14 El Enamoramiento

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EL PLAN DE DIOS PARA EL SEXO
Dios se deleita en crear; pero seres que llevarán su propia imagen física, mental y espiritual fue su
máximo deleite. Estuvimos en la mente de Dios fuimos objeto de su fina atención, cuidadosos
cálculos, diseño exquisito y arquitectura maestra; de un Dios que nos amó desde el momento en que
parecimos en el exuberante campo creativo de su mente infinita. ¿No nos llena de asombro pensar
en ese momento sublime del trabajo de Dios? Se ha hablado mucho de su acto creador en sexto día;
sí, fue “bueno en gran manera” (Génesis 1:31). Sí él crea, entonces le da a su criatura humana la
capacidad de recrear. Como él ama le da al ser humano la capacidad de amar. El sexo aparece como
uno de esos regalos exquisitos para el ser humano. En él se esconde la representación, a nivel
humano, mas perfecta del amor. Allí se centra la capacidad emulativa creadora del ser humano que
puede transmitir vida, procreando a sus hijos a su propia imagen. ¡Sí, ser copartícipe en la obra
creadora de Dios! Y también está el aspecto del placer, del deleite físico que la sexualidad provee.
Y esto deja bien en claro que el placer estaba en el diseño divino, que las caricias íntimas y el
orgasmo que unen a los esposo en un éxtasis de satisfacción mutua, explosiva y liberadora de
tensiones, también estuvieron en la mente de Dios. ¡Y qué bueno que estuvieron en la mente de
Dios y no por alguna otra!
La Palabra de Dios presenta básicamente tres propósitos para los cuales la sexualidad humana fue
creada:
• Proveer sentido de “ser uno”, de unidad psicofísica, social, espiritual fundada en el amor.
• Proporcionar placer sexual
• Permitir la procreación para así hacer posible la, perpetuación del género humano.
¿Condena el Señor las prácticas sexuales?
Como Dios mismo es el creador de la sexualidad humana no puede condenar lo que Él mismo hizo.
Concordamos totalmente con lo que dijo una vez el papa Pío XII a los cardenales:”No nos
avergonzaremos de hablar de lo que Dios no se avergonzó de crear”, Dios aprueba el sexo legítimo,
es decir, las relaciones sexuales entre esposos, y condena la sexualidad ilegítima que significa
desobediencia a los principios éticos-religiosos. Debes entender que pensar, hablar y conocer acerca
de este aspecto de la creación de Dios es algo legítimo mientras no desees, pienses o imagines hacer
el mal.
Dios es creador del sexo, Satanás es su pervertidor. Si miras a la sexualidad desde la óptica
puramente humana, descubrirás libertinaje, promiscuidad, perseverancia y odio hacia cualquier
limitación revelada en la Palabra de Dios. Esto se ve mal, pero es atractivo a nuestra naturaleza. Esa
en la forma en que los seres humanos expresan su sexualidad, no la expresión de aquello para lo
cual Dios lo creó. No debe sorprenderte ni deprimirte descubrir que hay impulsos no santos en tu
ser o en otras personas. Si los niegas, caerás en autoengaño. Si los aceptas y asumes el control de
los mismos con un decidido esfuerzo personal sometido al control total de Espíritu Santo, entonces
saborearás la victoria sobre los malos pensamientos y las malas acciones relacionadas con tu
sexualidad. Si tienes deseos sexuales, debes reconocer que son normales, están allí porque así nos
hizo el Señor. Pero también debes reconocer que están allí después de miles de años de continuas
violaciones de las leyes que Dios estableció. Su influencia sobre los instintos es insidiosa y sutil; si
acaricias las ideas que generan, su influencia controlará tu mente. Desde allí tiene la fuerza
desmesurada que la ley de la herencia ha puesto en ti, claman por se satisfechos y no quieren
someterse a un DIOS DICE. La Escritura dice en Romanos 8:7 que “los designios de la carne son
enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios ni tampoco pueden”, pero en el
nombre de Jesús puedes vencer las tentaciones sexuales y vivir tu sexualidad paso a paso hasta
hacerla culminar en el sagrado vínculo del matrimonio. Recuerda Romanos 8:1 “Ahora, pues,
ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne
(deseos pecaminosos, incluidos los sexuales) sino conforme al Espíritu”. (son libres para amar en el
marco protector de la ley del amor).
Después de terminar el debate haz una evaluación de tus actitudes sobre el tema:
TEMA:
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¿Cuándo sabe uno que está verdaderamente enamorado?
La atracción física y emocional entre un joven y una señorita es una experiencia frecuente y
excitante, pero una cosa es la atracción y otra mucho más abarcante y profunda es el amor. El amor
verdadero se manifiesta de cuatro maneras:
• El amor “éros”, que se resume en “te amo porque tu cuerpo me atrae”.
• El amor “fílos”, que se resume en “te amo porque tu carácter me atrae”, es el amor al
prójimo, que es mi hermano porque Cristo murió por él.
• El amor “propio” sin el cual no podemos amar a otros (ama a tu prójimo como a ti mismo,
dijo el Señor) y que se resume en “me amo porque valoro lo que soy”.
• El amor “ágape”, que se resume en “te amo a pesar de tus defectos”, y que representa al
amor de Dios por nosotros.
La integración de los cuatro bajo el liderazgo del amor “ágape” es la meta del verdadero amor.
Cualquier desbalance o parcialización con uno de los otros tres conduce a un amor imperfecto y
mezquino. Por ejemplo, si la atracción física es dominante y excluyente, conduce a una experiencia
dictatorial, hechizante, pasional, egoísta y que muere de repente cuando es severamente probada,
como es el caso de la falta de satisfacción sexual. Si un joven abandona a una señorita porque ella le
dice “no” a que no era verdadero amor, sólo era “éros” divorciado de las otras tres manifestaciones
del amor. Cuando ocurre ese divorcio, al “amor” lo llamamos pasión. La pasión sola es la
falsificación del amor.
El amor verdadero es racional, es realista, es un principio puro, santo de origen celestial que
controla los sentimientos y las emociones haciendo que éstas sirvan pero no manden en tu persona.
Supongamos que tienes una amiga o amigo especial, ¿cómo se manifestarían las cuatro formas del
amor? Lo primero que te atraería de ella o él es su cuerpo, sus ojos, su cabellera, su rostro. Pero a
medida que la trates o lo trates y antes de llegar al noviazgo, la amistad que desarrolles con ella o él
te mostrará su carácter, lo que es verdaderamente, sus virtudes, sus defectos. Más adelante decidirán
comenzar el noviazgo. Aquí “éros” será más intenso pero tendrá límites, porque no hará lo que
quiera sino lo que deba. Después de conocerse suficientemente y de orar y reflexionar, decidirán
casarse bajo el amparo del amor de Dios y en sus corazones, ese amor los llevará a perdonarse y
aceptase con todos su defectos. En el matrimonio “éros” llegará a su punto culminante y “ágape”
los protegerá del egoísmo y les dará dulzura, perdón, bondad.
¿Cómo sabe uno que ha llegado el verdadero amor?
Realmente el amor tiene dos vertientes de origen: la humana y la divina, que finalmente se unirán
en una relación de cooperación. La divina, si llega, viene, nos es concedida si la pedimos y la
deseamos sinceramente (Romanos 5:5 y Efesios 3:17). La humana la construimos nosotros, y somos
responsables por todo lo que hacemos o dejamos de hacer en relación con los demás y con uno
mismo. Mencionaremos algunas características del verdadero amor, del amor maduro que se
desarrolla en una persona madura. Según Leslie McCary y otros autores, el amor existe cuando se
percibe al otro (a) como brillante, bueno, atractivo, deseable, admirable. Siente deseos de agradarle
y se deleita en hacerlo, desea estar siempre en su compañía ya ante su ausencia le abrasa la
ansiedad. Experimenta entrega total sin egoísmo. Es sensible a las necesidades del otro (a).
Experimenta amistad sincera en una relación de feliz correspondencia. Es libre, activo. Maneja las
situaciones y nunca es esclavo de las circunstancias. Sabe experimentar la felicidad y el dolor del
otro como emociones propias.
La educadora Elena de White describió al amor basándose en un Modelo insuperable; nota cómo
ella interrelaciona el amor “ágape” con el amor “fílos” y el amor “éros”: El amor no es
simplemente un impulso, una emoción transitoria que depende de las circunstancias; es un
principio viviente, un poder permanente. El alma (la mente) se alimenta de las corrientes del puro
amor que fluye del corazón (mente) de Cristo, una fuente que nunca falla…amar como Cristo amó
significa manifestar abnegación en todo momento y lugar, mediante palabras amantes y un
continente agradable…el amor genuino es un preciosos atributo que se origina en el cielo, y cuya
fragancia crece en proporción a la forma en que se lo dispensa a los demás…no hay egoísmo en su
amor (el de Cristo). Si este amor de origen celestial es un principio que mora en el corazón, se
manifestará… nos guará a otorgar pequeños actos de atención, a hacer concesiones, a ejercer
acciones bondadosas, a hablar palabras tiernas y animadoras. Te sugerimos que leas con mucha
oración y meditación 1 Corintios 13; este capítulo describe profundamente el amor verdadero. (Los
Jóvenes Preguntan sobre el Sexo. Jorge M. Bruno, Mauricio S. Bruno)
Después de terminar el debate haz una evaluación de tus actitudes sobre el tema:
TEMA: ---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
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