18 Domingo 27.05.12 LA VERDAD R REGIÓN GENERACIÓN XXI: PABLO CONESA ZAMORA GINÉS CONESA Farmacéutico Con palicos, cañicas y… mucha cabeza S u investigación molecular, que demuestra que el carcinoma serrado tiene peor pronóstico que el cáncer de colon convencional, ha merecido que el cartagenero Hospital de Santa Lucía sea referente internacional en la caracterización de ese tipo de tumor y haya obtenido la acreditación de calidad en patología molecular. También fue pionero en la determinación del virus del papiloma que provoca el cáncer de útero en la mujer. Y eso que empezaron de cero –«un flexo y un ordenador»– recuerda Pablo Conesa quien, junto a un técnico, es el único investigador a tiempo total que tiene contratado la Consejería de Sanidad para el Área de Salud de Cartagena. Los proyectos de investigación que dirige también han permitido descubrir mutaciones en determinados oncogenes, un proceso que ya se realiza rutinarianmente para que los oncólogos sepan qué tratamiento podrá beneficiar más a los pacientes con cáncer. «De hecho nuestro hospital tiene la acreditación de calidad correspondiente al módulo de patología molecular», señala el doctor Conesa Zamora. –Es para sentirse satisfecho. ¿Y qué le impulsó a dedicarse a la investigación? –A mí siempre me ha gustado la historia, el arte y el proceso creativo en general. La investigación te permite descubrir cosas que nadie conoce hasta el momento y que, además, pueden revertir en un bien a la sociedad. El hacer conjeturas, hipótesis y ver cómo puedes abordarlas es algo tremendamente creativo. –Creativo y que precisa constancia ¿A qué renuncia por la investigación? –A la tranquilidad mental. Un investigador está 23 horas al día trabajando, dándole vueltas a la cabeza. –¿Y qué hace en la hora 24? –En la hora restante, yoga…. [Sonríe] Bueno lo de las 23 horas es una forma de decir que hay que hacer algo que te permita desconectar. Yo vengo muy contento a trabajar y a la vista de los resultados estamos muy contentos, la verdad, y tenemos un grupo estupendo en Patología [cita con frecuencia a Pérez Guillermo y a García Solano] pero la investigación te engancha para lo bueno y para lo malo. Es importante que el investigador sepa controlarse porque cuando ha- :: ces una cosa que te engancha muchísimo, al final es como una adicción: esa cosa te está controlando a ti. Así que es muy importante saber desconectar, tener aficiones. [Con esta reflexión, Pablo Conesa parece haber sabido encarrilar su vida de forma tal que concilia trabajo, familia y aficiones. Afortunadamente para él, tiene muchas. De amplia frente y sonrisa pronta, pareciera que el secreto de Pablo para armonizar obligaciones y hobbies se concreta en haber encontrado respuesta a una pregunta bien planteada: sabe lo que es, investigador, y sabe lo que quiere: ser persona integral. Así que cuando se le cruzan los caminos de la investigación y de la vida personal, echa mano de su brújula interior y se orienta: no pone todos los huevos de su tiempo en el único cesto de la investiga- JOSÉ MARÍA RODRÍGUEZ / AGM «Al final, toda conducta responde a una reflexión interior. La sociedad se ha acostumbrado a vivir por encima de sus posibilidades y a no exigir suficiente profesionalidad a sus políticos» Pese a la escasez de medios, el investigador cartagenero ha conseguido que el Hospital de Santa Lucía sea referente internacional en la detección del carcinoma serrado de colon QUIÉN ES ción. Él lo explica así: «Si te vas a dormir no te lleves lectura del trabajo, fórmate como individuo, sé un poco humanista, no se concreta todo en ser especialista en no sé qué tipo de tumor, hay que saber de más cosas porque, si no, te estás perdiendo elementos muy importantes, que yo creo que incluso repercuten positivamente cuando estás investigando».] –Es obligado preguntar por los recortes de dinero para investigar. –La falta de dinero para contratar personal investigador es nuestra principal dificultad. Ideas hay muchas y gente formada para llevarlas a cabo, también. Me da mucha lástima la persona que tiene ilusión por algo y no puede trabajar. En esta situación hay muchos investigadores. ¿Los recortes? Pues si le ha tocado a la Sanidad y a la Educación, cómo no le iba a tocar a la Investigación en un país que, en general, ha prestado tan poco valor al conocimiento. Es la triste verdad. Mucha gente todavía no entiende que la investigación repercute en una mejor asistencia sanitaria y en el desarrollo de tecnologías, que son las que marcan la diferencia entre un país con recursos propios y otro que todo lo importa, que piensa en el mañana, pero no en el pasado mañana. –Seguimos en el ‘que inventen ellos’ que dijo Unamuno…. –Investigar es una tarea tan vocacional y tan sacrificada, que apena comprobar que su valor no se reconozca socialmente. –¿Culpa del sistema? –Los políticos y las instituciones tienen que dar ejemplo, claro, pero al final toda conducta responde a una reflexión interior. A la gente le cuesta mucho buscarse a sí misma. Hay poca conciencia del gran valor que tiene el gesto individual, el grano de arena que se suma a otros granos. Nos gusta ampararnos en la masa y tendemos a tipificar demasiado a las personas y a criticar a quienes piensan o actúan de modo diferente. –Dicho de otra manera: si quieres conocer a los demás (la sociedad) mírate a ti mismo. –Pienso que la sociedad se ha acostumbrado a no exigir suficiente profesionalidad a sus políticos y a vivir por encima de sus posibilidades. Ahora, en tiempos de crisis, cuesta mucho más acostumbrarse a las carencias y a dar más por menos. Creo que es un buen momento para pensar en las sociedades subdesarrolladas y en si vivíamos de acuerdo con lo que le aportábamos. Hemos sido los niños mimados y materialistas del mundo y nos hemos creído que la felicidad es un saco con la letra del dólar. Nombre. Pablo Conesa Zamora. Lugar y año de nacimiento. Cartagena, 1973. Profesión. Investigador. Estado civil. Casado. Tres hijos. Aspiraciones. «Ser útil a la so- ciedad trabajando en lo que me gusta porque creo que así lo haré mejor». Aficiones. Leer, viajar, practicar senderismo, bucear, canto lírico (estudia en el Conservatorio), música (toca el piano y el bajo eléctrico) hacer cerámica y pintar. Le agrada. La gente sencilla y con entusiasmo que le gusta el trabajo en equipo, que es capaz de ilusionarse con una idea y de ponerlo todo para materializarla. Le disgusta. La gente que bus- ca complicidad y disfrutar a costa de criticar a terceros. Los que, alegremente, no valoran el trabajo de los demás porque ignora lo que cuesta hacerlo. Idiomas. Inglés, italiano, francés. Breve historial. Doctor en Far- macia con premio extraordinario por la Universidad Complutense de Madrid, Pablo Conesa inició su investigación en la propia Complutense para continuar en la Universidad de Murcia y Hospital Santa María del Rosell. Como becario ‘Erasmus’ estudió biología molecular en la Universidad de Aarhus (Dinamarca) y completó su formación como residente en rotación externa del CNIO (Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas). El aprendizaje en la identificación del carcinoma serrado colorrectal ha permitido que este tipo de tumores se diagnostiquen en el Hospital de Santa Lucía de manera rutinaria. Los avances de su investigación cobran mérito si se considera que cuando hace 4 años empezó a trabajar en el Rosell, en este hospital no había ninguna experiencia previa de investigación. Circunstancias personales le aconsejaron no hacer estancias en centros extranjeros (salvo los 7 meses de Dinamarca) por lo que le ha resultado duro hacer una carrera científica sin prácticamente salir de la Región. Así ha demostrado que viene muy bien salir fuera, pero no es imprescindible. Le gratifica trabajar en su tierra para gente que conoce. Autor de una veintena de trabajos, publicados en revistas científicas, ha desarrollado 15 proyectos de investigación y, para allegar fondos, ha creado, junto a los doctores Pérez Guillermo y García Solano, la Asociación Cartagenera para la Investigación en Cáncer (ACIC).