
También han surgido nuevos actores o agrupaciones de actores
en el sistema internacional, incluyendo la presencia creciente y activa de los grupos de integración, los mecanismos de concertación,
las organizaciones internacionales, las organizaciones no gubernamentales (ONG), los gremios empresariales y de trabajadores e, incluso, las regiones dentro de los países. Los grupos de interés y el
“público atento” también son hoy de mayor magnitud y peso que
hace una década, y deben ser tomados en cuenta cuando evaluamos la planificación, las acciones y los efectos de la política exterior.
Algunos de esos nuevos actores tienen sus propias redes internacionales que trascienden las de los países mismos y, por supuesto, las
de la política exterior tradicional. En este sentido se desarrollan diplomacias paralelas y diplomacias alternativas. Para nadie es un secreto la existencia de una diplomacia paralela, que han ejercido los
grupos guerrilleros colombianos en el continente americano y en
Europa, como tampoco lo es la desarrollada por las ONG frente a
los derechos humanos, el medio ambiente y el comercio. Los gremios de la producción, a su vez, han tenido siempre sus propias
actividades “diplomáticas” en el exterior.
En esa medida, la política exterior ha cambiado en sus conceptos: primero, porque incluye una multiplicidad de temas antes no
considerados; segundo, porque implica diversidad de instrumentos
y no sólo los político-diplomáticos tradicionales; tercero, porque requiere de una aproximación interméstica a la realidad, que no olvide los condicionamientos y oportunidades externas, pero que
tampoco haga caso omiso de las condiciones de factibilidad y las
presiones de la política interna. Tal dinámica lleva también a disminuir en algún grado las fronteras entre la política exterior, las políticas comparadas y la política internacional propiamente dicha.
En cuanto a la dinámica internacional, no debemos olvidar la
distinción y, al mismo tiempo, las relaciones que podemos establecer
entre las políticas multilaterales, las regionales y las puramente bilaxvi
COLOMBIA Y SU MUNDO EXTERNO: DINÁMICAS Y TENDENCIAS
terales clásicas. El juego contemporáneo obliga a mezclar creativamente estos tres canales, sin olvidar las dinámicas locales que dan
colorido a la acción diplomática en un sentido amplio.
Respecto al primer tema, el multilateralismo tradicional ha dejado de ser el mecanismo adecuado para alcanzar la satisfacción
de intereses y necesidades de los Estados y las personas que los
conforman. Los cambios, producto de la globalización, los nuevos
conflictos y amenazas internacionales, el cuestionamiento de los
principales principios del sistema mundial como la no intervención
y la soberanía, conducen a la crisis que está experimentando la
diplomacia multilateral, puesto que los organismos respectivos han
tenido dificultades enormes para adaptarse al nuevo escenario y
para actuar eficazmente con miras a satisfacer las necesidades de
la población mundial.
Se observa una crisis del multilateralismo en el sentido de que el
contexto en que fueron creadas organizaciones como la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Organización de los Estados
Americanos (OEA), entre otras, ha cambiado. Como señalábamos,
el Estado dejó de ser un actor unitario de las relaciones internacionales y cada día presenciamos más incidencia e interacción de otros
actores. A su vez, la naturaleza de los conflictos también ha sufrido
variaciones y las amenazas presentan un rostro más difuso y transnacional. Asimismo, existen nuevas formas de abordar los temas
internacionales y los de la gobernabilidad. En este sentido, dichos
organismos deben también modernizarse y adaptarse a las nuevas
necesidades del siglo veintiuno.
Para América Latina y Colombia en particular el multilateralismo resulta la mejor manera de abordar sostenible y exitosamente el
proceso de globalización y la necesaria inserción en un mundo nuevo. Asimismo, incrementa el poder negociador y existen muchos temas y problemas que requieren de tratamiento cooperativo, debido
no sólo a la interacción entre lo interno y lo externo, sino también a
la regionalización e internacionalización del conflicto interno y de
sus implicaciones. Además, organismos como la ONU y la OEA han
desempeñado un importante papel frente al mismo.
xvii
DIEGO CARDONA, MARTHA ARDILA
Finalmente, es esencial articular esas diversas políticas, esa multiplicidad de temas y de objetivos de la política exterior en su conjunto, a corto y largo plazo; y debe tenerse presente también que un
conjunto de acciones aisladas y esporádicas no constituye una estrategia de política exterior, como equivocadamente pretende la improvisación de políticas en la mayor parte de los países en desarrollo.
Colombia y su mundo externo no pueden escapar de ninguna
manera a las dinámicas enunciadas y al hecho de que se requiere,
cada vez más, un buen conocimiento de ese mundo nuevo que nos
han dejado, entre otros, el fin de la guerra fría, la redefinición
hegemónica, los atentados del 11 de septiembre de 2001 y los avatares del conflicto interno por sí mismo y en sus relaciones con otros
temas álgidos de la agenda local e internacional.
Es por ello que las propuestas consignadas en los diversos artículos que presentamos a consideración de los lectores y de los foros
de discusión del país y del exterior, tratan de mencionar los requerimientos de algunos de los temas álgidos de nuestra política exterior,
desde esa perspectiva interméstica y actualizada. No se trata de las
antipáticas políticas de poder, ni de la ingenuidad de quienes esperan toda solución únicamente de manos de la comunidad internacional; pero tampoco de la absurda pretensión de pensar que sin
ella podrá haber solución apropiada a los problemas colombianos.
Tampoco podemos esperar que el Estado, y menos aún algún ministerio, sea el responsable único y absoluto de nuestra relación con el
mundo; sin embargo, ello no significa, por supuesto, olvidar que
existen caminos desbrozados y mecanismos útiles y privilegiados de
comunicación con el exterior, como es el caso de las cancillerías.
Este libro se mueve, pues, a medio camino entre lo nacional y lo
internacional. Es así como, por ejemplo, se vincula el conflicto interno o la problemática de las drogas de uso ilícito con sus conexidades
respectivas, con la política internacional; pero también se examinan
las tendencias de las relaciones externas de los llamados nuevos y
“más nuevos” temas de la agenda en el contexto de la globalización;
y se aprecian las mismas relaciones interinstitucionales en los ámbitos económico y político, con una aproximación que enfatiza lo inxviii
COLOMBIA Y SU MUNDO EXTERNO: DINÁMICAS Y TENDENCIAS
terméstico sobre lo puramente local. Todo ello partiendo de la base
de que la política exterior es una seria responsabilidad de los colombianos, que debe ser instrumental para las necesidades internas, así
como para ayudar en nuestra ubicación en el mundo, y de manera
muy especial, para orientar y apoyar nuestra inserción internacional
en el nuevo mundo del siglo veintiuno.
***
Por último, queremos expresar nuestro agradecimiento a la
Friedrich Ebert Stiftung en Colombia (FESCOL), y de manera especial
a su director, Wolf Grabendorff, y a Martha Cárdenas, quienes permanentemente han estimulado y facilitado nuestros proyectos y el
intercambio de ideas alrededor de la política exterior. También a los
participantes de los grupos de trabajo del proyecto “La inserción de
Colombia en el sistema internacional cambiante”, a los autores de
los artículos de este libro y a quienes colaboraron en su publicación.
xix
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